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¿Empleos en peligro de extinción? «No veo peligrar mi puesto por las máquinas»

16 de agosto de 2017 / Fuente: http://www.eldiario.es

Por: Marta Sofía Ruíz

Gasolineras, cadenas de comida rápida y grandes superficies ya cuentan con máquinas que realizan las mismas labores que sus empleados o incluso han permitido prescindir de algunos. Sin embargo, los trabajadores que conviven con esta tecnología nos cuentan que la ven como una ventaja y que todavía falta tiempo, si es que sucede, para que las máquinas consigan hacerse con sus puestos.

Los informes avisan: los robots van a quedarse con una buena parte de los trabajos que desempeñamos actualmente los humanos. Y aunque los números bailan en función del estudio (mientras algunas fuentes dicen que un 12 % de los empleos están en riesgo otros elevan la cifra hasta el 43 %) y los expertos recomiendan calmaya hay algunos robots sustitutos que se encuentran entre nosotros. No tienen un aspecto humanoide ni dan los buenos días, pero en gasolineras, cadenas de comida rápida, supermercados e incluso en la Administración, distintas máquinas y ordenadores trabajan codo a codo con los empleados, desempeñando en muchas ocasiones sus mismas funciones.

En la mayoría de los casos, el tipo de labores que realizan son tareas repetitivas para las que no hace falta formación superior: cobrar el importe de una compra o de la gasolina, anotar un pedido o incluso gestionar ciertas solicitudes en los organismos públicos. Y aunque en un principio esto debería ser motivo de preocupación para las personas que trabajan junto a ellos, muchas creen que su sustitución no está tan cerca como podría parecer.

Nuria, una joven de 24 años, trabajó en el Ikea de Zaragoza como cajera, tanto en las cajas tradicionales como en las de autoservicio. Cuando estaba asignada a estas últimas, su labor consistía en explicar su manejo, ayudar al cliente durante el proceso de pago, solucionar posibles dificultades y verificar que el proceso de cobro se estuviera efectuando de forma correcta. Y aunque la presencia de estas máquinas podría parecer una amenaza para su trabajo, la joven nunca pensó que el empleo de las cajeras pasaría a mejor vida.

“En ningún momento vi peligrar mi puesto de trabajo, ya que los clientes normalmente preferían las cajas habituales a las cajas autoservicio”, explica a HojaDeRouter.com. “Algunas personas no se detenían a leer lo que se les indicaba y constantemente preguntaban a la cajera el proceso de pago de su compra”, recuerda.

Ana (nombre ficticio), una chica de 23 años que trabajó durante un tiempo enDecathlon, tampoco cree que este tipo de máquinas vaya a destruir puestos de trabajo. Al menos, no por ahora. “No creo que vayan a sustituir completamente a los humanos, ya que en la mayoría de las tiendas tienen bastante en cuenta el trato con el cliente. Por ejemplo, en Decathlon teníamos que decir ‘buenos días’ con una sonrisa cada vez que uno entraba”, rememora.

Sin embargo, sí considera que el objetivo es reducir, con el tiempo, el número de personas que trabajan en la caja. “Quizá los empleados no lleguen a desaparecer del todo en tiendas pequeñas, pero en grandes superficies pienso que habrá cada vez menos gracias a este método”, se lamenta.

A pesar de las colas, hay clientes que se resisten a hacer el pedido digitalmente
A pesar de las colas, hay clientes que se resisten a hacer el pedido digitalmente

UNA EXPERIENCIA REPETIDA

Marta tiene 23 años, es de Barcelona y ha trabajado en distintas cadenas de comida rápida, entre ellas McDonald’s, donde hay máquinas en las que el cliente puede realizar el pedido y pagarlo sin necesidad de interactuar con un empleado. Al igual que las demás entrevistadas, nunca vio peligrar su puesto de trabajo a pesar de compartir local y funciones con las máquinas. “Nunca he pensado en mi experiencia en el McDonald’s que las máquinas fueran a acabar con los empleados”, responde. “ A lo mejor en un futuro muy futuro sí que podrían disminuir, pero ahora mismo nos iba muy bien que la gente fuera a las máquinas”.

