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IIPE-UNESCO Buenos Aires convoca: Curso Regional sobre Formulación y Planificación de Políticas Educativas 2016

Desde sus inicios el IIPE-UNESCO Buenos Aires organiza anualmente el Curso Regional sobre Formulación y Planificación de Políticas Educativas, al cual asisten funcionarios y profesionales de diferentes niveles de gobierno, provenientes de diversos países de América Latina y el Caribe y de países africanos de habla española y portuguesa.

 Hasta el año 2015 participaron en el curso más de 420 profesionales y funcionarios de Angola, Argentina, el Estado Plurinacional de Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Guinea-Bissau, Guinea Ecuatorial, Honduras, México, Nicaragua, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y la República Bolivariana de Venezuela. 

Destinatarios

• FUNCIONARIOS que realicen actividades de generación de información, análisis, formulación, planificación y evaluación de políticas y programas educativos.

• PROFESIONALES que desempeñen tareas en las áreas de investigación, estadística, planeamiento,  administración, recursos humanos, evaluación, currículum y desarrollo profesional docente.

• LÍDERES sociales, sindicales y políticos interesados en la temática educativa.

 

Estructura

Fase a distancia (6 de junio – 19 de agosto de 2016)

Esta fase se desarrolla en el lugar de residencia. Durante 11 semanas, los participantes cursan dos módulos de formación a través de la plataforma del IIPE Virtual.

 

Fase presencial (29 de agosto – 28 de octubre de 2016)

La fase presencial se desarrolla en la Sede del IIPE-UNESCO Buenos Aires y tiene una duración de dos meses. En la misma, se cursan tres módulos de formación, se realiza una visita de estudios de una semana de duración y se elabora y se discute un proyecto final que deberá ser aprobado.

Para interiorizarse más en el detalle del Curso Regional sobre Formulación y Planificación de políticas educativas 2016, siga los siguientes enlaces.

 

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Nicaragua, cooperación genuina, formación docente

NICARAGUA: Inauguran Centro Nacional de Formación de Docentes

NICARAGUA: Inauguran Centro Nacional de Formación de Docentes

Fuente: http://www.radiolaprimerisima.com/noticias/general/200727/inauguran-centro-nacional-de-formacion-de-docentes

Autoridades del MINED, CNU e INATEC inauguraron este martes el Centro Nacional de Formación de Docentes e Instructores de Educación Técnica.

Este centro de formación será un espacio donde se formen docentes particularmente de la educación técnica. A nivel nacional, se van a formar 1 mil 4 maestros y 2 mil 500 instructores en este 2016, dijo Salvador Vanegas, asesor presidencial para asuntos de educación.

«Para la educación técnica en Nicaragua, hoy es un día histórico, ya que por primera vez se funda la escuela de formación de instructores y de docentes de la educación técnica en nuestro país, lo cual nos va a permitir que los docentes del Tecnológico Nacional, puedan actualizarse en el uso de la informática, didáctica para la actualización técnica, además incrementar las capacidades y competencias para lograr calidad educativa docente», explicó el funcionario.

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UNAN-Managua, innovación, cooperación genuina

NICARAGUA: Estudiantes de la UNAN inventan artículos útiles

NICARAGUA: Estudiantes de la UNAN inventan artículos útiles

Por: Velia Agurcia Rivas

Fuente: http://www.elnuevodiario.com.ni/nacionales/388590-estudiantes-unan-inventan-articulos-utiles/

Innovación. La UNAN-Managua destina anualmente US$100,000 para desarrollar proyectos innovadores. Aunque modesta, la cifra ha permitido que los universitarios creen inventos.

Siendo estudiante de ingeniería industrial en la UNAN-Managua, Maykol Salazar creó un gel que se aplica a los cables de electricidad con el fin de protegerlos del calor y evitar que se quemen. Este es uno de los inventos que sobresale entre los emprendedores de esta alma máter.

Salazar confiesa que siendo un niño jugaba a meter en los tomacorrientes un tenedor con terminal de madera para ver cómo salían las chispas. Más de una década después esa fue la chispa de su primer invento.

