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Gatopardismo educativo

Por: Erick Juárez Pineda

La reforma educativa impulsada por el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador ha resultado ser un gatopardismo: han cambiado todo para que nada cambie.

Las reformas políticas y cambios legislativos en la materia, que, en un principio y en el discurso, habían prometido mejorar e impulsar por completo nuestro sistema educativo y revalorizar la figura de los trabajadores del sector, han sido francamente insuficientes.

Este año, la Secretaría de Educación Pública llega a su primer centenario entre un ambiente complejo y desilusionante. Y aunque para la institución y el gobierno todo marche bien, en los hechos no es así.

Si bien en el discurso pareciera que se le han quitado las afiladas garras con que las políticas de sexenios anteriores amenazaban al magisterio, hoy hemos visto que estos afilados y peligrosos colmillos sólo han cambiado de lugar, pues las afrentas a los trabajadores de la educación, estudiantes normalistas, comunidad científica e integrantes del sistema educativo nacional, persisten.

Y ejemplos sobran.

Recientemente, la titular de la dependencia, Delfina Gómez Álvarez, hizo llegar un documento dirigido a los titulares de Órganos Administrativos Desconcentrados y Entidades Paraestatales de la Secretaría de Educación Pública (SEP), en el que les pedía explícitamente una propuesta de reducción del personal. Esto, más allá de responder a las políticas de austeridad del actual gobierno, representa una falta de sensibilidad y atentado a la estabilidad económica y laboral de las familias de los trabajadores que serán despedidos, sobre todo en época de crisis económica y de salud derivada de la pandemia que atravesamos.

En pocas palabras, la SEP se da un balazo en el pie, y los costos sociales, políticos y electorales los tendrán que asumir.

A esto se suman los diversos pendientes y señalamientos de irregularidades. Tal es el caso del curso que imparte la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (Anuies) a aspirantes para ingresar a la docencia de nivel medio superior, y que tiene un costo de mil 250 pesos. Dicho curso es un requisito que solicita la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y Maestros (Usicamm), sin embargo, ante los señalamientos de ilegalidad del cobro, el propio titular de la Usicamm, Francisco Cartas, ha reconocido que este requisito es ilegal, cayendo en una contradicción muy fuerte.

Por otro lado, los cambios al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) representan una ofensa para todos aquellos que buscan impulsar y desarrollar los diversos proyectos científicos de nuestro país.

Uno de los puntos más preocupantes es la desaparición y reducción de estímulos a investigadores pertenecientes al Sistema Nacional de Investigadores que trabajan en instituciones privadas de educación superior.

También, la reducción o eliminación de becas para estudiantes de posgrado que deseen realizar alguna estancia en el extranjero.

Lamentablemente, no hemos visto los cambios profundos que se prometieron. Las acciones realizadas y la decepción que se ha llevado buena parte de la comunidad educativa y científica del país es un reflejo de la falta de liderazgo en el sector.

Nos dieron gato por liebre y se está perdiendo la oportunidad de enderezar el rumbo educativo. El país lo merece

Director editorial de Educación Futura.

Twitter: @elErickJuarez

Fuente: https://www.jornada.com.mx/2021/03/14/opinion/008a1pol

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Piden firmas en Change.org para que se imparta educación menstrual en las aulas

Por: ABC

Casi la mitad de las españolas (45%) no sabe dónde se ubica el cérvix y un tercio (32%) desconoce la diferencia entre la vulva y la vagina.

Educar a las niñas sobre la menstruación y los cambios a los que se van a enfrentar sus cuerpos durante la pubertad es esencial para que puedan llevar este proceso de la mejor forma posible. Sin embargo, según la empresa Intimina, en la actualidad sigue habiendo carencias en las aulas a la hora de abordar la educación menstrual.

Un estudio realizado por esta compañía apunta que casi la mitad de las españolas (45%) no sabe dónde se ubica el cérvix y un tercio (32%) desconoce la diferencia entre la vulva y la vagina. Además, cerca de 1 de cada 4 mujeres tampoco sabe lo que es el síndrome premenstrual, y el 40% ignora lo que es la ovulación.

Ante esta coyuntura, Intimina ha lanzado una petición a través de Change.org para solicitar al Ministerio de Educación, Cultura y Deportes la información de un programa formativo en torno a la salud menstrual de calidad y permanente. El objetivo es conseguir un total de 10.000 firmas y trasladarlas directamente al Ministerio.

«Esta educación debe comenzar desde los primeros años de escolarización, para que desde el principio las niñas y niños conozcan de una forma natural su cuerpo y los cambios que les acompañarán durante la pubertad», afirma Pilar Ruiz, responsable de Comunicación de esta compañía.

