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La dominación imperialista en Latinoamérica y Europa: notas para una discusión

Por: Atilio Borón

La desorbitada beligerancia del imperio

Una pregunta que no dejan de hacerse víctimas y testigos de la creciente agresividad del imperialismo refiere a la inexistencia, o en todo caso debilidad, de las fuerzas y actores internacionales que deberían impedir o por lo menos tratar de limitar los alcances de la intensificación de la ofensiva lanzada contra Venezuela, Cuba y Nicaragua por parte de la Administración Trump. [1] La historia de los imperios demuestra sobradamente que en su fase de declinación éstos se tornan más violentos y sanguinarios, y que sus líderes tienden a ser más toscos y brutales. No sólo sus líderes, como lo demuestra con claridad Donald Trump. También su entorno de asesores y consejeros refleja similar involución, llegando a constituir algo semejante a lo que Harold Laski, refiriéndose a los dirigentes del fascismo europeo, denominaba “elites de forajidos”. [2] No hace falta remitirse al profeta Moisés y las Tablas de la Leypara concluir que torvos personajes como John Bolton, Elliot Abrams, Mike Pompeo, Juan Cruz, Marco Rubio y la directora de la CIA, Gina Haspel, son una pandilla de hampones que sólo como producto de la acelerada descomposición moral y política del imperio trasiegan por las oficinas de la Casa Blanca cuando el sitio apropiado para sus afanes debería ser una cárcel de máxima seguridad en el desierto de Nevada. No hay entre ellos un solo estadista o un intelectual capaz de ofrecer una visión realista y sofisticada de la realidad contemporánea. Ninguno resistiría diez minutos de debate con Vladimir Putin o Serguéi Lavrov, eventualmente con Xi Jiping, porque serían intelectualmente destrozados de manera fulminante.

¿Hampones? Sí, pero también algo más. En una entrevista relativamente reciente Madelein Albright sentenció que “un fascista es un matón con ejército”, definición que calza como anillo al dedo para definir a la actual dirigencia estadounidense. [3] Son fascistas que dirigen un ejército de alcance planetario. No sorprende que el diagnóstico sobre la situación internacionalde estos personajes sea de un espeluznante simplismo, a la Hollywood. Están los buenos y los malos, los primeros son ellos, los estadounidenses, y los demás, los malos que se subdividen en dos tipos. Una tropa de cobardes poco dispuestos a pagar por su defensa (como los europeos, según el círculo áulico de Trump) y un enorme conglomerado de holgazanes, ladrones, narcotraficantes, asesinos y violadores que seríamos todos los restantes habitantes del planeta. Este desaforado maniqueísmo lo expresó de manera rotunda otra eminente mediocridad que ocupó la Oficina Oval de la Casa Blanca: George W. Bush quien, al lanzar su campaña “antiterrorista” después del 11-S advirtió a los pueblos del mundo que “quien no esté con nosotros estará contra nosotros”. Con nosotros, los buenos, o los malos redimidos; contra nosotros, y ateniéndose a las consecuencias, todos los demás.

Por consiguiente, la actual escalada belicista instrumentada mediante la aplicación de todos los capítulos de la Ley Helms-Burton en contra de Cuba y un torrente de sanciones económicas en contra de Venezuela, Nicaragua y, allende del Atlántico, Rusia y Corea del Norte, es expresión de la tambaleante situación que atraviesa el imperio americano, cuyos más lúcidos analistas y estrategas coinciden en señalar que los días del apogeo imperial ya quedaron definitivamente atrás. De ahí que Trump y sus secuaces hayan arrojado por la borda las sutilezas y losdelicados pasos de minué propios del juego diplomático (ejemplificado al reducir el presupuesto y funciones del Departamento de Estado y designar a un “hombre de acción” como Mike Pompeo como su Secretario) y exaltado el papel de la coerción y la violencia como instrumentos para reconstruir aquel orden mundial con que muchos se ilusionaron: el “nuevo siglo americano”, infantil espejismo con que se entretuvieron muchos académicos y analistas tras el derrumbe de la Unión Soviética pensando que este sigloveintiuno sería el del predominio absoluto e incontestable de Estados Unidos. Se equivocaron de medio a medio, y a la inicial frustración derivada del incumplimiento de tan rosados designios siguió una apuesta tan tenebrosa como temeraria por la violencia.

Una vieja obsesión y la guerra de quinta generación

Sería injusto decir que todo esto sobreviene, como un rayo en un día sereno, de la mano de Trump. Tiene orígenes lejanos. Como lo hemos demostrado en nuestro América Latina en la Geopolítica del Imperialismo [4] la opción guerrerista estaba ya firmemente instalada en los planes de la Administración Clinton y Madelein Albright fue una de sus más elocuentes voceras cuando advertía a propios y ajenos que para Washingtonla opción por el multilateralismo sería respetada “cuando fuera posible”; en caso contrario “el unilateralismo seguiría siendo necesario”. Traducción: negociación diplomática multilateral enel marco de la ONU en la medida que sea posible -y conveniente- para los intereses de EEUU; si esto no funciona el músculo militar deberá aplicarse cada vez que sea necesario. No podemos olvidar que fue el presidente Barack Obama quien en el 2015 abrió las puertas ala violencia desatada por Trump contra Venezuela cuando emitió una infame orden ejecutiva declarando que la situación del país sudamericano obligaba a la Casa Blanca a declarar una “emergencia nacional” por la “amenaza inusual y extraordinaria” que la patria de Bolívar y Chávez representaba para la seguridad nacional y la política exterior de Estados Unidos. [5]

El razonamiento anterior permite comprender las razones por las que ante el evidente fracaso diplomático de EEUU para lograr un consenso a favor de su criminal bloqueo a Cuba –repudiado masivamente año tras año en la votación de la Asamblea General de las Naciones Unidas- o de hacer que la “comunidad internacional”se encuadre tras las directivas golpistas de Washington para designar a un fantoche impresentable como “presidente encargado” de Venezuelala respuesta del gobierno estadounidense haya sido recurrir a las nuevas armas de la guerra, esas que constituyen lo que algunos analistas denominan como “guerra de quinta generación.” Ya de poco o nada sirven los tratados de control de armas de la época de la Guerra Fría porque hoy las guerras se libran cada vez con mayor frecuencia con artefactosdistintos de los convencionales: ataques informáticos, pulsos electromagnéticos teledirigidos, propaganda, terrorismo mediático, sanciones económicas, presiones diplomáticas, nanotecnología y robótica aplicadas al campo militar. No es que las armas tradicionales hayan caído en desuso sino que las tareas de “ablande” de la resistencia ante el agresor imperialista, que antaño realizaban los bombardeos y los ataques convencionales con helicópteros artillados o misiles lanzados desde navíos de guerra, hoy esas tareas se llevan a cabo apelando a unapropaganda que sataniza al enemigo, promueve el caos y la desintegración social a la vez que lanza formidables agresiones económicas (bloqueos comerciales, confiscaciones de activos, amenazas a proveedores de insumos básicos o compradores de lo producido por una economía, etcétera)y ataques informáticos a centros neurálgicos de un país -una usina hidroeléctrica, por ejemplo- como lo demuestra el caso de Venezuela en estos días. Nuevas armas para un nuevo tipo de guerra que sin disparar un solo tiro pueden ocasionar inmensos daños a la infraestructura de un país al privarlo de energía eléctrica -y, por ende, de iluminación, agua, gasolina, transporte, internet, etcétera -y causar enormes sufrimientos a su población. En el caso del país bolivariano la apuesta del imperio es que ante tamañas penurias y sufrimientos se produzca un incontenible levantamiento popular que ponga fin a la revolución bolivariana y al gobierno de Nicolás Maduro. Fracasaron, y seguirán fracasando porque subestiman la capacidad de resistencia de venezolanas y venezolanos; y porque los ataques de Estados Unidos han consolidado aún más la vocación antiimperialista del pueblo venezolano al paso que la oposición –por su cipayismo, su falta de patriotismo, su desprecio por la historia nacional y por la autodeterminación popular- ha quedado reducida a casi nada. Carente por completo de capacidad de liderazgo. Guaidóse desdibuja como una figura fantasmal en acelerado proceso de evaporación, sostenido a duras penas por la canalla mediática y los gobiernos tributarios de la Casa Blanca que se desviven por satisfacer las órdenes del nuevo Calígula, el más monstruoso de los emperadores romanos según el historiador Suetonio. [6]

La agresión económica, hoy perfeccionada como un puntal del nuevo tipo de guerra, ya fue ensayada sin éxito con Cuba desde hace más de sesenta años. En un memorando elocuentemente titulado (con una enorme dosis de wishful thinking) “La declinación y caída de Castro”, fechado el 6 de Abril de 1960 y dirigido al Secretario de Estado Adjunto para Asuntos Interamericanos, Roy R. Rubottom Jr.se reconocía que la mayoría de los cubanos apoyaban al gobierno revolucionario y que, como hoy en Venezuela, no existía oposición efectiva, ante lo cual lo se concluía que el “único medio previsible para alienar el apoyo interno a Castro era el desencanto y ladesafección basados en la insatisfacción y las penurias económicas.” Era responsabilidad de Washington, por lo tanto, desatar toda clase de iniciativas tendientes a producir, precisamente, los sufrimientos y privaciones que encenderían la chispa de la rebelión. [7]

