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Si quieres una nación, hazte con la escuela

Por: Mariano Fernandez Enguita
Es de dominio público, pero ni se le ocurra mencionarlo. La facilidad con que toda información u opinión contraria a la política israelí es tildada de antisemita, v.g., palidece ante la celeridad con la que cuestionar cualquier aspecto del delirio secesionista convierte a quien lo haga en (nacionalista) españolista, franquista, etc. Si a la descarada pero eficaz manipulación secesionista se une la hipersensiblidad del profesorado (de eso se trata, precisamente), la reacción puede ser explosiva, pero así es: el sistema escolar catalán ha sido instrumentalizado durante décadas por el nacionalismo y ahora lo es por su deriva más radical, el secesionismo. Lo sorprendente habría sido lo contrario.
Poner la educación al servicio de la construcción nacional no es novedad. La escuela de masas es un producto de la modernidad en cuyo origen cabe discutir el peso relativo de la cultura (Renacimiento, Humanismo, Liberalismo, Ilustración), la religión (Reforma y Contrarreforma), la economía (industrialización), la demografía (urbanización), la información y la comunicación (imprenta) o la política (ciudadanía y democracia), pero si algo está fuera de duda es su servicio al Estado-nación y el papel de éste en su configuración. Lutero escribió su Carta a los Príncipes Alemanes sobre la necesidad de fundar Escuelas Cristianas porque entendió que sus intereses frente al Imperio coincidían con los propios frente al Papado. Prusia creó el primer sistema escolar de Europa para no volver a ser invadida por Napoleón, y Francia creó su école unique tras serlo por las tropas de Bismarck. Estados Unidos creó la common school para asimilar las oleadas inmigrantes. Por doquier el magisterio patriótico, las escuelas normales, las cruzadas de alfabetización, etc. han sido servido a la construcción nacional. Lo que resulta nuevo, por la deslealtad de unos y la ceguera de otros, es que dentro de un Estado-nación democrático se haya podido poner un subsistema educativo territorial al servicio de un proyecto nacionalista alternativo y secesionista. Eso es lo sucedido en Cataluña.
¿No es así? Yo diría que sí lo es. Durante años hemos visto senyeras y, cada vez más, esteladas en los centros escolares; el 1 de octubre vimos a la autodesignada comunidad educativa ocupar las escuelas por la democracia, que ese día significaba por el referéndum, que ese día quería decir por la independencia. Tras el 1-O fueron las movilizaciones contra la actuación gubernamental o el acoso a los hijos de policías y guardias civiles, promovidos o tolerados por profesores. Desde entonces –y, una vez que la otra Cataluña ha despertado, nadie dude que seguirá– asistimos a un reguero de denuncias de manipulación ideológica. ¿Cómo hemos podido llegar a esto? Cualquiera que no tema a las palabras concederá que el gobierno de JxSí, con el apoyo parlamentario y callejero de la CUP, ha perpetrado una conspiración desde el interior del Estado, de los balcones a las cloacas, que merecería una reedición ampliada del clásico de Curzio Malaparte, Técnica del golpe de Estado. Pero esto no se improvisa, sino que requiere, como va saliendo progresivamente a la luz, una larga secuencia de pequeños o no tan pequeños golpes preparatorios. En particular, aunque no solo, en el sistema educativo.
Primero, y sobre todo, la inmersión lingüística. La lengua materna, que para la mayoría del alumnado es el castellano, ha sido erradicada como lengua vehicular y, el bilingüismo, relegado a funciones asistenciales. ¿No del todo? No, claro, simplemente todo lo posible y, mañana, más. La coartada es que el catalán, en desventaja en la calle, necesita un refuerzo compensatorio, así como que la inmersión facilita la cohesión social, integrando a todos en un sol poble. La realidad es que los alumnos castellanohablantes se ven en desventaja, como lo haría cualquier grupo separado de su lengua materna, aun siendo la mayoría; y que  la exclusión absoluta del castellano como lengua vehicular envía un mensaje rotundo: el español es una lengua ajena, como el inglés (sólo que éste sirve para hablar con los ricos y, aquél, con los pobres).
Segundo, programas, textos y profesores transmiten. ¿Todos lo mismo? Por supuesto que no. ¿Todos exquisitamente neutrales? ¡Ni en broma! En los días posteriores al 1-O ha salido a la luz una pequeña muestra de exabruptos contra hijos de las fuerzas de seguridad (que habrán sido muchos más), pero llevamos años y años con los mapas de los Països, Ferrán I de Catalunya-Aragó, la guerra dieciochesca de Secesión, la guerra civil contra Cataluña, etc. en libros y muros (el franquismo no fue más grotesco) ¿Se trata de casos aislados o de una epidemia? Lo grave es precisamente el tupido velo que se tiende sobre el problema, la voluntad de ocultar por parte de unos y de no saber por parte de otros. Señales ha habido más que suficientes como para que actúe la Inspección o se interesen los investigadores, pero la primera sigue órdenes y para los segundos es cuestión incómoda y poco rentable.
Tercero, el profesorado. ¿Es congénita al gremio la tendencia al nacionalismo? Es lo que todos los regímenes y gobiernos han procurado y esperan de ellos, con la peculiaridad de que el nacionalismo español fue dinamitado por su uso y abuso por el franquismo, que nos escarmentó para decenios, mientras que los nacionalismos periféricos salieron de él impolutos, absueltos de su oscuro pasado e incluso beatificados. Diversos sondeos electorales y las elecciones sindicales indican que el profesorado es por doquier bastante más nacionalista que el resto de la población; mejor dicho, que lo es en mayor proporción. Puede que los nacionalistas, o incluso todos los entregados a causas diversas, tengan mayor inclinación a ser docentes, ya que eso proporciona un público cautivo y vulnerable; puede que sea una manera de protegerse de las exigencias de un mundo complejo, pues lo cercano siempre está más al alcance del conocimiento intuitivo; o puede que vaya en el sueldo, pues las comunidades, unas más que otras, han liberado al profesorado de la enseñanza pública de la carga de la movilidad geográfica y la inmersión lingüística ha dado al de Cataluña, incluidos los aspirantes, enormes ventajas competitivas en su territorio sin merma de la igualdad de oportunidades en el resto de España (la movilidad entrante es la menor de España, menos del 1% frente al 7% medio).
Queda una parte importante de la siempre mentada comunidad educativa: las familias. Su principal representación en Cataluña es la FAPAC, que no tardó un segundo en apuntarse a la entrega simbólica de las llaves de los colegios a Puigdemont y Ponsatí y aportó el grueso de la infantería para abrirlos, incluida la parte más fotogénica para el book de la Cataluña reprimida por el Estado. Más de la mitad de la población catalana tiene por lengua de uso el castellano, dos tercios de los padres se declaran favorables al bilingüismo vehicular y comunicacional, y la propia Generalitat, aunque sea de mala gana, tiene una web bilingüe… pero la FAPAC ¡tiene una web monolingüe, sólo en catalán! (www.fapac.cat), a día de hoy llena de pronunciamientos favorables a este. No hacen falta estadísticas para aventurar que, por las migraciones interiores (más jóvenes) y la inmigración exterior (de mayoría hispanoamericana) la presencia del castellano es más amplia entre las familias con hijos en edad escolar, ni encuestas para adivinar que la escuela es la primera institución con la que muchos entran en contacto. Razón de más, pues, para el bilingüismo, pero, si los hijos han sido sometidos a la inmersión con la promesa de la integración, los padres lo han sido a un trágala que es la expresión más clara de cómo la esfera pública ha sido ocupada y monopolizada por el nacionalismo radical.
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Innovar para qué, innovar con quiénes.

