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Asamblea General de Naciones Unidas pide a la justicia internacional pronunciarse sobre ocupación de territorios palestinos por parte de Israel

Asamblea General de Naciones Unidas pide a la justicia internacional pronunciarse sobre ocupación de territorios palestinos por parte de Israel

El viernes 11 de noviembre, con una aplastante mayoría de 98 votos a favor y tan solo 17 en contra, la Asamblea General de Naciones aprobó una resolución en la que solicita a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) pronunciarse sobre los efectos de la ocupación ilegal y de la colonización de territorios palestinos por parte de Israel.

La resolución lleva como título «Israeli practices affecting the human rights of the Palestinian people in the Occupied Palestinian Territory, including East Jerusalem» / «Prácticas israelíes que afectan a los derechos humanos del pueblo palestino en el Territorio Palestino Ocupado, incluida Jerusalén Oriental«.

Como viene ya siendo usual en indiscutibles victorias de unos (y derrotas diplomáticas para otros), el voto de esta resolución no fue mayormente referenciada en los grandes medios de prensa internacionales.

Tratándose de un año como el 2022 en el que un Estado Miembro de Naciones Unidas como Ucrania que sufre una agresión militar por parte de Rusia desde el 24 de febrero, ha acaparado la atención de todos los medios internacionales (siendo varias las resoluciones de la misma Asamblea General sobre el respeto a la integridad territorial, la obligación de discriminar objetivos militares de poblaciones civiles a la hora de ordenar una operación militar, y la imperiosa necesidad de respetar por parte de Rusia las demás obligaciones que le incumbe derivadas de la Carta de Naciones Unidas y del derecho internacional humanitario), la omisión observada plantea algunas interrogantes muy válidas. Ello sin hablar de las abstenciones y de los votos en contra, registrados durante la votación acaecida el pasado 11 de noviembre.

¿Acaso no es de interés de cualquier Estado Miembro de Naciones Unidas y de la comunidad internacional como tal que estas mismas reglas invocadas, con justa razón, por Ucrania se apliquen de manera uniforme y sean debidamente respetadas por todos los demás Estados, incluyendo Israel (Nota 1) ?

El detalle de la votación en breve

En esta fotografía del registro del voto extraída de esta nota del Times of Israel  (edición del 11 de noviembre del 2022), nuestros estimables lectores podrán apreciar cómo votaron cada uno de los 193 Estados Miembros de Naciones Unidas.Así como en esta nota publicada en el medio digital costarricense de Delfino.cr (una de las pocas publicadas en Costa Rica al respecto, en la que no se explica oficialmente por qué razones Costa Rica optó por abstenerse). ¿Cuál será la frase de esta resolución que condujo a varios Estados en este 2022 a revisar su posición con relación a textos similares votados en años anteriores con su voto afirmativo? ¿Qué temor les puede causar el hecho de pedir al juez internacional examinar en detalle la ocupación  ilegal del territorio palestino a la luz de la normativa internacional vigente?

A los 98 votos a favor y a los 17 en contra, hay que contabilizar un total de 52 abstenciones así como 25 «No Show» (ausencia del delegado al momento de registrarse la votación).

Por parte de América Latina, Israel y su fiel aliado norteamericano pudieron únicamente cosechar el voto negativo de Guatemala (y contar con las abstenciones de Colombia, Costa Rica, Ecuador, Haití, Honduras y Uruguay); mientras que en Europa, lograron obtener el voto negativo de Alemania, Austria, Estonia, Hungría, Italia, Lituania y de República Checa (así como obtener 25 abstenciones, incluidas las de Francia, España, Países Bajos y Reino Unido).

Bolivia y Venezuela aparecen entre los «No Show«, con una diferencia no obstante que es necesario precisar: debido a atrasos en los pagos de su contribución anual como Estado Miembro, Venezuela no puede participar a votos en la Asamblea General desde el mes de enero del 2022.

Como indicado con anterioridad, el voto de esta resolución fue muy pocamente publicitado en los medios de prensa internacionales. Es de notar que un día anterior (10 de noviembre) una nota de prensa oficial de Naciones Unidas informaba de la votación a realizarse 24 horas después por parte del órgano plenario de Naciones Unidas  (véase nota oficial del servicio de prensa de Naciones Unidas).

El voto a favor de esta resolución por parte de Ucrania pareciera haber molestado profundamente a Israel, optando por abstenerse en una resolución posterior sobre la obligación de Rusia de compensar los daños causados en Ucrania desde el 24 de febrero (véase nota del Times of Israel y nuestra breve nota sobre esta resolución adoptada a favor de Ucrania el pasado 15 de noviembre).

El orígen de la solicitud a la CIJ 

Esta resolución que busca acercar a Palestina a la justicia internacional es muy similar a la adoptada en años anteriores por la Asamblea General de Naciones Unidas, con un único añadido significativo con respecto a la solicitud hecha a la CIJ para la versión de este 2022. ¿Cómo entonces explicar el súbito cambio de parecer de algunos Estados al respecto?

Un reciente artículo de la prensa uruguaya hace ver el cambio de posición del delegado de Uruguay en el 2022 con relación al voto del 2021 (véase nota de prensa de El Observador): una prensa más observadora en otras latitudes del continente confirmaría que este cambio de posición (una abstención en vez de un voto a favor) no es monopolio de Uruguay, y que en Centroamérica también se dieron cambios de posición sin ningun tipo de explicación por parte de las autoridades gubernamentales (Nota 2).

Con relación a la solicitud hecha a la CIJ en la resolución del 2022, proviene del hecho siguiente, también escasamente difundido: un informe reciente dado a conocer – octubre del 2022 – por parte de una comisión de investigación creada por el Consejo de Derechos Humanos sobre lo ocurrido en el 2021 en Palestina – (véase enlace oficial y texto en español) incluyó en sus recomendaciones finales que:

«92. La Comisión recomienda que la Asamblea General: 

a) Solicite urgentemente una opinión consultiva de la Corte Internacional de Justicia sobre las consecuencias jurídicas de la negativa continuada de Israel a poner fin a su ocupación del Territorio Palestino Ocupado, incluida Jerusalén Oriental, que equivale a una anexión de facto, de las políticas empleadas para lograrlo, y de la negativa de Israel a respetar el derecho del pueblo palestino a la libre determinación, así como de las obligaciones de los terceros Estados y de las Naciones Unidas de velar por que se respete el derecho internacional; 

b) Transmita el presente informe al Consejo de Seguridad y le solicite que considere la posibilidad de adoptar nuevas medidas para poner fin a la situación ilegal resultante de la ocupación permanente impuesta por Israel, y exhorte al Consejo de Seguridad a que exija a Israel que ponga fin a su ocupación permanente con carácter inmediato«.