“Nació como un gel a base de almidón que podía resistir transferencia de energía. Lo podías aplicar a un producto y no se quemaba”, explicó. Después de cuatro años de trabajo e investigación, descubrió que si en lugar del gel utilizaba una mezcla, la resistencia era cuatro veces mayor.

Según la Dirección General de Bomberos, en Nicaragua cada día se registran cuatro incendios. “La mayor parte originados por conexiones eléctricas, casi el 56% son por malas conexiones”, agregó Salazar, quien ahora se hace cargo de la primera oficina de Transferencia Tecnológica de la UNAN-Managua.

Pese a su éxito el joven ingeniero confiesa que a veces se siente frustrado.

“Yo quería hacer una empresa con eso, pero nunca pude conseguir el financiamiento. Necesitábamos 1,500 dólares para empezar, pero no se pudo. Entonces para que la investigación no se quedara engavetada, se la cedimos a la universidad”, lamentó.

FONDO

Desde 2010, la UNAN-Managua cuenta con un fondo para el desarrollo de investigaciones.

Léster Rocha, director de Investigación de Postgrado, relató que inicialmente el presupuesto era de 150,000 dólares, una cifra modesta “en relación con otros fondos, pero es uno de los primeros intentos que se hacen en las universidades públicas”.

Actualmente, el monto es de alrededor de 100,000 dólares y ha permitido mantener un total de 70 proyectos en todos los niveles. Uno de ellos es el de Josseling Lara, recién egresada de la carrera de fisioterapia y quien buscó la manera de dar más comodidad a los trabajadores de oficinas que pasan largas horas sentados en la misma posición.

“Vimos tanto uso de sillas de oficinas y la verdad es que son pocas las que cumplen con los requerimientos de la ergonomía”, reveló.

Así fue que pusieron manos a la obra para crear una silla que además de más cómoda y barata, afectará menos a la columna vertebral de quien la utilice.

“La altura se adapta mejor que las demás sillas, ya que algunas son muy bajas. Se hizo mucho más alta, pero igual se puede bajar y subir, y el respaldar es reclinable. También se hizo con relieve porque ayuda a los puntos de presión, por ejemplo, para las personas que tienen hemorroides, permite mayor ventilación y tiene el sistema de los colchones antiescaras para que no haya presión cuando uno está sentado”, detalló Lara, de 21 años de edad.

El proyecto nació en una clase, pero con el Departamento de Innovación, recién creado en la universidad, «hicimos una ponencia para ver si pasamos a emprender una microempresa universitaria. Todavía se está estudiando qué proyectos pueden avanzar a esa etapa”, agregó Lara.

La idea es ofrecer una silla personalizada al gusto de cada cliente. Originalmente, los materiales de la silla son de metal y no de plástico para hacerla más resistente, y está forrada con tela de mezclilla debido a que la hace más fresca.

MÁS PROMOCIÓN

De acuerdo con Guadalupe Martínez, secretaria del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conicyt), el financiamiento es uno de los principales obstáculos para la innovación.

En las diez ediciones que se ha realizado del Premio Nacional de Innovación se han presentado unos 300 proyectos, pero solo 40 están funcionando actualmente, otros 30 están en proceso de búsqueda de fondos y el resto ha ido quedando en el olvido.

“Nosotros por eso vinculamos investigación, innovación y emprendimiento. La idea puede ser muy buena, pero si no se avienta a desarrollarlo de nada nos sirve que sea la mejor”, cuestionó Guadalupe Martínez, quien considera que el país ha ido avanzando tanto en investigación científica aplicada como en innovación.

“Se está apostando mucho a la economía del conocimiento, con doctorados, maestrías, que el país se especialice en nuevos temas y que no haya tanta fuga de cerebros. Trabajamos de forma articulada, conocemos varios espacios y actores que están trabajando en la misma línea, para que no haya tantos esfuerzos dispersos”, concluyó.

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África: Educational Attainment Data Release 

The UNESCO Institute for Statistics (UIS) has released new national data on educational attainment and mean years of schooling for the population aged 25 years and older.

 

Attainment data are now available for 147 countries, 9 more than in the previous release. The data are available in the form of 2 indicators: the highest completed level of education and the minimum completed level of education.

