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Fundación Círculo Remolino y OMEP invitan al conversatorio «El contexto del Covid-19 y las infancias en confinamiento»

América Latina y El Caribe/21-05-2020/Autor(a) y Fuente: Fundación Círculo Remolino y OMEP

[Live por instagram ]
¿Qué debemos aportar los (as) educadores ante la pandemia? ¿Qué cambios está induciendo el contexto actual en la niñez? ¿Cómo impedir que el distanciamiento afecte su socialidad? ¿Qué sería entonces la afectualidad?
¿Desde qué perspectivas se debe repensar la indefensión de la niñez? ¿Qué implica re-habitar el mundo?
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Son algunas de las preguntas que reflexionaremos este viernes.
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Fundación Círculo Remolino, en alianza con la Organización Mundial para la Educación Preescolar, latinoamérica y el caribe.
Proponemos la quinta conversación en Live, a través del instagram de nuestra fundación, bajo el contexto del Covid-19 y las infancias en confinamiento.
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Queremos invitarles a ser parte de esta conversación el día viernes 22 de mayo en los siguientes horarios:

19:00 hrs en Chile 🇨🇱 y Venezuela 🇻🇪 / Paraguay 🇵🇾
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18:00 hrs Colombia 🇨🇴 / México 🇲🇽 / Perú 🇵🇪
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20:00 hrs Argentina 🇦🇷 / Brasil 🇧🇷/ Uruguay 🇺🇾
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En esta ocasión nos acompañará Iliana Lo Priore. Doctora en Educación. Msc. en Currículo y Esp. en Desarrollo Infantil y Diversidad. Presidenta de la OMEP Venezuela 🇻🇪 , Profesora Universitaria.
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Nos vemos el viernes junto a @ilianalopriore

Fuente e Imagen: Fundación Círculo Remolino y OMEP

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Filósofa Marcela Rivera: «El feminismo provoca un temblor en las fronteras de la institución y su afuera»

Por: Javier Bruna.

En un escenario de agitación e incertidumbre social y ante la arremetida del movimiento feminista en la escala nacional, la doctora en filosofía y académica de la UMCE, Marcela Rivera, conversó con El Mostrador sobre educación, feminismo, la designación de Macarena Santelices como ministra de la Mujer y el temblor de la institucionalidad.

La vulneración de los derechos de la mujer durante la pandemia y la reciente designación de una ministra de la mujer que no representa las demandas de las organizaciones feministas, sociales, culturales y políticas, ha puesto en tensión el amplio camino de avanzada de este movimiento a nivel nacional. Ante una clara incongruencia de posturas, la pregunta sobre la relación entre feminismo y educación en Chile se hace necesaria.

¿Existe un sentimiento de pertenencia discursivo en esta materia?, ¿cuál es el rol de las secretarías de género y sexualidad en los espacios universitarios?, ¿el movimiento feminista ha logrado deslegitimar las prácticas machistas en el presente? Estas son algunas de las cuestiones que El Mostrador Braga conversó con la Doctora en filosofía Marcela Rivera, académica UMCE (Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación), quien compartió su experiencia en la construcción de espacios que problematizan el feminismo al interior de recintos educativos.

“Creo que tu pregunta toca algo que es medular, que es esa necesidad de pensar el feminismo como una fuerza disruptiva al interior de los espacios educacionales y que obliga por lo tanto a la pregunta por el vínculo muy sustantivo entre feminismo y educación, porque el feminismo no sería un asunto o un tema, entre otros, si no que sería esa fuerza que obliga a transformar, no sólo repensar los espacios educacionales mismos, en cuanto han sido instituciones que de manera muy perseverante y sutil han reproducido las violencias a la que han estado expuestos esos cuerpos más vulnerables”,declara Rivera para iniciar conversación.

Feminismo universitario y el temblor de la institucionalidad

Para la filósofa, el feminismo irrumpe como acontecimiento en todos aquellos espacios que tengan como asunto la educación, sobretodo en Chile donde este movimiento surge como una provocación respecto de las fronteras entre las instituciones y el exterior, “pensando en la desvinculación que muchas veces la universidad tiene respecto de problemas que son muy acuciantes en el ámbito de lo social y que a veces se tematizan, pero no se problematizan, es decir no se genera transformación”. Reflexiona y continúa… “uno se hace esa pregunta respecto de cómo nuestras prácticas de enseñanza podrían entramarse más significativamente con esos problemas que nos reclaman, entonces el feminismo provoca un temblor entre las fronteras de su institución y su afuera”.

