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Hermenéutica crítica, investigación y docencia

Por: Dagny Daniel Urbina

Con la hermenéutica como vía de compresión crítica, se da un cambio en la investigación tradicional, sobre todo en la concepción compleja de la realidad. La hermenéutica crítica se opone a considerar que la interpretación es un factor de la reproducción.

Al hacer un análisis histórico de la hermenéutica, determinamos que ésta representa un proceso contradictorio, donde las distintas formas de interpretación y el reconocimiento de sus fundamentos siempre abren un espacio de contenido futuro. La hermenéutica se acentúa como herramienta metodológica, esta significación busca asumir el fundamento al hecho de que la praxis social no puede ser acrítica por sus distintas consecuencias. El enfoque hermenéutico crítico de la investigación nace para responder a las insuficiencias epistémicas de la investigación positivista en la comprensión de la complejidad de los problemas sociales.

El enfoque crítico entonces asume además la interpretación como un elemento que esta sesgado por las fuerzas sociales, políticas y económicas de la formación social donde se ubica el investigador, al igual que los sesgos basados en la clase social y el género, en síntesis el trabajo interpretativo está condicionado por las determinantes históricas del interpretador. En este sentido se puede esclarecer que este enfoque supera el relativismo epistemológico al reconocer la posibilidad de hacer verdaderas investigaciones, si el investigador asume una postura de clase emancipadora y revolucionaria empleando la práctica como criterio de la verdad y emancipación. Es entonces el reconocimiento de la subjetividad del investigador en el trabajo interpretativo definido por una posición de clase.

En el enfoque de la hermenéutica crítica el investigador ve al objeto de estudio desde una mirada holística, como una totalidad, compleja y contradictoria; el investigador es sensible a los efectos que ellos mismos provocan en la interpretación del objeto de estudio; todas las perspectivas son valiosas; se afirma el carácter humanista de la investigación, y se pondera la visión intersubjetiva en él.

En este orden el conocimiento científico es producto de la interacción del sujeto cognoscente con el objeto de conocimiento a través de la acción transformadora donde el objeto y el sujeto, se relacionan de forma dialéctica, en mutua determinación. Es así como se puede afirmar que el conocimiento científico es objetivo y subjetivo a la vez, ya que su carácter objetivo se determina en tanto que es posible explicar la realidad y transformarla, mientras su carácter subjetivo y relativo esta concatenado con el momento histórico en que se produce el conocimiento y la imposibilidad de llegar a verdades absolutas en el tiempo.

Ahora, es momento de reflexionar desde la labor docente este enfoque, en este sentido el docente se debe caracterizar por ser un transformador intelectual que debe proyectar la formación de ciudadanos, independientes, autónomos, emancipados, críticos y comprometidos con las instituciones en las que interactúa. Los resultados de su praxis deben llevar asumir en sus estudiantes un vínculo indisoluble entre el pensamiento y la acción, la teoría y la práctica, que permita irrumpir el sistema dominante y de opresión hegemónica. Es entonces una visión radical que debe llevar para asumir la verdadera práctica pedagógica revolucionaria para la emancipación y que posibilite el sentido de criticidad desde la autonomía. El docente debe interpretar su propia práctica para una continua resignificación, que le permita comprender las situaciones reales de ella, mediante un análisis situacional, que proyecte su transformación y forje una docencia crítica.

Adelantar una práctica pedagógica hermenéutica y crítica implica la reconstrucción y deconstrucción de esta labor y del propio pensamiento, a partir de un estudio permanente de la realidad que aborda desde la experiencia pedagógica. Ser hermenéutico, es tener una visión prospectiva de su accionar pedagógico, con sentido dialéctico desde el cual se puedan plantear las distintas estrategias para una mejor comprensión de la práctica pedagógica. El docente debe ser un profesional que investiga, delibera y transforma su práctica pedagógica sobre la base de conocimientos científicos. La investigación desde la reflexión del trabajo docente, le debe permitir al docente comprender la realidad y convertir cada situación en una verdadera ocasión para aprender.

Desde esta perspectiva , se puede determinar que la hermenéutica crítica tiene profundas implicaciones científicas en la construcción del conocimiento pedagógico orientado a la comprensión del fenómeno educativo, en este orden de ideas se potencia la posibilidad del desarrollo educativo, lo que supone que ella no se queda en el campo de la pura abstracción o la pura comprensión, sino de alguna manera incide en el curso de la acción en un mundo en constante construcción y reconstrucción; de ahí puede atribuírsele un carácter emancipador y liberador para una labor docente revolucionaria.

Fuente: http://www.aporrea.org/ideologia/a217237.html

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La formación docente en sitio: ¿Una necesidad de este milenio?

Luis Alberto González Coronado (*)

“…Esta universidad futura, la que anhelamos y por la que vivimos, es la negación de la universidad,es la negación de la universidad que hoy padecemos y que no nos gusta; por ello la hemos denominado como la universidad situada entre el buen lugar y ningún lugar.”

(Ibarra, Eduardo y Luis Porter, 2012)

Al considerar la importancia de las políticas públicas de formación docente y la transformación de estas, surgen algunas apreciaciones que se desprenden de diversos documentos (UNESCO, ONU, OEA, OEI, OCDE, entre otros) en los cuales se refieren desde una perspectiva declarativa, los propósitos vinculados con la necesidad de redimensionar y transformar los sistemas educativos. En tal sentido, los Estados diseñan y ejecutan políticas públicas, las cuales generalmente, propician posibles cambios y en algunos casos reformas para los sistemas, con el propósito de dar respuesta a la dinámica natural de las instituciones, sus principios básicos, visión, misión, filosofía y aspectos constituyentes comunes en todas las propuestas y fines tales como: el principio de la gratuidad, el principio de atención diferenciada e integral, el principio de financiamiento de la educación, el principio de la coeducación y la escuela abierta a la diversidad y la globalización, a partir de la pertinencia y la nacionalidad, el principio del carácter masivo y equitativo de la educación, el principio de la educación y el trabajo, la educación y la ciudadanía, la democracia, la paz y la libertad.

En lo esencial, se reiteran y suscriben un conjunto de propósitos que intentan responder al desarrollo del modelo educativo, el desarrollo social, científico, tecnológico, cultural y económico de los países. Generalmente, se formulan planes o programas de atención que son asumidos como ejercicios o programas institucionales, tales como los denominados: “Reformas curriculares”, “Jornadas de Capacitación”, “Jornadas de Actualización”, “Talleres de actualización”, “Talleres de Capacitación”, entre otros ensayos de espacios-escenarios tradicionales, que pretenden contribuir con la formación del docente y la transformación del sistema-modelo educativo. Estas modalidades de atención al docente y su formación, logran poca trascendencia a consecuencia de la ausencia de políticas de control, seguimiento y evaluación.

De tal forma, se plantea la necesidad de considerar a las instituciones de educación superior a partir de su transformación en auténticos centros de educación permanente. Asumir este reto implica para estas, un conjunto de transformaciones en su organización, estructura y métodos de trabajo.

La educación superior para el siglo XXI debe asumir el cambio y el futuro como consubstánciales de su SER y QUEHACER, para de esta forma generar espacios de discusión que permitan el reconocimiento e implementación de las políticas públicas educativas que permitan despejar múltiples interrogantes.