Por: Guadalupe Jover.

Construir la innovación educativa desde la exclusión escolar es lo más reaccionario que quepa imaginar. Consentir que sea el capital privado quien lo financie es contribuir al desmantelamiento de la educación como derecho universal y como práctica emancipadora.

El acuerdo parece unánime: urge la reforma de un sistema educativo que no está dando respuesta a los desafíos de un mundo en transformación. Asistimos en consecuencia a una eclosión de propuestas innovadoras impulsadas bajo la premisa de que el cambio más acuciante es el cambio metodológico. ¿A más cómo menos para qué?

Hace unos meses organizábamos desde la plataforma La Educación que Nos Une un ciclo de mesas redondas en las que pretendíamos poner a dialogar a quienes no piensan lo mismo, a quienes tienen diferentes miradas y respuestas para algunas cuestiones de especial relevancia en el ámbito educativo. En el primero de estos diálogos, Qué educación para qué mundo, se propuso a los dos ponentes, Francisco López Rupérez -ex presidente del Consejo Escolar del Estado- y Yayo Herrero -excoordinadora de Ecologistas en Acción- una triple pregunta: ¿Qué mundo tenemos? ¿Qué mundo queremos? ¿Qué educación necesitamos?

López Rupérez señaló como rasgo más destacado del mundo en que vivimos la globalización económica y cultural, cuyas dos patas principales son la liberalización de los mercados y la revolución digital. Como respuesta a estas profundas transformaciones -sostuvo- la educación debe priorizar la transmisión de unos valores y la preparación profesional de unos estudiantes que habrán de vivir en un mundo caracterizado por la destrucción de empleo y por la competitividad a la hora de buscar un trabajo cualificado con nuevos e inciertos perfiles.

Yayo Herrero centró su exposición en la profunda crisis ecológica que vivimos y en la evidencia de que el crecimiento económico perpetuo no es ya una opción: por una parte, porque pretender ignorar los límites físicos del planeta pone en riesgo la supervivencia misma de la especie humana; por otra, porque este modelo económico construido sobre la acumulación de capital es responsable de unas desigualdades que no hacen sino aumentar. Movimientos migratorios y luchas por el control de unos recursos cada vez más escasos son dos de las consecuencias de esta situación. La violencia -también la que se ejerce cotidianamente contra las mujeres- es una de las principales lacras que hay que combatir.

