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Movilidad “invisible” y cuerpos que expiran, la realidad de las personas mayores y migrantes en América Latina

Por: Roxana Baspineiro

Se estima que en 2050 una de cada cinco personas tendrá más de 60 años, y que “el 80% de la población mayor va a vivir en países de bajos ingresos. Es una migración que está envejeciendo en pobreza”, bajo sistemas de protección frágiles o con poca presencia del Estado. (AFP/Ronaldo Schemidt)

“Todo el tiempo estoy buscando [trabajo] y he mandado mi hoja de vida, pero cuando ven mi edad –y yo soy activa, una mujer súper activa, no me duele nada, estoy bien no tengo Alzheimer ni nada de eso, pongo de mi parte– pero creo que cuando ven mi edad me echan para atrás”, se lamenta Evelyn (de 68 años), una venezolana que llegó a Ecuador hace cinco años para reunirse con sus dos hijas.

Su relato nos acerca a la situación que viven muchas personas mayores migrantes en América Latina, pero también en otras partes del mundo, inmersas en la exclusión social y el abandono por parte de los Estados receptores. Parte del problema radica en la forma en la que se aborda e integra el envejecimiento en nuestras sociedades actuales. ¿Se está sembrando la idea de que el envejecimiento es una carga?

Según la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores de la Organización de los Estados Americanos (OEA), el umbral para llamar a alguien “persona mayor” o “adulto mayor” es de 60 años para adelante. En América Latina, este grupo poblacional aumentará unas 3,5 veces en los próximos 50 años, pasando de 57 millones de personas en 2020 a unos 200 millones en 2070, según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

“Una de las cosas que hay que destacar es el papel de los medios de comunicación para hacer visibles a estas poblaciones migrantes […] ese es el primer mensaje que hay que dar”, dice Marcela Bustamante, representante regional de la ONG HelpAge International con sede en Colombia, sobre la importancia de documentar y difundir información sobre las personas mayores para no caer en un desconocimiento total que agrave las condiciones de vulnerabilidad en las que ya se encuentran. Hasta ahora, la cobertura se ha centrado en la población en edad productiva y en los grupos vulnerables como las mujeres y los menores de edad.

Precisamente, una de las últimas evaluaciones titulada Un reclamo de dignidad: Vejez en la movilidad humana, realizada por HelpAge International y la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) en América Latina, revela el estado de afectación en el que se encuentran las personas mayores en cuanto al ejercicio de sus derechos, que además se vieron empeorados por la pandemia de covid-19.

El estudio reveló “erosiones o vulnerabilidades de los derechos en el acceso a la documentación, en el acceso a la información, en el acceso al trabajo o en el acceso a regularizar su situación. Y la pandemia, obviamente, terminó de socavar los derechos porque si antes, por ejemplo […] muchos si tenían algún ingreso, pues dejaron de percibirlo. Si tenían un trabajo, este disminuyó”, señala Bustamante.

Según datos recogidos por el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de Naciones Unidas (UNDESA), los flujos migratorios de personas mayores de 65 años en el mundo suponen el 12%, siendo América Latina una de las regiones que más envejece.

En la región Andina, para ACNUR y HelpAge International, en los últimos años las nacionalidades colombiana y venezolana han concentrado la mayor parte de los flujos en este rango de edad, con un mayor movimiento de esta última debido a la crisis social y política del país caribeño.

Casi 5 millones de venezolanos se encuentran desplazados en América Latina y el Caribe, de acuerdo con las cifras de la Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela, gestionada por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y ACNUR, que no precisan de un registro específico del número de personas mayores. Por su parte, Colombia, Perú y Ecuador, países que históricamente han sido emisores de flujos migratorios, se han convertido ahora en países receptores para esta nacionalidad.

Discriminación laboral y feminización de la migración de la tercera edad

“Yo salí de Venezuela con la esperanza de tener un empleo formal, pero lo que conspira contra mí es la edad, un hombre ya de 67 años”, dice Domingo Javier González Salas, que actualmente se gana la vida como conductor de Uber en Ecuador, apoyando a su hija con el transporte al trabajo y haciendo otros traslados privados que le permiten ayudar económicamente a su familia.

Conforme al artículo 18 de la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores, uno de los derechos vitales de las personas mayores es el de un “trabajo digno”, así como la “igualdad de oportunidades sin importar la edad”, no obstante, la realidad para esta población es la informalidad como medio de supervivencia, siendo precisamente la edad una de las principales causas que los excluye de la sociedad en todos los niveles.

“A lo que les llevó el trabajo informal durante la pandemia es a estar fuera de los subsidios que los gobiernos prestaron a través de los sistemas de protección social […], porque no pudieron acceder a ningún alivio”, afirma Bustamante, que subraya que el 79% está inmerso en este sector, lo que influye en “la precariedad y la explotación laboral, con largas jornadas de trabajo y bajos ingresos”.

En América Latina y el Caribe, la edad media de jubilación se sitúa entre los 60 y los 65 años, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Pero al ser una de las regiones más desiguales y con un alto nivel de informalidad laboral, muchas personas mayores se ven obligadas a seguir trabajando ante la ausencia de una jubilación digna. Y esta situación se agrava cuando se combinan otros factores, como la migración.

“He hecho de todo, he vendido pan, he limpiado casas, he vendido pollo, no sé cuántas cosas he hecho para poder subsistir”, explica Evelyn, que encontró en el activismo como migrante y en su dedicación a un proyecto de huerto comunitario una salida y una forma de mantenerse activa en su cotidianidad.

