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La paz, el objetivo primario en el momento actual

La paz, el objetivo primario en el momento actual

Javier Tolcachier

¿Cuáles son los objetivos de la guerra?

El propósito central de toda guerra ha sido, históricamente, el aplastamiento de posibles oponentes al propio poder y el sometimiento violento de territorios y pueblos para mantener o aumentar dicho poder.

Un objetivo que ha acompañado, en tiempos más recientes incluso motivado y favorecido la confrontación bélica, es la generación de ganancias para la industria armamentista, detrás de la cual hoy se encuentra la presión de rendimiento financiero de los fondos de inversión.

Según el informe reciente dado a conocer por el SIPRI (Stockholm International Peace Research Institute), las cinco principales empresas productoras de armas son las corporaciones estadounidenses Lockheed Martin Corp., RTX (antes Raytheon Technologies), Northrop Grumman Corp., Boeing y General Dynamics Corp.

En todas estas, invariablemente, la mayoría de las acciones son controladas por inversores institucionales y fondos de inversión, entre los cuales siempre aparecen el Grupo Vanguard, Black Rock Inc. y State Street Corporation, entre otros.

En la sexta posición del nefasto ránking se encuentra la británica BAE Systemas, seguida de tres empresas chinas (Norinco, Avic y CASC), cerrando la lista de las diez primeras el conglomerado ruso ROSTEC.

Las guerras persiguen, además, otros fines, casi todos de carácter económico. La expoliación de recursos naturales o el aseguramiento de mercados exclusivos, características del período colonialista, continúan siendo hoy uno de sus principales motores.

Por otra parte, la destrucción que ocasionan los enfrentamientos armados, da lugar a planes de reconstrucción y al endeudamiento usurario u otras dependencias a las que recurren los países para financiarlos.

Hoy también están en curso guerras tecnológicas, comerciales e informacionales, las que, más allá del omnipresente interés mercantilista, tienen como trasfondo el sostenimiento o la modificación de patrones culturales y geopolíticos establecidos.

Por último, como  una enorme sombra que acecha a la humanidad en su conjunto, existe el peligro de una conflagración nuclear de efectos devastadores, que echa por tierra cualquier otra argumentación.

La guerra, un negocio criminal

Entre 2019 y 2023 los Estados Unidos vendieron armas a 107 países, sumando un 42% de la cifra global de exportación de armamento. Sumado a las exportaciones de otros miembros del bloque OTAN (Francia, Alemania, Italia, Reino Unido y España) la cifra llega casi al 70%. Por su parte, Rusia y China exportaron en este período por un monto equivalente al 16.8% del total.[1]

Entre los países compradores, India figura en el primer lugar con el 10%, Arabia Saudita y Qatar 8.4 y 7.6% respectivamente y en la cuarta posición, Ucrania, que aumentó más de cien veces sus compras, pasando de 30 millones de dólares en 2019 a gastar 4023 millones en 2023, un 5% del gasto total mundial.

Analizado por regiones, Norteamérica solamente importó un 3.5% en el quinquenio, con un abultado superávit en este rubro y Europa un 17%, empujado por la guerra en Ucrania y la presión de Estados Unidos en la OTAN para que los aliados europeos aumenten su participación en el gasto militar.

La mayor parte de las armas fue hacia el continente asiático (34%) y a Medio Oriente (30%), totalizando Oceanía, al igual que África, un 4.4%. La regiones con menos predisposición beligerante, en el último lugar en esta escala de desperdicio financiero, han sido América del Sur y Centroamérica, que sumadas importaron en los últimos cinco años poco más de 3000 millones (un 2.2% del total mundial).

Más allá de estas frías cifras, que revelan a las claras qué países y empresas ganan y quienes pierden con el comercio mundial de la destrucción y el miedo, las guerras continúan asesinando e impidiendo el desarrollo de la vida en más de 50 territorios.

El número de muertos por la guerra había descendido mundialmente en la primera década del siglo XXI, pero esto ha vuelto a agravarse, llevándose en 2022 la vida de más de 200.000 personas, más de la mitad de ellas en el continente africano.[2] En 2023 y lo que va de 2024, el conflicto ruso-ucraniano y el genocidio perpetrado por el gobierno de Israel contra el pueblo palestino en Gaza, junto a los enfrentamientos bélicos en Sudán, República Democrática del Congo y el Cuerno de África, no han hecho sino atizar la matanza.

Las secuelas de las guerras – tanto materiales como psicológicas – ocasionan un daño muy difícil de reparar en las poblaciones, a lo que se suma la posterior deriva de armamentos y ex combatientes hacia bandas armadas, que prolongan la violencia más allá del final formal de los conflictos armados.

La fabricación del enemigo

No hay guerra posible sin contrincantes, por lo que paralelamente a la fabricación de armamentos se desarrolla la fabricación de enemigos. El discurso de odio, la culpabilización de conjuntos humanos, la demonización y estigmatización de grupos y culturas son rasgos que configuran siempre el preludio de una guerra.

A la denostación y la exacerbación de supuestos peligros provenientes de bandos externos, se agrega la creación de operaciones de falsa bandera y generación de enemigos ficticios.

La propaganda belicista de otros tiempos, que hoy suscitaría una mueca burlona, se ha refinado enormemente sin perder su esencia: motivar el sacrificio de vidas humanas en aras de objetivos supuestamente loables. Los guiones cinematográficos y la ingente circulación de contenidos a través de plataformas digitales de uso cotidiano – aparatos en manos corporativas – facilitan ahora el transporte instantáneo de imágenes que no favorecen el diálogo, sino que promueven la venganza.

De este modo, las poblaciones se ven expuestas en todo momento al tormento de creerse rodeadas y acechadas por enemigos, aspecto que se recrudece con la difusión permanente de delitos y crímenes.

Claro está que por la misma vía podrían circular otro tipo de materiales, lo que permite ver la necesidad de que la sociedad humana recupere la soberanía sobre los mecanismos de producción y distribución informativa y formativa, que terminan configurando una visión del mundo.

Mientras esta fundamental tarea de liberación avanza, es imprescindible ejercitar una mirada crítica y despierta sobre lo que se ve y escucha, atendiendo a no caer en los intentos de manipulación que fomentan la agresión.

