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República y proyecto de Nación: pasado y futuro

Por: Marco A. Gandasegui Hijo

Hay una pregunta de fondo: ¿Contribuyó la creación de la República —el 3 de Noviembre de 1903— al proyecto de nación de los panameños? La respuesta a la pregunta no la podemos encontrar en el estudio de los personajes o solo en los textos existentes sobre los acontecimientos de aquella fecha. Es necesario someter a un exhaustivo examen la historia centenaria de la República para determinar si hemos avanzado en la consolidación de nuestro proyecto de nación o si, por el contrario, nos hemos estancado o si hemos retrocedido.

En el caso de Panamá, el 3 de Noviembre de 1903 existía un grupo de panameños decidido a hacer realidad un proyecto de país que le permitiera a esa elite tomar plena posesión de la ruta de tránsito y disfrutar de su enorme potencial económico. Hemos usado el término ‘proyecto de país’ y no proyecto de nación, ya que no está muy claro si estas eran las intenciones de los próceres. Ricaurte Soler calificaría a este grupo social separatista como ‘clase antinacional’.

El proyecto de emporio comercial de los conspiradores del 3 de Noviembre fracasó. EE.UU. tomó posesión de la posición geográfica y de la ruta de tránsito. Pero los ‘próceres’ dejaron las bases para construir la República. Otros grupos sociales iniciaron la lucha por la recuperación de la ‘soberanía’ perdida y por el ‘proyecto de nación’. Así lo entendió Diógenes de la Rosa, quien le planteó al país la necesidad de dejar atrás las pequeñeces del debate en torno al 3 de Noviembre y que comenzáramos todos a construir la nación panameña. Con más pesimismo, también lo planteó Roque Javier Laurenza.

En más de cien años de República hay que preguntarse nuevamente, como lo hicieron De la Rosa y Laurenza: ¿tenemos la capacidad para dirigir a un pueblo dispuesto a caminar hacia la consolidación de un proyecto de nación? La respuesta es afirmativa. Por un lado, persisten las dudas sobre las circunstancias que marcaron el nacimiento de la República el 3 de Noviembre de 1903. Por el otro, hay que decir con claridad y fuerza que en los cien años de República se han despejado las dudas sobre la existencia de un pueblo panameño que impulsa un proyecto de nación en permanente proceso de construcción.

Hay que mencionar tres hitos en la lucha por constituir el proyecto de nación de los panameños. En primer lugar, el rescate de la República producida por los liberales populares encabezados por Belisario Porras. La alianza entre el arrabal de Santa Ana y los pequeños agricultores de Azuero le dio vida nacional al país y recompusieron los pedazos dejados por el fracaso de los conspiradores de 1903. En segundo lugar, la reincorporación a la nación por parte de la llamada pequeña burguesía de Acción Comunal y el liderazgo posterior de su caudillo Arnulfo Arias.

Tercero, el populismo de Omar Torrijos que creó un amplio abanico social que incluyó a la clase obrera, las organizaciones campesinas y los empresarios nacionales. Las luchas estudiantiles y la gesta del 9 de Enero sirvieron de antecedente e inspiración para que la alianza populista recuperara la soberanía perdida.

La alianza de estas cuatros clases sociales —empresarios nacionales, capas medias, obreros y campesinos— le permitió a la nación negociar el fin de la colonia norteamericana en territorio panameño, la evacuación de las bases militares y la transferencia del Canal.

No existe, en la actualidad, claridad sobre qué grupo social debe encabezar el país. La alianza entre las cuatro clases sociales que logró negociar con éxito los Tratados Torrijos-Carter parece haberse desvanecido. Los campesinos y obreros, que identificaron su proyecto de nación, se encuentran a la defensiva. Los empresarios han perdido el ímpetu y, a la vez, el discurso nacionalista que los caracterizó durante buena parte de la segunda mitad del siglo XX. Regresaron al poder, a fines del siglo XX, los conspiradores del 3 de Noviembre de 1903, sin proyecto de nación, protegidos por las bayonetas norteamericanas.

Este grupo, formado por conspiradores y especuladores, toma decisiones sobre el país, sin proyecto de nación. Sus flancos están abiertos a los ataques tanto externos como internos. En este 3 de Noviembre corresponde a los panameños reflexionar no solo sobre el pasado de la República, sino también sobre el futuro de la Nación.

