Page 610 of 2441
1 608 609 610 611 612 2.441

El Trabajo Reproductivo y la precarización de las mujeres en pandemia

Por: Ileana Corea

El Trabajo Reproductivo no se refiere únicamente a la reproducción humana en términos biológicos, sino a la reproducción de la vida que conlleva la circulación de las mercancías dentro del sistema.

l neoliberalismo como doctrina política y económica se ha configurado como el gran enemigo de las mujers. Es la denuncia que constantemente realizan progresistas y revolucionarias en cada espacio de militancia. Este mismo sistema es el que ha llevado al límite de pauperización las condiciones vitales de las mujeres, quiénes estamos más expuestas ante los patrones de desigualdad de este sistema, por ejemplo.

La pandemia generada por la COVID-19 ha visibilizado lo que equivale estratégicamente el Trabajo Reproductivo (TR) y doméstico para el sistema económico, un trabajo que se mantuvo en un anonimato en su conceptualización como una forma de trabajo no remunerado, pero que en definitiva tiene rostros de mujeres precarizadas a lo largo de la historia, añadiendo que la cuarentena a la que nos han sometido tiene rasgos de clase muy marcado, lo que se traduce en que muy pocas personas puedan estar más protegidas y en condiciones aptas.

Entender el TR, es clave para comprender lo que las mujeres significamos para este sistema y es que el TR no se refiere únicamente a la reproducción humana en términos biológicos, sino a la reproducción de la vida que conlleva la circulación de las mercancías dentro del sistema capitalista, integrando las tareas del trabajo doméstico, cuidado a infantes, adultos mayores o personas con discapacidad. La garantía de la realización del TR trae como consecuencia que las/los trabajadores tengan resueltas sus necesidades básicas y puedan seguir produciendo para el sistema.

Silvia Federici, filósofa marxista, feminista y teórica del Trabajo Reproductivo apunta: “debemos admitir que el capital ha tenido mucho éxito escondiendo nuestro trabajo. Ha creado una obra maestra a expensas de las mujeres. (…) El capital ha matado dos pájaros de un tiro. Primero, ha obtenido una cantidad increíble de trabajo casi gratuito, y se ha asegurado de que las mujeres, lejos de rebelarse contra ello, busquen obtener ese trabajo como si fuese lo mejor de la vida.”

Esta realidad durante la pandemia no ha variado, sino que se ha profundizado aún más, pues ha incurrido en la mezcla del teletrabajo con la sobrecarga del TR en las mujeres.

Para Federici, estas condiciones han conllevado a una escalada de la violencia machista hacia las mujeres, además de estrés, crisis en la salud mental, y aumento de la precariedad, de millones de mujeres.

Fuente: https://www.laestrella.com.pa/opinion/ileana-corea/200811/reproductivo-precarizacion-mujeres-pandemia

Comparte este contenido:

¿Cómo se contempla la vuelta a la escuela durante la pandemia de la COVID-19?

¿Cómo se contempla la vuelta a la escuela durante la pandemia de la COVID-19?

UNICEF

Lo que los padres y madres deben saber sobre la reapertura de las escuelas en la era del coronavirus

La vida durante la pandemia de la COVID-19 es igualmente difícil para las madres, los padres y los niños. La vuelta a la escuela es una fase importante y positiva, pero seguramente ustedes y sus hijos se harán muchas preguntas al respecto. Les ofrecemos una información actualizada sobre lo que se espera que ocurra y cómo prestar apoyo a sus pequeños estudiantes.

¿Cuándo y cómo se reabrirán las escuelas?

Aunque se observa un lento aumento en el número de niños que vuelven a las aulas, más de 1.000 millones de estudiantes todavía no asisten a ellas debido al cierre de las escuelas a nivel nacional. No obstante, más de 70 países han anunciado su plan de reabrirlas y cientos de millones de estudiantes han vuelto a las aulas en las últimas semanas. [A principios de junio de 2020]

Dada la difícil situación que impera en todo el mundo y las diferencias existentes, los países se encuentran en fases distintas con respecto a la decisión de cómo y cuándo se deben reabrir las escuelas. Este tipo de decisiones suelen tomarlas los gobiernos estatales o nacionales, a menudo en colaboración con las autoridades locales. Deberán tener en consideración la salud pública, los beneficios y los riesgos para la educación, así como otros factores. El interés superior del niño será el elemento primordial de estas decisiones. Para ello, se utilizarán los mejores datos disponibles, pero el modo en que se realice variará de una escuela a otra.

¿Es prudente que mi hijo vuelva a la escuela?

Las escuelas solo se reabrirán cuando esté garantizada la seguridad de los estudiantes. El regreso a las aulas probablemente será muy distinto a lo que tú y tu hijo estuvieran acostumbrados antes de la crisis. Es posible que las escuelas reabran durante un periodo de tiempo y luego deban tomar la decisión de cerrarlas de nuevo temporalmente, dependiendo del contexto local. Debido a la situación cambiante, las autoridades tendrán que ser flexibles y estar dispuestas a adaptarse para garantizar la seguridad de todos los niños.

Incluso si los responsables de tu zona no han decidido todavía reabrir las escuelas, es fundamental que comiencen ahora una planificación detallada para contribuir a que los alumnos, los profesores y el resto del personal se sientan seguros a su regreso, y las comunidades estén tranquilas cuando envíen a sus estudiantes de nuevo a las aulas.

¿Qué precauciones debe tomar la escuela para evitar la propagación del virus de la COVID-19?

La reapertura de las escuelas debería estar acorde con la respuesta sanitaria global de cada país a la COVID-19 para proteger a los estudiantes, profesores, empleados y a sus familias.

Algunas de las medidas prácticas que pueden tomar las escuelas incluyen lo siguiente:

  • Escalonar el comienzo y el cierre de la jornada escolar
  • Escalonar las horas de comer
  • Mover las aulas a espacios provisionales o al aire libre
  • Crear turnos para reducir el número de alumnos por clase

El agua potable y las instalaciones de saneamiento e higiene constituirán una parte esencial para reabrir las escuelas de forma segura. Las administraciones educativas deben examinar las opciones para mejorar las medidas de higiene, incluido el lavado de las manos, el protocolo (por ejemplo, toser y estornudar sobre el codo, en vez de cubrirse con la mano), el distanciamiento físico, los procedimientos de limpieza de las instalaciones y la preparación de alimentos en condiciones de seguridad. El personal administrativo y los profesores también deberán formarse sobre cómo llevar a cabo el distanciamiento físico y las prácticas de higiene en la escuela.

