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Entrevista a Juan Carlos Tedesco sobre la Integración de TIC en la Educación Argentina.

Argentina/09 abril 2016/ Autor: Gabriel Latorre. Fundación Lúminis/ Fuente: Insurgencia Magisterial

A fines del año 2015 se publicaron los resultados de la primera encuesta Nacional de la integración de Tic en la educación básica argentina. Ese proyecto fue dirigido por el ex ministro de educación nacional Juan Carlos Tedesco. En esta entrevista indagamos sobre algunos aspectos y conclusiones producto de los resultados de ese trabajo, vinculados a situaciones y problemáticas de las políticas de integración de Tic en el sistema educativo argentino.

Entre 1982 y 1986 se desempeñó como Director del CRESALC (Centro Regional de Educación Superior para América Latina y el Caribe)tedesco, en Caracas. A partir de 1986 fue nombrado Director de la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe (OREALC), en Santiago de Chile, cargo que ejerció hasta 1992.

Desde 1992 hasta 1997 se desempeñó como Director de la Oficina Internacional de Educación de la UNESCO, en Ginebra. Fue Director de la sede regional del Instituto Internacional de Planificación de la Educación de la UNESCO, en Buenos Aires desde su creación en 1997, hasta el año 2005.

Fue Secretario de Educación del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología entre abril de 2006 y diciembre de 2007 y luego Ministro de Educación hasta julio de 2009.  Posteriromente se desempeñó como Director Ejecutivo de la Unidad de Planeamiento Estratégico y Evaluación de la Educación Argentina, hasta octubre de 2010. En la actualidad, es el Director del Programa para la Mejora de la Enseñanza de la UNSAM. Fuente Wikipedia. Disponible en:https://es.wikipedia.org/wiki/Juan_Carlos_Tedesco

Información técnica sobre la Encuesta:

La encuesta se llevó a cabo durante el segundo semestre del año 2013 y tomó como universo de análisis a todas las unidades educativas de nivel primario y secundario, de gestión estatal y privada, de las 24 jurisdicciones del país.

El diseño muestral se elaboró con criterios de representatividad a nivel nacional, por nivel educativo y sector de gestión. Participaron un total de 1.446 escuelas de las 23 provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

En las escuelas de la muestra elegidas aleatoriamente, se aplicaron cuestionarios específicos para directivos, docentes de materias troncales del currículum y estudiantes del 10° año de la escolaridad obligatoria.

Se entrevistaron a un total de 1.446 directivos, 4.135 docentes y 9.321 estudiantes de nivel secundario. Del total de establecimientos relevados, el 93% pertenece al ámbito urbano y periurbano (localidades de más de 2.000 habitantes) y el 7% restante se emplaza en zonas rurales. El 83% de las unidades educativas de nivel primario son de jornada simple y el 17% a formatos institucionales de jornada extendida o completa, cifra muy cercana al parámetro poblacional de 17,4%, según datos oficiales (DINIECE, 2013).

En el nivel primario se buscó garantizar la representatividad a nivel nacional para los dos subuniversos considerados: escuelas primarias estatales y escuelas primarias privadas. De este modo, el tamaño final de la muestra (724 casos-escuelas) surge de la adición de las dos muestras individuales que se calcularon para cada subuniverso. En cada caso, se propuso un margen de error máximo de ±5%, una dispersión amplia (p=50) y un nivel de confianza del 95%.

 Entrevista:

-Gabriel Latorre:- En cuanto a la formación docente y las propuestas formativas respecto al manejo de las Tic y a los modelos pedagógicos ¿Qué aspectos observaron que hayan tenido mayor incidencia en la práctica dentro de las aulas?

– Juan Carlos Tedesco:- La encuesta obviamente es un método de investigación que tiene sus posibilidades y también sus limitaciones. La encuesta nos da evidencia de que es lo que los docentes dicen, y muchas veces lo que dicen no es lo que hacen, porque hay un efecto derivado del debiera decir, lo que culturalmente está más admitido como el deber ser de lo que se hace. Entonces, los docentes dicen que adhieren al uso de las tecnologías en el proceso de enseñanza y aprendizaje, y esta adhesión hoy en día es casi universal. Es un hecho nuevo porque en encuestas de este mismo tipo, hace 10 o 15 años, encontrábamos que había un sector importante, de un 20 a un 25 % de los docentes, que decían que las tecnologías eran una amenaza, y las perseguían casi como a un enemigo de la tarea profesional docente. Este cambio cultural no es banal, porque implica que ya por lo menos no tenemos que superar esa resistencia al uso de las tecnologías. También adhieren a las políticas que se están aplicando en este terreno, especialmente a las políticas de universalización al acceso a las tecnologías. Cuando se les pregunta sobre estos temas, programas como el Conectar Igualdad, e incluso programas en el nivel de las jurisdicciones (provincias) se encuentra un nivel de adhesión muy grande. Es decir, que estamos en un escenario en el que sea por estrategias dedicadas a esto o por efecto un poco espontáneo de la expansión de las tecnologías en la vida cotidiana, todo el mundo hoy las usa. Probablemente ese haya sido el factor que produjo este cambio cultural y no tanto porque haya habido políticas específicas para esto. Pero sea por lo que sea, el hecho es que estamos en un contexto favorable a la introducción de las TICs en el proceso de enseñanza. El problema ahora deriva del uso, porque si bien todos adhieren, cuando la encuesta pregunta ¿pero usted las usó el último año? los porcentajes de respuesta positiva descienden casi a la mitad. Todos adhieren pero la mitad no la usa. Cuando preguntamos sobre qué tipo de uso se está haciendo de las tecnologías también se advierte que el uso es bastante superficial, se usan para pasar un video o para mandar a los alumnos a Wikipedia a copiar y a pegar un texto.

En la encuesta les preguntamos a los estudiantes de escuela secundaria si los profesores usaban las Tic. En ese sentido los estudiantes dieron una respuesta mucho más confiable que los propios profesores. De acuerdo con la evaluación de los estudiantes los que menos la usan son los profesores de ciencias, de ciencias exactas y naturales (física, biología, química).

Es notable que os que menos las usan sean los docentes de estas asignaturas.

-GL:- Dado que particularmente en el área de ciencias naturales hay toda una serie de software específicos, como por ejemplo, el caso de los simuladores, para poder utilizarlos desde la geometría hasta la astronomía.                            

– JCT:- Sí, efectivamente, pero los profesores no los conocen y no los usan.

-GL:- ¿Teniéndolos en la propia netbook que reciben en el programa Conectar Igualdad?

– JCT:- Sí. A veces tampoco conocen su manejo. Pero es una situación diferente, porque por ejemplo el profesor de historia no necesita ningún software específico, los manda a Wikipedia y dice que usa las tecnologías. El docente de física o de química en cambio, no tiene este recurso más simple, sino que tiene que manejar ese software, tiene que dominarlo y utilizarlo en clase. Esto es muy preocupante porque implica que hay una muy baja renovación de las didácticas de la enseñanza de la ciencia, que tiene un efecto no sólo pedagógico sino social y cultural.

-GL:- Y estratégico en cuanto a un aspecto de las condiciones de desarrollo.

– JCT:- Claro, por eso, nuestros egresados de la escuela secundaria son, exagerando un poco, analfabetos científicos. La ciencia no forma parte de la cultura juvenil, y eso termina provocando que tengamos problemas para que elijan carreras científico-técnicas en la universidad, para que se orienten en un sentido que para el país desde el punto de vista económico y social es muy importante. Hay algunos cambios en esa situación, pero insisto, ahí tenemos un problema muy serio.

Cuando le preguntamos a los docentes, ¿Dónde aprendió lo que efectivamente usa?Todos responden que han hechos cursos de capacitación. Sin embargo, los cursos de capacitación no son la fuente más importante de la cual se nutren los docentes para explicar por qué hacen lo que hacen y dónde lo aprendieron. Son instancias no formales de capacitación en las que se da ese aprendizaje; por ejemplo: en la sala de profesores, hablando con los colegas, por cuenta propia. Son todas formas de aprendizaje que no dependen de las estrategias políticas de capacitación en servicio que se implementan desde los ministerios de educación.

-GL:- Es decir que lo que se evidencia es que las instancias más horizontales, entre pares, han sido las más útiles en el aprendizaje de tipo práctico.

– JCT:- Efectivamente. Eso no es una novedad porque no solo sucede con las TIC. Cuando uno le pregunta a los docentes sobre cualquier otra dimensión de su desempeño, sea la enseñanza de las matemáticas, de su disciplina, o en donde aprendió actividades no estrictamente disciplinarias como la evaluación, manejo de temas de disciplina o contacto con los padres, en todas esas dimensiones siempre los datos disponibles indican que los cursos de capacitación no son la fuente primordial de aprendizaje de los docentes.

-GL:- ¿Sean estos cursos presenciales o en modalidad virtual?

– JCT:- Sí, ambas modalidades.