Uno de los principales objetivos de la marca es fomentar el conocimiento en torno a la higiene íntima y ofrecer las herramientas necesarias para que tanto las niñas como los niños puedan vivir y tratar la menstruación con normalidad y con la formación adecuada.

La iniciativa lanzada por Intimina se puede encontrar en change.org.

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-piden-firmas-changeorg-para-imparta-educacion-menstrual-aulas-202103101015_noticia.html

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La chispa que pone en marcha el cambio

Por: Catherine Piña

Esta semana quedó habilitada la red De Par en Par; la iniciativa más ambiciosa que se haya desarrollado en el país para vincular a las empresas con los estudiantes de educación técnica.

Apreciado lector, apreciada lectora, les pido permiso para celebrar, a través de este espacio, el logro de un sueño. Alguien dijo que cuando a los sueños se le ponen tareas y plazos se vuelven metas y cuando a estos últimos se les imprime de energía y tenacidad se vuelven realidad.  Y eso es precisamente lo que hemos logrado con un equipo de trabajo inmejorable y el apoyo de un grupo de empresas que han creído en este proyecto.

Esta semana quedó oficialmente habilitada para el sistema educativo dominicano y el sector laboral, la Red De Par En Par, una solución que permite a los 25,000 jóvenes que cada año se gradúan de las modalidades técnicas y de artes de secundaria, realizar un módulo de formación en centros de trabajo, lo que de manera intencional hace a las empresas y empleadores del mercado laboral, aliados y co-actores de la actividad docente.  El objetivo final de esta red es facilitar el tránsito de los estudiantes de las modalidades mencionadas tanto hacia la educación superior como hacia una ocupación en el mundo productivo.

El o la joven que sea parte de la Red De Par en Par encontrará un espacio de aprendizaje, en el que, dependiendo del título o mención a que conduce su programa de estudios, podrá realizar actividades supervisadas durante su último año de secundaria. Estas prácticas para los estudiantes de bachillerato técnico o artes están definidas a través de la ordenanza 03-2017 como obligatorias y condicionan el que puedan tomar sus pruebas nacionales.

De Par En Par es un sueño que hemos ejecutado en la Iniciativa Empresarial para la Educación Técnica (IEET) con fondos de la Unión Europea operados por la Agencia Española para la Cooperación Internacional, y con contrapartidas de INICIA Educación, IMCA, Peña Defilló y OMG. Como aliados para la puesta en marcha, se nos unen: Gerdau Metaldom, CEPEM, Energas, Popular, Ege Haina, Cartel y Claro.

La plataforma tecnológica provista por De Par En Par permitirá, a partir de esta semana, a los centros educativos, estudiantes y empresas, recibir formación sobre su rol, documentar su participación y registrar el progreso de cada estudiante por la porción del programa que él o ella completen en el ambiente laboral.

Mi carrera profesional en los últimos diez años me ha permitido palpar directamente la urgente necesidad de que nuestros sistemas educativo y productivo desarrollen nuevas y mejores formas de comunicarse sistemáticamente y de apoyarse, ya que su éxito es interdependiente. De la capacidad de nuestros programas de estudios para satisfacer la demanda presente y futura del mercado de trabajo, depende el que los egresados de dichos programas puedan participar activamente en la economía. La educación no es ya una externalidad a nuestras empresas, sino un aspecto que determina nuestra permanencia en el tiempo.

La habilitación de la red De Par en Par supone la disponibilidad de una plataforma y unos procesos. Así que hoy quiero invitar a las empresas dominicanas a sumarse a esta iniciativa y, así:

  • A contribuir en generar un capital humano país más preparado.
  • A incidir en crear una fuente de RRHH con las competencias necesarias para impulsar la calidad y competitividad de sus productos y servicios.
  • A descubrir en cada joven que acojan un posible embajador que lleve las virtudes de su marca a donde sea que su futuro lo conduzca.
  • A brindar a sus empleados una oportunidad de servir a un propósito mayor.

En cada una de nuestras empresas hay algo que sabemos que otros necesitan aprender, una forma de hacer las cosas, una manera de conducirse, una visión, un sueño, historias de triunfo, obstáculos superados, lecciones aprendidas.

Abrir las puertas de nuestras empresas significa permitir que dentro de ellas nuestros jóvenes completen sus procesos de aprendizaje y vean desde dentro cómo nuestros productos y servicios son la suma agregada de la intención de muchos dominicanos. Y, con esa energía y, con esa fuerza enfrenten el futuro.

