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99.733 colombianos presentarán las pruebas Saber en marzo

América del sur/Colombia/28 Febrero 2019/Fuente: Semana

Ya están listas las citaciones para los estudiantes que presentarán la prueba de Estado y los adultos que quieran validar su bachillerato en el primer trimestre del año.

El domingo 10 de marzo, 72.218 estudiantes presentarán la prueba Saber 11, 23.448 jóvenes de noveno y décimo grado harán la prueba PreSaber y 4.067 ciudadanos mayores de 18 años la prueba de Validación del Bachillerato Académico.

El Instituto Colombiano para la Evaluación de la Educación (Icfespublicó las citaciones este viernes para los 99.733 colombianos que se inscribieron a estas tres pruebas. En estas podrá encontrar el lugar exacto, fecha, hora y duración del examen, además de las condiciones y requisitos para la presentación del mismo.

“La consulta de la citación es muy sencilla. Los estudiantes, sus padres, las instituciones educativas y quienes se inscribieron de forma individual pueden hacerla a través de nuestros portales web,www.icfes.gov.co, o www.icfesinteractivo.gov.co. Les aparecerá una ventana emergente en donde encontrarán las citaciones de las diferentes pruebas”, indicó María Figueroa, Directora General del Icfes.

El instituto destacó la importancia de realizar este proceso pronto, pues solo hasta el miércoles 27 de febrero se podrá hacer rectificaciones de datos, solicitudes extraordinarias de cambio o correcciones de municipios de aplicación, en caso de que esta información esté errada en la citación.

Los resultados de las tres pruebas serán publicados en este portal el 11 de mayo (para los resultados de la prueba Saber 11) y el 18 de mayo (para los resultados de validaciones y del PreSaber).

Fuente: https://www.semana.com/mundo/articulo/solo-hubo-perdedores-el-sabado-en-venezuela/602787

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¿Adoctrinamiento en la educación colombiana?

Por: La Silla Vacía/27-02-2018

En la última semana se ha desatado una  polémica que gira alrededor de lo que se ha denominado como “adoctrinamiento” por parte de algunos docentes en Colombia.

Conviene reflexionar acerca de algunos aspectos que están relacionados con el término «adoctrinamiento» que, según la RAE, consiste en  “inculcar a alguien determinadas ideas o creencias”.

Si consideramos que la educación es, de acuerdo con algunos pensadores de este campo como Vigotsky, un modelo de transmisión de la cultura, el acto de educar tendrá que ver siempre con inculcar en alguien un cúmulo de ideas particulares o creencias. Es decir, siempre estará relacionada con un tipo de adoctrinamiento. Probablemente la polémica reciente tiene que ver con qué clase de ideas son las que un docente pone a circular en un aula.

Pero, ¿no es acaso cualquier proyecto educativo un adoctrinamiento en sí mismo? El proyecto de la modernidad se asentó sobre la educación como elemento fundamental. Sus  ideales de nación, patriotismo o ciudadanía, entre otros, han sido transmitidos principalmente por el sistema educativo. En este sentido, la educación es la base de la organización política, entendida esta última como la participación en la vida común, que es social por excelencia. Dicho esto, la educación es una práctica política, en esencia.

En este escenario, el docente es un actor protagónico. Incluso la decisión de ser docente implica ya una posición ideológica de cara a la sociedad. Esto es válido en el ámbito mundial ya que, salvo contadas excepciones, la profesión docente se considera en la mayoría de países, una condición de segunda categoría o de inferioridad frente a otros oficios. En Colombia, el contexto adquiere mayor relevancia si se piensa en factores relacionados como las distancias entre la educación oficial y la privada, en sus distintos niveles; las amenazas que reciben los docentes en algunas zonas urbanas o rurales o la inestabilidad laboral, principalmente en el sector privado.

Por lo tanto, es imposible concebir la educación sin adoctrinamiento. Justamente es el docente, quien se encarga de traducir en términos prácticos el legado cultural que una sociedad quiere preservar. La libertad de cátedra se constituye en una garantía para la transformación y la innovación del conocimiento que circula por los centros académicos. Es justamente, en muchos casos, el docente quien se echa al hombro la tarea de contribuir en la formación de sujetos críticos, curiosos y por qué no, rebeldes, frente a la asimilación de los contenidos culturales que una sociedad, no tan sana, pretende transmitir.

La libertad de cátedra es un bastión desde el que se propone y se transforma un ideal de mundo distinto. De no ser así, estaríamos compartiendo principios medievales y caducos. Evidentemente no se trata de formar personas con rencor social sino de incitar y seducir hacia posturas críticas y propositivas que contribuyan a transformar una sociedad que reclama generaciones que piensen y actúen distinto. Aunque en la profesión docente aún quedan cosas por mejorar y ajustar, no se puede coartar la posibilidad de que en las aulas se construya un nuevo país, un nuevo mundo.

 

*Fuente: https://lasillavacia.com/silla-llena/red-de-la-educacion/historia/adoctrinamiento-en-la-educacion-colombiana-70222

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¿La educación como derecho o mercancía?

Por: John Freddy Gómez y Camila Andrea Galindo

“La ignorancia mata a los pueblos, y es preciso matar a la ignorancia” José Martí

El sistema de educación superior en Colombia ha tenido grandes transformaciones después de la instauración de la Ley 30 de 1992 (Congreso de Colombia, 1992), en la cual se contempla la educación superior como servicio público y no como derecho fundamental, caracterización que conlleva a dos premisas: i) la posibilidad de la prestación del servicio por parte de privados; y, ii) la apertura a la mercantilización de la educación superior en el país.

Este proceso de convertir la educación superior en servicio y por ende en mercancía es reflejo de la profundización y radicalización del sistema socioeconómico capitalista en la década de los años 70, que será consolidada y constitucionalizada en varios países de nuestra américa en la década de los años 90 del siglo XX con la imposición de un sistema neoliberal en el que se pretende ampliar al máximo la mercantilización de cualquier espacio de relacionamiento de las personas con el fin de generar una ampliación del mercado para posibilitar una mayor acumulación de capital. (Estrada Alvarez, 2006)

Es así como se establecen términos como el capital humano que cosifica a las personas y pretende generar índices e indicadores de precios a la fuerza laboral conforme al adoctrinamiento de esta, como también comprende una violencia simbólica directa e interiorizada en la sociedad y es el pensamiento de que las personas con mayores logros académicos -cada vez más técnicos y menos reflexivos- pueden acceder a una mejor posición económica en la sociedad, lo cual ocasiona un ideal de logro individual y de competencia inscrita a la acumulación de técnicas relevantes para el sistema socioeconómico imperante y muchas de las veces en contradicción con las necesidades de la sociedad en conjunto.

