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Chile: Un diario de vida fue la GRAN herramienta de este profe para trabajar las emociones

Un diario de vida fue la GRAN herramienta de este profe para trabajar las emociones

Tomás Gebhard

La necesidad de conocer mejor a sus estudiantes hizo que Yanko Bravo buscara durante la pandemia una idea que le permitiera entenderlos, más allá de las pantallas de las clases en línea.

Yanko Bravo trabaja en el Instituto Comercial de Linares –zona central de Chile–, establecimiento técnico profesional al que van niños y niñas desde los 13 a 18 años. Durante la pandemia, la dificultad de conectar con sus estudiantes a través de las clases virtuales lo llevaron a la idea de implementar un diario de vida para conocerlos mejor.

El profesor se enfrentó a un nuevo curso del que solo conocía los nombres de sus alumnos por una pantalla negra. Y también algunas voces, por las pocas veces que activaban sus micrófonos para responder preguntas.

Ante la necesidad de conocer mejor a su curso, surgió la idea de plantear la actividad del diario de vida como una propuesta enfocada en la escritura de vivencias personales, pero aplicando el uso de normas ortográficas que iban a ser evaluadas desde la asignatura de lenguaje.

“La idea me vino buscando lecturas para empezar el año… Estudiamos las normas ortográficas por supuesto, y junto con el proceso de escritura estuvimos leyendo también El diario de Ana Frank. Fue una secuencia de actividades conjugadas en función de que los estudiantes conocieran la escritura en primera persona”, explicó Yanko.

El diario de vida planteó narrar cómo se sentían durante el encierro

Los estudiantes de Yanko sabían desde un principio que tendrían libertad para escribir sobre lo que quisieran, y que la única persona que leería eso sería él. La idea era que contaran sobre su vida, su familia y cómo se han sentido durante el encierro, pensamientos que sus alumnos no acostumbraban a socializar.

Al inicio de la actividad el docente les aseguró que no iban a ser criticados o juzgados, además de que sólo se evaluaría la ortografía. Esos parámetros sirvieron para que el curso se sintiera liberado y con la confianza necesaria para escribir sobre sus emociones.

“Cuando leía los diarios que ellos me mandaban contaban cosas muy personales, recordaban situaciones complejas de su pasado, la enfermedad de algún familiar, recuerdos de su primer amor o lo mucho que extrañaban a sus amistades”.

Yanko también buscó conocer sus intereses

Había un segmento en el cual los estudiantes podían escribir qué música estaban escuchando mientras escribían el diario. La idea del profesor con esta invitación, fue conectar con los alumnos para conocer sus gustos. La música siempre es un buen indicador para identificar emociones e intereses.

Los beneficios directos de escribir un diario van desde el simple hecho de desahogarse de situaciones que se han mantenido mucho tiempo en privado, ver aspectos que se han pasado por alto o simplemente llevar registro de las veces que uno divaga, lo que podría servir en el futuro.

La actividad se complementó simultáneamente con la lectura del Diario de Ana Frank, que en el contexto de pandemia guardaba muchas similitudes con lo que estaban viviendo sus alumnos a pesar de las diferencias históricas y de contextos.

Yanko hizo el vínculo de lo que estaban pasando los jóvenes estando encerrados en su casa, alejados de los amigos y teniendo como círculo cercano únicamente a su familia, con lo que vivió Ana Frank en el anexo de su casa. En el libro está muy presente la temática del encierro por lo que resultó  fácil identificarse con una adolescente que vivió lo mismo.

La experiencia se transformó en otros relatos

Para su proyecto de magister, el año pasado, Yanko tuvo otra idea que llamó “Diccionario para Boomers”, un diccionario para adultos que están desactualizados en la jerga juvenil o que no se manejan muy bien con la tecnología.

Le pidió a sus alumnos que recojan vocabulario utilizado en redes sociales (neologismos), luego se organizó ese vocabulario en clases de palabras, sustantivos, adjetivos, verbos, etc. Y finalmente entre todos definieron cada uno de los términos. Con esto se armó un libro digital que después Yanko encuadernó.

“En el momento en que llegué a principios de año y les mostré el libro físico, ellos no podían creer que su trabajo se transformó en un libro real, ellos vieron solo la versión digital, y ver que sus propias escrituras están todas recopiladas en un texto hace que ellos se sientan como escritores, y esa es la idea”.

Según el profesor, este tipo de actividades no deben estar relegadas solamente a una actividad de la clase, sino que es importante que se puedan socializar con los demás y así llegar a tener un fin más grande. Especialmente en una actividad donde se logró trabajar las emociones, además de muchas reglas de puntuación y ortografía.

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Fuente de la Información: https://eligeeducar.cl/historias-docentes/un-diario-de-vida-fue-la-gran-herramienta-de-este-profe-para-trabajar-las-emociones/

 

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Invisibilizada, contribución de las mujeres a la edición

Por: UAM

El papel femenino en el proceso de edición no ha sido reconocido y la historiografía ha mantenido a este sector en la oscuridad, coincidieron participantes en la Jornada Mujeres en la edición. Perspectivas históricas y contemporáneas, convocada por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

La maestra Guadalupe Correa Chiarotti, profesora de la Licenciatura en Letras Hispánicas en la Unidad Iztapalapa, recordó que luego de 165 años del levantamiento de las obreras en Nueva York por sus derechos, sus demandas contra la precariedad y explotación laboral y la salud reproductiva negada, muchas de esas exigencias siguen vigentes.

“El estudio de las prácticas editoriales es una forma de no reproducir el silencio, investigar sobre aquellas que ejercieron labores editoriales y sus estrategias para publicar contribuyen a evitar el olvido que desde la academia se ha instrumentado de que las prácticas editoriales son en gran medida masculinas, pero existen ejemplos que contradicen esa supuesto”.

En otras épocas, ellas “dialogaron a través de sus publicaciones y la literatura fue un ejercicio de insubordinación y en otros casos de denuncia”, puntualizó la investigadora.

La doctora Jenny Teresita Guerra González, investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México, planteó que existe una deuda histórica en los estudios de la mujer en la edición, pues se advierte un vacío en ese ejercicio de constitución de la memoria.

“La deuda en los procesos editoriales es la invisibilidad femenina, sólo conocemos de varones editores o ligados a revistas o grupos intelectuales, salvo en el Cono Sur donde es más visible su participación, pero al norte de América Latina el trabajo de ellas permanece oculto”, enfatizó.

“La colaboración de ellas no ha sido estudiada de manera adecuada, las mujeres han sido editoras, cuestión que debemos valorar para visibilizarlas a partir de un estudio casi arqueológico y de reconstrucción”.

