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La aportación del aprendizaje-servicio en el mundo. ¿De qué calidad educativa hablamos?

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Autora: Profesora María Nieves Tapia, Directora, CLAYSS (Argentina). info@clayss.org

Texto publicado en Cuadernos de Pedagogía, N° 450. Madrid, Noviembre 2014. pp. 54-56.

 

Cada vez que se anuncian los resultados PISA, periódicos de todo el mundo publican lamentaciones apocalípticas sobre la decadencia de la educación. Pareciera que la calidad educativa fuera una suerte de Copa del mundo donde sólo cuenta el ranking, y nadie está conforme con los resultados de su equipo. Probablemente, en la mismísima Finlandia haya cartas de lectores sosteniendo que los educadores podrían hacerlo mejor…

Quienes nos movemos en el ámbito educativo sabemos, naturalmente, que la cuestión no es tan simple, y que el debate sobre en qué consiste la ansiada “calidad” educativa sigue abierto. ¿Qué implica en la vida real de las aulas ofrecer una educación “de calidad”? ¿Que nuestros estudiantes puedan responder exitosamente a exámenes estandarizados? ¿Que estén preparados para el mundo del trabajo? ¿Que desarrollen su pensamiento crítico? ¿Que sepan actuar como ciudadanos participativos y solidarios? ¿Que sean capaces de vivir armoniosamente con gentes diversas y respetando al planeta? ¿O todo lo anterior y más?

Especialmente para quienes vivimos en el Sur del planeta, la pregunta que se agrega es “¿calidad para quiénes?”. ¿Es realmente “calidad” si no está al alcance de todos? ¿Si no incluye a la diversidad de los más vulnerables? ¿Un país puede estar satisfecho si los que más aprenden son sólo quienes más tienen?

Podría decirse que una de las respuestas más sintética y abarcadora a la pregunta de en qué consiste educar con calidad en el siglo XXI sigue siendo la que se sintetizó en “Aprender a aprender, a hacer, a ser y a vivir juntos” (Delors, 1988). Sin embargo, quienes tenemos horas de aula a las espaldas sabemos que esta máxima de UNESCO, como tantas otras, es más fácil de prescribir que de practicar en la cotidianeidad escolar.

La dificultad para pasar de las teorías a las buenas prácticas no es exclusiva de las Ciencias de la Educación, pero en los últimos años se ha comenzado a advertir más claramente la apremiante necesidad de acercar las grandes ideas de los especialistas a la vida real de las escuelas, en un diálogo más horizontal, que rescate, valore y sistematice los aprendizajes y hallazgos desarrollados con creatividad e iniciativa por los propios maestros y estudiantes. De hecho, algunas políticas educativas comienzan a desarrollarse a partir de experiencias de escuelas innovadoras o de organizaciones de la sociedad civil, y no ya exclusivamente “descendiendo” de los escritorios de los Ministerios a las aulas (PNES, 2013:53).

Es en este marco en que podríamos ubicar la rápida difusión mundial del “aprendizaje-servicio” (APS) en las últimas décadas. En las palabras de Brynelson: “El aprendizaje-servicio es la única reforma educativa que normalmente crece de abajo hacia arriba, y en la que son los docentes y los alumnos los primeros en saber cómo funciona.” (EYC, 1999:121)

En los últimos veinte años, algunos países de América y Europa han comenzado a desarrollar políticas de promoción del APS. Pero mucho antes, educadores de los más diversos puntos del planeta han descubierto que aplicar lo aprendido en las aulas al servicio de los demás sirve simultáneamente para contribuir con la resolución de problemas locales y para motivar a niños y jóvenes a indagar, a aprender más, a comprometerse con la realidad y a valorar al espacio educativo como un lugar con sentido personal y social. En otras palabras: que la solidaridad puede ser también un camino hacia la calidad y la inclusión educativa.

 

El APS, un movimiento pedagógico mundial

Fruto del esfuerzo de miles de educadores y estudiantes creativos, de múltiples influencias teóricas y de diversas políticas educativas, hoy se desarrollan buenas prácticas de APS en todos los continentes, protagonizadas desde niños de 4 años hasta jóvenes universitarios, y tanto en instituciones educativas como en organizaciones juveniles o en asociaciones de adultos mayores.

Numerosos autores coinciden en señalar entre las raíces del aprendizaje-servicio a la pedagogía de John Dewey y a pedagogías europeas del siglo XX (Giles&Eyler, 1994; Puig, 2009), y es universalmente aceptado que el término aprendizaje-servicio («service learning«) fue acuñado por los norteamericanos Robert Sigmon y William Ramsey entre 1966 y 1967. Pero es también reconocido que “la historia de la práctica del aprendizaje-servicio data de mucho antes que el término mismo” (Titlebaum, 2004:4).

De hecho, los orígenes y fundamentos del APS no son necesariamente los mismos en todo el planeta. En la India, el Servicio social universitario (“National Service Scheme”) se fundó en 1969 a partir del pensamiento de Gandhi y la Satyagraha (Nagar, 2002). En China, el APS se funda en conceptos propios de la tradición oriental, como “Ren” -benevolencia- y “Yi” –justicia- (OSL, 2012:5). Sesenta años antes del nacimiento formal del “service-learning”, la Constitución mexicana ya establecía la obligación para todos los graduados universitarios de aplicar sus conocimientos prestando un Servicio Social. En América Latina la influencia de Paulo Freire y la educación popular, y de tradiciones tan antiguas como las de las comunidades originarias, el movimiento de la Reforma Universitaria de 1918 o el pensamiento social cristiano han sido tanto o más significativas para el desarrollo del APS que las influencias teóricas provenientes del Norte del planeta (Perold y Tapia, 2007; Tzhoecoen, 2010).

La multiplicidad de orígenes y raíces teóricas hace que no todas las experiencias de APS se denominen así. Utilizando una metáfora farmacéutica, podría decirse que en la última década “aprendizaje-servicio” es un “genérico” que puede encontrarse en diversos países -o aún dentro del mismo país- con diferentes denominaciones o “marcas”: “voluntariado educativo” en Brasil, “Active learning in the community” en Gran Bretaña o “educación para el buen vivir” en Ecuador. En Japón el APS es denominado tanto “Borantia” -voluntariado- como “hoh-shi”, un concepto históricamente vinculado al servicio del Estado y el Emperador y al auto-sacrificio (Masayuki, 2003). Dentro de España, en catalán se optó por la traducción literal de “aprenentatge-servei”, mientras que en Euskadi se dice “zerbikas” (literalmente aprender y servir), pero se lo traduce al castellano con la expresión más común en Latinoamérica de “aprendizaje y servicio solidario”, una diferencia con no poca carga conceptual (Zerbikas, 2014; Tapia, 2003).

En función de los consensos más generalizados en Iberoamérica, en este artículo definimos como APS a prácticas que reúnen simultáneamente al menos tres características: la prestación de un servicio solidario a la comunidad; el protagonismo de los propios estudiantes en la ejecución del proyecto, y la clara articulación de las actividades solidarias con el aprendizaje y la aplicación de saberes y competencias (PNES, 2009:38). En base a estos tres criterios, pueden identificarse experiencias de APS en muy diversos contextos y bajo distintas “marcas”.

