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Cuba y el coronavirus

Por: Luis Hernández Navarro

En la región de Lombardía, en el norte de Italia, médicos y enfermeros cubanos combaten incansablemente la epidemia del coronavirus en condiciones de campaña. Pertenecen a la Brigada Médica Internacional Henry Reeve, creada en 2005 por Fidel Castro para ofrecer asistencia a Estados Unidos, después del paso del huracán Katrina por Nueva Orleans.

La misión isleña está integrada por un jefe de logística y 35 doctores: 23 médicos generales, neumólogos, especialistas en cuidados intensivos y en enfermedades infecciosas, además de 15 enfermeros. Varios son veteranos en estas lides, que lucharon en 2015 contra el ébola en África Occidental. Su abnegación y profesionalismo son ampliamente reconocidos. En 2017, la Organización Mundial de la Salud (OMS) les otorgó el premio de Salud Pública Lee Jong-Wook.

Al llegar a Italia, Carlos Ricardo Pérez Díaz, jefe de la brigada cubana de batas blancas, declaró: Vamos a estar firme y todo el tiempo que sea necesario para ayudar a combatir esta epidemia. Y, en entrevista a la Cadena SER, explicó: Tenemos una formación humanista, basada en el principio de la solidaridad, del compromiso con la profesión y de la medicina.

Ese principio –de acuerdo con el doctor Pérez Díaz– se basa en que no podemos dar lo que nos sobra, sino compartir lo que tenemos. Tenemos que compartir con los demás todo lo que podamos. Ese es el reto. Ese es el real principio de solidaridad.

La solidaridad sanitaria de Cuba en Lombardía no es una excepción, sino la regla. En 2015, 37 mil galenos cubanos cooperaban en 77 países. El apoyo médico a otras naciones comenzó en 1960, con el envío de doctores a Argelia. Y, como bien lo saben muchas naciones africanas y americanas (como Haití), a pesar del inhumano e ilegal bloqueo económico de Estados Unidos en su contra por más de 60 años, el respaldo isleño en momento de grandes desastres ha sido crucial para derrotar plagas y enfermedades.

Cuba es el país con mayor demanda de turismo médico en el planeta. Su gobierno ha formado, en 13 escuelas de ciencias médicas y 25 facultades, doctores y personal sanitario, altamente calificados. Actualmente estudian la carrera de medicina más de 63 mil jóvenes. Pero esa experiencia en la formación de profesionales no se circunscribe a las barreras nacionales. La Escuela Latinoamericana de Medicina acoge estudiantes de 122 países. Cada año se matriculan allí mil 500 estudiantes becados.

Esta nación caribeña está muy lejos de ser candil de la calle y oscuridad de su casa. Por el contrario, su modelo sanitario cubano brilla en todo el mundo. Al destinar los recursos no adonde más precio tienen, ni adonde más demanda hay, sino a partir de las prioridades populares y soberanas, la salud ocupa un lugar clave en el presupuesto estatal. Impulsada desde un primer momento por Fidel Castro, la experiencia sanitaria caribeña, orientada a garantizar el derecho a la salud de sus habitantes y alejada del lucro y la mercantilización, ha cosechado logros trascendentales, como los programas de vacunación a recién nacidos y niños pequeños, el sistema de atención materno-infantil, con el control estricto a los indicadores desde el embarazo, que han posibilitado tasa de mortalidad infantil baja y el aumento de la esperanza de vida.

Y, más allá de su experiencia pedagógica o de atención sanitaria, esta nación ha desarrollado a profundidad la investigación de biotecnología y concretado a contracorriente una industria farmacéutica que ha producido una sorprendente cantidad de medicamentos y vacunas de punta, claves para atender diversas enfermedades.

Pocos países han desplegado ante la crisis del coronavirus la solidaridad que Cuba ha otorgado. Desde el primer momento, sus doctores brindaron ayuda sanitaria en Wuhan, China. Las autoridades chinas utilizaron como herramienta para tratar la enfermedad, junto con otros 30 medicamentos, el interferón alfa 2B, fármaco elaborado en la isla.

