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Violencia y trabajo infantil en la Montaña

Por: Tlachinollan

 

El trabajo de niñas y niños en México se ha extendido entre las familias pobres, cuyos padres y madres no cuentan con un ingreso seguro y con lo poco que ganan sería imposible atender las necesidades más apremiantes de sus hijos. Además de que la canasta básica se ha tornado inalcanzable para millones de familias pobres, los niños y niñas no asisten a la escuela por onerosa que se ha vuelto la educación pública y porque tienen que dedicar parte del día a realizar algún trabajo que les dé la oportunidad de obtener un ingreso.

De acuerdo con el último reporte del INEGI hay alrededor de 3.3 millones de niñas y niños involucrados en algún trabajo, lo cual representa el 11.5 por ciento de la población de entre 5 y 17 años. Un gran número de niñas y niños no sólo enfrentan el flagelo de la pobreza que por varias generaciones se ha reproducido ante la imposibilidad de romper con este círculo de la exclusión social, sino que muchas de ellas son víctimas de la violencia familiar y delincuencial.

Hemos documentado casos graves de niñas que se encuentran en total indefensión y que luchan a brazo partido para no sucumbir ante la tragedia familiar. Cinco niñas del municipio de Alpoyeca quedaron huérfanas de madre a causa de la violencia del padrastro que fue el autor del feminicidio. Ninguna autoridad las auxilió y el Ministerio Público las revictimizó. Las obligaron a declarar cuando ellas no estaban en condiciones de hacerlo. Las cuatro niñas menores se refugiaron con la hermana mayor que estudiaba el bachillerato. El mundo se les vino encima porque no encontraron redes de apoyo familiar que las cobijara y les brindara la ayuda necesaria para enfrentar esta trágica muerte de su madre. Las cinco niñas que antes habían acompañado a su mamá para trabajar como jornaleras agrícolas en el estado de Sinaloa, y que los sueldos de tres menores y la mamá les permitieron levantar su casa, se vieron obligadas vender memelas y atole. De manera esporádica las hermanas mayores han trabajado en las casas como empleadas del hogar. Han pasado cinco años del feminicidio de su madre y las cinco niñas se han sobrepuesto para sostenerse con las diferentes actividades que realizan. Las hermanas mayores ya no pudieron continuar sus estudios y decidieron trabajar para asegurar que sus dos hermanitas puedan asistirá la escuela.

Dos niñas me’phaa de Juanacatlán, municipio de Metlatónoc, no sólo vivieron la agresión sexual de su propio padre, sino que tuvieron que desplazarse del domicilio donde vivían porque los abuelos paternos las echaron de la casa. No les permitieron sacar sus cosas, ni la carcacha que habían logrado comprar de los ahorros de la mamá que vende tostadas. Tuvieron que refugiarse en una comunidad de la Montaña para evitar que algún familiar del padre las amenazara o las agrediera. Su mamá desde que tuvo conocimiento de que su esposo abusaba sexualmente de sus dos menores hijas se armó de valor para denunciarlo, asumiendo las consecuencias de lo que implicaría esta denuncia.

Fue muy difícil para la mamá de las niñas encontrar un lugar para vivir, sobre todo, rentar una casa donde pudieran rehacer su vida. Actualmente las niñas tienen que ayudar a su mamá para sobrevivir. Le ayudan a elaborar las tortillas, las ponen en el comal, después las secan al sol para que queden doradas y puedan venderlas como tostadas. Su mamá las guisa en aceite y las deja escurrir varias horas para que sus pequeñas hijas se encarguen de empaquetarlas y salir a las calles a venderlas. En un principio intentó venderlas en el mercado, sin embargo, no le convino porque la competencia era desleal y una docena la tenía que vender a 15 pesos para que los clientes se animaran a comprarla. Salía perdiendo porque no le alcanzaba para costear el aceite que utiliza. No tuvo otra opción que empezar a vender casa por casa. Desde hace dos años ha encontrado personas que le compran semanalmente 300 tostadas, sin embargo, sus ganancias son de 300 pesos al día, por eso sus hijas le ayudan con otros trabajos para completar los gastos de comida de la casa que ascienden a 600 pesos por semana. La hija mayor aprendió a elaborar pulseras de hilo y chaquira y las logra vender en la escuela Sor Juana Inés de la Cruz. Hay días que vende tres o cuatro pulseras por 35 pesos. Este dinero le alcanza para comprar un cono de huevo o dos bolsas de frijol para comer. La segunda hija le ayuda a vender bolis en la escuela Felipe Ángeles Ramírez, donde ha logrado tener varias amigas. Diariamente carga con su cubeta para llevar los bolis que ahora con el calor vende todos. Por su parte, su mamá les ha enseñado a elaborar canastitas y bolsas de palma, que logró aprender en las comunidades nahuas de Tixtla. Estas artesanías son baratas y accesibles para incrementar un poco su ingreso. El gran logro de su mamá es que animó a sus hijas a que continuaran sus estudios que a pesar de las precariedades han sabido organizarse para trabajar y estudiar. Su mayor sueño es que sus hijas no vuelvan a ser víctimas de la violencia y que encuentren en la escuela el modo más seguro para enfrentar este trauma y encontrar en la educación un camino más seguro para fortalecer su espíritu y seguir el ejemplo de su mamá para no permitir que nadie más atente contra su dignidad.

Lucino, un niño me’phaa de 12 años, que vive con su mamá y su abuela, junto con su hermano Braulio de 10 años y otro hermano menor han tenido que soportar el desprecio de su padre. Es muy común en la Montaña que los papás abandonan a sus parejas, sobre todo cuando saben que están embarazadas. La historia se repite, el papá no los quiso reconocerlos como sus hijos y dejó abandonada a su madre. La mayor desilusión de los tres hijos es ver a su padre alcoholizado negándoles cualquier apoyo con el argumento de que no tiene dinero.

Ante la irresponsabilidad del papá, Lucino empezó a trabajar como peón desde que tenía 9 años para ganar 50 pesos al día y compartir con su abuela y su mamá ese precario ingreso. Fue un ejemplo para la familia porque continuó estudiando la secundaria y con el poco dinero que gana le ayuda a su hermano Braulio para que pueda terminar la primaria.

