Page 12 of 28
1 10 11 12 13 14 28

Palestina: Feminismo Anti-Colonial para la Liberación

En Palestina, Israel viola los derechos humanos más básicos todos los días, lo ha hecho durante más de 70 años, y lo seguirá haciendo, hasta que la comunidad internacional ponga la presión suficiente para que Israel termine con sus crímenes.

Las mujeres en Palestina tienen un largo recorrido en acciones de oposición contra la colonización de sus tierras y sus cuerpos. Desde la organización de protestas en las calles, enfrentándose al ejército desde la primera línea, haciendo huelgas de hambre en las cárceles, documentando la violencia en los barrios, salvando vidas como doctoras y paramédicas, trabajando en el mundo político, el periodismo, todas las disciplinas del arte, la academia, el derecho, y activas en todos los aspectos de la vida cotidiana y familiar: las mujeres palestinas viven en constante lucha contra la opresión de la potencia israelí.

Es fácil ver en toda la ideología expansionista de Israel, sus ataques injustificados, el desarrollo y uso absolutamente desproporcionado de tecnologías de guerra y destrucción, el desprecio total por la vida humana, los brutales atropellos diarios contra mujeres, niñas, niños, y hombres desarmados, que luchan con sus cuerpos para defender su dignidad, lo profunda conexión entre el pensamiento patriarcal y el pensamiento colonial israelí con respecto a la sociedad palestina en su conjunto. Todos los procesos coloniales se ejercen con violencia y contra la voluntad de la población nativa, y aunque existen variaciones en las formas de colonización en el mundo, en general todos estos sistemas comparten valores con el sistema patriarcal, como la acumulación y el abuso del poder de parte de un grupo de personas sobre otro grupo. En este sentido, la potencia colonial de Israel percibe a las mujeres nativas palestinas como una amenaza para su proyecto de expansión territorial y crecimiento demográfico.

Para Israel la mujer palestina es justamente aquella persona a cargo de la reproducción de la población nativa no deseada, y por ello también son sometidas a distintas formas de violencia de género. Un ejemplo de esta doble violencia, colonial y machista puede verse en la declaración que hizo la actual ministra de Interior israelí, Ayelet Shaked, cuando publicó en Facebook el 2014 un llamado a atacar a toda la sociedad palestina, incluidas las mujeres para prevenir que sigan criando “pequeñas serpientes.” [1] Para Shaked la población originaria debe ser asesinada indiscriminadamente, y en especial las mujeres para que no sigan naciendo nuevas generaciones. La publicación de esta personera política recibió miles de “likes”, reflejando la enorme aprobación que da la sociedad colonial israelí a sus representantes.

Al igual que los hombres, las mujeres palestinas son sometidas a tratos crueles e inhumanos cuando son encarceladas, muchas veces sin cargos ni juicios, y por periodos prolongados que sirven a la potencia ocupante como castigo psicológico para romper la voluntad de resistencia palestina. El año pasado, Anhar Aldeek [2], madre de 25 años, estuvo encarcelada hasta los 9 meses de embarazo, sometida a torturas y tratos crueles.  Sólo gracias a la gran campaña de presión que lideró su familia y que llegó a nivel internacional, poniendo en riesgo la imagen pública de Israel, lograron que Israel “liberara” a Anhar en septiembre y pudiera dar a luz bajo arresto domiciliario. Hasta el último día antes de su liberación, Anhar corría el riesgo de dar a luz en un hospital militar, esposada de manos y pies a una cama rodeada por soldados. Pero el caso de Anhar no es el único. Desde 1972 existen 8 casos documentados de mujeres encarceladas forzadas a parir en la prisión bajo maltrato y abuso.  También existen muchos casos de mujeres y sus bebés que han muerto en los checkpoints intentando dar a luz mientras soldados israelíes no las dejan cruzar para llegar al hospital.

Las mujeres son muchas veces sujetas a tratos vejatorios en los puestos de control, agredidas sexualmente en la cárcel e incluso violadas. Otras formas de violencia que sufren las mujeres palestinas, especialmente bajo el asedio israelí en Gaza, es el alto índice de cáncer de mamas que no pueden acceder a los tratamientos necesarios [3]. En 2016 el 60% de las mujeres que lo sufrían murieron prematuramente, pero hubiesen sobrevivido si Israel hubiese dado los permisos para acceder a tiempo a los servicios médicos. [4]. De la misma forma Israel ha puesto enormes impedimentos durante la pandemia para la vacunación de gran parte de la población palestina, mientras que lidera los rankings mundiales en población israelí vacunada. Es aberrante ver cómo Israel decide a vista de todo el mundo quienes viven y quienes mueren.

Es fácil ver la profunda conexión que existe entre la militarización y la colonización con un sistema de violencia patriarcal. Estos sistemas fomentan la creencia de que un grupo humano tiene el derecho natural de dominar, explotar, perseguir, controlar, e incluso eliminar a otro grupo humano. El militarismo israelí es el medio para impulsar el proyecto de colonización de asentamientos, un sistema que defiende la misma dominación, explotación y eliminación de otro pueblo en base a la creencia de que un pueblo es superior a otro, o la idea de que existen razas que establecen un orden jerárquico entre distintos grupos humanos.

Según la activista Koldobi Velasco [5] “El patriarcado y el militarismo comparten contra-valores. Comparten la jerarquía, la obediencia, el individualismo, el desprecio por la vida, la sumisión, la subordinación, el autoritarismo, la victimización de las mujeres, el binarismo, o bueno o malo, o amigo o enemigo, hombre o mujer. Minoriza a las mujeres, porque las convierte o en menores de edad, o como si fuéramos un colectivo reducido en número, y [defiende] la uniformidad, la homogeneidad.” Todos estos valores que menciona Velasco son parte de la experiencia diaria que viven los palestinos bajo la violencia israelí. No sabemos cuándo Israel va a volver a bombardear Gaza, asesinar a una persona en un checkpoint, allanar un hogar y secuestrar a los niños, o atacar a los campesinos o pescadores. Y a pesar de que se vive con plena incertidumbre de lo que va a suceder en el futuro, también es cierto que esta práctica de eliminación sigue siendo la misma por más de 70 años. Mujeres y hombres palestinos viven una vida de estrés continuamente traumático.