Es así que para la académica, el movimiento feminista sería una práctica que interpela, transporta problemáticas de la calle a la universidad y conmueve los espacios establecidos, obligándolos a reflexionar intensivamente sobre su complicidad, esto particularmente para los espacios educacionales donde se da lugar a una serie de prácticas a las que los sujetos de la educación  probablemente se vean expuestos y que por tanto merecen ser revisadas.

Es tal vez ese el punto más delicado para Rivera, ya que pone en cuestión “cómo la universidad, que se enarbola con un principio emancipatorio por definición, puede ser el lugar de la reproducción irreflexiva de violencias o microviolencias muy sutiles que permanecen ahí instaladas, más allá de los discursos que se profieran más o menos progresistas al interior de un espacio educativo, donde puede haber ceguera al interior de esas prácticas”, cuestiona. “Lo pienso sobre todo por la interpelación que hacen las estudiantes feministas respecto del silenciamiento y de la invisibilización de una serie de violencias a las que los cuerpos vulnerables o feminizados habían estado expuestos y que no se habían puesto sobre la escena” explica.

Feminismo filosófico, político y sus puentes con la sociedad

Para explicar el feminismo desde la educación, la filósofa reflexiona sobre la pregunta elemental, que es la pregunta por la violencia, “¿cuánta violencia estamos dispuestos a soportar?, ¿hasta cuándo nuestros cuerpos pueden simplemente aceptar las violencias a las que han sido una y otra vez expuestos?, ¿cómo no responder ante la exigencia de esas voces que han sido silenciadas producto de una cultura que valida, naturaliza, invisibiliza la violencia contra las mujeres? Ya en este punto despliega un análisis político y filosófico que nos permite problematizar el fenómeno de ausente representatividad respecto de este movimiento a nivel central.

En esta línea, la académica describe ambas dimensiones y propone una alternativa para comprender y aproximarse al problema. Para Rivera, ni la política, ni la filosofía son dimensiones de la existencia a la que alguien pueda restarse, “suena impositivo” comenta, pero explica que se refiere más bien una declaración del modo en que estamos expuestos a la vida en común.

“La filosofía no es una doctrina”, inicia, “La filosofía es una disposición, es la experiencia de la pregunta, del asombro, la necesidad de desplazarnos de los lugares habituales a los que estamos acostumbrados”, expone y continúa, “la política también; la política no es algo que hagan unos y otros vean desde la cama haciendo zapping en el televisor”, dice. Para ella la democracia representacional ha puesto a la sociedad en un lugar de exclusión del espacio de lo político, generando la sensación de ser receptores de decisiones que otros toman.

En esta lógica, “Entonces, si la filosofía es una disposición que nos convoca a todas y todos y la política es algo de lo que no podemos sustraernos, probablemente el feminismo lo que hace es recordarnos eso. Pone una pregunta muy neurálgica, en el corazón del espacio de lo político y del pensamiento que es la pregunta por la violencia y la vulnerabilidad a la que muchas y muchos de nosotros estamos expuestos y entre ese sufrimiento -porque hay una memoria de ese sufrimiento- se activa la necesidad de repensarnos y de reconfigurar nuestras prácticas nuestros vínculos”, establece la doctora Rivera.

“No creo que nadie que disponga su sensibilidad a pensar radicalmente el problema de la violencia y la vulnerabilidad, no pueda conectarse mínimamente con las apuestas del feminismo. Yo creo que el malestar que produce la última designación de la ministra, tiene que ver con una incompatibilidad elemental, nadie que pueda permanecer ciego a lo injustificable de la vulneración de los derechos de otros cuerpos, del respeto de esa singularidad, de esa memoria, puede tomar liderazgo consistente frente a una disposición como el feminismo, como una fuerza como el feminismo, que exige de una manera muy elemental una pregunta y una transformación respecto de esas prácticas de subordinación y en su extremo el aniquilamiento”, ese sería para Marcela Rivera, el sitio sensible que no permite dar un lugar claro a las demandas feministas en este momento en el país.

