Parecían cosas del pasado, pero siguen presentes. En pleno 2022, términos como coacción y compra de votos, comicios de Estado, ratón loco, carrusel, mapaches electorales, urnas embarazadas, uso de programas gubernamentales para inducir el voto y quema de casillas se siguen usando para describir las contiendas electorales.
Las acusaciones provienen, sin distinción, de partidos y candidatos. Cuestionan que en su totalidad o en algunas entidades, los comicios del domingo en seis estados hayan sido libres y justos. Van acompañadas de llamados a defender el voto, las urnas y las actas. También anuncian que acudirán a los tribunales.
Morena ha hecho una elección de Estado en todo el país. Las votaciones de este día se resolverán en tribunales, avisó Alejandro Moreno, dirigente del PRI y el gran derrotado de la jornada.
Desde el otro lado de la valla, Mario Delgado, líder nacional de Morena, denunció: “En Durango, Aguascalientes y Tamaulipas el PRIAN hizo fuertes operativos de compra de votos… Actuaremos hasta las últimas consecuencias”. Señaló que grupos de choque de PRI y PAN buscaron inhibir la participación ciudadana en Durango, sin que autoridad electoral, estatal o federal les haya hecho frente”.
Los resultados preliminares indican que Morena y aliados triunfaron en cuatro estados (Oaxaca, Quintana Roo, Hidalgo y Tamaulipas) y la coalición PAN, PRI y PRD en dos (Aguscalientes y Durango). En mucho, la victoria fue resultado del enorme arrastre que conserva el presidente López Obrador.
En general, la participación fue muy baja. En Tamaulipas la votación no alcanzó 50 por ciento del padrón. En Durango lo hizo tan sólo 48 por ciento. En Aguascalientes sufragó únicamente 44.6 por ciento de la lista nominal. En Hidalgo el abstencionismo fue de poco más de 57 por ciento. En Quintana Roo llegó a 61.6 por ciento. Véase el caso de Oaxaca. En los comicios de 2010 la asistencia a las urnas fue de 85.91 por ciento. En los de 2016: 56.64 por ciento. En 2018: 67.22 por ciento. Sin embargo, en el pasado domingo votó solo 36.12 por ciento del padrón. Menos aún que en la consulta por la ratificación del mandato.
El resultado fue un fracaso para la variopinta coalición opositora. Y desastroso para el PRI. En 2020, cuando Alito llegó al frente del partido, tenía 12 gubernaturas. En 2021 se quedó con cuatro. En 2022 cuenta sólo con tres (estado de México, Coahuila y Durango, en alianza con Acción Nacional, que antes estaba al frente de esta entidad). En estos comicios perdió Hidalgo y Oaxaca. Para el PAN, la situación es también muy difícil. Cuenta con, tan sólo, cinco gubernaturas (fue derrotado en Tamaulipas y cedió Durango al tricolor), una de las cifras más bajas en su historia reciente.
En cambio Morena gobernará ahora 20 estados y (dos más con sus aliados, PES y PVEM), casi 60 por ciento de la población. Una fuerza territorial formidable, de cara a las elecciones presidenciales de 2024.
Otra historia es quiénes son los ganadores de Morena. Dos de sus nuevos gobernadores tienen tras de sí, una larga militancia en el PRI. Julio Menchaca Salazar, el futuro mandatario de Hidalgo, comenzó su carrera política en el tricolor, durante más de dos décadas y media. Renunció a ese partido en noviembre de 2015 y se vistió de guinda en 2017. Siempre ha sido parte de la clase política local. El médico Américo Villareal Anaya, entró a militar al otrora invencible en 1983, con 25 años de edad. Su padre gobernó la entidad con ese instituto político. En 2017, después de 34 años de participar en esa agrupación, salió de ella y se sumó a Morena.
El análisis de quiénes ocuparon el resto de los puestos de elección popular ganados por la coalición Juntos Hacemos Historia en esta contienda, muestra elementos similares al de estos dos nuevos mandatarios. En múltiples casos, quienes contendieron con el uniforme guinda son viejos dinosaurios que se han sumado en distintos momentos al arca de Noé obradorista, para sobrevivir al naufragio de su antiguo partido. Por supuesto, su nueva filiación no ha estado acompañada de autocrítica. Mucho menos, de la ruptura con los intereses que ha representado en su carrera política.
Esto significa que detrás del triunfo de Morena hay una rearticulación de parte de las viejas élites, ahora con las siglas del partido gobernante, en las que, en ocasiones (no siempre), se logran colar, de manera subordinada, antiguos dirigentes populares o líderes ciudadanos de nuevo cuño. Eso no implica que el partido sea un nuevo PRI, por más que buena parte de sus prácticas y muchos de sus dirigentes sean muy cercanos a la añeja cultura tricolor. Es, más bien, una especie de organización anfibia, que se mueve indistintamente entre los pantanos de lo peor de la vieja clase política y el agua limpia de liderazgos comprometidos con una verdadera transformación. El debate sobre la naturaleza y características de ese batracio está abierto.
Es indudable que el mapa del país se ha pintado de guinda. También, que los altos niveles de abstencionismo en elecciones, aparentemente muy competidas, son una llamada de atención de un malestar ciudadano que puede crecer y expresarse a través de otras vías, más allá de las estrictamente electorales.
“Mujer y medicina: una historia de usurpación y violencia” es una serie de artículos que iremos publicando en nuestra página web y que analizan la historia de la mujer, la salud y la medicina y cómo la sabiduría ancestral de las mujeres sobre la salud fue usurpada por medio del patriarcado.
Por qué hablamos de usurpación
Durante siglos, las mujeres se ocuparon de la curación. Tenían un amplio conocimiento empírico de las plantas y de sus capacidades medicinales; su concepción holística de la vida les permitía tener una aproximación al cuerpo humano y a su funcionamiento como una totalidad (no se cura un órgano para enfermar a otro), y una relación de respeto y conocimiento con la naturaleza, de la que extraían los productos para la elaboración de remedios naturales. Eran mujeres de las clases populares de la sociedad que atendían las necesidades de la gente y, de manera especial, de las demás mujeres: conocían remedios para la fertilidad, eran parteras y también sabían y podían detener un embarazo no deseado. Sin necesidad de una formación teórica, sin necesidad de reconocimientos oficiales, su experiencia, su relación con el mundo natural que las rodeaba y su contacto con la naturaleza, les permitieron adquirir los conocimientos prácticos que las convirtieron en sanadoras, conocimientos que después compartían y transmitían a otras mujeres. Eran compañeras y cómplices de la naturaleza y de las demás mujeres; su conocimiento empírico estaba al servicio de la comunidad, y sobre todo de las clases populares. Abrazaban a la gente con su sabiduría médica y humana, generando sociabilidad.
“A mi bisabuela, la abuela de mi madre, la llamábamos la yaya velleta (la abuelita viejita). Vivía en una casa que ya no existe, en una calle que ya no existe. Recuerdo que tenía un gran saco de arpillera en el que guardaba pequeñas bolsas llenas de plantas, con las que elaboraba remedios, que después las vecinas venían a buscar. Yo creo que ella recolectaba esas plantas en el campo, en aquella Lleida rural de los años sesenta. Su casa era pobre, su barrio estaba habitado por personas sencillas”. L. T.