Desde pequeños salieron a trabajar en el campo con su mamá. Iban a comunidades de la misma región de la Montaña. Se han alquilado para chaponear y pizcar. Salen en temporada de lluvia que es cuando logran conseguir trabajo. Poco dinero logra juntar, y sólo les alcanza para comer y comprar algunos útiles de la escuela. A veces se dan el lujo de comprarse algunos huaraches. Regularmente la gente les regala ropa porque ven que por más que trabajen los niños no mejora su situación económica. En ocasiones se levantan a las 6 de la mañana para cortar leña. Les alcanza para comer una tortilla que remojan con una taza de té. Así se van al cerro con un burro prestado y cuando no consiguen trabajo, la leña que cortan la venden en las casas para tener algún recurso extra. También van a cuidar sus cinco chivos que con mucho trabajo han criado para que cuando ocurra una enfermedad puedan venderlos. Todo el tiempo están pendientes de los trabajos que salen, por eso siempre cargan un garabato cada quien porque en cualquier momento los pueden llamar para trabajar.

Su situación empeoró porque hace unos meses a su mamá le detectaron un cáncer cérvico uterino. Hace más de un mes Braulio acompañó a su mamá al hospital de Acapulco para que le den el tratamiento que requiere. El viaje y la atención médica tienen un alto costo. Para las familias pobres de Guerrero no existen los servicios médicos gratuitos, por eso Braulio tuvo que conseguir 20 mil pesos con un familiar. Se echó a cuestas una deuda que no saben en cuánto tiempo va a cubrir, pero el amor por su madre puede más que cualquier sacrificio para luchar por su salud. En la casa materna se quedaron Lucino y su hermano el más pequeño. Ahora ellos hacen el trabajo de Braulio. En la mañana y en la tarde muelen con un molino de mano el nixtamal para hacer tortillas. En algunas ocasiones su tía visita a su abuelita que desde hace años no camina. Los nietos ya aprendieron a darle de comer y atender sus necesidades fisiológicas. Además de trabajar también son los que cuidan a su abuela.

El niño Lucino, como centenares de niños y niñas de la Montaña no sólo tiene que trabajar en el campo y en las calles para recibir un ingreso que mitigue el hambre de su familia, sino que es víctima de la violencia que se expande en las comunidades y que se reproduce en el ámbito familiar. Las autoridades de los tres niveles de gobierno se han desentendido de esta violencia y son cómplices de la tragedia que padece la niñez indígena. Los han dejado en el olvido como si se tratara de personas sin derechos. La niñez indígena es víctima del racismo institucionalizado. En este gobierno que supuestamente les da prioridad a las familias pobres, las autoridades educativas del Estado son un ejemplo claro de la demagogia en que han caído al negarles a las madres y padres de familia el derecho a tener un maestro o maestra en sus comunidades. Es inconcebible que se escuden en la falta de presupuesto y que condenen como han hecho los demás gobiernos corruptos y mestizos a la niñez indígena ser parte de la población analfabeta que padece los estragos del desempleo y del desprecio de los políticos y patrones.

El actual gobierno de Evelyn Salgado no ha emprendido acciones de gran calado para proteger a la niñez indígena, para garantizar la educación básica, para crear un entorno seguro en las comunidades donde viven.

La niñez indígena no sólo crece en la orfandad institucional, sino que padece la violencia de un gobierno racista que les niega a los niños y niñas el derecho a soñar un mundo donde reine la magia, el encanto, el juego y la felicidad tan ausente en la Montaña de Guerrero.

Fuente de la información e imagen:  Tlachinollan

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Los libros de texto: la crítica y los poderes

Por: Roberto González Villarreal, Lucía Rivera Ferreiro, Marcelino Guerra Mendoza

No entramos en polémicas. Son una pérdida de tiempo.[1] No aportan nada, salvo el espectáculo de las descalificaciones. Por eso no nos detendremos en los obvios problemas de comprensión lectora, las disonancias y distorsiones cognitivas, las falsedades y demás. Quedan ahí, para solaz esparcimiento del respetable.

Otra cosa son los debates; pero nadie se los plantea en estos tiempos, menos aún en las redes sociodigitales. No es su lugar, y en realidad casi siempre son formas edulcoradas de las diatribas o reuniones entre colegas que piensan igual.

Los textos están ahí: a quienes les sirvan para pensar cosas de otros modos, lo celebramos; a quienes no, siempre pueden desecharlos. Búsquense otros, o háganlos, sería mejor. O repitan una y otra vez que algunos argumentos no son científicos, ni pedagógicos, ni didácticos, ni de la edad adecuada, ni de los autores correctos, ni están con los políticos pertinentes, ni con …

Sabemos muy bien cómo funcionan los poderes del discurso. No se preocupen, no citaremos a Foucault ni a otros tantos. Los teóricos son para usarlos, no para revestir las intervenciones con mantos sagrados, o presuntamente sagrados, siempre para unos, no hay que suponer que quienes conformaron la Coalición por la Calidad de la Educación reconozcan a Enrique Dussel. ¡Por Dios!

Ni que los exfuncionarios del INEE adviertan que Lazzarato tenga algo interesante que decir; o que el Bifo pueda aportar cosas relevantes para la comprensión del mundo que se está formando y en el que se van a desarrollar los niños, niñas y adolescentes; mucho menos que Haraway sea una voz indispensable en la configuración ético-política de un porvenir alterativo.

Tampoco que los de Educación con rumbo consideren las co-creaciones de Gustavo Esteva, o piensen que los pluriversos de Escobar sean importantes para pensar mundos y educaciones en las que quepan muchos mundos y múltiples formas educativas. ¡No hay que pedirle peras al olmo!

Sobre todo, desde hace mucho tiempo pensamos que a los autores que amamos hay que usarlos más y citarlos menos; machacarlos, sorberles el tuétano, para luego abandonarlos, pensar por cuenta propia y cuestionar, formular problemas y estrategias. En eso radica el pensamiento crítico. No en la reverencia a otros, sean quienes sean.

