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Retos y desafíos de la educación del siglo XXI

 Introducción

Me plantearon que dijera unas palabras relacionadas con la ética nuestra americana y los saberes para la emancipación, he estado reflexionando,  en la forma de abordar los temas planteados en este  ejercicio académico. Y he decidido hablar de los aspectos que más me preocupan en la actual  coyuntura  de la sociedad venezolana. Considero que a pesar del esfuerzo que realizó el Presidente Chávez por la educación venezolana, estamos en un proceso regresivo en esa materia.

Fernando Braudel un extraordinario historiador francés de la escuela de los anales, dedicó parte importante de su vida,  a estudiar la evolución de histórica  del mar Mediterráneo.  En estos estudios desarrolló la distinción entre corto plazo y largo plazo. Es decir, encontró los elementos para  distinguir  los eventos, las coyunturas, la estructura, el sistema y la civilización de las sociedades.   Esta distinción fundamental  para comprender la naturaleza de los fenómenos que están sucediendo en Venezuela.  La distinción braudeliana de la temporalidad histórica; hoy es una herramienta insustituible para  poder interpretar, comprender y explicar la naturaleza de los fenómenos que se presentan aquí,  para así poder realizar proposiciones que distingan las dinámicas que son  civilizacionales, sistémicos, coyunturales o eventuales.

En la sociedad neoliberal o postmodernas para otros, los fenómenos se nos presentan como un amasijo  multi-presencial de hechos que pareciesen darse simultáneamente y sin ningún corte temporal, esta simultaneidad, de los fenómenos, es considerada por la ideología postmoderna (en el sentido de falsa conciencia de la realidad) como una transformación que nos obliga a cambiar permanentemente. Coincido con Ana Esther Ceceña, en señalar que esta simultaneidad es uno de los mecanismos más poderosos inventados por el capitalismo del siglo XXI para crear una sociedad sin sentido histórico, sin raigambre,   con una ética regida por el consumo.    Boaventura De Sousa Santos utiliza para distinguir el cambio que propone el neoliberalismo del cambio revolucionario, que el primero está atrapado por las ciencias de la regulación y el segundo por los conocimientos de la emancipación. Prefiero liberación, por aquello de las fuerzas que impulsan la independencia ante la opresión.

Esta lógica de cambio permanente de las ciencias de la regulación, es una narrativa gatopardeana, que simula cambiar todo para no cambiar nada, porque el cambio se circunscribe a crear dispositivos que en lo económico nos convierta en consumidores y en lo cultural en individualistas consumistas que sólo nos realizamos en la medida que tenemos. Tener, tener, tener, es lo importante, para sentirte realizado y para poder tener, necesitas capacitarte en trabajos competitivos que te permitan subir en la escalera social, así sea aplastando al otro. Esa lógica individualista y competitiva le plantea a la educación retos que van más allá de las consignas y frases vacías que son excelentes para la marcha y la arenga, pero muy poco sirven para formular políticas públicas de largo aliento que combatan la lógica cultural del capitalismo.

Esta lógica cultural del capitalismo trasciende las características de orden sistémica y presentan elementos que cambian la dinámica civilizacional que se instauró en la modernidad. Autores como Daniel Stulin afirman que estamos en presencia de un  cambio que transformará a los seres humanos en transhumanos. Es decir, hasta la condición humana se quiere modificar para  servir a los intereses del mercado. Ante esta situación desde la ética tenemos mucho que decir, pero también desde la educación y allí centraré mi exposición.

Voy a presentar los resultados de la investigación que realicé para ascender de escalafón, que se denominó “la escuela en transición” retos de la escuela en la construcción de una sociedad socialista. Esa investigación abordó cuatro aspectos. Uno legislativo, otro histórico, otro teórico. Para finalizar realizando una serie de propuestas en donde se presenten las características que en nuestro concepto, debería tener la escuela venezolana en este momento de transición. En esta oportunidad además, voy a concluir presentando algunas pistas de las   reflexiones iniciales de la investigación que estoy empezando a realizar para mi próximo trabajo de ascenso.

La legislación educativa de la 5ta república.

En la primera parte de la investigación se hizo una comparación entre la legislación educativa de la denominada 4ta República y la 5ta; es decir, la Constitución Nacional del 61 y 99 y la LOE de 1980 y la de 2009. Esta comparación tenía como propósito ver los puntos de continuidad y ruptura entre la ley que deviene de la democracia representativa y la teoría de justicia de Rawls  y la de democracia participativa y protagónica y el garantismo constitucional de Ferrajoli.

Ese análisis nos llevó a concluir que más allá  los aspectos vinculados a la profundización del Estado docente, no hay mayores modificaciones en materia educativa y peor aún, no está presente en la LOE de la 5ta una visión integral del sistema educativo; porque al igual que en la 4ta república se confunde el sistema educativo con el sistema escolar. Esta confusión no es un detalle menor, porque da cuenta de visiones que en el fondo no se diferencia, o dicho de otra manera, son aparenciales al no incluir en el instrumento legislativo aquellas instituciones que inciden en la conformación de la subjetividad. El constituyente fue sabio cuando incluyó en el mismo capítulo de la Constitución, la educación, la ciencia, la cultura y los medios de comunicación. Al hacerlo así los concibió como un todo integrado. Sin embargo, las sucesivas leyes que se han formulado en estas materias no han establecido con suficiente fuerza las articulaciones entre estos aspectos.

Ahora bien; sería fácil atribuirle ese error a un acto de insuficiencia teórica o  a una visión cortoplacista del problema. Hoy estoy convencido, que esa confusión es el producto de la presencia en el gobierno de sectores conservadores que ven al sistema  escolar como una prolongación del sistema escolar de la 4ta república. Creo por ejemplo, que toda la discusión sobre el currículo ha sido un distractor para no introducir cambios sustanciales en la escuela venezolana. Este aspecto quiero resaltarlo, porque considero que  se impuso en la escuela venezolana cierta visión del currículo que hoy la tenemos presente en la Universidad Bolivariana y más grave aún, se cometen errores con esa visión  como utilizar la categoría “básico curricular” que responde más a la primaria y el bachillerato y no a la educación universitaria, en donde la investigación es transversal al proceso de enseñanza y aprendizaje. El Comandante Chávez señalaba permanentemente a sus más inmediato colaboradores que “en el detalle está el diablo”. Creo que tenemos el diablo pululando por los pasillos de la UBV porque se comete cada exabrupto…..

Esta reflexión sobre el currículo, no formó parte de mi investigación, pero la señalo, porque voy a retomar este tema cuando aborde la parte propositiva de esta exposición, en el marco de la guerra económica.

El debate Estado Docente vs Sociedad Educadora, le genera algunos problemas a la revolución bolivariana, porque en Venezuela, históricamente, los sectores oligárquicos y la jerarquía eclesiástica han tratado de imponer una visión de la educación, en donde la política educativa, sea una responsabilidad  de la familia organizada como sociedad civil; con esto se pretende crear una concepción de la política educativa que apunta a la formación de individuos y no de ciudadanos comprometidos con el proyecto de país. Al plantearse que la revolución tiene un carácter protagónico, la participación de la gente es fundamental en la formulación de la política. Siendo así ¿cuál es la diferencia?

En el Estado social y de derecho de la constitución del 61 la categoría que vertebra su operación es “el velo de la ignorancia”, es decir, aquella concepción según la cual las fallas en la aplicación de la norma, se debe a la insuficiencia  de la legislación de ver las consecuencias de su aplicación. En cambio en la concepción garantista de la norma la voluntad política del ciudadano se ve expresada en la norma y el Estado como institución encargada de cumplir esa voluntad política, debe garantizar el cumplimiento de la norma. La primera concepción ve el presupuesto educativo como un gasto social y una inversión privada. La segunda como una inversión social en donde el particular es corresponsable.

Hasta ahora las propuestas que se han formulado desde la revolución no han sabido compensar la relación Estado docente participación protagónica,   lo que nos impide formular una sólida propuesta que incluya distintos niveles de participación, cooperación y corresponsabilidad.  La propuesta de la escuela como centro del quehacer comunitario tiene implicaciones que van más allá del hecho escolar. Lamentablemente no se han arbitrado mecanismos que permitan que la escuela se convierta de verdad, en el centro del quehacer comunitario. En algunas comunidades muy pequeñas, sobretodo, en los caseríos  y poblaciones rurales la escuela se comporta de esta manera, pero eso depende, en mucho del liderazgo de los directivos de la escuela y su maestros, no porque sea una expresión de una política pública.

Esta insuficiencia del marco normativo de la 5ta república me llevó a analizar la resolución 058, para indagar, si está resolución introducía transformaciones que apuntaran en la dirección adecuada y sí la misma permitiría construir la escuela que demanda la sociedad venezolana de cara a las exigencias del proyecto Simón Bolívar y en el contexto de las transformaciones que se han venido operando en el siglo XXI  o mejor dicho en el marco de lo que se denomina el cambio civilizacional. Las conclusiones a las que llegué de cara a los aportes teóricos que nos da las ciencias sociales me llevaron a concluir que esa resolución era un amasijo de instrucciones que hacían inviable la operación de la escuela y además generaban resultados contrarios a los propósitos que perseguía.

 

La escuela en la historia de Venezuela

En el segundo capítulo de la investigación estudié  la evolución de la escuela venezolana desde la colonia hasta la actualidad; esto lo hice, para  conseguir al igual que en la primera parte de la investigación los puntos de continuidad y ruptura de la escuela venezolana. A pesar de ser la escuela el foco de la investigación que realicé; lo hice desde una perspectiva que me permitió indagar el contexto cultural  e ideológico en que se creó  la escuela  como institución de la modernidad y el papel que jugó y juega en la conformación de un esquema de valores que contribuyen a formar cierta visión del mundo en los y las estudiantes. Dicho en términos gramscianos; cómo la escuela construye hegemonía o dicho con Bordieu y Passeron para identificar el carácter reproductivo de la escuela.

Esta parte de la investigación me llevó a concluir varias  cosas que voy a telegrafiar porque me interesar profundizar en la tercera y cuarta parte de la investigación.