Las defensas contra la guerra

Abandonando definitivamente el aforismo trágico inspirado en una frase del escritor romano Vegecio (Si vis pacem, para bellum – Si quieres paz, prepárate para la guerra), la humanidad debe prepararse para la paz, la concordia, la cooperación y la superación no violenta de los conflictos.

Si se objetara que esta aspiración representa una utopía, esto no es más que un refuerzo de dicha proposición, dada la imperiosa necesidad de utopías renovadoras que permitan superar la actual crisis sistémica multidimensional y terminal.

Por otra parte, al condenar y rechazar toda hipótesis de enfrentamiento armado, se evidencia la inutilidad de mantener arsenales y formar y sostener cuerpos militares. De este modo, es coherente exigir un progresivo pero acelerado desarme y una consecuente desmilitarización.

La enorme posibilidad de derivar estos recursos, hoy desperdiciados, hacia la elevación de la calidad de vida de los pueblos – acaso una pálida y sin embargo inteligente compensación por todo el daño sufrido – es una de las principales opciones para acabar con el hambre y la marginación.

Por lo que paz, desmilitarización y justicia social son un potente tridente, que – a diferencia de las habituales representaciones greco-romanas-, en la mitología africana inserta en la Umbanda, es un atributo de los Exu, espíritus alegres que llegan a esta tierra en son de paz en una función estratégica de trabajar para abrir caminos espirituales, derramar buenos augurios, arrasar con hechicerías y maleficios y asegurar el buen desempeño de toda actividad espiritual.

Esa evolución espiritual es el próximo paso de la especie para dejar atrás la prehistoria violenta y comenzar a construir la mejor historia humana. Nada bueno sale de las guerras, lo bueno es salir de ellas. Hoy esto es la prioridad número uno.

(*) Javier Tolcachier es investigador del Centro Mundial de Estudios Humanistas y comunicador en agencia internacional de noticias con enfoque de Paz y No Violencia Pressenza. 


[1] Según Base de datos de SIPRI, 20/6/2024

[2] En base a datos del Uppsala Conflict Data Program (2023); Peace Research Institute Oslo (2017) https://ourworldindata.org/grapher/deaths-in-state-based-conflicts-by-region?time=2000..latest

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

 

Fuente de la Información: https://rebelion.org/la-paz-el-objetivo-primario-en-el-momento-actual/

 

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República Dominicana: Piden apoyo para quienes garantizan derechos de mujeres y niñas

Piden apoyo para quienes garantizan derechos de mujeres y niñas

Académicas y académicos deploran además la manipulación de ultraconservadores, organizaciones incluso religiosas y figuras que ocultaron casos de violaciones vividas por mujeres e infantes.

El Instituto de Investigación y Estudios de Género y Familia de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (IGEF-UASD) hizo un llamado a la sociedad para que reflexione y valore a quienes defienden los derechos humanos, en especial a los comprometidos con la defensa de las mujeres y las niñas, frente a arremetidas de quienes ni siquiera condenan las violaciones sexuales perpetradas en sus organizaciones.

La entidad dedicada a analizar las desigualdades sociales en materia de género, así como dentro de las familias, reiteró en un comunicado la necesidad de que el país avance en materia de garantizar de forma efectiva la protección de la vida de las mujeres y las niñas, además de diseñar e implementar políticas públicas que disminuyan las brechas con las que viven grupos poblacionales socialmente excluidos.

Añaden su interés en que las nuevas autoridades elegidas este año asuman los derechos de mujeres, la niñez y adolescencia con responsabilidad y apego estricto a la Carta Magna y a los convenios internacionales asumidos por el país en materia género y del desarrollo integral de todas personas.

Virtudes de la Rosa Hidalgo, directora de la entidad de académicas y académicos, deploró que, por ejemplo, en cada coyuntura pre y postelectoral, más allá de impulsar sus ideas, grupos ultraconservadores y las altas jerarquías de organizaciones religiosas intenten manipular en favor de comprometer a candidatos -perdedores o elegidos y así convertidos en autoridades- con sus agendas excluyentes, aquellas que niegan derechos jurídicamente reconocidos por el Estado.

Los integrantes de esta entidad lamentaron que incluso haya quienes, ante denuncias de casos de violaciones sexuales perpetrados contra niños, niñas y adolescentes, así como mujeres ya adultas atacadas, se abstengan de condenar estos hechos algunos perpetrados en el mismo seno de organizaciones religiosas o por representantes de estas.

“Llamamos a la sociedad dominicana a reflexionar profundamente y a no permitir acciones de manipulación por parte de figuras y organizaciones con prontuarios que incluyen ocultar y defender violadores y agresores”, enfatizó De La Rosa Hidalgo.

El IGEF-UASD recordó que diariamente en la República Dominicana se viven asesinatos de mujeres y niñas, así como otras formas de violencias que se encuentran dentro de las problemáticas sociales menos atendidas, por lo que urgen de acciones contundentes para desarrollar políticas de prevención para erradicar esta lacra.

 

Fuente de la Información: https://acento.com.do/actualidad/piden-apoyo-para-quienes-garantizan-derechos-de-mujeres-y-ninas-9356947.html

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México: Experiencias docentes que hicieron camino, caminando

Experiencias docentes que hicieron camino, caminando

Hace algún tiempo, los autores BárcenaLarrosa y Mélich (2006) pensaron sobre la experiencia a partir de un argumento que remitía   a la invocación de la singularidad como característica de la vida, de tal forma que lo real se vuelve “incomparable, irrepetible, extraordinario, único, insólito, sorprendente”.  Para ellos, una vida de singularidades requiere un nuevo lenguaje, de ahí que la experiencia exige otro lenguaje, un lenguaje atravesado de pasión, capaz de enunciar singularmente lo singular y de incorporar la incertidumbre.

Según ellos, la experiencia no es el lenguaje de los objetivos, las planificaciones y las estrategias, el de los proyectos, los programas y las acciones controladas, más bien invitan a buscar un lenguaje que no sea ni científico (técnico-racionalista, que define nuestra realidad) ni crítico (sociopolítico, que califica moralmente nuestra condición y determina un “devenir” ideal).

