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Argentina: Activaron las becas de transporte para 1.600 alumnos que comenzaron las clases

América del Sur/Argentina/16-08-2020/Autor(a) y Fuente: www.diariodecuyo.com.ar

El beneficio otorga 42 pasajes gratuitos mensuales para movilizarse por el interior del departamento de cada estudiante.

En la mañana de este miércoles, justo cuando se celebra el Día Internacional de la Juventud y dos días después del reinicio de clases para alumnos del último año en 14 departamentos en medio de la pandemia por coronavirus, el Ministerio de Desarrollo Humano oficializó y activó las Becas de Transporte Estudiantil.

Las autoridades del área indicaron que el beneficio está destinado a estudiantes de Nivel Secundario que ya fueron inscriptos a través de distintos operativos realizados en los departamentos del interior en los que se comenzó la actividad (todos excepto los 5 del Gran San Juan).

En este contexto, el ministro de Desarrollo Humano, Fabio Aballay, indicó que son 1.600 los jóvenes beneficiarios, que reciben un total de 42 pasajes mensuales gratuitos para movilizarse en el interior de su departamento con el objetivo de asistir a la escuela. Estos están cargados en la Tarjeta Sube de cada uno de ellos.

Por su parte, el director de la Juventud, Emiliano Paradiso, destacó que “hoy se pone en alto el beneficio para brindar las herramientas para que los jóvenes puedan tener garantizada la educación”.

Y aseguró que, “la idea es ir extendiéndolo en cuanto las clases se habiliten en los otros departamentos”.

Fuente: https://www.diariodecuyo.com.ar/sanjuan/Activaron-las-becas-de-transporte-para-1.600-alumnos-que-comenzaron-las-clases-20200812-0025.html

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Entrevista a Luciano Candioti: “Tenemos la obligación de despuntar el vicio de la esperanza”

En el marco del mes de las infancias, entrevistamos a Luciano Candioti, presidente del a Asociación Juanito Laguna, de la ciudad de Santa Fe. Integrante del Movimiento Nacional Chicos del Pueblo, comparte la rica historia y la actualidad de la lucha por los derechos de la niñez.

Luciano Candioti es el presidente de la Asociación ‘Juanito Laguna’ de la ciudad de Santa Fe, que forma parte del Movimiento Nacional Chicos del Pueblo. Nacida con la creación de un hogar en 2002, la organización hoy lleva adelante también un centro de día, una escuela gráfica y una imprenta. En esta entrevista, compartió sus miradas sobre la situación de las infancias, las luchas por sus derechos y la actualidad de la consigna “el hambre es un crimen”.

– ¿Cuál es la situación actual de las infancias?
L.C.: Particularmente creo que infancia hay una sola, no son muchas. La infancia es un tiempo etáreo que debe estar poblado de alegría, felicidad, aprendizajes, de los insumos básicos de la crianza humana. Lo otro son las diferencias sociales. Muchas veces al hablar de infancias se termina encubriendo un poco lo que son la miseria y las distintas condiciones sociales. A veces son eufemismos para tapar la realidad y, hoy en día, la miseria infantil. Las diferencias sociales generadas por el Estado y por el sistema representan otra cosa. Cuando nosotros hablamos de infancia hablamos del universo de la niñez, es decir, de ese tiempo, que debería ser el tiempo de formación, pleno de derechos, donde uno siembre los mejores valores para las generaciones venideras.
Hoy, cerca del 70% de los pibes y pibas en Argentina están atravesados por la miseria, es decir que no tienen las necesidades básicas satisfechas: trabajo, vivienda, salud y educación. Un país que no tiene un proyecto de vida para su infancia y su adolescencia, no tiene proyecto como tal. Si nosotros amputamos las posibilidades de que nuestros hijos accedan a un pensamiento superior, teniendo los nutrientes básicos de crianza, no vamos a poder pensar una Argentina ni productiva, ni desendeudada, sino que vamos a seguir perpetuando el círculo vicioso de la pobreza en el que estamos sumidos por lo menos desde la última dictadura. Recuerdo la marcha del Movimiento de los Chicos del Pueblo que hicimos en 2002 y también denunciábamos el mismo número de pibes debajo de la línea de pobreza. Esto no tiene que ver con el gobierno macrista o el gobierno kirchnerista, esto es una constante que ha ido atravesando la democracia que no supimos conseguir.

Luciano Candioti

Luciano Candioti (Foto: Flavio Raina – El Litoral)

– ¿Qué pasó en el marco de la pandemia y el aislamiento?
L.C.: Lo que nosotros percibimos desde los espacios que constituimos, en el hogar y en el centro de día (que hasta el día de hoy no hemos podido retomar las actividades) o en la escuela gráfica y la imprenta, que están funcionando a medias, es que hay un recrudecimiento de las condiciones de vida de nuestros pibes. Esto ha ido profundizando la miseria acumulada en los últimos años. En los sectores populares ha sido muy difícil o prácticamente no se ha sostenido la cuarentena estricta porque hay condiciones de vida que no pueden quedar encerradas mientras se resuelve una vacuna o el Estado determine. Por eso han sido mucho más vulnerables nuestros barrios que otros espacios de la ciudad. El sentido estricto de la cuarentena no pudo ser sostenido en nuestros barrios.

