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Qué hacer ante la deserción escolar.

Europa/España/Fuente:http://www.isep.es/

Por: Maribi Pereira.

España es líder de la Unión Europea en fracaso escolar, con una tasa del 21,9% de jóvenes entre 18 y 24 años que han abandonado prematuramente el sistema educativo habiendo completado como mucho el primer ciclo de secundaria. Este porcentaje duplica la media comunitaria (11,1%) y está todavía muy lejos del objetivo de reducir el abandono escolar al 15% en 2020, según un informe publicado en marzo de 2015 por Eurostat. Y es que, aunque se ha reducido la tasa de abandono prematuro del 30,3% que registraba en 2006 al 23,6% en 2013 y al 21,9% en 2014, las cifras de deserción siguen siendo muy elevadas.

Pero… ¿Por qué un estudiante decide abandonar sus estudios? ¿Qué hay detrás de su decisión? ¿Qué es lo que lo hace renunciar? La deserción escolar no es una decisión individual, está condicionada por factores no solo personales sino también contextuales. Se ha constatado que las principales razones por las que los estudiantes han dejado de estudiar son:

Aburrimiento y características propias de los chicos/as: el atractivo de los videojuegos y dispositivos tecnológicos es muy superior a los conocimientos que ofrecen los libros de texto. Además, un elevado porcentaje de casos de fracaso escolar se debe a dificultades como la dislexia, el déficit de atención con hiperactividad (TDAH) o problemas de visión o audición. Es fundamental detectar estas causas a tiempo para que el alumno no empiece a descolgarse del ritmo de sus compañeros. Todavía escuchamos ante estas problemáticas expresiones como “eres un vago” o “no vales para estudiar”.

Problemas económicos: la falta de dinero para continuar los estudios medios y superiores hace que los alumnos abandonen antes de tiempo su etapa formativa o no puedan desarrollar al máximo sus potencialidades.

Reconocimiento familiar: si en las familias no se reconoce el valor de la educación, difícilmente el escolar podrá apreciarlo y por tanto podrá producirse un abandono temprano con mayor probabilidad respecto a las familias donde se valora y se le da la importancia que le corresponde.

Autoestima y la autoconfianza: quienes tienen buen rendimiento académico, presentan una opinión positiva de sí mismos y de su capacidad como estudiantes. Por el contrario, el alumno que fracasa construye un esquema negativo de sus capacidades y posibilidades escolares. Las actitudes y creencias que tienen los estudiantes acerca de sí mismos en la escuela, son determinantes y poderosas para su éxito escolar.

La falta de orientación: los profesores y orientadores casi siempre tienen más estudiantes de lo que pueden atender apropiadamente y muchos padres están muy ocupados en sus trabajos por lo que dar continuidad a los estudios de los chicos puede convertirse en una tarea difícil y un auténtico dilema. La formación continua de profesores, la realización de especializaciones en pedagogía, ayudarían a mejorar este aspecto.

Estrés: la asistencia a las clases, hacer los deberes y participar en actividades extracurriculares son demasiadas exigencias. Muchos chicos y chicas tienen problemas para mantener el ritmo riguroso de los estudios.

Acoso escolar: en los casos de acoso o bullying es muy importante la detección temprana por parte de padres y profesores y la adopción de las medidas adecuadas.

Apatía y falta de motivación: muchas veces los chicos carecen de inspiración y motivación. La “cultura del esfuerzo” está poco considerada en nuestra sociedad, tanto los amigos como el entorno social en el que se mueva el estudiante pueden influir en que abandone los estudios antes de tiempo. Además, últimamente con la crisis y las altas tasas de desempleo, muchos estudiantes no ven útil un título universitario para encontrar trabajo, sino que prefieren directamente insertarse en el mundo laboral y empezar a ganar dinero

Entorno de aprendizaje: la relación con el profesorado o la falta de recursos y apoyo en los centros pueden ser también algunas de las razones que motiven el abandono escolar de los estudiantes. No se terminan de adaptar al ambiente escolar.

Fallos en el sistema educativo: en ocasiones, el sistema educativo no ayuda precisamente a muchos alumnos a tener un mejor rendimiento en sus notas. Reducir los altos índices de fracaso escolar en España ha sido siempre un objetivo de los sucesivos gobiernos, que han ido aprobando hasta el día de hoy distintas leyes de reforma del sistema educativo.

La mayoría de estudiantes están perdiendo el interés por sus estudios y solo se conforman con lo poco que ganan en sus primeros trabajos.

Además, con el actual sistema de evaluación se están preparando a los alumnos para que aprueben exámenes pero no se están preparando para la vida, que es lo realmente importante. Aprender no es aprobar exámenes. El mejor alumno no puede ser “el mejor repetidor de lo que dice el profesor”. A través de los programas de formación para educadores de ISEP invitamos nuestros alumnos a tener un pensamiento crítico y analítico sobre las políticas educativas actuales y a aportar su grano de arena para modificar el sistema educativo desde las aulas y no los despachos.

Oscar González, profesor de educación primaria y autor del libro “365 propuestas para educar”, plantea algunas estrategias para reducir el fracaso escolar. Conocer lo que otros profesionales aportan es necesario para iniciar el cambio tanto personal como profesional:

1. Una evaluación continua de verdad e integral, que contemple no solo los resultados de una prueba o examen y que se aplique al contexto real del aprendizaje. Esto se puede lograr evaluando mediante pruebas de diversa tipología: autoevaluación, evaluación por parte de los propios compañeros, etc. De esta manera el alumno es en todo momento “constructor” de su propio aprendizaje y la función del profesor no es evaluar y poner una nota sino empoderar al alumno y servir de guía en este proceso. Ya existe algún centro trabajando en esta línea en nuestro país con un método educativo importado de Harvard.