 ¿Qué debo preguntarle al profesor/profesora de mi hijo, o a la administración de la escuela?

En momentos tan preocupantes y perturbadores, es natural hacerse muchas preguntas, incluidas las siguientes:

  • ¿Qué medidas ha tomado la escuela para contribuir a garantizar la seguridad de los estudiantes?
  • ¿De qué modo respaldará la escuela la salud mental de los estudiantes y cómo combatirá el estigma de quienes han estado enfermos?
  • ¿Cómo va a actuar la escuela con las niñas y niños que necesiten ser enviados a especialistas para recibir ayuda?
  • ¿Cambiarán algunas de las políticas preventivas contra el acoso escolar una vez que comience la reapertura de las escuelas? De padres y profesores, y otras redes?

 ¿Qué puedo hacer si mi hijo se ha quedado atrasado en sus estudios?

Los estudiantes de todo el mundo han demostrado hasta qué punto querían seguir aprendiendo. Han persistido estudiando sus lecciones bajo circunstancias difíciles, con la ayuda de sus maestros y con la de sus progenitores.

Pero muchos van a necesitar un apoyo extra para ponerse al día en su aprendizaje cuando reabran las escuelas.

Muchas escuelas están haciendo planes para recuperar lecciones con el fin de ayudar a los estudiantes a que se pongan al día. Esto podría incluir empezar el año con cursos de repaso o recuperación, programas de actividades fuera del horario escolar o tareas complementarias para hacer en casa. Dada la posibilidad de que muchas escuelas quizás no abran a tiempo completo o para todos los grados, puede que se apliquen modelos de “aprendizaje mixto”, una combinación de enseñanza impartida en las aulas y de educación a distancia (estudio personal mediante ejercicios para hacer en casa, y aprendizaje a través de la radio, la televisión o internet).

Ofrece a tu hijo o hija un apoyo adicional en casa estableciendo rutinas relacionadas con la escuela y el trabajo escolar. Esto les ayudará si se sienten inquietos o con problemas de concentración.

Si deseas hacer más preguntas y mantenerte informado, contacta con el profesor de tu hijo o con la escuela. Asegúrate de indicarles si tu hijo se enfrenta a problemas específicos, como tristeza por la pérdida de un familiar, o una ansiedad extrema producida por la pandemia.

¿Qué debo hacer si mi hijo tiene problemas para volver al “modo escuela”?

Recuerda que tu hijo tendrá que enfrentarse con el estrés de la crisis actual de manera diferente a la tuya. Establece un ambiente propicio y estimulante y reacciona de forma positiva a sus preguntas y al modo de expresar sus sentimientos. Muéstrales tu respaldo y explícales que no es nada extraño, sino normal, que en momentos como este se sientan frustrados o inquietos.

Ayuda a tus hijos a seguir con sus rutinas y a hacer del aprendizaje algo divertido. Incorpóralos a las actividades diarias, como la cocina, la lectura o los juegos en familia. Otra opción podría ser unirse a un grupo parental o comunitario para conectar con otros padres y madres que estén pasando por la misma experiencia, intercambiar consejos y recibir apoyo.

UNICEF está trabajando con los gobiernos para ayudarlos a tomar estas decisiones. Nos hemos asociado con la Organización Mundial de la Salud, la UNESCO y el Banco Mundial para publicar unas nuevas pautas sobre la reapertura de las escuelas, disponibles aquí en árabe, chino, inglés, francés, portugués y español. Estas pautas formulan las preguntas que deben hacerse, y las medidas que deben tomarse antes, durante y después de la reapertura de las escuelas, para proteger la seguridad de los estudiantes, los profesores, los otros miembros del personal y las familias.

Autor: UNICEF

Fuente de la Información: https://www.unicef.org/es/historias/como-contempla-vuelta-escuela-durante-pandemia-covid19

 

Comparte este contenido:

Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y El Caribe (FILAC), Banco Mundial y la depredación de los pueblos indígenas

FILAC, Banco Mundial y la depredación de los pueblos indígenas

Ollantay Itzamná 

Fuentes: Rebelión

Para nadie es desconocido que el ente financiero internacional denominado Banco Mundial (BM), en su apuesta por expandir el hegemónico sistema económico neoliberal, financió y financia infinidad de proyectos extractivos que ocasionan violentos conflictos a pueblos indígenas. Incluso, varios de dichos proyectos (privados, públicos o mixtos) fueron y son letales para defensores/as de derechos de los pueblos indígenas.

La defensora indígena lenca, Berta Cáceres, en Honduras, fue asesinada, en 2016, por organizar resistencia comunitaria pacífica al proyecto hidroeléctrico Agua Zarca, financiado por BM.

Un mes después de aquel fatídico crimen, el entonces Presidente del BM, Jim Yong Kim, en un acto público, Nueva York, calificó dicho crimen como “un incidente” inevitable en sus proyectos.[1]

Como consecuencia de ese cúmulo de acciones u omisiones atentatorios contra los derechos de los pueblos indígenas en los proyectos financiados por el BM, el rechazo hacia este ente financiero en los territorios indígenas y sectores sociales comienza a crecer. Y, para intentar legitimarse en el mundo indígena este organismo financiero recurre a FILAC.

El Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y El Caribe (FILAC) es un organismo internacional de derecho público creado por los jefes de Estado y de Gobierno de Iberoamérica, en 1992. Su objetivo es apoyar el autodesarrollo de los pueblos y comunidades indígenas en la región. Funciona con representación paritaria de pueblos indígenas y gobiernos.[2]

A FILAC conocí en Guatemala, en 2019, cuando organizaba la realización de reuniones con algunos indígenas mayas para justificar un proyecto de la FAO en dicho país, bajo la retórica de “consentimiento previo, libre e informado”.

Al inicio de la pandemia, FILAC me envió una convocatoria buscando candidatos indígenas para “financiarle” una cuenta en la plataforma comunicacional de zoom.us u otras. Más, no conozco de esta entidad que, ahora, busca constituirse en el vehículo de las representaciones y voluntades de los pueblos indígenas ante los grupos financieros y estados.