  1. la constitución de la escuela en Europa tuvo un sentido de clase, pero en América Latina, además de tener un carácter de clase se convirtió en un factor importante para la constitución de un mundo de vida que justifica “la superioridad del hombre blanco” sobre los pueblos indígenas y posteriormente la población africana.
  2. Una segunda conclusión está asociada lo planteado por Dussel, E. al señalar: “La colonización de la vida cotidiana del indio, del esclavo africano poco después, fue el primer proceso “europeo” de “modernización”, de civilización, de “subsumir” (o alienar) al Otro como “lo Mismo”, pero ahora no ya como objeto de una praxis guerrera, de violencia pura,(…) sino de una praxis erótica, pedagógica, cultural, política, económica, es decir, del dominio de los cuerpos por el machismo sexual, de la cultura, de tipos de trabajo, de instituciones creadas por una nueva burocracia política(p. 49)”[1]
  3. El desarrollo de la escuela no sólo implicó el surgimiento de un tipo particular de institución, sino, que la misma, desarrolló un tipo de disciplinamiento del cuerpo y la mente, que se estructuró a partir de la clausura, es decir, la especificación de un lugar heterogéneo a todos los demás y cerrado sobre sí mismo. Por otra parte la disciplina “establece las presencias y las ausencias, de saber dónde y cómo encontrar a los individuos, instaurar las comunicaciones útiles, interrumpir las que no son, poder en cada instante, vigilar la conducta de cada cual, apreciarla, sancionarla, medir las cualidades o los méritos.
  4. La educación venezolana del siglo XVI, y XVII estuvo influenciada por lo que denomina Fernández Heres, R. (1995) la vertiente cristiano–católica, que se caracteriza por poner el énfasis de la enseñanza en los preceptos cristianos que eran fundamentales para garantizar las creencias del reino de España en la población originaria de Venezuela y de esta manera asegurar la dominación.
  5. Con la ideología liberal-ilustrada, la nación del siglo XIX quedó imaginada desde una sola cultura, una religión y una lengua, también la identidad en singular fue inventada bajo los códigos de la homogeneización occidental. Al lado de este imaginario de la supuesta unidad identitaria, hoy observamos que –sin haber logrado rupturas con estas falacias históricas negadoras de sus procesos comunes, diversos y diferentes- estamos sometidos a los efectos de las identidades planetarias sustentadoras del sistema-mundo
  6. Bigott señala al analizar la escuela colonial que : “Finalizado el período colonial no existían ni sistema, ni estructura escolar; se observan un conjunto de instituciones inconexas: a) las escuelas de las primeras letras para blancos donde se enseñaba lectura, escritura, aritmética, y religión; b) educación religiosa y del castellano en los pueblos denominados pueblos de misión; c) Un conjunto de cátedras aisladas: de gramática que comprendía gramática, literatura, escritura, aritmética, geografía, historia de Europa y de España e historia sagrada; d) Colegios en algunas ciudades donde además de la enseñanza elemental se agregaban algunas de las cátedras; e) los seminarios y la universidad con sus cátedras de gramática, latinidad, artes (filosofía, física, historia, teología, jurisprudencia y medicina)”.
  7. El sistema educativo vigente durante la era republicana (Independencia), era en cierto modo una continuidad en su concepción, propósito y métodos del implantado por la colonización hispánica. En la rama de primaria se conservó la misma escuela colonial: privada y religiosa.
  8. La educación en la segunda mitad del siglo XIX va a ser en lo sustancial, parecida en sus características a la escuela colonial y va a estar sometida a los vaivenes de la política local. Con la presidencia de Guzmán Blanco la escuela se va a inscribir de manera nítida como parte del sistema cultural. Esto significó el desarrollo de la religión patria con la creación del Panteón Nacional, la institucionalización de los símbolos patrios y la consolidación de la opinión pública.
  9. La escuela de inicios del siglo XX va estar influida por el pensamiento positivista que plantea que: La confianza en la educación como forma de transformar los hábitos del pueblo, es otra de las características del positivismo nativo. Una educación dirigida a abrir las mentes a los nuevos descubrimientos de la ciencia positiva y que deje atrás las explicaciones metafísicas o teológicas que no hacen más que paralizar a los hombres haciéndolos conformes con lo que se les ha impuesto, es lo que proponen estos autores como otra medida eficaz para acelerar la construcción de un nuevo orden que sustituye la anarquía desintegradora, que acaba con nuestras posibilidades de progreso de realizar lo que soñaron nuestros libertadores.
  10. Con la muerte de Juan Vicente Gómez el debate educativo se centra en las concepciones que van a marcar parte importante del siglo XX. La presencia de Luis Beltrán Prieto Figueroa va a marcar una visión de la educación que se centra en la concepción del Estado Docente y la educación de masas. Este debate, se extenderá hasta mediados del siglo XX cuando se instaura la dictadura de   marcos Pérez Jiménez.
  11. Con el retorno de la democracia, los adecos desarrollan un modelo de escuela que es coherente con la política de Alianza para el Progreso impulsada por los Estados Unidos de Norteamérica. El desarrollo del sistema escolar se centra en una estrategia basada en el pupitre, el profesor y el pizarrón.
  12. Esta concepción del desarrollo escolar generó un proceso de enseñanza y aprendizaje que más allá de sus matices, estuvo y está marcado por un modelo frontal de enseñanza que convierte al estudiante en un receptor de conocimiento o como señalaba Paulo Freire una educación bancaria en donde se depositaba el conocimiento.
  13. Por último este modelo generó, una escuela rutinaria, culturalmente deficiente, poco pertinente y con muy baja calidad. Y cuando nos referimos a calidad estamos señalando de una escuela que no forma para que en sus estudiantes no cubran las necesidades básicas de aprendizaje.

El debate pedagógico que se ha dado alrededor de la escuela venezolana, más allá de las distintas posiciones que han asumido los investigadores educativos, los políticos y los diferentes actores que inciden en la realidad escolar, han fortalecido una concepción de la escuela como una institución reproductora del sentido común. Ese sentido común es coherente con los intereses de los sectores sociales dominantes.

A pesar de las distintas tendencias pedagógicas que han existido en el país, existe una coherencia a lo largo de la historia del país que le ha atribuido a la escuela la misión de “civilizar” la población originaria, en la colonia. Contribuir al proyecto nacional en la república y formar ciudadanos aptos para vivir en democracia en la 4ta república.

Derivado de la revisión histórica del comportamiento de la escuela en la historia de Venezuela, se pudo además concluir que la escuela siempre ha operado como una organización, es decir, como una agrupación social que tiene fines y medios para lograr estos fines y además está regida por un marco normativo que la regula. A propósito del peso que ha tenido las organizaciones en el marco del desarrollo de la civilización moderna (porque está presente en el capitalismo y el socialismo)  posteriormente analizamos la teoría que ha servido para interpretar a la escuela como organización.

La escuela como organización

La tercera parte de esta investigación abordó los supuestos  de la teoría que sustenta el estudio de la escuela como organización. Para ello,  se registraron once (11) conceptos de escuela y se revisaron 24 teorías, estas teorías han permitido generar un área de conocimiento denominado “teoría de la organización”; estas teorías han tenido una gran influencia en   la teoría de la educación;  a tal punto que en muchas universidades del mundo; el departamento de currículo se denomina currículo y teoría organizacional.

Las once (11) conceptualizaciones utilizadas de la escuela la caracterizan como el centro neurálgico de las comunidades modernas. La institución de formación para el patrimonio identitario, Institución educadora con fines, roles para aprender a aprender. Es un ecosistema social y humano. Es un sistema. Con elementos diferenciados conformado por varios subsistema. Espacio para consolidar la revolución industrial. Institución estructurada.

Esta conceptualizaciones dan cuenta de los elementos que todos hemos vivenciado a lo largo de nuestra formación. En efecto, la escuela es ese lugar en donde aprendimos a leer escribir, lleno de alegrías y frustraciones. Ese sitio donde modulan nuestras pulsiones, donde nos definen, nos enmarca, nos estructuran. En fin donde las generaciones adultas forman a las generaciones jóvenes. Cada uno de nosotros tiene de la escuela. Esa escuela realmente existente, y los que decidimos ser docentes, la vivimos a diario. Con sus potencialidades y sus limitaciones. Ahora bien, más allá de la conceptualización de escuela que utilicemos, lo importante es tener pendiente que no es posible formar a nadie, si esa formación no está precedida de una voluntad indeclinable de servir al otro. Eso es central en cualquier análisis volveré a este tema más adelante.

 

Decidimos abordar las diferentes teorías organizacionales que han sido desarrolladas a lo largo  del siglo XX y principio del siglo XXI, porque más allá que la escuela es una organización que cumple un rol específico en la sociedad, la forma organización es el dispositivo que inventó la sociedad capitalista para instrumentar sus fines.

Las diversas teorías que caracterizan a las organizaciones se  pueden agrupar en cinco (5) perspectivas  teóricas que son: la estructural basada en la ingeniería,  la de recursos humanos, basada en la psicología, la sociología y la psiquiatría.  La política inspirada en las ciencias políticas,  la simbólica basada en la antropología  y la teoría sistémica inspirada en la teoría de sistemas. Estas perspectivas han tenido transformaciones desde la década del 90, en el marco del desarrollo del neoliberalismo.

El impacto que ha tenido la teoría de la organización se  debe al rol que juegan las organizaciones en el capitalismo a mejor dicho, las empresas,  que son las organizaciones en donde el capitalismo, es decir, los capitalistas realizan la explotación. Con relación a esto,  Pablo González Casanova indica de manera absolutamente  clara que:

“Hoy más que nunca se comprueba que es imposible  la comprensión del sistema capitalista global y sus límites históricos y sociales sino se incluyen las relaciones de dominación, apropiación y acumulación. Pero ni estas -ni las de explotación y exclusión- pueden ser comprendidas si la totalidad ampliada del pensamiento crítico no da un peso primordial a la complejidad organizada del capitalismo moderno y postmoderno, y en sus estudios y luchas deja de desentenderse de ella, o de incluirla sólo en formas esporádicas y marginales. Hoy el mundo vive bajo el dominio de un capitalismo complejo  y en una situación lamentable de separación y desarticulación teórica-práctica entre quienes dominan la complejidad e ignoran y ningunean el análisis crítico marxista y quienes dominan el pensamiento crítico y sólo excepcionalmente profundizan en ellos problemas teórico-prácticos de la complejidad y en su redefinición de la lucha de clases y de liberación, y de los obstáculos en la construcción de un mundo alternativo”.

