Page 27 of 114
1 25 26 27 28 29 114

Democracia y dictadura

Por: Miguel Guerrero

Las dictaduras y los gobiernos autoritarios son más fáciles de sostener que una democracia auténtica. Sólo necesitan valerse de la fuerza y de la intimidación para mantenerse y luego el miedo los hace una costumbre. Esa ha sido la historia siempre. La hemos vivido una y otra vez en esta nación, en la que sus fundadores, los que se entregaron a la causa de la redención del pueblo dominicano, terminaron en el cadalso o murieron en medio de una pobreza atroz en el exilio, olvidados de aquellos que habían contraído con ellos una deuda de gratitud impagable.

La democracia, en cambio, requiere de una construcción basada en la tolerancia y la paciencia. No se edifica de un tirón como las dictaduras. Es una cultura. Los gobernantes democráticos están obligados por las constituciones y las leyes y están moral y legalmente forzados a respetarlas y hacerlas cumplir, por encima de sus simpatías y compromisos personales o de logias.

La dictadura y el autoritarismo son monolíticos. Tienen una sola finalidad y se alcanzan por el sometimiento. La democracia exige comprensión y en ella los gobiernos están sometidos a la autoridad del pueblo, al que deben servir. En la dictadura la fuerza se ejerce para doblegar voluntades y erigir fortunas ilícitas y famas tan frágiles como efímeras. En la democracia el legado es moral y permanente. No se mide en función de obras materiales que casi siempre tienden a acelerar perversos e ilegítimos procesos de acumulación. Se la estima en la medida en que construye el futuro en un clima de respeto y convivencia.

La dictadura adquiere modalidades adaptables al tiempo y las circunstancias y suele ser engañosa vistiéndose con un ropaje de mentiras y simulación. La democracia es auténtica e indivisible. No se practica a medias. El gobernante autoritario acumula poderes para provecho propio. El demócrata trabaja para preservar los derechos de sus compatriotas.

Fuente: https://acento.com.do/2020/opinion/8806210-democracia-y-dictadura-2/

Imagen: https://pixabay.com/vectors/demonstration-show-me-demonstrate-2137450/

Comparte este contenido:

Convertir el COVID-19 en un arma política causará más muertes

Por: Héctor Rodríguez Cruz

Recientemente el Director General de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, dijo: «Por favor, pongan la politización del COVID-19 en cuarentena. Si queremos ganarle, no debemos perder el tiempo apuntando con el dedo», y afirmó que «la unidad es la única opción para derrotar este virus».

Desgraciadamente en el país el COVID-19 está politizado. Lo han politizado el gobierno y los partidos políticos. Por un lado, el gobierno que considera tenerlo todo bajo control adoptando un protagonismo hegemónico y excluyente. Por otro, una oposición política dividida y debilitada, incapaz de obligar al gobierno a dar un giro a las políticas y  estrategias de prevención y control del COVID-19, garantizando los recursos que sean necesarios. Las caridades de  donantes deben ser acogidas, pero están en segundo lugar.

Gobierno y oposición tendrán que dividirse la responsabilidad por los muertos. Y también a nosotros nos tocará una parte si permanecemos indiferentes y en silencio mientras el número de muertes aumenta y también el dolor y el sufrimiento  de las familias. ¿A quién responsabilizaremos? Todos seremos culpables, incluyendo a los legisladores.

La situación del COVID-19 en el país es más grave de lo que se nos dice. Las cifras y el avance acelerado del virus son un claro ejemplo de esto. Según el epidemiólogo y salubrista Carlos Manuel Félix Cuello, Coordinador del Programa Control de Infecciones del Hospital Infantil Dr. Robert Reid Cabral, del Distrito Nacional, “las autoridades no han sabido manejar la enfermedad y  han centrado sus esfuerzos en una dirección incorrecta. La situación se le ha ido de las manos”. (Diario Libre, 8.04.2020). ¡Debe haber una sincerización ética de la situación, las medias verdades agrandan los efectos del COVID-19.

Pareciera, entonces,  que “estamos en manos de nadie”.  Nos encaminamos a un aterrador “sálvese quien pueda”. Estamos ante un momento muy delicado de la pandemia en el que se deben tomar decisiones acertadas y con la debida celeridad. Ni el gobierno ni la oposición política pueden  hacerlo solos. ¡Se salvarían muchas vidas si lo reconocieran!

La preocupación es doble. Estamos frente a un segundo virus: el  virus político. A la crisis del COVID-19 viene a sumarse el trauma político de la suspensión de las elecciones de febrero pasado y la incertidumbre de las elecciones de mayo, que ponen peligro la salud y la vida de la democracia dominicana. ¡Hay muchas cosas de esta crisis que deben ser aclaradas y sometidas al tamiz de la transparencia.

