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Argentina: Olaroz capacitación en aulas talleres móviles

14 Enero 2018/Fuente y Autor: jujuyaldia

Con el dictado de un curso de formación profesional en Informática, Redes y Reparación de PC, el Ministerio de Educación de Jujuy iniciará el próximo lunes en Olaroz Chico (Susques) las acciones del Programa de Red Federal de Aulas Talleres Móviles (ATM)  2018.

Bajo la coordinación de la Dirección de Educación Técnico Profesional, el aula taller móvil permanecerá en la localidad puneña durante cuatro meses, brindando el curso de Formación Profesional “Informática para la Administración y Gestión”.

El programa tiene por objetivo llegar con ofertas de Educación Técnica Profesional a jóvenes y adultos que residen en lugares alejados a los centros urbanos.

El ATM se ubicará en el predio de la Iglesia del pueblo y dará la capacitación laboral a cuarenta vecinos de la localidad en dos turnos, contando con el equipamiento de pizarra digital, servidores, router/s, switch, notebook, kit de herramienta para fibra óptica, PC de escritorio, herramientas de medición (multímetros), proyector, sala de audio, software y equipo de conectividad satelital.

Las Aulas Talleres Móviles son estructuras transportables (tráilers) que reproducen las condiciones de un aula taller y, a través de un sistema de rotación interna en cada provincia, se instalan en zonas en donde el acceso a una Formación Profesional es limitado.

La modalidad acerca a jóvenes y adultos la posibilidad de acceder a una trayectoria formativa profesionalizante; facilitan el acceso a la formación profesional, el desarrollo de habilidades en oficios y la formación tecnológica a adolescentes; y promueven el desarrollo de prácticas y procesos de formación continua de docentes e instructores de Educación Técnico Profesional (ETP).

La localidad de Olaroz Chico se encuentra ubicada a  284 kilómetros de San Salvador de Jujuy y a 4165 MSNM con más de 183 habitantes.

Fuente de la noticia: http://www.jujuyaldia.com.ar/2018/01/13/olaroz-capacitacion-en-aulas-talleres-moviles/

Fuente de la imagen:http://www.jujuyonlinenoticias.com.ar/u/fotografias/m/2018/1/13/f999x666-18752_113817_

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Argentina: El Ministerio de Educación alienta la desafiliación gremial con una aplicación web

14 Enero 2018/Fuente:andigital /Autor:andigital

La Dirección General de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires puso a disposición una aplicación web, en la plataforma ABC, para que todos los empleados puedan verificar sus afiliaciones y, en el caso que lo deseen, comenzar el trámite de forma online para desvincularse definitivamente de alguna entidad gremial o mutual.

Según precisaron desde la cartera educativa, la medida se adopta “en el marco de la situación de público conocimiento sobre afiliaciones compulsivas a entidades gremiales o mutuales de agentes del sistema educativo bonaerense”, y está enmarcada en lo establecido en la Ley 13.758 (de adhesión a la Ley Nacional 23.551), y Decreto reglamentario PEN 467/88.

De acuerdo al instructivo para acceder a la aplicación, cada persona deberá loguearse con su nombre de usuario y clave en la plataforma ABC e ingresar a la sección ‘Mis Haberes’, donde será informados a qué gremio o mutual están afiliados y, en el caso que lo requiera, los pasos a seguir para realizar el trámite de desvinculación.

Para continuar con el proceso, el agente deberá presentarse personalmente con el formulario en mano y documentación personal (DNI, chequera y credencial) en la sede de la entidad correspondiente para concretar la desafiliación. (ANDigital)

Fuente de la noticia: http://www.andigital.com.ar/gremiales/item/66166-el-ministerio-de-educacion-alienta-la-desafiliacion-gremial-con-una-aplicacion-web

Fuente de la imagen: http://www.andigital.com.ar/media/k2/items/cache/bb9edfa047d6590e230ec63a18226125

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Escenas para pensar la secundaria (fuera de serie)

Por: Gabriel Brener

Reflexiones sobre la serie catalana Merlí,  estrenada en 2015. Creada y escrita por Héctor Lozano y dirigida por Eduard Cortés.

Ser sujeto de contradicciones

Esta atrapante serie catalana hace zoom en Merlí Bergeron, un profe de secundaria que nos permite  ser testigos de un viaje, el de un enseñante y los singulares relieves que van asumiendo las contradicciones de este docente de filosofía, y por tanto de la condición imperfecta ( y siempre inacabada) de las decisiones pedagógicas en el contexto escolar. Con el adicional ingrediente de la “incorrección política” como modus operandi. Rasgo del modo de estar y hacer de Merlí, aunque para  aprovechar la trama como espectador y también para cualquier mirada crítica sugiero como primer intento acompañar, probar comprender antes que juzgar y condenar(lo), ya que estos últimos dos verbos cotizan en alza en los tiempos que corren.

