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Ecuador: Los niños nacieron para aprender, pero necesitan oportunidades

Yasmín Salazar Méndez

Los niños nacieron para aprender y son los aprendices más capaces del planeta. Esta frase tomada del libro ‘Aprendizaje temprano de calidad: Nutrir el potencial de los niños’, publicado por el Banco Mundial, describe la innata capacidad de los niños, su velocidad para aprender cosas nuevas y su habilidad para generalizar lo aprendido a otras experiencias.

A pesar de la reconocida capacidad de aprendizaje de los niños, según estimaciones del Banco Mundial, el 53% de los que tiene 10 años, que habitan en países de ingresos bajos y medianos, padecen la denominada ‘pobreza en aprendizaje’, es decir, no sabe leer ni comprender un texto breve.

Esta situación se vio agravada por la pandemia de Covid-19 y, según estimaciones del mismo organismo, si no se toman acciones oportunas podría llegar a 63% en la pospandemia.

Un 40% de los niños en Ecuador no comprende lo que lee, según María Brown, ministra de Educación.

Aunque la pobreza en aprendizaje es más notoria en los que asisten a la escuela, el origen de las deficiencias cognitivas de los niños se remonta a los primeros cinco años de vida.

Se trata de una etapa es clave para el adecuado desarrollo cognitivo, psicosocial, psicomotor y afectivo, que no solo permitirá que los niños tengan un mejor proceso de aprendizaje en la escuela, sino que será el soporte de toda su vida estudiantil.

El 40% de los niños en Ecuador no comprende lo que lee.

Para evitar que las cifras de pobreza en aprendizaje continúen subiendo, hay que diseñar estrategias para corregir el atraso de los niños que ya están en la escuela, pero también hay que atender a los que tienen menos de cinco años de edad.

En Ecuador, la atención y educación para los niños menores de 5 años, se divide en dos: educación en la primera infancia (destinada a niños de 0 a 3 años), y educación inicial (para niños de 3 a 5 años).

En el primer caso, la atención debe ser garantizada y regulada por el MIES, sin embargo, la responsabilidad es de los padres de familia, que tienen libertad de decidir si sus hijos asisten a un centro de educación y atención para la primera infancia.

En el segundo, es obligación del Estado. 

Cuando la decisión de enviar a los niños a un centro de desarrollo infantil recae únicamente en los padres, se pueden marcar grandes diferencias en el aprendizaje de los niños que asisten a estos centros y los que no lo hacen.

Tomar una decisión de este tipo depende de diversos factores, como: los recursos económicos de los padres, las preferencias sobre a quienes consideran como responsable del cuidado de los niños, y la información que disponen los padres sobre las ventajas de que sus hijos asistan a un centro de educación y atención infantil.

Sobre ese último punto, en un estudio realizado para Ecuador se determinó que los centros de cuidado infantil son vistos como sustitutos del cuidado materno y no como lugares en los que se puede potenciar el desarrollo integral de los niños.

En el país, según datos tomados del portal de información del MIES y actualizados a 2017, ese año la tasa de asistencia a centros de desarrollo infantil fue de 19,4%, mientras que en 2010 era de 15%.

Con respecto al tipo de centro, el 93,7% de los infantes asiste a centros públicos, mientras que el 6,3% frecuenta centros privados.

Por rango de edad, la tasa de asistencia fue la siguiente: 0 a 22 meses (8,2%), 12 a 23 meses (19,7%) y de 24 a 35 meses (30,4%).

La tasa de asistencia a los centros de educación de infancia temprana aún es baja, y aumentarla depende de que los padres tengan incentivos para enviar a sus hijos de 0 a 3 años.

No solo con la idea de que allá los cuidarán, sino de que será positivo para su desarrollo integral, puesto que recibirán atención educativa de calidad, además de servicios de nutrición y gozarán de un ambiente que beneficia su desarrollo socioemocional.

Para que esto se haga realidad, los centros de desarrollo infantil públicos y privados deben brindar servicios integrales de calidad.

Aunque también hay que tomar en cuenta que las brechas no surgen únicamente por la asistencia a los establecimientos de educación infantil, sino también por la alimentación, los cuidados de salud y la estimulación que reciben los niños dentro de sus familias. Además, es necesario mencionar la importancia de que los niños gocen de vínculos afectivos fuertes y saludables.

Los niños nacieron para aprender y, que lo hagan bien, depende de los adultos.