En su opinión, la presencia de los aparatos suponía una ayuda para el desempeño de sus propias labores. “Al principio había cinco máquinas y luego pusieron cinco más para hacer los pedidos. Nosotros, en cambio, éramos las mismas personas, pero trabajabas mejor porque ibas más rápido”, añade.

Por suerte para los empleados, todas las jóvenes coinciden en que, aunque hay una parte de los compradores que se lanza a utilizarlas, otro gran porcentaje las encuentra complicadas o, simplemente, prefiere que su cajera siguiera siendo humana. “Generalmente las cajas automáticas no gustaban mucho porque eran difíciles de utilizar: [en Decathlon] las alarmas solo podía quitarlas un empleado y además solo podía pagarse con tarjeta, y muchos de los clientes pasaban toda su compra y se daban cuenta en el último momento, así que al final entorpecían bastante el trabajo”, recuerda Ana.

“Podría decirte que casi hay tantas opiniones como clientes”, apunta por su parte Nuria. “A algunos les parecía muy cómodo y rápido, mientras que otros comentaban que era un proceso lento”. Además, según la exempleada de Ikea, hay ciertas personas que defienden el puesto de trabajo de las cajeras y rechazan pasar por las autoservicio afirmando que, si lo hacen, están mandando el mensaje de que no es necesario tener tantas cajeras como cajas para cobrar a los clientes.

Según Marta, esto también sucede en Mcdonald’s, donde en ocasiones la gente se resiste a pasar por las máquinas de pedidos automáticos: “Hay gente que cuando yo les decía que fueran por la máquina, si había mucha cola, me decían que no iban a ir porque le estaban quitando trabajo a la gente”, apunta.

Mercedes es una de estas clientas reticentes a emplear las máquinas. Auxiliar de enfermería de 50 años, cuando acude a un establecimiento de restauración en el que el pedido se puede realizar de forma digital o a una gran superficie con cajas de cobro automáticas, siempre evita utilizar esta tecnología. “Yo no uso las máquinas automáticas nunca”, asegura. “No me gusta usarlas porque para mí es muy importante que, si tengo algún problema, una persona me pueda ayudar y siento que las máquinas no lo pueden hacer. Siempre prefiero que me atienda una persona”, añade.

Algunas gasolineras ya no cuentan con empleados para echar gasolina o cobrar su precio.
Algunas gasolineras ya no cuentan con empleados para echar gasolina o cobrar su precio.

Le pasa lo mismo con las gasolineras: siempre busca aquellas en las que el combustible lo eche una persona. “Aunque a veces voy a alguna en la que lo pongo yo, el pago siempre lo realizo con una persona y la inmensa mayoría de las vecesintento ir a gasolineras en las que haya un empleado encargado de surtir la gasolina”, explica. “Hablas con él, tienes trato…”, añade.

Clara, una estudiante de psicología de 25 años que lleva conduciendo desde los 18 y que vive a caballo entre Valencia y Zaragoza, también hace todo lo posible por evitar las gasolineras en las que el pago lo realizas tú mismo. Aunque, en su caso, reconoce que alguna vez termina recurriendo a ellas: “Yo en Zaragoza voy a una gasolinera donde me la ponen y cobra gente, pero en Valencia voy a las automáticas en las que pasas la tarjeta o metes billete y te las echas tú”, apunta. Clara explica que cuando acude a aquellas en las que no hay empleado, sí quepiensa que está contribuyendo a que desaparezcan empleos. Pero en ocasiones, por la hora o la localización, no tiene otro remedio.

También hay quien opta por pasar por aquellas en las que no hay personal. Por ejemplo, Patricia, una ingeniera de 31 años residente en Pamplona, prefiere las gasolineras en las que no le atienden personas. “En lo que a la gasolina se refiere creo que es más cómodo las que te pones y te cobras tú. Si hay para elegir, siempre paso por esas”, explica. “ ¿Que le quitan el trabajo a la gente? Sí, pero es que no hace falta una persona allí para hacer ese trabajo. Es como lo de los peajes, tener una persona allí para que te cobre es una tontería. Mucho más rápido pagar con la tarjeta y listo”, defiende.