La teoría es gris, decía el clásico, verde el árbol resplandeciente de la vida. Lo que se le olvidó es que la teoría también forma parte de los juegos del poder. Los expertos lo saben muy bien, pretenden ser los poseedores de la verdad, por eso se venden, o se juntan con los poderosos, como lo vimos con Calderón y la ACE, o con Peña Nieto y la reforma constitucional 2012-2013, o en aquella iniciativa entre académicos y el PRIANRD, más  MC, en la reforma constitucional de 2019, llamada  Mantiene, Mejora e Innova, que terminó apoyando MORENA.[2]

Así que no vale la pena involucrarse en polémicas con quienes fueron desplazados, o desplazadas, de las oficinas y las mentes de la SEP, pero mantienen, ¿cómo no va a ser?, cercanías con los opositores del gobierno actual, que son los mismos que pidieron la represión al magisterio en lucha -¿necesitan ver el video de Claudio X. González?; los mismos que callaron frente a los asesinatos de maestros; quienes voltearon la vista cuando el ejército transportaba docentes a las evaluaciones; quienes colaboraron con la guerra mediática contra los maestros, mientras durante años y años ignoraron las corruptelas y las múltiples formas de violencia del SNTE.

Son también los mismos que ahora se desgañitan con la presunta falta de respeto a los procedimientos normativos en los libros de texto, cuando se quedaron bien calladitos en diciembre de 2013, mientras el Senado aprobaba la reforma constitucional del Pacto por México en menos de 24 horas.[3]

Ética de la insolencia

Consideramos que la crítica es una tarea indispensable; hay que mostrar una y otra vez cómo funciona el poder, cómo se ejerce, cómo ensambla los discursos, las ciencias y los saberes, con la violencia ruda y cruda;[4]  cómo se acoplan organismos empresariales, oficinas de gobierno, departamentos universitarios, revistas, comunicadores, periodistas, comentaristas, bots y demás, para imponer cursos de acción, conceptos, teorías, libros y demás.[5]

Y peor aún: cómo esos ensamblajes penetran hasta críticos y adversarios; cómo son recuperados por algunas resistencias magisteriales que no son capaces, o no quieren, o no saben cómo fugarse de esas cárceles cognitivas vueltas sentido y lugar común. [6]

Advertimos, y también se enojaron algunas dirigencias de la CNTE, que la reforma constitucional de 2019 no cancelaba la del Pacto por México, sino la mantenía, legitimaba y profundizaba; por eso lamentamos aquel fatídico grito de la Comisión Nacional Única de Negociación en Palacio Nacional “Ya cayó, ya cayó, la reforma ya cayó”. No era cierto, era un engaño; hoy lo reconocen.

El trabajo de la crítica no es acomodar los discursos o los hechos a los deseos del poder, ni del Estado, ni de las resistencias, ni mucho menos de los señores del capital y sus corifeos, sino el desafío de lo existente, el cuestionamiento de las verdades y las certezas. Las que sean.

Sin embargo, es necesario recordar que no basta comprender al mundo, hay que transformarlo.  ¡Ahora más que nunca! Junto al desmontaje de los poderes, es necesario vislumbrar las líneas de fuga, las rendijas por las que se puede escapar para no reproducir los poderes, que siempre se meten en los discursos, las mentes y los corazones de todos. Ese es el desafío.

Cuando aparecen otros gobernantes, otros funcionarios que insisten en el fin del neoliberalismo, en la cancelación de la reforma, en una revolución educativa, la crítica no debe callar.

Los derechosos no lo harán, repetirán sus glorias pasadas en nombre de la ciencia y la pedagogía, pero nosotras tenemos más trabajo que nunca, no sólo para desmontar los nuevos poderes, sino para profundizar, llevar más lejos, posibilitar lo nuevo, lo que no alcanza a surgir, lo que está atrapado todavía por los poderes de antaño. También los engaños y las simulaciones, las falsedades y las mentiras, porque de todo eso hay en los procesos convulsos y las transformaciones.

En el caso específico de los libros de texto, y en general del Nuevo Marco Curricular y Plan de Estudios de Educación Básica 2022 (MC-PE 22), hemos señalado algunas cuestiones que nos parecen relevantes para una crítica inconformista:

  1. La reforma constitucional de MORENA y aliados en 2019 NO canceló la reforma neoliberal del Pacto por México; en términos conceptuales y de gestión la mantuvo, legitimó y profundizó.
  2. La pretendida reforma de los libros de texto de 2019 fue un fracaso, en términos conceptuales, de diseño, de gestión y de resultados.
  3. Lo nuevo, lo verdaderamente nuevo propuesto por la IV T en educación fue la versión inicial del MC-PE 22, presentada a finales de enero de 2022.
  4. Los procesos de discusión y legitimación del Plan no pudieron desembarazarse de las viejas prácticas de los foros de participación social. Ahí están los hechos para quienes los quieran ver. Aunque también hay que reconocer: esta vez se reunieron también con las resistencias de la CNTE y otros colectivos magisteriales, quienes presentaron sus propuestas de educación alternativa.
  5. Lo más importante de la versión inicial del MC-PE 22 fue la problematización y los ejes articuladores. Pasar de la focalización en la trifecta pedagógica neoliberal -calidad, aprendizajes clave y evaluaciones- a la relevancia de la lucha contra desigualdades y exclusiones, representa un cambio paradigmático. Por fin alguien rompió, desde el gobierno, la hegemonía neoliberal en las concepciones pedagógicas de los últimos treinta años en México. No es para desdeñarse ni menospreciarse. Todas las diferencias, críticas y enojos de las oposiciones actuales se entienden desde ahí.
  6. En las versiones subsecuentes del MC-PE 22, estos planteamientos se fueron deslavando. Se puede entender por la correlación de fuerzas al interior y exterior de la SEP. Conceptos potentes y prometedores como el común, se fueron cambiando por otros más convencionales, como el de comunidad, y en su peor versión: la comunidad escolar; la lucha antipatriarcal se redujo a la igualdad de géneros; y así, hasta terminar en el berenjenal infumable de los programas analíticos y sintéticos, el codiseño y la contextualización; o las fases de aprendizaje que nunca se desarrollaron, o los campos..o…. En otro momento regresaremos sobre este punto.[7]
  7. Si el MC-PE 22 tuvo problemas, la familia de libros de texto está encontrando todavía más; otra vez en términos conceptuales, de diseño, de legitimación y de gestión política y administrativa. Hay algunos problemas en donde hasta la derecha tiene razón, y eso es preocupante.
  8. Una de las mayores dificultades de la nueva política curricular y de materiales, es la gestión de la SEP. Los tiempos para operarla se reducen y el magisterio ni la entiende, ni la comparte como para garantizar que la transformación sea efectiva. Al menos en este momento. No es necesario citar a Rockwell o a Ball para saber lo que eso significa en la puesta en acto.
  9. Los riesgos de que la revolución educativa termine como el parto de los montes, o como el engaño de la cancelación de la reforma educativa neoliberal, están ahí. No advertirlos es un desatino que a nadie de los que hemos luchado durante años contra la educación neoliberal nos interesa o nos conviene.
  10. Por eso no hay que callar. Hay que criticar, en el tono que sea, porque el silencio conlleva el peligro de re-editar lo que ocurrió en 2019.