Para hacer uso de este contenido cite la fuente y haga un enlace a la nota original en Primicias.ec: https://www.primicias.ec/noticias/firmas/ecuador-ninos-aprendizaje-educacion-publica-deficiente/

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Maria Cecilia Villegas: El campo como oportunidad en Perú

El 46% de la población de las zonas rurales vive en pobreza. Sin acceso a servicios de salud y educación de calidad, con un restringido acceso a agua y saneamiento, con limitada conectividad y caminos rurales en mal estado que reducen sus posibilidades de acceder a mercados. Sin mercados no hay ingresos y sin ingresos no es posible escapar de una trampa de pobreza. En el Perú existen 2′128.282 unidades agropecuarias dedicadas a la agricultura, ganadería, silvicultura, acuicultura y pastoreo, administradas y operadas a nivel familiar, con extensiones de tierra de hasta diez hectáreas. ¿Cómo hacerlas sostenibles?

Pedro Castillo pasó a segunda vuelta gracias al voto rural. En regiones como Apurímac, Huancavelica y Ayacucho, obtuvo más del 50% de los votos. Un maestro rural que decía conocer bien los problemas del campo y que durante la campaña presidencial había ofrecido una segunda reforma agraria a través de la cual profesionalizaría el campo, llevaría créditos y abriría mercados. En lugar de ello, y tras diez meses de Gobierno, Pedro Castillo ha generado una crisis en el sector más abandonado del país: el campo. Desde su llegada al poder, Castillo ha tenido cuatro ministros de Desarrollo Agrario. Ninguno de los cuales tiene la experiencia ni la capacidad necesaria para liderar el Midagri. Más aún, el Gobierno se ha encargado de copar el ministerio con personas sin conocimiento del sector, lo que es gravísimo, ya que no se puede gestionar un sector que no se conoce.

Actualmente, existe en el Perú un déficit de 180 toneladas de fertilizantes. Y si bien es cierto que la escasez de fertilizantes es global y agravada por la guerra Rusia-Ucrania, el Gobierno debió haber tomado las medidas necesarias para mitigar la crisis que se avecinaba. Pero ¿cómo hacerlo si el Gobierno ha sido capturado por personas sin ninguna capacidad de gestión pública? Como consecuencia, la campaña agraria que empieza en agosto no tendrá la productividad esperada. Y aquí vale el jalón de orejas para quienes desde los niveles socioeconómicos medios y altos del país, con suficiente acceso a educación e información como para poder entender que Pedro Castillo no tenía ni la capacidad ni la experiencia y mucho menos las ideas adecuadas para dirigir el destino del Perú, votaron por él en el mayor ejercicio de irresponsabilidad cometido contra el Perú en los últimos años. La destrucción de la institucionalidad y el copamiento del Estado por personas sin conocimientos está destruyendo todo lo que el país había avanzado en los últimos 30 años. El sector agrario es solo un ejemplo.

La falta de acción coordinada entre las instituciones públicas que operan en el sector, como Agro Rural, Sierra Azul y las Gerencias Regionales Agrarias, impide que se aprovechen las complementariedades y posibles sinergias y los resultados no corresponden con el nivel de gasto. No existe inversión por resultados ni programas de desarrollo económico rural, al no ser considerados rentables. Mientras que la falta de capacidad de gestión pública y de voluntad política hace que los grandes proyectos de irrigación no se concreten. Esta semana se supo que la firma de la adenda que permitiría el reinicio de la construcción de la etapa III de Chavimochic fue suspendida.

El campo no debe ser visto como un problema, sino como la gran oportunidad que es. Para acabar con las trampas de pobreza y hacer sostenibles las unidades agropecuarias, es necesario que se organicen e inserten en cadenas productivas que mejoren su competitividad e ingresos. Para ello, es preciso trasladarles tecnología, asistencia técnica y lograr que accedan a fuentes de financiamiento. Necesitamos, además, inversión público-privada en carreteras y cadenas de frío. Ello solo se logrará si el sector privado ve al pequeño agricultor como una oportunidad de negocio a través de la formación de alianzas. El sector privado tiene la capacidad y la experiencia para desarrollar el sector y generar escalas suficientes para crear impacto permanente en la reducción de la pobreza a través de la generación de riqueza, la transformación de la agroindustria en la costa lo demuestra.