La especialista planteó que el papel femenino en la edición no ha sido protagónico, aunque sin ellas varias publicaciones no hubieran sido posibles. En América del Sur, muchas financiaron ediciones, aunque en algunos casos no aparecía su nombre, sino que había sido impreso en los talleres de la viuda de algún personaje.

Ahora, los proyectos editoriales tienen la perspectiva de género y buscan crecer en la disidencia. “La visión que se tenía se ha ido ampliando y en la actualidad las mujeres publican desde varios medios”, argumentó la investigadora.

La doctora Áurea Maya, historiadora del arte y musicóloga del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información Musical del Instituto Nacional de Bellas Artes, recordó que en el siglo XIX algunas mujeres que se dedicaban a la música, al casarse la abandonaban para recluirse en sus casas. Citó que varias niñas fueron prodigios, pero al contraer nupcias abandonaban esa actividad, algunas publicaban partituras, pero no existen testimonios y no se reconoce ese trabajo.

Pero al analizar el siglo XIX surge la interrogante sobre en qué momento comenzaron a tener un espacio más allá del matrimonio y presencia en la musicología mexicana. Esperanza Pulido publicó en 1958 La mujer mexicana en la música, muy avanzada para la época, y también editó una revista de investigación musical.

“En el periodo de la posrevolución escribieron y recuperaron las historias de la musicología, pero en qué momento la historiografía las volvió invisibilizar. Carmen Sordo Sodi, interesada en la investigación musical, propuso abrir un centro nacional de investigación musical que ahora existe como el nombre de Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información Musical”, refirió.

La maestra Cynthia Martínez Benavides, responsable de la Casa del Tiempo, comentó que las fuentes para el tema no son fáciles de conseguir y que el primer contacto que tuvo con una edición elaborada por una mujer fue el diario de Frida. “A los 13 años vi una exposición de Carmen Boullosa y de Magaly Lara que me trastornó por su intimidad y fue la manera de ver una obra a través del grabado y del dibujo”.

Así, “los encuentros con los trabajos femeninos son complicados porque siempre están escondidos y se presentan desde el intersticio y en la actualidad se presenta desde la creación, la edición y las editoras divulgadoras del trabajo de los varones”.

El encuentro –coordinado por la Casa de la Primera Imprenta de América de la Coordinación General de Difusión de la UAM– fue moderado por la doctora Freja Ininna Cervantes Becerril, académica del Departamento de Filosofía de la Unidad Iztapalapa de la Casa abierta al tiempo.

Fuente de la información e imagen: https://desinformemonos.org

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Opinión | Ética y orgullo: ¿por qué la tolerancia ya no funciona?

Por: Sofía García-Bullé

Tolerar es una cosa, reconocer el derecho de existir en paz para todas las personas es otra. Necesitamos la segunda.

La tolerancia ha sido un valor clave en la lucha por los derechos de la comunidad LGBTQ. Muchos de los que somos mayores de 30 años recordamos una época en la que se podía discriminar a los miembros de una empresa por transicionar, que personas homosexuales podían ser atacadas o asesinadas impunemente, reprimidas y violentadas por la policía. Fue este último tipo de agresión legitimada lo que impulsó la creación del movimiento que le ha conseguido a la comunidad LGBTQ una vía a la tolerancia y un inicio hacia la aceptación.

Los cambios sociales impulsados por este movimiento son invaluables, le permitieron a millones de personas diversas vivir una realidad con protecciones legales y dieron la base para tener presencia en espacios privados, públicos y laborales. Reflexionar durante el mes del orgullo también es recordar y agradecer esto, pero sin dejar de lado que si bien estos logros son muy valiosos, muchos de estos se consolidaron hace décadas y hace falta moverse a una siguiente fase de progreso, la tolerancia es obsoleta y la aceptación ya va tarde.

Para muchas personas, especialmente el público heteronormado, ambos términos son intercambiables, significan casi lo mismo. Pero para quien vive siendo tolerade, la diferencia es enorme. La tolerancia parte de la necesidad de coexistir con aquello con lo que no estamos de acuerdo, que no nos gusta, este aspecto no tiene que cambiar para ejercer la tolerancia, la cual solo requiere de una capacidad de aguante, pero no de aceptación. Lo anterior implica ramificaciones enormes en la dinámica de poder entre los que toleran y las que son tolerades. Pero para explicar esto a fondo, conviene empezar por nociones simples.

El A-B-C de la convivencia justa

La tolerancia no es un valor negativo en sí mismo, de hecho es bastante útil, para ayudarnos a formar resistencia a situaciones adversas, pero no para definir reglas de coexistencia con personas que son diferentes. Pediaa.com, un sitio/blog que se dedica a explicar conceptos y las diferencias entre ellos, ofrece una gráfica que pone muy claro la diferencia entre ambos valores.

La tolerancia, de acuerdo con la autora Hasa, colaboradora de este sitio, es la disposición para soportar la existencia de opiniones contrarias a las nuestras. La aceptación, es la adopción de una idea que en primera instancia no encaja con nuestra forma de pensar, pero que admitimos sin protesta, sin tratar de cambiarla o eliminarla. Lo primordial de entender aquí es que bajo este contexto estamos hablando ya sea tolerar o aceptar personas, no ideas. Esto hace toda la diferencia.

El efecto real de ser tolerade

Cuando hablamos de personas, la tolerancia se vuelve un asunto complicado. Una solución que pudo haber servido para una época en la que ni siquiera estaba validada la existencia de las personas LGBTQ, pero hoy se queda corta. La posición tolerante es muy cómoda, no se tiene que llegar a un reconocimiento, a un acuerdo ni a una aceptación, solo se tiene que soportar la existencia de personas de orientación e identidades distintas. Esto es fácil para quienes ejercen la tolerancia, ya que la gestionan como un ejercicio de poder.

“La idea de la tolerancia tiene connotaciones paternalistas. La tolerancia se da por una persona superior a otra inferior, a quien se le hace el favor de tolerársele. No es una relación entre iguales. Además, como quien tenía el privilegio se ha ‘rebajado’”, se ha puesto al nivel de la oprimida, tiene cierta superioridad moral”, explica Deva Mar Escobedo, estudiante de periodismo de la Universidad Complutense de Madrid en una un artículo para el diario El Salto.

La perspectiva tolerante, casi siempre pertenece al grupo social dominante. Su visión se establece como la indiscutiblemente correcta y simplemente permite la existencia de contrapuntos, los cuales validan de acuerdo a su criterio. Bajo un esquema de tolerancia, quien tolera tiene el poder de decidir qué tan importantes son las opiniones y las necesidades de la persona que es tolerada, puede elegir no escuchar, descartar, pedir que no se arme un escándalo o se dispare un conflicto poniendo la carga de éste completamente sobre el otro. Porque desde su posición de poder, son quienes generan y regulan la normalidad. Son “los campeones de a realidad” para decirlo en forma simple, y las personas que no nos ajustamos a esa normalidad somos “los retadores”.