Seguiremos por ahí, en investigaciones y textos de crítica y divulgación.

P. D.

El 6 de junio encontramos el tuit del Dr. Arriaga sobre nuestro artículo Libros de texto: entre fachos y arrogantes. Celebramos el tono jocoso. No le conocíamos ese rostro de funcionario con sentido del humor, esperamos lo muestre más seguido. El humor y la ironía siempre son agradables.

En una cuestión esencial estamos de acuerdo: las políticas educativas son el resultado de múltiples aspectos, no solo didácticos o curriculares, también económicos, políticos, espaciales, ecológicos y demás. Es lo que ocultan los pedagogos de la derecha, porque se escudan en la política de la verdad de los poderosos.

En otras ocasiones no le gustarán nuestros textos. Así es esto. Ojalá recordemos siempre el buen humor. Y esperemos que pronto podamos llamarlo palurdo peligroso. Será nuestro reconocimiento de que el Plan de Estudios 22, sus libros y sus prácticas, en verdad son una revolución educativa. Mientras tanto…


[1] No citaremos a Deleuze sobre el tema, no se preocupen.

[2] Como mostramos en La continuidad neoliberal .

[3] Los poderes percutidos

[4] Que Nochixtlán no se le olvide nunca, ni  al sargento Nuño y a los académicos que callaron.

[5] Anatomía política de la reforma educativa

[6] El canon crítico de la reforma educativa. Un devenir subordinado   

[7] De eso va nuestro próximo Cuaderno de batalla: Lo que usted quería saber sobre el Plan de Estudios 22 pero no se atrevía preguntar.

Fuente de la información: https://insurgenciamagisterial.com

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CII-OVE apuntes sobre el 2 Congreso Mundial contra el Neoliberalismo Educativo

Por Luz Palomino/CII-OVE 

Entre el 5 y el 9 de junio del 2023 se realizo el 2º Congreso Mundial contra el Neoliberalismo en la Educación. Con el tema “Alternativas pedagógicas y resistencias estudiantiles y sindicales”, el evento tuvo lugar en Panamá y fue organizado por la Asociación de profesores (ASOPROF) y Centro Internacional de Investigaciones Otras Voces en Educación (CII-OVE). Contó con la participación de representantes de más de 30 países como: Panama, Argentina, México, Puerto Rico, Venezuela, Colombia, Bolivia, Perú, Guatemala, Paraguay, Uruguay, chile, EEUU, Brasil, Ecuador, Francia, España, Africa entre otros.

Este importante evento internacional de tejido social y en defensa de la educación publica presencial como derecho humano fundamental,  tuvo lugar en la ciudad de Panamá y también en la ciudad de Santiago de Veraguas, permitió el contacto y la participación de sindicatos, gremios, profesor@s y maestr@s de educación superior, educación básica y movimientos sociales de diversos países. Teniendo una fuerte presencia de representantes de sindicatos, asociaciones y colectivos educativos de América Latina y el Caribe, pero también estuvieron presentes luchadores de Estados Unidos, Europa, así como se enviaron videos de saludos de compañer@s de los continentes Africano y Asiático.

Durante los cinco días del evento, se produjeron decenas de debates y paneles, además de exposiciones de libros, revistas, vídeos y presentaciones culturales, que debatieron los ataques del Capital a la Educación, la mercantilización de la enseñanza y la lucha en defensa de la educación como derecho humano.

Algunos de los temas tratados fueron:

Situación educativa internacional
Desafíos del gremialismo y sindicalismo docente
La Educación universitaria ante la mercantilización, estandarización y desterritorialización
Movimiento pedagógico, gremialismo y sindicalismo  docente
El papel de la cultura y las humanidades en la escuela y las resistencias contra la instrumentalización del pensamiento
Desafíos del sindicalismo docente ¿Cómo trabajar la construcción gremial y sindical en un mundo cada vez más digital?
La democracia en las organizaciones gremiales y sindicales del magisterio
La producción del conocimiento como resistencia a las lógicas del mercado
Informes nacionales sobre la situación educativa por país 
La Educación del siglo XXI en defensa de la educación pública presencial.
Todas las ponencias y debates las pueden ver y escuchar por nuestro canal  https://www.youtube.com/@OtrasVocesEnEducacion/streams
Algunas conclusiones finales:
  • Brasil fue elegido como sede del próximo Congreso Mundial contra el Neoliberalismo en la Educación. El tercer congreso se celebrará en la ciudad de Río de Janeiro, en el segundo semestre de 2024. ANDES-SN, SINAFESE, participarán junto con otras entidades del sector de la Educación, en la organización del evento. Donde se tiene el reto de ampliar la presencia de compañer@s de África y Asia, así como de estudiantes en general.
  • Explorar la posibilidad de convertir el 5 de octubre de cada año, a partir de 2024, en una jornada global de movilización y lucha docente coordinada internacionalmente en defensa de la educación pública presencial y la profesión docente, para ello estableceremos una ruta de contactos y acuerdos entre las organizaciones presentes.
  • Asumir la identidad de Congreso Mundial contra el Neoliberalismo Educativo para la firma de documentos, declaraciones y otros aportes consensuados;

Por último, no podemos dejar de decir que los profesores y las profesoras de Panamá nos recibieron con mucho cariño y entusiasmo. Nuestro compromiso con la educación de la clase trabajadora puede dar otro paso concreto en Panamá. Este espacio es continuidad de esfuerzos y punto de partida que intenta construir caminos para seguir tejiendo resistencias compartidas.