 -GL:- ¿En ambos casos, las dos modalidades no han tenido ese nivel de incidencia en el aprendizaje de los docentes que tienen los aprendizajes entre pares

– JCT:- No. Eso es lo dicen los profesores. Este es un dato revelador de la necesidad que tenemos de salir de la idea de que formación en servicio es dar cursos de capacitación. Ese tipo de cursos son la modalidad dominante en la capacitación en servicio. Generalmente es un curso individual y fuera del lugar de trabajo, cuando toda la evidencia, tanto nacional como internacional, indica que las formas de capacitación en servicio más efectivas son las que se dan en el lugar de trabajo, con el equipo, y en el caso de las TIC, con los alumnos. Lo importante es que el docente vea el impacto que tiene el uso de las TIC con el alumno. Esas instancias de capacitación han demostrado ser mucho más efectivas: la idea de la demostración, de ver cómo lo hace el otro, pero con el alumno involucrado, no sólo entre adultos o entre docentes.

 -GL:- Es decir, que el modelo podría ser una formación práctica dentro del aula.

– JCT:- Efectivamente.

-GL:- ¿Las propuestas de formación en formato de cursos presenciales y virtuales no serían complementarias a la formación en el aula?

– JCT:- Depende de lo que queremos formar en el docente. Si uno lo quiere formar en la actualización de los contenidos de su disciplina, probablemente el curso sea una forma eficaz. Pero si queremos formarlos en aspectos como el uso de TIC en una modalidad nueva necesitamos de cierto cambio de representaciones, de mentalidad. En ese caso, el curso individual y por fuera de la escuela no parece ser lo más efectivo, porque normalmente si el docente después vuelve a la escuela y si el otro docente que va a estar en la materia siguiente o al mismo tiempo que él en el aula, o el director de la escuela, no comparte esa visión o no ha tenido esa experiencia de capacitación, él queda como un actor aislado en el cual su trabajo y el impacto que genere se neutralizan rápidamente.

Tenemos que apuntar a esta idea de integralidad en la institución. Una idea que además se asocia con una categoría más global del profesionalismo docente como profesionalismo colectivo. El trabajo docente no puede seguir siendo entendido como un trabajo donde la unidad de desempeño es el aula. Así fuimos formados todos en la carrera docente. Entro al aula, cierro la puerta y tengo autonomía para hacer lo que quiero, casi es una autonomía personal. La unidad de desempeño tiene que ser por lo menos la escuela. 

-GL:- La puesta en práctica de esa representación del trabajo docente, particularmente en el caso de la escuela secundaria, ¿no implicaría también un cambio de organización que signifique otro tipo de espacios y tiempos de interacción entre docentes, incluso siendo de diferentes áreas curriculares?

 – JCT:- Sin duda. Hace tiempo que sabemos que la escuela secundaria no puede seguir siendo organizada sobre la base de la materia y el profesor que la da.

 -GL:- ¿Por qué considera que sigue igual esa situación? Es algo de lo que se habla, hay bibliografía al respecto, congresos en los que se expone y no se concreta ningún cambio.

 – JCT:- Porque las transformaciones de ese tipo son transformaciones que involucran otras dimensiones además de la pedagógica. Me refiero a transformaciones desde el punto de vista de la estructura de poder en las instituciones, ya que se rompe con ciertas situaciones de la corporación profesoral. De hecho ser profesor por establecimiento implicaría también recursos y financiación, porque habría que pagar horas institucionales para que los docentes estén trabajando en una escuela y no sólo por la hora cátedra. Eso supone también un cambio en la estructura salarial. De hecho, yo creo que uno de los factores que interviene para que estas trasformaciones no se logren, es que se necesitan tiempos medianos o largos.

 -GL:- Tiempos que exceden el de un gobierno…

 – JCT:- Exceden los tiempos de un gobierno y exigen modalidades que incluso puedan ser hechas de forma gradual para que simultáneamente puedan coincidir estructuras diferentes. La provincia de Córdoba, por ejemplo, empezó hace un par de años con un proyecto en las escuelas Proa donde tienen todas estas características. Esto que todo el mundo dice que hay que hacer lo están haciendo en 20 escuelas. En esta etapa el plan es llevarlo a 50. Pero para que de 20 se pase a 50, y que de 50 se pase a 100 necesitan continuidad en la gestión política, porque si cambia el gobierno y viene otro y dice “no, como este plan era del gobierno anterior no lo vamos a continuar” todo ese esfuerzo se pierde.

 -GL:- Esas transformaciones tienen que ser tomadas como una política de estado.

 – JCT:- Políticas de estado, políticas que necesitan ciertos consensos y de una gradualidad, porque no es posible de un día para otro pasar de una modalidad de profesor por disciplina a profesor por establecimiento.

 -GL:- ¿Cuánto hace que Córdoba está llevando adelante ese proyecto?

 – JCT:- Hace 4 años.

 – ¿Hay un relevamiento de resultados? ¿Cómo está funcionando?

 – JCT:- Sí. Los resultados son muy buenos. Por eso es que están decidiendo expandirla. Pero también la expansión es gradual, porque además necesitamos directores de estas escuelas que sean directores capaces de manejar un proyecto por establecimiento. Y eso no se improvisa. No se puede transformar de un día para el otro un director de una escuela secundaria con una modalidad tradicional en un director de una escuela que tiene que tener un proyecto institucional, manejar al equipo y coordinar las áreas entre los profesores. Eso exige competencias que normalmente los directores de las escuelas pueden tener o no tener. Hay que formarlos en ese sentido.

Todo el mundo está de acuerdo en los pactos educativos cuando no tiene el poder. Cuando tiene el poder la situación cambia y no está dispuesto a dialogar tanto con el otro. Esto es una dinámica política más o menos conocida.

 -GL:- Que estaría vinculada a la dinámica de los espacios de poder. Por ejemplo cuando mencionaba al docente como parte de una institución, su representación como parte de un colectivo a veces se plantea de manera corporativa también.

 – JCT:- Efectivamente, los profesores han sido formados en lealtad hacia su disciplina, no hacia la escuela en la cual trabajan.

 -GL:- Tener una lealtad hacia la escuela implicaría una forma de lealtad hacia a la comunidad donde está afincada esa institución.

 – JCT:- Y hacia el estudiante. El estudiante es una unidad, no está fragmentado en una hora de matemáticas, en una hora de historia, en una hora de literatura. Para ubicarse en ese ámbito de lo institucional también es necesario cambiar representaciones de los profesores, como por ejemplo pautas culturales y pautas de prestigio. El profesor de matemáticas normalmente asienta su prestigio en el hecho de que sus estudiantes no aprenden matemáticas, y eso es una pauta cultural. De esa manera esa materia se transforma en un filtro.

 -GL:– La representación de la dificultad asociada a la exigencia y la exigencia a la excelencia del profesor.

– JCT:- Eso hay que cambiarlo y no se lo cambia con discursos.

 -GL:– Retomo la idea que mencionó respecto a que el alumno no es un sujeto segmentado en cada área curricular, sino que es un sujeto particular que tiene que ser parte de una integralidad institucional de aprendizaje. Eso implicaría la necesidad de articular y complementar los conocimientos de cada área en un proyecto institucional.

– JCT:- En un proyecto institucional que además tiene que tener como gran función la orientación, porque nuestro país ha declarado obligatoria la escuela secundaria, es decir que tenemos un ciclo de educación obligatoria que parte de los 3-4 años hasta al final de la secundaria (17- 18 años). Obligatoriedad significa universalidad, es decir que lo que es obligatorio es común, y esto supone que un muchacho o una muchacha, al final de la escuela secundaria pueda definir su proyecto de vida: qué le gusta, qué no le gusta. Es por ello que el currículum de esta educación obligatoria necesariamente tiene que ser integral y no enciclopédico. Le tenemos que permitir al alumno que haga experiencias de aprendizaje en todas las dimensiones: en lo científico, en lo estético, en lo físico, en lo cognitivo, en lo emocional, porque solo puedo saber si soy bueno para algo o no si realicé experiencias de aprendizaje en ese dominio. Entonces, la escuela secundaria o la escuela obligatoria tiene está gran función, que al final de la escuela de un ciclo obligatorio de 13-14 años una persona diga“bueno, yo quiero seguir la universidad en tal o cual campo disciplinar; no quiero seguir la universidad, quiero ir a trabajar; desempeñarme como ciudadano”.

La gran función es la orientación. Para eso todos los profesores tienen que trabajar en equipo y tienen que discutir la performance de sus alumnos, exigir obviamente lo básico, los mínimos rendimientos de cada una de las materias, porque no vamos a poder exigir que todos sean excelentes en todo. Algunos pueden ser excelentes en una dimensión y otros en otra. Ese es un trabajo institucional. Insisto, no es fácil formar a este equipo de docentes y directivos.

 -GL:– ¿Y cómo se lo trabaja? Porque el docente está formado en otro modelo, ¿cómo se abordaría ese trabajo formativo?

 – JCT:- Normalmente aquí es donde se articula formación inicial con formación en servicio. Mucho de esto debería estar en la formación inicial, para que los futuros docentes egresen ya con estas competencias. La formación en servicio hay que hacerla, insisto, con modalidades que apunten a ese objetivo de integralidad. Un primer paso es que la formación en servicio sea en la escuela y en equipo para que estas cuestiones se discutan entre todos. En esas instancias debería haber asesores, personal capacitador que vaya con este tipo de propuestas, porque espontáneamente no van a surgir.