Si, como vemos, los diagnósticos apuntaban en dos direcciones diferentes, no habían de diferir menos la función que uno y otra atribuían a la educación. Para López Rupérez la clave la daban dos verbos: instalar (en el mundo heredado) e insertar (en el mercado laboral). Para Herrero, dos sustantivos: la conciencia de nuestra ecodependencia y de nuestra interdependencia.

En estos tiempos en que se multiplican los proyectos de innovación educativa no siempre es fácil deslindar a qué horizonte ponen rumbo. ¿Pretenden la inserción en el mundo o su transformación? Dicho en otras palabras: ¿priorizan el dominio de una serie de competencias que permitan la adaptación a un entorno cambiante e incierto, o priorizan unos aprendizajes que permitan tomar las riendas en la construcción de un mundo en que corresponde a la ciudadanía y no a los mercados definir qué formas de vida y qué perfiles profesionales dan respuesta a las necesidades de las personas?

Como el discurso educativo neoliberal ha acabado por fagocitar una a una las viejas demandas de los educadores progresistas -desde el aprendizaje cooperativo hasta el trabajo por proyectos- pervirtiendo su sentido; como hoy en día todo lo que recurra a la “última” tecnología -con independencia de que esta se ponga o no al servicio de una alfabetización más crítica- parece asegurarse el sello de educativamente innovador; como en muchos de estos casos los proyectos de innovación no surgen de un profesorado comprometido con la justicia social sino que no son sino el señuelo alentado por la iniciativa privada para posicionar “su” centro en el supermercado educativo, habremos de hacernos con alguna brújula que nos permita descubrir a quiénes benefician cada uno de estos proyectos y a quienes postergan, excluyen o condenan.

Un proyecto pretendidamente innovador que se construye desde la exclusión escolar -digámoslo sin paños calientes- es lo más reaccionario que quepa imaginar. Si nuestro centro y nuestras aulas no reflejan la heterogeneidad socioeconómica, cultural, religiosa, etc. del afuera, sobra todo lo demás. En un mundo con crecientes desigualdades -e infinitas violencias- la prioridad de la escuela es no contribuir a agravarlas. Diseñar proyectos de innovación que solo pueden desarrollarse con quienes vienen de casa con determinado capital cultural o pueden permitirse que el ipad forme parte del uniforme escolar es contribuir al apartheid educativo de quienes se encuentran en situación de desventaja y vulnerabilidad. Y eso solo se combate con centros en que no haya filtro alguno que impida que niños y niñas de orígenes diversos convivan en pie de igualdad.

Una segunda piedra de toque a la hora de calibrar lo que de transformadores tienen los proyectos de innovación la constituye la relevancia dada en la selección de contenidos a las desigualdades sociales y a la crisis ecológica. Sustituir el libro de texto o el viejo encerado por mil y un artilugios o juegos que eluden estas cuestiones constituye una formidable maniobra de distracción que no hace sino apuntalar el modelo más ranciamente conservador o la entrega acrítica en brazos de los mercados. No hay proyecto innovador que valga si no hace de la ecología y el feminismo, de la justicia social y el bien común su cimiento y su objetivo.

Y tres. Si dichos proyectos necesitan de formación docente, materiales curriculares, respaldo institucional, financiación económica… no da lo mismo quiénes los están sosteniendo. Desde que las administraciones educativas han hecho dejación de funciones y han entregado el timón de nuestros sistemas educativos a empresas y fundaciones privadas -pantallas tantas veces de multinacionales directamente responsables de la depredación del planeta y del injusto reparto de la riqueza (por la explotación laboral de sus trabajadores o el fraude fiscal, entre otras cosas)-, ¿qué podemos esperar? La educación no es ya un derecho garantizado por el Estado sino un suculento nicho de negocio provisto por capital privado allí donde puede sacar algo a cambio.

Cuando se externalizan y privatizan determinados servicios, las grandes empresas y las multinacionales no solo firman suculentos contratos, desgravan impuestos o protegen su responsabilidad social corporativa: están haciéndose con el control de la formación del profesorado, de los contenidos y materiales curriculares y aun con las riendas de la agenda educativa de medio mundo. Hemos dejado en manos de ACS, Eulen, McDonald´s McKinsey, PWC, Bridge International, Microsoft, Teach for all (o su versión española, Empieza por Educar), Ashoka y tantas otras lo que debiera ser competencia de la ciudadanía. Hablamos, en fin, de una cuestión de soberanía.

La última campaña de Yo estudié en la Pública -“Asalto a la Educación“- pretende desvelar los intereses que mueven los hilos de tanto proyecto falazmente innovador a fin de contribuir a concienciarnos acerca de los enormes riesgos que esta vertiginosa colonización de nuestras escuelas entraña.

Fuente:http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/10/19/innovar-para-que-innovar-con-quienes/

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Niños en situación de calle: Retoños sin florecer.

Por: Insurgencia magisterial/Jorge Salazar García. 