Toman en cuenta lo que Larrosa propone “una lengua que nos permita vivir en el mundo, hacer la experiencia del mundo, y elaborar con otros el sentido (o el sin-sentido) de lo que nos pasa”(p. 247). Se plantea recuperar al sujeto, a la persona que habla, al docente que sufre y valora su propia vida desde su cotidianidad, que le da sentido y forma a su existencia, muy similar a lo que plantea el aprendizaje dialógico de las Comunidades de Aprendizaje CdA.

Por su parte, Keck y Saldívar (2016) expresan que, en el viaje de Ser Docente, el Ser Persona está intencionado con la idea, como dicen los experiencialistas, de un nuevo comienzo. Se recupera lo vivido, el que menos pasa, lo moribundo, lo tóxico en la historia de cada quien con la finalidad de reconfigurar nuestro presente y dotarlo de nuevas posibilidades. Hay aquí lo que se puede entender como un viaje al interior, hacia la propia historia, hacia las sombras, lo poco entendido, hacia nosotros mismos.

Plantean que este viaje al interior no se mide por los conocimientos o competencias alcanzadas, sino por las evidencias de haber viajado y de no estar en el mismo lugar que antes; es decir, de haber logrado separarte de aquella persona que fuiste, que pensabas que eras, pasado por una metamorfosis que tiene como punto de partida el haberte visto con mayor claridad, y haber sentido con mayor nitidez tus efectos en los demás y en tu propia vida (Badiou,2009).

En mi colaboración anterior, escribí  sobre la conclusión de un ciclo de Vía Educación,  donde destaqué que en esta comunidad formada por profesores poblanos que se insertaron voluntariamente en este proceso, se conformaron amistades genuinas y un gran aprecio por lo que cada uno hacía, además de un fuerte sentimiento de solidaridad y aprecio por su labor magisterial, recuperando y resignificando su experiencia pedagógica para un actuar para ser, para inventar, para transformar y transformarse en una CdA.

El cierre de seminarios se destacó por la evidencia del viaje de cada uno de los participantes y de no estar en el mismo lugar que antes, transcribo las palabras de despedida de Sinaí Rojas y Salma Vargas quienes estuvieron al frente de este proyecto en el estado de Puebla:

«Comunidades de Aprendizaje comenzó desde 2015 con un sueño. Deseábamos una educación crítica, docentes que invitaran a sus estudiantes a imaginar y construir un mundo diferente, maestros y maestras que pudieran dialogar en sus aulas sobre ciencia, a sabiendas de que es de la mano de esta que la transformación social es posible. Pero este sueño no vino desde nosotros como equipo de CdA, en él se sumaron muchas maestras y maestros que, como dice Paulo Freire, “hicieron con nosotros el camino caminando” y entonces se sumaron muchos más sueños, más expectativas de transformación.

Al transcurso de nueve años hemos llegado a zonas altamente vulneradas y hoy tenemos la alegría de saber que aún en esos contextos se dialoga en las aulas sobre ciencia, se abre el camino para que las madres y padres de familia puedan alfabetizarse o terminar algún grado escolar. Juntos y juntas hemos transformado muchos contextos educativos y queremos agradecerles enormemente porque sin cada una de las personas que se encuentran en este espacio, esta transformación no sería posible. Es desde su actuar en las aulas, consejos técnicos, desde la implementación de las AEE, así como desde su participación en los seminarios, que podemos llegar a espacios tan diversos. Queremos agradecerles también porque para nosotras los seminarios han significado espacios de transformación y reflexiones profundas que nos han invitado a seguir imaginando un mundo diferente, que requiere de una pedagogía crítica y que nos invite a soñar».

Retomo unas palabras de la Mtra. Rosa Eustolia, que participa en el seminario Paulo Freire. Ella dijo en una ocasión: “me voy a una comunidad lejana de Puebla, donde más me necesitan, me voy con mis Tertulias para que los niños hablen de la literatura universal mientras cortan leña o muelen nixtamal”. Hoy aprovechamos esta ocasión que nos reúne para que, como dice la Mtra. Eustolia, volvamos a soñar y que desde los espacios en que cada uno y una nos encontremos construyamos en colectivo esa ilusión de transformación de las comunidades más vulneradas.

Paulo Freire dice sobre la imaginación“Eso es imaginación. Esa es la posibilidad de ir más allá sin ser ingenuamente idealista. Ese es el utopismo, como relación dialéctica entre denunciar el presente y anunciar el futuro. Anticipar el mañana mediante el sueño de hoy. La cuestión es lo que Cabral dijo: el sueño ¿es posible o no? Si es menos posible, se trata, para nosotros, de ver cómo hacerlo más posibleLa labor docente, como la hemos reflexionado desde los seminarios, se dirige justamente a “hacerlo posible” y es por eso que sabemos que ustedes, desde la función que desempeñan lo continuarán haciendo porque conocemos el compromiso que tienen con la docencia y porque durante nueve años hemos soñado en colectivo. Así que este no es un cierre, sino una invitación a generar más transformaciones que hagan de nuestras aulas espacios de justicia social para nuestras infancias y sus comunidades”.

En vez de una simulación política-técnica-estructural, esta puesta en práctica estableció y desarrolló el compromiso de ofrecer al docente un generoso espacio de reflexión existencial y experiencial. Esto les permitió atender su propia autotransformación a partir de sus experiencias ante las necesidades de transformación que visualizaron en su entorno educativo.  La huella queda y como siempre afirmo, seguiremos caminando haciéndolo posible en nuestros espacios de incidencia.

Referencias
Bárcena, F., Larrosa y Mélich (2006). Pensar la educación desde la experiencia. Revista Portuguesa de Pedagogía, 40-1, 233-259. Recuperado de http://iduc.uc.pt/index.php/rppedagogia/article/viewFile/1157/605
Badiou, A. (2009). Logics of worlds. Londres y Nueva York: Continuum.
Keck, Charles Stephen, & Saldívar Moreno, Antonio. (2016). Una mirada a la formación docente desde ‘la experiencia’: una apuesta por el no-futuro de la educaciónSinéctic

 

Fuente de la Información: https://www.educacionfutura.org/experiencias-docentes-que-hicieron-camino-caminando/

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UNICEF: Las niñas afganas llevan 1.000 días de educación perdidos, equivalentes a 3.000 millones de horas de aprendizaje

Las niñas afganas llevan 1.000 días de educación perdidos, equivalentes a 3.000 millones de horas de aprendizaje

Declaración de la Directora Ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell

NUEVA YORK, 13 DE JUNIO DE 2024 – “Hoy se cumple un hito triste que debería hacernos reflexionar: hace 1.000 días que se prohibió oficialmente a las niñas afganas asistir a la escuela secundaria.

