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CAONGD: Exigimos el respeto de los derechos humanos de la población palestina y el fin de la violencia

Por: CAONGD 

Manifestamos nuestra profunda preocupación por la escalada de violencia de las fuerzas armadas israelíes contra la población civil palestina, tanto en los territorios ocupados de Cisjordania, como en la Franja de Gaza, que nuevamente sufre unas desproporcionadas represalias que han provocado ya decenas de personas muertas. Sin olvidar, además, la violencia perpetrada tanto por fuerzas policiales como por colonos israelíes contra población árabe, en el Estado de Israel, fruto de una política irresponsable de confrontación que está escalando la tensión, y que hace temer una extensión de mucha mayor envergadura del conflicto, de modo que acabe afectando al conjunto de la población civil dentro de dicho Estado.

Las incursiones de las fuerzas armadas israelíes en recintos civiles o religiosos árabes, así como los ataques que se han repetido en las últimas semanas y en los que se han utilizado balas de acero recubiertas de goma, golpes físicos, gases lacrimógenos o granadas de sonido contra la población palestina, no han hecho sino acrecentar una indignación permanente. Así mismo, los bombardeos perpetrados por el ejército israelí contra la Franja de Gaza son causa de muchísima preocupación por las implicaciones en los derechos humanos del pueblo palestino. Estos ataques no sólo vuelven a poner el foco en la ocupación militar de Cisjordania y en el bloqueo y asedio que sufre la población de Gaza desde hace años, sino que nos recuerdan la difícil situación que afronta diariamente la población palestina residente en el Estado de Israel. La comunidad internacional debe tomar cartas en el asunto y evitar que se cometa una masacre que resulte una nueva causa para la vergüenza internacional.

Como ONG de cooperación, paz y derechos humanos, estamos especialmente preocupadas porque, a ello, se suma el ataque continuado a organizaciones de la sociedad civil y a personas defensoras de derechos, y la detención de civiles, como Juana Ruiz, ciudadana española y trabajadora de la organización palestina Health Work Committees.  Todo ello en un contexto de ocupación militar por parte de Israel de los territorios palestinos desde 1967, con una violación continuada y sistemática del Derecho Internacional Humanitario, con una permanente dejación de las obligaciones de una potencia ocupante con la población civil ocupada, y con la negación de los derechos fundamentales de la población palestina, derechos que compañeras como Juana tratan de defender con su trabajo.

La presión que ejerce el Gobierno de Israel a las personas y organizaciones que forman el sector de la cooperación y la acción humanitaria en Palestina, así como del movimiento de solidaridad con el pueblo palestino, se enmarca en una estrategia del Gobierno Israelí para la criminalización del trabajo de defensa de los derechos humanos de la población palestina y en el Territorio Ocupado Palestino. Organizaciones de la sociedad civil palestina e internacional, entre las que se incluye la UNRWA, vienen sufriendo una continua campaña de desprestigio y criminalización por su actividad de denuncia de las violaciones de derechos humanos por parte del Estado de Israel. Se está realizando una instrumentalización del caso de Juana Ruiz para reactivar una campaña de desprestigio, criminalización y judicialización a la cooperación internacional en el Territorio Ocupado Palestino.

La Coordinadora de ONGD y la Red de Coordinadoras Autonómicas de ONGD dejamos claro nuestro respaldo al trabajo de las organizaciones de defensa de los derechos humanos de la población palestina. Y hacemos un llamamiento a que se proteja a las personas y a las organizaciones.

