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Gaza a un año: Genocidio + Invasión + ¿Guerra regional, mundial o nuclear?

Por: Pietro Ameglio

 

Guerra Sucia en México

Un nuevo 2 de octubre se nos traviesa: en México 56 años sin verdad ni justicia sobre la masacre del Estado mexicano -a través de sus policías, militares y paramilitares- en Tlatelolco con miles de muertos, desaparecidos, heridos y presos políticos-; en el mundo es el día mundial de la noviolencia, en memoria de los 157 años del nacimiento de Gandhi.

Recién está comenzando un nuevo gobierno en México, encabezado por Claudia Sheinbaum, continuidad en mucho del anterior de López Obrador, donde se plantea continuar con la transformación y el cambio de régimen en el país. Existen algunas fundadas esperanzas -por diferentes razones y siempre con reflexión- que se pueda avanzar con firmeza en alguna vuelta de tuerca importante en este proceso, pero su buen resultado dependerá de la organización, compromiso, co-operación y vigilancia de las organizaciones, movimientos sociales y ciudadanía en general a partir de sus luchas y demandas. Respecto a la masacre de Tlatelolco, y la Guerra Sucia del Estado mexicano contra los opositores, los comisionados del mecanismo de Esclarecimiento Histórico de la Comisión para la Verdad sobre la Guerra Sucia, entregaron a la nueva presidenta su informe final: “Fue el Estado (1965-1990)”, con la exigencia que se revise a fondo y “se haga un reconocimiento público de parte de la autoridad de que se han cometido estas graves violaciones y el compromiso de investigar y castigar a los responsables”.

En la primera conferencia mañanera de Claudia, autonombrada “hija del 68” por la lucha allí de su madre, ya se avanzó algo en esta demanda más que urgente, justa y necesaria: “En cumplimiento a la instrucción de la Presidenta y con la convicción de la responsabilidad histórica que han otorgado millones de mexicanos, me dirijo a ustedes para pronunciarnos en nombre del Estado mexicano por los actos cometidos el 2 de octubre de 1968. Este crimen de lesa humanidad fue ideado desde la más alta autoridad del Poder público y la responsabilidad recayó en el entonces Presidente, un acto de represión estudiantil, decenas de muertos, heridos y detenidos y torturados. En este acto nos dirigimos a las familias y a los sobrevivientes de aquel periodo, pues son ellos quienes se encargaron de tener viva la memoria y continuar con la lucha y exigencia de justicia. Tenemos la responsabilidad de garantizar que se reconozcan los crímenes hace 56 años y por ese motivo el Estado mexicano ofrece una disculpa pública a todas las personas que perdieron un ser querido o fueron Víctimas de los crímenes de lesa humanidad de esa noche, hechos como este no pueden volver a repetirse”, dijo la titular de la secretaría de Gobernación. Declaración positiva que ojalá inicie realmente un periodo de verdad, justicia, reparación y acompañamiento a los familiares de las víctimas no sólo de la Guerra Sucia, sino también para los de los 43 estudiantes desaparecidos en Iguala y para los de los más de 130 mil desaparecidos que hay en México actualmente, agrupados en centenares de colectivos. Ahí sí estará una de las principales claves de una verdadera construcción de paz en el país, lo que es asimismo un gran “debe” del gobierno saliente.

No dejen de hablar del Genocidio en Palestina

Cuesta creer y tomar consciencia que ya ha transcurrido un año -televisado en directo las 24 hrs.- desde el inicio de este proceso genocida del gobierno sionista israelí -junto a la múltiple complicidad y silencio internacional de todo tipo, empezando por el gobierno de Estados Unidos y sus pares europeos- sobre la población palestina indefensa de Gaza y ahora Cisjordania. Cada día que ha transcurrido ha sido más inhumano y brutal el exterminio de todo tipo, con 43 mil gazatíes asesinados hasta hoy (2/3 mujeres y niños), 21 mil niños desaparecidos, con lo que se comprueba cómo no se trata de una limpieza étnica -como ha existido desde 1948- sino de un genocidio, que busca exterminar por generaciones cualquier posible existencia palestina allí, que busca matar de hambre, enfermedad y abandono a todos y todas en esa minúscula franja con más de dos millones de personas. Tampoco se quieren testigos, por eso han sido asesinados 172 periodistas y 133 trabajadores de la ONU; ni heridos o educación por eso han sido destruidos todos los hospitales públicos, cuanta escuela y universidad existían, y asesinados 283 trabajadores de la salud. Ni hablar del total aniquilamiento de casas, edificios públicos, instituciones…El objetivo es “arrancar de raíz” toda huella palestina por generaciones, ocupar y tomar esos territorios para la colonización israelí y la expansión capitalista, con mano de obra asiática más barata, ya no palestina, en lo que William Robinson ha llamado un “excedente de humanidad laboral”.

Sin embargo -justo al año- para aumentar el increíble grado de deshumanización se está agregando otra etapa a esta guerra genocida de “7 frentes” según Netanyahu, como es la invasión israelí al Líbano, y ¿después a Cisjordania, Yemen, Siria…Irán? En lo que ya constituye el inicio de una guerra regional ¿o de una tercera guerra mundial nuclear?

¿Cuánta condena y solidaridad internacional política, mediática, institucional se generó con la invasión rusa a Ucrania? ¿Cuántas sanciones, boicots, represalias, entrega de armas para defenderse, solidaridad mundial se ha volcado a favor de Ucrania? ¿Alguien ha dicho o hecho algo similar contra la invasión de Israel al Líbano…?

Como pocas veces en la historia, este genocidio ha desnudado la hipocrecía e inhumanidad del orden social mundial (desde sus principales potencias económico-político-militar), la impunidad y la “doble moral” de escándalo, con todo el apoyo de los grandes medios y corporaciones internacionales. Además, ha quedado exhibida la nulidad del derecho internacional en cuanto a su poder de acción y coerción, más allá de declaraciones y sentencias sin ninguna aplicación práctica. Y asimismo la normalización i impotencia de las sociedades civiles mundiales, que en una gran mayoría están contra el genocidio y simpatizan con los palestinos, pero que no han ejercido masivamente más que mínimamente acciones de verdadera presión política hacia sus gobiernos, para que ejerzan presión real sobre Israel y solidaridad concreta con los palestinos. Ni hablar del escándalo moral de las mayorías de la población israelí, encerrados muchos en el silencio o miedo de sus casas -¿cuántos además serán los que apoyen ideológicamente a su gobierno sionista?-, estando sólo en desobediencia civil los familiares de los rehenes y un sector muy valiente solidario y noviolento de la población, que siempre ha luchado por la paz. Toda esta lucha resulta totalmente insuficiente para detener el genocidio. Se refuerza así la teoría histórica central: el genocidio es la acción de muchos sobre pocos, quienes lo legitiman en formas muy diferentes, desde el silencio o el encierro de no querer ver hasta dar una orden, apretar el gatillo o tirar una bomba.

Bien dijo el presidente de Turquía Recep Erdogan en su reciente intervención ante la asamblea de la ONU: “El Consejo de Seguridad de la ONU ¿qué está esperando para impedir el genocidio en Gaza y decir ‘basta’ a esta crueldad y barbarie?…en Gaza no solamente son los niños los que están muriendo, sino también el sistema de Naciones Unidas…las esperanzas de la humanidad para vivir en un mundo más justo se están muriendo…es el cementerio de mujeres y niños más grande del mundo”.

Todo el genocidio avanza bajo el falso argumento de la autodefensa, construido con total impunidad e “infantilismo social” por los gobiernos y medios cómplices. El mecanismo para instalar masivamente esta gigantesca mentira es “congelar” -reificar- la reflexión en el 7 de octubre con la brutal masacre de Hamas donde se asesinaron a 1200 ciudadanos israelíes pacíficos de todas la edades, sin tomar en cuenta la historia anterior (al menos desde la Nakba de 1948) ni la posterior a partir del exterminio del 8 de octubre. Ese tipo de reflexión centrada sólo en el propio victimismo justifica todo el genocidio humano y material-territorial, las actuales invasiones a países vecinos, el odio y deshumanización total hacia las víctimas: la proporción criminal es matar a 100 palestinos por cada israelí asesinado el 7; colocar explosivos en los celulares y beepers sin tomar en cuenta que el propietario pudiera estar en el momento de la explosión en un kínder, hospital, escuela…

Una muy valiosa estudiante universitaria de derechos humanos palestina que participó en la exposición gráfica bilingüe conjunta que hicimos entre la Unam y la universidad Al-Quds de Belén este año (https://www.serpajmx.org/_files/ugd/6e3166_9677fff34a214edb955e8f6b2811af4f.pdf), y que se puede imprimir o solicitar fácilmente, nos pregunta: “Todo lo que está pasando en Palestina para evitar que los palestinos tengan derecho a la resistencia, a la autodeterminación y a existir ¿es porqué Israel es la víctima y tiene derecho a asesinar a palestinos?” y “¿Quiénes son los perpetradores y víctimas en este conflicto? Tu respuesta depende de tu sentido de humanidad”.

Como complemento, en una conferencia que me parece importante para entender el fondo y manipulación ideológica de este genocidio, el periodista israelí Gideon Levy (https://www.youtube.com/watch?v=_80ho1asfWA) señala los tres principios que legitiman el genocidio internamente ante la población israelí y a nivel internacional: 1) la gran mayoría de “los israelíes están convencidos de ser el pueblo elegido”, lo que les da el derecho de hacer lo que quieran; 2) no existe en la historia de los invasores “una ocupación donde el ocupador se presenta a sí mismo como la única víctima”; 3) la peor razón es la “deshumanización sistemática de los palestinos”, si no son humanos como los israelíes entonces ya no hay problemas de derechos humanos. “Una vez escribí que tratamos a los palestinos como animales, y recibí cartas de protesta de parte de organizaciones israelíes protectoras de animales”.