Según publicaciones oficiales de FILAC, esta entidad “mixta” busca constituirse en el único organismo internacional especializado en la promoción del desarrollo indígena en la región. Y, con financiamiento de grupos bancarios anti pueblos indígenas como BM, BID, y otros recluta a algunos auto nominados líderes o dirigentes indígenas para que agentes de dichos grupos financieros los adoctrinen y los envíen hacia los pueblos indígenas como doctrineros neoliberales.

Únicamente para referir como ejemplo, por motivo del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, 2020, FILAC convoca a indígenas a un “Diálogo Regional” virtual donde el conferencista principal es nada menos que el Vicepresidente del Banco Mundial (Humberto López), junto a representantes del BID.[3] Otro suceso llamativo es el reclutamiento que hace de algunos profesionales y dirigentes indígenas para que catedráticos españoles los capaciten en cómo defender derechos indígenas nada menos que en la Universidad Rey Carlos III.

Estas y otras constataciones nos indican que los predadores de derechos y de pueblos como BM, ahora, están utilizando a organismos “pro indígenas” para continuar adoctrinando y desactivando las legítimas acciones de resistencia en los territorios frente a la violenta invasión neoliberal sin consentimiento.

Los pueblos indígenas, desde nuestros territorios y ventanas digitales de opinión, debemos tener la claridad que entidades públicas creadas por los gobiernos como vitrinas de “representaciones” indígenas, sin consulta/consentimiento previo de los pueblos, son ilegítimos e ilegales (según contenidos del Convenio n. 169º de la OIT). Mucho más cuando dichas entidades reclutan a supuestos dirigentes o representantes indígenas para adoctrinarlos en la condición de colonialidad aprovechándose del estado de necesidad de estas personas.

Notas:

[1] Véase https://www.youtube.com/watch?v=tJWZ102R4LA (en el minuto 1:01)

[2] Véase, https://www.filac.org/wp/que-es-el-filac/

[3] Véase, https://es.scribd.com/document/471706956/FILAC-Di-a-Internacional-de-PPII-2020

Ollantay Itzamná. Defensor latinoamericano de los Derechos de la Madre Tierra y Derechos Humanos

Blog del autor: https://ollantayitzamna.com/

@JubenalQ

Fuente de la Información: https://rebelion.org/filac-banco-mundial-y-la-depredacion-de-los-pueblos-indigenas/

 

Comparte este contenido:

Ecuador: la izquierda frustrada

Ecuador: la izquierda frustrada

Juan J. Paz y Miño Cepeda

En un artículo anterior (https://bit.ly/319nsQZ) traté sobre la trayectoria histórica de la izquierda partidista en Ecuador. Sobresalen: PSE, PCE, PSRE, PCMLE, MPD (hoy Unidad Popular) y otras agrupaciones menores, que asumen ser marxistas. Desde luego, a partir del derrumbe del socialismo real, la izquierda no se reduce a los partidos marxistas, ni exclusivamente a esta teoría, pues América Latina, durante el ciclo de los gobiernos progresistas, demostró que era posible el fortalecimiento de nuevas izquierdas.

Destacan, ante todo, los movimientos sociales, pues tanto el Frente Unitario de Trabajadores (FUT), que integra a varias centrales (CEDOCUT, CTE, CEOSL, UGTE, FETMYP, UNE, FENOGOPRE), así como el indígena, con su organización central, la CONAIE (https://conaie.org) y su brazo político Pachakutik (https://bit.ly/3frEX4a), se autodefinen como sectores de izquierda. También lo hacen distintas organizaciones de trabajadores públicos, del movimiento estudiantil, grupos feministas, ecologistas y otros minoritarios.

Pero hay una izquierda social, que es más amplia que las izquierdas partidistas y que las izquierdas “movimientistas”, reducidas, frecuentemente, a simples clubes o membretes políticos. Esa izquierda social históricamente se formó con el avance del siglo XX.

Su más remoto origen está en el sector radical del liberalismo, que respaldó a Eloy Alfaro y sus políticas (1895-1912). También se identificó con las causas del naciente movimiento obrero y ha cultivado la memoria crítica contra la matanza de trabajadores el 15 de noviembre de 1922. La Revolución Mexicana (1910-1940) y sobre todo la Revolución Rusa (1917) afirmaron la conciencia social favorable a los trabajadores, campesinos, indígenas e incluso la creciente tendencia al cuestionamiento al capitalismo y al sueño por un “socialismo” todavía difuso. Capas medias, intelectuales, profesionales y una amplia gama de sectores populares se identificaron con el proceso de la Revolución Juliana (1925-1931). La militancia activa o el respaldo a los partidos Socialista y Comunista llenó las expectativas de muchos, en una época en la que tales agrupaciones hicieron verdadera acción social, cultural y política. Y, como ha sido bien reconocido y estudiado por diversos investigadores, desde los años treinta la literatura y el arte de contenido social no solo sirvieron como denuncia de las condiciones de vida y de trabajo en el país, sino que dieron expresión a aquellos sectores identificados con la izquierda. Los ensayos políticos, así como los primeros estudios sociológicos, antropológicos, indigenistas, laboristas y hasta económicos, iniciados por prestantes figuras de la intelectualidad nacional, tanto como la labor de profesionales y académicos en las universidades públicas, igualmente han servido para alimentar la conciencia social, el cuestionamiento a la dominación oligárquica, la sensibilidad humanista, que han enriquecido el espacio de la izquierda social ecuatoriana.