Hay mucha heterogeneidad, hay escuelas donde esto ya se está desarrollando, tanto escuelas privadas y públicas donde esto sucede. Sucede porque el director por casualidad o el equipo de dirección tienen está impronta y la desarrollan. Y como es por casualidad, el día que el director se jubila la misma escuela que antes tenía una performance más o menos en esta línea al año siguiente puede cambiar. Por eso digo que hay que transformar esto que hoy sucede espontáneamente en una política. Y hay que comenzar, hay que aprender, no sabemos hacerlo con todas las certezas, pero si no empezamos…

– GL:– ¿Se pueden tomar referencias de otros contextos en otros países?

– JCT:- Seguramente.

– GL:– ¿Las hay en ese sentido? Incluso cercanas culturalmente.

– JCT:- Las hay, y como en todo uno puede inspirarse. A veces lo que pasa con las miradas comparativas es que uno quiere trasladar el producto, no el proceso, y en este sentido lo que importa es el proceso. En las políticas de innovaciones muchas veces se discute cómo llevar a escala una innovación, y lo que hay que llevar a escala es la capacidad de innovar, no la innovación en sí, porque si uno toma una innovación que dio muy buen resultado y la quiere llevar a otro ámbito y no hizo el proceso por el cual se diseñó esa innovación y se pudo avanzar, lleva solo el producto terminando. Esas políticas no han funcionado. Lo que hay que estimular son procesos de innovación que se adecuen a la heterogeneidad. Nosotros tenemos entre primaria y secundaria 45.000 escuelas en este país, y con contextos completamente diferentes, pretender que todos tengan la misma secuencia de cambio es una ilusión y además es falso. Lo que hacemos apuntando a eso es provocar el fracaso de la innovación. Por eso digo, también en esto hay que asociarlo con políticas que vayan en la línea de dar más autonomía en las escuelas, tanto en las secuencias como en los procesos, no en el resultado final. Lo que tiene que ser homogéneo es el resultado final, que es que todos terminen la escuela secundaria. Posiblemente para lograr eso en el Chaco no sucederá lo mismo que en la Ciudad de Buenos Aires. Todos queremos que tengan ciertos estándares de rendimiento, estén donde estén, tengan el origen social que tengan: que tengan igualdad en los logros de aprendizaje. Para lograr eso no puedo hacer lo mismo en un lado que en otro, y para dar autonomía hay que fortalecer competencias profesionales. Insisto, creo que es importante admitir que los problemas educativos son complejos, no hay balas de plata al estilo de “en realidad hay que hacer esto y con esto lo resolvemos”. La formación, la capacitación docente es una estrategia indispensable, pero tampoco es que solo la formación y la capacitación docente van a resolver los problemas. Si no hacemos cambios institucionales por más que se forme a los docentes seguimos con el mismo diseño institucional y no va a dar resultado. Si no mejoramos las condiciones de trabajo de los docentes, por más que se los forme mejor no van a mejorar. Si no creamos la carrera docente, que es otro desafío muy importante para con la docencia. Está la ley y no hemos logrado avanzar con eso.

 – GL:– ¿Cómo sería la propuesta en sí?

– JCT:- La ley establece el principio de que para ascender en la docencia tiene que haber dos vías: una la vía tradicional, un docente que quiere ascender pasa a funciones directivas, que eso es lo que hay hoy.

– GL:– Y no todos aspiran a ese puesto, ni tampoco todos lo que quieren ser directivos son idóneos para esa función.

– JCT:- Y nunca va a haber tantos puestos de dirección como docentes que quieren progresar, es decir que ahí se está creando siempre un espacio de frustración muy grande.

Entonces, en la ley está esa idea que hay que dejar esa vía de ascenso, pero hay que crear otra vía de ascenso sin dejar la docencia, que se pueda ascender en el ejercicio de la docencia en sí. Hoy en el único nivel donde eso existe es en la universidad. En la universidad uno tiene un ayudante de segunda, un ayudante de primera, jefe de trabajos prácticos, profesor adjunto, profesor titular. Son escalones que en la trayectoria de un profesor se van haciendo siempre en el ejercicio de la profesión. En el caso de la escuela primaria y secundaria no tenemos eso. Se pasa a ser director o sino la otra vía que se tiene de mejora es la antigüedad: más años, si se tienen más años trabajando se cobra más. No es ninguna garantía que por tener más años de ejercicio en la docencia uno sea mejor docente.

La ley define la necesidad de diseñar una carrera docente, que sería la segunda vía de ascenso, y en eso hasta ahora ha sido imposible de avanzar.

 -GL:– ¿Por qué?

 – JCT:- Porque se dan obstáculos con los sindicatos, porque esto hay que discutirlo con esas organizaciones y los sindicatos tienen una posición en este sentido bastante, a mi juicio, criticable, porque se oponen a la profesionalización del ejercicio de la docencia. Para ellos, igual trabajo igual salario, lo que quieren son puestos, es decir que el ascenso signifique un puesto diferente, pero la profesionalización implica que sigan siendo docentes. En esto no se ha podido avanzar, porque siempre en las paritarias se termina discutiendo salario y piso salarial, y nunca hay tiempo, ni oportunidad, ni condiciones para discutir estos otros temas que son fundamentales.

 -GL:– Pero las paritarias no tienen porque ser la última instancia de diálogo con el sindicato ni con el ministro.

 – JCT:- No, no necesariamente.

 – GL:– ¿O suele terminar todo ahí? Le pregunto desde su experiencia como ministro de educación nacional.

 – JCT:- Termina ahí.

 – GL:– ¿Siguen hablando después, se sienta el ministro de tal provincia con el sindicato a decir “bueno, cerramos el tema números de los sueldos y ahora hablemos de esta otra cuestión”? Me refiero a avanzar sobre cuestiones que también aporten a que no explote todo después en la próxima paritaria.

– JCT:- Muy poco. La verdad es que en muy pocos casos.

-GL:– ¿Por qué sucede eso?

 – JCT: – Eso implicaría hacer un estudio sobre el sindicalismo docente. El sindicalismo docente en Argentina nació como un sindicalismo defensivo, un sindicalismo que resistía políticas de ajuste salarial. Yo soy maestro y durante buena parte de mi carrera como maestro en la escuela primaria y en la escuela secundaria no había sindicatos docentes. Los sindicatos docentes son organizaciones que surgieron en los años 70 y se fueron consolidando para resistir políticas de ajuste salarial. Nacieron con esa impronta. Además es un sindicalismo muy diversificado. Si uno quiere discutir el sueldo de los metalúrgicos tiene a la Unión Obrero Metalúrgica, y ahí están todos los metalúrgicos. Uno se pone de acuerdo con el secretario general de UOM y lo resuelve. Esto es igual si es con el secretario de los camioneros o de la construcción. Con los docentes no pasa esto. En la Ciudad de Buenos Aires hay 14 sindicatos. En la paritaria nacional se reúnen 5 federaciones de sindicatos que después tienen sus ramas en las provincias. Entonces, la diversificación, junto con cierta concepción que tiende más a la resistencia, hace que el diálogo sea más difícil. Otros países no tienen esta situación. Uno va a México, y con todo lo que uno tenga para criticar del sindicato de docentes mexicanos, el sindicato general del trabajador de educación de México es un sindicato poderosísimo política y económicamente también, pero es uno y las cuestiones se resuelven.  Es un sindicato único, tienen filiales internas, discuten, pero hay un aparato sindical por el cual si uno llega a un acuerdo, más o menos ese acuerdo funciona. De hecho, México pudo avanzar en la línea de definir una carrera docente, con evaluación de los docentes y con acuerdo de los sindicatos. Acá es más complicado. Puede que en el futuro si logramos de alguna manera sacar el tema salarial del debate y establecer un salario digno y adecuado, logremos que el dialogo no esté sujeto todos los años a discusiones tan intensas que tienen que ver con la marcha de la economía, lo que no es un problema de los docentes. Pero lo cierto es que en la profesionalización docente estamos en deuda. Y eso hace al tema sobre la integralidad de la política. Por ejemplo con el caso de la formación inicial docente en la que hay 1.200 o 1.300 institutos de formación docente en este país. Cuando uno entra en ese mundo está ingresando en el nivel de una escala que hace complejo introducir pautas de funcionamiento que permitan una formación profesional adecuada.

-GL:– A veces se discute también si son necesarios tantos institutos.En esa discusión se abren diferentes temas, como por ejemplo los institutos que tienen muy baja matrícula y egresan cuatro alumnos de un profesorado de primaria, lo que lleva a plantear si se justifica el financiamiento de toda esa estructura; y por otro lado que esos estudiantes y futuros docentes (que en muchos casos son madres) la única opción que tienen de estudiar en 300 kilómetros a la redonda sea sólo ese instituto.

 – JCT: – Sí, claro. Esa es una discusión pendiente. Hay estudios sobre el tema y el diagnóstico lo tenemos.

 -GL:– ¿Cuál es?