Abrir las puertas significa hacer de nuestros lugares de trabajo la plataforma de despegue desde la que nuestros jóvenes reciban el impulso final para salir a conquistar sus sueños

Fuente: https://acento.com.do/opinion/la-chispa-que-pone-en-marcha-el-cambio-8922300.html

 

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Will kids ever forgive us for depriving them of their childhood? What we put them through has been ruinous for their mental health

By: Robert Bridge

Critics of lockdowns & school closures to halt Covid-19 have compared the effects to child abuse. And now that new data points to some deeply disturbing long-term psychological damage, it looks like they were right.

Abiding by the new age medical maxim that commands ‘everyone stop living so that you don’t die’ is no way to live. Yet that is exactly how millions of youngsters have been forced to cope with a disease that poses, in the overwhelming majority of cases, no more of a health risk to them than riding a bicycle or crossing an intersection.

And while socially isolating the youth may have spared a minuscule fraction from contracting coronavirus, the total impact such measures have had on the mental wellbeing of this demographic has been a disastrous tradeoff.

The results from the most inhumane experiment ever conducted on human beings are in, and we should all be ashamed of ourselves for letting it happen.

In a white paper published by the nonprofit FAIR Health, the consequences of lockdowns on the mental health of American students reveal what many people already know: “School closures, having to learn remotely and isolating from friends due to social distancing have been sources of stress and loneliness.” The real shocker, however, is how that statement plays out in real life. In March and April 2020, at the height of the Covid-19 pandemic, mental health claims among this young demographic exploded 97.0 percent and 103.5 percent, respectively, compared to the same months in 2019.

To break it down even further, there was a dramatic surge in cases involving “intentional self-harm” using a handgun, sharp object and even smashing a vehicle, as the more popular examples. The rate of incidence for such destructive behaviors amid 13-18 year olds jumped 90.71 percent in March 2020 compared to March 2019. The increase was even greater when comparing April 2020 to April 2019, almost doubling (99.83 percent). August 2020 was particularly active in the northeast sector of the country, showing a surge of 333.93 percent.

Similarly major increases were found among the 19-22 age category, although not quite as pronounced as the 13-18 group.

Another sign that young Americans have suffered undue psychological distress during the pandemic is observable from the rate of overdoses and substance abuse. For those between the ages of 13-18, overdoses increased 94.91 percent in March 2020 and 119.31 percent in April 2020 over the same periods the year before. Meanwhile, substance use disorders surged in March (64.64 percent) and April (62.69 percent) 2020, compared to 2019.

In one sample taken of the 6-12 age groups, increases in obsessive compulsive disorder shot up in March 2020 (up 26.8 percent) and persisted through November (6.7 percent). At the same time, nervous tic disorder increased some 28.7 percent by November. Another trend worth mentioning is that before the pandemic began, females in the 13-18 group accounted for 66 percent of total mental health claims; from March 2020 onward, the percentage increased to 71 percent in females compared to 29 percent in males.

The findings by FAIR are supported by other prominent studies, including one by the American Academy of Pediatrics, which found higher rates of suicide attempts in February, March, April, and July 2020 compared with the same months in 2019.

The unconscionable part of this tragedy is that children are known to be amazingly resilient to coronavirus. According to the European Centre for Disease Prevention and Control, the “majority of children do not develop symptoms when infected with the virus, or they develop a very mild form of the disease.” And among their peers at school, “outbreaks have not been a prominent feature in the COVID-19 pandemic.”

At the same time, scientific studies have proven that children are not Covid-19 “super spreaders,” which means that their teachers would be at low risk of infection. In other words, there is absolutely no reason that children should not be back in school, studying and socializing side-by-side their friends in a supportive, learning atmosphere.

Some places in the United States have begun to see the light. The Republican-run states of Arkansas, Florida, South Dakota and, most recently, Texas, encouraged by dropping infection rates and a nationwide push for vaccines, have fully reopened businesses and schools.

President Joe Biden, however, betrayed the severe political brinkmanship lurking behind Covid-19 when he slammed the decisions as “Neanderthal thinking.” In any case, while the gradual opening of America is a welcoming sign of much-needed sanity, it seems the damage has already been done as far as the mental condition of its youth are concerned. In fact, I find the consequences on par with that of the trauma experienced during war, and in some ways even worse. Not least that this was self-inflicted.

Covid-19, or rather our responses to it, have had all of the destructive force of a hydrogen bomb – albeit a silent one – dropped smack in the middle of our communities and sucking out the precious life. Now entire families are forced to ‘shelter in place’ from an enemy they cannot see, while businesses, schools and even churches – the essential meeting places that give people hope and strength – have been forced to close their doors.

Children have been taught to look at each other warily, like walking chemical factories capable of infecting and even killing, as opposed to fellow human beings that can provide love, comfort and support. It is my opinion here that the medical authorities who imposed this protracted lockdown on the youth have forfeited the right to practice medicine ever again –  and a similar fate should await the politicians who sanctioned it.