Resulta llamativo que esta sugerencia con relación a la CIJ fuera inmediatamente endosada por un grupo de Estados, denotando una estrategia diplomática muy hábil y certera para obtener las cifras registradas durante la precitada votación del 11 de noviembre.

Nótese de igual forma la poca difusión hecha por algunos grandes medios de prensa al contenido de este informe presentado en octubre del 2022 por esta comisión de investigación, cuya lectura completa se recomienda. Como ya viene siendo su costumbre, el aparato diplomático de Israel no encontró nada mejor que el intentar desacreditar a los tres integrantes de esta comisión (véase artículo de PassBlue), una actitud que ya no impresiona mayormente a nadie dentro de Naciones Unidas.

Las dos preguntas formuladas a la CIJ en la solicitud de opinión consultiva

En el texto de la resolución A/C.4/77/L.12/Rev.1, se lee en su parte resolutiva final, que la Asamblea General de Naciones Unidas:

«18. Decide, de conformidad con el artículo 96 de la Carta de las Naciones Unidas, solicitar a la Corte Internacional de Justicia, en virtud del Artículo 65 del Estatuto de la Corte, que emita una opinión consultiva sobre las siguientes cuestiones, teniendo en cuenta las normas y los principios del derecho internacional, lo cual incluye la Carta de las Naciones Unidas, el derecho internacional humanitario, el derecho internacional de los derechos humanos, las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad, la Asamblea General y el Consejo de Derechos Humanos, y la opinión consultiva de la Corte de fecha 9 de julio de 2004: 

a) ¿Cuáles son las consecuencias jurídicas que se derivan de que Israel continúe violando el derecho del pueblo palestino a la libre determinación, de sus prolongados actos de ocupación, asentamiento y anexión del territorio palestino ocupado desde 1967, incluidas las medidas destinadas a alterar la composición demográfica, el carácter y el estatuto de la Ciudad Santa de Jerusalén, y de la aprobación por Israel de legislación y medidas discriminatorias conexas? 

b) ¿Cómo afectan las políticas y prácticas de Israel que se mencionan en el párrafo 18 a) al estatuto jurídico de la ocupación y qué consecuencias jurídicas se derivan de ese estatuto para todos los Estados y para las Naciones Unidas?«

Se trata de una nueva solicitud de opinión consultiva que hace la Asamblea General de Naciones Unidas, después de otra hecha en diciembre del 2003. Esta última dio lugar a la opinión de julio del 2004 de la CIJ sobre las consecuencias legales de la construcción de un muro por parte de Israel en el territorio palestino ocupado. La pregunta que había sido formulada al juez internacional en el 2003 era la siguiente:

«¿Cuáles son las consecuencias jurídicas que se derivan de la construcción del muro que levanta Israel, la Potencia ocupante, en el territorio palestino ocupado, incluida Jerusalén oriental y sus alrededores, según se describe en el informe del Secretario General, teniendo en cuenta las normas y principios de derecho internacional, incluido el Cuarto Convenio de Ginebra de 1949 y las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad y de la Asamblea General?«

En el texto de la opinión consultiva dada a conocer siete meses después, y cuya lectura integral se recomienda, se notará que la parte resolutiva – párrafo 163, 2) – se tomó con 14 votos  a favor y tan solo uno en contra, el juez norteamericano Thomas Buergenthal (Nota 3). En este otro enlace de la misma CIJ, se puede leer también el texto en español de esta importante opinión consultiva del 2004.

Justicia internacional y Estados en breve

Como bien se sabe, ante la CIJ de La Haya, las opiniones consultivas solamente pueden ser solicitadas por órganos adscritos a Naciones Unidas (véase artículo 96 de la Carta de Naciones Unidas) y no por los Estados. Estos últimos, en cambio, tienen la exclusividad del ius standi para activar el procedimiento contencioso ante el juez internacional de La Haya.

¿Por qué no presentar una demanda en materia contenciosa ante el juez internacional contra Israel por parte de Estados interesados en que Israel acate lo que dispone la normativa internacional? Simplemente porque jurídicamente, no hay manera de hacerlo: como se recordará, la justicia internacional se basa en el consentimiento previo de cada Estado. En el caso de Israel, sus autoridades mantienen sus distancias con la justicia internacional de La Haya, al no haber reconocido nunca la jurisdicción obligatoria de la CIJ mediante la declaración prevista en el Artículo 36, párrafo 2 del Estatuto (véase listado oficial de Estados que sí han hecho esta declaración). A su vez, la diplomacia de Israel ha evitado suscribir tratados (sean estos bilaterales, regionales o multilaterales), en los que una cláusula dispositiva permita recurrir a la CIJ como mecanismo de solución de controversias entre los Estados Parte.

Cabe señalar que desde el 2018, el Estado de Palestina ha entablado una demanda contenciosa contra Estados Unidos ante la CIJ, debido al traslado de la embajada norteamericana de Tel Aviv a Jerusalén (véase texto de la demanda y enlace oficial).  Resulta de interés señalar que la última ordenanza de la CIJ sobre este caso (véase ordenanza ) data del 15 de noviembre del 2018, fijando plazos de entrega de escritos a ambos Estados: 15 de mayo del 2019 para Palestina, 15 de noviembre del 2019 para Estados Unidos. En esta misma ordenanza, se lee que Estados Unidos optó por no participar a una reunión convocada por el Presidente de la CIJ con ambos Estados programada para el 5 de noviembre del 2018. No se tiene mayor información adicional sobre este caso desde entonces, lo cual plantea algunas interrogantes.

A modo de conclusión

Más allá de la falta de información de la CIJ sobre el caso Palestina contra Estados Unidos desde hace ya más de tres años, y que debería de interpelar a algunos observadores y analistas, esta resolución votada el pasado 11 de noviembre plantea para el juez internacional un nuevo desafío.