Del espacio privado al espacio público, el rol de las secretarías de género y sexualidad

Rivera comenta su experiencia en la UMCE (Universidad Metropolitana de ciencias de la educación), a dos años de la denominada “revuelta no sexista” que dio lugar a una extensa toma universitaria en 2018, que implicó denuncias a estudiantes y profesores y que activó la necesidad desarrollar espacios que acogieran estas denuncias.

Responder por la pregunta de violencia, generar protocolos de acción y activar también necesidades formativas dentro del cuerpo académico, fueron los principales objetivos que tuvieron inicialmente estas oficinas en el espacio universitario de acuerdo a lo señalado por la académica, “me parece que la creación de ese espacio es invaluable, osea efectivamente hay mucho que hacer, queda todo por hacer, pero con la creación, en el caso de la UMCE de una oficina de género y sexualidad, lo que se conquista es un espacio de sensibilidad de pensamiento, de escucha, donde se puede atender, acoger, reconocer que hay vulneración y buscar las vías para responder a esas situaciones” explica.

Sin embargo, la académica reconoce que estas oficinas no representan el pensamiento de todo el movimiento al interior de la universidad, “probablemente, como todo movimiento es plural, hay zonas de posiciones dentro del movimiento feminista que son resistentes a la institucionalidad, que ven limitaciones en esa estructura, pero reconociendo que hay mucho que hacer, digamos que se gana en ejercicio de coconstrucción de un espacio universitario que pueda pensar sus propias prácticas”, reflexiona.

Finalmente y respecto del rol de estas oficinas Rivera concluye que la creación de estas unidades de trabajo cumplen el rol de poner la violencia de género que tiene lugar en el ámbito de lo privado, en el silenciamiento en que se mantuvieron muchas de estas prácticas, en un espacio universitario y público que haga visible diversas formas de violencia que no siempre tienen correlato jurídico “y que sin embargo afectan cotidianamente la vida de muchas mujeres en sus espacios relacionales”, dice.

Hasta deslegitimar el machismo interiorizado

Es una realidad, el movimiento feminista en Chile, en su multiplicidad de posturas, ha logrado avanzar significativamente en las cuestiones políticas más íntimas de la sociedad, haciendo un llamado a visibilizar y modificar un sinfín de conductas machistas naturalizadas. ¿El movimiento feminista ha deslegitimado el machismo en chile?, ¿los hombres se han visto obligados a modificar sus actitudes?

A este respecto la filósofa tiene una potente opinión,ella cree que no,si bien reconoce que el ánimo del momento es de reconfiguración, proceso a la vez irreversible; la desactivación del machismo fuertemente enraizado en las prácticas relacionales, en la forma de vincularnos, será un proceso muy largo.

“Me parece que es un punto importante porque creo que hay un desafío del feminismo respecto de la interpelación a lo masculino que requiere agudeza, pero también generosidad, porque la invitación es muy potente, entonces podemos caer en una inclinación muy reactiva,  hay que condenar muy fuertemente las prácticas del patriarcado, pero fuimos educados en ciertos patrones que no son tan sencillos de desactivar y yo creo que ahí de nuevo, volviendo a la primera pregunta, no hay feminismo sin una pregunta por la educación y las políticas de interrogación respecto de esas lógicas que han ido como predescribiendo el modo en que nos vinculamos”, asegura.

Es por esto que la doctora Rivera considera que es importante que la educación incorpore en su propia práctica “una apertura a la diferencia, a la alteridad, que permita conmover todos los marcos categoriales, perceptivos, que en realidad están súper asociados a paradigmas identitarios, esencialistas que dividen el mundo entre una cosa y la otra y que son difíciles de hacer temblar”, sentencia, temblor que a su parecer está instalado y activado a partir de una serie de heridas y sufrimientos que ya no permiten más condescendencia.  «Aprendimos a visibilizar, el colmo de esas violencias y hay que ir entonces reconociendo dónde están incrustadas esas violencias que el patriarcado despliega de infinitas maneras” expone.