EL CASO DE LA ADMINISTRACIÓN

En la Administración también hay puestos que podrían terminar desapareciendo y pasar a ser desempeñados por alguna máquina o sistema informático. Al menos, eso es lo que cree Helios, un joven que trabajó de auxiliar administrativo en un pequeño pueblo valenciano de unos 1900 habitantes. Allí, su larga lista de tareas incluía hacer balances, introducir datos en programas de cuentas, sacar documentos de pagos, archivar y organizar facturas, digitalizar documentos de entrada y salida, cuñar documentos, expedir certificados de empadronamientos y atender al público. A pesar de toda su actividad, en su opinión, la mayor parte de su trabajo podría ser realizado por una máquina.

Algunos empleados creen que sus puestos serían prescindibles con una mejor tecnología
Algunos empleados creen que sus puestos serían prescindibles con una mejor tecnología

 La mayor parte del trabajo estaba automatizado por programas de ordenador. Lo único que tenía que hacer era meter los datos en el programa y él mismo hacía las cuentas y demás”, explica. “Prácticamente todo podría hacerse con una máquina si hubiera sistemas bien preparados en todos los organismos”, añade. “Esuna pena pensar que puedan desaparecer puestos de trabajo, pero, al fin y al cabo, es a lo que llevan los avances tecnológicos”, opina.

Sin embargo, y a pesar de que sistemas informáticos y máquinas desempeñen cada vez más funciones antes realizadas por humanos, una parte de los trabajadores que convive con estos sistemas ve como algo lejano su posible sustitución y los considera una ayuda y no una forma soterrada de quitarles el empleo. De la misma forma, y aunque algunos ya se hayan rendido a la tecnología, todavía hay una parte de la sociedad que busca el trato humano en el sector servicios, otorgando más valor al trato humano y la posibilidad de recibir ayuda de otra persona que a la robótica eficacia y rapidez de las máquinas.

Fuente artículo: http://www.eldiario.es/hojaderouter/tecnologia/robots-empleo-trabajo-maquinas-automatizacion-paro-despidos_0_666333725.html

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¿Cómo vamos en calidad educativa?

16 de agosto de 2017 / Fuente: http://www.educacionfutura.org

Por: Blanca Heredia

Desde principio de siglo, el tema en educación en México ha sido la calidad educativa. En torno a ésta y en el afán de mejorarla se han promulgado y modificado muchas leyes y reglamentos, se han creado numerosos programas, y se han pronunciado un sinnúmero de discursos.

¿Ha tenido todo esto algún efecto sobre la calidad de los aprendizajes en el país?

Durante el sexenio de Fox se hicieron públicos, por primera vez, los resultados de México en una prueba internacional de logro (PISA 2000) y se fundó el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (2002) con el objetivo de contribuir, vía la evaluación educativa, a elevar la calidad de la educación nacional.

También inició el Programa Escuelas de Calidad; se montó un gran acuerdo nacional –Compromiso Social por la Calidad de la Educación– integrado por empresarios, magisterio organizado, iglesias y ONG; y se echaron a andar los trabajos para la Reforma Integral de la Educación Básica, así como para la primera prueba nacional de logro educativo (ENLACE).

Durante el gobierno de Calderón, el énfasis sobre la importancia de elevar la calidad educativa se mantuvo. Destacan al respecto: la puesta en marcha, anualmente, de la prueba ENLACE –misma que se aplicó en todas las escuelas del país–, primero en educación básica y, más tarde, en media superior; la Reforma Integral de la Educación Media Superior; y, muy particularmente, la negociación y ejecución de una reforma denominada Alianza por la Calidad Educativa.

Esta última reforma, acordada entre el gobierno federal y el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), incluyó como componente clave la introducción (inédita en la historia del país), de concursos de ingreso para la ocupación de puestos docentes en el sistema de educación pública.

Si bien los concursos sólo se aplicaron para plazas docentes nuevas y vacantes definitivas, el uso de pruebas basadas en conocimientos y habilidades para acceder a un puesto docente (en sustitución de las prácticas clientelares tradicionales, administradas conjuntamente por los liderazgos del SNTE y las autoridades educativas federales y estatales), supuso un cambio de fondo en la estructura del sistema educativo y abrió el camino para una reforma más amplia en el mismo sentido impulsada, desde el inicio del sexenio, durante la administración de Enrique Peña Nieto.