2. De nada sirve todo el conocimiento que podamos adquirir si luego somos “analfabetos emocionales” incapaces de mostrar nuestros sentimientos a los demás, de ponernos en el lugar del otro, etc. Vivimos en una sociedad excesivamente competitiva y es precisamente por este motivo que necesitamos educar a nuestros hijos y alumnos para que crezcan emocionalmente sanos. Educarles en que compites pero no contra los demás sino contra ti mismo: el reto no es ser el mejor sino ser mejor que ayer. Eduquemos en las fortalezas: que aprendan a tolerar la frustración, a saber esperar, a saber ganar y a encajar las derrotas y contratiempos de la vida. Esa es la esencia de la educación. Si educamos para que sean los mejores estaremos perpetuando la sociedad que tenemos hoy, donde todo vale con tal de ser el primero, donde el fin justifica siempre los medios.

3. Deberes sí pero con matices. No se trata de eliminarlos al 100%; lo ideal sería iniciarlos en la escuela y destinar un tiempo para poder terminarlos allí. En el caso de que esto no ocurra el niño no debería invertir más de media hora para hacerlos (en primaria). Es necesario que exista una coordinación entre el profesorado para que no se produzca una acumulación de tareas que impide al niño disponer de tiempo para jugar, realizar tareas extraescolares, etc.

Fuente: http://www.isep.es/actualidad-educacion/que-hacer-ante-la-desercion-escolar/

Imagen: http://www.isep.es/wp-content/uploads/2016/08/master-pedagogia-terapeutica.jpg

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Neuroeducación,nuevas metodologías y motivación del alumno en el aula inclusiva.

Europa/España/Fuente:http://www.viu.es/

Por: Paula Sanjuan García

Vivimos en una época de grandes avances, en la que los cambios tecnológicos existentes, y en referencia a las tecnologías de visualización cerebral, tenemos la posibilidad de obtener un mayor conocimiento sobre cómo aprende nuestro cerebro.

Según Salas (2003), la Neurociencia hace referencia a un “conjunto de ciencias cuyo sujeto de investigación es el sistema nervioso, con particular interés en cómo la actividad del cerebro se relaciona con la conducta y el aprendizaje” (p. 156). Entendemos que el estudio del cerebro humano es un proceso realmente complejo, pero nos encontramos en un momento de crecimiento en el que gracias a los nuevos conocimientos aportados por la Neurociencia, disponemos de suficiente información empírica, que nos permite abarcar y poner en práctica distintos programas y metodologías educativas innovadoras y afines, a las competencias y necesidades personales y de aprendizaje que presentan nuestros alumnos.

Tal y como indica Lacoboni (2009) “Estamos en un punto en el que los resultados de la neurociencia pueden ejercer una influencia significativa en la sociedad y en la comprensión de nosotros mismos y cambiarlas” (Lacoboni, 2009,p. 260). El término Neurociencia también es definido por el doctor en Medicina y Neurociencia, catedrático de Fisiología Humana, Francisco Mora Teruel, siguiendo las ideas y planteamientos de Eric Kandel, premio Nobel de Neurociencia en el año 2000. Mora define la Neurociencia como un “conjunto de conocimientos sobre cómo funciona el cerebro y el producto de ese funcionamiento, que es el pensamiento, los sentimientos y la conducta humana”. (Mora, 2009, p.5).

En la actualidad, gran cantidad de especialistas de distintas disciplinas, (Jessell, Kandel &  Schwartz, 1997; Beiras, 1998; Geake, 2002; Sierra & Sierra 2000); resaltan la necesidad de cambiar la forma de enseñar y de aprender en colegios y universidades. Destacan la importancia de generar y aplicar metodologías basadas en la información que podemos obtener sobre el funcionamiento del cerebro, incidiendo en cómo estas modificaciones en las sesiones, pueden mejorar el proceso educativo y de desarrollo de nuestros alumnos.

Autores como (Robinson, 2009; Mora, 2016 y Sáez, 2014); se incluyen en este grupo de profesionales, los cuales apuestan por una nueva visión de la enseñanza basada en el cerebro, la Neuroeducación. La Neuroeducación nace de los grandes avances descubiertos en los últimos 25 años en el estudio del funcionamiento del cerebro (Neurociencia), y esta demostrando la inefectividad de los modelos educativos tradicionales que imperan en las aulas.

La Neuroeducación, se ha desarrollado a través de la propia comunidad de maestros, al intentar hallar nuevos métodos educativos, basados en datos empíricos. De este modo observamos como la confluencia entre la educación y la Neurociencia, ofrece la posibilidad “de encontrar vías a través de las cuales poder aplicar en el aula los conocimientos que ya poseen sobre los procesos cerebrales de la emoción, la curiosidad y la atención, y cómo estos procesos se encienden y con ellos se abren puertas al conocimiento a través de los mecanismos de aprendizaje y memoria” (Mora, 2016, p.27)

De acuerdo con la Neuroeducación, la enseñanza debe potenciar y perfeccionar las habilidades propias y biológicas de cada sujeto, “porque cada cerebro es único y singular, y tiene un ritmo de maduración concreto, (…) cuando se utilizan estrategias en consonancia con la forma natural de aprendizaje de nuestro cerebro, el proceso se facilita” (Guillen, 2015). (Bueno 2015; Howard-Jones, 2011 y Sáez, 2014); añaden que la misión de la Neuroeducación es la de ayudar, ampliar y facilitar el aprendizaje, tanto para aprender como para enseñar, a partir de los descubrimientos obtenidos sobre el cerebro.

Es necesario resaltar, que en el ámbito de la Atención a la Diversidad, y en especial, en alumnos con dificultades de aprendizaje, la Neuroeducación puede influir de forma significativa en el proceso de detección e intervención de déficits en el aula; que puedan obstaculizar o disminuir distintas habilidades como la lectura, la escritura, el cálculo o aprendizaje, de manera temprana. Además de ayudar a “prevenir, reducir o mitigar todas aquellas consecuencias de vivir en ambientes estresantes y negativos o de constante amenaza, con lo que adquieren hábitos que influyen también de manera negativa en el desarrollo normal de sus cerebros” (Mora, 2016, p. 29).