Hay dos grandes crisis. Y la segunda crisis, la política, no puede dejarse solamente en manos del gobierno ni de la Junta Central Electoral ni de los partidos políticos. Lo que suceda en el país en el ámbito político, económico y social  durante la pandemia y después de ella, tampoco puede dejarse en manos de los políticos y del gobierno.

No se trata de buscar “soluciones de cúpulas”. Sino decisiones provenientes de un esfuerzo colectivista, inclusivo y abierto a todos los sectores. La politización por parte del gobierno y de los partidos puede obstaculizar y patologizar una necesaria comunidad de solidaridad. ¡Hay pruebas de reiteradas exclusiones en momentos de crisis! 

Se requiere, con urgencia, tomar las medidas económicas adecuadas para limitar las consecuencias económicas de la pandemia sobre las personas, sobre todo  las más desfavorecidas. El sector privado debe estar también a la altura de las circunstancias, ayudando con recursos y aportando recursos humanos y logísticos. El Estado tiene la obligación de proveer todos los recursos necesarios. Y no como un favor del gobierno.

La crisis de la pandemia del COVID-19 en el país se da en un momento de profunda debilidad del gobierno del presidente Medina. Con instituciones gubernamentales ineficientes y muchas de ellas penetradas por la corrupción; que no ha conseguido encauzar las demandas sociales de las clases más necesitadas,  precisamente en una de las áreas que más pone a prueba esta crisis: los servicios públicos, y especialmente el sanitario.

El afrontamiento “asistencialista y populista” del COVID-19 por parte del gobierno de Danilo Medina constituye una prueba visible de politización inescrupulosa enfocada en conseguir votos para  las próximas elecciones presidenciales y congresuales, todavía inciertas.

El manejo de la crisis generada por COVID-19 constituye también una prueba para el liderazgo del presidente Medina, cuya popularidad y respaldo social no pasan  por su mejor momento. ¿Cuándo va a salir el presidente Medina de su mutismo y aparecerá en público para  testimoniar su solidaridad visible con el pueblo como primer mandatario de la nación?

Los partidos políticos, a su vez, también exhiben una desaforada politización proselitista frente al COVID-19. Su “solidaridad” se ve contaminada por  sus respectivas campañas partidarias de cara a los próximos comicios presidenciales y congresuales, capitalizados por candidatos y partidos con un “paternalismo” simulado para ganar puntos políticos a costa de la tragedia. Otros, de manera irresponsable, simplemente guardan un silencio cómplice.

Crear “alianzas y pactos” para afrontar las dos crisis. La del  COVID-19 y la crisis política (y también la crisis económica), tal como lo ha propuesto el líder del PRM, es una propuesta pertinente, necesaria y vigorosa que debemos hacerla de todos. El gobierno debe despojarse de su protagonismo excluyente para facilitarla. ¡Es una obligación moral!

El gobierno, como expresión sincera de una “no-politización mezquina”,  debe dar el primer paso para  propiciar el acercamiento colaborativo y responsable de todos los ciudadanos y de todos  liderazgos nacionales, sin exclusión. Sumados a la participación ineludible de  los partidos políticos, los empresarios, las iglesias, las universidades, el sector sindical, los intelectuales, los medios y las organizaciones comunitarias y profesionales. ¡Y deberá hacerlo con una urgencia ética para salvar vidas, aquí y ahora!

La politización parcializa, desenfoca, divide y embrutece política y emocionalmente. Dificulta, retarda y contamina la responsabilidad por el otro y el compromiso con la contribución individual e institucional para enfrentar la pandemia del COVID-19,  que acorrala al país y lo pone en situación de alta emergencia con resultados impredecibles. 

Pensemos como país. Pensemos para el país. Obremos con responsabilidad. No perdamos más tiempo. Las muertes aumentan. El COVID-19 nos está ganando la batalla. Detengamos las muertes. Salvemos vidas. Dejemos a un lado la nefasta politización que cobra vidas, que causa muertes. ¡Queda en las manos y  en la conciencia de todos!

Fuente: https://acento.com.do/2020/opinion/8804730-convertir-el-covid-19-en-un-arma-politica-causara-mas-muertes/

Imagen: https://pixabay.com/photos/mannequin-lying-down-street-dead-1208188/

Comparte este contenido:

Es criminal

Por: Marisol Vicens Bello

Esta crisis sanitaria mundial, si bien ha golpeado todos los países, habiendo iniciado incluso en los más ricos y en las clases sociales más altas, desnuda crudas realidades, desmonta muchos mitos y penosamente pone en evidencia que, si bien el virus afecta por igual a todos, existen grandes desigualdades para enfrentar sus consecuencias y tener la posibilidad de protegerse de este o curarse.

