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Chile y el desmonte del neoliberalismo educativo

Por: Pablo Imen

         No se ha insistido lo suficiente en el carácter ejemplar del modelo educativo chileno como expresión más del más paradigmática de una política educativa y una pedagogía exitosas. Voces “autorizadas” como el Banco Mundial o la Organización de Estados Iberoamericanos han destacado los (presuntos) grandes logros de una propuesta cuyos principales pilares mercantilistas, autoritarios y tecnocráticos fueron aplicados sin desmayo.

         Es preciso al menos señalar algunos de sus elementos. Así, el Estado avanzó en procesos de descentralización educativa – descargando en los Municipios el sostén de la educación pública- y generó procesos inéditos de privatización educativa al habilitar múltiples formas de fundar establecimientos educativos concebidos como verdaderas oportunidades de negocios subsidiados por el eraro público. La creación de un sistema de cheques escolares o vouchers era el valor de cambio en este sistema educativo enteramente mercantilizado. Pero el financiamiento no sólo servía para estimular la competencia que, según la improbable teoría neoliberal- permitiría elevar la calidad.  Era, a la vez, un dispositivo para introducir un proyecto pedagógico.

         Este modelo pedagógico consagrado – de la más pura cepa tecnocrática- consistió hasta aquí en la medición, comparación y rankeo de estudiantes, instituciones y docentes a través de la aplicación de exámenes estandarizados que terminan incidiendo tanto los montos asignados a los establecimientos educativos como en los (magros) salarios de los docentes.

         Las condiciones laborales docentes fueron precarizadas hasta lo indecible, y el proceso de trabajo – que consiste en la práctica compleja de enseñar y aprender- se intentó reducir a un mecanismo eficaz de buenos resultados a conseguir en operativos de evaluación homogéneos.

         Este modelo, que fue construido en un contexto dictatorial y más tarde profundizado en los sucesivos gobiernos de la Concertación, no puede escindirse, a nuestro juicio, de la victoria cultural del neoliberalismo en el país transandino.

Es cierto que el golpe pinochetista puso en marcha un gigantesco laboratorio que se desplegó por un doble carril. De un lado,  un feroz disciplinamiento represivo. Y por otro, la construcción de la hegemonía del capitalismo neoliberal, de sus principales valores y principios, sus más claras convicciones. El período abierto con Pinochet – posiblemente apalancado en el trabajo que se aplicó sobre las capas medias en el proceso destituyente contra la Unidad Popular- habilitó una rotunda victoria cultural. El proyecto que sucedió al gobierno de Salvador Allende consumó la generalización conformista del egoísmo y la competencia, hizo sentido común del postulado (y la condena) por la ineficacia de lo público y lo estatal así como espoleó la difusión  una fe incuestionable acerca de la eficacia de lo privado.

El triunfo cultural se plasmó la aceptación de una sociedad de ganadores y perdedores donde cada quién era responsable de su suerte.  El único problema es la realidad. Lo cierto es que décadas consecutivas de aplicación impiadosa de fórmulas neoliberales generó la más significativa brecha social desde la Colonia a nuestros días. Y con el despertar del continente Latinoamericano y Caribeño – en este cambio de siglo- también Chile fue escenario de sucesivas manifestaciones que tuvo en la educación su principal campo de batalla.

         En efecto, en 1997 contra la llamada Ley Marco; la lucha del 99 por la democratización de las Universidades; la de 2001 los secundarios; luego con la Revolución Pingüina en 2006 y las masivas movilizaciones de 2011 fueron puntos de inflexión de legítimas protesta. En cada caso, el inicio del conflicto estuvo signado por reivindicaciones puntuales, como la consideración de mejores condiciones para el incrementar el presupuesto para los créditos que otorgaba el Estado para pagar la Universidad (primero “crédito universitario” para rebautizarse luego como “fondo solidario”), es decir,  la generación de condiciones viables para los créditos educativos. De aquellas primeras protestas se fue avanzando hacia cuestionamientos más profundos donde no sólo se cuestionaba alto el interés de las cuotas de las deudas contraídas por estudiar sino que se impugnaba el hecho mismo de que la educación fuese concebida como una lisa y llana mercancía.

         Las masivas movilizaciones exigiendo la gratuidad de la educación – concepto que es un aspecto de la idea de educación como derecho humano o social- tuvo en el gobierno de Sebastián Piñera las más elocuentes respuestas. Las pacíficas y originales movilizaciones que comenzó por los estudiantes pero involucró a amplísimas capas sociales, fueron respondidas con la represión directa.  En los momentos en que el gobierno neoconservador se dignó a expresar una repuesta verbal, manifestó con honestidad brutal su punto de vista y el sustento de su política pública: “Todos quisiéramos que la educación, la salud y muchas cosas más fueran gratis para todos, pero yo quiero recordar que al fin y al cabo nada es gratis en esta vida. Alguien lo tiene que pagar.”

         El triunfo de Michelle Bachelet – ahora bajo una nueva coalición política que incorporaba al Partido Comunista – ha dado algunos frutos que reflejan los avances populares en materia de democratización de la vida social tras muchos años de injusticia sistemática.

         Fue aprobado en el Congreso normativa que asegura la gratuidad de la educación y casi simultáneamente otra que mejora las condiciones laborales docentes, superando el grado de total precariedad de sus condiciones de trabajo bajo el predominio del modelo neoliberal.

         Se trata de indudables avances que redundarán en alivios ciertos para que buena parte de la sociedad pueda ir incorporándose a un sistema educativo que debe ser reconstruido bajo nuevos cánones.

         El camino es arduo y prolongado. Nuestros pueblos deben celebrar estas conquistas y pensar los nuevos pasos.

         Nuestra América, hoy en la búsqueda de su segunda y definitiva independencia, debe ser capaz de construir una pedagogía acorde a los Pueblos, Repúblicas y Patria Grande que aspiramos plasmar como tarea pendiente desde nuestras primeras victorias por la libertad, la soberanía, la justicia, y, por sobre todas las cosas, el indelegable derecho y deber de ser nosotros mismos. Chile ha librado una victoriosa batalla contra las posiciones político-educativas más reaccionarias. Otros pueblos – México, Colombia, Haití- cuya educación está crecientemente privatizada- continúan las batallas por el derecho a la educación.

         Hasta aquí se ha dado un paso en la dirección correcta- entender la educación como un derecho humano y social, avanzando en la gratuidad de la educación como condición de reconocimiento de un derecho. También hubo algunas conquistas en materia de derechos laborales docentes.  Pero en el adocenado edificio educativo neoliberal conservador hay otros cimientos que desarmar para dar lugar a un proyecto político educativo emancipador. Desde los dispositivos del gobierno de la educación pasando por la construcción curricular, las relaciones escuela-contexto o el propio formato del proceso de trabajo docente. Todo debe ser revisado, y de hecho está ocurriendo con más o menos intensidad en toda Nuestra América, especialmente en países como Bolivia o Venezuela.

         En esta época de luchas civilizatorias, el campo de la educación tiene mucho que hacer, comenzando por el desmonte neoliberal y la reconstrucción de una educación pública, popular, democrática, emancipadora. Bienvenido Chile a esta nueva etapa de la contienda en que subimos un escalón en la creación de un mundo sin intolerables exclusivismos ni indignantes exclusiones. O, para decir mejor, por una sociedad justa, igualitaria, democrática y que ofrezca a cada quién un destino de reconocimiento y dignidad.