 – JCT: – El diagnóstico es que tenemos una súper población de institutos de formación docente, y que en muchos casos hay más profesores que estudiantes. Transformar un instituto de formación docente en otra cosa es un tema complejo de política educativa, porque si se lo cierra, en muchos casos, se está cerrando en la única opción de educación post secundaria que existe en esa localidad. Entonces, tampoco la idea de cerrarlo es adecuada porque se está privando de una opción de continuidad de estudios a importantes sectores de la juventud que viven en ese pueblo. Se puede plantear que en lugar de un instituto de formación docente quizá sea mucho mejor un instituto superior técnico. Sí, pero no se puede llevar un instituto superior docente a un instituto técnico muy fácilmente porque los profesores y el equipamiento son otros. Hay que tener entonces estrategias de cambio que llevan tiempo. Uno podría decir, en una primera etapa hagamos un mapa exhaustivo y confiable respecto a dónde estamos parados, y empecemos a actuar casi caso por caso. Si en algunos lugares evaluamos que ese instituto se puede transformar en otra institución educativa definimos cómo lo hacemos, qué hacemos con los profesores, cómo los capacitamos. En otro caso puede ser que no haya que transformar el instituto, sino que haya que mejorarlo, por lo que se diseñan y apliquen planes de mejora.

Todas estas estrategias exigen, por un lado, un muy buen diagnóstico que nos defina el punto de partida, y por el otro diseñar después estrategias de transformación que seguramente van a llevar tiempo, para lo cual hay que darle garantía de continuidad a la política, porque nadie puede empezar a hacer un proyecto de transformación sino sabe si eso después va a ser sostenible en el tiempo. El tema de la formación inicial docente tiene esas características. Tenemos el Instituto Nacional de Formación Docente (INFD), que es un dispositivo institucional con el cual se puede contar para todo esto, pero creo que hay dotarlo de instrumentos de transformación más efectivos.

 -GL:– ¿Por ejemplo?

– JCT: – Por ejemplo disponer de un fondo de financiamiento. El Instituto nacional de educación Tecnológica (INET), en la enseñanza técnica lo tiene garantizado por la ley de educación de formación profesional. Entonces, si se quiere trasformar a las escuelas técnicas se cuenta con un dispositivo muy importante que permite pedirles el proyecto de mejora y financiárselos. Un dispositivo parecido podría utilizarse para los institutos de formación docente.

-GL:-¿Con el programa Nuestra Escuela, donde se presentaban propuestas de formación de los propios docentes del instituto y se las financiaba desde el INFD no se estaría en una situación cercana?

 – JCT: – Es un proyecto un poco más híbrido que tiene que ver con la formación en servicio, no solo con la formación inicial. Sería bueno conocer la evaluación de algunos resultados de ese programa.

Se invirtió mucho dinero y no se sabe que está pasando con eso. En algunos casos tengo la impresión de que los resultados forman un poco parte de esto que hablábamos antes: capacitaciones en servicio que no impactan porque no tienen que ver con las necesidades que los docentes tienen de resolver los problemas de aprendizaje de sus alumnos.

Respecto a esto siempre propongo leer un libro que salió hace unos años; un diálogo de George Steiner con una profesora de literatura de los barrios más marginales de París. En el libro ella confiesa algo que podría confesar cualquier profesor nuestro, que nunca hubieron tantos cursos de capacitación, que nunca tuvo tantos manuales, instrumentos y cuestión a su disposición, y al mismo tiempo nunca tuvo tantas dificultades para resolver los problemas de aprendizaje que les plantean sus estudiantes; por ejemplo: problemas con drogas, con ambientes familiares que son distintos a los tradicionales, ausencia de adultos, anomia. Para todo eso las respuestas que tienen los profesores son muy precarias. No han sido formados para resolver ese tipo de problemas. Insisto, eso no se arregla con un curso de extensión a distancia.

 -GL:– Usted mencionaba la cuestión de que para generar un cambio es necesario tener un buen diagnóstico. Con esta encuesta que realizaron en UNICEF han elaborado un mapeo de un estado de situación del uso de las TICs en educación. Desde esa base: ¿Qué tipo de decisiones podrían tomarse en base a los datos generados?

– JCT: – Primero prestarle mucha atención al tema de la capacitación docente. Hay también problemas de infraestructura tecnológica, porque dotar a todos de las computadoras es un paso muy importante, pero en muchos casos lo que se advierte es que el bajo uso también tiene que ver que no hay una infraestructura tecnológica que permita ese uso.

-GL:– ¿Conexión a Internet, por ejemplo?

-JCT: – Conexión a Internet.

-GL:– Eso sería un filtro de posibilidades de hacer un mejor uso pedagógico. Más allá del docente que no sabe que tiene un software para su materia.

 – JCT: – Sí, claro.

Si el profesor a veces no tiene enchufes, o si los tiene pero tarda la conexión a internet es lógico que se replantee que la clase tiene 45 minutos y que si se tarda 15 minutos en que esté todo conectado piense “no, me vuelvo a la tiza y el pizarrón”.

Son problemas que parecen banales pero sin embargo son problemas muy importantes. Hay que tener una línea de acción en ese sentido.

 -GL:– ¿Eso implica dinero, es decir, presupuesto en cada escuela?

 – JCT: – Dinero y gestión, porque lo que tienen estos programas de universalización del acceso es que son programas masivos que no tienen en cuenta los puntos de partida de cada institución. Entonces, las computadoras llegan a todos, tengan conexión o no en la escuela, las sepan usar o no.

 -GL:– ¿Como una dotación individual, de alguna manera sin ver el contexto?

 – JCT: – Y todo centralizado. Yo creo que hay que pasar a una segunda fase de implementación de estos programas, pasar a estrategias de implementación que permitan adecuarse a la diversidad de situaciones.

-GL:– ¿Usted cree que se deben continuar esos programas?

– JCT: – Sí, sin duda.

-GL:– Porque si no, no tendría sentido todo lo que se hizo hasta ahora, todas las inversiones.

 – JCT: – No, por supuesto. Yo habría sido partidario de otras estrategias.

  -GL:– ¿Por ejemplo?

 – JCT: – Cuando era ministro y decidimos empezar con el modelo 1 a 1 (una computadora por alumno) decidimos empezar por el lugar donde si uno le da una computadora a cada alumno está resolviendo un problema y satisfaciendo una necesidad. Por ese motivo apuntamos al ciclo superior de las escuelas técnicas. La primera licitación de compra de computadoras con el modelo 1 a 1 fue para el ciclo superior de las escuelas técnicas con un total de 250.000.

Mi idea era que debíamos partir de las escuelas técnicas porque es donde hay equipamiento y donde hay mayor capacidad de uso por parte de los profesores, y de a poco ir expandiendo el programa. Bueno, se dio el salto del ciclo superior de escuelas técnicas a toda la escuela secundaria. Ese salto tenía y tiene riesgos muy altos como los que estamos viendo, y también riesgos de sustentabilidad porque en proyectos de este tipo el financiamiento es muy costoso.

 -GL:– Sostener la reparación técnica y el mantenimiento, por ejemplo

 – JCT: – Sostener el proyecto, porque la vida útil de estos aparatos son tres años, es decir que hay que ir renovándolos. Los chilenos tienen el modelo 1 a 1 con una modalidad mucho más austera, tienen carritos donde hay 20 o 30 computadoras y van a la sala del profesor que las va a utilizar. Si el profesor de física las va a usar te traen el carrito con las 30 computadoras. Cuando termina la clase el carrito queda en la escuela, no se llevan las computadoras a la casa. Esa es una modalidad de uso más sustentable financieramente y desde el punto de vista pedagógico cumple con las mismas funciones.

 -GL:– La dimensión de aprendizaje en la casa y/o social no está en esa modalidad.

 – JCT: – Eso es cierto, pero insisto, no somos un país rico como para poder tener ese modelo. Entonces, si se quiere extender el modelo 1 a 1 a la primaria no habría que hacerlo con la modalidad con que se hizo en la escuela secundaria, sino tener alguna modalidad un poco más sustentable financieramente y que resuelva los problemas desde un punto de vista pedagógico. Yo creo que atendiendo estos puntos se puede continuar. La otra dimensión sobre la cual me parece fundamental avanzar es sobre la experimentación, la innovación en el uso de las tecnologías.

 -GL:– ¿Y cómo piensa eso línea de trabajo? ¿Con qué tipo modelo?

 – JCT: – El Estado debería crear un instituto de investigaciones y de innovaciones pedagógicas en el uso de las tecnologías, porque si no dependemos de la innovación de las empresas. Hoy son las empresas las que nos dicen por dónde y para dónde ir. Las empresas deciden no fabricar más las netbook y pasar a las tablets. ¿Por qué? ¿Quién dice que las tablets son mejores que las netbooks desde un punto de vista pedagógico, desde un punto de vista de necesidades del aprendizaje? Al contrario, muchos dicen que son peores.

 -GL:– Por ejemplo: con las tablets no se puede aprender a programar.

 – JCT: – Efectivamente, no se pueden escribir textos largos. ¿Por qué tenemos que hacer eso? Porque la empresa lo decidió, y la empresa lo decide en función del lucro. La obsolescencia rápida de los productos tecnológicos es una necesidad de lucro de las empresas, pero no es una necesidad social. Pienso: el Estado, que es el principal comprador, ¿no puede imponer pautas de innovación tecnológica que respondan a las necesidades de aprendizaje de los alumnos?