Si de algo podría vanagloriarse el gobierno Mexicano frente al mundo, es de su inmensa producción …. de leyes. Las tiene para todo; y además de buena factura técnica. No hay Derecho Humano que los legisladores hayan dejado desprotegido: la vida, salud, educación, vivienda, alimentación, recreación, cultura, justicia, libertad,  igualdad, trabajo, expresión, conciencia, tránsito, asociación, culto, legalidad, seguridad, información, petición, medio ambiente sano, deporte, etcétera, están amparados por el Estado. Si los tribunales no estuvieran secuestrados por el poder del Dinero y la corrupción, la nuestra, sería una sociedad casi perfecta y feliz; lo cual, lamentablemente, NO ES, por mucho.

De acuerdo a estándares internacionales, México ocupa los primeros lugares en ejecuciones, secuestros, torturas, desapariciones, enfermedades de la pobreza, analfabetismo funcional, desempleo, corrupción, impunidad e inequidad, convirtiendo en mito las bondades del capitalismo pregonadas hasta el hartazgo por los neoliberales. La triste realidad, negada por la manipulación oficial de datos, refleja un deterioro acelerado de la calidad de vida de más de la mitad de la población. Los responsables, de acuerdo a las investigaciones realizadas durante tres años (2011-2014) por el Tribunal Permanente de los Pueblos (TPP)[1] son las autoridades de los tres niveles (Federal, Estatal y municipal). Este organismo internacional demostró fehacientemente que el Estado incumple su deber de “prevenir, investigar, sancionar y reparar las violaciones a esos Derechos”[2].

Si la tortura, el secuestro, la desaparición forzada, son aberraciones para la vida, no lo son menos el abandono de los Derechos de la población más vulnerable de la sociedad: los niños. Con las actuales políticas de exclusión se han multiplicado por millares, en los cruceros y alrededor de las plazas públicas del país, los menores abandonados a su suerte a quienes se les ha mutilado el futuro, dejándoles únicamente los caminos de la drogadicción, prostitución, la enfermedad, la delincuencia o la muerte prematura.

¿Dónde queda el artículo primero de la Ley para la Protección de los Derechos de NIÑAS, NIÑOS y ADOLESCENTES creada y publicada, (cruel ironía) por el NIÑO de los dieces (Ernesto Zedillo) en mayo del 2000 y que “…tiene por objeto garantizar(les)… la tutela y el respeto de los derechos fundamentales reconocidos en la Constitución”?En su articulo 7 atribuye a las autoridades Federales, Estatales y MUNICIPALES la obligación de asegurar el ejercicio de esos Derechos. Ante el repunte de las cifras de niños en situación de calle (eufemismo de abandono), son evidentes la ineficacia y omisión criminal de los funcionarios públicos de los tres poderes, en este rubro ¿Puede cambiarse esta situación?

En Veracruz, específicamente en su capital Xalapa, se ha abierto un abanico de esperanza para esa población vulnerable. Durante los “Diálogos Ciudadanos” realizados del 7 de septiembre al 5 de noviembre, el Dr. Hipólito Rodríguez (alcalde electo 2018-2022) y su equipo, recibieron 586 ponencias ciudadanas que servirán para delinear el plan de trabajo del nuevo ayuntamiento. Las temáticas respondieron a las distintas áreas de competencia municipal: seguridad, limpia pública, tratamiento de residuos, vialidad, Política Social, Derechos Humanos, Agua y saneamiento, etcétera. Una de las intervenciones relacionada con los niños en situación de calle fue el “Proyecto rescatando Vidas” presentado por la ciudadana Diana Elizabeth Macías Pérez el 12 de octubre en la mesa de Derechos Humanos. En ese documento, dignamente fundado y legalmente justificado, la Sra. Macías, sugiere, entre otras acciones específicas, tomar en cuenta a las casas hogar integrando las mejor organizadas para albergar a niños. Convocar aempresas y ciudadanos a coadyuvar con el DIF al sostenimiento de esas casas. Invitar a estudiantes de profesiones relacionadas con la formación integral de los menores a que realicen su servicio social en estos hogares e instalar talleres de música, pintura, baile, etcétera”.

Para el nuevo cabildo, indudablemente, salvar del olvido a estos retoños humanos, será un enorme reto. Naturalmente, primero debería rescatarse a los infantes que ya pululan en nuestra ciudad; y después, crear o fortalecer los programas de atención a esa población de las Caritas chorreadas, con la participación social. Por lo pronto hay voluntad política y sensibilidad para escuchar al gobernado y eso es ya un buen comienzo . Esperamos las acciones. Sólo así volverá a “Florecer Xalapa”.

[1] Fue fundado en Bologna (1979) como un instrumento de la Fundación Internacional Lelio Basso (1967) para investigar y denunciar violaciones a los Derechos Humanos y de los pueblos. http://www.fondazionebasso.it/2015/la-fundacion-2/historia-y-perfil/?lang=es

[2] Informe TPP: Audiencia Final. 15 de noviembre 2014. Ciudad de México. pág 102.

Fotografía: laprensademonclova

Fuente: insurgenciamagisterial.com/ninos-en-situacion-de-calle-retonos-sin-florecer/

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¡Cómo nos cuesta entender!…

Por: Carolina Vásquez Araya.

…Que la protección de la niñez no es un asunto opcional, sino una prioridad absoluta.