Esta cita de Pablo González Casanova, pone, en mi opinión el problema en su justo lugar, al precisar que la naturaleza de la explotación capitalista se ha transformado en el capitalismo complejo y requerimos de herramientas teóricas que den  cuenta de esa complejidad. Con ello, no estoy diciendo que la explotación capitalista, no se da, lo que estoy resaltando que la explotación corre por otros cauces, porque para el desarrollo permanente de la acumulación de capital, no sólo se requiere la apropiación de la plusvalía por parte del capitalista, sino que ese asalariado se convierta en un consumidor.

Esta transformación del capitalismo encuentra en la teoría organizacional, los marcos interpretativos que permitan justificar y construir la teoría del management  o de la gestión que opera como una tecnología moral  que jusifica la lógica cultural del capitalismo. Dicho en palabras de Stephen Ball:

La gestión constituye un discurso imperialista. La teoría de la gestión considera que el mundo social está encerrado en un caos irracional y necesita que le aporten su orden redentor. Construye su superioridad mediante un conjunto de poderosas operaciones discursivas; el orden se sitúa por encima y en contra del caos, la racionalidad contra la irracionalidad, la cordura contra la locura, la neutralidad contra el sesgo político, la eficiencia contra la ineficiencia y la meritocracia contra la influencia personal. Es la antítesis lingüística de la crisis y como tal, ocupa un papel político central en la década de 1980 (…) El sujeto de la gestión es el producto objetivado de la organización, la autoridad y la responsabilidad. Los límites y las posibilidades de acción y significado están determinados con precisión por la posición y la destreza en la estructura de gestión.

La teoría del managament opera como una ideología que justifica el dominio de unas clases sociales sobre otras. Por razones de tiempo y espacio no voy a especificar las características de cada una de las 24 teorías que revisamos y su influencia en la teoría educativa.

La escuela es una institución de la modernidad y su finalidad, más allá de la inserción social y la incorporación de los jóvenes a la cultura de la sociedad, consiste en crear los hábitos y costumbre para adaptarse a la vida laboral. No sólo se trata de adquirir habilidades y destrezas o competencias para el mundo laboral, sino generar la subjetividad necesaria para que los ciudadanos y ciudadanas vean como natural un mundo donde la explotación, la cosificación y la alienación.

Superar esta situación implica crear una escuela distinta, que debe servirse de varias disciplinas para estudiar esta institución en el marco de la complejidad que se genera en el capitalismo. La pedagogía, por más crítica que sea, es insuficiente para abordar la problemática de la escuela, consideramos que los Estudios Críticos de la Gestión nos pueden ayudar a encontrar fórmulas para superar la crisis de la escuela moderna. Para Herrero Mitjans, S. un representante latinoamericano de esta corriente señala “Por lo general las disciplinas de  gestión  son entendidas como dedicadas a la mejora “científica” de las prácticas directivas vinculadas con el funcionamiento de las organizaciones, de ahí su estrecha relación con la eficiencia y la efectividad, razón por la cual dicho conocimiento es sólo relevante para los directivos. (…) el pensamiento crítico (…) está motivado por el esfuerzo concreto de trascender y abolir la tensión/ oposición entre el arrojo, espontaneidad y racionalidad del individuo y las relaciones que surgen del proceso de trabajo sobre la que está construida la sociedad (…) El propósito de la teoría crítica nunca es incrementar el conocimiento como tal. Su objetivo es el de la emancipación del hombre de su esclavitud”.

La escuela en la transición. Retos y desafíos.

La cuarta parte de esta investigación consistió en una propuesta de escuela para la transición.

La condición de posibilidad que permite la construcción del socialismo implica instrumentar medidas  que  transformen las relaciones de producción y las consecuencias que ellas generan. Por otra parte, en materia educativa deben crear las condiciones para contribuir a crear la mujer y el hombre nuevo; es decir la y el ciudadano consustanciado con el socialismo; eso no significa pertenecer a una determinada organización política, sino desarrollar los valores, la conciencia, la aptitud y actitud de solidaridad, justicia, encuentro con el otro que contribuya a construir un patria distinta.

La transición al socialismo está definida en el Plan de la Patria, esto implica en materia educativa el desarrollo de una serie de transformaciones que nos obliguen a tener una escuela cualitativamente distinta, es decir, una escuela que no siga la lógica de la escuela tradicional y que contemple cambios que no se circunscriben a lo curricular.

Una escuela  para la transformación de la sociedad requiere que se instrumenten medidas concretas que apunten a ese proceso; es decir, medidas que lleguen a la escuela y cambien su lógica de trabajo; por ello, se requiere una ley que regule el funcionamiento de la escuela y que establezca una clara distinción entre  el funcionamiento del Ministerio del  Poder Popular de la Educación, en tanto aparato administrativo del Estado y las escuelas.

Una ley de gestión del sistema escolar podrá crear las condiciones de posibilidad que permitan al pueblo ejercen contraloría social de las escuela y así convertir a la educación en un tema que no se reduce a la discusión de los expertos.

Los supuestos epistemológicos que sustentan esta propuesta son:

1.- Es en la escuela se crea el hábito, que homogeniza el tiempo, que es la condición de posibilidad, que hace posible la explotación por la apropiación del capitalista del tiempo abstracto de trabajo.

2.- La escuela moderna se constituyó  y conformó a partir de estos presupuestos y el desarrollo de un modelo de organización que establece  los niveles crecientes de secuenciación y jerarquización que hizo posible el acceso a mayores niveles de complejidad. Tedesco, J. C. (1995). El diseño de una escuela para la transición  implica romper esta lógica y montar un diseño que genere el acceso de altos niveles de complejidad rompiendo los parámetros de jerarquización y el desarrollo de una secuenciación que parte de lo grupal al individuo y no al revés.

3.- La escuela para la transición demanda en sus estudiantes desarrollar capacidad simbólica, es decir, que la escuela requiere romper la lógica de desestructuración simbólica que genera los medio de comunicación y las tecnología de la información, esto implica el desarrollo de un currículo que al operar como un “complejo rito mito”  desarrolla habilidades y destrezas en los estudiantes que le permitan construir habilidad hermenéutica. El desarrollo de estas habilidades, en el marco del capitalismo actual, implica romper lo que denomina Dufour, D. R. (2009) la servidumbre del hombre liberado en el capitalismo total.

A partir de estos supuestos epistemológicos se propone una escuela que:

1.- Tiene un horario integral, es decir, dos turnos.

2.- Dos criterios de organización del estudiantado. Por área de interés y por grados académicos.

3.- Un modelo de evaluación curricular que tome en cuenta el desempeño colectivo e individual. La evaluación tomará en cuenta los logros individuales, los colectivos. Esto implica además los conocimientos, las actividades sociales, las culturales, las de recreación y las de educación física.

4.- El desarrollo curricular se estructura en un trabajo en equipo que le permite a estudiantes y docentes una visión colaborativa del proceso de enseñanza aprendizaje.

5.- La escuela de este tipo coordina la inserción social de los estudiantes, en áreas tales como la prevención en salud integral y odontológica, atención psicológica y psiquiátrica, documentación oficial, etc.

  1. – Una escuela de este tipo es una escuela de inmersión total es decir, fortalece la personalidad de los participantes a través de actividades grupales y realiza un esfuerzo para que los estudiantes realicen en las escuelas todas las actividades que demanda el currículo

Para finalizar, deseo señalar, que esta investigación continúa con un estudio de la subjetividad de los jóvenes en el siglo XXI y su influencia  en la escuela.

Hoy se ha venido estableciendo un relato alrededor de la escuela que centra su problemática alrededor del aburrimiento de los y las estudiantes. La escuela divertida  es la nueva moda que se está construyendo alrededor de la escuela.  Estar divertido, parece un estado emocional, en donde, la estupidez y fatuidad de una ciudadanía que sólo se interesa en consumir.  Divertirse es un estado emocional que nos sumerge en una infancia perpetua, en donde el logro humano sólo se da en el consumo.  Esta investigación  tendrá como premisa que:

El neoliberalismo no se orienta únicamente a la destrucción de la instancias colectivas construidas desde hace mucho tiempo (familia, sindicatos, partidos y, con carácter más general, la cultura), sino también la de la forma individuo-sujeto aparecida durante el largo período de la modernidad (1). La fábrica del nuevo sujeto “postmoderno”, no crítico y “psicotizante” es el resultado de una empresa temiblemente eficaz en cuyo núcleo central encontramos dos importantes instituciones dedicadas a la fabricación de ese nuevo sujeto: la televisión y una nueva escuela considerablemente transformada por treinta años de reformas pretendidamente “democráticas” que siempre se han orientado al debilitamiento de la función crítica.

Ser crítico en el siglo XXI comporta tener capacidad simbólica y eso se logra en la medida que la escuela forme hombres y mujeres libres, autónomos, creativos y con carácter que significa ser unos combatientes por la verdad, la dignidad y la solidaridad de los seres humanos.

[1] Ver: Dussel, E. (2001) La Pedagógica Latinoamericana. Bogotá: Editorial Nueva América.

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Esclavas del señor. Relatos de vida de mujeres que se emanciparon del Opus Dei

FERNANDO ÁLVAREZ-URÍA

En los últimos veinte años la publicación de biografías y autobiografías ha conocido en España un incremento exponencial.Las narraciones autobiográficas, un género que hasta ahora había tenido un especial predicamento en los países anglosajones, de raíces protestantes, proliferan ahora en los países de la Europa del sur, los países en los que impera el catolicismo. A las memorias de varones singulares, especialmente de políticos e intelectuales, se suman, como consecuencia de las luchas por la emancipación femenina, las biografías y autobiografías de mujeres. Existe sin embargo un subgénero, con frecuencia olvidado o relegado, pues se nutre de relatos secuenciados a lo largo del tiempo, en los que se recogen narraciones de vida en las que reflejan experiencias en organizaciones religiosas. Tal es el caso de algunos libros de mujeres que durante años fueron socias numerarias del Opus Dei, y que han optado por dejar de pertenecer a esta organización piramidal implantada en numerosos países del mundo. Sus testimonios, sistemáticamente silenciados o ignorados por los suplementos culturales y las revistas de libros, son una contribución especialmente valiosa para poner de manifiesto no sólo los esfuerzos de algunas mujeres para emanciparse de las tutelas de religiosas, sino también para desvelar la lógica de funcionamiento de pretendidasorganizaciones comunitarias que durante demasiado tiempo han permanecido protegidas por una espesa niebla de silencio y secretismo.