Siglos antes esas prácticas se habían visto como algo peligroso, algo que había que “demonizar”, castigar, y usurpar. La terrible persecución, el genocidio que supuso la llamada “caza de brujas”, (de la que hablaremos en el segundo artículo Brujas y médicos), no solo destruyó físicamente a miles de mujeres, destruyó también un saber, una forma de vida, una concepción de la relación entre cuerpo, mente y salud, todo ello en perjuicio de las mujeres y de las clases populares, y en beneficio del hombre y de las clases dominantes.
La atención a la salud pasó de las mujeres (mayoritarias en este ámbito, aunque también había curanderos) a los hombres blancos europeos, formados en las academias, que se podían permitir los gastos de esta formación. El acceso a la sanación paso a tener un coste inasumible para muchas la mayoría de la sociedad (el acceso a estas academias estaba prohibido a las mujeres), la enfermedad y su curación se mercantilizaron. Se perdió, además, el control sobre la propia salud; pasamos a consumir fármacos de los que desconocemos su composición y efectos sobre nuestras peculiaridades físicas, de precios elevados y que en no pocas ocasiones se han demostrado ineficaces, cuando no francamente peligrosos (como en el caso de la talidomida, fármaco recetado para aliviar las nauseas de los primeros meses de embarazo, que ocasionaron en los fetos gravísimas malformaciones genéticas).
“Durante los primeros meses de embarazo, las nauseas eran terribles, vomitaba continuamente, hasta el olor del pan recién hecho me hacía vomitar. La ginecóloga me recetó un medicamento para reducir las nauseas, pero después de leer el prospecto, desistí de tomarlas; recordaba a algunas personas afectadas por la talidomida que había visto, y pensaba en mi absoluta falta de conocimiento y control sobre las consecuencias que algún medicamento, aunque fuera recetado por una doctora, podía tener sobre mi pequeña. Seguí aguantando estoicamente las nauseas; una señora mayor, medium, a la que solía visitar, y que me había manifestado al comienzo del embarazo que la hija que esperaba me ayudaría mucho en la vida, me recomendó que, para aliviar las nauseas, me tomara una copita de cava. Tampoco me atreví. Ahora sé que existen diferentes plantas medicinales que alivian algo tan habitual como son las nauseas en el embarazo. Mi hija nació a comienzos de 1994.” F.A.
Ya en el siglo XIII, y a pesar de la oposición de la iglesia, para la que el mundo es un valle de lágrimas -sobre todo para los más desfavorecidos- y minimizaban el sufrimiento, la enfermedad y la muerte, se empiezan a crear las escuelas de medicina; la posterior caza de las sanadoras, acusadas de brujería, fue alejando a las mujeres de la sanación que habían practicado tradicionalmente. Su saber quedo reducido al ámbito de la superstición y el médico quedó como único poseedor legal de la capacidad de curar.
Por qué hablamos de violencia
Hablamos de violencia porque la medicina, una vez despojadas las mujeres de su posibilidad de sanar, también les usurpó su acceso a la sanación.
Los estudios médicos se centraron en los síntomas y patologías de los varones de determinadas características, y obviaron la sintomatología de las mujeres. El sesgo de género en la medicina hace referencia a la falta de investigación y diagnóstico diferenciado entre hombres y mujeres, como denuncia la Dra. Carmen Valls; desde la descripción de los síntomas del infarto, referido sólo a los síntomas que se dan en el hombre y que son diferentes a los que se dan en la mujer, hasta muy recientemente los ensayos clínicos de las vacunas contra la COVID-19, con menor representación femenina en sus ensayos. Debemos tener en cuenta que el sexismo no se produce sólo en el campo de la medicina: la arquitectura y el urbanismo, disciplinas ejercidas sobre todo por hombres durante mucho tiempo, conciben y diseñan una ciudad pensada para un usuario masculino, de edad media, buen nivel económico y poseedor de coche. No sólo las mujeres, sino también personas de edad, vulnerables, con movilidad reducida y medios económicos escasos, quedan fuera de los diseños teóricos de la ciudad (bancos en los parques sin respaldo, demasiado altos, separados entre sí, auténticas barreras para la socialización o el descanso). En “Urbanismo feminista”, el colectivo catalán Punt 6 tiene como punto de partida esta premisa: “El modelo urbano responde principalmente a las experiencias y necesidades de un sujeto masculino y a la explotación económica”. El sexismo científico que determina cada rincón de la vida humana, conlleva dificultades especialmente para las mujeres que se repercuta en su salud física y mental también.
Cuántas mujeres han muerto de infarto porque sus síntomas no se corresponden con los que experimenta el hombre (el conocido dolor en el brazo izquierdo no se da tanto en las mujeres, que perciben el inminente infarto de una manera más vaga, de malestar general, que se puede relacionar con la supuesta tendencia de la mujer a sufrir depresiones y malestares de origen emocional).
Como afirma la doctora Carmen Valls, que contempla su actividad terapéutica con perspectiva de género, hay una tendencia a medicalizar con psicofármacos a mujeres que acuden a la atención primaria con síntomas que se suelen atribuir a causas psicológicas. En el año 1963 Betty Friedan escribió “La mística de la feminidad”. En su libro, la autora expuso el problema de la ansiedad que, de forma “incomprensible”, manifestaban muchas mujeres de clase media en los Estados Unidos. Mujeres perfectas en las cocinas bien equipadas de sus confortables casas, que preparaban los desayunos, llevaban a los niños al colegio en coche, compraban y cocinaban, utilizaban los nuevos electrodomésticos, arreglaban el jardín, y en ocasiones bebían demasiado alcohol y hablaban con sus amigas de “el problema que no tiene nombre”, mientras sus maridos pasaban el día en la oficina. Alcoholismo y depresión fue el precio que muchas mujeres pagaron por su cómoda vida de perfectas mujeres casadas. “El ángel del hogar” de la España del siglo XIX.
“Me desperté una noche con la sensación de que había ocurrido algo terrible. Mi compañero dormía a mi lado. Fui a la habitación de mi bebé de cuatro meses; dormía plácidamente. Esa fue la primera noche de los cinco años que padecí crisis de ansiedad; el doctor me definió los síntomas como de “muerte inminente”, y realmente es eso lo que sentía. Fui al psiquiatra y me recetó antidepresivos. “Los tendrás que tomar siempre, si quieres llevar una vida normal”: ese fue el terrible diagnóstico. Al poco tiempo dejé de tomarlos porque con ellos, no era yo. Me impuse una gran disciplina, y poco a poco las crisis se fueron espaciando y acabaron por desaparecer. Yo nunca había tenido depresiones. Cuando mi hija nació, me sentí enormemente feliz y “realizada”. Mi compañero trabajaba por la mañana y estudiaba por la tarde; cuando mi hija se despertaba de madrugada, me levantaba a darle de mamar intentando no despertarle, porque estaba siempre cansado. Estábamos justos de dinero y vivíamos en un tercer piso, en una casa sin ascensor. Yo había tenido a mi hija con 39 años. Años después entendí que yo había sufrido una crisis de agotamiento. Le pregunté a mi compañero: “cuando empecé con las crisis, ¿qué hicieron los médicos?: recetarte ansiolíticos, me contestó. Y tú ¿qué hiciste?, añadí: te llevaba a urgencias cuando te venía la crisis”. Pero mi día a día seguía siendo el mismo: dormir poco, cuidar a la pequeña, intentar que mi compañero estuviera tranquilo y descansado, limpiar la casa, programar menús sanos y variados con el escaso presupuesto que tenía, etc.” A.M.