La República Dominicana es quizás de los países de la región menos preparados para soportar la crisis, entre otras razones por algo denunciado desde hacía años, la baja inversión en salud y la mala calidad de esta, principalmente por la corrupción y la deficiente gestión.

La crisis nos encontró con un sistema sanitario muy deficiente a pesar de que en los últimos años las autoridades han invertido importantes recursos públicos en construcción, remodelación y equipamiento de hospitales, pero con muchas falencias y corrupción, en el cual se ha invertido poco en la buena preparación de los recursos humanos tanto médicos como paramédicos y en garantizar la formación en especialidades importantes en las cuales tenemos grandes carencias.

Aun bajo los efectos de esta pandemia que ha arrodillado al mundo y que debería servir como una gran lección para la humanidad la gente generalmente actúa simplemente como es, el generoso, haciendo el bien, el malvado haciendo el mal, el responsable cumpliendo, el irresponsable violentando y los corruptos aprovechándose del sistema como siempre lo han hecho.

También con un mercado laboral con un altísimo porcentaje de informalidad de alrededor de 57%, un Código de Trabajo desactualizado a pesar de años de discusiones y de existir un anteproyecto de modificación presentado por la comisión tripartita que fuera designada a los fines, el cual entre otras cosas no está al día en las tendencias internacionales del trabajo a distancia que el covid19 nos ha impuesto realizar a algunos, y una escasa conciencia sobre la carga laboral de los empleos formales y baja valoración de estos, por enfocarse únicamente en el monto de los salarios y olvidar la importancia de contar con las protecciones y derechos de que goza un empleado formal.

Con un sistema educativo público que a pesar de la inversión del 4% del PIB en educación ejecutada por la presente administración tiene enormes asimetrías con el privado, las cuales se reflejan en la odiosa dicotomía de que mientras en el público los estudiantes no están recibiendo clases y no se sabe aún que pasará con el año escolar, en buena parte del privado esto no impactará por poder continuar con el programa virtualmente.

Una justicia anclada en el pasado, con reformas pendientes de nuestros códigos napoleónicos del siglo XIX con un pernicioso hiper formalismo y necesidad de actuaciones presenciales y de depósitos de documentos físicamente, que forzosamente en limitados casos finalmente ha implementado la tecnología de audiencias virtuales. Y es que a pesar de la propaganda estábamos muy lejos de una República Digital, y eran muy limitados los procesos en línea.

Un sistema de compras y contrataciones públicas con muchas debilidades, con un marco normativo deficiente cuya modificación hace tiempo se espera, que ha provocado que las instituciones que quieren hacer las cosas transparentemente como ha sido el caso del Tribunal Constitucional, el Ayuntamiento del Distrito Nacional y otras, se vean en la necesidad de buscar en organismos internacionales como el PNUD la vía para escapar de los entuertos y riesgos del sistema, y que muchas empresas reconocidas prefieran no licitar por los intríngulis de unas contrataciones manejadas muchas veces para favorecer a proveedores favoritos que cambian de objeto social como de camisa.

Aun bajo los efectos de esta pandemia que ha arrodillado al mundo y que debería servir como una gran lección para la humanidad la gente generalmente actúa simplemente como es, el generoso, haciendo el bien, el malvado haciendo el mal, el responsable cumpliendo, el irresponsable violentando y los corruptos aprovechándose del sistema como siempre lo han hecho.

Esa malvada corrupción que históricamente tanto daño nos ha causado en momentos como estos adquiere ribetes patéticos y fuerza admitir que simplemente es criminal cualquier intento de aprovecharse de la tragedia, aunque esto no sea nuevo en el país, ni sea único en el mundo, independientemente de la seriedad de algunos buenos funcionarios que lamentablemente ni ayer ni hoy han podido garantizar que se erradique este execrable mal.

Fuente: https://acento.com.do/2020/opinion/8803353-es-criminal/

Imagen: https://pixabay.com/illustrations/dna-genetic-material-helix-proteins-3539309/

Comparte este contenido:

Día Mundial de la Creatividad y la Innovación

Por: Francisco Henry Leonardo.