“En muchos casos ellas [las mujeres mayores] venían siguiendo a sus familias. Mientras sus familias se iban moviendo más al sur, es decir, cruzaban Ecuador, cruzaban Perú hasta llegar a Chile, ellas venían detrás. Muchas venían solas, realmente solas acá […] Eso hizo que también se vieran más vulnerables”, dice la activista y socióloga afrovenezolana María Emilia Durán, quien añade que también hay una tendencia a la feminización en la movilidad de esta población.

“Las mujeres mayores con las que pude trabajar, tuvieron como primera opción las ventas callejeras. Muchas trabajaban vendiendo caramelos o algo en los semáforos o en el transporte público”, por motivos de facilidad, continua.

Esta circunstancia de precariedad laboral para las mujeres mayores, señala Durán, las confina de por sí a espacios inseguros donde, a falta de protecciones sociales, están condenadas a su suerte, expuestas u obligadas, por instinto de supervivencia, a exponerse, muchas veces incluso a la explotación laboral o sexual.

Por otro lado, está el tema de los cuidados, que se traduce en el trabajo no remunerado que realizan las mujeres mayores en sus familias, a falta de otras opciones. Este trabajo invisible e infravalorado las avoca a una vejez empobrecida. Es el caso de María Isabel (de 62 años), que ayuda en las tareas del hogar y el cuidado de sus nietos, si bien mantiene su deseo de encontrar un trabajo que le permita alcanzar su anhelada libertad financiera.

Tras la muerte de su esposo, la crisis económica y la tristeza de no tener a su familia cerca, María Isabel se vio obligada a dejar su casa en Venezuela y emprender el camino hacia la reunificación familiar. “Me vine sola [a Bogotá], no fue fácil, pero acá estamos”, cuenta.

“Estoy realizando estas actividades para colaborar con la familia, pero no es mi responsabilidad, porque esa parte ya la hice con mis hijos […] pero claro, tengo que empatizar y ayudarlos, así como ellos me ayudan a estar acá”, dice esta licenciada en contaduría pública.

“En realidad lo que yo quiero, como mujer venezolana de la tercera edad, es ser independiente económicamente, porque todavía estoy en mis cinco sentidos y me siento capaz, tengo la movilidad, tengo la intención, tengo la energía, pero no se me ha presentado la oportunidad, ¡ni siquiera de encontrar un novio acá!”, continúa mientras sonríe con picardía para sí misma.

Impacto de la pandemia y retos pendientes

“La situación en general de las personas mayores ha estado bastante grave, ya lo era antes de la pandemia y ahora aún más”, dice Durán sobre cómo la pandemia dejó al descubierto vacíos en las políticas públicas que revelaron problemas de acceso a los servicios de salud para la población migrante mayor en Ecuador, una realidad que no es ajena a otros países de la región. Así, se han constatado negligencias médicas en el tratamiento de otras enfermedades y enormes carencias en la atención a la salud mental, señalan HelpAge International y ACNUR en su evaluación.

“Una de las cosas que más pude evidenciar [trabajando con población migrante venezolana] fueron mujeres adultas que tenían enfermedades preexistentes. Eran diabéticas, hipertensas, requerían atención médica constante y no estaban teniendo acceso, sin mencionar que sus derechos sexuales y reproductivos estaban sumamente afectados”, indica Durán, que enfatiza en la soledad que acompaña las trayectorias de las personas mayores.

Trabajar improvisadamente vendiendo en la calle o verse encerrados dependiendo de sus hijos o como cuidadoras de sus nietos, genera “estados emocionales tales como melancolía, ansiedad, depresión, cansancio y dificultades en el proceso de adaptación e integración”, subrayan también HelpAge International y ACNUR.

“Al capitalismo no le importan las personas mayores y a estos gobiernos neoliberales menos. Hay una conciencia del sujeto productivo solo si eres capaz de producir. Por eso hoy se discute el tema del aumento de la edad de jubilación”, que avanza en detrimento de una vejez digna y una muerte digna, asegura Durán.

El envejecimiento de la población mundial avanza mucho más rápido de lo que creemos, advierte la Organización Mundial de la Salud (OMS), y las medidas de adaptación a la futura realidad demográfica renquean.

Se estima que en 2050 una de cada cinco personas tendrá más de 60 años, y que “el 80% de la población mayor va a vivir en países de bajos ingresos. Es una migración que está envejeciendo en pobreza”, bajo sistemas de protección frágiles o con poca presencia del Estado, subraya Bustamante.

“Nos preguntamos qué está pasando con la población que está envejeciendo –que es toda–; que está migrando y no forma parte de los sistemas provisionales, cómo va a ser la vejez, cómo se va a integrar esta población migrante que está en edad de trabajar en los sistemas provisionales. Son reflexiones que los gobiernos tienen que hacerse”, apunta Bustamante. Su organización se une a multitud de voces que piden construir sociedades más inclusivas y libres de todo tipo de mitos y estereotipos en torno a la vejez.

“La persona mayor no quiere ser una carga para nadie, yo tengo mis grupos y toda la gente que está en mis grupos, todos me dicen lo mismo, y yo me siento igual, yo también quiero tener ingresos, porque al tener ingresos no te sientes inútil y tenemos conocimientos para dar muchas cosas”, expresa Evelyn.

Este artículo se publicó por primera vez el 22 de mayo de 2022.

