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Las bases de una nueva educación pública

Chile / 27 de mayo de 2018 / Autor: Domingo Bazán Campos / Fuente: Cooperativa 93.3 FM

A comienzos de los años setenta –para incredulidad de los más jóvenes- quienes hacían su enseñanza básica en una escuela privada sólo aspiraban a terminar su educación media en un liceo público, como una forma de asegurar una educación de mejor calidad, plural, laica y progresista, como se ha dado en defender. A fines de esa misma década las cosas ya se estaban invirtiendo, levantándose la imagen de que el futuro laboral y académico de los jóvenes liceanos era relativamente incierto y que la educación privada aseguraba más y mejores aprendizajes.

Ese cambio en las representaciones sociales sobre la calidad de la educación no estuvo exento de conflictos ni fue resultado de consenso social alguno, al contrario, fue impuesto con brutalidad por el gobierno militar en un proceso mayor de transformaciones sociales y políticas marcado por un deterioro de lo público, cuyo ícono fue un Estado de Bienestar declarado ineficiente, costoso, obsoleto y hegemónico.

Desde entonces, lo privado y las leyes del mercado alcanzaron el status de proyecto social mesiánico que llevaría a Chile a las puertas del desarrollo, a la libertad, a la modernización pendiente. Esos cambios forzados significaron, por cierto, dejar violentamente atrás un modelo de sociedad donde el bien común y la solidaridad tenían la forma de un intento inédito de revolución socialista y democrática.

Este mes, cuando estamos conociendo una parte de la “buena nueva” de la reforma educacional que incluye, entre otras, pasos hacia la gratuidad de la educación pública básica y media (el fin del co-pago), creación de nuevas universidades públicas, la creación de una nueva institucionalidad para administrar la educación pública (des-municipalización) y la eliminación de los mecanismos de selección en el ingreso a la escuela (que operan por factores de status adscritos y no adquiridos), las reacciones de los sectores conservadores suenan destempladas y alarmantes: “que se pretende estatizar la educación”… “que se quita opciones y libertad a la clase media”… “que es regresivo volver al pasado”.

En rigor, nadie vuelve al pasado porque no es simple desmontar lo que se instaló a fuego y dolor en la historia de Chile. Porque en democracia no cabe imponer a la fuerza y sin argumentos una representación favorable del Estado y su función social y docente, una visión que la dictadura puso bajo tierra y que la propia Concertación no ha podido defender coherentemente en sus cuatro gobiernos anteriores.

En verdad, nadie que quiera vivir la vida presente y futura desea volver al pasado sin razones de fondo. La Nueva Mayoría las tiene y profundas, llegó al poder a través de un compromiso ético y político con la ciudadanía en orden a hacer de la educación un derecho social, recuperando la tradición republicana de ofrecer una educación pública de calidad, gratuita y sin fines de lucro, llevando a cabo los cambios estructurales necesarios para garantizar a cada chileno y chilena una educación moderna, democrática, inclusiva, justa y respetuosa de las diferencias.

En este contexto, retomar un cierto rumbo de convicciones éticas y políticas es siempre importante, es coherente. Volver a las raíces de un sistema educativo que armoniza el interés privado con el interés público pero que releva y valora fundamentalmente una educación pública fortalecida y renovada parece ser justamente la mejor opción de calidad educativa para la mayor parte de los chilenos.

Esto no es “estatizar”, ni necesariamente “involucionar”, ni un mero deseo de “volver al pasado”, es sencillamente lo que la mayor parte de los chilenos quieren y necesitan. Se equivoca la derecha chilena, de hecho, cuando desea mantener un sistema educativo segregado y segregador, cuando quiere ser parte de un selecto grupo de países exitosos pero sin asegurar igualdad de oportunidades a todos los habitantes de este país.

Ante la perplejidad de muchos, el gobierno ha dado un paso concreto en este desafío, esto es, en resignificar la educación de calidad desde lo público, poniendo algunos cimientos para que este país avance en la (re)construcción de una extraviada educación pública.

Visto, así, con optimismo y voluntad de cambio –y pese a los lamentos de la derecha, que recién empiezan- el segundo semestre de este año debiera concentrarse en el fin al lucro en la educación superior y en la construcción de una carrera docente orientada a formar y estimular la existencia de profesores autónomos y críticos.

Ambos tópicos son centrales en el mejoramiento de la calidad de la educación, pero sólo el segundo tema implica entrar en el terreno social y pedagógico en que esta discusión debiera prontamente centrarse.

En ese sentido, es menester avanzar hacia el establecimiento de un acuerdo nacional en torno a las razones y contenidos para educar a niños, niñas y jóvenes en nuestro país, así como en cambios de la escuela como institución domesticadora (su estructura y función) y, sobre todo, en propiciar una discusión amplia y participativa de la educación que queremos con categorías auténticamente pedagógicas.

El entusiasmo de la opinión pública, en este escenario de anuncios y compromisos, da para creer razonablemente en que estamos en la antesala de la requerida transformación educacional, permite acoger también la frase del Ministro del ramo, “espero que mi nieta estudie en una escuela pública”. Nosotros agregamos, “siempre y cuando queramos nietos y nietas críticos, democráticos y solidarios”.

Fuente del Artículo:

http://blogs.cooperativa.cl/opinion/educacion/20140522120155/las-bases-de-una-nueva-educacion-publica/

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El significado de los nombres de los países

Por: Revista Semana

Canadá, Francia, Irán… conocemos sus nombres y los de todos los demás países, pero, ¿qué significan? ¿Cuál es «La tierra de los arios» y cuál es «La tierra de los feroces»?

Algunos son descriptivos, otros no dejan lugar a dudas y varios tienen distintas versiones. En cualquier caso, todos dicen algo del sitio al que denominan, y descubrirlo es interesante y divertido.

Son los nombres de los países, esos que decimos sin pensar, que aunque no sepamos qué significan evocan imágenes, sentimientos, aromas y sabores.

Pero, ¿sabe de dónde viene el nombre de España y por qué la llamaron así? ¿Puede ubicar en un mapa la Tierra de los arios y la Tierra de los hombres honestos?