Cuando diversas naciones le cerraron las puertas al crucero británico MS Brarmar, porque cinco pasajeros a bordo estaban enfermos de Covid-19, La Habana le permitió embarcar. Como recuerda Abel Prieto (https://bit.ly/2QNJZP1), en menos de dos semanas, como apoyo a la estrategia de contención de la pandemia, 11 brigadas médicas cubanas se han trasladado a Venezuela, Nicaragua, Surinam, Italia, Granada, Jamaica, Belice, Antigua y Barbuda, San Vicente y Las Granadinas, Dominica y Santa Lucía, y pronto, a Angola.

Ante el Covid-19 ha emergido lo peor y lo mejor de la humanidad. De un lado, grandes corporaciones de la industria farmacéutica han encontrado en la crisis una ventana de oportunidad para hacer grandes negocios, mientras acaparadores carroñeros lucran con la tragedia sin escrúpulo alguno. Del otro, con un profundo humanismo, gobiernos, pueblos y comunidades ponen por delante la cooperación, la dignidad, la ética, el apoyo mutuo y la solidaridad para enfrentar el mal. Sin duda, el coloso sanitario que es la pequeña Cuba socialista ocupa un lugar privilegiado entre los segundos. Urge poner fin al criminal castigo que sufre.

Fuente: https://www.jornada.com.mx/2020/03/31/opinion/018a2pol

Imagen: https://pixabay.com/photos/stethoscope-doctor-medical-1584223/

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Redescubriendo modos de abrazarnos, una oportunidad en la pandemia. La corporalidad, potente territorio de transformaciones.

 

Por: Mg. María Alejandra Castiglioni.

 

 

 

El sistema, que no da de comer, tampoco da de amar: a muchos condena al hambre de pan y

a muchos más condena al hambre de abrazos» Eduardo Galeano, El libro de los abrazos

 

 

Aislados para proteger nuestra salud, aislados para proteger al otro, aislados para proteger nuestra comunidad y a esta aldea global. Aislados nuestros cuerpos. Cuerpos, construcción cultural y espacio primario donde se instala, expresa y percibe la emocionalidad; aquellos que se constituyen como superficie donde se inscribe nuestra historia, nuestra vida y también nuestra muerte.

El cuerpo es “el lugar” donde todo sucede, donde se sostiene y resignifica la conversación educativa mientras se desenvuelven los procesos de socialización, allí surge la posibilidad de transformar vínculos para soñar, gestar y construir escenarios más humanos.

Más allá de los cuerpos, entre ellos, erupciona un espacio privilegiado donde habitan nuestros gestos, voces y relatos. Quizás sea momento de redescubrir su potencia y sus matices, intensidades, lenguajes para intentar abrazarnos de otros modos, tan necesarios en el escenario de una pandemia. Hace falta compartir el miedo, el dolor, la distancia, el silencio, la soledad. Así, el valor de la voz que contiene, la mirada que reconoce, el silencio disponible a los otros, el llamado de atención que cuida, la palabra que reconforta, la distancia física que protege, entre otros gestos, forjan un entramado que abriga la conciencia social, lo que por su parte sostiene nuestra corresponsabilidad de existir.

Estos entramados habitan en la corporalidad, una interfaz que media “entre lo social y lo individual, lo psicológico y lo simbólico”, allí donde se despliega un espacio de oportunidades y posibles transformaciones donde capitalizar la evidencia de actitudes, gestos y discursos que cada cultura aloja y le otorga sentido (Le Breton, 2002:97).

Cultura que, en su sentido dinámico e inacabado, se hace visible en nuestros cuerpos siempre en movimiento, al pensar, al hablar, al mirar y en el transcurso de mismo de nuestras vidas. De acuerdo con Olmos, la cultura puede definirse como forma integral de vida creada histórica y socialmente por una comunidad a partir de su particular manera de resolver –desde lo corporal, emocional y psíquico- las relaciones que mantiene en su seno “con el propósito de dar continuidad y sentido a la totalidad de su existencia” (2003: 16).