  -GL:– Lo que plantea es que el Estado apunte a demandar un producto más a medida de esas necesidades.

 – JCT: – Claro. Para hacer eso el estado tiene que fortalecer su capacidad de demanda, tiene que decir “queremos esto, por tal y tal razón, porque nuestras investigaciones nos demuestran que este es el camino.”

Hay que hacer un centro de innovación tecnológica. Quizás podremos hacerlo no necesariamente como una institución dependiente directamente del Estado, muchas universidades pueden tener centros de este tipo. Ya hay grupos trabajando. Eso implica tener una política de investigación, de experimentación que le dé al Estado mayor calidad de demanda para fortalecer su capacidad de negociación con los sectores privados. Esto incluso hasta puede ser una dimensión no solo nacional, porque las empresas todas las decisiones que toman, no las toman acá, no son decisiones nacionales, son decisiones globales. No tenemos un sector público que negocie a ese nivel. Pero sí podemos fortalecerlo por lo menos al nivel de la región, Brasil, Argentina, Chile, etc. En este ámbito no hay especificidades nacionales, los problemas son bastantes comunes.

 -GL:– ¿Esos centros de investigación e innovación también trabajarían en estrategias pedagógicas y en diseño de recursos educativos?

 – JCT: – Sí. Incluso hasta en la propia formación docente se puede investigar qué estrategias de formación son más efectivas. Sobre eso a veces actuamos intuitivamente o por alguna experiencia de casos, pero no tenemos investigaciones así.

Insisto, estamos en una situación de dependencia muy fuerte de las empresas.

 -GL:– ¿Aún teniendo organismos como Educar o como Escuelas de Innovación?

 – JCT: – Sí, esa base está. Esos organismos y programas creo que hay fortalecerlos. Además hay que tener una política para que puedan transferir los resultados de sus trabajos a los institutos de formación docente, ya que muchas veces no tienen esa posibilidad.

 -GL:– ¿El INFD podría ser un organismo que genere ese espacio?

 – JCT: – Podría ser, pero en el marco de una política que tenga metas a mediano y a largo plazo que podamos evaluar. Yo estoy personalmente frustrado en ese sentido. Cuando la ley de Financiamiento Educativo cumplió su meta en el 2010 se discutió, y se sigue discutiendo hasta el día de hoy, si no hay que hacer una nueva ley de Financiamiento Educativo.

¿Por qué la ley de financiamiento educativo? El financiamiento, el 6% de PBI para educación ya está en la Ley Nacional de Educación. Lo que tenemos es que tener un plan nacional de educación por ley, en ese plan deberían estar consignadas las metas y el financiamiento de cada meta. Porque si no caemos en el mismo riesgo que con la Ley de Financiamiento Educativo: la meta de financiamiento del 6% se cumplió, pero después todas las metas específicas no, porque el aumento de los recursos se destinó fundamentalmente al salario.

Supongamos que se establece el financiamiento para el equipamiento tecnológico en 5 años o 10 años, como meta. ¿Quién es responsable de ese financiamiento, cuánto el Estado nacional y cuánto la provincia? ¿Qué es lo que nos pasa con la meta de la jornada extendida?  Si ponemos la meta en la jornada extendida hay que hacer un gran esfuerzo colectivo en infraestructura, porque si queremos tener una escuela que sea de jornada completa tenemos que construir otra escuela para los que asisten en el turno tarde. Esa parte, no digo que sea fácil, pero es relativamente sencilla y el Estado nacional cubre buena parte de eso con el plan de infraestructura escolar. Pero después hay que nombrar a los docentes, y los docentes son nombrados por las provincias, que son las que pagan los salarios. Uno de los obstáculos más serios para avanzar en la jornada extendida y completa es que en las provincias, los gobernadores, no ven con mucha simpatía todo esto porque el peso fundamental del presupuesto cae sobre ellos sostenidamente en el tiempo, porque la construcción de la escuela se hace una vez, pero después está el mantenimiento. Si queremos lanzar la meta de la jornada extendida hagamos una estimación de costos y veamos si no es que la Nación no tendría que intervenir, quizás más activamente, en el tema salario de los docentes de la provincia, porque si eso no cambia no vamos a avanzar en esa meta. No es que no avanzamos porque algún perverso no quiere que haya escuelas de jornada extendida, es porque hay un tema financiero ahí muy fuerte. Entonces la idea de tener un plan, metas, de decir cuándo, que podamos evaluar si se cumple, si no se cumple, por qué no se cumple, y el financiamiento de cada meta, y en ese financiamiento de cada meta definir cuánto provincia, cuánto nación y cuánto puede venir de aportes privados. En fin, discutir específicamente meta por meta del financiamiento, y no tener una Ley de Financiamiento Educativo general que puede tener los mismos problemas que tuvimos con la Ley de Financiamiento hasta el año 2010. Creo que ese es también un desafío importante que toca a este tema de las TIC, pero abarca todas las otras posibilidades.

 -GL:– En relación a la forma en que los directivos incorporan las TIC en un acompañamiento pedagógico, no sólo en lo administrativo. ¿A qué conclusiones pudieron llegar en base a la encuesta?

 – JCT: – Bueno, la encuesta dice lo mismo, todos los directores están de acuerdo, todos adhieren. Ahora, después en cuanto a la capacidad del directivo para orientar pedagógicamente a los profesores en el uso de las TIC es muy variado y en general es muy pobre, porque a los directivos tampoco nadie los formó para que hagan eso. Eso es también parte del diseño del proyecto. Por ejemplo, como en el caso del diseño de un proyecto como Conectar Igualdad que no dio lugar a la institución, a que el director tuviese un papel importante en el armado del proyecto, no solo para recibir las computadoras.

Recuerdo el caso de un director de Misiones que me decía, “yo no tenía este problema, y ahora tengo un problema más, ¿qué hago con estas computadoras? Me llegaron en noviembre. Si se las doy ahora, se las llevan a su casa y vuelven en marzo del año del viene. Entonces, no se las doy, las tengo que guardar, tengo que encontrar un local donde guardarlas con unos candados muy grandes para que no se las lleven.” Por eso digo, el director no está incluido en el diseño institucional del proyecto, la escuela como institución no aparece en un proyecto diseñado a escala masiva, universal, y no de abajo hacia arriba. No es que el director desarrolla una serie de actividades y dice “Ya estamos en condiciones de recibir las computadoras”. No, les llegaron cuando desde el punto de vista de la distribución les toco que les llegasen.

Los grupos focales que hicimos a lo largo de este proyecto de encuestas mostraron que en muchos casos lo primero que hacen los chicos cuando reciben la computadora es borrarle todos los programas y ponerle los jueguitos que usan. Los chicos decían “si los profesores no la usan”. Cuando uno pisa tierra, esto es lo que aparece. Junto a esas situaciones están los otros ejemplos maravillosos de escuelas que las usan muy bien, con directores que están interesados. Pero insisto sobre este punto, hoy en día todo eso está librado a la casualidad, no hay una política que tome la institución como base del diseño de los proyectos y que diga “bueno, acá tenemos directores que funcionan muy bien, que son capaces. Con estos hagamos esto. Con estos otros empecemos de otra manera.” No puedo hacer lo mismo con el director que es un innovador tecnológico que con el director que no tiene ni idea de qué hacer con las computadoras.  Para eso se necesita una gestión distinta donde se tienen que tener centralizadas algunas cosas y descentralizadas otras, con un mayor protagonismo de lo local. Lógico que es bastante más difícil, pero es necesario porque implica un uso más racional de los recursos, porque en los modelos más homogéneos e universales hay muchos recursos que se dilapidan.

 -GL:– Para finalizar ¿Qué sugerencia daría desde su experiencia en cuanto a la relación entre Tic y educación?

 – JCT: – Lo que me parece importante es algo que ya ha sido dicho muchas veces, pero hay que volver a insistir, y es que en este tema de la difusión de las TIC no hay que creer en el determinismo tecnológico. Acá lo importante es el proyecto pedagógico en el cual se inscribe el uso de las tecnologías. No se trata de formar en el uso de las tecnologías basados en un uso instrumental del aparato. Tenemos que formar en un proyecto pedagógico en el cual el uso de la tecnología sirva a ese proyecto, un proyecto que este destinado a un mayor protagonismo del estudiante en el proceso de aprendizaje, en el trabajo en equipo, en la indagación, la participación, la conectividad no solo con la unidad técnica sino a la conexión con otros, con el diferente.

Por ejemplo, las redes: los chicos están todos en diferentes redes, pero en redes entre sus iguales, se conectan con los que le interesa lo mismo que a ellos. El proyecto educativo que tienda a enseñar a aprender a vivir junto con el diferente debería promover el uso de las TICs para que, justamente, nos conectemos con el diferente y no con el que piensa lo mismo que yo. Es el proyecto pedagógico, el que determina el uso de la tecnología y no al revés.