La teoría del capital humano permite hacer unas profundizaciones fundamentales que no existían en versiones anteriores de la teoría neoclásica. Primero, vuelve a la tradición ricardiana y marxista y la amplía al considerar el trabajo como un medio de producción producido, cuyas características dependen de la configuración total de las fuerzas económicas. Segundo, rechaza el supuesto simplista del trabajo homogéneo y centra su atención en la diferenciación de la población activa. Tercero, introduce en el terreno del análisis económico instituciones sociales básicas (como la escuela y la familia), relegadas antes a las esferas culturales o superestructurales” (Bowles & Herbert, 2014)

Este proceso de mercantilización consolida, por un lado, la susceptibilidad de generar acumulación de capital en el mercado de la educación superior y, por otro lado, el adoctrinamiento y servilismo de las sociedades por medio del control de instituciones que son llamadas a la normalización y encajonamiento de las personas a un sistema socioeconómico predeterminado donde no se discuta el sistema en sí, sino a lo máximo las consecuencias de este. Todo esto permitido y consolidado por la intensificación de la parcialidad y particularidad de cada ciencia, donde se observa el árbol cada vez más detalladamente sin entender el papel de este en el conjunto del bosque.

En Colombia el papel de la mercantilización de la educación como fuente de acumulación ha sido impedida parcialmente [ 1 ] debido a la imposibilidad legal de transferir recursos desde el sistema de educación superior hacia otros sectores o hacia la acumulación individual, pero esto no implica que no se viva en la realidad material en varias instituciones debido al bajo control y/o al contubernio entre instituciones privadas de educación superior y el Estado colombiano.

La segunda relación de la mercantilización como fuente de subordinación, alienación, cosificación y normalización ha tenido un proceso altamente preocupante donde los procesos educativos superiores son vistos como transferencia de conocimientos técnicos y matemáticos con baja reflexibilidad y critica, mucho más intensificado en las universidades privadas que en las públicas donde las personas que habitan estos espacios y los mismos espacios se niegan en parte a la ausencia de la crítica y disputan por la construcción en común de una sociedad más justa.

A partir de esto el Estado colombiano pretende el adoctrinamiento neoliberal en la universidad pública y a la normalización bajo el concepto de capital humano por medio de: i) la desfinanciación por parte del Estado, ii) la subordinación de la universidad ante los recursos privados de las empresas nacionales y trasnacionales, iii) la financiarización de la educación, iv) el bombardeo de la técnica y matematización del conocimiento y, v) la postración del sistema de educación superior público en el país.


2. Estrategia y táctica del sistema socioeconómico por la privatización y mercantilización de la educación superior en Colombia.

Como hemos enunciado, la transformación de la educación superior en Colombia en las últimas décadas tiene como origen la emisión de la Ley 30 de 1992, en la que se pretendió generar un espacio de mercantilización del sistema de educación superior aun insipiente, gestando los procesos de deterioro de este, debido a la falta de financiación pública y a la exigencia propia y externa de aumentar la capacidad del sistema de educación publica.

Este proceso de largo aliento por la privatización de la educación superior en Colombia se puede evidenciar en el capítulo quinto de la Ley 30 de 1992 -DEL REGIMEN FINANCIERO- donde se establece que el incremento del presupuesto destinado desde el Estado hacia las Universidades Públicas se rige sobre el incremento en pesos constantes -IPC- que tiene como fin mantener en el tiempo el poder adquisitivo de la destinación presupuestal en el año de expedición de la Ley 30. (Congreso de Colombia, 1992)

Es decir que la universidad pública en el año 2018 cuenta con el mismo presupuesto del año 1992, lo que conlleva a un grave problema debido a que no se cuenta con los gastos derivados en el aumento de la capacidad de estudiantes, tecnificación de las plantas, mantenimiento de los espacios y ampliación de las sedes, entre otros rubros que han aumentado exponencialmente mientras que los recursos se mantienen invariables con referencia al poder adquisitivo como se puede evidenciar en el siguiente extracto.

Durante la década del 90, esta fue más o menos la característica que adoptó la financiación de las Universidades Estatales; así las Universidades fueron creciendo sus presupuestos en términos reales, aunque nunca de manera relevante. De esta forma y no sin dificultades, las Universidades fueron sorteando los costos crecientes por la expansión de su matrícula (…) Esta temporada de limitación presupuestal coincidió con grandes presiones de los Gobiernos por ampliar la cobertura y no de cualquier manera. No solamente había que construir infraestructura, actualizarse tecnológicamente, mejorar el nivel de formación de los profesores, hacer investigación, mejorar la planta, para atender los rigores de sistema de calidad, sino que había que pensar en cerrar las brechas sociales, llevando ofertas a las regiones apartadas, e incluso incursionado en la formación técnica y tecnológica” (Sistema Universitario Estatal , 2012, pág. 9)

Es así como el aumento en la cobertura de las Universidades Públicas en el país entre el año 1993 y 2018 está alrededor del 11% índice anual, mientras que la destinación presupuestal se mantiene congelada en el tiempo acarreando diferentes procesos de crisis estructural del sistema de educación superior. Esta es la manifestación más clara de la estrategia de largo plazo del Estado por debilitar y transitar hacia la mercantilización de la educación superior basada en una degradación paulatina del sistema y no así ante un choque directo por la privatización del sistema.

Ahora bien, si revisamos cómo ha sido el comportamiento de las transferencias de la Nación a los presupuestos de las Universidades Estatales en comparación con el aumento de cobertura estudiantil, encontramos que mientras los estudiantes matriculados en las 32 Universidades pasaron de ser 159.218 en el año 1.993 a 611.800 en el año 2016, el aporte anual del Estado promedio por estudiante pasó de $10.825.890 a $4.785.338 en el mismo período” (Sistema Universitario Estatal, 2018, pág. 9)

Este desequilibrio entre gastos e ingresos en las universidades públicas como estrategia de privatización, llevó a que las universidades en las ultimas 3 décadas viviera en un constante déficit, que se recrea, hoy en día, en una deuda histórica de aproximadamente 15 billones de pesos, lo cual consolida las diferentes estrategias de desgaste de la universidad pública [ 2 ] y la puesta en marcha en el año 2011 de la reforma a la Ley 30 que tenía como propósitos, entre otros:

A. La completa mercantilización de la educación superior introduciendo el ánimo de lucro y la transferencia de recursos entre sectores que está impedido en la Ley 30 de 1992.
B. La desaparición de la universidad pública derivado de la apertura de financiamiento de sectores privados con estímulo a la acumulación de capital.
C. Mayor control de las universidades tanto por el sector privado como por el estado, soterrando la de por si baja autonomía universitaria.