– La consigna “El hambre es un crimen” se viene sosteniendo desde hace más de 15 años y hoy se revitaliza con las propuestas de la campaña de la CTAA “Distribuir la riqueza para salir de la crisis”. ¿Cuál fue el desarrollo de la situación de la infancia en los últimos 20/30 años?
L.C.: La consigna “El hambre es un crimen, ni un pibe menos” surgió en el año 2005, cuando llegamos a la Plaza de Mayo en la marcha de Tucumán a Buenos Aires. Habíamos hecho una propuesta de asignación universal, que no fue la que salió tergiversada en 2009, sino que era mucho más profunda en términos de que la única idea base que tenía era la erradicación del hambre. Nosotros siempre decimos que erradicar el hambre es muy fácil y se hace en muy poco tiempo, pero hay que tener la voluntad y la decisión política de hierro para hacerlo. Después, la pobreza es un camino de más largo plazo y necesita de otros tiempos. Pero el hambre en sentido estricto es muy fácil de resolver.
Con esa consigna también queríamos desenmascarar al ídolo desnudo de una sociedad injusta. En un país que produce alimentos para casi 500 millones de personas, que el 60% de los pibes no tenga los nutrientes básicos para acceder a un pensamiento superior, es realmente un crimen. Decimos que es un crimen y le ponemos carácter doloso a quien perpetúa el hambre, a quien es responsable, independientemente de quien lo gobierne. Ninguno de los gobiernos desde el retorno de la democracia quiso erradicar el hambre y eso ha quedado demostrado: lo vemos, más allá de los números, en la situación de los pibes que llegan a nuestra organización, a nuestro hogar, a nuestro centro de día, a los emprendimientos productivos, cómo se ha ido perpetrando en todos estos años el problema del hambre y cómo se ha profundizado. No hablamos sólo de los pibes que se lleva la muerte sino también de los pibes que quedan mutilados en sus capacidades físicas, psíquicas. Lo único que nos iguala a los seres humanos es el nacimiento, después el contexto de desarrollo que tenemos es lo que genera las desigualdades.
Parece que hubo un momento en que no hubo pobreza en Argentina, cuando en realidad fue la falsificación de cifras y números lo que primó en ese tiempo. Los que estamos en la trinchera, quienes abrazamos a los pibes cotidianamente en nuestras organizaciones y distintas experiencias, no sólo nunca tuvimos una menor demanda sino que se han agravado las condiciones en que llegan los pibes. Tenemos que pensar que estamos en una cuarta o quinta generación de desocupados y también estamos atravesando una tercera generación de hijos de adictos, lo que acentúa aún más la problemática.

Imprenta Juanito Laguna (

Imprenta Juanito Laguna (Foto: Facebook)

– ¿Cómo se revierte esa situación?
L.C.: tenemos la obligación de despuntar el vicio de la esperanza. El rumbo y la pelea que tomamos desde hace muchos años tiene que ver con volver a constituirnos como pueblo y por eso nuestro espacio mayor de construcción era la CTA, donde nosotros planteábamos que nuestros pibes no marchaban porque querían sino que tuvieron que marchar porque los adultos perdieron la capacidad de pelear por sus hijos. Apelamos siempre a la Central por su mirada distinta sobre el tema de la desocupación, porque apelábamos a que los trabajadores abrazaran a sus hijos para pelear por la vida.
Si la consigna “el hambre es un crimen” prendió es porque el hambre no existe en la naturaleza, los humanos perversos inventan el hambre. Es el capitalismo, que no tiene rostro humano, necesariamente tiende a la muerte y extingue la vida humana, está en su naturaleza. Si no le damos un carácter de clase a la lucha por nuestros hijos, por la niñez y la infancia, nuestras organizaciones van a terminar pactando con el sistema, pensando que UNICEF o la OIT van a resolver los problemas de la niñez o de los trabajadores. Hay que construir una salida con una mirada de clase sobre el trabajo, sobre la niñez, sino va a ser muy difícil dar vuelta la tortilla. Por eso tenemos que pensar el mundo que soñamos y el desafío cotidiano es construir ese mundo en chiquito todos los días. Por eso el hogar, la imprenta, porque está ligada al trabajo, no como cuestión dolosa sino como realización humana. Para nosotros el trabajo tiene una dimensión tan importante como el ocio, como el juego, como la escuela, y hay que darle el marco necesario para que sea vivido de forma plena.

El Movimiento de los Chicos del Pueblo y la CTA en general proponen darle un espacio central a las infancias, ¿cuál es ese rol?
L.C.: Nosotros optamos por vivir, convivir y criar a los hijos de los desocupados, que son ni más ni menos que trabajadores que no tienen a quién venderle su fuerza de trabajo. Eso es lo que destruyó la cultura familiar argentina y por eso los pibes están en la calle y por eso el abandono y por eso el adulto que, sin una razón de existir, se entrega a las adicciones, se pone violento, etc.

Imprenta Juanito Laguna

Imprenta Juanito Laguna (Foto: Facebook)

Nosotros planteamos siempre que hubo tres miradas sobre la niñez. La primera que tenía que ver con la Ley Agote, que es de 1919, que es complementaria a la Ley de Residencia que planteaba la expulsión de los trabajadores extranjeros que militaban políticamente. Esos trabajadores tenían hijos que eran argentinos y no podían ser expulsados del país y que habían mamado la ideología de sus padres, la mayoría anarquistas y socialista. Son los famosos canillitas, para los que se les hace la Ley Agote, para sacarlos de circulación, es decir, encerrarlos. Esa era la concepción del niño como objeto.
En el ‘89 sale la Convención Internacional de los Derechos del Niño, que con todo sigue siendo más progresista que la ley de infancia que tenemos ahora, que junto con la ley actual plantea que los pibes son sujetos de derecho. Esa convención, por pedido de Estados Unidos (que es el único país no firmante), buscaba erradicar el trabajo infantil, porque fundamentalmente China, a través de la mano de obra esclava de los pibes, estaba destruyendo el mercado de manufacturas de Estados Unidos, textil sobre todo. Entonces, esas leyes plantean al niño como sujeto de derecho y eso en la práctica concreta, en los juzgados, en las secretarías de niñez y otros espacios, sucede siempre y cuando el adulto desee escuchar al pibe, más allá de las formalidades. La palabra de los pibes realmente no existe.
Desde el Movimiento, con las marchas y sobre todo con nuestras prácticas cotidianas, venimos peleando por el concepto de los pibes como sujeto político, como hacedor de su historia junto con los adultos, como constructor de su propia vida. Como decía el maestro Paulo Freire, nosotros no estamos con los pibes por cuestiones caritativas o piadosas sino que estamos juntos porque así vamos a construir el mundo en que vivimos. Ese es el concepto del Movimiento. Eso es lo que hemos planteado y por eso el reclamo era siempre hacia los trabajadores también, para que peleen por la vida de sus hijos, porque no podemos disociar la idea de niñez de la idea del trabajo. Justamente lo que no permitió al pibe seguir en su casa, es la ausencia del trabajo o las condiciones de trabajo que impone el sistema capitalista.

– ¿Cómo toman el día del niño, una fecha tan comercial?
L.C.: El día del niño es una excusa para festejar, para celebrar, pero no deja de ser un día más donde abrazamos a nuestros pibes, sobre todo quienes hemos tenido una opción de vida con aquellos pibes que el sistema expulsó. No nos olvidamos que es un día comercial, pero es un día más de lucha, con la excusa de lo que está instaurado socialmente como una cosa tierna. Aprovechamos y festejamos, pero con conciencia, con discusión y con profundización de lo que creemos, de cuál es el mejor destino para nuestros pibes y nuestros hijos, para que repercuta en nuestra construcción colectiva y cotidiana.