Esta enorme manipulación y tergiversación nacionalista mesiánica de la historia, tiene su raíz en un proceso de desviación y radicalización ideológica donde ciertos grupos dentro del sionismo -nacido en el siglo XIX entre los judíos askenazis europeos occidentales-, que se fueron transformando en un movimiento colonialista de colonos judíos en un territorio ya habitado, donde se empezó una limpieza ética y desplazamiento de palestinos -que vivían allí desde milenios pacíficamente con judíos y cristianos, en una proporción enorme de población y tierras a su favor-, desde los años 20 del siglo pasado. Como bien señala el importante historiador israelí IIán Papé: “El principal objetivo sionista radical fue la eliminación de los nativos, para pasar de un país árabe a uno judío…conquistando la mayor tierra posible con el menor número posible de palestinos” (https://www.youtube.com/live/ukPnbeSHWwA).

Esta colonización a partir de la abierta complicidad política y militar inglesa desde 1917 (Tratado de Balfour) al menos, y la brutal política de colonialismo militar-económico-político-social israelí inicial de limpieza étnica y ahora de genocidio, “han convertido a Israel en el lugar menos seguro en el mundo para los judíos, pues Israel genera anti-semitismo y hostilidad”, como bien afirma desde la mirada de los árabes judíos -muy ajenos y de experiencias opuestas en cuanto a antisemitismo, a los judíos occidentales sionistas- el historiador judío iraquí Avi Shlaim (https://www.youtube.com/watch?v=SMJJiZlXOi0).

Por nuestra parte, en América Latina continuaremos cada vez con más decisión y cantidad todo tipo de manifestaciones de apoyo al pueblo palestino que pide al mundo -como forma central de resistencia- que “No dejen de hablar de Palestina”. Asimismo, exigiendo a nuestros gobiernos e instituciones culturales, económicas, sociales y educativas que rompan convenios e intercambios de todo tipo con sus pares israelíes que no se hayan pronunciado con determinación y claridad contra el genocidio, en lo que constituyen acciones de no-cooperación básicas para que esta barbarie “No se realice en nuestro nombre”. Mientras, esperamos que surjan más acciones de desobediencia civil masiva muy grande dentro de Israel, Estados Unidos y Europa, países involucrados más directamente en la construcción y ejecución de este genocidio.

A su vez, me pregunto si en México el partido en el poder (Morena) y con mucho poder político y social, no pudiera plantearse que una forma de demostrar autonomía positiva y constructora de paz respecto al actual gobierno, sería exigir al gobierno que realice acciones y sanciones políticas, económicas y culturales mucho más contundentes hacia el gobierno israelí para que detenga ¡Ya! este genocidio. Sería algo muy importante sea para el gobierno que para el partido, para así aumentar su fuerza moral y legitimidad en terrenos de construcción de paz.

Fuente de la información e imagen:  https://desinformemonos.org

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Las empleadas de casas particulares quedaron fuera de la «Promoción del trabajo registrado»

La Ley Bases implica muchos ataques al pueblo trabajador. Pero hay un punto en particular que muestra la saña del Gobierno con las trabajadoras más precarias.

 

Las empleadas de casas particulares ya habían sufrido una primera agresión: el DNU 70/23 deroga el artículo 50 de la Ley de empleo doméstico, que estipula la indemnización agravada en caso de registración deficiente o falta de registración. Hoy ese capítulo está suspendido por la justicia. Pero Milei insiste. Ahora quedaron afuera del capítulo “Promoción del trabajo registrado”, que se reglamentó a fines del mes anterior.

 

Según denunciaron desde la Unión del Personal Auxiliar de Casas Particulares (Upacp), el decreto reglamentario “incorpora esa exclusión que no figura en la ley, dejando fuera de la posibilidad de regularización laboral al sector más afectado por la informalidad”.

 

El Decreto 847/2024 permite la regularización de “relaciones laborales no registradas o deficientemente registradas” hasta el 31 de julio de 2024, aunque con un sesgo que favorece a los empleadores, que ven condonadas o reducida las infracciones. El reconocimiento es limitado a solo 60 meses de servicios con aportes, calculados en base al salario mínimo vital y móvil (SMVM), y deja afuera el cálculo para el haber previsional.

 

Pero para las empleadas ni siquiera habrá ese limitado mecanismo. Según el artículo 8 del decreto, quedan excluidas. Y no es porque el gobierno les permite seguir litigando legalmente “sin límites”. Lo que quiere, como adelantó con el DNU, es hundirlas en la informalidad eterna.

 

Se trata de más de 1,7 millones de empleadas y empleados domésticos, pero el 97% son mujeres. Y solo un 30% está registrado.

 

Más allá de las denuncias, los gremios que representan al sector ante las Cámaras patronales no hacen nada para organizar esa fuerza y terminar con tanta precarización.

 

Las trabajadoras de casas particulares perdieron 18% de salario real en la era Milei

 

Se calcula que en el país hay aproximadamente 2 millones de trabajadoras de casas particulares, uno de los tantos empleos feminizados donde la precarización laboral y los bajos sueldos son la ley.

 

A partir de la era Milei, el periodista económico Ismael Bermúdez calcula que este sector perdió un 18% de salario real, contemplando la devaluación de diciembre de 2023. Tras los últimos aumentos que recibieron acumulan en 9 meses una suba salarial de 99,8% contra una inflación estimada para el mismo período de 143.8%.

 

A junio de este año una trabajadora que presta servicio por tareas generales (limpieza, lavado, cocina, entre otros) tuvo un sueldo básico con retiro de $ 284.794. Ese mismo mes la canasta de indigencia calculada por el INDEC para un grupo familiar de tres personas fue de $313.128 y la de pobreza (que no incluye el costo de alquilar) $695.144.

 

Los aumentos salariales se fijan en la Comisión Nacional de Trabajo de Casas Particulares, compuesta por representantes de las trabajadoras, de los empleadores, el ministerio de Economía y del ministerio de Capital Humano. El gobierno lleva adelante la misma postura que respecto a las jubilaciones o los salarios de los estatales donde toma la decisión directamente: que sigan perdiendo contra la inflación. La pérdida de poder adquisitivo del sector no es nueva, viene de arrastre de sucesivos gobiernos que fijaron aumentos llevando el salario a este piso.

 

Una progresión similar se observa al analizar el nivel de trabajo registrado del sector, particularmente desde el gobierno del Frente de Todos cuando comenzó a crecer la informalidad. Según analiza Luis Campos, coordinador del Observatorio del Derecho Social de la CTA-Autónoma: “Las trabajadoras en casas particulares siguen siendo las más afectadas por el deterioro del mercado formal de fuerza de trabajo. Ya no hay piso para el sector. La caída es ininterrumpida desde principios de 2020. Desde entonces se perdieron 52.743 puestos de trabajo (10,5%)”.

 

Una realidad que muestra un denominador común en aquellas mujeres que trabajan en la salud o la educación, donde son mayoría, o aquellas titulares de planes sociales que cobran montos de miseria que alcanzan para poco y nada. Sobre sus espaldas recae todo el ajuste y la crisis social que profundiza La Libertad Avanza, mientras desde la CGT siguen sin anunciar medidas de fuerza con el peso de la crisis sintiéndose más día a día.

 

“Tenemos que debatir, sacar conclusiones y organizarnos para volver a poner en pie el movimiento feminista sobre nuevas bases” plantea Andrea D’Atri, fundadora de Pan y Rosas y legisladora electa en CABA, a propósito de los debates que se entrecruzan estos días. Con la perspectiva de desarrollar la organización de cara del 37º Encuentro Plurinacional de Mujeres y Diversidad Sexual que será en Jujuy. Planteando así la necesidad de construir un movimiento de mujeres independiente políticamente de los Estados y partidos de gobierno, que recupere esa potencialidad que demostró en las calles en la perspectiva de enfrentar el ajuste voraz de Milei y todos sus cómplices, cuestionando el sometimiento al FMI y sacando conclusiones del derrumbe político y moral de un peronismo que busca recomponerse de la mano del Papa.

 

Salarios de niñeras y cuidadores de adultos en septiembre de 2024

 

Martín Martínez

 

Las niñeras y cuidadores de adultos verán reflejado en sus salarios un incremento del 4% a partir de septiembre, según lo establecido en el último acuerdo paritario para los trabajadores de este sector. Este aumento corresponde a la labor realizada en el mes de agosto y se suma al aumento del 8,5% que se aplicó en julio, generando así un efecto acumulativo en sus remuneraciones.

 

Detalles del Acuerdo Paritario

 

El acuerdo fue ratificado por la Comisión Nacional de Trabajo en Casas Particulares y la Unión Personal Auxiliar de Casas Particulares (Upacp), sindicato que representa a los trabajadores del sector. Aunque el Gobierno aún no ha oficializado el acuerdo, el sitio oficial de la Upacp ya ha actualizado las cifras por categoría y modalidad de trabajo.

 

Impacto en los Salarios de Niñeras y Cuidadores

 

Este ajuste salarial afecta a las personas que se desempeñan como niñeras y cuidadores de adultos, quienes se encuentran en la cuarta categoría de empleados de casas particulares, realizando tareas de asistencia y cuidado no terapéutico. Esto incluye el cuidado de personas enfermas, con discapacidad, niños, adolescentes y adultos mayores.

 

Sueldo por Hora en Septiembre 2024

 

Las personas que trabajan en casas particulares y están contratadas por horas o por jornada recibirán los siguientes montos en concepto de salario por hora, tomando como referencia los valores actualizados hasta agosto:

 

· Por hora con retiro: $2825

 

· Por hora sin retiro: $3159

 

Estos valores son aplicables para quienes laboran menos de 24 horas semanales para un mismo empleador.