Encuéntrelos en este mapamundi en el que están los nombres de todos los países traducidos al español.

Démosle la vuelta al mundo empezando por la región donde nacen los días.

Mapa Oceanía con nombres traducidosFoto: CREDIT CARD COMPARE vía BBC

Oceanía puede ser el continente más pequeño, pero sus diversos paisajes, desde selvas tropicales hasta volcanes y pastizales, han fascinado a la gente durante siglos.

Fueron los griegos a quienes se les ocurrió llamarle Terra Australis Incognita, que significa ‘Tierra desconocida del sur‘, cuando soñaban con tierras desconocidas en el hemisferio sur.

Samoa se traduce como ‘Centro sagrado‘, y la leyenda dice que fue allá donde el dios samoano Tagaloalagi del Cielo creó el mundo.

Nueva Zelandia tiene dos historias: el explorador holandés Abel Tasman la nombró en 1642 Staten Landt o la «Tierra del Estado», pues creyó que estaba conectada con la «Isla de los Estados» en el sur de Argentina.

Cuando los cartógrafos holandeses se dieron cuenta de que no era así, le cambiaron el nombre a Nova Zeelandia —en latín— y luego a Nieuw Zeeland —en holandés— porque les recordaba a la provincia holandesa de Zeeland que significa «la tierra del mar».

Pero para los maorí se llama Aotearoa, que quiere decir «La tierra de la larga nube blanca».

Pero quizás la más simpática de esta región es la isla Nauru, que en idioma naurano significa «Voy a la playa».Mapa Asia con nombres traducidosFoto: CREDIT CARD COMPARE vía BBC

Asia ocupa un tercio del área terrestre total del mundo y es el continente más poblado del planeta.

Su rica diversidad de cultura e historia se refleja en los nombres de sus países.

La dinastía Koryo gobernó su reino desde 935 hasta 1392 EC, supervisando un país que estaba formando sus propias tradiciones culturales. Ese país ahora se conoce como Corea, que se puede traducir como «alto y hermoso».

Otros nombres hablan sobre la geografía de la región.

El nombre de Irak se refiere a su ubicación a orillas de los ríos Eufrates y Tigris. Viene del árabe al-‘iraq, que se traduce como ‘al lado del agua‘.

La Tierra de los arios está en este continente. El nombre se deriva del antiguo persa aryanam, el plural de arya que significa noble, en el sentido de alta alcurnia. La tierra de aquellos de alta cuna es Irán.

¡Ah! Y es aquí donde queda Allá… ¿lo encontró? ¿No? Allá es Brunei.Mapa África con nombres traducidosFoto: CREDIT CARD COMPARE vía BBC

África es conocida como la cuna de la civilización, el lugar de donde proviene toda la vida humana.

Los nombres de sus países revelan una historia de las culturas indígenas y la colonización.

Malawi, por ejemplo, significa «Tierra de llamas», que se cree que refleja el hábito local de quemar hierba muerta para preparar la tierra para el cultivo.

Otros lugares hablan más de los que llegaron que de los que estaban.

El explorador portugués Fernando Poo recorrió del río Wouri en 1472, y encontró una gran cantidad de camarones en su viaje. Por ello, le puso el nombre de Rio dos Camarões, o río de los camarones, y al país se le conoce como Camerún.

 

Uno de los nombres más curiosos es el de Benín, que puede que se derive de los bini, los habitantes originales del lugar. Alternativamente, podría venir del yoruba Ile-ibinu, ‘Tierra de discusión‘, una posible referencia a una época en la que las tribus estaban en guerra.Mapa Europa con nombres traducidosFoto: CREDIT CARD COMPARE vía BBC

Europa tiene una larga historia de exploración, y muchos de los nombres de países reflejan las tierras y quienes los exploraron.

Francia toma su nombre de una coalición de tribus germánicas, los francos. El nombre Frank proviene de la antigua palabra alemana franka, que significa «feroz», convirtiendo a Francia en la tierra de los feroces.

Otros nombres indican los senderos que la gente solía utilizar para descubrir su mundo.

Noruega, por ejemplo, simplemente significa «el camino al norte‘, haciendo referencia a una antigua ruta vikinga.

¿Y España? La teoría más común es que se deriva de la palabra púnica Ispanihad que significa «la tierra de los conejos», pero también es cierto que la Roma antigua llamaba a la península ibérica «Hispania», que vendría de la palabra Hesperia (Εσπερ?α) que quiere decir «la tierra del occidente» o «la tierra del sol poniente».

Y es en este continente donde queda La tierra de la gente alta, Macedonia, que viene del antiguo griego mak —alto—, posiblemente describiendo a quienes vivían ahí.Mapa Norteamérica con nombres traducidosFoto: CREDIT CARD COMPARE vía BBC

Los nombres de países de América del Norte y Central cuentan una historia de colonización europea.

El nombre ‘América‘ en sí mismo proviene del explorador italiano Amerigo Vespucci, quien fue la primera persona en darse cuenta de que el continente era una masa de tierra separada y no en la costa este de Asia.

Era el ‘Nuevo Mundo‘, y estaba destinado a un período trágico de guerra y conflicto por la tierra.

México, colonizado por España, es la traducción simplificada al español del nombre náhuatl de la capital azteca, que se dice significa «En el ombligo de la luna».

Los exploradores españoles también llegaron a gran parte de Centroamérica y el Caribe, donde encontraron gemas como ‘La tierra junto al agua‘ y ‘El lugar de las granadas‘, conocidas como Nicaragua y Granada.

Mapa Sudamérica con nombres traducidosFoto: CREDIT CARD COMPARE vía BBC

América del Sur tiene algunos de los ecosistemas más diversos del planeta. También es el hogar del río más grande del mundo: el Amazonas. No debería sorprender, entonces, que muchos de los nombres de países reflejen esa abundancia de agua.

Guyana se deriva de un idioma indígena amerindio y significa «Tierra de muchas aguas», mientras que la vecina Venezuela lleva el nombre de la ciudad de los canales, «Pequeña Venecia».