El cambio en la concepción y propósitos de las instituciones de educación superior será posible, en la medida en la cual exista disposición a las reformas constantes de sus estructuras y métodos de trabajo. Esto implica, asumir la factibilidad de los modelos alternativos, en lugar de la rigidez y el apego a tradiciones curriculares centradas en el campus y las estructuras del currículum formal. UNESCO (2014).

En tal sentido, desde el reconocimiento del principio de compromiso de la Universidad con la educación contínua, la formación docente en educación superior que visualizamos, y llamamos formación docente en sitio, debe estar orientada a partir de propuestas de formación docente, que se desarrollen en espacios distintos a los tradicionales “campus académicos” y permitan reconocer una dinámica de formación docente vinculada con el SER-HACER del maestro (LA ESCUELA) y considere atender los siguientes aspectos:

  • Formación docente que mantenga estrechas relaciones de coordinación con el Estado, la sociedad civil organizada y el sector productivo; que forme parte del modelo de SISTEMA-ESTADO y permita contemplar políticas educativas vinculadas con el desarrollo humano, sostenible y sustentable, y que contribuya mediante su inserción prospectiva, a configurar los proyectos de sociedad futura a nivel nacional y regional.
  • Formación docente que favorezca la concreción de una auténtica comunidad crítica de maestros, estudiantes y demás miembros de la comunidad.
  • Formación docente que reconozca ciudadanos comprometidos con su dinámica sociocultural y de profesionales, formados interdisciplinariamente, participantes de una cultura humanística y científica, capaces de seguir formándose por sí mismos, a partir del reconocimiento de una visión y misión que contemple una perspectiva ontoepistemológica y curricular vinculada a las transformaciones del SER-HACER
  • Formación docente consciente de la globalización del conocimiento y por lo mismo, integrada a las grandes redes telemáticas académicas y científicas, y que participe activamente en el acontecer universitario regional, nacional y universal.
  • Formación docente que propicie y valide la reconceptualización DESDE y POR sus pares, que practique la autoevaluación sistemática de todos sus aspectos curriculares y extracurriculares.
  • Formación docente edificada sobre la base de estructuras académicas y administrativas flexibles, que propicie la reintegración del conocimiento y el trabajo interdisciplinario y transdisciplinario a partir de los hallazgos académicos del docente.
  • Formación docente, EN y DESDE la realidad mediata del maestro, quien debe reconocer una pedagogía diferente, una pedagogía desde la construcción derivada de la interacción con sus pares y la problematización de su hacer a partir de propuestas instruccionales diferentes, innovadoras.

Escudero (1990) Refiere a la “Formación centrada en la escuela” y establece tres categorías que permiten reconocer la dimensión de la propuesta que formulamos:

  • Formación al centro.
  • Formación en el centro.
  • Formación del centro.

Destacamos lo planteado por Imbernón (1996) al referirse a las categorías anteriores:

… La formación centrada en la escuela no es sólo una estrategia de formación como conjunto de técnicas y procedimientos, sino que tiene una carga ideológica, de valores, de actitudes, de creencias. No es, por tanto, un simple traslado físico, ni tan siquiera un nuevo agrupamiento de profesores para formarlos, sino un nuevo enfoque para redefinir los contenidos, las estrategias, la institución, los protagonistas y los propósitos de la formación (p.16).

Estas consideraciones nos sitúan, en el reconocimiento de la participación activa de los docentes en las estrategias que promuevan su desarrollo profesional; él es quien conoce sus necesidades y lo que requiere para mejorar su práctica, las características particulares y las condiciones concretas en las que desempeña su trabajo, por lo que puede aportar la experiencia y el conocimiento esencial para el diagnóstico, la propuesta e implementación de las acciones dirigidas a apoyar su formación contínua.

Otras categorías vinculadas con lo planteado las formulan Lave y Wenger (1991):

  • Prácticas socioculturales de una comunidad
  • Aprendizaje-Acción
  • Aprendizaje situado
  • Participación periférica legítima

Se plantean aspectos referidos al reconocimiento de los docentes como protagonistas del cambio educativo, su desarrollo integral, la formación en y durante el servicio, el fortalecimiento de las redes interinstitucionales en la que este interactúa a objeto de reconocer todas las dimensiones posibles para el desarrollo profesional.

En este orden, se requiere ensayar y generar soluciones a los problemas que plantea el trabajo docente, sobre todo en las condiciones específicas en las que se desarrolla; para ello, resulta necesario propiciar la reflexión y la evaluación de la práctica, desde las consideraciones de los propios docentes involucrados.

UNESCO (2013), al referirse a los modelos curriculares y pedagógicos vinculados con la formación contínua, señala: “… Actualmente, en varios países de la Región se observa la disposición a impulsar políticas de formación centradas en la escuela, en los que los colectivos docentes asumen un papel protagónico y el referente es la práctica como fuente de reflexión, análisis y aprendizaje” (p. 8).

En tal sentido, resulta necesario articular acciones que permitan reconocer el espacio público de la educación, generar nuevos espacios o escenarios de revisión y transformación desde la discusión democrática y dialógica, impulsora de ciudadanos conscientes, reflexivos y críticos. Este enfoque de formación docente, exige repensar la educación desde el contexto y la práctica diaria con miras a la consolidación de una verdadera renovación pedagógica, en pro de la construcción de una teoría educativa más reveladora y vinculada con la diversidad cultural que genera una compleja y múltiple realidad educativa con la cual el docente asume su desempeño profesional cotidiano.

Desde la perspectiva planteada por Peñalver (2007) al referirse al desafio de la transformación de la formación docente:

… una especie de decálogo de la nueva formación, se comenzaría a señalar lo siguiente:

  1. El docente-otro hará de la creatividad, su vida; dispuesto a trabajar en situaciones imprevisibles, donde no hay reglas ni recetas devenidas de la cultura escolar.
  2. La nueva formación invoca un dinamismo transformador, que modifica, que enriquece.
  3. La nueva formación debe afrontar el reto de enseñar principios de estrategia que permitan encarar los riesgos, lo inesperado, lo incierto.” (p.151-152).

Se vincula esto con la concepción de la formación docente en sitio, planteada a partir de la consideración y reconocimiento del DOCENTE, el que está allí y se reconoce en su espacio de identidad profesional-escuela y es capaz de actuar junto a otros, haciendo una elección voluntaria y consciente de los modelos a desarrollar en forma contextualizada, racional y autónoma, expresados en cambios cualitativos deliberados de la realidad y favorecer la transformación de su ser y hacer.

Compartimos la perspectiva planteada por Ávalos (2007) al señalar:

…En la práctica, los mejores modelos de “capacitación” son los que reúnen elementos tanto de cambio conceptual como de apoyo en la experiencia actual como punto de partida… (p.81).