Fuente: https://elcomercio.pe/opinion/columnistas/el-campo-como-oportunidad-por-maria-cecilia-villegas-noticia/

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Venezuela, Según informe de la OBU: «El amor al arte» sostiene los espacios culturales de las universidades públicas #1Jun

En un reciente y muy extenso informe, el Observatorio de Universidades (OBU), hizo un análisis de la situación de nuestras universidades públicas en lo que a sus espacios se refiere y del mismo se desprendió el siguiente informe:

«Las direcciones de cultura de las instituciones de educación superior nacieron con la democracia, como parte de las políticas del Estado venezolano para fomentar el pluralismo, el pensamiento crítico y las libertades humanas.

La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela garantiza el derecho a la creación y la divulgación cultural y establece en su Artículo 99, que el Estado “garantizará la protección y preservación, enriquecimiento, conservación y restauración del patrimonio cultural, tangible e intangible y la memoria histórica de la Nación”.

No obstante, según las investigaciones del Observatorio de Universidades97% de los estudiantes universitarios de Venezuela no participan en actividades culturales. Varios son los reparos que puede hacerse al Gobierno venezolano acerca de lo establecido en la Carta Magna, lo que dice la Unesco y la situación en que se encuentra el patrimonio cultural de la Nación».

Dado lo extenso del material, que involucra varias casas de estudios superiores de Venezuela, en esta oportunidad solo nos ocuparemos del estado Lara, específicamente de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado.

Según explica el profesor Figueredo, quien es contador público, músico y locutor profesional y tiene 13 años al frente de la Dirección de Cultura de la UCLA, ese recinto se quedó sin vigilancia hace tres años, entre otras irregularidades que aquejan a esa universidad. «Los ladrones se llevaron los 15 compresores del aire acondicionado y dejaron sin cableado a varias oficinas, incluida la del director«.

Dijo, que los espacios donde ensayaban las orquestas y el sótano donde se hacían las presentaciones de teatro en la Dirección de Cultura están contaminados por la filtración de las paredes.

A pesar de ello -continuó- las actividades de la Dirección de Cultura de la UCLA se han mantenido porque acuden a otros sitios y porque artistas amigos de la Universidad y los
empleados hacen presentaciones poéticas y escénicas en los recintos menos afectados por la humedad.

“Tratamos de hacer por lo menos un concierto al mes, en iglesias, en instituciones como Ascardio o la Cámara de Turismo, en fiestas patronales de los pueblos. Les pedimos a las instituciones que nos asignen transporte y comida para los músicos, gustosamente nos han apoyado porque valoran de manera positiva a la Universidad. «En lo que se active el auditorio volveremos con nuestras presentaciones, hay una comisión trabajando en eso”, aseveró Figueredo.

En otro punto, señaló que el auditorio Ambrosio Oropeza, donde se ofrecían los conciertos y se llevan a cabo los actos de grado, está inoperativo porque el hampa se llevó los compresores del aire acondicionado, los baños no funcionan y se requiere impermeabilizar el techo.

«En las graduaciones, los egresados entran y salen del recinto una vez que reciben su título de manos de las autoridades. Mientras esperan su turno, ellos y sus familiares se quedan afuera durante la ceremonia», dijo.

Explicó, que la estudiantina de la Universidad está inactiva por falta de participantes, de un director, de unidades de transporte para los alumnos y por la pandemia que alejó a los músicos de las comunidades. Las dos orquestas de la UCLA funcionan con personal contratado.

«El año pasado nos asignaron 10 mil millones de bolívares (unos 2.500 dólares), en el papel, pero de eso no vimos ni medio; pasó todo 2021 y nunca llegó el dinero. Trabajamos
en función de la gente que tengamos disponible, les preguntamos qué pueden hacer y sobre la base de ello, planificamos para el año actividades en la misma Dirección, salvo que alguien nos apoye con transporte”, indicó el profesor Figueredo.

En resumen, ante el caso de la UCLA y de las demás casas de estudios superiores de Venezuela, el informe de la OBU señala a manera de conclusión que «El gobierno venezolano, al asfixiar presupuestariamente a las universidades públicas, incumple con la meta de “redoblar los esfuerzos para proteger y salvaguardar el patrimonio cultural y natural del mundo” establecido en el número 11 de los objetivos del desarrollo sostenible. El sostenimiento de este tipo de instituciones no puede dejarse solo en manos de individualidades que con la sola voluntad hacen lo que pueden.