Por tanto, este tema sería más profundo que una contención social, se trataría de una disposición vital, cuya deslegitimación no podría ser solamente policíaca,“en este sentido creo que sería insuficiente entender que hemos ganado algo porque los hombres se comportan mejor en el espacio público, si bien entiendo el punto, no quiero ser injusta con eso, creo que hay un desafío mayor y es que las maneras de pensar nuestros vínculos, las prácticas que estamos estableciendo para relacionarnos se modifiquen muy sustantivamente”, ilustra y ejemplifica “es decir los hombres no dicen lo que efectivamente piensan, no  dicen la broma que se les pasa por la cabeza porque es mal visto, mal escuchado y se cuidan, creo que el feminismo pide más, no pide solo que los hombres se comporten con el mínimo respeto que las mujeres o las identidades diversas requieren, por ejemplo la desactivación de la homofobia o la persecución a identidades diversas a las que el feminismo está enlazado”, puntualiza.

Para concluir esta conversación, la Marcela precisa que “cuando se habla de una cultura de la violación, tiene que ver con esta legitimización de cierta objetualización de lo femenino que aunque la deslegitimemos en lo público, mientras en lo privado se sigan refiriendo a sus compañeras o a las mujeres que tienen cerca de manera devaluada o cosificada, todavía hay todo por hacer, no me sirve que un hombre se prive de lanzar un chiste en el espacio público porque entiende que va a ser considerado machista pero lo sigue haciendo con sus amigos en un chat y de nuevo en ese sentido la educación ahí cumple un rol fundamental”.

Fuente de la entrevista: https://www.elmostrador.cl/braga/2020/05/19/filosofa-marcela-rivera-el-feminismo-provoca-un-temblor-en-las-fronteras-de-la-institucion-y-su-afuera/

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Guía UNESCO: Educación en Emergencias en la E2030 – Reconstruir sin ladrillos.(PDF)

Educación en Emergencias en la E2030

Guía UNESCO

Reconstruir sin Ldrillos

«…En este escenario y ante la demanda de los países, la UNESCO ha redoblado sus esfuerzos para dar respuesta a las necesidades del sector educativo en contextos de emergencias, poniendo un foco especial en la regeneración de vínculos, confianzas y capacidades locales para una recuperación de largo plazo de las comunidades afectadas.» Cecilia Barbieri
Directora (a.i)

Tomado de Saludos Directora UNESCO

Descárguelo completo aquí: Guia_1_web_educacion_emergencias

 

Fuente de la Información: http://www.unesco.org/new/fileadmin/MULTIMEDIA/FIELD/Santiago/pdf/Guia_1_web_educacion_emergencias.pdf

 

 

 

 

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Chile: Las luchas sexuales también son de clase

Las luchas sexuales también son de clase

Fabián Álvarez Muñoz Domingo 17 de mayo 2020 10:08 hrs

Claves: 

Con la actual crisis sanitaria hemos visto las contradicciones sociales reventar y los antagonismos agudizarse. Mientras unos salen a jugar golf a las plazas y se ríen entre ellos diciendo que “los tuertos de la Revuelta de Octubre son puros tongos de los rojos”, muchos de quienes vivimos del trabajo propio debemos hacerlo con los pocos ahorros que nos da el seguro de cesantía –si es que tenemos–, pero quienes somos parte de la comunidad LGBTIQ+ vivimos la discriminación en forma estructural, en todo nivel y peor en los tiempos del COVID-19, porque como dijo nuestro querido Pedro Lemebel “ser pobre y maricón es peor”.

Según el último Informe Anual de DD. HH. del Movilh, entre 2019 y el año anterior hubo un incremento del 58% en los casos sobre discriminación contra la comunidad LGBTIQ+. La discriminación más básica es al buscar trabajo, porque en un Chile homo-lesbo-transfóbico, nos cuesta particularmente más encontrarlo y cuando encontramos generalmente es precario. El mismo estudio del Movilh revela que en 2019 hubo un 157% más denuncias que el 2018 por casos de discriminación laboral, principalmente exclusión, contra personas de la comunidad LGBTIQ+.

El problema de acceso al trabajo tiene como consecuencia gravosos menoscabos en el acceso a otros derechos fundamentales como alimentación, vivienda, educación y especialmente salud, porque el sistema de salud que tenemos es tan deplorable, que en más de tres décadas no ha podido ponerle atajo a la pandemia tabú del VIH/Sida. El último reporte mundial del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre VIH/Sida reveló que, mientras a nivel mundial los nuevos reportes sobre esta pandemia disminuyen, entre 2010 y 2018 en Chile hubo un aumento de los casos de VIH+ en un 35% y las muertes relacionadas con el SIDA aumentaron en un 34%, poniéndonos entre las más altas cifras de Latinoamérica.