La incentivación de este tipo de conducta es lo que, con las renovadas presiones económicas y financieras, está en los planes actuales de Washington en relación no sólo a Venezuela sino también Cuba y Nicaragua. Al principio de esta nota nos preguntábamos por la ausencia, o al menos notoria debilidad, de fuerzas compensatorias en el marco internacional que pudieran atenuar, cuando no neutralizar, los letales efectos de la brutal contraofensiva norteamericana encaminada a recuperar el control absoluto de Nuestra América. Es indiscutible que en el emergente mundo policéntrico o multipolar estas fuerzas compensatorias existen y, hasta ahora, han tenido una cierta eficacia en impedir que Estados Unidos apelara, como lo hiciera rutinariamente a lo largo de todo el siglo veinte, a la “opción militar”, que al decir de los personeros de Washington “está siempre sobre la mesa.” Basta con recordar lo ocurrido en Santo Domingo en 1965, Granada en 1983 y Panamá en 1989 para constatar lo mucho que ha cambiado el mundo y la declinante capacidad de Estados Unidos para apelar unilateralmente a la intervención militar para deshacerse de gobiernos desobedientes. Hoy es muy poco probable que lo vuelva a intentar, y esto es de por sí una gran noticia. Claro que si esa alternativa parece descartada se debe menos a los escrúpulos morales de la dirigencia norteamericana que a los límites que impone una correlación internacional de fuerzas en donde países como Rusia y China se han manifestado, de modo rotundo, en contra de la misma con declaraciones de una inusual dureza. Pero la neutralización de una guerra económica,o de una pertinaz propaganda satanizadora de gobiernos revolucionarios, o del terrorismo mediático para ni hablar de los ataques informáticos es algo mucho más difícil de concretar.

Europa y el imperialismo norteamericano

Lo anterior obedece, en buena medida, a la lamentable deserción de los gobiernos europeos de sus responsabilidades en el mantenimiento del orden y la legalidad internacionales. Un efectivo contrapeso a las sanciones económicas arbitrariamente impuestas por Washington a los países que, en su parecer, representan una amenaza a la paz mundial o a la seguridad nacional de Estados Unidos sólo puede ser interpuesto por gobiernos que cuenten con una cierta gravitación internacional. No es algo que esté al alcance de la enorme mayoría de los países de la periferia mundial del capitalismo, carentes de los recursos económicos, intelectuales y tecnológicos para neutralizar los dispositivos de la guerra de quinta generación que ha lanzado Estados Unidos. Pero sí es algo que las viejas potencias coloniales pueden hacer ydesgraciadamente no hacen. Países como Francia, Italia, Reino Unido, Alemania, España, Portugal, Holanda y Bélgica, amén de algunos otros, podrían rechazar de plano la antidemocrática e ilegal “extraterritorialidad” de las leyes dictadas por el Congreso de Estados Unidos, y sin embargo no lo hacen. Al contrario, aceptan sin chistar este humillante avasallamiento de la soberanía nacional. Las leyes de los países europeos carecen de aplicación en Estados Unidos, pero las de éste se imponen, como corresponde a un imperio, en casi todo el mundo. Un ejemplo extremo, pero no por ello único, es lo ocurrido con el principal banco de Francia, el BNP Paribas que en Junio de 2014 fue condenado a pagar una multa de 8.834 millones de dólares (unos 6.450 millones de euros) por desobedecer las sanciones económicas impuestas contra Sudán , Irán y Cuba . No sólo eso: por órdenes del Departamento del Tesoro de EEUU el BNP Paribas tuvo también que despedir a 13 funcionarios involucrados en esas operaciones y al jefe de operaciones internacionales del banco. Y ante tamaño atropello las autoridades francesas no tuvieron las agallas para rechazar de plano la insolente injerencia estadounidense en su propio país limitándose a refunfuñar que aquella decisión “no era razonable” (el canciller Laurent Fabius dixit); o que le parecía “desproporcionada” (el presidente François Hollande) mientras el General Charles de Gaulle se revolvía asqueado en su tumba. [8]

Lo antes dicho confirma que la apuesta de la Casa Blanca para construir un imperio mundial encuentra en la casi totalidad de los gobiernos europeos vasallos dispuestos a convalidar dicha pretensión, convencidos, en su estúpida ingenuidad, que en algún momento podrán recoger las migajas de esa aventura y ser copartícipes en un ilusorio “condominio imperial”. La realidad es muy diferente y lo que queda en evidencia es que esos países se encuentran sometidos a una relación de subordinación tan asfixiante como la que caracteriza a las naciones de América Latina y el Caribe.

Tres dimensiones de la autonomía nacional-estatal

¿Europa sometida, al igual que Latinoamérica, a la dominación imperialista? Algunos podrán fruncir el ceño ante semejante afirmación. Pero si examinamos detalladamente el asunto veremos que no hay exageración alguna. Un examen sobrio de la relación entre el imperialismo norteamericano y los países europeos revela que éstos se encuentran sometidos a aquél con lazos tan asfixiantes como los que encontramos en Latinoamérica. En las tres dimensiones críticas de la actividad gubernamental: la gestión de la economía, la defensa y la política exterior la sumisión de los países de la Unión Europea a las directivas emanadas de la Casa Blanca es inocultable. En efecto, basta con recordar que ningún presupuesto de los países que pertenecen a la UE puede ser sometido al parlamento sin contar primero con el visto bueno del Banco Central Europeo. La firma de su presidente -Mario Draghi, italiano, ex director ejecutivo nada menos que de Goldman Sachs en Europa y del Banco Mundial- es la que establece cuánto se puede gastar, cómo y de qué modos financiar el gasto público. A los devaluados “representantes del pueblo”, democráticamente electos, les resta la ingrata tarea de adecuar sus promesas electorales a las duras realidades impuestas por el capital financiero global a través del BCE. Va de suyo que éste funciona en línea con el FMI y desempeña, en el ámbito europeo, las mismas funciones que la institución basada en Washington realiza en Latinoamérica. A lo anterior hay que agregar otro dato muy significativo: la mayoría de los países de la Unión Europea pertenecen también a la Zona Euro lo cual, en la práctica significa que sus gobiernos no disponen de un instrumento fundamental de gobernanza macroeconómica: la política monetaria, que permite a un país establecer un tipo de cambio, administrar la tasa de interés y devaluar o sobrevaluar su moneda en función de las cambiantes realidades de los mercados mundiales y del comercio internacional. La dictadura del Euro responde en realidad a las necesidades de la economía alemana (y en muchísimo menor medida a las economías más débiles de Europa), estando aquella íntimamente articulada con el capital financiero internacional que encuentra su expresión institucional en el Banco Central Europeo, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial y su expresión informal, pero de enorme gravitación, en Wall Street y en menor medida en la City londinense. Por consiguiente, la autonomía nacional en una materia tan sensitiva como la política monetaria es igual a cero en los países integrados a la Zona Euro, lo que refuerza su subordinación y su dependencia de los Estados Unidos. [9] Tomando en cuenta todas estas consideraciones la soberanía popular definitoria de la democracia en temas como el presupuesto -la “ley de leyes”, como suele decirse- queda al igual que en los países del Sur global reducida a un mero simulacro. La infortunada experiencia de Grecia en donde la voluntad popular expresada en las urnas fue desestimada por la troika que maneja la economía de la UE -el BCE, la Comisión Europea y Alemania a través de la Canciller Angela Merkel- es un triste recordatorio de la subordinación de la democracia a los imperativos del capital financiero y los mercados.

¿Qué decir de las políticas de defensa? Si en materia económica la dictadura del BCE es humillante no lo es menos a la hora de hablar de la defensa “nacional”. Esta sólo existe en los papeles y en las encendidas declaraciones oficiales porque esta política -la que establece una hipótesis de conflicto, define quién es el enemigo y como defenderse de él o la forma de atacarlo- la decide la OTAN y no los gobiernos europeos. Sus ministerios de defensa son museos en donde se exhiben uniformes militares y armas del pasado pero sin que allí se tome decisión alguna acerca de cómo defender la soberanía nacional y la integridad territorial. No sorprende, porque hace ya bastante tiempo que los gobernantes europeos han arrojado por la borda cualquier pretensión de sostener la una y la otra, consideradas como molestas antiguallas en la era de la globalización en donde, según se dice, los estados nacionales son reliquias reducidas a una vida apenas espectral. Y el nervio y el corazón de la OTAN, tal como lo reafirman continuamente los expertos, no es otro que el Pentágono. [10] De ahí se deduce que los enemigos de los europeos no pueden ser otros que los rivales de Estados Unidos. Esto no es una novedad de los últimos años sino una realidad con una historia de casi tres cuartos de siglo que se desprende de la Segunda Guerra Mundial, el orden bipolar instaurado a partir de su finalización y el desarrollo de la alianza atlántica anti-soviética cristalizada en el Plan Marshall y la creación de la OTAN. Y las guerras que se libren tendrán lugar, apropiadamente, en territorio europeo (recordar la ex Yugoslavia) o en sus cercanías (Cercano Oriente), y serán los europeos quienes tendrán que recibir a los millones de refugiados, como ha venido ocurriendo luego de los ataques a Siria, a Afganistán, a Libia, a Irak, mientras que ninguno de ellos se arriesgaría a atravesar en una patera o un bote de goma el Atlántico Norte para llegar a la Ellis Island y ser recibidos por la Estatua de la Libertad. Influjo descontrolado de refugiados que, sabemos, suele alimentar las reacciones más racistas y xenofóbicas en amplios sectores de la población y proyectar a primer plano a fuerzas de la derecha radical antaño reducidas a expresiones marginales en la vida política europea. En suma: en este terreno la subordinación de los países europeos a las prioridades militares y de defensa de Washington no sólo no es menor que la que tienen los países latinoamericanos (con algunas conocidas excepciones) sino mucho mayor, dado que Europa y la cuenca del Mediterráneo son el escenario principal de la confrontación geopolítica global. Los enemigos de Estados Unidos se convierten, automáticamente y en contra del interés nacional y de seguridad de los europeos, en los enemigos de Europa.