Sin embargo, la gran “politización” izquierdista de la sociedad ecuatoriana ocurre a partir de la década de 1960. Se combinan múltiples factores: la Revolución Cubana (1959), las luchas guerrilleras en distintos países, así como la guerra fría y el clima de represión indiscriminada que desató el “anti-comunismo”, los éxitos y avances de los países socialistas, los movimientos por la paz y contra la guerra de Vietnam, el mayo francés (1968) y su influencia mundial, la difusión del marxismo, el activismo universitario, la cultura “anti-sistema” a través de la nueva música, el arte y sobre todo el “boom” de la literatura latinoamericana, las reacciones contra el imperialismo, el recambio con nuevas generaciones de “radicales” y “rupturistas”, etc. En la década de los setenta ya existía un amplio espectro de izquierdas sociales, identificadas con tres principios decisivos: una conciencia anticapitalista; una conciencia social y humanista, variada, favorable, ante todo, a los sectores populares, que rechazaba a la “burguesía” como clase, y que se extendía desde el cristianismo de la doctrina social católica y la teología de la liberación, hasta los marxistas independientes de cualquier partido tradicional; y una conciencia democrática, que podía aceptar los valores de la “democracia burguesa” (por allí cabe entender a la centro-izquierda) tanto como al socialismo, como único régimen posible de salida al capitalismo.

Hay marxistas que no han sido capaces de entender estas dinámicas de la sociedad, de modo que se han apresurado a juzgar como “derechista” toda posición que no es marxista, ni acepta exclusivamente sus tesis anticapitalistas o su dogmatizado “socialismo”, lo cual hoy es evidentemente cuestionable, porque nadie puede definir, con absoluta firmeza, lo que será ese sistema, una vez que se produjo la implosión del socialismo totalmente estatista. Bien puede hablarse del socialismo nórdico europeo, o del canadiense; pero también del “socialismo de mercado” de China; o tomar como ejemplo las importantes reformas económicas en Cuba, que debieron impulsarse en medio del “período especial” (1990-1996) y el bloqueo norteamericano (hoy agudizado con la política Trump), que son experiencias inéditas, que ningún otro país latinoamericano ha experimentado, exceptuando hoy a Venezuela, que sin tener una economía “socialista”, también sufre un bloqueo comparable con el cubano.

Desde 1979, el amplio espectro de la izquierda social no ha encontrado representación en los partidos de la izquierda ya conocidos; también ha observado con frustración los magros resultados electorales obtenidos en todo momento por ellos y por los movimientos sociales que se aliaron para conformar frentes supuestamente representativos de toda la tendencia; y, sin duda, cuestiona a visibles líderes de esas agrupaciones, que han perpetuado, hasta el presente, sus comportamientos acomodaticios, personalistas y típicamente enmarcados en las prácticas de la “partidocracia”. Pero también es necesario comprender que las izquierdas sociales igualmente anhelaban gobiernos más cercanos a sus definiciones y tendencias, cuando apoyaron a candidatos como Jaime Roldós (1979-1981) o Rodrigo Borja (1988-1992) y hasta creyeron en Lucio Gutiérrez (2003-2005). Tuvieron participación activa en el derrocamiento de tres gobiernos: A. Bucaram (1997), J. Mahuad (2000) y L. Gutiérrez (2005). Ha existido mayor claridad y definición con el respaldo que han dado a las huelgas nacionales del FUT a inicios de la década de los ochenta; al movimiento indígena y su indudable presencia nacional a partir del levantamiento de 1990; a las luchas populares en distintos momentos de la historia contemporánea; el repudio y cuestionamiento a los gobiernos de la derecha política; el rechazo al TLC o a los acuerdos con el FMI, así como al modelo neoliberal o empresarial-oligárquico. La izquierda social respaldó la movilización popular de octubre 2019 de diversas formas y también sufrió la represión.

Sin duda, amplios sectores de las izquierdas sociales se identificaron con el gobierno de Rafael Correa (2007-2017) y lo respaldaron, porque vieron en él una alternativa de nueva izquierda, que pasó a formar parte del progresismo latinoamericano. En poco tiempo, los dirigentes del partidismo y del movimientismo ya señalado, rompieron con este gobierno por una serie de causas, pasaron a combatirlo y han negado al “correísmo” alguna ubicación en la izquierda, pues consideran que solo se trató de un ciclo más de la “dominación burguesa” en Ecuador. Además, acusan a Correa de haber “criminalizado” la protesta social y haber “destruido” a la izquierda. Obviamente estos sectores fueron políticamente confrontados por Rafael Correa, quien los calificó como “izquierda infantil”.

Considerándose como la “auténtica” y hasta “única” izquierda en el país, en 2013, los sectores mencionados decidieron enfrentar al “correísmo” y articularon la “Unidad Plurinacional de las izquierdas”, integrada por Pachakutik, CONAIE, ECUARUNARI, Montecristi Vive, MPD, PCMLE, Partido Participación, Socialismo Revolucionario, RED, Movimiento Participación Democracia Radical, Poder Popular, Movimiento Convocatoria por la Unidad Provincial, FUT y Frente Popular (UNE, FEUE, FESE, UGTE, CUBE, CONFEMEC, FEUNASSC, JRE, CUCOMITAE, UNAPE, UCAE, UAPE, JATARISHUN, UNAP), que propuso como candidato presidencial a Alberto Acosta (en binomio con Marcia Caicedo). Pero todo ese sector de la “izquierdosidad”, para utilizar un concepto que emplea la investigadora argentina Irma Antognazzi (me ha escrito que en su país se observa igual comportamiento político) apenas alcanzó el 3.26% de la votación, lo que significa que no votaron por ellos sino una fracción de sus partidarios, militantes o “bases”; mientras, paradójicamente, el binomio Rafael Correa/Jorge Glas, alcanzó su mayor votación histórica, pues obtuvo el 57.17% de los votos (y 100 de 137 asambleístas), derrotando a todos los 7 contendores de derecha y de izquierda, en la primera vuelta.

La experiencia histórica no fue asimilada: los partidos y movimientos más importantes de la izquierdosidad, al no comprender el espacio ni las dinámicas históricas de la izquierda social, volvieron a reproducir el mismo comportamiento en 2017, cuando se conformó el “Acuerdo Nacional por el Cambio” (MUP, ID, Pachakutik, CONAIE, PSE, RS, PCMLE, Montecristi Vive, FUT, FP, RA, UNE  y una serie de movimientos menores), que patrocinó al binomio Paco Moncayo/Monserratte Bustamante, quienes, además, eran personalidades ajenas a sus filas y militancias propias. Alianza País (AP), por su parte, propuso al binomio Lenín Moreno /Jorge Glas. Por segunda ocasión, el partidismo y movimientismo de la “auténtica” izquierda, apenas logró el 6.71% (al menos duplicando lo obtenido en 2013) de los votos. Moreno tuvo que pasar a la segunda vuelta, en la que logró un apretado 51.16% de la votación frente al exbanquero Guillermo Lasso, patrocinado por CREO, con apoyo de las derechas políticas, económicas y mediáticas, quien obtuvo el 48.84% de la votación. No se puede soslayar un hecho histórico inédito: dirigentes y militantes de la izquierdosidad convocaron y hasta realizaron una campaña activa para que se votara por el millonario banquero, al que preferían, antes que dar el respaldo a un candidato del “correísmo”.