Fuente: http://ctasantafe.org/3166/tenemos-la-obligacion-de-despuntar-el-vicio-de-la-esperanza/

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Evitar que Paraguay siga siendo el país de las niñas abusadas

“Una niña embarazada es una niña abusada”, dice el lema de una campaña gubernamental, con apoyo internacional, que recuerda la escalofriante realidad de que el Paraguay ocupa el primer lugar en la región en embarazo de niñas. Solo en lo que va del 2020 se registran casi 300 nacimientos en niñas de 10 a 14 años. Lo llamativo es que mientras los ministerios de Salud y de la Niñez exigen que haya educación sexual en las escuelas como método de prevención, el ministro de Educación, Eduardo Petta, ha erradicado la educación sexual integral de la malla curricular. En esta divergencia, que obedece más a motivos religiosos o ideológicos que pedagógicos, se sostiene una dramática realidad social que debe ser cambiada.

La campaña Ñangareko, lanzada por varias instituciones del Gobierno, con respaldo de organismos internacionales, busca crean conciencia sobre la dramática realidad del Paraguay, que ocupa el primer lugar en la región en embarazo de niñas. Con el lema “Una niña embarazada es una niña abusada”, la iniciativa busca crear conciencia acerca de una situación que muchos consideran como algo “normal” o como parte de la cultura social, cuando en realidad responde a una perversa situación naturalizada por la población, y en muchos casos por las propias autoridades.
Ñangareko es llevada adelante por el Ministerio de la Niñez y la Adolescencia, el Ministerio de Salud Pública, el Ministerio de Educación y Ciencias, el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social y el Fondo de Población de las Naciones Unidas, con la cooperación del Gobierno de la India.

Tan solo en los siete primeros meses del 2020, en el Paraguay se han registrado 282 embarazos en niñas menores de 14 años y más de 7.500 embarazos en niñas entre 14 y 19 años. Las cifras de años anteriores son igualmente elevadas, ubicando a nuestro país en primer lugar en la región en este indeseable ránking.

La situación afecta mayormente a niñas y adolescentes de hogares vulnerables, en condiciones de marginalidad y pobreza. La falta de una mejor educación y de oportunidades de desarrollo, sumada a la inmadurez física y sicológica, hace que las niñas que no deberían ser madres vean truncadas su infancia y su primera juventud, impidiendo en muchos casos la posibilidad de seguir estudiando para salir de la pobreza. Muchas ni siquiera alcanzan a terminar la escuela primaria. Lo terrible es que muchas son a su vez hijas de madres adolescentes, repitiendo una historia enraizada en la cultura popular.

El ministro de Salud, Julio Mazzoleni, dijo en la presentación de la campaña que “hay que hacer visible el problema, hay que mostrarlo, y hay que desnaturalizar”. La ministra de la Niñez, Teresa Martínez, fue aún más determinante: “Las niñas deben ser protegidas contra toda forma de abuso, contra toda forma de violencia; una adolescente o niña embarazada es una niña o adolescente abusada. Si bien es cierto los padres y las madres son los principales responsables de la educación de sus hijos, no es menos cierto y es absolutamente imperioso que la educación sexual integral se incorpore a la malla curricular del Ministerio de Educación. Tienen que tener información veraz, confiable, científica de qué ocurre con sus cuerpos, cuando van cambiando, cuando van creciendo tienen que tener información de que pueden hacer con ellos y ellas, y hasta dónde puede llegar un adulto sobre sus cuerpos, y la escuela es una gran responsable”.

Por ello resulta llamativo que, a pesar de acompañar oficialmente la campaña, el Ministerio de Educación y Ciencias haga todo lo contrario. El responsable de la cartera, Eduardo Petta, ha erradicado la educación sexual integral de la malla curricular. En esta divergencia, que obedece más a motivos religiosos o ideológicos que pedagógicos, se sostiene una dramática realidad social que debe ser cambiada.

Fuente: https://www.ultimahora.com/evitar-que-paraguay-siga-siendo-el-pais-las-ninas-abusadas-n2899430.html

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Coronavirus en Colombia: universitarios piden con huelga de hambre que no cobren matrícula | FOTOS

La huelga de hambre es otro paso que dan una veintena de estudiantes que hace dos semanas iniciaron en la sede de la Universidad Nacional de Bogotá una protesta en la que demandan más inversión del Gobierno para la educación universitaria y “matrícula cero” en todas ellas.

Estudiantes de la Universidad Nacional de Colombia iniciaron una huelga de hambre para exigir al Gobierno que no se cobren las matrículas en las instituciones públicas por la crisis derivada de la pandemia de coronavirus, en tanto los maestros de escuela comenzaron un paro virtual en rechazo al regreso a las clases presenciales.

La huelga de hambre es otro paso que dan una veintena de estudiantes que hace dos semanas iniciaron en la sede de la Universidad Nacional de Bogotá una protesta en la que demandan más inversión del Gobierno para la educación universitaria y “matrícula cero” en todas ellas.

Al respecto, el presidente colombiano, Iván Duque, anunció ayer que el gobierno destinó casi un billón de pesos (unos 265,7 millones de dólares) para aportar entre el 70 % y el 100 % del pago de matrículas para que los universitarios puedan sortear la pandemia del coronavirus sin tener que sacrificar su acceso a la educación superior.

El jefe de Estado indicó los apoyos están dirigidos a cerca de 569.000 estudiantes de los estratos 1 y 2 que están matriculados en las universidades.

“A esos jóvenes queremos decirles que hoy van a estar recibiendo en promedio un descuento sobre su matrícula cercano al 70 %”, puntualizó Duque.

Matrícula cero

La estudiante Laura Natalia Pava dijo este miércoles a Efe que alumnos de la Nacional en Bogotá y Medellín, capital del departamento de Antioquia, iniciaron la movilización para exigirle al Gobierno “matrícula cero de carácter universal” para el semestre que resta de este año y para todo el 2021 “teniendo en cuenta la grave condición socioeconómica que enfrentan las familias, las altas tasas de desempleo juvenil de este año”.