1.000 días sin ir a la escuela equivalen a 3.000 millones de horas de aprendizaje perdidas.

Para 1,5 millones de niñas, esta exclusión sistemática no es solo una violación manifiesta de su derecho a la educación, sino que también conlleva oportunidades perdidas y un deterioro de su salud mental.

Los derechos de la infancia –especialmente los de las niñas– no pueden ser rehenes de la política. Están en juego sus vidas, su futuro, sus esperanzas y sus sueños.

Las consecuencias de la prohibición no solo afectan a las niñas: también agravan la crisis humanitaria actual y tienen graves repercusiones para la economía y la trayectoria de desarrollo de Afganistán.

La educación no solo ofrece oportunidades. También protege a las niñas del matrimonio precoz, la desnutrición y otros problemas de salud, y las hace más resilientes frente a desastres como las inundaciones, las sequías y los terremotos que a menudo azotan el país[1].

Mis compañeros de UNICEF están trabajando sin descanso para apoyar a todos los niños y niñas de Afganistán. En colaboración con nuestros aliados, estamos facilitando el acceso a la educación primaria a 2,7 millones de niños y niñas, dirigiendo programas de educación comunitaria para otros 600.000 –de los que dos terceras partes son niñas–, formando a maestros y haciendo todo lo que podemos para mantener en funcionamiento la infraestructura educativa.

Coincidiendo con este trágico aniversario, insto a las autoridades de facto a que permitan que todos los niños y niñas vuelvan de inmediato a la escuela. Asimismo, hago un llamamiento a la comunidad internacional para que mantenga su compromiso y siga apoyando a estas niñas que nos necesitan más que nunca. Ningún país puede progresar cuando la mitad de la población se está quedando atrás”.

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Notas para los editores:

[1] Los nuevos datos sobre hogares de la Encuesta de Indicadores Múltiples por Conglomerados (MICS) de UNICEF demuestran que, cuanto mejor educada esté una niña, más probabilidades tendrán ella y sus hijos e hijas de sobrevivir y prosperar, especialmente si termina la educación secundaria. Consulte diversos recursos multimedia aquí.

Gracias a la labor de UNICEF en Afganistán en 2023 se consiguieron los siguientes resultados:

  • Más de 20 millones de personas se beneficiaron de servicios de atención primaria de salud, un millón de ellas en zonas de difícil acceso, gracias a los equipos móviles;
  • 2,1 millones de personas tuvieron acceso a agua potable y 1,1 millones, a servicios de saneamiento;
  • 1,4 millones de niños y niñas fueron vacunados contra el sarampión;
  • 715.000 niños y niñas gravemente desnutridos recibieron tratamiento hospitalario;
  • 686.000 niños (el 60% de ellos, niñas) tuvieron acceso a la educación a través de 21.355 clases en sus comunidades;
  • 170.000 familias vulnerables recibieron asistencia social, y a 86.000 recibieron dinero en efectivo para cubrir sus necesidades durante el invierno;
  • 70.000 niños y niñas, incluidos los niños no acompañados y separados de sus familias, recibieron apoyo a través de servicios de gestión de casos.

Fuente de la Información: https://www.unicef.org/es/comunicados-prensa/ninas-afganas-llevan-1000-dias-educacion-perdidos

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España: ¿Por qué dos de cada diez estudiantes universitarios abandonan sus estudios?

¿Por qué dos de cada diez estudiantes universitarios abandonan sus estudios?

Las elevadas tasas de abandono universitario en España son un problema crónico y un motivo de preocupación, tanto para las administraciones educativas como para las universidades. Además del gasto público que supone, hay que tener en cuenta el coste para las familias y la sensación de fracaso personal para los estudiantes afectados.

Aunque definir lo que supone “abandono” no es sencillo, dada la gran diversidad de variables que influyen y los distintos tipos que se pueden distinguir, consideramos abandono el de un estudiante que, habiéndose inscrito por primera vez en una titulación, no se matricula en los dos cursos siguientes.

La CRUE (2023) publicó el informe La universidad española en cifras donde se recogió un exhaustivo diagnóstico del Sistema Universitario Español (SUE). Los datos ofrecidos indican que el 20.17 % de los estudiantes que cursaron sus estudios en universidades públicas presenciales y el 40.84% de los que lo hicieron en universidades públicas no presenciales abandonaron su formación.

En el Estudio sobre abandono de los estudios de Grado en el sistema universitario español, encargado por el Ministerio de Universidades en 2022, el 13 % de los estudiantes que cursaron sus estudios en universidades presenciales abandonaron. Dos comunidades, Canarias y Baleares, destacaron por las altas cifras, con un porcentaje del 21 % de abandono de los estudios (un 20 % en la ULL y un 24,3 % en la ULPG).

Causas y perfiles de los estudiantes que abandonan

Las propuestas de solución a este problema deben combinar los resultados de la investigación sobre las causas del abandono con el diseño y despliegue de propuestas de actuación en distintos ámbitos. Este ha sido el objetivo de nuestro proyecto de investigación, del que se derivan algunos datos significativos:

  1. El abandono académico es más frecuente en los dos primeros cursos, siendo más acusado cuando no se logra plaza en la primera opción de carrera.
  2. Entre las razones, destacan el déficit de preparación del alumnado para adaptarse a la vida universitaria y las dificultades económicas; y la falta de apoyo por parte del profesorado y la insatisfacción con las metodologías de enseñanza y los métodos de evaluación.
  3. En cursos posteriores, el abandono se produce como consecuencia de las características del sistema de enseñanza, las carencias de formación y de habilidades para la gestión del tiempo de estudio. También afectan el cambio de residencia y circunstancias personales, familiares o laborales. Asimismo, inciden la falta de motivación, la insatisfacción con los estudios y el bajo rendimiento académico.

Tres perfiles de estudiante

Hemos identificado tres perfiles de estudiantes que abandonan la carrera universitaria. El más frecuente es el de un estudiante varón que accede con uno o dos años de retraso y que se matricula en una carrera que no era su preferida.

El segundo es el de un estudiante que accede sin vocación universitaria y que abandona influido por la opinión de terceros.

