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Convocan a paro de maestros en Colombia por políticas educativas

Colombia/21 de Mayo de 2016/El Informador.com.ve

Fecode explicó en un comunicado que están en contra de políticas como la Jornada Única, con la que buscan aumentar el tiempo de permanencia de los estudiantes en los colegios para fortalecer su aprendizaje, porque «convierten a la educación en una oportunidad de negocio y promueven la privatización», informó Efe.

La Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación (Fecode) convocó a un paro nacional de maestros el próximo 1 de junio por las políticas educativas del Gobierno y el “pésimo” servicio de salud que reciben los profesores del país y sus familias.

Fecode explicó en un comunicado que están en contra de políticas como la Jornada Única, con la que buscan aumentar el tiempo de permanencia de los estudiantes en los colegios para fortalecer su aprendizaje, porque “convierten a la educación en una oportunidad de negocio y promueven la privatización”, informó Efe.
La entidad argumentó que proyectos como el programa de alimentación o el Índice Sintético de Calidad propician la corrupción y “van en contravía de una educación de calidad”.
Por otra parte, Fecode manifestó que la Fiduprevisora colombiana y los ministerios de Educación y Hacienda, encargados de garantizar que los trabajadores reciban sus prestaciones sociales, no están cumpliendo con su labor.
Asimismo, el gremio educativo busca que haya un nuevo Sistema General de Participación, que facilite “mayores recursos” del presupuesto nacional para la educación pública.
Estos objetivos son de “carácter prioritario” para la comunidad educativa, por lo que “el paro se desarrollara con toma de capitales”, agregó la información.
Fuente: http://www.elinformador.com.ve/2016/05/21/convocan-a-paro-de-maestros-en-colombia-por-politicas-educativas/
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Édouard Louis: “Mi libro es una lucha contra la invisibilidad”

Una charla con el autor francés durante la Feria Internacional del Libro de Bogotá 2016.

 Alessandra Miyagi /Redactora

«Una es más auténtica, mientras más se parece a lo que soñó de sí misma”, dijo Agrado frente a miles de espectadores en una escena memorable de «Todo sobre mi madre» (2000), de Pedro Almodóvar. Esta frase resuena como un mantra en la cabeza de un joven francés, mientras cumple cada uno de los engorrosos trámites para oficializar su cambio de identidad y acercarse por fin a la libertad, a sí mismo. Era el 2013 y tras 21 años de lucha, Eddy Bellegueule quedaba relegado al cajón de los recuerdos infantiles, para darle paso a Édouard Louis (Hallencourt, 1992), un nombre compuesto por dos nombres y ningún apellido, ningún vínculo familiar, ninguna imposición.
Hoy, Louis es uno de los escritores jóvenes más importantes del momento. Su primer libro «Para acabar con Eddy Bellegueule», una novela autobiográfica, se convirtió rápidamente en un éxito de ventas mundial y en todo un fenómeno de masas. Prueba de ello es la interminable fila de lectores de todas las edades y condiciones que espera pacientemente bajo la lluvia bogotana para obtener un autógrafo y una fotografía junto a este joven autor que retrata con lucidez la intolerancia y un primitivismo insospechado en la sociedad francesa.

Cambiar oficialmente tu nombre fue un acto simbólico muy importante, pues rompiste con tu pasado, pero también con tu familia. ¿Este fue un paso natural o fue una decisión que debiste evaluar durante mucho tiempo?
Me cambié el nombre y el apellido porque me di cuenta de que ese nombre no era simplemente una serie de letras, sino una historia, un pasado. Cada vez que oía a alguien decir “Eddy Bellegueule”, escuchaba “maricón”, “cabro”, “afeminado”… Me di cuenta de que para cambiar mi identidad, tenía también que cambiar mi nombre porque este simbolizaba la infancia que odié tan profundamente.
Y bueno, diría que sí fue un paso necesario y natural, pero también fue algo que tuve que pensar mucho. Quería cambiar mi nombre, pero al mismo tiempo es una decisión difícil, y tienes que pasar por un proceso largo: tienes que ir a la corte, justificar tu decisión… Y, por supuesto, mis padres se volvieron locos cuando les conté porque lo sintieron como un acto muy violento. Para mi padre, el nombre que me había puesto, ‘Eddy’, era una fuente de orgullo, porque fue el que escogió para su primer hijo, y cuando lo cambié, él entendió que yo estaba cambiando mi vida, que yo mismo estaba cambiando.