Los alumnos también reclaman una “inyección presupuestal adicional por el déficit generado por la pandemia”, ya que “en el marco de la pandemia, (la universidad) ha cerrado sus campus, como las otras universidades”.

“Esto implica que muchos procesos de investigación y extensión se vean frenados, y esos procesos hoy sustentan además de la matrícula, más o menos el 52 % del presupuesto con el que la Universidad funciona”, explica Pava.

Los estudiantes que están en la protesta visten capas rojas en alusión a los trapos rojos que habitantes de Bogotá y de la localidad aledaña de Soacha pusieron en sus ventanas hace meses para indicar que necesitan comida y atención en salud y que no podían conseguir por el confinamiento decretado por el Gobierno para evitar la expansión de la COVID-19.

“Aquí seguiremos hasta cuando haya una respuesta del Gobierno para la matrícula cero y para la inyección presupuestal”, aseguró a Efe Mateo Vargas, estudiante de Arquitectura en la sede de la Universidad Nacional en Manizales (centro).

Huelga virtual de 48 horas

Los maestros de escuelas públicas de Colombia iniciaron hoy un paro de 48 horas para exigirle al Gobierno cumplir con acuerdos firmados el año pasado y en rechazo al regreso a clases presenciales, sobre todo en la actualidad cuando el país pasó de los 400.000 contagios de la COVID-19 este martes.

“Si no hay soluciones reales y concretas a las peticiones nos veremos abocados a tomar otras decisiones”, dijo en un foro virtual el presidente de la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación (Fecode), Nelson Alarcón.

Igualmente, el gremio de maestros exige que el Gobierno declare una “emergencia educativa” para garantizar las actividades escolares no presenciales y el retorno a los colegios cuando no esté en riesgo la salud y la vida.

Las clases presenciales en escuelas y colegios públicos de Colombia están suspendidas desde el 16 de marzo, una medida adoptada por el presidente colombiano, Iván Duque, para hacerle frente a la pandemia.

Respuesta gubernamental

Mientras tanto, el Ministerio de Educación manifestó en un comunicado que la pandemia del coronavirus implica realizar ajustes en la vida cotidiana y que en compañía de las autoridades de salud, elaboró los lineamientos para fortalecer la calidad de los aprendizajes durante el trabajo académico en casa.

Esos lineamientos son para “orientar el retorno gradual y progresivo a la presencialidad en las aulas bajo esquemas de alternancia con trabajo académico” en los hogares.

Fuente: https://elcomercio.pe/mundo/latinoamerica/coronavirus-en-colombia-universitarios-piden-con-huelga-de-hambre-que-no-cobren-matricula-universidad-nacional-de-colombia-fotos-nndc-noticia/

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Argentina: Piden declarar la emergencia del sistema educativo nacional

Atenta a la desigualdad e inequidad que padece la educación en el país y que la pandemia ha agravado, Brenda Austin pide garantizar el acceso equitativo a la educación y a la conectividad.

La diputada nacional Brenda Austin (UCR Córdoba) presentó un proyecto para que se declare la “Emergencia del Sistema Educativo Nacional” en todos los niveles y modalidades para el ciclo lectivo 2020 y 2021, y considerar a la educación como actividad esencial.

El proyecto propone crear un marco normativo integral para garantizar el acceso equitativo a la educación y a la conectividad, con capítulos especiales para estudiantes en riesgo de abandono escolar, jardines de primera infancia, designaciones de docentes suplentes, y transportistas escolares.

“La marca que distingue a la educación en Argentina es la desigualdad y la inequidad. La pandemia no ha hecho más que agravarlas. No poner en el centro de la escena lo que está pasando con la educación muestra a las claras nuestra incapacidad de pensar en el futuro inmediato. Declarar la emergencia educativa es un imperativo ético”, manifestó Austin.

La iniciativa apunta a diseñar un conjunto de dispositivos de urgencia a través de programas de acompañamiento y asistencia escolar, becas de conectividad, como así también garantizar la accesibilidad digital tanto a estudiantes en riesgo de abandono, como a docentes, a través de instituciones, las escuelas y las Universidades Nacionales. También propone un marco protectorio para llevar alivio a la difícil situación por la que atraviesan los jardines maternales y los transportistas escolares.

“El sistema educativo argentino enfrenta uno de los desafíos más grandes de su historia, mantener y sostener la continuidad pedagógica ante un contexto de profunda incertidumbre. El Congreso tiene y debe hacer algo. Por eso proponemos la creación de un Programa de detección y acompañamiento a estudiantes en riesgo de abandono, y la creación de Becas de Conectividad. Pensar acciones, políticas públicas, para revertir la brecha digital y las desigualdades es más urgente que nunca”, señaló Austin.

Agregó que “las escuelas Zoom y las escuelas Whatsapp son un claro ejemplo de cómo la virtualidad impactó de manera diferenciada en las instituciones educativas. Las diferencias son abismales. Uno de cada cinco alumnos/as de primaria no tiene acceso a Internet. En el norte de Argentina casi dos de cinco. Y en las familias pobres uno de cada dos.  En el otro extremo la realidad de familias donde hay un solo dispositivo para todos los integrantes: leer las consignas, abrir un video, bajar un PDF, a veces se convierte en misión imposible. A mitad de mes, cuando se van quedando sin datos, aparece el silencio”.

También dijo que “debemos escuchar el grito de los jardines maternales de todo el país que, debido a la drástica baja en el pago de la matrícula, están cerrando a tiempo de pandemia, y son considerados una suerte de híbrido que el Estado ignora: no reciben la ayuda para instituciones educativas y tampoco para las Pymes”.

Austin destacó que “no se trata necesariamente de contar con más recursos, sino de dirigirlos mejor. Pensamos que la mejor respuesta es articular, de modo interministerial e interjurisdiccional, un conjunto de iniciativas que hoy se están llevando adelante como los ATP, los IFE, las tarjetas alimentarias, entre otras, para que estos recursos fortalezcan a la escuela como centro y prioricen a los niños, niñas y adolescentes en edad escolar como sujetos de derecho y destinatarios protagónicos de las políticas públicas”.