Una vez en el ministerio vinieron los equipos que estaban trabajando en TIC. Una empresa les había donado 200 iPad. Ellos querían hacer una experiencia piloto y mostraban todo lo que los aparatos podían hacer y sus características: grabar videos, la nitidez de la imagen, su peso liviano. Cuando terminaron les pregunté: “¿Qué problema resuelven estos aparatos? ¿Cuál de los problemas que tenemos en la educación hoy este aparato nos ayudará a resolverlo?” Las características de rapidez de carga de la imagen, de su nitidez, o que sea más liviano, no son los problemas de la educación. Los problemas son que tenemos que lograr que los chicos aprendan a leer y a escribir, que aprendan a ser más solidarios, que haya menos violencia, que aprendan mejor ciencia. Normalmente muchos de los trabajan en el terreno de la Tic razonan desde el aparato hacia a la educación, y no al revés, no desde el problema educativo que tenemos hacia el aparato.

Fuente original:

Boletín de novedades educativas N° 68: Entrevista a Juan Carlos Tedesco. La Encuesta Nacional sobre la Integración de TIC en la Educación Argentina. Algunas conclusiones.

Fuente de la Entrevista:

http://insurgenciamagisterial.com/entrevista-a-juan-carlos-tedesco-sobre-la-integracion-de-tic-en-la-educacion-argentina/

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Rossi: la ceguera eurocéntrica

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Viernes, 08 de Abril de 2016 / Aimdigital

El historiador Juan José Rossi reflexionó sobre las consecuencias del eurocentrismo en nuestro continente, a propósito del escándalo que suscitó en Europa una carta de Adolfo Hitler, hasta hace poco oculta, en que incitó abiertamente a exterminar judíos; explicó las razones por la que esa misiva escandalizó a Europa, pero advirtió a AIM que no hubo, en cambio, ninguna reacción equivalente con el genocidio mucho mayor cometido por los europeos en América durante 300 años.

Rossi reflexionó sobre las consecuencias del eurocentrismo en nuestro continente, a propósito del escándalo que suscitó en Europa una carta de Adolfo Hitler. En diálogo con esta Agencia, el historiador afirmó que “cuando uno lee una carta como la del europeo-cristiano Hitler, y con quien el catolicismo cumbre estuvo de acuerdo (algo parecido a lo que sucedió con la jerarquía católica en la Argentina durante la dictadura militar y, antes, con el genocidio de nativos en el Sur) dan ganas de colgar los guantes o las zapatillas y dedicarse a vegetar hasta que llegue el final de una humanidad metida en el corsé de la globalización (es decir en un globo…, el globo de los designios del seudoprimer mundo con relación a nuestro continente desde que entraron, entre otras bondades de la cristiana Europa, el dinero y la corrupción a partir de 1492).

Uno, desde Abya yala, está tentado de bajar los brazos y acomodarse en alguna matriz que nos resuelva todo (hecho que jamás sucederá). Pero se trata de crear una matriz que nos convoque a aceptar la realidad, lo que nos pasó a nosotros en el transcurso de la milenaria historia local y lo que nos pasó ayer”.

Sin embargo aclaró que “optamos por refugiarnos en el globo que nos fabricó Europa para someternos en nombre de su civilización, pacificación y cristianización, sin darnos opción, como si no hubiera otra salida, como si no existiera otro pensamiento, filosofía o capacidad de reflexionar; otro estilo de vida y respuestas propias que no sean precisamente las occidentales (por más cosas interesantes que tengan, o que digan tener, para mí las tienen tanto o menos que los demás continentes, incluido, obviamente, el nuestro, sobre todo para los habitantes de cada uno de ellos)”. “También yo leí en la portada de una página Web su curiosa pastilla titulada: La carta de Hitler que cambió la historia (cada uno interpretará si para bien o para mal o para cualquier cosa, porque a mí me parece que el mundo, sobre todo el llamado primer mundo, sigue igual o peor, aunque con variantes, como es el caso de la esclavitud: hoy la gente se cree más libre que los africanos esclavizados por la invasión del siglo XVI porque todos o casi todos tienen un televisor, celular y un empleo que te hacen marcar el paso; o un salario fijo que te encierra definitivamente en lo que los poderosos de hoy te marcan para que puedas seguir trabajando y consumiendo (como en la mina de Potosí en la que daban de comer a los quechuas y aymaras de entonces como para que no se derrumbaran.

Para mantenerlos débiles de modo que no pudieran rebelarse), para que no seas libre, aunque algunos se creen más libres porque ganan un poquito más que otros o hacen lo que les gusta para un patrón. ¿No te hace pensar en algo este atrevimiento del título, como muchos otros de los multimedia y propaganda última generación, tanto de Medios propiamente dichos como de los gobiernos democráticos (democráticos para los poderosos)?”.

En el artículo sobre la carta de Hitler ─en la que sostiene abiertamente que los judíos son inferiores a los no-judíos y que se debe pensar en hacerlos desaparecer─ se afirma sin atenuantes que a partir de ella el mundo cambió. “Si bien continúan omitiendo que Hitler, los nazis y los fascistas son emergentes de Europa (no caídos del cielo ni extraterrestres), es decir, ellos mismos…, es bueno que lo reconozcan y empiecen a mirarse hacia adentro y no como acostumbran desde tiempo inmemorial: estudiar a los de afuera, a los primitivos, salvajes, incivilizados, exóticos y finalmente invadirlos previa matanzas, y si es posible conversión a su cristianismo para dejar libre el camino del despojo. Es bueno que reconozcan el genocidio perpetrado por ellos mismos en sus propias narices que, por supuesto, no fue el primero. Es decir, sería bueno. Pero todavía se ocultan, o se hacen los distraídos porque les conviene, que ya antes, a partir del siglo XVI, el mundo cambió sobre todo para ellos (en un sentido de abundancia sin límites) y para nosotros en el peor de los sentidos, despojo y sometimiento casi total, cuando determinaron arbitrariamente (más bien por conveniencia) que los africanos y nativos de nuestro continente para lo único que servíamos y servimos era y es ser esclavizados (empleados, obreros, trabajadores en general). Recordemos aquel emblemático párrafo del emblemático teólogo y obispo de Darién, Tomás Ortiz, miembro del emblemático catolicismo europeo implantado por la fuerza en nuestro continente, o sea, excusa y vanguardia estratégica de la sociedad europea como tal, porque todos se decían cristianos, desde el papa (que se arrogó el derecho de ‘regalar nuestro continente: no dejen de releer Bula Inter Caetera rerum: ‘Entre otras cosas’ (fácil de encontrar en la Web) y los reyes (chorros de alta alcurnia ellos, como el Vaticano, con vuestro perdón si son creyentes) hasta el último chanchero como los Pizarro (insaciables ellos)”.

El texto

“(Los nativos) son siervos a natura (es decir, por naturaleza) teniendo en cuenta su incapacidad, tantos vicios y torpezas se les hace beneficio en quererlos domar, tomar y tener por esclavos. Exactamente igual pensaba el ‘teólogo’ de la corte de aquellos tiempos, Juan de Sepúlveda. O aquel otro de los fundamentos y considerandos de la ley nacional 947 del 5 de octubre 1878: “Someter cuanto antes, por la razón o por la fuerza, a ese puñado de salvajes (se refiere a los del Sur mientras Roca los aniquilaba) que destruyen nuestra principal riqueza y nos impide ocupar definitivamente en nombre de la ley y del progreso y de nuestra seguridad, los territorios más ricos y fértiles de la República”

O el testimonio de Juan Bosco desde Italia: “solo a la iglesia católica le está reservado el honor de amansar la ferocidad de esos salvajes. Para alcanzar tan noble fin, se ha convenido con el inmortal (aunque se pudrió bajo tierra, aclaro yo) Pío IX y con el eximio metropolitano argentino el plan siguiente: fundar colegios y hospicios en las principales ciudades de los confines y rodear, por así decirlo, con estas fortalezas la Patagonia; recoger a los jovencitos indígenas en esos asilos de paz y caridad, atraer principalmente a los hijos de los bárbaros e instruirlos, educarlos cristianamente; y luego por su medio y con ellos, penetrar en aquellas regiones inhóspitas (…) y abrir así la fuente de la verdadera civilización y del verdadero progreso”.

Hitler no era africano

Rossi recordó que Hitler y los alemanes “no eran africanos ni de Abya Yala (¡lejos de ellos, por favor!, eran europeos del siglo XX, eran cristianos aristotélicos-tomistas como lo fueron todos los invasores de nuestro continente antes, desde el siglo XV, hasta ahora. Aunque a veces lo nieguen con su palabrerío, en los hechos, tanto los auto-llamados cristianos como los ateos, siguen pensando y actuando como aristotélicos-tomistas que suponen tener derecho a apropiarse de todo para sobrevivir en un subcontinente que se agota. O viven a costa de los demás o perecen hundidos en el Atlántico y los mares de sus alrededores”.

El historiador advirtió que,” con su clásico imperialismo (‘colonialismo’ o ‘neocolonialismo’ se dice eufemísticamente: no se entiende por qué los intelectuales, docentes y políticos no traducen el eufemismo por lo que es: “invasión”), desde Alejandro, Julio César, y antes también (realidad digna de estudiarse: ¿por qué lo son tan empedernidamente hasta hoy? ¿Será porque de lo contrario desaparecerían en esa pequeña especie de península, que es Europa, pegada en la cola occidental del continente euroasiático y de la maravillosa África? ¿o por otros motivos?”.