Tenemos que tomar conciencia de que este nuevo planteamiento resalta la necesidad de trasformar la manera de educar y de trasferir el conocimiento, de “enterrar” y dejar de lado, los antiguos enfoques metodológicos tradicionales y diseños curriculares que imperan aún en la actualidad, y en la gran mayoría de aulas. Aunque no debemos de olvidar que estos cambios, para ser efectivos deben de ir acompañados de la formación adecuada a cada caso, con la perspectiva de que los docentes se aprovechen de estos nuevos conocimientos sobre el  funcionamiento del cerebro humano y como aplicarlos en el aula.

Es importante mencionar que estas metodologías  insisten en la importancia de entender al alumno como un ser global, y cómo su formación en conceptos puramente académicos deben ir ligados a la comprensión del funcionamiento de su entorno cotidiano, tanto nivel conceptual como instrumental. ¨Muchas veces formamos a las personas para que sean grandes profesionales, pero nos olvidamos de que antes tienen que ser personas” (Sáez, 2014, p.79). De manera transversal y como señala Jesús C. Guillem, autor de diversos artículos pertenecientes a la Neuroeducación, y colaborador de Master Class realizada en la Universidad Internacional de Valencia (VIU), insiste en que los docentes han de ser capaces de fomentar aptitudes y valores correspondientes a la Inteligencia emocional, crear climas positivos de aprendizaje en los que los alumnos se sientan valorados, escuchados y respetados, fomentar la empatía y las habilidades emocionales que les permitan entenderse, valorarse y seguir motivados cuando algo no les sale como esperaban.

En el Máster Universitario de Necesidades Educativas Especiales y Atención Temprana de la VIU parte de la Neuroeducación, siendo aplicada a los alumnos con Necesidades Educativas Especiales, favoreciendo así su inclusión en el sistema educativo, teniendo a su disposición metodologías basadas en la Neurociencia.

Fuente: http://www.viu.es/neuroeducacion-nuevas-metodologias-motivacion-del-alumno-aula-inclusiva/

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En Cuba se estudia gratis y con calidad.

Centro América/Cuba/Fuente:http://visiones.prensa-latina.cu/

Por: Hedelberto López Blanch

Por todo el territorio de Cuba, en las grandes, medianas o pequeñas ciudades, o en lugares apartados de su geografía, como la Punta de Maisí o el Cabo de San Antonio, se inició con éxito el curso escolar 2014-2015.

Educación en Cuba, flexibilizar, la letra del año.

Completamente gratis y con la calidad y exigencia requerida, más de un millón ochocientos mil alumnos de primaria, secundaria, tecnológico, preuniversitario universitario y escuelas especiales, se dieron cita en los miles de centros estudiantiles existentes en el país.

En esta ocasión, acompañé a mi nieto de seis años, que tras cursar el pasado año el pre escolar, ahora en el primer grado le enseñarán a leer y escribir, entre otras materias.

Traigo esto a colación porque durante mi fugaz estancia en la escuela Protesta de Baraguá, de la barriada de Lawton en La Habana, todos los niños y niñas de esa escuela primaria y secundaria, iban inmaculadamente vestidos con sus uniformes escolares y mochilas para guardar sus materiales de estudio.

Pero además, en todas las aulas, encima de los pupitres, cada educando tenía un módulo completo de libros, libretas, lápices, y en el caso del primer grado, crayolas, lápices de colores, temperas, gomas de pegar y borrar, y otros materiales, entregados completamente gratis por el Estado.

Y nos podríamos preguntar, cómo un país bloqueado económicamente desde hace más de 50 años por Estados Unidos, al que no se le permite acceder a créditos financieros internacionales, puede realizar ese extraordinario esfuerzo en beneficio de la educación de su pueblo.

Las ventajas y la protección de los alumnos también resultan necesarias mencionar pues, en primera, por todo el país está completamente prohibido por ley cualquier tipo de drogas que no solo afectan la mente y la salud, sino hasta la dignidad del ser humano.

En segundo lugar, la atención médica es gratuita y plenamente garantizada para todos los ciudadanos sin importar creencias ni ideología.

Se ha establecido en los centros educacionales un sistema de control fitosanitario para evitar cualquier brote de epidemias, como el dengue o la Chikunguya.

En las entradas y dentro de las instituciones, se mantendrá el cuidado y la pesquisa diaria de casos febriles, tos, ojos enrojecidos, entre otros síntomas, y los que padezcan alguna de esas afecciones, serán temporalmente aislados en las escuelas.

Se ha exhortado a padres y familiares para impedir que niños y jóvenes asistan a las aulas con padecimientos contagiosos, y a asumir una actitud responsable en la limpieza e higienización de las casas y centros laborales, acompañada de una extensa campaña educativa por los medios masivos de comunicación.

Una situación que aún no se ha podido resolver del todo es el completamiento del claustro de profesores. Las autoridades de educación han informado que son necesarios para el curso, alrededor de 183 mil 100 docentes y de esa cifra se alcanza a cubrir el 93,1 por ciento, o sea, 168 mil 466 plazas.

Se han adoptado diferentes variantes para resolver o solucionar al máximo ese déficit, por ejemplo, se han vuelto a contratar profesores retirados y en algunas aulas de preescolar, maestras experimentadas atenderán dos grupos sin que esto afecte el nivel de la educación.

No esta demás citar el reciente estudio realizado por el Banco Mundial, (institución financiera internacional que tampoco ofrece empréstitos a la Isla debido al bloqueo estadounidense) donde afirma textualmente que » en la actualidad, ningún cuerpo docente de la región (con la posible excepción de Cuba) puede considerarse de alta calidad en comparación con los parámetros mundiales…»

La investigación realizada en 3 000 escuelas primarias y secundarias de siete países de la región, agrega que “la mayoría de los profesores latinoamericanos no provee instrucción de calidad a sus estudiantes como para prepararlos para un mundo cada vez más competitivo”.