Innumerables escenas áulicas en las que Merlí ofrece aciertos, tropezones pero también la embarra sin concesiones. Aciertos en las preguntas que saca a pasear ( sin correa) por la clase, que despabila adolescentes, hasta tal punto que deja en pausa la tentación por seguir con el celular, porque algunos/as estudiantes aprovechan el watsap para seguirla entre ellos, conmovidos por aquellas preguntas, y aun sin ánimo de hacer públicas sus ocurrencias. Aciertos que erosionan certezas y habilitan la interrogación como fuente de construcción de un razonamiento cuentapropista, que se aleja de ese cómoda aunque dominante lógica (tan mediática) en la que suelen pensar por uno/a, como si un par de zócalos alcanzaran para explicar el mundo.

Desmarcándose de las ficciones que tienden a idealizar la figura de un docente en aquel pedestal del superhéroe o que suelen ridiculizarlo hasta convertirlo en caricatura, el director de Merlí se le anima a un profe de a pie o de traspié, que vive como puede, la pelea en lo personal, y va sorteando claros y oscuros, como cualquiera. Me gusta a partir de algunas escenas, cómo se le hace lugar a la contradicción como forma de estar en un mundo que nos cuesta vivir, en una realidad que se torna líquida y a veces seguimos sólidos en el intento de dar con la respuesta, o viceversa.

La frontera entre lo público y lo personal

Con la misma intensidad de sus preguntas que abren mundos suele cometer errores, en especial al caminar en el borde de la frontera que separa lo personal de lo profesional. Nadie (o al menos yo) recomendaría que padre e hijo compartan el aula (bastante lio ya lo es por fuera de ella), ha sucedido y en este caso suma fichas para seducir al espectador de esta serie, aunque también evidencia aquello de la intimidad que se hace pública y viceversa. Merlí donde más la pifia es en ese difícil tránsito, a veces incómodo, del rol de padre de un adolescente, conjuntando dicha travesía con la de ser profesor del propio hijo. Aunque creo, lo más difícil allí es ser alumno de tu propio padre[1]. Merlí trastabilla cuando no puede separar con claridad labor pedagógica y vínculos de intimidad. Comienza una relación afectiva con Gina la mamá de un alumno de la clase, y en una situación problemática con el celular del estudiante, lo reprende pidiéndole que sea su madre quien venga fuera de clase a solicitar el teléfono incautado, por transgredir la norma. Por cierto, en toda la serie y en las clases, los celulares ponen en evidencia no solo la dificultad de sostener una norma, sino su presencia como un analizador de aquello que ocurre en el aula, entre pibes/as y docentes, válvula de escape para unos, atajo para un contradebate silencioso, carril para circular lo prohibido o el deseo.

Merlí, al igual que  aquella profesora  que afectada por su impotencia bofetea a un alumno en “Luna de Avellaneda”,(https://www.youtube.com/watch?v=zhcjEMOgJRIhttp://fundacionfepais.org.ar/convivir-mejor-en-las-escuelas-por-gabriel-brener/  ofrece algo de la trastienda, lo que ocurre detrás de escena, que nos muestra más frágiles, más creíbles,  menos omnipotentes, asunto que a la pedagogía moderna y a los docentes  nos viene muy bien.  Para permitirnos mirar(nos) como docentes en el contexto no solo de la institución de la que formamos parte sino también en la vida personal, haciendo como podemos, ensayando en forma permanente con vidas liquidas que ya no encastran con mandatos de modernidad sólida del trabajo y el matrimonio para siempre, de familias “bien constituidas”, de relatos duraderos y una sensación permanente de certezas, aquello que cada tanto parece anhelarse  porque ofrecía cobijo, cierta seguridad o tranquilidad , combo que solía completarse con cierta dosis anesteciante, de las que va secando esa sed de salirse del molde, que a veces , mueve mundos o un cacho de vida.

Filosofía (no tan barata) y ubicar la piedra en cada zapato

A contramano de la profesora de Luna de Avellaneda, Merlí sabe hacia dónde quiere conducir a sus pasajeros/as, hay sentido en lo que elige para enseñar y conversar con este grupo, está convencido de la intención de despertar adolescentes con las ocurrencias de la filosofía, ubicando una pregunta en torno al deseo con Schopenhauer, hilando el razonamiento del filósofo con los propios deseos de los pibes/as, o con Michel Foucault para  poner en jaque la noción de normalidad, tan fértil, dolorosa pero necesaria de interpelar en la adolescencia, especialmente allí donde los pibes/as ensayan múltiples personajes , que entonan y desentonan con los valores instituidos de los adultos/as. Adultos/as que simulan estar centrados, que reprimen por no bancar sus temores, que se resisten a permitir o que permiten para no dejar de ser queridos. Adultos juvenilizados, restauradores del orden, los de tibia presencia, aquellos que administran (todo) el día, los ausentes (con y sin justificación), adultos de todos colores resisten o acompañan esos modos transitorios de cada adolescente de probarse ante el mundo.