Tercero, la política exterior. Un país independiente debe definirla en función de sus intereses nacionales. El imperio es muy claro en este tema: John Quincy Adams, el sexto presidente de Estados Unidos sentenció que “Estados Unidos no tiene amistades permanentes sino intereses permanentes.” Y éstos no pueden ser otros que consolidar y expandir hasta donde sea posible los confines del imperio, batallar en contra de sus adversarios y enemigos y unificar la tropa de sus amigos y aliados. Pero como los gobiernos europeos han abdicado de toda pretensión de afianzar su autodeterminación y dado que desde la época de la Guerra Fría y el Plan Marshall optaron por asumir como propios los dictados de la política exterior de Estados Unidos en su competencia con la Unión Soviética y como, luego de desintegrada ésta, se entregaron a la estrategia de Washington que definió a Rusia como el rival a vencer (¡y posteriormente a China!) las capitales europeas se plegaron a las posturas más reaccionarias de la Casa Blanca en América Latina y el Caribe. Acompañaron durante más de medio siglo el criminal bloqueo contra Cuba. Más recientemente, fueron cómplices de la bufonesca maniobra de Juan Guaidó en Venezuela, estruendosamente fracasada. Esto demuestra como gobiernos de países que en su época de esplendor (que ciertamente no es la actual) dieron origen a algunas de las doctrinas y teorías que ensalzaban el estado de derecho, la legalidad internacional y el respeto a la autodeterminación de las naciones cayeron en la más abyecta sumisión al reconocer al autoproclamado “presidente encargado” de Venezuela ungido como tal por el mandamás de la Casa Blanca. Pocas veces la historia vio un espectáculo tan bochornoso como ese, cuyas consecuencias no serán fácilmente olvidadas. Por consiguiente, los gobiernos europeos renunciaron a elaborar una política exterior propia para una región que es un imperio formidable de bienes comunes y recursos naturales de todo tipo, desde agua a biodiversidad; desde petróleo a gas y energía hidroeléctrica; desde alimentos a minerales estratégicos, y asumen como propia la política exterior de saqueo y pillaje que los gobernantes estadounidenses tienen reservada desde los tiempos de la Doctrina Monroe (1823) para Nuestra América.

Resumiendo: al abstenerse de elaborar una política exterior independiente de Washington –no sólo en relación a América Latina y el Caribe sino en general, en referencia al conjunto de países que conforman la comunidad internacional- los gobiernos europeos actúan en desmedro de sus propios intereses. Si durante el apogeo del poderío soviético y con una Europa absorbida por las tareas de su reconstrucción de posguerra aquella era una opción inescapable, en la situación actual signada por el debilitamiento de la hegemonía estadounidense y la reconfiguración del tablero geopolítico mundial este curso de acción conduce a los pueblos de Europa hacia un peligroso atolladero. Entre otras cosas, aparte del riesgo de un enfrentamiento bélico en las puertas –cuando no al interior mismo- de Europa porque la aplicación integral de la Ley Helms-Burton perjudicará a Cuba y otro tanto a Venezuela y Nicaragua pero también afectará a numerosas empresas europeas –sólo en Cuba más de 200- que verán menoscabados, cuando no arruinados, sus negocios en estos países. Sordas protestas se dejan oír en varias capitales europeas y mismo la alta representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Federica Mogherini alertó -en un comunicado conjunto también firmado por la comisaria de Comercio de la UE, Cecilia Malmström- a la Casa Blanca que su organización acudiría a la Organización Mundial del Comercio (OMC) para impugnar la decisión de aplicar con todo rigor la ley Helms-Burton y en especial su título III. Para Trump y sus hampones la intensificación de los padecimientos económicos de la población cubana, recomendada en el memorándum de 1960 que citáramos más arriba, es un arma de la guerra de quinta generación que no sólo afectará a la Isla rebelde sino también a los países europeos, que Washington los prefiere debilitados para que corran en busca de la protección que pudiera ofrecerle con sus armas convencionales. Claro que una política de este tipo podría, bajo ciertas condiciones, provocar un cambio en la conciencia de las dirigencias europeas y convencerlas que tienen poco o nada que ganar siendo furgón de cola de un imperio en decadencia y mucho que ganar estableciendo relaciones de respeto mutuo y cooperación con los dos grandes rivales de Estados Unidos, que no son sus rivales sino posibles socios de un proyecto que beneficie a todos por igual. Difícil, porque significa nada menos que revertir los férreos lazos forjados con Estados Unidos en la segunda posguerra. Pero no sería la primera vez en la historia europea en donde alianzas aparentemente inconmovibles son puestas en cuestión o viejos antagonismos dan nacimiento a nuevos acuerdos y coaliciones.

El antiimperialismo y las tareas del momento actual

De lo anterior se desprenden tres tareas urgentes. Primero, lograr un pronunciamiento a escala europea de los movimientos sociales, fuerzas políticos y de ser posible de los gobiernos y organismos regionales europeos en contra de la pretensión de Washington de profundizar la agresión económica en contra de Cuba, Venezuela y Nicaragua. En este sentido la reciente creación del Frente Antiimperialista Internacionalista en el Estado Español es un alentador paso hacia adelante. Deberá también denunciarse el descarado intervencionismo de Estados Unidos en los asuntos internos de terceros países, ninguno de los cuales es una provincia de Estados Unidos, como lo manifestara en un duro comunicado la cancillería rusa. Y subrayar, además, que la aplicación del Título III de la Ley Helms-Burton no sólo afectaría a los países latinoamericanos sino que haría lo propio con los europeos.

Segundo, concientizar a las poblaciones europeas de que ellas también están sometidas a los rigores de la dominación imperialista, que ésta no sólo se ejerce sobre los países de la periferia, y que, por esa causa, si en su locura Washington decidiera escalar su confrontación con Rusia y China y lanzar un ataque militar contra esas potencias las réplicas que éstas dispongan afectarían gravemente a los países europeos, sedes de innumerables bases militares estadounidenses que se convertirían en blancos inmediatos de la represalia afectando no sólo las instalaciones del Pentágono sino también a las poblaciones aledañas. No existe conciencia de este peligro en Europa, y es urgente e impostergable que este tema sea objeto de un muy informado debate.

Será preciso, además, acometer una tercera tarea porque no basta con la concientización: habrá que movilizar y organizar a las masas populares europeas para poner fin de su sumisión al dominio imperialista. El antiimperialismo es una lucha tan decisiva en Latinoamérica como lo es en Europa y la coordinación internacional de estas luchas es un imperativo categórico de la hora actual. Esto requiere exigir la disolución de OTAN –creada para “contener” a un enemigo, la Unión Soviética, que desapareció hace casi treinta años- y, tras cartón, clausurar las bases militares que Estados Unidos tiene en Europa que solo servirán para atraer la represalia de los países agredidos por el imperio. No es un dato menor para demostrar el sometimiento el imperialismo de los gobiernos europeos recordar el elevado número de bases militares estadounidenses asentadas en Europa, superior en cantidad y calidad a las estacionadas en Latinoamérica y el Caribe. En todos los casos poniendo en gravísimo riesgo a las poblaciones civiles que rodean a las bases, algo que, va de suyo, no despierta la menor preocupación a los estrategas del Pentágono curtidos en centenares de operaciones en donde los “daños colaterales” son cosas de todos los días.

A modo de conclusión: es imprescindible librar una batalla para que los pueblos de Europa tomen conciencia de que están tan sometidos a la dominación imperialista como sus contrapartes allende el Atlántico. Si por los latinoamericanos el imperio manifiesta sin tapujos su desprecio, en su relacionamiento con Europa prevalece un simulado respeto en lo formal que no alcanza para ocultar el vasallaje real que imponen sobre todos sus gobiernos sin excepción. Será necesario crear las condiciones para que los pueblos de Europa puedan romper el pesado velo de la ignorancia, producto de su errónea creencia en la amistad y la admiración que supuestamente les prodiga la clase dominante de Estados Unidos. Falsa conciencia cultivada con esmero por la ideología dominante y sus vehículos de divulgación y que impide que caigan en la cuenta que los principales problemas que hoy afectan a Europa: el crecimiento de la derecha radical; la xenofobia; la ruptura de la integración social; la hegemonía del capital financiero y sus efectos recesivos: el paro, la precarización laboral y la concentración de la riqueza; el incontenible flujo de refugiados por las guerras en Cercano Oriente o emigrados por la crisis económica en África así como el vaciamiento de los procesos democráticos tienen su origen en el imperialismo y las políticas que impone gracias al colaboracionismo de las decadentes burguesías europeas y sus representantes políticos. Concientizarlos también que los pueblos de Europa están en peligro porque si llegara a producirse una escalada en la rivalidad entre Washington con Moscú y Beijing Europa se convertiría ipso facto enel principal teatro de operaciones bélicas y los europeos en rehenes de ambas partes en conflicto, con las catastróficas consecuencias que es fácil de imaginar. A lo anterior hay que añadir la reaparición del terrorismo yihadista como respuesta a la abominable islamofobia del imperio y sus criminales políticas en Cercano Oriente. Batalla de ideas, por supuesto, pero combate organizacional también, porque la correlación de fuerzas existente no se podrá cambiar apelando tan sólo a discursos y argumentos teóricos. Si los pueblos no se organizan y ganan la calle el imperio seguirá perpetrando sus tropelías. Como lo está haciendo ahora en Venezuela, Cuba y Nicaragua y más pronto que tarde también, de nueva cuenta, volverá a hacerlo en Europa. Sólo una eficaz resistencia popular antiimperialista, articulada internacionalmente,podrá erigir límites infranqueables a su criminal accionar.