El filósofo francés Michel Onfray escribió el libro “El postanarquismo explicado a mi abuela”. Se trata de una frase habitual (cuéntalo como para que lo entienda tu abuela) y una manera de expresar la supuesta falta de conocimiento y capacidad de las mujeres, y sobre todo de las mujeres mayores. Lo relacionado con la mujer puede ser risible y menospreciado: la menstruación, la menopausia, procesos habituales que acompañan a la mujer durante muchos años de su vida, son tratados como algo poco natural, incluso negativo (está nerviosa porque tiene la regla; las mujeres, cuando les llega la menopausia, entran en depresión) y generalmente medicalizado.
En el año 2014, la ONU cuestionaba y condenaba ciertos métodos habituales en las prácticas obstétricas. En 2019, la OMS reconoció el término “violencia obstétrica”, que engloba la mala praxis en el embarazo y el parto. Dos años después, este término fue rechazado por el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos, mostrando la influencia de este organismo, la resistencia a reconsiderar protocolos y actuaciones erróneos y por tanto la dificultad de un debate serio y unas propuestas encaminadas a evitar ciertas violencias que se producen durante el embarazo y el parto. Este tema se tratará en el artículo 4º. En el campo de la práctica médica el corporativismo actúa como una barrera casi infranqueable.
En un artículo del 24 de noviembre de 2021, “Violencia institucional negada, violencia legitimada”, la psiquiatra Miriam Selfa Carranza, la antropóloga Diana Arce y la psicóloga Itxaso Gardoki afirman que la violencia obstétrica, la violencia psiquiátrica, la violencia hacia las denunciantes de abuso en el tratamiento de menores, o en los centros de internamiento de migrantes, etc., existe, como violencia institucional, jerárquica, no por parte de los trabajadores directos, que pueden sufrir la presión de la institución que pretenden cuestionar: “… las personas que nombran la violencia (desde el rol de víctima o por desacuerdo con el ejercicio violento) son nombradas agresoras, en tanto en cuanto ponen en duda la jerarquía y hacen tambalear la estabilidad del sistema…”. (Audre Lorde).
Por último, un caso paradigmático del sesgo de género en la medicina es la fibromialgia, sólo reconocida como patología por la OMS a partir de 1992, y considerada durante mucho tiempo como una “somatización” de causas de tipo psicológico. La mayoría de las personas que lo sufren son mujeres.
Esta usurpación y esta violencia contra las mujeres ha marcado uno de los capítulos más negros de nuestra historia; la caza de brujas, que provocó la muerte de miles de mujeres, y la aparición de la figura del médico, que usurpó el saber de las sanadoras y las apartó del ejercicio de la curación.
«¿Por fin la SEP será empática y sensible para considerar al docente como un profesional de la educación y ser humano que requiere de apoyos formativos, psicológicos, terapéuticos, económicos y otros, pero también, días de descanso?»
Con la publicación del Calendario Escolar para el ciclo escolar 2022-2023 en el Diario Oficial de la Federación (DOF), aplicable para la educación básica y normal de nuestro país, la Secretaría de Educación Pública (SEP) dio a conocer el pasado 3 de junio, la organización de las actividades escolares y los tiempos que se destinarán para su desarrollo en cada una de las escuelas de todo el territorio mexicano.
Nada nuevo bajo el sol porque, como ya es costumbre en este gobierno, la “filtración” que hace días se realizó en las redes sociales, por quién sabe quién, aunque ya se sabe que la misma SEP lo hizo, le permitió valorar las reacciones de los diversos actores educativos y no educativos que pudieron conocerlo. De hecho, el que se haya “filtrado”, dio pauta que pudiera escribir un artículo denominado “El calendario escolar, entre la administración y lo vivido” – mismo que puede ser encontrado en la internet – y en el que se podrá observar, un breve recorrido histórico de su implementación a través del tiempo y, desde luego, fijar una serie de reflexiones que permitieran propiciar un análisis para quien haya tenido la oportunidad de leerlo. En fin, en lo sucesivo, me referiré al calendario para educación básica.
190 días efectivos de clase (sea lo que eso signifique para la SEP) iniciando el 29 de agosto de 2022 y concluyendo el 26 de julio de 2023; 3 talleres intensivos de formación continua para docentes sobre los nuevos planes y programas de estudio; 1 Taller intensivo con presencia de alumnos; 13 sesiones de Consejo Técnico Escolar y de taller intensivo de formación continua para docentes sobre los nuevos planes y programas de estudio; 2 periodos vacacionales, en diciembre 2022 y abril 2023; 2 días de descarga administrativa; 3 periodos de entrega de evaluaciones y 8 suspensiones de labores son, a grosso modo, los tiempos y actividades escolares que se fijaron en dicho calendario escolar 2022-2023.
Lamentablemente la SEP, perdió la enorme oportunidad de marcar una diferencia con relación a otras administraciones y otros gobiernos; esto, porque si analizamos con detenimiento algunos de los elementos que lo integran, observaremos que no se superó el esquema que, por ejemplo, con el peñanietismo se vivió en su momento. Veamos.
El programar 4 talleres intensivos (uno con alumnos) sobre los nuevos planes de estudio que entrarán en vigor en 2023, fue el mismo mecanismo que se empleó durante el gobierno de Enrique Peña Nieto y, cuya intención, fue la de capacitar al magisterio para que conociera y operara el denominado Nuevo Modelo Educativo y, desde luego, los Aprendizajes Clave para la Educación Integral; en ese entonces, como siempre ha sido, se concibió al docente como un técnico que necesitaba ser capacitado para que pudiera reproducir lo que desde el centro se había determinado. Hoy día, aunque el concepto de formación se ha incluido en el calendario escolar, no deja de llamar la atención el que se refiera que dicha formación versará sobre los nuevos planes de estudio, entonces, ¿solo cambió de nominación tal esquema “formativo” propuesto por la SEP?, ¿por qué limitar la formación a un simple plan de estudios?, ¿por qué no ampliar la mirada hacia otros referentes que pudieran dotar a la maestra o el maestro, de elementos que le permitieran abordar el plan desde sus saberes y conocimientos y no desde lo que ha determinado el centro? Tal parece que la propia Secretaría no entendió que este proceso formativo tendría que ir más allá de una llana capacitación o formación docente sobre dicho plan. Una oportunidad que, por donde quiera que se mire, es perdida.
Ahora bien, sobre el involucramiento de alumnos en alguno de estos talleres tendrá como propósito ¿observar, analizar, reflexionar, valorar y reorganizar el quehacer docente en el aula después de la “formación” recibida?, ¿se propondrá un ejercicio conocido pero olvidado en el medio como lo son las clases muestra?, ¿por qué no se involucró en estos talleres a los padres de familia pues, como se sabe, el centro ya no será la escuela sino la comunidad-territorio?, ¿de nueva cuenta se sobre responsabiliza al docente y se excluye, por así decirlo, al padre de familia de este proceso? En fin. Supongo que las propias autoridades irán dando respuesta a éstas y otras interrogantes “filtrando” en las redes sociales algunos documentos.
Pero, si esto no fuera suficiente, 13 Consejos Técnicos y de formación continua se desarrollarán en todo el ciclo escolar, ¿y los programas escolares de mejora continua se diluyeran restándole importancia a la gestión escolar que forma parte de eso que se ha denominado excelencia educativa en este gobierno?, ¿por fin se dejarán de ver los videos de los Secretarios de Educación para que los mismos colectivos docentes propongan su agenda de trabajo?, ¿cada colectivo docente propondrá su propio Consejo Técnico?, ¿quiénes y de qué manera se dará ese proceso formativo con relación al nuevo plan de estudio?