La izquierda social nunca se esperó el giro gubernamental de Moreno ni la restitución del modelo empresarial-oligárquico en la economía. Sin embargo, dirigentes, líderes e intelectuales del partidismo y del movimientismo de la izquierdosidad se unieron a la “descorreización”, apoyaron el referendo y consulta de 7 preguntas que el gobierno realizó (febrero 2018) para legitimar su reforma institucional del país, respaldaron activamente las labores del Consejo Transitorio de Participación Ciudadana nombrado para ello, y sostuvieron, de uno u otro modo, al “morenismo”, aunque hoy aparecen confrontando sus políticas.

Desde luego el “correísmo” ha sido seriamente afectado por los casos de corrupción descubiertos y por las debilidades que el proceso de la Revolución Ciudadana dejó como herencias, las cuales han sido mejor advertidas con el paso del tiempo. Aún no está claro cómo y con quiénes podrá articular una candidatura que permita captar el apoyo de las izquierdas sociales. Pero, ¿logrará el “correísmo” una fuerza cercana a la que tuvo en el pasado? Del otro lado, parece que tampoco se quiere asumir las experiencias históricas, pues nuevamente las dirigencias de las “auténticas” izquierdas se preparan para las elecciones de 2021, sobre la base de unificar fuerzas contra el “correísmo”. Se adelanta Pachakutik, con un precandidato presidencial ampliamente reconocido por ser un actor decisivo del anticorreísmo indígena (https://bit.ly/2PgFqvx). Parece que en su elección primó esa postura, a tal punto que resultan muy sintomáticas las reacciones inmediatas que tuvieron, entre otros, tres articulistas movidos por el mismo espíritu político: uno de ellos sostiene que Leonidas Iza “marcó la cancha electoral para poner distancia con el populismo autoritario y corrupto de los correístas” (https://bit.ly/2D5z93m); otro apunta todo lo contrario, porque al decidirse por Yaku Pérez “muere ahogado el sueño correista de apropiarse del movimiento indígena para usarlo como catapulta de regreso al poder” (https://bit.ly/39T42nt); y un tercero opta por una fantasmagórica apreciación: “Tanto Vargas [Jaime] como Leonidas Iza, su cerebro a distancia, pertenecen a esa fracción de la dirigencia indígena que, si dependiera de ellos, casi preferirían contar con un brazo armado que con uno político. Y los aspirantes a ser eso (el movimiento de Cotopaxi, los Mariáteguis y otros talibanes) ya tomaron su decisión: quieren a Iza”. (https://bit.ly/2DuNW7k -2/8/2020:22h).

Lo que asombra es que días más tarde, el Consejo Ampliado de la CONAIE decide “dejar sin efecto” las resoluciones de Pachakutik; exhortar a que las candidaturas se realicen “en coordinación y participación, con voz y voto, de la estructura organizativa del movimiento indígena”; y “respaldar a los compañeros Jaime Vargas y Leonidas Iza Salazar como precandidatos a la Presidencia de la República del Ecuador” (https://bit.ly/31xXxm5). Una situación comparable con la que ocurrió en 2016, es decir hace 4 años, a la cual me referí en dos textos que parecen tener plena actualidad: una nota en FaceBook, difundida el 7 de agosto de 2016, que titulé: “Movimiento indígena: ¿cuál es su representatividad política?” (https://bit.ly/3in5K3E); y un artículo que publiqué en diario El Telégrafo el 8 de agosto de 2016, con el título: “Movimientos sociales y política electoral” (https://bit.ly/30AAt7a).

En todo caso, ¿será posible que esta sea la tercera oportunidad para demostrar que ahora sí las agrupaciones y movimientos del anticorreísmo, han pasado a convertirse en la alternativa política que el amplio espectro de las izquierdas sociales anhela? Por lo pronto, tienen a su favor el hecho casi seguro de que Rafael Correa no podría ser candidato y que el “correísmo” no tendría un partido que le represente, si finalmente se imponen las arbitrariedades de los organismos electorales; pero también cuentan a su favor con el lawfare, la judicialización selectiva y la persecución a los “correístas”, en medio de un ambiente nacional en el que hegemonizan las fuerzas de la derecha económica, política y mediática.

Por sobre esos conflictos y posiciones irreductibles entre dos bandos, que polarizan sus propias posiciones ideológicas y marginan las posibilidades de la tan proclamada “unidad”, la amplia gama de la izquierda social mantiene la esperanza de que alguna fuerza política logre representar verdaderamente sus ideales e intereses y que finalmente se instaure un gobierno que dé continuidad a los procesos que ese sector ha respaldado desde inicios del siglo XX, entre avances y retrocesos, a pesar de las frustraciones cíclicas. De lo contrario, las derechas políticas, económicas y mediáticas asegurarán la continuidad del modelo empresarial-oligárquico, que el “morenismo” supo afianzar en apenas tres años.

Autor: Juan J. Paz y Miño Cepeda

Fuente de la Información: http://www.historiaypresente.com/ecuador-la-izquierda-frustrada/

Comparte este contenido:

Venezuela: Imperialistas ingleses asaltan Guayana | Luis Britto García

Imperialistas ingleses asaltan Guayana

Luis Britto García

Estrategia de  rapiña

La rapiña de los imperios sobre el Esequibo sigue un método clásico, aplicado en Haití y La Española por filibusteros franceses y más tarde en el despojo de más de la mitad del territorio de México por Estados Unidos: 1) Establecimiento  ilegal de enclaves 2) Infiltración sistemática de forajidos, marginales o colonos en el territorio ilegítimamente ocupado 3) Fuerza bruta militar y presión diplomática para dar visos de  legitimidad al despojo territorial.