Fuente de la información e imagen:  Equal Times

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Libro: Los desafíos de las ciencias sociales en la coyuntura latinoamericana

Los desafíos de las ciencias sociales en la coyuntura latinoamericana

Karina Batthyány

Batthyány, Karina
Los desafíos de las ciencias sociales en la coyuntura latinoamericana / Karina
Batthyány; prólogo de Gloria Beatriz Chicote. 1a ed. – Ciudad Autónoma de
Buenos Aires: CLACSO, 2023.
Libro digital, PDF – (Masa crítica)
ISBN 978-987-813-426-0
1. Ciencias Sociales. 2. Ciencias Sociales y Humanidades. I. Chicote, Gloria Beatriz,
prolog. II. Título.
CDD 300.98
© Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales
Queda hecho el depósito que establece la Ley 11723

 

«La lectura de este libro constituye un desafío en varios sentidos, ya que representa una mirada reflexiva sobre la actual situación política, económica y social de América Latina y el Caribe, así como también un llamado urgente desde las ciencias sociales y las humanidades a los Estados y a las instituciones para posicionarse ante una realidad devastadora.
A lo largo de estas páginas se propone asediar la compleja situación que atraviesan las sociedades latinoamericanas a partir de sus especificidades históricas constitutivas, las reiteradas crisis políticas, económicas y ambientales, y la gravitación de la crisis sanitaria visibilizada por la pandemia y la post-pandemia.» (Prólogo, p. 13)

Descarga el libro a través del siguiente enlace:

Los-desafios-Batthyany

 

 

Fuente de la Información: https://www.clacso.org/wp-content/uploads/2023/03/Los-desafios-Batthyany.pdf

 

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Desigualdad social, un problema con historia

Por: Juan J. Paz-y-Miño Cepeda

 

En América Latina, las desigualdades sociales han tenido vigencia y variaciones en función de las distintas épocas históricas.

Entre las sociedades aborígenes esas desigualdades se hacen visibles desde el período que los arqueólogos denominan como “desarrollo regional”, con “señoríos”, cacicazgos y curacazgos. Las grandes culturas imperiales de Aztecas, Mayas e Incas, sobre las cuales hay ricas referencias entre los primeros cronistas de indias y que han sido estudiadas ampliamente por etnohistoriadores contemporáneos, se basaron en profundas divisiones jerárquicas y evidentes desigualdades sociales. Pero, sin duda, la conquista y el coloniaje ibérico, inauguraron los procesos que han servido de base para explicar el origen de las desigualdades contemporáneas.

Durante la colonia se sancionaron legalmente las diferencias, sobre principios racistas y clasistas, de modo que los “blancos” no solo concentraron el poder, sino que tuvieron privilegios en cargos públicos, títulos o educación. Los indígenas -y peor los negros esclavos- no solo fueron sometidos y reducidos a condiciones de pobreza extrema, sino que su fuerza de trabajo fue permanentemente sobrexplotada. Los indígenas no podían ascender en la sociedad y tampoco educarse como lo hacían las castas “superiores”. Las terribles condiciones de vida y trabajo de los indígenas y de las capas más “bajas” de la sociedad colonial, marcaron la estructura social de América Latina.

La situación no cambió con las independencias y la constitución de los Estados Nacionales. Por lo menos hasta mediados del siglo XIX se mantuvo la esclavitud, mientras los pobladores fueron excluidos de la “democracia” por no contar con ingresos mínimos ni saber leer o escribir y los indígenas fueron expresamente marginados. La hegemonía de terratenientes y comerciantes permitió que gozaran del privilegio de la riqueza legalmente reconocida. Fueron los liberales y radicales quienes progresivamente cambiaron esas herencias, al reconocer derechos individuales universales y la igualdad jurídica de los ciudadanos, aunque esa ciudadanía censitaria continuó restringida hasta bien entrado el siglo XX.

El principio de “igualdad” simplemente jurídica y legal, derivado del pensamiento ilustrado y de la filosofía republicana, ha predominado durante el siglo XX, encubriendo las desigualdades sociales que la realidad económica siempre impuso. Ensayistas y politólogos constantemente denunciaron esas realidades. Pero ha sido el desarrollo de la economía el que ha permitido ya no solo visualizar las desigualdades sociales, sino medirlas. Sin duda el refuerzo que ha dado la historia económica ha sido fundamental.

La economía no fue una carrera o especialización autónoma sino desde las décadas de 1920 y 1930, aunque no en todos los países. Normalmente los estudios de economía eran reducidos y vinculados a la formación de los abogados, como también ocurrió largamente con la sociología y la politología. La “teoría económica” provenía, sobre todo, de los grandes países capitalistas centrales y no era raro que a sus autores se les tuviera como autoridades indiscutibles. En todo caso, lentamente comenzaron los estudios económicos sobre las realidades nacionales en distintos países y se levantaron precarias estadísticas sobre asuntos nuevos, ya que fueron tradicionales las estadísticas -muy elementales- sobre comercio exterior y hacienda pública. El despegue de la economía latinoamericana está vinculado a los gobiernos “populistas” de las primeras décadas del siglo XX, a las facultades de economía que se fundaron, también a la conformación de bloques mundiales (capitalismo, socialismo y Tercer Mundo) después de la II Guerra Mundial, la creación de organismos internacionales a raíz de los Acuerdos de Bretton Woods, en forma particular a las actividades de la CEPAL creada en 1948 y singularmente a las políticas desarrollistas de las décadas de 1960 y 1970. Hoy contamos con una diversidad de estudios sobre América Latina en los cuales se ha esclarecido el asunto relativo a las desigualdades sociales (https://bit.ly/3EzAGLk), aún antes de los modernos e interesantes trabajos que ha publicado Thomas Piketty (https://bit.ly/3KA8BHu), en los que, sin embargo, América Latina está ausente.