La confrontación en una dinámica así es inevitable, a menos que la persona tolerada aprenda a vivir bajo este desbalance, las consecuencias de este compromiso pueden ser profundas e imborrables. Aún si para muchos la tolerancia les significó no perder a su familia, un techo sobre sus cabezas o un trabajo, no quiere decir que la tolerancia no tenga un costo alto para las personas LGBTQ.

“Vivir en un lugar donde solamente existe tolerancia pero no aceptación, es como estar en una cámara de privación de sentidos. No te matará pero sí tendrá un efecto agotador”. Brynn Tannehill, punta de lanza del activismo para la comunidad trans, ensayista y miembro del comité de Trans United Fund resume tan solo en dos líneas la experiencia de la tolerancia, del lado de a quien se le somete a esta. Una vez aterrizada esta idea, ¿ya podemos entender por qué la tolerancia no funciona? ¿Por qué es fácil vivir cuando la usamos pero difícil cuando alguien la usa sobre nosotres? Tras exponer las implicaciones de la tolerancia, la aceptación es un imperativo ético.

Las personas fuera de la heteronorma existen, eso no es algo a lo que aplique la tolerancia dado que seguirán existiendo independientemente de si las personas heteronormadas están de acuerdo o no con esta existencia. La tolerancia no es necesaria, lo que es urgente es el criterio y el sentido humano para entender que las identidades y orientaciones diversas son tan válidas e inocuas como las heteronormadas. Esto es lo que implica la aceptación, dejar de decir “puedo soportar que una persona viva con una orientación o identidad de género distinta” y empezar a decir “está bien que lo haga”.

Fuente de la información e imagen: https://observatorio.tec.mx

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Limpieza étnica en las bibliotecas de Ucrania

La magnitud del bibliocidio es tal que luego de expurgar los cien millones de ejemplares de todo lo que esté escrito en ruso, el contenido de las bibliotecas quedará reducido a la mitad.

«¿Ser ruso es un problema? ¿Incluso siendo un ruso muerto? Lo que está pasando en Ucrania es horrible, y tengo ganas de llorar solo de pensarlo. Pero estas cosas aquí son ridículas»

-Paolo Nori, traductor italiano.

La limpieza étnica es una característica del fascismo y todas sus variantes de extrema derecha a nivel planetario. Se basa en el supuesto de que hay culturas superiores e inferiores y estas últimas deben desaparecer de la faz de la tierra, para que no quede ni una huella de su presencia histórica. Contra las culturas proclamadas como inferiores se utilizan todos los mecanismos de destrucción física y simbólica, como herencia duradera de la expansión de Europa por los cinco continentes.

El ejemplo más terrible de limpieza étnica fue adelantado por el nazismo en Alemania primero y luego en todos los territorios que conquistó durante la Segunda Guerra Mundial, entre ellos los de los pueblos eslavos, empezando por los ubicados en la entonces Unión Soviética. Y la limpieza étnica incluyó a los judíos, pero no solo a ellos como se ha establecido como verdad oficial por el estado sionista de Israel y los creadores de la industria del holocausto (el lobby judío en los Estados Unidos), sino a todos los pueblos que el nacionalsocialismo alemán consideró como inferiores, en los que cabe mencionar al pueblo rom (los gitanos).

Después de la experiencia nazi se pensó en forma optimista que la limpieza étnica era cosa del pasado y nunca más se volvería a presentar como política de Estado. Fuera de Europa siempre se siguió llevando a cabo en diversos lugares del mundo, y en buena medida con el apoyo de Europa y los Estados Unidos, en los cuales fueron sistemáticamente eliminados diversos grupos étnicos ‒así ha acontecido en América Latina con comunidades indígenas, en Brasil, Colombia, Ecuador…‒ o ha habido intentos fallidos de exterminar a grupos humanos y de expulsarlos de sus territorios ancestrales, como acontece con los palestinos en Israel o los kurdos en Turquía.

Pese al regreso de la limpieza étnica en Europa a finales de la década de 1980 y comienzos de la de 1990, concretamente en los Balcanes, se insinuó en forma falsa que esa situación había sido superada con los bombardeos de la OTAN y la injerencia de la Unión Europea, El Vaticano y Estados Unidos que llevó a fomentar la creación de estados étnicamente puros (como resultó siendo el caso de los nuevos países reconocidos después de 1991, entre ellos esa entidad fantasma que se llama Kosovo). De esta forma, los europeos creían que la limpieza étnica ya no formaba parte de su mentalidad colonialista e imperialista y ahora se habían civilizado plenamente, cuando lo que hicieron fue legitimar una nueva limpieza étnica, consentida por ellos, como la de los criminales que gobiernan a Kosovo que trafican con órganos humanos de sus enemigos étnicos.

Ahora, cuando la guerra está de regreso a Europa, vuelve a reivindicarse abiertamente la limpieza étnica de los rusos, como lo han hecho los europeos desde hace varios siglos y como lo intentó concretar en la práctica el nazismo. Esa limpieza étnica imperante hoy en Europa se manifiesta como rusofobia y adopta los mecanismos criminales que se exhiben con impunidad desde Ucrania, por parte de las clases dominantes de ese país y reproducida por partes significativas de su población, y emuladas por gran parte de los europeos. No extraña que desde la televisión ucraniana locutores, médicos y científicos exaltan la doctrina de la solución final nazi para aplicarla a los rusos y llamen a matar a los niños rusos y castrar a los soldados de Rusia porque son “cucarachas y no humanos” y de cancelar todo lo que tenga que ver con la cultura rusa sin importar su trascendencia para la humanidad.

Pero lo que está sucediendo en Ucrania, con la complacencia de Europa, en cuanto a la reivindicación de la limpieza étnica ‒algo que, además, se viene llevando a la práctica desde el 2014 en los territorios de población rusa de Ucrania‒ no se limita a exaltar los procedimientos tradicionales de esa “purificación étnica”, tales como el llamado abierto a matar rusos por el hecho de serlo, prohibir el idioma ruso, destruir las estatuas de la Segunda Guerra Mundial que recuerdan la lucha contra el nazismo y el sacrificio de millones de rusos, prohibir la lectura de autores clásicos de la literatura universal como Fedor Dostoievski, Alexander Pushkin y de grandes compositores de música clásica como Chaikovski, prohibir bailes tradicionales rusos como la balalaika, denigrar de las comidas rusas y obligar a que ya no se escriba en los menús que ofrecen los restaurantes “Ensalada Rusa o Tártara”, sino que se le cambie el nombre por el de “Ensaladilla Kiev”, que al cuadro del pintor francés Edgar Degas (muerto en 1917) le cambien el título de “Bailarinas rusas” por el políticamente correcto de “Bailarinas ucranianas” y mil ridiculeces por el estilo, que sonrojarían de vergüenza a los grandes pensadores y humanistas de todos los tiempos que han nacido en Europa.