Continuidad a la existencia… allí el aprendizaje que hoy nos implica, allí la educación. Un proceso con intencionalidad pedagógica contextualizado, como sólo tiene sentido de abordarse, donde capitalizar sentipensares diversos y recuperar la amorosidad y la emoción que moviliza situaciones del mundo interno en la interacción consigo y con los otros; “no hay acción humana que la funde como tal” sin emoción (Maturana).

Asimismo, patrimonializar los modos que cada cultura construye -en su diversidad  relacional- de transmitir emociones mediante la gestualidad, expresiones éticas y estéticas, disposiciones corporales que modulan la comunicación social y la imagen corporal.

La escucha y disponibilidad adulta, fundan la pedagogía intercultural crítica para capitalizar su heterogeneidad en el extrañamiento de lo real, impugnando escisiones hegemónicas entre cuerpo y mente, emoción y razón, pasividad y actividad que se han acomodado en nuestros cuerpos generando representaciones estigmatizantes de la alteridad e instalando inequidades.

En este sentido, la corporalidad humana, fenómeno social y cultural, materia simbólica, objeto de representaciones y de imaginarios, también aloja valoraciones y  estigmatizaciones, producto de un consenso histórico y social circunstancial que no se corresponde con la naturaleza misma de cada ser humano. Este virus nos hace iguales ante su hostilidad, no hay prestigio autopercibido que proteja de su virulencia.

Es un momento histórico donde revisar la matriz simbólica que organiza nuestra percepción del otro, para comprender que es la naturaleza quien no distingue etnia, edad, nacionalidad, clase social u otras categorías instalándonos a todos en las mismas condiciones para contagiarnos, pero quizás no de conservar la salud porque estaremos dependiendo de quien sea solidario, respetuoso del bien común.

¿Cómo construir estas transformaciones necesarias desde el campo educativo?

En principio considero al hecho educativo complejo y multidimensional, lo que amerita un abordaje interdisciplinar, en este caso Educación, Sociología de la Cultura y Antropología del Cuerpo. La educación -institución política, social y cultural- se transforma constantemente en esa multiplicidad de perspectivas y campos teóricos y sociales.

De aquí en más, analizando críticamente los gestos que nos vinculan y en qué medida sustentan una perspectiva de derechos que refleje un compromiso hacia la real efectivización de todos ellos desde el nacimiento.

Será responsabilidad de todos encarnar las palabras de Freire, nadie se salva solo, nadie salva a nadie, nos salvamos en comunidad. Así la centralidad de la educación, en su dimensión política insoslayable, como campo de disputas, como posibilidad de impugnación de inequidades, como instancia de transformación social donde los educadores gestamos lo gestante a partir de la voz infantil, entregando un legado respetuoso de la humanidad y de la naturaleza -como parte de ella- entre cada generación y así, construyendo comunidad.

La voz infantil nos recuerda a cada instante esta necesidad imperante, me invito, les invito a reponer sus palabras, sus expresiones coherentes que nos lo recuerdan cuando vamos a cortar una flor, cuando no cuidamos nuestro medio ambiente, cuando gritamos, cuando demandan escucha atenta o nuestra disponibilidad. Quizás así desenvolver nuevos procesos a partir de su deseo, emoción, historia y todo el bagaje antropológico y simbólico que alojan en su excepcionalidad.

Para Kohan, “la humanidad tiene un soma infantil que no lo abandona y que ella no puede abandonar” (2004: 274). En este sentido alojar esa categoría social e histórica que es la infancia, territorio, sentido y condición de la experiencia humana, la que  erupciona per se  en un devenir incesante, anticipa nuevos comienzos… ¡es vida!

Niestche, lo ha dicho, “el cuerpo siempre sorprende”. Está en nosotros escuchar su testimonio y recordarnos que no somos los dueños de la naturaleza, somos parte de ella, es nuestra casa, la que habitamos y la que habitarán nuestrxs hijxs.

He escuchado a Rita Segato contarnos que somos emanaciones de nuestros paisajes. Esta es una oportunidad para recuperar los paisajes más justos, más humanos capitalizando la diversidad como patrimonio. También, para revisar el rol de los estados en las economías mundiales y la implicancia de las políticas neoliberales que entienden -ya lo sabemos- al ser humano como mercancía y en el caso de las infancias, marcando a lxs niñxs como oportunidad o amenaza para cumplir sus objetivos.