Sobre los días de descarga administrativa, nada más uno no acaba de entender el motivo, razón o circunstancia, por la que eliminaron un día para este propósito cuando, en su momento, el ex Secretario de Educación, Esteban Moctezuma, con bombo y platillo anunció que por fin las maestras y maestros tendrían estos días de descarga para que pudieran calificar exámenes y descargaran las calificaciones en el sistema. ¿Acaso no este mismo ex Secretario aseguró que ésta había sido una demanda muy sentida en los foros de consulta que a lo largo y ancho del país se desarrollaron para lograr un gran acuerdo educativo nacional?, ¿esta es la forma en la que se escucha y se atiende la voz del magisterio en este gobierno?
Finalmente, sobre el tema de los periodos vacacionales o de receso escolar, queda claro que, para la SEP, más días efectivos de “clase” asegura mayores y mejores aprendizajes de los estudiantes; sin embargo, no estaría de más pugnar por superar este principio pues, hay quienes afirmar que no es cantidad sino calidad lo que se requiere para que los alumnos aprendan; pienso que no se trata de un tema de cantidad o calidad, sino de procesos que permitan que la maestra o el maestro realice su función pedagógica y didáctica dentro del aula y la escuela, en lugar de “atibórralos” de una carga administrativa absurda y sin sentido que, mayormente, termina en anaqueles, archiveros o, de plano, en el bote de la basura.
¿Acaso con el nuevo plan de estudios se superará este esquema centralista y autoritario que ha permeado hasta los huesos el Sistema Educativo Mexicano donde lo administrativo ha superado por mucho lo pedagógico y didáctico?, ¿acaso la SEP modificará su esquema vertical para dar paso a una horizontalidad que favorezca lo didáctico-pedagógico y no lo administrativo?, ¿por fin la SEP será empática y sensible para considerar al docente como un profesional de la educación y ser humano que requiere de apoyos formativos, psicológicos, terapéuticos, económicos y otros, pero también, días de descanso?, ¿podrá la SEP, de una buena vez por todas, propiciar una estrategia para involucrar a los padres de familia en este proceso educativo y formativo?
Con lo visto en este calendario escolar, creo que no, porque no se vislumbra nada de eso. En verdad, espero equivocarme.
Al tiempo.
Carro, A. (2022). El calendario escolar, entre la administración y lo vivido. Profelandia.com. https://profelandia.com/el-calendario-escolar-2022-2023-entre-la-administracion-y-lo-vivido/
Después de 50 años, Davos se ha quedado sin ideas. Finalizó ya la edición 2022 de la cumbre, extendiendo el pesimismo y la preocupación sobre todo el mundo
Antes de nada, vale recordar que el Foro de Davos nace en 1971 en Ginebra (Suiza), como una organización sin fines de lucro, fundado por Klaus Schwab, un antiguo profesor de la Universidad de Ginebra. Esta cita anual también se conoce como el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en ingles). El Foro, ha servido durante más de 50 años como plataforma global donde líderes de empresas, gobiernos, organizaciones internacionales, la sociedad civil, ONGs, y el mundo académico se reúnen para abordar los desafíos globales cada año. Del Foro salieron ideas como el muy debatido The Great Reset (el gran reseteo) de la economía mundial, propuesto por el mismo Schwab, pero que no tuvo el eco esperado.
Esta última cumbre que acaba de terminar, llegó en un momento crucial desde el punto de vista geopolítico y económico. La inauguración del Foro fue bastante inusual respecto a años anteriores, estando a cargo del presidente ucraniano Zelenski, donde pidió dinero, más concretamente 5 mil millones de euros mensuales, aunque no dijo para que (supongo para paliar los efectos de la guerra y financiar el conflicto).
Lo que, si llamó la atención, es que la elite económica y empresarial mundial reunida en la cita anual, tenían 1,500 jets privados estacionados en Davos, que han hecho un largo viaje de cientos de kilómetros para llegar al Foro. Lo curioso es, que esta gente, cuando llegó al Foro hablaba de cambio climático, de conservación del medio ambiente, de desigualdad, de hambre, con el slogan “caminemos juntos para recuperar la confianza”. Pregunto: “¿La confianza en quién? ¿Confianza en ellos?
Sin embargo, el detalle más interesante de esta cita “obligada” fue la ausencia de los presidentes de Estados Unidos y China. Esta es la primera vez que no asiste ninguna autoridad de las dos potencias económicas del mundo. Faltaron también este año, el caviar y el vodka ruso. Ha sido un evento curioso, diferente, pero en esencia, lo mismo de siempre.
Temas de conversación
Pero, no vayamos a pensar que esta gente no hable de cosas interesantes. Uno de los temas tratados en el Foro ha sido ladeuda de los países. La presentación estuvo a cargo de Kristalina Georgieva, jefa del FMI. Dijo que tenemos un problema con la deuda. Supongo que lo ha descubierto recientemente. Este es un viejo problema, que no ha dejado de crecer en los últimos 50 años y eso no tiene de momento, visos de cambiar. El mundo se debe así mismo 256% de lo que produce en un año, es decir de su PBI (véase el informe del FMI, 2022). Por las cifras conocidas, la deuda global es totalmente inasumible.
Kristalina también hablo del cambio climático y dijo “que es culpa exclusivamente del ser humano”. Si somos responsables habría que tomar medidas, si aun todavía es posible. Según la jefa del FMI, esas medidas deben ser radicales desde el punto de vista de cambio de modelo energético que tiene el mundo. Sin embargo, creo que Kristalina no se ha da cuenta, que esa filosofía de cambio de modelo o matriz energética, vinculado sobre todo a las renovables, no puede reemplazar a las energías fósiles, al menos de momento. Pasarán décadas para que el mundo deje de usar el petróleo, el gas natural e incluso el carbón.
Migrar hacia a las energías renovables para salvar el planeta está muy bien. Pero, poner el foco en este momento sólo en al cambio del modelo energético lo veo casi imposible. Como dijo el Canciller Alemán Olaf Scholz en la clausura del Foro, los millones de seres humanos que están muriendo en el mundo por no comer, merecen prioridad. Mientras que, en los países desarrollados, están preocupados como lucir mejor sus abdominales en verano, en los países pobres, están preocupados si van a lucir o no sus costillas por no poder comer.
Tengo dudas que la gente que asiste al Foro analice los desafíos del mundo desde una óptica global y en serio. Cuando uno observa las sesiones en directo (hoy posible gracias al streaming) se ve que sus “debates” terminan en bromas y risas. Hablan de problemas de la humanidad, pero lo hacen con una superficialidad asombrosa y con escasa aproximación de lo que pasa realmente en el mundo.
Kristslina dijo algo que es cierto: estamos ante el reto mas grave desde 1945. El mundo se enfrenta a una conjunción de elementos con una deuda brutal que no permite cambiar cosas y con los bancos centrales atrapados. Bancos con políticas monetarias que no les funcionan y nos están llevando al desastre monumental, sacrificando el crecimiento económico y el empleo.
Desglobalización irreversible
La primera ejecutiva del FMI, dijo: “habría que evitar el proteccionismo y la desglobalización en curso”. Señores de occidente, podrían haber pensado antes de poner en marcha toda la batería de sanciones a un grupo de países, pero principalmente a Rusia. Precisamente esas medidas han sido el inicio de la desglobalización y estimuló el proteccionismo. La predica de occidente, “con Rusia ya no”, va configurando dos bloques geopolíticos. En la última reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (26 de mayo 2022), fue evidente cuando Rusia y China vetaron la propuesta de Estados Unidos de imponer nuevas sanciones a Corea del Norte. La fragmentación de la economía mundial en bloques, con diferentes normas comerciales y tecnológicas, sistemas de pago y monedas de reserva, parece irreversible.
