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Educación sexual: los chicos piden más horas y ampliar los contenidos

Por: Guadalupe Rodríguez.

 

Es ley desde hace 13 años, pero su aplicación es muy irregular; algunas escuelas lograron tener buenas prácticas e incluso detectaron casos de abuso sexual; en la foto, alumnos de 4° año de la EES N°139, de San Justo, pintaron un mural con las conclusiones de un taller anual de ESI Crédito: Gentileza

En la Argentina, recibir Educación Sexual Integral (ESI) es un derecho avalado por la Ley Nº 26.150 y los alumnos lo saben. Por eso, cada vez que pueden, lo reclaman y expresan sobre qué les interesa hablar.

«Tuvimos un taller en 2° año, pero en 3° y 4° año, nada. Al ser adolescentes todos empezamos a experimentar cosas sobre la sexualidad. Me parece importantísimo que aprendamos lo que sucede y las consecuencias, tanto buenas como malas», dice Gala, de 17 años, que va al colegio porteño Martín Buber. Como ella, son muchos los chicos que piden tener más horas de ESI y que sea transversal a todas las materias.

Una de las preguntas realizadas a los estudiantes en el dispositivo de evaluación nacional Aprender 2017 fue cuáles temas querían que se brindaran en la escuela secundaria y el 80% respondió que necesitaban más contenidos de ESI. A partir de esta respuesta, para la versión 2018 de las pruebas, el Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología decidió indagar e incorporó preguntas específicas sobre el alcance y la aplicación de la temática.

Según los resultados, el 98% de los directivos consultados declaran que en su escuela se trabaja la Ley de Educación Sexual Integral; el 99% de los docentes manifiesta usar materiales para abordar los contenidos en clase y el 72% asegura que recibió capacitación sobre el tema.

«Una cosa son los datos que surgen cuando se les pregunta a directivos y docentes, pero cuando se los interroga a los alumnos surgen otros muy distintos», advierte Mercedes Miguel, Secretaria de Innovación y Calidad Educativa.

Según los resultados, el 98% de los directivos consultados declaran que en su escuela se trabaja la Ley de Educación Sexual Integral; el 99% de los docentes manifiesta usar materiales para abordar los contenidos en clase y el 72% asegura que recibió capacitación sobre el tema

Cuando en Aprender 2018 se les preguntó a los alumnos qué vieron en el aula, el 86% respondió que tuvieron alguna clase sobre el cuidado del cuerpo y la salud, el 79% dijo que hablaron sobre el buen trato en la escuela, el 78% de los derechos de niñas, niños y adolescentes; y el 76% de los cambios del cuerpo. Sin embargo, en temas de mayor complejidad disminuyen considerablemente la cantidad de respuestas. Por ejemplo, solo el 43% mencionó que hablaron acerca de métodos de prevención del embarazo y enfermedades de transmisión sexual, y el 37% sobre cómo evitar un abuso sexual.

El año pasado se generó un debate y cuestionamiento de algunos sectores y padres sobre la enseñanza de ESI, bajo la idea de que se imponen contenidos no apropiados y que se «hipersexualiza» a los niños. Sin embargo, Miguel señala: «Estos temas son de altísima relevancia. Necesitamos que los adultos más comprometidos con el tema se den vuelta con toda esa información que reciben y generen un momento de aprendizaje con lo que los adolescentes necesitan saber: cómo prevenir enfermedades, cómo evitar el embarazo no deseado sabiendo los efectos negativos que tiene en una mujer para su trayectoria social, productiva y académica; cómo reconocer que alguien te está pidiendo hacer algo que no corresponde». De hecho, en muchas escuelas del país se detectaron posibles casos de abuso sexual gracias a lo discutido en clase.

El año pasado se generó un debate y cuestionamiento de algunos sectores y padres sobre la enseñanza de ESI, bajo la idea de que se imponen contenidos no apropiados y que se «hipersexualiza» a los niños

Más allá de Biología

Una de las barreras que más cuesta atravesar es sacar la enseñanza de la ESI del dominio de la Biología e incorporarla de manera transversal en distintas asignaturas. Si bien la ley es clara y dice que hay que trabajar todos los ejes y abordar también los derechos sexuales y reproductivos, la valoración de la diversidad, los roles de mujeres y varones, según los jóvenes esto no se cumple.

«Los chicos reciben algunas horas, mínimas, y algunos contenidos muy biologicistas. Entonces cuando vamos a dar los talleres, lo primero que nos dicen es que no les volvamos a hablar del ciclo reproductivo femenino y masculino. En cambio, preguntan sobre el placer, qué es la frigidez y otras cosas que tienen que ver más con su presente y no tanto con la genitalidad», cuenta Mabel Bianco, presidenta de la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM), una ONG que lleva años trabajando junto a las escuelas en este aspecto.

Grupo de estudiantes de la Escuela Secundaria N° 14, de La Plata, que crearon su propio manual de Educación Sexual Integral.
Grupo de estudiantes de la Escuela Secundaria N° 14, de La Plata, que crearon su propio manual de Educación Sexual Integral. Crédito: Gentileza

Este recorte en los contenidos fue lo que impulsó a un grupo de estudiantes de la Escuela Secundaria Nº 14 Carlos Vergara, de La Plata, a desarrollar y publicar ¿Dónde está mi ESI?, su propio manual de Educación Sexual Integral. «Creemos que la Ley Nº 26.150 no se implementa de manera total en las escuelas de todo el país, o solo se tiene en cuenta la parte biológica-reproductiva, más no una visión que necesita estar enfocada en la perspectiva de género», escriben los estudiantes en la introducción. Son 180 páginas que recorren los ejes de la ley complementados con fragmentos de cuentos y canciones, recomendaciones de películas, preguntas para abrir discusiones y artículos periodísticos.