Un colega, su archirrival desde un comienzo, un padre y otros/as profes de un modo más intermitente  lo acusan de corromper la tradición, la familia y las buenas costumbres,  ponen de manifiesto su rechazo ante Merlí a quien consideran un transgresor que busca hacer amistad con sus estudiantes. Tensión interesante para explorar como espectador/a, y más si somos docentes. A pesar de los desaciertos que se reiteran en  Merlí, no se trata de una relación de amistad, ni siquiera una demagogia condescendiente, es un profe que construye su autoridad en la enseñanza de algunos trazos de la filosofía, la atenta mirada en lo situacional[2] y en especial, el respeto y afecto hacia cada adolescente. Aunque también es cierto, no se detiene en ciertos cálculos preventivos respecto de algunos señalamientos que a veces deberían estar sujetos a derecho de admisión entre su irrupción en estado primitivo  y su verbalización. Merlí como cualquier docente puede tener pensamientos incorrectos, el arrebato que a veces nos provocan ciertas actitudes de los adolescentes, pero lo que no funciona en este profe y es clave en la relación pedagógica es la represión de aquello que irrumpe como impulso. Sería conveniente guardarlo, poner pausa, no verbalizarlo, o mejor aún, transformarlo en una señal que enseñe, un gesto, palabra o indicación como medio de orientación y no como descalificación. Merlí tropieza y se equivoca, y padecen los otros/as.

Algunas sombras que no llegan a oscuridad

Lo que nuestro querido Merlí no contempla en la medida de lo necesario es aquello de  planear sus viajes en esta escuela siendo parte de una tripulación y no un eterno outsider. El se involucra de un modo muy interesante con los pasajeros/as, incluso con algunos/as adultos pero es esquivo con sus colegas, parece no sentirse cómodo siendo parte de un colectivo, mostrando ser más partidario de jugar la propia, como a veces  Messi en el Barça, apostando su diferencia en el despliegue y la consagración individual. Con la tripulación solo aparece indiferencia, una actitud reacia para involucrarse, declarada enemistad con un profesor al minuto cero de conocerse, un encuentro amoroso con una colega y bastante desconfianza mutua. Es probable que los desaciertos en algunas de sus decisiones o intervenciones encuentren tierra fértil en la dimensión del trabajo colectivo de los docentes que en Merlí brilla por su ausencia. Haciendo aún más grave su individualismo al prestarse a conversar/ desautorizar a otro colega con los/las estudiantes. Aunque en tren de sincerarnos, el trabajo individual en las escuelas es parte de su ADN y diseño histórico y no culpa de Merlí o del de física o la de literatura. Este flanco débil en Merlí nos sirve como excusa para pensar en el trabajo colectivo como condición indispensable para fortalecer y transformar la escuela secundaria. La eficacia de la tarea individual del docente reside en cuánto y de qué manera se liga y reconoce como parte de un colectivo y no se libra a la suerte de “cada maestrito con su librito”. Y allí el papel de la conducción de una institución es vertebral, definitoria, que dista de ser el caso del director en esta serie que parece correr detrás de los acontecimientos o evitar conflictos más que decidir aprovecharlos.

Otra sombra que no llega a oscuridad pero bien vale destacar se relaciona a ciertos estereotipos de género que podemos advertir en esta serie. En un artículo reciente (http://zena.cat/es/machismo-y-estereotipos-de-genero-en-merli/) con el cual comparto algunas críticas que formulan y disiento en otras,  se señala con pertinencia la desproporcionada presencia masculina (10 a 3) respecto a la femenina, al mismo tiempo que indica que las mujeres están  infrarrepresentadas entre estudiantes y profesores y sobrerrepresentadas en el ámbito familiar, así como ciertas marcas de seducción que se “masculinizan” solamente o el lugar de la mujer inferiorizada o solo como efecto de lo que hace un hombre (sea una ex pareja, entre estudiantes, etc.).

Merlí, al igual que el profesor de la película “Entre los muros” (Francois)(https://denadiesyderechos.files.wordpress.com/2010/02/pensarentremuros_brener.pdf)  , ensaya diversos modos de construir una labor pedagógica diferente a la tradicional, se le anima más a la incomodidad del cambio que al confort de la permanencia, del siemprelomismo. A ambos los traiciona, por momentos, la omnipotencia de la pedagogía moderna, la propia condición machista de una sociedad patriarcal. Estas críticas de género bien valen para revisar la naturalización de ciertas respuestas, de modos de estar, ser y encarar en las que a pesar de portar una palabra y gesto democrático nos traicionan los actos de la tradición en la que nos formamos. Como con la gramática de la lengua, su virtud reside en que no somos conscientes de las reglas gramaticales cuando hablamos y en aquello que es invisible y se automatiza reside tanto su eficacia como su límite. Buena señales para aprovecharlo como asunto de debate entre colegas.