Ya está en marcha el nuevo curso escolar en la Isla y como se augura, este volverá a ser todo un éxito, a la par que el sistema educacional de Cuba seguirá siendo un ejemplo a seguir por decenas de países en el mundo.

Fuente:

http://visiones.prensa-latina.cu/index.php?option=com_content&view=article&id=24353:en-cuba-se-estudia-gratis-y-con-calidad&catid=99:portada

Imagen: http://www.cubadebate.cu/wp-content/uploads/2014/09/educacion-cuba.jpg

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Los cuatro tipos básicos de acoso escolar: ¿cómo identificarlos?.

Europa /España/Fuente:http://blogs.periodistadigital.com

Por: Bertrand Regader.

Un 20% de los alumnos, en alguna ocasión, han acosado activa o pasivamente a un compañero, según un estudio del Observatorio Estatal de la Convivencia Escolar.

El acoso escolar, también denominado como “bullying”, es una lacra sigue ocurriendo entre las paredes de los centros educativos, y también fuera de ellos. La comunidad educativa debe tomar consciencia de este hecho y adoptar todas las medidas a su alcance para erradicarlo, así como toda las sociedad tanto docentes como padres deben implicarse al máximo en este asunto.

Bullying: una triste realidad en los centros educativos:

Este artículo tiene por objetivo realizar una clasificación de aquello que entendemos por acoso escolar.

Los cuatro apartados que exponemos únicamente son un punto de partida, sin embargo pueden ser asombrosamente efectivos si logramos que lleguen a nuestros alumnos y tomen consciencia de lo crucial del asunto, tanto de la detección como de la prevención del acoso escolar o bullying.

Tipos de acoso escolar:

Estos son los cuatro tipos de acoso escolar:

Bullying físico:

Esta forma de acoso consiste en la persecución constante hacia una persona pretendiendo tener contacto físico contra la voluntad de esta. Este tipo de acoso puede suceder dentro y/o fuera del centro educativo. Este maltrato es deliberado e intencionado, sus características son:

Acoso directo:

Se considera bullying directo el acoso basado en las siguientes acciones:

  • Golpear
  • Empujar
  • Escupir
  • Arañar
  • Tirar del pelo
  • Morder
  • Dar un puntapié
  • Dar una paliza

Acoso indirecto:

  • Espiar a un compañero
  • Escribir notas ofensivas y difamatoria
  • Seguir a un compañero por el centro
  • Robar o romper objetos de su propiedad
  • Pintar su nombre en paredes y muros

En definitiva, el acoso indirecto consiste en hostigar y vejar sistemáticamente a una persona, obtener información sobre el para difamarlo y humillarlo públicamente.

Bullying verbal:

Este tipo de acoso, aunque no es físico, resulta especialmente dañino para la persona que lo padece, por el menoscabo que supone para su autoestima. Consiste principalmente en los siguientes actos:

  • Burlarse de la víctima
  • Insultar
  • Poner motes peyorativos
  • Resaltar defectos
  • Amenazar

En este caso, el acoso es más difícil de detectar puesto que es muy habitual y no existe agresión física, la agresión es más de tipo psicológico y moral. Esta forma de humillación es sumamente dañina puesto que afecta a la autoestima de la víctima, sufriendo una estigmatización que puede repercutir en complejos profundos que le afectan gravemente.

Además, el menor perjudicado puede ver mermada su capacidad repercusión para establecer interacciones interpersonales y puede empeorar significativamente su rendimiento académico.

Bullying social:

El acoso social se centra básicamente en dañar la reputación de una persona, de forma que pueda ser excluido y marginado por el conjunto de compañeros.

Sus puntos característicos son los siguientes:

  • Dejar de lado a un compañero.
  • Manipular e influir a otros compañeros para que dejen al alumno de lado.
  • Propagar rumores, mentiras y calumnias sobre un alumno.
  • Avergonzar y ridiculizar a un alumno en público.

Acoso cibernético:

Acoso cibernético o ciberbullying. En este caso, dado el acceso a las nuevas tecnologías y la importancia social y comunicativa que desempeñan, en especial en la etapa de la adolescencia, tal vez sea el tipo de acoso más extendido y que va más en aumento.

Este tipo de acoso se extiende más allá del centro educativo y suele producirse fuera del horario académico. Con total seguridad es el más difícil de detectar, puesto que escapa al control de los docentes y de los adultos en general.

El ciberbullying consiste en usar las herramientas telemáticas para perjudicar a una persona, por ejemplo:

  • Facebook, Twitter…
  • WhatsApp
  • Skype
  • Blogs
  • Correo electrónico
  • Webs difamatorias
  • Llamadas acosadoras al móvil
  • Envío de fotos hechas con el móvil y utilizadas para amenazar
  • Colgar en Internet información personal

El cyberbullying es un tipo de acoso perfectamente intencionado y con un objetivo perjudicial para el acosado. En ocasiones es relativamente dificultoso encontrar la fuente acosadora, puesto que el agresor suele ampararse en el anonimato que le brinda internet y las redes sociales.

De igual manera, el avance de las tecnologías de la comunicación es tan rápido que a menudo la legislación en contra de este tipo de actividades se queda atrasada y es complicado poner freno a los acosadores. No obstante, en la actualidad esta forma de acoso puede ser constitutivo de un delito.

Medidas de prevención contra el acoso escolar:

A continuación enumeraré varias medidas prácticas para eliminar progresivamente el acoso de las aulas.