¿Y ahora tu familia te llama Èdouard?
Al principio se negaban a hacerlo, fue algo muy complicado para todos. Por ejemplo, cada vez que intentaba hablar con mis padres, no funcionaba porque ellos me llamaban ‘Eddy’, así que yo les decía “Si me llaman ‘Eddy’, no hablaré con ustedes”, y colgaba el teléfono o me quedaba callado. Les dije “Hablaré con ustedes el día en que me llamen ‘Èdouard’ porque es quien yo escogí ser ahora”. Del mismo modo en que si me hubiera cambiado el sexo, querría y esperaría que los demás me considerasen una mujer, que acepten lo que yo quiero ser, lo que soy.
Al principio, mi nombre fue una fuente de conflicto constante con mi familia. Pero luego de que publiqué «Para acabar con Eddy Bellegueule», mi padre me dijo que estaba muy orgulloso de mí, fue la primera vez que me lo dijo, y empezó a llamarme ‘Èdouard’.

Tu madre, por otro lado, no tomó muy bien la publicación de tu novela…
No, para nada. Se volvió loca, se puso en mi contra; me atacaba y le decía a todo el mundo, incluso a la prensa, que yo era un mentiroso.

¿Y por qué crees que su reacción fue tan distinta a la de tu padre?
Es muy difícil de saber, pero puede que haya sido porque, como mujer, mi madre aprendió a pelear para poder sobrevivir en ese mundo machista que describo en la novela. La dominación masculina es muy fuerte ahí. Aunque no me gustó la manera en la que reaccionó cuando publiqué el libro, al mismo tiempo entendí por qué: porque ella debía luchar, como luchó durante toda su vida.

En el imaginario latinoamericano, pensamos a Europa como un lugar mucho más progresista, tolerante y abierto que el nuestro. Y cuando pensamos específicamente en Francia, las ideas de igualdad, fraternidad y libertad son las primeras que nos vienen a la cabeza. Sin embargo, tu novela retrata una realidad que cuestiona esta concepción del mundo. ¿Cómo reaccionó la sociedad francesa, los grupos de poder al leer tu libro?
Precisamente, cuando se habla de Europa o de Francia, solo se piensa en una determinada clase social. Sin embargo, existen muchas otras personas, muchos grupos minoritarios que no incluimos en la idea de estos lugares, porque simplemente somos invisibles, nadie habla de nosotros. Hay una realidad que es olvidada, y nos hemos acostumbrado a no saber de ella ni por los medios de comunicación o la literatura o el arte… Es por eso que empecé a escribir «Para acabar con Eddy Bellegueule», porque tenía la impresión de que el mundo de mi infancia, el mundo de muchas personas de las clases populares, no existía en la literatura ni en el discurso político. Escribí el libro en contra del hecho de que cuando hablamos de Francia, solo lo hacemos sobre una pequeña parte. Mi libro es una lucha contra la invisibilidad a la que son sometidas estas minorías sociales en mi país.

La invisibilidad y la marginación son también maneras de ejercer la violencia sobre los demás…
Exactamente. La invisibilidad es una de las herramientas más poderosas de la violencia. Es lo que se hace, por ejemplo, contra los homosexuales, los transexuales… Los movimientos LGTB surgen para darles visibilidad a estas personas, para poder existir políticamente, porque si no hablamos de sus realidades, no podemos cambiarlas. Tenemos que hacer un diagnóstico de la realidad para poder incidir en ella.

Tuviste problemas para publicar tu novela justamente por este asunto: muchos editores te dijeron que la realidad que describes no existe. ¿Crees que hay discriminación en el mundo de las letras?
Sí, por supuesto que la hay. Nadie quería publicar mi novela; los editores me decían que era totalmente inverosímil y que nadie lo iba a creer; pero el que no podía creer esa reacción era yo. Cuando empecé a escribir el libro en París, vi una vez a una mujer muy rica, vestida de pies a cabeza con ropa Chanel… yo no podía creer que esa realidad existiera. En ese momento, me di cuenta de que todos tenemos en la mente la caricatura de alguien más. Así que cuando me reuní con aquellos editores y me dijeron “Esto que tú nos muestras es una caricatura”, yo les respondí “Pero esa es una cuestión de perspectiva. Tú eres una caricatura para mí porque estás tan lejos de esta realidad que yo conozco, porque creciste en París, porque tus padres fueron periodistas o académicos como tú, y crees que las demás realidades no existen. Tú eres tanto una caricatura para mis padres, como mis padres lo son para ti”.

La mirada del otro es un factor que muchas veces determina la identidad de uno mismo…
Exactamente, ese es uno de los temas principales de la novela. Al comienzo del libro, aparecen estos dos adolescentes que atacan a Eddy por ser diferente, lo humillan y le escupen en la cara. Y este estallido de desprecio y de violencia actúa en el inconsciente de Eddy; es decir, él es definido por ellos, por sus palabras y por el discurso que manejan. Y esta es la historia de la mayoría de los desfavorecidos socialmente: eres negro, eres marica, eres pobre, eres musulmán. La mayoría de nosotros hemos sido definidos violentamente por el lenguaje de los otros.