Junto con todo ello, ahora en Ucrania se ha inventado una nueva forma de limpieza étnica, hasta donde sepamos sin antecedentes históricos en ningún lugar del mundo. Es una limpieza étnica de tipo bibliográfico, un bibliocidio con nuevos ingredientes. Veamos en qué consiste. Lo anunció sin eufemismos la directora del Instituto Ucraniano del Libro Aleksandra Koval quien, siguiendo las instrucciones de Ministerio de Cultura ha dado la orden de limpiar las bibliotecas de su país de todos los libros rusos que allí se encuentren. La cifra es asombrosa: se ordenó sustraer de esas bibliotecas cien millones de libros (en números, para que no quepa duda, 100.000.000) y luego destruirlos. Esta burócrata-censora, que tiene más que ver con la muerte que con los libros, ha dicho que se trata de limpiar las bibliotecas de Ucrania, porque no se puede aceptar la “propaganda rusa”, por lo cual en su pobreza mental entiende todo lo que esté escrito en ruso y eso se hace porque según su concepción bélica los libros son “un arma tanto para atacar como defender”. (La entrevista con Oleksandra Koval puede leerse en https://bit.ly/3LEnx4r).

Esta burócrata, que parece que en su vida jamás ha leído un libro, sostuvo que se trata de eliminar antes de que termine este año la literatura de propaganda, con contenido antiucraniano, que comprende todos los libros editados en rusia y escritos en rusia, incluyendo a los clásicos de la literatura universal de todos los tiempos, porque son “ideológicamente dañinos”. Nada se salva de la limpieza bibliográfica ya que en ella se incluyen los libros infantiles, novelas, cuentos y obras policiales. La limpieza bibliográfica no tiene límites cronológicos y se incluyen los libros rusos y soviéticos producidos en cualquier momento, antes y después de 1991 cuando desapareció la Unión Soviética.

En cuanto al argumento de erradicar los clásicos de la literatura rusa vale citar su “sofisticada argumentación”, porque la misma habla por sí sola de la limpieza étnica de índole bibliográfica que está en marcha. Comienza señalando que esos clásicos hacen mucho daño porque los primeros que los leen son los niños y resulta nefasto decirle que un escritor ruso, digamos alguien como Alexander Pushkin, es un autor universal:

“¿Por qué el clásico es tan inquietante? Todos leímos estos libros, en mis años escolares había un sólido clásico ruso, que se consideraba el pináculo de la escritura mundial. Debido al hecho de que conocíamos a los clásicos del mundo de manera bastante mediocre, muchos se quedaron con la convicción de que esta es realmente la literatura sin la cual es imposible desarrollar inteligencia y sensaciones estéticas, ser una persona educada. De hecho, este no es el caso. Por ejemplo, para estudiar literatura extranjera, y el ruso es solo eso, necesitas un cierto equilibrio. Ahora ya estamos convencidos de que tanto la literatura británica, francesa y alemana, la literatura estadounidense y los pueblos orientales han dado al mundo muchas más obras maestras que la literatura rusa”.

Sí, pero que todo el mundo haya dado obras maestras, como las generadas acá desde Nuestra América, no da derecho a desautorizar la de otras latitudes (Rusia en este caso), así se esté en guerra en este momento con ese país. Eliminemos entonces a los literatos rusos, que han dejado de ser clásicos, porque Rusia está en guerra con Estados Unidos y la OTAN en territorio de Ucrania. Tamaña tontería no solo refleja una redomada ignorancia, sino que es un crimen cultural, con consecuencias funestas para el futuro de Ucrania, un país que luego de que termine la guerra deberá pensar sobre su identidad y ella, gústeles o no, está ligada históricamente a Rusia. Que eso lo asuman críticamente es una cosa, pero que pretendan negarlo y hacerlo desaparecer no solo de la historia sino de la vida cotidiana es una estupidez criminal.

Más adelante, la burócrata del Instituto del Libro de Ucrania dice una sarta de tonterías que vale citar con detalle:

“En cuanto a tan queridos por nuestros bibliotecarios y algunos lectores Pushkin y Dostoievski, hay que decir que fueron estos dos autores quienes sentaron las bases del «mundo ruso» y el mesianismo. Desde la infancia, llena de estas narrativas, la gente cree que la misión del pueblo ruso no es involucrarse en sus vidas y en su país, sino «salvar» el mundo en contra de su voluntad. En realidad, es una literatura muy dañina, realmente puede influir en los puntos de vista de las personas. Por lo tanto, mi opinión personal es que estos libros también deberían eliminarse de las bibliotecas públicas y escolares. Probablemente deberían permanecer en las bibliotecas universitarias y científicas para estudiar las raíces del mal y el totalitarismo por expertos. Creo que se escribirán muchas reflexiones científicas e investigaciones sobre cómo los clásicos rusos influyeron en la mentalidad de los rusos”

De tal manera, que una burócrata de poca monta que se encuentra al frente del Instituto Ucraniano del libro viene a descubrir que los clásicos rusos son perversos, a diferencia de los alemanes, estadounidenses o de otras latitudes, y lo son solamente por su origen nacional, y en ellos están las “raíces del mal y del totalitarismo” y por eso debe prohibirse a los habitantes de Ucrania que los lean, sin importar que gran parte de los ucranianos hablen el ruso e incluso que para una porción importante de su población esta sea la lengua cotidiana y no sepan una palabra de ucraniano.

Con esta lógica tan xenófoba y chovinista en ningún lugar del mundo se deberían leer libros de autores “extranjeros”, porque en algún momento han tenido una guerra o han sufrido una agresión por parte de otros países o potencias imperialistas. Con esa lógica de pureza étnica en Argentina se debieron prohibir los libros ingleses (Shakespeare entre ellos) y expurgarlos de sus bibliotecas tras la guerra de las Malvinas de hace 40 años; en Cuba extraer de sus bibliotecas los libros de autores de la talla de Ernest Hemingway, o William Faulkner o John Steinbeck por el bloqueo y las agresiones que soporta desde hace 60 años por parte de los Estados Unidos; de África erradicar la literatura clásica escrita en francés, inglés, portugués, italiano, castellano, alemán… porque esos son las lenguas originales de las potencias colonialistas e imperialistas; en Ecuador de deberían retirar los libros de autores colombianos (como el que escribe estas líneas) tras el brutal ataque a Sucumbíos por el gobierno criminal de los uribeños el primero de marzo de 2008, y así ad nauseam.

