Este viernes se conmemora el 63 aniversario de la muerte de Lucila de María del Perpetuo Socorro Godoy Alcayaga, mejor conocida como Gabriela Mistral. Su obra poética revolucionó el mundo literario y en 1945 recibió el Premio Nobel de Literatura, el primer galardón para un autor latinoamericano. Hoy la recordamos con tres fragmentos de sus grandes poemas.
Amo Amor
Anda libre en el surco, bate el ala en el viento,
late vivo en el sol y se prende al pinar.
No te vale olvidarlo como al mal pensamiento:
¡le tendrás que escuchar!
Habla lengua de bronce y habla lengua de ave,
ruegos tímidos, imperativos de mar.
No te vale ponerle gesto audaz, ceño grave:
¡lo tendrás que hospedar!
Gasta trazas de dueño; no le ablandan excusas.
Rasga vasos de flor, hiende el hondo glaciar.
No te vale el decirle que albergarlo rehúsas:
¡lo tendrás que hospedar!
Tiene argucias sutiles en la réplica fina,
argumentos de sabio, pero en voz de mujer.
Ciencia humana te salva, menos ciencia divina:
¡le tendrás que creer!
Te echa venda de lino; tú la venda toleras.
Te ofrece el brazo cálido, no le sabes huir.
Echa a andar, tú le sigues hechizada aunque vieras
¡que eso para en morir!
Cosas
Amo las cosas que nunca tuve
con las otras que ya no tengo.
Yo toco un agua silenciosa,
parada en pastos friolentos,
que sin un viento tiritaba
en el huerto que era mi huerto.
La miro como la miraba;
me da un extraño pensamieto,
y juego, lenta, con esa agua
como con pez o con misterio.
Besos
Hay besos que pronuncian por sí solos
la sentencia de amor condenatoria,
hay besos que se dan con la mirada
hay besos que se dan con la memoria.
Hay besos silenciosos, besos nobles
hay besos enigmáticos, sinceros
hay besos que se dan sólo las almas
hay besos por prohibidos, verdaderos.
Hay besos que calcinan y que hieren,
hay besos que arrebatan los sentidos,
hay besos misteriosos que han dejado
mil sueños errantes y perdidos.
Fuente de la Información: https://www.telesurtv.net/news/poemas-gabriela-mistral–20180407-0028.html
Chile – EPL2020: ¡Hacia una Constituyente feminista!
Carla Perelló y Laura Salomé Canteros
Fotos: Guadalupe Scota @guadalupe.scotta
Plan de lucha. Rave feminista debajo de una manguera para aliviar el calor. Música. Análisis político. Síntesis. Reivindicación de la memoria feminista. Lectura del levantamiento que protagoniza el pueblo en el estallido social que lleva el país desde el 18 de octubre de 2019. Lecturas sobre el proceso destituyente-constituyente y el rol de los feminismos en la coyuntura actual. Fiesta. Abrazos. Y articulación sin fronteras porque se acabe el neoliberalismo.
El II Encuentro Plurinacional de las que Luchan (EPL2020) realizado este fin de semana en la Universidad de Santiago, Chile, se vivió con la intensidad que marca la calle y de la urgencia que atraviesa hoy toda una sociedad que despertó y no planea cerrar los ojos. Con miras a la Huelga Feminista del 8 de Marzo, activistas de todos los territorios se preparan bajo una consigna: “Una mujer, una barricada” y con la premisa de que “todo proceso es sin Piñera a la cabeza”.
8M: Huelga general Feminista
El EPL2020 fue convocado por más de 20 organizaciones feministas que accionan en todo el país y sirvió para llegar a consensos de cara a este año. Se acordó la huelga productiva, reproductiva y la movilización rumbo al primer hito de esta década feminista que comienza. Entre los distintos objetivos, también se cuenta seguir construyendo una cultura política feminista y constituir así al movimiento como “una fuerza política en el país con independencia de los partidos políticos, que han administrado la precarización de la vida”. Así lo sostuvo Alondra Carrillo en la conferencia de prensa del cierre. Durante el EPL2020 hubo más de 56 talleres, 50 espacios de discusión, muestras artísticas con la participación plurinacional e intergeneracional con espacios de niñez.