Avanzada hacia el Orinoco

La Compañía Holandesa de las Indias Occidentales construye un fuerte en Kykover entre 1616 y 1621, e intenta expandirse por Berbice, Demerara y el río Esequibo, pero no pasa de las costas, pues por su escasa demografía  los Países Bajos en la misma Europa deben importar trabajadores para mantener sus productivas industrias y el Tratado de Munster fija en 1648 el río Esequibo como frontera occidental de la colonia holandesa (Goslinga 1983, 51-111).

Tal debilidad  es aprovechada por traficantes ingleses, que se infiltran en la misma zona al oeste del río Esequibo, poblándola con esclavos africanos. Les interesan plantaciones de café y caña de azúcar, los anima la secular codicia por la estratégica dominación de las bocas del Orinoco y el acceso a las legendarias riquezas de la Guayana venezolana. Interés tan perdurable, que ya en  1796 los ingleses controlan parte de los accesos al territorio Esequibo, y en 1797  se apoderan de Trinidad y Tobago, islas que dominan estratégicamente las bocas del Padre de las Aguas.

Los ingleses suplantan a los holandeses

Toda usurpación  busca consagración diplomática. Con la caída de Bonaparte en 1814, en el subsiguiente tratado Anglo Holandés, Holanda renuncia a los territorios ocupados por sus colonias de Demerara, Berbice y Esequibo al Este del río Esequibo, a favor de Inglaterra, autora principal de la derrota del Gran Corso. La extensión que Holanda cede a Inglaterra no pasa de  20.000 millas cuadradas: todas al Este del río Esequibo. El Congreso de Viena ratifica en 1815 esta asignación. Potencias europeas pretenden  legitimar  ambiciones sobre territorios situados a  distancias inconmensurables, sin consultar a sus habitantes.

Soberanía territorial de Venezuela en Guayana

A partir de nuestra Independencia, cuatro procesos históricos operan en la controversia sobre Guayana. El primero, la defensa de la integridad territorial de Venezuela. El segundo, la política de las potencias imperiales de apoderarse de los restos de la dominación española. El tercero, el empleo de instancias internacionales para legitimar despojos territoriales. El cuarto,  el uso de la Guayana como prenda o mercancía para consolidar relaciones entre potencias foráneas.

Refirámonos a la defensa limítrofe.  Al declarar su Independencia,  Venezuela reitera su soberanía sobre el territorio de Guayana, ya ocupado durante tres centurias por la dominación española que instituyó la Capitanía General de Venezuela. En la Constitución de 1811 aparecen como integrantes del territorio del cuerpo político las provincias que formaban dicha Capitanía. La Carta Magna de 1819 reitera que el territorio de la República es el mismo que el de la antigua Capitanía General, en los siguientes términos: “El territorio de la República de Venezuela se divide en diez Provincias, que son: Barcelona, Barinas, Caracas, Coro, Cumana, Guayana, Maracaibo, Margarita, Mérida, y Trujillo”. El territorio al occidente del Esequibo es reconocido como frontera de la dominación española desde el Tratado de Munster en  1648.  La Constitución de 1821, que rige la llamada Gran Colombia, en su artículo 5 dispone: “El territorio de la República de Colombia será el comprendido de los límites de la antigua capitanía general de Venezuela, el virreinato y capitanía general del Nuevo Reino de Granada”. Las restantes Constituciones reiteran la continuidad de los límites de la antigua Capitanía General de Venezuela.

Sobre la tradicional integridad territorial, la Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia en Acuerdo de 15 de julio de 2015 dictaminó “que nunca podía,pudo o puede entenderse que era o es susceptible de ocupación legítima el área de tierras situadasal oeste del Río Esequibo, así como tampoco el mar que hace su frente,porque España jamás cedió título para ello y Venezuela nunca reconoció las ocupaciones que, por vías de hecho, el gobierno de la corona británica realizó y, por el contrario, protestó de manera enérgica y constante ante las autoridades británicas y en los foros internacionales (…). (Directiva del Tribunal Supremo de Justicia, 2015 http://www.tsj.gob.ve)

Bajo jurisdicción y obediencia de nuestras leyes

Mientras, prosigue la arremetida de los imperios. Ya en 1821, la nueva República se ve obligada a protestar las continuas invasiones de colonos ingleses a territorio venezolano. Por instrucciones del Libertador, el Ministro venezolano en Londres, doctor José Rafael Revenga,  presenta  denuncia ante la corona británica: «Los colonos de Demerara y Berbice tienen usurpada una gran porción de tierra que según los últimos tratados entre España y Holanda nos pertenece del lado del río Esequibo. Es absolutamente indispensable  que dichos colonos o se pongan bajo jurisdicción y obediencia de nuestras leyes, o se retiren a sus antiguas posesiones»(Weiss, 1896, 6). Las reclamaciones  son innumerables: la falta de respuesta, constante.

En 1824 José Manuel Hurtado, quien sustituye a Revenga, como Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario de la Gran Colombia dirige una Memoria al gobierno del Reino Unido solicitando el reconocimiento de la Independencia, en la cual puntualiza una vez más que limitamos con el Esequibo: “Este bello y rico país se extiende por el mar del norte, desde el río Esequibo o confines de la provincia de Guayana hasta el río de las Culebras, que la separa de Guatemala” (Rojas, 1965, 6). El gobierno inglés no objeta ni refuta dicha demarcación, porque no tiene cómo hacerlo. La usurpación es su único argumento.

Autor: Luis Brito García

Fuente de la Información: https://ultimasnoticias.com.ve/noticias/opinion/imperialistas-ingleses-asaltan-guayana/

Comparte este contenido:

Brasil: El principio de autodestrucción y el combate contra la Covid-19

El principio de autodestrucción y el combate contra la Covid-19

Leonardo Boff

Desde que se lanzaron dos bombas atómicas primarias en las ciudades de Hiroshima y Nagasaki, la humanidad ha creado para sí una pesadilla de la que no ha podido liberarse. Por el contrario, se ha transformado en una realidad que amenaza la vida sobre este planeta y la destrucción de gran parte del sistema-vida. Se han creado armas nucleares mucho más destructivas, químicas y biológicas que pueden acabar con nuestra civilización y afectan profundamente a la Tierra viva.