 

The new educational attainment data follow the levels of education defined in the International Standard Classification of Education (ISCED) 2011. Compared to ISCED 1997, ISCED 2011 makes it possible to present more disaggregated data for persons who have completed tertiary education.

 

In addition, this is the first UIS release to present time series with attainment data. Data on the highest and minimum completed levels of education are available for the period of 1995 to 2015, allowing analysis of national trends in attainment over time.

 

The UIS is also releasing an expanded dataset with estimates of mean years of schooling. This indicator measures the average number of years of education completed by a country’s adult population (25 years and older), excluding years spent repeating grades. Mean years of schooling are available for 149 countries, covering the period 1970 to 2014.

 

To access the new data go to the UIS Data Centre and click on Education – Educational attainment. The tables with attainment data can also be accessed directly from the links below:

 

• Population by highest completed level of education
• Population by minimum completed level of education (cumulative)
• Mean years of schooling

– See more at: http://www.uis.unesco.org/Education/Pages/education-attainment-data-release-2016.aspx#sthash.rOfGIUeH.dpuf

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Guatemala: La Matías Delgado promueve Academias Experimentales

Están dirigidas a jóvenes estudiantes del sector público, entre séptimo y tercer año de bachillerato.

Guatemala/28 de marzo de 2016/Elsalvador.com

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Las ASEx (Academias Sabatinas Experimentales ASEx) son una iniciativa de innovación y experimentación de métodos, técnicas y recursos educativos para que estudiantes del sector público entre 7° y último año de bachillerato complementen su formación académica desarrollando competencias en el área de las comunicaciones y gestión empresarial que les permitan destacarse como protagonistas del desarrollo local en sus comunidades de origen.

Los estudiantes que egresan, conocen y dominan información y tecnología avanzada que potencian su capacidad analítica para insertarse con mayor ventaja en el medio académico.

Son capaces de crear sus propios emprendimientos y de aprovechar las oportunidades en el mercado laboral en diferentes sectores. Tienen la flexibilidad necesaria para adaptarse a un proceso de cambio a nivel local y nacional.

Los estudiantes logran sus competencias en un ambiente universitario que los obliga a estar en contacto con la realidad, estableciendo relaciones con sus pares y con profesionales destacados, adquiriendo conocimiento, identidad y arraigo con el país.

El proceso de formación estimula el sentido de orgullo de la nacionalidad salvadoreña, para forjar una juventud comprometida con valores para una convivencia pacífica y democrática, identificándose con el emprendimiento y la innovación para el desarrollo empresarial.

La UJMD ha diseñado un sistema de enseñanza-aprendizaje basado en 40 módulos de formación por competencias, con un promedio de duración de 40 horas cada uno. Son permanentemente evaluados y enriquecidos por profesionales identificados y comprometidos con la educación como medio para la transformación personal y nacional.

El pensum tiene cinco áreas de formación: tecnología, emprendimiento, comunicación, investigación y experimentación.

Impacto

El proyecto busca dar oportunidades a estudiantes del sector público a nivel nacional para desarrollarse con excelencia en un entorno inclusivo, equitativo, participativo e innovador. Mediante este proyecto la UJMD garantiza que su proyección social tiene un alcance e impacto a nivel nacional.

Los estudiantes que participan en la academia viven una experiencia educativa de estándares superiores a la media nacional que les motiva la búsqueda de oportunidades de estudios superiores, porque adquieren disciplina y prácticas que les permite responder fácilmente a las exigencias universitarias. Adicionalmente desarrollan competencias que les permite insertarse en el mercado laboral con mayores ventajas.

Los centros educativos de donde provienen los estudiantes se benefician con el liderazgo y la madurez que los estudiantes adquieren en las Academias, son proactivos, son propositivos, son innovadores y fomentan el  trabajo en equipo. Son capaces de transformar su entorno irradiando: entusiasmo, liderazgo, comunicación efectiva y emprendimiento.