Durante las jornadas de un caluroso Santiago, se discutieron: violencias machistas, educación, trabajo y seguridad social, vivienda, derechos humanos y memoria feminista, aborto, mujeres indígenas en resistencia, LGBTI+ en lucha contra el hetero cis-patriarcado, tecnologías digitales, luchas anticarcelarias, niñeces y la lucha por el ambiente, entre otros. Todos estuvieron atravesados por la discusión en torno al “acuerdo de paz” firmado por las élites políticas y el proceso constituyente abierto tras la revuelta que persiste en el país hace más de 80 días.
Se cuestionó la institucionalidad sobre la que se ha construido el Chile de los últimos 30 años: “La impunidad del pasado causa las heridas de hoy” con la idea de que “la invisibilización de la memoria feminista porque los relatos de lucha aparecen masculinizados los procesos de resistencia”. La exigencia de la renuncia del presidente Piñera, de la ministra de la Mujer, Isabel Pla; la de Educación, Marcela Cubillos, y de los responsables políticos por las violaciones a los Derechos Humanos, la liberación de lxs presxs fueron demandas al unísono en cada espacio.
Desde el espacio político de niñez se exigió la reunicia de Piñera: “les niñes no pueden estar encerradxs en la casa pensando que afuera está todo bien. Estamos mal con todo lo que está pasando”, dijeron. Se exigió la apertura de Comisiones para la verdad y justicia por los delitos contra las personas que fueron asesinadas, mutiladas y detenidas desde el levantamiento. También un pliego de demandas temáticas para la vida digna: contra la violencia patriarcal, por la memoria feminista y de Derechos Humanos, por el derecho al aborto, por educación y salud para todxs, el respeto de las mujeres indígenas en resistencia, por una internet feminista, por el derecho a migrar, por el acceso a la ciudad y la vivienda y contra las violencias dentro de las cárceles.
Aunque tampoco dejaron de marcar los disensos que existen en torno a la participación que el movimiento debe tener en el proceso constituyente, hubo acuerdos mínimos: “No se puede hacer el proceso constituyente con presos políticos y bajo este régimen del terror que impide ejercer los derechos políticos con libertad”. Así dijeron las integrantes de la Coordinadora Feminista 8M, articulación que organizó y convocó al Encuentro, desde el escenario en la presentación de la síntesis sobre el eje de discusión que giró en torno a la violencia patriarcal. Se exige una nueva Constitución plurinacional, feminista y con la participación de todxs.
La lucha feminista es sin fronteras
A diferencia del año pasado, las coordinadoras del EPL2020 se propusieron para esta ocasión trascender las fronteras e impulsar la articulación transfronteriza, lo que se llevó a cabo en el marco del Comité Internacionalista de la Coordinadora Feminista 8M. Allí, más de cien activistas de unas 60 organizaciones de más de 25 países trazaron ejes en común que afectan y que debería abarcar el movimiento. No sólo de cara a la huelga general del 8M de este año, sino con la intención de generar encuentros y estrategias en el corto, mediano y largo plazo.
“El neoliberalismo comienza y acaba en $hile”, exclamaba un lienzo en el patio Marielle Franco, en memoria de la diputada del PSOL, de Brasil. Con esa lectura común por parte de las internacionalistas y de las activistas sin fronteras se puso de relevancia la importancia del movimiento y de la revuelta actual. Javiera Vallejo, integrante de la Coordinadora 8M y del Comité leyó en las conclusiones: “Una ganada en Chile ayudaría a potenciar los distintos territorios, por lo que se enfatiza la necesidad del derrocamiento del gobierno dictatorial de Sebastián Piñera como un llamado internacional”. Allí mismo, en una declaración conjunta, se repudió el Golpe de Estado cívico eclesiástico y militar en Bolivia, el fin de la criminalización de la protesta social y del modelo capitalista extractivista y patriarcal.
Además, se creó un Comité Ejecutivo para llegar a un Encuentro Feminista Internacionalista, que podría llevarse a cabo este año en Brasil. La agenda abarca diversos aspectos que hacen a las luchas de manera interseccional, transversal, intergeneracional, con perspectiva anticolonialista, antirracista: la sistematización de un calendario feminista internacional, el mapeo de organizaciones, la articulación con formas de autodefensa feministas, intercambio y actualización de las luchas, exigir la libertad lxs presxs políticxs y armar una base de datos medios alternativos y feministas, además, de recuperar la memoria de las discusiones de otros encuentros feministas.