Nos cuesta entender la importancia de proteger a la niñez, pero le damos alas -¡y fuertes!- a las campañas contra toda forma de educación en sexualidad y no digamos a los discursos moralistas contra cualquier intento de legalización del aborto. Y ahí están los resultados: una inmensa población infantil abandonada a su suerte desde antes de nacer, desnutrida y privada de servicios básicos, alejada de las oportunidades de educación y ¡ni qué decir! de sus posibilidades de ser felices.

Pero nos enfrascamos en la política como si ahí, en esos antros privilegiados, hubiera alguna respuesta a las demandas de este gran sector sujeto a las decisiones de los demás. Porque ser niña o niño en países como los nuestros no es para tomárselo a broma. Sin educación, sin derecho a nada y sin acceso a decisión alguna sobre su vida, esos millones de menores marginados podrían incluso morir sin haber ingresado a los registros civiles y, por tanto, sin siquiera figurar en las estadísticas. Es decir, nunca existieron.

Sin embargo ahí están, recordándonos –desde la parada del semáforo o en cualquier esquina apestosa- que nos hemos desviado a tal punto de los objetivos de desarrollo que incluso su visión nos resulta molesta. Volteamos la cara para no verlos, cerramos la ventanilla para no escucharlos y en cuanto es posible nos alejamos espantándolos del pensamiento. No hay sentimiento alguno más que la repugnancia contra la pobreza, porque “es culpa de los padres”, decimos con ese desprecio atávico del pudiente contra quien sobrevive en la miseria.

La niñez, entendámoslo de una buena vez, es responsabilidad de todos. No descarguemos nuestra ira en el niño sicario, descarguémosla contra quienes no hemos tenido los arrestos para cambiar la situación de ese infante desprotegido, abandonado y orientado hacia un destino tan cruel. Comprendamos en toda su dimensión las consecuencias de una indiferencia ciudadana capaz de olvidar que no hace mucho murieron quemadas vivas 40 niñas en una institución estatal creada para protegerlas. Los comentarios alevosos rodeando el atroz hecho abundaron tanto como los solidarios y eso jamás debió ocurrir; porque no importa cuál era el motivo de su institucionalización, el solo hecho de esa marginación revela un vacío a llenar, una obligación incumplida, una deficiencia fatal en nuestra escala de prioridades.

Fuente://iberoamericasocial.com/nos-cuesta-entender/

Fotografía: Iberoamérica Social

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Educación pública: el Estado tiene lágrimas de cocodrilo

Respuesta a la nota del diario La Nación “Educación pública, sudor y lágrimas”. ¿Quienes son los verdaderos responsables de la crisis educativa?

Cristina Loza/La Izquierda Diario

Periodismo de guerra para favorecer reforma laboral y educativa

El artículo que salió en diario La Nación: Educación pública, sudor y lágrimas, manifiesta apuro por que se aplique la Reforma Educativa, y la consecuente Reforma Laboral. Pretende hacer caer sobre nuestras espaldas ya contracturadas la responsabilidad de la crisis educativa, demoniza y descalifica el trabajo docente con una visión sesgada, tendenciosa, unilateral, para profundizar aún más el ajuste y la precarización. Informa y desinforma, en esa acción y omisión, quiere decir que la educación pública es mala y la “privada” es buena, y que por lo tanto hay que privatizar. Parece que los derechos adquiridos por el pueblo trabajador deben ser perdidos para incrementar aún más las ganancias de las multinacionales amigas del poder.

La receta de La Nación: Reducir los salarios docentes antes que aumentar el presupuesto

El presunto experto en educación del diario La Nación, afirma: “La explicación es sencilla: desde hace años, más del 95% del presupuesto del Ministerio de Educación bonaerense está destinado al pago de sueldos, en su mayoría de docentes” Está claro que el presupuesto actual, sólo alcanza para pagar los míseros salarios docentes y no prevé ni arreglos de infraestructrura, como tampoco prevé la construcción de escuelas, algo tan natural como el crecimiento vegetativo de la población.

No queda margen para infraestructura, -escuelas horribles, sostenidas por la cinta scotch y la cartulina que compró la seño, y por el amor de las elaboraciones de alumnos. Una media hora diaria de reloj perdida en el deambular de niños acarreando sillas y mesas de un aula a otra porque la cantidad de alumnos de los diferentes turnos no coincide, y están todas rotas. Las aulas son como un Walking Dead de bancos y mesas. Viviendo en el mismo nicho del ecosistema educativo con ratas, gatos, cucarachas, pulgas. Donde sí hay mesas y sillas lindas es donde los padres pagan jugosas cooperadoras.

Ante esta realidad, en lugar los voceros gubernamentales que se pasean por diarios y TV, lejos de plantear algo tan elemental como el aumento del presupuesto educativo; arremeten contra los docentes y sus salarios.

Omite hablar sobre nuestras condiciones laborales y las condiciones sociales de los alumnos.