La centralidad concedida por el gobierno federal a la necesidad imperiosa de elevar la calidad educativa, ha alcanzado su punto culminante durante la presente administración. Más allá del discurso, de 2013 a la fecha se han introducido reformas legales y transformaciones en política educativa (sobre todo en la parte “política” e institucional de la materia) de gran envergadura. Todo ello ha tenido como objetivo declarado y fundamental: mejorar los aprendizajes de los alumnos mexicanos y lograr que se adecúen a las realidades y desafíos del siglo XXI.
Las transformaciones en la conducción y regulación del sistema educativo nacional, impulsadas por la administración de Peña Nieto, son muy numerosas.

Desde el punto de vista del objetivo declarado de elevar la calidad educativa, cuatro resultan especialmente importantes.

En primerísimo término, la transición hacia un sistema de acceso, ascenso y permanencia en (todos) los puestos docentes y directivos basada, ya no en las prácticas clientelares tradicionales, sino en evaluaciones estandarizadas orientadas a determinar qué tanto un candidato y/o un docente en funciones cuenta con los conocimientos y las habilidades para ser maestro/a, para ser ascendido y/o para permanecer en el cargo.

En segundo lugar, reformas para ordenar el manejo presupuestal de las plazas docentes federales (las más numerosas). Tercero, programas para atender las (acuciantes) necesidades de infraestructura en las escuelas con mayores carencias. Cuarto, una propuesta detallada de nuevos currículos y prácticas pedagógicas centradas en la adquisición de saberes y habilidades fundamentales, y en el desarrollo de la capacidad de “aprender a aprender” en los estudiantes.

Muy bien que la calidad educativa se haya vuelto tan central. Pero, subsisten varios problemas serios. Entre otros, el asunto de a quién y a cuántos les importa el asunto lo suficiente para exigirle al gobierno continuidad y resultados.

También el desafío gigantesco de las carencias administrativas y de personal para hacer realidad leyes y programas en el aula; la inadecuada preparación de muchísimos maestros en servicio para encarar la tarea; y la insuficiente y muy inequitativa distribución de recursos materiales y humanos para que las escuelas mexicanas puedan impulsar mejores aprendizajes.

Un reto (mayúsculo) adicional es que los datos disponibles indican que no ha habido mucho avance y resultan insuficientes para saber –con certeza– acerca de posibles logros puntuales, en especial para los años más recientes. La prueba ENLACE se suspendió en febrero de 2014.

Fue sustituida por PLANEA, pero esta sólo se aplicó, censalmente, en 2015, y los resultados de su aplicación –acotada– en 2016 no son consultables (¡no se pueden bajar de la página web de PLANEA!).

Nos queda PISA 2015, pero, por desgracia, los resultados de ese año son casi iguales que en 2000 y, además, no son representativos a nivel entidad federativa (no nos alcanzó para ello, a pesar de ser la 14ª o 15ª economía del mundo).

Habrá que esperar a PISA 2018, a que aumente la oferta de empleo calificado formal, o a que nos ilumine la “fe” y consigamos ver los logros, aunque no haya datos para respaldarlos.

Fuente artículo: http://www.educacionfutura.org/como-vamos-en-calidad-educativa/

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Las creencias que limitan el aprendizaje

16 de agosto de 2017 / Fuente: http://pcnpost.com

Por: Francisco Manrique

Hace unas semanas escribí un blog: “Que es la realidad”, donde me referí al poder de las creencias como filtros de interpretación de la realidad. En esta ocasión voy a ampliar algunas reflexiones sobre el tema, porque lo considero de tremenda actualidad.

A pesar de su importancia, las creencias no habían sido motivo de muchas reflexiones por parte de los analistas, los formadores de opinión, y en general los medios de comunicación. Desde el resultado del Brexit en la Gran Bretaña y la elección de Trump en los Estados Unidos, el tema se ha convertido en motivo creciente de reflexión.