Estamos en el camino, seguimos sumando voluntades para ayudar a que nazca una sociedad que tenga a la educación y la justicia social en su centro.

 

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Luis Hernández Navarro: periodismo para transformar conciencias

Texto: Kau Sirenio

Foto: Programa contracorriente de Rompeviento Tv

 

La trayectoria de Luis Hernández Navarro es también la historia de las luchas democráticas del país. Por su pluma se han narrado los movimientos magisteriales, obreros, campesinos e indígenas que han buscado la transformación de México. Hoy, el periodista recibe el premio Carlos Montemayor, un reconocimiento para un hombre que ha contado y acompañado las luchas por la justicia, la democracia y la dignidad.

CIUDAD DE MÉXICO. – Sentado ante la imagen de Ricardo Flores Magón del Colegio de San Ildefonso, como un niño regañado, Luis Hernández Navarro suelta a bocajarro: “Espero que el maestro Magón no me de un zape”.

Luis Hernández está presentando su nuevo libro La pintura en la pared: Una ventana a las escuelas normales y a los normalistas rurales, un trabajo de memoria que recupera las imágenes y símbolos de lucha del magisterio democrático.

Este tipo de trabajos son los que han caracterizado a Luis Hernández Navarro durante su trayectoria como periodista. Su compromiso con la memoria y las luchas sociales que buscan transformar el país.

Por eso, Luis Hernández ahora también recibe el premio nacional Carlos Montemayor, un reconocimiento a personas que han aportado a la lucha democrática de México.

Sin duda, Luis Hrnández es merecedor de este galardón, pues es uno de los intelectuales que más arraigo tiene con las organizaciones sociales y sindicales en el país. Sus artículos de opinión en La Jornada dan prueba de ello. En ellos, se centra en contrastar el discurso oficial, hablando del magisterio, los sindicatos y las luchas indígenas.

En entrevista con Pie de Página, el director de la sección de opinión de La Jornada ahonda en torno al premio Carlos Montemayor, así como su relación con los movimientos sociales, sindicales, magisteriales y estudiantiles.

«Este premio es un honor y una responsabilidad»

–¿Qué significa para usted recibir este premio?

–Es un honor y una responsabilidad. Carlos Montemayor fue un gran intelectual, un hombre que siempre buscó contrastar el discurso de poder con la realidad de los movimientos populares, dedicó buena parte de su vida a visibilizar la lucha de sus compañeros que participaron en el Asalto a Cuartel Madera, porque la prensa los atacaba como si fueran forajidos delincuentes. Eso cimbró a Carlos. Es realmente un honor y una responsabilidad para dar continuidad con las actividades qué el realizó.

Sin soltar la conversación, Hernández Navarro discurre habla sobre su trayectoria y el inicio de su carrera como periodista. Un camino que va desde los movimientos sociales y su relación con cada uno de ellos, hasta el periodismo deportivo.

“Mi labor de periodista comenzó en una revista deportiva, ahí trabajaba como reportero de nota de color, y una de mis primeras entrevistas fue con La Cobra Muñante, cuando le acababan de romper la nariz” recuerda Hernández Navarro.

Pero después de su paso por las canchas, Navarro llega a su trabajo con los movimientos sociales. Recuerda su labor como asesor de los movimientos obreros.

“Como asesor sindical escribía artículos para un periódico que se llamaba Trabajadores en Lucha, esas vertientes de colaborar con la prensa alternativa, independiente, crítica y ganarme la vida en medios comerciales me hizo comprometerme más con la lucha social”.

 

Luis Hernández Navarro

La pluma y la militancia

Su relación con las organizaciones políticas fue generacional, dice Luis Hernández. Primero, recuerda su paso por el movimiento del 68. En ese entonces Luis Hernández tan sólo tenía 13 años.

“Otra vivencia que me llevó a tener mayor compromiso social en mi generación fue mi participación directamente el movimiento 68. Yo tenía 13 años. Ese eco del 68 me llevó con mucho otros compañeros de generación a comprometerme con las luchas sociales, primero en el movimiento obrero en el Valle de México, en la zona de Ecatepec, con los trabajares de muebles”.

Posteriormente, Hernández Navarro llega al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Ahí, inicia su militancia sindical, en la base, y después como secretario general del sindicato. Esta posición le permitió participar en la fundación de la Coordinadora Nacional de Trabajares de la Educación (CNTE). Desde ese momento empezó a acompañar a maestros en sus compromisos con las luchas sindicales y campesinas.

Pero la actividad política de Luis Hernández no sólo fue con la Coordinadora, por ejemplo, también trabajó con organizaciones cafetaleras. Estando en el movimiento campesino Luis vivió de primera mano el surgimiento del movimiento de los 500 años, y después el zapatismo.

“Estaba acostumbrado a trabajar con los compañeros de pueblos originarios en su carácter de productores, pero hubo una transformación tremenda de conciencias, en esos procesos estuve pendiente hasta que entré a trabajar de tiempo completo en La Jornada, esto me permitió ejercer periodismo crítico, ético y ganarme la vida misma”.

Contar el magisterio

Si alguien quiere conocer la historia de las normales rurales en México, sin duda Luis Hernández Navarro es una fuente imprescindible. Su relación con el normalismo rural empezó por dos vías distintas. Luis cuenta:

“Muchos de los principales dirigentes de la CNTE de aquellos años eran egresados de normales rurales, algunos recién egresados y otros ya tenían más tiempo. Después de la plática con ellos supe de las normales rurales”.

Desde esa cercanía, Luis Hernández comenzó a sistematizar las experiencia de la Coordinadora.

“Ahí me di cuenta en la importancia de las normales rurales, así que empiezo a tener cercanía con una de ellas. Por ejemplo, cuando sale el libro sobre el magisterio en la época moderna que se llama Cero en Conducta y lo presentamos en varias normales rurales, una de ella es Ayotzinapa” dice.
Pero su trabajo no se queda ahí, sino que que empieza con el dialogo permanente.