Los chicos reciben algunas horas, mínimas, y algunos contenidos muy biologicistas. Nos dicen que no les volvamos a hablar del ciclo reproductivo femenino y masculino. Preguntan por el placer

Mabel Bianco (Fundación para el Estudio e Investigación de la Mujer)

«Los jóvenes tienen inquietudes y preguntas, y lo más importante es que les habiliten la palabra. Muchas veces los adultos se recuestan en que los chicos saben un montón y que por eso no necesitan clases de ESI. Este es un error enorme, la información no está completa y sobre todo lo que no hay son espacios de conversación. Es clave permitir la circulación de la palabra para hablar también de lo que se siente», advierte Eleonor Faur, parte del equipo de investigación de «Escuelas que enseñan ESI», un relevamiento llevado a cabo junto a Unicef en 20 colegios de la Argentina que implementan correctamente la ley (ver aparte).

Acompañar a los docentes

Según Bianco, las capacitaciones online a los docentes no llegan a darles las verdaderas herramientas, es una comunicación unidireccional donde no hay posibilidades de discutir, entrar en detalle o sacarse dudas, y esto hace que no se sientan seguros para tratar ciertos temas frente a la clase. En este punto, distintas ONG como FEIM son de gran ayuda, porque trabajan junto al docente, planifican con ellos los contenidos y los acompañan en la presentación.

Organizaciones como FEIM trabajan junto a los docentes en los contenidos y brindan talleres.
Organizaciones como FEIM trabajan junto a los docentes en los contenidos y brindan talleres. Crédito: Gentileza

El año pasado, frente a la disparidad en la percepción de los contenidos entre los adultos y los jóvenes, el Ministerio de Educación aprobó la Resolución Nº 340/18 que no solo crea los núcleos prioritarios para el nivel inicial, primario y secundario sino también equipos ESI por escuela. Para monitorear la implementación, firmaron un convenio con Unicef y conformaron la Mesa Federal de Educación Sexual Integral que está integrada por referentes de ESI de cada provincia.

«Ponerse al hombre la ESI es algo más que cumplir una ley, es abrir un espacio para que las chicas y los chicos sean más felices, para que no tengan relaciones que no sean consentidas, para que no se apresuren. Muchas veces se piensa que cuando hay ESI las relaciones empiezan antes y lo que dice la evidencia internacional es que es todo lo contrario, comienzan después porque se dan a partir de decisiones fundamentadas», concluye Faur.

La voz de los alumnos

«Me parece buena, pero son pocas horas»

ESI en mi escuela se ve de una a dos veces por año, depende del grupo y cómo se comporten en la charla. Los talleres suelen durar una hora y media, son guiados pero los chicos pueden ir preguntando cosas y se va hablando lo que a nosotros nos interesa. Vengo teniendo ESI desde primaria y te hablan según lo que sería apropiado aprender para la edad que tengas. El año pasado me aportó un montón el taller que tuvimos, me gustaría que haya más, me parece muy poco uno solo en el año

Valentina, 15 años, 5° año, escuela católica, Ramos Mejía

«Hacemos proyectos anuales y proponemos temas»

Trabajamos con talleres, por lo menos dos anuales, y cada materia tiene un proyecto individual extra. La escuela también participa de un proyecto anual de ESI, el año pasado se hizo un mural. Los temas los proponemos los alumnos, según las dudas que tengamos. Nos sirve porque nos enseña sobre algún tema de sexualidad que no conozcamos, métodos de prevención e igualdad de género. Me parece que es importante saber todo lo posible para prevenir algún problema o enfermedad.

Gonzalo, 15 año, 4° año, EES N°63, Villa Luzuriaga

El año pasado, los alumnos de 4° año de la EES N° 63, de Villa Luzuriaga, trabajaron en un taller anual junto a su profesora de Biología, expusieron un trabajo en un encuentro interescolar y pintaron un mural.
El año pasado, los alumnos de 4° año de la EES N° 63, de Villa Luzuriaga, trabajaron en un taller anual junto a su profesora de Biología, expusieron un trabajo en un encuentro interescolar y pintaron un mural. Crédito: Gentileza

«Nos explicaron qué era el abuso»

En el cole la psicopedagoga viene cada 15 días al aula y nos da ESI. Vimos las diferencias entre una mujer y un hombre, cómo nos desarrollamos y cómo se hacen los bebés. No me da vergüenza el tema pero mucho no participo. Usamos láminas y empezamos en 4° grado con estas clases. Me gustaría aprender sobre las diferentes elecciones de las personas y una vez hablamos de que en la calle tenemos que estar atentos a lo que nos dicen los adultos y si hay algo raro, no hacerles caso.

Simona, 10 años, 5° grado, NEA 2000, CABA

«Es superútil porque nos enseña cómo cuidarnos»

Había tres profes de Espacios de Definición Institucional (EDI) hasta el año pasado y este año les sacaron las horas. Ellas daban contenidos de ESI en este espacio. Los temas que vimos fueron anticonceptivos, género, identidades, sexo, etc. En Biología también vimos aparato reproductor. Es superútil porque nos enseñan cómo cuidarnos a la hora de tener relaciones y acerca de nuestros derechos. Aprendo, aunque gran parte lo sabía de los talleres de primaria, pero ahora los temas se profundizan.

Fermín, 16 años, 4° año, escuela Julio Cortázar, CABA

«No todos pueden hablar estos temas en sus casas»

No trabajamos mucho ESI en la escuela. Una vez vino a hablar alguien, creo que una ginecóloga. Cada tanto sale el tema entre los alumnos. Nunca hablamos de los métodos anticonceptivos, la charla siempre es más científica, explicada desde la Biología. Me parece muy importante que se dé ESI en el colegio porque no todos lo pueden hablar en sus casas, con sus familias. La única vez que vinieron aprendí cosas que me aportaron mucho. Supuestamente este año vamos a hablar sobre trata de personas.