De tal forma, asumimos que al considerarse las categorías referidas sobre la formación docente en sitio, la práctica educativa se orientaría como un espacio integrador de saberes comprensibles, producidos y aplicados en y desde contextos sociales con dimensión histórica, social y cultural, conducentes a una estructura de cambio educativo donde se redimensionen y valoricen los fundamentos filosóficos, epistemológicos y metodológicos de la educación y lograr la consolidación de políticas públicas educativas que permitan el reconocimiento de un conjunto de acciones para atender las deficiencias en los distintos ámbitos de la formación docente. Este espacio de formación contínua se caracterizaría por y para:

  • Generar y consolidar redes de discusión y cooperación académica en las cuales participen los investigadores y miembros de las instituciones escolares en sus diferentes etapas, niveles y modalidades.
  • Articular procesos de docencia, investigación y extensión a objeto de reconocer un nuevo significado social en la visión y misión de las políticas publicas educativas de formación docente.
  • Desarrollar procesos de revisión y transformación permanentes de las políticas públicas educativas de formación docente.

UNESCO (2015), plantea, entre otras, la siguiente interrogante:

¿Cuáles son las consecuencias específicas para la formación, la capacitación, la evolución y el mantenimiento de los docentes? …Es preciso reunir a los distintos interesados con sus múltiples puntos de vista para que compartan los resultados de sus investigaciones y articulen unos principios normativos como orientación de las políticas. (p. 12).

Finalmente, consideramos necesaria la participación activa de los docentes en la formulación de políticas públicas que promuevan su desarrollo profesional, puesto que son ellos quienes conocen sus necesidades y lo que requieren para mejorar su formación, las características particulares y las condiciones concretas en las que desempeñan sus funciones, por lo que pueden aportar las experiencias y los conocimientos esenciales para el diagnóstico, la propuesta e implementación de las acciones dirigidas a apoyar los cambios educativos y la formulación de políticas públicas de formación docente, que permitan reconocer los posibles cambios para lograr la consolidación de una universidad que se corresponda con las exigencias de este milenio, y permita el reconocimiento de una universidad distinta en su concepción de la formación docente, la cual propicie la conjucción ESCUELA-UNIVERSIDAD, a objeto de lograr la consolidación de un modelo de formación docente que se vincule con la dinámica sociocultural actual.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Ávalos Beatrice (2007). El desarrollo profesional continuo de los docentes: Lo que nos dice la experiencia internacional y de la región latinoamericana. Revista Pensamiento Educativo, Vol. 41, nº 2. pp. 77-99.

Escudero. J. Manuel (1990). La formación centrada en la escuela. Jornadas de estudio sobre el centro educativo. La Rábida. Huelva.

Ibarra Eduardo y Porter Luis (coords.) (2012). El libro de la universidad imaginada. Hacia una universidad situada entre el buen lugar y ningún lugar. México, Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) – Cuajimalpa/Juan Pablos Editor.

Imbernón Francisco (1996). La formación en los centros educativos: ¿tendencia o moda?. Revista Aula de Innovación Educativa. N° 46. Enero, 1996. pp.19-31.

Lave Jean y Wenger Etienne (1991). Aprendizaje Situado. Participación periférica legítima. New York: Cambridge University Press.

Peñalver Bermúdez Luis (2007). La formación docente en Venezuela. Estudio diagnóstico. Caracas: Universidad Pedagógica Experimental Libertador. Vicerrectorado de Investigación y Postgrado.

UNESCO-OREALC (2013). Antecedentes y criterios para la elaboración de políticas docentes en América Latina y el Caribe. Santiago-Chile. Centro de Estudios de Políticas en Educación (CEPPE.

UNESCO-OREALC (2014). Temas críticos para formular nuevas políticas docentes en América Latina y el Caribe: el debate actual. Santiago-Chile. Centro de Estudios de Políticas en Educación (CEPPE).

UNESCO (2015). Replantear la educación. ¿Hacia un bien común mundial?. Francia-París. Disponible en: www.unesco.org/open-access/terms-use-ccbysa-sp. Consulta enero 2016.

 

(*) Luis Alberto González Coronado

contacto: luisgoncoronado@gmail.com

El  autor  forma parte del  Doctorado Latinoamericano en Educación Políticas Públicas y Profesión Docente.

El presente es un artículo inedito, publicado con el consentimiento del autor.

Fuente de la imagen: DLAE-Actividades del Campamento Doctoral.

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La tecnología de comunicación en nuestra convivencia

Por: Fernando Giuliani

Suena a lugar común decir que el desarrollo de la tecnología ha sido vertiginoso en las últimas décadas pero no por repetido este argumento deja de tener significado, especialmente, en lo que tiene que ver con la tecnología de las comunicaciones. Como nunca antes, la era actual muestra un despliegue impresionante de recursos tecnológicos que permiten difundir información y todo tipo de comunicaciones a lo largo y ancho del planeta en tiempo real y a una velocidad avasallante, a tal punto que hace tiempo que se ha superado la capacidad que tenemos para manejar y asimilar esta gigantesca masa informativa que circula constantemente a través de radios, canales de televisión, computadoras, tabletas y teléfonos celulares.

El debate en torno a estos avances tecnológicos siempre estuvo presente y aunque no se pone en duda la valoración que ellos tienen como demostración de ingenio humano y capacidad de desarrollo científico, se dejan abiertas interrogantes y dilemas nada despreciables.

¿En qué medida estos avances nos ayudan a mejorar nuestra convivencia? Además de ofrecer diversidad de alternativas para la comunicación, ¿estas tecnologías pueden tener efectos negativos para las relaciones humanas? ¿Afectan de algún modo nuestras capacidades y nuestras posibilidades de comunicación y de relacionarnos? ¿Contribuyen o no la construcción de una mejor sociedad?

De entrada podríamos decir que no corresponde atribuirles a estas tecnologías un poder propio, como si fueran instrumentos con autonomía capaces por sí mismos de orientar la conducta y las relaciones de los humanos que los utilizan.

Obviamente, la responsabilidad final siempre es de las personas, los grupos y la sociedad en su conjunto, que se debe responsabilizar por la dirección y el sentido que la tecnología tiene en nuestras vidas.

MODALIDADES DE USO NOCIVO

Al respecto, vamos a referirnos a dos modalidades bajo las cuales se utilizan estas redes de manera sumamente nociva.

La primera de ellas, se refiere a la forma en que se han utilizado y se utilizan para producir y reproducir toda suerte de rumores con intereses políticos, los cuales están orientados a generar zozobra, inquietud, temor y sentimientos y pensamientos negativos. Así en buena medida, las redes virtuales se han convertido en verdaderos instrumentos de guerra psicológica que cuentan, lamentablemente, con un inmenso poder de “efectividad”. Sus efectos están a la vista: se han generado, en buena parte de la población, rígidas matrices psicológicas signadas por la frustración, la rabia, la incertidumbre y el temor, así como interpretaciones y versiones de la realidad que muestran en muchos casos verdaderos niveles de irracionalidad. Todo ello, ha contribuido a aumentar el clima de crispación y los efectos mas negativos de la polarización política, obstaculizando la convivencia y las posibilidades de diálogo y encuentro entre las y los venezolanos.

La segunda, tiene que ver con el uso que se hace de las redes para transmitir imágenes de eventos violentos que ocurren en la vida cotidiana y que son puestos a circular a través de fotos o filmaciones que se reproducen en cuestión de minutos. A ellos se expone quien los recibe y que sin mayor reflexión ni tiempo para ponderar lo que significa lo que acaba de ver, ni los efectos que le causa, los retransmite en forma casi automática. No importa si es un linchamiento, un arrollamiento en el Metro, una pelea de adolescentes a las puertas de un colegio o un accidente en una vía vehicular. Con este tipo de contenidos vamos generando una suerte de “intoxicación” psicológica de la cual difícilmente podemos ser conscientes y a la cual nos vamos habituando al punto que terminamos por trivializar contenidos que, en otro contexto, seguramente rechazaríamos con indignación y repugnancia.