El sol seca la arcilla y derrite la vela, dice Kant, un mismo hecho -en este caso- global, devastador y arrasador puede ser una invitación a valorar la vida una vez más y elegir de qué modo honrarla escuchando infancias, las que portan sin dudas, un impulso vital.

 

Bibliografía

Citro, Silvia. Cuerpos Significantes. Travesías de una etnografía dialéctica. Buenos  Aires, Biblos. 2009.

Kohan, Walter. (2004). Infancia entre educación y filosofía. Barcelona: Laertes

Le Breton, David. Antropología del cuerpo y modernidad. Buenos Aires, Editorial Nueva Visión. 2002.

McLaren, Peter (1990). Pedagogía crítica, resistencia cultural y la producción del deseo. Buenos Aires, Aique. Disponible en http://www.terras.edu.ar/biblioteca/5/PDGA_Mc_Laren_Unidad_7.pdf Consultado el 10/9/2017

Mauss, Marcel. Sociología y Antropología, Sexta Parte “Técnicas y Movimientos corporales, Madrid, Editorial Técnos. 1979 (1936). Bs. As, 22 de marzo de 2020.

Fuente del artículo: Equipo de Ove

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Reflexionesen torno al “nuevo plan de transición” de los EE.UU., para Venezuela

Por: Jorge Forero*

El martes 31 de marzo de 2020, el gobierno estadounidense anunció el lanzamiento de “un nuevo plan para la transición a la democracia en Venezuela y la retirada de las sanciones económicas, a través de un gobierno de transición, que incluya representantes del actual presidente Nicolás Maduro, y del líder opositor (sic.) Juan Guaidó, así como la celebración de “elecciones libres y justas” (Agencia: DW).

 Este hecho marca un nuevo hito en la orientación estratégica -pública de la política exterior de Washington hacia Venezuela, la cual ha experimentado una escalada de hostilidades (que incluyen amenazas de intervención militar) y sanciones económicas que han acentuado la grave y severa depresión económica que ha azotado a Venezuela durante los últimos 5 años.

 A continuación se exponen algunas reflexiones e inferencias que surgen a partir de este anuncio, en particular, sobre la coyuntura global, y sobre las determinaciones geopolíticas y económicas, así como las implicaciones y  las perspectivas que se vislumbran:

 1. El anuncio del “nuevo plan” se produce en el marco de una conmoción sistémica, desencadenada por las repercusiones económicas del COVID-19. Cabe subrayar que organismos del sistema financiero como el FMI han declarado oficialmente una nueva recesión económica global.

Históricamente las turbulencias de gran escala, como la actual, derivan en procesos de recomposición de las fuerzas en el sistema-mundo. Tal circunstancia tiende a propiciar cambios en las dinámicas de los sistemas de relaciones internacionales, en la medida en que los tiempos de la geopolítica se aceleran.

Dicho de otra manera, en tiempos convulsos, es preciso asegurar posiciones, aunque eso represente retrocesos o pérdidas parciales, y Venezuela sigue siendo un factor medular en los equilibrios geopolíticos de la región y del mundo.

2. Precisamente en ese marco, fue del conocimiento público la conversación telefónica entre los presidentes de los EE.UU., y de la Federación Rusa (dos agentes de los intereses del gran capital concentrado en sus respectivos centros imperialistas), la cual se centró en la búsqueda de acuerdos para la estabilidad del mercado energético global, variable muy sensible para los procesos de acumulación de capital en los dos países. A pesar del colapso de la industria petrolera venezolana, las reservas del país resultan cruciales en un escenario de lucha por la hegemonía sobre el sistema-mundo.