Julieta, 15 años, 3° año, Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús, CABA

«No nos dieron materiales ni cuadernillos»

Vimos el cuerpo humano, los cambios de niño a adulto. Los temas los deciden los profes. En Artes Visuales hicimos un trabajo sobre las mujeres y armamos unas láminas para el aula con los distintos tipos de familias. Nunca nos dieron material aparte ni cuadernillos sobre estos temas, siempre los hicimos nosotros. Me gustaría saber sobre el uso del preservativo que no vimos. ESI es muy útil, porque mirá si vos quedás embarazada y no sabés qué hacer. Aprendo bastante.

Maite, 9 años, 5° grado, Mariano Acosta, CABA

«Hablamos de los cambios en el cuerpo, es aburrido»

Empezamos en 5º grado con estas charlas que se dan como cinco por año. Tuvimos un buzón en el aula durante 15 días y ahí podíamos ir poniendo preguntas anónimas. Mayormente hablamos sobre los cambios del cuerpo. Tenemos un espacio que se llama Tutoría donde se tratan temas como el maltrato, la violencia de género, la identidad sexual. Todavía no nos hablaron de cómo cuidarnos en las relaciones sexuales. La verdad que las charlas son un poco aburridas.

Oliverio, 12 años, 7° grado, NEA 2000, CABA

«Creo que es útil para cuando sea más grande»

Trabajamos las partes del cuerpo y el lenguaje inclusivo con los maestros. El año pasado empezamos a hablar del tema porque un compañero encontró un condón y a partir de ahí nos hablaron. Con la profe de Lengua y con la de Sociales hicimos un afiche con los cuerpos de un hombre y una mujer. Este año la profe de Naturales nos dijo que vamos a trabajar ESI. No me da vergüenza hacer preguntas, porque quiero saber. Me parece útil para cuando sea más grande. Por ahora, lo que vimos ya lo sabía.

Pedro, 11 años, 6° grado, Mariano Acosta, CABA

«No nos dan los talleres, hay debates de alumnos»

Actualmente en el colegio no tenemos ESI, solo tuvimos un taller en 2° año y una materia que se llama Educación para la Salud que hablaba de muchos temas, y uno fue educación sexual. Sería muy útil tenerla ahora y bien implementada, es muy necesaria. Estaría bueno que la dieran todos los años y enfocada para cada edad. Tres veces al año hay jornadas con un montón de charlas y algunas tienen una perspectiva de género. Las organizamos nosotros, los debates son entre las y los alumnos.

Amparo, 17 años, 5° año, Nacional Buenos Aires, CABA

«Aprendí a no contagiarme enfermedades»

Mi escuela trabajó ESI de una manera bastante particular. Antes la llamaban Orientación sexual, y se hablaba de anticonceptivos y procreación. Después en 2018, el consejo estudiantil le propuso al rector tener ESI. El colegio lo aprobó y vinieron distintos especialistas. Se presentaba un tópico y dentro de eso hacíamos preguntas. Gracias a eso aprendí a no contagiarme enfermedades, cómo tratarlas en el caso que pase algo o cómo cuidar a la otra persona. Se aprende bastante.

Facundo, 17 años, 5° año, escuela Lange Ley, CABA

Escuelas que tuvieron buenas prácticas

En Formosa, los directivos de la escuela Pablo Pizzurno les piden a los docentes que desarrollen al menos un contenido de educación sexual por semana. En el colegio Hipólito Yrigoyen de Mendoza se llevó a cabo un proyecto conjunto entre la maestra de 7º grado y el profesor de Informática para abordar el tema del ciberbullying, y en los patios y pasillos se observan afiches que hacen evidente que los distintos grados trabajan sobre contenidos de ESI.

Entre las estrategias que desarrolla la escuela cordobesa Páez Molina, cuentan con contenidos sobre abuso infantil a lo largo de los distintos grados de primaria y esta especial atención a la temática les permite detectar casos y aplicar un protocolo. En un colegio de Neuquén, tener una niña trans en el alumnado motivó la búsqueda de materiales para trabajar la transexualidad, uno de los ejes de ESI. En una escuela de San Pedro de Jujuy, la maestra de séptimo grado y el maestro se sexto formaron una pareja pedagógica para trabajar todos los viernes ESI con ambos grupos. Una docente de Alto Comedero, en Jujuy, aprovechó la «Maratón de lectura», para trabajar poesías referidas a la igualdad de género.

Estos hechos surgen de una investigación que hicieron Unicef y el Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología para saber en qué medida la ESI está llegando a las escuelas argentinas. Visitaron 10 escuelas estatales primarias y 10 secundarias en cinco provincias del país (Córdoba, Jujuy, Mendoza, Formosa y Neuquén) donde existe un proyecto sostenido de ESI.

La conclusión a la que llegaron es que el éxito depende de la frecuencia y la sistematicidad con las que se abordan los contenidos. En todas estas escuelas la ESI es parte del Proyecto Educativo Institucional (PEI), atraviesa las distintas materias, muchas veces los directivos asumen el desafío, pero también son los maestros quienes impulsan la implementación; complementan los materiales del Ministerio de Educación con otros recursos, realizan acciones con las familias y entienden que el trabajo se potencia cuando se realiza desde una visión de género.

¿Qué contenidos propone el Ministerio de Educación?

Nivel inicial

Vocabulario para nombrar los órganos genitales; gestación y nacimiento; diversidad de familias; concepto y cuidado de la intimidad; decir «no» frente a interacciones inadecuadas con otros

Primaria

Cambios en la pubertad; equidad de género; métodos anticonceptivos; vulneración de derechos, abuso sexual y violencia de género, prevención del grooming, entre otros

Secundaria

Embarazo no intencional, métodos anticonceptivos y prevención de infecciones de transmisión sexual; marcos legales para el acceso a los servicios de salud; violencia, acoso, abuso y maltrato

Un programa que busca prevenir el embarazo adolescente

Uno de los puntos fundamentales de abordaje de la ESI tanto desde el Gobierno, las ONG y los especialistas es prevenir el embarazo no intencional en la adolescencia, la mayoría consecuencia de abuso sexual, que propicia el abandono escolar y dificulta la futura inserción laboral de las chicas.