REFLEXIÓN CRÍTICA

Con estos dos ejemplos, queremos poner sobre el tapete la necesidad de profundizar sobre la reflexión crítica que debemos hacer como sujetos, madres o padres de familia y como miembros de la sociedad en general, acerca del modo en que estamos haciendo uso de las tecnologías.

De ningún modo debemos caer en la simpleza de satanizarlas ni tampoco podemos ignorar todo lo bueno que de ellas podemos sacar, porque las redes pueden ser un excelente instrumento de difusión y contribuyen con la formación de opinión, con la denuncia, con la difusión de ideas, con el debate político y con la comunicación humana.

Pero debemos reaccionar como sociedad y asumir una perspectiva crítica en torno a este asunto, el cual exige una sólida posición ética, cuyo sustento sigue siendo lo fundamental para la sociedad.

Fuente: http://www.correodelorinoco.gob.ve/opiniones/tecnologia-comunicacion-nuestra-convivencia-opinion/

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La experiencia educativa y la mediación de las TICs

Jorge Díaz Piña

El proceso capitalista de subjetivación educativa puede ser asumido como proceso reductor de las posibilidades de experiencias  en los individuos por la estrecha relación que existe entre subjetivación y experiencia.  Así lo reconoce Foucault (1987), quien significa la experiencia de la manera siguiente: “entendemos por experiencia la correlación, dentro de una cultura, entre campos del saber, tipos de normatividad y formas de subjetividad” (p. 7).   De aquí que para entender una experiencia de sí histórica particular, caso de la constitución del sujeto informacional, se deba analizar 1º) la formación de los saberes discursivos que a ella se refieren, 2º) los sistemas de poder que regulan su práctica, y 3º) las formas según las cuales los individuos pueden y deben reconocerse como sujetos de esa experiencia, su subjetividad.  En otros términos, cómo un individuo, en relación con un régimen de verdad, o su sucedáneo, un régimen informacional, se le constituye u objetiva en sujeto de saber informado; cómo en relación con un campo de poder, se le constituye u objetiva en sujeto de poder informacional, y cómo en relación consigo mismo,  se considera como un sujeto informado o desinformado.

Con base en esa disección, Foucault propone una analítica interpretativa de la experiencia que resalta al poder como relación definidora de la experiencia, por cuanto el poder está indisolublemente ligado a los dominios de saber y a las formas de subjetividad.  Todo ello buscando favorecer la promoción de nuevas formas de subjetividad que evadan el tipo de individualidad alienante que le ha sido impuesta a los cuerpos por el poder.

La experiencia de sí consiste en aquella por medio de la cual el sujeto, a través de mediaciones y prácticas, se observa, se describe, se interpreta, se juzga, se domina, o dicho  con otros términos, cuando el sujeto acomete acciones sobre sí mismo.  La institución escolar es una mediación que actúa incidiendo pedagógicamente en las acciones del sujeto sobre sí mismo en la constitución de su subjetividad, por medio del establecimiento, modificación y regulación de las relaciones del sujeto consigo mismo  respecto  de los otros,  el entorno y el mundo.

Lo dicho respecto de la experiencia de sí, conlleva implicaciones ontológicas para Larrosa (1995), y lo expresa así   “no son solo las ideas y los comportamientos, sino el ser mismo del sujeto, la ontología misma del yo o de la persona humana en la que nos reconocemos en lo que somos” (p. 271). Él conceptualiza la experiencia como “lo que nos pasa, o lo que nos acontece, o lo que nos llega.   No lo que pasa, o lo que acontece, o lo que llega, sino lo que nos pasa, o nos acontece, o nos llega (2002, p. 53)”.  A lo que agrega a continuación “cada día pasan muchas cosas pero, al mismo tiempo, casi nada nos pasa.” (ob. cit.).  Lo expresado por Larrosa, conduce a la reflexión de que la experiencia se encuentra hoy día casi neutralizada en su totalidad como  afectación en los individuos o sujetos pese a la prolífica ocurrencia a su alrededor o entorno de  acontecimientos que debieran provocarla.  Es excepcional  cuando ocurre.  Él sostiene que ello se debe fundamentalmente al exceso de información, al exceso de opinión y a la falta de tiempo en las sociedades capitalistas contemporáneas.

Para él la información no favorece la experiencia, por el contrario, la desfavorece, “la información no es experiencia.  Es más, la información no deja lugar para la experiencia, es casi lo contrario de la experiencia, casi una antiexperiencia” (ob. cit.). Por ello señala que el énfasis puesto hoy día en el consumo de información, en poseer información, en constituirnos como sujetos informados, obedece al interés de obstruir las posibilidades de experiencias.  La incitación de los sujetos en estar informados produce una obsesión por acumular gran cantidad de información que no produce  saber o “sabiduría”, que no conduce a que le pase algo al sujeto (experiencia), por consiguiente, estar informado no es equivalente a saber.  Esto cuestiona la pretensión de igualar el saber que aporta la experiencia, el “saber experiencial”,  con el saber informacional.  De aquí que lo que se sabe, en el sentido de poseer más información, no significa que quien la ha  acumulado le ha pasado algo en términos  experienciales.  Esto es, no se ha producido una afectación o un aprendizaje auténticamente significativos.

Por otra parte, critica la intercambiabilidad de las nociones de información, conocimiento y aprendizaje, ya que el conocimiento no se  reviste bajo la forma de información y aprender no es adquisición de información.

La mediación tecnológica de la experiencia por los medios masivos de información y comunicación  de manera generalizada ha sido una de las características sobresalientes de la Modernidad mediante la cual se han expandido globalmente los dispositivos técnicos de significación, las Tecnologías de Información y Comunicación, TICs, que junto con la confianza que se les ha adosado, se les atribuye un amplio margen de seguridad.  Contribuyendo así a su difusión extensa y a intervenir la experiencia de una manera más variada e impactante en los individuos, mucho más que todas las técnicas conocidas y aplicadas con anterioridad.

Esa globalización tecnológica de la experiencia mediada ha provocado procesos de desanclaje locales a nivel mundial de los procesos y las prácticas de subjetivación sociocultural particulares por medio de renovados medios de información y comunicación globalizadores.  Tecnologías de la experiencia que en su incidencia subjetivadora impactan como técnicas que afectan las relaciones espacio-temporales de los sujetos, entre otras condiciones sociales e individuales.  Asimismo, y como consecuencia de ello, afectan los procesos interpretativos y comprensivos conllevando efectos identificatorios colectivos y particulares.  En el campo educativo, por ejemplo, esos dispositivos tecnológicos mediadores de la experiencia,  inciden por medio del aprendizaje vicario.

Dicha virtualidad digital se ha hecho más patente en la medida que esos dispositivos han intervenido intensa y expansivamente en los diversos ámbitos de la vida cotidiana.