¿Y es por eso, quizá, que la novela está estructurada a partir del retrato de las personas que rodean a Eddy, de sus visiones del mundo?
Así es. Porque si yo quería contar la historia de mi infancia, tenía que contar lo que yo quería ser, pero también lo que los demás querían que yo fuera, tenía que hablar sobre las identidades y las vidas que me impusieron porque todas ellas forman parte de la misma realidad.
La realidad de Eddy estaba determinada de antemano por su entorno: por la idea de masculinidad que ahí se maneja, por la escuela, por lo que los demás piensan de él… Eddy es el resultado de todas estas realidades.

Otro de los temas fundamentales del libro es la búsqueda del origen de aquella violencia. ¿Cuál es?
Creo que el origen de la violencia es la dominación. Pierre Bordieu ha desarrollado un concepto muy hermoso sobre el principio de conservación de la violencia, dice que cuando estás rodeado de violencia todo el tiempo, todos los días, la terminas reproduciendo en tu propio comportamiento con las demás personas.
La violencia que mis padres demuestran es una consecuencia de la dominación social a la que están sometidos. De eso habla el libro, de la violencia como un producto de la dominación social.

¿Cómo crees que se puede romper con el determinismo social?
Creo que para romper con el determinismo, tenemos que crear más determinismo, pero uno positivo, evidentemente. Esperar que la gente escape de las imposiciones sociales sería tomar una posición pasiva; pero si creamos más determinismo, es decir, más estructuras, más programas en la escuela, más plataformas para que los oprimidos salgan de los entornos hostiles, estaríamos dándole a la gente mejores posibilidades de alcanzar la libertad. Eddy, por ejemplo, estaba sobredeterminado por su clase social y su identidad sexual, por estos dos elementos que se encuentran en oposición; es por eso que escapa, porque su vida ahí es imposible.

¿Y qué crees que hubiera pasado con Eddy si no hubiera escapado?
Se habría suicidado, sin ninguna duda. Cuando era niño, estaba obsesionado con el suicidio, pensaba en eso todos los días. Es algo bizarro pensar que a los seis o siete años, mi mente estuviera tan enfocada en esa idea. No pasaba un solo día en el que no fantaseara con esta idea porque simplemente no encontraba ninguna otra salida para lidiar con esa vida que me tocó. Esto sucede mucho entre los homosexuales.

¿Cómo alcanzaste el equilibrio entre la necesidad de olvidar y la de recordar?

Cuando me encontraba escribiendo la novela, me dije que a través de este libro yo podría perdonar todo, perdonar la violencia de mis padres, perdonar a los chicos que me escupían y golpeaban todos los días en el colegio, a la gente que me insultaba sin motivo… Porque pensé que esta gente que me rodeó en la infancia —incluso si los odiaba o si no los quería, incluso si no quiero a mis padres—también es víctima de esta violencia. Pero perdonar no significa amar. Traté de entender, lo hice y me di cuenta de que ellos no son responsables por esta violencia que reproducen o generan, sino que son las condiciones de sus vidas las que les imponen vivir inmersos en ella.

¿Podríamos decir, entonces, que la escritura de esta novela te ayudó a sublimar estos sentimientos y recuerdos negativos?
Sí, fue una suerte de sublimación, pero no fue un ejercicio de catarsis o de olvido. Luego de mi infancia, luego de que salí de mi casa, no me sentí traumatizado. Tan pronto como escapé de ahí, me sentí automáticamente bien… De chico, no sentí realmente la violencia de muchos de los episodios que cuento en la novela, para mí simplemente era la vida, por ejemplo, cuando no teníamos comida o leña para calentarnos en el invierno, porque todo el mundo vivía bajo estas mismas condiciones en mi pueblo. Escribir la novela fue una actividad muy racional, donde fui descubriendo esta violencia que no identifiqué como tal en su momento, con el fin de cambiarla.

Woody Allen dijo que la comedia es tragedia más tiempo. Evidentemente, no creo que al mirar hacia atrás puedas reírte de aquello, pero sí puedes hacerlo y sentirte tranquilo gracias a la distancia.
Estoy de acuerdo con Woody Allen [risas]. Sí, me siento bastante tranquilo con el pasado. De hecho, hay ciertas partes de la novela que son divertidas o graciosas. Aunque suene terrible, a veces la violencia resulta graciosa, cuando hacemos bromas, por ejemplo. Pero yo no quería hacer de la violencia algo bello, una estética, sino que lo que quería era escapar de ello.
Me siento tranquilo ahora que ha pasado el tiempo; si siento rabia o tristeza, no es por mí, sino por la vida que lleva mi familia. Mientras escribía el libro, eso me afectaba, así que traté de manejarlo lo mejor que pude para sentir menos rabia posible, porque sabía que no sería justo, no sería legítimo sentir rencor contra ellos.