A la complejidad de la opresión israelí que sufren las mujeres palestinas se suman los comportamientos patriarcales propios de su sociedad árabe, que Israel conoce perfectamente y explota para fortalecer su control sobre ella. En 1948 las milicias sionistas violaron a mujeres palestinas para sembrar el terror entre su población, facilitar su huida y establecer el estado de Israel. Los hombres palestinos viven bajo la presión de sostener económicamente a sus familias y protegerlas, pero bajo la sistemática opresión israelí estas obligaciones son para la mayoría casi imposibles de cumplir. La sociedad palestina no tiene control de sus tierras, la inseguridad de la vida es cada vez mayor y esto alimenta un recrudecimiento en el machismo de los hombres hacia las mujeres palestinas, desde las formas más sutiles hasta el femicidio.

Aquí no se trata en absoluto de quitar la responsabilidad del machismo de los hombres palestinos hacia las mujeres, pero debemos comprender que ambos sistemas, el patriarcado y la colonización israelí están profundamente entramados y finalmente son vividos por las mujeres palestinas como una sola realidad. La enorme presión del sistema colonial israelí empuja hacia abajo de manera aplastante a toda la sociedad palestina, desmembrándola y corrompiéndola, permeando hasta sus espacios más íntimos y formando muchas capas de violencia, manifestándose también al interior de los hogares y las familias, y reforzando los roles de poder que tienen los hombres en comparación a las mujeres. Es mucho más difícil cambiar un sistema patriarcal cuando se vive bajo una opresión tan destructiva como la violencia colonial de Israel. A partir de este análisis el movimiento feminista palestino Tali’at [6] ha declarado que la liberación nacional palestina es también inherentemente feminista, porque no pueden esperar a que Palestina se libere primero de la colonización y luego del patriarcado como si se tratara de dos dimensiones claramente separadas. Las mujeres palestinas tienen, y siempre han tenido, un rol activo e indispensable en la historia de la resistencia anti-colonial y merecen todo nuestro respeto y reconocimiento.

¿Qué podemos hacer?

Desde Chile podemos hacer mucho por apoyar la liberación de Palestina. El movimiento internacional del Boicot, Desinversiones y Sanciones a Israel (BDS), impulsado desde 2005 y liderado por la más amplia coalición de organizaciones civiles palestinas, es la estrategia más directa y efectiva que tenemos. El boicot es una forma activa de no ser cómplice de los crímenes de Israel, ya sea rechazando la participación en eventos culturales o intercambios académicos que limpian su imagen y fortalecen sus relaciones diplomáticas, o prohibiendo la importación de productos israelíes que claramente violan el derecho internacional. Las desinversiones son una manera de no apoyar financieramente un sistema nacional que claramente viola los derechos humanos, y las sanciones son otra forma de aislar esta potencia de los espacios internacionales que le dan legitimidad. Estas acciones sirven para exigir que Israel se comporte dentro de los límites de la normalidad y respete el derecho internacional, tal como deben hacerlo todos los estados. Y observando las reacciones que Israel ha tenido frente al movimiento BDS, sabemos que funciona.

En Chile, como feministas que buscamos la emancipación de las mujeres y las disidencias sexuales de las distintas formas de opresión, del machismo, las clases sociales y el racismo, no nos olvidemos de nuestras hermanas palestinas que luchan todos los días por una vida digna y libre de patriarcado y colonización. Comencemos por apoyarlas con el boicot a Israel, que es la petición que nos han hecho ellas y toda la sociedad palestina. Extendamos nuestras manos y solidaricemos con ellas porque las opresiones que vivimos son muy similares y juntas podemos trabajar para un futuro más justo.

Fuente de la información: Palestina Libre

Comparte este contenido:

En 2021 han muerto violentamente 86 menores palestinos y es «el año más mortífero» desde 2014

Según los datos publicados este jueves por la ONG Defensa Internacional de la Infancia (DCI), la cifra de víctimas mortales entre la población palestina menor de edad en lo que va de año solo queda por debajo de las registradas en 2014, cuando superaron el medio millar, en gran medida por la ‘operación Margen Protector’ llevada a cabo por el Ejército israelí sobre Gaza, en la que murieron 2.251 palestinos (1.462 civiles, incluidos 551 niños).

Este 2021, en Gaza han fallecido 62 menores, la mayoría durante la escalada bélica entre Israel y los grupos armados de la Franja en mayo, que duró 11 días y en que Human Rights Watch (HRW) documentó presuntos crímenes de guerra perpetrados por ambos bandos.

En total, 54 niños y adolescentes perecieron por ataques del Ejército israelí, 7 por cohetes de las milicias palestinas que no llegaron a cruzar el enclave y 1 tras explotar un artefacto que no había detonado, del cual aún no se ha podido saber el origen.

En los territorios ocupados de Cisjordania y Jerusalén Este, fuerzas israelíes –y en dos casos civiles– «mataron a 17 niños con munición real». Entre estos, al menos 9 recibieron impactos de bala «en el contexto de protestas o enfrentamientos» en que «no representaban una amenaza directa para la vida» de los miembros de los cuerpos de seguridad israelíes, como afirma DCI en un informe.

«Impunidad» ante la inacción de la comunidad internacional

La ONG argumenta que sus investigaciones «sugieren con regularidad que las fuerzas israelíes usan fuerza letal contra niños palestinos en circunstancias que pueden equivaler a ejecuciones extrajudiciales o deliberadas», en las que las fuerzas israelíes no se enfrentan a amenazas reales a su integridad física.