En Barcelona y en Tucumán hay niños de 9 años que leen cuentos a niños menores y promueven la lectura en su comunidad, mejorando al mismo tiempo sus propias competencias comunicacionales. En Estados Unidos y en Argentina hay adolescentes que han contribuido con sus investigaciones y con su acción comunitaria a combatir la contaminación del agua en sus localidades, desarrollando altos niveles de conocimiento científico. En Cali, en Ciudad del Cabo y en Kuala Lampur hay estudiantes universitarios de Ciencias Económicas que aplican sus conocimientos para capacitar y brindar herramientas para la mejor gestión de microemprendedores y organizaciones sociales. La lista podría seguir…

 

Aportes del APS a la calidad y la inclusión educativa

Una de las grandes fortalezas del APS reside justamente en superar las viejas antinomias entre formación científica y formación ética, entre aprender contenidos o desarrollar competencias, entre excelencia académica e inclusión educativa.

Es cierto que no se requiere de grandes conocimientos para reunir alimentos o ropa y entregarlos a una organización benéfica. Pero atender con seriedad a una problemática social o ambiental requiere poner en juego saberes que se confronten con la realidad, competencias para comunicarse, planear, resolver situaciones imprevistas… Los adolescentes de una escuela técnica que en las horas de taller diseñan y construyen sillas de ruedas para discapacitados sin recursos no sólo prestan un valioso servicio solidario. A diferencia de las tradicionales simulaciones en laboratorio, las sillas de ruedas tienen que funcionar de verdad, por lo que su producción involucra más conocimientos y destrezas que los que exigiría aprobar un trabajo práctico con la nota mínima. Trabajar para personas reales, por otra parte, genera un tipo de motivación que no surge cuando se estudia “para aprobar”, y que es parte fundamental de la potencia inclusiva del APS (CLAYSS, 2012:21ss).

El APS permite establecer un “círculo virtuoso” entre aprendizaje y solidaridad: los aprendizajes sistemáticos enriquecen la calidad de la actividad social, y el servicio solidario impacta en la formación integral y estimula una ulterior producción de conocimientos (Tapia, 2009:46).

A nivel mundial, en las últimas décadas se han multiplicado las investigaciones que muestran que las experiencias de APS no sólo permiten aplicar lo ya aprendido en contextos reales, sino además favorecen el aprendizaje de nuevos conocimientos y desarrollar competencias para la vida, el trabajo y la participación ciudadana (Furco, 2005; Billig, 2004; 2006; PNES, 2007; Ierullo, 2012).

Investigaciones desarrolladas en Estados Unidos y en América Latina sugieren también que el APS protagonizado por estudiantes con mayor vulnerabilidad socio-educativa no sólo permite realizar una contribución concreta y evaluable a la vida de sus comunidades, sino también impacta positivamente en la calidad e inclusividad de la oferta educativa formal y no formal. (Eroles, 2007; PNES, 2007).

Hay consenso entre los especialistas en cuanto a que no cualquier actividad solidaria genera estos efectos. La duración e intensidad de la experiencia incide significativamente en sus impactos educativos. La adecuada planificación y la clara definición de los “rasgos programáticos” del APS son también decisivos a la hora de generar resultados mensurables. La experiencia indica que cuanto más desafiante y significativo sea el servicio solidario, más significativos y pertinentes podrán ser los aprendizajes.

Investigaciones y estudios de casos en los cinco continentes están mostrando, en definitiva, que las buenas prácticas de APS generan “un aprendizaje que cambia las perspectivas” (Eyler y Giles, 1999). Permiten “aprender a aprender”  en base a la resolución de problemas reales, desarrollando aprendizajes realmente contextualizados,  relevantes y significativos. Permiten “aprender a hacer”, porque facilitan el desarrollo de competencias para la inserción en el mundo del trabajo y también para la participación ciudadana. Contribuyen a “aprender a ser”, porque facilitan la reflexión y el desarrollo del sentido de responsabilidad personal, de una actitud más positiva hacia los pares, mayor sentido de los derechos humanos y de la responsabilidad ciudadana, y el fortalecimiento del sentido moral. Y finalmente, facilitan el “aprender a vivir juntos” porque facilitan el encuentro entre diversos, el trabajo colaborativo y el establecimiento de vínculos prosociales, incluso con personas que nuestros estudiantes quizás nunca llegarían a conocer de otra manera.

La multiplicación, en los últimos años, de políticas educativas que promueven el APS (Ochoa, 2010) muestra que, en un proceso “de abajo hacia arriba”, la experiencia de miles de docentes y estudiantes solidarios comienza a mostrarse como un camino eficaz hacia la calidad educativa con inclusión.

 

 

 

Referencias bibliográficas.

Nota: Todos los sitios web fueron consultados el 28 de abril de 2014.

Cuadernos de Educación-Referencias bibliográficas.

Nota: Todos los sitios web fueron consultados el 28 de abril de 2014.

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Billig, Shelley (2006). Lessons from Reseach on Teaching and Learning: Service-learning as Effective Instruction. In: Growing to Greatness: The State of Service Learning Project 2004 Report; St. Paul:NYLC & State Farm.

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Eroles, Daniela (2007). Visibilidad y reconocimiento de la solidaridad estudiantil en Chile. Premio Bicentenario Escuela Solidaria. Ministerio de Educación, Gobierno de Chile. http://www.documentacion.edex.es/docs/0403GOBvis.pdf

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Furco, A. (2005) Impacto de los proyectos de aprendizaje-servicio. En: Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología. Programa Nacional Educación Solidaria. Aprendizaje y servicio solidario en la Educación Superior y en los sistemas educativos latinoamericanos. Actas del 7mo. Seminario Internacional “Aprendizaje y Servicio Solidario”. República Argentina, pp. 19-26. http://www.clayss.org.ar/seminario/actas.htm

Giles Jr., Dwight E.- Eyler, Janet. The Theoretical Roots of Service-learning in John Dewey: Toward a Theory of Service-learning. In: Michigan Journal of Community Service Learning, v.1 (1), 1994, pp. 77-85. http://hdl.handle.net/2027/spo.3239521.0001.109

Ierullo, Martín (2012) (en colaboración con Virginia Ruffini y Denise Fernández). Programa de Apoyo a Escuelas Solidarias «Creer para Ver», Natura Argentina-CLAYSS: Informe de Evaluación 2012. Buenos Aires:Ediciones CLAYSS. http://www.clayss.org.ar/06_investigacion/descargas/CLAYSS-Informe_Creerparaver2012.pdf

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Puig, Josep M. (coord.) (2009). Aprendizaje servicio (ApS). Educación y compromiso cívico. Barcelona:Graó.

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Titlebaum, Peter; Williamson, Gabrielle; Daprano, Corinne; Baer, Janine & Brahler, Jayne (2004). Annotated History of Service Learning 1862–2002. University of Dayton, Dayton, OH, May 2004.