La intención: frenar la avanzada fundamentalista, de las derechas, la intensificación del neoliberalismo y el despojo de los territorios, en donde aparece la lucha por la recuperación de los territorios, articulada en torno contra el extractivismo y el especismo, el aborto libre, legal seguro y gratuito y la defensa de la vida. Se hace inminente organizarnos por nuestra soberanía. En Chile, las feministas se volvieron a encontrar. Porque al terror del Estado le respondemos con rabia y organización para la vida digna.
Fuente de la Información: https://www.nodal.am/2020/01/chile-epl2020-hacia-una-constituyente-feminista-por-carla-perello-y-laura-salome-canteros/
La rebelión esta semana de los estudiantes chilenos contra la prueba de acceso a las universidades públicas y privadas intensificó la crítica al modelo educativo del país, una de las bases del estallido social.
Mediante el boicot, la filtración de exámenes y la ocupación de algunos de los centros en los que se llevó a cabo los pasados lunes y martes la llamada Prueba de Selección Universitaria (PSU), la movilización estudiantil provocó que la instancia fuese parcialmente suspendida, volviendo a poner el foco de las protestas en la educación.
El llamamiento a la revuelta contra la PSU partió de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (Aces), que considera que esta prueba segrega a los estudiantes en función del poder adquisitivo de sus familias y perpetúa un modelo educativo que califica como mercantilizado.
La directora del Programa de Acceso Inclusivo, Equidad y Permanencia de la Universidad de Santiago de Chile (Usach), Lorena López, explicó a Efe que en todas las PSU de los años anteriores los resultados obtenidos por los estudiantes estuvieron directamente relacionados con su posición social.
De esta manera, la PSU estaría favoreciendo que sólo ingresen en la Universidad los estudiantes de un nivel socioeconómico alto cuyas familias pueden pagar escuelas secundarias privadas de calidad o que viven en barrios acomodados o pudientes donde las escuelas públicas tienen más recursos y pueden formar mejor a los jóvenes.
«Si uno observa cuáles son los mejores rendimientos de las pruebas, estos siempre se dieron en (estudiantes que provenían de) colegios de alto nivel socioeconómico. Ahí es donde empieza a instalarse la segregación», explicó López.
El modelo educativo como problema de fondo
Por ello, la movilización de los estudiantes de secundaria no es sólo por un cambio en la PSU en sí, sino contra el sistema educativo del país.
«Hay que ir a mejorar la calidad de la educación pública de tal manera que las escuelas sean ese espacio en el que las diferencias sociales comienzan a disminuir«, defendió López.
La portavoz de Aces Aye Salgado abundó en la idea de que el problema de fondo es la educación, «que en Chile no es vista como un derecho sino como un privilegio», dijo a Efe.
«Hay educación para ricos y educación para pobres y eso se ve reflejado en la PSU. Cuando las personas tienen acceso a una educación (secundaria) mejor pueden entrar con más facilidad a la educación superior, algo que no pasa con otros colegios que no tiene recursos», explicó Salgado.
La representante de Aces señaló que se debe acometer un cambio radical en el modelo educativo creando un nuevo sistema con participación de profesores y estudiantes y avanzar hacia un sistema de acceso a la Universidad que permita que «todo aquel estudiante de secundaria que quiera entrar a la educación superior pueda hacerlo».
El boicot a la prueba
La PSU comenzó a realizarse en 2003 y consta de cuatro exámenes que se hacen en dos jornadas: Lenguaje y Comunicación; Matemáticas; Ciencias; e Historia, Geografía y Ciencias Sociales.
El Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas (CRUCH), que agrupa a 30 universidades estatales y públicas no estatales del país, es el órgano responsable de organizar la prueba, cuya ejecución encarga a la Universidad de Chile.
El boicot de esta edición acabó con la suspensión de la PSU en 86 de los 729 locales en los que se aplicó el pasado lunes y con la suspensión al día siguiente a nivel nacional de la prueba de Historia debido a la filtración de parte del examen.
Estas situaciones afectaron a 44.226 personas que no pudieron rendir la PSU de Lenguaje y Comunicación (15 % de los inscritos para la evaluación); 37.396 en Ciencias (20 % de los inscritos) y 86.571 en Matemática (29 % del total), según el CRUCH.