Let’s be clear. We are not talking about the Black Plague of the 14th century, where entire towns were wiped out and bodies piled up in the streets as people fled to the remote villages and countryside to escape certain death. Not by a long shot. Yes, it is important to take precautions against this virus, but catching Covid is not a death sentence; an estimated 99.75 percent of those infected can expect to fully recover, while the incidences of children dying from coronavirus are exceedingly rare.

In the overwhelming majority of cases, those who do succumb to Covid are the elderly who had already been weakened with “comorbidities.” While every death is regrettable, the sort of fatalities we are dealing with do not justify the lockdown of Main Street, to say nothing about businesses, churches and schools. It would have been far more humane had the elderly and sick been singled out for special protection, while the rest of the world got on with the business of living.

Instead, we did the most unconscionable thing imaginable, forcing young children – at the most momentous times of their lives – to adhere to social distancing rules while shutting down their schools and imprisoning them in their homes. That is simply cruel and unusual punishment. In a word, it is child abuse. We failed to heed the warning about where that allegorical road paved in “good intentions” may lead us, and that is exactly where millions of children now find themselves. Trapped in a mental hell of the adult world’s making. I pray that, one day, they forgive us.

Source and Image: https://www.rt.com/op-ed/517823-kids-forgive-covid-lockdown/

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12 muertos en una nueva jornada de represión en Myanmar

Por: Tercera Información

Las fuerzas de seguridad dispararon contra los manifestantes de la movilizaciones de Mandalay con fuego real, causando varias muertes.

La represión llevada a cabo por las fuerzas de seguridad de la junta militar de Myanmar este fin de semana contra las protestas de civiles dejó un saldo de al menos 12 personas muertas y unos 19 heridos, mientras se reportan detenidos en varias ciudades.

Las fuerzas de seguridad disolvieron la protesta de Mandalay con la utilización de fuego real y, además de causar algunas muertes, hirieron a al menos 15 personas, incluidos monjes budistas que participaron en la manifestación, de acuerdo a fuentes del Movimiento de Desobediencia Civil, citados por la agencia española EFE.

Cuatro personas murieron en Mandalay, la segunda ciudad del país, después de que las fuerzas de seguridad disolvieran una manifestación utilizando munición real, mientras que testigos confirmaron la muerte de un manifestante en un hospital de la ciudad de Pyay.

La Red para la Documentación de los Derechos Humanos en Myanmar tras la violencia de este sábado expresó a través de una publicación en Twitter:

«Estamos perdiendo más vidas hoy. Ataques sin sentido y desalmados de los militares que tratan de disminuir el poder del pueblo. El mundo está asistiendo al ataque ilegítimo del Gobierno de la Junta contra sus propios ciudadanos. Debe haber una acción internacional».

Las muertes se producen en una nueva jornada de protestas masivas por todo el país contra el control del Gobierno asumido por los militares el pasado 1 de febrero y tras una noche trágica en Rangún, la ciudad más poblada, con al menos tres fallecidos en dos manifestaciones.

En otra manifestación en el distrito Hlaing de Rangún un estudiante de 18 años falleció de un disparo en la cabeza en una confrontación con la Policía. Luego de los altercados nocturnos, el movimiento de desobediencia civil contra la junta militar había hecho este sábado un llamamiento en las redes sociales para replicar las protestas multitudinarias en las principales ciudades del país.

Hasta el momento, la junta militar liderada por Min Aung Hlaing ha hecho oídos sordos a las condenas de la violencia de la comunidad internacional, incluido el Consejo de Seguridad de la ONU, y las sanciones que han aprobado algunos países como Estados Unidos, Canadá, Reino Unido o Corea del Sur, que esta semana anunció que suspenderá sus exportaciones de armas a Myanmar.

Los uniformados justifican el golpe por un supuesto fraude electoral en los comicios del pasado noviembre, en los que arrasó el partido de la depuesta líder Aung San Suu Kyi y que fueron calificados de legítimos por los observadores internacionales.

Fuente e Imagen: https://www.tercerainformacion.es/articulo/internacional/14/03/2021/12-muertos-en-una-nueva-jornada-de-represion-en-myanmar/

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Atravesar el cerco al Rojo

Por: Daliri Oropeza

Esta es una exploración de la poesía y filosofía de Enrique González Rojo, quien revela con ellas caminos de esperanza en la autogestión y su enérgico rechazo a las mafias literarias. Un memorial en el Día de la poesía, después de su muerte.

Al buscar movimientos sociales relacionados a la poesía encontré a los poeticistas. Con ellos, entendí uno de mis mayores disgustos con la extraestética: el individuo creador y la obra por la obra per se.