El 21 de abril ha sido designado por Naciones Unidas como el Día Mundial de la Creatividad y la Innovación mediante la Resolución 71/L61 adoptada por la Asamblea General en fecha 13 de abril de 2017. Entre los argumentos considerados para asumir la declaratoria de esta efeméride destacan los siguientes:

  •  El desarrollo sostenible es un concepto holístico que exige que se fortalezcan los vínculos interdisciplinarios entre las distintas ramas del conocimiento, lo cual implica actuar a escala mundial para promover los entornos, los procesos y los productos creativos, así como la cooperación entre las naciones en todas las ramas de la actividad intelectual, especialmente los ámbitos económico, social, cultural, educativo y sanitario.
  • La creatividad humana y la innovación tanto a nivel individual como colectivo han pasado a ser la verdadera riqueza de las naciones en el siglo XXI. Por tanto, las industrias creativas deberían ser parte de las estrategias de crecimiento económico. En este sentido, es clave centrar la atención en la importancia de las micro, pequeñas y medianas empresas en el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

De acuerdo con la perspectiva estructural de Naciones Unidas, República Dominicana avala la promoción de la creatividad y la innovación en su Estrategia Nacional de Desarrollo,[1]  cuyo Tercer Eje Estratégico postula:

Desarrollar una economía territorial y sectorialmente integrada, innovadora, diversificada, plural, orientada a la calidad y ambientalmente sostenible, que crea y desconcentra la riqueza, genera crecimiento alto y sostenido con equidad y empleo digno, y que aprovecha y potencia las oportunidades del mercado local y se inserta de forma competitiva en la economía global.

De este se derivan los siguientes objetivos generales:

  1. Economía articulada, innovadora y ambientalmente sostenible, con una estructura productiva que genera crecimiento alto y sostenido, con trabajo digno, que se inserta de forma competitiva en la economía global.
  2. Energía confiable, eficiente y ambientalmente sostenible.
  3. Competitividad e innovación en un ambiente favorable a la cooperación y la responsabilidad social.
  4. Empleos suficientes y dignos.
  5. Estructura productiva sectorial y territorialmente articulada, integrada competitivamente a la economía global y que aprovecha las oportunidades del mercado local.

Como se puede apreciar, el Tercer Eje Estratégico de la END 2030 y los objetivos generales que de él se derivan guardan una absoluta coherencia en relación con las consideraciones tomadas en cuenta por Naciones Unidas para la proclamación del Día Mundial de la Creatividad y la Innovación.

Este marco estratégico de acción también está vinculado directamente al Objetivo de Desarrollo Sostenible número 8 (Trabajo decente y crecimiento económico), así como al número 9 (Industria, innovación e infraestructura). Igualmente, esta alineación se corresponde de manera transversal con el resto de los ODS.

Partiendo del referido marco estratégico, es importante tener presente que, de hecho, la innovación y la creatividad han sido el motor del progreso civilizatorio desde que la humanidad aprendió a manipular el fuego; desarrolló la agricultura; inventó la rueda, la escritura y las matemáticas; aplicó los conocimientos de la astronomía en el desarrollo de la navegación marítima, y dio paso a la primera,[2] la segunda[3] y la tercera revolución industrial.

En todos los hitos históricos enunciados, ha habido una contribución significativa de los migrantes, ya que muchos de los inventos tecnológicos que espontáneamente se asocian con algún país, en realidad fueron creación de extranjeros o descendientes de estos.

El programa Word de Office fue diseñado por Charles Simonyi, inmigrante húngaro radicado en EE. UU. Dos de los fundadores de YouTube, Jawed Karim y Steve Chen (de nacionalidad alemana y taiwanesa, respectivamente) también son inmigrantes establecidos en este país, al igual que los grandes científicos Antonio Meucci,[4] Nikola Tesla[5] y Albert Einstein,[6] por solo citar algunos ejemplos.

El incentivo y la promoción de la innovación y la creatividad, a través de las correspondientes políticas públicas y el capital financiero, han sido los factores más determinantes para el desarrollo de los países. La introducción de avances tecnológicos desata procesos de crecimiento económico que impactan en el bienestar de la población, la transformación de los perfiles sociodemográficos vinculados a la migración interna e internacional, así como en el potencial de reinversión en investigación y desarrollo.

El posicionamiento industrial y tecnológico de Estados Unidos y Europa Occidental (que concentran la mayor cantidad de emigrantes dominicanos) se ha debido en gran medida a la capacidad de financiar investigaciones para el avance científico, así como a la política de apertura a la inmigración cualificada, lo que ha sido decisivo en la atracción de capital humano, sin dejar de lado la contribución masiva de los migrantes comprendidos en otras categorías, para la creación de riqueza material e intangible a través de la cultura.

Bajo la tremenda presión de la pandemia del COVID-19, se ha desatado una carrera global contra el tiempo por encontrar una vacuna, así como un tratamiento eficaz y de bajo costo. Esta coyuntura, sin duda, representa un gran reto que desafía la capacidad creativa y de innovación y reinvención de la humanidad.