 Notas :

[1] Quiero agradecer los comentarios y sugerencias formulados a una versión preliminar de este trabajo por Ángeles Diez Rodríguez y Txema Sánchez. Quedan eximidos de toda responsabilidad por los yerros o deficiencias que puedan subsistir en el presente escrito, producto exclusivo del empecinamiento de su autor.

[2] Harold Laski, Reflexiones sobre la revolución de nuestro tiempo (Buenos Aires: Editorial Abril, 1945), pp. 117 y ss.

[3] (En https://elpais.com/elpais/2018/09/20/eps/1537435497_152676.html )

[4] Ediciones en varios países. Original en Ediciones Luxemburg, Buenos Aires, 2012.

[5] ( https://www.bbc.com/mundo/ultimas_noticias/2015/03/150309_ultnot_eeuu_venezuela_sanciones )

[6] Cf. sus Vidas de los Doce Césares, ediciones varias.

[7] (Ver: https://history.state.gov/historicaldocuments/frus1958-60v06/d499 )

[8] Sobre este tema: https://plazafinanciera.com/mercados/empresa/mayor-sancion-banco-historia-eeuu-bnp-paribas/ y tambiénhttps://elpais.com/economia/2014/06/30/actualidad/1404118266_164607.html

[9] Pertenecen a la zona Euro: Alemania , Austria , Bélgica , Chipre , Eslovaquia , Eslovenia , España, Estonia , Finlandia , Francia, Grecia, Irlanda , Italia, Letonia , Lituania , Luxemburgo, Malta , Países Bajos y Portugal. Por fuera de dicha zona se encuentran Bulgaria, Croacia, Dinamarca, Hungría, Polonia, Reino Unido, República Checa, Rumania y Suecia.

[10] Sobre esto ver Mahdi Darius Nazemroaya, OTAN. La globalización del terror (Prefacio de Miguel d’Escoto y Prólogo de Atilio A. Boron) Managua: PAVSA, 2015.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=255203

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Privatizar la política educativa

Por: Mauro Jarquín Ramírez

El lopezobradorismo presume haber logrado cancelar la mal llamada reforma educativa y con ello impulsar un proyecto educativo que presenta como propio. Al mismo tiempo, Mexicanos Primero declara que hay avances mixtos en la ruta educativa del gobierno morenista, la Concamin aplaude la aprobación de las nuevas leyes educativas, la Coparmex encuentra mejoras sustanciales en la propuesta votada y el SNTE se declara ahora ejército intelectual de la 4T. Considerando el empuje y cobertura que el sector empresarial y el oficialismo sindical dieron a la reforma 2013, así como la continuidad de sus propuestas en la agenda educativa oficial actual, hay algo de esta transformación educativa que sencillamente no cuadra.

¿Cómo ha logrado el Presidente este curioso consenso? O los reformadores del sexenio pasado cambiaron repentinamente de opinión sobre sus preferencias formativas, o consiguieron que elementos fundamentales de su proyecto permearan en la plataforma educativa de la 4T, a expensas de la legitimidad electoral del nuevo gobierno. A juzgar por las líneas contenidas en el dictamen aprobado, la segunda opción parece ser la más acertada.

Quienes impulsaron la reforma del sexenio pasado pudieron dar continuidad a sus propuestas debido, entre otras cosas, a la limitada interpretación del Presidente de la problemática educativa. Lo anterior se mostró con claridad en el discurso pronunciado por AMLO el jueves pasado en su conferencia matutina, cuando después de celebrar el avance de su reforma educativa y señalar de nueva cuenta a las reformas estructurales neoliberales impuestas por el extranjero, afirmó que la reforma educativa del sexenio pasado se había usado para engañar y manipular, ya que aunque su ejecución suponía un avance en la calidad educativa, lo que buscó fue la privatización.

En efecto, como pudo verse con los Clubes, la reforma 2013 contuvo un profundo sentido privatizador. Un sentido que, ahora recubierto por un discurso por momentos progresista, parece expresarse en otro sentido en el actual dictamen de reforma. Y es que la privatización educativa no consiste en poner un letrero que diga en venta en la entrada de las escuelas públicas del país, sino que abarca una serie de mecanismos de gestión institucional y social cuyo fin es ampliar la esfera de influencia del mercado en los sistemas educativos por medio de: a) procesos de gestión escolar inspirados en el mundo empresarial; b) fines educativos meritocráticos y excluyentes inspirados en criterios de eficiencia; c) contratación de servicios educativos a privados (actualización docente, tutorías, material didáctico); d) desprofesionalización docente; e) apertura cada vez mayor a intereses privados en espacios de gobierno educativo; f) fomento a la participación de privados en oferta educativa, entre otros.

La interpretación de que la problemática educativa consistía únicamente en una evaluación punitiva que atentaba contra la dignidad del magisterio, generó la percepción que desvinculando la evaluación de la permanencia docente el problema sería resuelto. Sin embargo, con lo anterior se permitió la permanencia de conceptos e ideas educativas de orden gerencial en la Constitución, mismas que podrían tener como efecto diversos procesos de privatización educativa. Según el texto propuesto:

a) El concepto central del proyecto educativo es el de excelencia, definida como mejoramiento integral constante que promueve el máximo logro de aprendizaje de los educandos. Además de ser una noción educativa vinculada al pensamiento neoconservador y promovida por fundaciones empresariales, su conceptualización se encuentra ligada a la estandarización educativa en mecanismos de evaluación, con lo cual abre la puerta a la intervención privada en la prestación de servicios de coaching o tutoría docente.

b) En materia de los principios rectores y objetivos de la educación inicial, el Ejecutivo federal considerará la opinión de diversos actores sociales involucrados en la educación, entre los cuales estarán involucradas OSC y cámaras empresariales, mismas que se han mostrado sumamente interesadas en tal rubro educativo.

c) El nuevo Sistema Nacional de Mejora Continua de la Educación será coordinado por un organismo público descentralizado, el cual contará con una junta directiva, un consejo técnico y un consejo ciudadano. Considerando la relevancia que el sistema tendrá a lo largo y a lo ancho del sistema educativo, será importante estar atentos a una posible ocupación de sus consejos por parte de intereses privados, tal como sucedió con los consejos ciudadanos del INEE durante el sexenio pasado.

d) El sistema emitirá lineamientos relacionados con la profesionalización de la gestión escolar. Las políticas de gestión escolar fueron un elemento significativo para organizaciones privadas que intentaron llevar a cabo programas de autogestión escolar. Una de ellas fue Empresarios por la Educación Básica, vinculada a Esteban Moctezuma.

e) Por otro lado, la asesoría de la OCDE en la reforma asegura la permanencia de la prueba PISA en nuestro país, misma que es financiada con recursos públicos por parte de los países participantes.

La propuesta educativa posneoliberal no contiene elementos que apunten a la privatización de la provisión educativa. La vía privatizadora de la 4T parece apuntar en otro sentido: el del poder político. Hasta el momento, el lopezobradorismo ha permitido la intervención directa de agentes privados en espacios clave de su gobierno. De igual forma la reforma consolida la presencia empresarial en la política educativa.

En ello radica el consenso.

Fuente: https://www.jornada.com.mx/2019/04/27/politica/018a1pol?partner=rss

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Pensamiento complejo para la expansión de la conciencia socioambiental

Por: Rodrigo Arce Rojas

El universo está compuesto finalmente de materia/masa, energía, información y sentido y estas manifestaciones son intercambiables. Ello da sentido a la gran trama universal de que todo está interconectado y nosotros somos parte de esa gran red. Así cobra sentido cuando se reconoce las interacciones entre individuo-sociedad-especie humana; cuerpo-mente-fisiología-palabra-acción; cuerpo-sistema nervioso-ambiente; objeto-sujeto-alter ego; paradigmas-pensamientos-sentimientos-acciones, entre otras tantas manifestaciones de concurrencia, conectividad y acoplamiento. Ello nos lleva a reconocer la complejidad humana como un ente (tecno) biopsicosocial (ambiental). Implica entonces superar la visión reductivamente racionalista que hasta ahora nos ha dominado que no da cuenta de la compleja naturaleza del ser humano. Racionalista es mucho decir cuando tenemos grandes problemas que hemos creado y no sabemos o no queremos resolver. Sapiens es un apellido irónico si es que no reconocemos los demons que conviven en nosotros. El gran reto entonces es cómo hacer que las concurrencias de integración produzcan emergencias de paz y de sostenibilidad, es cómo hacer para que en el juego de bondad y de pulsiones triunfe la fraternidad universal ser humano-naturaleza-cosmos recuperando el gran sentido de totalidad y de unidad.

Todos somos integrantes de sistemas y como tal somos parte de interacciones tengamos o no conciencia de ello. Tenemos interacciones entre personas, e interacciones entre personas y la naturaleza y el cosmos; interacciones con el pasado (porque nuestra historia siempre está presente) e interacciones con el futuro (porque lo que hagamos o dejemos de hacer hoy repercutirá para las futuras generaciones). Somos parte la trama universal tanto a nivel micro o a nivel macro.