Fuente: http://laestrella.com.pa/opinion/columnistas/republica-proyecto-nacion-pasado-futuro/23969060

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Honduras: Educación retiene 52 títulos irregulares

Centroamérica/Honduras/Noviembre de 2016/Fuente: La Tribuna

La esperanza de celebrar su graduación y obtener su título de secundaria se ha convertido en una incertidumbre para unos 52 estudiantes de último año del Instituto José Martí, de la capital, ya que sus diplomas presentan irregularidades, informaron las autoridades del ramo.

En algunos de esos certificados de estudios, la foto no corresponde al nombre del alumno, o la carrera no es la que él cursó. También hay estudiantes cuya fotografía está en tres diplomas, pero con diferentes carreras. Por otra parte, el colegio en mención carece de la respectiva certificación por parte de la Secretaría de Educación.

El conflicto fue detectado por las autoridades educativas, luego que los representantes del instituto llegaron a sus oficinas a pedir la firma y sello, para entregarles el título a los alumnos.

Una fuente de Educación manifestó que el primer perjuicio ocasionado a los estudiantes es que no se pudieron inscribir en las Pruebas de Aptitud Académica de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) ni matricularse en los centros de educación superior. Asimismo, muchos de ellos trabajan y necesitan su título para sus hojas de vida.

Hasta la fecha se desconoce quién es el responsable de las irregularidades y ante esta situación algunos padres de familia interpusieron la denuncia en el Ministerio Público, para que se esclarezcan esos inconvenientes. En tanto, la Fiscalía inició las investigaciones y les solicitó a las autoridades educativas que retengan esos diplomas hasta cotejar si el alumno en verdad cursó la carrera, si tienen las notas de sus exámenes y su matrícula vigente.

Según se informó, hay varios colegios que tienen ese tipo de problemas con la entrega de diplomas a los graduandos, pero en la actualidad están en proceso de investigación. Ese tipo de anomalías complica a los alumnos, ya que el proceso para esclarecer los casos puede tardar.

Los institutos que registran esas anormalidades no seguirán operando, pero los alumnos que están por graduarse este año y comprueben que están matriculados, y tienen sus notas de exámenes, podrán recibir sus títulos, pero a través de otro instituto que sea oficial.

En tanto, los estudiantes afectados frecuentan las oficinas de la Secretaría de Educación a pedir que les ayuden a resolver esas alteraciones que presentan los diplomas, porque necesitan matricularse en las universidades.

Fuente: http://www.latribuna.hn/2016/11/03/educacion-retiene-52-titulos-irregulares/

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Función de la crítica

Por: Graziella Pogolotti

Hace poco escuchaba yo la entrevista televisada de Amaury Pérez Vidal a Lu­ciano Castillo, posiblemente el más acu­cioso investigador de la historia del cine. Al final, como suele ocurrir, la conversación cayó en el tema de la crítica, tan frecuente en lo que concierne al arte y la literatura, como a los problemas de nuestro transcurrir social.

Sin dudas, necesario, el debate parece empantanarse en la referencia martiana al ejercicio del criterio o al enfrentamiento entre elogio complaciente y ne­gación absoluta. Para avanzar en la discusión, sería conveniente centrarla en las herramientas requeridas para el ejercicio de la crítica y la función de esa práctica, según su destinatario explícito o implícito.

En todos los casos, el crítico debe disponer de un conocimiento técnico, de una visión histórica y social apta para valorar contextos y de cierta claridad expositiva.

Para traducir mi punto de vista en términos concretos, vuelvo a la entrevista de marras. En su extensa Cronología del cine cubano (título muy modesto) Lu­ciano Castillo ha revelado detalles olvidados sobre el ingreso del cine en nuestra vida cotidiana. Nuestra vocación mo­dernizadora favoreció que su aparición promoviera un proceso expansivo fulgurante, acompañado por esfuerzos heroicos dirigidos a fomentar una producción propia. Sin embargo, la fundación del Icaic fue acogida como un verdadero comienzo. Fue una visión compartida por una generación entera, forjada a través de circunstancias culturales.