3. A pesar de la aparente esquizofrenia de la política exterior de los EE.UU., (el 26 de marzo emite una orden de captura con recompensa incluida en contra del presidente y de altos funcionarios del gobierno de Venezuela con cargos por narcoterrorismo, y el 31 de marzo ejecuta un viraje drástico en su narrativa, a través de la cual, además de reconocer tácitamente a dicho gobierno y proponer una salida política negociada, rompe con su intransigencia fundamentalista), esta práctica discursiva caótica forma parte de una doctrina de política exterior de ese país, la denominada “Teoría del Loco” de Henry Kissinger (asesor presidencial en la década de los setenta cuando se instauró y nuevamente en la actualidad), cuya premisa es confundir y desconcertar a sus oponentes mediante movimientos que se perciben como contradictorios, pero que en los hechos apuntan hacia objetivos concretos. Por tanto, es factible que surjan “nuevos planes” y nuevas acciones en el corto plazo.

Es oportuno reseñar otro hecho aparentemente caótico e indescifrable, que sucedió unos días antes de la judicialización extraterritorial de las autoridades venezolanas por parte del Departamento de Justicia de los EE.UU., cuando se produjo la detención de un arsenal de guerra en la frontera colombo-venezolana, ante lo cual el General retirado de la FANB de Venezuela Clíver Alcalá asumió la responsabilidad de ese movimiento, a la vez que emitió unas declaraciones que comprometen al diputado Juan Guaidó, así como a otros actores venezolanos y colombianos vinculados con los sectores más conservadores del establecimiento norteamericano. Para ponerle un broche de oro a la ezquizofrenia, el General Alcalá fue extraditado a los Estados Unidos por parte del gobierno de Colombia, y se despidió de Colombia sin esposas y entre abrazos fraternales de sus vigilantes.

4. El “nuevo plan” estadounidense fue anunciado hace unos días -con algunas variaciones- por el diputado y presidente autoproclamado como interino. Lo que ratifica el signo subordinado (por usar una palabra decorosa) de ese actor político a los designios de Washington.

 5. Aunque es evidente el interés de imponer un tutelaje sobre la política venezolana, así como el carácter inconstitucional del “nuevo plan”, en razón de que vulnera principios constitucionales esenciales de la República Bolivariana de Venezuela y expresa la naturaleza intervencionista del imperialismo estadounidense (por ende era apenas lógico que el gobierno venezolano se pronunciara en rechazo a ese plan), así como principios del derecho internacional; podría calificarse como positivo que el gobierno de los EE.UU., valore opciones de negociación política, y trascienda las actitudes absurdas que no redundan en superar sino en intensificar la crisis.

 No obstante, bajo la lógica de la Teoría del Loco que se está implementando desde Washington, no sería descabellado pensar en que esta acción tenga la finalidad de distraer y que más bien se esté preparando  una escalada de hostilidades belicistas.

 6. Una agresión belicista estadounidense contra Venezuela en un momento como el actual, tendría consecuencias terribles sobre el país. Es necesario subrayar que una intervención militar quirúrgica, tal cual como la solicitan algunos sectores, además de daños colaterales directos, generaría un escenario de conflictividad y de violencia cruenta en el país, que acentuaría las dificultades dadas por la crisis económica. Si el interés es promover la democracia, la estabilidad política y la recuperación económica del país, la guerra no es una solución.

 7. Como es tradición en la política exterior estadounidense, el “nuevo plan” en los hechos es un pacto de élites políticas, vale preguntar con franqueza: ¿hasta qué punto realmente el pueblo venezolano se siente representado por estos sectores? ¿O en la práctica se trata de la promoción de un nuevo Pacto de Punto Fijo?, bajo el espectro de intereses geopolíticos muy concretos, por un lado los anglosajones y por otro lado los del eje China-Rusia. Tal circunstancia expresa el carácter antidemocrático y conservador del denominado “nuevo plan”.

 8. Este hito en la narrativa estadounidense hacia la crisis venezolana debe concebirse como una oportunidad para avanzar en el diálogo político de los todos los sectores nacionales -ítem que ha sido valorado positivamente por el pueblo en diversos estudios de opinión-, tanto de los que ostentan de representación ante el poder público (gobierno y oposición supeditada a Washington, sectores liberales y disidentes de esos dos bloques), y de los sectores oligárquicos que tienen posiciones clave en el entramado económico (los cuales ya fueron invitados a definir la política estratégica de la nación en el marco de la coyuntura del COVID-19), como de los sectores sociales de la clase trabajadora del país que son invisibilizados por los medios de comunicación corporativos al Estado o al gran capital (tales como los partidos políticos que mantienen posiciones clasistas, movimientos sociales, sectores como el campesinado, entre otros).