Como la crisis educativa es algo general, es obvio que responde a políticas educativas y no a individualidades. El déficit en Matemática y Lengua no es producto de un docente que no sabe o no quiere enseñar, es producto de un sistema decrépito que comenzó con la Ley Federal de Educación, desfinanciamiento y baja del presupuesto educativo que implementó Menem, que el kirchnerismo mantuvo prácticamente intacto y que hoy intentan profundizar. A esto le sumamos el contexto social al que pertenece la comunidad educativa.

Los motivos ocultos de la “deserción” escolar

El 50% de jóvenes no termina la secundaria y están hoy haciendo trabajos precarios, tercerizados, en negro, rotos, trayendo beneficio de los empleadores multinacionales. Otros están en sus casa, cuidando a sus hermanitos, porque los trabajos en los que trabajan sus madres, precarizadas, tercerizadas, en negro, rotas, cuyos brazos no pueden levantar a sus propios hijos. El Estado no crea jardines maternales y hay en nuestro país, 3 millones de niños de entre 45 días y 5 años que no acceden a la educación inicial.

Los que sí terminan la escuela tampoco siguen carreras superiores porque su familia no tiene dinero para mantenerlos y si trabajan es tan poco el sueldo y tan cansados están que tampoco pueden estudiar, el Estado no garantiza un plan de becas integrales.

En una sociedad sumida en la pobreza, con una profunda polarización social, la Reforma Educativa, base de la Reforma Laboral, solo acelera estas distancias y reserva el peor lugar a los que ya somos los más pobres, los jóvenes y las mujeres.

Dejar la salud en las aulas no mejora la calidad educativa

El “periodista” Reymundo Roberts, descarga sus tintas contra el ausentismo docente como causante de todos los males de la educación pública. Sin embargo no da cuenta que el 80% de los docentes hemos ido a trabajar enfermos. Manifiestan preocupación por la discontinuidad del proceso enseñanza-aprendizaje, y solo hablan de los paros o ausencias por enfermedad del docente, pero la mayor cantidad de días perdidos es por falta de agua, pozos desbordados, paredes electrificadas, pozos desbordados otra vez, destrucción del edificio en general, inundaciones, alimañas, duelo por suicidios y un largo etcetera.

Con un cinismo sin igual los medios y los funcionarios, que viven como millonarios y no tienen idea lo que es trabajar, nos acusan de tener una intencionalidad en las ausencias. Sin embargo, estamos hablando de salud, y de enfermedades laborales reconocidas como tales por la legislación vigente. Es decir que el trabajo nos enferma, generando: trastornos en la voz, varices, hernias lumbares e inginales; como así también trastornos psíquiatricos como la depresión, “burn out”, stress, etc. La docencia es un trabajo insalubre.

El ausentismo docente, tiene que ver con que nos vemos obligadas a trabajar dos y tres turnos para llegar a una mínima canasta familiar que sustente a la familia, porque la mayoría somos mujeres; sostenemos el hogar y cuidamos a nuestros hijos enfermos. Mujeres sometidas a la explotación de un Estado que no invierte en educación y a la opresión de una sociedad patriarcal.

¿Por qué nos enfermamos? Muchas horas de trabajo, muchos niños, pérdida de voz, contracturas, niños que no comieron, escuelas en mal estado, padres que perdieron sus trabajos, violencia escolar y los jóvenes que salen a buscar trabajo abandonando la escuela.

La enfermedad es algo real, fácilmente comprobable si tuviéramos una obra social con las prestaciones necesarias. IOMA nos descuenta mucho dinero, poca atención, y SUTEBA te descuenta compulsivamente como cuota sindical más dinero para sostener los solidarios Centro de Salud, en vez de luchar por un IOMA acorde a las necesidades. A todo esto sumamos la prestataria del maltrato y el hacinamiento que profundiza la enfermedad.

Piden más control del ausentismo, esta es una mirada policial de la situación conflictiva, no se ve que tengan intenciones de buscar las soluciones, sino de mandarnos a trabajar enfermas.

Diagnóstico para matar

La nota presenta los resultados del Aprender del año pasado, ¿para qué? Para decirnos que la escuela privada es mejor que “caer” en la escuela pública.
¿Saben ustedes que las escuelas privadas, como “competencia desleal”, están subvencionadas por el Estado? Laicas o religiosas el Estado les paga el sueldo a los docentes con plata de nuestros impuestos, por lo que la cuota que cobran a los alumnos es lo que hace la diferencia con la pública con respecto a pintura, bancos y una buena ganancia para los dueños.

Pero las privadas tienen mucho de inconstitucional, no se pueden dar todos los contenidos curriculares, porque te echan; no se puede hacer asamblea, porque te echan; no podes hacer paro, porque te echan; quizás te paguen fuera de término, mientras bicicletean el dinero.

Con respecto a la apropiación de aprendizajes significativos, en la escuela pública, tenemos libertad de cátedra y serán significativos siempre que sirvan para resolver los dilemas e inquietudes de nuestros alumnos, en base a la ciencia y al análisis de las fuentes.

Hacer un diagnóstico, para decir, esto no sirve y destruirlo, en vez de ver dónde están las dificultades y mejorar esas situaciones habla a las claras de su objetivo privatizador, quieren escuelas para ricos y escuelas para pobres, que los prepare para ser un engranaje a medida, en la máquina de ganancias de las multinacionales.