*Fuente de la imagen: http://www.2001.com.ve/en-el-mundo/120852/la-educacion-universitaria-vuelve-a-ser-gratis-en-chile.html

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Educar para la felicidad

Por Tracy Burton Bravo

“La felicidad es íntima, no exterior; y por lo tanto no depende de lo que tenemos, sino de lo que somos”, afirmó una vez el escritor estadounidense Henry van Dyke. La ONU incluso reconoció en 2011 que la búsqueda de la felicidad es un objetivo y una aspiración universal. Sin embargo, no son pocos los que se pierden por el camino. Por eso, expertos y profesores han decidido dedicarse a impartir clases que ayuden a las personas a alcanzar la felicidad.

Muchos especialistas sostienen que la verdadera felicidad es síntoma de una mente sana y equilibrada, al igual que el bienestar físico es signo de un cuerpo sano. El objetivo detrás de las clases que se imparten en el internado es dotar a los alumnos de las herramientas necesarias para conocerse a sí mismos, además de enseñarles a autogestionarse. Seldon presume de que, en los últimos años, el rendimiento académico de su centro ha mejorado de manera notable.

Tal Ben-Shahar también se ha convertido en un referente en lo que se refiere a clases sobre felicidad. El psicólogo y filósofo estadounidense e israelí ha conseguido atraer a más de 1.400 alumnos cada semestre en la Universidad de Harvard. “La felicidad es una sensación general de placer y significado: una persona feliz disfruta las emocionespositivas al mismo tiempo que considera que su vida está llena de significado”, afirma Ben-Shahar. “Puede que una persona experimente dolor en ocasiones, pero que sea feliz en lo global”.

Jeffrey Sachs, profesor de la Universidad de Columbia y uno de los autores del Informe Mundial de Felicidad, defiende que garantizar felicidad y bienestar debería estar en la agenda de todos los países. “La educación, incluida la educación moral y el mindfulness, pueden jugar un papel fundamental para conseguir una mayor satisfacción vital”, apuntó Sachs tras presentar los resultados de 2015.

Ecoportal.net

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El reto de Latinoamérica: Volver a crecer para acabar con la pobreza extrema

Por: Banco Mundial

La meta número 1 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas está probando ser  una de las más difíciles de alcanzar: Acabar con la pobreza en todas sus formas en todo el mundo en 15 años. Y para América Latina, donde la época de bonanza de la pasada década ayudó a miles a ascender a clase media, el desafío es mayor en momentos que atraviesa su quinto año de desaceleración económica.

Según los Indicadores de Desarrollo Mundial (i) de este año, para 2030 el porcentaje de latinoamericanos que vivirán en la extrema pobreza será casi igual que en 2012 si las tasas nacionales de crecimiento económico se mantienen similares a las registradas en la década anterior. Según los datos del Banco Mundial, en 2012 el 5,6% de los latinoamericanos vivía con 1,90 dólares por día, comparado con el 17,8% en 1990.

Las cifras también ponen de manifiesto que la región tendrá dificultades para contribuir al primer ODS, establecido junto a otros 16 objetivos en diciembre de 2015, si la expansión económica siendo siendo lenta hasta 2030. De hecho, este año se prevé una contracción de la economía regional del 1%.

Para no perder los avances sociales obtenidos en momentos de “vacas gordas”, los economistas tratan de promover nuevas formas de estimular el crecimiento económico de América Latina sin tener que depender tanto de las materias primas, principal fuente del boom registrado en la región hasta 2011.

También es importante impulsar el crecimiento económico de otras regiones en desarrollo. Según las proyecciones, si la economía global sigue creciendo como en los últimos 10 años, la tasa de pobreza extrema en el mundo caerá al 4% en 2030, pero si se toman en cuenta las tasas de crecimiento de los últimos 20 años, la población mundial que vivirá en pobreza extrema será del 6%.

Protección social

Una diferencia importante entre América Latina y otras regiones son los programas de transferencia de efectivo (como Bolsa Familia en Brasil y Prospera en México), la alimentación escolar, el mercado laboral y la seguridad social, entre otros. Entre los más pobres en América Latina, alrededor del 60% está cubierto por programas de protección social.

Mientras tanto, en las regiones menos favorecidas, los programas no son lo suficientemente grandes como para luchar contra la pobreza, según el estudio del Banco Mundial. En el África subsahariana, por ejemplo, sólo el 15% de los más pobres tienen acceso a tales beneficios.

América Latina también se destaca por la forma en que registra y evalúa los indicadores de pobreza. «Recientemente, algunos países, como Colombia y México han tomado medidas para capturar la naturaleza multidimensional de la pobreza, la evaluación de cómo las familias son pobres en diferentes formas (en términos de salud, educación, vivienda y oportunidades en el mercado laboral)» según el informe de Indicadores de Desarrollo Mundial.

Conquista global

A pesar de los desafíos a lo largo del mundo en desarrollo, por primera vez en la historia, la tasa global de la pobreza extrema se redujo por debajo del 10% en 2015. Esto supone una reducción de más de dos tercios desde 1990, cuando el 37% de la población vivía con hasta  1,90 dólares por día.

El estudio del Banco Mundial también señala que el Objetivo de Desarrollo del Milenio de reducir a la mitad la pobreza se ha cumplido, y que el primer Objetivo de Desarrollo Sostenible se basa en este logro.

*Articulo tomados de: http://www.bancomundial.org/es/news/feature/2016/05/29/latinoamerica-volver-crecer-acabar-pobreza-extrema

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La escuela pública y su resignificación en el contexto de la comuna.

Por: Lenin Romero Rosa

RESUMEN:

El ensayo da cuenta sobre la ruptura epistémica producto de la indagación sobre las prácticas socioeducativas y la producción de identidades en los espacios de intercambios comunes de la Escuela, originados a partir de la reproducción de conocimientos vigentes en los programas de aprendizajes, con enfoques estatales de una visión “nacional” impuesta, a través de la comunicatividad entablada, entre actores de la Escuela Pública dominante y la interacción que sistematiza los intercambios entre el docente de la Misión Sucre en formación y el de la escuela oficial. Se observan en estas relaciones: hábitos mentales del estudio del pasado sin someterlos a reflexión y menos a su resignificación en el tejido de la organización territorial en las comunas (Catia, las Bucaritas, y las Quebraditas, en el Estado Lara). La acción de aprendizaje tampoco reconoce y critica el contexto del Poder Público Nacional en donde se ancla el aprendizaje, y resulta entonces pasiva la asociación con las externalidades de la escuela y las diferentes acciones sobre los sistemas de bienes y servicios comunes, tanto para enfrentar y asumir formas de cooperación en la superación de problemas propios en las comunidades, o para liberar fuerzas creativas en la refundación de instancias locales e iniciativas. En este escenario hemos escuchado, leído, aprendido e intercambiado con los integrantes del núcleo de investigación, los docentes en formación, y los actores territoriales en las comunas, sobre el interés y alcance que causa “la reproducción de los aprendizajes en la Escuela Pública y su resignación”, así como ello incide en escuelas de ciudades, comunidades rurales, y territorios comunales. Hay pues, que transformar estas relaciones para que la ciudadanía constituyente tenga lugar y opciones en las Escuelas, comunas y nuevos territorios.
Palabras Clave: Escuela Pública; espacio público; comuna; ciudadanía constituyente.