Los estudios contemporáneos han permitido comprender, con mayor profundidad, algunas situaciones. Está muy claro que América Latina sigue siendo la región más inequitativa del mundo; que la ideología neoliberal introducida en la región desde la década de 1980 solo agravó los términos de la desigualdad social; que esa desigualdad continúa afectando la vida y las condiciones de trabajo de amplios segmentos de la población, caracterizados por la pobreza, el desempleo y el subempleo, que afecta sobre todo a las poblaciones indígenas y afrodescendientes. La pandemia del Covid incluso agravó las desigualdades sociales, sin que todavía se recuperen las situaciones anteriores a 2020, como ha ocurrido en Ecuador, donde las desigualdades incluso se han agravado: mientras en 2019 el ingreso mensual por persona del 5% más rico era 43,28 veces superior al del 5% más pobre, en 2020 era 59,25% mayor, en 2021 fue 47,68% y en 2022 es de 47,72% (https://bit.ly/3XX6Fw0). Y el tema es tan significativo que entre los 17 Objetivos del Desarrollo Sostenible acordado por las NNUU en 2015 y que deberían cumplirse hasta 2030, constan: fin de la pobreza, hambre cero, igualdad de género, reducción de las desigualdades (https://bit.ly/2qk9f28)

Desde luego, queda igualmente en claro, que el cuadro económico de las desigualdades sociales no solo es fruto de un pasado histórico de exclusiones y explotación humana, así como de concentración de la riqueza en minorías constituidas como clases dominantes en las distintas etapas seguidas por los países latinoamericanos, sino que es una realidad derivada del poder en los Estados, captado por esas minorías ricas. Por consiguiente, las soluciones al problema de las desigualdades sociales no pasan únicamente por su reconocimiento teórico y la formulación de políticas económicas destinadas a la redistribución de la riqueza, sino por la reestructuración de las condiciones del poder. Y esta perspectiva toma cada vez mayor fuerza en América Latina, de modo que hoy existe un proceso de construcción y toma de conciencia social -cuya extensión en el tiempo es imprevisible-, sobre la necesidad de superar las desigualdades sociales y avanzar en la inevitable afectación que ello provocará sobre las capas concentradoras de la riqueza.

Blog del autor: Historia y Presente:
www.historiaypresente.com

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Fuente de la información e imagen: https://rebelion.org

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CEPAL: Países de América Latina y el Caribe llaman a impulsar la acción y avanzar hacia el logro de la agenda de envejecimiento a nivel regional y mundial

Países de América Latina y el Caribe llaman a impulsar la acción y avanzar hacia el logro de la agenda de envejecimiento a nivel regional y mundial

La Quinta Conferencia Regional Intergubernamental sobre Envejecimiento y Derechos de las Personas Mayores fue inaugurada en Diciembre en la sede de la CEPAL en Santiago, Chile.

Representantes de los países de América Latina y el Caribe llamaron hoy a impulsar la acción y avanzar hacia el logro de la agenda de envejecimiento a nivel regional y mundial, durante la inauguración de la Quinta Conferencia Regional Intergubernamental sobre Envejecimiento y Derechos de las Personas Mayores, que se celebra hasta el jueves 15 en la sede de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en Santiago de Chile.

La Conferencia, organizada por la CEPAL, fue inaugurada por José Manuel Salazar-Xirinachs, Secretario Ejecutivo de la Comisión regional; Giorgio Jackson, Ministro de Desarrollo Social y Familia de Chile; Julio César Borba, Ministro de Salud Pública y Bienestar Social del Paraguay; Jozef Maeriën, Oficial a Cargo para América Latina y el Caribe del Fondo de Población de las Naciones Unidas, y María José Torres Macho, Coordinadora Residente de las Naciones Unidas en Chile.

En su discurso inaugural, José Manuel Salazar-Xirinachs, Secretario Ejecutivo de la CEPAL, destacó que América Latina y el Caribe cuenta con una potente batería de instrumentos que son una muestra del compromiso con la implementación del Plan de Acción Internacional de Madrid y que se complementan con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y la Década del Envejecimiento Saludable 2021-2030 de las Naciones Unidas.

Recordó que el envejecimiento poblacional es uno de los principales fenómenos demográficos en América Latina y el Caribe y el mundo. Subrayó que, en la región, en 2022, viven 662 millones de personas y de ellas, el 13,4% (88,6 millones) son personas mayores de 60 años. En 2030 esta proporción aumentará al 16,5% de la población total y en 2050 las personas mayores representarán 9 puntos porcentuales más, hasta llegar a un cuarto (25,1%) de la población total.

“El incremento en la proporción de personas mayores, así como la prolongación del curso de vida, supone nuevas oportunidades y retos para las sociedades y múltiples desafíos en términos de políticas públicas. Debemos universalizar el acceso de las personas mayores a la protección social y los servicios de salud de calidad. Urge también poner especial atención al tema de los cuidados”, afirmó.

El alto funcionario de las Naciones Unidas subrayó la necesidad de abordar la educación a lo largo de la vida, con énfasis en el reentrenamiento y el cierre de la brecha digital.

“Debemos impulsar la inclusión del envejecimiento en las agendas de gobierno mediante la adecuación y modernización legislativa y el fortalecimiento de las instituciones responsables de la coordinación de las políticas nacionales de atención al envejecimiento”, señaló, al tiempo en que instó a fortalecer la capacidad técnica de los países con respecto a los desafíos que conlleva el cambio demográfico.

“A 20 años de su adopción, los desafíos de implementación del Plan de Acción Internacional de Madrid en nuestra región siguen siendo cuantiosos y urgentes. Pero nuestro compromiso por superarlos y encontrar respuestas para no dejar atrás a ninguna persona mayor es decidido y permanente”, concluyó el Secretario Ejecutivo de la CEPAL.

Giorgio Jackson, Ministro de Desarrollo Social y Familia de Chile, país que desde hoy ejerce la Presidencia de la Conferencia Regional Intergubernamental sobre Envejecimiento y Derechos de las Personas Mayores, reconoció la importancia de la reunión, principalmente su carácter de cooperación sur-sur, e instó a los países a cumplir los compromisos que han adquirido a nivel internacional.