Cuando publicaste la novela, les enviaste una copia a Almodóvar y a Penélope Cruz. ¿Alguna vez recibiste respuesta de ellos?
[Risas] ¡¿Cómo sabes eso?! También le envié una copia a Javier Barden porque me encanta [risas]. Almodóvar me escribió diciendo que le había encantado mi novela. ¡Fue uno de los momentos más hermosos e inspiradores de mi vida! Aún sigo esperando que Penélope y Javier me respondan, así que si están leyendo esta entrevista, por favor, escríbanme… [risas].
Claro, mucha gente me pregunta qué autores me han influido, pero el que me dedique a escribir no significa que solamente me inspire la literatura; me siento inspirado tan por Faulkner como por Penélope Cruz. Cuando la veo, me encanta porque es tan fuerte, y pienso que me gustaría escribir algo tan poderoso como ella.

Hablando de temas fuertes, en tu segunda novela «Histoire de la violence», hablas sobre la violación y el intento de asesinato que sufriste…
Sentí que no existe una verdadera literatura que aborde el tema de la violación desde el punto de vista del hombre. La mayor parte de estos testimonios son de mujeres porque la mayor parte de las veces son ellas las víctimas. Quería dar una nueva perspectiva sobre este asunto tan importante y dejado de lado.
La historia sucede en un ambiente cerrado, en el pequeño cuarto que alquilaba en París. La noche de navidad del 2012 conocí a un chico con quien sentí una conexión muy especial; de hecho, la novela empieza como una historia de amor apasionada. Luego, él me cuenta su pasado, la historia de su vida y, de pronto, entra en un estado como psicótico; es ahí cuando me ataca. Este libro es un intento de entender lo que pasó aquella noche, entender por qué esta violencia apareció tan abruptamente. Aunque «Para acabar con Eddy Bellegueule» e «Histoire de la violence» son libros muy distintos entre sí, forman parte del mismo proyecto.

Y ahora estás trabajando en una nueva novela. ¿En esta también abordas el tema de la violencia desde un registro autobiográfico?
Precisamente, en este libro trato de encontrar una manera de eliminar las fronteras entre la ficción y la realidad. Estoy buscando una nueva forma de narrar que me permita contar la historia de todo lo que vi, de mis experiencias, de lo que aprendí, pero de una manera genuina. Por ejemplo, en la mi segunda novela, hay un capítulo donde hablo sobre unos chicos que conocí, cuyo pasado desconozco; así que recurrí a los recuerdos, a la infancia de mis amigos o de mi familia y me imagino a estos chicos viviendo sus experiencias, porque ellos tuvieron una infancia parecida a la mis padres, mis abuelos, mis amigos del pueblo. Así que es como una manera sociológica y literaria de escribir de una manera diferente y no quedar atascado en la oposición entre la ficción y la realidad.
De todas formas, quiero mantener la línea de la realidad porque me parece que es muy potente escribir sobre hechos reales; por ejemplo, cuando Alexievich publica un libro, podemos leer la historia de personas que existen realmente, de modo que el texto nos interpela, nos demuestra que no tenemos tiempo que perder, que debemos cambiar las cosas ahora. Y siento que así, mostrando la realidad, uno puede alcanzar esos cambios más rápidamente. Lo cual no quiere decir que esté en contra de la ficción; todo lo contrario, yo leo mucha ficción y muchos de mis autores favoritos escriben ficción; solo que mi proyecto personal va por otro lado.

¿Y cuándo crees que terminarás esta tercera novela?
Me gustaría terminarla antes de cumplir los 25 años, porque André Gide publicó tres novelas antes de los 25 años, y me da mucha envidia, yo también quiero hacer lo mismo [risas].

Fuente de la entrevista: http://elcomercio.pe/eldominical/entrevista/edouard-louis-mi-libro-lucha-contra-invisibilidad-noticia-1902877

Fecha de la publicación en OVE: 23 Mayo 2015

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La Universidad de Cartagena se convierte en la morada de las cenizas de García Márquez

Por iniciativa de la familia García Márquez Barcha las cenizas de Gabriel García Marquez volvieron a Cartagena, señala la resolución expedida por la Universidad de Cartagena para esta ceremonia. Expresó el rector Parra Chacón, quien aseguró que es “un honor acoger las cenizas de nuestro nobel inmortal”.

Por Redacción / Sin Embargo mayo 22, 2016

Cartagena (Colombia), 22 de mayo (EFE).- Dos años largos después de su fallecimiento, el nobel colombiano Gabriel García Márquez regresó hoy para siempre a Cartagena de Indias, donde sus cenizas, con aura de inmortal, reposarán en un memorial construido en su honor en el Claustro de la Merced.