La pandemia del VIH/Sida, aquella que en el pasado diezmó a nuestra comunidad, aún está vigente, sin embargo, el no reconocimiento de nuestras identidades diversas y disidentes, además de discriminación, es un problema de derechos civiles que nos afecta aún peor.

Cuando me refiero al no reconocimiento de nuestro derecho a la identidad, no hablo solamente del nombre de las personas trans, sino que también de nuestras apariencias, nuestra forma de vestir, el modo en que hablamos y la manera en que concebimos los afectos y el placer. Resulta increíble pensar que esta clase de discriminación totalmente injustificada está muy presente en nuestra comunidad, no solamente porque somos víctimas de ella, sino porque también la ejercemos contra nuestros pares, algunos haciendo uso de sus privilegios otorgados por esta sociedad heteronormada y además capitalista.

Es por lo anterior que quiero traer a colación una cuña muy polémica que dijo años atrás –en 2016– Víctor Hugo Robles (reconocido periodista y activista gay nacional, también conocido como El Che de los Gays). Él dijo que “La primera lucha es siempre la de clases, las sexuales vienen después“ y en general le encuentro razón con que la primera lucha es siempre la de clases.

Mientras en esta sociedad capitalista somos usados como maquillaje de transformación social, la comunidad LGBTIQ+ es una de las más precarizadas y la actual crisis sanitaria nos golpea fuerte, poniendo aún más en evidencia la discriminación en nuestra contra y extremando la precariedad que vivimos muchos. Pero mientras algunos quieren vivir en su «barrio propio con un supermercado gay, con un perrito gay, un lorito gay», como dijo satíricamente Víctor Hugo, lo que realmente queremos los que vivimos la falta de oportunidades y la precariedad a la que nos empuja la discriminación, es reconocimiento y respeto de nuestras otredades.

En un nuevo Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia, hago un llamado a todos a que denunciemos la discriminación y a quienes no dudan en valerse de ella para obtener ventaja o deshacerse de nosotros; llamo a que formemos redes de apoyo, que nos hagamos visibles, nos organicemos y luchemos en cada pequeña o gran acción contra la sociedad capitalista y neoliberal, teniendo presente que las luchas sexuales no vienen después, sino que también son luchas de clase.

El autor es miembro de la Corporación Chilena de Prevención del SIDA (ACCIONGAY) y de ONG CERES Política Social. Refundador y consejero nacional Comisión Chilena Pro-Derechos Juveniles (CODEJU). Activista en Derechos Humanos y Diversidad Sexual.

Fuente de la Información: https://radio.uchile.cl/2020/05/17/las-luchas-sexuales-tambien-son-de-clase/

 

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Educación: reforzamiento de contenidos esenciales

Por: La Tercera. 

Este tiempo de confinamiento debería ser aprovechado para reforzar en los escolares los hábitos de lectura y  y matemáticas, claves en su desarrollo intelectual.

Si es que adaptar al aprendizaje remoto durante estos meses es complejo, también lo será el poder incorporar efectivamente a todos los estudiantes de vuelta a sus escuelas y, más aún, ponerlos al día en los contenidos y objetivos que considera el currículo nacional. En ese contexto, resulta positivo que la autoridad haya aceptado que será imposible abordar todos los contenidos de un año normal y anunciara entonces que se priorizarán las unidades más importantes a ser cubiertas, lo que supone la integración de contenidos y asignaturas sobre la base de objetivos comunes y desarrollo de habilidades. Considerando que todavía no se visualiza cuándo podría iniciarse el regreso a clases, la priorización curricular podría comenzar a realizarse desde ya con el reforzamiento de ciertas áreas clave que quizás requieran menor instrucción directa.

La modalidad de clases a distancia ha sido la forma en que millones de estudiantes han podido seguir con sus procesos de aprendizaje, modalidad que si bien aún es temprano para una evaluación definitiva, parece un hecho que por ahora dista de la efectividad conseguida a través de las clases presenciales. No cabe hablar todavía de que será un año escolar perdido, pero no se podría descartar que a todo nivel los objetivos de aprendizaje estarán por debajo de lo deseable.