“Los Estados tenemos que implementar políticas públicas más exigentes, más idóneas y que efectivamente mejoren la vida de las personas mayores”, afirmó.

Julio César Borba, Ministro de Salud Pública y Bienestar Social del Paraguay, en tanto, subrayó que el vínculo entre los Derechos Humanos y las personas mayores adquiere mayor relevancia en la medida en que el envejecimiento poblacional es la transformación social más importante de esta época, tanto en el mundo como en América Latina y el Caribe.

Jozef Maeriën, Oficial a Cargo para América Latina y el Caribe del Fondo de Población de las Naciones Unidas, reafirmó que la región se encuentra en un rápido cambio demográfico con un envejecimiento acelerado e instó a la sociedad y los gobiernos a prepararse para enfrentar los desafíos de ese escenario “marcado por profundas desigualdades y limitados recursos fiscales”.

María José Torres Macho, Coordinadora Residente de las Naciones Unidas en Chile, por su parte, afirmó que las personas mayores enfrentan desafíos que son multidisciplinarios y que abarcan no solamente el tema de la pobreza y el acceso a la salud, sino también lo relacionado con el ejercicio de sus derechos políticos, sociales y medio ambientales.

Posterior a la ceremonia de inauguración, Simone Cecchini, Director del Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (CELADE) – División de Población de la CEPAL, presentó el documento Envejecimiento en América Latina y el Caribe: inclusión y derechos de las personas mayores, que constituye el informe regional para el cuarto examen y evaluación del Plan de Acción Internacional de Madrid sobre el Envejecimiento, a 20 años de su aprobación.

Fuente de la Información: https://www.cepal.org/es/comunicados/paises-america-latina-caribe-llaman-impulsar-la-accion-avanzar-logro-la-agenda

 

 

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Los países de América Latina y el Caribe están altamente comprometidos con el gobierno digital, pero la inclusión y el uso de herramientas digitales para la participación ciudadana continúan siendo un desafío

Los países de América Latina y el Caribe están altamente comprometidos con el gobierno digital, pero la inclusión y el uso de herramientas digitales para la participación ciudadana continúan siendo un desafío

Representantes de Bahamas, Chile, Costa Rica y Uruguay compartieron sus desarrollos en los dos últimos años en materia de gobierno digital, que los han posicionado entre los más avanzados en la región de América Latina y el Caribe, según el Índice de Desarrollo de Gobierno Electrónico de las Naciones Unidas. Persisten desafíos para cerrar la brecha digital y no dejar a nadie atrás.

 

Representantes de Bahamas, Chile, Costa Rica y Uruguay y expertos de las Naciones Unidas discutieron sobre el progreso y los desafíos en la región de América Latina y el Caribe para garantizar que el gobierno digital continúe siendo un motor poderoso para la promoción de un futuro sostenible para todos, durante una reunión en la que se presentaron los resultados de la edición 2022 de la Encuesta de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo del Gobierno Electrónico 2022: el futuro del gobierno digital  .

El seminario virtual Encuesta de las Naciones Unidas sobre el desarrollo del Gobierno Electrónico 2022: Avances y retos del gobierno digital en América Latina y el Caribe, se realizó el miércoles 14 de diciembre de 2022 y fue organizado por el Instituto Latinoamericano y del Caribe de Planificación Económica y Social (ILPES) de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y la División de Instituciones Públicas y Gobierno Digital del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales (DESA) de las Naciones Unidas, con el apoyo del Gobierno de la República de Corea.

En la reunión, expertos de DESA Naciones Unidas presentaron las clasificaciones globales y regionales y los hallazgos analíticos de la Encuesta de Gobierno Electrónico de las Naciones Unidas 2022, con foco en América Latina y el Caribe. También destacaron los principales hallazgos del Índice de Servicios Locales en Línea (OSI) que, por primera vez en 2022, incluyó evaluaciones del desarrollo del gobierno digital en la ciudad más poblada de cada uno de los 193 Estados miembros de las Naciones Unidas.

En sus presentaciones, los expertos de DESA Naciones Unidas, destacaron que a pesar de las múltiples crisis en los últimos dos años, lo países de América Latina y el Caribe, tanto a nivel nacional como subnacional, se han mantenido comprometidos con la búsqueda de estrategias de gobierno digital. Muchas de estas estrategias se implementaron específicamente para abordar el impacto de la pandemia del Covid-19.

En 2022, de los 33 países de países de América Latina y el Caribe, el 58% (19) supera el promedio global (0,6102) y 6 países (Uruguay, Chile, Argentina, Brasil, Costa Rica y Perú) se ubican en el nivel muy alto en el índice de Desarrollo de Gobierno Electrónico (EDGI por su nombre en inglés) y la proporción de países en los niveles altos viene subiendo de manera progresiva desde las primeras ediciones de la Encuesta. México, Granada, Bahamas y Colombia se encuentran en la calificación más alta del grupo EDGI alto y están bien posicionados para un desarrollo acelerado del gobierno digital, aunque es posible que deban modificar algunos enfoques de políticas e inversiones estratégicas para lograr el impulso suficiente.

No obstante lo anterior, persisten desafíos. Los servicios gubernamentales en línea deben ser accesibles a las personas en cualquier momento y en cualquier lugar para facilitar la vida cotidiana y para brindar un apoyo potencialmente clave en tiempos de crisis. Un tema que requiere particular atención se refiere a los esfuerzos de los gobiernos por involucrar activamente al público en consultas electrónicas y otras formas de participación electrónica, que como se aprecia en la encuesta 2022, continúan siendo limitadas.