En el contexto de la actual crisis sanitaria, el riesgo de contagio y sus potenciales implicaciones para la salud de las personas, imponen condiciones de distanciamiento social que impactan en el desempeño de las economías de los países y presentan fuertes desafíos a la capacidad de respuesta de los sistemas de salud e innovación en la aplicación de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) para la normalización del trabajo y la educación a distancia, como estrategias que buscan mitigar los impactos negativos asociados a esta enfermedad.

La compleja e inédita situación por la que atraviesa la humanidad debido a los efectos del COVID-19 no representa en modo alguno el preludio de su colapso definitivo, sino más bien la oportunidad de dar un salto colosal hacia el futuro a través de la cooperación y la solidaridad en procesos de creación e innovación.

La otra cara de la moneda es que, en estos momentos, la humanidad se encuentra situada a las puertas de la cuarta revolución industrial, la cual estará signada por la expansión de la conectividad 5G, el Internet of Things (IoT), la automatización masiva de los procesos de producción y servicios, así como el despliegue de la Inteligencia Artificial (IA).

Salim Ismail, emprendedor canadiense de origen indio, embajador y cofundador de Singularity Universityal referirse al impacto y alcance de las transformaciones tecnológicas, afirmó:

Atravesamos un momento de cambios tecnológicos masivos. En el siglo XV la imprenta de Gutenberg transformó completamente la sociedad y el mundo al democratizar la literatura. Creemos que hoy tenemos unos 20 impactos de ese calado sucediendo al mismo tiempo. Blockchain, los drones, la energía solar, la inteligencia artificial, la neurociencia y la nanorrobótica son quizás los más destacados. El impulso de estas tecnologías está alterando todas las instituciones del mundo. La mayoría de ellas, como la educación, la democracia o los sistemas legales y sanitarios se desarrollaron hace dos o tres siglos, cuando la información era escasa y se movía de forma lenta. Nuestros líderes políticos y empresariales no están formados para afrontar este momento.[7]

Estas tendencias disruptivas crearán nuevos paradigmas de interacción social, gestión corporativa y gobernanza a escala nacional y global. República Dominicana sabrá colocarse a la altura de los tiempos.

 

[1] Ley 1-12 Estrategia Nacional de Desarrollo. Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo. República Dominicana, 2012. Disponible en:https://mem.gob.do/wp-content/uploads/2019/01/Ley-No.-1-12-sobre-Estrategia-Nacional-de-Desarrollo-2030.pdf

[2] Creación de la máquina de vapor.

[3] Uso de los hidrocarburos en la generación de energía e introducción del automóvil, el avión, la radio y el teléfono. Este periodo se caracteriza por la internacionalización de la economía, los desplazamientos de poblaciones de los campos a las ciudades y las grandes migraciones internacionales.

[4] Antonio Santi Giuseppe Meucci fue el inventor del teléfono. Nació en Florencia, Italia, en 1808 y se estableció definitivamente en Estados Unidos en 1839, donde falleció en octubre de 1889 a la edad de 81 años. En vida nunca recibió reconocimiento alguno por su invención. Uno de los problemas fundamentales a los que se enfrentó en el país de acogida fue su escaso conocimiento del idioma inglés.

[5] Nikola Tesla nació en el Imperio austrohúngaro (actual Croacia) en 1856, y en 1891 se nacionalizó como ciudadano estadounidense. Descubridor de un método para la transferencia inalámbrica de energía eléctrica, inventor del generador de corriente alterna, la bombilla de filamento y otras numerosas invenciones en el campo del electromagnetismo, es uno de los científicos más populares del mundo. Murió en enero de 1943 en la ciudad de Nueva York.

[6] Albert Einstein fue un físico alemán, de origen judío, que obtuvo la nacionalidad de varios países (Suiza, Austria y Estados Unidos). Nació en 1879 en el Reino de Wurtemberg, Imperio Alemán, y falleció en 1955, a la edad de 76 años, en Princeton, Estados Unidos. Desarrolló las teorías de la relatividad general y especial.  Recibió el Premio Nobel de Física en 1921 por sus contribuciones a la física teórica. En la inauguración del Muro de la Fama, en la Exposición Universal de Nueva York en 1939, señaló que “[Los inmigrantes] han contribuido a su manera al florecimiento de la comunidad, y su lucha y sufrimientos individuales son desconocidos”. Asimismo, apunta que “El desempleo no decrece restringiendo la inmigración […]. La inmigración hace aumentar el consumo en la misma medida que pide trabajo. Los inmigrantes refuerzan no sólo la economía interna de un país […], sino también su poder defensivo” (Albert Einstein. El libro definitivo de citas. Plataforma Editorial, cuarta edición, 2014).