Nuevamente Palestina y sus aliados tocan la puerta de la justicia internacional de La Haya, ante las violaciones de la normativa internacional a las que proceden las autoridades israelíes desde muchos años de manera reiterada. A ese respecto, se recomienda la lectura de los considerandos de la precitada resolución A/C.4/77/L.12/Rev.1, en los que se enumera la cantidad de informes de Naciones Unidas y de resoluciones adoptados en años anteriores, y que Israel ignora en su accionar o busca desacreditar, a su manera.

El procedimiento en materia consultiva prevé la posibilidad para Estados y organizaciones de presentar su opinión a la CIJ (véase listado de opiniones recibidas en el 2004 por la CIJ), por lo que este nuevo ejercicio permitirá conocer el alcance que algunos Estados le reconocen a las normas internacionales cuya violación es denunciada en el caso de Ucrania (y debiera serlo de igual manera en el caso de Palestina). Revisando quienes votaron a favor y en contra de esta solicitud, y quienes se abstuvieron, es muy probable que los departamentos legales de algunos aparatos diplomáticos busquen desde ya cómo explicar que estas reglas aplican en un caso pero no necesariamente en otro: la consistencia y la coherencia serán sin lugar a dudas un notable desafío para quienes intenten segundar la posición de Israel ante el juez internacional de La Haya.

Con relación a otra jurisdicción internacional también situada en la capital holandesa, la Corte Penal Internacional (CPI), la cual juzga desde el punto de vista penal a individuos (y no a Estados), y que también ha sido solicitada en este 2022 por Ucrania (véase enlace), tuvimos la oportunidad de analizar los alcances de una decisión de la Sala en lo Preliminar de la CPI del 5 de febrero del 2021. En esta decisión, se declaró que la CPI es competente para examinar una petición hecha por Palestina contra mandos militares y políticos israelíes: véase nuestra nota titulada «Corte Penal Internacional (CPI) / Palestina: ¿el fin de la impunidad para los autores de crímenes de guerra cometidos en Palestina?«. En este texto, en el que también referíamos a varios Estados que se sintieron obligados a justificar la posición defendida por Israel ante los jueces de la CPI (sin mayor éxito), concluíamos que:

«…con esta decisión, la justicia penal internacional ve despejado el camino para examinar todo lo observado, documentado y denunciado en el territorio palestino –  y ello desde el mes de junio del 2014 -, que tiene enlutadas a tantas familias palestinas, esperando desde entonces por justicia y clamando por ella«.

La resolución adoptada el pasado 11 de noviembre del 2022 en la sede de Naciones Unidas de Nueva York constituye el primer peldaño de un procedimiento que permitirá, sin lugar a dudas, acercar un poco más la justicia internacional al drama humano que se vive desde muchos años en el territorio palestino ocupado, en abierta y flagrante violación a las reglas del ordenamiento jurídico internacional.

Material: texto de la resolución adoptada A/C.4/77/L.12/Rev.1 por la Asamblea General de Naciones Unidas el 11 de noviembre del 2022 disponible en los diversos idiomas oficiales aquí.

Notas

Nota 1: Sobre el caso de Ucrania y Rusia, remitimos a nuestro breve análisis sobre la no comparecencia de Rusia ante el juez de La Haya: BOEGLIN N., «La fuerza del derecho ante el derecho a la fuerza. A propósito de la no comparecencia de Rusia ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ)»,  Portal de la Universidad de Costa Rica (UCR), Sección Voz Experta, edición del 23 de marzo del 2022. Texto disponible aquí.

Nota 2: La resolución A/Res/76/82 de diciembre del 2021 titulada «Israeli practices and settlement activities affecting the rights of the Palestinian People and other Arabs of the occupied territories» puede leerse en este enlace y su contenido puede compararse con la resolución del 2022  A/C.4/77/L.12/Rev.1/. El detalle del voto de la resolución del 2021 (147 votos a favor, 17 en contra y 20 abstenciones) está disponible aquí. En el 2021, votaron a favor en América Latina los siguientes Estados: Argentina, Bolivia, Chile, Costa Rica, Cuba, El Salvador, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Venezuela. Se abstuvieron Brasil, Colombia, Ecuador, Guatemala, Haití y Honduras. Una comparación similar puede hacerse con relación a la resolución del 2021 numerada A/Res/76/89 y titulada «Palestine refugees’ properties and their revenues» adoptada con 159 votos a favor, 5 en contra y 8 abstenciones (véase detalle del voto) y la resolución votada en el 2022. Así como la resolución del 2021 numerada A/Res/76/150 (véase texto) titulada «The right of the Palestinian people to self-determination» adoptada con el siguiente voto: 168 votos a favor, 5 en contra y 10 abstenciones: ver detalle del voto registrado disponible aquí.

Nota 3: Sobre esta opinión consultiva de la CIJ del 2004 analizada desde la perspectiva jurídica internacional, véase en particular ABI-SAAB R. «Conséquences juridiques de l’édification d’un mur dans le territoire palestinien occupé» quelques réflexions préliminaires sur l’avis consultatif de la Cour internationale de Justice«, Revue Internationale de la Croix Rouge (RICR), 2004, pp. 633-657. Texto completo disponible aquí; así como  BADIA MARTÍ A., «La opinión consultiva de la Corte Internacional de Justicia sobre las consecuencias jurídicas de la construcción de un muro en ele territorio palestino ocupado del 9 de julio del 2004«, Revista Electrónica de Estudios Internacionales (www.reei.org). Disponible en la red; y también RIVIER R., «Conséquences juridiques de l´édification d´un mur dans le territoire palestinien occupé. Cour Internationale de Justice. Avis du 9 juillet 2004«, Annuaire Français de Droit International (AFDI) 2004, pp. 292-336. Texto completo disponible aquí.

Nicolas Boeglin, Profesor de Derecho Internacional Público, Facultad de Derecho, Universidad de Costa Rica (UCR)

Blog del autor: https://derechointernacionalcr.blogspot.com/

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Fuente de la Información: https://rebelion.org/asamblea-general-de-naciones-unidas-pide-a-la-justicia-internacional-pronunciarse-sobre-ocupacion-de-territorios-palestinos-por-parte-de-israel/

 

 

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Neutralidad falsa, cómo el lenguaje de los medios occidentales tergiversa a los palestinos y protege a Israel

Por: RAMZY BAROUD

Si bien los principales medios de comunicación y corporativos estadounidenses y occidentales siguen estando sesgados a favor de Israel, a menudo se comportan como si fueran una tercera parte neutral. Este simplemente no es el caso.