Ese proceso de desglobalización y proteccionismo, que dicen que hay que parar como sea, tiene un serio problema. Acaso, ¿no son ellos -me refiero a occidente- quienes han puesto en marcha todos las sanciones y modelos de proteccionismo y desglobalización, principalmente contra Rusia? Dicho sea de paso, sanciones que no han servido de mucho, excepto: más hambre en el mundo, crisis económica global, miles de vidas humanas perdidas en la guerra, negocio boyante para los vendedores de armas, etc. Parece que se han olvidado que en este mundo no sólo existen Estados Unidos y Europa. Hay más de un centenar de países, con intereses geopolíticos y económicos diferentes, que pueden organizarse fácilmente y crear nuevos bloques económicos.
“La fragmentación de la economía mundial en bloques, con diferentes normas comerciales y tecnológicas, sistemas de pago y monedas de reserva, parece irreversible”
Ahora mismo, tenemos un mundo totalmente partido en dos. Un mundo fragmentado y proteccionista, donde cada uno cuida lo suyo, una forma de autarquía. India es un ejemplo, seguido por otros 22 países según la OMC. La solución que ha planteado Kristalina y los otros asistentes al foro es: “fortalecer el comercio internacional eliminando trabas para bajar los precios” ¿Cómo es eso si las trabas las han creado ellos mismos? ¿Habrá marcha atrás con las sanciones a Rusia?
Hablaron también sobre la cooperación para reestructurar la deuda de los países más endeudados y vulnerables. ¿Será posible esta medida cuando vemos que las tasas de interés están subiendo continuamente? Me parece poco probable. También se habló de modernizar el sistema internacional de pagos transfronterizos, creando monedas digitales vinculadas a los bancos centrales. El CEO de Paypal, Daniel Schulman, (por cierto, el único que defendió las criptomonedas) dijo que la mejor fórmula para modernizar el sistema era usando la tecnología descentralizada como el blockchain. Y estoy de acuerdo.
El presidente del Banco Central de Francia dijo en su anteversión que las criptomonedas no valen nada. En realidad, repitió lo que había dicho antes Christine Lagarde, directora del Banco Central Europeo (BCE) y el viejo Warren Buffett. Al respecto, el numero uno de Paypal, dijo, algo realmente interesante: “el precio de las criptomonedas le daba igual y es algo circunstancial, puede ser poco o mucho. Lo relevante, es que las criptomonedas van ha revolucionar el sistema monetario internacional en un futuro cercano”.
Las reflexiones sobre el cambio tecnológico tampoco estuvieron ausentes. Los cambios tecnológicos son inexorables e inevitables. No acoplarse a esos cambios productivos y tecnológicos, no tener planes ni estrategias para caminar en esa dirección, será un desastre monumental para cualquier país. Mientras que, en nuestro país, la clase dirigente está discutiendo la vacancia de Castillo, el caso Bruno, Samir y Kerelim, la autonomía de Sunedu, el caso del Club Apurímac, etc., (yo no digo que no sean importantes, y no soy quién para reducir la importancia de esos pleitos), el mundo ha empezado a ser más eficiente por todas partes, automatizando procesos, robotizando fábricas. Claramente, aquellos que no están haciendo nada para adaptarse a esos cambios de modelo productivo, pueden perder el tren de la historia. Ojalá me equivoque.
Las empresas que han incorporado tecnologías avanzadas no han despedido a su gente. Países muy robotizados como Corea del Sur tienen, prácticamente, pleno empleo. La robotización lo que genera es eficiencia, productividad y empleo. Y eso se hace con planes y estrategia, pensado en las próximas generaciones, vinculando de verdad la Universidad a la empresa y sobre todo invirtiendo más en I+D+i (Investigación, desarrollo e innovación), sin abandonar los valores humanos.
Apunte final
En resumidas cuentas, Davos después de 50 años se ha quedado sin ideas. Se clausuró la versión 2022, extendiendo el pesimismo y la preocupación sobre el mundo. El escenario actual es: bajo crecimiento económico, más inflación, salarios reales más bajos, el endurecimiento de las políticas monetarias, elevado endeudamiento y mayor inseguridad alimentaria. La combinación de estos factores tendrá consecuencias “devastadoras” para la mayor parte de la población mundial. Avisados estamos.
«El magisterio sigue siendo un activo, muy activo, en los procesos electorales del próximo 5 de junio como los del próximo año y ni se diga los del 2024.»
Hablando de maestros y elecciones. Se fueron desahogando las querellas. Me pidieron que diera mis razones y yo hablé en contra de ellas, las decisiones que poco han ayudado a mejorar las condiciones laborales, profesionales y económicas del magisterio. Explico a qué me refiero. Recibí la invitación de Erick Juárez Pineda a la Mesa de Análisis “Educación Púbica ante el panorama electoral”. Pero en honor a la verdad, llevé la charla premeditadamente más allá al considerar los hechos acontecidos en las últimas cinco semanas. Algo importante está ocurriendo en el ámbito educativo que resulta conveniente ponerlo a trasluz.
Tomé como punto de partida la tarjeta informativa publicada en el blog oficial de la Secretaría de Educación Pública sobre la federalización de la nómina educativa. Según el comunicado oficial, se encuentra en la etapa de diagnóstico y que una vez revisado el impacto presupuestal se establecerá su implementación mediante esquemas graduales con la finalidad de dar certeza jurídica, laboral y salarial a las y los trabajadores de la educación. Cuando el río suena es que agua lleva.
Curiosamente, ese mismo día, los diputados acordaron un dictamen, en el marco del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros con el fin de garantizar el derecho a la libre sindicación. En otra palabras, se trata de hacer efectiva la libertad de los profesores que sean representados por las asociaciones gremiales a las cuales se encuentren afiliados… ¡aunque no tengan registro vigente ni toma de nota! Se turnó a la Cámara Alta para su aprobación. Por lo que se ve, la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación no se quiso quedar la margen pues fue impulsada por legisladores afines. Y los dirigentes del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación se quedaron mudos.
Tiempo después, el gobierno federal concedió el incremento salarial en el marco de la celebración “Día de las Maestras y los Maestros”. Al día siguiente fue ratificada en la tradicional conferencia matutina por el Secretario de Hacienda. Dicho aumento fue otorgado de manera diferenciado. En lo general, la política gubernamental de bienestar al salario contempla el 3.5% anual en sueldos y salarios y 1.8% en prestaciones. Adicionalmente, un aumento escalonado para cierto sector del magisterio según las percepciones menores a 20 mil pesos. Quienes dirigen los destinos del otrora sindicato más poderoso de América Latina de nueva cuenta volvieron a quedarse callados sin fijar su postura al respecto. Mientras tanto, a los maestros se les adeuda el incremento anunciado. Ni siquiera han podido explicar a cuanto asciende el monto acordado por rubros. Ah, pero eso sí, durante este periodo se agudizó la campaña para que el magisterio cumpliera con sus obligaciones fiscales.
Bajo este mismo entorno, tuvimos conocimiento de la Conferencia “Retos docentes ante el marco curricular” auspiciada por la misma SEP en sus instalaciones. El conferenciante, de la Universidad Autónoma de México, Dr. Ángel Díaz Barriga reconocido académico, hizo suya la propuesta curricular. Salió en defensa de la política proyectada.