Un nombre que llama la atención es «Rojo como una brasa».

Se refiere al color rojo de una madera utilizada para teñir textiles que los portugueses encontraron en Brasil. Su origen es la palabra celta barkino y que en español pasó a ser barcino, y luego brasil. A los árboles se les llama «Palo Brasil».

En el caso de Uruguay, hay varias versiones sobre el origen de su nombre.

Puede venir de uruguá, que en guaraní es una especie de caracol, e y, que significa agua o río. Entonces significaría Río de caracoles.

Otra teoría es que se refiere al urú, un ave parecido a la codorniz; y gua, que significa de, y esto unido a y sería Río del urú.

Dicen otros que es más general: Río de pájaros.

El poeta Juan Zorrilla de San Martín, por su parte, interpretó que el vocablo significa «río de los pájaros pintados».

El mapamundi con las traducciones literales de los países fue comisionado por la firma Credit Card Compare, realizado por NeoMam Studios, que también hizo las traducciones a español para BBC Mundo.

Contenido original en https://www.creditcardcompare.com.au/blog/world-map-literal-translation-country-names/

Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/donde-queda-alla-y-la-tierra-de-la-gente-alta-el-significado-de-los-nombres-de-los-paises/565508

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Boaventura: eis a Guerra Fria, no século 21

Por: Boaventura De Sousa Santos

Em decadência, EUA já não podem abater a China. Tentam fustigá-la atacando seus aliados: Rússia, Coreia do Norte, Irã, BRICS. A devastação espalha-se — da guerra na Síria ao golpe no Brasil. Como contê-la?

Por Boaventura de Sousa Santos | Imagem: George GroszEclipse do Sol (1926)

O bombardeio de alvos sírios onde supostamente se produzem ou armazenam armas químicas supostamente usadas pelo governo de Bashar al-Assad contra os rebeldes deixou os cidadãos do mundo confusos, num misto de perplexidade e de ceticismo. Apesar do bombardeio (imagem apropriada no caso) midiático dos meios de comunicação ocidentais, tentando convencer a opinião pública das mais recentes atrocidades do regime de Bashar Al-Assad; apesar da quase unanimidade dos comentaristas políticos de que se tratou de uma intervenção humanitária, de uma punição justa e de mais uma prova da vitalidade da “aliança ocidental”; apesar de tudo isto, os cidadãos do mundo ocidental (dos outros nem se fala), sempre que consultados, mostraram as suas dúvidas a respeito da narrativa midiática e manifestaram-se majoritariamente contra os ataques. Por que?

As consequências

Porque os cidadãos minimamente informados têm uma memória mais apurada que os comentaristas e porque, sem serem peritos sobre as causas destes atos bélicos, são peritos no conhecimento das suas consequências, algo que escapa sempre às contas dos ditos comentaristas. Lembram-se que em 2003 a invasão do Iraque foi justificada pela existência de armas de destruição em massa, que se provou mais tarde não existirem. Lembram-se que as fotos que na altura foram mostradas eram fotomontagens para dar credibilidade à mentira. Lembram-se que, tal como agora, o ataque foi feito na véspera de chegar ao país uma comissão independente de peritos para averiguar a existência ou não de tais armas. Lembram-se que essa mentira deixou no terreno um milhão de mortos, um país destruído e rendeu lucrativos contratos de reconstrução entregues a empresas norte-americanas (Halliburton, por exemplo) e de exploração do petróleo às empresas petrolíferas ocidentais. Lembram-se que em 2011 a mesma aliança destruiu a Líbia, tornou-a um antro de terroristas e de negociantes de tráfico de refugiados e emigrantes e rendeu o mesmo tipo de lucrativos contratos. Lembram-se que a guerra da Síria já causou 500 mil mortos, 5 milhões de refugiados e 6 milhões de pessoas deslocadas no interior do país. E sobretudo, talvez pela misteriosa astúcia da razão de que falava Hegel, lembram-se do que lhes não é dito pela mídia. Lembram-se que naquela região estão em curso dois genocídios perpetrados por terrorismo de Estado de que quase não se fala porque os Estados agressores são “nossos” aliados: o genocídio dos iemenitas pela Arábia Saudita e o dos palestinos por Israel.

Estas são as consequências mais visíveis. Mas há outras vítimas de que o cidadão comum tem uma ideia mais vaga, uma suspeita que por vezes não é mais que um mal-estar. Saliento três. A primeira vítima é o direito internacional que foi mais uma vez violado, uma vez que tais intervenções bélicas só são legítimas em caso de legítima defesa ou sob mandato do Conselho de Segurança da ONU, condições que não se verificaram. Os tratados bilaterais e multilaterais estão a ser deitados no lixo um atrás do outro, ao mesmo tempo que as guerras comerciais se acirram cada vez mais. Estamos entrando numa nova Guerra Fria com menos regras e mais mortes inocentes? Estamos a caminho de uma terceira guerra mundial? Onde estará a ONU para a evitar pela via diplomática? Pode esperar-se outra coisa de países como a Rússia, a China ou o Irã senão que se afastem ainda mais dos países ocidentais e do falso multilateralismo destes e que organizem as suas próprias alternativas de cooperação?

A segunda vítima são os direitos humanos. A hipocrisia ocidental atingiu o paroxismo: a destruição militar de países e a morte de populações inocentes tornou-se o único meio de promover os direitos humanos. Aparentemente, deixou de haver outros meios de promover os direitos humanos senão violando-os. A democracia de tipo ocidental não sabe florescer senão nas ruínas. A terceira vítima é a “guerra contra o terrorismo”. Ninguém de boa vontade pode concordar com a morte de vítimas inocentes em nome de qualquer objetivo político ou ideológico, e muito menos os países que desde há vinte anos têm dado total prioridade à guerra contra o terrorismo, os EUA e seus aliados. Sendo assim, como se pode compreender que estejam sendo financiados e armados pelas potências ocidentais grupos de rebeldes da Síria que são reconhecidamente organizações terroristas e que, tal como Bashar al-Assad, usaram no passado armas químicas contra populações inocentes? Refiro-me particularmente à frente al-Nusra, conhecida como a Al Qaeda da Síria, um grupo extremista salafista que quer implantar um Estado islâmico. Aliás, o mais fiel aliado dos EUA, a Arábia Saudita, é quem tem sido acusado mais frequentemente por instituições norte-americanas de financiar grupos extremistas e terroristas. Quais são os objetivos ocultos de uma guerra contra o terror que financia e arma terroristas?