El tercero corresponde a un alumnado motivado y comprometido, pero que se ve forzado a abandonar por circunstancias sobrevenidas.

¿Qué se puede hacer?

No conformes con el diagnóstico de las causas del problema, en nuestro proyecto también hemos propuesto diferentes tipos de acciones que podrían ser eficaces para reducir las tasas de abandono.

Por un lado, se precisan acciones a dirigidas a reforzar la orientación académica y personal en la fase de transición a la universidad. En este sentido resulta esencial apoyar las tareas de orientación y tutoría en los primeros cursos que realiza el profesorado, con el debido reconocimiento por parte de las universidades. Desarrollar planes de tutoría universitaria constituye una importante estrategia para facilitar la integración social y académica del estudiantado. Formar al profesorado para el desempeño de este rol tutorial debería de estar contemplado entre los objetivos de cada institución.

Por otro lado, conviene desplegar mecanismos individualizados de seguimiento del desempeño del alumnado de nuevo ingreso, con medidas de coordinación docente (entre los docentes de cada año y los de cada titulación) y en la promoción de metodologías docentes activas. Al situar al estudiante en el eje del proceso de aprendizaje, se promueve un aprendizaje más significativo y profundo y se ayuda a los estudiantes a aprender mejor, evitando el riesgo de abandono de los estudios.

Mejorar el compromiso del alumnado

Las acciones centradas en mejorar el compromiso y la responsabilidad del alumnado son otra línea de trabajo. Estrategias en este sentido pueden ser:

  1. Programas de tutoría, de mentoría entre iguales y de orientación por pares.
  2. Programas de formación en capacidades y competencias de organización del trabajo y estrategias de aprendizaje. Hay que apostar por una formación integral en la que tengan cabida competencias amplias (específicas y transversales) y que prepare para la vida activa y para el mundo del trabajo.
  3. Revisar y actualizar los planes de estudios para que sintonicen mejor con las demandas de la sociedad, y mejorar la información sobre los grados. Además, desarrollar programas adaptados a los distintos perfiles de los estudiantes.

En la universidad conviene reforzar también la educación inclusiva y la personalización de la enseñanza, dando respuesta a las necesidades de todos los estudiantes.

En este grupo se incluyen también acciones dirigidas a flexibilizar la enseñanza universitaria a través de las microcredenciales y la diversificación de las modalidades de estudio.

Fuente: Pedro Ricardo Álvarez Pérez y Néstor V. Torres Darias / theconversation.com

 

Fuente de la Información: https://www.redem.org/por-que-dos-de-cada-diez-estudiantes-universitarios-abandonan-sus-estudios/

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Zygmunt Bauman: La Memoria Colectiva y su Manipulación

«El éxito político entraña la capacidad de revisar la memoria histórica (empezando por el cambio de los nombres de las calles y las plazas de las ciudades, o de la redacción de los libros de texto escolares o de los monumentos públicos), lo que, a su vez, favorece el éxito de la política, o, cuando menos, eso es lo que se pretende.» Zygmunt Bauman

Zygmunt Bauman explora la naturaleza plural y controvertida de la verdad, la manipulación de la memoria histórica y la influencia del poder en la construcción de la narrativa colectiva

Por: Zygmunt Bauman 

La «verdad», así, en singular, da paradójicamente fe indirecta de su pluralidad. La afirmación «Esto es verdad» tiene sentido a partir de que forma una pareja inseparable con la negación «Eso no es verdad».