“Una compañera investigadora, Tanalís Padilla, que trabajó un libro que está por aparecer en español, extraordinario sobre las normales rurales, ese dialogo de ida y vuelta que enriquece mucho sobre el normalismo rural” señala.

Un momento clave que retrata el compromiso que tiene Luis Hernández con los normalistas sucede con el asesinato de Jorge Alexis Herrera Pino y Gabriel Echeverría de Jesús en la Autopista del Sol, el 12 de de diciembre de 2011.

“El asesinato me impactó mucho, estuvimos cerca de ese proceso que por cierto hasta ahora no hay justicia. Luego viene el 26 de septiembre de 2014. Me avisaron los maestros de Iguala, yo estaba en el periódico, era muy confuso, hasta que nuestro compañero corresponsal en Guerrero, Sergio Ocampo Arista nos dio una idea más acabado de lo que estaba sucediendo”.

La charla sigue su cuso, y las anécdotas de Luis Hernández son innumerables. Desde su pluma se han narrado los movimientos magisteriales, obreros, campesinos e indígenas que han buscado la transformación de México. Su legado y aportación a la historia del país es basto, y seguirá escribiéndose.

“A la prensa escrita le dieron 15 años de vida, pero mira: aquí estamos” concluye Hernández Navarro.

Fuente de la información:  https://piedepagina.mx

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¿Qué dice la UNAM sobre el aumento de temperatura en México?

Por: Patricia Martínez

Según la UNAM, la alta presión en la troposfera provoca el aumento de temperaturas; también influyen fenómenos como El Niño o La Niña.

De acuerdo con especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la alta presión en la troposfera provoca el aumento de temperaturas; también influyen fenómenos como El Niño o La Niña.

Paulina Ordóñez, investigadora del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM, señala que, en el largo plazo, no es posible predecir las olas de calor, sin embargo, sí existe la oportunidad de prever las oscilaciones climáticas y los modos de variabilidad climática que propician intenso calor.

“Sabemos que estamos en una ola de calor, cuando se supera un umbral durante cinco días o hasta una semana, todo en función de la temperatura máxima de cada lugar”, precisó.

¿Qué explica la UNAM sobre las olas de calor en México?
Las olas de calor pueden afectar la salud
La científica explicó también que podría considerarse una ola de calor en la Ciudad de México, cuando se alcanza el máximo de 30ºC, mientras en Sonora sería de 50ºC.

La UNAM señala que, según diversas investigaciones, en el hemisferio norte son cada vez más frecuentes las olas de calor en las latitudes medias.

Asimismo, Paulina Ordóñez dijo que las olas de calor se pueden presentar todos los años y en cualquier época, aunque es factible que pase mucho tiempo sin que ocurran.

Los especialistas señalan que los patrones del clima están en proceso de cambio, aunque no se sabe si se debe atribuir directamente al cambio climático.

Los fenómenos de temperaturas extremas van en aumento en cuanto a frecuencia, duración y magnitud.

Como  la Verdad Noticias ha mencionado en otras notas informativas , según información de la Organización Mundial de la Salud (OMS) la exposición al calor puede causar daños en la salud, como: edema, síncope, calambres, agotamiento por calor y el golpe de calor que puede llevar a la muerte.

Por tal motivo, se recomienda a la población tomar medidas preventivas durante la temporada, como es mantenerse hidratado y evitar estar expuesto al Sol varias horas.

Fuente de la información e imagen: https://laverdadnoticias.com

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La evaluación en la NEM: entre la calificación y la formación

Por: Abelardo Carro Nava

 

Vivimos en un país sui géneris, donde el Sistema Educativo solicita a sus maestras y maestros, registren las evaluaciones/calificaciones de sus estudiantes en una plataforma justo un mes antes de que concluya el ciclo escolar. Un proceso que, por donde quiera que se mire, tiene varias aristas de análisis, sin embargo, me limitaré a señalar algunas de ellas porque, como parece obvio, el tema que me ocupa tiene que ver con un aspecto fundamental dentro de lo que hemos llegado a conocer con el nombre de Nueva Escuela Mexicana y por lo que, en próximas fechas, se estará trabajando en los Consejos Técnicos Escolares (CTE) en todo el territorio mexicano.

Desde hace ya varias décadas, como bien lo han señalado investigadores, académicos o especialistas en la materia, en nuestro Sistema Educativo Nacional (SEN) se ha confundido dos conceptos que, aunque se pudieran ubicar en un mismo plano, la realidad es que difieren en cuanto a sus propiedades, me refiero lo que se conoce con el nombre de calificación y evaluación. El primero, como pareciera obvio, en los últimos años ha eclipsado el de la evaluación propiamente dicha porque, imagino, a algún sabio detrás de un escritorio se le ocurrió decir que todo aprendizaje debía ser medido y, en consecuencia, cuantificado, delegando a un segundo plano un proceso que, desde mi perspectiva es más profundo, rico en posibilidades y análisis sobre el proceso formativo de los principales protagonistas en las escuelas: los alumnos y sus profesores.

Indudablemente el acto de calificar, es decir, asignar un número, está directamente vinculado con lo administrativo que desde hace tiempo se implementó en cada una de las escuelas mexicanas. Se califica un examen, se califica una tarea, se califica un trabajo hecho clase, se califica el número de trabajos entregados durante una unidad de aprendizaje, se califica el comportamiento, etcétera, etcétera, etcétera; es decir, a todo se le va asignando un número con la finalidad de que se obtenga una calificación numérica final y, como parece obvio, al final se tendría en las escuelas a alumnas y alumnos de diez, nueve, ocho, siete, etcétera, etcétera, etcétera, esto dependiendo del número que se la haya asignado. ¿Este proceso de asignación numérica refleja la adquisición de un aprendizaje? En fin. Sigamos.