Ese diálogo no debe reducirse a un cónclave para repartirse cuotas en el poder público del Estado (y con ello, el control de las rentas y la influencia sobre los procesos de acumulación de capital), sino que primordialmente debe orientarse a la búsqueda de un programa de recuperación económica viable, con criterios de rigurosidad científica, y por ende, ajeno a la discursiva demagoga que domina a la clase política venezolana.

El devenir histórico de Venezuela lo debe definir su pueblo, los pactos de élites, los caudillismos, los delirios de grandeza y los sectarismos entre facciones de la burguesía nacional y transnacional tienen una carga histórica de desastres económicos, sociales y políticos para el país.

*Investigador del Centro Internacional Miranda

Fuente: El autor escribe para el Portal Otras Voces en Educación

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Orar para comprometerse

Por: Antonio Pérez Esclarín

Un simple virus, tan diminuto que ni es visible, nos ha obligado a encerrarnos en nuestras casas y salir del ruido, de la prisa, del trabajo. La amenaza de la enfermedad e incluso la posibilidad de la muerte, ha relativizado la importancia de nuestros proyectos, ha puesto también en cuarentena nuestras aspiraciones y sueños, y nos ha hecho comprender que la vida es el valor más importante y que, sin el, no tienen sentido los demás. Porque el virus nos amenaza a todos, estamos comprendiendo el sinsentido de nuestras divisiones políticas, raciales, económicas, religiosas y sociales, y lo absurdo de una vida de espaldas a los sufrimientos de los demás. También estamos valorando y agradeciendo a todas esas personas que se la están jugando por nosotros.

SÍ bien la rápida propagación del virus nos ha llenado de problemas y preocupaciones, nos está regalando una gran oportunidad para encontrarnos con nosotros mismos y con nuestra familia, para hablarnos en lo profundo del corazón, para revisar nuestros proyectos y aspiraciones, para conversar con Dios, es decir, para orar.

Orar es experimentar el amor de Dios. Dios nos ama siempre, sobre todo cuando estamos preocupados, tristes; cuando nos sentimos agobiados, enfermos, maltratados. Cuando nos sentimos solos es cuando nos busca Dios con más interés para cargarnos en sus brazos y recostarnos sobre su corazón. Sobre ese amor, como sobre roca firme, debemos levantar nuestra esperanza y nuestro compromiso. La oración deberá hacernos más generosos, serviciales, solidarios. Al amor sólo se puede responder con amor. Lo maravilloso es que esa respuesta al amor de Dios debe incluir también el amor a los hermanos, especialmente a los más débiles y vulnerables, como los ancianos que son las víctimas preferidas del virus, pues un supuesto amor a Dios que no se traduzca en servicio a los demás es un amor falso.

En consecuencia, en estos días debemos orar mucho. La oración no es para huir de la vida, ni tampoco para meramente pedirle a Dios que resuelva nuestros problemas. La oración debe fortalecer el coraje y la decisión de vivir combatiendo al coronavirus y todo lo que daña o mata la vida. Si la oración no lleva al compromiso, si no alimenta las ganas de combatir todas las expresiones del mal y de dedicar la vida al servicio y defensa de la vida para todos, no tiene sentido. Se trata de, como lo hacía Jesús, alimentar en la oración la firme decisión de cumplir la voluntad del Padre y vivir entregados a la construcción de un mundo fraternal, donde todos, especialmente los más pobres y los que sufren las consecuencias de este virus y también de los otros virus como el hambre, la miseria, la ignorancia, la exclusión, puedan vivir con dignidad. La oración debe llevarnos a la acción comprometida.