También denuncia «falta de voluntad política de la comunidad internacional para responsabilizar» a altos cargos políticos y militares israelíes. Según esta organización, esto «garantiza que los soldados continúen matando ilegalmente a niños palestinos con impunidad».

Además, este 2021 también hubo al menos dos adolescentes abatidos en presuntos ataques contra israelíes, entre ellos un chico de 15 años que este diciembre atropelló e hirió a un guarda de seguridad en un puesto de control en el norte de Cisjordania. En noviembre, otro palestino de 16 años apuñaló e hirió a dos policías israelíes en la Ciudad Vieja de Jerusalén, tras lo cual resultó muerto por disparos de los agentes.

DCI estima que al menos 2.198 menores palestinos han muerto desde el 2000 «como resultado de la presencia militar y de colonos israelíes en territorio palestino ocupado».

Esta ONG figura entre las seis entidades palestinas que este octubre fueron designadas «terroristas» por Israel por presuntamente pertenecer al Frente Popular para la Liberación de Palestina (PFLP), grupo que el Gobierno israelí, la UE o EEUU consideran «terrorista».

Esta designación ha sido rechazada por esas ONG, que replican que es un paso más de Israel para criminalizar a la sociedad civil palestina que se enfrenta a la ocupación.

Fuente: https://rebelion.org/en-2021-han-muerto-violentamente-86-menores-palestinos-y-es-el-ano-mas-mortifero-desde-2014/

Comparte este contenido:

UNESCO: Galardonados de Ghana, Palestina y Perú ganan el Premio UNESCO-Japón de Educación para el Desarrollo Sostenible 2021

Galardonados de Ghana, Palestina y Perú ganan el Premio UNESCO-Japón de Educación para el Desarrollo Sostenible 2021

Un proyecto de alfabetización en Ghana, un programa sobre medios de comunicación para el cambio social en Palestina y una iniciativa para la protección de las culturas indígenas en Perú recibirán el Premio UNESCO-Japón de Educación para el Desarrollo Sostenible de este año  en una ceremonia el 19 de noviembre (13:30 horas). ), durante la 41a reunión de la Conferencia General de la UNESCO.

Los galardonados fueron seleccionados por un jurado internacional independiente   y recibirán un premio de 50.000 dólares cada uno. Los gobiernos de 54 Estados Miembros y 8 organizaciones presentaron 113 candidaturas en asociación oficial con la UNESCO. Los principales criterios de selección fueron el potencial de transformación de los proyectos, su calidad innovadora y su capacidad para abarcar las tres dimensiones de la sostenibilidad: la economía, la sociedad y el medio ambiente.

Visión Mundial Ghana, Ghana

World Vision  Ghana  fue elegida por su » Unlock Literacy Project (UL) «, que promueve un enfoque holístico para el desarrollo de la alfabetización que se centra en el pensamiento crítico, una competencia fundamental para la sostenibilidad. El proyecto tiene como objetivo capacitar a los niños en el nivel primario para que piensen críticamente sobre los problemas locales y emprendan acciones, así como hacer que la lectura sea emocionante a través de la educación multilingüe. Más allá de los enfoques tradicionales de alfabetización, el proyecto se ve recompensado por su enfoque de aprendizaje de igual a igual orientado a la acción que involucra a comunidades enteras. Tiene potencial para una mayor ampliación a nivel nacional a través de la cooperación con la educación formal.

Centro de Desarrollo de Medios, Universidad Birzeit, Palestina 

El  Centro de Desarrollo de Medios de la Universidad Birzeit  en Palestina ve a los medios de comunicación como una parte integral del cambio social y el desarrollo sostenible y como un medio para empoderar a mujeres y hombres que viven en comunidades marginadas con habilidades para participar en la vida pública. El proyecto » Alfabetización mediática e informacional para sociedades sostenibles » tiene como objetivo desarrollar la alfabetización mediática e informacional mediante el aprendizaje práctico y la formación a través del diálogo. El proyecto es recompensado por su enfoque centrado en la juventud para generar cambios sociales a través del diálogo y la cooperación, mientras se centra en el papel de los medios de comunicación para fomentar la participación de los ciudadanos en la vida pública.

Escuela Kusi Kawsay, Perú 

En áreas remotas del Valle Sagrado de los Incas en Perú,  la Escuela Andina Kusi Kawsay y los Eventos Culturales Ñawpa Ñan  han estado promoviendo la protección y preservación de los derechos, la cultura, los valores y los medios de vida de los pueblos indígenas durante la última década. Basado en la pedagogía Waldorf, el proyecto es reconocido por abordar muchos elementos clave de la educación para el desarrollo sostenible, a saber, el respeto por la cultura y los valores indígenas y locales que promueven la dignidad humana, enfoques comunitarios y acciones para responder a los desafíos globales.

Financiado por el Gobierno de Japón, el premio premia proyectos y programas excepcionales sobre  educación para el desarrollo sostenible  llevados a cabo por instituciones, organizaciones u otras entidades en el campo de la EDS para generar y ampliar la acción en todos los niveles de educación y aprendizaje, y contribuir a la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Durante la ceremonia de entrega de premios, la Princesa Abze Djigma (Burkina Faso), Presidenta del Jurado Internacional del Premio UNESCO-Japón y Presidenta de la  Fundación SAR la Princesa Abze Djigma , moderará una mesa redonda con los galardonados.

Fuente de la Información:  https://en.unesco.org/news/laureates-ghana-palestine-and-peru-win-2021-unesco-japan-prize-education-sustainable

 

Comparte este contenido:

Mujeres palestinas: organización y lucha frente las violencias

Por: Enric Llopis

Sheikh Jarrah. En este barrio de Jerusalén Oriental, familias palestinas resisten al desalojo forzoso de sus hogares y la expansión de los asentamientos por parte de los colonos israelíes.