Aunque varios sectores sociales y políticos exigen una reforma a la Ley 30, esta reforma emanada por el gobierno de Juan Manuel Santos en el año 2011 no contenía como base la gratuidad, universalidad, autogobierno, autonomía y calidad, todas y cada una exigidas por el pueblo colombiano y el sector de la educación en el país, sino que fue la táctica para la completa privatización y aniquilación de la universidad pública, garantizada, claro está, por la estrategia de desfinanciación y posteriores reformas derivadas de este proceso.

Aunque el gobierno del entonces presidente Juan Manuel Santos mantuvo la propuesta de la reforma durante algunos meses, el movimiento estudiantil junto a los diferentes sectores sociales y políticos concretados en la Mesa Amplia Nacional Estudiantil -MANE- doblaron la mano del gobierno que consideró en desistir en su táctica de reforma a la Ley 30 como articulado, mientras implementó e implementan tácticas más técnicas y de más largo aliento con pequeñas reformas como el Acuerdo por lo Superior 2034, Ser Pilo Paga, Generación E y el papel preponderante del ICETEX como fuente de transferencia de recursos públicos hacia los entes privados.


3. Desfinanciación, burbuja especulativa y subordinación de la educación superior en Colombia

La desfinanciación de la educación superior por parte del Estado colombiano desde el año 1993 es la dosis que gota a gota aumenta y jalona la mercantilización del sistema, donde se observa, como ya evidenciamos un déficit en los ingresos con relación a los gastos de las universidades públicas como también la transferencia cada vez más grande del gasto público para la educación superior hacia diferentes sectores como son el ICETEX y sus políticas de transferencia de capital público hacia universidades privadas por medio de los programas Ser Pilo Paga y Generación E, como se puede evidenciar en la siguiente gráfica.

http://www.cadtm.org/local/cache-vignettes/L640xH402/i1-a1d92.jpg?1549813737

 

Relación entre el gasto público en educación superior con respecto a los aportes de la nación a las universidades públicas en Colombia.

En la anterior gráfica, podemos evidenciar el desplome de la inversión desde el gasto público del presupuesto de educación superior hacia las universidades públicas en el país pasando del 55,7% en el año 2002 al 37% en el año 2016, poniendo de manifiesto que no solo el desplome de inversión hacia el presupuesto de educación ha golpeado a las universidades públicas sino que también la destinación de este presupuesto se ha deteriorado derivado a que en los últimos años se ha intensificado los llamados subsidios a la demanda que no es más que créditos captados por el ICETEX con el fin de trasladar dineros públicos hacia entes privados y trasladar la carga de la educación desde el Estado hacia las familias colombianas que al final terminan pagando créditos insostenibles.

Este sistema de subsidios a la demanda por medio de los programas Ser Pilo Paga y ahora con el programa Generación E, no solo es injusto con el pueblo colombiano al transferir las cargas de la educación superior a las familias y al trasladar dineros públicos hacia los entes privados de educación superior, sino que es ineficiente en términos económicos y ha generado un hueco fiscal de alrededor de 2 billones de pesos para el año 2018, acusando un posible detrimento patrimonial por medio de la emisión de este tipo de programas que manifiestan inconfundiblemente el compromiso del estado por la privatización del sistema y no por la dignidad del pueblo colombiano.

Según los datos obtenidos del documento Conpes 3914 de 2018, la inversión en este programa ha significado al Estado alrededor de 3,5 billones de pesos entre los años 2015 y 2018 con un alcance de estudiantes beneficiados de tan sólo 40.000 en todas las cohortes. Si se realiza un análisis simple, los aportes que por todo concepto realiza el Estado para financiar el funcionamiento de las Universidades Estatales correspondió este año a 3,6 billones de pesos y benefició a más de 600.000 estudiantes; lo que indica una gran desproporción en el impacto de los recursos destinados a este programa de gobierno frente a los invertidos en el sistema universitario público” (Sistema Universitario Estatal, 2018, pág. 29)

Este tipo de programas estatales de subsidio a la demanda que en la práctica se consolidan en las universidades privadas debido a su relativa facilidad de ingreso, ha generado una burbuja especulativa en las matrículas de dichas universidades, causado por el aumento de la demanda que propicia un aumento del valor de la mercancía en este tipo de universidades vista la educación superior como mercancía y a las y los estudiantes como clientes, y donde el Estado es un agente de transferencia de dineros públicos hacia las universidades privadas alimentando la especulación en dichas entidades.

Tres años después de ponerse en marcha Ser Pilo Paga, sólo el 15,6 % de los beneficiarios están matriculados en universidades públicas, el 83,8 % lo están en universidades privadas y el 0,6 % en instituciones de carácter especial. Las universidades privadas que más pilos reciben son: Javeriana (2.541, 8 %), La Salle (1.881, 6 %), los Andes (1.869, 6 %), Pontificia Bolivariana (1.741, 6 %) y Jorge Tadeo Lozano (1395, 5 %). Los Andes es la tercera universidad que más pilos tiene, pero la que más plata recibe: $49.065’428.800 (…)” (Correa & Pardo, 2017)

Este proceso de burbuja especulativo por medio del programa ser Pilo Paga y ahora el programa Generación E donde las universidades públicas han subido sus matrículas exponencialmente en los últimos años, ha sido confrontada por diferentes senadores y representantes a la cámara como la representante María José Pizarro que increpando a la actual Ministra de Educación María Victoria Angulo, hizo que esta reconociera el proceso especulativo y prometió el control eficiente que se debe tener con estas entidades donde los dineros no pueden ser trasladados hacia otros sectores o hacia personas jurídicas o naturales.