Hay diferentes maneras de entender esta tendencia. A medida que avanzamos en el siglo XXI, su relevancia aumenta debido al impacto y la complejidad de los cambios que estamos experimentando los seres humanos. Hay una nueva realidad que no entendemos, nos sentimos amenazados, y por lo tanto, nos refugiamos en lo que creemos entender para defendernos de ella.

En un artículo reciente del Economist de junio 7,  esta prestigiosa publicación, reconoce que el errar es humano, y también lo debe ser, el aprender de nuestros errores. Y de hecho, hace una lista de las equivocaciones que han cometido en la interpretación de diferentes momentos de la historia contemporánea, y que han sido cubiertos por este medio tan reconocido a nivel internacional, por la calidad y profundidad de sus análisis.

Este artículo plantea un problema que tiene cada vez más actualidad: lo doloroso que es reconocer que nos hemos equivocado. Pero hasta la mejor pitonisa se puede equivocar, al tratar de proyectarse hacia el futuro, dada la complejidad creciente y sistémica del mundo en que vivimos. Esto nos impone un reto cada vez más grande: superar la reacción primaria de no aceptar la equivocación y aprender de ella. Y para ello debemos tener conciencia de nuestras creencias.

Pero la realidad que hoy observamos es muy diferente. Al analizar la forma en que respondemos a nuestros errores todos los días, cada vez tenemos más dificultad en aceptar que somos falibles, y que nos cuesta trabajo reflexionar y aprender de ellos. Quedamos atrapados en una dinámica donde buscamos darles prioridad a nuestros deseos de que las cosas fueran diferentes, y nos negamos a aceptar la evidencia contraria que los contradice. Actuamos de una manera irracional, condicionada por nuestras creencias, que nos afecta muy negativamente porque nos impide modificarlas para aprender de nuestras equivocaciones.

El impacto de este comportamiento ha sido ampliamente estudiado en el campo de las ciencias económicas. En muchas decisiones fundamentales, especialmente en un ambiente de alta incertidumbre, los seres humanos no actuamos racionalmente. Nuestra reacción emocional, ante situaciones que no entendemos, nos predispone a ignorar la información que contradice las creencias que estamos utilizando para tratar de interpretar la nueva realidad. Como resultado, tomamos malas decisiones y pagamos unos costos muy altos por nuestras equivocaciones

En unos estudios del 2016 en el area de Economía, realizados en la Universidad de Princeton y la de Toulouse,  mostraban el porque las creencias son muy valoradas  y defendidas por los seres humanos. “Invertimos mucho tiempo y recursos construyéndolas y terminan siendo parte de nuestra identidad”. Este esfuerzo nos hace sentir bien y buscamos conservarlas  a toda costa. Cualquiera cosa que las desafíe no es bien recibida. No estamos dispuestos ni abiertos a modificarlas. Tampoco estamos conscientes del altísimo costo que esto produce.

 Lo importante es entender el impacto de las creencias:  son poderosos filtros para interpretar la realidad, y que influyen significativamente en nuestros comportamientos. Algunas de ellas nos habilitan y otras nos pueden frenar. Un buen ejemplo es el “efecto Pigmalion” que tiene un poder impresionante en los resultados exitosos o desastrosos de los niños y los adultos. Este efecto se logra, cuando una persona  tiene la creencia de que pueden o no lograr un resultado, o está condicionada por las expectativas de otros.

De acuerdo al estudio del señor Bénabou de Toulouse, hay tres posibles categorías de respuestas mediante las cuales las personan buscan justificar sus creencias. “La ignorancia estratégica” para evitar la información que presente evidencia contraria a la creencia. “La negación de la realidad” para racionalizar evidencia que contradice la creencia, mediante la construcción de teorías reforzadas que la justifican. Y la “creación de herramientas propias” para interpretar los hechos y acomodarlos a la creencia personal.

Ejemplos de lo las tres tendencias abundan hoy en día. Los votantes del Brexit ignoraron la información que mostraba el inmenso daño que se iba a infringir en la economía inglesa. Muchos de ellos lo racionalizaron inventándose teorías conspiratorias en contra de los ingleses por parte de la burocracia de la CE, lo que abrió la oportunidad a las noticias falsas. Para reforzar sus creencias, se vincularon a grupos en las redes sociales, donde solo estaban personas con visiones similares.