Es a la luz de esta realidad que el Ministerio de Educación podría reforzar aquellas materias donde el aprendizaje a distancia sí podría tener más posibilidades de éxito y redituar más frutos a los estudiantes. Ello probablemente sería más realista que seguir replicando un modelo de contenidos mínimos que está pensando para un ambiente de normalidad, el que probablemente tardará varios meses en restituirse.

Lenguaje y matemáticas son dos asignaturas fundamentales en el desarrollo intelectual de los estudiantes, y donde distintas mediciones han mostrado carencias. El acceso a libros digitales hoy es algo posible, y es un hecho que el reforzamiento del hábito de la lectura en los menores no solo resultaría una excelente manera de ocupar el tiempo en estos largos confinamientos, sino que podría ayudar a subsanar el problema de la baja comprensión lectora (el 1% de los adultos que ha terminado educación media entiende lo que lee, y solo el 50% de la población declara tener hábitos de lectura).

Si bien en la última prueba Pisa (2018) los estudiantes chilenos que rindieron dicho examen obtuvieron en competencia lectora un promedio de 452 puntos, por encima del promedio de Latinoamérica (407), pero aún por debajo de la OCDE (487), y a mucha distancia de líderes como China o Singapur, que sobrepasan los 500 puntos; menos del 3% de los alumnos chilenos están en los niveles superiores de comprensión lectora. El estudio Pisa muestra también que los resultados son mejores cuando los niños disfrutan la lectura, y reciben estímulo en su propio hogar.

En matemáticas el rezago a nivel OCDE es más evidente, pues el resultado de PISA en el caso de Chile arroja 417 puntos, el que si bien supera ampliamente el promedio de América Latina (387), dista de los 489 que obtiene la OCDE. Esto no hace más que confirmar que este tiempo debería ser aprovechado para reforzar aún más su aprendizaje.

Fuente de la reseña: https://www.latercera.com/opinion/noticia/educacion-reforzamiento-de-contenidos-esenciales/RFHIYN2TO5BWTEWHUS5WZMYFCM/

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Libro: Justicia social. La dimensión olvidada de la formación docente

Por: ResearchGate.

 

En América Latina existe una larga historia de injusticias, por esta razón es que presentamos este libro. Consideramos importante la conversación entre el mundo anglosajón y el hispanoportugués. Un diálogo que debería ser cada vez más abierto y permanente. Este libro compila un conjunto de textos que abordan la temática de la Justicia Social como un eje vertebral para la formación docente. Colaboran en esta obra académicos de Estados Unidos, Brasil y Chile. La invitación en torno a esta lectura es a reflexionar y discutir lo que es posible transformar, especialmente, al interior de nuestras facultades de educación. Creemos que el llamado a debatir sobre el concepto de Justicia Social en la formación del profesorado avanza en la línea de los cambios profundos que necesita el mundo de hoy.

Fuente de la reseña: https://www.researchgate.net/publication/337560543_JUSTICIA_SOCIAL_LA_DIMENSION_OLVIDADA_DE_LA_FORMACION_DOCENTE

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Chile: Recortes en Becas Chile o la pandemia como excusa para la precarización

Recortes en Becas Chile o la pandemia como excusa para la precarización

Por: Camilo Godoy Pichón / Publicado: 11.05.2020

En el caso chileno, la actividad científica ocupa un porcentaje mínimo del PIB (0,38%), se encuentra por debajo del Congo (0.41%) y es cinco veces menor al presupuesto de Defensa (1,9%). Para el caso de Becas Chile, el presupuesto de los programas es casi en la totalidad de los casos cada año menor y esto se expresa, por ejemplo, en el número de becarios por año. Dentro de los programas suspendidos, la Beca de Magister en el Extranjero ha visto reducido su presupuesto desde 2017, ya que se subdividió en tres, pero manteniendo los mismos recursos iniciales. Sin considerar a los postulantes que ingresaron a los otros dos programas añadidos, este programa vio disminuido en un 27,1%  su número de becarios entre 2016 y 2019.

“Ante el escenario de austeridad y la necesidad de reorientar fondos, y debido a las urgencias que presenta la pandemia, así como las incertezas que revela el contexto a nivel mundial, se tomó la decisión de suspender aquellos instrumentos de vinculación internacional, que si bien son fundamentales para la actividad académica y de investigación, durante este año, serán inviables” (ANID, 2020). Así comenzaba la nota informativa de ANID (Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo, ex CONICYT) del día 27 de Abril, mediante la cual se comunicaban suspensiones en distintos programas de becas de especialización programados para este año a los postulantes de Becas Chile.