Por tanto, es importante reconocer que no estamos solos y que todos nuestros paradigmas, pensamientos, sentimientos y manifestaciones (acciones, discursos, narrativas, actitudes y comportamientos), querámoslo o no, siempre se interrelacionan. Depende de nosotros para que no dejemos que la flecha del tiempo disipe la energía y reine la desorganización, la desintegración o el desgaste. Pongamos información, sentido, imágenes y emociones para que la flecha del tiempo conduzca a la integración, a la construcción de una auténtica diseminación de sonrisas y de legítimo orgullo de contribución a un mundo mejor. Es en este contexto que podemos entender la importancia del pensamiento complejo para la expansión de la conciencia socioambiental.

El pensamiento complejo

Pensar de manera compleja en buena cuenta quiere decir predisposición y capacidad para pensar y mirar más allá de lo evidente y de manera articulada. Pensamiento complejo es aquel pensamiento que tiene la capacidad de percibir, interpretar y explicar la realidad de una manera totalizadora, sistémica, integradora, crítica y estratégica de tal manera que se pueda cubrir todo el espectro de posibilidades. Por lo tanto, el pensamiento complejo no se queda en lo conocido, en lo legitimado, lo positivizado, lo regulado, lo estandarizado; tampoco se queda en los promedios, las regularidades, las continuidades sino que tiene la capacidad de percibir, valorar e incorporar lo raro, lo extraño, lo imprevisto, lo súbito, las irregularidades, las discontinuidades, los quiebres, las fracturas, las bifurcaciones, las irrupciones, lo súbito, las emergencias, lo popular, lo local, lo emocional, lo intuitivo.

El pensamiento complejo es aquel que es capaz de pensar sobre su propio pensamiento, en tal sentido está abierto a la autocrítica y predispuesto a que aflore la fecunda actitud creativa e innovadora.

A diferencia del pensamiento que separa, fragmenta, atomiza, aísla el pensamiento complejo tiene en la articulación uno de sus atributos centrales. Es, por tanto, imbricado, entrelazado, entretejido, ecologizado. Su enfoque totalizador que valora la diversidad, pluralidad, heterogeneidad considera que todas las fuentes de conocimiento tienen su propia energía e información que es necesario gestionar. Así se articula diversidad formas de pensamiento, conocimientos y teorías. Pero no es una articulación cualquiera si no una que es crítica, reflexiva, ponderada y pertinente. Por ello el pensamiento complejo tiene la capacidad de unir a través de la asociación e implicación.

Así articula la materia/masa con la energía, la información y el sentido; las múltiples dimensiones, escalas y temporalidades; los diferentes planos, niveles, jerarquías; los diversos enfoques, aproximaciones, lenguajes y métodos; los diversos significados, sentidos y sentires; la mente con el cuerpo, el cuerpo con el espíritu; la razón con la emoción; la razón con la intuición; la sociedad y la naturaleza, la naturaleza y la cultura; la ciencia con la filosofía, con la ética, la estética, el arte, la literatura; la ciencia con la tecnología y con la técnica, la ciencia con la práctica; la ciencia con los saberes; la ingeniería con la poesía; las matemáticas con la poesía; valores con hechos, entre otras tantas dualidades que occidente ha generado. Atendiendo a principios de diálogo y recursividad el pensamiento complejo también debería articularse mejor con las ciencias de la complejidad.

El pensamiento complejo es una forma especial de interpretar la realidad que es multidimensional, multiescalar, multitemporal y profundamente entrelazado. El pensamiento complejo no alude sólo al cerebro sino a todo el cuerpo (sistema nervioso + cuerpo) y su relación con el ambiente, se puede decir también que abarca la acción como extensión de la palabra. El pensamiento complejo no es un proceso exclusivamente individual porque también es producto de la interacción con el otro. Ello no desconoce nuestro propio diálogo interno pero cuyos significados siempre son construidos en la interacción experiencia propia y entorno.

El atributo complejo del pensamiento complejo no quiere decir complicado. Simplemente quiere decir abrir la perspectiva, la mente, los sentidos y todo el cuerpo a nuevas formas de interpretar la realidad no quedándose en el mundo de lo conocido.

El pensamiento complejo es ubicuo, lo que no quiere decir que toda la realidad sea compleja. Lo podemos encontrar en el ámbito académico como estrategia de reflexión, investigación, conocimiento y propuesta. En el ámbito laboral como una actitud para buscar formas creativas e innovadoras de actuación. En el ámbito de la cotidianeidad cuando se convierte en una forma y estilo de vida de preguntar todo, reflexionarlo todo, cuestionarlo todo en busca de nuevas e infinitas posibilidades. También lo podemos encontrar en el ámbito metodológico cuando desarrollas una estrategia para interpretar la realidad compleja.

El pensamiento complejo como actitud ética-política es tremendamente transformador. Busca indeterminar la realidad e indisciplinar el conocimiento, las instituciones y los estatutos establecidos es una manera de romper los modelos hechos, los conceptos acabados, las formas institucionalizadas de poder. El cambio puede empezar a partir de la energía nuclear de una poderosa pregunta provocadora.

La articulación, el diálogo y las sinergias como fundamentos del pensamiento complejo

No hay ninguna duda que las estrategias cognitivas y operativas de división, fragmentación, y atomización han dado grandes contribuciones a la humanidad. Pero hay que reconocer honestamente que dada la complejidad del mundo actual esas estrategias son absolutamente insuficientes e incluso hasta se vuelven inefectivas. Seguir pensando y actuando que desde tu sector, desde tus funciones y competencias acotadas, desde tu disciplina, desde tus marcos epistémicos, teóricos, conceptuales, herramientas y procedimientos vas a resolver los problemas de tu campo y del mundo está desfasado. Parte de la realidad se puede abordar desde el marco de la teoría de sistemas y desde esta perspectiva todo sistema está dentro de otro sistema y por lo tanto no hay sistemas cerrados. Todo está interconectado y pensar que desde un fragmento o segmento de un sistema vas a generar respuestas pertinentes es iluso. De ello estamos llenos de ejemplos y lo más evidente es que muchos de los grandes problemas, como por ejemplo el de la corrupción, siguen vivitos y prosperando. Recuperar el sentido de sistemas, de interconexiones y dinámicas no lineales significa reconocer que se requiere romper fronteras de todo tipo y atreverse hacer las cosas más allá de los feudos de poder o de comodidad a los que nos habíamos acostumbrado. Para que surjan respuestas creativas e innovadoras es imperativo tener la vocación de indeterminar e indisciplinar la realidad. Se requiere capacidad de desafiar, retar, transgredir y alterar para recuperar el sentido del entramado y entrelazamiento del cual formamos parte. Esto vale para la gestión, para la educación, para la vida misma. De ahí el sentido profundo de la articulación y religancia como actos genuinos de metamorfosis, trasformación o revolución. La articulación es fundamental para la construcción de sociedades sustentables. De ahí la pertinencia de enfoques socioambientales que vayan más allá de enfoques sectoriales y parciales.

La naturaleza del pensamiento complejo

El pensamiento complejo no es solo un proceso cognitivo sino que moviliza todo el ser, por lo tanto requiere otros marcos epistemológicos, otras formas de concebir, pensar, sentir y manifestarse para valorar las diversidades y pluralidades. Implica la plasticidad y flexibilidad para moverse ente el orden y el desorden, entre lo tangible e intangible, entre las certezas y las incertidumbres. Todo ello para contribuir en la transformación de la realidad de manera creativa e innovadora y ser capaz de afrontar los problemas de frontera, que son aquellos que no pueden asumirse desde perspectivas disciplinarias reduccionistas, disyuntivas, mutilantes, lineales, deterministas y estáticas.

Actitudes para el pensamiento complejo

Una de las aristas del pensamiento complejo tiene que ver con la actitud. Para desarrollar pensamiento complejo se requiere las siguientes actitudes: observación y escucha activa; apertura mental; capacidad para enfrentar lo desconocido, lo no conocido, lo raro, lo extraño, lo singular, lo borroso, la incertidumbre; flexibilidad, tolerancia, respeto; capacidad para problematizar, indagar, investigar, sospechar; capacidad para preguntar, cuestionar; capacidad crítica; capacidad para provocar, indeterminar, desequilibrar, indisciplinar; capacidad para argumentar; capacidad para dialogar, discutir, debatir; capacidad para articular, religar y sinergizar; capacidad para soñar futuros posibles y deseables.

En la medida que desarrollemos pensamiento complejo seremos capaces de salir de la trampa de las ideologías acabadas que nos han vendido y que seguimos disciplinadamente y “felices” porque nos hacen pensar que eso es lo mejor. Mejor para los grupos dominantes y conservadores pero no necesariamente mejor para nosotros. En este sentido, el pensamiento complejo se convierte en una opción transformadora y liberadora.

Por un pensamiento complejo alternativo a un pensar domesticado

Es muy cómodo pensar que ya todo está pensado o simplemente ser pensado por otros como ser hablado por otros. Pensar que ya todo está pensado te da comodidad, seguridad y equilibrio psicológico. Pensar que ya no hay nada más que pensar porque ya lo hicieron los grandes pensadores te aleja de la incómoda incertidumbre, de las irregularidades, de las incomprensiones. Es más fácil pertenecer al grupo que piensa en común.

Pensar que hay mucho que (re)pensar te vuelve incómodo, perturbador, desestabilizante, desestructurador, hereje iconoclasta. Es cuanto el acto de pensar se vuelve genuina resistencia y abriga un espíritu transformador, creativo e innovador.