Si auténtica, la oración nos cambia la vida. La oración nos mete en un mundo nuevo, el de Dios, y nos sitúa con más fuerza en el corazón de los hombres. En la oración aprendemos agradecimiento y gratuidad. Aprendemos a no usar a Dios, a no servirnos de Él para que resuelva nuestros problemas, sino que le pedimos fuerza para que se cumpla su voluntad y seamos capaces de luchar con decisión contra el mal y todas sus manifestaciones. En la oración aprendemos a recibir y dar en gratuidad. Aprendemos a estar con el que llora, con el que sufre, con el enfermo, con el que está sólo, con el que no tiene apoyo. Aprendemos a no dar consejos, sino a darnos.

Fuente: https://diariodelosandes.com/site/orar-para-comprometerse-por-antonio-perez-esclarin/

Imagen: Nay Lin Aung en Pixabay

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Días de encierro

Por: Carlos Ornelas. 

 

La pandemia nos alcanzó. La tormenta de noticias sobre el coronavirus, el temor que sembró me obligó a guardar un encierro voluntario, desde una semana antes que el gobierno declarara la fase 2. Coincidió con el final del trimestre en la Universidad Autónoma Metropolitana.

Son días insólitos; el COVID-19 hizo lo que ningún gobierno desde 1980 había conseguido: que la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación esté tranquila. En otras circunstancias sería ganancia, pues no habría alumnos perjudicados por una huelga. Hoy la bronca es el aislamiento. Además, no hay manifestaciones ni declaraciones de sus líderes que arrojen material para mi comentario.

La facción del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, que comanda Alfonso Cepeda Salas, también está sosegada y el presidente López Obrador no habla de educación. Ya examiné el programa Aprender en Casa de la Secretaría de Educación Pública; hoy no encuentro un tópico que me atraiga. Quizá pudiera platicar de mi encierro.

Ayer sábado temprano releí La política como vocación, de Max Weber, subrayé pasajes que tal vez me den pie para caminar en algún ensayo. Comparto tres que merecen atención si es que un día me aplico a caracterizar la personalidad política de Andrés Manuel López Obrador, claro con respecto a la política educativa:

1. Quien hace política aspira al poder; al poder como medio para la consecución de otros fines (idealistas o egoístas) o al poder por el poder, para gozar del sentimiento de prestigio que él confiere.

2. Quien vive para la política hace de ello su vida en un sentido íntimo o goza simplemente con el ejercicio del poder que posee, o alimenta su equilibrio y su tranquilidad con la conciencia de haberle dado un sentido a su vida, poniéndola al servicio de algo.

3. El honor del caudillo político, es decir, del estadista dirigente, está, por el contrario, en asumir personalmente la responsabilidad de todo lo que hace, responsabilidad que no debe ni puede rechazar o arrojar sobre otro.

Una máxima de Maquiavelo también pudiera servirme para empezar un discurso sobre la aspiración de AMLO de entrar a los libros de historia como el mejor presidente que haya tenido México: “No obstante, el príncipe que se hace temer, sin al propio tiempo hacerse amar, debe evitar que le aborrezcan, ya que cabe inspirar un temor saludable y exento de odio, cosa que logrará con sólo abstenerse de poner mano en la hacienda de sus soldados y súbditos”.

Son jornadas de reclusión, anormales. Aunque por lo general escribo mis artículos en casa, no puedo trabajar igual que siempre: el encierro encierra mi mente.

Sin embargo, no estoy de holgazán, hojeo o releo textos y escribo notas que espero me sirvan en el futuro cercano. También converso con la familia, veo películas y series y leo novelas y cuentos. Compongo apuntes informales para mi registro de peripecias. Pero batallo para concentrarme en un tema.

Con todo y virus, habrá que trabajar; ¡superaré el encierro!

Fuente del artículo: https://www.excelsior.com.mx/opinion/carlos-ornelas/dias-de-encierro/1372776

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«Muchos colegios están saturando de deberes online a los alumnos»

Por: Laura Peraita

Desde el Colegio Arcángel consideran que «es más la angustia de las familias que la de los alumnos»

David Carro, director de Secundaria y Bachillerato de Colegio Arcángel, considera que los alumnos de su centro están respondiendo muy bien a los deberes online porque, «no hay mayor carga de deberes que en cualquier otra situación». Considera que con la crisis del coronavirus «muchos centros han dado baterías de deberes, mientras que en nuestro caso, hemos seguido con nuestra labor de formar online sin saturación para el alumnado y la familia».