Las comunidades, municipios y gobiernos locales aprovechan y apoyan el talento y las competencias de los estudiantes que están en las ASEx, dando oportunidades de participación en la elaboración de artículos para prensa, organización de  eventos, actos públicos, promoción de grupos juveniles y programas de recuperación ambiental entre otros.

Para la Universidad el desempeño de los estudiantes en las ASEx, ha motivado el compromiso de crear oportunidades de continuidad de estudios superiores para lo cual ha diseñado un sistema de becas que cubre matrícula, materiales y gastos personales. Además ha gestionado becas en otras instituciones de educación superior a nivel nacional e internacional.

Las ASEx reflejan la misión educativa de la UJMD de formar a través de la investigación, la docencia y la proyección social estudiantes con alta competencia, con espíritu de investigación e innovación, sólida moralidad, profunda sensibilidad humana y clara visión de futuro.

 Fuente: http://www.elsalvador.com/articulo/negocios/matias-delgado-promueve-academias-experimentales-105789
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La educación por «competencias» y el neoliberalismo

 La educación por “competencias” pretende presentarse como una pedagogía de “última generación” capaz de salvar al sistema capitalista de su crisis y a las nuevas generaciones del desempleo. Es el concepto mágico al que se apegan los ministerios de educación para justificar las reformas educativas ordenadas por el Banco Mundial, incluido no sólo el currículo académico, sino también las relaciones laborales con los docentes.

En Panamá, país donde los vuelos teóricos no alcanzan grandes alturas, la doctrina de las “competencias” ha sido resumida por el MEDUCA en su Decreto Ejecutivo 920, fuertemente denunciado por los gremios docentes.

Sin la menor pretensión de creernos expertos en pedagogía, pero forzados por las circunstancias de la lucha de clases que rodea nuestras aulas, nos hemos visto obligados a un repaso rápido del tema para tratar de comprender todo lo que está en juego detrás de las benditas “competencias”.

Empecemos por señalar que hay tres elementos implicados en este asunto: 1. La base epistemológica subyacente a la teoría de las competencias; 2. La propuesta pedagógica concreta; 3. El marco social, económico y político en que surge.

La epistemología de las competencias:

La epistemología o concepción teórica y metodológica subyacente a la pedagogía de las competencias suele ser falsamente presentada como un desarrollo del constructivismo pedagógico de Piaget, Vygotsky y Freinet. Nada que ver. En todo caso su origen epistemológico es completamente opuesto al constructivismo pedagógico.

Según Nico Hirtt, pedagogo belga dirigente del grupo Appel pour une Ecole Démocratique (APED), la pedagogía de las competencias nace del “constructivismo filosófico” (también llamado radical o epistemológico o “relativismo”) no del “constructivismo pedagógico”. Para el constructivismo filosófico, la realidad depende de la construcción mental del observador, la cual, a su vez, se basa en las experiencias personales. De manera que para esta perspectiva la ciencia no busca la “verdad”, ni el conocimiento “objetivo”, porque existen tantas verdades como observadores haya.

Hirtt nos alerta para no confundir “constructivismo pedagógico” (Piaget, Vigotsky) con “constructivismo epistemológico”.

Para Piaget y Vygotsky, la existencia del mundo real u objetivo no estaba cuestionada. La pedagogía debía llevar al estudiante hacia el conocimiento (como fin último de la educación) mediante una serie variada de técnicas en la que el educando es ente activo para que vaya “construyendo” ese conocimiento a partir de experiencias concretas y compresibles para él: “… los conceptos se adquieren más fácilmente y más eficazmente cuando durante el aprendizaje el educando pasa por un proceso de (re)construcción de conocimientos…, por su participación en un proceso hipotético-deductivo”, dice Hirtt.

Para el “constructivismo filosófico”, lo que está en construcción no es el conocimiento, sino  la propia realidad. Desde esta perspectiva la realidad es hasta cierto punto “inventada” (por las experiencias anteriores, las percepciones y los datos empíricos). Nunca se podrá llegar a conocer la realidad tal como es, o sea, nunca habrá conocimiento objetivo. Esta perspectiva se remonta a Kant y hasta el subjetivismo extremo. En ella han trabajado epistemólogos muy reputados en las universidades del siglo XXI: Watzlawick, Glaserfeld, Prigogine, Luhman, Morin y Maturana.