En tanto, más de 202.000 postulantes se había inscrito para rendir Historia, Geografía y Ciencias Sociales, que no se llevará a cabo este año por razones de «inviabilidad técnica, logística, territorial y de seguridad pública», divulgó el Consejo de Rectores.
Estudiantes amenazan con seguir boicoteando la prueba
El CRUCH sí programó para los próximos 27 y 28 de enero las pruebas de Matemáticas, Lenguaje y Ciencias para quienes no pudieron hacerlo esta semana por el boicot.
Sin embargo, la Aces está decidida a seguir movilizándose para impedir que tenga lugar la prueba que, en opinión de uno de sus portavoces, Víctor Chanfreau, «no puede darse nunca más» porque «atenta contra el derecho a la educación»
«Es ahora o nunca el momento de cambiar estructuralmente el modelo educativo y esta prueba de acceso a la educación superior, que sólo segrega», dijo Chanfreau esta semana a la prensa.
La PSU estaba fijada en un primer momento para los días 18 y 19 de noviembre del año pasado, pero se pospuso hasta en dos ocasiones dado el contexto social del país, inmerso desde el 18 de octubre de 2019 en un fenómeno de movilizaciones sociales contra la desigualdad.
En este marco se han reportado episodios de violencia extrema con saqueos, incendios, barricadas y destrucción de mobiliario público y al menos 27 muertos, además de centenares de denuncias por la presunta comisión de violaciones de derechos humanos por las fuerzas de seguridad al contener las manifestaciones.
En estos días con motivo de la rendición de la que es la última PSU, ha vuelto a la discusión los cuestionamientos sobre la segregación que existe en el sistema educativo chileno y las situaciones desiguales que enfrentan los estudiantes al someterse a esta prueba, lo que es efectivo, asumiendo además que ya quedaron muchos en el camino y otros quedarán después de darla.
Ello, porque muchos no pudieron incorporarse a un pre-universitario pagado que trate de “tapar” los muchos hoyos que ha tenido su formación en educación básica y media, lo que les ha impedido tener una verdadera progresión en los estudios, y también por las muchas necesidades que el medio familiar, comunitario y escolar no siempre ha podido compensar.
¿Y cuáles son estas necesidades o carencias que el sistema educativo debe hacerse cargo y que no lo hace, en especial, en los sectores más desventajados?
Los problemas empiezan en el hogar y en la educación parvularia. Sin desear estigmatizar las dificultades que existen en las familias de escasos recursos materiales, en las cuáles hay muchos ejemplos de superación, lo cierto es que sabemos que la mayoría de ellas están encabezadas por una jefa de hogar que es la proveedora, y, por tanto, tiene que trabajar todo el día.
A sus 8 horas laborales externas, debe agregar las de desplazamiento que hacen sumar 2 más, y todo el trabajo en el hogar.
¿Cuánto tiempo le queda para tener momentos de esparcimiento con sus hijos, regalonearlos, jugar con ellos y “hablarles”? Por todo ello, es que la jornada laboral de 40 horas era importante.
Pareciera extraño, resaltar el “hablarles”, pero múltiples investigaciones en Chile y en todo el mundo muestran que aquellos niños y niñas cuyas madres les hablan de asuntos que tienen interés para ellos, tienen mayor lenguaje y les va mejor en el rendimiento escolar.
Se ha medido también que párvulos de sectores populares tienen un tercio de las palabras de niños de sectores acomodados, que tienen un medio más letrado y oportunidades de todo tipo en sus familias y/o sustitutos que les cantan, leen, los sacan a pasear y conversan con ellos.
En este contexto la educación parvularia debería compensar algunas de estas carencias y lo hace, pero en parte. Las condiciones no siempre son las mejores como lo hemos señalado muchas veces en este espacio.
La posibilidad de interacciones afectivas y cognitivas de calidad que son las instancias donde se favorecen los aprendizajes valiosos de los niños y niñas, están limitadas en los jardines infantiles – entre otros – por el inadecuado coeficiente existente de adulto-niños que se acrecienta por las licencias médicas del personal.
A ello se suma la enorme burocratización en que se ha convertido la práctica docente y también por la equívoca sobreescolarización del nivel, que lleva a favorecer aprendizajes limitados, y no los valiosos: el pensamiento, la creatividad, el trabajar con otros, el resolver problemas, entre otros, siempre acorde a su ser de niños y niñas.