La intervención mediática de las TICs no debe ser considerada tan solo o primordialmente desde su incidencia cognitiva en los sujetos, ha de ser estimada también como modeladora de modos y formas comunicativas de los individuos que colonizan el ser de los otros al no reconocerles su otredad o alteridad dignificante.  Modos y formas comunicativas que no obedecen a la intencionalidad de aquellos.  Por consiguiente, el estudio de la experiencia mediada tecnológicamente, no se puede circunscribir al plano cognoscitivo principalmente ya que su implicación sociocultural remite, como se ha referido, la experiencia a la condición existencial del ser-en-el-mundo, a la relación tensa entre el sujeto y el mundo.

Desde ese enfoque, la reflexión sobre los medios tecnológicos y su sustrato simbólico en torno a las identidades socioculturales es relevante ya que la imagen mediática, no es un reflejo de la realidad lo que representa, sino una mostración incitadora distractora o irreal de aquella, por cuanto trata de articular una forma de verla con el deseo.  En consecuencia, la perspectiva de presentar a las TICs, como unas simples herramientas representacionales y cognitivas de lo real, como medios reproductores y transmisores de conocimientos es errada al evidenciarse como mediaciones configuradoras de las experiencias revestidas de fascinación y emoción, esto es, la articulación mediática de las semióticas significantes y asignificantes.

Esta articulación, hace de las TICs, una fuente de fuerte impacto en la forja de identidades, del autorreconocimiento del yo en la objetivación mediática de los otros y de lo otro, por cuanto en la relación identificadora paradójicamente los individuos no tan solo ven o miran con deseo, sino que se sienten a la vez mirados o evaluados alienantemente por lo que ven al ser emplazados consumistamente de manera seductora, una subjetivación por medio  de regímenes de atención y percepción. Ello ha conducido a   consideraciones con relación a la constitución de las identidades socioculturales mediadas tecnológicamente como la que Orozco (2002) ofrece, “los gustos y las sensaciones que la visualidad tecnificada proporciona, las gratificaciones mediáticas y tecnológicas obtenidas por los actores, van cuadrando y prefigurando sus identidades emergentes.” (p. 30). Todo ello, da soporte argumentativo al planteamiento formulado por Giddens (1995), respecto a lo que él denomina secuestro de la experiencia.

De este modo, se puede concebir que las interacciones mediadas tecnológicamente por medio de pantallas multimedia fijas y móviles, en donde cada individuo produce y muestra la imagen de su identidad o relato en función de sus necesidades o deseos para la selección o elección de los otros individuos, son como espejos que se reflejan entre sí a través de las imágenes que muestran.  Organizándose de este modo, un entramado complejo de nexos reflejos subjetivadores que son autoproducidos bajo los modelos o maquetas de control prefijados por los programas o software, que  circulan por medio de redes de confianza que ofrecen seguridad.

Entonces, se puede caracterizar a la Modernidad capitalista, como un modo histórico de producir y gestionar tecnológicamente las experiencias colectivas e individuales a través de medios de informacionales y comunicacionales, las TICs, para incidir en la subjetivación de los individuos de manera global o universal.  De aquí que los dispositivos tecnológicos de regulación de las experiencias sean dispositivos de control y de poder.

No obstante, las redes de confianza y de seguridad promovidas para la conectividad global de los sujetos, en el marco de su articulación con procesos de producción y reproducción neoliberales de una economización o mercantilización de los vínculos para una pregonada publicitariamente redistribución de la riqueza y de la prosperidad mundial con la también tecnificación de la política, ha resultado en la aparición de nuevos riesgos catastróficos en casi todos los ámbitos y escenarios en que se desenvuelve la cotidianidad  como efectos del “progreso tecnológico”, generando mayor incertidumbre (Beck, 199).

Ello ha producido como efecto retroactivo la llamada crisis de paradigmas del conocimiento por cuanto las teorías y métodos de investigación que se soportaban en la confiabilidad de “grandes verdades científico-tecnológicas” presuntamente comprobadas, se han evidenciado como erradas e insuficientes para asegurar la certeza del pensamiento y su correspondiente aplicación práctica.

En tal contexto, se ha propagado globalmente el riesgo tecnológico debido a su ubicuidad, a sus cadenas de causa-efecto y rapidez que desata, y, por otra parte, a la complejidad que demanda su diagnóstico y búsqueda de soluciones en las que lo técnico o tecnológico mismo, en tanto paradigma, se ha revelado como inadecuado o limitante.

En esas condiciones de incremento de la incertidumbre se requiere de la interpretación y participación del otro o de los otros (la experiencia de la solidaridad y cooperación), tanto para la prevención, como para el abordaje de las posibles soluciones.  Esto conlleva a que en un mundo interconectado que propicia riesgos e incertidumbres a personas y vidas de la naturaleza ajenas a sus causas, se luche por el reconocimiento intercultural frente a las hegemonías de poder étnico, cultural, económico, político, etcétera.  Sin embargo, al otro o a los otros, se les sustituye a distancia con su representación y con el secuestro de sus experiencias al reemplazarlos por experiencias construidas mediáticamente para atribuírselas, propiciando de esta forma el no reconocimiento o indignificación de su condición ética.

La relegación de los criterios éticos en función de su reemplazo por la ideología tecnocrática en la prevención y atención de los riesgos y de la incertidumbre propiciada por la misma consideración tecnocrática de la vida social y natural, para evitar cuestionamientos impugnadores estructurales a su racionalidad técnico-instrumental, ha desembocado en una red que disfraza u oculta la experiencia real por su sucedáneo mediático.  Experiencia intervenida mediáticamente a través de los regímenes de control tecnológico de la información y de la comunicación que buscan favorecer una ficticia seguridad ante la absoluta imprevisibilidad de los riesgos tecnológicos, por vía de sostener las redes de confianza (de normalidad disciplinadora según Foucault), que a su vez, sustentan las relaciones de poder establecidas por el orden mundial capitalista dominante.

La experiencia mediada tecnológicamente también contribuye paradójicamente a regular en el imaginario sociocultural de las sociedades, el excedente de incertidumbre que las estructuras económico-sociales, junto con la tecnología, producen, al proporcionar “la posibilidad de una imagen coherente y de una comprensión global de la totalidad social, más allá de la fuerte fragmentación de la sociedad contemporánea” (Abril, 2005, p. 10).

Lo expresado hasta ahora en torno a la experiencia mediada tecnológicamente, sobre todo respecto al carácter universalizante o generalizado de ésta por medio de las TICs, y en relación al rol que juegan ellas en la generación de confianza y reducción imaginaria de la incertidumbre, conduce a superar la concepción de la tecnología como  un mecanismo tan solo funcional, ya asumirla como un dispositivo maquínico generalizado de naturaleza sociocultural implicado tanto en la producción como en la reproducción de la sociedad contemporánea.  Con esta concepción señalada de la experiencia tecnológicamente intervenida en el contexto del capitalismo tecnoinformacional de redes globorrecolonizadoras, la experiencia se encuentra articulada con la economía mercantil de ese sistema socioeconómico que se rige por la producción del valor de cambio y su apropiación privada, haciendo igualmente por su dinámica equivalencial que la experiencia mediada tecnológicamente se convierta en valor mercantilizable o de cambio.  Incluso, dentro de la lógica mercantil capitalista, en lo que se refiere a la tecnología misma, hay que señalar que ninguna tecnología es considerada como tal si antes no es rentable en el mercado.