Si consideramos que el proceso descrito en el párrafo anterior se desarrolla en buena parte del SEN, entonces debemos incluir dos elementos que me parecen fundamentales: los maestros y los estudiantes. Los primeros porque, a juicio o criterio fundado en su experiencia, conocimiento, diseño y elaboración de instrumentos de evaluación – la famosa y conocida “instrumentitis” –, entre otros, asignan ese valor numérico, ya sea en primaria o secundaria (por mencionar solo dos subsistemas) para que al final del o los trimestres registren y entreguen un número – con ciertas observaciones –, mismas que serán incorporadas a la boleta de calificaciones; calificaciones que, hay que decirlo, se han convertido el eje de trabajo docente y educativo en cada una de las instituciones escolares. ¿Este proceso de asignación numérica refleja la adquisición y valoración de un proceso de enseñanza y de aprendizaje? Sigamos.

Por otra parte, pienso que los estudiantes que ingresaron a este SEN hace unas décadas, bajo esta modalidad y/o cultura evaluativa que han conocido, prácticamente desde que han ingresado a la escuela, es muy probable que hayan comprendido que lo importante no es aprender bajo un proceso crítico y/o reflexivo fundado en el diálogo con uno mismo, con sus compañeros o con el docente, sino mediante la obtención de un número que les da un “valor numérico” al interior del aula y escuela, pues ello refleja dicho aprendizaje. En consecuencia, pareciera ser que lo importante es obtener “buenos” números, aunque no se reflexione la forma o manera en que se obtiene ese número por más “bueno” que sea. Entonces, podría decirse, que el cumplir con una tarea, resolver un ejercicio en clase, entregar un número determinado de trabajos a lo largo de la unidad o el estudiar de un día para otro para responder un examen, etcétera, etcétera, etcétera, se ha convertido en el mecanismo bajo el cual, desde mi perspectiva, ha girado el SEN.

Y bueno, si esto no fuera suficiente, hace varios años hicieron acto de presencia en nuestro país, los exámenes estandarizados provenientes del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA), la Evaluación Nacional de Logros Académicos en Centros Escolares (ENLACE), Plan Nacional para la Evaluación de los Aprendizajes (PLANEA) y, recientemente, los de Evaluación Diagnóstica para las Alumnas y Alumnos de Educación Básica (MEJOREDU), todos con la peculiaridad importante: medir el aprendizaje bajo ciertos estándares, parámetros o criterios; aunque, por ejemplo, en el último señalado se refiera que no se busca calificar, clasificar, juzgar o etiquetar a los estudiantes, cuando en realidad los docentes tienen que descargar los instrumentos de evaluación que no son otra cosa más que exámenes, imprimirlos (con sus propios recursos), aplicarlos y calificarlos porque ello… ¿indicaría un aprendizaje?. Otra vez, ¿esto refleja la adquisición y valoración de un proceso de enseñanza y de aprendizaje o, para acabar pronto, simplemente refleja una forma de evaluación en extremo burocratizada que necesariamente tiene que superarse?

¿Qué pasaría si a dicho proceso evaluativo se le quitara ese carácter administrativo y burocrático que termina en la asignación de una calificación?, ¿qué pasaría si dejaran de aplicarse esas evaluaciones estandarizadas que poco o nada han aportado a los procesos educativos y de aprendizaje en los planteles escolares?, ¿qué pasaría si a la maestra o maestro se le quitará toda esa carga administrativa y burocrática que deja poco espacio para la realización de formas de evaluación relacionadas, por ejemplo, con la observación y registro de los procesos de aprendizaje de sus estudiantes?, ¿qué pasaría si se hiciera efectiva la autonomía profesional de las maestras y los maestros para que diseñen sus propios procesos de evaluación, debidamente contextualizados y, mediante los cuales, se pudiera establecer una análisis y reflexión sobre la trayectoria de sus alumnos?, ¿qué pasaría si se hiciera efectiva la tan nombrada evaluación formativa en cada uno de los centros escolares?

Como se sabe, en el plan de estudios 2011 se señalaba que la evaluación formativa se realizaría durante los procesos de aprendizaje que permitirían valorar los avances de los alumnos; en el plan 2017, se dijo que el enfoque formativo de la evaluación se consideraba de esta forma, porque debía realizarse con el propósito de obtener información para que cada uno de los actores tomara decisiones que condujeran al cumplimiento de los objetivos educativos; y, en el plan de estudios 2022 próximo a implementase, se considera esta evaluación formativa a partir del seguimiento que realicen los profesores del proceso de aprendizaje de los estudiantes considerando su desarrollo en diferentes contextos y experiencias de su vida cotidiana y, para ello, trabajar de manera conjunta entre alumnos y docentes, priorizaría la reflexión y conciencia sobre lo aprendido, delegando a un segundo plano la acreditación a partir de su calificación.

Este último es un proceso que, por donde quiera que se mire, puede ser sencillo de escribir, sin embargo, el complejo SEN y la cultura que se ha construido desde hace varias décadas podría dificultar su implementación; no obstante, y eso lo tengo clarísimo, si en verdad este gobierno y esta Secretaría de Educación consideran impulsar un cambio y transformación importante en el medio educativo, tendrían que comenzar por dejar atrás esas evaluaciones estandarizadas, darle mayor peso a la evaluación formativa establecida en el plan de estudios 2022 desburocratizando la evaluación que ocurre en el aula. Ya han sido varias décadas de esto último o… ¿me equivoco?

En sentido estricto, la Secretaría de Educación Pública está en la posibilidad de lograr la coherencia entre un plan de estudios que busca superar a los anteriores y una evaluación que posibilite una manera diferente de valorar los aprendizajes; desde luego, pienso en la incoherencia que ha sido manifiesta con este gobierno, que prometió revalorizar a las maestras y maestros, pero ha mantenido a una USICAMM que lo único que ha hecho es desvalorizar al magisterio mediante la aplicación de exámenes estandarizados.

Creo, el momento es propició para dejar un buen legado. Ya veremos que ocurre en los CTE.

Al tiempo.

Fuente de la información: https://profelandia.com

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¿Por qué hay que votar a la CNTE en las próximas elecciones de las Secciones 9, 10 y 11?

Por: Juan Castellanos y Natalia Zapata. La Izquierda Diario.

Este 14 de junio se realizarán las elecciones del SNTE en sus secciones 9, 10, 11 y 60, de la CDMX. Si bien es la primera ocasión que el voto será libre, directo y secreto la elección dista mucho de ser democrática.