Tomemos como ejemplo la cobertura del New York Times de la última guerra israelí en Gaza. Su artículo del 6 de agosto, “Israel-Gaza Fighting Flares for a Second Day” es el típico reportaje occidental convencional sobre Israel y Palestina, pero con un sabor distintivo del New York Times.

Para el lector desinformado, el artículo logra encontrar un lenguaje equilibrado entre dos lados iguales. Esta equivalencia moral engañosa es uno de los puntos ciegos intelectuales más grandes para los periodistas occidentales. Si no defienden exteriormente el discurso de Israel sobre «seguridad» y «derecho a defenderse», crean falsos paralelismos entre palestinos e israelíes, como si un ocupante militar y una nación ocupada tuvieran derechos y responsabilidades comparables.

Obviamente, esta lógica no se aplica a la guerra entre Rusia y Ucrania. Para el NYT y todos los principales medios de comunicación occidentales, no hay duda de quiénes son los buenos y los malos en esa sangrienta lucha.

Los ‘militantes palestinos’ y los ‘terroristas’ siempre han sido los malos de Occidente. Según la lógica de su cobertura mediática, Israel no lanza guerras no provocadas contra los palestinos, y no es un ocupante militar impenitente ni un régimen de apartheid racista. Este lenguaje sólo puede ser utilizado por medios marginales ‘radicales’ e ‘izquierdistas’, nunca por la corriente principal.

La breve introducción del artículo del NYT hablaba sobre el aumento del número de muertos, pero inicialmente no mencionaba que los 20 palestinos asesinados incluían niños, enfatizando, en cambio, que los ataques israelíes habían matado a un ‘líder militante’.

Cuando se revelan los seis niños asesinados por Israel en el segundo párrafo, el artículo inmediatamente, y sin comenzar una nueva oración, aclara que “Israel dijo que algunas muertes de civiles fueron el resultado de que los militantes escondieran armas en áreas residenciales”, y que otros fueron asesinados por cohetes palestinos «fallidos».

El 16 de agosto, el ejército israelí finalmente admitió que estaba detrás de los ataques que mataron a los 5 jóvenes palestinos de Jabaliya. Si el NYT informó sobre eso o no, importa poco. El daño ya está hecho, y ese fue el plan de Israel desde el principio.

El título de la historia de la BBC del 16 de agosto, ‘Los niños de Gaza están acostumbrados a la muerte y los bombardeos’, no nombra inmediatamente a los responsables de la ‘muerte y los bombardeos’. Incluso los portavoces militares israelíes, como descubriremos más adelante, estarían de acuerdo con tal declaración, aunque siempre culparán directamente a los ‘terroristas palestinos’.

Cuando la historia finalmente revela que una niña, Layan, fue asesinada en un ataque israelí, el lenguaje fue elaborado cuidadosamente para disminuir la culpa de sus asesinos israelíes. La niña, nos dicen, se dirigía a la playa con su familia, cuando su tuk-tuk “pasó por un campamento militar dirigido por el grupo militante Jihad Islámica Palestina”, que, “en el momento exacto, (…) fue blanco del fuego israelí”. La autora no dice nada de cómo llegó a la conclusión de que la familia no era el objetivo.

De la historia se puede deducir fácilmente que la intención de Israel no era matar a Layan y, lógicamente, a ninguno de los otros 17 niños asesinados durante la guerra de tres días en Gaza. Además, Israel, según la BBC, ha intentado salvar a la niña; lamentablemente, “una semana de tratamiento en un hospital israelí no pudo salvarle la vida”.

Aunque los políticos israelíes han hablado descaradamente de matar niños palestinos y, en el caso de la exministra de Justicia israelí Ayelet Shaked, “las madres palestinas que dan a luz a ‘pequeñas serpientes’”, el informe de la BBC y otros informes sobre la última guerra, han dejado de mencionar esto. En cambio, citó al primer ministro israelí, Yair Lapid, quien supuestamente dijo que “la muerte de civiles inocentes, especialmente niños, es desgarradora”. Por cierto, Lapid ordenó la última guerra en Gaza, que mató a un total de 49 palestinos.

Incluso una historia de interés humano sobre un niño palestino asesinado de alguna manera evitó el lenguaje que podría culpar a Israel por el espantoso asesinato de una niña. Además, la BBC también se esforzó por presentar a Israel bajo una luz positiva, recurriendo a citar la declaración del ejército de ocupación de que estaba “devastado por la muerte (de Layan) y la de cualquier civil”.

El NYT y la BBC han sido seleccionados aquí no porque sean los peores ejemplos del sesgo de los medios occidentales, sino porque a menudo se los cita como medios ‘liberales’, si no ‘progresistas’. Su información, sin embargo, representa una crisis en curso en el periodismo occidental, especialmente en relación con Palestina.

Se han escrito libros sobre este tema, se formaron organizaciones de la sociedad civil para responsabilizar a los medios occidentales y se organizaron numerosas reuniones del consejo editorial para presionar a los editores occidentales, sin éxito.

Desesperados por las narrativas inmutables a favor de Israel en los medios occidentales, algunos defensores de los derechos humanos a favor de Palestina a menudo argumentan que hay mayores márgenes dentro de los propios medios de comunicación principales de Israel que en los EE. UU., por ejemplo. Esto también es inexacto .

El nombre inapropiado de los medios israelíes supuestamente más equilibrados es un resultado directo de la incapacidad de influir en la cobertura de los medios occidentales sobre Palestina e Israel. La noción errónea a menudo se ve favorecida por el hecho de que un periódico israelí, como Haaretz, otorga espacios marginales a las voces críticas, como las de los periodistas israelíes Gideon Levy y Amira Hass.

Sin embargo, la propaganda israelí, una de las más poderosas y sofisticadas del mundo, difícilmente puede equilibrarse con columnas ocasionales escritas por algunos periodistas disidentes.