He seleccionado aquí los libros de cuatro mujeres españolas que fueron especialmente sensibles al sexismo que ejerce la Obra, en este caso en el interior de la organización, pues lo sufrieron en su propia carne. Las cuatro nos transmiten una percepción negativa de la prelatura personal fundada por Escrivá de Balaguer, a la que se adhirieron en un momento determinado, y a la que entregaron años de desinteresada dedicación. Nos referimos concretamente a los libros de María Angustias Moreno, María del Carmen Tapia, Isabel de Armas, y, en fin, al más reciente de Ana Azanza Elio/1. Estos libros no son siempre de fácil acceso, lo que refuerza la vieja imagen conspiratoria, de la que participan muchos enemigos del Opus Dei, que aseguran que los tentáculos de esta institución fundamentalista se extienden a periódicos, editoriales, librerías y bibliotecas.

Uno de los principales objetivos de la reaccionaria cruzada de recristianización en la que trabajan los discípulos de Escrivá radica en instituir un aura de santidad en torno a la Obra, lo que implica eliminar por todos los medios cualquier rastro de crítica que la pueda ensombrecer o empañar. En estas cuatro trayectorias de vida, que confirman buena parte de los análisis sociológicos realizados hace años por Alberto Moncada y Joan Estruch, las coincidencias en las críticas dan pie para objetivar regularidades discursivas, e incluso toda una formación discursiva articulada en torno a la siguiente lógica: todas estas mujeres creyeron de buena fe, cuando se afiliaron al Opus Dei, que optaban por santificar sus vidas, y contribuir a extender los valores cristianos, colaborando activamente en una organización benéfica, reconocida por la Iglesia. Tras sufrir una experiencia dolorosa, de constante mortificación del yo, denuncian el funcionamiento de una institución jerárquica, rígida, casi militar, en la que Escrivá, déspota severo, oficiaba como sumo pontífice, como autoridad sacralizada. Se refieren también a toda una serie de mecanismos de coacción y de manipulación de las conciencias, destinados a asegurar el sometimiento de los miembros de la Obra a la voluntad de los superiores. Todas ellas denuncian en sus libros el sexismo, el recurso a la santa intransigencia, para amordazar las libertades de los numerarios, y, en este caso, de las numerarias. En fin, concluyen que el Opus Dei, lejos de ser una institución cristiana, abnegada, y altruista, funciona como una secta antidemocrática, autoritaria, ansiosa de conseguir dinero y poder, una secta que, protegida por un mar de silencio y encubrimientos, se aprovecha de la buena voluntad de sus afiliados para extender sus tentáculos a lo largo y ancho de la vida social, una congregación religiosa muy alejada, en fin, de los ideales de pobreza y caridad que preconiza el verdadero cristianismo evangélico.

El libro de María Angustias Moreno, El Opus Dei. Anexo a una historia, data de diciembre de 1976, es decir, es posterior a la muerte de Monseñor José María Escrivá de Balaguer, marqués de Peralta, fundador del Opus Dei, que ha sido primero beatificado y posteriormente canonizado por la Iglesia católica. María Angustias señala sin embargo en el prólogo que la mayor parte de los apuntes que sirvieron de base al libro ya estaban redactados con anterioridad al momento en el que se produjo la muerte de Escrivá. La autora del libro permaneció en el Opus Dei como socia numeraria entre 1959 y 1973, es decir, cerca de catorce años, y con su estudio trata de proporcionar un testimonio meditado y madurado que sirva, entre otras cosas, para romper la muralla de silencio impuesta por el fundador, y por sus seguidores, sobre el funcionamiento de esta organización eclesiástica.

María del Carmen Tapia, por su parte, publicó en inglés en 1983 un conocido artículo en el que denunciaba el carácter sexista del Opus Dei/2. Tras el umbral, tal es el título de su importante y valiente libro, resulta un testimonio enormemente clarificador, pues su autora, que fue colaboradora directa de Escrivá en Roma, nos introduce en el centro del puesto de mando de la organización. En el número 36 de Vía di Villa Sacchetti, en el elegante distrito del Parioli, de la Ciudad Santa, se encuentra la casa central de la sección femenina delOpus Dei, la casa en la que la autora vivió seis años como numeraria. La puerta de la casa está cerrada, pero la autora invita a los lectores a entrar, a traspasar el umbral, para ir desvelando con ella los secretos inaccesibles a las personas que no pertenecen a la Obra. María del Carmen Tapia fue Vicesecretaria de San Miguel y Delegada de Italia, pero fue también durante diez años directora regional del Opus Dei en Venezuela, al frente de la sección de mujeres.

María de Carmen Tapia pidió el ingreso en el Opus Dei en 1948, cuando trabajaba como secretaria del sacerdote Raimundo Panikkar en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, en donde el Opus Dei aún cuenta en la actualidad con un enorme elenco de presuntos investigadores. Tapia permaneció en esta organización hasta 1966, cuando en Roma fue obligada por Monseñor Escrivá a pedir su dimisión. Estuvo por tanto 18 años en la Obra, en la que desempeñó importantes puestos de responsabilidad. En su libro considera al Opus Dei como una iglesia dentro de la Iglesia, con todas las características de una secta. Su testimonio es de gran valor no sólo por la singular proximidad que tuvo con el Fundador, y por los importantes puestos que desempeñó, sino también porque explícitamente quiere llenar una laguna sobre las mujeres en esta organización: “no hay nada de fondo escrito sobre las mujeres del Opus Dei, escribe, si se exceptúa el testimonio de María Angustias Moreno referido solamente a España”. El libro está escrito como si se tratase de una autobiografía en la que resume los casi 18 años del itinerario personal de la autora en el interior de una institución religiosa que, siguiendo al sociólogo norteamericano Lewis Coser, se podría definir como una institución voraz, una red institucional que exige de los miembros una entrega total a la causa. María de Carmen Tapia considera al Opus Dei como la organización más conservadora, retrógrada y sectaria de la Iglesia Católica Romana. El viaje narrado es personal, pero la autora de libro hunde el escalpelo, como si se tratara de un cirujano experimentado, en la piel de este gran tinglado eclesiástico, como si se tratara de una lección de anatomía, para realizar la anatomía de su lógica de funcionamiento. Uno de los medios a través del cual el Opus Dei encamina a sus adherentes al fanatismo, escribe, es precisamente “abolir de sus mentes, bajo pretexto de formación, todo aquello que, de cerca o de lejos, se asemeja a la más velada crítica a la institución”. Al igual que María Angustias Moreno, con quien en múltiples ocasiones coincide, María del Carmen Tapia nos presenta en el libro una crítica de la secta en la que militó, y hace su denuncia no sólo para descargar su conciencia, sino también, y sobre todo, por el bien de la Iglesia católica, en la que sigue confiando.

La principal originalidad del Opus, frente a los jesuitas y otras órdenes religiosas que conocieron una gran expansión durante la contrarreforma católica, es precisamente la búsqueda de la santificación de los miembros en el ejercicio de la actividad profesional en el mundo. El Opus Dei responde por tanto a un proceso de secularización de las sociedades modernas, se enfrenta a la laicidad, sin renunciar a participar plenamente en la vida social y política. El objetivo no es sin embargo propiamente moderno, pues lo que pretende la Obra es la recristianización de la sociedad para hacer frente a los avances de la secularización y al laicismo. Se podría decir que el modelo en el que se mira el Opus Dei como en un espejo es a la vez la Institución Libre de Enseñanza y la Asociación Católica de Propagandistas, más conocida como la Acción Católica. De la ILE retoma el interés por las élites y su formación intelectual. De la Acción Católica la voluntad de recristianizar el mundo moderno, en la línea marcada por el pontificado de León XIII. Frente a los que identifican la modernidad con la salida de la religión, el Opus, que se formó, consolidó y expandió a la sombra de la dictadura franquista, adopta una imagen de marca caracterizada por partir de la secularidad para recatolizar a las sociedades sin Dios.

El libro de Isabel de Armas, Ser mujer en el Opus Dei. Tiempo de recordar, se publicó en 2002, y en él transmite con claridad la sensación liberadora que invadió a la autora cuando abandonó el Opus Dei, una organización en la que, como ella misma expresa, no dejaba espacio para respirar: “allí dentro nos atiborraban con frases hechas, consignas, reglamentos, normas, intenciones semanales y mensuales…”.Isabel de Armas, una joven como Carmen Tapia “de buena familia”, pues las dos provienen de familias de la alta burguesía madrileña, tuvo su primer contacto con el Opus Dei cuando aún era muy joven, en 1960, cuando estaba cursando el quinto curso de bachillerato. Estudió en un colegio de monjas, en el Colegio de la Asunción de la calle Velázquez en Madrid, y entonces el Opus le pareció un mundo más moderno y más abierto que el de las monjas. Idealista, educada en los valores religiosos cristianos, le atraía de la prelatura personal la idea de un cristianismo secular. Estudió en la Escuela Oficial de Periodismo, y señala que en esta elección de carrera tuvo mucho que ver la Obra. Tras el plan de estabilización de 1959, en la España franquista de los años sesenta, se produjo un impulso modernizador en el que ejerció un fuerte peso el turismo masivo, y el nacimiento de la contracultura. En el ámbito católico el Papa Juan XXIII inició un proceso de aggiornamento de la Iglesia católica y convocó el Concilio Vaticano II que se abrió en Roma el 11 de octubre de 1962. Toda una serie de teólogos que habían sido relegados por el Vaticano, especialmente holandeses, alemanes y franceses, intentaron airear los santos recintos enrarecidos de la Iglesia, acartonados y apergaminados, momificados por el paso del tiempo. Un signo de identidad de la nueva contracultura secular era entonces la incorporación de las mujeres a la vida social y política, es decir, el cuestionamiento del estatuto de las mujeres identificado con la maternidad y con el encierro en la intimidad del hogar.