Con todos juntos y con cada uno

La escuela, tal como la conocemos ha sido siempre una tecnología moral, de disciplinamiento (vigilar y castigar[3]) aunque también pastoral( herencia eclesiástica del pastor y su rebaño, allí el cuidado, también el paternalismo del falso amor diría Richard Sennett[4]), en la que ha prevalecido una lógica del todos juntos y al mismo tiempo. La inclusión (en el siglo XX) ha sido sinónimo de homogeneización. Todos adentro, de un mismo modo y cada cual en su escalón. Por cierto una inclusión bastante excluyente, negando o demonizando la diferencia. Casi siempre ha sido muy difícil combinar el todos juntos con el cada uno/a, más bien parecían dos cuestiones mutuamente excluyentes. La inclusión más democrática es un claro desafío escolar para este siglo XXI, y eso supone derribar esa condición binaria excluyente y pensar /poner en acción una escuela en la que todos juntos y con cada uno/a se practique al mismo tiempo. Hay que ir por una otra distribución de tiempos, espacios y responsabilidades, que interpelen la gramática escolar secundaria con otros formatos que acompañen y fortalezcan las trayectorias de los y las estudiantes.  Estos cambios de formas y fondo en la escuela también suponen cambios en la mentalidad pedagógica imperante.

Merlí ofrece algunos auspiciosos pasajes de un trabajo de enseñanza con todos juntos así como deliciosos  intercambios en el uno a uno. Hay momentos muy auspiciosos en su relación con Iván, el estudiante que abandonó la escuela por sus ataques de pánico que él comienza a visitar y al que logra poner de pie y su regreso a la escuela. Además ejerce el rol de tutor en el colegio, lo cual nos permite explorar esa interesante función escolar que se ubica en un lugar de terceridad, clave para interferir y acompañar las trayectorias de estudiantes. Merlí provoca situaciones de encuentro, hay diálogos conmovedores. Aunque lo traiciona cierto egocentrismo y algún aire de soberbia, también (lo inte) irrumpe un profundo humanismo, le duele el dolor de los demás y  hay deseo genuino por hacer pensar al otro/a, cambiarlo de lugar, construir empatía, incomodarlo para mirar al mundo y a sí mismo desde otra perspectiva. Merlí acompaña la sinuosidad de los procesos de aprendizajes escolares pero también ofrece una escucha atenta y sensible a los pesares, angustias, conflictos y tantas aventuras que supone el tránsito por la adolescencia, la convivencia con los otros en el aula. Es férreo cuando se opone a cualquier discriminación entre estudiantes,  intenta sincerar el vínculo entre generaciones, ya sea con profes o en las familias y la comunidad, aunque también caiga en manipulaciones ingeniosas, con buenas intenciones pero más cinematográficas (al estilo “Los simuladores”) que eficaces en lo pedagógico.

“Existe una cita secreta entre las generaciones que fueron y la nuestra(…)”[5]

Hay algo en Merlí que lo habilita a esta cita secreta entre generaciones. Salir al encuentro de ciertos gestos o señales de este profesor es una ocasión para los y las que  nos seguimos emocionando con adolescentes que  disfrutan, se divierten, y al instante se apagan, se confunden y vuelven a encender,  que ensayan sin estrenar nunca y vuelven a reír, o siguen llorando. Pibes y pibas de tonos y colores diversos, amarrados y desamarrados, que ya estaban, que están llegando o aun no vinieron.

Merlí es una parada para quienes nos sentimos con la responsabilidad de ofrecernos como adultos, reinventando otra presencia en tiempos de tanta ausencia. Adultos disponibles, para escuchar por fuera de lo esperado, para poner los puntos, bancándonos amagues, también ninguneos, adultos que estamos convencidos de divorciamos de la omnipotencia de quien se asegura protector y solo ofrece confianza a quienes aceptan ser una réplica o repiten lo que uno quiere escuchar.

Merlí es una imperfecta ocasión para seguir ensayando otra pedagogía para transformar la secundaria.


[1] Si bien la cámara hace zoom en Merlí, su hijo padece sus torpezas para ubicarse en el rol de padre o profe según la circunstancia. Hermoso es aprender de tu padre pero quizás no porque aquel tenga el papel de enseñante, lo mismo que no hay mejor que enseñarle a un hijo sin ese forzamiento de que sea uno de tus alumnos. Difícil frontera, que en lo posible habría que evitar.

[2] Cuando planteo lo situacional, lo reivindico, aunque también hay una límite a considerar. Muchos docentes seguimos, a veces, enfrascados en aquella lógica de un presente como inversión para el futuro, descuidando las rugosidades de lo que está aconteciendo, desaprovechando la potencia de lo situacional, enorme o diminuta, pero eficaz oportunidad que desafía habilidades de sortear imprevistos, pero que especialmente permite satisfacer este momento y no demorarlo solo porque lo que hacemos hoy es un bien a largo plazo. Aunque agotar toda la energía en lo situacional puede empañar algunos trazos de mayor alcance en el tiempo, algo de lo estratégico. Para ello es menester sentirse parte de algo que me excede, de un grupo, de una institución. La gambeta individual que caracteriza a Merlí impide que forme y se sienta parte de un equipo, y por tanto de una estrategia que supere lo situacional y/o individual.