Además, a menudo se cita a Haaretz como un ejemplo de periodismo relativamente justo, simplemente porque las alternativas (el Times of Israel, el Jerusalem Post y otros medios israelíes de derecha) son ejemplares en su insensibilidad , lenguaje sesgado y tergiversación de los hechos.

Los prejuicios proisraelíes en los medios occidentales a menudo se extienden a los medios simpatizantes de Palestina en todo el Medio Oriente y el resto del mundo, especialmente aquellos que informan sobre las noticias en inglés y francés.

Dado que muchos periódicos y plataformas en línea utilizan agencias de noticias occidentales, a menudo, sin darse cuenta, adoptan el mismo lenguaje utilizado en las fuentes de noticias occidentales, describiendo así a los resistentes o combatientes palestinos como ‘militantes’, al ejército de ocupación israelí como «Fuerzas de Defensa de Israel» y a los guerra israelí en Gaza como ‘estallidos’ de violencia.

En su totalidad, este lenguaje malinterpreta la lucha palestina por la libertad como actos aleatorios de violencia dentro de un ‘conflicto’ prolongado donde civiles inocentes, como Layan, quedan ‘atrapados en el fuego cruzado’.

Las mortíferas guerras israelíes en Gaza son posibles, no solo por las armas occidentales y el apoyo político, sino por un flujo interminable de desinformación y tergiversación de los medios. Aunque Israel ha matado a miles de civiles palestinos en los últimos años, los medios occidentales siguen tan comprometidos con la defensa de Israel como si nada hubiera cambiado.

Ramzy Baroud es periodista y editor de The Palestine Chronicle. Es autor de seis libros. Su último libro, coeditado con Ilan Pappé, es “Nuestra visión para la liberación: los líderes e intelectuales palestinos comprometidos hablan”. El Dr. Baroud es investigador sénior no residente en el Centro para el Islam y Asuntos Globales (CIGA). Su sitio web es www.ramzybaroud.net

Foto de portada: Una vigilia cerca de las tumbas de los niños palestinos que murieron en la última guerra israelí en Gaza. (Foto: Mahmoud Ajjour, The Palestine Chronicle)

Tomado de Nueva Revolución

Fuente: The Palestine Chronicle

Fuente Original: https://www.investigaction.net

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La salud mental en Palestina, una cuestión política

Por: Carmen Diez Salvatierra

Corría el año 2017, yo apenas llevaba un año viviendo en Francia, lo suficiente como para darme cuenta de que Palestina era un tema tabú. En un pequeño cine del barrio latino proyectaban un documental, Tras los frentes: resistencias y resiliencias en Palestina, que había visto anunciado en un cartel de una calle del barrio de Belleville.

Después de dos horas de documental, se abrió frente a mí una realidad hasta entonces desconocida: cómo la ocupación y el apartheid israelí estaban afectando a la salud mental de las y los palestinos. Hasta hace nada, poco se hablaba de salud mental. Menos aún de las consecuencias que tiene este violento sistema capitalista, patriarcal y colonial en ella, en nuestras relaciones afectivas, en nuestro esquema relacional con el mundo. Y ahí estaba Samah Jabr, poniendo el dedo en la llaga, desde su propio contexto, pero abriéndonos las puertas a una situación que en realidad es universal: la de cómo el sistema de opresiones se enzarza en dificultarnos el bienestar.

La verdadera solución para la salud mental en Palestina está en manos de los políticos, no de los psiquiatras. Porque vivimos nuestras vidas, a pesar de nosotras, bajo ocupación militar, tenemos que combatir a nuestro opresor, luchar cada día por liberar nuestra mente, nuestro cuerpo y nuestra tierra.

Al salir de la proyección, vi que se había editado una recopilación de artículos de Samah en francés. No necesité reflexionarlo mucho antes de proponer al comité de la editorial Hojas Monfíes la traducción y publicación al castellano. Y, gracias al paro técnico del covid, que me libró de la insoportable carga del trabajo, pude traducir y coordinar la aparición de este libro que hoy ha podido ver la luz: Tras los frentes, crónicas de una psiquiatra y psicoterapeuta palestina bajo ocupación.

Un abanico andaluz con el estampado de una kufiya palestina. Fatima Azahara
Abanico andaluz con estampado de kufiya palestina. @ftmzzhr1492 (©)

Pero, ¿quién es Samah Jabr? Es una psiquiatra, psicoterapeuta y escritora palestina, que ha recibido varios premios internacionales y hoy es la jefa de la Unidad de Servicios de Salud Mental de Cisjordania. Gran parte de su trabajo se centra en sensibilizar a la opinión pública, tanto a nivel local como internacional, sobre la importancia de la salud mental y el impacto de la ocupación en la integridad mental de los ocupados. El poco tiempo libre que le queda lo dedica a escribir artículos, dar conferencias y participar en emisoras de radio y televisión locales e internacionales.

Tenemos fe en nuestra capacidad colectiva para embellecer la ladera desnuda de la montaña e inspirar una primavera revolucionaria entre los oprimidos de la tierra.

Samah aprendió inglés de forma autodidacta y empezó a publicar sus crónicas a principios de los 2000 en medios como The Middle East Monitor o The Washington Report on Middle East Affairs. Su testimonio, tierno e incisivo a la vez, propone una mirada crítica de la ocupación ahondando en el trauma colectivo, la colonización cultural y psicológica y las estrategias israelíes de deshumanización progresiva del pueblo palestino. Humillación, aislamiento, control y sospecha, torturas, checkpoints, precariedad, marginación… Todos los males posibles se dan en Palestina. Como ella afirma en una de sus crónicas, “Un trauma individual puede dañar el espíritu, un trauma colectivo puede dañar el conjunto de la sociedad”. Ese trauma no dejará de existir mientras Palestina no sea libre.

Esperar que los palestinos no tengan odio o sentimientos negativos hacia Israel es como esperar que una mujer violada empatice con su violador. El activismo contra la opresión es el remedio para nuestro trauma político.

Samah denuncia en estas crónicas las múltiples violencias sistemáticas a las que está expuesto el pueblo palestino, lo que provoca un problema de salud mental generalizado. Para ella, la tierra palestina no podrá liberarse si no se liberan las mentes de su pueblo, si no se pone la vida en el centro. Hacer de la vida un acto de resistencia, hacer de la ternura un lugar de enunciación que nos libere: es lo que nos enseña este libro que, partiendo de un contexto particular, nos regala una mirada universal.