En sus inicios, el cine fue recibido co­mo un entretenimiento privado de las je­rarquías de las manifestaciones artísticas mayores. Constituyó el punto de partida de las llamadas industrias culturales. Parecía estar en desventaja en el plano artístico. Los directores se interesaron por definir las especificidades de su lenguaje. Algunos lo asociaron a mo­vimientos que marcaron el siglo XX, como ocurrió con el expresionismo y el surrealismo. Los cineastas del momento se colocaban a contracorriente del comercialismo y el sistema de estrellas. En ambas orillas del Atlántico, se hizo sentir la influencia del neorrealismo italiano y de la nueva ola francesa, propuestas todas que reivindicaban valores artísticos en una pantalla que invitaba a la reflexión.

El gran negocio dispuso de recursos para preservar su dominio en la distribución. En la actualidad el reclamo del entretenimiento ha recuperado su su­premacía. Contribuye a modelar valores, vida cotidiana, cercena el fluir de las ideas y se convierte en factor determinante de la política.

El entrelazamiento entre cultura, imagen, expectativas de realización humana y debate de las ideas en lo económico y social subraya el papel de la crítica en el ámbito de las artes y en el espacio pú­blico más amplio que concierne a todos. Limitar su función al elogio o la descalificación la coloca al servicio de los intereses dominantes.

La utilidad de la crítica trasciende el arte y la literatura. Debe incorporarse su práctica para rectificar el camino, para atajar a tiempo los errores a fin de reducir costos. Tiene que convocar al análisis en el espacio público y convertirse en hábito incorporado al accionar de todos los días. Tiene que integrarse a la conciencia colectiva como contribución al bienestar de todos.

El entendimiento de la función de la crítica, del modo de ejercerla y de su utilidad práctica es una de las carencias de nuestro contexto contemporáneo. Asu­mirlo implica romper con mentalidades formadas a lo largo de los años. Exige deshacerse del pensar rutinario y entender  que en la vida todo es perfectible y que la modestia es el elemento integrante de la verdadera sabiduría. Ur­ge, por tanto, desarrollar una nueva pedagogía social que intervenga simultáneamente en lo cotidiano, lo laboral y en el impulso al conocimiento científico para ir derrumbando poco a poco los universos parcelados.

El comienzo está en la relación alumno, padre y maestro que se establece en la escuela.

La crítica en la institución docente es­tá sembrando futuro en una criatura en proceso de formación. La crítica en el plano de la comunidad llevada a sus últimas consecuencias ante las autoridades correspondientes favorece la disminución de la agresividad y, entre muchas cosas de primera importancia, puede mejorar la higiene y poner coto al resurgir de epidemias. El desarrollo de una crítica ciudadana constructiva re­quiere un diálogo transparente con las instituciones.

Los espacios informativos demandan una efectiva pedagogía crítica. Por distintas vías, se describen fenómenos que perturban el funcionamiento de la so­ciedad y que, en muchos casos, entrañan incumplimientos de lo establecido por las normas de la legalidad y perjuicios a personas naturales y jurídicas. Sucede también que noticias de interés público se comunican por vía del ru­mor con la frecuente distorsión de los acontecimientos reales. A veces sale a la luz lo obvio, el fenómeno que todos conocen por experiencia personal. El papel de la crítica no se reduce a señalar fenómenos.

Tiene que traspasar ese estadío primario y avanzar en la investigación de los contextos, las causas, contribuir mediante el análisis a deshacer nudos que afectan el adecuado vivir ciudadano. Es conveniente reunir criterios de especialistas y, en algunos casos, proponer soluciones para lo urgente y para lo que se nos viene encima a me­diano plazo. Afrontamos enormes dificultades económicas. Sin embargo, los problemas objetivos generan actitudes subjetivas que se reflejan en el modo de administrar los recursos, en el empleo eficaz de las potencialidades existentes y en la capacidad de atajar a tiempo los focos infecciosos. Sin esperar por un ma­ñana impreciso, iniciemos nuestro aprendizaje de pedagogía crítica.

Fuente: http://www.granma.cu/opinion/2016-10-30/funcion-de-la-critica-30-10-2016-21-10-57

Imagen: http://www.ruthmujica.com/p/blog-page_12.html

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Panamá: Ologwagdi, el guardián del escudo

Centroamerica/Panamá/04 de noviembre de 2016/www.prensa.com/Por: Ohigginis Arcia Jaramillo

El artista guna fue escogido por la Comisión de los Símbolos Patrios  para corregir las anomalías en el escudo nacional de armas.