En 2015, la Universidad de los Andes, después de armado el modelo de Ser Pilo Paga, incrementó su matrícula en 5,3 %, en 2016 el incremento fue de 6,9 % y este año el aumento llegó al 9,6 %. Cerca del 35 % de sus nuevos estudiantes matriculados hacen parte del programa” (Correa & Pardo, 2017)

Como todas las promesas gubernamentales todo se queda en eso, promesas, no se ha movido una piedra por observar donde recayeron estos dineros y si fueron trasladados hacia el lucro individual violando la normatividad del país. Este tipo de programa muestran la ineficiencia, injusticia social, traslado de dineros públicos hacia privados, transferencia de las cargas económicas por la educación superior desde el Estado hacia las familias, la financiarización de la educación, reducción de la inversión directa a las universidades públicas, entre otras catastróficas consecuencias que parecen no importarle al Gobierno manteniendo y remasterizando al Ser Pilo Paga ahora con la Generación E, evidenciando tajantemente la estrategia de largo plazo de desfinanciación y mercantilización de la educación acompasada con procesos de corrupción y captación del Estado para incentivar el lucro individual.

Estos procesos de desfinanciación de la universidad pública han configurado que en búsqueda de recursos: i) se aumenten las matrículas de las y los estudiantes, ii) la reducción dramática del bienestar estudiantil, iii) reducción de planta profesoral con relación al total de estudiantes, iv) tercerización y flexibilización laboral dentro de las universidades con cargas excesivas y denigrantes para los y las trabajadoras y, v) venta de bienes y servicios, entre otras dinámicas que se acompasan con la violencia simbólica de la cultura neoliberal que se interioriza poco a poco en nuestras universidades y en los currículos de las diferentes carreras universitarias.

Todas estas consecuencias merecen un análisis exhaustivo, tan solo enumeramos las consecuencias haciendo énfasis en la venta de bienes y servicios por parte de la universidad pública, donde evidenciamos como esta institución que ha sido vista como creadora y procreadora de justicia social alrededor del país, en los últimos años se ha deteriorado por su complacencia con las empresas trasnacionales y multinacionales que se valen de la necesidad de financiamiento para imponer sus agendas corporativas por encima de la ética de las universidades públicas, y hemos de manifestar también de algunas personas que en complicidad con el sistema y manteniendo un papel preponderante en la burocracia universitaria potencian estas relaciones de corporativismo que golpean directamente las necesidades de las comunidades alrededor del país como son los proyectos extractivistas.

Por todo esto, como estudiantes y personas de la comunidad debemos interponernos ante la estrategia del sistema por la mercantilización y privatización e imponer la transformación del sistema de educación donde se propenda por la gratuidad, universalidad, calidad, autonomía y autogobierno con un énfasis directo en concatenar la educación con las necesidades de los sectores populares y las comunidades en resistencia con el fin de construir un país con justicia social e impedir que el sistema neoliberal transite en el tiempo tanto en el sistema educativo como en el país.

Desde el pasado 2018, se ha vivido un incremento de la reflexión, construcción y movilización en el movimiento estudiantil colombiano con diferentes reivindicaciones que engloban las necesidades de una educación pública, gratuita, de calidad, universal, con autonomía y autogobierno. En el segundo semestre del año pasado se vivió un paro nacional de las universidades públicas y su movilización anudado con la gran mayoría de los estudiantes de las universidades privadas bajo la reivindicación de educación gratuita y exigiendo el desmonte gradual del programa ser pilo paga y la transformación del ICETEX, programa y entidad respectivamente, que endeuda a millones de familias colombianas.

Tras aproximadamente 60 días de cese de actividades en las universidades públicas [ 3 ] , con decenas de movilizaciones alrededor del país, con altos niveles de violencia y represión por parte del ESMAD -Escuadrón móvil antidisturbios- y con horas tras horas de asambleas donde se discutió y se decidió el porvenir del movimiento, el 13 y 14 de diciembre tras una mesa con el gobierno nacional exigida y conquistada al calor de la movilización estudiantil se logró un acuerdo provisional con la destinación de: I) aproximadamente 4,5 billones de pesos en los próximos 4 años, II) diferentes mesas técnicas, III) reforma del ICETEX IV) reformas constitucionales enfocadas en blindar y garantizar el presupuesto de la educación pública en el país y, V) reformar los formatos, misión y sentido de las revistas indexadas y del saber en el país.

Aunque se entiende por la gran mayoría de las y los estudiantes que la reivindicación de una educación publica no se limita a tan solo la financiación, se comprende que sin esta no es posible la conquista de las diferentes reivindicaciones como es la calidad, autonomía, autogobierno, entre otras reivindicaciones del movimiento estudiantil. Y más claramente que sin la construcción de un país basado en la justicia social y no en el interésparticular no se podrá lograr una verdadera educación que se acople con las grandes necesidades de nuestro pueblo y no así de los grandes capitales.

El porvenir del movimiento estudiantil se basará en la administración de las victorias de finales del año 2018 y la puesta en marcha de la articulación en la construcción alternativa de un paro cívico nacional donde se confluya las necesidades de los estudiantes, trabajadores, campesinos, indígenas, resistencias territoriales, entre otras capas de la sociedad que exigen un país que garantice una vida digna y con soberanía nacional diseminada por un activo y determinante poder popular.


Conclusión

El país se enfrenta a un contexto bastante preocupante con el regreso de la extrema derecha al poder con lo cual hemos visto el recrudecimiento de la violencia física y estructural, además de usar el miedo para aumentar y fortalecer su poder. Ante este panorama y entendiendo el contexto internacional de crisis económica que repercutirá de igual forma en el contexto nacional, se hace urgente la constante manifestación y articulación de la sociedad colombiana, pues será el pueblo en las calles quien realmente le podrá hacer frente a las políticas austeritarias y autoritarias de este gobierno que ya se han implementado y las que están por venir.


Bibliografía

Bowles, S., & Herbert, G. (2014). EL PROBLEMA DE LA TEORIA DEL CAPITAL HUMANO: UNA CRITICA MARXISTA. Revista de Economía Critica , 220-228.