  • Los patios de recreo deben ser espacios de relación positiva, con una vigilancia adecuada y juegos cooperativos.
  • Para actuar de manera adecuada es necesario conocer los mecanismos de protección de la infancia (protocolos de actuación en situaciones de violencia dentro y fuera del ámbito educativo).
  • Educar en derechos a los niños y niñas previene la violencia entre pares.
  • Propiciar en los estudiantes la identificación y superación de estereotipos y prejuicios para Promover relaciones basadas en el respeto.
  • Realizar actividades específicas de sensibilización en el tema de la violencia y la convivencia.

También debemos ayudar a desarrollar en los niños y niñas habilidades personales para:

  1. Promover la empatía. Buscando siempre el apoyo a la víctima y el rechazo de todas las actitudes violentas.
  2. Fomentar la cohesión entre compañeros y las relaciones basadas en la solidaridad y el respeto mutuo. Un niño o niña que tenga amigos difícilmente será acosado.
  3. Identificar las situaciones de violencia.
  4. Expresar emociones para liberarse del sufrimiento y encontrar a personas que les ayuden.
  5. Buscar y solicitar ayuda: No ocultar lo que sucede.
  6. Ser asertivo: Defender los derechos sin vulnerar los de los demás.
  7. Denunciar: Aprender que la denuncia es un paso necesario para superar las experiencias injustas y evitar otros delitos.
  8. Diseñar estrategias educativas en el uso responsable y seguro de la red.

¿Qué hacer cuando se detecta un caso de bullying?

Ante la identificación del problema, los adultos debemos seguir una serie de pautas para intentar ayudar al menor acosado.

  • No minimizar la gravedad de las agresiones.
  • Observar de manera sistemática al niño o niña en todos los espacios.
  • Informar al tutor y al equipo directivo del centro, mediante una hoja de observación, donde se recojan los hechos y los implicados con la mayor precisión posible.
  • Intentar actuar lo más inmediatamente posible, tomando las medidas acordadas y dialogadas con la comunidad educativa para proteger a la víctima.
  • Hacer intervenciones individuales con las personas involucradas, las víctimas, los agresores y los observadores.

A modo de conclusión:

Con este artículo he pretendido ilustrar, tanto a los alumnos como docentes y padres, cuáles son los principales tipos de acoso escolar y proporcionar unas herramientas básicas para su identificación.

En conclusión, el acoso escolar o bullying es un problema en el que cabe profundizar en materia de prevención, detección y educación, para ello la comunidad educativa y la sociedad en su conjunto debe tomar consciencia de este problema a menudo invisible y destinar todos los recursos posibles para su erradicación en nuestros centros de estudio.

Fuente: http://blogs.periodistadigital.com/apuntes-psicologicos/2016/08/13/cuatro-tipos-acoso-escolar/

Imagen: http://blogs.periodistadigital.com/apuntes-psicologicos/files/2016/08/bullying-acoso-escolar.jpg

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Estrategias para la educación de personas con Down.

Centro America/Panamá/Fuente:http://laestrella.com.pa/

Por: Keila E. Rojas L.

Los factores biológicos propios del síndrome de down, como la dificultad para expresarse, la memoria a corto plazo y la hipotonia, dificultan el proceso de lectura y escritura.

A pesar de esto, es importante aclarar que ‘ninguna es condicionante para que no puedan aprender a leer y escribir’, señala Alicia Llanas.

Llanas, madre de dos niños, ambos con síndrome de down, maestra de ocho infantes más y asesora de padres y maestros, de forma virtual y resencial, dictará el taller ‘Estrategias para iniciar la lectura y escritura en personas con síndrome de down’, a realizarse hoy viernes 12 y sábado 13 de agosto, en el Salón Zafiro, Hotel El Panamá.

Durante el curso también se abordará el tema, ‘Modificación de conducta a tiempo y en el tiempo’ y ‘Enseñando con adecuaciones curriculares’ puntos importantes en la educación de las personas con síndrome de down y discapacidad intelectual.

El taller dirigido a padres, docentes y especialistas relacionados con la educación de las personas con síndrome de down, ‘busca brindar herramientas para entender las fortalezas y áreas de oportunidad de las personas con el síndrome, enfocadas a la lectura y escritura’, afirma Marta Vernaza, presidenta de Down Panamá.

Por su parte, Tagnia Shocrón, madre de un niño down y miembro del comité organizador del evento- Down Panamá, asevera que ‘es importante que los padres que inician la crianza de sus hijos con síndrome de down o con alguna discapacidad intelectual se capaciten sobre herramientas pedagógicas o métodos para lograr que los niños y niñas en edad escolar puedan aprender y ser incluidos en el sistema’.

Según Shocrón, ‘aunque exista una ley de inclusión en Panamá, es letra muerta si los estudiantes con discapacidad no logran entrar al sistema académico’.

Alicia Llanas expondrá técnicas de enseñanza que ha practicado con sus hijos. ‘Lo que ella propone nos parece sencillo de aplicar y nos está dando buenos resultados’, indica Lilia Ayala, del comité organizador. Añade que ‘al ser perseverantes podremos lograr que nuestros hijos escriban, lean y se comuniquen verbalmente de manera más comprensible’.

Por otro lado, a favor de los niños down con bajos recursos en Panamá, la Asociación Pro-Niños Excepcionales de Panamá (Apnep ) realizará el sábado 20 de agosto, la segunda feria familiar escolar.

El evento se celebrará en el Colegio Apnep, calle 50. Desde las 10:00 a.m. hasta las 4:00 p.m.

La Apnep se fundó el 18 de junio de 1956 y es el producto de la preocupación de un grupo de padres y profesionales, quienes interesados en la habilitación de niños, jóvenes y adultos con necesidades especiales educativas e intelectuales, decidieron organizarse y formar la asociación.

Fuente: http://laestrella.com.pa/estilo/cultura/estrategias-para-educacion-personas-down/23955701

Imagen: http://laestrella.com.pa/media/news/image/260026_800x600_crop_57ad10e85010b.jpg

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Clases de historia volverían a las aulas, luego de 32 años de olvido.