Por todo lo anterior, pedimos al Gobierno de España y a todos los gobiernos autonómicos:

  • Una condena enérgica de las violaciones sistemáticas de los derechos humanos de la población palestina por parte del Estado de Israel y la suspensión inmediata de transferencias de armas a Israel hasta que se tomen medidas para garantizar que no se utilicen para violaciones graves del derecho internacional, en línea con lo que están demandando otras organizaciones de la sociedad civil como Amnistía Internacional y Human Rights Watch.
  • Una firme denuncia del uso de la violencia contra la población civil, con especial condena al empleo de bombardeos sistemáticos contra civiles.
  • La exigencia del fin inmediato de la escalada militar y las operaciones del ejército israelí contra la población civil palestina.
  • Rechazo rotundo y denuncia pública de las violaciones del Derecho Internacional Humanitario, en línea con sus valores, planes estratégicos y prioridades de trabajo.
  • Compromiso con las organizaciones de la sociedad civil y con la cooperación por parte de los gobiernos y administraciones del Estado español y de la Unión Europea. Es imperativo mantener el compromiso con la defensa de los derechos de la población palestina desde todos los niveles de la administración pública.
  • La condena, rechazo y denuncia rotunda y pública por parte de la ministra de Asuntos Exteriores, Sra. Arancha González Laya, de las falsas acusaciones de falta de control y fiscalización de los fondos de cooperación y acción humanitaria gestionados vía ONGD, así como una clara defensa del sector.
  • La llamada a consultas a la embajadora de Israel en Madrid para que dé explicaciones /explique acerca ¡de las acusaciones que se están vertiendo a la persona de Juana Ruiz y al sector de la cooperación y de la acción humanitaria del Estado Español en el Territorio Palestino Ocupado.
  • Estudiar las implicaciones jurídicas/penales de estas acusaciones para el Estado Español y para las ONGD del Estado Español que trabajan en el Territorio Ocupado Palestino.
  • Garantizar, de forma activa, la protección de las organizaciones del Estado español que trabajan en el Territorio Ocupado Palestino para que ejerzan con plenas garantías su rol como sociedad civil a través de los mecanismos oportunos y acordados en terreno junto con el Ministerio de Asuntos Exteriores a través del Consulado y la Embajada.
  • Solicitar una reunión de representantes de Asuntos Exteriores europeos para abordar la criminalización al sector y al trabajo que las entidades de cooperación y humanitarias llevan a cabo en el Territorio Ocupado Palestino.
  • Solicitar una reunión con el Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad y Vicepresidente de la Comisión Europea, Sr. Josep Borrell, para abordar la criminalización del sector de la cooperación y de la acción humanitaria en el Territorio Ocupado Palestino, y exigir una respuesta clara y pública por parte de la Unión Europea a las acusaciones recibidas al sector.
  • Manifestar en todas las comunicaciones externas la necesidad de acabar con la impunidad del Estado de Israel exigiendo su cumplimiento de las resoluciones de Naciones Unidas.

Instamos a las partes a parar inmediatamente cualquier forma de violencia, desescalar las hostilidades, proteger a las poblaciones, atender a los compromisos humanitarios internacionales y detener el uso excesivo de la fuerza. Y a la comunidad internacional a contribuir activamente a ello.

(Comunicado conjunto de la Coordinadora de Organizaciones de Desarrollo España)

Fuente e imagen:  tercerainformacion.es

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Palestina: Piden la apertura de cruces para la llegada de ayuda sanitaria de emergencia a la Franja de Gaza

Piden la apertura de cruces para la llegada de ayuda sanitaria de emergencia a la Franja de Gaza

Ashraf Al Qidra, portavoz del Ministerio de Salud en la Franja de Gaza, pidió a las instituciones de salud, las organizaciones internacionales y las instituciones donantes que «trabajen de inmediato para apoyar nuestras necesidades médicas urgentes y mejorar las reservas de medicamentos que se han agotado por el asedio».

Llaman a  abrir los cruces para la llegada de ayuda sanitaria de emergencia y delegaciones médicas, además de facilitar la salida de heridos y enfermos para completar su tratamiento fuera de la Franja de Gaza.

Asimismo, pidió a las instituciones de salud, las organizaciones internacionales y las instituciones donantes que «trabajen de inmediato para apoyar nuestras necesidades médicas urgentes y mejorar las reservas de medicamentos que se han agotado por el asedio».

También informó que la agresión israelí en la Franja de Gaza había provocado la muerte de 212 civiles, incluidos 61 niños, 36 mujeres y 16 ancianos, además de dejar a  mil 400 civiles heridos, incluidos 400 niños y 270 mujeres.