Congreso de Colombia. (28 de Diciembre de 1992). Ley 30 de 1992. Obtenido de SISTEMA DE INFORMACIÓN NORMATIVA, JURISPRUDENCIAL Y DE CONCEPTOS : http://www.legal.unal.edu.co/rlunal/home/doc.jsp?d_i=34632

Correa , P., & Pardo, T. (29 de Abril de 2017). Los Andes, ¿la universidad pública más costosa del país? Obtenido de El tiempo:https://www.elespectador.com/noticias/educacion/los-andes-la-universidad-publica-mas-costosa-del-pais-articulo-691584

Estrada Alvarez, J. (29 de 07 de 2006). Espacio Critico. Obtenido de Las reformas estructurales y la construcción del orden neoliberal en Colombia:http://www.espaciocritico.com/sites/all/files/artcls/a0261_je_refesturcturales.pdf

Sistema Universitario Estatal . (Diciembre de 2012). DESFINANCIAMIENTO DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR EN COLOMBIA. Obtenido de Sistema Universitario Estatal : https://www.mineducacion.gov.co/1621/articles-341914_archivo_pdf.pdf

Sistema Universitario Estatal. (Julio de 2018). Sistema Universitario Estatal 2016-2018. Obtenido de Sistema Universitario Estatal:https://www.utp.edu.co/cms-utp/data/bin/UTP/web/uploads/media/comunicaciones/documentos/Informe-presidencia-SUE.pdf

Fuente: http://www.cadtm.org/El-sistema-de-Educacion-Superior-en-Colombia-La-educacion-como-derecho-o

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=252353

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Colombia: Seis años esperando la reconstrucción de sus escuelas

América del Sur/ Colombia/ 26.02.2019/ Fuente: www.elinformador.com.co.

Siete instituciones educativas del Magdalena que fueron afectadas por la temporada de lluvias 2010 – 2011, a esta fecha siguen esperando que sus colegios sean restaurados, los estudiantes dan clases en precarias condiciones mientras el Fondo de Adaptación le da solución a las obras.

Siete instituciones educativas del Magdalena que fueron afectadas por la temporada de lluvias 2010 – 2011, resultaron seleccionadas por el Fondo de Adaptación para la reconstrucción total de sus edificaciones en el 2013. Sin embargo, seis años más tarde, las escuelas siguen inconclusas, mientras los estudiantes padecen por no contar con sedes dignas para asistir a clases.

Se trata de colegios ubicados en los municipios Pijiño del Carmen, Plato, Pedraza, Concordia, Remolino, Zona Bananera y San Zenón; este último, tiene a 485 alumnos recibiendo clases a la intemperie y sin un baño digno.

El proyecto de San Zenón, por ejemplo, contemplaba la construcción de 16 aulas, unidades sanitarias para cubrir las necesidades de 400 estudiantes, una para discapacitados y otra para docentes. Además, una sala de informática, una de nuevas tecnologías, una múltiple, un laboratorio integrado, taller de dibujo técnico-artístico, servicios generales, zona de parqueo, unidad para la dirección administrativa, restaurante y comedor escolar, y una zona recreativa y deportiva de 500 metros cuadrados, pero nada de esto se ha materializado.

Luis Vives González, diputado.
Luis Vives González, diputado.

Esperanzas

En noviembre del año pasado el gerente del Fondo de Adaptación, Edgar Ortiz Pabón, se reunió en Bogotá con la gobernadora del Magdalena donde efectuó una exposición sobre el estado contractual de los proyectos de educación, acueducto y alcantarillado, ambiente, salud y vivienda que tienen obras suspendidas en el Magdalena.

Según Ortiz Pabón ya tenía un plan para reiniciar las obras de las instituciones educativas que fueron abandonadas por el contratista Castell Camel, sobre el que cursan acciones jurídicas que buscan resarcir los daños y perjuicios causados.

“La idea es contratar directamente la terminación de las obras de los colegios de Remolino, Concordia, Zona Bananera, Pijiño del Carmen, Pedraza y Plato, antes de concluir el 2018”, explicó.

Pero hasta el momento solo dos de esas obras cuentan con un consorcio que está realizando un inventario de lo que va de ejecución del proyecto para darle continuidad. Este nuevo consorcio tenía cuatro meses a partir de diciembre para realiza el inventario de las obras y tener claridad de lo que encontraron en los lotes.

Ante esto el diputado del Magdalena, Luis Vives González, quien ha seguido de cerca el proceso de construcción de estas instituciones afirmó, “esperamos que en el mes de abril ya estén iniciando las obras para terminar estas dos instituciones, y lo que concierne a las otras cinco, seguimos insistiendo en la respuesta que nos da el Fondo de Adaptación, a pesar que no cumple con los tiempos que habíamos estipulado en la reunión con el subdirector. Nos explican que se presentó un inconveniente puesto que no se presentaron interesados en hacer la obra, sin embargo ya abrieron una nueva licitación con más invitados entonces esperamos que los próximos días nos den la buena noticia de que esas otras cinco obras ya estén contratadas.”

Además expresó que en medio del incumplimiento de los tiempos que había acordado el subdirector anterior, es positivo que este la licitación y esperan corroborar eso cuando ya sepan que el Fondo de Adaptación tiene contratadas las cinco instituciones que faltan.

En albergues improvisados dan clases los estudiantes de la Institución Educativa Departamental El Horno ubicada en San Zenón.
En albergues improvisados dan clases los estudiantes de la Institución Educativa Departamental El Horno ubicada en San Zenón.

Siguen las necesidades

Por su parte María Turizo, la rectora de la Institución Educativa Departamental El Horno ubicada en San Zenón, que cuenta con 485 estudiantes matriculados hasta el momento, manifiesta que siguen dando clases en precarias condiciones, hace más de un año le están pidiendo a la administración municipal y departamental baños portátiles para los niños y siguen esperándolos.

“Le pedimos a la gobernadora cuando vino unos baños portátiles y no nos lo dan, tocará hacer de nuevo un escrito y llevárselo porque de aquí a que terminen las obras los niños no tienen donde hacer sus necesidades. La alcaldía tampoco nos ha colaborado con eso.”, manifestó Turizo.

Los 485 estudiantes se dividen entre dos jornadas, una en la mañana y otra en la tarde;  algunos alcanzan a dar clases en tres salones que no demolieron para su reconstrucción porque estaban en buenas condiciones, y utilizan un cuarto como sala de informática.

El resto de los estudiantes dan clases en albergues improvisados en la calle o en patios de vecinos, utilizando baños prestados porque ni la alcaldía, ni la gobernación han escuchado el clamor de esta comunidad que les pide dos baños portátiles para que tanto profesores como alumnos puedan hacer sus necesidades en un lugar digno.

Ante la nueva concesión la rectora de la institución alberga una luz de esperanza que esta vez sí cumplan, “la actitud que se le vio al ingeniero y el grupo que vino de trabajo es positiva, ellos se comprometieron con el grupo de personas que hicimos la reunión a que ellos si le van a dar cumplimiento al contrato”.

