www.eltiempo.com/13-04-2016/Por: CAROL MALAVER
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde), por medio de su Comité de Políticas Educativas, dio su visto bueno para aceptar, en esa organización, las políticas del sector educativo colombiano.
Andreas Schleicher, Director de Educación de la Ocde, en París, le entregó a la ministra Gina Parody el documento con las recomendaciones para el país, en un evento organizado en Barranquilla, ciudad que obtuvo muy buenos resultados en el Índice Sintético de Calidad Educativa. Un currículo único, mejorar prácticas para la primera infancia son solo algunas de ellas.
Un paso definitivo para el acceso del sector educativo a la Ocde fue la adjudicación del presupuesto más alto para el sector en la historia de Colombia, estimado en 31 billones de pesos para el 2016.
EL TIEMPO habló con Schleicher sobre lo que significa este paso para lograr una educación con mayor calidad en Colombia.
Muchos no conocen qué es la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (Ocde) ¿Por qué Colombia debe entrar y mantenerse?
La Ocde agrupa a 34 países miembros y su misión es promover políticas que mejoren el bienestar económico y social de las personas en todo el mundo. Trabaja para que los gobiernos puedan operar conjuntamente, compartir experiencias y buscar soluciones a los problemas más comunes. Reunimos las mejores prácticas del mundo y creemos que esto le dará a Colombia una oportunidad de aprender y de compartir sus experiencias exitosas.
¿Un país en condiciones sociales y económicas difíciles puede mejorar la calidad de su educación?
Mejorar la calidad de la educación es la única esperanza, la única posibilidad, para que el país incremente, a largo plazo el bienestar social y la prosperidad económica. Además, creo que el país ha demostrado en las últimas décadas que esto es posible. Solamente en América Latina, Brasil y Colombia han logrado mejorar la calidad de la educación, esa es la única manera de salir adelante, de lograr la prosperidad del país. Déjeme explicarle esto con un ejemplo muy claro, cuando uno reflexiona sobre la economía de Colombia, uno piensa en los recursos naturales, petróleo, recursos mineros, pero, sin embargo, los cerebros de la gente pueden multiplicar esos beneficios 15 veces. Colombia ha tenido un gran éxito extrayendo la riqueza de su terreno, pero tiene que invertir más para extraer la riqueza de su talento humano.
¿De qué ejemplos internacionales podemos aprender?
Hay muchas regiones en el mundo. Singapur, por ejemplo, hace sesenta años, solo el dos por ciento de la población sabía leer y hoy es una de los países más avanzados en términos de calidad de la educación. China es uno de los países que más ha mejorado su educación. En Brasil ha habido un progreso impresionante en calidad en un periodo muy corto de tiempo. Colombia también es un muy buen ejemplo para otros países del mundo. Usted preguntó sobre el papel de la Ocde, no es saber sobre todo, sino compartir experiencias para que todos los países puedan aprender entre ellos y así podamos avanzar juntos.
¿Por qué es tan importante la educación para la primera infancia?
Cuando uno viene de una familia rica, tiene muchas puertas abiertas, todo es fácil; sin embargo, para las personas de entornos menos favorecidos, pobres, la educación es la única oportunidad en la vida y en la primera infancia todavía más. Esta es clave para conseguir unas bases sólidas que faciliten los aprendizajes y el desempeño posterior.
¿Qué tan importante es involucrar a la familia en la educación para mejorar en calidad?
Déjeme poner un ejemplo, con base en los resultados de la Evaluación Internacional de Alumnos de la Ocde (Pisa). Los padres que preguntan a sus hijos cómo les fue en la escuela, que se preocupan por su educación, tienen mucho mayor impacto que su condición socioeconómica. Es crucial que todo el mundo se sume. En solo una década Colombia logró que sus estudiantes pasen dos años más en el sistema y tener metas más claras.
La Ocde propone un currículo único para todo el país. ¿Cómo poner a funcionar eso sin minar la autonomía de los profesores?
Estos dos aspectos pueden parecer una contradicción; sin embargo, están estrechamente ligados. Un currículo nacional no marca lo que hay que enseñar, en el día a día, sino qué es el buen desempeño, eso permite tener una perspectiva de cuáles son los objetivos de aprendizaje a alcanzar. Por lo tanto, será tarea de los docentes hacer de esto una realidad y decidir qué es lo que deben enseñar de manera creativa.
Algunos sectores del profesorado colombiano estuvieron renuentes a cambios cuando se quiso evaluarlos de formas diferentes. ¿Qué importancia tiene que ellos se sometan a este tipo de evaluaciones para avanzar en calidad?
La evaluación de los docentes no se debe ver como un instrumento de rendición de cuentas, sino como una posibilidad para mejorar en su profesión, para dar a los profesores señales claras sobre qué es la buena enseñanza y para apoyarles en la mejora de sus prácticas y eso se puede hacer a través de diversos instrumentos, como la continuidad de sus estudios. Esta evaluación tiene que ir acompañada de apoyo. No se trata solo de evaluar a los docentes, sino de darles instrumentos para crecer en su área de trabajo.
Por ejemplo, muchos profesores en Colombia cierran una puerta del aula y se quedan solos, con un montón de problemas. Nadie los apoya, se trata de darles acceso a mejores prácticas, sin que dejen de ser autónomos.
En secundaria muchos jóvenes se tienen que enfrentar a conflictos, y a perder el año. La Ocde dice que repetir es un costo muy alto para el país. ¿Cómo lograr que pasen sin que lo hagan mal preparados?
La repetición de un año escolar es el espejo de una cultura del fracaso. No solo es caro, sino que además es ineficaz y estigmatiza a los estudiantes. La respuesta es invertir más recursos, no en el fracaso, sino en la mejora. Apoyar a los docentes a diagnosticar las debilidades de los estudiantes lo antes posible para que estos los rescaten antes de que sea tarde. No se trata de ignorar el mal desempeño, sino de mejorarlo. La transición de Colombia hacia la paz depende de muchos factores, pero ninguno será más importante que su habilidad de construir un sistema educativo sólido.
Ser Pilo Paga ayuda a muchos estudiantes a ingresar a una universidad, pero no es la solución al problema de cobertura en educación superior. ¿Cómo hacer que el país entienda que la educación técnica y tecnológica es igual o más importante que la superior?
Ser Pilo Paga es un buen esfuerzo, pero no resuelve el reto de equidad que tiene el país. Este reto debe afrontarse con la mejora del aprendizaje en las primeras etapas escolares. En relación con el segundo punto, sobre la formación profesional, para que ustedes tengan mejores resultados en el mercado laboral y un mejor impacto, hay que invertir más, como lo están haciendo en las universidades. Hay que integrar el mundo del trabajo con la educación y dar a los futuros empleadores una mayor voz sobre las necesidades del mercado. Quisiera insistir en el primer punto y es que la equidad no va a resolverse en la etapa terciaria, sino en la primera infancia.
¿Cuánto debe invertir un país por estudiante para lograr calidad educativa?
Colombia puede compararse con los países de la Ocde, que invierten hoy tres veces más, pero el dinero no es el único ingrediente para el éxito. También importa cómo se distribuyen los recursos. Pronto va a llegar el momento en el que para Colombia sea prioridad eliminar las amplias disparidades entre las zonas urbanas y rurales con el fin de conseguir una paz duradera.