Isabel de Armas y Serra, periodista de profesión, fue numeraria del Opus Dei durante cerca de nueve años, más concretamente entre 1966 y 1974. El día de San José, el 19 de marzo de 1966, tuvo lugar su admisión como numeraria adscrita. Entraba así en una organización vertical, antidemocrática, regida fundamentalmente por varones que han adquirido las órdenes sagradas. Y es que el Opus Dei es una sociedad autoritaria, dirigida por clérigos, una institución que a su vez se inserta en la organización jerárquica de la Iglesia católica presidida por el Santo Padre, el obispo de Roma, rodeado a su vez de cardenales, abades, obispos y arzobispos, e incluso de una guardia pretoriana, la guardia vaticana, con sus vistosos trajes diseñados por Miguel Ángel, un cuerpo en el que tampoco hay cabida para las mujeres. Isabel de Armas publicó más recientemente otro libro, La voz de los que disienten. Son libros importantes, pero silenciados sistemáticamente en un país que no acaba de emanciparse de las telarañas tejidas durante siglos por la Iglesia católica.

El libro de Ana Azanza Elio, titulado Diecinueve años de mi vida caminando en una mentira: Opus Dei, se edito en Úbeda en el año 2004. La autora, doctora en filosofía y profesora en un instituto de enseñanza secundaria en Andalucía, escribe el libro para evitar que otras personas cometan el error que ella misma cometió al convertirse en numeraria del Opus Dei, es decir, “entrar en un sistema que reprime al máximo los mejores sentimientos de las personas”.

Perteneciente a una familia de la burguesía de Pamplona, muy vinculada al Opus Dei, Ana Azanza señala que tuvo relación con la Obra cuando tenía 14 años, y que ingresó en ella cuando tenía tan sólo 16, es decir, una edad especialmente inmadura en la que la manipulación de las conciencias, en nombre de una presunta vocación sobrenatural, resulta especialmente fácil. El Opus Dei promete a los adeptos que respondan a una presunta llamada de Dios para incorporarse a sus filas la felicidad y la santidad, es decir, podrán disfrutar de la felicidad en la vida eterna, en el más allá, pero a cambio deben entregar por entero en este mundo su vida a una organización militante que los acoge con júbilo para instrumentalizarlos sin escrúpulos. Como señala Ana Azanza “en el Opus solo piensan en su propio prestigio”. El control de las vidas de los numerarios es total, lo que contradice la libertad del cristiano, pues, como escribe en su libro, “es imposible que el Espíritu Santo esté donde no hay libertad”.

La presencia de miembros del Opus Dei en el campo de la política, y también en el mundo académico, especialmente en las Universidades y centros de investigación, como el CSIC, no deja de resultar inquietante a la luz de estos testimonios, y más si se tiene en cuenta que el artículo 58 de las Constituciones de 1950 del Opus Dei, traducidas por Agustín García Calvo en el libro de Jesús Infante sobre la Santa Mafia, establecía textualmente que “tanto los socios numerarios como los supernumerarios consultarán con los superiores toda clase de cuestiones importantes de tipo profesional y social, aunque no constituyan materia directa de voto de obediencia”. En esta España, que avanza con demasiada lentitud hacia la democratización de las instituciones y la separación entre la Iglesia y el Estado, nos inquieta tan sólo pensar en la imagen orwelliana de un Gran Hermano que a través de socios y simpatizantes extiende sus redes de poder desde el Secretariado General en Roma hasta los centros neurálgicos de los gobiernos autonómicos y del Estado, así como sobre organizaciones públicas y privadas, sirviéndose de la coartada de contribuir a la mayor gloria de Dios. En el interior de este proyecto totalitario, en el que “unos mandan sobre otros y deciden los más mínimos detalles de la existencia de los demás”, a las mujeres se les asigna un papel muy preciso: someterse humildemente a la voluntad de sus superiores varones, especialmente eclesiásticos, y negarse a si mismas para convertirse en las esclavas del Señor. Afortunadamente no siempre triunfa este programa de dominación masculina. Estas cuatro mujeres, sensibles, sinceras, ilustradas, prueban con las denuncias que valientemente formulan en sus historias de vida que aún en las condiciones mas adversas es posible optar por la libertad.

Notas

1/ Cf. María Angustias MORENO, El Opus Dei. Anexo a una historia, Libertarias/Prodhufi, Madrid, 1992, 5ª ed.

María del Carmen TAPIA, Tras el umbral. Una vida en el Opus Dei, Ediciones BSA, Barcelona, 1992.

Isabel de ARMAS, Ser mujer en el Opus Dei. Tiempo de recordar, Foca Ediciones, Madrid, 2002.

Isabel de ARMAS, La voz de los que disienten. Apuntes para San Josemaría, Tres cantos, Foca, 2005.

Ana AZANZA ELIO, Diecinueve años de mi vida caminando en una mentira: Opus Dei, El Olivo, Úbeda, 2004.

2/ Cf. María de Carmen TAPIA, “Good housekeepers for Opus Dei”, National Catholic Reporter, 27-05-1983, pp. 10-13.

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La cultura de la paz y los derechos de los pueblos

La memoria no es pasado, la memoria ilumina el presente. Los pueblos sin memoria, los pueblos que olvidan, son pueblos que desaparecen. Por eso se trata de responder con una resistencia organizada para enfrentar mediante una lucha no violenta al sistema dominante. Nosotros, los pueblos del mundo, somos los que tenemos la capacidad de este cambio.

Fuente: La Jornada

Muchos han sido en la historia de la humanidad los atentados a la vida humana y de allí surgieron también herramientas normativas, pactos de convivencia, como la Declaración Universal de los Derechos Humanos, creada después de la Segunda Guerra Mundial. La bomba lanzada sobre Hiroshima, que dejó profundas huellas en el pueblo japonés, el Holocausto y otras tantas matanzas, son expresiones de lo peor de la condición humana. Con la caída del Muro de Berlín y el fin de la llamada guerra fría, una potencia vino a monopolizar la hegemonía del poder: Estados Unidos de Norteamérica. Otras guerras presentes e inacabables se extienden en Medio Oriente, Libia, Siria, Irak y Afganistán. Guerras provocadas por esta potencia en defensa y tutela de grandes intereses del complejo industrial-militar. Miles y miles de personas mueren asesinadas, y otras miles, tratando de salvar sus vidas, fallecen y se pierden en el mar. El mar no deja huellas, pero estas huellas quedan en la conciencia de la gente.

Entonces, cuando hablamos de democracia y de paz, tenemos que interpelar esos conceptos. ¿De qué democracia y de qué paz estamos hablando? La democracia se construye. ¿Al mundo le importan las lágrimas de los oprimidos? Albert Camus afirmaba que la vida humana comienza del otro lado de la desesperación. Por eso debemos tener la utopía como horizonte y si no existe, debemos tener la capacidad de inventarla. De ahí el concepto de resistencia. Otro mundo es posible. Aunque no se pueda cambiar todo, lo peor que podemos hacer es ser indiferentes. El otro tiene los mismos valores y los mismos derechos que cada uno de nosotros, y si perdemos de vista al ser humano nos perdemos a nosotros mismos.

Hay un proverbio que reza: “Si no sabes a dónde vas, regresa para saber de dónde vienes”. Nosotros venimos del continente de la tierra profunda. Y nos duele lo que pasa en el continente, y nos duele lo que pasa en México. Y nos duele Ayotzinapa que, en la crudeza de los hechos, puso nuevamente sobre el tapete la dimensión y el alcance de la desaparición en este país.

Este continente sufrió en muchos países la militarización impuesta por Estados Unidos por conducto de dictaduras instaladas por la violencia, mediante un plan perfectamente estructurado, que dejó miles de muertos, torturados, exiliados, secuestrados e instauró la desaparición. De ahí surge la figura de la desaparición forzada de personas como crimen de lesa humanidad.

Lo que ocurre hoy en México son delitos de lesa humanidad. La CIDH está investigando estos delitos y debe continuar haciéndolo. Hay que superar la impunidad jurídica, porque mientras exista la impunidad, continuarán cometiéndose estos crímenes aberrantes.

La época de las dictaduras está presente hoy en la vida de nuestros pueblos y nuevas estrategias de dominación se expanden y consolidan.

Hoy se pretende afianzar en estas sociedades la cultura de la violencia. Hay que desarmar la razón armada a través de la cultura de la paz, respetando la diversidad que es la riqueza de los pueblos, privilegiando al ser humano sin distinción, sin preguntar su ideología. Hay que hacer caminar la palabra, cuidar la palabra. La palabra es vida.

Los pueblos tienen que ser protagonistas de su propia historia. No pueden ser pasivos. La pasividad no es la paz.

Tenemos muchas expresiones de resistencia: la de los pueblos originarios; la de las mujeres, las Madres de Plaza de Mayo son un ejemplo de resistencia; la lucha por los derechos humanos; en México la resistencia en Chiapas y otras expresiones de lucha.

Los pueblos indígenas sostienen su cosmovisión del mundo y hablan del “buen vivir” cuando las necesidades del ser humano están satisfechas.

El mundo ha cambiado, hay que pensar en un nuevo contrato social para la humanidad, necesidad frente a la cual es muy importante el rol que juegan los gobiernos, las sociedades, las organizaciones, las instituciones, la universidad.

La educación es muy importante para los pueblos y la conciencia de las nuevas generaciones.

La memoria no es pasado, la memoria ilumina el presente. Los pueblos sin memoria, los pueblos que olvidan, son pueblos que desaparecen. Por eso se trata de responder con una resistencia organizada para enfrentar mediante una lucha no violenta al sistema dominante. Nosotros, los pueblos del mundo, somos los que tenemos la capacidad de este cambio.