As causas

Os cidadãos comuns têm mais dificuldades em identificar as causas porque estas se furtam ao ruído das notícias. É convencional distinguir entre causas próximas e estruturais. Entre as causas próximas, a disputa sobre o gasoduto do gás natural tem sido a mais mencionada. As grandes reservas de gás natural da região do Qatar e Irã têm dois trajetos alternativos para chegar à rica e voraz consumidora Europa: o gasoduto do Qatar através da Arábia Saudita, Jordânia, Síria e Turquia; e o gasoduto do Irã, através do Irã, Iraque e Síria. Por razões geopolíticas, os EUA favorecem o primeiro trajeto e a Rússia, o segundo. Bashar al-Assad também preferiu o segundo por favorecer apenas governos xiitas. A partir de então passou a ser um alvo a abater pelos governos ocidentais. O Major Rob Taylor, professor do US Army´s Command and General Staff College, escreveu no Armed Forces Journal de 21 de Março de 2014: “Visto através de uma lente geopolítica e econômica, o conflito na Síria não é uma guerra civil; é antes o resultado do posicionamento de vários atores internacionais no tabuleiro do xadrez geopolítico, preparando-se para a abertura do gasoduto em 2016”.

As causas estruturais são talvez mais convincentes. Como tenho defendido, estamos num momento de transição entre globalizações do capitalismo. A primeira globalização ocorreu entre 1860 e 1914 e foi dominada pela Inglaterra. A segunda ocorreu entre 1944 e 1971 e foi dominada pelos EUA. A terceira iniciou-se em 1989 está terminando agora. Foi dominada pelos EUA, mas com crescente participação multilateral da Europa e da China. Nos intervalos das globalizações, a rivalidade entre países aspirantes ao domínio aumenta e pode redundar em guerras entre eles ou entre os aliados de cada um. A rivalidade neste momento é entre o EUA, um império em declínio, e a China, um império ascendente. Segundo o estudo “Tendências globais, 2030” do insuspeito National Intelligence Council dos EUA, em 2030 “a Ásia será o motor da economia mundial como foi até 1500” e a China pode vir a tornar-se a primeira economia do mundo.

A rivalidade intensifica-se e não pode ser de enfrentamento direto porque a China é já hoje muito influente na economia interna dos EUA e um credor importante da sua dívida pública. A guerra comercial é fundamental e atinge as áreas de alta tecnologia porque quem dominar estas (a automação ou robótica) dominará a próxima globalização. Os EUA só investem em tratados que possam isolar a China.

Como a China é já demasiado forte, tem de ser enfrentada através dos seus aliados. O mais importante é a Rússia, e os acordos recentes entre os dois países preveem transações comerciais, sobretudo de petróleo, não denominadas em dólares, uma ameaça fatal para a moeda de reserva internacional. A Rússia em caso algum poderia vangloriar-se de uma vitória na Síria (uma vitória contra os extremistas terroristas, diga-se de passagem), uma vitória que esteve a ponto de obter devido ao suposto desnorte da política de Obama ao não incluir a Síria na lista das prioridades. Por isso, os EUA precisavam encontrar um pretexto para regressar à Síria e continuar a guerra por mais alguns anos, como acontece no Iraque e no Afeganistão. A Coreia do Norte é outro aliado e tem de ser hostilizado de modo a embaraçar a China. Finalmente, a China, como todos os impérios ascendentes, investe em (falsos) multilateralismos e por isso responde à guerra comercial com abertura comercial.

Mas além disso tem investido concretamente em acordos multilaterais limitados que visam criar alternativas ao domínio econômico e financeiro norte-americano. O mais importante desses acordos foi o Brics que incluía, além da China e Rússia, a Índia, a África do Sul e o Brasil. Os Brics chegaram a criar um Banco Mundial alternativo. Era preciso neutralizá-los. A Índia desinteressou-se do acordo desde que o presidente Narenda Modi chegou ao poder. O Brasil era o parceiro particularmente estratégico porque se articulava, ainda que relutantemente, com uma alternativa mais radical que emergira na América Latina por iniciativa de alguns governos progressistas, com destaque para a Venezuela de Hugo Chávez. Refiro-me à Alba, Unasur, e Celac, um conjunto de acordos político-comerciais que visavam libertar a América Latina e o Caribe da secular tutela dos EUA.

O país mais vulnerável dos Brics, talvez porque o mais democrático de todos eles, era o Brasil. A sua neutralização iniciou-se com o golpe institucional contra a presidente Dilma Rousseff e continuou com a prisão ilegal de Lula da Silva e o desmonte de todas as políticas nacionalistas empreendidas pelos governos do PT. Curiosamente, na África do Sul, Jacob Zuma, sem dúvida um líder corrupto e entusiasta dos Brics, foi substituído por Cyril Ramaphosa, um dos homens mais ricos da África (menos corrupto que Zuma?) e adepto incondicional do neoliberalismo global. A Cúpula das Américas que teve lugar em Lima, nos passados dias 13 e 14 de Abril, foi uma peça geopolítica muito importante neste contexto. A participação da Venezuela foi vetada e, segundo o El Pais (edição brasileira) de 15 de Abril, a reunião selou o fim da América bolivariana. O fortalecimento da influência dos EUA na região está bem patente no modo como foi criticada pela delegação norte-americana a crescente influência da China no continente.

Por tudo isto, a guerra na Síria é parte de um jogo geopolítico bem mais amplo e de futuro muito incerto.