Por esta razón los distintos ministerios vienen trabajando en el Plan Nacional de Prevención del Embarazo No Intencional en la Adolescencia (ENIA) que busca vincular a las escuelas con los centros de salud.

Según datos del Plan ENIA, 91.600 adolescentes y 2500 niñas menores de 15 años tuvieron un hijo o hija en 2016, lo cual representa el 13,4% de los nacimientos anuales. En los últimos cinco años este porcentaje se mantuvo estable alrededor del 15%.

Además, siete de cada 10 embarazos en adolescentes de entre 15 y 19 años no son intencionales; y en menores de 15, asciende a ocho de cada 10, la mayoría por abuso sexual. La maternidad temprana es la causa por la que el 30% de las jóvenes abandonan el secundario.

Según la socióloga Eleonor Faur, las investigaciones de todo el mundo muestran que incorporar una mirada de género es la clave para una educación sexual que tenga buenos resultados en relación con los derechos y la prevención de violencias y embarazos no intencionales.

Fuente del artículo: https://www.lanacion.com.ar/comunidad/educacion-sexual-chicos-piden-mas-horas-ampliar-nid2235684?utm_medium=Echobox&utm_source=Facebook#Echobox=1554810646

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Suicidio adolescente: cómo desarrollar un «semáforo familiar» para entrar en alerta

Por: María Paz Badilla.

Los adolescentes quieren cambiar el mundo, su impulso vital los lleva a ser soñadores y activos. Entonces, ¿por qué hay jóvenes que deciden poner punto final a sus vidas? María Paz Badilla, de Fundación Ideas para la Infancia, nos da algunas claves para estar alertas.

Hace algunos años atrás, la prestigiosa psicóloga María José Rodrigo -quien ha liderado la revolución de la parentalidad positiva en Europa- vino a nuestro país a compartir sus conocimientos con nuestra Fundación. Una de las cosas que recuerdo de esa visita, es que al contarle todo lo que en Chile hacíamos por nuestros niños, ella nos quedó mirando y enfática nos dijo: “Qué botados que tienen en Chile a sus adolescentes”. Y claro, ella de inmediato se dio cuenta que cuando se trata de los jóvenes y el poder abordar sus problemáticas asertivamente, al parecer estamos llegando demasiado tarde.

Así mismo, no es casualidad que hace algún tiempo atrás un grupo de adolescentes a quienes les preguntaba por los desafíos de esta etapa de la vida, me dijeran que lo más difícil era lidiar con la presión que la sociedad ejerce sobre su futuro señalando: “No quieren entender que somos adolescentes hoy, siempre nos ven como un proyecto de personas adultas”.

Así también, daban cuenta de lo difícil de establecer relaciones de confianza con sus pares: “Tienes amigos, pero hay que estar atentos a que no te defrauden”, aludiendo a la presión del tema del bullying y el acoso escolar.

Miedo al rechazo, presión social, estrés, tensión respecto a ser alguien en la vida, necesidad de afecto, bullying, sensación de soledad y malos tratos, son algunos de los factores que hoy ponen en riesgo a nuestros hijos y que nos han llevado a ser, según los índices de la OCDE, el país número 13 en tasas de suicidio. Por otra parte, junto con Corea del Sursomos los únicos dos países del mundo en que las tasas de suicidio infantil y adolescente crecen cada año, en vez de disminuir.Esta es la tercera causa de muerte más frecuente para los jóvenes de entre 15 a 24 años de edad, y la sexta causa de muerte para aquellos de entre 5 a 14 años.

No son cifras de las que podamos sentirnos orgullosos, sin embargo, es necesario que estas estadísticas nos lleven a preguntarnos: ¿cómo podemos detectar a tiempo ese dolor para prestar una ayuda oportuna y dejar de lamentar hechos como estos?

Este es un tema que no debe movilizarnos sólo por nuestros hijos, es necesario entender que es un problema a nivel global. ¡Sí! Hoy muchos de nuestros jóvenes han preferido quitarse la vida antes que vivirla y eso es mucho más que un simple dato estadístico.

Dejar de lado el tabú y verbalizar “suicidio” sin trancas sociales

Es preciso que como sociedad perdamos el miedo a hablar de la depresión y del suicidio adolescente en nuestras familias y empecemos a asumir, tomar conciencia y responsabilidad, de que esta es una problemática que debe trascender los tabúes sociales. ¿Cómo podemos comenzar a asumir esta responsabilidad?

Perdiendo el miedo a hablar sobre el tema, a verbalizar la palabra suicidio sin juicios, ya que aún es un tema tabú y esa cualidad lleva a que se esconda, muchas veces atormentado a los adolescentes en crisis, y no pudiendo contar lo qué les pasa por miedo a dañar a sus seres queridos.

Cuando un tema toma fuerza, ya sea porque aparecen casos que resultan ser mediáticos, por una experiencia cercana o por aparecer en alguna serie de televisión (13 Reasons Why), es preciso pesquisarlo y hacerlo parte de las reflexiones y conversaciones cotidianas, que formarán un criterio social y con esto una conciencia colectiva al respecto. Para prevenir, es necesario crear una comunidad sensible, que priorice temas tan dolorosos como este.

Las conductas suicidas

Según el Ministerio de Sanidad y Política Social de España, se definen cuatro tipos de conductas suicidas:

1. El suicidio frustrado: cuando ha existido la intención de quitarse la vida pero sin los resultados esperados.

2. La amenaza de suicidio: cuando se verbaliza y expresa el deseo de quitarse la vida en situaciones que pueden ser críticas para el adolescente.