Luego de las presentaciones, un panel de representantes de los países discutió los resultados regionales de la Encuesta. Participaron como panelistas el Sr. Hebert Paguas, Director Ejecutivo; Agencia de Gobierno Electrónico y Sociedad de la Información y del Conocimiento (AGESIC) del Uruguay; el Sr. José Inostroza, Jefe División Gobierno Digital; Ministerio de la Secretaría General de la Presidencia de Chile; la Sra. Paula Brenes, Directora de Gobernanza Digital; Ministerio de Ciencia, Innovación, Tecnología y Telecomunicaciones (MICITT) de Costa Rica; y la Sra. Carol Roach, Subdirectora; Departamento de Transformación y Digitalización, Ministerio de Asuntos Económicos de Bahamas.

Los participantes coincidieron en que los factores clave del éxito de sus países incluyeron considerar al gobierno digital como una política de Estado, mejorar la seguridad y promover una plataforma integrada de servicios digitalizados. Sobre el camino a seguir, los participantes coincidieron en la necesidad de mejorar los servicios en línea, haciéndolos más simples y ágiles, y mejorar la participación de las personas. En general, el principal desafío continúa siendo no dejar a nadie atrás.

Acerca de la Encuesta de Gobierno Electrónico de las Naciones Unidas

La Encuesta de Gobierno Electrónico de las Naciones Unidas, publicada por el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales, se prepara durante un período de dos años siguiendo una metodología establecida. Analiza cómo el gobierno digital puede facilitar políticas y servicios integrados en 193 Estados miembros de la ONU. La Encuesta apoya los esfuerzos de los países para brindar servicios digitales efectivos, responsables e inclusivos para todos, cerrar la brecha digital y no dejar a nadie atrás. En el informe del Panel de Alto Nivel sobre Cooperación Digital del Secretario General, la Encuesta de Gobierno Electrónico es reconocida como una herramienta clave de clasificación, mapeo y medición, que apoya la transformación digital de los países.

Tras el lanzamiento mundial de la Encuesta 2022, el 28 de septiembre, se están llevando a cabo seminarios web y sesiones informativas regionales para compartir más conocimientos y hallazgos clave a nivel mundial, regional y local. La Encuesta estará disponible en árabe, chino, inglés, francés, ruso y español, gracias a la colaboración con socios externos.

 

Fuente de la Información: https://www.cepal.org/es/noticias/paises-america-latina-caribe-estan-altamente-comprometidos-gobierno-digital-pero-la

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América Latina y El Caribe: Países de la región reafirman compromiso con la promoción, protección y respeto de los derechos humanos, la dignidad y las libertades de las personas mayores

Países de la región reafirman compromiso con la promoción, protección y respeto de los derechos humanos, la dignidad y las libertades de las personas mayores

En la clausura de la Quinta Conferencia Regional sobre Envejecimiento, autoridades renovaron su compromiso con el Plan Acción Internacional de Madrid y los instrumentos regionales que refuerzan su implementación y vigencia.

 

Representantes de los países participantes en la Quinta Conferencia Regional Intergubernamental sobre Envejecimiento y Derechos de las Personas Mayores en América Latina y el Caribe, que concluyó hoy en Santiago de Chile, reafirmaron su compromiso con la promoción, la protección y el respeto de los derechos humanos, la dignidad y las libertades fundamentales de todas las personas mayores, sin ningún tipo de discriminación y violencia, y ratificaron la responsabilidad de los Estados de proveer las medidas y acciones necesarias para garantizar un envejecimiento saludable, con dignidad y derechos.

En la Declaración de Santiago, aprobada por unanimidad, las autoridades renovaron su compromiso con el Plan Acción Internacional de Madrid, a 20 años de su aprobación, y los instrumentos regionales que refuerzan su implementación y vigencia.

El principal foro intergubernamental regional de las Naciones Unidas sobre el envejecimiento y los derechos de las personas mayores se inauguró el martes en la sede de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), organismo que ejerce la Secretaría Técnica de la Conferencia. El encuentro reunió a delegadas y delegados de 29 países miembros de la CEPAL y de 3 miembros asociados, además de representantes de 9 agencias de las Naciones Unidas y 49 organizaciones de la sociedad civil. En total, más de 300 personas participaron de manera presencial y unas 2.600 siguieron la conferencia vía remota.

En la sesión de clausura participaron Raúl García-Buchaca, Secretario Ejecutivo Adjunto para Administración y Análisis de Programas de la CEPAL; Jozef Maeriën, Oficial a Cargo de la Oficina Regional para América Latina y el Caribe del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), y Francisca Perales, Subsecretaria de Servicios Sociales de Chile, país que ejerce la Presidencia de la Conferencia Regional Intergubernamental sobre Envejecimiento y Derechos de las Personas Mayores.

“Esta Conferencia nos ha brindado la oportunidad de participar de riquísimos debates e intercambios. Los representantes de los países han dado cuenta de los avances en el ámbito legislativo, pero también de la necesidad de fortalecer las instituciones a cargo de los asuntos relativos a las personas mayores. Para ello es necesario mantener una coordinación intersectorial e interinstitucional que dé mayor impacto a las políticas hacia las personas mayores”, afirmó Raúl García-Buchaca, Secretario Ejecutivo Adjunto de la CEPAL, quien destacó que la cobertura universal de la protección social de las personas mayores es una vía segura para superar la desigualdad en el envejecimiento.

“Desde la CEPAL continuaremos colaborando con los grupos de trabajo interagenciales sobre envejecimiento y seguiremos trabajando en la generación de datos y conocimiento actualizado sobre el envejecimiento y derechos de las personas mayores con recomendaciones de políticas. Concluimos esta reunión con una agenda de trabajo ambiciosa y exigente. Nos vamos con la satisfacción de haber aprobado la Declaración de Santiago, resultado de la voluntad de acuerdo entre nuestros países”, destacó.