Fuente: https://outraspalavras.net/destaques/boaventura-eis-a-guerra-fria-no-seculo-21/

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Educación rural, un lastre

Por: Juan José Perfetti del Corral

En un estudio reciente (“Reflexiones innegociables en educación básica y media para 2018-2022”) de la Fundación Empresarios por la Educación, se hace referencia, entre otras cosas, a las enormes diferencias que en materia educativa hay entre el campo y la ciudad. La publicación de la Fundación va dirigida, esencialmente, a los candidatos que se disputan la Presidencia de la República para el próximo cuatrienio.

En concreto, en el estudio se señala que “la educación rural en Colombia tiene menores niveles de acceso, permanencia, pertinencia y desempeño que la urbana”.

Así, para el año 2016, “el promedio de años de educación en una zona rural fue de 5,5 años, mientras que en una zona urbana fue de 9,6 años”. De esta forma, un estudiante de las zonas rurales recibe solo un 57 por ciento de la educación que se le provee al niño promedio de las ciudades. Para la Fundación, “esto genera un ciclo negativo que se refuerza”.

Se establece, además, que la asistencia a la escuela en la primaria y la secundaria es mucho menor en el campo que en las ciudades y que la deserción escolar en las zonas rurales es casi el doble que la de los centros urbanos. De acuerdo con el estudio, en el año 2013, el 13,8 por ciento de los niños entre 12 y 15 años de las zonas rurales no asistían a la escuela secundaria.

Según la Fundación, parte de las causas de las brechas que se presentan en educación primaria y secundaria en el campo obedecen “a las dificultades en el capital humano y físico de las escuelas rurales, al impacto del conflicto y a la ausencia de una política educativa para la ruralidad”.

En lo que tiene que ver con el capital humano, se encuentra que en las escuelas rurales los docentes trabajan con muy pocos recursos. Así, “los maestros rurales no tienen acceso a una red de docentes para intercambiar buenas prácticas, ni acompañamiento en aula o suficiente material de apoyo”. Adicionalmente, el nivel de formación de los maestros en zonas rurales es menor que el que tienen los maestros de los sectores urbanos.

En cuanto al capital físico de las escuelas rurales, se encuentra que dicha infraestructura presenta serios problemas de acceso a servicios públicos. El 80 por ciento de las escuelas rurales no acceden al servicio de gas; el 63 por ciento de ellas no tienen el servicio (esencial) de agua; y el 16 por ciento no acceden al servicio de energía eléctrica. Esto sin contar con el limitado acceso (sólo del 50 por ciento) a las tecnologías de la información.

Entre las recomendaciones del estudio se destacan la necesidad de consolidar una política pública de educación rural y establecer, en el Ministerio de Educación, una instancia permanente dedicada a la promoción y el mejoramiento de la educación rural a través de la implementación del Plan Especial de Educación Rural (PEER).

Para asegurar el progreso y la generación de oportunidades en el sector rural, el nuevo gobierno deberá establecer como prioridad la concreción de una gran revolución educativa integral.

Fuente: http://www.elcolombiano.com/opinion/columnistas/educacion-rural-un-lastre-NF8755384

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Avanzamos hacia una conmoción de la especie humana

Por: Javier del Arco

Sólo el conocimiento tecno-científico alumbrará la posthumanidad

Asistimos a una revolución asimétrica de proporciones colosales que apunta a una gran conmoción, a una puntuación de la especie humana. Tan sólo el conocimiento tecno-científico podrá rescatar lo rescatable y hacer emerger una nueva humanidad necesariamente muy diferente de la actual: la posthumanidad

La filosofía ha discurrido en estos años por riberas acuosas y, ciertamente insustanciales  por el agotamiento de la retórica postmoderna. Sin embargo presiento un fuerte retoñar de ésta en el campo científico. La sucesión ininterrumpida de acontecimientos científicos, tecnológicos (que hemos  reunido en un sólo concepto) y sociales en un mundo totalmente asimétrico, turbulento y desgraciadamente violento, necesitan de una profunda reflexión.

Nuestro objetivo es la ciencia, pero no por la ciencia, sino en cuanto que actividad del hombre y para el hombre. Sospechamos que carece de límites y por eso, como se explicará a continuación, la hemos acompañado de una cierta ética para que la estirpe humana comprenda que es una gran estupidez autodestruirse.

Mejor una evolución por traumática que sea. Si como establecen Eldrege y Jay Gould en su teoría del Equilibrio Puntuado (1), la especiación se produce en situaciones de crisis, es más que posible que en pocos años emerja una nueva humanidad y vaya pereciendo la vieja. Esta pirueta biológica, que a buen seguro será muy criticada, me da pie a esperar con Höldeling que allí donde se halla el mayor peligro, radica también lo que salva.

Hace unos años el Profesor Quintín Racionero , Catedrático de Filosofía de la UNED, expresaba  en un lúcido artículo publicado en la Revista de Filosofía (2) que la postmodernidad no era “algo” que venía después de la modernidad y derivado de ella, sino que se trataba de un enfoque distinto del pensamiento filosófico, científico y vital.

Como ya anunciaba Lyotard en su célebre conferencia  dictada en 1971 y luego muy publicada (3) “La condición postmodena. Un informe sobre el saber”, la postmodernidad tenía el carácter de condición, no se trataba de una continuidad, sino de un nuevo enfoque del pensamiento filosófico y científico que, además, abría la puerta a un nuevo modelo social: el de la sociedad líquida, estudiado exhaustivamente por el sociólogo Zygmunt Bauman en múltiples libros, cuyo primer exponente, al menos para mí, fue su obra “Modernidad líquida” (4). A éste le siguieron diversos títulos que trataban desde el amor hasta el miedo, es decir una visión del hombre en un mundo inseguro, dubitativo, sin puntos de referencia ni “puertos seguros donde cobijarse” y un tanto desquiciado.

Este panorama de incertidumbre, riesgo (5) y cansancio (6) nos deja pocas certidumbres. Yo las reduzco, en el plano filosófico y a mi parecer vital, tan sólo a dos: la epistemología, y como ciencia secundaria “de amortiguación y reflexión sobre lo investigado y lo innovado”, la ética. En mis reflexiones yo reservo a la ética un doble papel modulador: el de evitar en lo posible el riesgo que la ciencia conlleva impulsada por la inteligencia y el de recordar al científico la necesidad de la libertad propia y la de los demás.