Tzhoecoen Revista científica, Nº 5. (2010) Número especial dedicado al aprendizaje-servicio, editado por Universidad Señor de Sipán USS Chiclayo-Perú, Centro Latinoamericano de Aprendizaje y Servicio Solidario CLAYSS Buenos Aires-Argentina, Organización de Estados Iberoamericanos OEI Oficina Regional Buenos Aires-Argentina. Universidad Señor de Sipán, Chiclayo, Perú. http://www.clayss.org.ar/archivos/TZHOECOEN-5.pdf

Zerbikas. Qué es AySS. http://www.zerbikas.es/es/definicion.html

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Murió el ex ministro de la Inteligencia, Luis Alberto Machado

noticia

crédito web.

23-02-16.-Este martes se conoció la noticia del fallecimiento de Luis Alberto Machado, quien fue un reconocido abogado venezolano, ex secretario de la Presidencia y ex Ministro de Desarrollo Intelectual de Venezuela.

Machado se desempeñó como Secretario de la Presidencia durante Rafael Caldera primer presidente (1969-1974).

En sus libros y escritos sobre el tema afirmó que perciben límites a la inteligencia son falsas y están vinculados principalmente a la crianza y el condicionamiento social. Sostuvo que a través de la estimulación del medio ambiente cuidado, sobre todo en las primeras etapas del desarrollo del niño, la inteligencia puede desarrollarse indefinidamente y de manera exponencial a lo largo de la vida.

Fue nombrado Ministro de Desarrollo Intelectual, un puesto en el gabinete creada específicamente para el avance y la aplicación de sus ideas con el apoyo del gobierno, durante la presidencia de Luis Herrera Campins (1979-1984).

fuente: www.aporrea.org

 

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Presidente Evo: “Esperamos que éste sea el gran inicio de la liberación científica y tecnológica”

Sábado, 09 Enero 2016.

bolivia

Tiquipaya, 08.01.16 (UNICOM).

El presidente Evo Morales, en la clausura del “I Encuentro de Científicos Bolivianos Radicados en el Exterior”, mostró su satisfacción por los resultados que alcanzó este evento que convocó a profesionales, especialistas y hombres y mujeres de ciencia bolivianos que ejercen sus respectivas profesiones fuera del país.

“Esperamos que éste sea el gran inicio de la liberación científica y tecnológica de Bolivia”, manifestó, luego de escuchar las conclusiones de los científicos bolivianos radicados en el exterior que realizaron sus sugerencias, planteamientos y propuestas destinadas a identificar acciones y mecanismos que fortalezcan el que hacer científico y tecnológico en el país.

Las mujeres y hombres de ciencia convocados por el Gobierno, y que en número de 50 asistieron a este primer encuentro de científicos bolivianos radicados en el exterior, trabajaron en seis mesas temáticas, de acuerdo a las especialidades y capacidades de los participantes.

Patricia Gonzales, del National Institute of Health of United States (Instituto Nacional de Salud de los Estados Unidos), en representación de los científicos bolivianos participantes en este encuentro, agradeció al Presidente por su iniciativa de convocarlos a este histórico evento. “Usted tiene nuestro apoyo, no lo vamos a abandonar”, le dijo al Primer Mandatario, y como conclusión general le planteó la necesidad de crear una cultura científica en los estudiantes bolivianos, “y que la población sepa que son pasos necesarios que irán en beneficio de todos”, puntualizó.

El presidente Evo Morales valoró el compromiso que mostraron los científicos bolivianos en este encuentro de bolivianos que acudieron a Tiquipaya de diversos países de Europa, Asia y América. “Las palabras de la compañera nos alientan. Sé que nunca nos van a abandonar, sé que no estamos solos”, afirmó, a tiempo de recordar que en otros tiempos los gobiernos preferían contratar a “consultores” internacionales, “en cambio ahora vamos a trabajar juntos. Éste es otro día histórico para Bolivia”, resaltó el Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia.

LAS INICIATIVAS DE LOS CIENTÍFICOS BOLIVIANOS RADICADOS EN EL EXTERIOR

Los planteamientos de la Mesa Salud e Industria del Medicamento se centraron en sugerir la creación de planes nacionales de atención integral destinas a la prevención de enfermedades, incluido el fortalecimiento de la formación científica de los estudiantes desde el Ciclo Primario.

 

La Mesa Biodiversidad, Recursos Naturales, Medio Ambiente, Desarrollo Agropecuario y Tecnologías de Alimentos propuso la creación de una institución transversal a las instituciones existentes que canalice y gestione proyectos científicos y la creación de un sistema de monitoreo ambiental vinculado al satélite Túpac Katari, entre otros.

 

Uno de las mesas particularmente de interés para el país fue la de Energías e Hidrocarburos, que estableció la necesidad de instalar infraestructura científica especializada para el procesamiento con mayor valor agregado de recursos como el zinc, y la necesidad de establecer políticas de transferencia de información científica entre universidades, empresas estratégicas del Estado y privadas.

 

En el área de Transformación de Energías se hizo notar la necesidad de adquirir tecnología adecuada y pertinente a las necesidades del país. “Tenemos que aprender a comprar tecnología, sin afectar la búsqueda de liberación científica y tecnológica”, indica una parte de su documento de conclusiones.

 

Uno de los ámbitos muy vinculados a los nuevos tiempos es el de Tecnologías de Información y Comunicación, mesa en la que se planteó desarrollar infraestructura y tecnología para una Nube Soberana y Segura, para lo cual urge propiciar inversiones en TICs, que podrían provenir de un porcentaje del PIB nacional, con lo cual la ciencia y tecnología debería tener un carácter inclusivo, en beneficio de los amplios sectores sociales que aún se ven impedidos de beneficiarse de su uso.

 

Fue notoria la presencia de profesionales jóvenes en la mesa Tecnologías de Información y Comunicación, quienes prestan servicios en  connotadas empresas transnacionales en este rubro, como Facebook del Reino Unido. Se planteó la necesidad de fomentar talento humano mediante educación virtual. No obstante, se observó la necesidad de la articulación entre Estado – Academia – Empresas, en tanto las Universidades son muy académicas y distanciadas de la sociedad; las empresas privadas prácticamente no invierten en formación superior e investigación; y el Estado no asigna recursos con estos propósitos. Por lo expuesto, deben sentarse las bases de mutua colaboración y generar incentivos fiscales para estas actividades.

Fuente: http://www.minedu.gob.bo/

 

 

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En Chile, la educación si se vende y no se defiende: La fiscalía archivará el caso lucro en las universidades.

Ya nada nos sorprende

Chile, Santiago / Febrero,  2016 / Autor: Angela Barraza Risso

Todo comenzó un 20 de junio de 2012. La diputada independiente Alejandra Sepúlveda se juntó con el entonces fiscal nacional Sabas Chahuán para denunciar que algunas casas de estudio (7 en ese momento) se estaban pasando de listos en la obtención de utilidades; vale decir, había lucro (mucho lucro). De esto se habían dado cuenta en la comisión investigadora del financiamiento de los planteles de la educación superior en la cámara de diputados.