Al Qidrah agregó: «A través de las observaciones y los exámenes del personal médico, queda claro que la ocupación israelí continúa atacando a civiles desarmados en sus hogares, utilizando fuerza excesiva y las armas más letales que destrozan los cuerpos de niños y mujeres, y los gases venenosos a los que han estado expuestos varios mártires».

Al indicar que la agresión israelí «provocó el desplazamiento de decenas de miles de ciudadanos, en condiciones de vida y de salud inseguras que provocarán la propagación de la epidemia de Covid-19 y enfermedades infecciosas», el portavoz agregó que «la continuación de los israelíes en sus  agresiones contra la Franja de Gaza amenaza con socavar los esfuerzos del Ministerio de Salud ante la epidemia, sobre todo después que el  laboratorio central dejara de realizar sus funciones como consecuencia de los ataques que afectaron al edificio del ministerio.

Y advirtió sobre «el impacto directo en las distintas secciones vitales como consecuencia de cortes de energía, lo que obliga a trabajar largas horas en generadores que drenan grandes cantidades de combustible, además de exponer los dispositivos médicos a daños por cortes de energía frecuentes».

Al Mayadeen Español


La artillería israelí, este martes por la noche, renovó su bombardeo de las zonas fronterizas de la Franja de Gaza. En toda Palestina se lleva a cabo la huelga general programada para hoy

La caída de un proyectil israelí sobre una casa en Gaza provocó la muerte de un ciudadano y heridas a varios civiles.

El fallecido y los heridos fueron trasladados al Hospital Shifa en Gaza, donde las heridas de algunos de ellos fueron calificadas de graves.

Los aviones de guerra de ocupación destruyeron dos casas palestinas en el barrio de Al-Zana, al este de Khan Yunis.

En otro sector de Gaza, un ciudadano resultó herido en el bombardeo del barrio de Shejaiya, al este de Gaza.

Israel ataca sede de la ONU y universidades en Gaza

A primera hora de hoy martes, aviones israelíes atacaron la sede de la UNRWA en Gaza y edificios de varias universidades en el centro de la ciudad.

Fuente de la Información: https://kaosenlared.net/piden-la-apertura-de-cruces-para-la-llegada-de-ayuda-sanitaria-de-emergencia-a-la-franja-de-gaza/

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Marchas de apoyo a Palestina en todo el mundo en el aniversario de la Nakba

Marchas de apoyo a Palestina en todo el mundo en el aniversario de la Nakba

En centenares de ciudades de Europa, Estados Unidos y otras regiones, miles de manifestantes salieron a las calles en señal de apoyo a la lucha libertaria palestina y en contra de la barbarie sionista expresada por los bombardeos, la represión, los desalojos y las sistemáticas violaciones a los derechos humanos.

https://twitter.com/i/status/1393675829255757825

https://twitter.com/i/status/1393653830022205442

Video insertado

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Fuente: Palestina Libre

Fuente de la Información: https://kaosenlared.net/marchas-de-apoyo-a-palestina-en-todo-el-mundo-en-el-aniversario-de-la-nakba/

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Children bearing brunt of escalating violence between Israelis and Palestinians: UNICEF

Children bearing brunt of escalating violence between Israelis and Palestinians: UNICEF

Escalated hostilities in the Gaza Strip have resulted in further casualties and large-scale displacement, 12 May 2021

15 May 2021

More than 40 children have been killed in the current crisis in the Middle East, a senior official with the UN Children’s Fund, UNICEF, said on Saturday.

The latest deaths occurred overnight when eight Palestinian children were reported killed north of Gaza, according to a statement by Ted Chaiban, UNICEF Regional Director for the Middle East and North Africa.

International media reported that the children were among 10 members of a Palestinian family who died in an Israeli airstrike on their home in the Al-Shati refugee camp.

Step back, end the violence

“The scale of violence is massive. Children are bearing the brunt of this escalation,” Mr Chaiban said.

“All sides need to step back and end the violence. All sides have an obligation to protect civilians – especially children – and facilitate humanitarian access.  The underlying triggers for this violence will not be resolved through further violence.”