3. Las conductas auto-lesivas: que llevan a generarse daño o lesiones a sí mismo.

4. Suicidio consumado: cuando la muerte se concreta.

Se puede comprender que el suicidio como fenómeno tiene diferentes manifestaciones y puede gestarse de forma progresiva, teniendo siempre cualquiera de estas conductas un carácter grave y que debe activarnos a tiempo. “Las conductas suicidas se expresan de menor a mayor gravedad, es decir, ideación, amenaza, intento y por último suicidio consumado”.

Duele el hecho de pensar que una etapa de la vida que se caracteriza por su impulso vital, por alojar ese complejo mesiánico en donde sentimos que somos superpoderosos y soñamos con cambiar el mundo, pueda transformarse en la etapa más aterradora de nuestra vida. Tanto así que prefiramos despedirnos del mundo en que vivimos.

¿Qué podemos hacer los adultos?

En primer lugar, estar atentos y no dar por sentado o normalizar conductas que pueden ser potenciales riesgos para la salud mental de nuestros hijos. Generalmente, toda experiencia de suicidio se vincula a algún trastorno de salud mental, en particular la depresión.

Luego, entender cómo el contexto relacional (con quiénes se vincula) en el que nuestros hijos se desarrollan, tiene un impacto en su bienestar y en favorecer o bien obstaculizar su salud mental.

Y por último, crear comunidad. Estar bien conectados entre padres, familias y colegios para entender mejor el mundo de los adolescentes de hoy. Comprender desde un lugar de empatía y compañía, más que desde el juicio y la imposición de normas.

Semáforo familiar: una metáfora de la prevención

Comprender las causas del suicidio adolescente, no es tarea fácil. La depresión y con esta la decisión de quitarse la vida, resulta ser una problemática que tiene su origen en una combinación de factores tanto a nivel biológico, psicológico, social y contextual. Se da en personas que se encuentran en una condición de vulnerabilidad, generalmente asociada a problemas de salud mental. Esta complejidad hace que sean diferentes las variables o riesgos que puedan potenciar estas conductas.

Desde los adultos, resulta fundamental estar en conocimiento de estos riesgos para detectarlos a tiempo. Para esto, usaremos la metáfora del semáforo y sus tres luces como un mapa que guíe la detección de posibles peligros y oportunidades:

  • Luz roja: para identificar conductas o situaciones de alto riesgo.
  • Luz amarilla: para identificar conductas y situaciones que debemos monitorear.
  • Luz verde: para identificar conductas o situaciones que actúan como fuente de protección.

Mientas más expertos seamos en detectar e identificar la zona de alerta o de monitoreo, antes podremos llegar a prestar apoyo a nuestros jóvenes cuando lo necesiten. Revisemos algunas ideas que pueden ayudarnos a construir nuestro semáforo familiar.

Luz roja: ¡Riesgo! ¡Actúa ya!

En lo individual:

  • Cambios bruscos de ánimo de forma recurrente y/o reactividad emocional o irritabilidad.
  • Baja autoestima.
  • Tendencia a percibir constantemente de forma pesimista y desesperanzada la vida.
  • Baja energía, baja motivación hacia cosas que antes eran divertidas.
  • Altos niveles de estrés, angustia y una baja sensación de autoeficacia para manejar estos estados emocionales.
  • Aislamiento social.
  • Infringirse lesiones o dañar el propio cuerpo.
  • Abuso en el consumo de alcohol y drogas.

En lo familiar:

  • Relaciones familiares hostiles, agresivas, críticas y maltratantes.
  • Falta de comunicación y baja expresión de los afectos familiares.
  • Falta de calidez emocional.
  • Bajos niveles de cohesión familiar.

Respecto del contexto:

  • Crisis o situaciones estresantes que el joven sienta que lo sobrepasan o no puede manejar (cambio de ciudad, muerte de algún familiar, divorcio).
  • Sensación de sobrecarga, estrés o temor relacionado al ámbito social o académico.
  • Bullying o acoso escolar.

Luz amarilla: ponle ojo

  • Monitorear uso de redes sociales y su exposición en ellas.
  • Saber qué programas ven en la televisión o a través de internet: no se trata de prohibir sino de acompañar y estar enterados, ya que esto nos da claves para futuras conversaciones con ellos.
  • Nivel de satisfacción personal: indagar respecto a cuán contentos se sienten con su vida.
  • Sentimientos diarios: preguntar todos los días cómo se sienten.
  • Rendimiento en el colegio: estar en constante vinculación con sus profesores y otros apoderados es fundamental, así también conocer sus amigos y amigas.

Luz verde: tu hijo está o se siente protegido

  • Presencia de protocolos de acción en los colegios para abordar el bulliyng y el acoso escolar, que activen una ayuda oportuna.
  • Relaciones de amistad que contribuyen a reforzar la autoestima positiva y la pertenencia social.
  • Relaciones familiares cercanas, afectuosas y donde hay espacio para la expresión de todo tipo de emociones.
  • Comunicación constante.
  • Capacidad reflexiva de los jóvenes respecto de sí mismos y los demás.

Prevenir la depresión y el suicidio adolescente, es una tarea social que nos compete a todos. Tener buenos sistemas de alerta, depende de cuán involucrados e informados estemos para activar un apoyo real a la vida de nuestros jóvenes.

En la Fundación Ideas para la Infancia, hemos desarrollado un programa de trabajo para mejorar la convivencia familiar para padres y madres de adolescentes llamado “Vivir la adolescencia en familia”. A partir de esta experiencia, nos dimos cuenta que los padres tienden a desconectarse de sus habilidades vinculares, para priorizar la relación con sus hijos, las habilidades más formativas que se centran en monitorearlos, orientarlos y supervisarlos. Incluso en algunos casos, dejan de lado el desarrollo de un vínculo afectivo que nutra esa relación. Gracias a este programa, muchos padres ya están trabajando en no dejar de lado estas habilidades, centrales para la práctica de la crianza en este ciclo de la vida de sus hijos.

Fuente del artículo: https://www.eldefinido.cl/actualidad/plazapublica/10087/Suicidio-adolescente-como-desarrollar-un-semaforo-familiar-para-

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¿Qué es lo que debe enseñarse en las escuelas según la Ley de Educación Sexual Integral?