Jozef Maeriën, Oficial a Cargo de la Oficina Regional del UNFPA, hizo un llamado a la acción que permita “enfrentar las desigualdades estructurales y discriminación social que excluye a las personas mayores, las exponen a la pobreza, a la violencia y a fenómenos como el cambio climático, impidiendo la garantía plena de sus derechos”.

La Subsecretaria Francisca Perales, por su parte, subrayó la necesidad de avanzar hacia la sociedad del cuidado para garantizar un envejecimiento digno y destacó la importancia de la articulación entre la institucionalidad y las organizaciones y movimientos sociales para garantizar la dignidad y el bienestar de toda la sociedad.

“Buscar el bienestar implica también buscar la felicidad de las personas”, destacó.

En la Declaración de Santiago, las y los delegados de los países presentes destacaron el rol crucial de la Conferencia Regional como el espacio intergubernamental para el proceso sistemático de evaluación voluntaria regional del Plan de Acción Internacional de Madrid sobre el Envejecimiento.

Reconocieron también que el acceso a la justicia es un derecho humano esencial y el instrumento fundamental por medio del cual se garantiza a las personas mayores el ejercicio y la defensa efectiva de sus derechos, y resaltaron las diversas y fundamentales contribuciones que las personas mayores realizan para el funcionamiento de las sociedades.

En ese sentido, la Declaración de Santiago insta a adoptar medidas eficaces contra la discriminación por edad, y a eliminar las dificultades y obstáculos que aún persisten en la región y que menoscaban la participación de las personas mayores en la vida política, social, económica y cultural y sus derechos humanos.

“Instamos a los Gobiernos a que incorporen de manera transversal en sus políticas, planes y programas de desarrollo el tema del envejecimiento, que implementen políticas específicas para las personas mayores con enfoque de derechos, de género, interseccional, intercultural, así como de curso de vida, y que promuevan su autonomía e independencia”, señala el documento.

La Declaración insta también a los Estados a que reconozcan la brecha digital que afecta a las personas mayores, y ratifica el compromiso con el desarrollo de sistemas de protección social universales, integrales, sostenibles y resilientes, que viabilicen el acceso garantizado, sin discriminación, a una salud de calidad, vivienda y servicios básicos.

Asimismo, reconoce el papel crucial de las organizaciones de la sociedad civil, el sector privado y el sector académico en la implementación, el seguimiento, los procesos evaluativos y la difusión del Plan de Madrid.

La Conferencia Regional Intergubernamental sobre Envejecimiento y Derechos de las Personas Mayores en América Latina y el Caribe para el 2022-2027 quedó compuesta por Chile en la Presidencia junto a Belice, Colombia, Costa Rica, Cuba, Guyana, Panamá, Paraguay y Perú en las Vicepresidencias.

Fuente de la Información: https://www.cepal.org/es/comunicados/paises-la-region-reafirman-compromiso-la-promocion-proteccion-respeto-derechos-humanos
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3 reveladoras habilidades emocionales de los alumnos en América Latina, según un inédito estudio de la Unesco en la región

3 reveladoras habilidades emocionales de los alumnos en América Latina, según un inédito estudio de la Unesco en la región

Un 85% de las y los estudiantes de América Latina y el Caribe considera tener una actitud positiva ante personas de origen y cultura diferente a la propia.

 

Es una de las conclusiones del informe divulgado recientemente por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), que midió las habilidades socioemocionales de alumnos de 6º grado de primaria en más de 4.000 escuelas de la región.

Es la primera vez que ese tipo de habilidades son medidas a gran escala a nivel latinoamericano.

“Es un primer gran esfuerzo con los países de colocar las habilidades socioemocionales en la misma posición que las de conocimiento”, señaló a BBC Mundo Carlos Henríquez, coordinador del Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación de Unesco (LLECE), que realizó el informe.

“Yo creo que eso es una tremenda señal, no solo educativa, sino de política educativa, de cómo en la región priorizamos un desarrollo integral de los estudiantes”.

Las habilidades socioemocionales se midieron en 16 países de América Latina con base en cuestionarios, y formaron parte de las pruebas ERCE 2019 que evaluaron además el desempeño en áreas de lectura, matemáticas y ciencias.

Los resultados en esas disciplinas ya habían sido divulgados en noviembre.

Claudia Uribe, directora de la Oficina Regional de Unesco para América Latina y el Caribe, Orealc/Unesco, señaló: “Las habilidades que midió el ERCE 2019 son parte de un conjunto de habilidades socioemocionales que hoy sabemos que son esenciales para el desarrollo personal y para el desempeño y convivencia en la escuela y en todos los demás ámbitos de la vida”.

Qué habilidades socioemocionales se midieron

De las muchas habilidades socioemocionales, Unesco escogió tres.

1. Apertura a la diversidad

“Es el grado en que los estudiantes perciben que son capaces de aceptar, de tolerar o de establecer vínculos con quienes son distintos, diferentes a ellos”, explicó Henríquez.

La apertura a la diversidad “es el grado en que los estudiantes perciben que son capaces de aceptar, de tolerar o de establecer vínculos con quienes son distintos a ellos”, agregó.

Los alumnos respondieron en su amplia mayoría “me gustaría un poco” o “me gustaría mucho” a preguntas como las siguientes: “Si a tu curso llegaran estudiantes que vienen de otro país, ¿cómo te sentirías?”; “si a tu curso llegara un estudiante que tiene una discapacidad (por ejemplo, ciego, sordo o que necesite una silla de ruedas) ¿cómo te sentirías?”; o “si a tu curso llegara un estudiante que tiene un color de piel diferente del tuyo, ¿cómo te sentirías?”.