La limpieza étnica cultural que se adelanta en Ucrania no tiene que ver con la guerra que se lleva a cabo en estos momentos con Rusia, sino con un proyecto de negar sus propias raíces, que tienen que ver directamente con la historia del pueblo ruso y su vasta cultura, en el mundo de las artes, las letras, el teatro, la poesía, la novela, el ensayo, el pensamiento político (entre el que se cuenta a Lenin, Trotsky, Bakunin, Kropotkin, Herzen, Chernishevski y un largo etcétera.)

Para darse cuenta de lo que está en juego con este nuevo tipo de limpieza étnica de índole bibliográfica esta censora agrega que fue un gran problema recibir obsequios de libros de Rusia sin examinar previamente su contenido, hasta el punto de que “los bibliotecarios estaban contentos con los nuevos libros, pero nadie pensó en su contenido”.

Sobre la literatura científica, la funcionaria apuntó que no es un tema simple, por lo que “se discutirá en mesas redondas de expertos. Si hay literatura puramente médica sin matices ideológicos, entonces no veo ninguna razón para eliminarla en primer lugar hasta que los autores ucranios o extranjeros creen algún tipo de remplazo”. Se evidencia que, como siempre, el problema es de ideología, la de los otros, los enemigos, porque la censora no tendría ideología, estaría por encima del bien europeo y del mal ruso.

La magnitud del bibliocidio es tal que luego de expurgar los cien millones de ejemplares de todo lo que esté escrito en ruso, el contenido de las bibliotecas quedará reducido a la mitad. Es decir, se liquidarán de un tajo el cincuenta por ciento del contenido de las bibliotecas. Y esos cien millones de libros han sido declarados por el Ministerio de Cultura de Ucrania como papel de desecho, lo cual da paso al bibliocausto, a la destrucción pura y simple de libros.

Los burócratas del libro de Ucrania pretenden que la cancelación de las letras de Rusia sea mundial y se vanaglorian de que el boicot a los libros de aquel país en ferias internacionales se debe a su influencia. Pero piden más: que en el resto de Europa se apliquen sus medidas de limpieza étnica bibliográfica y desaparezcan de las bibliotecas (porque ya han desaparecido de las librerías) los escritos de seguidores incondicionales de Vladimir Putin que respondan a los nombres de León Tolstoi, Antón Chejov, Leonid Andreiev, Máximo Gorki…

La burócrata del libro agrega que, aunque por desgracia no puede incidir en ello como si lo hace en Ucrania, afirma que existe “un público que puede ponerse en contacto con todas las bibliotecas locales y exigir que se retiren ciertos libros. Desafortunadamente, es muy difícil para nosotros desde aquí, desde Ucrania, averiguar qué libros rusos hay en cada biblioteca de alguna pequeña ciudad europea”. Por ello, pide a los migrantes ucranianos que donde se encuentren se vuelvan censores e inquisidores de los libros rusos para que estos desaparezcan de las bibliotecas y librerías de las ciudades europeas, porque “en cuanto a las bibliotecas extranjeras, creo que solo la persistencia de la diáspora ucraniana y nuestros movimientos sociales puede llevar al hecho de que habrá menos libros rusos allí, y más ucranianos”.

El precepto central de la caza de libros es que tengan un contenido antiucranio, algo tan vaporoso en lo que cabe todo, comenzando por el idioma ruso en que estén escritos los libros y luego de los autores, incluyendo a los nacidos en Ucrania que se atrevan a criticar a los nazis de su país y planteen la búsqueda de la paz, un acuerdo con Rusia y que su país no se convierta en una base terrestre de la OTAN.

Los lectores de esta nota podrán pensar que no hay nada de nuevo en este bibliocidio, si recordamos los momentos trágicos de destrucción de libros, entre ellos los de la Alemania Nazi, o de la última dictadura argentina o el arrasamiento de las bibliotecas de Irak y el saqueo de sus recursos bibliográficos que eran patrimonio cultural de la humanidad tras la invasión de los Estados Unidos en 2003, o la destrucción de escuelas y bibliotecas palestinas por las fuerzas genocidas del estado sionista de Israel. Pero, que yo sepa, en ninguno de esos casos, aunque se haya llegado al bibliocausto ‒quema de libros‒ se practicó la política sistemática y planificada de expurgar en cada biblioteca hasta el último rincón para eliminar todos los libros que se consideraban perniciosos, perjudiciales y enemigos de un determinado proyecto nacional. Eso es lo que se está haciendo en Ucrania de manera generalizada e impune y con el apoyo de ese círculo de delincuentes que se llaman a sí mismos Comunidad Internacional y Unión Europea.

Que se esté presentando una guerra entre Rusia y Ucrania en lugar de llevar al paroxismo del odio nacional y de la xenofobia, debería conducir a reflexionar sobre la importancia de la cultura, y en especial para el caso que tratamos, de los libros. Porque si algo contribuye a fomentar aún más el odio es la ignorancia, la destrucción de libros y el ocultarles a los habitantes de un país, en este caso de Ucrania, las múltiples influencias culturales que han tenido a lo largo de la historia y la manera como las nuevas generaciones deberían repensar su propia identidad, sin despreciar ni ignorar a una cultura, en especial a la extraordinaria cultura rusa, que es algo completamente distinto a un régimen político en particular.

En estas condiciones ahora tendremos que la riqueza bibliográfica de las escuelas y bibliotecas de Ucrania será cosa del pasado al fomentar el plan que propone la burócrata mencionada en estas páginas que consiste en que “la restauración de Ucrania incluirá tanto la reforma del sistema de bibliotecas como la cuestión de llenar los fondos de la biblioteca después de la incautación de literatura rusa”. Este es un paso seguro hacia la ignorancia, el odio, la sed de venganza que llenara a Ucrania y a Europa de batallones de nazis, para los cuales su máxima es la de “muera la inteligencia”. Y esta acción de perseguir libros adquiere un sentido especial, extra si se quiere, si tenemos en cuenta que vivimos en un mundo donde cada vez se lee menos por la dictadura digital y en tal sentido casi que cualquier libro en la actualidad (con independencia de su contenido) debe considerarse como un artefacto inofensivo para un público amplio, en la medida en que el círculo de lectores cada vez es más reducido. En esas condiciones, si que se nota a las claras el verdadero sentido de limpiar las bibliotecas de Ucrania de literatura rusa: es un proyecto de limpieza étnica y de cancelación absoluta de una cultura multiforme y compleja.