 

Sueldo Mensual en Septiembre 2024

 

Para aquellos empleados que operan bajo un esquema mensual, las remuneraciones correspondientes al trabajo realizado en agosto serán:

 

· Mensual con retiro: $357.350

 

· Mensual sin retiro: $398.229

 

Las cantidades mencionadas están destinadas a los trabajadores bajo el régimen establecido por la ley N° 26.844 y son aplicables a quienes laboran 24 o más horas semanales para un mismo empleador, calculándose de forma proporcional según las horas efectivamente trabajadas.

 

Consideraciones Adicionales sobre el Salario

 

Es relevante señalar que los montos mencionados corresponden exclusivamente al salario, por lo que el empleador tiene la obligación de abonar también otros conceptos tales como antigüedad, aportes jubilatorios y obra social.

 

Cálculo de la Antigüedad del Servicio Doméstico

 

Para determinar el monto que corresponde a la antigüedad de los empleados, se deberá calcular el 1% por cada año trabajado, considerando la antigüedad desde el 1° de septiembre de 2020, sin efecto retroactivo.

 

Es importante que este pago adicional se estime como un nuevo ítem en los recibos de sueldo, facilitando así su identificación para los trabajadores del servicio doméstico.

 

22 de julio: Día Internacional del Trabajo Doméstico

 

El 22 de julio se conmemora el Día Internacional del Trabajo Doméstico, una fecha proclamada en el Segundo Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe en 1983. Este día tiene como objetivo principal reconocer y visibilizar la labor que millones de mujeres realizan en los hogares.

 

La realidad del trabajo no remunerado

 

El trabajo no remunerado incluye tanto el trabajo doméstico como el trabajo de cuidado a miembros del hogar, apoyo a otros hogares o trabajo voluntario. Según la Encuesta Nacional de Uso del Tiempo de 2021 del INDEC, el 92,7% de las mujeres realizan estas tareas no remuneradas. En el caso de los hombres, este porcentaje desciende al 75,9%.

 

¿Qué son las tareas de cuidado o trabajo doméstico?

 

Las tareas de cuidado se definen como el conjunto de actividades destinadas a satisfacer las necesidades básicas para la existencia y el desarrollo de las personas (CEPAL, 2012). Esto incluye:

 

Cuidado personal y directo de otras personas.

 

Provisión de precondiciones para que estas tareas se realicen (como la compra de alimentos, insumos de botiquín o útiles escolares).

 

· Gestión y organización de dichas tareas, como cocinar, ayudar en actividades escolares, y administrar el tiempo de las mismas.

 

El trabajo doméstico y las tareas de cuidado son fundamentales para el funcionamiento de cualquier sociedad. A pesar de su importancia, estas labores a menudo no son reconocidas ni valoradas adecuadamente, lo que genera desigualdad de género y desequilibrios económicos.

 

Celebrar el Día Internacional del Trabajo Doméstico es una oportunidad para reflexionar sobre la equidad y la necesidad de políticas públicas que reconozcan y apoyen a quienes realizan estas tareas esenciales.

 

¿Por qué es clave desde los feminismos abordar el trabajo del hogar remunerado?

 

Por Juliana Díaz Lozano

 

En América Latina y el Caribe, entre 11,5 y 18,6 millones de personas se dedican al trabajo doméstico remunerado, de las cuales el 93% son mujeres. El trabajo doméstico supone en promedio entre el 10,5% y 14,3% del empleo de las mujeres en la región, lo que significa que una parte importante de la población activa, especialmente feminizada, lo hace en condiciones precarias y sin acceso a la protección social. Al mismo tiempo, en cuanto al peso de las personas migrantes dentro del sector de trabajo doméstico, las estimaciones de la OIT señalan que un 17,2% de las personas ocupadas como trabajadoras domésticas son migrantes, siendo un 73,4% de ellas mujeres (ONU-OIT-CEPAL, 2020).

 

Estas cifras dan cuenta de la importancia cuantitativa del sector dentro del empleo femenino, feminizado y racializado. Si bien, entonces, la relevancia numérica del sector es indudable, esto no se ha traducido en mejoras sustantivas en la adquisición masiva de derechos. Aunque el Convenio 189 de la OIT ha sido un logro en términos del reconocimiento global de derechos para el sector, -jornadas laborales razonables, condiciones de empleo y coberturas sociales básicas-, no todos los países lo han ratificado, y aún en los casos en los que lo han hecho, no siempre eso ha redundado en mejoras concretas para las trabajadoras. Un balance a diez años del Convenio en diversos países puede consultarse aquí. En la práctica, en el mundo, el 90 % de las trabajadoras no tiene prestaciones de seguridad social, el 50 % no llega al salario mínimo, y otro 50 % sin protección contra la extensión de la jornada laboral. En América Latina las TDCR perciben ingresos inferiores a las mujeres ocupadas en otras categorías laborales (Torres, 2023).

 

Por otra parte, y más allá del subregistro que padece la actividad, la OIT reconoce que el aporte de este trabajo al producto bruto de los países de América Latina ronda entre el 15% al 24%. Sin embargo, la importancia del sector para la economía y para el sostén social, no redunda necesariamente en la visibilización de estas trabajadoras en la sociedad, lo que las perjudica a la hora de dar sus luchas. Esto también se verifica dentro de los sindicatos y otros movimientos sociales más amplios, donde padecen una segregación de sus demandas y sus capacidades políticas (Martínez Prado, 2014). Esto se conjuga con la particular naturaleza de este trabajo que ocurre en ámbitos privados y aislados, con diversos empleadores, con regímenes muy variantes y escasa disposición para tiempos propios de las trabajadoras, ya sea para la educación, para ocuparse de la salud y la de sus familiares y para organizarse colectivamente.

 

Además de tener una posición lateral dentro de los sindicatos y movimientos sociales y populares, algo similar ocurre con el movimiento de mujeres y feminista, incluso en los llamados feminismos anticapitalistas. Si bien durante los 70 estas perspectivas dentro de los feminismos pusieron en escena la importancia de los trabajos del hogar remunerados (Pérez, 2015), estos han perdido centralidad en las preocupaciones actuales. En lo que va del siglo, la economía feminista, junto con otras disciplinas y bajo el impulso de los aprendizajes de la lucha cotidiana, logró posicionar conocimientos y demandas en relación a los cuidados, fundamentar la necesidad de las huelgas internacionales de los 8M, redefinir la propia noción de trabajos, ampliándola. Al mismo tiempo, se desplazó la división entre trabajo reproductivo y productivo, cuestionando la noción neoclásica de que la producción de mercancías movía el mundo y posicionando que las labores que sostienen la reproducción social son poco reconocidas, permanentes, no están pagas y están mal repartidas. Se demostró que la gestión, la desigual distribución clasista, racista y patriarcal de los cuidados sostiene otras desigualdades estructurales (Pérez Orozco, 2014).

 

A pesar de este énfasis que ponen los feminismos sobre los cuidados no reconocidos que sostienen el mundo, solo en honrosas excepciones posicionan con la misma centralidad las demandas de las trabajadoras del hogar asalariadas dentro de las demandas generales feministas. Salvo en fechas o casos puntuales, las organizaciones feministas y las de trabajadoras del hogar funcionan como dos sujetos separados, que enfocan el tema cuidados desde ópticas diferentes y fragmentadas. Esta distancia refuerza, a su vez, la debilidad del sector de asalariadas del hogar dentro de las organizaciones sindicales y en general perjudica las posibilidades de imponer demandas hacia el estado y empleadorxs.

 

Ahora bien, ¿a qué se debe este desencuentro bastante generalizado? Según la investigadora Martínez Prado (2014), una de las dificultades en la articulación entre feministas y trabajadoras domésticas deviene de la ambigua relación que el feminismo ha tenido con la “valoración” del “trabajo doméstico”. Esto se debe, según la autora a la contradicción no resuelta entre la valoración del trabajo doméstico en general, y la búsqueda de su abolición. Según la autora, la disyuntiva para las feministas es la siguiente: si se acompaña a las trabajadoras del hogar en la lucha por mejores condiciones laborales, dejando intactas las relaciones de género sobre las que descansa la asignación de este trabajo a las mujeres, no se cuestiona la dominación masculina que dispone la distribución de dicho trabajo entre mujeres. Pero, por otra parte, si se ataca al trabajo doméstico por las relaciones de opresión que origina, se termina atacando la fuente laboral femenina más importante de la región y debilitando la lucha por derechos. Quizás, esta disyuntiva tenga alguna similitud con el debate mucho más visible y encarnizado en torno a la prostitución/trabajo sexual, que no se desarrollará aquí.

 

A su vez, volviendo al trabajo del hogar remunerado, desde algunos sectores de los feminismos se critica a esta labor como la que garantiza privilegios de unas mujeres – quienes pueden pagar los cuidados-, sobre otras, las que cuidan y al decir de Nancy Fraser (en Gimeno, 2019) no tienen quién las cuide. Este dilema es inseparable de la imbricación de las relaciones de género con las de clase y raza. Efectivamente las que cuidan son en su mayoría mujeres y feminidades racializadas, pobres, del sur. Y, en gran medida, lejos de liberar a otras mujeres de sus quehaceres, resuelven los cuidados abandonados por los varones en las familias y comunidades (ídem, 2019), por lo que la división del trabajo se refuerza, descansando sobre mujeres pobres con dobles y triples jornadas laborales. Si bien la disyuntiva aquí planteada parece generalizada, pueden reconocerse algunas experiencias de articulación no sólo de luchas concretas, sino también de elaboraciones conceptuales.