América del sur/Colombia/Fuente:http://www.elcolombiano.com/

Por: Andres Lopez.

La ausencia de formación histórica con la que llegan los bachilleres a la universidad es una de las preocupaciones que más advierten, no solo historiadores, sino docentes de diversas áreas. Todos coinciden en una razón de fondo.

Mientras en el mundo, especialmente en Estados Unidos y en Europa, la historia nacional es de las asignaturas más promovidas y según Óscar Almario García, doctor en Antropología Social de la Universidad de Sevilla (España), hasta la integran con los museos, medios de comunicación y bibliotecas, en Colombia es tan solo una subsidiaria de las Ciencias Sociales.

Hasta 1984 la historia patria era obligatoria, pero a partir del decreto 1002 de ese año, con la reforma educativa que abanderó el gobierno de Belisario Betancur, esa materia, al igual que la geografía y educación para la democracia, fueron empaquetadas en una sola área para la educación básica y media vocacional.

“Las características de nuestro país, su complejidad y conflictos solo se pueden comprender si existe una buena visión histórica, y eso se perdió cuando suprimió su enseñanza, cosa que no sucede en ningún país serio. Esa reforma, cuando Colombia entraba en una etapa de narcotráfico y apertura económica, fue una desvalorización de la historia como un instrumento formador de la persona y su valor social”, afirma García.

Por su parte Carlos Alberto Sanabria, investigador de la Universidad Nacional, dijo en un foro el año pasado sobre la enseñanza de la historia en la escuela, que ofrecer a los estudiantes una amalgama de opciones bajo la excusa de querer facilitar en ellos una mirada panorámica, sin que primero estén en capacidad de discernir lo que ven con lentes analíticos específicos, es darles un rompecabezas que es incompleto.

Si bien, como lo recuerda Ricardo Zuluaga, doctor en Derecho Constitucional de la Universidad de Salamanca (España) y miembro de la Academia Antioqueña de Historia, la historia que se enseñaba pecaba porque solo resaltaba fechas y nombres de los próceres, hoy es evidente el vacío en las últimas tres generaciones, porque se les privó de conocer procesos importantes en la formación del Estado nación.

En esto coinciden Juan Carlos López, del Grupo de Historia Empresarial de la Universidad Eafit; José Fernando Rubio, director del programa de Historia de la Universidad Externado, y Juan Carlos Echeverry, de la Escuela de Educación de la Universidad Pontificia Bolivariana. Según López, sus estudiantes desconocen hasta lo más mínimo de geografía.

Rubio dice que los vacíos se manifiestan en generaciones que desconocen la historia del país, y como consecuencia tienen desinterés por los asuntos del Estado, la realidad política y la económica.

Por estas razones ven con buenos ojos el proyecto de ley que fue radicado el pasado 20 de julio en el Senado, y que tiene por objeto modificar la Ley General de Educación (115 de 1994), para restablecer la enseñanza obligatoria de la historia como una asignatura independiente.

Un año tardó elaboración del proyecto :

La senadora Viviane Morales (PL) tardó un año construyendo la iniciativa, y en ese proceso contó con la asesoría de departamentos y programas de historia de diversas universidades y de las academias y asociaciones de historia con reconocimiento en el país.

“Hay analfabetismo histórico en las nuevas generaciones. Como decía Leonardo da Vinci, uno no puede amar lo que no conoce. Los jóvenes de estratos altos que estudian en colegios bilingües, terminan conociendo más la historia de esas naciones que la propia. De eso me di cuenta como profesora de Derecho”.

Morales agrega que en esta etapa que emprende el país, en la que se quiere superar un conflicto armado de más de medio siglo, es importante saber, de manera crítica, lo vivido para construir alternativas diferentes en el presente.

Por su parte la senadora Sofía Gaviria (PL) manifiesta su apoyo a esta propuesta, al considerarla clave en la búsqueda de la identidad de los colombianos. “Las juventudes podrían conocer los diferentes matices del pensamiento político de nuestros prohombres, que los llevó a desarrollar acciones extraordinarias. Esto ayudará a que se impregnen de honestidad, conocimiento y compromiso social”.

Comisión asesora construirá el pénsum :

El proyecto contempla la creación de una Comisión Asesora del Ministerio de Educación Nacional para la Enseñanza de la Historia, que se encargará de la regulación y el desarrollo del currículo o plan de estudios para todos los grados.

Este órgano estará integrado por representantes de las academias de Historia, las asociaciones que agrupen historiadores, las facultades y/o departamentos que ofrecen programas de Historia y de los docentes que imparten enseñanza de la cátedra de sociales con énfasis en historia en instituciones educativas. Todos deberán ser escogidos a través de procesos democráticos.

El Gobierno reglamentará la composición y funcionamiento de esta comisión en un plazo no mayor a tres meses, después de entrar en vigencia esta ley.

El historiador García sugiere que de este equipo hagan también parte psicólogos y pedagogos, que aporten su visión a las nuevas formas de enseñanza y relacionamiento. Agrega que es muy importante que exista una guía, una cierta secuencia, lo que los historiadores llaman mezcla de cronología y comprensión de periodos históricos, para que al estudiante le queden claros hechos que ocurrieron, y el pasado no se le presente como un desorden.

“A veces es más importante ver un documental y estar en la sala especializada de un museo, y luego ir al salón de clase con preguntas. Las estrategias pedagógicas son muchas, ahora que tenemos la maravilla de Internet, para que el estudiante se informe y el profesor pueda luego dirigir discusiones”.

universidades apoyan y hacen sugerencias :

En la consolidación de esta iniciativa participaron directores o docentes de facultades y departamentos de historia de la Universidad Nacional, la Universidad Pedagógica Nacional, la Universidad del Rosario, la Universidad de Antioquia, la Universidad del Norte, la Universidad Pedagógica y Tecnológica y la Universidad del Cauca.