La Institución Educativa Departamental El Horno ubicada en San Zenón, hace más de un año le están pidiendo a la administración municipal y departamental baños portátiles para los niños que tienen que hacer sus necesidades detrás de matorrales o baños prestados, y siguen esperándolos.

Fuente de la noticia: http://www.elinformador.com.co/index.php/el-magdalena/83-departamento/197422-seis-anos-esperando-la-reconstruccion-de-sus-escuelas

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La ciudades colombianas que se transformaron con la educación

Por: La Semana.

Medellín, Cali y Manizales le apostaron al aprendizaje e hicieron un balance de por qué es importante invertir en este tema y los retos que tiene el país en materia educativa.

Los avances que llevaron a que Medellín, Cali y Manizales se convirtieran en ciudades destacadas en educación y los retos que tiene el país en materia educativa, fueron los temas de reflexión en el marco del evento académico «Ciudades del Aprendizaje: retos y oportunidades para Colombia», que se llevó a cabo este miércoles en la capital paisa.

Y es que, en efecto, estas tres ciudades le han apostado a la educación, tanto así, que las dos primeras ya fueron reconocidas como Ciudades del Aprendizaje por la Unesco, y la tercera está en proceso.

“Yo estoy convencido de que el país tiene que invertir más en educación”, dijo Federico Gutiérrez, alcalde de Medellín, quien sostuvo que actualmente el 37% de los recursos del municipio se destinan a temas relacionados con el sector. «En 2018, de $4,5 billones, llegamos a invertir $1,6 billones en el sector. La ciudad lleva un tiempo -unos 12 años- en los que este es el primer rubro en el gasto público”.

La capital antioqueña se unió a la Red de Ciudades del Aprendizaje de la Unesco en 2017. Fue la primera del país en recibir este reconocimiento. El alcalde aprovechó la ocasión para hablar de la transformación que ha tenido la ciudad, de ser la más violenta del mundo en 1991, a convertirse en “una sociedad resiliente que empieza a trabajar entre el sector público y privado en la educación de quienes más la necesitan».

Medellín empezó a dedicarle especial atención a este sector, pues vieron en él la manera de salir de la problemática social que dejó el narcotráfico. “Lo peor que dejó esta situación fue una inversión de los valores. De la discreción a la opulencia, del trabajo duro al dinero fácil y, lo peor de todo, del derecho a la vida a que cada cabeza tiene un precio. Por eso lo que hemos hecho desde la alcaldía y mi petición para los rectores es enseñar en valores”, agregó el funcionario.

En este sentido, la alcaldía ha trabajado en generar una cultura de confianza en la ciudad. Por ejemplo, se implementaron varias Tiendas de la Confianza en toda la ciudad, donde no hay tendero y el mismo cliente realiza el pago, para fortalecer la buena voluntad de las personas.

Pero, además, ha incrementado la cantidad de estudiantes recibiendo educación a lo largo de todo el sistema, desde los más pequeños hasta los universitarios. En primera infancia, por ejemplo, llegaron más de 81.000 niños y madres gestantes, alcanzando así 81% de cobertura, gracias al programa Buen Comienzo.

En cuanto a la educación básica y media, en Jornada única, se pasó de 2.800 niños en 2015 a 35.000 niños el año pasado. Y, con el programa «El colegio cuenta con vos», se logró que 6.243 niños que se habían salido de estudiar volvieran a los colegios. “Ese es el golpe más duro que le hemos dado a la ilegalidad, no son las 130 capturas de jefes de estructuras criminales, sino lograr que los niños vuelvan a las aulas”, recalcó el alcalde.

Finalmente, Gutiérrez aceptó que falta avanzar mucho más en educación superior. “¿Por qué tenemos niveles altos de deserción en 7 y 9 grado?. Cuando uno habla con jóvenes, que muchos hacen parte de organizaciones criminales, su respuesta es que para qué terminan de estudiar si no van tener educación superior ni un trabajo digno”, dijo Gutiérrez.

Por ese motivo se ha venido mejorando en acceso a la educación superior, mediante becas y programas de acceso. Se logró pasar de una tasa de ingreso a la universidad de 44% a 54%.

Por otro lado, Gutiérrez recordó el importante trabajo que ha realizado Medellín en innovación ciencia y tecnología, donde en 3 años se pasó de invertir el 0,7% del PIB, más o menos el promedio nacional, a invertir 2,14% del PIB, gracias al Pacto por la Innovación realizado con empresarios y sociedad civil. “Nuestro reto es llegar al 3%”, afirmó el alcalde.

En este sentido, también es de rescatar el Centro para la Cuarta Revolución Industrial, que anunció hace un mes el presidente, Iván Duque, en el Foro Económico de Davos y que operará Ruta N en Medellín.

Cali y Manizales, siguiendo sus pasos
En el evento también participaron las otras dos ciudades que le han apostado a ser Ciudad del Aprendizaje en Colombia: Cali, que fue reconocida como tal en abril del año pasado, y Manizales, que se postuló el 5 de febrero ante la Unesco para recibir este reconocimiento.

Mauricio Armitage, alcalde de la capital vallecaucana, no pudo estar en el evento por una emergencia de última hora, pero envió un video en donde reconoció que también ve la educación como el motor para cambiar la sociedad colombiana.

El programa bandera de educación de su alcaldía ha sido «Mi Comunidad es Escuela», en el que se han invertido más de $500.000 millones, tanto en infraestructura como en calidad, beneficiando a más de 170.000 niños de las instituciones educativas del municipio.

El alcalde de la capital caldense, José Octavio Cardona, recalcó por su parte la importancia de trabajar en la educación de quienes más la necesitan para brindarles oportunidades de vida.

En su municipio firmaron un convenio con la Universidad Nacional para brindarle preparación para las pruebas de Estado a los estudiantes de estrato 1 y 2. En parte gracias a eso, dijo el alcalde, lograron duplicar el número de estudiantes egresados de colegios públicos en las universidades públicas de la ciudad.

“Yo he sostenido que si los muchachos de las comunas los empezamos a preparar no para ser abogados o médicos, sino para cosas más técnicas vamos a ser más pertinentes. Pero si seguimos creyendo que en este país todos tenemos que ser profesionales, pues estamos formando muchachos para que queden en la esquina. Los países más desarrollados tienen más tecnólogos y técnicos que profesionales”, dijo Cardona.

Los retos del país
Los alcaldes estuvieron de acuerdo en que las administraciones anteriores y el gobierno nacional han decidido darle gran importancia al sector educativo. Pero no por eso los futuros gobernantes locales pueden relajarse.