Mr Chaiban reported that since 10 May, at least 40 children in Gaza have been killed, ranging in age from six months to 17 years, with over half younger than 10. Two children in Israel, including a six-year-old, were killed since the escalation began.

Scores displaced, schools destroyed

He added that more than 1,000 people in Gaza were reported injured, some severely, including “a high number” of children.

“In the past week, in the West Bank, including East Jerusalem, one 16-year old child was killed and at least 54 Palestinian children were reported injured, another 26 children have been arrested. Most have since been released,” he said.

Meanwhile, 35 schools in Gaza have been damaged and at least 29 schools are serving as temporary shelters for families who have fled their home due to heavy violence.

UNICEF said as many as 10,000 people are displaced, most of them children.  Three schools in Israel have been damaged, according to reports received by the UN agency.

Mourning young lives

The UN Security Council will meet on Sunday to discuss the ongoing crisis. Secretary-General António Guterres will address ambassadors, who will also be briefed by Tor Wennesland, UN Special Coordinator for the Middle East Peace Process.

In a post on Twitter on Saturday, Mr  Wennesland said he was appalled by «the horrific incident» in Al-Shati camp, and mourned all the young lives lost so far in the violence.  He called for an end to the hostilities, saying «children must not be the target of violence or put in harm’s way.»

Fuente de la Información: https://news.un.org/en/story/2021/05/1092032

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¿Quién tiene derecho a defenderse: el verdugo o su víctima?

Por: María Landi

A quienes conocemos y apoyamos la causa palestina nos resulta casi tan intolerable como las vidas perdidas en cada nuevo ataque israelí la forma en que los medios hegemónicos ‘informan’ sobre lo que está pasando. El economista y político griego Yanis Varoufakis lo expresó así hoy: «Imaginen que los reportes sobre los disturbios en Soweto contra el Apartheid no mencionaran nunca el Apartheid, sino que se concentraran únicamente en la violencia de los jóvenes o en la pérdida de vidas y bienes causada por los militantes negros. Esto es lo que nos encontramos hoy en los informes de los medios de comunicación occidentales sobre Palestina. Cuando la verdad es sustituida por el silencio, dijo una vez un disidente, el silencio es una mentira. Y cuando esta mentira se refiere a la limpieza étnica de una población nativa y a la instalación de un estado de apartheid, quienes perpetúan la mentira a sabiendas son partícipes del crimen.»

Mientras leo las cifras crecientes de muertes en Gaza (más de 100, incluyendo 22 niñas/os), es imposible no recordar la brutal masacre cometida allí por Israel en julio-agosto de 2014: 2200 personas asesinadas en 20 días, 550 de ellas niñas y niños, decenas de miles heridas y mutiladas. Es imposible, también, olvidar que cuando hace tres años la población de Gaza decidió protestar pacíficamente contra el bloqueo en la llamada Gran Marcha del Retorno, fue también masacrada por francotiradores apostados en la valla que encierra a Gaza. El saldo de esas protestas semanales pacíficas fue igualmente sangriento: centenares perdieron la vida y decenas de miles recibieron heridas irreversibles; los soldados israelíes usaron balas especiales que pulverizan los huesos, y cientos de jóvenes fueron amputados.

Y sin embargo los medios continúan condenando la violencia de Hamas. En el mejor de los casos se habla de un “conflicto”, y la comunidad internacional llama a “ambas partes” a cesar las hostilidades. Como si se tratara de dos países vecinos que se disputan un territorio. No se dice que de un lado hay una potencia militar y nuclear (la cuarta del mundo) que recibe millones en ayuda estadounidense y del otro un pueblo oprimido que no tiene ejército ni tanques ni aviones de guerra, y que resiste como puede el robo cotidiano de su tierra y su agua, el asesinato y encarcelamiento de sus jóvenes y una vida entera carente de todos los derechos fundamentales.