“La desigualdad educativa no es problema de algunos, es problema de todos. La fragmentación de la sociedad, el crecimiento de la pobreza, la marginalidad, la violencia y la imposibilidad de soñar con un futuro mejor tienen mucho que ver con la educación. Son demasiados los factores que nos indican la gravedad estructural por la que atraviesa nuestro sistema educativo. Frente a esto entendemos que resulta urgente que el Congreso de la Nación declare la emergencia educativa en todo el país y oriente recursos y esfuerzos a evitar una verdadera catástrofe generacional”, concluyó Austin.

Acompañan esta iniciativa los diputados de Juntos por el Cambio Albor Cantard, Marcela Campagnoli, Silvia Lospennato, Maximiliano Ferraro, Jose Riccardo, Emiliano Yacobitti, Federico Zamarbide, Alejandro Cacace, Lorena Matzen, Fabio Quetglas, Gonzalo del Cerro, Camila Crescimbeni, Gustavo Menna, Claudia Najul, Pablo Torello, Gerardo Cipolini, Héctor Stefani, Jorge Enríquez, Carlos Fernandez, Diego Mestre y Adriana Cáceres.

Fuente: https://www.parlamentario.com/2020/08/14/piden-declarar-la-emergencia-del-sistema-educativo-nacional/

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Venezuela: Crisis ambiental impacta en los pueblos originarios

La crisis ambiental global ha causado un impacto negativo en los pueblos indígenas vulnerando así sus modos de vidas, haciendo énfasis en tres aspectos fundamentales como alimentación, salud y los asentamientos comunitarios.

A pesar de la reducción en la circulación de las personas y otras muchas restricciones a raíz de la COVID-19 que han disminuido el impacto ambiental del llamado desarrollo; la avasallante crisis ambiental global, origen último de la pandemia, sigue profundizándose y afectándonos a todos, incluyendo a los pueblos originarios que han visto su realidad cotidiana trastocada.

Ese fue el tema que durante el programa “Pueblo, Ciencia y Patria” que transmite Radio Nacional de Venezuela, abordó Noemí Chacón, investigadora del Laboratorio de Ecosistemas y Cambio Global del Centro de Ecología del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC).

Para la investigadora la crisis ambiental global es producto del modelo de producción y consumo en el que la sociedad occidental está inmersa y que ha considerado muy poco el conocimiento de otras culturas, como las culturas indígenas y su relación con la naturaleza, de la que se consideran parte.

La crisis ambiental global ha causado un impacto negativo en los pueblos indígenas vulnerando así sus modos de vidas, haciendo énfasis en tres aspectos fundamentales como alimentación, salud y los asentamientos comunitarios.

“Los eventos extremos de sequía y lluvia derivados del cambio climático alteran o interrumpen la actividad agrícola de los pueblos indígenas, tomando en cuenta que su agricultura está íntimamente sincronizada con las variaciones estacionales anuales del ciclo hidrológico. Por lo tanto, sequías extremas, como las que se han experimentado en la cuenca del Amazonas en las últimas dos décadas, han incidido negativamente en su calendario agrícola, provocando el desplazamiento de los períodos de tumba, siembra y cosecha”.

Explicó la investigadora que esa acción inside en las actividades de caza y pesca, por lo que se podría decir que el sistema alimentario de los pobladores del bosque amazónico se ha visto impactado por la crisis ambiental global.

Sin embargo, “debemos indicar que los pobladores indígenas son portadores de conocimientos ecológicos milenarios, altamente especializados que les han permitido adaptarse a los cambios ambientales. Es así como han desarrollado técnicas para cultivar especies resistentes a las sequías en sus conucos, como es el caso del cultivo del arroz de secano en los E ñepá que habitan en el extremo oeste del estado Bolívar. Este tipo de alimento no desplaza los cultivos tradicionales ni otros alimentos propios de su dieta, sino que los complementa, permitiendoles hacerle frente a situaciones no óptimas”.

En cuanto a la salud, la crisis ambiental global también ha conducido a un incremento en el brote de enfermedades como la malaria y la leishmaniasis, que si bien existen desde hace muchos años en la región amazónica, actividades como la deforestación, eventos extremos de inundación y sequía y olas de calor han alterado las dinámicas naturales de estas enfermedades.

Asi mismo, los asentamientos comunitarios se han visto afectados por la deforestación con fines de cambios en el uso de la tierra, lo que ha provocado el desplazamiento de comunidades indígenas que se ven imposibilitadas de seguir haciendo uso sustentable de los recursos del bosque para cubrir sus necesidades alimentarias.

Con respecto a cómo el coronavirus puede afectar a los pueblos originarios, la doctora Noemí Chacón destacó que una manera viable que estas poblaciones puedan sobrellevar la pandemia es que se puedan mantener confinadas en sus comunidades, pero eso ha sido casi imposible en algunas poblaciones del país, particularmente las que se encuentran en estados fronterizos que tienen contacto con indígenas y no indígenas que se desplazan regularmente por sitios no resguardados de las fronteras.

“En Brasil, hay una importante población de indígenas Warao que migraron de Venezuela como consecuencia de una compleja red de factores aún no bien dilucidados, que se encuentran en centros llamados abrigos. Allí están altamente expuestos a la pandemia, de hecho se conoce ya de decesos de Warao en esa situación de abrigo a consecuencia de la COVID-19”.

Sí las comunidades indígenas se pueden mantener resguardadas sin contacto foráneo, podrían afrontar mejor la pandemia, tomando en cuenta que estas poblaciones son soberanas en su alimentación, ellos cultivan, preservan y comparten su semilla y no requieren de agroquímicos para mantener su producción. Adicionalmente, tienen su propia medicina y sus sabios, por lo que no tienen que exponerse en centros de atención médica para atender las enfermedades propias de su cultura. El reto está en cómo evitar contactos no deseados ni controlados por ellos mismos.

Fuente: http://www.elsoldemargarita.com.ve/posts/post/id:231989/Crisis-ambiental-impacta-en-los-pueblos-originarios

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Chile: Pandemia, crisis social y tensión institucional. Debates y tareas para una fuerza constituyente

Por: Camila Contador y Fabián Barria

El ciclo de impugnación abierto en octubre no se ha cerrado.