[7] Salim Ismail. “La energía solar provocará el mayor cambio sistémico que verá nuestra generación”. Entrevista de Manuel G. Pascual. El País. Madrid, 15 de abril de 2020. Disponible en https://retina.elpais.com/retina/2020/04/14/talento/1586844122_534785.html

 

Fuente de la reseña: http://www.inm.gob.do/index.php/noticias/item/501-dia-mundial-de-la-creatividad-y-la-innovacion

Comparte este contenido:

EDUCA recomienda acciones que favorecen plan de continuidad formativa MINERD

América Central/República Dominicana/19-04-2020/Autor y Fuente: acento.com.do

Acción Empresarial por la Educación (Educa), recomendó asumir como política general el concepto «La educación dominicana no se detiene», como forma de preservar la contención social y emocional, además de la cultural que ésta representa para los estudiantes y sus familias.

En un comunicado, la entidad reconoció los esfuerzos desplegados por el Ministerio de Educación (MINERD) para dar respuesta pedagógica y continuar con el proceso formativo de los estudiantes desde sus hogares a través de la puesta en marcha del Plan de Apoyo Educativo.

De cara a los efectos que provoca la pandemia conocida como COVID-19, sobre la oferta educativa regular y el normal cumplimiento del calendario escolar 2019-2020, Educa formuló este martes unas consideraciones entre las cuales sugirió habilitar la metodología más adecuada en función de las características de la Región, el Distrito y las condiciones de cada centro educativo, para continuar con las actividades pedagógicas a los efectos de retomar el calendario escolar luego de la Semana Santa Mayor, y hasta la finalización del mismo previsto para el 26 de junio de 2020.

“Y en este caso, sería responsabilidad de cada Equipo de Dirección y de Gestión de cada centro escolar o colegio, determinar la metodología a utilizar”, apuntó la entidad sin fines de lucro.

A su juicio, existe una diversidad importante en las características de la oferta educativa de República Dominicana, ya sea por contexto, región del país o forma de administrar, sea pública o privada, que plantea un conjunto de realidades diferentes. A su juicio, este comportamiento cuestiona la adopción de una solución única, uniforme y válida para todos.

“De ahí que en Educa entendemos que en aquellos centros educativos, que sean públicos o privados, insertos en zonas en las cuales el Gobierno dominicano autoriza a la movilidad de sus ciudadanos, se promueva el uso del concepto del aula invertida. Es decir, que los estudiantes por el período restante del año escolar asistan a los centros educativos, únicamente para recibir tareas, evaluar tareas previas asignadas y recibir la alimentación escolar, coordinando la menor presencia simultánea de estudiantes y docentes, a los efectos de guardar las distancias y las condiciones de higiene mínimas para reducir el riesgo de contagio de la enfermedad”, enfatizó.

Para aquellos centros educativos, públicos o privados, ubicados en localidades en las cuales esté impedida la circulación regular de personas, proponen que se habilite la continuidad de las tareas asignadas de forma remota, virtual o por otros.

Para la institución es necesario mantener a la población escolar activa, conectada con los contenidos de los cursos a los cuales asisten y que el tiempo de reclusión sea visto como una oportunidad para fortalecer los aprendizajes, el involucramiento de la familia con la vida escolar de sus menores, y el compromiso de docentes y especialistas de la educación como contenedores y soportes de estudiantes y familias ante la situación social delicada derivada de los efectos de esta terrible enfermedad.

“En tal virtud, en Educa recomendamos flexibilizar las calificaciones y los niveles de promoción para que ningún estudiante quede atrás. Aquellos estudiantes que presenten niveles de dificultad mayor y cuyo desempeño conduciría a la repetición escolar, se propone diseñar un plan de recuperación y aceleración a ser implementado entre el cierre formal del calendario escolar 2019-2020 y el comienzo del año escolar 2020-2021”, expuso la institución educativa.

Del mismo modo, Educa propuso postergar la aplicación de Pruebas Nacionales, evaluaciones diagnósticas y cualquier otro elemento de evaluación de la calidad de los aprendizajes en curso como consecuencia de las anomalías experimentadas en este año escolar.

La entidad empresarial recordó que según los informes especializados sobre la expansión de la mencionada enfermedad, los niños y adolescentes son principales vectores de contagio puesto que la incidencia de la COVID-19 en las edades tempranas suele ser asintomática o de efectos leve, por lo cual se debe evitar al máximo su movilidad a los efectos de contener la transmisión de la enfermedad hacia poblaciones con mayor riesgo de prevalencia.

Finalmente, Educa puso de relieve la importancia que representa para miles de familias dominicanas de bajos recursos, que sus hijos y dependientes asistan de manera frecuente a los centros educativos por recibir en éstos, además de los conocimientos asociados al currículo y la alimentación escolar, la contención social y emocional en espacios más seguros y más confortables que la que tienen en sus propios hogares.