1. INTRODUCCIÓN

Para confrontar la Escuela Pública y su resignificación en el contexto de la Comuna, partimos del incipiente trabajo de campo que venimos desarrollado desde el Núcleo de Investigación “Gestión Educativa Local” (NIGEL), adscrito al Centro de Estudios Sociales y Culturales (CESYC), en el área Académica Diversidad Cultural, Derecho Social y Poder Popular, en el Programa de investigación “Gestión Escolar, Prácticas Socioeducativas y Producción de Identidades”, donde se articular la praxis docente con el desarrollo de proyecto de integración socioeducativos y se abre espacios para los intercambios colectivos de saberes que originan nuevos conocimientos y permiten la resignificación crítica de las prácticas socio-culturales y comunitarias, en la “llamada Comuna de Catia”, en las Comunas las Bucaritas, Bojo y las Quebraditas en el Municipio Andrés Eloy Blanco Sanare estado Lara y de los debates generados desde hace dos años en el núcleo.

En lo particular, hemos trabajado en tres iniciativas que nos permiten hacer reflexiones, una, la que tiene su correlato práctico en el diseño y ejecución del curso de ampliación para profesionales egresados de la Misión Sucre en Educación Integral, a través del consentimiento y la reciprocidad académica ofrecida por la Universidad Bolivariana de Venezuela, otra, el interesante debate y convivencia con los integrantes del núcleo en la realización de la sistematización de la experiencia «vivida», sobre todo, en cuanto al abordaje de la existencia compartida como una realidad cotidiana que nos conduce a compromisos en las prácticas de la docencia, la indagación y la integración socio-educativa con las comunidades en especial con la parroquia Sucre del Municipio Libertador.

La tercera, sobre el rol que la escuela desempeña en el espacio público en la cual produce conocimientos desde la experiencia, y construye imaginarios en los discentes y docentes mediante intercambios cognitivos, éticos y axiológicos, cuando resignifica y construye el discurso educativo como una ruptura con los hábitos mentales del pasado.

El objeto de este ensayo, consiste en revisar un conjunto de documentos y textos, que dan cuentan de un discurso educativo sobre la ruptura con los hábitos mentales del pasado, sus implicaciones en la escuela pública y la resignificación que ésta adquiere en el tejido de organización de las comunas, en el contexto del Poder Público Nacional en Venezuela. En este escenario hemos escuchado, leído, aprendido e intercambiado con los integrantes del núcleo, sobre esta problemática y el interés que nos ha causado las dudas sobre la Escuela Pública y su resignificación.

El trabajo está estructurado en cuatro partes iniciando con la construcción del tema de investigación, perspectiva teórica, perspectiva investigativa y el pensar desde la realidad la escuela pública en la comuna.

2. DESARROLLO

2.1. IDEACIÓN DEL TEMA DE INVESTIGACIÓN

Hoy en Venezuela se vive un proceso de transición democrática en el sistema político, que afecta particularmente sus instituciones públicas y las organizaciones e instancias civiles de participación, organización territorial y gestión socio comunitarias, la Escuela es una de estas entidades que se ve exigida por las precisiones gnoseológicas, de cara a los fines de la refundación del país y sobre los objetivos de su misión, ya que ella tiene roles estatales, civiles, públicos y comunales, entre otras competencias, que desde luego permiten diferentes explicaciones e interpretaciones, cuando ella trata en lo real de hacer efectivos los derechos y garantías fundamentales sobre la educación como práctica dialéctica en la producción de conocimientos y comportamientos, que obviamente deben responder a los motivos y aspiraciones de los cambios que se inician con la aprobación de la Constitución del año 1999 y la emergencia de una nueva forma de gobernar y proceder.

Esta exigencia de refundación requiere de una resignificación del rol ontológico y epistemológico de la escuela como espacio deliberativo de contradicciones en una sociedad fragmentada, confrontada políticamente, donde conviven diversas culturas, y lugares en el que se practican distintos enfoques socio cognitivos.

El currículo de aprendizaje tiene como objetivo impulsar en los sujetos educativos capacidades y competencias para actuar sobre los cambios estructurantes en el desarrollo integral y las transformaciones del sistema político, incidiendo especialmente en las formas intelectuales de los distintos modos de apropiación subjetiva de la idea-fuerza del poder, como una relación productiva y en cuanto derivado socio-cognitivo ético.

La Escuela como institución, en este ámbito, tiene su obligación normativa orientada a propiciar la efectividad de los procesos que sirven para brindar el acceso, la permanencia, el egreso y la integración societal de las personas, como un derecho y una garantía, al efectivo desarrollo de las mismas, en una sociedad democrática y en un orden sociopolítico que práctica sin distingo de clase, raza, género, su interacción con el sistema escolar, mecanismo éste del Estado, donde ella hace vida político-civil, y por supuesto, en cuanto espacio local donde concurre la ciudadanía social a solicitar formación pluridiversa en lo moral, ético, político, epistemológico y praxiológica, en cuanto finalidades del sistema educativo y del sistema social específico.

En particular, la Escuela hoy es una entidad societal que se desenvuelve como un actor institucional entre una visión liberal en su vinculación con el Estado, hacia otra de naturaleza social y de derecho garantista, que en lo fundamental delimita el ámbito de la socialización y la comunicación de los fines y objetivos de la democratización del poder legítimo en la adquisición de compromisos públicos en la comuna , como entidad territorial y en cuanto sujeto político que brinda cabida a la Escuela Pública.
De aquí que abordamos como se destacó anteriormente las prácticas socio-culturales y comunitarias, en la “llamada Comuna de Catia”, en las Comunas las Bucaritas, Bojo y las Quebraditas en el Municipio Andrés Eloy Blanco Sanare estado Lara y de los debates generados desde hace dos años en el núcleo.

Todo ello a partir del correlato práctico en el diseño y ejecución del curso de ampliación en “Gestión Educativa Local” dirigido a profesionales egresados del Programa Nacional de Formación de Educadores, en especial los especialistas en Educación Integral, a través del consentimiento y la reciprocidad académica ofrecida por la Universidad Bolivariana de Venezuela.

Por otra parte, los debates y convivencias con los integrantes del núcleo en la realización de la sistematización de la experiencia «vivida», en cuanto al abordaje de la existencia compartida como una realidad cotidiana que nos conlleva a compromisos en las prácticas de la docencia, la investigación y la integración socio-educativa con las comunidades. Y sobre el rol que la escuela desempeña en el espacio público en la cual produce conocimientos desde la experiencia, además de construir imaginarios en los discentes y docentes mediante intercambios cognitivos, éticos y axiológicos, cuando resignifica y construye el discurso educativo como una ruptura con los hábitos mentales del pasado.

La investigación está referida a la Escuela Pública como espacio de deliberación política y su incidencia sobre lo común, lo particular, y las iniciativas recíprocas de la antinomia relativa a la Escuela Pública y su resignificación en la comuna, pensada desde la premisa inherente a la ruptura epistémica del sujeto educativo en su dimensión político-cultural, y en la interacción con el contexto de una concepción del Estado garantista del derecho humano, realizado efectivamente desde las instituciones estatales y sociales, para lograr desarrollos (capacidades para actuar) de la persona sin discriminación, y dotar de finalidades a las actividades prácticas sustanciales y adjetivas de la Escuela en sus explicaciones y aprendizajes sociales, ofreciendo por tanto, interpretaciones y argumentos desde las dimensiones teleológicas que concretan la escolaridad pública, en la apropiación simbólica y en la producción de imaginarios que pretenden brindarle realidad a los fines de la educación.