 

Por ejemplo, en muchos países, los procesos de convocatoria a huelgas feministas para el 8 de marzo con el eje central de visibilizar y parar los múltiples trabajos de cuidados, ha tenido el protagonismo de las organizaciones y sindicatos de TdH. En Chile, por ejemplo, los llamados a huelga feminista en el año 2019 incluyeron como protagonistas a las trabajadoras del hogar, quienes, como parte de un comité sindicalista dentro del movimiento feminista, generaron formas creativas de manifestarse, colgando delantales en la puerta de su lugar de trabajo cuando no podían parar (AAVV, 2021). Algo similar ha ocurrido con algunas propuestas feministas para la reorganización social de los cuidados, donde el trabajo del hogar y cuidados remunerado aparece junto al no remunerado como espacios interrelacionados económica y socialmente. Justamente, en juntar las luchas reivindicativas con lo político parece estar un camino fructífero para la unidad.

 

Rafaela Pimentel, referenta de Territorio Doméstico, una organización madrileña de trabajadoras del hogar en su mayoría migrantes latinoamericanas, acerca ambas posiciones. Afirma que la lucha del sector por derechos no puede desvincularse del proyecto de una reorganización general de los cuidados. En sus palabras:

 

“No solamente luchamos por los derechos laborales de las trabajadoras de hogar, sino que queremos una reorganización social de los cuidados. Queremos un sistema comunitario del cuidado. No queremos que a este sistema lo sigamos sosteniendo las trabajadoras de hogar pobres, migrantes y específicamente las mujeres, que somos las que estamos haciendo el cuidado de manera remunerada o gratuita en las casas” (Capire, 2022).

 

Además de ser parte activa en la organización de las huelgas feministas en Madrid, las trabajadoras del hogar lograron, según la referenta, instalar la lucha por la ratificación del convenio 189 de la OIT en España como parte de las demandas centrales feministas y de sectores migrantes latinoamericanos, lo que según ella permitió alcanzar el logro a mediados de 2022. En este caso específico, se enuncia la articulación de demandas de corto plazo vinculadas a derechos y de largo plazo como cambiar la organización y distribución capitalista, patriarcal y racista de los cuidados como estrategia para unificar al sujeto de lucha. En otras experiencias como la ya citada, del Comité Sindicalista 8 de Marzo en Chile, que agrupa trabajadoras del hogar y feministas, y la Red de Trabajadoras Domésticas de Honduras, también aparece el esfuerzo de hilar demandas a corto y largo plazo1. Esta politización de las luchas por derechos y su articulación con un horizonte de organización de cuidados anticapitalista y feminista se muestra imprescindible para romper la fragmentación.

 

Para retomar la pregunta del título, ¿Por qué es clave desde los feminismos abordar el trabajo del hogar remunerado? Por una parte, porque constituye uno de los empleos mayoritarios para las mujeres y feminidades en el mundo y el más importante en Latinoamérica. Por otra parte, porque luchar por los derechos de las trabajadoras del hogar nos permite cuestionar la desvalorización del trabajo doméstico y de cuidados y visibilizar su aporte económico a las sociedades. Al mismo tiempo, desde los feminismos es importante cuestionar la distribución racista y patriarcal de los cuidados ya sea remunerados o no remunerados, y pensar estrategias para su socialización y reorganización no sólo por género, sino su injusta distribución en el globo. En un marco donde las propuestas en torno al sector se emparentan con el sistema de Vouchers y otras formas de subsidio a empleadorxs, que poco tienen que ver con la mejora en las condiciones de vida de las trabajadoras, una mirada feminista es imprescindible. Propuestas como la de la Municipalización del trabajo del hogar remunerado, o la exigencia de sistemas integrales de cuidados feministas, pueden ser claves para unir la lucha por derechos con la organización de ciudades con la vida en el centro.

 

Por último, un feminismo anticapitalista solo es posible si incorpora en un lugar central la lucha de todas las trabajadoras, y entre ellas de las más precarias. Luchar juntas puede fortalecer también a las trabajadoras del hogar en sus posiciones dentro de sindicatos y movimientos mixtos, al tiempo que se construyen feminismos de izquierda donde todas y todes sean protagonistas.

 

1. Estas experiencias nombradas, junto a otras de Paraguay, Argentina, Alemania confluyen en un proyecto actualmente en curso para el fortalecimiento del sector en vínculo con los activismos feministas, desarrollado por el Programa de Feminismos Internacionalistas de la Fundación Rosa Luxemburgo.

 

Referencias bibliográficas:

 

AAVV (2021) ¡La huelga general feminista Va! Historias de un proceso en curso, Buenos Aires: Tiempo robado editoras. https://www.rosalux.de/en/beyond_c189 Capire (2022) https://capiremov.org/es/entrevista-es/rafaela-pimentel-las-trabajadoras-dehogar-estamos-articuladas-en-una-de-las-luchas-mas-potentes-en-espana/ Municipalización del trabajo del hogar remunerado Gimeno, Beatriz (2019) “¿Es compatible ser feminista y tener empleada doméstica?” en Diario Femenino. Disponible en https://diariofemenino.com.ar/df/es-compatible-ser-feminista-y-tenerempleada-domestica/ John, Maya (2023) “Beyond Private Power of Employers and Precarity. Why municipalizing paid domestic work will benefit everyone”. Policy Paper. Disponible en https://www.rosalux.de/en/publication/id/49798/beyond-private-power-of-employers-and precarity?fbclid=IwAR1wJ63RrXrKGidRCbgwlu4RaOcxGPkS__5mFvO3Xk7Hr5_xhmMFiF5I4i0 Martínez Prado (2014) Discursos Feministas sobre las Trabajadoras del Hogar. (Des) Articulaciones Políticas. publicada en Latin American Policy, Issue 5, n° 2, Pp.303-318. URL: http://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/lamp.12042/abstract ONU-OIT-CEPAL (2020) Trabajadoras remuneradas del hogar en América Latina y el Caribe frente a la crisis del Covid-19, disponible en https://oig.cepal.org/sites/default/files/trabajadoras_remuneradas_del_hogar_v11.06.20_1.pdf Pérez, Inés (2015) “Un ´régimen especial´ para el servicio doméstico. Tensiones entre lo laboral y lo familiar en la regulación del servicio doméstico en la Argentina, 1926-1956”, en El trabajo doméstico: entre regulaciones formales e informales. Miradas desde la historia y la sociología. Buenos Aires: Cuadernos del Ides. Disponible en https://static.ides.org.ar/archivo/www/2012/03/Cuadernos-del-IDES-N%C2%BA-30-Octubre 2015.pdf Pérez Orozco, Amaia (2014) Subversión feminista de la economía. Madrid: Traficantes de sueños. Torres, Aylin (2023) “Bordes, movilidades y ciudadanías. Notas sobre trabajo de cuidados y migraciones en América Latina”, en Torres Santana, Martínez y Muggenthaler (comp.) Y aquí estamos. Migraciones populares, trabajo y economías. Quito: Fundación Rosa Luxemburgo.

 

 

Las empleadas de casas particulares quedaron fuera de la «Promoción del trabajo registrado»

 

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Jornada escolar continua: más tiempo para estar en familia y mayor rendimiento en el aula

Por: Educación 3.0

La investigadora y docente Carmen López realiza una decidida defensa de la jornada escolar continua destacando entre sus principales beneficios la mejor organización del tiempo y de las relaciones familiares, así como la reducción de la conflictividad entre estudiantes.

Parece ser que las administraciones públicas y los poderes económicos están muy preocupados por el creciente absentismo y abandono escolar temprano en España. Lo más llamativo es que, en vez de analizar y afrontar las causas desde una perspectiva pedagógica, psicológica, educativa y familiar, han pensado que es una brillante idea que entidades financieras diseñen las medidas que se necesitan para luchar contra esta situación. Así, empresas de todo tipo, incluso algunas que no son educativas como ESADE, han publicado investigaciones con escaso rigor científico.

Aseguran que la jornada escolar partida tiene grandes beneficios como la conciliación familiar o la ‘conciliación de las madres’ (sí, de las madres, como si la responsabilidad de conciliar fuera solo nuestra, ¡este es el nivel!). Han llegado a afirmar incluso que la jornada escolar continua cuenta con enormes perjuicios llegando a tildarla de ‘tragedia’. La OCDE también se suma y propone dejar atrás el horario intensivo al considerarlo como causa del absentismo.

Desmontando mitos

La jornada continua no disminuye el rendimiento y posee exactamente las mismas horas que la partida, solo que repartidas de otra forma con el comedor al final. Por ejemplo, en Galicia, el 100% de los centros de Infantil y Primaria aplican este modelo y lideran el Informe PISA. Su alumnado no está más cansado al final de la mañana que después de comer, cuando el alumnado ya tiene el estómago lleno y ha pasado dos horas en el patio. Además, como estos centros no cierran sus puertas a las 14:00 horas los estudiantes pueden quedarse a comer y después hacer sus actividades extraescolares.

El profesorado sigue trabajando el mismo número de horas y las becas están garantizadas. Sin embargo, lo que sí disminuye es el índice de conflictividad, ya que la mayoría de los conflictos entre el alumnado surgen durante las comidas y el descanso posterior. Aunque las empresas de catering podrían perder beneficios si algunas familias deciden llevar a sus hijos a comer a casa, lo prioritario debería ser el bienestar de los estudiantes.

Por su parte, la jornada partida supone que la franja entre las 12:30 horas y las 15:00 horas esté destinada a que el alumnado vaya a casa a comer o se quede en el comedor y luego en el patio, con el sobrecoste que esto supone para las familias. De 15:00 horas a 17:00 horas continúan con las clases, de manera que terminan haciendo una jornada de ocho o nueve horas, ¡una verdadera locura!. Se sabe además que después de comer la atención cae en picado porque están cansados y soñolientos.

Lo que quieren algunos es una guardería

Cinco o seis clases con dos recreos cada dos sesiones y una duración por sesión de 50 minutos es mil veces mejor que dar clases de las 15.00 horas a las 17.00 horas. Como investigadora, experta en pedagogía y docente desde hace más de 30 años, las conclusiones son claras: la jornada continua beneficia el rendimiento escolar y las relaciones familiares. A menudo leo muchos comentarios sobre que dificultaría la conciliación familiar, sin embargo y conforme hemos explicado, las familias que así lo necesiten pueden dejar a sus hijos en el colegio hasta las 17:00 horas o las 18:00 horas como en la partida.