En mayo y ante las protestas por el riesgo inminente de expulsión (tras la resolución de un tribunal israelí), las fuerzas de seguridad de Israel perpetraron “arrestos arbitrarios de manifestantes pacíficos, uso de fuerza excesiva y uso arbitrario de granadas sonoras y paralizantes así como de cañones de agua fétida contra manifestantes y viviendas en Sheikh Jarrah”, informó Amnistía Internacional.

La UNRWA alertó en esas fechas de que cerca de mil palestinos –la mitad de ellos menores- estaban en riesgo de desalojo por la fuerza en todo Jerusalén Este (en Seikh Jarrah eran 75 las personas amenazadas por los desplazamientos forzosos).

Los hechos se destacaron en el acto sobre Resistencias de las mujeres palestinas frente a las violencias múltiples, organizado por la ONG Alianza por la Solidaridad y el movimiento BDS-País Valencià en la Facultad de Geografía e Historia de la Universitat de València (en 2015 la Facultad de Historia se adhirió a la Campaña de Boicot, Desinversiones y Sanciones contra la ocupación israelí).

Alianza por la Solidaridad forma parte de la plataforma AIDA, que agrupa a 80 ONG internacionales. En octubre la Red denunció que el Ministerio de Defensa de Israel calificara de “terroristas” a seis organizaciones palestinas que trabajan en los territorios ocupados.

Las “acusaciones falsas”, critica AIDA, han sido vertidas contra Addameer; Al-Haq; Defense For Children International-Palestina; Unión de Comités de Trabajo Agrícola; Centro Bisan por la Investigación y el Desarrollo; y la Unión de los Comités de Mujeres Palestinas (por ejemplo Addameer señaló en 2017 que –en los últimos 45 años- 10.000 mujeres palestinas habían sido arrestadas y/o detenidas bajo órdenes militares de Israel).

En septiembre Alianza por la Solidaridad, como parte de la federación ActionAid, se sumó a Al-Haq en la convocatoria de una Audiencia pública virtual para denunciar la violación de las leyes humanitarias internacionales por parte de Israel: “Ha incumplido más de 40 resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y más de 100 resoluciones de la Asamblea General”.

Los debates de la Audiencia estuvieron moderados por la periodista, activista y exportavoz de la Autoridad Palestina, Nour Odeh. Hablaron testigos y se aportaron testimonios sobre la detención indefinida de menores,  así como de la brutalidad policial; los desplazamientos étnicos forzosos (por activista en el barrio de Sheikh Jarrah); ataques a la libertad de prensa; violaciones del derecho a la sanidad; y confiscación de las tierras y los recursos naturales, entre otros puntos

Por otra parte, Alianza por la Solidaridad trabaja junto a la ONG palestina Union of Health Work Committees (UHWC) con una clínica móvil en la Franja de Gaza. La página Web destaca que 467 mujeres en un mes han recibido servicios de exámenes clínicos, análisis de sangre, medicamentos o suplementos nutricionales (por ejemplo para aumentar la hemoglobina de mujeres con anemia).

En un contexto de pandemia, confinamientos, penuria, cortes de electricidad y 14 años de bloqueo israelí, Alianza por la Solidaridad alertó en octubre de 2020 de un incremento de la violencia de género en Gaza; la clínica móvil proporcionaba atención jurídica y psicológica a mujeres víctimas, que se añadían a los servicios en materia de salud sexual y reproductiva.

Documentales como Condenadas en Gaza, de las periodistas Beatriz Lecumberri y Ana Alba, dan cuenta de las barreras que afrontan las gazatíes con cáncer. Estrenada en mayo, la película tiene como protagonistas a cinco mujeres enfermas -Nivín, Hajar, Imán, Nisrín y Aisha-; aborda sus dificultades para lograr un permiso de salida y un tratamiento adecuado por el bloqueo de Israel. Estas mujeres son víctimas, asimismo, de la discriminación en Gaza: “Cuando una gazatí tiene cáncer de pecho, corre el riesgo de ser vista como una mujer incompleta y deforme”, explican las autoras del documental.

En el acto de la Facultad de Historia de Valencia participó Tere, activista del BDS-País Valencià. Explicó la iniciativa de solidaridad internacionalista Brigada Feminista per Palestina, que en agosto de 2016 –durante tres semanas- se materializó en los territorios ocupados.

El objetivo de la Brigada autogestionada era “tejer resistencias” con las luchas de las mujeres palestinas, hacer visible el apartheid y romper el “bloqueo informativo”. Participaron 15 activistas feministas de base del País Valencià-Països catalans, organizadas en asamblea desde una triple perspectiva: anticolonialista, antiimperialista y despatriarcalizadora.

En un blog detallaron las experiencias compartidas con cerca de 30 organizaciones palestinas como Assiwar, que apoya a mujeres víctimas de la violencia sexual; Aswat, entre cuyos fines está el empoderamiento LBTQI; la Union of Palestinian Women’s Committees (UPWC); Health Work Committee (HWC), centrada en los trabajos de salud y desarrollo; o Addameer, de respaldo a personas palestinas presas. Además, la estancia en la ciudad vieja de Nablus les ayudó a romper tópicos sobre la sociedad árabe; y en Hebrón, constataron el incremento de los asentamientos de los colonos y la presencia los checkpoints israelíes.

Fruto de su experiencia, la Brigada Feminista per Palestina presentó en 2018 el documental Aquesta lluita és per la vida, de 74 minutos y en el que participaron 25 mujeres. Incluye testimonios como el de la activista Manal Tamimi, sobre los años de resistencia pacífica en el poblado de Nabi Saleh, de 600 habitantes: “En 2009 los colonos confiscaron una fuente de agua debajo del valle; construyen el asentamiento siempre en la cima y se apropian de la vertiente entera, también de los campos de olivar”.