Mediante esta disposición se afectaron diversos programas y concursos como Becas de Magíster en el ExtranjeroBecas de Magíster en el Extranjero Áreas PrioritariasBecas de Magíster en el Extranjero para Personas en Situación de DiscapacidadBecas de Magíster en el Extranjero para Profesionales de la EducaciónBeca de Subespecialidad Médica en el Extranjeroy Beca de Postdoctorado en el Extranjero, Beca de Tesis en la Industria, Inserción en la industria y Anillos de Investigación. De acuerdo a la información pública disponible a la fecha, el recorte total en pesos chilenos corresponde  aproximadamente a $12.336.696.173 pesos. Esta cifra es aproximada, ya que hay ciertos presupuestos no transparentados en los informes de CONICYT: por ejemplo, los correspondientes a Beca de Tesis de Inserción en la Industria, Tesis en la Industria y los Anillos de Investigación.

Frente a lo anterior, si recordamos que la inversión en investigación científica por el covid19 anunciada por el gobierno es de $2.300 millones de pesos, veremos que este monto corresponde a sólo un 19% del total recortado y a apenas un cuarto del presupuesto destinado sólo a la Beca de Magister en el Extranjero. Esta política de recortes no es propiedad exclusiva del gobierno chileno, ya que distintas administraciones neoliberales han decidido utilizar la pandemia como oportunidad, en palabras de Naomi Klein (2010) para implantar políticas de austeridad en desmedro de la población. En esa línea, el Ministro de Educación de Brasil Abraham Weinstraub ha dispuesto recientemente recortar en becas y bolsas de estudios “producto de la pandemia”. Con ello ha disminuido el presupuesto en unidades de estudio estratégicas, como el Departamento de Neumología, de la Universidade Federal do Rio Grande do Sul, que vio reducido su presupuesto en un 80% (https://jornalggn.com.br/tecnologia/presidente-criacionista-da-capes-faz-novo-corte-nas-verbas-de-pesquisa/). Esto se ha hecho efectivo también en una reducción de becas de postgrado e incluso en un recorte de presupuesto en las investigaciones sobre covid19 promovidas, en un comienzo, por el propio gobierno (https://educacao.uol.com.br/noticias/agencia-estado/2020/04/04/cortes-na-capes-afetam-pesquisas-sobre-coronavirus.htm). En Ecuador la tendencia es similar, ya que el gobierno ha recortado 98 millones de dólares al presupuesto en educación, afectando severamente a 32 escuelas públicas y universidades politécnicas, aduciendo como justificación la pandemia. Esto le ha valido al gobierno ecuatoriano una reciente denuncia, por parte de la sociedad civil y miembros del profesorado y alumnado locales (https://www.nodal.am/2020/05/docentes-y-estudiantes-presentan-demanda-contra-moreno-por-el-recorte-en-educacion/).

Por el lado contrario, recientemente el Primer Ministro canadiense Justin Trudeau anunció una inversión pública de más de 1.200 millones de dólares en investigación sobre el covid19. Entendiendo que el apoyo a las actividades científicas es parte crucial del enfrentamiento de la pandemia, Trudeau ha anunciado que la inversión para enfrentar al covid19 se acercará al 3% del PIB en su país. Se nos puede decir: Canadá y Chile son países muy diferentes. Sí, son diferentes, ya que Canadá es un país más populoso, su PIB es mayor, pero a la vez, el gasto público de Canadá como porcentaje del PIB es un 15% mayor, siendo este de un 40,7%, frente al 25,4% de Chile. Esta tendencia sólo se revierte si analizamos el gasto de Defensa como porcentaje del gasto público total, donde nuestro país supera al país norteamericano, que posee apenas un 3,12%, frente al 7,41% de Chile.

Lo que interesa proponer aquí es que, contrario a lo que señalan ciertas voces como un “hecho histórico necesario”, la política de recortes del gobierno no es un acto de súbita solidaridad social y tampoco es la única solución posible, sino que responde al fin de utilizar la pandemia como una plataforma para imponer medidas impopulares y contrarias al bienestar de la población. Medidas que en un entorno diferente serían mucho más difíciles de promulgar sin una resistencia más frontal. Como primer ejemplo de esto: las políticas de recorte en programas de especialización durante la pandemia por parte de Bolsonaro son la extensión de sus políticas de disminución de presupuesto hacia la educación, ya implementadas el año pasado con disminuciones en el financiamiento hacia becas de investigación (https://www1.folha.uol.com.br/internacional/es/brasil/2019/05/el-gobierno-de-bolsonaro-corta-becas-de-investigacion.shtml).