Las respuestas de los distintos países participantes fueron similares en esta habilidad, con excepción de Cuba y Costa Rica que tuvieron un porcentaje mayor de respuestas positivas (Cuba 93% y Costa Rica 92%).

2. Autorregulación escolar

En este caso se buscó medir la capacidad de los niños para regular sus emociones, pensamientos y comportamientos durante el aprendizaje. El 74% de las respuestas fueron positivas en el promedio regional.

Los estudiantes respondieron en su mayoría “varias veces” o “casi siempre o siempre” a situaciones como las siguientes: “Sigo las reglas de la clase, aunque el profesor no me esté mirando”; “pido ayuda al profesor cuando no entiendo qué hay que hacer”.

La autorregulación también incluye la capacidad de perseverar hacia un objetivo y postergar gratificaciones. Hernández explicó que estas cualidades se midieron a través de situaciones como “antes de entregar una tarea o un ejercicio, lo reviso bien”, “antes de ponerme a jugar, termino de estudiar”, “aunque una tarea me sea difícil, sigo trabajando en ella” y “aunque las cosas no me resulten, sigo intentándolo”.

Si bien la variación en las respuestas entre los países es pequeña, los estudiantes de Cuba reportaron niveles más altos de autorregulación escolar (87% de respuestas positivas), mientras que alumnos de Brasil reportaron niveles menos elevados (57% de respuestas positivas).

3. Empatía

“Es un elemento central para la construcción de ciudadanía y de comunidad”, afirmó Henríquez, y significa “poder ponerse en el lugar de otro, reconocer la perspectiva del otro y respetarla”.

La empatía incluye varios elementos, como la habilidad para identificar nuestras propias emociones en relación a otros, reconocer las emociones que están experimentando otras personas, interpretar sus intenciones y tener capacidad para actuar o responder considerando las emociones de los demás.

El 55% del total de respuestas fueron “varias veces” o “casi siempre o siempre” a situaciones como “siento tristeza cuando un compañero no tiene nadie con quien jugar”, “trato de ayudar a un compañero en problemas, aunque no sea mi amigo”, y otras situaciones que requieren ponerse en el lugar del otro emocionalmente o comprender su punto de vista y actuar sintonizando con lo que le sucede.

Cuáles son las lecciones

Los cuestionarios no solo midieron habilidades socioemocionales, sino que identificaron los factores asociados que influyen en su desarrollo.

Uno de ellos es la importancia del preescolar, ya que los niños que tuvieron acceso a esa educación inicial registraron puntajes más altos.

Otro hallazgo fundamental es cuán crucial es que los alumnos perciban un interés genuino de los docentes en apoyarlos.

Este factor está “muy ligado a lo que hacen los maestros en la sala de clase, cuando están atentos a las preocupaciones de los estudiantes, animándolos, cuando los maestros hacen eso, se obtienen mejores resultados”.

“No es que le estemos preguntando al maestro, sino que les preguntamos a los estudiantes si ‘los profesores se dan cuenta de que algo me preocupa’”.

“Cuando hay una conexión emocional resulta importantísimo, hay un tema de bienestar”.

También es importante que el maestro reconozca los avances de los alumnos con comentarios específicos y positivos.

El estudio reveló, además, que un clima de orden en el aula es relevante para el desarrollo de estas habilidades.

Los alumnos que asisten a escuelas donde hay mayores niveles de disrupción (aulas donde los estudiantes se interrumpen cuando intervienen, donde el docente tiene dificultades para iniciar la clase y lograr que haya silencio, y donde prima el desorden) reportan menores niveles para las tres habilidades.

El siguiente paso: “Llevar los datos a la sala de clase”

El desafío ahora es que los hallazgos de ERCE 2019 se traduzcan en cambios en la realidad.

“Lo que nosotros queremos hacer en conjunto con los países en 2022 es ver cómo esto lo llevamos a la sala de clase”, afirmó Henríquez.

“Siempre hemos dicho que la evaluación es un medio para el fin mayor que es el bienestar y aprendizaje de todos los estudiantes”.

Para Henríquez, un gran campo en el que los países pueden actuar es el entrenamiento de los maestros.

“Actualmente hay muy poca formación para que los docentes trabajen las habilidades socioemocionales”, señaló el coordinador de LLECE.

“Lo que hemos visto en conversaciones con los maestros es que ellos plantean ‘yo quiero aprender a reconocer también emociones para hacerlo con mis niños’ “.

El coordinador de LLECE espera que el informe pionero sobre habilidades socioemocionales sirva para determinar “cómo generamos mejores oportunidades de aprendizaje para que los niños tengan bienestar, sean felices, y sean conscientes del otro, que aprendan a vivir con el que piensa distinto o es distinto”.

“Y también, insisto, construyan una comunidad, un país y una región mejor para ellos. No cuando tengan 18 o 20 años y sean ciudadanos formales, sino que aprendan a resolver las diferencias en la sala de clase, en el patio, en su espacio hoy día para que puedan desarrollar todo su potencial”.

Claudia Uribe aseguró que fortalecer las habilidades socioemocionales es más importante que nunca debido a la pandemia.

La directora de la Orealc/Unesco señaló que “tras los cierres prolongados de las escuelas es hoy más urgente que nunca dar herramientas a las y los docentes para que puedan acompañar a sus estudiantes en su dimensión socioemocional que se ha visto fuertemente impactada por la pandemia”.

Fuente: BBC

 

Fuente de la Información: https://www.redem.org/3-reveladoras-habilidades-emocionales-de-los-alumnos-en-america-latina-segun-un-inedito-estudio-de-la-unesco-en-la-region/

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