Por: Lucía Martínez.

 

Circulan por redes sociales y WhatsApp mensajes críticos sobre esta ley. Algunos de ellos difunden información falsa que fue desmentida oficialmente y otros son opiniones sobre los contenidos que se dan en estas clases. Acá te contamos de qué se trata esta ley y por qué es importante.

En los últimos días circularon por redes sociales y WhatsApp mensajes críticos sobre la Educación Sexual Integral (ESI) que está prevista por ley en la Argentina, algunos sin firma, otros vinculados con agrupaciones religiosas. Algunos de ellos difunden información falsa y otros son opiniones sobre los contenidos que se dan en estas clases.

Desde la Secretaría de Innovación y Calidad Educativa del Ministerio de Educación nacional señalaron a Chequeado que “es falaz que la ESI presente material pornográfico y que dicte talleres de masturbación como se enuncia en algunos contenidos que circulan por redes sociales”. Además, confirmaron que no recibieron denuncias formales de que hayan existido casos de este tipo en algún establecimiento educativo.

Pero, ¿qué es lo que debe enseñarse en las escuelas según la Ley de ESI? A continuación, todos los detalles.

La ley que creó el Programa Nacional de Educación Sexual Integral fue sancionada por el Congreso nacional en 2006. Esta norma establece que todos los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a recibir una educación de este tipo tanto en los establecimientos de gestión estatal como en los de administración privada sin importar la orientación religiosa. Es decir, en todos los jardines de infantes, colegios primarios y secundarios del país.

El Programa tiene en cuenta un concepto amplio de sexualidad que considera “aspectos biológicos, psicológicos, sociales, afectivos y éticos”. Entre sus objetivos, la ley aspira a “promover actitudes responsables ante la sexualidad”, “prevenir los problemas relacionados con la salud” y “procurar igualdad de trato y oportunidades para varones y mujeres”, entre otros.

A partir de 2009, el Ministerio de Educación de la Nación elabora y distribuye materiales educativos, cuyos principales ejes son el ejercicio de los derechos, el respeto por la diversidad, el cuidado del cuerpo, la equidad de género y la valoración de la afectividad. Estas líneas se van adaptando a cada etapa educativa y se incluyen de manera transversal en diferentes materias.

En la etapa inicial, obligatoria entre los tres y los cinco años, a través de distintos juegos en el aula se propician “hábitos de cuidado de uno mismo, de los y las demás”, “la expresión de sentimientos y emociones” y “la construcción de valores de convivencia”, según detalla el material didáctico elaborado por el Ministerio de Educación.

Se trabaja algo muy importante que es la conciencia sobre la propia intimidad y la noción de que nadie tiene que tocarles las partes íntimas a los niños y niñas salvo en alguna situación de higiene específica”, explicó a ChequeadoEleonor Faur, doctora en Ciencias Sociales por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) e investigadora de relaciones de género, familias y políticas públicas. Y, además, agregó: “En la medida en que los chicos vayan identificando que tienen derecho a su intimidad y que cualquier contacto o propuesta que les incomoda pueden señalarla, también se está trabajando en prevención del abuso”.

Por su parte, durante la primaria, los contenidos se enfocan en el conocimiento de los derechos vinculados con el respeto por los demás y la convivencia; el respeto por la diversidad a través de la identificación de prejuicios vinculados al género; y el reconocimiento de distintos modos de vida, como las distintas organizaciones familiares.

A su vez, en el contexto de la pubertad, la ESI propicia “el conocimiento sobre los cambios del cuerpo humano y la identificación de sus partes íntimas en el marco de la promoción de hábitos de cuidado de uno mismo, de los demás y de la salud en general”.

Por último, en la secundaria se enseña sobre “la sexualidad humana desde la perspectiva científica”, con información sobre los órganos sexuales y su funcionamiento, la salud sexual y el embarazo; y también desde su vínculo con la afectividad y los diferentes sistemas de valores y creencias.

Además, entre otros contenidos, las actividades buscan reconocer y reflexionar sobre “situaciones de violencia en las relaciones interpersonales, específicamente afectivas y sexuales”; y dar a conocer “los derechos de las diversidades sexuales y de la responsabilidad del Estado frente a situaciones de discriminación y violación de derechos”.

“Los contenidos de la ESI se van adaptando al ciclo de vida, por eso es muy importante empezar a trabajarlos desde la infancia. Cuando entramos recién en el nivel secundario con algunos de estos contenidos muchas veces llegamos tarde. Ya sea para prevenir alguna situación de violencia o abuso, o para desarmar algunos estereotipos. Sobre todo, cuando llegamos tarde postergamos el sufrimiento de los chicos cuando viven situaciones que vulneran sus derechos”, explicó Faur.

Desde su creación, la efectiva implementación del Programa de Educación Sexual ha enfrentado varias barreras: problemas presupuestarios y falta de capacitación docente, como explicamos en esta notay también la resistencia cultural de distintos grupos y sectores a llevar estos contenidos a las aulas.

Días atrás, en un plenario de comisiones en la Cámara de Diputados de la Nación, obtuvo dictamen un proyecto de reforma de la ESI que busca reforzar la obligatoriedad de que estos contenidos sean impartidos en las escuelas de todo el país, además de que siempre sean laicos y científicos. Entre otros puntos, ordena declarar la ley de “orden público” y elimina la posibilidad de que cada escuela adapte los contenidos a su “ideario institucional”.

Fuente del artículo: https://chequeado.com/el-explicador/que-es-lo-que-debe-ensenarse-en-las-escuelas-segun-la-ley-de-educacion-sexual-integral/

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Por una formación docente para maestros y maestras del siglo XXI (2)

Por: Luis Bonilla-Molina. 