Somos el límite de nuestros pensamientos, si expandimos nuestra conciencia, sentimientos y emociones, entonces tendremos otras perspectivas y podremos ver nuevas posibilidades que ya están agotadas en pensamientos supuestamente acabados, por más que se vistan de jerarquía del poder y la arrogancia de la ciencia, de la política o la economía. En ese contexto pensar lo que no ha sido pensado, mirar lo que no ha sido mirado y sentir lo que no ha sido sentido expande nuestro mundo más allá de la media, de lo establecido, de lo normalizado, estandarizado o instituido. Hay hermanos y hermanas, mucho que (re)pensar.

Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=255209

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¿Quién fue Hegel, uno de los grandes pensadores de la historia universal?

Por: Navin González García

Para Hegel, la verdad del alma y la conciencia  es el espíritu.

Para quienes leen por primera vez su nombre, les diré: Nació en el siglo XVIII, específicamente el 27 de agosto de 1770. La ciudad de Stuttgart (Alemania) fue la sociedad que lo recibió en el yecto existencial. Para introducirnos a su teoría del conocimiento es necesario entender lo que llamo, la metáfora del hombre consciente: el pensador argentino, José Ingenieros, describía en su obra «El hombre mediocre» a un tipo de sujeto que se perdía en la estructura social, dejando de pensar por sí mismo, siempre guiado por las masas, es decir, sujetos que no tienen voz, sino eco. En contraste, surge un tipo de sujeto con una vida auténtica, quién acepta su realidad, se detiene a pensar el todo y, a pensarse a sí mismo, rompiendo las barreras de la mediocridad: es un idealista. Ese es Hegel. Un hombre que pensó la totalidad, sintetizando, indiscutiblemente, por lo menos, dos mil años de filosofía.

En medio de ese mundo forjó un nuevo ciclo en la estructura del pensamiento. Consciente que ser pastor no era lo suyo, trabajó para la aristocracia hasta que consiguió una cátedra de filosofía en la Universidad de Jena. En 1801 publicó su primer texto: sobre la diferencia entre los sistemas filosóficos de Fichte y Schelling. Seis (6) años más tarde saldría la obra que abrió campo a su armazón teórica: La fenomenologia del espíritu. En 1807 nació su primer hijo de nombre  Ludwig (Hegel)  Fischer,  con su amada Christiane Charlotte Johanna Burkhard con quién no vivió en familia.

En 1810 conoció al amor de su vida Marie von Tucher, quién permitiría que su hijo Ludwig conviviera con ellos (incluyendo sus hermanos). Fueron ejemplo de amor, respeto y lealtad.

Posteriormente, varios textos lograron sustentar las abstracciones de su experiencia sensible, como son: La dialéctica del amo y del esclavo, Ciencia de la lógica, Enciclopedia de las ciencias filosóficas, Elementos de la filosofía del derecho; no pretendo hacer específico cada pensamiento expresado en los textos, sino realizar un viaje por su generalidad y aportes, subjetivamente, considero, es lo más acabado en la teoría universal del conocimiento.

Para Hegel, la verdad del alma y la conciencia  es el espíritu. Partiendo de ese hecho se desprende una escalera organizacional donde encontramos al espíritu subjetivo, espíritu objetivo y espíritu absoluto.

El espíritu subjetivo es lo más puro del sujeto, aparece en el interior, en esa lógica, podemos deducir que aún no es para sí, es netamente del sujeto. Su fuerza va dirigida a la conciencia de la libertad, hasta que llega a la autoconciencia; se determina así mismo. En la doctrina del espíritu encontramos varias líneas de profundidad conceptual: la antropología, la fenomenología y el espíritu libre.

La antropología estudia el alma en su síntesis superada entre el cuerpo y la conciencia. La fenomenología se centra en la conciencia, esa unidad irremediable impulsada por la libertad, el sujeto y el mundo. El espíritu libre es la voluntad impoluta que se elige así misma. La diferencia de esta libertad a la impuesta por la condena de la misma, es que pertenece al individuo, encerrada en él.

El espíritu libre, para que deje de ser interior, debe pasar de lo abstracto a lo fáctico, es decir, a nuestra realidad exterior, el mundo de las cosas que vemos. Si querremos transformar esta voluntad libre para ser verdaderamente libre, debe configurarse en el exterior. Así se comienza a trazar el espíritu objetivo. En la materialidad, al también incorporar ese exterior como propiedad, se afirma así misma y se apropia de las cosas. Por ejemplo, imaginemos una calle, es una simple calle, nada más, pero si a esa calle le agregamos personas, animales, propiedades públicas o privadas,  el espíritu, se convierte a un entramado general. Los pueblos han contribuido a escribir la historia y dar forma al espíritu universal. Al fin y al cabo, la verdad es la totalidad del sistema.

El espíritu absoluto está en los hombres. Lo finito se representa en lo infinito y no lo contrario, sin oponerse. Lo primero depende del otro y se expresa en él. Lo absoluto es el pensamiento que se piensa a sí mismo, lo supremo. No es captable por el entendimiento.

El ser, es lo que es, pero este ser tiene vacíos, este vacío es la nada/no ser. El ser (tesis) con su negación, la nada (antítesis), concluye en el Devenir (síntesis), pero ese devenir es un Ser que nace con una negación (la nada/no ser) y así sucesivamente. El hombre para sí no separado de la estructura.

Díos es la representación imaginativa del absoluto, por eso Díos no es la suma de las perfecciones, sino la síntesis de las contradicciones mejor lograda. Díos se está haciendo.

Para comprender un poco más el pensamiento de Hegel, debemos detenernos en su análisis y descubrimiento esencial: la dialéctica. Un punto clave es observar que el pensamiento no es lineal, tal un trazo que se extiende a lo infinito, como si cada día supiéramos más y más, sino que, por el contrario, el pensamiento es una serie de negaciones, que se contradice, se desmiente, pues, lo que permite avanzar al pensamiento es su superación dialéctica. Esto quiere decir que toda afirmación requiere una negación. En el plano hegeliano: de toda tesis surge una antítesis logrando una síntesis. Esta figura opera en todo el tramo de la Ciencia de la lógica. El mundo es simple contradicción.

Al momento de tratar de explicar con claridad   el sistema dialéctico, regularmente expreso la siguiente situación: El siglo XXI nació con la idea de un universo compuesto por diferentes planetas, entre ellos, el nuestro, la tierra. También que el centro de nuestro sistema es el Sol. Es válido establecer este pensamiento como antítesis a los postulados de la Iglesia católica a eso del siglo XIV, donde se exponía la tesis que el planeta tierra era el centro del universo, la superación de estas contradicciones la vemos en la Ciencia moderna. En ese juego: Tesis – antítesis = síntesis, logra explicar la naturaleza del sistema. Un engranaje perfectamente diseñado.

En la naturaleza de la dialéctica la síntesis es hija de una serie de contradicciones, pero esto no quiere decir que una sea falsa y otra verdadera, ambas pueden ser verdaderas, lo que sucede es que la realidad es dinámica, cambia, para muestra de ello daré un ejemplo, el cuál aprendí del maestro Fernando Savater en su programa radial, es el siguiente: «imagina que es de día (4:00 pm) agarra un papel y escribe, «hoy es de día, hace sol», lógicamente es cierto, aún es de día, pero deja pasar cinco horas, esa verdad se volvió falsa, es de noche y no hace sol». Lo anterior demuestra que una verdad cambia. Así, con ese armazón avanza la historia humana, es notable ver en ella como los pueblos exponen su verdad, tratan de imponer su tesis, también como surge la antítesis de su verdad, se desvirtúa. De esa forma cada civilización humana aportó y aporta al espíritu.

Todas las categorías se relacionan, es una máquina diseñanda para no detenerse.  Este engranaje de pensamiento transmite una identidad propia al proporcionar que el espíritu absoluto tiene su representación ideal en el arte, la religión y la filosofía, expresados respectivamente en lo bello, Díos y la idea. Materialmente surge en el Estado, de ahí que el derecho formal esté encargado del cumplimiento de normas, la ética como el campo de la justicia y la moralidad situada en lo individual. Sólo el Estado puede garantizarlo. Para pensar correctamente debemos pensar el todo, como unidad y no de otra forma, creando un pensamiento correcto.

En el mundo del saber existe un antes y un después gracias a esta teoría del conocimiento. Su muerte repentina en 1831 cerró una mente brillante que influyó en la política hasta el punto que dos polos surgieron: izquierda hegeliana y derecha hegeliana. La izquierda sería el sendero de Marx y en la derecha quienes defendía a la par su filosofía del Estado. Este escrito es un intento de resumir una dimensión teórica compleja, un cascote inmenso que se expresa en diferentes aristas como la filosofía del arte, filosofía de la historia, filosofía del derecho, estética y demás. Su naturaleza la hace un instrumento necesario para los pueblos. Siempre es tiempo de leer a Hegel.

Fuente: https://www.elespectador.com/noticias/cultura/quien-fue-hegel-uno-de-los-grandes-pensadores-de-la-historia-universal-articulo-851962

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“Elaboración del duelo migratorio: Análisis desde la oratoria de los que atraviesan fronteras”

Por: Rose Mary Hernández Román

En un mundo desigual en el que las enormes diferencias de renta entre países son bien conocidas, el fenómeno de la migración no es una casualidad, ni un accidente, una anomalía o una curiosidad. Es sencillamente una respuesta racional a las grandes diferencias en el nivel de vida.  (Milanovic, 2012, 144).