Chahuán sumó y restó y se dio cuenta de que -como dijo el gran Bombo Fica- era sospechosa la weá. Por esta razón llamó al fiscal Gajardo (El mismo que no quiso ser Rey Guachaca) para que se hiciera cargo del asunto y lo designó como persecutor. Sin embargo, a junio de este 2016 ya serían 4 años de investigación y eso es mucho para cualquier caso. Por esta razón, de no haber avances, el caso se va a archivar y todos los esfuerzos y recursos designados a la investigación van a ir a parar a la basura.

El informe que abrió la arista penal indicaba que diversos planteles privados tenían demasiadas ganancias gracias a la triangulación de dineros que hacían con empresas que eran de ellos mismos. “Las universidades por ley deben constituirse como corporaciones privadas  sin fines de lucro, sin embargo la mayoría de las universidades privadas  vulneran la ley retirando sus excedentes mediante sociedades espejos de inversión, sociedades coligadas o empresas inmobiliarias que prestan servicios educacionales o arriendan las propiedades a las universidades”, fue lo que señalaron los diputados en parte de lo que lograron concluir después de presentar el informe.

No es de sorprenderse que, luego de que comenzara la investigación fueran apareciendo otros “delincuentes morales” (porque la ley en estos lares da para mucho y eso, según ellos los deja libres de polvo y paja) y, de 7 universidades, pasaron rapidito a ser un total de 12. Sin embargo las cosas no avanzaban tan rápido como se esperaba.

Lamentablemente y, según informa La Tercera, de acuerdo a fuentes del Ministerio Público, ocurrirá que durante el primer semestre la Fiscalía va a definir los pasos a seguir en el caso, los cuales van del sobreseimiento al archivo provisional. Esto se debe, principalmente a que los investigadores se vieron imposibilitados de conseguir avances en sus pesquisas, ya que el lucro no está tipificado como delito en la legislación chilena. ¡Y cómo no iba a ser así! Si a nuestros parlamentarios les encanta legislar para que nada que tenga que ver con comportamientos económicos indebidos y de acaparamiento de riqueza para el sentido común de cualquier ser humano sea delito.

Cabe mencionar que algunos diputados hicieron el amago de presentar un proyecto de ley que tipificara el lucro como delito, en el mes de septiembre de 2013, pero tenemos que entender que esto no fue más que un “saludo a la bandera”, una suerte de píldora para que pensáramos en la buena fe de la política, sin embargo, no es de sorprenderse que el proyecto sigue en primer trámite constitucional, a pesar de que lo lógico era que el gobierno le diera urgencia al proyecto. Pero ya tenemos claro que las prioridades del poder ejecutivo está en cualquier parte menos en lo que debe.

Obviamente, todos los involucrados están en la postura de que la fiscalía no hace más que perder su tiempo que no tiene sentido continuar esta investigación ya que se está investigando un hecho que no está tipificado como delito. Por lo tanto, ya podemos colegir que nadie de los que ha tenido la conducta impropia de generar enormes riquezas a costa de tremendos daños a los sueños de los estudiantes y a los bolsillos de sus familias, va a recibir ni siquiera “un pape” en la frente.

Una vez más, el marcador termina en empresarios y sus secuaces políticos 1 – la gente 0

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GLOBALIZACIÓN EDUCATIVA Y PLAN DE DESARROLLO

Daniel Libreros Caicedo

Profesor Universidad Pedagógica Nacional

 

libreros

 

  1. Ajuste fiscal y gestión educativa:

 

La Globalización fue el resultado de un proceso de concentración de la riqueza por parte de los grupos financieros transnacionales[1] que llevó al desplazamiento de la toma de decisiones públicas de los Estados nacionales hacia los organismos multilaterales (caso OMC, BM, FMI, acuerdos regionales de integración y demás) controlados de manera corporativa por estos grupos[2]. Esto significó la privatización a escala internacional de la política y el derecho, fenómeno que aparece en las declaraciones de los neoliberales como un triunfo del mercado sobre el Estado, como una exigencia al cambio del papel tradicional de los Estados nacionales para que abandonen la intervención económica, las áreas y bienes estatales, la responsabilidad sobre los derechos colectivos y se limite al control social bien sea por la vía de la represión directa o por la búsqueda de nuevos consensos ciudadanos.

 

La reducción de los presupuestos públicos es consecuencia de esta privatización[3] pero, en Latinoamérica esta reducción, adicionalmente, hace parte de las políticas de ajuste que desde mediados de la década de los ochenta ha diseñado el FMI como garantía del pago de los endeudamientos externos[4].

Esta reducción del gasto público se acompaña de una modificación en la ejecución de las políticas públicas y de las políticas sociales basada en criterios y métodos mercantiles; es lo que explica el surgimiento de la gerencia estatal dentro de la administración pública, la cual a su vez, toma los métodos de la gerencia privada (asociados al post-fordismo, a las modificaciones empresariales en la regulación del trabajo). La gerencia de servicios, o gerencia social, propone una revisión de los procedimientos organizativos-institucionales (“reingeniería institucional”) para optimizar tiempos y recursos. De esta manera se produce un desplazamiento intencional en las discusiones públicas a propósito de los servicios: el problema ya no es de escasez de recursos fiscales sino de ausencia de gestión. Ello permite dar otro paso hacia adelante proponiendo un pacto-participativo entre sociedad y Estado para garantizar la “gestión eficiente” de los recursos públicos. En este pacto todos aquellos que se encuentren interesados en la prestación de un servicio deben aceptarla planificación y ejecución del mismo conforme a criterios de eficiencia y eficacia; así, los hospitales y las escuelas deben funcionar como si fueran fábricas.

 

Las reformas educativas han sido determinadas por estas exigencias. Los organismos internacionales empezaron a exigir la gerencia educativa cuando constataron a mediados de los años setenta que la urbanización que había empezado en la región cuatro décadas atrás produjo un aumento de las necesidades formativas de la población al tiempo que se iniciaban las políticas de ajuste fiscal. Entonces, se generalizó el mensaje de aumentar coberturas con menores recursos.[5]

 

En el aparte introductorio del plan de desarrollo de Pastrana se incluyen todos estos elementos: después de reconocer el fracaso económico, incluso con estadísticas, en lo que va corrido de la década se hace la caracterización de que es necesario reducir de manera aún más drástica el gasto público, llevando a fondo la “reingeniería institucional”, “posteriormente los últimos años vieron cómo se trató de re-orientar la acción del Estado para, en vez de homogeneizar y profundizar esas reformas, tratar de enfatizar su contenido social dándoles un sentido más asistencialista. Este esfuerzo de reorientación se concentró sobre la acción del Estado, más que sobre su organización y procedimientos…”[6]

 

La negación del asistencialismo implica reducción de recursos; así el pacto debe basarse en distribución de responsabilidades a la comunidad antes que en asignación de presupuestos, “La participación no será ya alrededor del reparto de unos recursos del gobierno central, sino en torno a la distribución de responsabilidades y a la consolidación de recursos locales para solucionar los problemas de las comunidades…[7] Además, para estabilizar este tipo de participación se requiere recuperar la legitimidad institucional y nuevos consensos ciudadanos. El proceso de paz aparece entonces para los voceros gubernamentales como el escenario en el que se deben conseguir estas metas; la paz se convierte en una necesidad imperiosa para estabilizar las políticas de ajuste, para que la sociedad produzca “capital social”[8].