Aún peor, hemos diseñado la inteligencia artificial autónoma. Con su algoritmo, que combina miles de millones de informaciones recogidas en todos los países, puede tomar decisiones sin que nosotros lo sepamos. Eventualmente, puede, en una combinación enloquecida, penetrar en los arsenales de armas nucleares o en otros de igual o mayor poder letal y lanzar una guerra total de destrucción de todo lo que existe, incluso de sí misma. Es el principio de autodestrucción. Es decir, está en manos del ser humano poner fin a la vida visible que conocemos (ella es sólo el 5%, el 95% son vidas microscópicas invisibles).

Debemos enseñorearnos de la muerte. Ella puede ocurrir en cualquier momento. Se ha creado ya una expresión para nombrar esta fase nueva de la historia humana, una verdadera era geológica: el «antropoceno», es decir, el ser humano como la gran amenaza al sistema-vida y al sistema-Tierra. El ser humano es el gran satán de la Tierra, que puede diezmar, como un anticristo, a sí mismo y a los otros, a sus semejantes, y liquidar los fundamentos que sostienen la vida.

La intensidad del proceso letal es tan grande que ya se habla de la era del «necroceno», es decir, la era de la producción en masa de la muerte. Ya estamos dentro de la sexta extinción masiva. Ahora se ha acelerado irrevocablemente, dada la voluntad de dominación de la naturaleza y de sus mecanismos de agresión directa a la vida y a Gaia, la Tierra viva, en función de un crecimiento ilimitado, de una acumulación absurda de bienes materiales hasta el punto de crear la sobrecarga de la Tierra.

En otras palabras, hemos llegado a un punto en el que la Tierra no consigue reponer los bienes y servicios naturales que le fueron extraídos y comienza a mostrar un proceso avanzado de degeneración a través de tsunamis, tifones, descongelación delos casquetes polares y del permafrost, sequías prolongadas, tormentas de nieve aterradoras y la aparición de bacterias y virus difíciles de controlar. Algunos de ellos como el coronavirus actual pueden llevar a la muerte a millones de personas.

Tales eventos son reacciones y puede que sean represalias de la Tierra ante la guerra que realizamos contra ella en todos los frentes. Esa muerte en masa ocurre en la naturaleza, millares de especies vivas desaparecen definitivamente cada año, y en las sociedades humanas, donde millones pasan hambre sed y toda suerte de enfermedades mortales.

Crece cada vez más la percepción general de que la situación de la humanidad no es sostenible. De continuar con esta lógica perversa se va a construir un camino que lleva a nuestra propia sepultura. Demos un ejemplo: en Brasil vivimos bajo la dictadura de la economía ultra neoliberal, con una política de extrema derecha, violenta y cruel para las grandes mayorías pobres.

Perplejos, hemos visto las maldades que se han hecho, anulando los derechos de los trabajadores e internacionalizando riquezas nacionales que sostienen nuestra soberanía como pueblo.

Los que en 2016 dieron en Brasil un golpe contra la presidenta Dilma Rousseff aceptaron la recolonización del país, convertido ahora en vasallo del poder dominante, Estados Unidos, condenado a ser sólo un exportador de commodities y un aliado menor y subordinado del proyecto imperial.

Lo que se está haciendo en Europa contra los refugiados, rechazando su presencia en Italia e Inglaterra y peor aún en Hungría y en la muy católica Polonia, alcanza niveles de inhumanidad de gran crueldad. Las medidas del presidente de Estados Unidos, Trump, arrancando a los hijos de sus padres inmigrantes y colocándolos en jaulas, denotan barbarie y ausencia de todo sentido humanitario.

Ya se ha dicho: “ningún ser humano es una isla… no preguntes por quién doblan las campanas. Doblan por ti, por mí, por toda la humanidad“. Si grandes son las tinieblas que abaten nuestros espíritus, aún mayores son nuestras ansias de luz. No dejemos que la demencia antes mencionada tenga la última palabra.

La palabra mayor y última que grita en nosotros y nos une a toda la humanidad es de solidaridad y compasión por las víctimas, es por paz y sensatez en las relaciones entre los pueblos. Las tragedias nos dan la dimensión de la inhumanidad de la que somos capaces, pero también dejan surgir lo verdaderamente humano que habita en nosotros, más allá de las diferencias de etnia, ideología y religión. Lo humano en nosotros hace que nos cuidemos juntos, nos solidaricemos juntos, lloremos juntos, nos enjuguemos las lágrimas juntos, recemos juntos, busquemos juntos la justicia social mundial, construyamos juntos la paz y renunciemos juntos a la venganza y a todo tipo de violencia y guerra.

La sabiduría de los pueblos y la voz de nuestros corazones lo confirman: no es un estado convertido en terrorista, como Estados Unidos bajo el presidente estadounidense Bush, el que vencerá el terrorismo. Ni el odio a los inmigrantes latinos, difundido por Trump, el que traerá la paz. El diálogo incansable, la negociación abierta y el trato justo eliminan las bases de cualquier terrorismo y fundan la paz. Las tragedias que nos golpearon en lo más hondo de nuestros corazones, particularmente la pandemia viral que ha afectado a todo el planeta, nos invita a repensar los fundamentos de la convivencia humana en la nueva fase planetaria, y cómo cuidar la Casa Común, la Tierra, como pide el Papa Francisco en su encíclica sobre ecología integral “sobre el cuidado de la Casa Común” (2015).

El tiempo apremia. Y esta vez no hay un plan B que pueda salvarnos. Tenemos que salvarnos todos, pues formamos una comunidad de destino Tierra-Humanidad. Para eso necesitamos abolir la palabra «enemigo». El miedo crea al enemigo. Exorcizamos miedo cuando hacemos del distante un próximo y del próximo, un hermano y una hermana. Alejamos el miedo y al enemigo cuando comenzamos a dialogar, a conocernos, a aceptarnos, a respetarnos, a amarnos, en una palabra, a cuidarnos.

Cuidar nuestras formas de convivir en paz, solidaridad y justicia; cuidar nuestro medio ambiente para que sea un ambiente completo, sin destruir los hábitats de los virus que provienen de animales o de los arborovirus que se sitúan en los bosques, un ambiente en el que sea posible el reconocimiento del valor intrínseco de cada ser; cuidar de nuestra querida y generosa Madre Tierra.