¿Dónde quedan los momentos de ruptura que no obedecen cánones? ¿Cómo transmitir las sublevaciones o grietas? ¿Cuál es el lugar para los gestos de levantamientos sociales en el arte? ¿Quiénes definen el arte?

Así llegué, llena de preguntas, al vasto trabajo literario de Enrique González Rojo. No se puede entender su poesía sin hacer una revisión de sus aportaciones teóricas desde la filosofía: sobre la clase intelectual y sus mafias, la revolución articulada, una propuesta de enfoque de la autogestión, el sincretismo productivo, el placer estético desde el Poeticismo.

No se puede entender su poesía sin una revisión de su acompañamiento en la práctica y desde la pluma, al Partido Comunista (desde los 27 años), luego la Liga Leninista Espartaco (LLE), Espartaquismo Integral-Revolución Articulada (EIRA), la Organización de Izquierda-Línea de Masas (OIR-LM) y otros múltiples movimientos populares.

Por no olvidar a su abuelo y padre (con el mismo nombre), que lo antecedieron con un trabajo literario destacado.

El término Poeticismo lo inventó junto con su grupo de amigos para diferenciarse de otros poetas. Se basaba en tres premisas: originalidad, complejidad y claridad. Las vanguardias y el surrealismo se agotaban en el desorden onírico y en el inconsciente.

“La nueva estética (con el poeticismo) partía de la aceptación del desorden; pero una vez asumido y convertido en criterio insoslayable de la creación, lo sometía a una tajante negación al reinterpretarlo como desorden necesitado de acotación o irrealidad disminuida por un proceso específico de metaforización realizante”, asegura en el ensayo El placer estético en la concepción poeticista.

“La lógica de la poesía es en alguna proporción la lógica en la poesía. Pero la lógica formal (o dialéctica) injertada en el mundo de las imágenes y metáforas, se deshace de algo que en su función natural le es imprescindible: la verdad”.

 Para deletrear el infinito es una de sus obras más conocidas escrita desde de esta corriente. En los 70, fue el catalizador de una obra poética original, que resuena con potencia. En los últimos años, bajó las barreras entre géneros para fusionar la poesía con el cuento y la novela.

“No he venido al mundo sólo a poetizar y a filosofar”, decía González Rojo.

Algo que las «sesudas» plumas de Letras Libres omiten decir en sus panfletos es que Octavio Paz se dedicó a tender un cerco a Enrique González Rojo desde sus espacios y cercanía con el poder. No era criticar por criticar al escritor estrella del salinismo [sí, Octavio Paz], sino denunciar las mafias literarias y de la cultura que estaba imponiendo un circuito de “artistas” de élite haciendo política, que no necesariamente tienen escritos destacados, pero sí afines al poder o poderes.

“La mafia (literaria) censura, discrimina, prohíbe. Se hace pasar por la historia y lo hace no sólo respecto al presente en que el puñado de escritores elegidos hace cola para ingresar a la eternidad, mientras los otros son condenados al infierno de la nada sino también respecto al pasado de nuestra literatura. Se ejerce la censura hacia atrás y hacia adelante.La arbitrariedad mafiosa decreta quién es quién en la cultura nacional”, describe González Rojo en el ensayo En Prolegómenos a una sociología de la mafia literaria, porque le tocó vivirlo.

A la mafia literaria la describe como una asociación de contornos identificables que ocultan que son un sector privilegiado puesto a los intereses de sus integrantes, sin negar la presencia de una élite.  “Un grupo selecto en la cultura nacional” que argumenta que tiene ese lugar  por el “valor extraordinario de la poesía, la novela, los cuentos o los ensayos de sus componentes” no por obra de una mafia.

Esa es “la base material, fundamentalmente extraestética, que les garantiza tanto individual como colectivamente figurar en la cultura nacional y hasta ser alguien en el boom latinoamericano”, escribe González Rojo en su ensayo.

Pero puede ser aún más incómodo para quienes ostentan el poder. Así es aún más comprensible el cerco impuesto.

“Esta base material está constituida por la influencia que la mafia va logrando poco a poco en las casas editoriales realmente decisivas del país, en las revistas literarias, en los suplementos dominicales, en el otorgamiento de premios en efectivo de diferente carácter e importancia, en la distribución de becas y, desde luego, en las relaciones internacionales con la intelectualidad de otros países”.

No importa si la producción literaria de esta élite es mediocre y sin sustancia. Ser parte de esta mafia puede sustituir —dice Rojo— la ausencia de grandes valores artísticos por un procesamiento extraestético. Por ello recomienza hacer una comparación entre la actividad literaria y la práctica económica, y recuerda como son los monopolios en la historia del capitalismo.