Bien sé que el problema del libre albedrío es abstruso y quienes tendrán la última palabra creo que serán los neurocientíficos (7). No obstante, yo me refiero a una libertad más “casera” referida a la convivencia entre seres humanos que han de respetarse los unos a los otros en un marco convivencial donde la libertad de cada uno termine donde comience la libertad del otro, de los otros. Esto me da pie a una reflexión absolutamente paralela pero creo que necesaria.

Emmanuel Levinas, en su reflexión ética, identificaba al “otro” con el extranjero, la viuda y el huérfano (8). Hoy esa identificación sigue siendo válida si ese extranjero lo identificamos con el emigrante y le añadimos la mujer maltratada hasta la extenuación o la muerte por causas del machismo, la religión y culturas diabólicas en las que la mujer queda cosificada, los niños pobres del tercer y cuarto mundo y los mayores, abandonados todos por la crueldad del pensamiento turbocapitalista dominante. Sobre la necesaria “domesticación” del macho, son importantes las reflexiones de Peter Sloterdijk en su magnífica obra “Normas para el parque humano”, cuya lectura recomiendo.

Tras este hiato, ciertamente más largo de lo que hubiese deseado pero necesario, retomo el hilo del discurso.

Una única cultura

La epistemología hoy retoma las preguntas de Kant -sobre todo el compendio de ellas sobre que es el hombre- en un clima de alta ebullición científica y tecnológica. Pero responder a eso es imposible sin realizarnos antes muchas otras preguntas  porque hoy la filosofía se fundamenta esencialmente en preguntas, y muchas de esas preguntas no pueden responderse con los elementos de los que la ciencia dispone. Otras ya sí y desde hace poco tiempo.

Pues bien esa visión epistemológica de nuestro tiempo, necesariamente transversal y por ende transdisciplinar, debe comenzar por afirmar que la cultura es una, compuesta por elementos diversos que se substancian en una unidad, como recordaba siempre el añorado Ángel Martín Municio.

Desde ese presupuesto unificador de las ciencias en su más amplia acepción, pretendemos bucear en  los nuevos avances científicos y tecnológicos, y ponerlos en sintonía unos con otros y, especialmente con su descubridor: el hombre.

Debo decir que la ciencia y la tecnología se han entrelazado, re-mezclado, formando un armazón elástico, modulable y sin fin, pero con fuertes disrupciones o puntuaciones (como denominaba Stephen Jay Gould a los hechos repentinos que ocurren en la evolución). Eso es lo que una mayoría denomina tecnociencia y revolución tecnocientífica (9).

Como señala Manuel Castells “la integración creciente entre mentes y máquinas, incluida la del ADN, está borrando lo que Bruce Mazlish denomina la cuarta discontinuidad, -la que existe entre humanos y máquinas- alterando de forma fundamental el modo en que  nacemos, vivimos, aprendemos, trabajamos, producimos, consumimos, soñamos, luchamos y morimos” (10). Por todo ello, podemos afirmar que más allá de nuevos paradigmas y modelos, asistimos a una revolución asimétrica de proporciones colosales que no sólo afecta al sustrato material con el que los los humanos hacemos la historia, sino también  a la naturaleza intrínseca de su protagonista principal: el hombre

El Homo Sapiens, un gran primate depredador (en este caso en su acepción más amplia), está dotado de un único y poderoso cerebro, un universo de 1.350-1400 gr., con una complejidad de sus conexiones neuronales y la plasticidad de las mismas, extrema.  A partir de esa prodigiosa máquina que es nuestro peligroso cerebro, que puede contar hoy con fabulosos recursos tecnocientíficos,  surge la pregunta obligada: ¿tendrá ese cerebro la capacidad suficiente para construir máquinas capaces de auto-reproducirse y auto-mejorarse igualando o superando su propia capacidad?

El hecho, de producirse, recibe ya el nombre de singularidad tecnológica basado en el advenimiento de la inteligencia artificial general (también conocida como IA fuerte). La singularidad tecnológica   (11) implica que un determinado equipo de computación, una red informática de múltiples equipos, o bien un robot, podrían adquirir por sí mismos la capacidad de auto-mejorarse con la característica de ser capaces de auto-reproducirse y, posteriormente, intervenir de forma autónoma en el diseño y construcción de otras computadoras o robots mejores que sus máquinas originarias. Se dice que las repeticiones de este ciclo probablemente darían lugar a un efecto fuera de control, algo así como una explosión de inteligencia (12), en donde las máquinas inteligentes podrían diseñar generaciones de máquinas sucesivamente más potentes. La creación de inteligencia sería muy superior al control y la capacidad intelectual humana (13).

Hacia una gran conmoción

Personalmente, me interesan algunos autores de los que hablaré en sucesivos artículos. Ese interés radica en la emergencia de las ciencias biológicas en su combinación con las tecnologías informacionales, como partes importantes de todo  este proceso.

En 2009, Raymond Kurzweil (al que deberemos próximamente dedicar un espacio más amplio) y el fundador de X-Prize, Peter Diamantes, anunciaron la creación de la Universidad de la Singularidad, cuyo propósito consiste en educar, inspirar y preparar a los científicos e ingenieros para aplicar tecnologías exponenciales suficientemente potentes para hacer  frente a los grandes retos de la humanidad (14). Esta curiosa Institución está financiada por Google, Autodesk, ePlanet Ventures y un grupo de líderes de la industria tecnológica afines a dicha Universidad. La organización sin fines de lucro ejecuta un programa anual de posgrado de diez semanas durante el verano que abarca diez tecnologías diferentes y elementos tecnocientíficos concomitantes. También se llevan a la práctica una serie de programas en todo el año.

En 2010, Aubrey de Grey a quien tuve el placer de presentar en un importante Seminario organizado por Tendencias 21 en El Escorial, acuñó el término “Methuselarity” (15), que podríamos  traducir muy libremente por “Modelo Matusalén” por el que postula hasta que punto la tecnología médica mejora tan rápido que la vida humana útil esperada aumenta más de un año por cada año vivido.