Mientras tanto la Secretaria de Educación aprovechó los tres eventos para hablar de las cuatro prioridades de la política educativa fundamentales para la mejora de la educación (dignificación magisterial; modificación curricular y actualización de los contenidos del plan y programas de estudios en educación básica, media superior y normal así como una nueva generación de libros; el otorgamiento de becas; dotar o destinar recursos a las escuelas). Para la titular de la dependencia, el reto es formar a los maestros. Lo anterior fue ratificado mediante el boletín SEP Nº 127 en el cual se menciona que este año inician los procesos de formación continua y el primer semestre del próximo año. Dicho sea de paso, también se anunció el que el modelo curricular entrará en vigor en el ciclo escolar 2023-2024.
Y en eso estábamos, al momento que la Jefa de Gobierno en la de la CDMX compartía en su cuenta de twiter una fotografía acompañada de Higinio Martínez, Horacio Duarte y Delfina Gómez con el mensaje “me reuní con tres grandes compañer@s que juntos seguirán haciendo historia dejando entrever que están involucrados activamente en los procesos electores, presente y futuros.
Esta fotografía fue el motivo perfecto para dar inicio a nuestra conversación poniendo sobre la mesa el recuento señalado en los párrafos anteriores. Y si a ello le sumamos la filtración primeramente del Calendario Escolar y su formalización en el Diario Oficial de la Federación así como publicación también del acuerdo para la promoción horizontal correspondiente al año en curso vemos que han sido un mes con muchas noticias en el ámbito educativo.
Bajo este entorno educativo, laboral, sindical y político se llevarán a cabo los procesos electorales. Aunque tienen un gran componente local los candidatos oficialistas han venido enarbolando las banderas presidenciales y gubernamentales. El magisterio sigue siendo un activo, muy activo, en los procesos electorales del próximo 5 de junio como los del próximo año y ni se diga los del 2024. Aunque su participación es más en lo individual que en lo colectivo como gremio. Están adheridos entorno a los partidos políticos. Basta recordar que tanto el Partido Nueva Alianza como Redes Sociales Progresistas alcanzaron el registro en algunas entidades federativas. Sólo que en esta ocasión, el Partido Revolucionario Institucional ya no es el partido en el poder sino el Movimiento de Renovación Nacional. El magisterio se ha venido pintando de guinda.
El hambre y el temor al reclamo de socialización de riquezas no es lo que se votó
“Así son los ricos: por haberse apoderado primero de lo que es de todos, se lo apropian a título de poseedores. Si cada uno tomara lo que cubre su necesidad, y se limitaran a dejar lo demás para quienes lo necesiten, nadie sería rico, nadie pobre” (San Basilio [330-379], homilía sobre la parábola del rico insensato)
A lo largo de diferentes momentos de nuestra historia reciente en que nos parecía importantes pronunciar una palabra tratamos de hacer nuestra la voz y el clamor de los pobres. No somos sus delegados, pero sabemos que nuestro corazón pastoral trata de latir al ritmo de sus fiestas y duelos, gozos y esperanzas, angustias y tristezas.
Estamos por celebrar un nuevo aniversario de la decisión de vivir como un pueblo libre, justo y soberano, en medio de un clima de desazón y desconcierto. Un clima que puede ser peligroso. Tenemos claro que hay opciones que solo serían de destrucción o de suicidio colectivo. Uno, que pretende ser candidato el año próximo, ya hizo públicas sus propuestas de reformas laboral y previsional. Pero no vemos menos desconcierto en el gobierno.
Repetimos lo dicho en nuestro mensaje al concluir nuestro reciente encuentro nacional: nuestra opción no es por tal o cual partido o candidato o candidata, es por las y los pobres. Y creemos que, mientras algunos parece que solo se miran a sí mismos o miran con pocas o contadas aspiraciones las próximas elecciones presidenciales, el pueblo, los pobres del pueblo, no sabe cómo hacer para que llegue la comida a su mesa. Muchos recurren a comedores, llevan a sus hijos a comer a las escuelas, recurren a Cáritas u otras instituciones, pero el trabajo digno, con un salario también digno, es cada vez más una utopía. Creemos que el gobierno se ha olvidado de los pobres, que las políticas, dictadas desde el exterior (políticas económicas pero también de relaciones internacionales, de infraestructura, sociales y hasta educativas), no dan respuestas y alientan el desánimo.
No nos interesa el 2023, nos interesan los pobres, lo repetimos, y los pobres no figuran ni en las políticas oficiales, ni en los sindicatos o movimientos sociales y –menos todavía– en la oposición.
Respetuosamente pedimos al gobierno un urgente cambio de rumbo (que, probablemente, implique cambios de nombres) y la firme decisión de enfrentar con firmeza a los responsables del hambre y la injusticia. Las enormes ganancias de los que se enriquecen con la crisis y el hambre y el temor al reclamo de socialización de las riquezas no es lo que se votó cuando dijimos ¡basta! al neoliberalismo. No hacemos sino responder al Presidente, que pidió que lo ayudemos a corregir las cosas que están mal. No hay injusticia sin injustos, no hay pobreza sin ricos que acumulan (al menos en nuestro país), no hay mentiras sin mentirosos, ni odio sin odiadores. Estamos convencidos de que los pobres de la patria sabrán agradecer y acompañar nuevos rumbos que los tengan en cuenta. Y con ellos estaremos caminando y cantando.
* Documento difundido el 24 de mayo de 2022, en el 7º aniversario de la encíclica Laudato Si, del Papa Francisco, y en vísperas de un nuevo aniversario del Primer Gobierno Patrio.
** Contactos: Guillermo Fernández Beret (La Rioja) 380 428 6596, Roberto Ferrari (San Isidro) 11 2611 0002, Eduardo de la Serna (Quilmes) 11 3296 8389, y Sergio Rafaelli (Santiago del Estero) 385 478 0808.
*Doctor en Psicología. Psicoanalista. Coordinador del Grupo de Investigación en Psicoanálisis y Política (AEAPG).
La comunidad educativa no puede permanecer ajena a la barbarie. Ni a la barbarie planetaria del cambio climático, ni a la barbarie económica de la explotación social, la injusticia estructural y el saqueo internacional, pero tampoco a la barbarie social e ideológica que supone el neofascismo.
Ante el auge del neofascismo y su progresiva “normalización” por una parte de la sociedad, debemos actuar. Desde todos los ámbitos, antes de que se expanda aún más esta peste, como diría Camus, esta enfermedad que cuenta con la capacidad de destruir la democracia en nombre de la democracia.
Desde la educación también. De ahí el último libro que he publicado titulado Pedagogía Antifascista, una reflexión de urgencia y compromiso para combatir desde la educación esa enfermedad política que corroe una democracia vulnerable y frágil y que nunca se podrá erradicar por completo sin la superación del sistema capitalista, como argumentaban Walter Benjamin o Bertolt Brecht, pero que debemos, mientras tanto, contener de forma constante y tenaz. La educación puede ser un antídoto que permite la comprensión de los valores y los derechos humanos, más allá del egoísmo, el miedo y el odio que siembra y expande esa peste.
La comunidad educativa no puede permanecer ajena. Hay que educar en la igualdad, en la inclusión, en la justicia social y en los derechos humanos desde una pedagogía claramente antifascista. Sin concesiones ni medias tintas. Debemos implicarnos de una forma clara y sin ambages en combatir el neofascismo. No se puede ser demócrata sin ser antifascista.