En esta ciudad en la que vivió cuando joven, se inició en el oficio del periodismo y fue fuente de inspiración de su obra, García Márquez recibió hoy un homenaje póstumo para que Cartagena de Indias sea “su morada eterna en el Caribe”, según la resolución de la Universidad de Cartagena, institución a la que pertenece el Claustro.

El rector de la Universidad, Edgar Parra Chacón, recordó que en 1948 el joven García Márquez tuvo que interrumpir sus estudios de derecho en Bogotá por la violencia de “El Bogotazo” desatada por el asesinato del caudillo liberal Jorge Eliécer Gaitán, y se instaló en Cartagena, donde se matriculó en esa institución.

Pese a que poco tiempo después abandonó las clases de derecho, su nombre quedó para siempre ligado a la Universidad de Cartagena, ciudad “por la que confirmó sus más caros afectos”, dijo el Gobernador del departamento de Bolívar, cuya capital es Cartagena, Dumek Turbay.

“Bienvenido de nuevo a casa, Gabo, Gabriel, Gabito, acá con nosotros por siempre”, manifestó el Gobernador Turbay.

Junto a las cenizas del Nobel de Literatura de 1982, fallecido a los 87 años de edad, el 17 de abril de 2014 en Ciudad de México, fue desvelado un busto suyo, esculpido por la artista británica Katie Murray, que fue instalado sobre una plataforma flotante construida en el patio central del Claustro de la Merced, construcción española de los tiempos de la Colonia.

El busto de bronce, que estaba cubierto por un manto amarillo, como las rosas que adornan la base del pedestal, o como los enjambres de mariposas que rodeaban siempre a Mauricio Babilonia en “Cien años de soledad”, fue desvelado al caer de la tarde por los hijos y nietos del nobel al ritmo de la “Pequeña Suite”, composición del maestro colombiano Adolfo Mejía.

“Las cenizas de Gabo, solicitadas en muchos lugares del mundo, habrán de reposar en este espacio”, expresó el rector Parra Chacón, quien dirigiéndose a la viuda de García Márquez, Mercedes Barcha, y a sus hijos Gonzalo y Rodrigo, aseguró que es “un honor acoger las cenizas de nuestro nobel inmortal”.

Fue “por iniciativa de la familia García Márquez Barcha” que las cenizas de Gabo volvieron a Cartagena, señala la resolución expedida por la Universidad para esta ceremonia.

“Él mismo quiso que fuera así, me lo contó de su propia boca y jamás se lo he contado a nadie, nunca he escrito esa historia ocurrida hace más de 20 años”, dijo en el acto uno de sus amigos, el escritor y periodista Juan Gossaín, quien reveló que el nobel le dijo en esa ocasión: “La gente sabe que a mí me gusta Cartagena y me gustaría que me entierren en Cartagena”.

“No estamos aquí para participar en una ceremonia fúnebre, ni en un ritual de exequias, esto es una reunión de amigos, y los amigos verdaderos nunca desaparecen, y menos aún si se trata, como en este caso, de un amigo inmortal”, manifestó Gossaín.

Entre los presentes hoy en la ceremonia estuvieron, además de su esposa, hijos y nietos, algunos de sus hermanos, y otras autoridades como la ministra de Cultura, Mariana Garcés, o el alcalde de Cartagena, Manuel Vicente Duque.

Precisamente uno de sus nietos, Mateo García Márquez, leyó un fragmento del capítulo seis de Vivir para contarla, su obra de memorias, en el que relata su llegada a Cartagena.

Y como no podía faltar en un homenaje a Gabo, el acto se cerró con una interpretación de música vallenata, su preferida, a cargo del grupo de Adolfo Pacheco y Julio Rojas, y una lluvia de papeles amarillos cayó sobre los presentes en el patio central del Claustro de la Merced, ya entrada la noche.

Fuente: http://www.sinembargo.mx/22-05-2016/1663605

Foto: EFE

Fecha de publicación en OVE: 23 Mayo 2016

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Colombia: Paro Nacional de 24 horas del Magisterio el 1º de junio

Fuente FECODE / 22 de Mayo de 2016

La Junta Directiva Nacional de la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación, Fecode, por unanimidad aprobó convocar al magisterio colombiano a un Paro Nacional de 24 horas el 1º de junio.

El Paro Nacional del Magisterio tiene varios objetivos, entre ellos, algunos de carácter prioritario para el magisterio y la comunidad educativa nacional. En primer lugar, ante el pésimo servicio de salud prestado al magisterio y sus familias, la intención del Ministerio de Hacienda de recortar los recursos, eliminando el plus, la no garantía por parte del Ministerio de Educación como fideicomitente del contrato para dignificar dicha prestación, la nula acción de la Fiduprevisora para hacer cumplir los mismos a los operadores del servicio y la reiterada violación del Pliego de Condiciones por parte de estos. En concreto, la exigencia inmediata de mejoras en la prestación de salud a los docentes y sus familias.