La pandemia global de coronavirus -la primera registrada por este tipo de virus – se propaga en Chile en uno de los momentos políticos más importante desde la postdictadura. El cuadro de octubre retrata al pueblo airado poniendo en el banquillo medio siglo de experimentación y consolidación del capitalismo desatado. Visto desde una escala general, la pandemia aceleró una crisis estructural del capital que estalla y ejerce una fuerte presión sobre la clase trabajadora mundial. Ambas crisis interactúan. Es decir, no es posible separar el ciclo de impugnación abierto en octubre de la crisis aparejada a la pandemia. Si bien, esta última ha condicionado el ciclo de impugnación en relación a la masividad de las manifestaciones, qué duda cabe respecto a que ha agudizado y reafirmado los contenidos críticos de las manifestaciones ocurridas desde el 18 OCT. Las mismas causas de la revuelta hoy se internalizan bajo angustia y desesperación. Sumado a que, en las actuales circunstancias, si bien hay una potente impugnación en curso, pareciera que no existe conducción política para hacer frente a la agenda autoritaria e insistentemente neoliberal del gobierno y la clase empresarial. La revuelta demostró que el pueblo no reconoce conducciones sociales ni mucho menos de las fuerzas políticas institucionalizadas.

Sobre los intentos por un “Acuerdo Nacional”: privatizar ganancias, socializar pérdidas

El Acuerdo, o “marco de entendimiento entre oposición y oficialismo”, constituyó una maniobra cuyo propósito político general fue ampliar la periferia de la gestión de la crisis, esto es, parlamentarizarla y agregar co-responsables políticos a la misma. El efecto económico que persigue, no es otro que hacer pagar las consecuencias de la crisis en los hombros de la clase trabajadora. Desde la perspectiva del contenido del Acuerdo destacamos tres niveles (dos explícitos que se correlacionan y uno menos explícito pero muy concreto):

–   Insistencia en el asistencialismo que se desprende del Estado subsidiario. La ayuda focalizada – ni siquiera bien aplicada – y concesionada, aprovechando de generar ganancias para determinadas empresas. Todo envuelto en un morboso y humillante espectáculo televisivo del cual hemos sido testigos.

–   Un segundo nivel es una contrapartida del anterior: ayuda económica con holgura presupuestaria (aquí no hay austeridad) para salvar los grandes capitales en lo que llaman genéricamente las bases para la “reactivación económica”. Por ejemplo, los movimientos socioambientales han criticado la “agilización regulatoria y de plazos para proyectos de inversión” como una maniobra para acelerar la tramitación de proyectos favorables al rentismo extractivista. Resumimos ambos niveles como la aplicación del aforismo privatizar ganancias y socializar pérdidas.

–   Un tercer nivel se podría resumir como la mantención y profundización del marco represivo punitivo y policial; pronunciar facultades discrecionales del Ejecutivo suprimiendo resistencias institucionales, poniéndose a tono con el giro autoritario, que ha sido tendencia global como rasgo de gobierno dentro de los regímenes liberales. Este nivel nos recuerda que la revuelta sigue gobernando el presente.

Sobre la Unidad: ¿Quiénes deben unirse? y ¿con qué objetivos?

Como marco preliminar, el problema de la unidad, tal como lo entendemos, no se reduce a un problema exclusivamente organizativo, sino que remite a la alta fragmentación objetiva de la clase trabajadora. Pensar la cuestión de la unidad supone, por lo tanto, identificar esta fragmentación, las relaciones sociales que la reproducen y las perspectivas políticas, orgánicas y programáticas que tiendan a superarla.

Dado los diversos niveles que compromete la cuestión, la unidad y los procesos a través de los cuales ésta se construye no se resuelve en el puro campo de la unidad de las organizaciones de izquierda ni de las voluntades que ese tipo de empeños exigen. Esto, que es así en general, lo es hoy más que en otros momentos, dado el escenario extraordinario que se ha abierto en Chile.

Desde octubre, millones de personas han irrumpido de manera directa en la lucha, incorporándose súbitamente a la vida política y abriendo con ello un proceso por el cual la clase trabajadora se está constituyendo a sí misma, encontrándose y descubriéndose en toda su potencia viva y colectiva. Sin identificarse necesariamente como de izquierda, sí emprende decididamente el camino de diferenciarse de la clase que detenta el poder. Este acontecimiento, que impacta a toda la sociedad, repercute también en las organizaciones de izquierda y en los tradicionales abordajes orgánicos de la “unidad”, operados durante largos años sin “pueblo”. Las compuertas políticas que se han abierto no se corresponden con los rasgos sectarios e identitarios que caracterizan a algunas de las formaciones de izquierda ni tampoco con las dinámicas patriarcales y machistas que, en su persistencia, han empujado al éxodo a muchas militantes feministas que, en no pocos casos, se ligan y hacen parte de importantes de luchas sociales más y mejor profundamente imbricadas con la dinámica en curso y con su contenido.

A partir de lo anterior, planteamos algunos criterios de unidad, al menos en estos tres momentos:

1.   Unidad en la Solidaridad. Esto es, cómo desplegar formas de solidaridad inmediatas tanto en ayudas materiales como en la resistencia económica. Asimismo, generar redes para hacerle frente a la violencia intra-familiar desatada en el confinamiento, como también, generar redes contra la violencia policial que despliegue, entre otras cosas, solidaridad hacia las organizaciones que están la primera línea batallando la pandemia. Esto es relevante por algo que indicamos en el punto anterior. A contrapelo de la unidad en la solidaridad, se instala desde el Gobierno una ofensiva comunicacional para des-unirnos. Para que desconfiemos entre nosotras y nosotros a partir de responsabilizar al pueblo del impacto económico del estallido y de la crisis sanitaria (nos contagiamos por irresponsables). Los responsables de la crisis se atreven a acusarnos de una crisis que no provocamos.

2. Unidad en un Programa. Levantar, debatir, defender y empujar propuestas programáticas para enfrentar los problemas actuales. Desde lo urgente respecto a la precarización inmediata, como enfrentar la pandemia y la crisis económica en ciernes hasta el nivel estructural o aquello que proyecte un horizonte de sociedad, lo que también tiene tiempos cortos, como responder a la ofensiva extractivista, por ejemplo. En este plano y de forma más concreta: es necesario tender los puentes, aproximar las conversaciones para constituir una oposición que dialogue entre sí y que ponga en la discusión pública una alternativa política impugnadora.