Fuente: https://www.elimpulso.com/2022/06/01/segun-informe-de-la-obu-el-amor-al-arte-sostiene-los-espacios-culturales-de-las-universidades-publicas-1jun/
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El hambre y la violencia crecen en Brasil

Dos fenómenos se agravaron de manera contundente en Brasil a lo largo de los últimos tres años: el hambre y la violencia practicada por las fuerzas de seguridad pública.

La suma de la inflación, que se mantiene por encima de los 12% al año, a la pérdida de poder adquisitivo de manera general pero especialmente aguda en las capas de menor poder adquisitivo, que gira alrededor de los 10%, hizo que 36% de las familias brasileñas – lo que significa más de la mitad de la población total, de 212 millones – hayan entrado en lo que analistas y especialistas llaman de “inseguridad alimentaria”. Es decir, desde insuficiencia de alimentos en bases mínimas hasta directamente hambre.

Ese cuadro se acentuó principalmente a partir de 2021. Si en 2014 el número de familias en estado de “inseguridad alimentaria” en sus diferentes niveles rondaba la casa de 17%, a fines de 2021 había saltado para 36%. Y con eso supera el promedio mundial, que es de 35%.

Entre los 20% que conforman la parte más pobre de los brasileños, 75% dicen que en 2021 faltó dinero para comprar comida.

Los datos corresponden a encuestas realizadas antes de la invasión de Ucrania por las tropas rusas, lo que provocó un nuevo –y fuerte– incremento en los precios, especialmente combustible y alimentos.

Si a lo largo de siete meses de 2021 el gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro concedió “auxilio de emergencia” a poco más de 39 millones de familias, ahora llega a 17 millones 500mil, o sea, menos de la mitad.

Además del hambre, otro fenómeno creciente bajo Bolsonaro alcanza, de manera dramática, precisamente a la parte más pobre de los brasileños: la violencia de las fuerzas de seguridad en las villas miseria cuya población aumentó significativamente con la debacle económica.

Esta semana hubo otra masacre en una “favela” suburbana de Río, con la muerte de 23 personas.

Desde agosto de 2020, o sea, en menos de dos años, al menos 330 civiles fueron muertos en 74 supuestos enfrentamientos entre supuestos criminales y fuerzas de seguridad pública solamente en Río.

La repetición de “supuestos” se justifica: parte substancial de los muertos no tenía ningún tipo de registro criminal, y es difícil imaginar un “enfrentamiento” como el más reciente, en la villa miseria de Cruzeiro, en que 23 habitantes murieron y ninguno de los más de 150 policías fue herido.

En este último caso, de los 23 muertos 16 fueron identificados. De ellos, siete –casi la mitad– no tenían ningún antecedente criminal. Uno de ellos era un joven de 16 años, muerto por una cuchillada, y no por tiro.

Otra víctima era una peluquera de 42 años, alcanzada dentro de su casa por una “bala perdida”, nadie sabe si disparada por narcotraficantes o por la policía. Otro fusilado era un ex militar de la Marina, que trabajaba en un negocio en la “favela”. No había arma alguna al lado de su cadáver.

Ha sido la segunda mayor masacre en Río. La anterior ocurrió en 2021, también en una “villa miseria”, y dejó 28 muertos. Entre las víctimas se encontraban narcotraficantes, pero parte considerable era de habitantes, todos trabajadores y en su mayoría negros.

Otra acción brutal de la policía –grabada en vídeo que circula por todo el país– ocurrió en Umbaúba, en el estado de Sergipe, en el nordeste.

El conductor de una moto, que padecía de esquizofrenia, fue tumbado por policías militares. Agredido, fue atado y tirado al baúl de una camioneta de la patrulla. Su esposa se acercó y, a los gritos, contó a los uniformados que el marido era enfermo.

Como el prisionero se agitaba en la baulera, los agentes dispararon spray de pimienta dentro del vehículo todo cerrado para “calmarlo”. Resultado: el hombre de 38 años murió sofocado.

Frente a la masacre de Río, Bolsonaro –un incentivador del armamentismo que destrozó el ya complicado sistema brasileño de seguridad pública– elogió a los “héroes” que garantizaron la paz de “los hombres de bien”, criticó a los medios de comunicación por no compartir su aplauso y prometió mantenerse vigilante.

Ya con relación al ciudadano sofocado en el baúl de un patrullero dijo que antes de comentar iba a “averiguar” lo sucedido.