Por consiguiente, supone/afirma/confirma de modo latente lo que niega de modo manifiesto. O quizá sea una declaración de guerra contra su propio origen: contra el estado de las cosas (y la necesidad) que la ha generado. Ese estado está marcado por la pluralidad de mentalidades, puntos de vista, opiniones y creencias. Que algo sea verdad o que alguien «tenga razón» es (y no puede más que ser) una apuesta por una versión dentro de la rivalidad entre pluralidades de afirmaciones inconciliables (o que se niegan a ser conciliadas). Dicha pluralidad es una consecuencia ineludible —y, como tal, más que probablemente imposible de erradicar— de la diversidad de modos humanos de ser-en-el-mundo (también imposible de erradicar, amén de irreparable, creo yo). Dicho de otro modo, la «verdad» pertenece a la gran familia de los «conceptos esencialmente controvertidos» (según la terminología de Whitehead).
Cabe añadir que dicha familia es ciertamente extensa y que no deja de expandirse. El rasgo característico de la controversia a la que todos y cada uno de sus miembros están sujetos es la compresión de lo descriptivo y lo axiológico, o mejor dicho, el sometimiento de la rei a la aestimationis en la búsqueda de la adequatio. He aquí dos ejemplos ilustrativos improvisados de esa regla general: el mismo síndrome de la conducta puede considerarse revelador de la personalidad de un innovador y un precursor, o de la de un incompetente y un alborotador; la misma clase de acciones pueden ser catalogadas de actos de terroristas o de obra de unos combatientes por la libertad. Y eso sucede muy a menudo. O consideremos, si no, la diferencia entre un acto de violencia y un acto de imposición del orden legal. ¿Sería capaz de distinguir el uno del otro un visitante del espacio exterior, equipado con todos nuestros órganos sensoriales, pero desconocedor de nuestras jerarquías de valores?
Y así nos enfrentamos a otro dilema añadido, pero más profundo, más impresionante, y, pese a ello, más alejado si cabe de una solución sobre la que reine un «acuerdo universal». Y eso, a pesar de que lleva siglos ocupando y preocupando a los filósofos. Concretamente, me refiero a que si es posible separar con cierta efectividad la verdad de la mentira en el espacio de la rei, ¿podemos —o siquiera tenemos el derecho a— hacer lo mismo en el terreno de las aestimationes? ¿No es la expresión «falso valor» un oxímoron? ¿Cómo podríamos «demostrar» o «falsar» un valor, y de qué clase de autoridad —si alguna tuviera— estaría revestido el resultado de ese procedimiento en una querella por la verdad? Repito aquí preguntas planteadas desde tiempos antiguos, pero que seguimos siendo tan incapaces de responder como Poncio Pilato, y para las que continuamos aguardando a la respuesta vinculante de Jesucristo. Sí, es cierto, son muchas las respuestas que se han propuesto y ofrecido, pero ninguna ha escapado hasta el momento al estatus de lo «esencialmente controvertido»: ni en el ámbito del discurso filosófico ni, lo que es más importante aún, en el de la práctica humana. Y en ningún sitio se hace más evidente y cruda esa realidad que en la memoria colectiva (y, por lo tanto, también en la «política de la historia» que se alimenta y se desarrolla a partir de las endémicas deficiencias y vulnerabilidades de dicha memoria).
Todas las variedades de memoria colectiva son (y no pueden más que ser) selectivas. Son, sin embargo, los políticos de la historia actuales o aspirantes quienes guían esa selección. No se trata solamente, como tú dices, de que «el éxito sea la verdad». El éxito político entraña la capacidad de revisar la memoria histórica (empezando por el cambio de los nombres de las calles y las plazas de las ciudades, o de la redacción de los libros de texto escolares o de los monumentos públicos), lo que, a su vez, favorece el éxito de la política, o, cuando menos, eso es lo que se pretende. Son los vencedores quienes escriben la historia, reza la conocida frase atribuida a Winston Churchill. Pero sería más exacto decir que la historia es «reescrita» continuamente por los sucesivos vencedores, y que el hecho de que los vencedores se mantengan en el poder es la condición necesaria —aunque no sea necesariamente suficiente— para que su relato sea inmune a nuevas reescrituras. Una inmunidad temporal (siempre temporal), claro está. «Pues, en el mundo en que vivimos, esto no es ya solo cuestión del deterioro de la memoria colectiva y de la declinación de la conciencia del pasado, sino del agresivo saqueo de lo que queda de memoria, la distorsión deliberada del registro histórico, la invención de pasados mitológicos al servicio de los poderes de la oscuridad». Es la maleabilidad y la corta esperanza de vida intrínsecas de la memoria histórica las que tientan y facultan a «los vencedores» a recurrir a agresiones carentes de escrúpulos con unas expectativas bien fundadas de triunfar en el empeño. Como comentaba al respecto Henry A. Giroux apenas unos años después de la catastrófica escalada en Iraq en un agudo, breve, pero impactante estudio reciente (una lectura obligada para cualquiera que esté de verdad interesado en el actual estado del juego de la «política de la historia»).
Giroux atribuye a la actual hegemonía de la «cultura del analfabetismo» mucha de la responsabilidad de la facilidad sin precedentes con la que las mentiras, las invenciones y la amnesia pública fomentada de forma artificial manipulan (o simplemente borran) el contenido de la conciencia histórica pública, y, como John Pilger, insiste en que lo que interviene en la muerte de la alfabetización y en el fomento de la ignorancia como virtud cívica es una «trampa de confianza» por la que «los poderosos quieren que creamos que vivimos en un presente eterno en el que la reflexión se circunscribe a Facebook y el relato histórico es dominio privativo de Hollywood». Las citas y los extractos de texto sustituyen al relato, la superficialidad sustituye a la reflexión, y surfear por los restos y los desechos flotantes de naufragios y desastres del pasado sustituye a la reflexión. Vivimos en una cultura del olvido, no de la memorización. En la actualidad, los corredores de bolsa (y, a la vez, accionistas) de la memoria histórica centran sus esfuerzos en erosionar los poderes de retención de dicha memoria y en promover la amnesia histórica.
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Democracia o libertad: las antinomias de la nueva fase capitalista

¿Qué es lo nuevo de las derechas “alternativas” y por qué siguen sumando adhesiones?

El avance de las fuerzas políticas reaccionarias en el mundo, más allá de las particularidades regionales y nacionales, exige un esfuerzo interpretativo sobre las transformaciones profundas de la economía política y de la producción de poder, sus personificaciones sociales, el correlato en la geopolítica y la construcción de sentido común. Adentrarnos en el caso argentino con la emergencia de Javier Milei, permite un acercamiento analítico a los fenómenos en curso.

El joven siglo XXI irrumpió con toda su maquinaria-digital y aceleradamente se transformaron las relaciones sociales que sostienen nuestras vidas. Este proceso de “pantallización” de nuestra cotidianeidad, ha dado como resultado un aumento exponencial en el tiempo que habitamos el territorio virtual, algorítmicamente organizado. Según el reciente informe de abril de 2024 de DataReportal, 5.440 millones de personas utilizan Internet, representando el 67,1% de la población mundial. Un crecimiento nada desdeñable -catalizado por la pandemia- desde el 2019, cuando el 57% de la población accedía a internet, es decir 4.388 millones de usuarios alrededor del globo.

Es posible agregar, sin objeciones, que en medio del vertiginoso desarrollo del régimen de acumulación y el cambio de fase del sistema capitalista que está configurando la era del metaverso, la democracia revela sus fines y demuestra sus límites. El capital ya no la necesita tal y como durante más de 2 siglos organizó la estructura política en la arena internacional, aunque los desgastados Estados nación sigan siendo un tablero importante en la disputa por la riqueza socialmente producida.

“La verdadera política es la política internacional” sentenció con certeza el estratega argentino Juan Domingo Perón promediando el S.XX, pero el mundo que supo leer, es otro. Qué lejos encontramos los tiempos de un polo socialista y un polo capitalista. La contradicción que se presenta en este tiempo histórico podría definirse por la disputa entre el proyecto de la globalización y sus contradicciones y la “derecha alternativa”, Alt-right o neoreaccionaria, livianamente llamada neofascista.

Se trata, en verdad, de distintas personificaciones sociales y políticas de una misma clase: la capitalista. Su semilla es idéntica, aunque sus ramificaciones y follajes se diferencien y compitan en busca de esa luz solar que les permite reproducirse. Ese sol es nada más y nada menos que la plusvalía, el tiempo de trabajo no remunerado, la última meta de la burguesía.

Esta disputa entre proyectos estratégicos del capital aparece en el campo de las ideas, en la “opinión pública”, como la contradicción “democracia versus libertad”. Partiendo del reconocimiento de su carácter antinómico, es posible encontrar allí un elemento explicativo. De un lado, los globalistas, los “rojos” socialdemócratas, con sus ideas formalistas de “democracia, igualdad y fraternidad”.