Si la vida de un estudiante comienza así, ¿cómo sigue en educación básica y secundaria? Las discontinuidades en áreas como matemáticas, física o química, por ejemplo, son frecuentes.
“Mala base” dicen los padres y así continúan año tras año y llegan a dar la PSU. Pocos se preocupan de cambiar la metodología y superar estos aprendizajes, “Hay que pasar los contenidos de cada año”, dicen, los no logrados anteriores parece que no importan.
Por lo dicho y mucho más, urge no sólo una reforma del sistema educativo; ello no es suficiente, es un repensar e instalar un sistema más humano de educación donde los aprendizajes y necesidades de cada niña y niño, sean el eje del quehacer familiar y escolar, implica formar una sociedad educativa.
En este Chile de hoy que tenemos que reconstruir, la educación debería ser uno de los pilares centrales de instalar, y debiera ya empezar a trabajarse, y no sólo frente a los estallidos de diverso tipo que hemos tenido y que vamos a tener posiblemente en este sector, que no da más en su forma y fondo actual.
Hay que revisar todo: fines, principios, instituciones, agentes, normativas, coordinaciones, insumos, etc., con participación de todos los sectores con capacidad de diálogo y altura de miras.
Ojalá que aprovechemos este momento histórico para hacerlo, es la única forma de tener un Chile mejor.
Fuente del artículo: https://opinion.cooperativa.cl/opinion/educacion/las-desigualdades-del-sistema-educativo/2020-01-08/114512.html
América del Sur/Chile/12-01-2020/Autor(a) y Fuente: spanish.xinhuanet.com
La Justicia chilena sancionará a los responsables de boicotear la prueba de selección universitaria (PSU) rendida esta semana en el país sudamericano, afirmó el presidente Sebastián Piñera.
El mandatario aseguró que «297.000 jóvenes debían rendir la PSU, pero más de 80.000 no pudieron porque un grupo de violentistas les arrebató ese derecho».
Dijo al respecto que «los violentistas serán juzgados y sancionados por la Justicia, y los estudiantes tendrán otra oportunidad de rendir la prueba».
Grupos de jóvenes se plegaron el lunes y martes al llamado a boicotear a nivel nacional la PSU, realizado por la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (Aces) y la Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios (Cones).
Esto, en rechazo a un examen que consideran «segregador» y que «reproduce la desigualdad social».
En este contexto, el organizador Departamento de Evaluación, Medición y Registro Educacional (Demre) de la Universidad de Chile cifró en 64 los centros en los que no se pudo realizar la PSU y en los que fue suspendida.
Esto, debido a los disturbios ocasionados fuera o dentro de las sedes, lo que impidió el normal funcionamiento de esta jornada en la que se mide el acceso a toda las universidades públicas y privadas del país.
A los desórdenes registrados el lunes, se sumó el martes la suspensión a nivel nacional de la prueba específica de Historia, Geografía y Ciencias Sociales, una de las cuatro que deben ejecutar los jóvenes chilenos, debido a la filtración del facsímil a través de redes sociales.
El ministro del Interior, Gonzalo Blumel, declaró a la prensa que el gobierno se querelló en contra de 16 personas «debidamente individualizadas».
«Hemos iniciado un conjunto de acciones penales contra quienes causaron daños, atacaron a Carabineros, realizaron filtraciones y contra quienes incitaron o promovieron acciones que alteraron el orden público», explicó el funcionario.
La PSU se rindió en Chile en medio de la crisis social que estalló el 18 de octubre pasado con manifestaciones en todo el país en contra de la desigualdad social y el modelo económico neoliberal.
La prueba en un principio estaba fijada para los días 18 y 19 de noviembre, pero debió ser pospuesta dos veces.
El proceso estuvo resguardado por 4.500 funcionarios de Carabineros, más otro número de detectives, quienes detuvieron a 320 personas por diversos delitos.
Todo empezó el 18 de octubre de 2019. El alza de las tarifas del metro fue la ‘gota que rebosó el vaso’, la población chilena se solidarizó con los y las estudiantes para exigir cambios: pensiones justas, trabajos formales, salud pública, educación gratuita y de calidad. El país de Nuestra América no solo se cuestiona su Constitución, sino a un modelo económico y político llamado neoliberalismo.