Con todo mi amor a mis hermanos que han alzado su vuelo.

Las migraciones humanas son un acontecimiento antiguo, prueba de ello lo muestra la Historiografía de los estudios migratorios. Las primeras diásporas se reseñan en la prehistórica durante el Paleolítico. Así mismo, los éxodos relatados en la sagrada escritura y los estudios de movilidad social muestran este fenómeno, el cual busca en todo momento que, quienes parten de su lugar de procedencia a otro puedan dejar en el punto de partida las categorías que constituyen la ida: desigualdad, desabastecimiento, catástrofes naturales, persecuciones, guerras, terrorismo, tratos que imposibilita un buen vivir.

Según la teoría de los sistemas mundiales, «la migración es una consecuencia natural de los trastornos y dislocaciones que inevitablemente acontecen en el proceso de desarrollo del capitalismo» (1). Se habla de diferentes tipos de migraciones, sin embargo, y, aunque en algunos casos sean decisiones libres o involuntarias, las mismas están impulsadas por  las situaciones económicas, políticas, culturales, educativas, sociales o crisis que se viven en el lugar de origen.

Dado que cada vez son más frecuentes , poco a poco se han convertido en uno de los factores principales de la transformación en las más diversas regiones del mundo. Su adecuada comprensión debe realizarse de manera integral con el conocimiento y los métodos de análisis de diversas ciencias humanas, sociales y, en especial, en el marco de los derechos humanos.

Los observatorios internacionales que se han creado para hacer seguimiento al flujo de personas que se direccionan de un país a otro, con estadía temporal o indefinida han reportado este hecho como una de las problemáticas con mayor impacto en el mundo que altera las dinámicas sociales, políticas, económicas e incluso de convivencia en los lugares a los que llegan los desplazados, escenario que tensiona el consenso por los derechos migrantes y la securitización o mercado migratorio, razón por la cual las naciones se encuentran en debate permanente.

Sin embargo, en un intento reflexivo, la gran ciudad, por  las bondades que su interior ofrece y le definen,  se convierten en atractivo para que las estirpes intenten vivir unos junto a otros en relación simbiótica y se inicie el desempeño en pro de una economía común, en este sentido las relaciones que pueden ser meramente de economía y de cooperación se vuelven sociales y culturales, pudiéndose estudiar los procesos de civilización y de progreso.

Los nativos que parten con una educación completa, casi siempre se  juegan su estadía ocupando puestos  que  en ciertos casos no se corresponde con su formación académica, provocando una amplia demanda de mano de obra inmigrante. Hay quienes al estar cualificados o titulados logran dominar trabajos lucrativos, así como la concentración de riquezas, que contribuye a alimentar la idea de partir para poseer los servicios  y bienes que se necesitan. Por su parte, quienes no presentan estudio o escolaridad completa, se sortean entre trabajos cotidianos, intentar negocios, o cualquier otra forma se sustentabilidad, que puede resultar perjudicail o no para quien le acoge dadas las características de lo que desee emprender.

Mientras, en el plano de quien les recibe, la falta de información sobre este  movimiento, así como a la falsa creencia de que la migración en un país es algo negativo se traduce en mitos que no siempre resulta fácil de desmontar. La xenofobia  contra los no nacionales constituye una de las principales fuentes del racismo contemporáneo. Hoy día, uno de los principales obstáculos a la integración y la igualdad de acceso de los migrantes a los derechos humanos en las sociedades de acogida es que persisten los sentimientos contra  ellos. Este comportamiento hostil ha hecho un calvario para quienes se alejan de sus contextos de orígenes, incluso, el maltrato, desanteción, abuso, explotación, entre otros, son algunos de los inconvenientes que experimentan aun llegando a tierras cercanas y vecinas.

Pese a que la movilidad humana representa un proceso de cambios intensos que deja al descubierto una serie de rupturas afectivas, socio-culturales, antropológicas, políticas y económicas que pueden constituirse y  transformarse en un reto donde se visualiza un nuevo horizonte en el país que atraiga a quienes han migrado, no siempre este desafío se hace realidad en la región receptora.

Existe una tendencia mundial de carácter restrictivo en los países de destino de los desplazados, determinada por gobiernos que buscan evitar flujos de personas no deseadas hacia sus territorios, prácticas a menudo reforzadas por las leyes, las regulaciones y las políticas orientadas  a prácticas discriminatorias. Este  hecho invita a los representantes de los pueblos a  diseñar políticas en pro de la búsqueda de solución a las ideas negativas que existen en las comunidades de acogida acerca de los foráneos expatriados que a ellos llegan y a educar sus ciudadanías con valores de hermandad que se caracteriza normalmente por sentimientos tales como: cariño, empatía, compasión, acompañamiento, aceptación, respeto y tolerancia.

(1) https://www.ugr.es/~redce/REDCE10/articulos/14DouglasDMassey.htm

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Un enfoque colaborativo para enseñar y evaluar las habilidades del siglo XXI en África

Por Helyn Kim, Esther Care  y Davide Ruscelli

Millones de estudiantes de todo el mundo abandonan la escuela sin aprender las habilidades más básicas, a menudo denominadas » crisis de aprendizaje global «. Pero, lo que es más importante, los sistemas educativos no están preparando a estos estudiantes para los trabajos del futuro . En el mundo globalmente interconectado de hoy, un mundo en constante cambio, las habilidades del siglo XXI, como el pensamiento crítico, la resolución de problemas y la colaboración, son más importantes que nunca para los estudiantes. El conocimiento del contenido ya no es suficiente; los estudiantes deben poder pensar de manera creativa y crítica, trabajar en colaboración, analizar información y resolver problemas complejos.

Está claro que los estudiantes necesitan una amplia gama de habilidades, pero cómo desarrollarlas para que los niños y jóvenes puedan prosperar en la escuela, el trabajo y la vida no es tan claro. Del 2 al 5 de abril de 2019, cuatro países de África: Gambia, República Democrática del Congo (RDC), Zambia y Kenia, junto con la Brookings Institution y la Red de Educadores para la Enseñanza y el Aprendizaje para la Transformación(TALENT), con sede en UNESCO Dakar se reunió para la primera reunión regional importante de la Evaluación de optimización de Brookings para todos(OAA) iniciativa de creación de capacidad de colaboración en Banjul, Gambia para enfrentar este desafío. Jerreh Sanyang, el subsecretario permanente del Ministerio de Educación Básica y Secundaria (MoBSE), abrió el taller y lo destacó como una oportunidad para «salvar cualquier brecha entre la política, la intención, el currículo y la práctica real en el aula en relación con las habilidades del siglo XXI» desarrollo ”. Estas palabras nos recuerdan el enfoque filosófico de OAA: asegurar la alineación entre el currículo, la pedagogía (y la dimensión relacionada de la capacitación docente) y las evaluaciones de aprendizaje.

EL TALLER

Durante el taller de cuatro días, organizado por la Dirección de Ciencia y Tecnología y Capacitación en el Servicio de Gambia, en colaboración con la Unidad de Evaluación de MoBSE, los miembros del equipo técnico obtuvieron una comprensión más profunda de las habilidades del siglo XXI que forman parte de sus objetivos educativos. . ¿Qué queremos decir cuando decimos habilidades del siglo XXI? ¿Cómo podemos tomar nuestras evaluaciones existentes y modificarlas para captar las formas en que los estudiantes demuestran las habilidades? ¿Cómo podemos ayudar a los maestros a enseñar y evaluar estas habilidades en el aula? Estas son solo algunas de las preguntas que se discutieron durante el transcurso de la semana, ya que los miembros del equipo técnico se centraron en deconstruir las habilidades de resolución de problemas y colaboración, estableciendo las bases para la «revisión» o adaptando las tareas de evaluación existentes a apuntar explícitamente estas habilidades

Transformar las tareas de evaluación existentes en nuevas para capturar las dimensiones de la colaboración y la resolución de problemas es un proceso complicado en el que los representantes de los países se comprometieron con entusiasmo. En solo unos días, los equipos técnicos, que incluían a los formuladores de políticas nacionales, así como a los maestros de aula, exploraron varias opciones para captar la colaboración y la resolución de problemas. Unir la experiencia de los docentes con los puntos de vista del sistema de los directores a nivel nacional no solo contribuyó al desarrollo de elementos ejemplares, sino que también fomentó un vínculo más sólido entre la política y la práctica en el aula.

  • Colegas en Gambia, Kenia, República Democrática del Congo y Zambia
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Colegas en Gambia, Kenia, República Democrática del Congo y Zambia

Expandir

Como parte de las actividades de la semana, los participantes también visitaron dos escuelas, St. Peter’s Lower Basic School y Abuko Lower Basic School. Estas escuelas y sus maestros demostraron su conciencia del «siglo XXI» de la necesidad de apertura, cuestionamiento y exploración dando la bienvenida a los equipos técnicos en sus aulas. Para los equipos, comprender el contexto del aula es un paso esencial en el desarrollo de herramientas para el aula.

Alumnos de 3er grado en la Escuela Básica Básica de San Pedro
Alumnos de 3er grado en la Escuela Básica Básica de San Pedro
Profesor y alumnos de Abuko Lower Basic School.
Profesor y alumnos de Abuko Lower Basic School.

OBJETIVOS DE LA INICIATIVA.