No es causal, entonces, que la primera estrategia propuesta en el aparte de política educativa del plan sea la de optimizar la gestión del servicio organizándolo a la manera de un sistema basado en sinergias. “El desarrollo de los sistemas está relacionado con el fortalecimiento institucional y de la gestión del sector educativo y su consolidación favorece el desempeño y los resultados de los programas motores…”[9]. La vertebra de este sistema deberá ser el “nuevo colegio”, la institución educativa que gestionará de manera autónoma el presupuesto, el personal docente y administrativo. Para conseguir este objetivo se requiere:

 

  • Acabar con la vinculación laboral-territorial de los docentes para que en el futuro sean contratados directamente por los colegios consultando las capacidades económicas de los mismos. El plan repite el argumento de la Comisión de Racionalización del Gatos Público – 1997 (“Comisión Rosas”) sobre las supuestas bondades de la autonomía total de las escuelas para que estas racionalicen sus gastos mediante la técnica de la “contabilidad de costos”. El actual intento del Ministerio de Educación por imponer los retiros indemnizados, la evaluación-retiro y los traslados inconsultos hacen parte de una estrategia de mediano plazo. No se trata tan solo de “racionalizar plantas” y de reducir a la mitad el situado fiscal (proyecto de ley 07 de 1998), lo cual ya sería bastante perjudicial para los docentes, se trata de programar el desmonte paulatino de las nóminas territoriales para confinar a los futuros docentes a la contratación-año en los colegios, de manera similar a lo que ocurre en el sector privado y liquidando de paso el derecho a la negociación colectiva.

 

  • Transformar los mecanismo de asignación del gasto educativo generalizando el “subsidio a la demanda”, o pago estatal por matricula-alumno. Esto permite “mercantilizar” la educación pública. El estudiante que recibe dicho subsidio demandará en el servicio completando las matrículas de los que no cuentan con este aporte[10], lo cual, a su vez, es la otra cara de la moneda del desmonte de la obligación estatal de cubrir los costos históricos indexados –año en los planteles oficiales. De esta manera, se invierten las responsabilidades; ahora, el colegio es el que debe lograr su autofinanciamiento, ajustándose a los costos “per cápita” que le determinen los organismos técnicos del Estado, costos definidos conforme a los indicadores cuánticos de gestión empresarial y, además, competir por atraer el número de alumnos necesarios para el efecto. La participación de la comunidad educativa quedará atrapada en esta lógica; la comunidad sumirá parte de los gastos en las “empresas educativas”, construcción de infraestructuras, cafeterías, transporte y demás (los Fondos de Servicios Docentes ya abrieron esta posibilidad). Los PEI se convertirán en un mecanismo de presión, mucho más fuerte de lo que es ahora, hacia las comunidades educativas para que se involucren en gestionar escuelas de escasos recursos.

 

  1. Ajuste fiscal y descentralización:

 

La descentralización ha sido una de las piezas claves en el engranaje de la reforma neoliberal del Estado. Acompaña la reestructuración espacial del capital, el cual puede realizar inversiones flexibles, obligando a la competencia inter-regional; persigue una nueva espacialidad que abre mayores posibilidades a la utilización “eficiente” de los recursos y a una participación obligada a obtener “capital social”. Facilita la legitimación de las instituciones y los consensos ciudadanos participativos bajo el supuesto ideológico simple de que descentralización equivale a democratización local, como si la democracia dependiera de procedimientos institucionales que conservan el carácter elitista en la toma de decisiones[11]. Porque la descentralización acompaña un proceso centralizador tecnocrático en la definición de políticas públicas[12] se trata en lo fundamental de una descentralización en la ejecución de los servicios, funcional a orientaciones técnicas estatales impuestas por la regulación privada transnacional.

 

La descentralización fiscal es otro de los componentes de los planes de ajuste, permite la reducción de los presupuestos del gobierno central al transferir responsabilidades a los entes territoriales, aumentando la tributación local: la descentralización administrativa se concibe, igualmente, bajo los parámetros de la gestión estratégica apoyada en sistema de planeación, información y evaluación territorial; la descentralización política procura una participación condicionada por la “mercantilización social”. Con diversas variables, dadas las tradiciones históricas desiguales en la relación centro-región, la estrategia de la descentralización vine implementándose de manera generalizada, durante las últimas décadas en Latinoamérica y las reformas educativas hacen parte de estas transformaciones políticas y económicas[13].

 

El plan de desarrollo de Pastrana propone un reordenamiento presupuestal en los territorios, para que éstos aporten mayores recursos, en la perspectiva de la reducción del déficit fiscal, “la descentralización separó las decisiones sobre el gasto de aquellas que atañen a los impuestos. Tanto más, en la medida en que los municipios aumentaron sus ingresos por participantes en los ingresos centrales sin haberse visto en la necesidad de aumentar sus impuestos locales, Los niveles subnacionales, en estos casos, tienden a sobregirarse, confiando en obtener más recursos del nivel central. El fortalecimiento de los intereses regionales lleva también por esta vía a que sus representantes en el nivel central estén siempre al acecho de cada vez más recursos comunes…”[14] Termina este aparte del plan planteando un reordenamiento de los entes territoriales por provincias y regiones (el cual ya había sido anunciado en la constitución de 1991), superando su carácter de simples unidades político-administrativas. Esta autonomía que, de paso, garantice autonomía en el gasto público. La fórmula incluye una transición, la redistribución de las actuales transferencias, quitándole, desde ya, a los departamentos con mayor capacidad económica el derecho a obtenerlas, lo cual los obligará a asociarse con regiones.

 

En el aparte educativo del plan, los autores recuerdan que el sistema educativo es descentralizado y que por consiguiente el mejoramientode la gestión educativa pasa por la conformación de sistemas locales del servicio. Añaden que se requiere una redefinición de competencias en el sector de manera análoga a la de la descentralización en general y en el punto de financiación se dice textualmente. “Se adoptará como principal estrategia la reforma del esquema actual de asignación de recursos (ley 60 de 1993) con base en los criterios de evaluación por resultado, la adopción de estándares técnicos, la introducción de incentivos a la eficiencia y la población atendida y por atender como mecanismo de regulación que será administrado por los departamentos, ejecutado por los municipios y monitoreado y evaluado por el nivel nacional mediante el sistema de información de la gestión educativa…”[15].