También se realizaron consultas con la Asociación Colombiana de Historiadores y la Academia Colombia de Historia, que agrupa a 14 academias departamentales.

El profesor López, de Eafit, afirma que es partidario de esta propuesta, pero advierte que se debe cualificar a los profesores, para no repetir el error de hablar solo de Bolívar y Santander y de las batallas de la Independencia. Marco Palacioagrega que la responsabilidad del país es buscar, desde el aula, la integración de la nación, y sin la historia es imposible lograrlo.

Rubio, investigador del Externado, declara que este es un proyecto de ley muy importante, porque no es posible pensar en un país que se reconstruye a espaldas de su pasado histórico. “Conocerlo crea personas más tolerantes, menos radicales con ideologías políticas y los nutre de espíritus con compromiso ético. Las nuevas tecnologías son un buen aliado en divulgación”.

Según Echeverry, de Bolivariana, la historia debe ser una asignatura de la educación básica y media porque ayudará a construir reflejos del mundo hacia el futuro. “Es una disciplina para la acción, no para hablar con los muertos. No debe ser una historia de bronce, o de élites”.

El proyecto de ley plantea una historia como formadora de conciencia crítica.

votos para que sea una historia incluyente:

Juan Camilo Rodríguez, presidente de la Academia Colombiana de Historia, explica que las perspectivas convencionales tienden a enfatizar la historia política, pero “hoy el objeto de la historia está atomizado, y se habla de la historia de las mentalidades, de la culturas, del medio ambiente, de perspectiva de género, la urbana”.

Para Zuluaga, la apatía que hoy existe entre los jóvenes por la historia se debe, en parte a que se enseña sin perspectiva y sin contexto, y por eso no se despierta interés. Precisa que parte de la legislación actual tiene raíces en la época de la colonia.

“Hoy no se puede entender del proceso de La Habana sin volver, por ejemplo, a las guerrillas liberales de los Llanos Orientales de los años 50 del siglo pasado”, dice Zuluaga.

La senadora Morales expresa que hay interés de todos los partidos políticos en la Comisión Sexta, donde se le dará el primer debate a este proyecto. Es consciente de que la agenda de paz es prioritaria, pero espera que de acá a noviembre, al menos, supere los dos debates de Senado.

Fuente: http://www.elcolombiano.com/colombia/clases-de-historia-volverian-a-las-aulas-luego-de-32-anos-de-olvido-KC4774396

Imagen: http://www.elcolombiano.com/documents/10157/0/580×383/0c9/580d365/center/11101/NSAO/image_content_26698593_20160813182233.jpg

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¿Es posible desarrollar una pedagogía liberadora en la escuela actual?

Por. Hernán Cortiñas

A partir de notas sobre pedagogía en la sección de Tribuna Abierta, como “Momo, una niña en resistencia”, queremos seguir el debate sobre los límites y potencialidades de las prácticas educativas.

La escuela es, sin lugar a dudas, una gran caja de resonancia de lo que pasa en la sociedad. Sus crisis, miserias y conquistas entran sin pedir permiso en nuestras aulas. Son nuestras estudiantes las chicas que desaparecen, los hijos de los desocupados que ya no saben cómo mantener a su familia, pero también aquellos que dicen basta, se organizan y salen a luchar por lo que les corresponde.

La neutralidad educativa, mandato histórico de las clases dominantes, choca con la realidad cotidiana de escuelas públicas superpobladas con problemas de infraestructura, docentes con bajos salarios y presidentes que bastardean los reclamos educativos. Eso además acelera la experiencia de la docencia con los sucesivos gobiernos que, ante las crisis fiscales, descargan el ajuste sobre la educación pública.

Es la realidad la que nos interpela como trabajadores de la educación y nos desafía a no ser indiferentes ante las miserias de esta sociedad y tomar un rol activo en su transformación.

¿Es posible entonces transformar la sociedad desde nuestro rol como educadores? Asignar esta responsabilidad a la docencia, ¿no implica negar su condición de trabajadores explotados?

Cada docente tiene su anecdotario de batallas ganadas, situaciones gratificantes con sus estudiantes que lo inflan de orgullo. Pero también nos pesa ir a la escuela y, como a los pibes, por momentos no le encontramos sentido. Por más buena voluntad que se ponga, miles de situaciones nos desbordan: chicos que van sin comer, sin dormir bien, sin los materiales, maltratados, que faltaron el día anterior para laburar o cuidar hermanos, y tantos otros problemas más.

Asignar un mandato liberador a la docencia desconoce el hecho de que las y los trabajadores de la educación nos vemos obligados tener dos o tres cargos a cambio de un salario que no alcanza. La explotación que esto implica se combina con la enajenación determinada por el limitado poder de decisión sobre el funcionamiento del sistema educativo. Los tiempos del trabajo escolar están pensados para limitar el rol docente a la esfera de un curso o grado y a ser a mero aplicador de teorías y diseños curriculares elaborados por técnicos ministeriales o reproducir contenidos y actividades propuestos por los textos disponibles en el mercado editorial.

A esto hay que sumarle el hecho de que el sistema educativo, como señala Bourdieu, está organizado con circuitos educativos diferenciales, escuelas para ricos y otras para pobres, que terminan funcionando como legitimadores de las desigualdades económicas y sociales.

¿Esto implica que la docencia y el sistema educativo son meros reproductores del sistema social existente?

De ninguna forma. El movimiento estudiantil y la docencia son sujetos políticos. En tanto parte de la clase trabajadora cuentan con su potencial transformador a partir de su intervención en la lucha de clases. Nos resulta, por lo tanto, una necesidad imperativa la defensa de la escuela pública. Defenderla como conquista de la lucha obrera y popular, contra los ataques del capitalismo, los recortes presupuestarios, la injerencia de la Iglesia o las empresas y las reformas de planes de estudio que buscan amoldar las prácticas educativas a los intereses del mercado.