En la represión, las fuerzas de seguridad israelíes “utilizaron armas de diferentes características y cinco tipos de gases lacrimógenos, incluyendo fósforo blanco o gas nervioso”, explica Tamimi. Asimismo la brigada feminista diseñó la exposición fotográfica Palestina on existir és resistir.

El 29 de noviembre se celebra –desde 1977- el Día Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino, fecha designada por Naciones Unidas. Por este motivo, el BDS-País Valencià ha organizado el 27 de noviembre una jornada solidaria en Valencia, en colaboración con la iniciativa artística Pinta’m la llengua; el sindicat de barri del Cabanyal; el proyecto Cabanyal Horta y el espacio cultural La Salà.

Además de la pintada colectiva de un mural, con el artista Elías Taño, y un coloquio-debate (“¿Qué puedes hacer para dar apoyo a Palestina?”), está prevista la plantación de un olivo con lectura de poesías; y un concierto con el cantaor  Pep Gimeno “Botifarra” y el músico magrebí Ahmed Touzani.

En la jornada del BDS-País Valencià se proyectará el documental de 37 minutos Hijas de la Nakba, dirigido por Estela Falastín, estrenado en 2019 y protagonizado por ocho mujeres (la Nakba – “desastre” en árabe- designa la limpieza étnica y expulsión de sus territorios de más de 750.000 palestinos, en coincidencia con la fundación –en 1948- del Estado de Israel).

En el cartel de la convocatoria, el BDS-País Valencià reivindica la libertad de la cooperante Juana Ruiz Sánchez, de 63 años, detenida el pasado 13 de abril por soldados israelíes en su casa familiar, en la localidad de Beith Sahur (cerca de Belén). Fue interrogada y encarcelada. Juana Ruiz reside en los territorios ocupados desde hace más de tres décadas y trabajaba como coordinadora de proyectos en la ONG palestina Health Work Committees (HWC). El 10 de noviembre la trabajadora humanitaria fue condenada por un tribunal militar israelí.

Mientras, el movimiento BDS continúa logrando adhesiones. El 31 de octubre informó en las redes sociales de que se sumaban a la Campaña Artistes Lliures d’Apartheid Israelià (ALAI) Elías Taño; Anaïs Florin, GMMGNRA y el grupo musical Los Chikos del Maíz, entre otros.

Fuente: https://rebelion.org/mujeres-palestinas-organizacion-y-lucha-frente-las-violencias/

Comparte este contenido:

UNESCO: Capacitación en educación inclusiva para supervisores de educación y consejeros de educación inclusiva

Capacitación en educación inclusiva para supervisores de educación y consejeros de educación inclusiva

Ramallah, 12 de octubre – Bajo su proyecto “Programa de resiliencia multianual para el estado de Palestina 2019-2021”, financiado por La educación no puede esperar, la UNESCO y el Ministerio de Educación lanzaron una capacitación de dos días sobre educación inclusiva. El Centro de Educación Continua de la Universidad de Birzeit implementó el taller, en el que asistieron a la capacitación 60 supervisores de educación especial y consejeros de educación inclusiva de 11 provincias de la Ribera Occidental.

El taller es parte de una serie de capacitaciones de educación inclusiva para maestros, consejeros educativos y principios de las escuelas para proporcionarles las habilidades prácticas y el conocimiento para implementar una educación inclusiva, amiga de los niños y de calidad.

Nida Al Adra, consejera de educación inclusiva de la Dirección de Educación de Hebrón del Sur:

“Esta es una oportunidad para compartir experiencias relacionadas con la educación inclusiva entre consejeros y supervisores. Estaré feliz de reflejar lo que he aprendido durante la capacitación para asegurar la implementación de prácticas de educación inclusiva en las escuelas de mi área ”.

Fuente de la Información: https://en.unesco.org/news/inclusive-education-training-education-supervisors-and-inclusive-education-counselors

 

Comparte este contenido:

Israel lanza nuevos ataques en Gaza, según palestinos

Israel lanza nuevos ataques en Gaza, según palestinos

La aviación israelí realizó hoy ataques aéreos contra la Franja de Gaza, después de que la víspera fueran lanzados balones incendiarios desde el territorio palestino al sur de Israel, según fuentes de seguridad palestinas y testigos.Los ataques aéreos y el lanzamiento de balones fueron los primeros incidentes importantes entre Israel y Gaza desde el alto el fuego del 21 de mayo pasado, que puso fin a 11 días de intensos enfrentamientos que dejaron 260 muertos en el lado palestino y 13 en el lado israelí.

Según las fuentes palestinas, la aviación israelí apuntó a al menos un sitio al este de Jan Yunis, una ciudad al sur de la Franja de Gaza, el empobrecido enclave de dos millones de habitantes.

Alrededor de un millar de apartamentos, oficinas y comercios fueron destruidos en la última guerra con Israel, la cuarta desde 2008.

Un fotógrafo de AFP observó desde lejos las deflagraciones.

Se trata de los primeros ataques israelíes contra el territorio palestino, controlado por los islamistas de Hamás, desde la llegada al poder el domingo de una coalición heterogénea que puso fin a 12 años de gobierno de Benjamin Netanyahu en Israel.

Los ataques y el lanzamiento de balones incendiarios, que causaron una veintena de incendios en el sur de Israel según los bomberos locales, ocurren después de una manifestación de nacionalistas y de la extrema derecha que congregó el martes a más de un millar de personas. Estados Unidos y la ONU llamaron a la moderación ante esta manifestación polémica. AFP

Fuente de la Información: https://www.ultimahora.com/israel-lanza-nuevos-ataques-gaza-segun-palestinos-n2946069.html

Comparte este contenido:

Israel, un colonialismo a destiempo

Israel, un colonialismo a destiempo

 Luis E. Sabini Fernández

https://revistafuturos.noblogs.org/

No tiene precedentes la ola de críticas y condenas que en 2021 se han multiplicado ante la ya muy vieja e inveterada política etnocida y genocida de Israel con la población palestina de su territorio, como si se tratara de un cáncer y el Estado de Israel se arrogara el rol de cirujano.