La convocatoria, totalmente restrictiva y proscriptiva en sus bases, son tremendamente antidemocráticas y diseñadas para impedir la participación de los miles de maestros en el proceso. Por ello, en primer lugar hay que exigir el derecho al registro de las planillas de la CNTE en el proceso. En particular, de la Sección 9, la planilla “Roja democrática”, que hasta el cierre de estas líneas no ha conseguido su registro debido a las trabas burocráticas del SNTE.

Estamos convencidos y convencidas de que la forma por la cual vamos a lograr democratizar nuestro sindicato es por medio de la organización en las escuelas, por medio del paro, asambleas y movilizaciones combativas, tal y como sucedió en estados como Oaxaca, Chiapas, Guerrero o Michoacán.

En el caso del área metropolitana tenemos la experiencia de la lucha de Misael Nuñez Acosta, asesinado por los charros y pistoleros de Elba Esther, en 1980 que agrupó a decenas de miles de maestros contra los charros en la Sección 36 y la “Primavera Magisterial” de 1989 en la Sección 9.

La lucha masiva y en las calles es el único camino para conseguir nuestros objetivos. Por eso, hoy planteamos la necesidad urgente de organizar comités de lucha por nuestros derechos en cada escuela, para organizarnos en esa perspectiva.

Las elecciones como un momento

Sin embargo, las elecciones son un momento para mostrar nuestro descontento en las urnas y expresar nuestros reclamos, sin ceder ni un pedazo de calle en la lucha por una vida digna.

Por eso, llamamos a votar masivamente en cada escuela, zona, y sección, por las planillas “Roja” en la Sección 9 y 10 y por la “Dorada” en la Sección 11 que impulsa la CNTE, pues durante estos 7 años que no se realizaron elecciones, la coordinadora fue uno de los sectores del magisterio disidente y democrático que luchó contra la “Reforma Educativa”.

Y claro, también llamamos a votar a la CNTE porque representa un sector del magisterio con poderosos hitos en la lucha de clases, como la APPO en 2006, la lucha contra la Reforma Educativa en 2013 y la Batalla de Nochixtlán.

Los charros del SNTE avalaron la ley del ISSSTE (que liquida nuestras pensiones y jubilaciones), aplaudieron la Reforma Educativa de Enrique Peña Nieto que causó el despido de miles de profesores, la militarización de la sede de las evaluaciones punitivas y avalaron en los hechos la represión a los maestros que protestaron a la Reforma.

Es decir, los charros del SNTE avalaron la bota represiva que asesinó a maestros, como el caso de Claudio Castillo Peña y Antonio Vivar Díaz en Guerrero, y David Gemayel en Chiapas, apoyaron a las fuerzas represivas durante el crimen de estado en la batalla de Nochixtlán donde fueron asesinadas más de 11 personas por la intervención del ejército y la policía federal.

Por esos motivos inmediatos es necesario echar a los charros de nuestro sindicato. Por eso no hay que dar ni un sólo voto a los charros del SNTE, en ninguna de sus planillas, en las próximas elecciones del 14 de junio.

Votemos masivamente por la CNTE. Hagamos memoria, no podemos dar un voto a los charros.

Voto crítico, pero voto masivo

Ahora bien, existe una discusión pendiente en el movimiento magisterial democrático. La CNTE, si bien se ha mantenido independiente del nuevo gobierno que se dice “progresista” (pero continuó con la militarización, cerró las fronteras a los migrantes y dio continuidad a la Reforma Educativa del anterior gobierno), ha mostrado confianza y hasta simpatía con la presidencia de Andrés Manuel López Obrador.

Creemos que la dirección de la CNTE desarrolló una política de confianza en el nuevo gobierno exigiendo mesas de negociación bajo la lógica de que en este nuevo escenario se podría negociar nuestros derechos y prestaciones.

Creemos que la CNTE debe de definirse claramente por la independencia de clase frente al gobierno lopezobradorista. Si bien el programa político de la CNTE en estas elecciones planeta correctamente demandas como “Abajo USICAMM” (que violenta los derechos de las y los trabajadores), así como “Abajo la ley del ISSSTE”, se requiere mencionar que esto no lo lograremos con mesas de negociación, ni con grandes reuniones de “alto nível” con el gobierno federal y la SEP (como hasta ahora pretende la coordinadora), sino que lograremos nuestros objetivos por medio de la lucha, combativa y en las calles con independencia de clase y con nuestros aliados como los más precarizados como son los profesores de escuelas privadas, los trabajadores precarios de la educación y los pobres de la ciudad a quienes hay que integrar en la lucha. Hoy por ejemplo, creemos que es importantísimo que la CNTE se pronuncie en solidaridad con la huelga del SUTIEMS y reivindique las demandas justas de compañeros y compañeras en esa institución.

La 4T, que se dice progresista, intentó votar la Iniciativa de Ley Indígena que convertía a los maestros en prestadores de servicios dando nuevas atribuciones al Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI). De aprobarse esa ley, los maestros indígenas dejarían de pertenecer al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y pasarían a ser parte laboral del INPI.

Este ley es un verdadero ataque y un grito de “guerra” a la CNTE en particular, pues “curiosamente” entre dichos contingentes magisteriales están los sectores más consolidados y combativos del magisterio democrático. Este motivo, así como la continuidad de la política neoliberal en la educación, por más que la pinten de “progresista” con la Nueva Escuela Mexicana, es suficiente para que la dirección de la CNTE defienda categóricamente los principios de la independencia de clase.

Es un momento clave en la lucha por la educación en México, en la lucha por la democratización del sindicato y en la lucha por nuestros derechos y de los más precarios como son los trabajadores sin contrato en la educación privada y pública.

A pesar de las diferencias que se pueden tener con la dirección de la CNTE creemos que hay que votarla masivamente, impulsar la campaña en unidad, desarrollar la propaganda escuela por escuela, zona por zona y desarrollar espacios de discusión democráticos para seguir y dar continuidad a la lucha contra los charros impulsadas desde las asambleas de la CNTE.

Fuente de la información e imagen:  www.laizquierdadiario.mx

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