 

La formación docente (inicial y continua) no escapa a los problemas que se evidencian en el sistema educativo. Por ello, defensor como he sido de una educación pública, gratuita, popular, científica, laica y de calidad, presento un conjunto de ideas para el debate sobre la transformación de la formación docente. Bienvenido el debate

 

                                   Los centros de formación docente como laboratorios de ciencias humanas 

Uno de los grandes problemas de la formación docente reside en el hecho que basa su accionar sobre la premisa de la vocación y no parte de la consideración que el futuro docente es un científico social. Al subrayar la importancia de la voluntad sobre la formación, ocultan que el docente como científico es una construcción social contingente y en permanente cambio; es decir que el científico social se hace de manera continua.

Les corresponde a los centros de formación docente en el siglo XXI formar a los científicos sociales que irán a las aulas. Ello implica una revolución cognitiva colectiva en los formadores de formadores que tienen que verse a sí mismos como cientistas sociales. Esto no es una simple definición sin implicaciones en la praxis.

Repensar estas dinámicas obligan a revalorar los procesos educativos que ocurren en las aulas, en las escuelas. En consecuencia, los centros de formación docente pasarían a ser lugares de encuentro temporal y dinámico para los y las maestras y maestros investigadores que han desarrollado experiencias innovadoras, sistematizado las dinámicas del aula y han construido una relación dialéctica entre teoría-praxis-reflexión-teoría-praxis, quienes por un periodo determinado serían los formadores de formadores antes de volver a sus aulas. No se trata de auto formación, sino de acción pedagógica investigativa permanente, que tiene la oportunidad de compartir con los futuros maestros y maestras lo aprendido. Estaríamos hablando de la formación de formadores como un momento (de dos a cinco años) de la carrera profesional de los y las maestros y maestras. En ese sentido, la formación docente pasa a ser parte imbricada de la carrera docente y no una externalidad de una élite del magisterio.

En consecuencia, los directores y autoridades de los centros de formación docente tendrían que ser aquellos que han mostrado capacidad de liderazgo para la conformación de equipos de investigación y reflexión docente, quienes saben enseñar a coordinar equipos de trabajo e investigación en las aulas y, asumen el liderazgo de los centros de formación docente durante un tiempo determinado antes de volver a sus planteles, no como visitantes, sino como el investigador que retorna a su lugar natural de trabajo, después de un periodo nunca mayor a los cinco año

Fuente del artículo: https://luisbonillamolina.wordpress.com/2019/04/14/por-una-formacion-docente-para-maestros-y-maestras-del-siglo-xxi-2/

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The culture war over ‘LGBT lessons’ is based on distortion. Here are the facts

By: .

 

If you are the parent of a school-aged child, you’ve probably heard that “primary sex ed” will be mandatory from September. Even if you aren’t a parent, you’ve likely heard of No Outsiders, the “LGBT curriculum” that has sparked protests by a number of Muslim parents at Parkfield community school in Birmingham, resulting in hundreds of children being withdrawn.

No Outsiders has been suspended, but the protests have spread throughout Birmingham and to Manchester, with hundreds more parents threatening to withdraw their children from schools. Two weeks ago, BBC Question Time brought this conflict to the nation at large by asking: “Is it morally right that five-year-old children learn about LGBTQ+ issues in school?”

The discussion has turned into a full-on culture war, with religious communities pitted against education experts. But this didn’t need to happen.

As one of the founders of a charity combating gender stereotypes at primary school – and aiming for all faiths, races and backgrounds to be able to access our message – I have followed these stories closely. And I have winced as those framing the debate have muddled up and sensationalised the conversation to the point that no one could blame parents for feeling confused about what their children will be learning.

So, let’s take a step back and get clear on what we’re actually talking about. No Outsiders teaches primary school pupils to celebrate diversity – including of race, religion, and sexual orientation. In other words, it teaches children to respect differences protected by the Equality Act. It is not a “LGBT curriculum”. It also isn’t what is being mandated for primary schools – it is one programme created by one teacher in Birmingham, which has been voluntarily taught by some schools.

Next, there is no mandatory “primary sex ed”. Parliament voted to approve a new primary school subject called “relationships education”, and there isn’t a bit of sex in it. The key teachings are about the importance of friendships, family and other relationships, as well as how to stay safe. This could just have easily have been called “life skills”.

But it wasn’t. It was grouped in with relationships and sex education (RSE) for secondary school pupils, which meant people started referring to “primary sex ed”. It’s also been conflated with No Outsiders, which much of the media has shorthanded as ‘LGBT lessons’. What is coming next year is now, to many, “pro-LGBT sex education for five-year-olds”, and of course this is a hard sell to some religious communities. I know my progressive but devout Muslim father would be reluctant to get on board with that.

Let me be clear – I am in favour of teaching our kids that diversity of sexuality is an asset to our society. But to a five-year-old, that means knowing that different types of families exist, can be caring and deserve respect. This is all that’s required by the new guidance, and I don’t think you would have gotten a heated national debate over that line. In fact, many schools already teach this as part of their duty to promote the British values of tolerance and individual liberty.

However, the fury provoked by No Outsiders and RSE shows us just how polarising anything related to sex is, which is why it’s really unhelpful that this topic was sexed up unnecessarily.

Well-organised forces looking for a fight have bolstered the recent protests, and there was blatant homophobia on display that shouldn’t be indulged. However, it wasn’t inevitable that the agitators would get such traction. The language initially used by those setting the terms – the government, media and education sector – mattered. Now the genie is largely out of the bottle. Schools across the country will have a harder time implementing the new guidance among communities that are dead set against it, but perhaps stand to benefit from it most.

Let’s remember why this is important: children need to know how people should treat each other so they understand consent later in life. Children need the tools to develop stable emotional bonds they can lean on for support. Children need to respect different types of families so fewer kids get bullied.

Confidence and tolerance aren’t just for the progressive middle classes. Next time, let’s think more about how we frame the debate for those families inclined to be sceptical – and let’s not take the culture-war bait.