Porque no viene a cuento, no vamos a entrar aquí en el debate epistemológico, ni en la crítica correcta de las deformaciones del positivismo con toda su carga de pretendida “objetividad” al servicio de intereses concretos, sin caer en los extremos relativistas de esta corriente “constructivista”.

Para el debate pedagógico, que es el que nos interesa ahora, el problema del “constructivismo filosófico” es que desdeña el conocimiento (en el cual no cree) como objetivo último del proceso educativo, y cambia el acento hacia los procedimientos, las metodologías, las actitudes y aptitudes subjetivas del educando, como fin primordial de la educación.

De ahí deriva que se valore más la capacidad del docente de desarrollar “programas analíticos por competencias” que su real capacidad para transmitir conocimientos. De ahí que, como es el caso de Panamá, sea un requisito para ser docente pasar por los cursos de docencia superior (volcados al manejo de las TIC’s) que los postgrados de especialidad.

La propuesta pedagógica de las Competencias:

Aclarado lo anterior, es fácil comprender las diferencias abismales entre la pedagogía constructivista (Piaget, Vygostky) y la pedagogía fundamentada en la “educación por competencias”.

El objetivo central de la educación, para el constructivismo piagetiano, era el conocimiento, es decir, la comprensión del mundo (natural y social) mediante conceptos que el educando iba construyendo con una batería de técnicas propuestas por el docente que llevan al estudiante a resolver problemas. Aquí las técnicas pedagógicas son un medio para un fin: el conocimiento.

En la educación por competencias, el conocimiento como tal deja de ser el objetivo central del proceso educativo, y pasa a jugar un papel secundario, dándose prioridad a las técnicas, las cuales pasan de medios, para convertirse en el objetivo prioritario de la educación. Eso es lo que está detrás del famoso slogan de: “saber hacer”.

La educación por competencias se carga de un plumazo todo lo que en la educación procuraba la “comprensión” de la realidad, al calificarlo como “saberes muertos”, sin valor (ni de mercado, ni moral). De manera que es más importante, para las competencias, que el estudiante sea capaz de manipular un “data-show”, a que haya comprendido cabalmente los conceptos centrales de las ciencias naturales y sociales.

El corazón de las competencias, y el objeto de la evaluación, no son los saberes (conocimiento), sino las actitudes y el comportamiento del estudiante: responsabilidad, eficiencia, iniciativa, ejecución, trabajo en grupo, adaptación a circunstancias cambiantes, etc.

La pedagogía de las competencias lo resume en sus tres pilares: saber ser (comportamiento), saber hacer (habilidades) y saberes (conocimientos). Dividen las competencias en tres niveles según las capacidades que se entregan al educando: Básicas (efectividad personal), genéricas (mayor empleabilidad) y específicas (dominio funcional de un área).

En palabras de Nico Hirtt: “Entre los dos tipos de enfoque, la relación con el error se encuentra completamente al revés. En la pedagogía constructivista, lo más importante no es que el educando culmine la tarea, sino que haya aprovechado su trabajo (y sus errores eventuales) para progresar en el descubrimiento y dominio de conocimientos. En la enseñanza de competencias, el progreso en el dominio de conocimientos no es un objetivo en sí mismo. Sólo cuenta el resultado final. Adiós al derecho de error, pero por sobre todo, adiós a la utilización del error como palanca pedagógica”.

La principal víctima de las competencias es la búsqueda de “la verdad sobre el mundo” (conocimiento racional) y es lógico que así sea, puesto que la filosofía (epistemología) que les da origen (constructivismos filosófico) ha declarado a la realidad como un hecho “imaginado” (no objetivo) y relativo.

Eso explica que las reformas educativas en boga lleven a su aniquilación a los cursos cuyo objetivo es la reflexión y comprensión del mundo: filosofía, historia, sociología. Y los cursos enfocados al conocimiento concreto, tengan por objeto, no el conocimiento conceptual, sino las técnicas (saber hacer).