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Lecciones de experiencias ajenas

JOSÉ VICENTE RODRÍGUEZ AZNAR

… la experiencia nos muestra la obligación del gobierno de atender

 los reclamos de toda la población

 

Tratando de evadir por momentos mis habituales ocupaciones profesionales, me dediqué esta semana releer el libro “La casa de los espíritus” publicado en 1982 por Isabel Allende, cuando vivía exiliada en Caracas. Encontré unos párrafos que parcialmente reproduzco.
         “El pueblo se encontró por primera vez con suficiente dinero para cubrir sus necesidades básica… pero no podía hacerlo, porque los almacenes estaban casi vacíos. Había comenzado el desabastecimiento, que llegó a ser una pesadilla colectiva…
…Las mujeres se levantaban al amanecer para pararse en las interminables colas donde podían adquirir un escuálido pollo, media docena de pañales o papel higiénico. El betún para lustrar zapatos, las agujas y el café pasaron a ser artículos de lujo… Se produjo la angustia de la escasez…
…Se paraban en las colas sin saber lo que se estaba vendiendo… Surgieron profesionales de las colas, que por una suma razonable guardaban el puesto a otros; los vendedores de golosinas que aprovechaban el tumulto para colocar sus chucherías y los que alquilaban mantas para las largas colas nocturnas… Se desató el mercado negro.
…Los que nunca habían fumado terminaban pagando cualquier precio por una cajetilla de cigarros, y los que no tenían niños se peleaban por un tarro de alimento para lactantes. Desaparecieron los repuestos de las cocinas, de las máquinas industriales, de los vehículos. Así estaban las cosas cuando los camioneros se declararon en huelga…
…El presidente apareció en televisión pidiendo paciencia. Advirtió al país que los camioneros estaban pagados por el imperialismo y que iban a mantenerse en huelga indefinidamente, así es que lo mejor era cultivar sus propias verduras en los patios y balcones, al menos hasta que se descubriera otra solución… …El pueblo, que estaba habituado a la pobreza…, no perdió la euforia del primer día, al contrario,.. siguió cantando por las calles aquello de que el pueblo unido jamás será vencido, aunque cada vez sonaba más desafinado, porque la división y el odio cundían inexorablemente”.
Después de leer estos párrafos, cerré el libro y pensé en nuestra Venezuela actual. Isabel pone nombres ficticios a los protagonistas de su novela, pero es obvia la identificación en estos párrafos con situaciones reales vividas por ella en los últimos meses del gobierno de su tío, el presidente Allende, socialista marxista.
Algunas situaciones narradas las comprobé personalmente. Como presidente de la Asociación Interamericana de Presupuesto Público, asistí a reuniones en Santiago de Chile en julio de 1973. Conversé con funcionarios, antiguos conocidos míos. Carlos Matus, presidente del Banco Central, Gonzalo Martner, ministro de Planificación y Darío Pavez coordinador de las empresas básicas. Al manifestarles mi preocupación, decían no tener temor alguno ya que el proceso revolucionario era irreversible pues contaba con el apoyo del pueblo. Bien sabemos lo que pasó dos meses después, con un alto mando militar de extrema derecha, que por un tiempo ocultó su oposición a las políticas del gobierno.
No pretendo asemejar la situación chilena transcrita con la venezolana actual, ya que hay muchos elementos que nos diferencian, uno de ellos el feroz bloqueo internacional, comercial y financiero, que nosotros no tenemos. Pero la experiencia nos muestra la obligación del gobierno de atender oportunamente los reclamos de toda la población sin distinciones políticas, económicas ni sociales, pues la escasez y desabastecimiento de alimentos y de otros productos esenciales así como la inoperancia de servicios públicos básicos, afectan a todos los ciudadanos.
josevicenterodriguez.aznar@gmail.com

 

Publicado originalmente en el Universal de Venezuela

 

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7 Complejos del mal director

Dr. César Toruño Arguedas

  1. Complejo de Dictadorzuelo. Existen no pocos funcionarios que al tener un poquito de poder se creen el Gran Dictador Costarricense, literalmente se enferman de poder: Poder abrir o cerrar el centro educativo, Poder asignar horarios, Poder regañar, Poder dar permisos, etc. Con este poder, ridículo ante cualquier ojo crítico, el seudo director(a) asume poses de dictadorzuelo, imponiendo una forma de saludarlo, imponiendo tareas ajenas las funciones de docentes, imponiendo sanciones desproporcionales e ilegales.

El complejo de dictadorzuelo provoca terribles males en el centro educativo, desde un aislamiento del centro educativo con los otros de su Dirección Regional hasta un ambiente de guerra de guerrillas entre docentes y estudiantes contra el régimen dictatorial. Para docentes y estudiantes el ambiente educativo se vuelve insoportable, el terror aplasta toda iniciativa de mejora y se crea un ambiente de prisión.

  1. Complejo del Billete de 50 mil. Estos funcionarios quieren ser como un billete de 50 mil colones es decir, caerle bien a todo el mundo. Se cree el amigo de docentes y estudiantes, obvia sus deberes y responsabilidades, evita la confrontación y poner límites y, lamentablemente, entrega el poder del centro educativo a sub director, comité de evaluación o sus amigotes(as). Este seudo director construye una anarquía educativa que hace colapsar al centro educativo.
  2. Complejo de Rey Sol. Este complejo es una profundización del mal de dictadorzuelo y es, tal vez, el más repudiable de los complejos. El seudo director asume la premisa “el cole (o la escuela) soy yo” y maneja el centro educativo como si fuese su finca privada. Literalmente, hace lo que le da la gana, persigue a los que le caen mal, da premios (como permisos o más lecciones) a sus amigos y usa a los estudiantes según su conveniencia. Incluso, este seudo director se jacta de desobedecer las órdenes del MEP y las direcciones regionales pues “soy yo quien decide”. El centro educativo y el proyecto educativo quedan aplastados a la sombra del director, el cual muchas veces es un mediocre con problemas de auto estima que termina llevando a la ruina a toda la institución.
  3. Complejo de Avestruz. En este caso, el director es un timorato, miedoso y fracasado que teme al conflicto. El seudo director avestruz quiere el poder, disfruta el poder pero teme asumir las responsabilidades del poder. Cada vez que un delegado del MEP, padres-madres, docentes o estudiantes denuncian un problema, él se esconde, manda a un delegado o culpa a alguien de eso. Este seudo director condena al centro educativo a una “ley de la selva” donde el más fuerte se impone sobre los otros.
  4. Complejo El Señor de los Anillos. Y no, este complejo no tiene que ver con la película sino con la peculiar forma de trabajar de este seudo director, organiza círculos (buenos, malos, regulares, leales, traidores, etc) y trabaja con ellos, construyendo un juego de argollas integrado por un grupo de lame botas sin dignidad (o cómplices de sus deseos) que obtienen prebendas, desde más lecciones hasta permisos inexplicables o un poder de acción libre dentro del centro educativo. El centro educativo con estos seudo directores quedan fragmentado en al menos tres grupos que se disputan una guerra de guerrillas cruel y extendida a todos los escenarios.
  5. Complejo del Patrón del Mal. Lamentablemente estos seudo directores se han extendido en los últimos años, se caracterizan por querer obtener beneficios económicos del centro educativo, cobrando peajes a la venta de libros, manejando extrañamente las cuentas de matrícula y la Junta y hasta traficar con notas. Este seudo director forja una red criminal en el centro educativo y la dirección regional, logra evitar cualquier sanción del MEP y, si se encuentra contra la pared de una investigación, simplemente es trasladado. Este seudo director destruye el centro educativo hundiéndolo en una cotidianidad sin sentido.
  6. Complejo de Tiempo. El tiempo cambia cada 24 horas, así es este seudo director. Su carácter cambia cada ciertas horas (feliz, triste, enojado, triste, etc), los proyectos y prioridades cambian cada día, sus círculos cercanos cambian y hasta los perseguidos cambian. Con este seudo director no hay certezas y el centro educativo se asemeja a un barco de papel que se mueve con las olas en espera de ser hundido por la inercia de sus debilidades.

Este sortilegio describe 7 Complejos, pero hay más. Y también, debemos decirlo, hay cientos de directores(as) que hacen grandes cosas por el Sistema Educativo y a los cuales no cabe ninguno de estos complejos.

Facebook César Toruño

Twitter cctoruno

Fuente: https://cesartoruno.com/2016/05/13/7-complejos-del-mal-director/

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Francia: «NUIT DEBOUT» La discordancia

LÉON CRÉMIEUX

«La ruptura entre los de abajo y los de arriba; las discordancias de abajo…»

Desde hace algunas semanas, el país ha entrado en discordancia.

Los medios continúan viviendo al ritmo del hablar entrecortado de los dirigentes de los partidos institucionales. Pero en estos momentos este tartamudeo se reduce a un murmullo, porque su voz es menos audible que nunca. Esto es cierto evidentemente en lo que se refiere a la pareja Hollande-Valls, que no llega ya a hacer oír su discurso de miedo y de amenazas para paralizar cualquier acción popular con el objetivo de ejecutar mejor las órdenes del Medef [patronal francesa]. Incluso la prolongación del estado de excepción hasta finales de julio aparece como una última tentativa de mantener con respiración artificial el discurso belicista y seguritario, última muleta de un gobierno a la deriva. Este tartamudeo inaudible concierne también a los demás dirigentes socialistas y a los de la derecha.

Esta pérdida de voz hacia el mundo exterior va acompañada de una cacofonía interna, tanto en el seno del Partido Socialista (PS) como entre los republicanos. Ruido de máquinas electorales que dan vueltas en el vacío en una esfera politiquera que ha perdido toda credibilidad para la gran mayoría de la población.

Todos estos responsables políticos retienen su aliento y su discurso, intentando hacer el menor ruido posible, esperando escapar lo más rápidamente posible a la pesadilla que temen ver desarrollarse delante de sus ojos. Su esperanza es evidentemente que la vida «política» normal, privilegio de un pequeño grupo de profesionales, retome su funcionamiento y plazos normales, a base de falsas primarias y dirigida exclusivamente hacia la renovación del Presidente de la República en 2017. Este silencio ensordecedor, este temor, no excluye a Marine Le Pen, vedette anunciada para esas elecciones, cuya popularidad mediática esta en impasse desde comienzos de marzo.

La cuestión es que en estos momentos, salvo ellos y algunos mensajes de los medios, todo el mundo pasa de las presidenciales de 2017.

Desde hace algunas semanas, la política ha cambiado de escenario. Ya no es el obligado perpetuo discurso de intoxicación liberal, ejecutado por los mismos políticos y los mismos expertos, en las mismas cadenas de radio y de televisión, repitiendo incansables la letanía del capitalismo.

La política se hace oír en otra parte: en las plazas, en los institutos, las facultades, las manifestaciones, las ocupaciones, las huelgas.