Para ser claros, la iniciativa OAA África no se limita simplemente al desarrollo de habilidades específicas en los estudiantes. La iniciativa tiene el objetivo más amplio de demostrar cómo el desarrollo de la competencia en habilidades como la resolución de problemas y la colaboración mejora los resultados clave del aprendizaje escolar en todas las materias de aprendizaje tradicionales. Enseñar y aprender habilidades del siglo XXI no significa ignorar esas competencias y áreas de conocimiento que nos han servido bien en el pasado, la clave es aumentar la calidad de la educación.

Este primer taller demostró claramente los beneficios de la interacción entre países para ayudar a identificar las brechas conceptuales en la definición de habilidades y competencias, y las consecuencias de integrar las habilidades en la enseñanza y el aprendizaje en el aula.

Para facilitar esta colaboración e intercambio de ideas y conocimientos entre países, TALENT y Brookings están en el proceso de establecer una plataforma en línea donde los países pueden acceder a las herramientas cargadas por todos los demás participantes y socios de la iniciativa. La plataforma ofrecerá un espacio protegido y de fácil acceso para que los miembros del equipo técnico puedan refinar los documentos de trabajo y documentar continuamente los esfuerzos en curso a nivel nacional. A través del aprendizaje y el intercambio mutuos, la esperanza es que las propuestas de los compañeros nutran las mejores prácticas y enfoques y se adapten a sus contextos locales.

Como siguiente paso, los miembros del equipo técnico de los cuatro países ahora están trabajando para finalizar un conjunto de elementos de evaluación que capturan la colaboración y la resolución de problemas. Luego trabajarán con los maestros en sus escuelas para llevar a cabo «pensar en voz alta», un método para estudiar las habilidades y habilidades que los estudiantes utilizan cuando realizan tareas de evaluación, con un pequeño número de estudiantes. A medida que los alumnos realizan las tareas, informan oralmente sus propios procesos mentales y sociales, como por ejemplo, lo que están pensando o cómo están participando. Estos procesos proporcionarán información a los equipos técnicos a medida que trabajan para desarrollar evaluaciones que sean utilizables y «desarrollables» por los maestros. Como dijo uno de los participantes del país anfitrión: “Si solo te interesa el producto final, te estás perdiendo la oportunidad de enseñar las habilidades.

El primer taller fue presentado en QTV News en Gambia. El clipdemuestra claramente el apoyo y la participación del sector de la educación formal de Gambia, un elemento esencial en el cambio del sistema.

QTV News clips

NOTA: Las designaciones empleadas y la presentación de material a lo largo de este artículo no implican la expresión de ninguna opinión por parte de la UNESCO o la Brookings Institution con respecto a la situación legal de cualquier país, territorio, ciudad o área, o de sus autoridades, o en relación con la delimitación de sus fronteras o límites. 

Las ideas y opiniones expresadas en este artículo son las de los autores; no son necesariamente las de la UNESCO o la Brookings Institution y no comprometen a las dos organizaciones.

TALENT está diseñado para servir como una plataforma temática para respaldar la implementación del Marco de Acción para el Objetivo 4 de Desarrollo Sostenible sobre Educación para 2030. Desde junio de 2016, ha sido uno de los equipos de trabajo del Grupo de Coordinación Regional sobre ODS4-Educación 2030. en África occidental y central. La Secretaría de TALENT tiene su sede en UNESCO Dakar, y en octubre de 2017 se estableció un nuevo grupo directivo por un período de dos años.

Fuente: https://www.brookings.edu/blog/education-plus-development/2019/04/25/a-collaborative-approach-to-teaching-and-assessing-21st-century-skills-in-africa/

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Si no puedo bailar, esta no es mi educación

Maria Acaso

Durante la vida de la anarquista feminista Emma Goldman, nadie le puso fácil las cosas. Encarcelada una y otra vez por defender las ideas en las que creía, Goldman no solo hizo la revolución desde la práctica política, sino también desde una práctica política afirmativa que dejaba la tristeza para otras ocasiones, el pesimismo para otros proyectos y el desánimo para otros cuerpos, porque su cuerpo y el mío lo que desean es bailar.

De la misma manera que Goldman entiende la política como la sucesión gozosa de actos de insurrección, es mi deseo redactar este primer post del curso que ya ha empezado desde la defensa de una práctica afirmativa y al mismo tiempo crítica de la educación, una educación que se autocontempla como enunciadora de contradiscursos desde el placer y la alegría; una forma de hacer doblemente la revolución, no solo por enunciar el deseo de transformación sino por hacerlo desde una alternativa gozosa, «alejando las pasiones tristes y reemplazando cada afecto negativo por uno positivo» (Rosi Braidotti, Por una política afirmativa, p. 28).

Hago mío el sentimiento de muchas feministas que se encuentran «enfadadas pero alegres» para trasladarlo al terreno de la educación y proponer lo que podría llamarse una educación artística afirmativa, basada en esta idea de que para ejercer los cambios es necesario hacerlo desde el optimismo real, con un poco de entusiasmo (de ese del que nos invita a sospechar Remedios Zafra en su último libro, El entusiasmo: precariedad y trabajo creativo en la era digital) y con nuestros cuerpos en movimiento, saltando de arriba abajo y llenándonos de sudor.

Bailar, tanto para Goldman como para mí, es un verbo que condensa la metáfora de aquello que está prohibido pero es necesario. Bailar está igual de mal considerado en la política clásica que en la educación tradicional; fluir a través de los sonidos no se relaciona con la generación de conocimiento, no se entiende como algo serio, por lo que, en la mayoría de los casos, se acaba asociando a una pérdida de control. Una educación artística afirmativa es aquella que reconoce como suya la capacidad de generar conocimiento desde el descontrol, desde la divergencia y desde el rizoma; una educación que se abandona a las ficciones, la retórica y el extrañamiento como base de sus prácticas y que obvia los procesos lógico- positivistas que nos han metido en la cabeza la idea de que el conocimiento se construye desde el silencio y la quietud.

Bailar, como metáfora, recupera otra de las cuestiones clave que hemos de recuperar para disfrutar de las subjetividades sexuadas de nuestros cuerpos: el placer. El conocimiento no llega si el deseo no lo convoca, y es precisamente el deseo de conocer lo que están matando las instituciones que, paradójicamente, se han construido para generar conocimiento, desde las escuelas hasta la universidad, pasando por los museos. Una educación artística afirmativa es aquella que reconoce como suya la capacidad de generar conocimiento desde el placer, en este caso desde el placer de los cuerpos que se abren y se cierran, que giran y se tocan y que definitivamente reflexionan, investigan, se preguntan y critican desde los poros, la musculatura y el peso; es decir, de los cuerpos que reivindican, como afirma Aimar Pérez Galí, sudar el discurso, sudar lo que piensas y sudar lo que dices.

Como escribe Braidotti, «El cuerpo hoy ya no es entero, se sitúa a caballo de una multiplicidad de estratos, de prácticas y de discursividades materiales. Estar encarnados significa ser sujetos situados, capaces de poner en escena una serie de (inter)acciones discontinuas en el espacio y en el tiempo» (p. 35). Estos cuerpos mutantes que somos nosotres y nuestres alumnes conformamos una coreografía de afectos, de tensiones, de relaciones que fluyen y se desbordan en los interiores de las aulas. Bailar no solo nos permite recuperar el descontrol y el placer, sino también la idea de comunidad afectiva, la necesidad de entender el proceso de aprendizaje desde lo común, desde lo carnal y desde la ironía, todos ellos caminos para hacer el conocimiento posible.

Cuando hablamos de bailar, hablamos de bailar juntas, de mantener la escucha sobre el cuerpo de los otros y de subvertir, desde los cuidados, los mandatos de la individualidad patriarcal, la idea de genio, el virtuosismo sagrado, la competitividad y el esfuerzo como reglas supremas del juego. Bailar juntas nos impulsa a desterrar las nociones universalistas y definitivamente coloniales de la modernidad para posibilitarnos crear otras formas de estar basadas en la escucha frente al enunciado, la diversidad frente a la blanquitud, el reconocimiento frente al ego y la alegría generativa frente a la crítica antiutópica. Recordemos la idea central de que el esfuerzo solo lleva al fracaso, porque solo desde una lógica afirmativa del placer seremos capaces de desestabilizar las nociones canónicas que nos abrasan.

Frente al inmovilismo, el movimiento; frente al aburrimiento, la excitación; frente al simulacro, la experimentación radical que nos conduce a la transformación social de nuestros cuerpos entendidos como un cuerpo social expandido. Y es que bailar va mucho más allá de la representación: bailar nos transforma. Más allá del festival, de la pieza, mucho más allá del mercado de las artes escénicas, bailar consiste en crear nuevos conceptos y en generar una cadena de acciones que invierten la asimetría social. Cuando bailamos en clase, cuando nos atrevemos a levantarnos de las sillas y saltar, estamos colocándonos en otro lugar, un lugar de goce que es transformador de lo social.

Aprendamos a llevar a cabo nuestros deseos desde el placer y el gozo, desde los cuerpos que bailan y se llenan de sudor. Empecemos el curso descontrolando, gozando, afectando y transformando nuestras vidas y las de las que bailan con nosotras. Bailemos juntas, bailemos despacio, bailemos sudadas, pero bailemos cuanto antes.

* las fotos del presente post son de Sara Navarro, Paco Gómez, y Juan Patiño. Fueron tomadas en la pasada edición de AprenDanza y en la sesión Lalaclass del Master en Innovación Educativa de la Universidad Carlos III de Madrid del pasado curso

Fuente: https://mariaacaso.es/general/no-puedo-bailar-esta-no-educacion/

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