Así mismo, contra las políticas educativas neoliberales del gobierno nacional; las cuales se materializan en una serie de decretos unilaterales emitidos en los últimos meses y que van en contravía de una educación de calidad. Pero también, en programas y proyectos que convierten a la educación en una oportunidad de negocio y promueven la privatización, como la Jornada Única sin condiciones y con un programa de alimentación que propicia la corrupción; el Índice Sintético de Calidad y su Día E; o el nuevo proyecto de las Licenciaturas Exprés.

Tercero, la lucha por un nuevo Sistema General de Participación -SGP-, que garantice mayores recursos para la educación pública, la salud, el agua potable y el saneamiento básico.

El Paro se desarrollará con toma de capitales, concitando la participación unánime del magisterio e invitando a la comunidad educativa, a los estudiantes, alcaldes, gobernadores, ediles, concejales y diputados.

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Mucha gente dice ‘delante tuyo’ / En defensa del idioma

No se dice ‘detrás nuestro’, sino ‘detrás de nosotros’.
Por:  Jairo Valderrama V.

Es preferible aplicar siempre la coherencia, sobre todo cuando quiere trasladarse este tipo de información a un texto escrito.

Es muy posible que deseemos apropiarnos de infinidad de espacios en este mundo. A veces, los motivos emanan de las referencias de los amigos o parientes acerca del bienestar o alegría que contagia la presencia en sitios exóticos. En otros casos, las impresiones de las imágenes tomadas del cine, la televisión o las publicaciones periódicas nos llevan a evocar sensaciones de libertad y a construir en el pensamiento opciones de vida distintas.

Desde esa experiencia, impresiona bastante la fuerza de esas versiones para idealizar lugares fantásticos o sensaciones inigualables, como volar apenas con el cuerpo por encima de las montañas, de los ríos y de las extensas llanuras.

También es posible, cerrando los ojos, en un ambiente de quietud y silencio, sumergirnos en el fondo de los océanos y maravillarnos con criaturas de tamaños, formas y texturas asombrosas, mientras los demás sentidos perciben experiencias novedosas y únicas, en medio de los irrepetibles cuerpos situados bajo el agua.

Ahora, con la gran cantidad de recursos tecnológicos, cuando un sonido cualquiera y las más misteriosas imágenes pueden materializarse, se desconoce también la infinidad de efectos que estos causan en las emociones. Tanto, que ya muchos seres humanos empiezan a confundir (aún más quizás) los referentes de la realidad y la virtualidad. Los argumentos en ellos ni siquiera sobrepasan los registros de ese ambiente ineluctable e insondable, que impresiona la vista y, en menor proporción, el oído.

En esos espacios intangibles, donde la ficción llega a un grado de frecuencia tan elevado que suplanta la realidad, millones de seres humanos por estos tiempos parece que han dejado en la realidad solo su cuerpo. La trama de la película ‘El show de Truman’, para citar solo una muestra, resulta un juego de niños, a pesar de que, siendo una producción cinematográfica (ficción), se muestra muy real en su denuncia. La impresión de los sentidos, definitivamente, es el punto de partida para cautivar e infundir cualquier tipo de creencia.

Al recibir una llamada telefónica, por ejemplo, algunos ingenuos dan por sentado que el registro escrito (nombre o apodo cariñoso) que aparece en un diminuto monitor equivale a la persona. “Me llamó Juan”, dicen algunos, porque leen el nombre registrado en su dispositivo de comunicación, “Juan”, y asumen que esos artefactos están tan adheridos al cuerpo como una prótesis (hay casos donde la adicción es tan crónica que uno empieza a creerlo: el abandono o el olvido de estos artefactos por parte del usuario parecen causar convulsiones extrañas y manifestaciones inexplicables de desespero). Sin embargo, existe la posibilidad de que Juan haya prestado su teléfono a María para que ella llamara. Un caso parecido se plantea con los correos electrónicos: estos no son las personas, y la intervención multiplicada de los llamados hackers lo ratifica.

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Con esta introducción de algunas causas, pasamos ahora al asunto habitual de este espacio: el lenguaje, con el cual también el espacio se modifica. En un auditorio, para escenificar una situación, hay personas que dicen: “José se sentó delante mío durante la conferencia”, como si el “delante” fuera “mío”. La expresión correcta es “delante de mí”.