Hoy, cuando nos siguen llegando noticias tan aberrantes como la de Ahmad Manasra, preso desde los 12 años de edad, me digo que ni el dolor ni la rabia bastan. Como diría Samah, “nuestra acción de curación y recuperación es inseparable de nuestra lucha por la liberación. La vida bajo la opresión y la sumisión a la injusticia es incompatible con la salud psicológica”.

El libro de Samah Jabr puede adquirirse aquí.

Una entrevista que me hicieron las amigas de Mujeres por carta Francia, donde hablo de Samah y de su libro:

Fuente de la información e imagen:  El Salto

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41 palestinos, incluyendo 15 niños, muertos por los bombardeos israelíes en Gaza

AL MANAR • INTERNACIONAL

Al menos cinco personas, la mayoría niños, fueron martirizados y 10 resultaron heridos como resultado de un ataque aéreo israelí contra el campamento de Jabaliya, aumentando a 41 el número de mártires desde el comienzo de la agresión israelí, incluidos quince niños y cuatro mujeres, y elevando el número de heridos a 311.

El sábado por la noche, equipos de la Defensa Civil Palestina lograron recuperar los cuerpos de una mujer y su hijo del interior de una casa que fue bombardeada por aviones de combate de ocupación israelíes en el campamento Al-Shaut en Rafah, al sur de la Franja de Gaza.

Al amanecer, la Defensa Civil de Gaza anunció que otro mártir no identificado había sido sacado de debajo de los escombros en el oeste de Rafah.

El Ministerio del Interior palestino confirmó que los equipos de Defensa Civil recuperaron los cuerpos de ocho mártires, incluido un niño de 14 años y tres mujeres.

Entre los mártires se encontraba un miembro del Consejo Militar del Yihad Islámico y comandante de la región sur, Jaled Mansur.

El movimiento Yihad Islámico anunció el martirio de Ziad Al-Mudallal, hijo del comandante Ahmad Al-Mudallal, después de que aviones de combate israelíes atacaran una casa de tres pisos, lo que provocó la muerte de dos civiles, incluido Al-Mudallal, mientras que unos 40 civiles resultaron heridos.

La sala conjunta de las facciones de la Resistencia palestina prometió que la respuesta de la Resistencia estaba en marcha.

Esto ocurre cuando la Resistencia palestina intensificó el lanzamiento de cohetes hacia los asentamientos israelíes, incluyendo la ciudad de Tel Aviv.

El viernes, la ocupación israelí inició una agresión contra la Franja de Gaza, teniendo como objetivo al comandante de las Brigadas Al-Quds, Taisir Al-Yaabari, un comandante militar en la Franja.

En respuesta, las Brigadas Al-Quds lanzaron una operación en respuesta a la agresión de la ocupación israelí en Gaza lanzando salvas de cohetes hacia los territorios palestinos ocupados.

Fuente de la información e imagen:  https://www.tercerainformacion.es

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Unicef condena muerte de menores palestinos por represión israelí

La represión del régimen sionista ha cobrado la vida de 20 menores de edad en la Cisjordania ocupada en este 2022

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) condenó este miércoles la muerte de niños palestinos como consecuencia de la represión israelí en los territorios ocupados.

Los últimos menores víctimas de los ataques de uniformados sionistas se reportaron en los territorios de Nablús y Hebrón, con los que suman 20 los ultimados en Cisjordania en lo que va de este año 2022.

En tal sentido, la oficina de Unicef para Palestina expresó en la plataforma Twitter que todo niño tiene derecho a la vida y a no estar expuesto a violencia ni represión.

A lo que añadieron que muchos pequeños han sido testigos de este conflicto por mucho tiempo, “no han conocido más que guerras, conflictos y violencia. La mayoría vive con el impacto psicológico a largo plazo en su salud mental”, señaló el organismo en su página oficial.

A propósito, hicieron un llamado a las partes implicadas para hacer todo lo posible para evitar más violencia. “Otro conflicto sólo traerá más sufrimiento y más pena. Es necesario encontrar una solución duradera a este conflicto», remarcaron.

En tal sentido, la representante de Unicef para Palestina, Lynn Hastings, desarrolló una visita a la Franja de Gaza para atestiguar y evaluar los recientes impactos en niños y sus familias tras la ofensiva desplegada con misiles por Israel sobre ese territorio.

Mientras, el ministro palestino de Desarrollo Social, Ahmed Majdalani, denunció que las violaciones practicadas de manera sistemática por Israel, además de dejar secuelas indiscutibles en los menores, los privan de vivir seguros y con acceso a sus derechos básicos.

Según el Ministerio de Salud palestino, los uniformados sionistas asesinaron a 355 palestinos e hirieron a otros 16.500 en 2021, incluidos 87 menores, 60 mujeres y 18 ancianos.

Fuente de la información e imagen: https://www.telesurtv.net

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Palestina: Sobre Kanafani y la necesidad de redefinir el papel de «víctima intelectual»

Sobre Kanafani y la necesidad de redefinir el papel de «víctima intelectual»

Ramzy Baroud

Fuentes: Monitor de Oriente [Foto: El escritor palestino Ghassan Kanafani]
Dedicado a la memoria de Ghassan Kanafani, emblemático líder palestino e intelectual comprometido que fue asesinado por el Mossad israelí el 8 de julio de 1972

Años antes de que Estados Unidos invadiera Irak en 2003, los medios de comunicación estadounidenses presentaron a muchos personajes nuevos, promoviéndolos como «expertos» que ayudaron a reforzar la propaganda estadounidense, lo que en última instancia permitió al gobierno de Estados Unidos asegurarse un apoyo popular suficiente para la guerra.

Aunque el entusiasmo por la guerra empezó a decaer en los últimos años, la invasión de Irak se inició con un mandato popular relativamente fuerte que permitió al presidente estadounidense George W. Bush atribuirse el papel de liberador de Irak, de luchador contra el «terrorismo» y de defensor de los intereses globales de Estados Unidos. Según una encuesta de CNN/USA Today/Gallup realizada el 24 de marzo de 2003 -pocos días después de la invasión- el setenta y dos por ciento de los estadounidenses estaba a favor de la guerra.