Así, vamos a ver que en las bibliotecas de Ucrania van a desaparecer autores tan perversos y malévolos como Tolstoi, Dostoievski, Pushkin… y en su lugar los estantes se van a llenar de libros no ideológicos, clásicos de la estupidez universal como los que regala Estados Unidos, entre los que se incluyen el Ratón Mickey, Superman, Batman y revistas tan serías como Reader’s Digest y toda la basura anticomunista que se publica en las usinas universitarias y en los laboratorios del pensamiento reaccionario de los Estados Unidos.

Y en el caso de las letras y las artes, veremos como los artistas ucranianos pueden hacer abstracción del teatro de Chejov, de las novelas de Pushkin, de las reflexiones de León Tolstoi, de la crítica literaria de Vladimir Propp o del análisis textual de Mijaíl Bajtín. Una de las ilusiones más terribles es suponer que puede prescindir de esos autores, sin perder una parte de su propia humanidad, todo a nombre de la limpieza étnica de índole bibliográfica que está en marcha en Ucrania.

Paradójicamente, y eso no lo prevén los censores, la literatura rusa adquiere nuevo sentido e importancia al ser prohibida, ya que llevará en el futuro a muchos ucranianos a preguntarse por las razones que conducen a la prohibición y esa literatura seguirá siendo leída en forma clandestina en la “democrática” Ucrania. Sencillamente, una cultura no puede matarse a punta de censura y prohibiciones, por mucho que intenten justificarse a nombre de una absurda rusofobia y de la limpieza étnica de la cultura rusa que se adelanta en Ucrania y que cuenta con el respaldo de la “grande y civilizada Europa”, con sus nuevos tribunales de inquisición y de persecución de autores y libros. Esta medida tiene, además, un tono sombrío de otros tiempos en una época en que la comunidad de lectores de libros se ha reducido drásticamente y en la que predomina la seudo lectora digital, que no es lectura en sentido estricto tal y como lo han demostrado los psicólogos cognitivos. De tal manera, que en Ucrania se pretende eliminar a los pocos lectores de libros que puedan existir para que sus mentes queden en manos de la escuela nazista del Batallón Azov y compañía.

Fuente: https://rebelion.org/limpieza-etnica-en-las-bibliotecas-de-ucrania/

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El replanteamiento del marco curricular 2022

Por: Sergio Martínez Dunstan

«En los planes y programas de estudio se busca lograr la integración curricular a partir de proyectos. Al parecer, el trabajo por proyectos se convertirá en la metodología didáctica fundamental.»

La Secretaría de Educación Pública (SEP) replantea la estrategia para la implementación del plan y los programas de estudio prevista originalmente para agosto próximo. La dependencia gubernamental informó, a través del Boletín Nº 127, que el modelo curricular entrará en vigor hasta el ciclo escolar 2023 – 2024. Delfina Gómez Álvarez también se los dio a conocer a sus homólogos de las entidades federativas en las Reuniones Regionales del Consejo Nacional de Autoridades Educativas (CONAEDU). Asimismo, funcionarios de su equipo de trabajo precisaron cuestiones y proyectaron actividades. Analizarlas dadas sus implicaciones resulta por demás interesante. Resalto las más relevante, en mi parecer, en los párrafos subsecuentes tomando como referencia la información contenida en las diapositivas que usaron para la exposición. Al final, reaccionaré sobre los tópicos tratados.

1. Conceptualización del Marco Curricular, Plan y Programas de Estudios Aspectos

  • El piloteo de la transformación curricular
  • El codiseño de contenidos
  • La actualización a los maestros para la socialización, conocimiento y operación de la propuesta curricular mediante un proceso de formación continua

Estrategias nacionales

  • Para la enseñanza de lenguas y culturas indígenas
  • Para atención de la población con discapacidad
  • Para la modalidad multigrado
  • Para la atención a niñas. Niños y adolescentes en situaciones de migración
  • Para fortalecer el tejido comunitario

2. Política Nacional de Educación Inicial. Plan de Implementación. El propósito es generar condiciones para la provisión de servicios de calidad que fomenten el desarrollo integral de las niñas y los niños de cero a tres años como parte de la atención integral a la primera infancia. Se revisaron los documentos rectores tanto el Acuerdo Número 07/03/22 por el que se emite la Política Nacional de Educación Inicial como la Estrategia Nacional de Atención a la Primera Infancia y el plan de implementación.

3. Plan de Estudios de la Educación Básica enfatizando el Perfil de Egreso de las y los estudiantes.

  • Se reconocen ciudadanos
  • Viven, reconocen y valoran la diversidad
  • Valoran sus potencialidades cognitivas, física y emocionales
  • Desarrollan una forma de pensar propia
  • Se perciben a sí mismos como parte de la naturaleza
  • Interpretan fenómenos, hechos y situaciones históricas, culturales, naturales y sociales
  • Intercambian ideas, cosmovisiones y perspectivas mediante distintos lenguajes.

4. Programas de estudio 2022 de la educación básica. Desde las fases de aprendizaje hasta su estructura.

5. Innovación de los Libros de Texto Gratuitos. Se explicó que se diseñan los materiales educativos para tres escenarios: aula, escuela, comunidad y un material de contenido disciplinar.

  • Campo Formativo Lenguajes tomando como base el aprendizaje por proyectos comunitarios (Planeación, Acción, Intervención).
  • Campo Formativo Saberes y Pensamiento Científico mediante proyectos con enfoque STEM con Metodología de Aprendizaje por Indagación.
  • Campo Formativo Ética, Naturaleza y Sociedad a través del Aprendizaje Basado en Problemas (panorama general, recolecciones, formulación del del problema, vivamos la experiencia así como resultados y análisis).
  • Campo Formativo de lo Humano y lo Comunitario mediante Aprendizaje Servicio (Punto de partida; lo que sé y lo que quiero saber; organicemos las actividades; creatividad en marcha; compartimos y evaluamos lo aprendido).

6. Programa de Formación Continua para la Nueva Propuesta Curricular a partir de la reflexión colectiva (conocimiento y apropiación); resignificación y práctica contextualizada y bajo las siguientes consideraciones:

  • Nueva Escuela Mexicana
  • Vinculación entre la educación básica y la media superior.
  • Modificación de planes de estudio
  • Formación inicial y continua

Se proyecta la realización de un taller intensivo de formación continua para docente durante el ciclo Escolar 2022-2023.

  • Momento 1. Fase Intensiva del Consejo Técnico Escolar (agosto 2022), Conocimiento y un primer acercamiento a la pospuesta.
  • Momento 2. 1ª semana de enero, 2ª de junio 2023 profundización en el estudio de la propuesta y durante las sesiones del consejo Técnico Escolar.
  • Momento 3. 1ª y 2ª semana de julio 2023 poner en práctica en su comunidad territorio
  • Momento 4. Finales de julio 2023. Reflexión y resignificación de la experiencias.