En el caso chileno, la actividad científica ocupa un porcentaje mínimo del PIB (0,38%), se encuentra por debajo del Congo (0.41%) y es cinco veces menor al presupuesto de Defensa (1,9%). Para el caso de Becas Chile, el presupuesto de los programas es casi en la totalidad de los casos cada año menor y esto se expresa, por ejemplo, en el número de becarios por año. Dentro de los programas suspendidos, la Beca de Magister en el Extranjero ha visto reducido su presupuesto desde 2017, ya que se subdividió en tres, pero manteniendo los mismos recursos iniciales. Sin considerar a los postulantes que ingresaron a los otros dos programas añadidos, este programa vio disminuido en un 27,1%  su número de becarios entre 2016 y 2019. Otros programas recortados son el Magister en el Extranjero para Profesionales de la Educación, que vio disminuido en un 21% su cantidad de becarios en el mismo periodo. En el caso del Postdoctorado en el Extranjero, la reducción en el total de becarios fue de 14% en el mismo periodo.

Lo anterior hace evidente el hecho de que la pandemia será el escenario ideal para seguir recortando en los ya precarizados programas de postgrado. Si consideramos el cuarto Objetivo de Desarrollo Sostenible de la ONU, relativo a la educación pública universal, entenderemos que la formación humana debe ser materia prioritaria en la vida de un Estado. En ese sentido y respecto a los recortes en materia de financiamiento a la educación superior la UNESCO hace un llamado a los Estados “para que aseguren el derecho a la educación superior de todas las personas en un marco de igualdad de oportunidades y de no-discriminación como primera prioridad, a través de marcos regulatorios, de financiamiento y de incentivos adecuados, así como de impulsos a iniciativas inclusivas, pertinentes (…) en línea con el propósito principal de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas” (UNESCO, 2020).

Quienes hemos sido afectados por la medida arbitraria de la Presidencia, que una vez más demuestra su torpeza comunicacional y su empecinado autoritarismo, muchas veces somos acusados de individualismo o de actuar en función de ciertos privilegios, cuando reclamamos por la reapertura de los concursos suspendidos para este año. Difícil entender esas presunciones, toda vez que dejamos de ver la educación como un obsequio, entendiéndola ahora como un derecho en pos del crecimiento personal y de una activa contribución social a nuestro país. Se nos puede decir ¿qué importancia social tiene un estudio de postgrado para el país? Frente a ello, investigaciones nacionales recientes plantean que el intercambio intercultural, la adquisición de habilidades blandas producto de la soledad y el aprendizaje de alto nivel influyen positivamente en algunas profesiones y sus desempeños laborales (Armstrong et al, 2014).

Finalmente, el reciente conocimiento de los recortes en el presupuesto de Bomberos, el gasto de $70 millones de pesos en alcohol por parte del Ejército y de 13.900 millones de pesos destinados a cámaras de televigilancia por el Estado son una prueba de que la repriorización de recursos del gobierno no obedece a un criterio de cuidado sociosanitario frente a la pandemia[i] y de que la lucha por la dignidad desde la revalorización de la ciencia y la educación cada vez tiene más sentido.

Para revisar el comunicado de postulantes, becarios y ex becarios afectados por el recorte en Becas Chile, haz clic aquí

https://docs.google.com/document/d/1DubedFFkTv3nzxhCJB0gGwJfaKtLDxyGuEJNHS0TIpU/edit?usp=sharing

Para conocer y sumarte a la campaña

http://change.org/porlosinvestigadores

[i] La justificación oficial de los recortes en programas de postgrado era que los fondos recaudados se utilizarían “con el fin de combatir el avance de la COVID-19, de enfrentar sus impactos y de adoptar medidas que apunten a reducir gastos y financiar programas sociales y sanitarios” (ANID, 2020).

Fuente de la Información: https://www.eldesconcierto.cl/2020/05/11/recortes-en-becas-chile-o-la-pandemia-como-excusa-para-la-precarizacion/

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