Sólo ahora estamos empezando a apreciar plenamente el enorme edificio de mentiras, engaños y falsificaciones que se utilizó para dar forma a la narrativa de la guerra, y el siniestro papel desempeñado por los principales medios de comunicación en la demonización de Iraq y la deshumanización de su pueblo. Los futuros historiadores continuarán con la tarea de desentrañar la conspiración de la guerra durante años.

Por consiguiente, también es importante reconocer el papel desempeñado por los propios «informantes nativos» de Iraq, como los describiría el difunto profesor Edward Said. El «informante nativo (es un) servidor voluntario del imperialismo», según el influyente intelectual palestino.

Gracias a las diversas invasiones e intervenciones militares estadounidenses, estos «informantes» han crecido en número y utilidad hasta el punto de que, en diversos círculos intelectuales y mediáticos occidentales, definen lo que se considera erróneamente como «hechos» relativos a la mayoría de los países árabes y musulmanes. Desde Afganistán hasta Irán, pasando por Siria, Palestina, Libia y, por supuesto, Irak, entre otros, estos «expertos» repiten constantemente como loros mensajes que se adaptan a las agendas occidentales de Estados Unidos.

Estos «expertos» se presentan a menudo como disidentes políticos. Los gobiernos occidentales los reclutan -ya sea oficialmente a través de grupos de reflexión financiados por el gobierno o de otro modo- para que ofrezcan una descripción conveniente de las «realidades» de Oriente Medio -y de otros lugares- como justificación racional, política o moral para la guerra y otras formas de intervención.

Aunque este fenómeno está siendo ampliamente comprendido -especialmente cuando sus peligrosas consecuencias se hicieron demasiado evidentes en los casos de Irak y Afganistán-, hay otro fenómeno que rara vez recibe la atención necesaria. En el segundo escenario, el «intelectual» no es necesariamente un «informante», sino una víctima, cuyo mensaje está totalmente moldeado por su sentido de autocompasión y victimismo. En el proceso de comunicar ese victimismo colectivo, este intelectual perjudica a su pueblo al presentarlo como desventurado y sin ninguna capacidad de acción humana.

Palestina es un ejemplo de ello.

El «intelectual víctima» de Palestina no es un intelectual en ninguna definición clásica. Said se refiere al intelectual como «un individuo dotado de una facultad para representar, encarnar, articular un mensaje, un punto de vista, una actitud, una filosofía o una opinión». Gramsci sostenía que los intelectuales son «(aquellos) que sostienen, modifican y alteran los modos de pensamiento y comportamiento de las masas». Se refería a ellos como «proveedores de conciencia». El «intelectual víctima» no es ninguno de ellos.

En el caso de Palestina, este fenómeno no fue accidental. Debido a los limitados espacios de que disponen los pensadores palestinos para hablar abierta y verdaderamente sobre los crímenes israelíes y sobre la resistencia palestina a la ocupación militar y al apartheid, algunos han optado estratégicamente por utilizar cualquier margen disponible para comunicar cualquier tipo de mensaje que pudiera ser nominalmente aceptado por los medios de comunicación y las audiencias occidentales.

En otras palabras, para que los intelectuales palestinos puedan operar dentro de los márgenes de la sociedad occidental dominante, o incluso dentro del espacio asignado por ciertos grupos pro-palestinos, sólo se les puede «permitir narrar» como «proveedores» de victimismo. Nada más.

Quienes estén familiarizados con el discurso intelectual palestino, en general, especialmente tras la primera gran guerra israelí contra Gaza en 2008-9, habrán notado cómo las narrativas palestinas aceptadas en relación con la guerra rara vez se desvían del discurso victimista palestino descontextualizado y despolitizado. Si bien es fundamental comprender la depravación de Israel y la horrenda naturaleza de sus crímenes de guerra, a las voces palestinas que tienen un escenario para abordar estos crímenes se les niega con frecuencia la oportunidad de presentar sus narrativas en forma de sólidos análisis políticos o geopolíticos, y mucho menos denunciar la ideología sionista de Israel o defender con orgullo la resistencia palestina.

Se ha escrito mucho sobre la hipocresía de Occidente a la hora de gestionar las consecuencias de la guerra entre Rusia y Ucrania, especialmente si se compara con la ocupación israelí de Palestina durante décadas o con las guerras genocidas israelíes en Gaza. Pero poco se ha dicho sobre la naturaleza de los mensajes ucranianos si se comparan con los de los palestinos: los primeros son exigentes y tienen derecho, mientras que los segundos son mayoritariamente pasivos y tímidos.

Mientras que los altos funcionarios ucranianos suelen tuitear declaraciones como que los funcionarios occidentales pueden «irse a la mierda», los funcionarios palestinos no dejan de suplicar y rogar. La ironía es que los funcionarios ucranianos atacan a las mismas naciones que les han suministrado miles de millones de dólares en «armas letales», mientras que los funcionarios palestinos se cuidan de no ofender a las mismas naciones que apoyan a Israel con las mismas armas que se utilizan para matar a los civiles palestinos.

Se puede argumentar que los palestinos están adaptando su lenguaje para acomodarse a cualquier espacio político y mediático que esté disponible para ellos. Sin embargo, esto no explica por qué muchos palestinos, incluso en entornos políticos y académicos «amistosos», sólo pueden ver a su pueblo como víctimas y nada más.

Este fenómeno no es nuevo. Se remonta a los primeros años de la guerra israelí contra el pueblo palestino. El intelectual palestino de izquierdas Ghassan Kanafani, como otros, era consciente de esta dicotomía.

Kanafani contribuyó a la concienciación intelectual de varias sociedades revolucionarias del Sur Global durante una época crítica para las luchas de liberación nacional en todo el mundo. Recibió a título póstumo el Premio Lotus de Literatura de la Conferencia de Escritores Afroasiáticos en 1975, tres años después de haber sido asesinado por Israel en Beirut, en julio de 1972.