El país tiene que invertir más en educación, dijo Federico Gutiérrez.“Medellín tiene un camino que tiene que andar. Nos falta mucho todavía”, sentenció.

Además, es fundamental que exista continuidad en las inversiones públicas en lo social. En Medellín, por ejemplo, Buen Comienzo y Mova fueron iniciativas de administraciones anteriores, pero la actual alcaldía decidió mantener y fortalecer estas apuestas.

También salió a la luz el tema de infraestructura, donde, como dijo Cardona, los retrasos en las obras contratadas por el Fondo de Financiamiento para la Infraestructura Educativa están poniendo en jaque los objetivos de los gobiernos locales. “El próximo alcalde va tener un problema de cobertura porque el ministerio le bajó la partida”, dijo el alcalde manizalita.

Finalmente, quedó claro que Sistema General de Participaciones (SGP) se tiene que repensar, porque los recursos no dan abasto. “Se nos van en pago de nómina. Siempre se ha negociado el aumento del sueldo docente, y yo estoy de acuerdo con pagarle más a los maestros. Pero eso debe ir de la mano con un esfuerzo más del gobierno, no puede ser que sean los mismos recursos y que vean a ver los departamentos cómo consiguen lo que necesitan”, dijo Gutiérrez.

La viceministra de Educación Básica y Media, Constanza Alarcón, por su parte, habló de “retomar y profundizar las competencias ciudadanas y socio emocionales, que son determinantes en la construcción y transformación de la educación. Tenemos que ver cómo incluimos el tema de competencias ciudadanas en los lineamientos curriculares. De eso ya hay mucho avance pero hay que elevarlo a política pública”, afirmó.

Por su parte, Raúl Valdés Cotera, gerente del programa de la Unesco para el Aprendizaje a lo Largo de toda la Vida, habló de la importancia de reconocer esta forma de aprendizaje, que sucede más allá de la escuela y la universidad.

En este sentido, hizo un llamado sobre la importancia de reconocer los saberes informales, es decir, todo lo que se aprende por fuera del sistema educativo y que no está acreditado por una institución.

Hay marcos nacionales de cualificación que permiten que alguien que está estudiando una técnica se pase a estudiar una carrera universitaria acreditando algunas competencias o bien alguien que quiera reconocer sus saberes previos tenga una validación de lo que sabe”, dijo Valdés.

También sostuvo que hay que pensar la educación de manera distinta, a través de las tecnologías de la información. “Yo creo que tienen el potencial de llegar a gente que han quedado por fuera de procesos educativos. Hay una riqueza impresionante en ese tema”.

Fuente de la reseña: https://www.semana.com/educacion/articulo/ciudades-colombianas-que-le-apostaron-al-aprendizaje/602056

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¿Qué les apasiona a los ‘centennials’ colombianos?

Por:  Camilo Peña Castañeda.

A la nueva generación de jóvenes colombianos les preocupa el medioambiente y la sostenibilidad. A diferencia de sus padres, los centennials (nacidos entre 1997 y 2006) han desarrollado una percepción mayor sobre la escasez de los recursos naturales.

Además, su relación con las redes sociales es tan estrecha que no solo sienten la necesidad de crear una marca personal en el mundo digital, sino que también están persuadiendo por un cambio en el modelo educativo tradicional.

Sara Sofía Vásquez, una adolescente de 14 años, es ejemplo de ello. «El medioambiente es la fuente principal de nuestra vida. Me preocupo mucho por ahorrar agua, pues siento que es muy importante. He pensado en ser youtuber porque podría cambiar vidas o, por lo menos, los pensamientos de mucha gente ignorante. También pienso que podría dedicarme a hablar sobre política, pues hay muchos jóvenes que no saben lo que está pasando en su propio país», relata.

Los centennials, también conocidos como generación Z, vienen detrás de los millennials (nacidos entre 1981-1999). Su naturaleza es lo digital. Se destacan porque producen e intercambian datos de manera vertiginosa. Son jóvenes completamente culturizados, informados y preocupados por su país, y su relación con las figuras de autoridad (papás, docentes, etcétera) se ve amenazada por la cantidad de conocimiento que adquieren a diario.

El medioambiente es la fuente principal de nuestra vida. Me preocupo mucho por ahorrar agua, pues siento que es muy importante

A estos jóvenes colombianos los han marcado cinco acontecimientos: el boom de la telefonía móvil (1998), el inicio de la crisis económica mundial (2008), el lanzamiento de Snapchat (2011), el primer matrimonio civil del mismo género en Colombia (2013) y el ‘no’ en el plebiscito por la paz (2016).

Estas son algunas de las conclusiones de una investigación realizada por Sancho BBDO con la Universidad Jorde Tadeo Lozano, plasmada en el libro 12-18 centennials, una generación sin etiquetas. Para este estudio, realizaron 245 entrevistas a adolescentes entre los 12 y los 18 años, en Bogotá, Barranquilla, Cartagena y Santa Marta.

Catalina Rodríguez, directora del departamento de inteligencia y consumidor de la agencia de publicidad, explica el objetivo principal del estudio: «El eje transversal del libro fue descubrir la relación de los centennials con el dinero y sus diferentes esferas sociales (familia, amigos y colegio). Nos dimos cuenta de unas realidades muy importantes; por ejemplo, que esta es una generación de cambio. Esto quiere decir que ellos tienen una responsabilidad importantísima de lograr un impacto positivo en la sociedad».

Educación cuestionada

Precisamente, uno de los cambios que está propiciando la generación Z es en la educación. Por eso, ese sector necesita transformarse, sugiere Carlos Andrés Arango, profesor de publicidad en la Universidad Jorge Tadeo Lozano.

«Estamos viviendo un desaceleramiento a nivel universitario por la concepción que ellos tienen sobre la educación. Esta es una generación que por estar hiperconectada accede a conocimiento informativo. Eso hace que no necesariamente el camino por seguir sea hacer el bachillerato, graduarse y acceder a la universidad. Tienen claro que esa ruta no es garantía de éxito», explica Arango.

«Siento que la enseñanza es muy buena, pero en ocasiones se vuelve monótona. Uno se cansa de ver los mismos temas desde sexto de bachillerato. Es buena, aunque podría ser mejor», señala Laura Sofía, quien está en grado noveno.

Para el profesor de la Tadeo, esta es una oportunidad interesante para que la educación evolucione. «Los colegios y las universidades deben replantear los modelos educativos que ofrecen. Venimos de una educación muy tradicional, y todavía no se ha actualizado. Esta esa es una generación que necesita probar a través de un juego o una actividad lúdica», advierte Arango.