Parece que a ninguno de sus asesores e hijos les ocurrió enseñarle el vídeo del asesinato cometido por los policiales.

Así es que negros y pobres que habitan las villas miseria seguirán bajo la eterna amenaza de muerte por agentes de seguridad pública que no hacen más que fusilar en lugar de prender culpables mientras diezman inocentes. Todo siempre bajo el aplauso presidencial.

Fuente: https://rebelion.org/el-hambre-y-la-violencia-crecen-en-brasil/

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La desigualdad en educación que dejó la pandemia en Colombia

Recientemente fue publicada una investigación de la Universidad de los Andes que deja ver este fenómeno a través de un análisis en las pruebas Saber 11 frente a distintas variables.

Aunque con anterioridad ya se habían publicado balances e informes que hablaban de la influencia de la pandemia en la educación, a nivel mundial y en América Latina, recientemente se conoció el primer estudio realizado en el país que deja ver cómo afectó la pandemia en la educación en varios niveles, que pueden verse a la luz de la prueba Saber 11 durante los últimos dos años de confinamiento.

De acuerdo a un informe de la Unesco publicado en 2021, varios países se vieron afectados a nivel mundial por los confinamientos a nivel educativo. “En numerosos países los niños han perdido la mayor parte o la totalidad del aprendizaje escolar que deberían haber adquirido en la escuela, siendo los más jóvenes y los más marginados los más afectados”, advirtió la organización. Por su parte, también se conoció que el cierre de los colegios fue un 70% más largo que en países como México, Estados Unidos o Canadá, según un estudio realizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos y el Banco de Desarrollo de América Latina.

Pero, ¿cómo afectó el aprendizaje la pandemia en nuestro país? 

A partir de estas y otras preguntas, un grupo de investigadores de la Universidad de los Andes realizó una investigación. Según El Espectador dicha institución publicó un estudio en el que se analiza la desigualdad de los resultados de la prueba Saber 11 durante la pandemia. “El propósito de este trabajo es medir, a través de pruebas estandarizadas, el cambio en la desigualdad en el aprendizaje de los estudiantes de secundaria a partir de las características de los individuos, de sus hogares y de las características de las sedes educativas, dice el resumen del mismo.

De esta forma el estudio midió el cambio en la desigualdad en el período de 2016 a 2020. En total, se utilizaron cinco dimensiones “para cuantificar las brechas en el aprendizaje educativo”. Estas fueron: individual (género y etnia), conectividad del hogar (acceso a internet y computador), hogar (número de libros, hacinamiento y educación de los padres), sede educativa (sector y zona) y municipio (PDET).

Los resultados fueron alarmantes: la desigualdad aumentó más del 100 %, en la gran mayoría de variables. También se evidenció un aumento de la desigualdad del 173 % entre los estudiantes de sectores urbanos y los de zonas rurales entre 2016 y 2020. Esto significa que la diferencia en los puntajes de estas pruebas de estos dos grupos aumentó más de dos veces.

“Por otra parte, antes de la pandemia, la relación entre el acceso a computador e internet y los mejores resultados en las pruebas era muy pequeña, pero en 2020 la relación aumentó “significativamente”. El acceso a computador e internet mitigó el efecto de la pandemia en un 60 y 63%, respectivamente. Esto significa que estudiantes con acceso a estas herramientas pudieron mantener mejores resultados, generalmente, que los que no tienen acceso, evidenció El Espectador que también hizo alusión a que la única brecha que disminuyó en la pandemia fue la de género, en un 15,5 %.

Esto, explica la misma fuente de información que también entrevistó a uno de los autores del estudio, no se sabe si es por una reducción de la desigualdad en el aprendizaje entre hombres y mujeres o si se debe a una transformación en la composición de estudiantes que presentaron la prueba, por lo que la pregunta investigativa sigue abierta.

Para explorar el cambio en la desigualdad en cada variable, los investigadores compararon estudiantes que comparten las mismas características, menos una de ellas. Por ejemplo, dice el mismo diario, “compararon a los hombres de colegios públicos con padres graduados de universidades, pero que se encuentran en dos áreas distintas, la rural y urbana”. 