De ese modo se ofrece comercialmente para su consumo, experiencias de información, de ocio, de entretenimiento, de comunicación, de aprendizaje, de placer, etcétera.  Consumo de experiencias tecnológicas que son subjetivadoras simbólicas de los individuos en esos planos o aspectos.  La economización mercantil de casi toda sociedad ha abarcado las experiencias socioculturales tecnologizadas de sus integrantes de manera cada vez más prevaleciente por vía de enlazar la industria cultural con la cultura de masas que ha incidido en las transformaciones posmodernas de la sociedad y en los cambios subjetivadores de los individuos en consecuencia.

Entre las interacciones o dimensiones sociales y culturales que han sido intervenidas tecnológicamente destaca la  comunicativa.  Cuando se indica que la comunicación ha sido intervenida tecnológicamente se quiere referir, en concordancia con lo expuesto hasta aquí, a las transformaciones de las mediaciones maquínicas, a tal extremo que pareciera que la comunicación lo que ha hecho es proyectar en su entorno máquinas para sustentarla con base en el pretexto de mejorarla y perfeccionarla.  Se ha hecho de tal manera que se ha diluido o sustituido el sentido real de la comunicación por la conectividad tecnológica.  Esta alienación tecnológica o maquínica ha inducido a que Sfez (1995) expresara “no se sabe si la comunicación tiene jamás otro contenido que la propiedad casi indefinida de provocar la construcción de máquinas.  Máquinas que parecen comunicarse consigo mismas, remitirse unas a otras.” (p. 235).

Alienación maquínica de la praxis comunicativa que, en tanto fundamenta o sustenta   esta última al sentido sociocultural, aliena igualmente a los individuos que se constituyen subjetivamente, en sujetos,  a través de  esa sentidización socializada experiencialmente, que Martín-Barbero (2002)  denomina socialidad, resultante del entramado social entre los individuos, “que es a la vez lugar de anclaje de la praxis comunicativa, y resultado de los modos y usos colectivos de comunicación, esto es, de interpelación/constitución de los actores sociales, y de sus relaciones (hegemonía/contrahegemonía) con el poder.” (p. 18).

Dicha alienación obedece en última instancia, a los procesos equivalenciales totalizadores de valorización del mercado capitalista que inducen  intercambios de  valores mercantiles entre quienes se conectan funcionalmente en las redes para intercambiar “comunicacionalmente” y que solo producen satisfacciones o insatisfacciones consumistas a través de las máquinas poseídas o usadas, pero que no sustituyen las solidaridades o cooperaciones comunicacionales reales re-creantes de las significaciones y de recíproco reconocimiento con el otro o los otros ya que el mercado  intercambista se regula contrariamente por la lógica de la rentabilidad de los equipos maquínicos y su funcionalidad conectiva para los intercambios.

La noción de mediación no se refiere tan solo a la interposición exclusiva de los medios tecnológicos en la comunicación. Martín-Barbero (ob. cit.) la resignifica para descentrar la comunicación de ese tipo de medios, a la que él denominó  mediocentrismo.  Para Orozco (2002), siguiendo los planteamientos de Martín-Barbero aludidos, “las mediaciones hay que entenderlas como procesos estructurantes provenientes de diversas fuentes, que inciden en los procesos de comunicación y conforman las interacciones comunicativas de los actores sociales.” (p. 26).  En este sentido, por medio de las distintas mediaciones comunicacionales se pueden estudiar las formas como circulan los mensajes y las modificaciones de su significación, sin olvidar que los individuos también son mediadores comunicacionales que tienen capacidades para modificarlos.

En la comunicación que media la intersubjetividad, el reconocimiento dignificador del otro u otros es condición determinante para la re-creación cultural significante, por ello se comparte lo dicho por Wolton (2010), que “la comunicación es la cuestión del otro” (p. 83). De aquí se desprende la necesidad de “destecnificar la comunicación” sin que con ello se entienda que hay que obviar toda mediación tecnológica en ella; sino la necesidad de que la comunicación mediada tecnológicamente no se instrumentalice  y se sustente desde la ética  de la convivencia dialógica sentidizadora entre sujetos y no mera transmisión técnica de mensajes entre terminales maquínicas .

La mediación tecnológica de la comunicación al ponerse al servicio de la comercialización de la experiencia y de la subjetivación por ende, además de incidir en la configuración de las identidades individuales y colectivas, así como en la transformación de bienes y servicios culturales como la información, por ejemplo, en bienes mercantiles para el consumo, determina que la comunicación con el otro u otros, sea una alienación de su otredad, la experiencia con/de el otro u otros, en tanto aparecen como creaciones o subproductos tecnológicos comerciales digitales u “otros virtuales”.

Es de señalar que la relación entre subjetivación y  experiencia en lo que respecta a la constitución de los sujetos desde la perspectiva fenomenológica para caracterizar a éstos lo más adecuadamente posible, ha oscilado entre la afirmación del sujeto como significador o sentidizador  de la experiencia, y la consideración de la experiencia como condición de la posibilidad de constitución del sujeto.  Esta última posición reivindica al sujeto como resultante de la variabilidad histórico-social, es decir, de las variaciones experienciales a que es sometido por las prácticas de subjetivación en un contexto dado.

En el marco de la  lógica capitalista o secuestro mercantil de la experiencia que objetiviza o aliena la subjetividad a través de la mediación tecnológica de las TICs, hay que encuadrar su uso informacional o comunicacional instrumental en la educación escolar.  Desde este enfoque, las TICs deben ser concebidas como un dispositivo  tecno-pedagógico que reproduce la lógica o racionalidad dominante por vía de su mediación en la interacción social escolar a partir de una gramática, código o estructura subyacente inmanente que las regula  y que socializa o subjetiva a quien las utiliza o es usado por ellas debido a su falta de prevención crítica.  Esta consideración se amplía  con los planteamientos de Bernstein (1998), en torno al código pedagógico en el que el poder se manifiesta en la relación o posicionamiento que establece en las clasificaciones o segmentaciones entre las categorías (agentes, componentes o elementos: docentes, alumnos, TICs, etcétera) que intervienen en la acción educativa escolar, y el control que se manifiesta en el tipo de enmarcación (de interacción) que define entre las categorías.

Si la clasificación  es fuerte o rígida, existe un aislamiento muy marcado entre categorías.  Si la enmarcación es fuerte o rígida, hay un acentuado posicionamiento en cada categoría.  Pasa inversamente cuando la clasificación y la enmarcación son débiles o flexibles.  Esto último permite neutralizar o atenuar las relaciones de poder y control, incidiendo a favor, por ejemplo, de una comunicación de tipo dialógica y no instrumental, de igual modo con las relaciones informacionales, al no ser los estudiantes y docentes meros receptores sino también re-elaboradores o productores de información.