Fuente e Imagen: https://acento.com.do/2020/educacion/8805432-educa-recomienda-acciones-que-favorecen-plan-de-continuidad-formativa-minerd/

Comparte este contenido:

Confinamiento y roles de género

Por: Leonardo Díaz

En mi artículo, “Estado de excepción y actitud crítica”,  afirmé que uno de los problemas del confinamiento, en el marco de la pandemia del COVID- 19, es el hecho de que, además de la naturaleza informal de la vida económica de millones de personas en República Dominicana, la calle constituye un medio de reafirmación de la masculinidad.

La sociedad dominicana, como las sociedades latinoamericanas en general, son comunidades donde impera la inequidad de género asignando unos roles sociales muy rígidos, en función de si una persona es hombre o mujer. La asignación de roles de género implica una distribución rígida de los espacios. Si la mujer debe realizar las actividades domésticas, entonces la casa es su espacio, el lugar donde ella rige en términos operacionales. Si el rol del hombre es proveer, especialmente en estratos sociales donde no existe la nueva tendencia del teletrabajo, su espacio es la calle, allí impone su señorío.

En función de esta demarcación estricta se evalúan las competencias “naturales” de las personas. La mujer será una auténtica fémina en la medida que cumpla con eficacia los oficios domésticos. El hombre, en la medida en que sea capaz de sustentar a la familia. El vínculo entre rol y espacio hace que la masculinidad y la feminidad se realicen y reafirmen, en la calle, para los hombres; en la casa, para las mujeres.

Si esto es así, el confinamiento de los hombres en los barrios dominicanos constituye una “afrenta a su masculinidad”. En la casa se quedan las mujeres y los niños.

Tahira Vargas ha señalado, en su último artículo, “Masculinidad y cuarentena”,  que el confinamiento dentro de una sociedad con nuestras características produce un conflicto entre el imaginario donde han sido formados los hombres y la normativa que ahora se les exige.

En los hogares de clase media moderna donde se han transformado los roles de género tradicionales y las parejas han sido educadas con sensibilidad hacia el problema de la equidad de género, la desdibujación de esos roles desdibuja la demarcación estricta de los espacios. La calle y la casa son dominios de co-gobierno si los roles son compartidos. Esto no ocurre en los barrios marginales.

Lo señalado no solo aplica para fines de la administración del trabajo, sino también, del ocio. Los roles de género de una sociedad donde impera la inequidad asigna de modo estricto los espacios del entretenimiento, precisamente allí donde se realizan las actividades de trabajo. La mujer se divierte en la casa, o en casa de una amiga. Solo sale a divertirse en la calle si está acompañada, sea de amigas, familiares o una pareja, y durante un tiempo condicionado por el padre o el esposo.

Por su parte, el hombre se entretiene en la calle, sin tiempo asignado. Allí socializa con los amigos, flirtea, “habla de asuntos de hombres y hace cosas de hombres”. Por tanto, en la calle se reafirma como tal.

Todo esto debe ser entendido en términos no intelectuales. No se trata de que el hombre, de modo racional, se dice a si mismo que saldrá a la calle para reafirmarse, ni que las mujeres interpretan de modo racional que la casa es su espacio.

Hablo de unos modelos, imaginarios, patrones culturales que, como tales, son asimilados desde muy temprana edad e incorporados, de modo inconsciente, como hábitos de pensamiento y conducta. Por ello, cuando se establece una norma de confinamiento, el individuo, aunque no salga a trabajar, educado para no quedarse en casa, se rebela, no de modo intelectual, sino visceral, impulsivamente, aunque intelectualmente sepa que existen unas acciones de represalia si decide violentar la normativa.

Así, los discursos ideológicos que han perpetuado la inequidad de género en tiempos de normalidad, atentan contra las políticas del Estado en tiempos de excepción. La inequidad de género no es solo una situación que perjudica a las mujeres, aunque en efecto, sean las más afectadas. Es una situación que lacera todo el entramado social y dificulta la resolución de las nuevas situaciones sociales problemáticas, porque estas requieren, para su solución, de nuevas formas de pensar, así como presuponen espacios de diálogo y cooperación.

Fuente: https://acento.com.do/2020/opinion/8803327-confinamiento-y-roles-de-genero/

Imagen: https://pixabay.com/photos/chance-equality-equal-opportunities-3335805/

Comparte este contenido:

Estado de excepción y actitud crítica

Por: Leonardo Díaz 

En mi artículo de la semana pasada, “Pan, espacio y olvido”, tomé la disyuntiva metáforica de Albert Camus, pan o espacio, para reflexionar sobre uno de los problemas fundamentales para las políticas de confinamiento en América Latina, las dificultades que confrontan importantes segmentos poblaciones para ceder el espacio público y replegarse en sus casas, ante la necesidad imperiosa de buscar el alimento cada día.