Es cuando su Manifiesto Autogestionario Hacia un encuentro con la esperanza adquiere particular relevancia, por promover la ética de la humanización del hombre, como él lo dice, o ser humano como prefiero enunciarlo, para coadyuvar con el ideal de gestar un modo de

producción autogestionario, que es una estructura organizativa.

“Mandar obedeciendo significa ir de la base a la base. Antes de mandar, y para mandar, el centro tiene que obedecer. ¿Obedecer a quién? A los deseos e intereses de la base. No a los intereses y anhelos de una parte de la red organizativo-política, sino al conjunto de ella”.

Enrique vivió el cerco de las mafias literarias, el ninguneo interesado de su obra y la traición de viejas amistades que terminaron acercándose al grupo de Octavio Paz, y dejaron atrás todo lo que fueron como jóvenes. Al mismo Paz no le importó hablar mal del abuelo Enrique González Martínez, abuelo de Rojo, después de beneficiarse de su trato. Sin embargo, a pesar del  cerco a su creación desde los poderes culturales, González Rojo encontró a lo largo de los años a sus lectores y a su público, en recitales al aire libre que se convirtieron en verdaderas celebraciones de su palabra.

Desde la filosofía, la poesía ha estado en la encrucijada de ser concebida como un estímulo o participación emotiva, un modo privilegiado de expresión, o un modo de verdad absoluta o gradual, desde la Grecia de Platón.

Al entenderla como poiesis, Matín Heidegger propuso que “la poesía, el nombrar que instaura el ser y la esencia de todas las cosas, no es un decir caprichoso, sino aquel por el cual inicialmente se revela todo, cuanto después hablamos y tratamos en el lenguaje cotidiano. Por lo tanto, la poesía no toma el lenguaje como un material ya existente, sino que la poesía ese el lenguaje primitivo de un pueblo y la naturaleza del lenguaje debe ser la esencia de la poesía”.

Una revelación o manifestación de lo que es.

Cuán reveladora es su poesía, que hasta ahora da la potencia creativa para atravesar el cerco al Rojo. Para revelarnos. Para rebelarnos.

En pie de lucha

Por Enrique González Rojo

Eduardo. Guillermo, Jaime
¿recuerdan cuando fuimos terroristas
y armábamos el delicado mecanismo
de explosivas mentadas de madre
para ponerlas en lugares claves
del sistema?
¿Recuerdan cuando, con Pepe,
con la boca cosida por el mismo propósito, levantamos una barricada de hambre? ¿Recuerdan nuestra fiebre clandestina,
el salir a una junta
poniéndonos el traje, la bufanda y el seudónimo? ¿Recuerdan nuestros puños
-opuestos siempre al asco-
discutiendo por las noches
hasta el advenimiento del nuevo día,
hasta que los arroces de la penumbra
eran picoteados por los gallos?
¿Han olvidado acaso las reuniones,
las órdenes del día
en que el sueño era el Presidente de debates? Se dice que tan sólo
la sangre juvenil es subversiva,
o que la adolescencia,
con su chorro de tiempo tan exiguo,
no moja aún la pólvora
del furor; pero dícese que ello es transitorio, que ha de venir el día
en que sienten cabeza las neuronas
impulsivas;
se dice que la edad,
con su telaraña de canas,
toma preso y devora
el tábano rebelde de otro tiempo.
Se habla de ingenuidad,
de muchachos utópicos y anémicos
que formaban brigadas o círculos o células
de glóbulos blancos.

Se habla de castillos
formados con la arena de fantasmas
que a la incredulidad se desmoronan.
Se cita
la escasez lamentable de mazmorras
que hay en los manicomios.
Pero Eduardo y Guillermo.
Pero Jaime.
No quiero,
no, no quiero la cordura.
En vísperas de ser por las arrugas invadido,
no quiero, mis amigos, encontrarme con los pies muy bien puestos en la tierra de la lógica.
Sueño, mis camaradas,
que hasta el último instante,
mi voluntad aún halle la forma
(contra mí, mis arrugas, mi cansancio)
de levantarse en armas.

Fuente e imagen: https://piedepagina.mx/atravesar-el-cerco-al-rojo/

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Educar para la igualdad entre mujeres y hombres en tiempos de la cuarta ola feminista

Por: Francesca Salvà Mut  y  Carmen Rodríguez Martínez

Por otra política educativa. Foro de sevilla

Educar en tiempos de la cuarta ola feminista significa educar en un contexto donde la problematización de la igualdad entre mujeres y hombres ocupa un lugar central en el debate social y en la construcción de la identidad de la población infantil y juvenil.