Por eso en Panamá, el MEDUCA se ha cargado cursos como el de “Historia de las Relaciones de Panamá con Estados Unidos” y en general ha comprimido la Historia en un pensum abigarrado a abordar en poco tiempo, más volcado a fechas y personajes, que a la comprensión de los procesos.

Por eso en las universidades, cursos como Sociología, Historia y Filosofía tienden a ceder espacios a favor de Inglés y las famosas TIC’s.

En mundo marcado por la crisis económica y social, la injusticia, la desigualdad, la discriminación, la corrupción generalizada, no es muy conveniente para las clases dominantes que los estudiantes reflexionen sobre la realidad, es mejor atiborrarlos de la falsa idea de que si hablan inglés y saben manejar una computadora se habrán salvado del desempleo y la miseria.

¿Quiénes están detrás de las competencias?

Es evidente que una pedagogía sustentada sobre las competencias (“saber hacer” y “saber ser”) y no sobre el conocimiento (“saberes”), se propone como centro del proceso educativo no la formación de un trabajador especializado o profesional en un área específica, sino de un asalariado dúctil (“capaz de adaptarse a todas las circunstancias”), un “utility”.

En este enfoque pedagógico de las competencias se profundiza el proceso que Carlos Marx llamaba la transformación del “trabajo concreto”  en “trabajo abstracto” que realiza el capitalismo. Es decir, para el sistema capitalista cada vez importa menos la capacidad de un trabajador de crear un producto a partir de su dominio de una técnica o de su habilidad personal. El sistema, promoviendo la simplificación de los procesos laborales y su división social impone tareas simples (mecánicas) que cualquiera puede realizar  (Taylorismo y Fordismo). De esta manera se abarata el costo de la mano de obra y se aumenta la plusvalía y la ganancia empresarial.

No es casualidad que la pedagogía de las competencias sea impulsada por organismos financieros como el Banco Mundial, junto a toda la batería de medidas neoliberales que han empobrecido a la clase trabajadora, incluida la desregulación laboral que ha llevado al empleo precario y a los bajos salarios. Después de todo, “competencias” es un concepto empresarial, derivado de “competitividad”, sinónimo de “productividad”, o mayor explotación de la fuerza de trabajo por el capital.

Helen Bertrand, dirigente docente francesa, establece la coincidencia en el tiempo, lugar y origen institucional de la pedagogía de las competencias con la imposición del modelo económico neoliberal en Europa y Francia. Un primer referente es el informe de Michel Drancourt (“Le fin du Travail”, 1984), que señala: “Debemos tomar iniciativas políticas… (consistentes) en degradar los reglamentos, los derechos adquiridos, los hábitos administrativos, los corporativismos en el sector público, las estructuras de enseñanza tradicionales típicas del estado de bienestar”.

Bertrand señala que en 1989, la Mesa Redonda de los industriales europeos (ERT) exigió “una reforma acelerada de los sistemas de enseñanza y de sus programas… (para que) la educación y la formación se consideren inversiones estratégicas vitales para el éxito de la empresa del futuro”.

En 1991, en Francia, la Ley Aubry, creó “el balance de las competencias” profesionales.  En 1995, el Informe Mine, publicó “El trabajo en veinte años”, donde se señala la necesidad de reformar el Código de Trabajo y la educación en Francia.

La Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE),  que reúne a las potencias capitalistas, publicó en 1995 “La flexibilidad del tiempo de trabajo” y en 2001 “¿Qué futuro para la escuela?”. Entre 2000 y 2006, la Unión Europea aprueba el marco de referencia para las “competencias-clave”, necesarias “para el aprendizaje a lo largo de la vida, para el desarrollo personal, la ciudadanía activa, la cohesión social y la empleabilidad”.

Helene Bertrand cita a todos estos organismos y comisiones europeas quienes confiesan que su objetivo es abaratar el costo de los procesos educativos para transferir al estudiante la responsabilidad por su propia formación (“cultura de la responsabilidad”):

De esta forma, a nombre de la “formación a lo largo de la vida”, el asalariado termina siendo responsable de su “empleabilidad”. Debe formarse permanentemente, incluso en su tiempo libre, para ser competitivo para la empresa. El patrón se deshace así de la obligación de financiar la formación profesional continua (…). Si el trabajador debe constituir su propio capital de competencias originales y flexibles, que reemplazan el escalafón de calificaciones reconocido a nivel nacional, los diplomas y programas, tal y como se les reconoce en la actualidad, no van a tener utilidad”, dice Bertrand.