De todos modos, son invasores congénitos y además euro-céntricos y creídos en que “ellos” son los que filosofan; ellos los artistas, políticos, creyentes verdaderos, etcétera. Pero se cuidan de no decir: “somos como los demás”, pero también auténticos esclavistas y empedernidos invasores…, por supuesto, cambiando de método con el paso del tiempo. “Llenan las bibliotecas del mundo (donde se lo permiten) con libros de su clásico feudalismo, principados cristianos; con su monarquismo esclavizante; con su chauvinismo y, en general, con las peripecias de su tendencia innata a invadir al resto de la humanidad (sea África, Medio Oriente, Asia Menor, Lejano Oriente, Abya Yala), al menos desde la época de sus primeros imperios tan valorados y meticulosamente tenidos en cuenta y estudiados por ellos mismos en su sistema educativo ¡y también para el nuestro! y el político, al mismo tiempo que relajan y menosprecian a los nuestros (si es que los hubo: en realidad no hubo imperios en Abya yala sino confederaciones con ciertas exigencias éticas inviolables) y los vituperan para, de ese modo, justificar su desinhibición invasora. Tal como hizo el hijo dilecto de Inglaterra (el EE.UU. de los pastores religiosos, con el apoyo de Europa) con Vietnam, Irak y demás víctimas”.

“Dicen que una carta del recontra europeo austríaco-alemán Hitler cambió la historia… mientras todos ellos siguen en lo mismo. Intentan decir que habría cambiado la historia porque una masa alemana, austríaca, suiza y etc. conscientemente todos (no Hitler, sino la mayoría, aunque ahora traten de disimularlo) perpetraron el increíble genocidio de millones de judíos viviendo en Europa, según ellos no como europeos, sino como judíos en la diáspora (en general, desde su perspectiva, una diáspora voluntaria)”.

Reflexionar viene bien

Rossi llamó a pensar: “¿qué pasó en el siglo XV-XVI y ahora con la humanidad de nuestro continente, es decir, con nosotros?: los europeos mancomunada y solidariamente, aunque haya algunas voces que disientan o pretendan sacar las castañas del fuego, arrasaron y desarticularon alegremente lo más preciado de la humanidad de Abya yala (cosmovisiones, organización política y social, filosofía de vida, arte) y lo vaciaron hasta donde les fue posible mientras su tramposa ley cristiana (no es tal sino ‘europea’) se los permitía y permite (o sea siempre, hasta hoy, cuando el vaticano recoge descaradamente prebendas, limosnas –en la argentina también sueldos y subsidios permanentes del estado, es decir, de la gente, se diga o no cristiana), esclavizaron, ‘genocidaron’ (voz aceptada por la real academia guaraní y quechua), destruyeron o fundieron maravillas y se robaron todo con absoluta conciencia de lo que hacían, a pesar de oírse siempre la clásica e ‘ingenua’ excusa: es cierto, pero… ¡hay que contextuar los hechos!”.

Europa se permitió, incluido en primer lugar el poderoso catolicismo, hasta hace muy poquito, poner en práctica el pensamiento occidental del progreso y civilización (como decía Bosco) en la Patagonia y en el Gran Chaco de la Argentina (¡hasta 1920!) arrasando todo, desertizando un espacio palpitante de culturas milenarias. “¡Pero aquí no pasó nada! Aquí no hubo genocidio premeditado y meticuloso de millones y millones de personas, de gente como nosotros, pero de cultura diferente, durante 300 años que duró la pesadilla infernal de la presencia europea y todavía! Es cierto, genocidio de pueblos y etnocidio de cultura diferentes, pero, en todo caso, sobre la misma base: especie Homo sapiens, creadores de estrategias admirables, con lenguaje, música, escritura, matemáticas, astronomía, agricultura, arquitectura, hijos bien educados y libres ─no a merced del dogmatismos religiosos y filosóficos─; gente bien alimentada, que vivían, sentían, comían, defecaban, hacían el amor y morían sin tanto dramatismo como en occidente. Pero los europeos invasores eran cristianos impolutos y tenían filósofos que les explicaban la vida y se iban al cielo confesados después de robar, matar, violar e imponer, es decir, justificados para hacer lo que se les antojara cuantas veces quisieran con la excusa de la confesión. Sus filósofos eran la madre del borrego: soberbios, eurocéntricos al mango, despreciativos –todavía hoy– de lo que no sea de ellos. Pensaban sí, pero aquí y en los demás continentes, también”.

Ante esa realidad compleja y aplastante, Rossi aconsejó no ocultar que hoy somos responsables de nuestro propio problema, es decir, por causa de su acción invasora de largo alcance, casi no pensamos por nosotros mismos y para nosotros. “Seguimos sometidos epistémicamente, en el pensamiento que genera e impulsa la acción, la cultura en general, de la humanidad. Permanentemente nos sacamos el sombrero y bajamos la cabeza ante la menor mención del ‘genocidio judío’ o ‘armenio’, por nombrar dos de sus genocidios internos. Está bien, fueron genocidios perpetrados por europeos contra europeos (o con judíos y armenios viviendo en Europa: para mí no queda claro ese aspecto, quizá digan judíos y no europeos porque en el fondo son todos antisemitas y diciendo ‘judíos’ no se sienten fratricidas) y hay que repudiarlo y hacer memoria de esa masacre que se consumó a más de 10.000 km de nuestra tierra.

Pero ¿con nosotros y entre nosotros no pasó nada…? Todavía la mayoría de los políticos, de filósofos o pensadores y educadores, de la gente en general… sigue diciendo descubrimiento o conquista de América, del desierto, de las almas, etcétera, como si se tratara de hazañas que debemos celebrar. No hay conciencia de que el genocidio ―muchísimo mayor que el de los judíos― perduró por 300 años como algo que sucedió con ‘otros’ y no con nosotros mismos. Quizá debamos reflexionar y tratar de tener claro que en nuestro continente, como en Europa, nunca hubo ni habrá “indios” sino hombres, personas, humanidad, gente como la de Eurasia, África, Oceanía… tanto hoy, siglo XXI, como ayer, desde hace no menos de 40.000 años (y si fuera menos ¿qué importa?)”.

El historiador consideró que “quizá sea éste, sobre todo, un tema simbólico o un trampolín (por supuesto, hay trampolines de distintas medidas y alturas) a través del cual podamos quizá vislumbrar o captar la enorme dicotomía y distorsión que el occidente asiático ha logrado meternos en nuestra médula ―o ‘en el alma’ diría el ferviente catolicismo, proa de la invasión política, cultural, económica y, sobre todo, epistémica, esto último lo más difícil de percibir, porque es, precisamente, lo que hace sentir a nuestra gente más de Europa que de Abya Yala”.

Además, se preguntó: “¿cuándo la comunidad argentina y continental sentirá y hará memoria solidariamente del genocidio perpetrado infamemente por europeos y criollos europeizados contra nuestros antepasados (no indios: que no lo eran) de esta tierra? ¿Cuándo los presidentes y ministros, en las canchas y en las escuelas harán minutos de silencio y actos para memorar la desaparición de cientos de culturas, de millones de mujeres y varones como nosotros durante los siglos XV, XVI, XVII, XVIII, XIX y XX? ¿Cuándo…?”.

Un granito de arena

Su intención , dijo, “no es dar una clase sino aportar un granito de arena para pensar juntos, si vale la pena, y sacar conclusiones propias como contenido, proyecto y método de nuestro trabajo hoy y en el futuro para superar un sistema político-religioso que nos tiene atados como burros de carga al carro del primer mundo, del dinero (decía mi amigo músico, lutier y decidor Kolla Anastasio Quirogaen sus andanzas por el mundo como embajador de nuestra cultura: ‘cuando ingresó el dinero a nuestro continente Abya yala… ingresó la corrupción… y se quedó’ (hoy esto esta realidad es patente). Cuando observamos la realidad y el sistema en que vivimos, imaginamos que es una utopía el intento de un cambio profundo, más humano e igualitario. Nos sentimos impotentes. Pero no nos atrevemos a pensar un sistema distinto al que introdujo Europa; a pensarlo desde estrategias y paradigmas filosóficos surgidos y cristalizados a través de miles de años en organizaciones sociales, políticas y simbólicas de Abya yala. Nos han puesto un seguro inviolable para que no pensemos por nosotros mismos. ¿Cómo lo logran todavía…? Nos hacen creer, sobre todo por el sistema educativo, que nuestra historia empieza con el arribo casual de Europa (y si no, analicen con lupa los textos escolares y ensayos de historia). Más aún se piensa que somos europeos porque, precisamente, ‘pensamos como europeos’ (lo cual es cierto, todavía) y que ‘nuestros antepasados son europeos’… ya que antes del comienzo de la invasión 1492 (que llamaron ‘conquista amorosa’) según ellos aquí no había ‘ni gente ni historia’”.