Chile ha experimentado una de las dictaduras más sangrienta que golpearon el continente latinoamericano: 28.259 fueron las víctimas de secuestro y tortura durante el gobierno del dictador Augusto Pinochet (1973-1990). De estos, 2.298 fueron asesinados y 1.209 desaparecidos. Muchas de estas historias aún no se investigan pues la justicia se rige por el antiguo código de procedimiento penal, creado durante la dictadura; se mantienen secretos los documentos, testimonios e información básica proporcionados por las víctimas de la época.
El Estado chileno es el resultado de intereses y acuerdos que toman sus raíces al interior de un conflicto: la dictadura militar. Es un “Estado político”, porque no busca detener el conflicto sino que, al contrario, busca administrarlo, incorporarlo. “Un Estado centralista, librecambista, asistencialista, centrado en la búsqueda de consensos para el statu quo, y que se vincula con los sectores sociales a través de la burocratización de la política y vaciamiento de lo político y que en última instancia siempre se ha impuesto desde las armas1.
Cuando al final de los años 80 el gobierno dictatorial empezaba incomodar éticamente a las empresas y al libre comercio, la “transición a la democracia” pudo resolver esta “incomodidad”. Sin embargo esta transición nunca supo vincular a los movimientos sociales los cuales lucharon siempre contra la dictadura.
No es un caso aislado, de hecho, que las protestas actuales en Chile hayan sorprendido a la clase política tradicional. “Esta situación es reveladora de la escisión y la distancia de la política para y con la sociedad, del “desacoplamiento” de lo social y lo político, base sobre la cual se organizó la transición a la democracia, que excluyó y subordinó a los movimientos sociales que lucharon en contra de la dictadura”, explica Mario Garcés, historiador chileno.
“Este fue de algún modo, el resultado de la adaptación de la centro izquierda (demócratas cristianos, socialistas y del partido por la democracia) a la Constitución de 1980 y al modelo neoliberal. La primera adaptación a la Constitución del 80 condujo a la “elitización” u “oligarquización” de la política; la segunda adaptación, al modelo neoliberal, condujo a la “mercantilización” de la vida social. En este contexto, tanto la derecha, por razones obvias, como la centro-izquierda se asimilaron a las lógicas neoliberales, mejoraron sus ingresos (especialmente los parlamentarios y altos funcionarios públicos) y vaciaron progresivamente la política de contenidos ideológicos2”.
Mercantilización de la democracia
Transformaron el concepto de cosa pública en lógicas de mercado, “creando una legitimidad que a la élite y a la sociedad le permitió vivir una apertura que funcionó, como diría Gramsci, como una democratización pasiva desde lo alto. […] Pero, como el mercado responde a lógicas del mercado y no de lo público, bastaba el devenir de una variación de las variables macrosociales (como lo llaman los expertos) para develar la fragilidad de dicho pacto social”3.
Es así que se llegó a que el 1% de la población chilena, se lleve el 30% del Producto Interno Bruto -PIB-, cuando el restante 99% de la población tenga que trabajar para que el 1% pueda seguir otorgándole créditos.
Estallido de sistema
“Estos son tiempos de una crisis planetaria de la civilización mundializada y sus principales contradicciones son la relación de explotación entre el humano y la naturaleza y la del humano por el humano, entendida como equilibrio biótico y sistémico de un conjunto completo de elementos”, asegura la publicación Genealogía de una crisis.
Igual, es muy difícil por los detentores del PIB, a nivel mundial, de deshacerse de este sistema. Eso significaría perder los privilegios que estas personas mantienen desde mucho tiempo. Pero ya tienen estrategias para no perderlos. Hay varias maneras para distraer la opinión pública de la base del iceberg del problema. Una de estas es la “personificaciones” de los problemas. Fue fácil, durante los últimos años 40, personificar a la figura de Adolfo Hitler (Alemania) o Benito Mussolini (Italia) con el nazismo o el fascismo, e incluso al final de los 80, personificar la dictadura chilena en la figura de Pinochet.