[3] M.Foucault en su inigualable obra  nos permite comprender la condición disciplinaria de la organización escolar moderna.

[4] La autoridad de Richard Sennett (1998.  Editorial Anagrama,Madrid,2000) es lectura necesaria para comprender como se construye la autoridad moderna, y aporte sustantivo para aprovechar sus notables trazos parta mejor entender la autoridad pedagógica.

[5] Walter Benjamín (1892-1940) Tesis de filosofía de la historia. “Existe una cita secreta entre las generaciones que fueron y la nuestra. Y como a cada generación que vivió antes que nosotros, nos ha sido dada una flaca fuerza mesiánica sobre la que el pasado exige derechos. No se debe despachar esta exigencia a la ligera. Algo sabe de ello el materialismo histórico.” 1940. Traducción de Jesús Aguirre. Taurus, Madrid 1973

Fuente artículo: http://www.alainet.org/es/articulo/183000

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Argentina: Movilizados para «frenar la tercera reforma del Estado»

Por: Pagina12/12-01-2018

Bajo la consigna «En rechazo de los 3200 despidos», la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) se movilizó este mediodía hacia la Casa de Gobierno bonaerense en el marco de un plan de lucha nacional por la reincorporación de «todos los compañeros despedidos a nivel municipal, provincial y nacional».

La movilización de La Plata fue la primera de las acciones votadas ayer por el plenario nacional del gremio en repudio a los despidos producidos durante los últimos treinta días en la administración pública. Junto con ATE marcharon los maestros de Suteba, los médicos de la Cicop y los judiciales de la AJB, en reclamo de las reincorporaciones de los despedidos en la Unidad Ejecutora Provincial (UEP), en el Registro de las Personas, en la Secretaría de Niñez, y en los ministerios de Justicia, Producción, Trabajo y Gobierno, aéreas afectadas por el ajuste aplicado por la gobernadora María Eugenia Vidal, en consonancia con las políticas de la alianza gobernante en todos los niveles de la administración pública.

«Planteamos el cese de los despidos, la reincorporación de los trabajadores despedidos, el pase a planta de miles de trabajadores precarizados y la apertura de la paritaria para recuperar el poder adquisitivo, que está seriamente lesionado», señaló el secretario general de ATE Buenos Aires, Oscar De Isasi, quien precisó que «en el Registro de las Personas hubo 50 despidos; 110 en la UEP; 300 en Quilmes; 500 en Morón, y 160 en Tres de Febrero».

«En el plenario nacional decidimos estar en Quilmes y allí estuvimos; dijimos que había que estar en La Plata, y acá estamos», afirmó De Isasi frente a los manifestantes, quien recordó que también se aprobó una nueva jornada nacional de lucha para la segunda semana de febrero, que incluirá cortes, movilizaciones y un paro nacional.

El secretario general del sindicato, Hugo Cachorro Godoy,  por su parte, destacó «la necesidad de frenar esta tercera reforma del Estado» y subrayó que «el efecto más brutal de esta línea de acción política del Gobierno lo tenemos en Azul, donde cerraron la fábrica directamente, lo que implica desactivar el 20 por ciento de la capacidad productiva que tenía Fabricaciones Militares”.

*Fuente: https://www.pagina12.com.ar/88537-movilizados-para-frenar-la-tercera-reforma-del-estado

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Argentina: El aula experimental de Educación Infantil ‘La Casita’ cumple una década

Argentina/11 enero 2018/Fuente: Diario Cordoba

Son más de diez años los que la Universidad de Córdoba lleva unificando la enseñanza con el aprendizaje a través de las actividades dirigidas al alumnado del grado de Educación Infantil y desarrolladas dentro de centros de enseñanza de la provincia en su aula experimental, más conocida como La Casita. Esta iniciativa, que comenzó en el curso 2007/2008, cumple ahora una década.

El aula experimental docente La Casita es una dependencia creada en la facultad de Ciencias de la Educación de la UCO para recibir a los centros escolares de Córdoba. Consiste en un proyecto de innovación para la realización de actividades académicas dirigidas en el seno de las materias del grado de Educación Infantil, en las que los estudiantes desarrollan, diseñan y evalúan unas intervenciones didácticas realizadas con los niños de los centros educativos de Infantil, que se trasladan a dichas dependencias durante toda una jornada.