Hoy hay modelos primitivos de interacción hombre-máquina ya en funcionamiento como son los brazos robóticos que siguen órdenes cerebrales o la restauración de funciones neuronales dañadas, por poner algún ejemplo. Pero la interacción profunda aun no se ha producido.

No obstante lo dicho, si el paradigma TIC ha revolucionado el mundo, está convergiendo con él otro mucho más silencioso pero de mayor potencia que es el NBIC.

En este sentido, algunos autores utilizan «la singularidad» de una manera más amplia para referirse a los cambios radicales en nuestra sociedad, provocados por las nuevas tecnologías como la nanotecnología molecular (16)

Por último y retomando la idea expuesta al comienzo del artículo, nos hallamos en un periodo previo,o periodo post-pos(no es orientalismo, es juego de palabras). Por cierto, el último término de este tipo es la posverdad de la que nos ocuparemos en su momento.

Este periodo, creo que en trance de finalización sin predecir tiempo alguno, apunta a una gran conmoción, a una puntuación de la especie humana. Tan sólo el conocimiento tecnocientífico podrá rescatar a lo rescatable y emerger entonces una nueva humanidad necesariamente muy diferente de la actual: la posthumanidad.

Fuente: https://www.tendencias21.net/Avanzamos-hacia-una-conmocion-de-la-especie-humana_a44563.html
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Inclusion vs. Mainstreaming: what you need to know before putting your child in a classroom program

BY MATTHEW LYNCH

If your child has a learning disability, there are ways you can be involved and ensure your child continues to receive a proper education based on their needs. Through classroom programs, a teacher may need to differentiate the assignments or the delivery of instruction, to facilitate positive learning experiences for all students. Being aware and responsive also requires the discretion of teachers; disabilities and special education status are private information.

Students with mild disabilities are usually part of a general education classroom, and some may spend short periods of time each day in a resource room receiving specialized education. Inclusion has become a popular choice for students with special needs. With inclusion, the child is fully included in the general education class for the entire day. A special education teacher works with the special needs children in the classroom and brings all necessary resources to the general classroom. Inclusion has its share of naysayers, however, who voice concerns about these programs.

Some teachers of general education classes have concerns, including:
• A lack of support services for students when they are moved into a regular classroom
• Lack of training for even the most experienced teachers to support and work with disabled students
• Limited content and field experiences in teacher education programs focused on learning disabilities
• Limited involvement of regular teachers during creation of the IEP
• Concerns expressed by parents of general education students in the inclusive classroom that their children will not get the attention they need

Inclusion is directed at ensuring that students with disabilities can benefit from the best learning situations possible. Before a change made to No Child Left Behind (NCLB) in 2003, the educational progress of children with disabilities was not tracked. In 2003 NCLB required states to include the achievement scores of 95% of all special education students in their annual progress reports.

So another level of inclusion was instituted: one designed to ensure that special needs students are progressing. States are allowed to include testing accommodations for students with special needs, such as extended test time, one-on-one testing, and helping students to write answers. Students with severe cognitive disabilities are also allowed to take alternative tests. Despite concerns expressed by some teachers about inclusion, evidence suggests that it works.
Teachers have testified to the benefits that their students with disabilities have received in terms of increased performance and comprehension. Before these students participated in testing, they fell by the wayside; there was no way to tell what they were learning or even if they were learning.

Mainstreaming and inclusion are often confused, primarily because they are very similar. But there are some large differences between the two terms, and they represent two different schools of thought. In mainstreaming, students with special needs are placed in the special education classroom and attend a general education classroom for specific academic classes (social studies, reading, etc.) or nonacademic classes (art, physical education, etc.). Supports may or may not be brought into the classroom.

To determine whether mainstreaming or inclusion would be the best possible placement for a special needs student, you should apply the concept of the least restrictive environment (LRE) to the situation. Least restrictive environment is a legal term applied in Public Law 94-142, The Education for All Handicapped Children Act of 1975, which requires that students with disabilities must be placed in regular classrooms with their nondisabled peers, to the extent that their abilities allow.

When considering which classroom program to implement for your students with learning disabilities remember to assess the classroom and individual special needs of the students. Talk to your child’s teacher and school system to learn more about the specific programs they offer and how you can be involved.

Fuente: http://www.theedadvocate.org/inclusion-vs-mainstreaming-need-know-putting-child-classroom-program/?utm_source=ReviveOldPost&utm_medium=social&utm_campaign=ReviveOldPost

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Podar el currículum, desproblematizar la tutoría y otras ideas para dar sentido al Aprendizaje Basado en Proyectos

El profesor de la Universidad de Granada Fernando Trujillo fue el pasado sábado el invitado estrella de la XVI Jornada Anual de la Xarxa de Competències Bàsiques, en la que participaron alrededor de 700 docentes. Entre bromas sobre inspectores y preguntas provocadoras, Trujillo fue colando mensajes de gran calado.

“Todos hemos visto la proyección astral, ¿verdad?”, pregunta Fernando Trujillo a la numerosa audiencia que llena las cocheras de Sants (Barcelona), alrededor de 700 docentes de infantil, primaria y secundaria. “Sí, hombre, es aquel momento en el que los niños dejan su espíritu en la cama y lanzan su cuerpo hacia el instituto”. Imagen que todo el mundo reconoce, y que Trujillo empalma con otra divertida metáfora: “La motivación no viene en la mochila, ahí están los libros, las carpetas, el bocadillo, pero buscas y buscas y la motivación no la llevan nunca!”. Profesor e investigador de la Universidad de Granada, Trujillo fue el pasado sábado el invitado estrella de la XVI jornada anual de la Xarxa de Competències Bàsiques (red de competencias básicas), de la que forman parte 6.500 docentes de 450 centros educativos catalanes.