Derivados de estos adjetivos posesivos, hay otros casos. En la biblioteca, un estudiante le dice a otro: “El diccionario lo encuentras detrás tuyo”, donde también se evidencia que el “detrás” no puede ser tuyo, y la expresión correcta es “el diccionario lo encuentras detrás de ti”. Tampoco mantienen coherencia expresiones como “el cuadro del famoso pintor está delante nuestro”, porque el “delante” no es “nuestro”; y la oración correcta es “el cuadro del famoso pintor está delante de nosotros”.

Con otros referentes espaciales, que se llaman adverbios de lugar, de manera parecida surgen esos desaciertos. Aunque coloquialmente no guardan ningún riesgo y cualquier hablante diría que se entienden las ideas así expuestas, es preferible aplicar siempre la coherencia, sobre todo cuando quiere trasladarse este tipo de información a un texto escrito.

Más ejemplos: “Las frescas hojas de los árboles se mecían, empujadas por el viento, encima mío”. Otra vez: el “encima” no puede ser “mío”. Entonces, una escena que bien podría resultar refrescante, nos ahoga en cambio con esa imprecisión: lo correcto: “encima de mí”.

Sí funciona ese uso en otros casos: “Siéntate a mi lado”, “a nuestro lado estaba el famoso escritor”, “al lado tuyo pude ver a tu hijo”. Sin embargo, cuando observamos desde la cima de una montaña un extenso valle o una inacabable cordillera, unas palabras como “en el fondo, debajo tuyo, puedes ver el ancho río” afea mucho ese instante de contemplación y paz. Creo que ordenar la oración apenas exige un cuidado de lógica y coherencia: “En el fondo, debajo de ti, puedes ver el ancho río”.

¿Quizás por eso estaremos perdiendo la noción del espacio?

Con vuestro permiso.

JAIRO VALDERRAMA V.
Profesor de la Facultad de Comunicación
UNIVERSIDAD DE LA SABANA

Fuente: http://www.eltiempo.com/estilo-de-vida/educacion/mucha-gente-dice-delante-tuyo-en-defensa-del-idioma/16597822

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Colombia: Nueva facultad de Educación de los Andes se enfoca en los licenciados

El programa estará orientado principalmente en la educación media. Decano habla del proyecto.

El Tiempo/20 de mayo de 2016

Este jueves, la Universidad de los Andes lanzó su nueva facultad de Educación, que se especializará en la formación de licenciados para educación media. EL TIEMPO habló con su decano, Eduardo Escallón.

¿Por qué deciden crear una facultad de Educación?

La facultad nace del Centro en Educación y Formación que hay en la Universidad de los Andes desde hace 15 años. En ese tiempo hemos desarrollado una maestría para docentes en ejercicio, un doctorado y cinco grupos de investigación que llevan tiempo produciendo conocimiento para el área de la educación.

Ser profesor es una profesión, no una ocupación y por eso creemos que se necesita construir un saber pedagógico que les permita a los docentes desempeñarse de la manera más competente.

¿Qué tipo de estudiantes van a formar en esta nueva facultad?

Personas activas y dinámicas en el salón de clases y en las instituciones, que sean capaces de proponer, identificar y formular maneras de mejorar lo que hacen dentro de las aulas y lo que ocurre por fuera. Eso no quiere decir que ellos se van a inventar lo que van a enseñar, sino que serán creativos e innovadores para que sus estudiantes aprendan aquello que tienen que aprender.

¿En qué tipo de licenciaturas se enfocarán?

Las licenciaturas están dirigidas a preescolar y educación básica y media, sobre todo a la media. Las tenemos en biología, física, química, matemáticas, historia, filosofía, arte, literatura, lengua castellana y estamos diseñando la de música.

Estamos viendo cómo cumplir con los lineamientos de la nueva resolución para las licenciaturas en inglés, que son prácticamente inalcanzables para la mayoría de los ciudadanos.

¿Qué retos deben enfrentar los maestros actualmente?

Conocer la disciplina que enseñan, desarrollar unos saberes pedagógicos que les permitan comprender sus retos. Comprender cómo aprenden las personas y evaluar si lo han aprendido o no. Es decir, generar un aprendizaje integral.

¿Cómo van a preparar a los licenciados para todo lo que pasa fuera de las aulas?

El profesor debe ser una persona más humana, más solidaria y más pluralista. Hasta cierto momento debe ser consejero guía.

El profesor no es el psicólogo, el sacerdote, ni el guía espiritual. Tampoco es el policía que combate el microtráfico, ni el juez de familia que ataca el maltrato intrafamiliar. Para eso se deben conocer las líneas de apoyo pero jamás debe suplir las funciones que nombré anteriormente.