Pero esa falsa asimetría desaparece del discurso cuando se afirma que “Israel tiene derecho a defenderse”. ¿Acaso el pueblo palestino no tiene derecho a defenderse? ¿Realmente el victimario tiene derecho a defenderse de su víctima? Digámoslo claramente: según el Derecho Internacional Humanitario que rige para Palestina, una potencia ocupante no tiene derecho a defenderse del pueblo que mantiene bajo ocupaciónPor el contrario: Israel como potencia ocupante tiene el deber de velar por la seguridad de la población y el territorio que ocupa.

El lenguaje del ‘conflicto’ y del ‘enfrentamiento’ que iguala al ocupante y al ocupado, al colonizador y al colonizado, oculta que el origen de la cuestión palestina-israelí es un proyecto colonial de asentamiento –el sionismo− surgido en Europa a fines del siglo XIX que se propuso conquistar la tierra de Palestina, expulsar a su población árabe nativa y sustituirla por personas judías provenientes de todo el mundo. Tras un proceso masivo de inmigración judía europea, facilitado por el Mandato Británico en las primeras décadas del siglo XX y acelerado por el nazismo, el Estado de Israel fue creado en 1948 sobre las ruinas de 500 localidades palestinas destruidas tras una violenta campaña de limpieza étnica (Nakba o ‘catástrofe’ en árabe) que asesinó a unas 30.000 personas, expulsó a otras 800.000 y las convirtió en refugiadas a las que hasta hoy no se les permite regresar (ni a sus descendientes) porque son una amenaza demográfica para el Estado judío.

El falso mito fundacional sionista que prometía “una tierra sin gente para un pueblo sin tierra”, ignorando y despreciando ─como todo proyecto colonial─ a la población nativa, significa en la práctica apoderarse del máximo de tierra con el mínimo de árabes. De esa población excedente hay que deshacerse, ya sea por métodos violentos (como ahora en Gaza) o perversamente sofisticados, como el complejo sistema de ocupación y colonización en Cisjordania y Jerusalén, o las más de 50 leyes que discriminan a la población árabe dentro de Israel. El objetivo es que todos se vayan. Porque más allá de la retórica para consumo occidental sobre “los dos Estados”, en el proyecto sionista no hubo nunca lugar para la población palestina.

Ese sistema de dominación fue por fin calificado este año de apartheid por la principal organización internacional de derechos humanos, Human Rights Watch, y por la más importante de Israel, B’Tselem. Superando la falsa separación entre el Israel ‘democrático’ y los territorios que ocupa y coloniza, se afirma inequívocamente que «En toda la región entre el Mar Mediterráneo y el río Jordán, el régimen israelí implementa leyes, prácticas y violencia estatal con un diseño destinado a cimentar la supremacía de un grupo: el judío, sobre otro: el palestino

Pero de esto no hablan los medios occidentales. Para ellos la noticia empieza siempre con la primera víctima israelí o el primer cohete disparado desde Gaza, sin antecedentes ni contexto. Mientras no lanzan cohetes, los medios ignoran la lenta agonía que es la vida cotidiana para los dos millones de personas encerradas en esa gran cárcel israelí que es la Franja de Gaza, bloqueada por aire, tierra y mar desde hace 14 años. No es noticia que el agua esté contaminada, la energía eléctrica limitada a unas horas diarias, los hospitales desabastecidos, la economía destruida, el desempleo generalizado y las perspectivas de futuro reducidas a escombros igual que las viviendas con cada periódico bombardeo israelí. Como escribió un joven de Gaza: «Aquí estamos sangrando en silencio, todo el tiempo. Independientemente de esta o aquella guerra. (…) tenemos que elegir entre una muerte rápida en tiempos de guerra o una muerte silenciosa bajo el bloqueo».

Del mismo modo, los medios occidentales ignoraron la escalada de ataques y provocaciones de colonos y tropas israelíes que la población palestina de Jerusalén Este venía sufriendo desde el comienzo del Ramadán. Ignoraron las marchas de judíos extremistas por las calles de la Ciudad Vieja gritando consignas racistas como “muerte a los árabes” y prometiendo quemar sus casas y aldeas. Ignoraron las vallas colocadas por la policía israelí en la explanada de la Puerta de Damasco, la principal entrada a la Ciudad Vieja (y centro neurálgico de la vida social y económica palestina) para impedir las reuniones festivas que tienen lugar allí al caer el sol cuando se rompe el ayuno.