Modalidades:

  • Presencial con acompañamiento;
  • A distancia con acompañamiento y/o autogestiva;
  • Mixta con acompañamiento y/o autogestiva.

7. Proyectos estratégicos. Subsecretaría de Educación Media Superior. Revisión del Marco Curricular Común. Fundamento: Modelo educativo para la transformación social.

Resulta destacable el replanteamiento del marco curricular, en mi opinión. Es mejor que transiten por vías alternas a insistir en algunos puntos sumamente cuestionados. Aunque tampoco asegura el éxito al menos subsanan las deficiencias detectadas. Merece reconocerse la voluntad de adecuar y modificar lo necesario en función de los resultados de las asambleas, las opiniones de actores e instancias y demás fuentes de consulta que se han allegado. En la nueva versión del marco curricular incluyeron algunas expresiones recogidas en las asambleas. De igual manera, recién le incorporaron un capítulo sobre la Nueva Escuela Mexicana el cual estaba ausente de manera explícita. En lo particular, tal vacío me pareció un despropósito como lo destaqué en colaboraciones anteriores[1] y [2]. En realidad, faltaba este apartado porque representa la política educativa actual. Para subsanar este vacío se venía utilizando, incluso en educación básica, un documento titulado “La Nueva Escuela Mexicana: principios y orientaciones pedagógicas” pero se quedaba corto porque su alcance se reducía a la educación media superior. A propósito de este nivel, en las reuniones regionales del CONAEDU poco se informa sobre la modificación de los planes de estudio y se deja sin aclarar la manera en cómo se logrará la vinculación, al menos curricularmente, con la educación básica. Y, en este nivel, considero un acierto incorporar la política de educación inicial.

Con respecto a la innovación en la elaboración de los libros de texto gratuitos  resalto la necesidad de aclarar la relación entre la metodología para una nueva generación de materiales educativos y la didáctica. En los planes y programas de estudio se busca lograr la integración curricular a partir de proyectos. Al parecer, el trabajo por proyectos se convertirá en la metodología didáctica fundamental. Pero poco explica sobre su instrumentación. Mientras que, en el diseño de los libros de texto gratuitos, según lo expuesto, se considerará el aprendizaje por proyectos comunitarios; los proyectos con enfoque STEM con metodología de aprendizaje por indagación; el aprendizaje basado en problemas; y el aprendizaje servicio. Parece que los libros de texto condicionan la metodología de enseñanza y aprendizaje en lugar de que suceda al revés. Resultaría conveniente una mejor coordinación entre las áreas administrativas al interior de la SEP. Es un aspecto crítico, en mi parecer, que debiera atenderse antes de echar a andar la actualización del magisterio. De lo contrario generarían confusiones. Y eso, por supuesto, es lo menos conveniente.

Al respecto, tan es loable proveer la formación continua de los docentes para apropiarse del marco curricular como reprochable la ausencia de una estrategia para la formación inicial. Se echa de menos la participación de la Dirección General de Educación Superior para el Magisterio. ¿O todo será reformado menos los planes y programas de estudio de las escuela normales?

Facebook: SergioDunstan

Twitter: @SergioDunstan

Blog: http://www.sergiodunstan.net

Fuente e Imagen: https://profelandia.com/el-replanteamiento-del-marco-curricular-2022/

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Las universidades frente a la crisis ambiental

Por: Miguel Ángel Casillas

La Declaración universitaria frente a la crisis climática que resultó de la 5ª Jornada de innovación en educación superior, realizada en Xalapa los días 24 y 25 de mayo es un planteamiento programático para el cambio institucional, para la reforma de las universidades y el sentido de su contribución frente a la crisis ambiental.

La Declaración resulta del conocimiento experto de biólogos, meteorólogos, ecólogos, expertos en cambio climático, e investigadores de la educación superior, profesores y estudiantes preocupados por la gravedad de la crisis que vivimos y que se revela por todas partes. Quienes la suscribimos consideramos que “Toda la evidencia científica indica la gravedad de la crisis ambiental que vivimos y que pone en riesgo las condiciones de la vida (de todos los seres vivos) en el planeta. La crisis ha sido provocada por la industrialización, el hiperconsumo, por priorizar los beneficios económicos por sobre los riesgos ambientales; la crisis afecta de modo diferenciado a los grupos humanos, aumentando la desigualdad y la marginalidad social. La crisis es inminente, pareciera irreversible, progresiva y urge de una acción mundial concertada para detenerla, como ha expresado la ONU.

Las universidades han contribuido en la producción de conocimiento que nos permite hacer observables múltiples dimensiones de la crisis ambiental y sus efectos sobre las sociedades humanas y sobre los ecosistemas. También han creado programas académicos para formar científicos y profesionistas orientados a la salvaguarda y protección medioambiental. Muchos universitarios participan de actividades de reforestación, reciclaje, cuidado y restauración medioambiental. En muchas instituciones se cuenta con programas institucionales que promueven la reducción de su huella ecológica y promueven buenas prácticas en el consumo de materiales, en el ahorro de energía, en reciclaje, en producción de compostas. Sin embargo, esto no ha sido suficiente, ni para lograr una transformación profunda de la universidad, de sus objetivos y funciones, ni para tener un impacto suficientemente efectivo en la sociedad como para coadyuvar a su transformación cultural.

Las universidades deben continuar impulsando sus programas institucionales relativos al campus verde, pero deben transformarse de un modo acelerado y profundo, urge:

En el orden de su misión, sus objetivos y metas institucionales: 1) Adoptar claramente una postura institucional hacia un cambio civilizatorio. 2) Asumir los compromisos para el desarrollo sostenible (Agenda 2030 de la ONU). 3) Determinar los perfiles universitarios regionales con el propósito de realizar contribuciones específicas desde y para sus territorios, aportando soluciones y adaptaciones a los efectos diferenciados de la crisis ambiental.

En la dimensión curricular: 1) Reformar todos los planes y programas de estudio de la Universidad para redefinir su perfil de egreso e incorporar contenidos, prácticas, ejercicios, actividades, bibliografías y referencias relativas a la crisis ambiental; fomentar una perspectiva compleja e integral, una nueva educación ambiental que coloque a la Tierra en el centro de la atención, que valore el cuidado y la restauración de los ecosistemas, que sea práctica e interdisciplinaria. 2) Transformar el contenido de los planes de estudio que promuevan el uso de tecnologías sucias, el extractivismo y la destrucción ambiental como vía del desarrollo, el hiperconsumo y la sobrevaloración del dinero. 3) Reformar las prácticas educativas de todas las asignaturas, para favorecer una educación basada en la solución de problemas locales, territoriales, comunitarios, que favorezcan su conocimiento interdisciplinario. 4) Reformar el sentido general de la formación, para orientar hacia el egreso de ciudadanos comprometidos en la lucha contra la crisis ambiental, con la transformación de las prácticas profesionales, con una conciencia crítica sobre el hiperconsumo, el dispendio y los modos de vida individualistas. 5) Hacer partícipes a los estudiantes del diseño de las políticas institucionales y de su implementación.