Los elementos que ideó Nicanor Villalaz en 1904 para el escudo de Panamá fueron adulterados con el tiempo: piqueta en lugar de azadón, águilas de cualquiera especie o colores a gusto de los gobernantes del momento.

Era un símbolo patrio viciado, hasta que en 2010 hubo un malestar colectivo en el país luego de que el Gobierno de entonces imprimió 60 mil pasaportes con un escudo en el que se plasmó un mazo y no el azadón, que representaba el trabajo.

La situación motivó la creación de la Comisión Nacional de los Símbolos Patrios en 2012, la cual se encarga de cuidar que los emblemas: la bandera, el escudo y el himno se apeguen a sus diseños originales.

LA SELECCIÓN

En el caso del escudo, la Comisión eligió a Armando Díaz, quien prefiere que lo llamen Ologwagdi, para mantener vivo e intachable el legado de Villalaz.

Hoy, desde un pequeño espacio en el Ministerio de Educación en Ancón, este artista guna cura las heridas de la insignia nacional.

Su labor implica dibujar y pintar siete escudos modelos con 10 estrellas, que representan a las 10 provincias, para entidades como la Presidencia de la República, la Corte Suprema de Justicia y la Asamblea Nacional. Estos escudos serían el camino a seguir para futuras réplicas.

Ologwagdi sabe la responsabilidad que tiene sobre sus hombros. “Sería mi mayor legado en mi carrera artística”, sostiene el guna de 63 años, quien espera concluir el trabajo en 2017.

El también activista considera que el escudo es un símbolo “perfecto” desde su creación, ya que su selección fue de manera democrática.

Precisamente, en noviembre de 1903 se llevó a cabo un concurso a través del cual se recibirían proyectos de modelo para el Escudo Nacional. En total, se presentaron más de 100 propuestas, pero la elegida fue la de el también poeta Villalaz.

“No fue un escudo impuesto por una monarquía. Fue un concurso y lo considero un buen ejercicio democrático, pensando en cómo se gobernaban los países en aquel momento”, acotó.

Cada día, este pintor nacido en la provincia de Colón retoca los óleos, ya que tardan hasta meses en secarse. Su idea es hacer escudos intachables que sean dignos de un país como Panamá.

A la vez, lamenta que durante estas últimas décadas no se le haya dado la importancia que merece. “Lo que hago está muy adherido a la vida y también a la patria”, subraya Ologwagdi, quien ha pintado murales en Bolivia y Costa Rica, y tiene pendiente elaborar uno en Estados Unidos.

EL NACIONALISMO

Su arte siempre lleva tintes nacionalistas y sus argumentos también lo denotan. Por ejemplo, plantea que en el tema educativo hubo

retrasos cuando entre 2009 y 2014 el Ministerio de Educación decidió eliminar la asignatura de relaciones entre Panamá con Estados Unidos. “Eso fue un bajón para los estudiantes de secundaria. Estos chicos nos representarán en el futuro y deben conocer la historia”, aportó.

Este gobierno decidió incluir l materia nuevamente dentro del currículum del sistema educativo.

Ologwagdi, de baja estatura, pómulos salientes y voz pausada, considera que dibujar y pintar las correcciones del escudo es una labor muy afín con su discurso. No duda en señalar que este trabajo será un buen cierre para su vida artística.

Por otra parte, en pleno mes de la patria, en el que se le brinda una atención especial a los símbolos patrios, indica que los ciudadanos deben “hacer patria”, es decir defender las causas justas.

Entre los ideales de Ologwagdi están las mejoras al obrero de la construcción, que se le brinde la importancia al tema educativo y a los estudiantes, así como que la clase política sea más transparente.

“Me considero un ciudadano más, pero con gestión de patriota. Nuestro escudo, bandera y también el himno tienen vida para mí”, dijo.

Además, pidió “respeto” para el uso de estos emblemas, no solo en el país sino en el extranjero. En ese sentido, recomendó a los músicos, deportistas y profesionales que salen del país y que quieren mostrar estos símbolos patrios colocarlos siempre por delante.

“He visto a algunos que llevan la bandera como toalla o como una capa y eso no debe ser. Deben presentarla adelante o al lado, ya que se trata de la tela de nuestros amores”, puntualizó.