Por otro lado, centrarnos en los horarios escolares es desviar el verdadero problema. No es la jornada continua la que entorpece la conciliación familiar, son las extensas jornadas laborales, las nulas políticas de respeto hacia las familias y la falta de implicación de tantos padres en la crianza de sus propios hijos y en las labores domésticas.

Un centro educativo no debería estar pensado para facilitar la conciliación y dejar a los menores desde las 8:00 horas de la mañana a las 18:00 horas de la tarde porque debería primar el derecho a crecer con sus familias y no ser meros ‘aparca-niños’. Es fundamental que las jornadas laborales se ajusten a las necesidades de la infancia y la adolescencia, en lugar de exigir que los menores se adapten a los horarios extensos que benefician a las empresas.

El argumento para la jornada partida es meramente económico ya que no favorece el rendimiento ni mejorará los resultados catastróficos del Informe PISA, tampoco la eliminación del absentismo escolar porque precisamente un número importante de los menores que van a comer a casa no vuelven por la tarde. Las causas del abandono escolar son otras, pero deberían analizarlas personas expertas del campo de la educación en vez de con profesionales dedicados a la economía, a las matemáticas o a la política.

Y termino con la siguiente reflexión: ¿estamos poniendo en el centro a nuestros menores?, ¿es sensato que estén ocho o nueve horas en el colegio mientras la madre y el padre son productivos para el sistema?, ¿qué tiempo les queda para jugar y estar en familia?

Fuente e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/opinion/jornada-escolar-continua/

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Aprendemos siempre: comentarios al reporte Edu Trends, Aprendizaje a lo largo de la vida

Por: Andrés García Barrios

El reporte Edu Trends Aprendizaje a lo largo de la vida, nueva publicación del Tec de Monterrey realizada a través del Observatorio del Instituto para el Futuro de la Educación, ofrece una reflexión crítica sobre lo que hoy llamamos Aprendizaje a lo largo de la vida.

“Aprendemos siempre”. Eso afirma el pedagogo brasileño Paulo Freire, según la cita que abre el prefacio al reporte Edu Trends Aprendizaje a lo largo de la vida, nueva publicación del Tec de Monterrey realizada a través del Observatorio del Instituto para el Futuro de la Educación. Su autora, Karina Fuerte, también editora en jefe del Observatorio, dedicó tres años a la investigación que finalmente fraguó en el reporte, y en el último año me invitó a participar en la revisión y corrección del texto, y con mis comentarios al contenido. Al final, generosamente me dio el crédito de Autor invitado, no obstante que mi labor se redujo a ésta que digo y a añadir ideas y párrafos a algunos de los temas. Además, creo, serví para sacar a la superficie importantes aspectos de la investigación, que ya estaban en el texto pero que Karina no había destacado como merecían, y que sólo necesitaban un poco de agua y luz para emerger y tomar su posición dentro de la obra. Al hacerlo, redondearon el texto final y robustecieron la unidad que se hallaba en la diversidad de asuntos (siempre me ha gustado imaginar que el milagroso encuentro entre unidad y diversidad está en el origen de las palabras Uni─Versidad y, por supuesto, Uni─Verso). El equipo del Observatorio cuidó con esmero los últimos detalles, y finalmente la coordinación editorial y el diseño consiguieron plasmar en lenguaje gráfico esta unidad en la diversidad, ofreciendo al lector una experiencia múltiple y a la vez unitaria. La maravillosa portada en que varios adultos estudian y una mujer mayor va a la escuela en patineta, es una delicia estética.

El resultado que ha empezado a circular entre la comunidad del Observatorio, del TEC y del mundo es un documento dividido en tres partes, que separadas tienen un valor y unidas forman también un conjunto integrado y sólido. Mi intención en el presente artículo es describir en qué consiste esta variada posibilidad del reporte.

*

La primera parte es un recorrido histórico por el largo periodo de tensión que se generó a partir de la Segunda Guerra Mundial entre una corriente pedagógica que aspiraba a restablecer el espíritu humano tan golpeado y degradado por el enfrentamiento armado, y otras corrientes utilitaristas que ponían énfasis en la educación como herramienta concentrada en el desarrollo económico. Esta oposición de posturas incluyó siempre la discusión sobre lo que hoy llamamos Aprendizaje a lo largo de la vida, concepto que ha venido fluctuando entre las posturas humanista y utilitarista, y que hoy vuelve a requerir una revisión profunda.

La crisis entre ambas tendencias pedagógicas sigue vigente, alimentada por la convulsión de los últimos tiempos: guerra, pandemia, anhelos de paz, exacerbación de intereses económicos, esperanza de una nueva conciencia, cambio climático sufrido en carne propia (con los calores pasados, esto parece literal), reducción de emisiones industriales, aumento de emisiones industriales, ambientalismo… La oposición entre ambas pedagogías se ha nutrido también con el auge de la educación virtual, cuyo alcance promete ampliar el acceso de la población al aprendizaje pero también recrudecer la monetización de la enseñanza.

Y en cuanto a esa realidad humana que Freire sintetiza en la frase Aprendemos siempre, ambas tendencias pedagógicas han querido una y otra vez apropiársela, siempre con la tentación de caer en extremos. Así, la visión humanista, que exalta a la naturaleza humana por sus valores intrínsecos y busca nutrirla incluso en sus aspectos espirituales, suele olvidar la necesidad de establecer planes y procedimientos realistas para el aprendizaje, limitándose a crear algo así como un avión sin tren de aterrizaje. En el polo opuesto, esa misma visión puede llegar a reducir el aprendizaje a lo largo de la vida a una especie de entretenimiento paliativo para adultos mayores, con cursos y actividades para pasar el tiempo, sin considerar la riqueza y utilidad de los seres humanos en todas sus etapas de vida.

Por su parte, la visión utilitaria puede impulsar el aprendizaje/capacitación de la población a todo lo largo de su vida productiva, abandonando el desarrollo personal del trabajador una vez que llega la jubilación; en otro extremo, puede sí brindarle un aprendizaje más allá de ésta, pero sólo a fin de “capacitarlo” en áreas “útiles”, por ejemplo la de la salud, en la que lo adiestra para que prevenga enfermedades o minimice complicaciones, y evite un gasto económico que en la mayoría de los casos recae en la sociedad y las empresas.

Este reporte Edu Trends prevé otros riesgos importantes del aprendizaje a lo largo de la vida. Uno es el hecho de que en la sociedad actual (mundo líquido le llama el sociólogo Zygmunt Bauman) las habilidades de los seres humanos son puestas a prueba continuamente, haciendo del aprender una obligación permanente y convirtiendo a la vida en una mera ocupación sin descanso. En tal contexto, el aprendizaje a lo largo de la vida tiende a volverse un perseguidor feroz y sin tregua.

El otro riesgo, asociado con el anterior, es que dicho aprendizaje sea pretexto para mercantilizar aún más la cotidianeidad de gente de todas las edades, induciéndola (casi obligándola) a asistir durante toda la vida a instituciones académicas que ven en la educación sólo una oportunidad de negocio.

Esta edición Edu Trends no oculta su simpatía por la visión humanista, dejando clara la necesidad de un diálogo con la tendencia opuesta, en aras de adquirir asideros reales y firmes en el contexto contemporáneo. Para este diálogo, propone dos premisas básicas sin las cuales la discusión corre el riesgo de convertirse en algo así como un diálogo de sobremesa. La primera es tan elemental como compleja: se trata de establecer con claridad el lenguaje de la discusión, las palabras con las que intentaremos entendernos para resolver el conflicto. ¿Qué es educación? ¿Qué es aprendizaje? ¿Por qué y cuando debemos usar un término u otro? En materia de educación, ¿qué diferencia hay entre los conceptos permanentecontinuarecurrente y a lo largo de la vida? En su segunda parte, el reporte Edu Trends ofrece un Glosario Crítico donde revisa éstos y otros términos, dando una guía para establecer un lenguaje común y no dejar que la ambigüedad nos venza: es hora de exigirnos precisión en lo que decimos para evitar retóricas impracticables. Debemos ─y esa es la filosofía general del reporte─ exigir a las palabras que nos ayuden a salvar los conflictos con profundidad y no sólo de una manera fácil y a favor de una visión o de otra (reconozcamos que aunque la visión humanista triunfa casi siempre en el discurso, en la práctica los bonos suelen ser para su oponente).

En su tercera y última parte, Edu Trends | Aprendizaje a lo largo de la vida atiende al que podemos considerar el segundo eje básico del debate: la pugna entre tradición y ruptura, es decir, la tensión que se genera en una línea de vida (ya sea la de una persona o de una sociedad) a causa de los relevos generacionales, que a veces niegan el pasado y a veces saben valorarlo y recuperarlo. Todos sabemos que, si bien en otros tiempos la sociedad privilegió la autoridad de los “ancianos”, el mundo actual parece deslumbrado por las edades productivas (y en función de ellas, las formativas) y convierte en una suerte de residuo social a los adultos mayores. Este drama adquiere tintes existenciales ante la profunda contradicción que hay en que, siendo el envejecer un destino deseado por la mayoría de nosotros, la mayoría también nos desentendamos de ello con un extraño desdén, que no dejará de pasarnos algún día la factura (perdón por la fantasía, pero… si los extraterrestres, o mejor, los robots, llegan a dominar el planeta, no tendrán reparos en deshacerse de nosotros ante la innegable ineptitud de la especie, evidenciada por nuestra incapacidad de cuidar aquello en lo que deseamos convertirnos).