De allí, es que nos atrevemos a reflexionar ¿si la escuela pública puede llegar a tener un comportamiento crítico y comprometido con los fines del desarrollo humano en la comuna?, también nos inquirimos ¿si puede llegar a constituirse como estructura en sujeto de servicio público?, y finalmente, ¿si es capaz de formar discentes para ejercer la función ética y moral del control sobre el desarrollo humano de la persona como republicano activo?

Objetivo General.

Referenciar la acción de la escuela pública con el interés de reflexionar el sentido y contenido ético en el discurso educativo, que hace de la comuna una forma de autogobierno y una práctica educativa sobre el control constitucional en la producción de conocimientos y capacidades.

Objetivos Específicos.

• Observar cómo el método de enseñanza que practica la misión sucre orienta el componente docente y la autoformación incide en la producción de conocimientos y pensamientos sobre bienes y regulaciones reformadores en las prácticas de aprendizaje-enseñanza en la escuela pública tradicional o bolivariana en un territorio.

• Discutir en el Curso de Aplicación Educativa con los docentes activos en escuelas públicas nacionales en diferentes espacios, la importancia de organizar el actor educativo y el plan integral de desarrollo educativo en una visión sistémica y sistemática durante el año escolar, para orientar las actuaciones socioeducativas en las distintas escuelas.

• Reflexionar sobre las distintas maneras de desplegar el discurso formativo y de autoformación del sujeto educativo en el desempeño de los Programas de Aprendizajes en la incidencia curricular en los diversos niveles y modalidades de aprendizaje críticos de la formación docente en las prácticas socioeducativas, la comunicatividad reciproca de los aprendizajes, conocimientos y la potenciación de capacidades.

2.2. PERSPECTIVA TEÓRICA

En este ámbito la Escuela tiene que construir una nueva memoria comunitaria para intercalar las acciones de aprendizaje con su acercamiento a la producción de conocimientos y la promoción de cambios socioculturales que impulsen comportamientos de una ciudadanía que se compromete con la articulación de su entorno y la canalización de nuevas formas y mecanismos de participación en el ejercicio pleno de la libertad y sus derechos.

La Escuela como espacio de encuentros discursivos y lugar para la producción deliberativa del conocimiento y los saberes, es además una realidad territorial donde se realiza un quehacer comunitario en la vida cotidiana que resignifica los valores morales y éticos y sobre todo se tienen que construir las experiencias que dan lugar al anclaje de unos sueños y de unas expectativas durante la experiencia viva del desarrollo a escala local.

Por lo tanto, la institucionalidad municipio-comuna ejerce sus funciones en el momento en que provee los mecanismos y medios de participación del pueblo, en sus actuaciones, incorporándolo de manera efectiva y sustantiva, suficiente y oportuna en la formación, definición y ejecución de la gestión pública, y durante los procesos que facilitan la producción de sus opiniones sobre las iniciativas y resultados de la gestión de gobierno, su administración y sus planes locales, conforme a la finalidad sobre el desarrollo humano integral y su materialización efectiva en la calidad de vida de las familias, las personas diferentes y los ciudadanos y ciudadanas sin discriminación.

Este contexto supone que el Municipio y las comunas habrán de potenciar la configuración y estructuración de una comunidad comunicativa (viva) con la participación de la Escuela, ella debe servir al intercambio entre sus actores y además habrá de crear vínculos que faciliten los fines que los motivan y actúen creando en éstas instancias, significantes que posibiliten explicar e interpretar el contexto práctico discursivo y los acuerdos que los conducen al logro de objetivos comunes en torno a una conciencia pública en las diversas comunidades.

De allí, que es importante impulsar entonces la participación de las Escuelas para el fortalecimiento del poder comunicativo en la comunidad de vida, tal como lo respalda Dussel, refiriéndose a Hannah Arendt, cuando recuerda a los procesos cognitivos de quienes, a nuestro juicio, entrañan el marco de una visión contractual de la Escuela, al potenciar el rol de los actores y sujetos políticos en las esferas de lo político público, es decir, en el aprendizaje social cuando éste busca ampliar su incidencia educativa y cultural en la dinámica comunitaria de la ciudadanía e identificarla con la producción de conocimientos y solidaridad que los sitúe como personas dispuestas a crear. En este sentido este autor afirmó, lo siguiente:
Cuando más participación hay de los miembros singulares en la comunidad de vida, más se cumplen las reivindicaciones particulares y comunes, por convicción razonada, el poder de la comunidad, el poder del pueblo, se transforma en una muralla que protege, y en un motor que produce e innova .

Por lo tanto, cuando los consejos comunales se organizan y éstos se articulan en comunas y en ellas comprenden a las Escuelas, éstas transforman las bases gnoseológicas de las mismas y las funciones epistemológicas para producir conocimiento y reorientar las responsabilidades éticas de asumir los fines propuestos y las acciones compartidas en la revalorización del contexto de la comunidad política, como sede, origen y fundamento de “lo debido” escolar o educativo, asumido en las decisiones de los integrantes en las diversas asambleas e instancias de coordinación pedagógica local.

En nuestra realidad la Escuela Pública subsumida en el contexto de la comuna constituye un sujeto público para el servicio cognitivo, quien se corresponde y asume unas relaciones e interacciones públicas bajo la nueva estructura del sistema escolar bolivariano, en el cual operan iniciativas y prácticas culturales diversas, para producir imaginarios que fuerzan el discurso plural del conocimiento como un bien ético en la refundación de la res-pública en Venezuela.

Por lo tanto, el hacer didáctico de ella, es para interactuar sobre formas interculturales y modos de convivencia diferenciados, en distintos momentos revolucionarios de cambios, según lo requieren los ajustes y encuadres de la dinámica de la sociedad comunicativa de los aprendizajes, la polivalencia cognitiva del trabajo, la presencia juvenil y femenina de discentes, y los debates para alejarse de la integración masculinizadora de la división social del trabajo.

La Escuela tiene que propiciar distancia de su rol relevante como política pública coercitiva reproductiva de la dinámica excedentaria del mercado, y actuar en consecuencia en cuanto paradigma estructurante de la materialización del servicio educativo para todos, ofreciendo nuevas opciones de aprendizajes sociales alternantes, unidos a la dinámica de interacciones socioeducativa para el acceso y marchar con ello hacia la sociedad de la información y las comunicaciones, en cuanto propósitos sustanciales y adjetivos de los compromisos participativos múltiples, de las comunas organizadas.
Hay necesidad de producir otro discurso social, ontológicamente de naturaleza política, frente al cual la Escuela y su aparato crítico de los conocimientos y los comportamientos, ha de concurrir con pertinencia congruente en el desarrollo integral de las personas y la eficiencia de las instituciones comunales de desarrollo humano.

Esto, desde luego, requiere de una planificación a largo plazo que potencie las posibilidades de una escuela nueva para democratizar el poder como un bien ético de apropiación subjetiva por el sujeto escolar en la nuevas formas metódicas de construir el pensamiento plural fenomenológico, crítico, y promover las actuaciones hermenéuticas para producir competencias y capacidades en el nuevo discente, sobre todo, cuando reflexiona lo que hace y cuando asume lo que construye desde una cosmovisión múltiple y propia como una responsabilidad común; por ello, coincidimos con indagar sobre el objeto educativo desde una visión epistemológica alternativa.