Este proceso lleva décadas y nunca antes se habían expandido tanto las críticas.

Aunque por cierto, varios gobiernos, como el uruguayo de Luis Lacalle Pou, se apresuraron a presentar su solidaridad con Israel como si fuera la parte agredida, en la secuencia de resistencia, escaramuzas, cohetería y bombardeos de mayo. Lo cierto es que los israelíes han estado forzando a vecinos de Jerusalén oriental para desalojarlos, golpeándolos, hiriendo, arrestándolos –¡en tanto la diplomacia servil y los medios oficialistas siguen considerando a Israel el bando agredido!– para llegar a la secuencia conocida: algún o algunos palestinos dan una respuesta violenta, a veces ni siquiera tan violenta como los avances israelíes y entonces, sí, como si se adueñaran de una “justa indignación”, aunque es parte de una secuencia ya archiconocida, Israel “responde con todo”: bombardeo a la Franja de Gaza, como si fuera el campo de experimentación de las armas de destrucción masiva israelíes.

Porque no golpean al presunto agresor, sino bombardean y descargan artillería sobre población civil, ciudades y poblados en su vida cotidiana, destruyendo edificios, hospitales, escuelas, plantas potabilizadoras, tanques de agua, botes de pesca, mezquitas (como si se tratara de un cirugía psicoanalítica, derriban, con precisión quirúrgica –como si castraran– minaretes y en particular su extremo superior).

Tamaña represión, tan descarada en sus móviles de judaizar Jerusalén, se ampara “en la letra de la ley” que predican respetar puntillosamente. En realidad, dos leyes, claro: una, para palestinos, Ley de Propiedad de Ausentes,  por la cual el Estado de Israel puede apropiarse legalmente de las propiedades palestinas que por alguna razón estén desocupadas. El cerebral Plan Dalet, de 1947, fue el operativo de exclusión violenta de los habitantes de unas 500 aldeas palestinas, mediante amenazas, asesinatos y violaciones. Quedaron así vacías unas cuantas viviendas… La segunda ley que “ampara” los procederes israelíes es la Ley de Asuntos Legales y Administrativos; como se ve un nombre que puede esconder o expresar cualquier asunto, mediante la cual los judíos pueden reclamar títulos de propiedad anteriores a 1948, lo que precisamente le está vedado a los palestinos… por la ley anterior.

Como cualquiera puede advertir, esta duplicidad procedimental genera enorme frustración y enojo. Es lo que ha pasado en Sheik Jarrah, precisamente.

Cabe agregar que, además, desde la segunda posguerra la misma ONU ha entendido que dicha ciudad sea asiento de tres religiones y por lo tanto la política israelí va directamente en contra de la calidad supranacional de Jerusalén. Las autoridades israelíes defienden su procedimiento como si se tratara apenas de defenderse; es notorio, sin embargo, que han dañado a los palestinos en proporción de cien a uno o de mil a uno…

Pero hay otro aire, otra situación, sobrevenida desde 2020, el año precisamente diseñado por Donald Trump, Jared Kushner y Jason Greenblatt como el año del Acuerdo del Siglo de la cuestión palestina, un acuerdo en el que el trío mencionado ni incluía a los palestinos. No se hubiera secado la tinta que habría podido usarse en tamañas rúbricas, cuando el derribo de estatuas símbolo del colonialismo y la esclavitud, el BLM, el “trumpazo”, rematado con la ocupación del Congreso, más una agitación similar en otros países como Francia, Bélgica, el Reino Unido,  nos muestra un nuevo aire, una nueva sensibilidad en la opinión pública, que aun siendo parcial y más bien limitada a países “centrales”, es significativa.

El sionismo y la formación de EEUU

Algunas de las fracciones principales del sionismo siempre se han sentido muy identificados con la trayectoria de EE.UU. Los peregrinos, forjadores de las primeras colonias americanas en el norte atlántico, les robaron las tierras –y la vida– a los originarios norteamericanos y, como eso dio lugar a resistencia, los intrusos se consideraron agredidos y arrasaron dicha resistencia y reafirmaron su soberanía sobre ese territorio, con salvaguarda bíblica. Tan bien les fue en términos militares que se les hizo el campo orégano y ensancharon el territorio original estadounidense, que no llegaba  al medio millón de km2, hasta sobrepasar los 10 millones, entre compras, arrebatos, invasiones y apropiaciones y reducciones (de los originarios sobrevivientes).

Los sionistas, sus alas más militantes, tomaron a EE.UU. como modelo desde bastante temprano, y en 1942, con el Congreso Sionista Mundial del Hotel Biltmore en Nueva York, decidieron desprenderse de su viejo padrino, el United Kingdom, y decidieron por sí y ante sí, agenciarse un nuevo y menos gastado padrino, United States of America. Padrino y modelo.

Hay abundante bibliografía israelí acerca del trato dado por los wasp [1] a los “indios norteamericanos”. Y ha habido una idea subyacente, la de hacer lo mismo con los palestinos: una reedición de la fundación de un Israel occidental en América del Norte, ahora en el Cercano Oriente, en la Palestina histórica. El Acuerdo del Siglo iba a ser lo más cercano a ese proyecto, esa estrategia de resolver la cuestión palestina sin palestinos.

Pero ante esta “liquidación”  hay un tropiezo histórico de proporciones, que justamente ahora, ingresando a la tercera década del s XXI, parece aflorar.

El proyecto sionista empezó a configurarse y pesar políticamente en el cambio del siglo XIX al XX. Un poco tarde en la historia de los pueblos para reeditar lo hecho por Occidente con el “Nuevo Mundo” entre 1492 y el 1900.