Si nos cuidamos como hermanos y hermanas, las causas del miedo desaparecen. Nadie necesita amenazar a nadie. Podemos caminar de noche por nuestras calles sin miedo a ser asaltados y robados. Este cuidado solo será efectivo si viene acompañado de la justicia necesaria para satisfacer las necesidades de los más vulnerables, si el Estado está presente con medidas sanitarias (lo importante que fue el SUS frente a la Covid-19), con escuelas, con seguridad y con espacios de convivencia, cultura y ocio.

Sólo así disfrutaremos de una paz posible de ser alcanzada cuando hay un mínimo de buena voluntad general y un sentido de solidaridad y benevolencia en las relaciones humanas. Ese es el deseo inquebrantable de la mayoría de los humanos. Esta es la lección que la intrusión de la Covid-19 en nosotros nos está dando y que tenemos que incorporar en nuestros hábitos en los tiempos pos-coronavirus.

Fuente de la Información: http://www.servicioskoinonia.org/boff/articulo.php?num=996

Comparte este contenido:

Analía comienza la universidad en el extranjero: «El Covid-19 está en todos sitios, ¿por qué no vivir la experiencia?»

Por: Nieves Mira

El sector prevé este año una disminución del 40% de los alumnos que irán fuera a pasar el curso.

El coronavirus ha alterado indudablemente el ritmo de los países, y también muchos planes de futuro de quienes pensaban viajar, estudiar o emprender un nuevo rumbo en los próximos meses. Sin embargo, son muchos los alumnos que tenían tomada la decisión de pasar el próximo curso en el extranjero y que continúan en su empeño, según informan desde Aseproce, la patronal que agrupa a promotores de cursos en el extranjero.

Este sector mueve a una gran cantidad de alumnos que -de todas las edades- salen a estudiar y formarse fuera, en colegios o universidades de todos los países. Aproximadamente, según informa Óscar Porras, presidente de la asociación, unos 10.000 estudiantes se instalan en otro país cada año con fines académicos. Para este año la previsión es que el descenso de estos alumnos, por la situación pandémica actual, ronde el 40%. Sin embargo, desde el sector animan a que se planteen su decisión y no dejen pasar esta oportunidad: «Se puede estar tan cerca y tan seguro en Canadá o Gran Bretaña como en otra provincia española», afirma Porras. Con el final del curso tan atípico de este año, las agencias adheridas a Aseproce ofrecieron, según informan, la opción a estos alumnos de volverse a casa o seguir el curso en su destino de forma telemática.

ABC

Una experiencia que engancha

Muchos volvieron entre los meses de marzo y abril, cuando másazotaba la pandemia en España, pero otros tantos decidieron quedarse. Como es el caso de Analía, que se encontraba en Terranova (Canadá) en ese momento. Según cuenta, el aislamiento allí resultó fácil, sin vuelos ni ferri que los uniera con la península de Labrador, Terranova se cerró al máximo, pero los miembros de cada hogar podían salir de casa en bicicleta, a pasear por las montañas o a otras zonas de la isla. Volvió a España el 6 de mayo, pero este mismo mes de septiembre regresa a Canadá para iniciar sus estudios de Medicina en una de las mejores universidades del país, según cuenta emocionada. «Ir a estudiar fuera te cambia como persona, te hace madurar. Cuando vuelves a casa eres una persona nueva, más independiente, creces, te haces mayor. La experiencia personal es increíble».

 

 

Analía ya tiene experiencia en estudiar fuera: ha cursado previamente dos años escolares en Estados Unidos y Canadá, por lo que sabe que estar lejos de la familia «es duro, y más cuando eres muy familiar, pero al final conoces gente nueva con la que contar y te hace sentir como en casa». Según cuenta, la familia adoptiva con la que ha convivido este año es ya parte de su propia familia: «Me quieren y me siento igual de protegida y afortunada que con mi familia en España». Esta joven de 18 años lanza un mensaje de tranquilidad: «La enfermedad va a estar en todos los sitios, ¿por qué no voy a vivir la experiencia? Sobre todo si vas a un lugar seguro como es Canadá. Voy a cumplir mi sueño que es estudiar la carrera de Medicina en Terranova. Mi familia se encuentra tranquila, saben cómo voy a estar allí y es un país seguro. No puede pasar nada».

Una oportunidad única

También al otro lado del Océano Atlántico se instalará el próximo curso Naroa, una bilbaína de 15 años que comenzará en Estados Unidos el primer año de bachillerato el próximo mes de septiembre. Ella ya ha cursado varios talleres y campamentos de verano en el país norteamericano, en Washington y Portland, además de 2º de ESO en Irlanda. La joven es positiva, y piensa que «para septiembre todo volverá a la normalidad». Si algo ha aprendido, según cuenta, es que «cualquier persona con la oportunidad de irse fuera debe aprovecharla. Ojalá todos pudiéramos probar la experiencia». Pero también valora lo que una vivencia así puede aportar en el futuro a su currículum laboral: «Vivir fuera es el mejor entrenamiento para el futuro profesional».

Según cuenta Óscar Porras, «los jóvenes no tienen ningún problema en cuanto a continuar con la decisión de viajar al extranjero para cursar sus estudios. Son los padres los que están más atentos a la situación, y quizá algo más reacios», pero insiste en animar a sus hijos y superar las reticencias que puedan surgir. Si estando en el extranjero surgiera algún brote importante en el país o el alumno necesitara ser hospitalizado, Porras insiste en que estos cuentan con cobertura de asistencia médica en destino que cubre el coronavirus. «Una de las garantías que deben cumplir las agencias es tener habilitada una línea de comunicación permanente para familiares en caso de que lo requieran, gracias a un coordinador en destino al que contactar ante cualquier circunstancia», cuenta. El seguro de agencias de la patronal incluye entonces tanto asistencia médica con amplia cobertura como un apoyo a las familias para facilitar los traslados en caso de que sean necesarios. «El objetivo es que con información suficiente y un operador de viajes profesional, hasta las distancias más largas parezcan cortas», añade.

 Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-analia-comienza-universidad-extranjero-covid-19-esta-todos-sitios-no-vivir-experiencia-202008120114_noticia.html

Comparte este contenido:
Page 610 of 2441
1 608 609 610 611 612 2.441