Dejando para otro día estas vergüenzas, y adentrándonos en una realidad estadística, el tema de la tercera edad se ha vuelto especialmente crítico en nuestro mundo, donde inexorablemente la expectativa de vida va en aumento. Habiendo más personas de la tercera edad, con más necesidades y capacidades específicas, el aprendizaje se convierte en una herramienta crucial que permite a este sector de la población mantener una vida más sana y activa, y seguir aportando a la sociedad su experiencia. Paralelamente, y es duro decirlo, una población de adultos mayores desaprovechada se lleva consigo una gran parte de los recursos intelectuales, emocionales, económicos y espirituales del mundo. Es por eso que la discusión sobre el lugar que la sociedad brinda a los adultos mayores pone el dedo en la yaga de la crisis entre humanismo y utilitarismo. Creo que es esta conciencia la que llevó a la autora de Edu Trends | Aprendizaje para toda la vida a crear, en su tercera parte, una herramienta para aprovechar al máximo los recursos que actualmente existen a nivel global en materia de desarrollo de la población mayor, ya sea para que los lectores puedan aprovecharlos directamente o para que sirvan de modelo a quienes quieren reproducir esas experiencias. Así, en su DIRECTORIO 2023 DE UNIVERSIDADES CON UN ENFOQUE INCLUSIVO CON LAS PERSONAS MAYORES, el reporte hace una descripción bastante minuciosa de las principales instituciones del mundo que ofrecen servicios académicos y de formación abierta para adultos mayores, incluyendo por supuesto los esfuerzos realizados desde el propio Tec de Monterrey (entre los cuales se encuentra, por supuesto, este reporte Edu Trends).

Termino reafirmando que para mí es un honor (y por supuesto, fuente de mucho aprendizaje) el haber participado en este hermoso proyecto, particularmente valioso para quienes queremos una educación sí profundamente humana, pero también viable y realista.

Fuente e Imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/aprendemos-siempre-comentarios-al-reporte-edu-trends-aprendizaje-a-lo-largo-de-la-vida/

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El 40 % de las y los adolescentes cree haber tenido problemas de salud mental

Por: 

Casi la mitad de chicas y chicos ha tenido o cree haber tenido problemas de salud mental en el último año. La mitad de todos ellos no se lo ha contado a nadie porque no sabe a quién acudir o cree que el tema no es tan importante.

Unicef y la Universidad de Sevilla (US) han hecho públicos algunos datos de su último Barómetro de opinión de la infancia y la adolescencia, que en esta ocasión ha puesto el foto en la salud mental, un tema clave en los últimos años.

Uno de los datos que más destaca es que el 40 % de todos cree haber tenido problemas de salud mental (ansiedad, depreción, TDAH, etc.)  en el último año. Pilar Ramos, investigadora de la US, ha aclarado que no significa que los hayan tenido y que probablemente con otros malestares menos graves.

La mitad de quienes han dicho que ha pasado por algún problema de salud mental, no se lo han contado a nadie, ni a sus padres ni a otros adultos. Entre los motivos, destacan dos: no saben a quién o dónde acudir para contarlo y, además, le quitan importancia para el propio problema.

Los servicios de orientación en los centros educativos deberían ser uno de esos lugares en donde chicas y chicos podrían acudir para hablar de sus malestares y problemas. Pero chicas y chicos destacan que no suelen acudir porque o bien creen que no tienen la formación necesaria para tratar con ellos como que no confían en que guarden el secreto de aquello que les cuenten.

A esto se suma la percepción de que faltan muchos de estos profesionales en los centros educativos, de manera que no tienen el tiempo ni la cercanía necesaria para escucharles. Durante la rueda de prensa de presentación del informe, José Ángel, estudiante de secundaria, ha explicado que en su centro hay 1.600 alumnos y un único orientador, con lo que es casi imposible que pueda atender al alumnado. Su compañera, Alae, también ha comentado que es necesario que tengan una formación específica sobre las pautas que deben seguir con chicas y chicos jóvenes y mostrarse como figuras más cercanas y alejadas, de ese modo, de otras figuras docentes más estrictas.

Desde hace años los colectivos de orientadoras y orientadores vienen reclamando la necesidad de un aumento de las plantillas y recordando la recomendación de que debería haber uno de estos profesionales por cada 250 estudiantes. Una ratio que en la mayor parte de los institutos no se cumple por mucho. Ramos comenta que “detectamos que en contexto educativo hay una gran falta de apoyo al centro para que sirva primera puerta donde pueda acceder a la ayuda”.

Pilar Ramos comenta que el hecho de que no pidan ayuda tiene múltiples causas y, entre ellas, está el desconocimiento sobre los recursos existentes. “Esto es muy relevante porque nos dice hacia dónde tenemos que intervenir: mensajes más claros y directos a las madres, padres y adultos de los centros educativos, y también para chicas y chicos, para que sepan dónde tienen que acudir”.

Estigma y redes sociales

Una de las buenas noticias del barómetro, como destacó Pilar Ramos, es el hecho de que las y los jóvenes cargan con menor prejuicios sobre la salud mental de los que esperaban cuando comenzaron el estudio. Esto se desprende de que cerca del 80,5 % declaró que estaría dispuesto a tener una relación de amistad con alguien que tuviera un problema de salud mental.

“Estamos dispuestos a apoyar a las personas con problema de salud mental” dijo Alae en la presentación del intorme. Cree esta joven que esto se debe al hecho de que ahora es posible que las y los jóvenes tengan mayor acceso a la información sobre estos temas, así como a la manera de lidiar con ellos.

En este sentido, el informe ha sacado a la luz que buena parte de las y los chicos obtienen su información sobre salud mental en las redes sociales. Es algo que demandan y que tienen bastante a la mano.

Dato que contrasta con el hecho de que en diferentes partes del barómetro se habla del impacto que en muchas ocasiones tienen estas redes en relación a los modelos de vida. Es decir, chicas y chicos viven bajo la presión de encontrarse en ciertas redes sociales modos de estar en el mundo demasiado positivos y perfectos, circunstancia que en no pocos casos les empuja a intentar imitar dichas conductas.

Además, tienen identificadas algunas redes sociales como Twitter, Tiktok o Instagram como las más perjudiciales para su propia salud mental.

En todo esto, además, existen diferencias de género que, según Ramos, han de tenerse en cuenta a la hora de afrontar las medidas y actuaciones que se implementan. “Ellas son más sensibles y vulnerables a la imagen que proyectan en las redes sociales, tratan de quedar perfectas. Además, se valoran peor, valoran peor sus herramientas a la hora de afrontar problemas de salud mental”, dice la investigadora que, asegura, es algo que se ha visto en otras muchas investigaciones del estilo.

Además, señala, hay diferencias también a la hora de juzgar cuáles son algunas de las herramientas que favorecen una mejor salud mental. Las chicas suelen destacar el hablar con otras personas y, aunque la investigadora asegura que es una buena idea, otras como la actividad física, que se ha demostrado que favorece la salud mental, está más considerada por los chicos que por ellas.

Demandas

Además de las relativas a una mejora de los servicios de orientación de los centros educativos, el barómetro de Unicef, ponen el foco en la necesidad, y obligación legal, de desarrollar las figuras de coordinación de bienestar que desde la aprobación de la Lopivi son obligatorias en los centros. Unas figuras que, más allá de los departamentos de orientación, deberían ser las encargadas de velar por la salud y el bienestar de chicas y chicos y que en muchas comunidades autónomas no se han terminado de desarrollar o lo han hecho cargando de trabajo a otros perfiles dentro de los centros, como equipos de dirección u otras coordinaciones.

Reforzar los servicios y programas de salud mental de infancia y adolescencia, aumentando los recurso y haciendo que sean accesibles en cualquier parte del país; incremento del número de profesionales de la salud mental en la atención primaria y con formación específica en salud mental infanto-juvenil o promover la visión preventiva en los sistemas sanitarios autonómicos para lo cuál sería, dice el informe, “necesaria una mayor integración y desarrollo de los programas de prevención y detección precoz dirigidos a niños, niñas y adolescentes”.

En este sentido, Pilar Ramos insiste en que se deben fomentar servicios que atienden al derecho a la salud: “Tenemos listas de espera de meses; es una cuestión absolutamente necesaria desde la atención primaria”. “Está habiendo una crisis de atención sanitaria, especialmente, de atención primaria”, explica la investigadora que, continúa, “en salud mental estamos partiendo de cero”.

Mejorar la información que se tiene sobre estos temas, así como realizar campañas entre chicas y chicos y personas adultas para conocer este tipo de casuísticas, dónde acudir si se tiene algún problema o se cree tenerlo, son otras recomendaciones.

Entre otras muchas recomendaciones, también se mira a la empresa privada y a la necesidad de una mayor y mejor control de los contenidos que se publican en las redes sociales. Entre otros, los relativos a la salud mental, para que sean rigurosos y que aborden, dice el texto, desde el malestar emocional hasta la existencia de un problema de salud mental”.

La necesidad, finalmente, de dar información y formación a las familias, no solo en lo relativo al uso de pantallas, sino a cómo afrontar situaciones  de estrés o que puedan empujar a problemas de salud mental, es otro de los puntos clave dentro de las recomendaciones que se lanzan desde este nuevo barómetro de Unicef y la Universidad de Sevilla.

“Está bien no estar bien”, cerraba Alae en la presentación del texto. “Es necesario se consciente de la existencia del problema y no se debe tener vergüenza por pedir ayuda”, insistía esta joven. Un mensaje que apunta a buena parte de las claves que se señalan en en informe: la posibilidad de hablar con otras personas que te puedan ayudar para que una situación que, posiblemente, no haya derivado en un problema de salud mental, se quede en eso, un malestar que se pueden solucionar con mayor facilidad. Y que las vidas perfectas que muchas veces las redes sociales publicitan, no existen. Y no pasa nada.

Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/2024/10/08/el-40-de-las-y-los-adolescentes-cree-haber-tenido-problemas-de-salud-mental/

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Pensar en plural

Creo que la humanización se inauguró el día en que alguien en vez de pensar en singular pensó en plural. Trato de imaginarme ese instante fundante, esa chispa de ideación en la que un antepasado ancestral tuvo la genialidad definitoria de incluir de improviso a otra persona ajena a la suya en deliberaciones de índole privativa. Quizá advirtió que el contenido de la deliberación era personal, pero la acción que prologaba se territorializaría en un marco coral e impactaría en la vida de otras personas. Acaso fue un paso más allá y advirtió que en la suerte de los demás se hallaba también inscrita su propia suerte, que, no sabía muy bien por qué, si se preocupaba del destino de los demás sucedía algo inercial que facilitaba que los demás se interesaran por el suyo (y que miles de años después hemos llamado reciprocación, cuyo correlato sentimental es la compasión y su forma es el cuidado). La cultura entendida como una segunda naturaleza (la segunda navegación aristotélica) se afana en regular esa primera persona del plural para que a tenor de la convivencia podamos combatir nuestras gigantescas limitaciones individuales, y una vez contrarrestadas concurra la posibilidad de poder acceder a la vida buena que es indisoluble de la vida compartida. Si este propósito se desdibuja, entonces la cultura se degrada a elemento meramente decorativo.

La aspiración humanizadora estriba en teñir de afecto la relación con los demás para tomar decisiones de índole cooperativa. En el reino de la necesidad cobijamos intereses comunes que son infinitamente más fáciles de satisfacer pergeñando estrategias de cooperación. Con la persona allegada, con quienes conforman los círculos empático y de proximidad, nos alcanzan los sentimientos de apertura, el cariño, el afecto, la ternura, la compasión, el perdón, el amor. En cambio, con las personas lejanas o con quienes no nos anudan lazos afectivos, debemos establecer otras fórmulas que puedan impregnar la interacción de algo parecido a lo que proporciona el afecto. Esta tarea es de una complejidad superlativa, porque en el planeta Tierra somos ocho mil millones de seres humanos. Y la dificultad no se detiene. Para el 2050 se estima que seremos diez mil millones de terrícolas hormigueando por el planeta azul.

La inteligencia humana ha encontrado esa fórmula. Humanizarnos consiste en utilizarla y afinarla cada vez más. Hemos inferido que donde no llega el afecto sería bueno que nos alcanzara la conducta ética, que es precisamente la racionalización de ese afecto. Con las personas desconocidas no podemos sentir el mismo afecto que con quien nos une la cariñosa familiaridad o la conexión que emana de compartir tiempo, actividades y propósitos en la esfera más íntima, pero sí podemos comportarnos afectuosamente con ellas. Las valoramos como un equivalente en la dignidad que demandamos para nuestra persona y deberíamos comportamos con ellas en concordancia al cuidado que estimamos requiere esa titularidad. Las implicaciones de esta consideración son mayúsculas e irradian en todos los órdenes de la vida. Estamos delante de la convertibilidad del sentimiento en virtud, del nexo afectivo en nexo ético. Con la persona amiga podemos conducirnos amigablemente, pero con quien no es amiga podemos tratarla como si sí lo fuese, a pesar de no serlo. Puede no existir afecto, pero sí complicidad ética. El fin más elevado de la cultura y el civismo estriba en alcanzar esta transferencia para que en el espacio intersticial pueda brotar vida buena. O vida humana, que es uno de sus sinónimos más recurrentes.

Fuente de la información e imagen:  https://espaciosumanocero.blogspot.com

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Pensar el genocidio palestino desde América Latina, un año de catástrofe (I de II)

Introducción

El año pasado, a pocos meses de ocurrir la nueva escalada de violencia israelí-palestina, se llevaba a cabo la exposición Catástrofe, del artista Dor Guez, en el museo Laboratorio Arte Alameda de la Ciudad de México;[1]  en ella se abordaba el conflicto y se exponían fotografías, objetos, diversas obras relacionadas con la vida cotidiana en ese territorio, así como también se proyectaban diversos elementos multimedia que invitaban al espectador a experimentar el conflicto (la catástrofe).

De esta exposición recuerdo claramente tres momentos. El primero se refiere a un video en el que se proyectaba el caso de una joven palestina que habitaba y trabajaba en Israel y, en alguna parte del video, entre llanto y dolor, la chica narraba el modo en que para evitar ser discriminada tuvo que cambiar su nombre de origen árabe por uno hebreo. El segundo momento se trató de una imagen en la que había uno o varios nopales y en la curaduría se explicaba que esta planta fue llevada desde América a esta región de Medio Oriente, donde el pueblo palestino la adoptó como un símbolo de resistencia. El último momento fue una actividad en equipos en la que se nos pidió a los asistentes marcar el contorno de la figura de una persona en papel Kraft y después, simulando que la figura dibujada era un territorio, se nos pidió que dentro de la figura marcáramos nuestras fronteras, heridas, cicatrices, traumas, etc.

A un año de esta exposición y a días de cumplirse un año de la reactivación de la violencia armada en aquella región, uniendo estas situaciones, me es necesario considerar que la cuestión palestina no es en absoluto ajena de la realidad nacional y latinoamericana. Por ejemplo, el caso de la chica palestina me llevó a recordar la situación de un familiar mexicano residente en el extranjero que decidió no darle su apellido a su hijo para evitar que sea objeto de discriminación, con lo que se borra parte de su identidad y origen. El uso del nopal como símbolo de la resistencia palestina frente al colonialismo, expansionismo e imperialismo tampoco es, en absoluto, algo ajeno a la resistencia y los símbolos que de ella emanan en la región latinoamericana frente a procesos históricos análogos. Por último, la cuestión de simular el contorno del cuerpo como territorio, me lleva a pensar en el tratamiento de la memoria como elemento epistémico-ético-político desarrollado por pensadores judío-alemanes en el contexto de la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto, el cual no puede ser inconsecuente con la catástrofe humanitaria que está padeciendo el pueblo palestino actualmente: la violencia totalmente desproporcionada del ejército israelí, las pérdidas humanas, las mutilaciones, las heridas, el exterminio étnico, los desplazamientos forzados, los crímenes de guerra, la destrucción de hogares, edificios, escuelas y hospitales, etcétera.

La memoria y el vínculo de la cuestión palestina con América Latina

El conflicto israelí-palestino, como es bien sabido, se reactivó cuando el 7 de octubre de 2023 miembros de la organización fundamentalista Hamás ingresaron a territorio israelí y asesinaron a cerca de 1 200 personas y tomaron como rehenes a 251 más. A partir de ahí, ha ocurrido una respuesta del Estado israelí que, más que una defensa a su pueblo y su soberanía, se ha convertido en una reacción totalmente desproporcionada de su parte y se ha tornado en una ofensiva de exterminio étnico y expulsión de palestinos de su territorio. Según datos de Naciones Unidas, para fines de marzo de 2024, los muertos israelís se mantenían en 1 200, mientras que los muertos palestinos ascendían a 32 623.[2] Asimismo, Amnistía Internacional publicó que, a mitad de mayo de 2024, el desplazamiento forzado de palestinos por el actual conflicto era de aproximadamente 2 000 000 de personas,[3] y según el portal The Palestine Chronicle, hasta el 4 de octubre de 2024, se contabilizan 41 788 muertos, 96 794 heridos y 10 000 desaparecidos en territorio palestino.[4]

De acuerdo con estos datos ¿podemos decir si estamos frente a un genocidio del pueblo palestino? Según el Diccionario de la Real Academia Española, genocidio es definido como “Exterminio o eliminación sistemática de un grupo humano por motivo de raza, etnia, religión, política o nacionalidad”.[5] En consecuencia, desde nuestro punto de vista, es innegable que sí se está ante uno, pues lo que está ocurriendo en Palestina corresponde a esta definición. Vale tan solo citar las palabras de Craig Mokhiber en su Carta de renuncia como director de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Nueva York, donde señaló:

Una vez más, somos testigos de un genocidio que se desarrolla ante nuestros ojos, y la Organización a la que servimos parece impotente para detenerlo […]

[…] la actual matanza del pueblo palestino, arraigada en una ideología colonial etnonacionalista, una continuación de décadas de persecución y limpieza sistemáticas, basadas enteramente en su condición de árabes, y junto con declaraciones explícitas de intenciones por parte de los líderes del gobierno y el ejército israelíes, no deja lugar a dudas ni debates. En Gaza, hogares, escuelas, iglesias, mezquitas e instalaciones médicas están siendo atacados sin motivo y miles de civiles están siendo masacrados. En Cisjordania, incluida la Jerusalén ocupada, las viviendas son confiscadas y reasignadas únicamente en función de la raza. Además, los pogromos violentos perpetrados por los colonos van acompañados de unidades militares israelíes. En todo el país reina el apartheid.

Este es un caso de genocidio de manual. El proyecto colonial europeo y etnonacionalista de colonización en Palestina ha entrado en su fase final, hacia la destrucción acelerada de los últimos vestigios de la vida palestina autóctona en Palestina. Lo que es más, los gobiernos de los Estados Unidos, el Reino Unido y gran parte de Europa son totalmente cómplices de este horrible asalto. Estos gobiernos no solo se niegan a cumplir con sus obligaciones de «garantizar el cumplimiento» de las Convenciones de Ginebra, sino que arman activamente la ofensiva, brindan apoyo económico, inteligencia y encubren política y diplomáticamente las atrocidades de Israel. [6]

Ante esto, valdría la pena entonces retomar los postulados de algunos pensadores judío-europeos, como Walter Benjamin, quien planteaba la necesidad de peinar la historia a contrapelo y de frenar la locomotora del progreso capitalista.[7] Se trata de un pensador del cual parten otros autores para sustentar la cuestión de la memoria.[8] Inserta en una crítica al fascismo y a las izquierdas que hacían eco del progreso capitalista en los años treinta del siglo XX, esta noción apunta contra la tradición historicista y positivista de hacer la historia desde el vencedor, sin interpretación de los hechos, sin juicios o valoraciones, una narrativa que solo cosifica el pasado y concuerda con los que ejercen la dominación.