Los sucesivos genocidios fueron dejando una huella de resistencia y rechazo; la humanidad tropieza mil veces con la misma piedra, pero no permanece siempre en el mismo sitio. En pleno siglo XXI la dominación y la expoliación no pueden mantenerse con el estilo de la violencia y el racismo desnudo de hace dos siglos.

1945 significó el quiebre decisivo del racismo desnudo. Entonces se proclamó la relevancia de lo democrático, aunque en los hechos se mantuvo toda la estructura de dominio ya asentada, y lo que hubo, en rigor, fue un cambio de vocabulario: los abismos entre pobres y ricos, entre céntricos y periféricos, entre bien alimentados y mal alimentados, se mantuvieron. Hasta la esclavitud se mantuvo, solo que no oficial…

Pero la introducción de nociones como autogobierno, protagonismo de la gente, derechos universales, no son sólo consignas vacías; seres humanos las van encarnando, de a poco, a veces gradualmente, a veces a los saltos o en oleadas.

Algunos hablan del impacto que produjo en EE.UU. las imágenes de los 65 pequeñines palestinos asesinados con las bombas de la última represalia. Sin duda, es fuerte, atroz. Pero en incursiones militares anteriores, Israel le ha quitado la vida a mucho más que a 65 niños palestinos; en 2009, en 2014, para nombrar apenas las más sangrientas.

Pero las actitudes humanas no se rigen por datos cuantitativos, ni por la pura información, aunque es muy posible que por algún factor ahora actuante los medios masivos estadounidenses hayan mostrado este año mucho más que en bombardeos y arrasamientos anteriores a la misma Franja de Gaza.

El cambio epocal parece habérsele escapado a los sionistas más recalcitrantes. Llevados por su impunidad y una suerte de inmunidad ética conseguida con el episodio nazi.

Da la impresión que esa “protección” o inmunidad ética social, psíquica, política, ideológica, están llegando a su fin.

Sionismo sin límites, límites del sionismo

No creo en profecías pero, sin embargo, hay perspicacias que resultan proféticas. Cuando la flamante ONU, organizada alrededor del nuevo estrellato mundial, EE.UU. triunfante de la 2GM sin desgastes mayores, decide reconfigurar, una vez más el mapa político planetario, el sionismo recibe un fuerte impulso para adueñarse de Palestina. Hubo una serie de deliberaciones supuestamente democráticas porque, quebrado el Eje, la alianza de fascismo y nazismo expresamente antidemocráticos, se instauró el credo democrático entre los vencedores como condición sine qua non de toda concepción política, al punto que hasta el comunismo con su dictadura proletaria, metamorfoseó mensajes para perseverar con “democracias populares”; lo democrático siempre primero.

Tales deliberaciones, en lo que atañe a Palestina, tuvieron lugar en la UNSCOP, la comisión especial designada por la ONU, es decir por EE.UU., para encarar la cuestión palestino-israelí. [2]

Fueron fintas. Porque los dados estaban marcados (y muchos entonces no lo sabían). Pero en dichas fintas, la comisión escuchó diversos enfoques y algunos muy interesantes, como el del representante iraquí ante la ONU, que no pertenecía a UNSCOP (no se designó en la comisión de once estados a ninguno árabe, aunque hubo sí uno musulmán; Irán). El iraquí se aproximó así a la cuestión: “De manera muy eficaz explotaron los sufrimientos de las víctimas de Hitler para sus propios fines políticos. Ahora quieren un Estado en una parte de Palestina, más tarde van a quererlo en todo el territorio de Palestina y finalmente pretenderán invadir el resto del mundo árabe”.

Lo dijo en 1947. Basta ver el despedazamiento del territorio palestino y las incursiones habidas en Sinaí, las alturas sirias de Golán, las escaramuzas alrededor del río Litani, libanés, para darse cuenta de la enorme sabiduría “predictiva” del delegado iraquí.[3]

La reducción palestina

UNSCOP esbozó dos posibles estados, absolutamente asimétricos: el territorio mayor para la población menor, judía, y el territorio más chico para la población árabe, mayoritaria, dos tercios. Una división “à la europea”. Un reparto festejado por sionistas y repudiado por el mundo árabe.

UNSCOP sentó así las bases para la continuación del conflicto, que venía desde fines del siglo XIX, que fuera tomando dramaticidad a principios del s XX con el proceso de compras de tierras y exclusión de población ancestral. Y con el carácter crecientemente armado del sionismo (que produjo tensiones con la población palestina y con los judíos no sionistas).

En 1947, segundo peldaño, dramático y decisivo: los ingleses abandonan “el gobierno” de su protectorado y el único ejército y policía allí existente entonces, ¡oh casualidad!, resultó el judío. En una serie de operativos violentos los grupos judíos, muy bien organizados, arrasaron 500 aldeas palestinas, mataron puntualmente “lo necesario” de la población allí establecida para expulsar una mayoría campesina (estimada entre 700 000 y  800 000 seres humanos).

Desde 1948, el proceso de “redención de la tierra” como llaman los sionistas, cada vez  más apoyados en lo religioso, el adueñarse de la tierra palestina, ha avanzado lenta  o bruscamente, pero sin retroceso alguno; ni siquiera una vez.

Mediante colonizaciones, han ido arrebatando tierras, viviendas, caminos, cultivos, arrinconando a la población local, condenada a vivir fuera de la red urbana y rural oficial del país. Lo que para un conductor automovilístico israelí lleva 15 minutos, para uno palestino, puede llevar 2 o 5 horas (depende no sólo de los desvíos de carreteras sino de los puestos de control con demoras nunca previsibles, porque se hacen precisamente para eso; para hacerles la vida imposible a los moradores históricos).