Al igual que otros miembros de su generación, Kanafani se empeñó en presentar la victimización palestina como parte de la compleja realidad política de la ocupación militar israelí, el colonialismo occidental y el imperialismo dirigido por Estados Unidos. A menudo se cuenta una famosa historia sobre cómo conoció a su esposa, Anni, en el sur del Líbano. Cuando Anni, una periodista danesa, llegó a Líbano en 1961, le preguntó a Kanafani si podía visitar los campos de refugiados palestinos. «Mi gente no son animales en un zoológico», respondió Kanafani, y añadió: «Debes tener una buena información sobre ellos antes de ir a visitarlos». La misma lógica puede aplicarse a Gaza, a Sheikh Jarrah y a Jenin.

La lucha palestina no puede reducirse a una conversación sobre la pobreza o los horrores de la guerra, sino que debe ampliarse para incluir contextos políticos más amplios que condujeron a las tragedias actuales en primer lugar. El papel del intelectual palestino no puede limitarse a transmitir la victimización del pueblo de Palestina, dejando el papel mucho más consecuente -e intelectualmente exigente- de desentrañar los hechos históricos, políticos y geopolíticos a otros, algunos de los cuales suelen hablar en nombre de los palestinos.

Es bastante edificante y gratificante ver que por fin se incluyen más voces palestinas en el debate sobre Palestina. En algunos casos, los palestinos están incluso ocupando el centro de estas conversaciones. Sin embargo, para que la narrativa palestina sea realmente relevante, los palestinos deben asumir el papel del intelectual gramsciano, como «proveedores de conciencia» y abandonar por completo el papel de «intelectual víctima». De hecho, el pueblo palestino no es un «animal en un zoológico», sino una nación con agencia política, capaz de articular, resistir y, en última instancia, ganar su libertad, como parte de una lucha mucho mayor por la justicia y la liberación en todo el mundo.

Las opiniones expresadas en este artículo pertenecen al autor y no reflejan necesariamente la política editorial de Monitor de Oriente.

Fuente: https://www.monitordeoriente.com/20220629-los-palestinos-no-son-animales-en-un-zoologico-sobre-kanafani-y-la-necesidad-de-redefinir-el-papel-de-victima-intelectual/

Fuente de la Información: https://rebelion.org/sobre-kanafani-y-la-necesidad-de-redefinir-el-papel-de-victima-intelectual/

 

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Palestina: Israel busca acabar con la autonomía de las universidades palestinas

Israel busca acabar con la autonomía de las universidades palestinas

srael está tratando de restringir el derecho de los palestinos a la educación y socavar la libertad académica y la autonomía de las universidades palestinas, dice un informe.

Funcionarios de la Universidad de Birzeit (BZU), ubicada en la Cisjordania ocupada, dijeron que la universidad rechazó el intento más reciente del régimen de Tel Aviv de limitar el derecho fundamental de los palestinos a la educación, informó el domingo la agencia oficial de noticias Wafa.

Según una orden militar israelí titulada “Procedimiento para la entrada y residencia de extranjeros en la región de Judea y Samaria”, que entrará en vigor en mayo, se otorgarán inmensos poderes al ejército israelí para aislar las universidades palestinas del mundo exterior y determinar el curso futuro de la educación superior palestina.

“La nueva directiva otorga al ejército israelí el derecho absoluto de seleccionar qué profesores, investigadores académicos y estudiantes internacionales pueden estar presentes en las universidades palestinas, así como imponer sus propios criterios arbitrarios sobre qué campos de estudio están permitidos y qué cualificaciones son aceptables”, dijo el BZU en un comunicado publicado por Wafa.

La universidad pública dijo que la nueva directiva requiere que cada solicitante “se someta a un interrogatorio en una misión diplomática israelí en el país de origen, mientras impone fuertes tasas monetarias a los seleccionados para ingresar. Además, la directiva establece un límite bajo en el número de profesores y estudiantes extranjeros (100 y 150 por año, respectivamente) y limita la duración del empleo a cinco años no consecutivos, negando así la contratación sostenible y la promoción de profesores”.

“En consecuencia, algunos profesores y estudiantes actuales que no tienen permisos de residencia pueden verse obligados a irse y los programas académicos se enfrentan a la incapacidad de reclutar nuevos empleados y realizar investigaciones e intercambios académicos en colaboración con otras universidades. En pocas palabras, la directiva pone a las universidades palestinas bajo asedio y las despoja del control básico sobre sus decisiones académicas”.

La declaración denunció la orden como un “ataque” lanzado por el régimen contra el derecho de los palestinos a la educación y la libertad académica.

“Los estudiantes, profesores y empleados de la Universidad de Birzeit han sufrido durante décadas bajo una incesante campaña militar israelí que incluye cierres forzosos, incursiones en los campus, intimidación y encarcelamientos. Tales acciones son inseparables del sistema racista, de apartheid y persecución, que niega al pueblo palestino sus derechos más fundamentales, incluida la libertad de expresión y la búsqueda del avance y el desarrollo científicos”.

El BZU instó a todas las organizaciones académicas y de derechos humanos a rechazar tales procedimientos, exigiendo que los gobiernos de todo el mundo responsabilicen a “Israel” por la clara violación del derecho internacional, incluida la Cuarta Convención de Ginebra (1949), el derecho a la educación consagrado en el artículo 26 de la Declaración Universal de Derechos Humanos (1948) y el Artículo 13 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (1966).

La universidad describió la situación actual como peligrosa para el futuro de la educación superior palestina y, al mismo tiempo, pidió la unidad para lograr “justicia, libertad e igualdad”.

“Apoya nuestros esfuerzos para defender el derecho del pueblo palestino a la educación, libre de coacción, intervención y persecución política. Trabaja con nosotros para romper el cerco que estas normas imponen a Birzeit y otras universidades palestinas. Acepta nuestra invitación a enseñar y aprender en Palestina. Ayúdanos a ejercer nuestro derecho básico a la educación y a preservar la autonomía institucional que hemos construido durante décadas a pesar de todos los obstáculos”, dijo la universidad en su comunicado.

Fundada en 1975, la BZU ofrece programas de pregrado y posgrado en tecnología de la información, ingeniería, ciencias, política social, artes, derecho, enfermería, farmacia, ciencias de la salud, economía y administración a través de sus nueve facultades. Se encuentra en Birzeit, cerca de Ramalá.

Source: WAFA

Fuente: https://spanish.almanar.com.lb/597500

Fuente de la Información: https://rebelion.org/israel-busca-acabar-con-la-autonomia-de-las-universidades-palestinas/

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