Proveniente de la teología judaica, en Benjamin la memoria consiste en la redención de los muertos, y tiene por objeto recuperar a las víctimas, a los abatidos y a los caídos que el progreso ha dejado a su paso. De tal forma, la radicalidad de esta noción ocurre cuando ésta se encuentra y se vincula con las luchas de los oprimidos, y así de lo que se trata es de llevar a cabo “la obra de la liberación en nombre de tantas generaciones de vencidos.”[9] Apunta este filósofo:

Encender en el pasado la chispa de la esperanza es un don que sólo se encuentra en aquel historiador que está compenetrado con esto: tampoco los muertos estarán a salvo del enemigo si éste vence. Y este enemigo no ha cesado de vencer.[10]

Para Benjamin, la revolución comunista no podía sustentarse en la concepción del progreso capitalista, pues en ella está el germen de la catástrofe que ve el Angelus Novus.[11] En consecuencia, desde el judaísmo, propone introducir en el materialismo histórico la idea de mesianismo, que en un sentido secular, puede considerarse como el momento en que la revolución irrumpe al cuestionar desde un hecho singular el desenvolvimiento de historia, desde el pensar que las cosas pueden suceder de otro modo, desde el considerar que el mundo en el que vivimos puede ser otro, desde un reclamo humano de justicia para las víctimas, los muertos y los olvidados.

La memoria intenta impedir que el olvido, como mecanismo destructivo del progreso capitalista, se reproduzca. Sin embargo, ésta no consiste en un simple recordar o tener presente algo para no repetir errores, sino que es un elemento que recupera las heridas y hace presentes las injusticias, los muertos, las víctimas, los oprimidos y los proyectos frustrados del pasado.[12] Una nueva vida social no puede continuar con una lógica que lleva en sí la catástrofe. Por tal motivo, la memoria se convierte en un instrumento de resistencia, de reivindicación frente a lo que intenta ser olvidado y de revisión crítica de la historia.[13] Asimismo, la memoria nos permite confrontar las narrativas elaboradas en el desarrollo capitalista que legitiman el exterminio de lo otro, así como también permite mostrar sus saldos negativos y de muerte.

Posterior a Benjamin, la propuesta teórica de la filosofía después de Auschwitz ha retomado también el tratamiento de la memoria presente en el judaísmo, señalando que ésta podría permitir que la Modernidad sea realmente “incluyente” y en donde la permanencia de lo particular sea garantía de una universalidad no totalitaria.[14] Por lo anterior, más que una categoría estrictamente formal, la memoria consiste en una herramienta que permite “recuperar el pasado desde una postura ética y política”,[15] pero también crítica.

En consecuencia, esta corriente señala algo importante para lo que está sucediendo actualmente: no debe olvidarse que a pesar de las dimensiones humanas en las que está inserta la fábrica de la muerte de Auschwitz, el Holocausto no fue el primer genocidio ocurrido en la llamada Modernidad, sino que anterior a él existieron otros, entre los que destaca el ocurrido en América Latina durante su conquista. Tal idea, presente en esta filosofía no pueden por tanto ser inconsecuente con lo que está ocurriendo en aquella región. Es aquí precisamente donde la apariencia de lo distante de la cuestión palestina se difumina y permite pensar en la lógica que nos une a la totalidad.

No debe considerarse que el genocidio que está padeciendo el pueblo palestino es algo totalmente ajeno a nuestra historia latinoamericana. Ubicada históricamente en el proceso de acumulación originaria (expropiación originaria) descrito por Marx en el Libro I de El capital, la conquista de América es un antecedente de la catástrofe y el exterminio en el sistema capitalista. Al respecto, no debe quedar en el olvido que cerca de veinte millones de vidas fue el costo humano de la conquista de este continente, de ahí que se piense que éste fue el primer Holocausto de la historia moderna.[16] En el caso de nuestro país, se estima que entre los primeros treinta años transcurridos desde el desembarco de Hernán Cortés a estas tierras, “la población del México central se había reducido de veinticinco a aproximadamente seis millones de hombres. Esto significa que la conquista, solamente en México, tuvo una secuela de diecinueve millones de víctimas”.[17] Además de esto, se calcula que de “1508 a 1860 cruzaron el Atlántico más de quince millones de negros y otros tantos murieron durante la travesía, víctimas de los ‘filántropos’ esclavistas portugueses, españoles, franceses y, sobre todo, británicos”.[18] Y aún más, se estima que durante la colonización de África, este continente perdió “en algo más de tres siglos, de 50 a 100 000 000 de personas, entre deportadas y muertas”.[19]

A esto se debe de recordar los múltiples genocidios cometidos bajo la expansión del sistema capitalista por el mundo: guerras interimperialistas; los lanzamientos de bombas nucleares en Japón; los golpes militares, las dictaduras y el exterminio de disidentes en América Latina; la guerra de Vietnam; la guerra de los Balcanes; el genocidio en Ruanda, etc. Por tanto, el progreso capitalista, que se devela en Marx como una lógica de subsunción formal y real de la naturaleza y el trabajo, no es más que una lógica destructiva (de catástrofe según Benjamin) que integra y subordina, y sobre las determinaciones de reproducción de las necesidades humanas, establece determinaciones de explotación, dominio y mercantilización.

Esto es precisamente lo que hace posible que en el siglo XXI el sionismo se convierta en un neofascismo y que el Estado de Israel bajo los principios de éste se convierta en parte de la expansión imperialista occidental (estadounidense), esa es su misión “civilizatoria” en la región. Por tal motivo, es importante precisar clara y contundentemente que lo que está ocurriendo en Palestina es un genocidio y por tanto no debe ser olvidado ni borrado ni subestimado por las narrativas del sionismo y el imperialismo norteamericano.

*Politólogo por la UAM-I, maestro en filosofía por la UNAM y doctorante por la UAM-X.

Fotografía: Andrea Vargas


[1] Dor Guez, Catástrofe, exposición presentada en el Museo Laboratorio de Arte Alameda, curaduría de Eugenio Viola, Ciudad de México, 13 de abril de 2023-18 de junio del 2023, disponible en https://artealameda.inba.gob.mx/exposiciones/dor-guez-catastrofe.html

[2] ONU citado por Soha Ibrahim,” 4 cifras que muestran el devastador impacto de la guerra en Gaza 6 meses después de su inicio”, en BBC News mundo, 8 de abril de 2024 disponible en https://www.bbc.com/mundo/articles/cd178m5pd3ko#:~:text=La%20guerra%20estall%C3%B3%20tras%20un,tomadas%20como%20rehenes%20253%20personas.

[3] Amnistía internacional, “El desplazamiento forzado masivo en Gaza pone de relieve la necesidad urgente de que Israel respete el derecho de retorno de la población palestina” [Comunicado de prensa], 15 de mayo de 2024, disponible en https://www.amnesty.org/es/latest/news/2024/05/mass-forced-displacement-in-gaza-highlights-urgent-need-for-israel-to-uphold-palestinians-right-to-return/#:~:text=El%20actual%20desplazamiento%20forzado%20de,desde%20hace%2076%20a%C3%B1os%2C%20a

[4] The Palestine Chronicle, “The Gaza Genocide”, disponible en https://www.palestinechronicle.com/

[5] RAEDiccionario de la lengua española, disponible en https://dle.rae.es/genocidio?m=form.

[6] Craig Mokhiber, “Carta de renuncia de Craig Mokhiber, director de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Nueva York”, Coordinación Colombia Europa Estados Unidos [Sitio web],  octubre de 2023, disponible en https://coeuropa.org.co/carta-de-renuncia-de-craig-mokhiber-director-de-la-oficina-del-alto-comisionado-de-las-naciones-unidas-para-los-derechos-humanos-en-nueva-york/

[7] Cfr. Walter Benjamin, “ Tesis VII” y en Tesis sobre la Historia

[8] Por ejemplo, Adorno y Horkheimer y, hoy en día, Reyes Mate.

[9] Ibíd., “Tesis XII”, p. 49.

[10] Walter Benjamin. “Tesis VI”, Tesis sobre la historia y otros fragmentos, Itaca-UACM, México, 2008, p. 40.

[11] Ibíd., “Tesis IX”.

[12] Adorno señala que “El poder de la memoria es traer al presente el pasado, pero no cualquier pasado, sino el pasado ausente”, aquel que se quiere dejar en el olvido. Citado por Reyes Mate, Memoria de Auschwitz. Actualidad moral y política, Trotta, Madrid, 2003, p. 153.

[13] Cfr. Mauricio Pilatowsky, “La Filosofía después de Auschwitz en Latinoamérica”, en Reyes Mate y Ricardo Forster. El judaísmo en Iberoamérica, Trotta, Madrid, 2007.

[14] Ibíd, p. 288.

[15] Ibíd.

[16] Cfr. Hans Magnus Enzensberge, “Las casas, o una mirada retrospectiva hacia el futuro”, en El interrogatorio de la Habana y otros ensayos, Barcelona, Anagrama, 1973, p. 145.

[17] Ibid. p. 152.

[18] D. Riazanof, “Notas aclaratorias”, en C. Marx y F. Engels, Biografía del Manifiesto comunista, 9ª ed., México, Compañía General de Ediciones, 1974, p. 115.

[19] Juan Brom, “13. El sistema capitalista”, en Para comprender la historia, México, Grijalbo, 2003, p.106.

Fuente de la información e imagen:  https://insurgenciamagisterial.com

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