Hemos reflexionado sobre cómo un sujeto de derecho público como la escuela, se transforma en actor comprometido con la producción de un espíritu para estimular la voluntad de las personas, entretejerse con las relaciones que se estructuran en el Estado de Derecho y Justicia, a través del diálogo y las reflexiones ideográficas , polémicas en la res-pública del ámbito de la interacción entre la Escuela y la Comunidad, entre este sujeto y el Estado, para producir resignicación simbólica en los territorios mentales y físicos, que derivan en interpretaciones y argumentos de un comportamiento plural crítico.
En este sentido, el trabajo recorre en su exposición distintas formas de interpretación de las instituciones como concepción que trata de involucrarse en explicaciones sobre los vínculos de la escuela con la comunidad, interrogando sobre la diferencialidad, desde lo comunal cuando interactúa como sujeto político público con lo estatal, brindando en esta perspectiva recíproca integración de la apropiación simbólica en los intercambios cognitivos.

Se aborda la Gestión Pública de la Escuela en su capacidad para producir conocimientos, conciencia práctica y comportamientos distintos que afirman la identidad de los actores en sus vínculos con la comunidad y la comuna como un todo.

2.3. PERSPECTIVA INVESTIGATIVA

En este trabajo investigativo se asume una visión y un compromiso militante, que facilita explicar e interpretar preliminarmente “situaciones y aportes”, que los maestros participantes en el proceso, los comuneros y los investigadores UBV, y que nuestro propio esfuerzo ha desplegado en las poligonales que estudiamos, y en las que hemos propiciado y organizado en una ruta teórico-metodológica, que da cuenta del inicio, el desenvolvimiento, la creación de inflexiones diversas y la enunciación de la escuela pública y su resignificación en el contexto de la comuna.
En ningún caso hemos pensado generalizar e indicar soluciones y posturas dogmáticas, pues partimos que este momento de inicio, de visiones distintas y múltiples en el reconocernos en la alteridad entre los común y lo propio que nos convoca.

Para ello partimos del un momento inicial en el cual se esboza el sentido ético y moral de la escuela pública que traduce los valores republicanos, federativos y de cooperación en formas criticas de apreciar y comprender el bienestar moral que poseen éstos “comportamientos” si se hacen ciertos en el diálogo educativo y en las prácticas socio-culturales de la Escuela y el aprender-haciendo, puesto que ellos sirven de asiento para desarrollar un proceso de reconstrucción curricular de una pedagogía emancipadora, de cuya vitalidad ética pueda tener asidero el mejoramiento de la producción de conocimientos y la estructuración transformadora de los aprendizajes comunitarios en la resolución de situaciones comunes y diversas de las exigencias sociales para intercambiar la vida con mayor apego al deseo de vivir en común, ejercer el poder y participar en el desarrollo

En nuestro caso, hemos realizado un proceso de organización y comunicación reflexión continuo durante dos años de la investigación, docencia, en varios territorios descriptos anteriormente.
De suyo han emergido formas epistémicas que dan motivos para sistematizar informes, conversatorios, y entrevistas, construyendo una ruta metodológica de reflexiones en la comunidad política como un todo.
Desde esta responsabilidad ético-política, se organiza y estructura las visiones que logramos sobre la Escuela Pública y su resignificación en la comuna, en los diferentes momentos en los que hemos tenido que construir una sistematización múltiple de sentidos significativos, que nuestros comunes hacen y encontramos en las tareas del debate epistemológico, gnoseológico y axiológico producto de prácticas interculturales sobre la subjetividad de lo justo y su aplicación en cuanto accionar comunitario.
Por lo tanto, abrazamos con humildad las exigencias de las confrontaciones y otras veces los diálogos de una hermenéutica que como método de investigación coadyuvó en el estudio, comprensión e interpretación de la escuela pública y su resignificación en el contexto de la comuna.

3. PENSAR DESDE LA REALIDAD: ESCUELA PÚBLICA EN LA COMUNA

Para emprender nuestro enfoque inicial sobre el particular, partiremos de una precisión conceptual sobre el interaccionismo simbólico como fuente epistémica que nos brinda algunas explicaciones y un conjunto de apreciaciones para reconsiderar críticamente el rol del vínculo entre la Escuela y la comunidad social, y sobre algunos acontecimientos que como consecuencias deben ser interpretados históricamente cuando la comunidad se analiza en cuanto a entorno real donde tiene lugar el desenvolvimiento de un orden cultural y social diverso, o donde se construyen los cambios curriculares que pretende el sistema educativo o escolar local como un todo sistemático.

De allí, que sostenemos que los significados constituyen un producto social, construido en una experiencia interactiva con otros y bajo la óptica de diferentes interpretaciones que los grupos organizados asumen en los diálogos e intercambios cognitivos desde los consensos diversos que entrañan las experiencia vividas en común.

Por lo tanto, resignificar a la Escuela desde la perspectiva del enfoque interaccionista simbólico, sugiere que ésta se piense en el papel que ella le asigna a los fenómenos y su ocurrencia, importancia, significación y pertinencia cuando construye su vínculo con la comunidad en las comunas en formación y a partir de los imaginarios que los sujetos educativos se forman para actuar en ellas.

Es decir, valorar el proceso socio-político que situó la emergencia de la comuna y de la construcción del movimiento comunero del siglo XIX, es una inflexión de mucho interés para comprender cómo se estructuró históricamente la idea fuerza que hoy se traduce en la propuesta de transformación política del sistema democrático de gestión pública y de la creación re-significada de nuevas instancias de participación y socialización del imaginario social de las personas, en un espacio público donde el aprendizaje construye nuevas formas de interpretación y creación de formas pedagógicas críticas, con las cuales se estructuran estrategias para anclar a los sujetos educativos.

En perspectiva, las distintas instancias de participación y socialización logran impulsar explicaciones y comportamientos, que afirman la experiencia de reflexión-acción que realizan en relación con la comprensión del significado de los cambios políticos que están operando como realidades culturales y sociales, y quiénes motivan interpretaciones de los diferentes momentos en la reconstrucción y sistematización de los aprendizajes que se construyen mediante la mediación de terceros en las experiencias que sirven para organizar el sistema educativo local.

De suerte, que la Escuela Pública ha de transformarse por lo tanto, en un espacio para la resolución de las contradicciones locales y el desarrollo de iniciativas programáticas, que conformen un sentimiento comunal en torno a los cambios, sus motivaciones y sobre todo expliquen los encuadres que ella propicia en la personalidad, en las actitudes y en los comportamientos de los sujetos activos de las mismas, en la comunidad mediante la pedagogía crítica de la solidaridad.

Esto es, se requiere promover desde la Escuela procesos de reinterpretación sobre el sentido y significado de ciertos hechos históricos, que puede permitirnos comprender cómo los sujetos educativos están explicando y argumentando los cambios, en medio de los cuales evolucionan los aprendizajes, y sus consecuencias pudieran permitirnos estimar criterios para analizar sus aplicaciones, reinterpretar sus motivaciones y argumentos socio históricos sobre cómo se construye la vida real.

Para ello, es necesario que resinifiquemos el papel de la Escuela Pública en la formación crítica de la identidad ciudadana, y para lo cual se hace indispensable ubicarnos desde la óptica teórico metodológica que nos permita rehacer nuestras interpretaciones en el marco de un estudio crítico de las relaciones entre la Escuela y la Comunidad, entre éstas y las comunas organizadas, de modo que luego se pueda asistir al asiento de la idea-fuerza de la República Federal Cooperativa, hecho intangible hoy, que normativamente está previsto construir según el mandato Constitucional, y en torno al cual la Escuela Pública permanece aparentemente ausente.