En la vereda de enfrente, los neoreaccionarios, libertarios o las derechas rupturistas -alternativas- enarbolando discursivamente la libertad en abstracto, capturando el descontento generalizado a lo largo y ancho del mundo, logrando capitalizar la insatisfacción ante los límites cada vez más evidentes de una democracia para unos pocos. Estos (falsos) libertarios sostienen que la modernidad ha llevado a la alienación, la destrucción ecológica y la deshumanización. Su premisa, en principio, no parece ser incorrecta. De allí la capacidad de captar el voto de grandes sectores de las bases de la pirámide social, cada vez más desigual.

El sistema democrático y sus representantes están siendo asediados por la corrupción, el fraude y la mentira de la clase política, sin distinción, de allí el concepto de “casta”, tan utilizado actualmente de manera sistemática. Sobre estas concepciones cabalga la propuesta de una democracia tecnocrática o neorreaccionaria -también llamada “tecnopolítica”-, que ofrece la aparente posibilidad de una “participación ciudadana” instantánea a través de las redes sociales, donde cada individuo expresa su opinión con la promesa de ser valorado y tenido en cuenta.

Así, el resurgimiento de las nuevas derechas se vincula a la insatisfacción social cada vez más extendida, tanto en el ámbito económico como en el plano ideológico. Ninguna de estas dos variantes logra satisfacer realmente o cubrir la demanda social actual; para ello estas derechas construyeron la propuesta, aparentemente “disruptiva» que logra atraer adeptos, con propaganda antisistema.

De fondo, lo que juega es la eficaz captación y utilización de la frustración social acumulada durante décadas de neoliberalismo. Este tiempo se caracteriza por una “purga continua” en las redes sociales, frente a un sistema que promete acceso ilimitado a bienes y servicios de acuerdo al mérito personal, como reflejo de status social, pero esconde la drástica reducción de oportunidades para edificar un futuro de inclusión y proyección personal y social.

No es que estas derechas sean realmente nuevas; sus discursos emergen de las entrañas del capitalismo, siendo las raíces mismas del sistema. Están fundamentadas en valores impuestos desde la ortodoxia de un momento anterior y sus instituciones, como las iglesias, las escuelas, los gobiernos y los medios de comunicación de antaño. Esas instituciones “del pasado” sentaron las bases de estos movimientos “del presente”.

A partir de esos valores e ideologías, estas nuevas derechas están generando rupturas en un orden que, a pesar de sus promesas, solo produce pobreza y malestar social. El fenómeno resulta ser un cóctel explosivo que impacta directamente en el corazón de los pueblos. Lo viejo siempre parece mejor, ya que el recuerdo se nos presenta sin los conflictos y tensiones de su tiempo.

Este escenario de insatisfacción (que las mismas élites económicas y políticas produjeron y dirigieron) genera un espacio que necesita ser ocupado. ¿Qué pasó que no lo ocuparon los proyectos nacionales y populares o los proyectos revolucionarios? No es sencillo elaborar las respuestas, pero está claro que esta nueva derecha rupturista entendió el momento histórico y sus transformaciones radicales, lo que apunto a desentrañar en mi libro “Nueva Fase. Trabajo, valor y tiempo disponible en el capitalismo del S.XXI” (2023).

El sistema está pasando de una fase mecánica-analógica-informática-tangible basada en energías fósiles a una fase digital-virtual-financiarizada-intangible basada en energías renovables, acelerando los tiempos sociales de producción: lo que en 1970 se producía en 8 horas de jornada laboral, ya en 2020 se producía en una hora y media. El cambio de fase, combinando la aceleración inédita de los tiempos de producción con la aceleración igualmente creciente de la circulación a través del e-commerce y las monedas digitales genera -me atrevo a decir- la mayor transformación de la historia contemporánea.

En este contexto, la derecha alternativa entendió cómo capitalizar la crisis de este tiempo. De la mano de las tecnologías en lo material, del aceleracionismo en lo teórico y de la libertad en lo ideológico, está logrando cubrir el espacio político-representacional vacío. Hay una puesta en marcha desde las redes sociales, controladas por la Nueva Aristocracia Tecnológica, de una producción de “nuevos signos” que expresan una recodificación de lo existente, una reconfiguración de las territorialidades, nuevos órdenes sociales y nuevas subjetividades en curso.

Nos encontramos inmersos en una decadencia económica, cultural, política y filosófica, casi involutiva. Esta crisis civilizatoria constituye un éxito para la nueva aristocracia, que destruye las capacidades creativas y de observación de la humanidad, con la sobreinformación difícilmente procesable y discursos sobreideologizados ocultando el verdadero problema, que es el tránsito hacia un sistema de mayor explotación, pero de aparente libertad.

La nueva Fase Digital trae aparejada, deliberadamente, un proceso de hiper fragmentación social e individualización atomizante. En palabras de Raúl Zaffaroni: “Están promoviendo la pulsión a la soledad, es decir, a desentenderse del destino como integrante de una comunidad”. Fundamentalmente, este tiempo trae un aumento en la explotación, casi imperceptible por la humanidad, porque quienes se disputan el control del futuro logran combinar y apropiarse del trabajo de millones de humanos, mediados por múltiples dispositivos conectados entre sí.

En lo social, híper fragmentación y aislamiento; en lo económico, combinación global de la producción y el consumo. Hoy podemos afirmar que el tiempo personal que transcurre cada vez más en la virtualidad, es tiempo para otro: es tiempo para el capital y tiempo de trabajo para nosotros, sin ningún tipo de remuneración. Tiempo de trabajo extraído gracias al Internet de las cosas que combina los múltiples usos individuales y a partir de ello elabora patrones y comportamientos de los instrumentos que manipulamos. Información que luego es evaluada, analizada y volcada al sistema productivo generando medios de producción de mejor calidad, acorde a las necesidades de los consumidores y con un costo cero. Lo que observa el consumidor, como cara visible del proceso, es la posibilidad de beneficiarse gratuitamente de las actualizaciones de los sistemas operativos de sus dispositivos tecnológicos e interfaces de la red de aplicaciones y plataformas a las que accede, ignorando que dichas mejoras se han realizado a partir del trabajo que le ha sido expropiado

El experimento Milei en Argentina: un “fenómeno barrial-global”

Javier Milei, presidente de Argentina, es una clara representación de esta nueva derecha. El “León” -como él mismo se ilustra- es el experimento de la aristocracia financiera y tecnológica. El “fenómeno barrial-global” más que un león, es, más bien, un peón importante construido estratégicamente para jugar en el gran tablero mundial.