En la primera parte de este libro se analizan las estrategias de penetración de la ideología que sustenta el neofascismo en la educación, revisando su agenda profundamente reaccionaria y radicalmente neoliberal, así como sus principales mecanismos de infiltración en las aulas y el sistema educativo. La segunda parte del libro plantea alternativas, estrategias y propuestas para avanzar en un modelo de pedagogía antifascista inclusiva y democrática al servicio del bien común, que nos ayude a construir colectivamente un discurso y una práctica sólidamente fundamentados que se contrapongan y cuestionen el modelo capitalista, neofascista y neoliberal defendido por la ultraderecha. De ahí el subtítulo del libro: cómo “Construir una pedagogía inclusiva, democrática y del bien común frente al auge del fascismo y la xenofobia”.
En el marco discursivo del neofascismo no existen los grandes problemas de nuestro tiempo (la emergencia climática, las desigualdades sociales o la crisis de las democracias representativas), sino enemigos de la patria a los que hay que combatir
Actualmente el neofascismo ha declarado una guerra judicial (lawfare) contra el sistema educativo, con el denominado “pin parental” para perseguir y denunciar al profesorado y los centros que educan en derechos humanos, en valores democráticos o en igualdad, que combaten la homofobia, el racismo o la desigualdad social. Para el neofascismo actual todo lo que no es su ideología es adoctrinamiento; todo lo que no sea adoctrinar en su “credo”, lo tacha de tal: acusar a los demás de lo que ellos practican. No admiten una sociedad democrática plural y tolerante. Su estrategia es utilizar la educación para imponer una mentalidad única, para volver al blanco y negro del nodo franquista. Es su discurso del odio trasladado a la educación.
En pleno siglo XXI trata también de reinstaurar en el sistema educativo el patrioterismo militar, en el que exigen educar a las futuras generaciones. Vinculado a la exaltación de los símbolos de la “nación” (que se apropian en exclusividad) y a una imagen profundamente patriarcal e hipermasculinizada, recuperando la figura paródica del “macho ibérico” como referente ancestral de ese modelo. En el marco discursivo del neofascismo no existen los grandes problemas de nuestro tiempo (la emergencia climática, las desigualdades sociales o la crisis de las democracias representativas), sino enemigos de la patria a los que hay que combatir “con orgullo y gallardía” y rearmarse para ello, como si la guerra fuera un juego para lucirse y mostrar lo que es un “hombre de verdad”.
Otra de las obsesiones recurrentes del neofascismo es utilizar el sistema educativo para educar en la insensibilidad ante el maltrato animal impulsando valores ligados a la caza y la tauromaquia, vinculadas a la representación mítica de un pasado tradicional donde se “formaba” a los “hombres de verdad” mediante prácticas ligadas a la violencia con los animales o con otros seres humanos (mili, guerra). Justamente cuando la sociedad está mostrando una oposición mayoritaria al maltrato animal, es cuando proponen FPs de Tauromaquia, con campus taurinos y “encierros didácticos” para menores y donde los criterios de evaluación incluirían la “eficacia y pureza en la suerte de matar“.
Una cuarta obsesión del neofascismo es enterrar y ocultar el pasado tratando de borrar la memoria colectiva de la devastación humana y los genocidios que sufrió el mundo con la aparición del fascismo. Vox ha denunciado, junto al grupo de los Conservadores del Parlamento Europeo, que la memoria histórica es una amenaza para la paz en Europa y ”un atropello a las libertades“ y que no llegará a las aulas. De hecho, afirman que “no tiene sentido condenar el franquismo porque somos herederos”. Mientras que otras democracias, como la italiana o la francesa, se fundaron sobre el paradigma del antifascismo tras el genocidio nazi, la española lo ha hecho sobre el de la “superación” y el “olvido” del pasado franquista, lo cual ha permitido blanquear el fascismo y que ahora resurja con toda su fuerza.
Una quinta obsesión del neofascismo es la “ideología de género” y las “feminazis” como denominan a las mujeres y jóvenes que luchan por la igualdad entre hombres y mujeres. La Vicesecretaria de VOX pedía recientemente que la costura fuera una asignatura alegando que “empodera mucho coser un botón”, mientras que denunciaba que “el feminismo es cáncer”, y aseguraba estar preocupada por lo que denomina el “lesboterrorismo” feminista. Era su respuesta ante la propuesta de medidas para combatir los estereotipos sexistas en la escuela, que calificó de “tontadas” y “majaderías ideológicas”.
Pedagogía Antifascista. Imagen de la cubierta del libro.
Neoliberalismo y neofascismo
Pero también es necesario abordar el “neoliberalismo autoritario”, ideología que está en la raíz del nuevo neofascismo, uniendo fascismo y neoliberalismo, y que penetra de una forma constante, sutil y difusa en la educación, consolidando una racionalidad dominante individualista, consumista y competitiva donde el deseo que se anhela es ser parte del sistema capitalista y las víctimas son culpabilizadas de su fracaso.
Como plantea el filósofo coreano Byung-Chul Han, aludiendo al análisis del teórico marxista Antonio Gramsci (Cuadernos de la cárcel, 1981), la eficiencia del actual sistema reposa fundamentalmente en el proceso de interiorización colectiva que asume ampliamente la lógica del mismo, que se adhiere “libremente” a lo que se le induce a creer. Lo que el capitalismo se dio cuenta en la era neoliberal, argumenta Han (Psicopolítica, 2014), es que no necesitaba ser duro, sino seductor. La explotación ya no se tiene que imponer, nos la autoimponemos y la defendemos sintiéndonos libres.
Este modelo corroe el carácter, nos educa en la pedagogía del egoísmo y la insolidaridad radical. Es más, la ideología del éxito, de la persona “que no le debe nada a nadie”, genera la desconfianza, incluso el resentimiento o el odio hacia los pobres que son perezosos, hacia los viejos que son improductivos y una carga, los inmigrantes que quitan el trabajo o quienes fracasan en la escuela que no se han esforzado lo suficiente. Cuanto más nos concebimos como seres hechos a sí mismos y autosuficientes, más difícil nos resulta aprender solidaridad y generosidad. Y, sin estos dos sentimientos, cuesta mucho preocuparse por el bien común. Pero esto también tiene un efecto boomerang, dado que cada cual siente la amenaza de volverse algún día ineficaz e inútil como “ellos”.
Como bálsamo frente a este darwinismo competitivo se promociona la “psicología positiva”, el coaching y los libros de autoayuda. Nos animan a “salir de nuestra zona de confort” (expresión tópica donde las haya) e interpretar nuestras dificultades como una oportunidad de realización personal, porque “si lo crees, lo creas”. Como si el paro, la enfermedad o la exclusión pudieran esfumarse haciendo un pequeño esfuerzo de reelaboración emocional y gestión personal. Porque “el problema de fondo es de actitud personal ante los problemas”.
En un panorama laboral y social fragmentado y competitivo, con una precariedad que mantiene a buena parte de la población al borde del precipicio, la industria de la automotivación junto con el consumo de psicofármacos, hace hoy la función de lo que ayer era el capataz que vigilaba el destajo en la fábrica. Estamos ante la revolución de una nueva moral que asegura que “el problema está en ti y no en el sistema”.