 

Esto significa la institucionalización del circuito financiero de las transferencias basado en el subsidio a la demanda y organizado a la manera sistémica-empresarial. Territorios y colegios coordinados como unidades-sinergia que asociadas con la comunidad producen “capital social”, confinados a estabilizar demandas para que funcione el “mercado educativo”. La privatización de la educación como política pública generalizada; privatización que diluye la frontera convencional entre áreas estatales y áreas privadas.

 

La educación atrapada en una nueva forma de acumulación de capital que extendió sus tentáculos al área de los bienes públicos y que convirtió los métodos de administración empresarial en normas de funcionamiento social. La racionalización de las plantas y la evaluación de los docentes se requieren para poner en funcionamiento el “sistema empresarial educativo”. La evaluación sintetiza el propósito gerencial, obtener resultados proyectados conforme a indicadores costo-beneficio. Esto determinaría la actividad del docente. Como la pragmática del mercadeo condena a un terreno secundario la historia, la discusión epistemológica, la recreación artística y los propósitos colectivos, el universo del maestro quedaría reducido al de aplicar procedimientos que lleven a los alumnos a conseguir logros definidos por la gestión educativa, realizando evaluaciones año bajo esos parámetros. Pragmática del mercadeo que intenta proyectarse al aula para reducir a la pedagogía a una técnica-instrumental y conductista que adecue a los estudiantes a la racionalidad de la eficiencia. A esta “concepción neoliberal del mundo” solo se le puede responder con un proyecto alternativo de educación pública que les muestre a las comunidades educativas una opción que recupere el humanismo, la solidaridad, el arte y una dimensión plena de la vida. La recuperación, propuesta por FECODE, del movimiento pedagógico puede encontrar en esta perspectiva grandes posibilidades de interlocución con las comunidades educativas.

 

[1]El grupo financiero es una organización capitalista a gran escala que incluye empresas, negocio de distribución comercial y negocio de crédito; el universo del capital, en la actualidad se vértebra en torno a grupos multinacionales. Según la revista Fortune 500 multinacionales han incrementado su participación proporcional en el PIB mundial del 17% a mediados de los años 60, al 24% en 1982, y a más del 30% en 1995. Fortune – Agosto 5 de 1996. La cita, a su vez, está tomada del artículo de Frédéric Clairmont intitulado. Ces deux cents sociétes qui controlent le monde, publicado en la edición mensual de “Le Monde Diplomatique”, Abril de 1997.

[2]El nuevo derecho asociado a la globalización se viene produciendo en esos organismos de regulación transnacional. A manera de ejemplo, el “Tratado de Libre Comercio entre USA, Canadá y México incluye cláusulas que garantizan una jurisdicción internacional de protección a la inversión de las multinacionales, obligando a que los Estados las indemnicen cuando haya “perjuicios” causados por huelgas, desórdenes sociales o cambios en las reglas de juego de los gobiernos. Otro ejemplo, en el plano interno, la presión del actual gobierno de Pastrana por acabar con el artículo constitucional que posibilita la expropiación sin indemnización, en casos excepcionales, es parte de sus compromisos para poder ingresar en los pactos regionales tipo ALCA.

[3] Esta reducción fiscal fue presentada, desde el momento en que se inicia el ataque del thatcherismo y el reaganismo en contra del anterior Estado de Bienestar, como una discusión técnica-económica. El argumentogiraba entre la necesidad de políticas de estabilidad macroeconómica anti-inflacionarias y un supuesto beneficio al ahorro privado que a su vez incentivaba la inversión.

[4]En la actual coyuntura el tema de la deuda ha recobrado particular importancia. La devaluación que se viene generalizado en el continente como producto de la devaluación brasileña, el 53% de la economía regional, viene produciendo un aumento a escala de las deudas externas públicas de tal magnitud que asfixia el gasto público. En el caso colombiano, esta (sumando la de corto y largo plazo) ya llega a $17,5 billones: una devaluación de 10 puntos incrementaría la deuda pública externa en $1,7 billones. Debe tenerse en cuenta que el propio gobierno ha anunciado recientemente una devaluación de 25%, para lo que queda del año en curso, proyección que a nuestro entender se queda corta dada la magnitud de la crisis económica internacional. De llegar a cumplirse el pronóstico presidencial el incremento de la deuda pública, por ese solo concepto, sería de $5,1 billones. Además, el FMI, tal y como lo hizo en la década del ochenta, presionará a los gobiernos para que asuman parte del endeudamiento privado ($18 billones entre deuda de corto y largo plazo) por diversos mecanismos (diferencial cambiario, operaciones de salvamento, compra de títulos-deuda, etc.). Luis Guillermo Vélez, presidente de la Comisión económica del Senado, ya se pronunció a favor de la reestructuración del 50%de la deuda privada. Ver entrevista, “El Espectador”, sección salmón, pág. 4-B. Abril 4 de 1999. La consigna del no pago de la deuda externa adquiere un papel de primer orden para los trabajadores y para el conjunto de los sectores populares.

[5] En el caso de la educación superior, las estadísticas constatan que en América Latina para el periodo 1975-1985, las matriculas en educación superior crecieron en un 370% mientras que el gasto público del sector lo hizo un 210%. De esta manera el gasto público por estudiante cayó en 34%; datos tomados de ALBRECHT, D. Y ZIDERMAN, A. “Funding Mechanisms for Higher Education”. Banco Mundial, 1996.

[6]Plan Nacional de Desarrollo 1998-2002 – “cambio para construir la paz” publicado por el D.N.P. Bogotá – 1999, pág. 6.

[7]Ibíd., pág. 29.

[8]Citan la definición de Stiglitz, uno de los voceros más importantes del B.M. durante los últimos años sobre el tema “el pegamento que produce cohesión entre y al interior de los grupos” Ibíd., pág. 27. Debe tenerse en cuenta lo que implica esta definición, el reconocimiento de que hemos llegado al punto en que la producción de capital ha salido de las empresas hacia el conjunto de la sociedad obligándola a cubrir gastos que antes salían del bolsillo de los capitalistas.

[9]Ibíd., pág. 208.

[10]La mercantilización de los servicios educativos y de los servicios públicos en general es presentado por los técnicos neoliberales como el nuevo paradigma en la ejecución de los mismos. (ver “Informas Wiesner-Bird. D.N.P. Bogotá, 1991; “La Efectividad de las Políticas Públicas en Colombia”, Eduardo Wiesner, Tercer Mundo Editores, Bogotá, 1998). Esta forma de concebir la política social obedece igualmente a la privatización transnacional anotada en un principio. El papel del Estadodebe ser el de garantizar que el “mercado social” funcione, incluso en los niveles del SISBEN, se focaliza el gasto para que los pobres accedan al mercado. El Estado perdió la definición de la política social quedando reducido al papel secundario de manejar las limitaciones del “mercado de los bienes públicos”.

[11]La prueba de que la descentralización obedece a razones técnicas del funcionamiento del capital y no a un propósito democratizador está en el caso chileno Pinochet, en el periodo inicial de la dictadura fue el precursor del modelo descentralizador en América Latina.