En investigación: 1) Orientar la investigación para una mayor contribución específica en relación con los efectos regionales de la crisis ambiental. 2) Promover la investigación interdisciplinaria, ligada a los problemas territoriales regionales. 3) Ampliar la comunicación y la divulgación científica sobre la crisis ambiental (biodiversidad, recursos naturales, servicios ambientales y bienestar humano). 4) Generar programas de capacitación para los profesores universitarios en relación con la crisis ambiental y sus soluciones.

En relación con sus prácticas: 1) Generalizar el uso de tecnologías limpias y de procesos que privilegien el ahorro y el reciclaje. Medir y reducir la huella ecológica. Trazar y recorrer una hoja de ruta hacia la sostenibilidad institucional. 2) Jugar un papel activo en las luchas medioambientales, en la defensa de los territorios y en la promoción de procesos limpios en las empresas y en la economía. 3) Contribuir a la generación de una nueva conciencia social que propicie un cambio civilizatorio en el que logremos reformular nuestro papel como humanos en los ecosistemas naturales”.

Estos 15 puntos sintetizan una preocupación mayor, la que nos exige hacernos cargo del presente y de la responsabilidad que tienen las universidades, en tanto instituciones culturales, para fomentar un cambio civilizatorio que posibilite la continuidad de la vida en el planeta.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/las-universidades-frente-a-la-crisis-ambiental/

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Reforma educativa MINERD-ONU choca con instrumentos legales

Por: Héctor Rodríguez Cruz

Deben hacerla a la par con el fortalecimiento de los propósitos, las estrategias, los desafíos  y los compromisos del Pacto Nacional Educativo, aportando recursos, expertise y logística. Si quieren, pueden lograrlo.

Los dos instrumentos legales son: La Ley 1-12 y el Decreto 84-15. Apelando a su observancia, se torna un tanto incomprensible , y hasta preocupante,  el que el liderazgo de esta gran revolución educativa nacional pretenda ser asumido solamente por el Ministerio de Educación (MINERD) y la Organización de las Naciones Unidas (ONU), obviando el Pacto Educativo Nacional y sin tomar en cuenta a otros muchos.

La preocupación no es fortuita. Ahí está la noticia servida por el MINERD. “El Ministerio de Educación de la República Dominicana y el Sistema de las Naciones Unidas anunciaron hoy la realización de una gran Consulta Nacional que tiene como objetivos la transformación cualitativa de la educación dominicana, garantizar la recuperación de la interrupción educativa de la COVID-19 e identificar las principales transformaciones y palancas estratégicas para reinventar la educación para el siglo XXI”. (https://dominicanrepublic.un.org/es/184056-ministerio-de-educacion-y-naciones-unidas-haran-consulta-nacional-para-transformacion-de-la)

La nota periodistica también agrega:“Mauricio Ramírez, coordinador residente de la ONU en República Dominicana, expresó que la iniciativa forma parte de una convocatoria realizada por el Secretario General de la ONU, António Guterres, a los países a una cumbre mundial que busca movilizar la acción, soluciones y solidaridad para transformar la educación, como lo contempla los Objetivos de Desarrollo Sostenible y de la Década de Acción”.

Según el parecer de académicos y especialistas dominicanos consultados, la iniciativa resulta honrosa pero  poco pertinente,  en tanto entra en conflicto con la Ley 01-12  sobre la Estrategia Nacional de Desarrollo, END,  que contempla la creación del “Pacto Educativo” y con el Decreto 84-15, que reconoce la legitimidad del mismo como estructura participativa con la responsabilidad de la identificación, realización, evaluación y veeduría de dichos cambios.

Reiteran los académicos y especialistas dominicanos consultados que la consulta que se proponen realizar el MINERD y la ONU para identificar y direccionar los cambios educativos ya se hizo y con un tiempo mayor a los 6 días que proponen ambas instituciones para realizar un diagnóstico tan profundo y exigente.

El Pacto Educativo Nacional para la Reforma de la Educación Dominicana partió de  un amplio y planificado proceso de consulta a nivel nacional con instancias territoriales presenciales, virtuales, consulta a niños y comunidades locales. Siguió con la conformación de 10 mesas técnicas de trabajo, integradas por todos los actores de la comunidad educativa local, cuyo trabajo se extendió desde enero a marzo de 2014.

El poder democrático e inclusivo del Pacto Educativo Nacional deviene del compromiso  manifestado por las instituciones que lo firmaron: 32 organizaciones gubernamentales, 25 del sector privado, 11 sindicatos, 23 organizaciones de la sociedad civil, 31 universidades y las 3 instituciones religiosas más importantes del país.

Fueron testigos 10 organismos multilaterales, 49 expertos nacionales e internacionales,  y también estamparon su firma los 8 partidos y bloques políticos con representación congresual, dándole al documento una amplia base de legitimidad, a lo que pretendió ser la bitácora de la educación nacional con vigencia hasta el año 2030.

El Pacto estructuró sus compromisos con base en seis ejes principales: a) acceso a la educación; b) calidad de los aprendizajes; c) dignificación de la carrera docente; d) cultura de evaluación; e) gestión eficiente del sistema educativo; y, f) recursos para la educación.

Es más que probable  que en un clima de madurez y armonía  entre los sectores que deben ser tomados en cuenta para la reforma educativa nacional, al conflicto de la iniciativa del MINERD y la ONU con las dos normativas citadas se le  llame con un nombre más “light” que haga innecesario prestar atención al conflicto procedimental surgido.

Los cambios de la educación nacional se hacen más urgentes después de los embates de la COVID-19. Por tanto, no hay que renunciar a la sinergia y a la fortaleza del MINERD y de la ONU para promover y hacer posible los cambios educativos que requieren la Revolución Industrial 4.0 y el cumplimiento de los compromisos de la END,  y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, ODS.

Consideramos positiva la participación del MINERD y de la ONU en la reforma de la educación nacional, pero deben hacerlo a la par con el fortalecimiento de los propósitos, las estrategias, los desafíos  y los compromisos del Pacto Nacional Educativo, aportando recursos, expertise y logística. Si quieren, pueden lograrlo.Los conflictos bien asumidos pueden llevar a remar en el mismo sentido. ¡Eso espera el país!

Fuente e Imagen: https://acento.com.do/opinion/reforma-educativa-minerd-onu-choca-con-instrumentos-legales-9068486.html

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