Ologwagdi, quien pinta y habla sobre la patria, aduce que solo con ser un ciudadano responsable se le rinde tributo a Panamá, sobre todo hoy 3 de noviembre, cuando la nación está de fiesta.

Tomado de: http://www.prensa.com/sociedad/Ologwagdi-escudo-perfecto_0_4612038801.html

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Cuba y Haití, mejor y peor país de Latinoamérica para ser niña, según estudio

Centroamerica/Cuba/04 de noviembre de 2016/www.listindiario.com

EL ESTUDIO «HASTA LA ÚLTIMA NIÑA» SITÚA A CUBA EN LA POSICIÓN 34 DEL ÍNDICE INTERNACIONAL

Cuba es el país de Latinoamérica con mejores oportunidades para el desarrollo de las niñas y Haití presenta los peores indicadores de la región, según comentó este miércoles a Efe la asesora de gobernabilidad para América Latina y el Caribe de Save the Children, Teresa Carpio.

Esta situación fue valorada a partir de un informe presentado el 11 de octubre pasado por Save the Children, que analizó el desarrollo de las niñas en 144 países y determinó que la clasificación está liderada por Suecia, Finlandia y Noruega, mientras que la cierran la República Centroafricana, Chad y Níger.

El estudio «Hasta la última niña» sitúa a Cuba en la posición 34 del índice internacional, por encima de Japón (35), la tercera economía mundial, y de Bolivia (45) y Chile (48), mientras que Haití aparece en la plaza 105, por detrás de Brasil (102) y Guatemala (103).

Carpio explicó a Efe que el índice se elaboró a partir de los indicadores de cada país en matrimonio infantil, fertilidad adolescente, mortalidad materna, mujeres parlamentarias y culminación de los primeros años de secundaria.

La asesora remarcó que la violencia es la principal barrera en Latinoamérica para el desarrollo de las niñas, especialmente entre las indígenas y afrodescendientes.

Indicó que, en países como Perú, el 60 % de los embarazos adolescentes es producto de una violación, y entre el 80 y 85 % de las jóvenes embarazadas abandona la escuela.

Otra característica generalizada en Latinoamérica es el castigo «físico y humillante, que se da cotidianamente en hogares y escuelas», a pesar de que ya esté prohibido en once países de la región, y que disminuye en un 5 % el coeficiente intelectual respecto de otros niños bien tratados, valoró Carpio.

«El principal aporte de nuestro informe es que la violencia es una característica que nos está persiguiendo en toda la región y no estamos haciendo casi nada para resolverlo», recordó.

La asesora de gobernabilidad de Save the Children valoró que Cuba mantiene una política sostenida en educación y salud de carácter público, gratuito y obligatorio, los padres tienen vínculos afectivos más fuertes con sus hijos y existe una fuerte represión contra la violación sexual a niños.

Carpio lamentó que en Brasil no haya ninguna política pública que ponga al niño en el centro de la misma, aunque destacó que «se han dado cosas muy interesantes como campañas para estimular a los alcaldes a invertir en la niñez, con programas como la disposición de autobuses gratuitos para que los niños vayan a la escuela».

La especialista criticó que esta medida no sea acogida por autoridades locales de las zonas rurales de Bolivia, Colombia, Ecuador, Guatemala y Perú, donde detalló que las adolescentes no van a la escuela porque no tienen a su disposición servicios higiénicos.

Lo que sitúa a Perú (68) y a Colombia (75) por encima de Brasil es la mayor transparencia en la ejecución de programas públicos para el desarrollo de la niñez, comentó Carpio, quien también destacó a Costa Rica (74) como un país modelo en políticas públicas a favor de los niños.

La experta recomendó a los países que continúen la inversión en educación, salud y protección de la violencia con políticas de prevención, así como iniciativas para evitar que las adolescentes embarazadas abandonen la escuela.

«No puede continuar la doble acción por parte de los Estados, que por un lado vacunan a las niñas contra el virus de papiloma humano y por otro les prohíben acceder a servicios de salud sexual y reproductiva sin el permiso de sus padres», enfatizó Carpio. En Latinoamérica hay 166 millones de adolescentes y jóvenes entre los 10 y 24 años de edad, lo que supone el 26 % de la población de la región.