Según la coordinadora de este proyecto de enseñanza, Ana Belén Cañizares, este contexto organizativo «propicia un modelo de formación universitaria basada en el desarrollo de competencias para llevar a cabo un modelo de actividades de enseñanza-aprendizaje bajo el planteamiento de prácticas profesionales». Así, a través de estas prácticas, los alumnos pueden «analizar y comprender lo que hacen los docentes del ámbito de la Educación Infantil cuando se enfrentan a las situaciones singulares y reales de su trabajo cotidiano», añade la coordinadora. De este modo, La Casita se convierte, además, en un «espacio curricular», apunta Cañizares, «al ser cada materia un escenario pedagógico en el que se produce el encuentro de los universitarios, futuros docentes, cuando ponen en práctica los proyectos diseñados para los escolares con una estructura común para el planteamiento de la actividad, fruto del trabajo de un equipo de docentes universitarios».

Lo que este aula experimental permite es la focalización de la investigación sobre los diferentes agentes participantes, los docentes universitarios, los estudiantes del grado de Infantil, los niños que participan de 3 a 5 años y los profesionales del ámbito, logrando así la existencia de una vinculación entre la universidad y el entorno de la escuela infantil.

La intervención de estudiantes universitarios con escolares en la facultad es pionera en España, siendo únicamente ofertada en las provincias de Huelva y Córdoba. De esta manera, la Universidad de Córdoba comenzaba su andadura en este territorio en el curso 2007/2008 como un proyecto de innovación docente original de las profesoras Mérida, Gallego y Gil. Este proyecto, vinculado con el Practicum de estas, sufría un replanteamiento de su finalidad en el 2012 por parte de las docentes Gallego y Cañizares en el marco del grado de Educación Infantil, dada la nueva regulación de las prácticas profesionales. A lo largo de sus ya diez ediciones, contando con el actual curso, el aula experimental ha ido consolidando unas buenas prácticas con unas metodologías activas centradas en el alumnado del grado, sirviendo para la transferencia del conocimiento teórico a la práctica, llevada a cabo mediante talleres con escolares y con procesos e instrumentos de evaluación formativa.

Durante su trayectoria formativa, La Casita suele realizar cerca de una veintena de visitas a colegios de Infantil de la provincia, atendiendo a cerca de 800 escolares de 3 a 6 años, gracias a la implicación de unas 40 maestras, y siendo más de 400 los universitarios que realizan anualmente estas actividades académicas organizadas por un total de trece docentes de Ciencias de la Educación de la UCO.

Fuente: http://www.diariocordoba.com/noticias/universidad/aula-experimental-educacion-infantil-la-casita-cumple-decada_1197380.html

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Argentina: La formación docente, la apuesta de 2018 para mejorar el aprendizaje.

Este año se esperan los resultados de las evaluaciones a maestros que ayudarán a rejerarquizar el papel de los institutos que los preparan; creen que el nuevo rol es fundamental para modernizar el secundario.

América del Sur/Argentina/09.01.2018/Autor y Fuente: http://www.lanacion.com.ar

En el país se necesitan cada vez más maestros y mejor preparados. Sin embargo, el 55% de los estudiantes que ingresan en los centros de formación docente abandonan la carrera durante el primer año de cursada y la tasa de graduación no alcanza el 30%. «Este es el año de la construcción de la formación educativa», señala la secretaria de Innovación y Calidad Educativa de la Nación, Mercedes Miguel, al anticipar los desafíos del área para revertir el mal desempeño en el aula.

«Hay una distorsión entre la teoría y la práctica en el aula. Falta capacidad para hacer un seguimiento de los resultados del aprendizaje, por ejemplo. Con los resultados de la prueba Enseñar [tomada a más de 24.000 futuros docentes de los 510 institutos de formación del país], que se conocerán en abril, se podrá saber mejor cómo cambiar la práctica en el aula», añadió Miguel.

La prueba Aprender de 2016 también confirmó estas deficiencias y desnudó las dificultades del primario. El 70,2% de los alumnos de 5º y 6º año del secundario no puede resolver cuentas o problemas matemáticos muy sencillos y el 46,4% no comprende un texto básico. En el primario, el 41,6% no logró niveles satisfactorios ni avanzados en matemática y el 33,2% estuvo en el escalón básico o por debajo del básico en lengua.

Con la reforma de la secundaria a nivel nacional que empezará a aplicarse en 2019, el salto cualitativo está en mejorar la capacidad de los docentes de estar al frente del aula y de los equipos directivos en liderar los proyectos.

«Los institutos de formación docente están muy centrados en la teoría y el éxito futuro será centrarlos en hacerlos generadores de aprendizaje. Los docentes tienen que pasar del foco de sus disciplinas a poder desarrollar proyectos transversales», sostuvo la secretaria nacional.

Para atender las necesidades de la Secundaria 2030, el foco de la política educativa tiene que centrarse en los centros de formación docente. No sólo deben ser formadores de maestros, sino mejorar otras capacidades y hacer acompañamiento de los docentes en las escuelas y realizar investigación específica.