Los ingredientes para la unidad programática están, han emanado y se han nutrido a partir de las luchas de los sectores y movimientos político-sociales durante las últimas décadas. Los que adquirieron mayor volumen y consistencia desde octubre. Por tanto, lo que nos toca enfrentar y resolver en unidad es el problema del poder: que la clase trabajadora no sólo irrumpa e impugne, sino que tenga un espacio en la toma de decisiones. Para ello, una plataforma de unidad que integre a las organizaciones sociales y defienda un programa de cambio estructural es fundamental.

3.   Para enfrentar la coyuntura política.  La vida institucional del país transitará por un itinerario constituyente que definirá marcos políticos, institucionalizará relaciones de fuerza y abrirá la posibilidad de remodelar en parte pilares institucionales. Este itinerario al ser un escenario abierto, no garantiza, necesariamente, que las transformaciones se realicen en la acepción progresiva del término. La apertura y posibilidades de ese escenario es leída peligrosamente por la derecha, los sectores rentistas y reaccionarios, lo que se traduce en permanentes intentos para desorientar a la clase trabajadora, enfrentarla y desquiciar los debates. Es un interés evidente en cerrar a su favor el ciclo de impugnación y desactivar la fuerza constituyente. En este plano, intentarán agrietarnos y cortar lo poco que hemos podido recomponer. Por lo tanto, creemos indispensable afrontar con unidad esta coyuntura política.

Sobre el proceso constituyente e itinerario constitucional de octubre: ¿Cómo nos posicionamos? ¿A través de qué mecanismos? ¿Cuáles son sus tareas?  

En primera instancia, podríamos sintetizar nuestra posición antes de la pandemia en tres puntos: 1) El Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución es una respuesta realizada “por arriba” del estallido. Es el pacto de los partidos impugnados en la revuelta; 2) Es un Acuerdo que no satisface íntegramente a nadie. Ni a los partidos de la derecha que lo suscriben y que no quieren cambiar la Constitución, ni a los sectores populares que quedan de muchas maneras excluidos del mismo, ni al FA que se quiebra y luego defiende en el Acuerdo la incorporación de términos que no contiene, ni a la ex Concertación que aspiraba a que el Acuerdo desmovilizará y se retornará brevemente a la gobernabilidad. Es por tanto un resultado contradictorio de la revuelta; 3) Nuestra posición sobre la participación en el proceso constitucional se desprende de una orientación central que actúa para nosotrxs como brújula, que es la posibilidad de mantener abierta la impugnación del 18 de octubre.

En este sentido se desprenden al menos seis elementos de proyección:

1.   Este proceso no debe cerrar el escenario de disputa, pues debe ser comprendido como uno -entre varios- de los momentos de la disputa abierta el 18OCT. Por lo tanto, se debe mantener abierta la impugnación e incluso profundizarla desde el punto de vista programático. La firma del Acuerdo no se tradujo en la desmovilización que ellos esperaban y atendida la agudización de la crisis creemos que difícilmente lo haga en el actual escenario.

2.  El plebiscito va a concitar una participación popular masiva y, probablemente, histórica. Nos preguntamos qué aspiraciones estarán depositadas en esos votos y pensamos que evidente la de acabar con la Constitución de 1980 y la de asestar una derrota a la derecha. Es importante que ambas cuestiones sucedan. No basta con que gane el Apruebo con un margen pequeño, es necesario que gane contundentemente como una afirmación de la voluntad transformadora y como un ejercicio de fuerza que moralice a los sectores populares y que desmoralice a los sectores reaccionarios. En este ejercicio de moral se juega en parte la posibilidad de mantener abierta la movilización de los amplios sectores comprometidos en la revuelta.

3.   Nivelando expectativas, el proceso constitucional no recogerá las demandas y aspiraciones de transformación profunda que están planteadas, ello por los términos del mismo Acuerdo como por las condiciones de militarización, represión, prisión política, de violación sistemática a los DD.HH. y de impunidad que el gobierno con apoyo de un amplio sector de la oposición ha desplegado sostenidamente desde octubre al presente. Por eso es importante indicar que nuestra posición de participar en el proceso no guarda relación con la ilusión de lo que resulte de ese proceso, más bien supone la tarea de denunciar estos límites y la necesidad de sostener una irrestricta independencia política respecto de los partidos burgueses que busca impedir esas transformaciones.

4. En los distintos momentos del proceso va a tener lugar una discusión y disputa programática como no la habido en 50 años en Chile, esta disputa brinda la posibilidad de profundizar de manera decisiva a escala nacional y durante un año completo el proceso de politización masiva que se ha abierto. En esta profundización se juega también en parte la posibilidad de desbordar los márgenes de un Acuerdo que no es nuestro.

  1. Las eventuales posiciones de no participar decididamente y, en clave de disputa en este proceso, no dialoga con la disposición popular y resulta contraintuitiva en relación a un pueblo que parece entender bien la contradicción planteada entre los términos del Acuerdo, la posibilidad de las transformaciones a las que aspiramos y la potencia histórica del momento. La política de esperar desde el margen a que el pueblo se desilusione del proceso para que luego vaya corriendo hacia las organizaciones de izquierda en plan “lo dijimos” es una política que no funciona.

  1. Finalmente, de ninguna manera pensamos que el proceso constitucional sea el único escenario abierto de disputa y de impugnación. Es sólo uno de sus momentos, un momento importante, por cierto, que no es incompatible con hacerse parte y afirmar los procesos constituyentes autónomos que se puedan levantar desde los territorios, desde los pueblos indígenas o desde las organizaciones populares.

A partir de lo anterior, ante la posibilidad que la postergación o no realización del plebiscito prospere como se proponen algunos sectores de la derecha, nuestra posición es defender su realización. Nos proponemos ser parte de la campaña por el Apruebo y participar defendiendo un programa que deposite la posibilidad de su realización en la fuerza del pueblo movilizado; si estuviera dentro de nuestra capacidad, estamos de acuerdo con tener candidaturas convencionales y, de no poder, con apoyar las candidaturas convencionales de las organizaciones sociales y políticas que pongan por delante el programa.

¿Qué expresa la tensión institucional apreciada los últimos meses? ¿Está dividida la derecha? ¿Qué pasa con la oposición parlamentaria? 