Uno de los mayores consensos en educación es que la escuela debe ser permeable a su entorno; lo que implica, entre otras cosas, desarrollar un currículum escolar contextualizado, entender los comportamientos, deseos y expectativas del alumnado y sus familias y también del profesorado en el contexto en el que se producen.  Esta permeabilidad permite que la escuela pueda contribuir a la mejora de la comunidad desde la perspectiva del derecho universal a la educación y de los derechos humanos y de ciudadanía.

Si tomamos como referencia la igualdad entre mujeres y hombres comprobamos que también en la escuela se reflejan los avances y contradicciones propios de su entorno. Con el añadido de que justamente la escuela es la institución que tiene el encargo social de educar a las jóvenes generaciones para que puedan desarrollarse plenamente a nivel personal y social. Jóvenes generaciones que en presentes y futuros más o menos cercanos tendrán en sus manos la responsabilidad de contribuir a crear una sociedad más o menos igualitaria, justa e incluyente. Por tanto, cuando la escuela aborda el tema de la igualdad entre mujeres y hombres lo hace desde el poder y responsabilidad que tiene conferido como institución social cuya función es la educación de las jóvenes generaciones.

La igualdad de género aparece en el preámbulo de la recientemente aprobada Lomloe como una perspectiva que afecta a toda la ley, junto con el enfoque de los derechos de la infancia, la sostenibilidad, las garantías de éxito educativo para todo el alumnado y la necesidad de tener en cuenta el cambio digital:

[La ley] adopta un enfoque de igualdad de género a través de la coeducación y fomenta en todas las etapas el aprendizaje de la igualdad efectiva de mujeres y hombres, la prevención de la violencia de género y el respecto a la diversidad afectivo-sexual, introduciendo en educación secundaria la orientación educativa y profesional del alumnado con perspectiva inclusiva y no sexista.

La Lomloe también incluye la igualdad entre mujeres y hombres como contenido de la asignatura de Educación en Valores Cívicos y Éticos, que forma parte de las materias de tercer ciclo de primaria y de educación secundaria obligatoria. Una disposición adicional específica sobre el fomento de la igualdad efectiva entre hombres y mujeres prohíbe la escuela segregada por sexo y establece que los centros incorporarán medidas para la igualdad en los planes de acción tutorial y de convivencia. También fija la necesidad de incluir y justificar en su proyecto educativo las medidas para favorecer la igualdad en todas las etapas educativas, incluyendo “la educación para la eliminación de la violencia de género, el respeto por las identidades, culturas, sexualidades y su diversidad, y la participación activa para hacer realidad la igualdad”. Por otra parte, señala que las administraciones educativas impulsarán el incremento de alumnas en estudios de ciencias, tecnología, ingeniería, artes y matemáticas y en las enseñanzas de formación profesional con menor demanda femenina; y el incremento de alumnos en los estudios en los que exista una “notoria mayor matrícula” de mujeres. Asimismo, establece que las administraciones educativas “promoverán que los currículos y libros de texto y demás materiales educativos fomenten el igual valor de mujeres y hombres y no contengan estereotipos sexistas o discriminatorios”. Estos contenidos se incluirán en la formación inicial del profesorado.

Esta breve síntesis (que no análisis o crítica) identifica un marco común de referencia de los centros educativos en materia de aplicación del enfoque de la igualdad entre mujeres y hombres. Pero ¿cuáles son las prácticas educativas?, ¿cómo deberían desarrollarse para avanzar en el proceso hacia una igualdad real y efectiva?

Los avances en la participación de las mujeres en la educación están indisolublemente asociados a las reivindicaciones que se han producido en las diversas etapas u olas del feminismo, entendiendo este como movimiento social y tradición intelectual. La incorporación de las mujeres a la educación -en una escuela todavía diferenciada por sexos- es hija del feminismo liberal sufragista, mientras que la escuela mixta se contextualiza en el feminismo de los 70 y se nutre de la izquierda contracultural y sesentayochista. Pero los logros positivos que a partir de los 70 ha supuesto la escuela mixta (denominación que la Lomloe, siguiendo el diccionario de la RAE, considera sinónimo de escuela coeducativa), no excluyen sus limitaciones ni su insuficiencia en relación con las características y a los retos de la sociedad del siglo XXI. El análisis de estas limitaciones e insuficiencias y su abordaje desde los planteamientos del feminismo contemporáneo (cuarta ola del feminismo) nos darán buena parte de las claves para el desarrollo de prácticas educativas a favor de la igualdad y también para la comprensión de las tensiones que se producen en el desarrollo de las mismas.