Fuente de la noticia y de la foto: 

http://www.aimdigital.com.ar/2016/04/08/rossi-la-ceguera-eurocentrica/

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Argentina: La CTA Autónoma resolvió convocar a una Jornada Nacional de Lucha para el 19 de abril

9 de Abril de 2016/ CTA Autónoma

Ni un despido más, ni un trabajador menos

La Conducción Nacional de la CTA Autónoma se reunió ayer en su sede nacional con presencia de todas las provincias. Se discutió la continuidad de un plan de lucha contra el ajuste que está implementando el Gobierno Nacional y los Provinciales con la ola de despidos, la creciente inflación, la falta de ofertas salariales en paritarias y los tarifazos.

La reunión comenzó, como es tradicional, con el informe político de Pablo Micheli quien se refirió a las iniciativas político gremiales y legislativas en las que participó las últimas semanas.

En este sentido, las organizaciones mayoritarias de la Central informaron sobre sus respectivos planes de acción gremial en curso: Por la reincorporación de los cesanteados en los estados nacional, provincial y municipal, así como en el sector privado, por aumentos salariales en las paritarias, derogación del impuesto al salario, 82% móvil, contra la criminalización de la protesta social y la derogación de la ley antiterrorista, entre las principales demandas.

Asimismo, los secretarios generales de las CTA Provinciales expusieron los grados de conflicto en cada lugar, con diferentes grados de desarrollo.

En función del cuadro descripto, la CTA-Autónoma resolvió convocar a una Jornada Nacional de Lucha en todo el país, con paros y movilizaciones para el 19 de abril, invitando a todas centrales sindicales y las organizaciones sociales a confluir en una gran protesta nacional contra el ajuste.

La próxima semana se reunirá en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la Comisión Ejecutiva Nacional para ultimar detalles de la medida de acción directa y evaluar la respuesta de las organizaciones a la propuesta de la CTA-A.

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Tierra de Fuego, Argentina: Lunes 11 Huelga General provincial

Alternativa Docente / 9 de Abril de 2016

ierra del Fuego, La Federación Nacional repudia exoneración a docentes fueguinos y el reemplazo por auxiliares
LUNES 11: HUELGA GENERAL PROVINCIAL Y MOVILIZACIÓN, DESDE EL ACAMPE FRENTE A CASA DE GOBIERNO.

Ante la confirmación por el gobierno de Roxana Bertone y el FPV en Tierra del Fuego, del pedido de exoneración contra 17 compañeros de la conducción -entre ellos el Sec. Gral. Horacio Catena y el Sec. Gremial, Raul Arce- y delegados del SUTEF, de esta Federación y de la CTA Autónoma regional, la Federación Nacional Docente (FND-CTA) repudia enfáticamente esta grave decisión y convoca a todos los sectores gremiales, sociales y políticos que comparten la defensa de los derechos democráticos a pronunciarse y responder en la más amplia unidad para impedirlo. De prosperar, esto derivaría en el despido de trabajadores y dirigentes por el supuesto «delito» de luchar contra el ajuste que instrumentó la ex gobernadora, Fabiana Ríos.
El actual gobierno rechazó el recurso jerárquico interpuesto por dirigentes y docentes de SUTEF y la CTA ante el pedido de exonerarlos, lo que ratifica la antidemocrática y persecutoria resolución firmada por la ex gobernadora Ríos, en su último día de gestión. Y avanza hacia la exclusión de la tutela sindical para concretar esa medida y poder echar a docentes y dirigentes. Una decisión extremadamente grave y sin precedentes en las últimas décadas.
La Federación rechaza también la decisión del ministerio de Educación de hacer listas negras y pretender reemplazar a docentes en paro por trabajadores auxiliares. Otro intento inconstitucional de coartar el derecho de huelga.
La FND exhorta al gobierno provincial a dar marcha atrás con ambas resoluciones y a dar respuesta al conflicto que está en la base de la situación planteada, en un distrito conmocionado por más de un mes de huelgas del SUTEF en unidad con una veintena de gremios y las mayores movilizaciones de la historia fueguina. Conflicto que recibió el respaldo de un masivo paro nacional de la FND y entidades docentes como CTERA el pasado 4 de abril.
El gobierno nacional debe intervenir y contribuir a encontrar, en el diálogo y la efectiva respuesta a las demandas, la forma de encauzar positivamente el conflicto y el ciclo lectivo en ésta y en otras seis provincias que siguen en lucha. Las medidas del gobierno provincial y la actitud pasiva del gobierno nacional frente al conflicto; perforan el piso del consenso democrático, violando el derecho constitucional de huelga. Por lo tanto llamamos a todas las fuerzas gremiales, políticas, sociales y democráticas a repudiar esta política represiva que no asume la necesidad de solucionar el conflicto, la tarea principal de toda democracia.

LUNES 11: HUELGA GENERAL PROVINCIAL Y MOVILIZACIÓN, DESDE EL ACAMPE FRENTE A CASA DE GOBIERNO.

Buenos Aires, 08 de Abril de 2016
Por la FND-CTA: Eduardo Mijno, Secretario General, Francisco Torres, Sec. de Organización, Manuel Gutierrez, Sec. de Prensa

Fuente de la Imagen Principal:

http://www.20minutos.es/noticia/1955814/0/huelga-educacion/24o/movilizaciones/12936664_951412344977104_1915349290971273369_n

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Argentina: UNTREF organiza Curso de extensión sobre El rock en la cultura

Este curso está destinado a todos aquellos que tienen un interés sociológico en el rock. La propuesta es analizar, a través de distintos materiales bibliográficos y videos, algunos de los momentos más significativos de este movimiento cultural iniciado a mediados del siglo XX.

El enfoque es multidisciplinario, e incluye interpretaciones desde la teoría social, el análisis discursivo y el estudio del plano sonoro. Se verán las principales corrientes que marcaron al rock anglosajón y al rock argentino: rock and roll, progresivo, folk, psicodelia, glam, punk, post-punk y otras.

Docente: Lic. Andrés Altamirano

Contacto: rockenlacultura@untref.edu.ar

Del 21 de abril al 23 de junio
Jueves de 18 a 20 hs.

Inscripción:
Secretaría de Extensión
Sede Caseros I,1er. piso
Valentín Gómez 4838 – Caseros
Provincia de Buenos Aires

Cursada:
Sede Caseros II, Anexo
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Persiste la desigualdad de género en la educación

www.elnuevodia.com/06-04-2016/ Por: EFE

La desigualdad de género en la educación que impacta en los logros del aprendizaje por áreas de estudio es un gran reto en América Latina, dijeron hoy expertos en Santiago, reunidos en el Tercer Estudio Regional Comparativo y Explicativo (Terce) coordinado por la Unesco.

Según la especialista senior en educación de la OREALC/Unesco Santiago, Cecilia Barbieri, la temática de género debe ser considerada prioritaria en la planificación de la educación.

«Desde las infraestructuras hasta el desarrollo de materiales o los procesos pedagógicos, pues la participación total y equitativa de las mujeres es vital para asegurar un futuro sostenible», añadió.

 Barbieri señaló que América Latina y el Caribe, enfrentan desafíos muy particulares en materia de género.

«Sabemos que han habido grandes avances en los últimos 15 años, y que nuestro progreso se debe al compromiso político de las autoridades, de la sociedad civil y de las distintas organizaciones, pero nuestros desafíos aún son grandes, la desigualdad, en múltiples niveles, sigue siendo uno de los mayores retos de la región», indicó.

Aseguró que la Unesco sigue y seguirá trabajando con todos los Estados miembros aportando conocimiento, información, recopilando datos y diseminando las experiencias de éxito para que los caminos a todas las personas, independientemente de su género, condición social, económica, sexual o ética, no sea una limitante a su desarrollo.

«Todas las personas importan, todas las personas nos importan. Y mientras la equidad no sea una realidad, nuestra deuda con la gente seguirá vigente. Ese compromiso ha asumido la Unesco con ustedes», enfatizó Barbieri.

En el evento denominado «Promoviendo la equidad e igualdad de género en la Educación 2030», participaron la subsecretaria de Educación Parvularia del Ministerio de Educación de Chile, María Isabel Pérez; la ministra de Educación y Cultura de Paraguay, Marta Lafuente y especialistas de la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe (OREALC/Unesco Santiago), además de otros 150 participantes.

La ministra de Educación y Cultura de Paraguay, Marta Lafuente, se refirió al acuerdo mundial alcanzado en torno a la Agenda 2030 de Naciones Unidas, e indicó que la educación es uno de los objetivos centrales para el Desarrollo Sustentable.

«Si los líderes mundiales, la sociedad civil, los gobiernos y las organizaciones no tomamos la educación como centro, estamos negando que hay vida sobre la Tierra», añadió.

Dijo que la educación es un bien común y público y el derecho a ella es potenciador del goce de los demás derechos.

«La equidad de género es parte de este esfuerzo y debemos revisar lo que estamos haciendo», resaltó.

El evento cerró con un panel de debate, donde participaron María Inés Salamanca, representante de ONU Mujeres; Carlos Eugenio Beca, de la secretaría técnica de la Estrategia Docente de la OREALC/Unesco Santiago; Gloria Calvo de la Universidad Pedagógica Nacional de Colombia y la Ministra de Educación de Paraguay, quienes profundizaron sobre los desafíos pendientes en materia de género en la región.

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