Ignoraron también la inminente expulsión de familias palestinas del barrio Sheikh Jarrah por parte de organizaciones de colonos judíos que pretenden quedarse con sus viviendas. No fue noticia que tras décadas defendiendo sus hogares en una lucha desigual, Sheikh Jarrah se convirtiera en símbolo de resistencia a la limpieza étnica y la judaización violenta que Israel lleva a cabo en Jerusalén. Ni fue noticia la brutal represión de la policía y los ataques de colonos armados contra la gente de Sheikh Jarrah y de muchas localidades palestinas de Israel (pues la de Cisjordania no tiene permitido entrar a Jerusalén) que llegó para solidarizarse.

Tampoco fue noticia la violencia arrogante con que las fuerzas israelíes armadas a guerra irrumpieron en la Explanada de las Mezquitas durante las oraciones del viernes y el sábado; ni siquiera cuando el lunes invadieron la mezquita de Al Aqsa (el lugar más sagrado para el pueblo palestino) armados a guerra, disparando, gaseando e hiriendo a más de 400 fieles y convirtiendo la mezquita en un campo de batalla. Quizás no hubo portadas ni titulares porque las víctimas eran musulmanas, los victimarios judíos y el templo destrozado no era una sinagoga ni una iglesia. Pero las imágenes del ataque dieron la vuelta al mundo en tiempo real y causaron indignación en las redes sociales. Y también llegaron a Gaza.

Los medios tampoco informaron que Hamas dio un ultimátum a Israel exigiéndole que antes de las 6 de la tarde retirara sus tropas de Al-Aqsa y de Sheikh Jarrah. El ultimátum fue ignorado, y los primeros cohetes fueron lanzados desde Gaza. Esta vez no buscaban llamar la atención sobre el bloqueo intolerable que sufren sus habitantes, sino decirle a Israel que no puede atacar Jerusalén durante semanas y esperar que la resistencia no responda.

Como expresaron Ibrahim y Afaf, jóvenes de Gaza: «No es sólo una conexión religiosa. El pueblo palestino ve a Jerusalén como una parte inseparable de su identidad nacional y de su historia. En los últimos días, cientos de palestinos de Gaza han salido a la calle a manifestar su rabia por lo que está ocurriendo en Jerusalén y en Sheikh Jarrah.» «Es un sentimiento. Y es que, al fin y al cabo, los palestinos estamos dispersos por todo el mundo. (…) Pero cuando se trata de Jerusalén, todos somos uno. En una realidad de total segregación entre las distintas comunidades palestinas, esta ciudad es el último fragmento de nuestra unidad. Eso es lo que alimentó la ira en Gaza hacia lo que está sucediendo en Sheikh Jarrah, la Puerta de Damasco y la Mezquita de Al-Aqsa

A lo largo de la Historia ningún pueblo oprimido dejó de resistir. La violencia continúa porque la Nakba −de la que se cumplen 73 años este mes− continúa todos los días sobre la tierra de Palestina. «Los viejos morirán y los jóvenes olvidarán» afirmó Ben Gurión. Pero ese pueblo tiene memoria y se niega a desaparecer; aun en el exilio o en los campos de refugiados, las familias conservan las llaves de las casas que les robaron y las pasan a las nuevas generaciones; y estas aprenden desde la cuna que Palestina es su patria y que “existir es resistir”.

Fuente: desinformemonos.

Ilustraciones: Latuff

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Palestina un genocidio, una pandemia y un pueblo abandonado.