Ojo, porque aquí la siguiente víctima de este modelo de competencias son los diplomas y títulos, los cuales ya no tendrán un peso concreto en el currículo del trabajador, sino que pasarán a ser una “competencia” más entre otras.

Eso explica que en los últimos años en Panamá hayamos conocido propuestas como el “examen de barra” cada 5 años para que los titulados como abogados tengan que validar reiteradamente su profesionalismo. Medidas parecidas se han planteado para el sector médico, donde el título obtenido luego de muchos años de estudio no daría seguridad profesional, sino un examen periódico de las “competencias”.

En esta corriente también entran medidas como las tomadas en el sistema de evaluación de concursos de la Universidad de Panamá, en que las ejecutorias profesionales dejan de tener valor cumplidos los cinco años, con lo que se obliga al profesional a tener que estar buscando títulos constantemente para no perder su status profesional (puntismo).

Incluso el reciente Decreto 920 del Ministerio de Educación que pone en entredicho la estabilidad del docente de la básica y la media al someterlo a más de 15 criterios de evaluación (competencias) que si no se cumplen pueden llevarle camino al desempleo.

Sin embargo, los programas por competencias no son algo nuevo en Panamá. Si algo bueno se puede decir de la actual ministra de Educación, Lucy Molinar, es que ella no es la única responsable de la implementación del esquema educativo neoliberal. Sus antecesores en el cargo ya habían avanzado por este camino. Los famosos “programas analíticos por competencias”, que se han convertido en el fetiche de la reforma curricular, ya son pan de cada día en la básica y la media y en todas las universidades privadas.

El balance de la aplicación de esas reformas pedagógicas constituye un mentís a la principal afirmación de las autoridades en el sentido de que estas reformas son la tabla de salvación del país y que nos conducirán por la senda del “desarrollo”. Las “competencias” sólo han servido para seguir abaratando la fuerza de trabajo y sometiendo a los docentes mayores dosis de “stress” y explotación.

Bibliografía

  1. Bertrand, Helen. La evaluación de las competencias: ¿Qué está en juego?. En: Competencias: un desastre pedagógico. Un debate sobre la política educativa en Europa. Cuadernos de Formación del PRT de Costa Rica. San José, s/f.
  2. Hirtt, Nico. L’approche par competences: une mystification pédagogique”. EN: Competencias: un desastre pedagógico. Un debate sobre la política educativa en Europa. Cuadernos de Formación del PRT de Costa Rica. San José, s/f.
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UNESCO Institute for Statistics (UIS): Measuring inclusive and equitable quality education and lifelong learning for all

 Education 2030

Measuring inclusive and equitable quality education and lifelong learning for all 

The Sustainable Development Goals (SDGs) will remain just that – a set of goals – without accurate data that countries can use to monitor progress and develop evidence-based policies. In response, the UNESCO Institute for Statistics (UIS) is leading the development and production of the frameworks and indicators needed to monitor SDG 4 to ensure equitable and inclusive quality education and lifelong learning for all by 2030.

To guide this work, the UIS is chairing the Technical Advisory Group (TAG) on post-2015 indicators, which includes technical experts from UNESCO, the EFA Global Monitoring Report, UNICEF, the World Bank and the OECD, as well as representatives of different Member States and civil society organizations. The TAG has released a new proposal presenting a framework for thematic monitoring of SDG 4 (including 43 indicators) based on extensive consultations with Member States, experts and the public. These indicators are included in the Education 2030 Framework for Action, which was adopted by Member States at UNESCO’s General Conference in November 2015. 

 

At the same time, the UIS is working with partners to develop the initiatives needed to produce a range of new indicators especially in priority areas, such as learning, equity and education finance.

– See more at: http://www.uis.unesco.org/Education/Pages/Education-2030.aspx#sthash.IVEtwgRp.dpuf

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