[12]El caso colombiano sirve para ejemplificar esta tendencia política generalizada en la región. Así, mientras en el año 1986 se expidieron las normas sobre la descentralización fiscal, administrativa y políticas, tres años después se modificó la legislación presupuestal oficializándose un control técnico del Ministerio de Hacienda y del D.N.P. sobre el conjunto de las políticas sectoriales (CONPES) y sobre la ejecución del gasto público (CONFIS). La constitución del 91, al crear una tecnocracia de la moneda por fuera de las ramas del poder público, con la reforma de la Banca Central, culminará este ciclo de modificaciones tecnocráticas.

[13]La concepción de servicio asociada a la gestión educativa obliga a una articulación con las políticas descentralizadoras, pero, además, la descentralización educativa acompaña los cambios regionales hacia competitividad. Los curriculum flexible hacen parte del fraccionamiento regional competitivo que la globalización impone mediante la focalización de la inversión.

[14]“Plan Nacional de Desarrollo”, OpCit, pág. 23

[15] Ibíd. Pág. 215

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Hacia la construcción de sistemas de aprendizaje permanente

comunidades de aprendizaje

En este último capítulo nos vamos a referir a cómo viabilizar lo que hemos venido refiriendo. Estas vías, desde nuestra óptica, tienen que ver con la posibilidad de crear y sostener, en todos los espacios posibles, sistemas articulados de aprendizaje permanente. Y en esto, insistimos, no puede haber un solo protagonista, ni un ente centralizador, sino que debe ser generado por todos, en todas partes, y con grandes posibilidades de articularse entre sí para hacer de la sociedad un gran sistema interconectado de aprendizaje y diálogo de saberes.

Puntos de convergencia
Visto lo anterior, insistiremos en algunos puntos de partida y de convergencia, como ejes articuladores de estos espacios de aprendizaje permanente:

1. Todos, absolutamente todos, vamos a sentirnos, pensarnos y asumirnos como los hacedores de historia, como los constructores del porvenir. No todos somos líderes, y tal vez no todos tengamos el mismo reconocimiento. Pero todos, desde donde nos movemos cotidianamente, tenemos grandes y pequeños papeles que cumplir en las transformaciones sociales. Los procesos formativos han de confrontarnos con nosotros mismos, y entre sí, para reconocernos en lo que somos, y aún en lo que podemos hacer.

2. Los seres humanos, todos, vamos construyendo la Historia (con mayúscula y con minúscula), desde las realidades diarias que nos constituyen y que reconfiguramos, pero también desde nuestros sueños, nuestras esperanzas, nuestras utopías encarnadas. Claro que también tenemos que vivir criticando estos haceres y esos soñares, por cuanto pueden estar teñidos de las ideologías que sustentan el sistema capitalista dominante, y crear condiciones para vivir procesos de libertad, plenitud y creación. En la medida que podamos abrir diálogos con todos los espacios sociales posibles, nos aproximaremos a la edificación de un proyecto alternativo de nación y de sociedad. Las tareas formativas, aquí, tienen que ver con la posibilidad de compartir miradas críticas sobre la realidad (sobre todo la cotidiana) y también sobre nuestros anhelos y esperanzas.

3. La tarea inmediata es trabajar de manera compartida para crear las condiciones y medios que nos ayuden a buscar un desarrollo pleno en lo personal/ colectivo, en todas las esferas de nuestra vida. Así, la labor formativa tiene que ver con aprender y reaprender todos los días a liberarnos progresivamente de las estructuras opresivas y a ejercitar cotidianamente la liberación y la creación de nuevos estadios de vida, mediante la articulación horizontal, participativa, entre todos los espacios posibles.

Sistemas de aprendizaje permanente
Es vital, desde nuestro punto de vista, crear espacios de aprendizaje en todos los ámbitos sociales donde nos movemos: familias, vecindarios, organizaciones comunitarias, comunas, escuelas, universidades, empresas sociales, el poder municipal y estadal, etc. Ello ha de apuntar a fortalecer y desarrollar los movimientos sociales como entes diversos, plurales y heterogéneos, pero simultáneamente vinculados entre sí y con otras instancias sociales. Los espacios de aprendizaje se inician con la dedicación de ciertas horas de la semana a reunirse en algún lugar para dialogar e intercambiar ideas, saberes y aprendizajes.

Por ejemplo, los consejos comunales, las comunas, las empresas de propiedad social y las instituciones del estado pueden ser espacios privilegiados para el ejercicio del aprendizaje de la democracia, de cara a la transformación social. Ello se debe, en el caso de los dos primeros, a que son puntos de encuentro entre el gobierno municipal y el gobierno local, donde se prioriza la autonomía y los requerimientos de las comunidades.

Y, en el caso de las empresas de propiedad social y las instituciones oficiales, se trata de abrir espacios autogestionarios y de corresponsabilidad, en ámbitos organizacionales tradicionalmente imbuidos en una fuerte carga de autoritarismo y burocracia. Estamos hablando de un proceso de la mayor importancia, aunque no exento de complejidad, para la construcción de nuevas formas de existencia social.

El proceso de surgimiento y consolidación de consejos comunales y comunas, y el desarrollo de potencialidades revolucionarias en las empresas sociales requieren de la profundización del aprendizaje compartido en diversas instancias y niveles. Por ejemplo, los gobiernos municipales deben asumir una apertura hacia “arriba” (articulación con otras instancias gubernamentales y empresas sociales) y hacia “abajo” (articulación con las comunidades locales). Ello implica, por una parte, simplificar los procedimientos administrativos y agilizar la toma de decisiones, y por la otra, ampliar la capacidad de diálogo y de interacción con sus interlocutores.

En cuanto a las comunidades locales organizadas, base de los movimientos sociales, este proceso les mueve a abrirse al diálogo directo con tres tipos de actores sociales:
 Su propia gente (la comunidad en sí),
 Las otras comunidades (por ejemplo, en la creación de la red de consejos parroquiales y comunales), y
 Los gobiernos municipales, tradicionalmente alejados y casi autosuficientes.

En el caso de las instituciones oficiales, se plantea una apertura interpretativa de los grandes planes sociales y económicos de la nación, y un repensar con profundidad sus propios seres y sus fundamentos, sus modos de organización, con potencialidad transformadora. Ello representa, tanto para el gobierno municipal, regional y nacional, como para las comunidades específicas, y las empresas de producción y de propiedad social, la previsión y realización de acciones organizadas de mayor alcance y complejidad. Para emprender tales acciones, conviene desarrollar y perfeccionar a diario altos niveles de aprendizaje colectivo. Este aprendizaje no puede ser meramente espontáneo, aunque tampoco nada parecido a un programa de estudios formales. Requiere la concertación, así como la disposición actitudinal y las competencias de las personas involucradas en los distintos niveles.

Así, la conformación y el fortalecimiento de este tejido social revolucionario está relacionado con la generación de un sistema vivo de aprendizaje permanente, que involucre diversos actores: gobierno central, gobiernos municipales, regionales, y las comunidades locales.