Tomado de: http://www.listindiario.com/las-mundiales/2016/11/03/441703/cuba-y-haiti-mejor-y-peor-pais-de-latinoamerica-para-ser-nina-segun-estudio

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Libros: José Martí. Obras completas. Edición crítica. Tomo 24

América del Sur/Argentina/04 de noviembre de 2016/www.clacso.org.ar

 

Obras completas José Martí.
ISBN 959-7006-08-1
Centro de Estudios Martianos. CLACSO.
Buenos Aires. La Habana.

La Edición Crítica de las Obras completas de José Martí (1853-1895) recoge sus manuscritos e impresos conocidos hasta hoy: proclamas, discursos, manifiestos, comunicaciones, dedicatorias, cartas, correspondencias periodísticas, crónicas, artículos, ensayos, narraciones, obras de teatro, poemas, semblanzas biográficas, traducciones, dibujos, borradores, fragmentos de escritos y cuadernos de apuntes.
El contenido de los tomos se ha ordenado y combinado por fechas, temas y géneros, apreciando tanto la evolución y línea del pensamiento martiano como el paralelismo de su accionar político, periodístico y literario, simultaneidad que empieza a manifestarse a partir de los años 1875-1876, para intensificarse posteriormente. Organizar cronológicamente los textos nos permite observar esa evolución del pensamiento martiano, pero —a su vez— separa en diferentes tomos grupos de textos que habitualmente (y por deseo expreso del autor en su carta devenida testamento literario) se han presentado juntos, como ocurre con las Escenas norteamericanas y las Escenas europeas.
La confrontación de los textos con sus originales —o variantes de estos— ha conllevado a la natural rectificación de erratas, así como la fijación del texto más permisible. Los escritos de época han suscitado convenciones editoriales, atendiendo a los modernismos en la ortografía y el lenguaje. La peculiar puntuación martiana ha sufrido modificaciones imprescindibles, pero siempre respetando la intencionalidad del autor.
Estas Obras completas son fruto de la colaboración de investigadores y editores del Centro de Estudios Martianos, expertos conocedores de la obra y de la caligrafía de Martí, estudiosos de la obra martiana en el mundo y numerosas instituciones, que han convertido esta “obra” en reflejo de la sentencia que incluyó Juan Marinello, en 1963, en su prólogo a la edición de las Obras completas de la Editorial Nacional de Cuba: “Una edición crítica es el hombre y su tiempo —todo el tiempo y todo el hombre—, o es un intento fallido”.
Tomado de: http://www.clacso.org.ar/coleccion_jose_marti/detalle.php?id_libro=1142
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Los derechos humanos y la controversia Cuba-EE.UU.

Por Luis Antonio Gómez Pérez

La Habana (PL) Las diferencias en cuanto al tratamiento del tema de los derechos humanos son en el presente uno de los elementos más controversiales dentro de las conversaciones entre Cuba y Estados Unidos para la normalización de sus relaciones.

Si bien varios en la isla consideran que ese asunto ni siquiera debería ser un punto en la agenda para la regulación de los nexos, el tema amerita discusiones profundas dados los repetidos intentos emprendidos desde la nación norteña para tergiversar el compromiso cubano con la promoción de las referidas garantías y basar en ello parte de su política hostil.

Las discrepancias son relativas tanto a la aplicación a nivel nacional como al ámbito internacional. En esencia, ambos gobiernos divergen en las percepciones y el balance entre los derechos civiles y políticos y los económicos, sociales y culturales. Al margen del limitado compromiso formal estadounidense, Cuba señala a su contraparte hechos y realidades muy criticados globalmente, como la existencia de distintas formas de discriminación racial, la violencia y la pobreza sufrida por aproximadamente el 35 por ciento de la población de aquel país.

Según la mayoría de las definiciones y conceptualizaciones, los derechos humanos buscan proteger del ser humano la vida, la integridad física, la igualdad y diversas libertades en el ámbito político, civil, económico y cultural mediante su reconocimiento en las normativas internas de cada Estado.

De acuerdo con lo consagrado en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y los Pactos Internacionales de Derechos Civiles, Políticos, así como de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, los mismos tienen cuatro principios: la universalidad, la interdependencia, la indivisibilidad y la progresividad.

Al decir del ex secretario general de la ONU Kofi Annan los derechos humanos están en el centro de todo lo que Naciones Unidas aspira a conseguir en su misión mundial de paz y desarrollo.