Por: André Abeledo Fernández


Hoy en Palestina sobrevivir sigue siendo resistir

Continua el silencio complice ante la barbarie, los gobiernos callan y otorgan, el pueblo palestino necesita a los pueblos del mundo para denunciar el genocidio.
La agresión contra el pueblo palestino es constante y cada agresión constituye una nueva traición, otro abuso por parte del imperio yanqui y su perro de presa el sionismo.
Israel continúa haciendo oídos sordos a todas las resoluciones internacionales.
Y Donald Trump ya se encargó antes de abandonar a rastras la Casa Blanca de reconocer unilateralmente a Jerusalén como capital y territorio de Israel.
Vemos claramente hasta qué punto el sionismo controla las decisiones políticas de Washington en cuanto a sus políticas en Palestina y Oriente Medio.
Una vez más se riegan las calles de Palestina con sangre inocente y nuevas humillaciones al pueblo torturado de Palestina.
 ¿Donde están los organismos internacionales encargados de defender los derechos humanos?, como siempre solo están cuanto a los que mandan les interesa.
Ya ni siquiera piensan hacer el paripé de respetar ciertos límites, o disimular el abandono de sus funciones.
¿Quién responderá por toda la sangre que se va a derramar?. Nadie responde por la sangre de los nadie, de los olvidados.
Nadie dirá nada por los niños que van a ser asesinados, por todos los detenidos y torturados, por la familias destrozadas, por las casas demolidas, por las detenciones arbitrarias.
¿La comunidad internacional volverá a dar la espalda al horror?
¿Otra vez la comunidad internacional permitirá el genocidio de un pueblo?
Pues sí, una vez más miraran para otro lado, tal vez en esta ocasión la disculpa sea la pandemia.
No podemos guardar silencio ante la barbarie, si los gobiernos callan y otorgan, los pueblos debemos gritar y apoyar la resistencia del pueblo palestino.
Hoy en Palestina sobrevivir sigue siendo resistir.
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Israel y Palestina: ¿qué historia hay detrás del conflicto?

Israel y Palestina: ¿qué historia hay detrás del conflicto?

Para la mayoría de los medios tanto Franja de Gaza como Medio Oriente siempre fueron zonas de guerra y violencia, sin embargo durante siglos convivieron en paz ¿Qué historia hay detrás del conflicto actual?

Matías Gali

Árabes y judíos convivieron por siglos bajo el dominio de los moros en Andalucía, en el imperio español. A fines de siglo XV los judíos sefaradíes, expulsados de la península ibérica por la inquisición, vivieron sin grandes problemas con árabes, turkomanos y cristianos en Egipto, norte de África y la zona que conocemos como cercano Medio Oriente.

Y esto fue así por mucho tiempo, incluso a principio de siglo XX la región de Palestina era una sociedad multiétnica formada por una mayoría árabe y una minoría turca, armenia, griega, drusa, beduina, circasiana y también judía que representaba apenas un 5% de la población. Incluso árabes y judíos-juntos- se enfrentaron al dominio del imperio otomano.

Trabajaban en las mismas fábricas, puertos, ferrocarriles, refinadoras de petróleo y grandes panaderías, sobre todo en las dos ciudades más grandes e importantes: Jaffa y Haifa. Prácticamente compartían sus días, la vida misma, y luchaban juntos por mejores condiciones económicas y sociales.

Con el fin de la I Guerra Mundial la situación comenzó a cambiar, los ingleses ocuparon el territorio y fortalecieron su alianza con el sionismo, un movimiento político con diferentes sectores dentro que ya desde fines del siglo XIX tenían como objetivo la creación del Estado de Israel.

Esta alianza permitió por un lado la instalación de pequeñas colonias sionistas en territorio palestino y por el otro lado buscaba debilitar al movimiento obrero que se levantaba y hacía huelga.

Inglaterra también financió milicias paramilitares como la Haganáh -antecesora del ejército israelí- que actuó desde los años 20 amenazando campesinos y reprimiendo rebeliones árabes, como una muy muy grande que hubo entre 1936 y 1939.

También comenzaron a dividir a los trabajadores por su nacionalidad, y acordaron con empresarios para reemplazar a trabajadores árabes por judíos sionistas mientras que al mismos tiempo despedían a los “judíos zurdos” que impulsaban la unidad entre todos los trabajadores.