Este sistema (alejado de atavismos burocráticos), ha de tener como horizonte el aprendizaje de la convivencia y la integración, mediante el ejercicio diario del diálogo, de la búsqueda de acuerdos, del perenne ensayo del consenso. Sólo dentro de esta intención del intercambio y el compartir, adviene el aprendizaje de la teoría/ práctica necesaria para llevar a cabo las acciones (elaboración de planes, constitución de las mesas técnicas, ejercicio participativo de presupuesto, entre muchas otras).

Se trataría, en fin, de un sistema abierto, sin jerarquías preestablecidas, que favorezca al máximo la comunicación entre los diversos actores (gobierno nacional, regional, municipal, local, así como de las respectivas comunidades), en una interacción permanente, y una constante sistematización (reflexión, análisis, conceptualización) de las experiencias desarrolladas. Una especie de atarraya, donde todos los puntos son importantes, pero lo más importante es el mantenimiento de la trama social total.

Los espacios desde donde se ha de tejer este sistema, así como la gestión del mismo, han de estar en manos de las propias comunidades y de los gobiernos locales y municipales, por una parte, y de los trabajadores de las instituciones oficiales, por la otra. Se trata de un aprendizaje desde la cotidianidad, y quienes deben desarrollarlo y administrarlo son los actores principales ya mencionados.

Estos actores, en medio de la diaria praxis de previsión y realización de acciones para el mejoramiento de la vida comunitaria, dedicarían momentos al análisis, la reflexión y el disfrute de lo que se hace, así como de la detección de los aprendizajes derivados, de modo de poder compartir esos conocimientos con otros miembros de la comunidad, y de otras comunidades. No está demás llevar registros, y pensar en publicaciones puntuales, por ejemplo: cómo dirigir una asamblea, o como ejecutar un presupuesto, o algo así como: viviendo y creciendo comunitariamente…

Sin embargo, aunque el aprendizaje relevante estará en manos de las comunidades organizadas y los gobiernos municipales, es posible contar con el respaldo de otros grupos de profesionales. Por ejemplo, pueden conformarse equipos de apoyo formativo, que favorezcan tipos específicos de aprendizaje, tales como los técnicos (cómo un diagnóstico comunitario, elaboración de presupuesto), y de apoyo a los práxico-actitudinales (llevar a cabo una negociación, tomar decisiones, etc.). Estos equipos de apoyo pudieran estar formados por universitarios, escuelas de gerencia social, y otras instancias pertinentes. Los recursos técnicos y financieros para llevar a cabo esto, requerirían de acuerdos interinstitucionales, y del aporte de las empresas de propiedad social.

La vida en las comunidades de aprendizaje
Los espacios de formación han de convertirse progresivamente en verdaderas comunidades de aprendizaje. Hablamos de seres humanos en relación cercana, capaces de reconocerse mutuamente y de compartir sentires, saberes y posibilidades. Mas, esto, lejos de distraer el sentido de la organización que comparten, ha de potenciar sus acciones y proyectos para cumplir los roles acordados y mejorar las condiciones de vida.

Sin embargo, las comunidades de aprendizaje no deben estar subordinadas a otros espacios organizacionales. Es decir, no son simples medios para el logro de los fines de la organización, sino un ámbito con perfil propio. Y, al mismo tiempo, tiene que vincularse con la vida entera de esa organización, sin sustraerse de ella.

Estas comunidades de aprendizaje serán siempre un ensayo en sí mismas, es decir, una creación permanente desde los intereses y los requerimientos vitales de sus integrantes. Algo con vida propia, con el ritmo y el estilo que las personas le vayan imprimiendo. Pueden asumir acciones como las siguientes:

 Intentar crear las reglas de juego entre todos, por consenso. Ello hará que cada quien se concentre en el grupo, y no sólo en sí mismo, y ejerciten el ponerse de acuerdo. Estas reglas tienen que pautar las vivencias compartidas del colectivo, en cuanto a tiempo, espacio, responsabilidades personales y compartidas, etc.

 Realizar acciones permanentes para fomentar la participación activa y relevante de todos los integrantes, de cara a la creación colectiva de un clima de libertad, respeto, tolerancia, solidaridad, compromiso. No se trata de imponer valores más bien abstractos, incoloros, sino de vivirlos en el transcurrir cotidiano.

 Sumergirse en un ambiente agradable, de trato respetuoso y sentida amabilidad, pero al mismo tiempo abrir cauce para la problematización constante, la crítica sistemática del mundo y la autocrítica constructiva. Ese mundo incluye sistemas complejos de vínculos personales, familiares, grupales, locales, nacionales, regionales y hasta mundiales. Más, esos sistemas no constituyen formas abstractas, ajenas, sino que están contenidos en las redes multidimensionales de relaciones que transitan nuestra vida cotidiana. Así, problematizar y cuestionar el mundo es también hurgar y transformar nuestra vida cotidiana.

 Asumir experiencias integrales e integradas con otras, de cara a la generación y desarrollo de proyectos de vida/ aprendizajes. Estos proyectos a la par que permiten el crecimiento y desarrollo interno de los seres humanos, se orientan a procesos de liberación plena, crecimiento personal y transformación progresiva de la sociedad.

 Codificar y sistematizar tales proyectos, convirtiéndoles en aprendizajes compartidos, relevantes, comunicables a personas de la misma comunidad, o de otras comunidades, por medio de informes, esquemas, gráficos, etc.

[Capítulo siete del libro Movimientos sociales en Venezuela, una propuesta transformadora, de mi autoría, publicado por la editorial venezolana El Perro y la Rana en 2012]

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En Paraguay por primera vez se miden capacidades de lengua guaraní.

El desafió es incorporar cerca de 4000 alumnos mas en los bachilleratos técnicos, para avanzar hacia las metas de cobertura establecidas para el 2018.

Publicado por  Revista del Ministerio de Educación y Cultura de Paraguay Daisy.sanabria – 18 de February de 2016

Luis Alberparaguay 1to Estigarribia de la Dirección Técnica y Profesional, integrante de la Comisión del Proceso de Admisión de Estudiantes a Bachilleratos Técnicos en el Colegio Técnico y Centro de Entrenamiento Vocacional Pdte. Carlos A. López, detalló el proceso llevado a cabo en la mencionada institución.

Señaló que fue una jornada sin ningún inconveniente y que con normalidad se desarrolló la aplicación de las pruebas. Se inscribieron para el Vocacional 252 estudiantes. Por especialidad la cantidad de inscritos fue según el siguiente detalle: Construcciones Civiles 56 inscritos, electrónica 37, automotriz 75 e informática 84 lo que hace un total de 252 inscritos.

paraguay

Hoy arrancó el proceso con las pruebas de Lengua Castellana y Guaraní y mañana se continúa con matemáticas. Los resultados preliminares se estarían presentando el lunes de acuerdo con el cronograma establecido.

Estigarribia mencionó que existe un plazo para que los alumnos puedan realizar  algún reclamo si lo hubiera, y el miércoles  se tendrán los resultados finales.

 

Publicado por  Revista del Ministerio de Educación y Cultura de Paraguay Daisy. Sanabria – 18 de Febrero de 2016

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