Fuente: https://www.radionica.rocks/noticias/la-desigualdad-en-educacion-que-dejo-la-pandemia-en-colombia

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Taller «educación sexista y coeducación: estrategias para su transformación». Chile

América del Sur/Chile/03-06-2022/Autor(a) y Fuente: www.colegiodeprofesores.cl

Continuando con el ciclo de capacitaciones en Educación No Sexista que llevan a cabo el Colegio de Profesoras y Profesores, la UMCE y las Municipalidades de Villa Alemana y Conchalí, este miércoles se desarrolló el Taller 4 «Educación sexista y coeducación: estrategias para su transformación», por parte de la docente Daniela Lillo, cuyo objetivo fue dar cuenta de las distintas dimensiones en que se da el sexismo en la educación (organizacional, curricular y social), así como estrategias para avanzar desde prácticas sexistas hacia prácticas transformadoras.

Fuente e Imagen: https://www.colegiodeprofesores.cl/2022/06/02/taller-educacion-sexista-y-coeducacion-estrategias-para-su-transformacion/

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Venezuela: Más de 87% de las bibliotecas universitarias venezolanas están inoperativas

América del Sur/Venezuela/03-06-2022/Autor(a) y Fuente: www.elnacional.com

Las principales instituciones afectadas son la Universidad de Los Andes, la Universidad Central de Venezuela, la Universidad de Oriente y la Universidad del Zulia. La organización no gubernamental Aula Abierta afirmó que las deficiencias responden a la falta de mantenimiento de los espacios, el vandalismo, el deterioro de equipos y la falta de personal.

Un total de 114 bibliotecas universitarias en Venezuela (87,4%) están inoperativas, reveló un informe desarrollado por la organización no gubernamental Aula Abierta correspondiente a los últimos cuatro años. Las instituciones afectadas son la Universidad de Los Andes, la Universidad Central de Venezuela, la Universidad de Oriente y la Universidad del Zulia.

Señaló que debido a la llegada de la pandemia de covid-19 los problemas se agravaron y que actualmente no existe accesibilidad integral a los contenidos por parte de los usuarios. Esta situación, afirmó la organización, sucede con el ingreso de forma remota en la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA), la UDO y LUZ.

“El Estado venezolano en los últimos años no ha garantizado el derecho al acceso a la educación de calidad y a la libertad de información, a través de diversas acciones u omisiones que repercuten negativamente en la prestación de servicios por parte de las bibliotecas universitarias del país”, denunció.

Crisis en ULA, LUZ y UDO

Aula Abierta indicó además que en la Universidad de Los Andes 20 bibliotecas están medianamente operativas. Entre ellas, 6 de ciencias y tecnología, 8 de ciencias sociales y 6 de ciencias de la salud.

Agregó que las bibliotecas del Plan Operativo Anual de los Servicios Bibliotecarios de la ULA cerraron sus puertas durante la pandemia. Funcionaron solo mediante consultas electrónicas de material digitalizado y reiniciaron actividades presenciales en marzo de 2021, con atención a usuarios solo tres días a la semana.

La Biblioteca Integrada de Arquitectura, Ciencias e Ingeniería de esa institución, indicó Aula Abierta, pasó los años 2020 y 2021 sin servicio de Internet debido al robo de cable de fibra óptica y problemas de electricidad. Asimismo, la biblioteca del Núcleo Alberto Adriani, en El Vigía, la cerraron por la invasión en la Hacienda Judibana y por falta de personal.

Se documentó que en la Universidad del Zulia se documentó que de las 14 bibliotecas ubicadas en las facultades de Humanidades y Educación (2), Ingeniería (6) y Ciencias Jurídicas y Políticas (6), al menos 12 no están operando. Esto representa 85,71% de las bibliotecas estudiadas.

La Universidad de Oriente, conformada por cinco núcleos en el oriente del país, tiene 23 bibliotecas y 16 de ellas se encuentran totalmente fuera de servicio. Representa 69,5% de inoperatividad.

Alto grato de inoperatividad en la UCV

La ONG indicó que en la Universidad Central de Venezuela se evaluaron 86 bibliotecas y se comprobó un alto grado de inoperatividad en todas ellas.

“Las deficiencias en la operatividad de las bibliotecas universitarias responden a la falta de mantenimiento de los espacios, los hechos vandálicos, el deterioro de equipos, la falta de personal suficiente para la atención de los usuarios, entre otros factores que limitan la prestación de los servicios, impidiendo la obtención del material didáctico necesario para impartir las cátedras y dar curso a la investigación científica”, afirmó.

Fuente e Imagen: https://www.elnacional.com/venezuela/874-de-las-bibliotecas-universitarias-estan-inoperativas-en-venezuela/

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