Fuente: http://www.eltiempo.com/estilo-de-vida/educacion/facultad-de-educacion-de-la-universidad-de-los-andes/16598022

Imagen: Universidad de Los Andes. Archivo personal

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Nuevas oportunidades de educación superior en Soacha

Colombia/ 18 de mayo de 2016/ Fuente: entorno inteligente/ Publicado 19/05/2016

La educación superior en Colombia presenta retos importantes dentro de los que se destacan la ampliación de los niveles de cobertura y el mejoramiento de la calidad de las instituciones que ofrecen servicios educativos en este nivel de enseñanza.

Si bien, durante los últimos años el número de estudiantes matriculados ha crecido de manera importante, especialmente en formación técnica y tecnológica, las tasas de cobertura siguen siendo bajas y más aún en municipios aledaños a Bogotá, como lo es el caso de Soacha, donde solo en 2014, de los 9.359 jóvenes de 17 a 21 años que accedieron a la educación superior, el 65% lo hizo a carreras técnicas o tecnológicas, el 34% a profesionales y tan solo el 0,2% a posgrado.

En este contexto, se calcula que 8 de cada 10 estudiantes no están accediendo a la educación superior en el municipio, mientras que el 3,2% de la población mayor de 15 años no sabe leer ni escribir y el 65% de la población, comprendida entre los 3 años y 24 años, asisten a un establecimiento educativo formal.

Es por ello, que la Fundación Universitaria del Área Andina decidió abrir un Centro de Servicio Universitario (CSU) en ese municipio con el fin de ayudar a mejorar estas cifras. A esto se suma, que los estudiantes de Educación Virtual prefieren que la universidad esté cerca al lugar en el que viven y no del que trabajan.

«En este nuevo centro de Areandina, los jóvenes podrán acceder a educación superior de calidad a través de nuestros programas en la modalidad virtual. Igualmente, tendrán a su alcance los servicios administrativos sin tener que desplazarse hasta la sede principal en Bogotá e incluso tendrán completamente grátis el acceso a computadores e internet para desarrollar su programa académico. También se les ofrecerá una guía y acompañamiento presencial sobre las diferentes opciones de financiación que posee la universidad», señala Fernando Laverde Morales, rector de la Fundación Universitaria del Área Andina.

Este nuevo centro de atención estará destinado para que los jóvenes tengan a su disposición un amplio abanico de estudios en carreras como: Ciencias Administrativas, Económicas y Financieras, en Educación, Ciencias de la Salud, Ciencias Jurídicas, Humanísticas y Sociales, Diseño, Comunicaciones y Bellas Artes e Ingenierías y Ciencias Básicas.

Con este nuevo CSU, la Fundación Universitaria del Área Andina continúa con su estrategia de ofrecer programas virtuales y a distancia para población que por sus responsabilidades ven en estas modalidades la mejor opción para seguir con su carrera universitaria.

Caracterización de estudiantes virtuales

En la actualidad, el mayor porcentaje de la demanda recibida por la Universidad (Areandina) en la modalidad virtual en el país viene de jóvenes empleados (72%), seguidos de independientes (10%), desempleados (9%) y estudiantes (8%), que se encuentran entre un rango de edad entre 18 años y 23 años.

El 67% del total de los estudiantes, que se encuentra en esta modalidad, son hombres, mientras que el 33% restante son mujeres, que en su mayoría provienen de estudios tecnológicos (44%) y del bachillerato (22%).

El programa académico que tiene más acogida es el de Administración de Empresas por ciclos propedéuticos (58%), seguido por Licenciatura en Pedagogía Infantil (13%), Finanzas y Negocios Internacionales por ciclos propedéuticos (9%), Administración de Mercadeo (7%), Ingeniería de Sistemas (5%) y Técnico en Procesos Administrativos (3%).

La forma de pago con mayor preferencia dentro de los estudiantes de Areandina es la de ingresos propios con el 47%, seguida por préstamos con 29%, ayuda familiar con el 20% y cesantías con el 3%.

Posgrado Virtual

En materia de posgrado virtual, el 37% de los estudiantes son hombres, mientras que el 63% sonmujeres. De este el 42% está casado y el 39% soltero, según datos de Areandina.

Los programas con mayor elección son: Especialización en Pedagogía y Docencia (24%), Especialización en Gerencia en Seguridad y Salud en el trabajo (23%), Especialización en Auditoría en Salud (17%), Especialización en Gestión Ambiental (16%), Especialización en Revisoría Fiscal y Auditoría Forense (15%) y Especialización en Informática (3%).

La forma de pago de mayor preferencia es la de Ingresos Propios con el 55%, seguida de Préstamos con el 28%, Ayuda Familiar con el 15% y Cesantías 3%.

Con Información de ENTORNOINTELIGENTE.COM

Fuente: http://www.entornointeligente.com/articulo/8424724/Nuevas-oportunidades-de-educacion-superior-en-Soacha-18052016

Imagen: http://lapaila.cl/wp-content/uploads/2015/09/noticia9104_img-3519.jpg

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