La consideración de que estamos en una cuarta ola feminista, a la que nos sumamos desde estas líneas, es defendida por un número creciente de teóricas del feminismo. De acuerdo con Rosa Cobo, una de las intelectuales más destacadas al respecto, esta cuarta ola:

  • Se caracteriza por ser un movimiento social y de pensamiento global (en todos los países hay movimiento feminista), por ser un movimiento de masas intergeneracional con una enorme presencia de mujeres jóvenes, por interpelar a muchas mujeres que no se autodefinen como feministas y por apoyarse en las redes sociales y el ciberactivismo.
  • Es una respuesta a la reacción patriarcal de los años 90 que recoge, desarrolla y populariza ideas y conceptos presentes en periodos anteriores para hacer visibles las diversas formas de opresión que sufren las mujeres y conquistar nuevos derechos. Entre estos conceptos figuran los de amor romántico, masculinidad hegemónica, acoso sexual, violencia sexual, trabajo de cuidados, brecha salarial, cultura de la violación o patriarcado.
  • Se organiza en torno a dos vindicaciones políticas: la violencia sexual contra las mujeres y la explotación económica (brecha salarial, precarización laboral de las mujeres y gratuidad del trabajo de cuidados).
  • El éxito en los avances que propone depende en gran parte de la capacidad de desenmascarar la alianza entre los intereses del capitalismo global neoliberal y del poder patriarcal que se vehiculan a través del mito de la libertad individual y de las grandes industrias como la de la prostitución, la pornografía, los vientres de alquiler o las maquilas.

Educar en tiempos de la cuarta ola feminista significa, por tanto, educar en un contexto donde la problematización de la igualdad entre mujeres y hombres ocupa un lugar central en el debate social y en la construcción de la identidad de la población infantil y juvenil. Más concretamente, esta educación debe atender a algunas realidades obvias, como son:

  • Un número creciente de adolescentes y jóvenes y también de niñas y niños de ambos sexos que viven el género como un corsé que les impide un desarrollo pleno en lo personal y en lo social y que es fuente de conflictos, de infelicidad y también de enfermedades y hasta de muerte. Recuérdese si no el vínculo entre trastornos alimentarios y modelos estéticos en las niñas y jóvenes o el elevado número de muertes por conductas de riesgo innecesarias o suicidios en los chicos.
  • Una desorientación generalizada en cuanto a las relaciones afectivo-sexuales (el libro El fin del amor de Eva Illouz, recientemente publicado, da algunas claves al respecto) que, junto con los tradicionales tabúes e hipocresías, dificultan enormemente su abordaje en la educación familiar y escolar. La población adulta desiste de una responsabilidad fundamental y atribuye a la propia juventud unas contradicciones que son las de los adultos. En este sentido no se puede infravalorar el tema de los abusos sexuales a menores en la escuela y en el seno de la familia que están saliendo a la luz pública a remolque de movimientos como el de #MeToo.
  • Una cosificación de la mujer y un modelo de masculinidad hegemónica cada vez más deslegitimado pero alentado por determinados intereses y grupos y difundidos a través de los medios y las redes sociales que, en diversos grados y de forma más o menos explícita, niegan las desigualdades y naturalizan las diferencias.

Avanzar en el enfoque de la igualdad en la escuela implica, por tanto, deconstruir el currículum escolar (el explícito, que configura los contenidos escolares, y el oculto que se desarrolla a través de las relaciones entre profesorado y alumnado, mediante estructuras y dinámicas organizativas,…) y reconstruir los saberes poniendo el alumnado en el centro. Se trata de incluir en la socialización de niñas y niños, adolescentes y jóvenes una serie de temáticas e instrumentos de análisis propios del enfoque de la igualdad de género que les capaciten para comprender y comprenderse, para transformar y transformarse. Se trata, por tanto, de una pedagogía crítica (porque va dirigida al cambio) y experiencial (porque toma como centro la experiencia del alumnado) que toma como responsabilidad una mejor adecuación de las tareas propias de la escuela a las exigencias de la sociedad del siglo XXI.

Para avanzar en esta tarea, son especialmente recomendables los trabajos de algunas de las pioneras como Marina Subirats, Pilar Ballarín, Amparo Tomé, Elena Simón o Marian Moreno. También queremos destacar el apoyo a los procesos coeducativos (aquí en el sentido de educación en y para la igualdad) de los centros que pueden suponer los planes de coeducación autonómicos (como el programa SKOLAE en Navarra) y los grupos autoorganizados como el Claustro virtual de coeducación o Feminisme a l’escola.

Fuente e imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/porotrapoliticaeducativa/2021/03/08/educar-para-la-igualdad-entre-mujeres-y-hombres-en-tiempos-de-la-cuarta-ola-feminista/

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