De suyo, este estudio al realizarlo en el contexto de la dinámica de los cambios curriculares y políticos de la Escuela, y en modo particular, cuando se estructura en el sistema educativo local, de cuya centralidad cognoscitiva y práctica, transforma el lugar de enunciación, permite establecer las inflexiones y argumentos de un enfoque axiológico-normativo-adjetivo diferente, otro enfoque con el cual debe re-construirse la Escuela como un espacio para el quehacer comunitario, la creación, el dialogo y en la cual, ella en tanto sujeto institucional, pueda cumplir su misión, de propiciar las reflexiones e interpretaciones sobre el ejercicio eficiente de las garantías en torno a los derechos humanos, las relaciones de interacción y convivencia social, ambas, dirigidas a favorecer el desarrollo humano integral de las personas en cuanto actores legitimados para asumir su desarrollo social y personal sin restricciones a la libertad ciudadana, o desigualdad económica.

De tal manera, que el estudio se pronuncia por revisar toda actuación de los sujetos educativos en la Escuela, sobre todo en aquellos que desempeñan un “rol” que lo hace protagonistas de una acción que asumen y hacen evidente en la interacción Escuela-Comunidad, estructura cognitiva ésta que facilita comprender los efectos del aprendizaje social en las diversas dimensiones humanas: biológicas, de personalidad, expectativas, valoraciones ideo políticas, normas y conocimientos, todos implicados en los procesos de aprendizaje haciendo, que se articulen sistemáticamente en el sistema local educativo para la solidaridad.

La Escuela-Comunidad ha de interpretarse en este caso, como un sistema dinámico abierto de interacción recíproca y de producción simbólica, mediada por los procesos de socio-gestión para la formación de una identidad ciudadana crítica y en la cual la participación de los actores del entorno también tienen influencia en ella y su evolución.

En nuestro caso, el estudio de resignificación escolar e identidad ciudadana, se abordó desde esta perspectiva: a) desde una perspectiva teórica contraria al positivismo lógico, y se ubicó por el contrario, en una búsqueda de interpretación meta cognitiva del comportamiento de los sujetos escolares como protagonistas, b) desde la revisión sobre las diversas formas de participación de los sujetos en los micro-sistemas culturales y educativos locales y c) considerando el análisis crítico de los modos de intercambio dialógicos propios, ocurridos en la reinterpretación constructiva de los argumentos que sostienen la escuela y la comunidad, como espacio de tensión contradictoria, que da lugar al nacimiento de una visión crítica de la pedagogía social y de la educación como proceso cognitivos de reflexión-acción en sus integrantes cuando realizan la nueva interpretación identitaria del conocimiento y los aprendizajes en las comunas.

Entonces, en este contexto situado, pudimos servirnos igualmente de él para reflexionar sobre lo anterior, como referente para interpretar, explicar y argumentar, los impactos que esta situación dejaron emerger, pues los discentes en esa circunstancia fueron afectados notablemente en la percepción de sí mismo, en tanto estudiantes, y en cuanto sujetos legitimados para exigir sus derechos, en una situación de violación y discriminación, como la que representan los estudios mencionados.

La Escuela desde este enfoque ha de potenciar una ciudadanía emancipadora que asuma su identidad con los cambios fundamentados en el ejercicio de los derechos humanos en cuanto garantías de justicia, en su contexto público se construya en comunidad, y en cuyo proceso de articulación, la escuela tiene un lugar de preeminencia en el movimiento de la ciudadanía que potencia la resignificación de lo político en una nueva cultura de participación y gestión, además, de constituirse en una instancia de socio-gestión comunal en la que el pueblo organizado pueda intercambiar su interés por mejorar el producto de la educación en su identificación con las tradiciones, costumbres, símbolos de una nueva manera de empeñar el conocimiento, la producción de tecnología blandas, que amplíen el acceso y efectividad de los derechos de las personas en la construcción de la democracia social.

4. REFLEXIONES FINALES

Las acciones de los Consejos Comunales son actividades desconcentradas, que las apreciamos en modo particular, ya que ellas impactan el ámbito territorial de las comunidades, en cuyo seno, se orientan las acciones formativas potenciadoras de capacidades de cara a lograr los fines constitucionales de la educación como un servicio público, y se plantea además conforme a las competencias que la Ley fija como objeto, la articulación societaria entre estructura y organización escolar, para que la sociedad organizada participe en corresponsabilidad en el establecimiento de los alcances éticos, políticos, epistémicos y axiológicos de la enseñanza.

Es fundamentalmente, según la revisión realizada en situ, la creación de una instancia de origen público ciudadano, que acompañe la Escuela Pública en su interés de vertebrar las potencialidades del entorno a los programas aprendizajes y a la formación de los diferentes actores de la Escuela y las Comunidades, puesto que ellos cooperan recíprocamente en el proceso organizado de las comunidades urbanas, rurales, y en otros territorios.

Para ello, optamos por una visión y su actuación crítica que permita que las escuelas sean resistentes a la reproducción social y societaria si actúa en el control social para atenuar el peso del poder en la implantación de conocimientos, ayuda por lo tanto, al desarrollo de un desempeño del gobierno en el espacio de su territorio si decide entenderse con las instancias comunales de autogobierno y sobre todo de legislación y justicia comunal, y hace de la escuela pública un actor con capacidad de ejercer las funciones de mediación socio comunitaria en procura del equilibrio y la armonía eco social de la vida pública comunal.

En las actividades de evaluación de los aprendizajes y la potenciación de capacidades incluimos verificar la eficacia de los actos del gobierno y su administración, pues ellos son indispensables, ya que responden en lo sustancial a las exigencias razonables y razonadas de la comunidad, y para ello, el control sobre la integración socioeducativa de la escuela y las otras instancias orgánicas de la comunidad deben logran entonces resultados que facilitan valorar las distintas acciones, analizar los resultados, y evitar el desbordamiento presunto del poder y sus ejecutores en los territorios.

Recordemos que actuar críticamente es una fuente de legitimidad, por lo tanto, el asiento del ejercicio directo e indirecto de la voluntad popular es fundamental en este enfoque, pensamos y somos cómplices y todo en la interpretación del rol de la voluntad en la esperanza y los aprendizajes, sobre en ellos residen intransferiblemente los mandatos nomológicos, para que el pueblo actúe según lo contenido en el artículo Nº 5, de la Constitución en nuestro país. Además esta voluntad y los sujetos que la acompañan, tienen su ubicación en el municipio, y podrían lograr mucha efectividad si logaran integrar la comuna a esta realidad territorial, para brindar lugar efectivo al poder popular como sujeto que abona la unidad primaria de la organización nacional de la república y en ella, se hace sustantiva la existencia de la comunidad como conglomerado social, político, civil, administrativo de las familias y se conforman en sus estructuras socio comunales las distintas asociaciones con las cuales se contribuye a la gobernabilidad comunal de la Escuela Pública

La unidad de control comunal, tiene en la escuela cuando esta se integra a través del proceso participativo y de sufragio en la asamblea respectiva, una fuerza moral que incide en la escogencia y legitimidad de representantes, voceros y responsables, y contribuye con establecer reglas de convivencia, los criterios de revocación, y en efecto trazan los alcances epistémicos, próximos, y éticos del funcionamiento de la Escuela Pública en su jurisdicción.