El problema de personificar la crisis
La población se concentra sobre una persona, pensando que esta persona es la causa del problema, y una vez eliminada, este va desaparecer. Es lo que pasa hoy en día en Chile con la figura de Sebastián Piñera. Es “el hombre” a eliminar. Es el que exacerba la represión, que impide los cambios queridos en Chile. Y no son solos los chilenos a decirlo, las ONGs como Amnesty International, o Human Rights Watch, los países europeos, como Alemania, los organismos internacionales, como Naciones Unidas también lo expresan al publicar sus informes.
Sebastián Piñera ya es incómodo como lo fue para el fin de su época el general Augusto Pinochet. Piñera está impidiendo que las protestas se calmen y eso provoca que, además de continuar con las violaciones a los derechos humanos, el sistema neoliberal no funcione, y las ganancias para las empresas se frenen o caigan.
Imma Guerras-Delgado, líder de la delegación de Naciones Unidas que se presentó en Chile entre el 30 de octubre y el 22 de noviembre de 2019, fue muy clara en ese sentido el día que presentó a la prensa acreditada en las Naciones Unidas de Ginebra, Suiza, el Informe publicado por la delegación de la Oficina del Alto Comisionado –Acnudh- el ‘Acuerdo por la Paz Social y la Nueva Constitución es la solución’. Un acuerdo que, según ella, debe ser “participativo e inclusivo”.
Sin embargo, los movimientos sociales que ya se expresaron en respecto al Acuerdo por la Paz Social y la Nueva Constitución, no lo definieron en ningún momento como inclusivo o participativo, denunciando la exclusión en la decisión del texto.
Según Juanita Aguilera, presidenta de la Comisión Ética contra la Tortura -Cect-: “La derecha está resguardando a que nada se cambie. Todo eso lo hicieron a espaldas del movimiento social, nadie del movimiento social fue incluido en estas decisiones. Fue un acuerdo a altas horas de la madrugada, sacaron el comunicado cuando toda la ciudadanía estaba durmiendo, mientras la represión no ha parado”.
1 Geanologia de una crisis, Instituto Patagónico de Estudios Culturales, Cristian Cepeda Oropesa, Ricardo Perez Abarca, Silvio Reyes Rolla.
2 Octubre de 2019: Estallido social en el Chile neoliberal, Mario Garcés.
3 Geanologia de una crisis, Instituto Patagónico de Estudios Culturales, Cristian Cepeda Oropesa, Ricardo Perez Abarca, Silvio Reyes Rolla.
Como Foro por el Derecho a la Educación Pública FODEP, y en conjunto con distintas organizaciones de actores educativos, manifestamos nuestro más profundo apoyo y solidaridad a los y las estudiantes secundarias/os quienes se han movilizado representando valientemente el sentir de amplios sectores de pobladoras, estudiantes y trabajadores para impugnar la realización de la Prueba de Selección Universitaria. Y que por estas acciones han sido objeto de acusaciones y posibles querellas por parte del gobierno, así como de hostigamientos, amenazas virtuales y ataques en contra de su integridad física y psicológica, particularmente hacia los y las compañeras de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios ACES, miembros de nuestra coalición, quienes durante años protagonizan, entre otras organizaciones, las movilizaciones por el derecho a la educación en Chile.
La PSU se ha convertido en un instrumento evaluativo clave de la mantención del modelo educativo chileno neoliberal, por su rol en la segregación social y económica de la población chilena. Por ello, no vacilamos en rechazar la intensa represión sufrida por los y las estudiantes que se opusieron valientemente a una nueva aplicación de la prueba en todo el país. Jóvenes que representan las frustraciones y luchas de sus padres y familiares por no haber podido sortear con equidad este formidable escollo de desigualdad educativa y de involución social, tal como el sistema de universidades chileno, de implacable sentido mercantil, a pesar de los intentos de cambios cosméticos y de falsa gratuidad hechos entre los años 2015 y 2017.
Por estas razones, decimos fuerte y claro: No a la criminalización de los y las dirigentes secundarias de ACES y de todos las y los jóvenes, apoderadas/os y profesoras/es que se han movilizado en rechazo a la prueba segregadora. Exigimos al Estado y los organismos correspondientes la protección para sus vidas y de su integridad, no queremos más hostigamientos y amenazas, arriba los y las que luchan por una educación pública comunitaria, inclusiva, gratuita y plurinacional para todas y todos en todos sus niveles, incluida la Educación Superior.
¡No más segregación en la Educación!
¡No más PSU!
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