República Dominicana no es la excepción a la referida situación, a pesar de que las autoridades gubernamentales se han jactado, durante años, del crecimiento económico sostenido durante décadas.

Pero, como el crecimiento del producto interno bruto no equivale a mejoramiento del índice de desarrollo humano, o en otras palabras, como el aumento de la riqueza no significa que la gente viva con mejores niveles de vida, millones de seres humanos viven en nuestro país la “vida desnuda”, arrojados a una lucha por la sobrevivencia que se asemeja, en muchas situaciones, a las de una sociedad del siglo XIX.

En este sentido, para más de la mitad de la población dominicana el confinamiento significa la clausura a las posibilidades de lograr el sustento familiar.

Pero la calle no solo es el espacio del pan, sino también del ocio. Si en los sectores de la clase media, las plataformas streaming, los escritorios para el teletrabajo, los televisores LED y los juegos electrónicos desempeñan el rol de distractores, en los sectores marginales, las casas constituyen pequeñas cárceles donde la estrechez del espacio dificulta la movilidad corporal, genera incomodidad e interacciones violentas.

Así, como ha señalado Tahira Vargas, en su artículo “COVID 19 y desigualdad social”, la calle se convierte, para los pobres, en una “extensión del hogar”. El espacio se ensancha como un mecanismo de fuga, de desahogo, de distracción y en el caso de los hombres, en reafirmador de la austoestima masculina. Estos aspectos dificultan el acatamiento de una orden de autoencerramiento de varios días.

También, debe agregarse un aspecto importante de nuestra historia cultural al problema del confinamiento. En nuestra sociedad, el ciudadano común ha interiorizado los hábitos de incumplimiento a la ley, no solo por la inexistencia de un régimen de consecuencias, sino también, como un mecanismo inconsciente de rebeldía ante regímenes donde la ley es solo para los débiles.

Dado este escenario, resulta comprensible las violaciones al estado de excepción proclamado hace quince días. Agréguese a la situación, que el actual gobierno se encuentra en una profunda crisis de credibilidad expresada en los últimos comicios electorales.

No obstante, los sectores del oficialismo pretenden obviar los hechos señalados, en vez de intentar gestionar la crisis orientado hacia los mismos. La socióloga Rosario Espinal ha señalado en su artículo“Higiene y distanciamiento social: ¿y los pobres?”, la necesidad de contrarrestrar la inviabilidad del confinamiento en los barrios populares mediante “las intervenciones sociales quirúrgicas”, es decir, mediante la intervención focalizada del Estado para aislar los pacientes afectados del virus mediante control sanitario.

Dicha acción sería más efectiva que la represión violenta en las calles y el hacinamiento de los detenidos en sórdidas cárceles. Es conocido por todos la arraigada práctica de violación de los derechos humanos de los organismos policiales dominicanos, estimulada, hoy, por un estado de emergencia.

Por otra parte, un aspecto fundamental que no debemos obviar es la necesidad de seguir manteniendo una actitud vigilante y crítica con respecto a las autoridades en este difícil momento de nuestra historia. De buena fe, muchos ciudadanos pueden pensar que no es momento para la crítica, sino para el trabajo solidario de apoyo al gobierno.

Existe un falso dilema  en este planteamiento. En el mismo subyace una concepción errónea de lo que constituye el ejercicio de la actitud crítica. Se piensa que criticar es denostar contra el enemigo, no someter a cuestionamiento los fundamentos de nuestras prácticas. No hay contradicción entre apoyar a las autoridades gubernamentales en aquellas medidas acertadas relacionadas con paliar la pandemia, y cuestionar a esas mismas autoridades cuando las prácticas son incorrectas. Ejemplos de estas últimas son: el apresamiento violento y el hacinamiento de los presos en las cárceles, la entrega de alimentos sin tomar las medidas que cuiden el protocolo sanitario contra la pandemia, el cierre sin información previa ni organización de vías medulares de tránsito que pueden obstaculizar el tránsito de los especialistas de salud, o el intento de sacar capital político de las ayudas a los sectores marginales.

Por tanto, no debemos postergar el cuestionamiento para un futuro pos-pandemia. Porque el futuro comienza a gestarse hoy, cuando pueden tomarse medidas de consecuencias irreversibles, o pueden provocarse daños colaterales a los que podemos reaccionar demasiado tarde.

Fuente: https://acento.com.do/2020/opinion/8800585-estado-de-excepcion-y-actitud-critica/

Imagen: https://pixabay.com/photos/coronavirus-corona-quarantine-4939242/

Comparte este contenido:
Page 27 of 114
1 25 26 27 28 29 114