Por tal razón los Estados han debatido, negociado y acordado varios centenares de principios fundamentales y disposiciones jurídicas encaminados a proteger y promover toda una serie de garantías civiles, culturales, económicas, políticas y sociales, señaló Annan en un documento del máximo organismo internacional fechado en 2002 (cuando ocupaba la Secretaría General).

‘Cuba siempre ha defendido la universalidad, la indivisibilidad e interdependencia de todos los derechos humanos’, aseguró en octubre de este año el subdirector general de Asuntos Multilaterales y de Derecho Internacional del Ministerio de Relaciones Exteriores de la isla (Minrex), Pedro Luis Pedroso.

Durante una rueda de prensa a propósito de la segunda ronda de conversaciones entre Cuba y Estados Unidos sobre derechos humanos, efectuada en La Habana, el funcionario hizo énfasis en que la mayor de las Antillas realiza una promoción efectiva de esas garantías a lo interno del país y lo proyecta en muchas otras naciones.

Apuntó, además, que, en contraste con el país norteño, La Habana tiene un alto nivel de ratificación de instrumentos internacionales en la materia.

Cabe señalar que, de acuerdo con documentos de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, los tratados internacionales (designados como pactos, estatutos, protocolos, convenios o convenciones) tienen carácter vinculante para los Estados que los ratifiquen o se adhieran a ellos.

Según el sitio web de esa instancia, existen 10 tratados internacionales principales sobre derechos humanos y cada uno de ellos estableció un comité de expertos encargado de supervisar su aplicación por las partes. Algunos de los convenios se complementan con protocolos facultativos relativos a preocupaciones específicas.

Por solo citar unos pocos ejemplos -y con base en la información pública ofrecida en la referida página digital-, mientras que Cuba firmó y ratificó tratados como la Convención para la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer, la Convención sobre los Derechos del Niño, y la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad; Estados Unidos aún no los ha ratificado.

En el caso de la Convención Internacional para la Protección de todas las Personas contra las Desapariciones Forzadas, la rúbrica de la nación norteña ni siquiera ha tenido lugar. Estados Unidos tampoco ha aceptado el procedimiento de investigación relativo a ese tratado.

Tras la mencionada ronda de conversaciones sobre derechos humanos, la parte caribeña trasladó a sus interlocutores (encabezados por Tomasz Malinowski, secretario de Estado adjunto para Democracia, Derechos Humanos y Trabajo del Departamento de Estado) su preocupación por reiterados casos de muertes por armas de fuego y brutalidad policial en territorio estadounidense.

Igualmente mencionó la falta de acceso a la seguridad social, servicios de salud y educación, así como los reportes acerca de casos de trabajo infantil.

No obstante, los mayores cuestionamientos giraron en torno a violaciones cometidas por Estados Unidos contra Cuba, entre ellas la ocupación de un territorio en la suroriental provincia de Guantánamo, donde Washington mantiene una base naval y una prisión en contra de la voluntad del pueblo y el Gobierno de la isla.

Esa última instalación es denunciada internacionalmente como un centro de torturas y violaciones graves de los derechos humanos.

También está el caso del bloqueo económico, financiero y comercial impuesto por Estados Unidos a Cuba desde hace más de medio siglo, el cual es considerado como un obstáculo inmenso para el disfrute pleno de los derechos de los habitantes del país insular.

De acuerdo con informes periódicos del Minrex, no existe un área de la vida cubana que no esté afectada por ese conjunto de leyes, el cual tiene igualmente un marcado carácter extraterritorial pues impide a terceros países relacionarse normalmente con la nación antillana.

‘El bloqueo constituye una violación flagrante, masiva y sistemática de los derechos humanos’, dijo Pedro Luis Pedroso al término de la ronda de conversaciones.

Si el ejecutivo estadounidense quiere realmente impulsar políticas que ayuden a los cubanos, el imperativo es que se eliminen las restricciones en vigor para contribuir decisivamente a desmontar el bloqueo, añadió.

Aunque aquel intercambio evidenció las diferencias entre los dos gobiernos en relación con las concepciones y el ejercicio de los derechos humanos, Cuba hizo énfasis en que la puerta para el diálogo sobre cualquier tema está abierta, eso sí, en todo momento sobre la base de la igualdad y el respeto.

Tomado de: http://prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=36951&SEO=los-derechos-humanos-y-la-controversia-cuba-ee.uu.

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