Martha Patricia Castellanos, vicerrectora académica de la Fundación del Área Andina, apoya la idea de Arango. «El sistema educativo tiene que adaptarse al cambio, una clase magistral ya no es suficiente«.

Castellanos opina que los pénsums deben centrarse en competencias que formen a los estudiantes no solo como profesionales, sino como mejores seres humanos.

Competencias técnicas y blandas. Para la educadora, una de las principales competencias es la interdisciplinariedad, que permite no solo saber cómo trabajar con profesionales de otras áreas, sino también cómo llevarse bien y resolver dificultades complejas.

Estamos viviendo un desaceleramiento a nivel universitario por la concepción que ellos tienen sobre la educación. Esta es una generación que por estar hiperconectada accede a conocimiento informativo

¿El dinero para qué?

Debido a la cercanía de los centennials con lo digital, su percepción sobre el mundo financiero es diferente respecto a otras generaciones. El estudio expone que estos jóvenes fueron marcados por dos eventos significativos: la intervención de la pirámide DMG y la aparición de la famosa criptomoneda bitcóin.

«El primero de ellos ha hecho que cuestionen las instituciones económicas, pues observan su fragilidad; y el segundo hizo que empezaran a concebir un cambio monetario como el que hasta ahora venía rigiendo a la humanidad», expone el libro.

Por esta razón, para ellos el dinero no es el único factor de poder, también lo es la influencia que generan sobre la sociedad. «Un ejemplo claro es ser youtuber, pues no se necesita dinero para hablarle al resto y ser escuchado», dice la investigación.

Para esta generación, de hecho, el dinero físico no es importante, como sí lo es
realizar una transacción desde un dispositivo móvil. El 75,6 por ciento de los jóvenes de 17 años no se sienten representados por la frase «Tiendo a gastar el dinero sin importar» y para el 61 por ciento de los jóvenes de 16 años el dinero es indiferente y no es la mejor medida del éxito.

El estudio muestra, sin embargo, que esta generación de adolescentes no está suficientemente educada en el tema financiero, por lo que existe un impulso para aprender. Las cifras son muestra de ello: el 83,3 por ciento de los jóvenes contestaron que quieren «ahorrar dinero», pero les resulta difícil, mientras que el 46,6 por ciento dijo que «no sabe nada sobre servicios financieros».

Pese a esta falta de conocimiento, la mayoría de los jóvenes encuestados afirmaron estar dispuestos a abrir múltiples canales de YouTube para buscar ingresos e, incluso, crear pequeños negocios en sus colegios. Nacieron con el chip para ser emprendedores.

«Hace algunos meses pensé en mi futuro profesional y quiero hacer una empresa, que a partir del arte se logren recaudar fondos para los niños en desnutrición», reflexiona Laura Sofía, estudiante de 14 años.

Sin etiquetas

Los investigadores dicen que los centennials colombianos se olvidaron de las diferencias en su entorno social. «Nos dimos cuenta de otro factor muy interesante y es la relación con su grupo social. Ellos acabaron con las etiquetas debido a que no les interesa si sus compañeros son gordos, lindos o feos; al final, las diferencias son las características que yo tengo que resaltar en mi construcción de imagen», detalla María Huertas, analista de investigación de Sancho BBDO.

Aunque esto ha generado que sean personas individualistas, «pues ya son capaces de autodefinirse desde sus propios gustos y no desde los demás, como ocurría en la preadolescencia».

Por eso, ellos claman que sus libertades sean respetadas y que la sociedad sea «capaz de ver más allá de las mal llamadas diferencias étnicas, raciales, económicas y políticas«, dice el libro.

Huertas explica también que los centennials están en una etapa de transición para reafirmar su rol de género. «Cosas como el LGBTI y las relaciones homosexuales no son problema para ellos. Son muy inclusivos. Luchan para que sus diferencias no sean algo para matonear, sino para construir identidad», agrega la experta.

El reto, apuntan los investigadores, será entender esta generación. Ellos, nativos digitales, están cambiando la forma como se percibe la educación y los negocios. Contrario a lo que se piensa de los millenials, los centennials serán una generación disruptiva.

Las redes más usadas por la generación ZYouTube

La red del entretenimiento y el saber. Los centennials sienten que esta red es una gran biblioteca moderna en la que encuentran conocimiento básico estructurado y fácil de comprender.

Snapchat

Para esta generación es posible romper la privacidad de manera efímera y transgresora.

Instagram

Donde hay fotos y momentos memorables (como en Facebook) con características del día a día (como en Snapchat).

Tik Tok

Es el espacio para la expresión musical, no importa qué tan bien te veas, o si bailas y cantas bien. Solo para talentosos y atrevidos.

Facebook

Esta red social es un lugar socialmente restringido en el que se muestra un perfil políticamente correcto frente a la familia y los amigos.

WhatsApp

Representa la comunicación de la generación. Es una aplicación que se muestra transversal al uso del resto de aplicaciones.

Las redes sociales, su fuerte

No existe frontera entre el mundo físico y digital para los jóvenes entre 12 y 18 años. Un ‘me gusta’, un comentario o cualquier interacción en redes sociales tienen un gran significado para ellos.

Al haber nacido en un momento en el que las redes sociales están en furor, han encontrado en esas plataformas una oportunidad de negocio. No necesariamente se refiere a dinero, sino a espacios en donde se posicionan como líderes y fichas claves de las marcas publicitarias. Según Catalina Rodríguez, de Sancho BBDO, todo lo que suben los centennials colombianos a redes sociales está perfectamente diseñado.

«Aunque las redes son para darse a conocer, también es un espacio privado. Por eso aparecen los ‘finsta’, que son cuentas paralelas a donde solo accede un grupo limitado de personas. Nos dimos cuenta de que ellos viven en dos capas: la esfera social, donde tengo reputación y reconocimiento, y la personal, donde me puedo mostrar donde yo quiera».12-18 centennials, una generación sin etiquetas’ será presentado durante la Feria del Libro 2019.

Fuente del artículo: https://www.eltiempo.com/vida/educacion/que-son-los-centennials-y-como-son-en-colombia-330306

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ll Encuentro Colombiano de Historia
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Autores:
Ana María Ramírez Zarza
José Yorg
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Fuente de la reseña: https://www.youtube.com/watch?v=9Ad7NcSqeLI

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