La tensión institucional apreciada durante los últimos meses y, sobre todo, profundizada por la discusión del retiro del 10% de los ahorros previsionales, expresa -en primer lugar- que el ciclo de impugnación abierto el 18 de octubre no se ha cerrado pese a que las circunstancias no permitan manifestaciones masivas (pero, como hemos visto las últimas semanas la calle ha expresado que no se acuerdan cosas sin preguntarle). En segundo lugar, expresa la incapacidad del gobierno, del oficialismo y del empresariado, de justificar pública y políticamente, incluso dentro de su propio sector, las medidas sanitarias y las medidas económicas que precarizan la vida, que descargan la crisis en la clase trabajadora. Esta incapacidad de manejar políticamente la crisis sanitaria explica, por un lado, la ofensiva contra el parlamento (buscando inhibirlo, censurarlo o pautearlo) y contra los municipios (logrando a la larga trizar a los propios partidos de la derecha).  Por otro, la amenaza recurrente de utilizar autoritariamente las facultades del hiper-presidencialismo chileno frente a proyectos legislativos (como el veto presidencial o recurrir al Tribunal Constitucional) pese a que los proyectos, como por ejemplo el de prohibir el corte de los servicios básicos, del posnatal de emergencia o del 10% de retiro de la AFP, tengan abrumadoras mayorías en la calle e incluso en el Congreso. Esta tendencia no sólo es característica en Chile, sino que es parte de lo que se ha llamado a nivel mundial como giro autoritario de los regímenes liberales. En síntesis, la política institucional se tensa y triza internamente y muestra su rostro más autoritario, por su incapacidad de manejar al pueblo, a la clase constituyéndose a sí misma, con o sin marchas.

Sobre la situación de la derecha como conglomerado entendemos que, en primer lugar, existe una reconfiguración de la derecha: Si ya octubre trizó la derecha en dos, la pandemia lo hace en muchas más partes. En un principio, parte de la derecha pensó que con la pandemia Piñera podía relegitimarse, que al parecer se iba a lograr una pequeña costra en este sentido, oxigenando a la derecha y el oficialismo, pero empeora a partir de la tensión que ha logrado la mala gestión de la crisis. Segundo, estamos en presencia del oportunismo de la derecha que se mueve en relación a lo que le conviene, que no brinda lealtad ni al gobierno ni a las direcciones de sus partidos. Esto queda más que expresado en la carta de renuncia de Hernán Larraín en que explica que en Chile Vamos existe una clara crisis de conducción, convivencia y confianzas. Lo que quedó en evidencia con la votación, tanto en la Cámara de diputados como en la del senado, el proyecto de retiro del 10% de los fondos de pensiones 1/.  En tercer lugar, pensamos existe una crisis del oficialismo hoy, una multidimensional. Es ideológica, se triza el pinochetismo, se abren fisuras que en otros momentos no habíamos visto con tal claridad. Es política porque no hay una orientación común, una dirección política. No es creativa, porque se empantana más de lo que genera nuevas formas de hacer política o nuevos núcleos. Y además expresa una ausencia de proyecto, es una crisis proyectual de la derecha. Cuarto, la contradicción de clases que existe en la derecha. Hay una retórica de la extracción social. Sacar el currículum de “pobre” para poder vincularse con el pueblo. Ejemplos hay varios; Los Carter, Moreira, etc. Que en el fondo aparecen como formas desesperadas de generar sentido en la población.

Por su parte, caracterizamos el rol de la oposición parlamentaria en base a tres elementos. Primero, parece, en apariencia, unida para atacar al oficialismo. Decimos en apariencia, porque es una oposición que carece de un proyecto alternativo que pueda unirla. Segundo, se acomoda a lo que la calle instala y la derecha reacciona a ello. La oposición intenta modular lo que la calle instala y la derecha ponerle trabas. Igualmente, existe una cierta desconexión con la calle al momento de escuchar demandas y pensarlas de manera más orgánica. Claramente, existiendo matices. Se reconoce una desesperación por conectar con el pueblo. Finalmente, también existe una oposición, que pareciera intentar congeniar con el pueblo pero que también se muestra muy dispuesta a congeniar con los patrones. Esto último responde a un ensayo y error, que dependerá de las encuestas, entre otras cosas. Hay también una apuesta desde algunos sectores por ser próximamente gobierno, comprendiendo la decadencia actual de la derecha y los problemas de gestionar la crisis por parte del gobierno de Piñera.

Las reflexiones desplegadas en los párrafos anteriores son fruto de discusiones colectivas, en constante problematización, puestas siempre a prueba por la tan aguda y cambiante coyuntura política nacional. Planteadas en el marco de nuestra salida pública como Organización ContraTiempos, esperamos que sirvan para discutir, conversar y reflexionar sobre el ciclo impugnatorio abierto en octubre que, gracias a las distintas expresiones del pueblo organizado, sigue latiendo en espera de construir otra sociedad.

Camila Contador y Fabián Barria, integrantes de Organización ContraTiempos

Notas

1/ El pasado 23 de julio la Cámara de Diputados de Chile aprobó, con 116 votos a favor, 28 en contra y 5 abstenciones, una reforma de la Constitución que abre la posibilidad tanto de las y los afiliados del sistema de las Administradoras de los Fondos de Pensión (AFPs) de retirar de un porcentaje del 10% de los fondos (con un mínimo) que tuviesen en las AFPs (alguna de ellas gestionada por el BBVA), que gestionan el sistema privado de capitalización en Chile desde 1981. Esta ley, que dividió a la derecha (“Chile Vamos”) y a la que se oponía el gobierno de Sebastián Piñera, ha sido apoyada por una amplia mayoría social para hacer frente al empobrecimiento y endeudamiento consiguiente de las clases populares debido a la profundización de la crisis por la pandemia de la COVID-19. Según la Universidad Católica ha dado lugar a una pérdida del empleo a 2,1 millones de personas en el último año, además de una reducción de los ingresos a millones de unidades de convivencia. El apoyo a la medida se inscribe en una oposición creciente al sistema de las AFPs, que no proporciona pensiones decentes a la mayoría de la población. La retirada de los fondos, lógica en el contexto citado, va sin embargo a profundizar esa crisis del sistema AFP en la medida en que la reducción de los fondos va a dar lugar a una mayor insuficiencia de las pensiones en el próximo futuro. Va a plantear de forma más urgente aún la sustitución del vigente sistema por uno solidario, público y de reparto, tal como se ha exigido por gran parte de las movilizaciones sociales del pasado año. NdR.

*Fuente: https://vientosur.info/pandemia-crisis-social-y-tension-institucional-debates-y-tareas-para-una-fuerza-constituyente/

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