En ese sentido, por ejemplo, el gobierno porteño ya presentó en la Legislatura el proyecto para crear la Universidad de Formación Docente, con el propósito de jerarquizar la carrera, modernizarla y adaptarla a las necesidades de este siglo. Se estima que el debate llevará buena parte del año; de aprobarse, empezará a funcionar recién en 2019 y reemplazará los centros de formación docentes públicos porteños.

Ausentismo escolar

Sin llegar a hacer una reformulación tan fuerte, la provincia de Buenos Aires aplicará a partir de este año la ley de 2004 por la que quienes no tengan título habilitante ni estudien en un profesorado actualmente no podrán ocupar cargos como docentes suplentes. Y, además, amplió el plan piloto de Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP), que el año pasado se realizó en 10 escuelas por iniciativa del programa Muy Bien 10, que impulsa Educar 2050, a 2000 escuelas secundarias.

En Córdoba, en tanto, el cambio más significativo de la secundaria será subir de 6 a 7 la nota para aprobar las materias.

La «nueva secundaria» que girará en torno del aprendizaje basado en proyectos, donde más que asignaturas habrá trabajos multidisciplinarios y transversales entre docentes y alumnos, busca mejorar los niveles de conocimiento de los adolescentes, prepararlos para el trabajo, el salto a la educación superior y reducir el abandono escolar.

Hace años que la deserción escolar del nivel medio es alarmante: prácticamente el 50% de los alumnos deja la secundaria, especialmente en los dos primeros años. La provincia de Santa Fe desarrolla desde 2013 el plan Vuelvo a Estudiar. Con ayuda de trabajadores sociales, se identifica a los alumnos que se ausentan con frecuencia. Se acercan a sus domicilios para ayudarlos a volver al aula y atender las necesidades de sus hogares. En la ciudad de Buenos Aires hay un programa, Terminá la Secundaria, que va en esa línea.

El gobierno nacional pondrá en práctica el programa Asistiré, inicialmente en 220 escuelas secundarias de 43 municipios bonaerenses. Las autoridades escolares tendrán una app que les indicará cuáles son los alumnos que no concurren a clases e irán a buscarlos con ayuda de trabajadores sociales.

Otro de los problemas de aprendizaje está dado por la duración del ciclo lectivo. Aunque en 2011 hubo un acuerdo político para progresivamente ampliar de 180 a 190 los días de clases, casi ningún distrito pudo completar el tiempo mínimo. Santa Cruz lidera por segundo año seguido el ranking de menos días de clases porque tuvo 117 jornadas de huelga; de hecho, todavía ni siquiera terminó el ciclo 2017. Se estima que este año, sin contar ningún problema gremial, habrá 177 días de clase.

Expertos en innovación y gestión como Juan María Segura sostienen que uno de los temas «críticos» es contar «con un ciclo escolar corto, de 720 horas por año, en comparación con países vecinos como Chile (1083 horas), Perú (900) o Brasil (800).

La diferencia más significativa, medida en horas más que en días, es la cantidad de tiempo que el estudiante pasa en la escuela. Por ejemplo, en Chile es mayoritaria la jornada completa aunque el ciclo lectivo oscila entre 195 y 200 días. En la Argentina, en el nivel primario solamente el 5,6% de los colegios de todo el país, entre los de gestión pública y privada, brindan más de cuatro horas de clases diarias.

El diagnóstico de las aulas

Según las pruebas Aprender 2016

El 46,4% no puede leer ni comprender un texto básico

El 70,2% no logra resolver cuentas ni problemas sencillos de matemática10.000.000 de adultos sin secundario

Según las pruebas PISA 2012

El 53,6% de los estudiantes no supera el nivel mínimo de lectura

El 50,9% no alcanza el nivel mínimo en ciencias El 66,5% no supera el nivel mínimo en matemática

Respecto del mundo

Horas de clases al año

En la Argentina: 720

En Chile: 1083

En Perú: 900

En Brasil: 800

Días de clases al año

En la Argentina: 180

En Costa Rica: 205

En Chile, Perú y Brasil: entre 195 y 200

Cantidad de institutos de formación docente

En la Argentina: 1500

En Finlandia: 8

En Francia: 40

Fuente:  http://www.lanacion.com.ar/2098018-educacion-la-formacion-docente-la-apuesta-de-2018-para-mejorar-el-aprendizaje

Imagen: http://bucket1.glanacion.com/anexos/fotos/49/educacion-2604649w620.jpg

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Hacia un “youthquake” educativo.

Por: Juan María Segura.

Hace un año, en este medio, confesé mi deseo para 2017: que actores políticos e instituciones educativas en Argentina se animen a innovar. A partir de lo que suponía iba a generar la publicación de los resultados del Operativo Aprender, planteaba en aquella confesión si estábamos preparados para actuar, capacitados para proponer transformaciones, decididos a arriesgarnos, si deseamos ser arquitectos del nuevo sistema. A un año de esa confesión, y a pesar de que mi deseo fue incumplido, siento que algo está cambiando radicalmente en la matriz educativa del país, y eso es positivo y necesario. Veamos.