Algunos de los sionistas más encarnizados, como Naftali Bennet, ministro por años del gabinete de Netanyahu y en la coyuntura actual aspirante a sucederlo, es un expreso admirador del establecimiento de EE.UU. y considera a los palestinos sus “pieles rojas”.

Alguna vez ha declarado, para tranquilizar secuaces: “He matado a muchísimos árabes en mi vida, y no he tenido ningún problema por ello.” [4]

El tiempo de “matador de pieles rojas” simbólico (ya que el físico ha entrado en un cono de sombra desde hace rato), parece cada vez más repudiable, no tanto a las víctimas tradicionales del supremacismo racial  que lógicamente lo han rechazado, sino a sus presuntos beneficiarios; es la población universitaria estadounidense la que no  valora ya positivamente ese comportamiento.

Israel ya no podrá amparar su genealogía en el infame nacimiento de EE.UU.

Matadores de indios, matadores de palestinos

Claro que hace dos siglos, incluso hace siglo y medio, la colonización y el despojo contaba con “cazadores de indios”, con matadores profesionales, que contaban y lucían las cabelleras de los oriundos que iban matando. Entonces, un timbre de valentía, de arrojo, que seguramente le otorgaba un status entre hombres y no menos entre mujeres.

Pero tales personajes dentro del esquema represivo israelí, y que en el caso israelí gozan, como Bennet de enorme influencia, irradiando su certeza genocida, ya no están siendo dejados del lado respetable o glorioso de la historia.

Véase, por ejemplo, el alegato de un soldado israelí que aclara cómo fue perfectamente entrenado, seleccionado para participar de la Brigada Golani -la “crema” del ejército israelí–, que recuerda vociferando que ha matado a 40 palestinos para Israel, que ha sido asesino, y que tiene trastornos, enuresis nocturnas, delirios con quienes le preguntan por qué los mató… que no puede vivir tranquilamente con semejante estrés postraumático… Su indignación, más allá de la queja por lo que cuenta, es que la recurrente asistencia hospitalaria (psiquiátrica) que necesita debe ser pagada por su madre.[5]

Personajes como este sicario, que se queja de sus remordimientos y de las cuentas que el estado israelí le exige a su madre, no constituyen, ciertamente,  figuras ejemplarizantes, atractivas, respetables; más bien desnudan la naturaleza genocida de la labor militar israelí.

Testimonios como éste, igual que el de Bennet, parecen estar modificando el panorama político en EE.UU., lugar clave al respecto, por el peso específico de su configuración política, militar, cultural. Y porque alberga a la mayor cantidad de judíos del mundo distribuidos por país.

Ya no existe hoy un personaje como la figura liminar del colonialismo británico, Winston Churchill, premier de “larga duración” si los hubo, quien, refiriéndose al bombardeo y represión brutal del barrio negro de Tulsa, Oklahoma, EE.UU., en 1921, aclarara: “No puedo disculparme por esta toma de territorio de la misma forma que nadie puede quejarse que los hombres blancos hayan tomado las tierras de los indios piel roja en América; es algo natural que las razas superiores dominen a las razas inferiores”.[6]

Churchill ligaba los procederes colonizadores de su imperio con los de EE.UU.

¿Saturación ante tanta impudicia?

Es como si la impudicia israelí en la violación a los derechos humanos, que se proclaman universales, empezara a advertirse. Y la chutzpah, esa mezcla de osadía y descaro blandida por intelectuales como Alain Dershowitz como virtuosa, estuviera mostrando su rostro verdadero, de amo…

Como expresión de los cambios en EE.UU. respecto de Israel, hay que registrar la presencia, sin antecedentes (por su número), de toda una bancada legislativa que repudia la vía israelosionista de construir el Estado de Israel. Significativamente, mujeres y con orígenes étnicos distintos, muy distintos a los “tradicionales: Ihlan Omar, de origen somalí, Rashida Tlaib de origen palestino,  Ayanna Pressley, afroamericana, Alexandria Ocasio-Cortez, de familia portorriqueña.

Este cambio que denominé “de época”, no parece tan nítido en Israel. Si uno considera que la disputa por el cargo de Primer Ministro se da entre Beniamin Netanyahu, Bruno Gantz, Naftalí Bennet, tenemos que concluir que sigue en pie la descripción de Norman Finkelstein,[7] describiendo el arco político ideológico israelí como un país sin izquierda: solo derecha, extrema derecha y extremísima derecha.

Queda por ver si “el cambio epocal” atañe exclusivamente a EE.UU. o toma fuerza en otros países, por ejemplo, europeos, que rompan el seguidismo ovejuno que les hace temer constantemente caer en el antisemitismo.


[1]  White Anglo Saxon Protestant: el núcleo fundacional de EE.UU.

[2]   Véanse mis notas: “ONU-UNSCOP: padres putativos de Israel”, I, II, III.

[3]   Federico Perazza, “Uruguay y el conflicto en Medio Oriente”, Revista Mexicana de Política Exterior, 2007-2008, transcribiendo  texto de la sesión plenaria de la Asamblea General de la ONU, 26 nov. 1947. Documento A/516, p. 634.

[4]   Publicado por Yediot Aharonot, periódico israelí, y traducido y puesto en internet por http://www.palestinalibre.org/articulo.php?a=46297, 31 julio 2013.

[5]   https:twitter.com/SantiMayor/status/1400091462642114570?s=08.

[6]   Cit. p. Jorge Majfud, «1921: Ensayo de bombardeo contra una «raza inferior».

[7]   Académico con enorme coraje civil, enfrentando desde hace muchos años los engaños urdidos por la IHRA (International Holocaust Remembrance Alliance) con las atrocidades habidas durante la 2GM, lo cual le ha significado un ostracismo total en su país, EE.UU.

Fuente de la Información: https://rebelion.org/israel-un-colonialismo-a-destiempo/

 

Comparte este contenido:
Page 12 of 28
1 10 11 12 13 14 28