La conquista a principios del SXIX de una educación pública masiva implicó no solo el acceso de las y los hijos de los trabajadores y el pueblo pobre, sino también la proletarización de los encargados de llevarla adelante todos los días. El sistema educativo, uno de los denominados aparatos ideológicos del Estado, queda entonces en el campo de la lucha de clases. Esta contradicción, “grieta”, es la que abre las condiciones de posibilidad para desarrollar prácticas educativas que, en interacción dialéctica con la realidad, cuestionen el sistema capitalista.

Entonces, ¿es posible desarrollar una pedagogía liberadora en la escuela actual?

Con frecuencia suele pensarse que la educación puede cambiarse en sí misma como sistema aparte, o bien que su transformación conllevará un cambio en la sociedad, o que para lograr revolucionar la sociedad es necesario una transformación en el modelo educacional, esto último sostenido muchas veces por corrientes políticas que militan por una ‘educación popular’.

El marxismo ha abordado profundamente la relación entre pensamiento, Estado y revolución. En palabras del propio Marx, en ‘La Ideología Alemana’, “todas las luchas que se libran dentro del Estado (…) no son sino las formas ilusorias bajo las que se ventilan las luchas reales entre las diversas clases”. Luego aclara, “todas las formas y todos los productos de la conciencia no pueden ser destruidos por obra de la crítica espiritual, mediante la reducción a la ‘autoconciencia’ (…), sino que sólo pueden disolverse por el derrocamiento práctico de las relaciones sociales reales, de las que emanan estas quimeras idealistas”.

Esta cuestión también ha sido abordada por pedagogos soviéticos como Vigotsky quien, en el mismo sentido, afirma que “la educación siempre y en todas partes tuvo un carácter clasista, tuvieran o no consciencia de ello sus apologistas y apóstoles (…) la libertad e independencia del pequeño medio educativo artificial respecto del gran medio social son, en realidad, una libertad y una independencia muy relativas y condicionales, convencionales, dentro de fronteras y límites estrechos”. Incluso el propio Freire, quien fue funcionario de educación del PT brasilero, tuvo que reconocer explícitamente los límites de la educación en ‘La alfabetización como elemento de formación de la ciudadanía’: “La comprensión de los límites de la práctica educativa requiere indiscutiblemente la claridad política de los educadores en relación a su proyecto. Requiere que el educador asuma la politicidad de su práctica (…) No puedo pensarme progresista si entiendo el espacio de la escuela como un medio neutro, que tiene poco o casi nada que ver con la lucha de clases, donde los alumnos son vistos sólo como aprendices de ciertos objetos de conocimiento a los que prestó un poder mágico. No puedo reconocer los límites de la práctica educativo-política en que tomo parte, si no sé, si no tengo claro contra quién y a favor de quién práctico. A favor de quién practico me sitúa en cierto ángulo, que es de clase, en que diviso contra quien practico, y, necesariamente, por qué practico, es decir el sueño mismo, el tipo de sociedad en cuya invención me gustaría participar”.

Para ahondar en el tema resulta interesante también la lectura de Peter McLaren, reconocido fundador de la pedagogía crítica, quien afirma que los estudios actuales sobre los trabajos de Freire “han exagerado su invención para transformar las prácticas en el aula, pero devaluado su potencial para el cambio social revolucionario fuera del aula en la sociedad extensa (…) tales debates ignoran con esmero las contradicciones claves que hace surgir la historia, aquellas entre trabajo y capital”.

Entendemos, por todo esto, que el sistema educativo no puede ser pensado como una esfera aparte del Estado -que a su vez responde a los intereses de una determinada clase-, como así tampoco por fuera de la lucha de clases. Si bien las escuelas son un lugar de disputa política e ideológica, la educación por sí sola resulta insuficiente para lograr una transformación revolucionaria de la sociedad. Por lo tanto, cualquier pedagogía, por más emancipadora que llegue a ser, debe estar íntimamente ligada a una estrategia política que se demuestre eficaz para derrotar a este sistema de miseria y explotación. Al desligarse el método de Freire de una estrategia de independencia de clase, termina adaptado a un proyecto de conciliación, bajo la excusa de lo meramente posible dentro de este sistema opresor.

A su vez, contra todo escepticismo, retomamos la tercera Tesis sobre Feuerbach de Marx en donde explica que “la teoría materialista de que los hombres son producto de las circunstancias y de la educación, y de que, por tanto, los hombres modificados son producto de circunstancias distintas y de una educación modificada, olvida que son los hombres, precisamente, los que hacen que cambien las circunstancias y que el propio educador necesita ser educado (…) La coincidencia de la modificación de las circunstancias y de la actividad humana sólo puede concebirse y entenderse racionalmente como práctica revolucionaria”.

Como trabajadores de la educación, que sostenemos una perspectiva revolucionaria, peleamos por una educación al servicio de los intereses de la clase obrera y los sectores populares. Entendemos que sólo podrá darse íntegramente en los marcos de una sociedad gobernada por la clase trabajadora y donde los medios de producción estén en manos de quienes son los creadores de la riqueza social.

Queremos cambiar de verdad el mundo, expropiando a los expropiadores y rompiendo las cadenas del capital. Esta pelea no puede darse sino a través del mismo proceso mediante el cual la clase obrera se organiza y toma conciencia: la construcción de su propio partido político en alianza con los otros sectores oprimidos. Por ello, la lucha por la transformación de la educación es al mismo tiempo la lucha de la clase trabajadora por su emancipación. Queremos otra sociedad para otra escuela y luchamos por otra escuela, hacia la conquista de otra sociedad.

Fuente: http://www.laizquierdadiario.com/Es-posible-desarrollar-una-pedagogia-liberadora-en-la-escuela-actual

Imagen: http://www.laizquierdadiario.com/local/cache-vignettes/L653xH368/arton49362-92ad7.jpg?1471146025

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