 Janeen Hayat is a teacher and co-founder of You Be You, a charity working to combat gender stereotypes in primary schools

Source of the article: https://www.theguardian.com/commentisfree/2019/apr/12/culture-war-lgbt-lessons-relationship-education

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La alegría de aprender

Por: Nelsa Curbelo.

 

Me puse como tarea tratar de que una adolescente guste de la filosofía, la biología, la historia, los acontecimientos sociales, la química y las matemáticas. Es decir, lo que se supone que debe aprender en su paso por el bachillerato. Y como estoy convencida de que el aprender no debe ser una penitencia sino un deleite, debe estar arraigado en la vida y debe dar un sentido a sus preguntas e inquietudes, me sumergí en algunos de sus libros de texto para comprenderlos y conversar sobre sus contenidos.

De entrada desisto de las matemáticas, creo que debo comenzar con textos de octavo de básica más o menos para ponerme al día.

También dejé de lado rápidamente los textos de la filosofía, me pareció mejor que leyera El mundo de Sofía, de Gaarder, una novela sobre la historia de la filosofía, que nos permitió tardes enteras de preguntas, risas, inquietudes y misterio. Yo suelo subrayar, escribir, poner comentarios de colores en las páginas de cuanto libro leo, ella le pone papeles pegados, donde escribe frases que le impactan o sus comentarios. Así encontré, por ejemplo: la creación es una locura. Hay cosas que la razón no explica. Los artistas son clones de Dios. “En una pequeña charca cálida nació la vida” Darwin. “La vida es el día que no acaba jamás”. Las matemáticas tienen que ver con Dios… ¿Qué es la física cuántica? Pero hubo una frase que me impactó. “Todo está relacionado”.

En las notas de exámenes no le fue muy bien, pero descubrió ejes fundamentales para su vida…

Llegó el turno del libro de texto de segundo de bachillerato de Biología. El ADN, la esencia de la vida fue la unidad que más me interesaba profundizar y pretendía que también le interesara a ella, pero se perdió en “el ácido desoxirribonucleico que se encuentra formado por una base nitrogenada, timina, adenina, citosina, guanina, que se complementa para dar origen a un grupo fosfato”… que después de algunos avatares contiene la información genética de todas las especies y hacen que estas se perpetúen, mientras que el ARN (que cambió un ingrediente del ADN) transmite la herencia… Me declaré incapaz, y en lugar de memorizar nombres imposibles que se aprenden para un examen y luego se olvidan a menos que escoja ser médico, comencé a preguntar, ¿por qué los hermanos con los mismos padres y madres son diferentes entre sí? ¿Por qué a veces se nace con discapacidades y otros sacamos la lotería de nacer más o menos con todo en su lugar? ¿Por qué nacen gemelos? ¿Qué es la fecundación in vitro? ¿Pueden las parejas homosexuales tener hijos? ¿Cuándo comienza la vida? ¿La sola mezcla de células es ya vida? Si las células de nuestro cuerpo nacen y mueren, ¿cómo seguimos siendo los mismos? ¿Qué es lo que mantiene nuestra identidad? ¿Quiénes realmente somos? ¿Tienen alma o espíritu o algo semejante los animales? ¿Y las plantas, ya se sabe que se comunican entre ellas, también tienen eso que llamamos “alma”? Y comenzamos a mezclar biología, química, filosofía, ética, matemáticas, política, historia, lenguas y cultura. Lo que nos pareció genial fue saber que cuando un segmento de cromosoma de un chimpancé dio un giro de 180 grados y se unió de otra manera, ahí aparecimos los humanos. Así que un desobediente, que hizo algo que no debía hacer, es nuestro origen más remoto… De qué sacar consecuencias… Resultado: la vida es una belleza, un milagro, todos estamos relacionados… Y es inesperada…

Solo que esa comprensión no entra en las evaluaciones que se hacen en los colegios.

Fuente del artículo: https://www.eluniverso.com/opinion/2019/04/10/nota/7277696/alegria-aprender#cxrecs_s

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Libro: Educación Emocional. Propuestas para educadores y familia (PDF)

España / Autor: Rafael Bisquerra (coordinador) / Fuente: rafaelbisquerra.com

«La educación emocional es una respuesta a las necesidades sociales: ansiedad, estrés, depresión, violencia, consumo de drogas, etc. Todo esto es manifestación del analfabetismo emocional. El objetivo es el desarrollo de competencias emocionales, entendidas como competencias básicas para la vida.

 

Este libro tiene un enfoque eminentemente práctico. Se presentan multitud de actividades y ejercicios para el desarrollo de competencias emocionales, dirigidas a la educación infantil, primaria, secundaria y familias.En diversos capítulos se tratan: miedo, ansiedad y estrés; regulación de la ira para la prevención de la violencia; la tristeza; inspirar la felicidad, etc. Hay un capítulo sobre música, emoción y motivación, con la presentación de una experiencia interdisciplinaria, que puede servir de modelo y ejemplo. Otro capítulo pone un énfasis especial en la educación emocional en la familia, con la presentación de propuestas para la práctica.La intención es contribuir a la difusión de la educación emocional, tanto en la educación formal como en la familia. Investigaciones recientes han demostrado sus efectos positivos en las relaciones interpersonales, en la disminución de la conflictividad, en el rendimiento académico y en el bienestar.»

 

Links para la descarga:

Educación Emocional. Propuestas para educadores y familias – Rafael Bisquerra Alzina (2)

ó

https://drive.google.com/file/d/1LPjPptmCs9lpCmKwrkb4r5JaeONOgjdD/view?fbclid=IwAR00MkEcSJGU5alzMnYfOp6O1q6u93dSmfWdKycqZ9mDw7EiEB7zm8Dzaxc

 

Fuente de la Reseña:

http://www.rafaelbisquerra.com/es/biografia/publicaciones/libros-basicos/150-educacion-emocional-propuestas-para-educadores-y-familias.html

ove/mahv

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