Por consiguiente, el uso escolar de las TICs, no se definirá tan solo por el código inmanente que le han incorporado sus fabricantes en el software y hardware, que opera desde sus interfaces hasta sus aplicaciones, imponiendo límites a su presunta virtualidad ilimitada,  sino también por la clasificación y enmarcación escolar contextualizadas en su empleo práctico y en el discurso que lo regula. Ello conduce a definir la experiencia escolar mediada por las TICs como una experiencia intervenida por las codificaciones que la regulan.  Con esta afirmación, se impugna la apreciación que reduce anticipada y acríticamente la consideración escolar del uso de las TICs a su empleo como recursos para favorecer estrategias didácticas en función  del logro de objetivos educativos sin estimar los contextos de poder y de control que reproducen tanto su propia codificación como la de la institución escolar involucrada al sobredeterminarla, es decir, sin reflexionar sobre los efectos de poder y control, o de alienación, que pueden producir en la subjetividad de los estudiantes y sus docentes.

Los efectos de poder y control se traducen en el proceso de transmisión cultural escolar en pautas de información y comunicación de modo diferencial y disimétrico preferentemente respecto del uso de las TICs.  Manifestándose en pautas dominantes y dominadas de información y comunicación que reproducen las diferencias de clase, género y étnicas según Bernstein (ob. cit).  Además, destaca que el código implica las nociones de  transmisión informacional y de comunicación legítima e ilegítima al orientar la significación, lo que conlleva a una jerarquía y selección de los significados para establecer la relación en/con los contextos involucrados. De este modo, el código regula las relaciones entre contextos y en cada contexto, generando según su función reglas de reconocimiento y de realización.

Las reglas de reconocimiento producen los significados  que permiten diferenciar los contextos o la especificidad de cada uno, por ejemplo, que los estudiantes diferencien el contexto de uso de las computadoras del de otros dispositivos tecnológicos, y las reglas de realización regulan la generación de relaciones especializadas dentro de cada contexto, por ejemplo, le establecen el tipo de uso informacional y comunicacional que deben establecer a través de las computadoras.   Estableciendo una correspondencia con los conceptos de clasificación y de enmarcación, se tendría  que las reglas de reconocimiento se corresponden con el de clasificación, y las reglas de realización con el de enmarcación.  De esa manera el código para Bernstein (ob. cit.) se entendería como pautas o normas semióticas de regulación que se adquirirían implícitamente y que selecciona e integra significaciones, formas de su realización y contextos evocadores.

En conclusión, se puede afirmar que las codificaciones que cruzan la experiencia escolar con las TICs, la mediatizan las relaciones de poder y de control según sea el tipo de combinación entre sus pautas o normas de la clasificación y la enmarcación  de las categorías.

 

Referencias

Beck, U.  (2006).  La sociedad del riesgo global. Ediciones Siglo XXI.  España

Bernstein, B.  (1998).  Pedagogía, control simbólico e identidad. Editorial Morata, Madrid

Carr, N.  (2014).  Superficiales. ¿Qué está haciendo Internet con nuestras mentes? Editorial Taurus. España

Giddens, A.  (1996).  Modernidad e identidad del yo. El yo y la sociedad en la época Contemporánea.  Editorial Península.  Barcelona

Larrosa, J. y otros  (1997).  Escuela, poder y subjetivación.  Ediciones La Piqueta, Madrid

———————— (2002).  Más allá de la comprensión: lenguaje, formación y pluralidad. Universidad Simón Rodríguez. Caracas

Martín-Barbero, J. (2002). Medio, mediaciones y tecnología. Revista Signo y pensamiento.  Nº 41

Orozco, G.  (2002).  Mediaciones tecnológicas y des-ordenamientos comunicacionales. Revista Sino y pensamiento. Nº 41

Sfez, L.  (1995).  Crítica de la comunicación.  Editorial Amorrortu, Buenos Aires

Wolton, D.  (2010).  Informar no es comunicar (Contra la ideología tecnológica).  Editorial Gedisa, Barcelona

Fuente imagen: 

https://encrypted-tbn0.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcScp1EAp1G8NaGi6o4lUmPNLClJK7c1oPE0WL8-iddxILm3ZZ1rog

 http://usopedagogicotics.blogspot.com/2014_06_01_archive.html

 

docente-enchufado

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La ciencia y la tecnología nuevamente en la palestra

Por: Mariadela Villanueva

En el prólogo de la compilación de «El pensamiento latinoamericano en la problemática ciencia-tecnología desarrollo-dependencia» el científico argentino Lino Barañao destaca: «Está claro que la ciencia y la tecnología en los países de América Latina no sólo deben promover la competitividad de su sector productivo, sino que, además, tienen una demanda preexistente que es la de promover la inclusión social incorporando a la ciudadanía en la apropiación de las nuevas tecnologías, lo que llamamos innovación inclusiva».

Lamentablemente esta concepción de la ciencia y la tecnología, clara para los sectores progresistas y antiimperialistas de la región, no puede estar clara para diputados, empresarios y académicos identificados con intereses y prácticas de los EEUU y demás potencias capitalistas. Por ello no resulta sorprendente que, lograda la mayoría en la Asamblea Nacional, la bancada apátrida en connivencia con FEDECAMARAS y la Asociación Venezolana de Rectores Universitarios promueva la modificación de la Ley Orgánica de Ciencia, Tecnología e Innovación vigente (Locti 2).

Obligadas por la Ley original (Locti 1) a contribuir con un pequeño porcentaje de sus ganancias al desarrollo científico y tecnológico del país, las Empresas Aportantes se las arreglaron para evadir su responsabilidad y financiar con sus contribuciones tanto gastos corrientes como estudios ajenos a las prioridades nacionales, incluso opuestos al espíritu del proyecto bolivariano.

La corrección de esta situación en 2014 mediante la transferencia del manejo de las contribuciones del sector empresarial al gobierno (Locti 2) indignó a empresarios, autoridades universitarias y responsables de organizaciones y centros «favorecidos» por la Locti 1. Y desencadenó toda clase de acusaciones sobre la aplicación de un nuevo impuesto, la confiscación de recursos del sector privado, la politización de la ciencia la tecnología, etc.

De allí que ahora, desconociendo el artículo 110 de nuestra Constitución y la importancia de la apropiación social del conocimiento, la bancada de la contrarrevolución, bajo una visión elitesca y dependiente del desarrollo científico y tecnológico, se propone retomar el control de los recursos destinados al sector a través de la aprobación de una Locti 3 que entre otras cosas contempla la creación de un CONACITI, como organismo mixto de consulta sobre políticas sectoriales, incluyendo demagógicamente en su directiva a un representante sindical, tal como se hiciera hace décadas en el CONICIT, el CONAC y el CONAVI.

La pretendida Locti 3 evidencia una vez más la oposición de los conspiradores apátridas a la participación protagónica del pueblo en áreas claves para el desarrollo del país y su disposición a subordinarlas a los intereses de los grandes conglomerados trasnacionales.

Fuente: https://www.aporrea.org/tecno/a233813.html

Fuente de la imagen: http://wwwgestiontecnologicafer1992.blogspot.com/2013/05/situacion-actual-de-la-ciencia-y-la.html

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Venezuela: En Amazonas socializaron aspectos del proceso de transformación curricular

América del Sur/Venezuela/09 de Septiembre de 2016/Fuente: MPPE

Desde el 7 al 9 de septiembre se desarrollarán las jornadas para el conocimiento y socialización del nuevo proceso de transformación curricular, dirigido a jefes de división, supervisores y directores de escuelas nacionales, en el auditorio del Centro Laboral Don Bosco, perteneciente al Vicariato Apostólico de Amazonas.