Con toda evidencia, los últimos meses han acabado de distender los lazos entre los gobernantes socialistas y todo lo que existe de resistencia social y sindical al capitalismo. La ley Khomri se ha convertido en un asunto político. El Medef no se ha equivocado. Desde hace 6 años, todos sus golpes bajos han sido puestos en práctica por los sucesivos gobiernos. El fracaso en la Ley del Trabajo sería un signo que impulsaría invertir las correlación de fuerza.

Pero este fenómeno supera la simple toma de distancia de los militantes del movimiento social respecto al PS. Si el debate sobre las primarias de la izquierda resulta ridículo, es también porque parece venir de otro siglo. Nadie espera ya nada de las próximas elecciones y de la monarquía presidencial, no solo porque no hay nada que esperar de los candidatos que se postulan para la segunda vuelta, sino también porque el anacronismo de uno de los sistemas políticos más reaccionarios de Europa se revela repentinamente de forma mucho más cruda.

De las manifestaciones y de las plazas de Nuit Debout suben otras voces que en primer lugar expresan todos los combates sociales y trazan las pasarelas entre ellos, hacen salir desde abajo todas las exigencias existentes contra los múltiples estragos de la sociedad capitalista, del liberalismo reaccionario. Todo lo que los medios y los portavoces del sistema intentan aplastar cada día y negar cada noche en los medios, es expresado de forma sencilla pero con fuerza por miles de voces de hombres y de mujeres, militantes de lo cotidiano, voces multiplicadas en las redes sociales. Lo que molesta a mucha gente es que estos y estas militantes no buscan un salvador, un candidato milagroso.

Más allá de estas exigencias sociales, de opciones de sociedad, ellos y ellas quieren plantear la cuestión fundamental de un funcionamiento diferente de la sociedad para quitar el poder a los bancos y a los grupos capitalistas. Plantean la cuestión del ejercicio real de un poder político y no la de la mejor forma de elegir un salvador supremo que a fin de cuentas haga la política impuesta por los poderosos. Los ejemplos reveladores de todos los gobiernos de «izquierda» en Europa, e incluso de la experiencia de Syriza, han pasado por ahí.

Estas voces no cubren aún la letanía mediática de los políticos, las plazas no reúnen centenares de miles de personas, los estudiantes de secundaria y los de la universidad no bloquean aún la mayoría de los centros, la huelga indefinida no se ha impuesto todavía… salvo en Mayotte. Pero ¿cómo no ver que todas las voces que suben tiene que ver con el malestar popular que siguió al encarnizamiento contra los asalariados de Air France y de Good Year, la revelación de la duplicación de salario hasta los 5 millones de Carlos Tavares patrón de PSA -el grupo que ha liquidado 15 000 empleos en 3 años-, los repetidos escándalos de los Papeles de Panamá, la desviación de fondos sociales realizada cada día por los grandes grupos capitalistas, en eco también con las exacciones racistas y liberticidas que han seguido a los atentados de enero y de noviembre de 2015?

Evidentemente, todo el mundo siente con claridad que esos ecos no constituyen una voz común. Existen aún otras discordancias. En el movimiento Nuit Debout apenas participan los jóvenes de los barrios populares, las y los que han sufrido más duramente las exacciones policiales, los controles por su aspecto racial y el ascenso seguritario de la islamofobia. Quienes sufren en primer lugar la precariedad y el paro entre la juventud, que la ley El Khomri va a agravar más aún. En su inmensa mayoría, las Nuit Debout son blancas…

En numerosas empresas del sector público y privado, la adhesión al objetivo de una huelga indefinida, de un enfrentamiento con el gobierno no es mayoritaria. La necesaria extensión de estas voces depende en parte de unos dirigentes sindicales que hacen lo mínimo para convertirse en sus altavoces, para estimular un enfrentamiento directo contra el gobierno, por temor a que el movimiento contra la ley El Khomri desemboque en el fracaso total de un gobierno de izquierdas.

Los dirigentes del PC y el propio J.L. Mélenchon siguen estando en gran medida «dentro» de la situación actual, los primeros preocupados por lass primarias de izquierda, el segundo por su marcha hacia 2017. J.L.Mélenchon se autoproclama dirigente y candidato presidencial «natural» y disfruta viendo que en los sondeos alcanza a Hollande. Incluso llega a fijar él mismo la fecha del 5 de junio como cita entre el pueblo…¡y su persona!, ¡cuando resulta que miles de hombres y de mujeres quieren precisamente acabar con un régimen presidencial autocrático y fijar sus propios plazos!

Las asociaciones, los militantes del movimiento social, de la izquierda radical dudan hoy, frente a las concentraciones de Nuit Debout que parecen a menudo no dejar suficiente espacio para sus combates, sus discursos por un debate político real y organizado sobre las salidas del movimiento. Paradoja, pues este ágora es claramente un ágora política, no un lugar ecuménico, «ciudadano», suma de palabras individuales sin vector ni diferenciación de clase. No todo el mundo es bienvenido en este marco que es el resultado de todo lo que la sociedad capitalista impone de explotación y de opresión. Pero la dificultad para que estas plazas, este movimiento, tomen una dinámica política es bien real. Y esto se hará forzosamente dando un lugar organizado a todos y todas las que desde hace años llevan a cabo el combate cotidiano contra el capitalismo en su sindicato, su asociación, su partido. Es también esta unión la que debe hacerse sin que nadie imponga su discurso y aprendiendo de las nuevas exigencias democráticas aparecidas en las plazas.

De la misma manera el papel del NPA no es ni tratar a Nuit Debout y al movimiento actual como un paréntesis que se cerrará más tarde para abrir LA campaña política de 2017, ni cultivar la ilusión de que este movimiento arrastraría todo a su paso, automáticamente, limpiando los establos de Augias del sistema político y de sus efluvios.

Este movimiento es la ilustración concreta de aquello por lo que luchamos: hoy se expresan en las plazas y en las calles todas las exigencias que reivindicamos desde hace años. Constituye una ocasión única, como no hemos tenido desde hace mucho, no solo para bloquear el ataque patronal y gubernamental, sino también para volver a plantear la pregunta, y quizá de encontrar un comienzo de respuesta, a la ausencia de representación política de las y los explotados y oprimidos. Muchos de quienes están en las calles y las plazas expresan una voluntad política de nuevas herramientas, de cambio en las reglas y de dotarse de medios que permitan establecer un vínculo entre todos los combates y de luchar de forma concreta para derrocar el sistema capitalista. El NPA debe trabajar en este sentido y plantear las exigencias que ponen directamente en cuestión el sistema, en particular el poder de los bancos, el poder de la patronal de tener derecho absoluto sobre el empleo asalariado y los cierres de empresas, la sumisión a las reglas de la Unión Europea. Denunciar la realidad del Estado, pretendidamente por encima de las clases, pero instrumento cotidiano al servicio de los explotadores. Poner también las exigencias democráticas de echar abajo el régimen presidencial, imponer un sistema proporcional integral en todas las elecciones.

También somos receptores y actores la búsqueda de una convergencia política realizada al calor del movimiento; convergencia que reagruparía a decenas de miles de hombres y de mujeres que combaten en el día a día al sistema. Esto no se hará ni en un día ni en una Noche, pero este movimiento también debe hacer germinar esta perspectiva.

Estamos en una situación bisagra de este movimiento. La discordancia, la ruptura entre los de arriba y los de abajo no tiene aún la dinámica suficiente para pasar a la etapa siguiente. Las discordancias de abajo entre las Plazas, los jóvenes y los trabajadores de los barrios populares, las discordancias múltiples entre los asalariados no están aún vencidas.

En los días que vienen, dos vectores pueden unificar por abajo: la fuerza del movimiento de secundaria que es el lugar privilegiado de la unión más allá de todas las periférias; la convergencia de los ferroviarios o de otros sectores importantes en la prolongación de la huelga puede dar confianza a muchas otras empresas para entrar en la batalla. El 26 y los días siguientes van a ser decisivos para la juventud y la gente asalariada.

Ahora bien, paralelamente hay que trabajar para dar todo su aliento político al movimiento. Mantener como objetivo concreto la retirada de la ley El Khomri no quiere decir ignorar todas las dimensiones del movimiento, todas las que debe adquirir.

Es preciso mediante llamamientos, mediante encuentros, hacer que se exprese un programa político que apoyándose sobre la fuerza de la huelga, de las plazas y de las manifestaciones haga converger a todos los actores del movimiento social y sindical y todas las exigencias, que trace las pasarelas concretas entre Nuit Debout, los barrios populares y las empresas en huelga, que haga que se expresen las exigencias comunes.

25/04/2016

http://www.europe-solidaire.org/spip.php?article37793

Anexo:

Comunicado colectivo:

Nuit debout y sindicatos ¡Darles miedo!

Los y las abajo firmantes, participantes en “Nuit Debout” y/o miembros de sindicatos, deseamos un acercamiento entre estas dos ramas del movimiento “contra la ley El Khomri y su mundo”.

Para esto, deseamos que todas las manifestaciones, las del 28 de abril, del 1 de mayo y las siguientes den lugar a momentos de confraternización en la plaza de la République, bajo formas diversas y a imaginar debates comunes, mítines conjuntos etc.

Deseamos que la plaza de la République se convierta en el lugar de llegada de las próximas manifestaciones, a fin de que los trabajadores y las trabajadoras se mezclen con la juventud, de que las reivindicaciones comporten una parte de utopía.

Deseamos que las estructuras sindicales de la CGT, de Solidaires, de Force Ouvrière, de la FSU, de la CNT y de todos los demás sindicatos así como los y las sindicalistas opuestos a la ley El Khomri, participen en estos momentos de confraternización, desde la base, las secciones de empresa, las uniones locales, hasta la cúspide, las federaciones y confederaciones.

Deseamos que nos demos cita desde el 28 de abril, tras la manifestación, en la plaza de la Republique, para discutir sobre todo esto de forma libre, humana, hacer balance de nuestros acuerdos y desacuerdos, nuestras diferencias, así como de nuestras luchas y nuestras esperanzas comunes.

Solo esta conjunción es capaz, hoy, de dar miedo a la oligarquía y de hacer retroceder al poder.