Finalmente, hay que interrogarse: ¿si la escuela pública puede llegar a tener un comportamiento crítico y comprometido con los fines del desarrollo humano en la comuna? Creemos que con la creación de los sistemas comunales de gestión educativa y la estructuración pública de intercambios cognitivos y pacticos, los consejos comunales y la comuna pudieran contribuir con la escuela pública en interacciones creativas que potencien las capacidades respecto a los valores éticos y morales, que resultan indispensables al asumir el aprendizaje como un bien público, en tanto riqueza espiritual que impacta el desarrollo humano de las personas sin discriminación o exclusión.

También nos inquirimos: ¿si puede llegar a constituirse como estructura en sujeto de servicio público? Claro la Escuela en su articulación con los consejos comunales adquiere un rol protagónico en el control efectivo del conocimiento y su uso en la producción plural de decisiones y soluciones a la problemática de los fines y objetivos de la sociedad del conocimiento, las tecnologías de la comunicación y la innovación pedagógica en las prácticas socioculturales para el desarrollo local, en cuanto sujeto público que actúa como comunidad de vida ofreciendo solidaridad y resignicación de los valores comprometidos en las transformaciones institucionales y sociales de las instancias que velan por la protección y la seguridad de las personas en el ejercicio pleno de su libertad de movimiento, y finalmente, ¿si es capaz de formar discentes para ejercer la función ética y moral del control socio-cognitivo sobre el desarrollo humano de la persona como republicano activo? por supuesto que los discentes, los voceros y las instituciones llegan en este intercambio a reflexionar, decidir y asumen una conciencia sobre la importancia de los derechos y deberes en la construcción de la ciudadanía, constituyéndose ontológicamente en una finalidad que la escuela ha de valorar y apreciar como atributo moral de un sujeto legitimado que actúa con la conciencia e interés sobre los asuntos que lo involucran y disponen a compartir la felicidad en la comunidad en el tejido societal público y lograr también su desarrollo humano como persona que se respeta y es capaz de producir sentimientos de identidad con sus pares e iguales sin discriminación alguna.

REFERENCIAS

Asamblea Nacional de la República Bolivariana de Venezuela (2009). Ley Orgánica de Educación. Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela 5.929. Extraordinario del 15 de agosto de 2009.
Barrios, A (2001). Construyendo y reconstruyendo la Escuela: Una mirada desde la innovación; proyecto escolar. Caracas: CENDE
Dussel, E (2006). 20 Tesis de políticas. México: Editorial Siglo XXI.
Figueredo, M y Heredia, M (2010). La comunidad y la gestión escolar: aportes para una pedagogía participativa. Mimeografiado. Caracas: UBV.
Romero, L (2012). La escuela pública y su resignificación en el contexto de la comuna Trabajo de ascenso.Mimeografiado. Caracas: UBV.
Sen, A (2000). Desarrollo y Libertad. Buenos Aires: Editorial Planeta.
Public school and its redefinition in the context of the commune

ABSTRACT

The test realizes the epistemic break product inquiry into the socio-production practices and identities in spaces of common trade School, originated from the reproduction of existing knowledge in learning programs, with state approaches a «national» imposed by the communicativeness filed among the dominant players in Public school and interaction which organizes exchanges between the Sucre Mission teacher training and school official. View They observed in these relationships: study the habits of the past without submitting them to reflection and re miss his significance in the tissue of the territorial organization in the communes (Catia, the Bucaritas, and Quebraditas in Lara State). Action learning also recognizes and criticizes the context of National Public Power where learning is anchored, and it then passive association with the externalities of the school and the various actions on the systems of common goods and services, both to confront and assume forms of cooperation in overcoming problems in the communities themselves, or to release creative forces in the rebuilding of local institutions and initiatives. In this scenario we have heard, read, learned and exchanged with members of the core research, student teachers, and local and regional players in the communities, about the interest and scope that causes «reproduction of learning in public school and his resignation «and this affects schools cities, rural communities and communal lands. There is, therefore, to transform these relationships so that the constituent citizenship takes place and options in Schools, municipalities and new territories.
Keywords: Public school; public space; commune; constituent citizenship.

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(TRANS) FORMACION DEL DOCENTE UNIVERSITARIO

formacion docente

Julio C Valdez/ Venezuela

Soltamos unas ideas sencillas, casi aforísticas:

1) Es altamente conveniente y necesario asumir y desarrollar planes sistemáticos, permanentes, de formación docente en cada universidad, para todos los educadores. Pero estos planes no son suficientes en sí mismos; es necesario considerar otros asuntos. Los planes de formación profesoral en lo formativo e investigativo, no tendrán mayor resultado, si no existe la disposición plena de nosotros, los profesores a asumir la transformación, a transformarnos nosotros, a entreayudarnos con nuestros colegas.

2) Para hacer una universidad revolucionaria, tenemos que actuar como revolucionarios. Y hablamos de revolución en términos de reinventar una universidad que potencia al máximo nuestras capacidades de aprendizaje, de generar saberes compartidos y de interactuar productiva y creativamente con diversos entornos sociales, de organizaciones institucionales y comunitarias.

3) Si pretendemos transformar profundamente la universidad real, es necesario que transformemos lo que hacemos cotidianamente. Ello pasa por vigilar permanentemente lo que hacemos, lo que buscamos y cómo lo hacemos y cómo lo sentimos. Estar atentos, dicho de otro modo, a nuestros pensamientos, acciones y sentires, y calificarlos hacia lo humanamente hermoso.

4) Si intentamos transformar lo que hacemos, tenemos que desarrollar al máximo relaciones sanas, productivas, con quienes compartimos los espacios universitarios. Esto puede lograrse seguramente mediante un ejercicio intenso de honestidad y sinceridad, de respeto y aceptación mutua, que incluye necesariamente la crítica y autocrítica.

5) Si buscamos crear relaciones sanas y productivas con nuestros semejantes, seguramente nos convendrá acordar propósitos y propuestas compartidas, pensadas, muy sentidas, que nos movilicen. La universidad que queremos crear será posible en la medida que generemos espacios crecientes de acción transformadora, múltiples miradas y propuestas de utopías concretas que viabilicen las nuevas formas y vínculos de la universidad posible…

6) Asumir reflexiones compartidas sobre formación y transformación del docente universitario implica asumir la crisis de perspectivas, modos y marcos referenciales pertinentes para comprender con mayor profundidad ese fenómeno complejo, transdimensional, llamado universidad, y aún más si pretendemos inscribirlo en una intencionalidad de transformación social profunda, que apunte a nuevos estadios de co-formación social.

7) Y, a partir de lo anterior, consideramos que es necesario repensar los fundamentos, los propósitos, los marcos referenciales y las estrategias de lo que hemos llamado formación docente, en el sentido de crear y recrear ideas, propuestas y lenguajes, necesidad de avanzar en la incorporación colectiva de visiones y propuestas, para avanzar hacia la universidad del porvenir

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A propósito de las nuevas masculinidades

Por Rubín Morro

“Para llegar a la igualdad entre los géneros es necesario terminar con la separación de los espacios masculinos y femeninos. Hace falta una mayor participación de la mujer en el espacio social y una inserción masculina más igualitaria y equitativa en el espacio privado” (Revista Cubana de Salud Pública).

Los temas de orientación e identidad sexual, y su diversidad, no siempre se tratan con la seriedad y responsabilidad que implica esta verdad social, lo cual merece reconocimiento, visibilidad y tolerancia desde la perspectiva de género, para llegar a una completa convivencia sin discriminación y estigmatización, lo cual es un enorme reto de la sociedad.