Su figura, una mixtura bizarra de rockstar, panelista de TV y mesías anarcocapitalista, es utilizada para tensionar sobre el orden establecido. Indiferente frente a los agravados problemas sociales y a los intereses nacionales, la prioridad de su agenda es impuesta desde el exterior.

En tal sentido, la invitación a participar del G7, extendida a Milei por la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, o la bendición ofrecida por Elon Musk, dueño de X y Tesla, y la de Mark Zuckerberg, dueño de Meta, en los Estados Unidos, que hicieron una excepción y recibieron en reuniones al presidente. Demasiado para un outsider devenido en mandatario de un país con importantes reservas de recursos estratégicos y con alto desarrollo científico tecnológico a partir de la inversión pública en educación e investigación.

Lo que es evidente es que Milei adoptó sin tapujos ni disimulo el rol ofrecido por la derecha alternativa, e intentará llevar adelante el plan de los dueños de las tecnológicas hasta las últimas consecuencias, ubicando a la Argentina como un eslabón en la cadena global, fuente de suministro de energías para la Inteligencia Artificial a través de Vaca Muerta (gas y petróleo), “Vaca Blanca” (litio) y energías para la fuerza de trabajo a través de la “vaca viva” (alimentos). Siguiendo la definición de The Economist, “transformar a la Argentina en la Texas del sur”, el presidente anunció su intención de convertir al país en “el cuarto polo de Inteligencia Artificial a nivel mundial”, lo que significa desarrollo tecnológico y energético sin inclusión social en un proyecto de país para 10 millones de habitantes.

La disputa entre planes de industrialización con y sin distribución progresiva del ingreso se renueva, porque nunca dejó de estar en discusión quiénes se apropian de los avances sociales y la riqueza que sólo el trabajo produce. La base económica del proyecto en desarrollo en Argentina está configurada por la red financiera y digital, principalmente de la mano de Elon Musk y Mark Zuckerberg, que esperan con ansias desembarcar en el país. Parte de la red son también figuras como Peter Thiel, financista de Silicon Valley y de campañas electorales de Donald Trump, y Steve Bannon, ex asesor de Trump y el impulsor de la ultraderecha en Estados Unidos y Europa.

Se suma al entramado el magnate mexicano Ricardo Salinas Pliego, que además de apostar al proyecto económico de las grandes tecnológicas en la región, ha desarrollado una serie de think tanks, como “Caminos de la Libertad”, con los que busca un “cambio cultural”, con conocidas conexiones con La Libertad Avanza en Argentina.

Estos tanques de pensamiento son los que construyen el elemento ideológico del proyecto. Reproducen y amplían ideas que circulan en las redes sociales, instrumentos a través de los cuales conducen sus bases sociales “libertarias”. Maquillan y presentan como novedosos los fundamentos de teorías económicas sostenidas por Von Hayek o Milton Freedman y construyen sentido común apoyados en intelectuales orgánicos como Nick Land y Alexander Dugin. No le falta tampoco el elemento religioso para su estrategia de conducción, apoyada principalmente en el despliegue de las iglesias evangélicas y el sionismo coordinado desde Israel.

No hay que restar complejidad al aparato ideológico que les da sustento a estas derechas “neorreaccionarias” y su propuesta de “tecnopolítica”. Desde la perspectiva del aceleracionismo de Nick Land, se plantea que la tecnología y el capitalismo avanzan a un ritmo vertiginoso, generando transformaciones profundas y disruptivas en la sociedad y la política. La Cuarta Teoría propuesta por Alexander Dugin, también arroja luz sobre estos fenómenos. Dugin propone una síntesis de las ideologías políticas tradicionales (liberalismo, comunismo, fascismo) que se centra en el individuo, el nihilismo y la despolitización de los valores establecidos. Esta visión nos permite comprender cómo los movimientos neoreaccionarios buscan desafiar y subvertir las instituciones y normas democráticas existentes en favor de una nueva forma de organización social y política.

Al integrar estas perspectivas, podemos obtener una comprensión más profunda. La interacción entre la aceleración tecnológica propuesta por Land y la reconfiguración de valores y poder propuesta por Dugin nos permite vislumbrar cómo estos movimientos buscan establecer nuevas formas de identidad, autoridad y organización social en un contexto de transformación acelerada y crisis de legitimidad en las democracias occidentales.

Hay que pensar, reflexionar y actuar en función de este tiempo histórico. La humanidad universal tiene que tomar conciencia. Para el capital ya no tiene importancia la edad, el oficio, la profesión, la orientación sexual o el género, la condición o situación contractual. Da lo mismo si te considerás emprendedor o crees ser tu propio jefe; para el capital, hagas lo que hagas ya sos parte del Taller Global. Allí cada uno, interconectado en múltiples escalas, es el sostén de la maquinaria digital que produce beneficios que inmediatamente se vuelven ajenos. El o la trabajadora ocupa, sin distinción, la categoría de explotado: vos sos el zombie, no un libre prosumidor. Lo que hoy está en juego, si no rediscutimos nuestro propio proyecto como mayoría explotada, es básicamente, la posibilidad de que nos expropien nuestra esencia, nuestro espíritu mismo.

El desafío es pensar cómo se construye la fuerza necesaria para apropiarse del desarrollo científico tecnológico en curso -que nos pertenece en tanto es producto de la inteligencia colectiva y el conocimiento humano acumulado históricamente- para construir un proyecto económico, político e ideológico desde las grandes mayorías. Perón planteaba ya en el siglo pasado que “sin base científico-tecnológica propia y suficiente, la liberación se hace también imposible. La liberación del mundo en desarrollo exige que este conocimiento sea libremente internacionalizado”. Una premisa más que vigente, sobre la cual volver nuestra mirada.

Cómo pensar la arena política en estos tiempos supone construir alternativas reales que incluyan la discusión sobre las transformaciones estructurales en curso, en esta revolución tecnológica, para utilizar la técnica y el conocimiento estratégico en pos de resolver los grandes padecimientos de la Humanidad, reconstruyendo el tejido social, la co-existencia, base central de la esencia misma del ser humano.

* Magíster en Políticas Públicas y Desarrollo (FLACSO). Analista senior del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE).

Fuente de la información e imagen:  https://www.nodal.am

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