Dentro de esta segunda parte del análisis sobre cómo el neofascismo está penetrando en la educación, en el libro desarrollo un capítulo entero dedicado al cuestionamiento de la educación meritocrática, siguiendo los análisis y reflexiones de La tiranía del mérito de Michael Sandel o Contra la igualdad de oportunidades de César Rendueles. Ese ideal de la meritocracia que anima en escapar y escalar, manteniendo el sistema injusto, pero buscando estar colocados en la parte de arriba y que ha convertido a buena parte de la sociedad en esa “clase aspiracional” siempre insatisfecha y anhelante, en constante competición y búsqueda de mayores rendimientos.
Este nuevo ecofascismo une medio ambiente y xenofobia, argumentando que la sociedad funciona con leyes, como la naturaleza, y enferma cuando se ve atacada por la entrada de agentes externos
Sin olvidar el discurso de odio y la exacerbación del racismo que impulsa el neofascismo buscando enfrentar a la población entre un “nosotros” y un “otro”. De tal forma que se polaricen emocionalmente las tensiones, en las que ellos se suben a la cresta de la ola porque saben que entonces ya no hay debate ni argumentos, sino la confrontación primitiva y elemental en la que tienen abonado el terreno.
Y el ecofascismo: Marine Le Pen, líder de la ultraderecha francesa, no dice, como hacía su padre, que gracias al calentamiento global “no nos congelaremos”. Ella habla de proteger el entorno… de los inmigrantes. Este nuevo ecofascismo une medio ambiente y xenofobia, argumentando que la sociedad funciona con leyes, como la naturaleza, y enferma cuando se ve atacada por la entrada de agentes externos. Por lo que hay que defenderla de los inmigrantes, que ella considera microorganismos patógenos que atacan la salud de las sociedades occidentales, mediante las fronteras que serían las vacunas contra esa “enfermedad”. Esta ideología invade en buena parte el “currículum” que sigue promoviendo modelos de productividad y éxito social ligados a un desarrollismo y a un crecimiento sin límites.
También se extiende en educación el greenwashing o lavado de cara de organizaciones supuestamente “verdes” y fundaciones y empresas se introducen en colegios, institutos o universidades con iniciativas “medioambientales” enfocadas en conductas de reciclaje individual, pero obviando la responsabilidad de las grandes industrias y los intereses multinacionales que provocan el grueso del colapso climático. Pero actualmente el ecofascismo ha dado una vuelta de tuerca más y abandera una especie de “patriotismo verde”, que exige enérgicamente la conservación ambiental mediante la “solución” del control de la población, para garantizar a los más ricos el ritmo de vida y privilegios que han llevado hasta ahora.
Pedagogía antifascista
Frente a todo ello se desarrollan propuestas y estrategias para combatir el neofascismo en las aulas, en el centro, en la comunidad, pero también en las políticas educativas. Como sociedad, como comunidad educativa y como personas y ciudadanía consciente debemos implicarnos de una forma clara y sin ambages en combatir el neofascismo, porque no se puede ser demócrata sin ser antifascista.
Para ello recojo la experiencia de las comunidades educativas, del profesorado, de los movimientos de renovación pedagógica, de las mareas verdes, la experiencia práctica que se está desarrollando en muchos sitios y en muchos centros, que proviene, a su vez, de grandes pedagogos y pedagogas que a lo largo de nuestra historia han propuesto las auténticas revoluciones en educación: Freire, Rosa Sensat, Freinet, Dewey, Montessori y tantos otros y otras que nos permiten decir en educación, como dijo Newton, “caminamos a hombros de gigantes”.
Una Pedagogía Crítica frente al adoctrinamiento, que potencie una escuela pública y una educación crítica que faciliten la autonomía progresiva del pensamiento de nuestro alumnado, para que sea capaz de afrontar con éxito cualquier adoctrinamiento y, sobre todo, el proveniente de quien controla el poder y que se afana por mantener un sistema educativo “monoideológico”. La escuela pública es la única que garantiza esta pluralidad. La pedagogía crítica entiende que la educación es una forma de intervención política en el mundo y es capaz de crear las posibilidades para la transformación social con el fin de ampliar y profundizar los imperativos de la democracia económica, social y política que vaya más allá de la lógica economicista de la competitividad de la OCDE y avance hacia la lógica del bien común y la liberación de Paulo Freire.
Planteo una Pedagogía de los Derechos Humanos y del cuidado de todos los seres vivos, una Pedagogía Laica que respete la libertad de conciencia y una Pedagogía de la Memoria que garantice el derecho a la verdad.
Propongo impulsar una Pedagogía Feminista que también eduque a los chicos en masculinidades igualitarias; una Pedagogía del Apoyo Mutuo que permita repensar la vida desde la cooperación y la solidaridad; una Pedagogía de la Inclusión que vaya más allá de la integración y se pueda desarrollar con medios y recursos (reducción de ratios, nuevos profesionales en colaboración con las escuelas, etc.); o una Pedagogía de lo esencial que priorice un currículum de saberes fundamentales y vinculados con la vida.
Abogo igualmente por una Pedagogía de la evaluación democrática que trabaje desde la Pedagogía del Error y enfoque la evaluación como forma de mejora de todo el sistema educativo, saliendo del “régimen PISA” de las pruebas estandarizadas. Planteo la necesidad de una Pedagogía digital crítica que recupere nuestra soberanía digital en manos de las GAFAM (Google, Appel, Facebook, Amazon, Microsoft), los nuevos terratenientes neofeudales de la economía digital, y de una Pedagogía Lenta que permita una enseñanza pausada que desacelere los ritmos escolares y vitales estresados en que vivimos. Pido avanzar en una Pedagogía Intercultural y Antirracista que eduque para una ciudadanía mundial sin exclusiones y que considere la diferencia cultural como un valor.
Creo que todas las propuestas que planteo son radicales, en el sentido de que van a las raíces de lo que sería un modelo de educación realmente antifascista y antineoliberal, un modelo coherente con los derechos humanos y el bien común.
Por eso trato de explicar cómo desarrollar igualmente una Pedagogía Decolonial, una educación otra que descolonice el saber; una Pedagogía para educar en la igualdad y la justicia social; una Pedagogía Ecosocial del decrecimiento, de la sobriedad voluntaria que descolonice el imaginario dominante del crecimiento ilimitado en la edad del colapso; una Pedagogía Democrática que convierta nuestros centros en auténticas escuelas democráticas.
Incluso una Pedagogía de la Desobediencia que eduque en el derecho a la desobediencia crítica y cívica frente al sistema injusto que promueve el neofascismo, el neoliberalismo y el capitalismo.
La comunidad educativa no puede permanecer ajena a la barbarie. Ni a la barbarie planetaria del cambio climático, ni a la barbarie económica de la explotación social, la injusticia estructural y el saqueo internacional, pero tampoco a la barbarie social e ideológica que supone el neofascismo. La verdadera munición de este modelo no son solo las balas de goma o el gas lacrimógeno; es nuestro silencio y nuestra indiferencia cómplice.
Lucio Anneo Séneca, en el siglo IV antes de nuestra era, afirmaba: “no nos atrevemos a hacer muchas cosas porque aseguramos que son difíciles, pero son difíciles porque no nos atrevemos a hacerlas”. Tenemos que atrevernos a soñar. Nos jugamos el futuro de nuestros hijos e hijas, y el de la sociedad en su conjunto.
OtrasVocesenEducacion.org existe gracias al esfuerzo voluntario e independiente de un pequeño grupo de docentes que decidimos soñar con un espacio abierto de intercambio y debate.
¡Ayúdanos a mantener abiertas las puertas de esta aula!