La nueva masculinidad nada tiene que ver con la pérdida de las características del hombre, de su sexualidad o de su hombría como suele llamarse. Al contrario, se busca que el hombre adquiera toda su dimensión humana, su sensibilidad, su enorme potencialidad social. La nueva masculinidad está enmarcada en una nueva concepción del hombre, una nueva personalidad y actitud, a partir del ser humano, de exteriorizar sus sentimientos, afectos y emociones. Una construcción social que ubica al hombre en plena igualdad frente a su par de género. Valga aclarar que el sexo no define el género.

La sociedad, en su mayoría, estamos frente a unos estereotipos muy marcados del machismo. A través de miles de años en el curso de la historia humana, donde tanto el hombre como la mujer se nos han asignado papeles o roles determinados, según el sexo. Enorme equivocación. A la mujer el trabajo doméstico, la cocina, los hijos, el cuidado de su marido y si es posible el trabajo público o laboral. Al hombre, es el de los negocios, el protector, el “mandamás”, y para rematar no puede expresar sentimientos, porque atenta contra su condición de varón, se nos prohíbe en esta absurda concepción exteriorizar emociones y afectos.

Estas imposiciones derivadas de un patriarcado enraizado es una cruel realidad, muy a pesar de los logros de reconocimiento y visibilización de nuestra condición sexual. A partir de esto, se crean unos equivocados valores, al punto que cuando el hombre se ocupa de ciertas labores destinadas discriminatoriamente a la mujer, o muestra afectos o síntomas de debilidad, es catalogado como una niña y en el peor de los casos de homosexual. Presiones sociales con honda estigmatización.

La Nueva masculinidad entonces, pretende hombres más humanos, que exteriorice sus naturales vulnerabilidades y fortalezas, que exprese sentimientos, que comparta el trabajo en el hogar, en la vida de pareja, que se ocupe de sus hijos en plena igualdad con su compañera. El nuevo hombre debe buscar su plena realización como ser humano en condiciones de igualdad con las mujeres.

Tanto la mujer como el hombre han sido protagonistas y sujetos políticos activos en el desarrollo de la sociedad, en lo cultural, económico, político y social. En correspondencia es esencial la igualdad de oportunidades y disfrute, sin desconocer la diferencia o diversidad, es decir, siendo distintos biológicamente, con características únicas de acuerdo a nuestra orientación e identidad.

Por último, el antiguo patriarcado, ahora reforzado con el modelo económico neoliberal, cuya esencia es la economía de mercado, impone que lo que existe debe ser rentable y ante la voracidad y la codicia, tanto el hombre como la mujer son salvajemente explotados, siendo más ostensible en el caso de las mujeres. El feminismo y las nuevas masculinidades debe luchar mancomunadamente, desde la perspectiva de género, buscando su visibilización y reconocimiento.

¿Cómo humanizar la hombría y que esta sea la gran virtud, pero que además acepte y respete la participación de las mujeres?. ¿Cómo ser hombres y a la vez justos?, este es el gran dilema que nos tiene que llevar a una nueva masculinidad en una integración e interacción total respecto de las mujeres en total igualdad y equidad.

Fuente: http://www.mujerfariana.org/vision/377-a-proposito-de-las-nuevas-masculinidades.html

Imagen tomada de: https://aecosextremadura.files.wordpress.com/2013/11/nevas-masculinidades-2.jpg

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Educar para descolonizar los sentidos

Por Facundo Ferreirós

Descolonizar los sentidos. En un artículo sobre “estudios sensoriales”, el antropólogo David Howes nos cuenta cómo, desde el pensamiento europeo, se utilizaron los diferentes sentidos como un modo de clasificación de los seres humanos en grupos de acuerdo al color de piel y el sentido predominante en cada grupo. Como es de esperar en este tipo de taxonomías absurdas y eurocéntricas, el “hombre-ojo-europeo” se situaba en el escalafón superior de dicha clasificación. Nos dice el autor que “cada orden de los sentidos es al mismo tiempo un orden social”.  Y nos muestra cómo “el modelo tradicional Occidental de ‘los cinco sentidos’ se utilizó para categorizar (y valorar) ‘las cinco razas de Hombre’, a principios del siglo XIX, en la gran taxonomía propuesta por el historiador natural alemán Lorenz Oken”. Este historiador planteó las siguientes equivalencias:

1.-El hombre-piel es el negro, africano
2.-El hombre-lengua es el marrón, australiano malayo
3.-El hombre-nariz es el rojo, americano
4.-El hombre-oído es el hombre amarillo, asiático-mongol
5.-El hombre-ojo es el blanco, europeo

Y sigue el texto de Howes: “La escala ascendente de la ‘perfección sensorial’ en el ‘Hombre’ de Oken (con el hombre-ojo europeo en el extremo superior) no se basó en ninguna propensión intrínseca de las personas a las que se refiere, sino más bien en su rango social dentro de la imaginación imperial europea. Su categorización ostensiblemente biológica de los sentidos y de los pueblos se difundió a través de los valores sociales. ‘Las relaciones sensuales son relaciones sociales’. Esto lo podemos ver en la forma de clasificación de los sentidos que a menudo se encuentra ligada con la clasificación de los grupos sociales, ya sea teniendo como base: la raza (tal cual vimos antes), el género, la clase o la edad. Por ejemplo, la tradicional asociación que en Occidente se hace del sexo masculino con los ‘mejores’ sentidos -la vista y el oído- apoyó la idea de que los hombres están naturalmente mejor equipados para actividades como explorar, juzgar, estudiar o escribir; mientras que la asociación del sexo femenino con los sentidos del olfato, el gusto y el tacto, relegó a las mujeres al hogar, haciéndolas señoras de la cocina, del cuarto de los niños y del dormitorio. Tal fue el poder de esta categorización que aquellas mujeres que desafiaron la división sensorial del trabajo (por ejemplo, mediante la escritura o la pintura, en vez de cocinar y coser) enfrentaron una considerable deshonra social hasta bien entrado el siglo XX. En cuanto a la clase social, la usual asociación de las clases más bajas con el trabajo manual es reveladora. Los trabajadores, de hecho, son referenciados simplemente como ‘mano de obra’, un término que redujo su ser social a un solo sentido”.

La extensa cita nos plantea sendos desafíos: ¿Cómo descolonizar los sentidos? ¿Cómo reaprendemos los sentidos superando a su vez el óculo-centrismo al que fuimos y somos sometidos? ¿Por qué la visión sigue siendo el sentido hegemónico en todos los niveles educativos -excepto, circunstancialmente en el Nivel Inicial-? ¿Qué lugar ocupan los sentidos en las relaciones de conocimiento que establecemos y los modos de conocer el mundo, a nosotros mismos y a los otros?

Conocer no se reduce a acumular información, a juzgar o a explicar; conocer también es sentir: ¿Cómo veo el mundo, cómo me veo a mí mismo y a los otros? ¿Cómo toco? ¿Cómo huelo? ¿Cómo saboreo? ¿Cómo escucho? ¿Cómo siento el mundo en el que vivo y las relaciones que establezco conmigo mismo y con los demás

Fuente: http://descolonizarlapedagogia.blogspot.com/2016/04/educar-para-descolonizar-los-sentidos.html

Imagen tomada de: https://manuelantonioespinosa.files.wordpress.com/2016/05/img_0361.jpg

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