Organizar la resistencia

Por todo lo expuesto decimos que los trabajadores de la educación sabemos cuáles son las reformas necesarias, pero no son las que propone el gobierno. Por eso decimos, no a la reforma educativa.

Con el 30% de presupuesto educativo se podrían construir jardines, escuelas y cargos, faltantes.

Para mejorar la calidad educativa es necesaria la reducción de la jornada laboral, trabajar seis horas con sueldo básico igual a la canasta familiar, cuatro frente a curso y dos horas institucionales para poder preparar nuestras clases, corregir y atender a nuestros alumnos, así como coordinar proyectos con otros docentes.
Lo que no sabe La Nación es que somos muchos docentes, todos el mundo conoce a más de un docente y sabe que no somos nosotros lo que destruimos la educación pública. La población trabajadora sabe de nuestro esfuerzo, de nuestras frustraciones, de nuestros dolores, de la falta de dinero. Y al mirarnos a los ojos, nos decimos, BASTA. Organicemos la resistencia, que las conducciones sindicales se pongan a la cabeza.

Fuente: https://www.laizquierdadiario.com/Educacion-publica-el-Estado-tiene-lagrimas-de-cocodrilo

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Sin educación filosófica y humanística no habrá desarrollo científico ni calidad de vida

Por Profelandia

No habrá desarrollo científico y tecnológico, crecimiento económico, irradiación cultural ni mejora de la calidad de vida sin una educación filosófica y humanística que permita comprender la complejidad humana y social del mundo, afirmó el doctor Luca Scarantino, secretario general de la Federación Internacional de Sociedades de Filosofía (FISP, por sus siglas en francés), en la Rectoría General de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

Al participar en el Coloquio Internacional El significado de la filosofía en la educación, convocado por esta casa de estudios y la Asociación Filosófica de México, entre otros organismos, refirió que tampoco hay concordia ni capacidad de resolver los conflictos sociales sin entender “las razones del otro, su perspectiva, tradiciones, hábitos y costumbres, a veces tan diferentes unos de otros”.

Por lo que es importante que los filósofos contribuyan “a la definición del sentimiento cosmopolita” empezando por “renegociar” intelectualmente los alcances y los límites mismos de la disciplina, propuso en el marco del Día Mundial de la filosofía que se celebra mañana.

En la conferencia Educar a una ciudadanía universal con dignidad, el también director de la revista internacionalDiógenes expuso que “uno de los fenómenos que expresan el clima social actual, lo constituyen las olas de migrantes hacia la Unión Europea y el rechazo de los europeos a su presencia al decir “no me gustan” y “si soy racista, nada qué hacer”.

Esta actitud se ve incluso reivindicada de manera abierta en las asambleas legislativas nacionales y los medios de comunicación que favorecen también esa legitimidad.

Las dificultades que encierra la integración de cantidades importantes de migrantes “parece ser pretexto para desatar un resentimiento desde la cultura “europeísta”.

Además, la civilización de esa región, construida sobre la idea de dignidad humana, mantiene un conflicto profundo que atraviesa su historia cultural; por un lado, la naturaleza sagrada de la Cáritas, el principio universal de dignidad humana, y por otro un sentido de pertenencia de origen tribal o nacional que discrimina a todo aquel que no comparte la misma sangre ni el mismo suelo.

El estado permanente de tensión entre estas dos fuerzas, que puede describirse como dignidad universal de la persona y cohesión tribal o comunitaria, pertenece, según el investigador, a la “autobiografía del espíritu occidental”.

La capacidad de elaborar un marco teórico e ideológico capaz de articular estas dos fuerzas en el nuevo universalismo global, “acaso sea la tarea mayor de las fuerzas progresistas y la apuesta sobre la que se jugará el porvenir social y económico de Europa”.

En este contexto es que se sitúa la posibilidad de una educación universalista y cosmopolita, que es la tarea propia de la Filosofía, pues instruir con dignidad significa brindar a las nuevas generaciones no sólo un valor moral, sino un instrumento teórico que le permita moverse de manera natural en un mundo con menos barreras culturales, nacionales e identitarias.

La celebración del XXIV Congreso Internacional de Filosofía que se celebrará en Pekín en 2018 implicará una oportunidad histórica en ese sentido, porque lo que estará en juego va más allá de las redes de intercambio académico, pues es posible percibir a través de las comunidades académicas filosóficas internacionales que la disciplina, en su pluralidad de formas, parece estar en búsqueda de nuevos instrumentos conceptuales que le permitan dar sentido al mundo cultural y socialmente complejo que vivimos.

Al dar la bienvenida a los participantes del coloquio, el doctor Eduardo Peñalosa Castro, rector general de la UAM, expresó que la promoción de la filosofía, como método de concebir la problemática global en sus múltiples dimensiones, también propone soluciones factibles e incluyentes que atraviesan el espectro de su impartición.

Analizar la situación actual de la enseñanza de esta rama científica en todos los niveles educativos, identificando áreas de oportunidad para su reformulación y mejoramiento y reconociendo sus carencias, resulta fundamental en los esfuerzos por volver universal el pensamiento libre, responsable, lógico y creativo, señaló.