Fernando Trujillo es profesor de Didáctica de la Lengua y la Literatura, además de autor de un blog que cuenta con muchísimos seguidores pero, sobre todo, es un experto y estudioso del ABP (Aprendizaje Basado en Proyectos), que este año era el leit motiv del encuentro de la Xarxa. Un total de 50 centros expusieron en roll up algunos de sus proyectos, y los talleres de después abordaron también cómo iniciar un trabajo por proyectos, cómo organizar a los alumnos o cómo evaluarlos.

Para Trujillo, el APB es sin duda un elemento clave para que la motivación vaya dentro de la mochila. “La implicación del alumno aparece cuando cree que pasará algo interesante”, afirma. Y para eso hace falta que la actividad reúna tres requisitos: que puedan intervenir (agency), que se la puedan hacer suya (ownership) y que tenga sentido (sense-making). “¿Las propuestas de aprendizaje que hacemos a los estudiantes les permiten dar sentido a la realidad, entenderla y actuar en ella?”. Pregunta retórica y provocadora, como todas las que irá lanzando.

Entre bromas sobre inspectores, preguntas provocadoras y citas a todo tipo de autores (muchos de los cuales catalanes: Francesc Imbernon, Neus Sanmartí, Marina Garcés, Xavier Martínez-Celorrio, Jordi Collet, Jaume Carbonell…), Trujillo va colando algunos mensajes de gran calado. No todas las ideas son propias. Que me disculpe el lector por haber perdido de vista la mayor parte de referencias.

La crisis de la tutoría

“¿Está dando resultado la tutoría?”. Nueva pregunta retórica que él mismo se responde: “Como concepto y como práctica está en crisis profunda”, sentencia, “la hemos llenado de tantos contenidos, como si fuera una materia, que se ha devorado a sí misma, y la hemos problematizado tanto que hemos olvidado que es mucho más sencilla; la tutoría es el tiempo de la escucha, es el recurso fundamental de nuestro trabajo, nosotros somos agentes de tutorización que además hacemos otras cosas, y es la base de la idea de escuela inclusiva”, asegura Trujillo. El problema, añade, es que todo el mundo es especialista en algo “y la tutoría no es de nadie”. Esta crisis, precisa, afecta a la tutoría clásica, puesto que hay una tutoría emergente, en el aprendizaje cooperativo, en la tutoría entre iguales, en el diseño universal del aprendizaje… que no lo está.

Un desafío relevante

“Hemos tenido que recurrir a una propuesta de finales de siglo, ¡pero del siglo XIX!, porque hemos percibido que nos teníamos que manchar las manos”, dice Trujillo en relación al ABP. El trabajo por proyectos tiene que arrancar con “un desafío relevante, una provocación al alumnado, plantearnos algo que no entendemos y que les haga sentir que merecerá la pena dedicar el próximo mes a trabajar sobre esto”. Por eso el docente tiene que hacer un ejercicio de humildad, que según el profesor quiere decir “sacarnos las máscaras”. “Ni sabemos de todo ni falta que hace, vamos a aprender juntos”, afirma. En el ABP, el alumno es un investigador, busca la información, y se sirve del docente para gestionarla. Llegados a este punto, todavía hacen falta tres pasos más: producir algo que sienta que no estaba creado, difundirlo, y hacer la evaluación. “Es así como los estudiantes aprenden a ser intérpretes críticos de la sociedad”, dice Trujillo citando a Michael Apple y James Beane.

Evaluar es dar feedback

La evaluación es uno de aquellos puntos siempre controvertidos. Nueva pregunta lanzada al aire: “¿Si no paramos de evaluar y después no cambiamos nada realmente qué estamos haciendo?”. Para Trujillo, la idea clave está en el retorno que se da a los estudiantes: en el feedback. “¿Y si en vez de hablar de evaluar hablamos de dar feedback a los alumnos? Ya sabemos que evaluar y calificar no son la misma cosa, pero evaluación ya es una palabra muy marcada; el feedback puede ser más efectivo si proporciona al alumno información sobre lo que es correcto”, sostiene.

Podar el currículum

Comenta Trujillo que su dietista le ha advertido que el currículum no se puede engordar más, que tiene exceso de sal, de azúcar, de aditivos… “A ver, ¿quién de los presentes que no sea profesor de Historia sabe cuáles eran las clases sociales en Esparta?”. Ninguna mano alzada. “¿Nadie?”. Silencio. “¡Pues esto lo aprenden nuestros hijos!”. “¡El currículum hay que podarlo ya! –exclama–, con las competencias básicas como eje sobre el cual pivote todo”.

La asociación eficaz

Otro concepto que ha cogido prestado de alguien, y que subraya con tinta indeleble: el del aula como un espacio de asociación eficaz entre docentes y estudiantes. “¿Y si esta idea fuera la clave de la mejora?”, se pregunta. El ABP precisa “responsabilidad colectiva”, dice, y en la pantalla se puede ver que esto se traduce en “equipos directivos con liderazgo (y recursos) y con equipos docentes comprometidos (y buenas condiciones laborales)”. Aplausos. Minutos después vuelve a ello: “Hace falta que los equipos directivos de los centros ejerzan el liderazgo educativo del centro, no la gestión, que la dirección se centre en las personas y no en los papeles”. Ovación.

¿Y la administración? “Me parece que ya se me ha acabado el tiempo, verdad?”, bromea Trujillo. A la administración este profesor le pide que, con el fin de garantizar el éxito educativo, priorice el frente social al educativo, lo que parece una contradicción pero no lo es: todos los estudios concluyen que el fracaso escolar está estrechamente ligado a las condiciones socioeconómicas del alumno. Por lo tanto, “cuanta menos pobreza haya, menor será el fracaso escolar”.

Transferencia de conocimientos

Mensaje final: “Hay que trabajar por proyectos en la formación inicial y en la formación permanente”. Y trabajar en red, como hace la Xarxa, a quién Trujillo no ha dejado de piropear durante toda la charla. “Se tiene que hacer en definitiva esta transferencia de conocimientos que hoy estáis haciendo aquí. Lo hago y lo cuento”.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/05/22/podar-el-curriculum-desproblematizar-la-tutoria-y-otras-ideas-para-dar-sentido-al-aprendizaje-basado-en-proyectos/

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