La directora de la Zona Educativa de Amazonas, Lourdes Rodríguez, enfatizó en lo concerniente al programa de estudios de primero a quinto año de bachillerato y las áreas de formación que se iniciarán en este nuevo período escolar 2016-2017.

Asimismo, Rodríguez informó sobre las iniciativas para la formación del docente a través de las maestrías y postgrados que ofrecerá de forma gratuita el Ministerio del Poder Popular para la Educación y a través de la Micromisión Simón Rodríguez.

Finalmente, la autoridad regional educativa habló sobre la importancia que debe dar al primer vértice dentro de las orientaciones políticas, que tiene que ver con la producción eficiente y sostenible en nuestras escuelas en la creación de reservorios de semillas, para dar continuidad al Programa Todas las Manos a la Siembra y lograr plena soberanía alimentaria.

Fuente: http://www.me.gob.ve/index.php/noticias/67-noticias-2016/septiembre/2017-en-amazonas-socializaron-aspectos-del-proceso-de-transformacion-curricular

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De los países alienados a los países No Alineados (Análisis Internacional)

Por: Jesús Chucho García

“Aquí está el Movimiento NOAL creo que entrando a una nueva etapa. Así lo creo. Necesario es que confluyamos los movimientos, las ideologías, los gobiernos y los pueblos”

Hugo Chávez Frías
La Habana, 2006

Dentro de pocos días la República Bolivariana de Venezuela, será la sede de la XVII Cumbre de los Países No lineados, organización que ha venido jugando un papel esencialmente antihegemónico frente a las superpotencias capitalistas mundiales, sobre todo aquellas de signos neoliberales.

Cerca de 118 países conforman el Mnoal, como se le conoce a esta organización que fue fundada en 1961 por los presidentes Joseph Tito Broz (antigua Yugoeslavia), Kwame Kruma (República de Ghana), Pandit Jawaharlal Nehru (India), por Egipto, Gamal Abdel Nasser, y el presidente de Indonesia, Achmed Sukarno.

COLONIALISMO Y ALIENACIÓN

Los países asiáticos, árabes y africanos habían sufrido, como el resto del planeta, un proceso bestial de colonización, marcado por los proyectos mineros extractivos y reparto de sus territorios por las potencias europeas y Estados Unidos. La conferencia del reparto de Africa conocida como la Conferencia de Berlín 1885/86 fue un ejemplo de ello, mientras que por otro lado Inglaterra se apoderaba de la India, intervenía en China, y Francia, aparte de África, se impuso en Indochina (hoy Vietnam). Pero mas allá de ese reparto también introdujeron la alienación a través del Indirect Rule (término inglés: gobernar indirectamente con los “nativos” pero como los colonizadores querían) o la asimilación francesas: que gobiernen pero bien “asimiladitos” a nosotros.

La resistencia heroica de los pueblos asiáticos y africanos tuvo como resultado la famosa Conferencia de Bandung, realizada en Indonesia en 1955, la cual destacaba el principio de respeto a la soberanía y la integridad territorial de todas las naciones. Es de ahí de donde 5 años más tarde se crearan las condiciones para lanzar el Movimiento de los No Alineados, integrado por aquellos países que dejaron de ser ALIENADOS y sometidos al colonialismo y al neocolonialismo.

En esa oportunidad, fueron cinco pensadores marcados por la autodeterminación y anticolonialismo de distintas partes del planeta para romper con el proceso de dependencia que había marcado el colonialismo y mantener una posición ante las dos potencias mundiales de ese entonces como lo eran Estados Unidos y Rusia. Precisamente fue el general Tito Broz, que planteó esa reunión en Belgrado, ya que este no se afilió al bloque soviético dirigido por Josepf Stalin. Todo fue una voz soberana en el marco de la Guerra Fría. Desde el ataque al régimen del viejo apartheid en Sudáfrica y hasta la lucha contra el imperialismo, marcaron las líneas del Mnoal.

RECORDANDO A CHÁVEZ EN LOS ALINEADOS

En la Cumbre de los No Alineados en 2006 en La Habana, Cuba, la prensa cubana expresó en torno a la intervención de Chávez diciendo que bromeó con su propia costumbre de traspasar el límite de tiempo de comparecencia en este tipo de reunión y lo sobrepasó para denunciar las amenazas del Gobierno de Estados Unidos no solo contra Cuba y Venezuela, sino contra otros gobiernos y finalmente contra la humanidad. Pidió en ese contexto unidad al Movimiento No Alineado y a los países del Sur para construir un nuevo orden internacional y un mundo mejor de paz y fraternidad, frente al actual “con una potencia policíaca y de guerras”. En representación del grupo de América Latina y el Caribe en el Movimiento NOAL, el Presidente venezolano destacó el papel histórico y actual de Cuba, de su Gobierno y de su líder, Fidel Castro, como “ejemplo de resistencia ante los atropellos del imperialismo norteamericano”. Expuso lo que definió como una reflexión dirigida a los “hermanos de Asia, de África y Europa, ustedes que nos visitan a este ‘Caribe Nostrum’ a esta América Latina, igual que ustedes colonizada, arrollada, masacrada durante siglos”, y reclamó unión para un mundo mejor, que, manifestó, es posible. “Aquí está el Movimiento NOAL creo que entrando a una nueva etapa. Así lo creo. Necesario es que confluyamos los movimientos, las ideologías, los gobiernos y los pueblos que batallamos por un nuevo orden internacional, por otro mundo necesario e imprescindible, absolutamente posible”. “Aquí está el mundo levantándose de nuevo”.

REUNIÓN EN NUEVA ESPARTA DEL MNOAL

Esta XVII Cumbre de los No Alineados se realizará a partir del 13 de septiembre en la isla de Margarita, y se da en un contexto complejo a nivel mundial donde, pese al poderío de Estados Unidos, ya no tienen el control total del mundo con sus aliados europeos. En estos diecisiete años, con el liderazgo del expresidente Chávez, nuestro país cumplió o complementó el sueño de Bandung y de Belgrado en la lucha contra el imperialismo y la creación de nuevas políticas de integración, y por ello unos de los puntos de esta cumbre es “el establecimiento de una alianza internacional con bloques de integración regional de América Latina, en el contexto del auge de un mundo multipolar”. También se abordará el rechazo a las agresiones y el terrorismo en Medio Oriente, así como a las acciones intervencionistas de Estados Unidos,”. El neoliberalismo en América Latina está de vuelta, es una realidad, desde Bolivia, Venezuela, Cuba, Nicaragua y algunos países del ALBA y Petrocaribe se resiste a volver a caer en el neoliberalismo salvaje, la alienación, alineación y neocolonialismo. Por su parte, la oposición venezolana buscará por todos los medios sabotear la cumbre, conjuntamente con sus aliados de Mercosur y evitar que asumamos la presidencia de este estratégico movimiento que tiene el 55 por ciento de la población mundial y el 80% de los recursos estratégicos del planeta.

Fuente: http://www.correodelorinoco.gob.ve/opinion-libre/paises-alienados-a-paises-no-alineados-analisis-internacional/

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