En la Rectoría General de la UAM, el doctor Gabriel Vargas Lozano, presidente de la Comisión de Enseñanza de la Filosofía de la FISP, dijo que por los temas que se tratarán los días subsecuentes, este coloquio no tiene antecedente y destacó entre ellos La función de la Filosofía en la educación; La Filosofía en China, India e Indonesia y La Filosofía y la interdisciplina.

En el acto inaugural participaron también los doctores Octavio Nateras Domínguez, rector de la Unidad Iztapalapa de la UAM; José de Lira, presidente de la Asociación Filosófica de México; José Rendón Alarcón, coordinador de la Licenciatura en Filosofía, y María Estela Báez Villaseñor, jefa del Departamento de Filosofía ambos de la Unidad Iztapalapa.

Fuente: https://profelandia.com/sin-educacion-filosofica-y-humanistica-no-habra-desarrollo-cientifico-ni-calidad-de-vida/

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Por qué los niños de bajos ingresos no se encuentran en los Programas académicos de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas.

Theedavocate

Los estudiantes de bajos ingresos están sustancialmente subrepresentados en STEM. Ya sean graduados de la escuela secundaria o graduados de educación superior , los informes muestran que los estudiantes de bajos ingresos ingresan a los programas académicos de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas. a un ritmo mucho más bajo que sus contrapartes de altos ingresos.

Parte del problema es el hecho de que muchas familias de bajos ingresos ni siquiera pueden pagar una computadora , y mucho menos un buen paquete de Internet. Como autores, Vikki Katz y Victoria Rideout escribieron: «La calidad de las conexiones a Internet de las familias, y los tipos y capacidades de los dispositivos a los que pueden acceder, tienen considerables consecuencias para los padres y los niños por igual».

Estas consecuencias incluyen lagunas en la calidad de la tarea, la desigualdad digital y las disparidades en el desarrollo. Estos efectos conducen a un menor número de graduados postsecundarios de hogares de bajos ingresos, especialmente en programas STEM.

Además, las familias de bajos ingresos tienden a vivir en vecindarios menos privilegiados donde la calidad y la situación financiera de las escuelas también es baja. Las » escuelas pobres » también se quedan atrás ya que su capacidad para adquirir y acceder a los recursos es limitada. Esto se manifiesta en una menor calidad de la educación, lo que limita las oportunidades de los estudiantes y las opciones de carrera.

De hecho, los estudiantes de bajos ingresos generalmente ingresan a colegios comunitarios locales ya que no conocen la ayuda financiera disponible en instituciones más prestigiosas o carecen de algunos requisitos de admisión.

Las instituciones postsecundarias a las que asisten la mayoría de los estudiantes de bajos ingresos también carecen de recursos y tienen tasas de graduación más bajas. Una vez más, el estudiante de bajos ingresos está en una gran desventaja.

Todos estos efectos secundarios de ser de bajos ingresos contribuyen a una inequidad en la educación y la preparación postsecundaria, particularmente en los programas STEM. Para los estudiantes de bajos ingresos que asisten a escuelas de bajos ingresos es más probable que tengan un acceso muy limitado a los recursos , clases y experiencias de STEM .

Es probable que dichos estudiantes se hayan retrasado en su educación, específicamente en STEM, y por lo tanto, pueden carecer del conocimiento o los requisitos necesarios para ingresar y graduarse de una institución superior postsecundaria. Por otro lado, algunos de los estudiantes de más alto rendimiento son de bajos ingresos, pero ni siquiera se postulan para las instituciones más selectivas , ya que carecen de los recursos y el apoyo.

Sin embargo, Eve Riskin, vicedecana de ingeniería de UW, entiende que «la educación en ingeniería necesita adaptarse a las tortugas, no solo a las liebres «. Ella es parte de una iniciativa para atraer a más estudiantes de bajos ingresos a sus universidades para completar año de licenciatura en ingeniería. El año extra permitirá a los estudiantes ponerse al día y construir una base en ingeniería.

Otras universidades están tomando iniciativas similares, tratando de aumentar el número de estudiantes de bajos ingresos que ingresan y se gradúan de los programas de STEM. Los estudiantes de bajos ingresos en los EE. UU. Solo representan el 14% de los estudiantes en las 200 instituciones postsecundarias más importantes del país, sin embargo, miles de estos estudiantes obtienen excelentes puntajes de GPA y SAT.

Además, sin culpa propia, los niños de bajos ingresos no pueden adquirir habilidades STEM al mismo nivel que los niños de altos ingresos, y se quedan atrás. Teniendo el deseo y tratando desesperadamente de mantener el ritmo, pero sin los recursos adecuados, algunos niños incluso han recurrido a escribir códigos en papel con un lápiz .

Afortunadamente, algunos educadores e instituciones están abordando el hecho de que los niños de bajos ingresos no se encuentran en STEM al proporcionar educación adicional, mejores recursos y más ayuda financiera.

Fuente: http://www.theedadvocate.org/low-income-kids-nowhere-found-stem/

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