Estamos finalizando un año en donde, sorprendentemente, la sociedad y la opinión pública se ocuparon mucho de la educación. Diría, como nunca lo habían hecho antes. A partir de eventos concretos, como el Operativo Aprender, la evaluación Enseñar, el trabajo del INFoD, la iniciativa de las Escuelas del Futuro, el Plan Maestro y otras iniciativas del tipo, la política (nacional y jurisdiccional) jugó sus cartas (debía hacerlo en un año electoral), y la sociedad respondió de una manera visible y ruidosa.

No necesariamente todas fueron respuestas civilizadas, articuladas, honestas, pero la sociedad se involucró a partir del temario planteado, y eso, a mi juicio, modificó la conciencia del problema. Los datos puestos sobre la mesa alteraron la forma en la cual analizamos el problema educativo, y eso modificó nuestra conciencia del mismo. Con epicentros en los meses de marzo (inicio del ciclo escolar, paritarias, paros) y septiembre (el mes de la educación), el calendario estuvo atravesado de punta a punta por un profundo debate educativo, que mostró a la política proponiendo lo que puede, y a la sociedad discutiendo como le sale. Nada muy sofisticado, pero novedoso. Y, por lo tanto, auspicioso.

Por eso siento que, a pesar de que mi deseo no se cumplió, percibo movimientos sísmicos en las bases del sistema, que solo aumentará en intensidad. Y eso es positivo.

El 2018 será un año en donde, a partir del triunfo electoral del Gobierno nacional, es esperable que se intensifiquen las acciones y propuestas en la dirección de lo que ya hemos visto: generación de datos, visibilización de problemas y creación de algunas formas rudimentarias de consensos (más pensados para la gobernabilidad que para su renovación, pero consensos al fin).

Datos, problemas, consensos. Seguramente a eso se avoque la política y la política educativa. Al final de cuentas, es una gran contribución, reconociendo de dónde venimos. No es suficiente y no alcanza para innovar, pues los datos, problemas y consensos no requieren originalidad de ningún tipo para ser puestos a consideración de la sociedad. Innovar es combinar recursos de una manera novedosa e intencionada para suscitar aprendizajes. Supone acción, praxis y originalidad.

Deseaba que ello pase en 2017 y también lo reclamo en 2018, pero entiendo que este gobierno no lo hará, e igual estoy satisfecho con su aporte: datos, problemas, consensos. No es mucho, pero es un progreso. Y ayuda a modificar la conciencia de la sociedad sobre el problema.

Solo me queda una duda, ya no un deseo: ¿recordarán los funcionarios que en 2018 se cumplen 100 años de la reforma universitaria? En junio se emulará la épica de aquellos jóvenes cordobeses que provocaron una transformación en el sistema, que incluyó el cogobierno, la libertad de cátedra, la autonomía, y que iluminó el reformismo no solo en nuestro país sino en el sistema universitario de toda la región.

A 100 años de aquella reforma, nuestro sistema universitario requiere ser repensado, y ello ocurre en un momento de la historia en donde los jóvenes están haciendo colapsar a las instituciones del siglo 20.

El diccionario Oxford acaba de elegir a la palabra del año: youthquake. El término, acuñado por la editora de la revista Vogue, describe cómo los jóvenes y su forma de pensar están cambiando el mundo de la cultura, la moda, la música, etc. El diccionario la seleccionó, no solo por su significado (un cambio cultural, político o social significativo surgido de las acciones o influencia de los jóvenes), sino también por el aumento de su injerencia.

Es en este contexto de época en el cual transitaremos el aniversario de nuestra reforma universitaria del 18, con jóvenes más en control de sus acciones, más indiferentes en algunas cuestiones (en las recientes elecciones en Chile solo votaron el 20% de los jóvenes) y más combativos con otros tópicos (la educación siempre los muestra activos y atentos). Enfrentar el 2018 sin tener una hoja de ruta para dar contención y encausar lo que seguramente será un gran activismo juvenil y estudiantil sería una torpeza política, y una gran oportunidad desperdiciada.

Si durante 2018 logramos obtener más datos, clarificar nuevos problemas, consensuar con más actores, y diseñar una buena agenda para discutir la educación superior, entonces vamos bien. No es suficiente, pero sin dudas es la dirección correcta. No será una agenda innovadora, pero garantiza que se siga modificando la conciencia de la sociedad sobre el problema educativo. Y cuando la sociedad modifica su conciencia de los problemas, el culturalquakese torna inevitable, inminente. Sigamos avanzando, sin temor, comprometidos.

Fuente: https://www.lagaceta.com.ar/nota/757298/opinion/hacia-youthquake-educativo.html

Imagen: https://infotra.files.wordpress.com/2017/12/lmtvacdd.jpg?w=1400

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