[Texto aprobado por la Assemblée Populaire Parisienne de los días 22 y 23 de abril de 2016 ; l’Assemblée de la NuitDebout Sainte-Foy-La-Grande ; la Commission Convergence des Luttes ; la Commission Restauration ; la Commission Action ; la Commission Grève Générale ; l’Assemblée de la NuitDebout Caen ; l’Assemblée de la NuitDebout Chambéry ; la Commission accueil et sérénité ; la Commission Drogue et Liberté ; la Commission Vote Blanc ; y otras en curso…]

Traducción: Faustino Eguberri para VIENTO SUR

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Abrir la educación y expandir el aprendizaje

CARLOS  MAGRO

abril 30, 2016

El conocimiento es ubicuo (Stilgoe, Irin y Jones). Ya no podemos seguir pensando en él como algo que solo unos pocos expertos producen en unos lugares determinados (la academia, los laboratorios…) para luego ser transmitido y consumido por públicos legos en otros momentos y en espacios concretos (la escuela, el museo, la sala de conferencias…).

El conocimiento es abundante. Se ha convertido en la última y más atractiva de las commodities.

Alumnos del Instituto Escuela en clase, hacia 1933. PARA ARCHIVO.- Archivo General de la Administración, Alcalá de Henares, Madrid.

Alumnos del Instituto Escuela en clase, hacia 1933. PARA ARCHIVO.- Archivo General de la Administración, Alcalá de Henares, Madrid.
Alumnos del Instituto Escuela en clase, hacia 1933. Archivo General de la Administración, Alcalá de Henares, Madrid.

El conocimiento ha desbordado las paredes de las aulas, los laboratorios y las academias. Ha traspasado las rígidas estructuras de los departamentos, los equipos de investigación y las disciplinas.

El aprendizaje también es ubicuo. Siempre lo ha sido. “Aprender no ha sido nunca algo que sólo suceda dentro de espacios acotados e institucionalizados para ese fin. La vida es un continuo de experiencias que significan oportunidades para aprender”, dice Juan Freire.

El aprendizaje siempre ha sido relevante y significativo. Hubo un tiempo en el que “la educación no competía en tiempo ni con el trabajo ni con el ocio. Casi toda la educación era compleja, vitalicia y no planificada”. (Ivan illich. La sociedad desescolarizada. 1978).

A principios del pasado siglo XX John Dewey reclamaba la necesidad de que el aprendizaje en la escuela estuviese vinculado a la vida. “Aprender, sí, pero antes que todo vivir. Aprender a través y en relación con la vida”.

Institución Libre de Enseñanza. enero de 1933. Fotografía de Vicente Sos. Cortesía de Alejandro Sos Paradinas

Institución Libre de Enseñanza. enero de 1933. Fotografía de Vicente Sos. Cortesía de Alejandro Sos Paradinas

Uno de los grandes retos de la educación siempre ha sido la incorporación del contexto en la escuela. La necesidad de vincular la educación a la vida, de poner al alumno en el centro, de aprender haciendo y reflexionando sobre lo que se hace, de experimentar, de abrir la escuela y salir al barrio, al museo, al campo, de expandir, en definitiva, la educación es una constante entre todos los movimientos reformistas de principios de siglo XX.

“El mundo entero debe ser, desde el primer instante, objeto de atención y materia de aprendizaje para el niño”, decía el pedagogo español de la Institución Libre de Enseñanza Manuel Bartolomé Cossío. Son muchos los pedagogos que han reclamado desde siempre un mayor conexión entre la escuela y la vida, entre la escuela y lo que sucedía fuera de la misma. Son muchos los que han defendido la idea de una escuela en la que aprendamos no solo a vivir sino también aprendamos como se vive.

Domingo 4 de enero de 1970. Paul Townsend. CC 2.0 by-sa
Domingo 4 de enero de 1970. Paul Townsend. CC 2.0 by-sa

En las décadas de los 60 y los 70 se produjo un fuerte movimiento de cambio educativo. En ese momento acuñamos, entre otros, el término sociedad del aprendizaje (Robert Hutchins, 1968) para referirnos a un nuevo tipo de sociedad en la que la adquisición del conocimiento ya no estaría confinada al interior de las instituciones educativas (el aprendizaje no está limitado a un espacio concreto), ni limitada en el tiempo (el aprendizaje no es algo que suceda una sola vez y en un momento concreto de la vida). Una sociedad en la que el aprendizaje debería ocurrir en cualquier lugar, en cualquier momento.

“Hoy en nuestras ciudades, la mayor parte de la enseñanza tiene lugar fuera de la escuela. La cantidad de información comunicada por la prensa, las revistas, las películas, la televisión y la radio, exceden en gran medida a la cantidad de información comunicada por la instrucción y los textos en la escuela. Este desafío ha destruido el monopolio de libro como ayuda a la enseñanza y ha derribado los propios muros de las aulas de modo tan repentino que estamos confundidos, desconcertados”, escribió, por su parte, Marshall Mcluhan en 1960.

Marshall McLuhan. El aula sin muros
Marshall McLuhan. El aula sin muros

En este contexto de reforma la obra de Philips Coombs (The world educational crisis. 1968) marcó un hito importante al establecer entre otras cosas el concepto de educación no formal en un intento de dar una respuesta extraescolar a una gran variedad de demandas educativas existentes. Su propuesta surgió en el marco de una conferencia de UNESCO (Nueva York. 1967) en torno a la crisis mundial de la educación que por entonces se percibía.

Fueron años, por cierto, con numerosas iniciativas y proyectos para incorporar la tecnología a la Educación.

En los últimos 15 años hemos visto como irrumpía en todos los ámbitos de nuestra vida lo digital cambiando nuestras formas de relacionarnos, trabajar, aprender. No son pocos los que encuentran un paralelismo entre las décadas de los 60 y 70 y el momento actual.

Hoy cobran de nuevo actualidad autores como Dewey, Freire, Illich, Holton, Piaget que reclamaban en su tiempo profundos cambios en la educación para adaptarse a las demandas de la sociedad. Es también hoy un momento de revisita de colectivos como los situacionistas o o los filósofos críticos con el orden establecido como Foucault y Bourdieu.

El término de expandida proviene precisamente de un libro publicado en 1970, Expanded Cinema, en el que se planteaba que el cine desbordaría los límites de las pantallas usando las nuevas tecnologías disponibles entonces, principalmente el vídeo.

En el prólogo de ese libro, R. Buckminster Fuller, decía, los jóvenes del mañana emplearán las cintas de vídeo para introducir en el aula los testimonios y los documentos de los más relevantes pensadores de la humanidad.

Hablamos de educación expandida desde que el colectivo ZEMOS98 recuperara la idea de lo expandido y tuviera la feliz intuición de dedicar su undécimo festival a la educación expandida en 2009.

Baltimore City Fair. 1970. CC 2.0 by-nc-sa
Baltimore City Fair. 1970. CC 2.0 by-nc-sa

Sobre educación expandida tuve la suerte de hablar el jueves pasado con Tíscar Lara, directora de Comunicación en la Escuela de Organización Industrial (EOI), en una nueva edición de los #direcTIC, el webinar mensual de educaconTiC y el Instituto Nacional de Tecnologías Educativas y Formación del Profesorado (INTEF) del Ministerio de Educación y Cultura español.

¿Qué significa educación expandida? ¿Qué es la educación expandida? ¿Cuál es la relación de la educación expandida con la educación formal, no formal e informal? ¿Tiene límites la educación expandida? ¿Hay lugares para la educación expandida? ¿Hay lugar en la educación formal para la educación expandida?

Educación expandida, educación mediática, edupunk, aprendizaje invisible, p2pedagogy son todos términos que apelan a “prácticas, ideas o metodologías educativas que se encuentran fuera de lugar”.

Para Rubén Díaz, miembro del colectivo Zemos98, la educación expandida sería “una modalidad educativa que combina elementos propios de la educación formal, la enseñanza informal y el uso de las las nuevas tecnologías” (wikipedia).

La educación expandida supone para Marina Garcés, “la disolución de fronteras institucionales y disciplinares; el acceso universal a la información y a los recursos culturales y, finalmente, la organización del trabajo colectivo en red”. Educación expandida sería entonces educación abierta y colaborativa.

Para el propio colectivo Zemms98 no sería “más que un término evocador y sugerente” (recomiendo seguir el MOOC de educación expandida de INTEF).

Sugerente es, desde luego, la definición que hizo la propia Tíscar Lara junto con Antonio Lafuente de Educación expandida como “el pulmón de la educación pública, pero también la atmósfera que hace respirable la clase. La educación expandida entonces es expectorante y está conformada por todas esas actividades que tratan de aprovechar los recursos del entorno para hacer la educación más divertida, más artesanal, más abierta, más informal y más participativa”.

“Es muy posible que no sepamos muy bien qué es educar, o qué puede llegar a ser. Pero sí sabemos a lo que no puede renunciar la educación: a encender el deseo de pensar (saber, crear, conocer…), a abrir las puertas de este deseo a cualquiera y a asumir las consecuencias de este deseo compartido desde la igualdad” (Marina Garcés). Es muy probable que no sepamos bien qué significa educación expandida pero sí está clara su capacidad de inspiración y de movilización.

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Después de hablar con Tíscar, me atrevería a decir que educación expandida es lo que hacen miles de maestros y profesores a diario en sus aulas cuando apuestan por una educación relevante, integradora, realista; utilizando o no la tecnología, convirtiendo a sus alumnos en protagonista de su propio aprendizaje, a través de metodologías que conectan personas y contextos: como el aprendizaje basado en proyectos (ABP) o el aprendizaje servicio.

Educación expandida sería abrir la educación y expandir el aprendizaje.

Educación expandida es, como dicen en Zemos98, un término que nos permite repensar la educación, cuestionar los paradigmas educativos y seguir “soñando” en su capacidad de transformar la sociedad.

Os dejo el estupendo Storify que han hecho mis amigos de Conecta13 e INTEF del hangout y con el vídeo del mismo para que escuchéis a Tíscar.

 

Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional.

Fuente del artículo: https://carlosmagro.wordpress.com/2016/04/30/abrir-la-educacion-y-expandir-el-aprendizaje/

Fuente de la imagen: http://api.ning.com/files/qQ7JLtcA1UhAaW*apXIAv0pdZO0YJS*LFe0Qwu8ZZwqmFFBqTkadnJVg5krqi*Z-cygYXQbLtPSvRdE9sxdAHq0hNMmqvpcD/Horizont_2010.gif

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