Lourdes Palero, directora del departamento Orientación de este mismo centro, explica que se ha cambiado la manera de trabajar, «pero los alumnos tienen que darse cuenta que es positiva y que gracias a su esfuerzo y constancia pueden hacer lo que se les pide. Es más la angustia de las familias que la de los alumnos».

Con las nuevas tecnologías ya implementadas en el centro desde hace tanto tiempo nos ha resultado relativamente sencillo el cambio. La mayor dificultad es la ausencia de contacto con el otro, que en un colegio es básico. Es la mayor dificultad de todos en estos días, y más los españoles tan eminentemente sociales.

¿De qué manera van a valorar y evaluar que haya hogares con un solo ordenador, y lo utilicen lo padres para teletrabajar, o que los niños estén con los abuelos sin herramientas tecnológicas?

No es nuestro caso, todos los alumnos tienen ordenador propio, chromebook, lo implementamos en el centro hace cuatro años.

¿Y los padres? ¿Están haciendo muchas preguntas al centro? ¿De qué tipo?

Realmente no, se muestran muy agradecidos con la rapidez con la que montamos el home schooling.

¿Cómo es el plan de un día par alos alumnos? ¿Cuántas horas diarias dedican a los estudios?

No difiere mucho a una jornada normal, se concentran las horas en la mañana, aunque damos libertad en función de las necesidades de los padres. Empezamos con una tutoría mediante la aplicación google meet cada tutor con su grupo. Después tienen tiempo de trabajo según la propuesta del día, a las 11:00 tienen una clase con un profesor que imparte materia, al no poderse conectar a todos los profesores a la vez, las sesiones se graban para que lo vean cuando quieran y cuantas veces sea necesario. Posteriormente pasan a realizar actividades propuestas. Y, finalmente, nuevamente contactan con el profesor. Las materias se distribuyen por días.

Los niños deben ser autónomos en el caso de Secundaria y organizarse ellos mismos, ayudar a sus familias y más en estos tiempos donde todos debemos colaborar todos.

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-muchos-colegios-estan-saturando-deberes-line-alumnos-202003300217_noticia.html

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Aplicaciones con contenido gratis para «llevar el cole a casa»

Por: ABC

Las ofertas de algunas plataformas son para tener cuenta y pasar estos días en familia más entretenidos.

Varias aplicaciones relacionadas con la educación han decidido estos días, como muestra de apoyo a la comunidad educativa y a las familias por la crisis del coronavirus, ofrecer sus contenidos gratuitos para que los niños puedan seguir aprendiendo desde casa.

Accesos gratis hasta fin de curso, por tiempo ilimitado o, en algún caso, durante los 15 días que inicialmente hay que permanecer en el domicilios, son las ofertas de estas plataformas para llevar «el cole a casa».

Las siguientes son algunas de estas iniciativas:

– Ta-tum: del grupo editorial Edelvives, ofrece acceso gratuito hasta el mes de julio a esta plataforma para el fomento de la lectura, así como a todos los recursos digitales para que se pueda continuar con las clases en formato digital, tanto el profesorado como el alumnado durante la crisis del coronavirus.

– Genially: la plataforma para hacer presentaciones interactivas ofrece por un tiempo limitado sus plantillas y recursos Premium gratis. Además, explica que ha creado un «banco de recursos» para que, a través de redes sociales, se pueda compartir todo el material posible entre docentes.

– Smartick: esta aplicación da 15 días gratis de acceso para repasar las matemáticas a todas las familias afectadas por el cierre de colegios con su método, «lo más parecido a un profesor sin salir de casa».

– AMCO: Acceso gratuito a los juegos deMates y Lengua Castellana gratis de quinto y sexto de Primaria.

– Cerebriti Edu: ofrece sus más de 50.000 juegos de Primaria y Secundaria gratis hasta final de curso.

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-aplicaciones-contenido-gratis-para-llevar-cole-casa-202003270218_noticia.html

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