Incluso hasta en 1946 árabes y judíos hicieron juntos una huelga extraordinaria que llegó a paralizar todos los servicios públicos y generó impacto enorme.

Si tenemos esto en cuenta, ¿cuándo empezó realmente el conflicto en la región?

Hubo una serie de hechos puntuales como el asesinato del dirigente sindical árabe Samí Tahe, atentados contra trabajadores árabes y hasta la masacre del pueblo entero de Balad Al Shayk hecho por los sionistas, dónde fueron asesinados mujeres y niños.

Pero lo que generó realmente el conflicto -que continúa hasta hoy- fue la creación del Estado de Israel. Era algo que venía planeándose desde hacía tiempo pero fue en 1947 que esto se llevó adelante bajo el impulso de la ONU y el sionismo, utilizandose como justificación las brutalidades del Holocausto, Shoá para los judíos, o Endlösung para los alemanes. Así es como se conoce al genocidio de los nazis a más de seis millones de judíos además de gitanos, comunistas y homosexuales.

Ese Estado fue construido en Palestina y el tema es que allí vivían los palestinos. Dividieron territorio dándole la mayor cantidad de tierras al pueblo judío cuando en realidad representaban menos de un 30% de la población.

Esta situación generó sentimientos nacionalistas de ambos lados que iban en contra de la unidad en la lucha.

Entonces en Medio Oriente y alrededores no hubo ni hay un conflicto religioso fuerte, de hecho cuando hablamos de pueblos árabes no hacemos referencia a una condición religiosa sino a su ubicación geográfica y a su lengua. Si hablamos de religión tendríamos que decir musulmanes. Pero no todos los árabes lo son.
Lo que hay realmente es un conflicto geopolítico que empezó por la creación artificial del Estado de Israel porque justamente ocupó violentamente tierras donde vivía una mayoría árabe, con apoyo de las grandes potencias sobre todo de Estados Unidos que fue siempre su principal defensor y tiene sus razones: usan a Israel como base militar para controlar el petróleo de Medio Oriente, tener en la mira a Irán y a todo el continente asiático.

Hay que tener en cuenta que el israelí es el ejército que más armas le compra a Estados Unidos, convirtiéndose en uno de los más poderosos y letales del mundo.

No hay ninguna guerra. Hay un exterminio sostenido desde el Estado de Israel hacia el pueblo Palestino. Y cada vez son más los palestinos asesinados, torturados, refugiados, hasta niños arrestados, sometidos a vivir en ghettos en condiciones terribles donde la pandemia no hizo más que agravar la situación. Mientras pasa esto, también ocupan territorio palestino. Ya van más de 140 asentamientos ilegales y, muchas de ellos, ya son grandes ciudades.

Tenemos que reflexionar y pensar porque se puede vivir y lograr la paz en la región. La verdadera forma en la que se puede recuperar la armonía, la paz, implicaría que los palestinos recuperen su territorio histórico que va del río Jordán hasta el Mediterráneo. Sólo podría lograrse desmantelando los estados como los conocemos hoy y construir en su lugar un único estado, laico donde puedan convivir pacíficamente palestinos musulmanes, judíos y la minoría cristiana con igualdad de derechos para todos.

Si duda esto es algo impensado para las grandes las potencias, ni el gobierno de Israel ni tampoco para las actuales direcciones políticas árabes, porque aún las más importantes como la Organización para la Liberación de Palestina o HAMAS no pretenden esta perspectiva estrategica.

Una Palestina libre sólo puede existir peleando por una Palestina socialista que no esté aislada del mundo, sino ligada a una lucha más grande, por construir una Federación de Estados Socialistas en Medio Oriente.

Si te ponés a pensar los trabajadores y campesinos palestinos tienen muchísimas más cosas en común, desde intereses y necesidades, con sus pares judíos y de todo Medio Oriente que con los empresarios árabes y judíos locales y las potencias imperialistas, además de que son la enorme mayoría de la población.

Fuente de la Información: http://www.laizquierdadiario.com.ve/Israel-y-Palestina-que-historia-hay-detras-del-conflicto

 

 

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