Según estos estudios, lo anterior da oriegen “al razonamiento motivado”. El tema puede ser muy peligroso cuando es compartido por un grupo grande de personas que se niegan a aceptar la evidencia de los hechos que contradicen sus creencias.

En Show Time, hay extraordinario ejemplo en una serie sobre el cambio climático, donde se documenta el efecto de las creencias religiosas en una comunidad en Texas, para negar los efectos cada día más dramáticos de este fenómeno mundial. Esto sucede, a pesar de la evidencia creciente del problema, y que ha llevado a 189 países a firmar el pacto de París. Este pacto ha sido rechazado por Trump, impulsado por la visión negacionista de los republicanos

En Colombia se evidencia un efecto similar alrededor del “castrochavismo”, termino inventado por Uribe para atacar los acuerdos con las FARC. Según esta creencia,  el resultado del proceso nos va a llevar a una situación similar a Venezuela, a pesar de que las circunstancias históricas, y de recursos, son muy distintas entre los dos paises. Sin embargo, esta creencia, hábilmente manipulada por Uribe, está en el corazón de la profunda división que ha impedido que se vea este proceso como una oportunidad única  por parte de más de cinco millones de colombianos.

Como lo señala el artículo del Economist, estos efectos de pensamiento grupal, se agudizan cuando sus miembros comparten un destino común, que expone al miembro a las consecuencias de los errores colectivos, aún  si quisiera  salirse del grupo. Por lo tanto, hay poco beneficio de salirse por el costo de aceptar que se estaba equivocado. Se genera una dinámica perversa que impide reconocerlo. Los errores no se capitalizan, y el aprendizaje es nulo.

Cuando hay una comunidad de expertos, que comparten un paradigma determinado, es muy inusual que estas personas acepten que estaban equivocadas. Cambiar de opinión tiene muchas veces un costo reputacional que se percibe como muy alto. Un ejemplo se vivió después de la crisis financiera del 2008, cuando los expertos economistas no aceptaron que se habían equivocado al leer las señales que estaban frente a ellos. Había la creencia de que el boom, de los años anteriores, era sostenible.  Quedaron ciegos ante el problema que estalló en ese año, con unos costos astronómicos en los Estados Unidos y Europa.

En estas dinámicas, tiene un efecto muy reducido la información que venga de fuentes independientes, para cambiar las creencias colectivas hasta que estalla la crisis. Esto explica el porque se ahogan las voces de los expertos, como en Inglaterra, y que nos ha llevado a la “era de la post verdad”. En este nuevo mundo la evidencia empírica, soportada por hechos y datos, está siendo remplazada por opiniones ligeras basadas en creencias sin fundamento.

Y lo que es peor, cuando esto sucede, hay una incapacidad de reconocer el error, y existe una tendencia de buscar un culpable externo: los refugiados, los gringos, las conspiraciones de los enemigos ocultos, etc. Estos son los villanos utilizados por los populistas irresponsables para sembrar el miedo, y justificar las creencias y sus comportamientos asociados. El ejemplo actual de Maduro en Venezuela es muy iluminante.

En una Colombia polarizada como la de hoy, es casi un imposible metafísico, pensar que personas como Uribe o Santos, sean capaces de reconocer públicamente sus errores. Un gesto de este tipo, sería filtrado por sus respectivas creencias, y visto como un riesgo con pocos beneficios, que sería utilizado en su contra por los enemigos políticos. Esta dinámica retroalimenta el círculo destructivo de odios y miedos que hoy se vive en la política colombiana.

Y para terminar, este tipo de dinámicas basadas en creencias no soportadas por los hechos, que se defienden irracionalmente, han permitido que hoy nos movamos en un entorno donde la descalificación prima sobre el aprendizaje y la reflexión. Por esa razón, no hay debates con altura alrededor de las ideas. En ese entorno, lo que hay son ataques personales, que hace muy difícil hacer visibles las creencias que nos siguen inmovilizando como sociedad, y nos hace presas de populistas que las aprovechan para impulsar sus intereses personales.

Ante el proceso para las elecciones del 2018 que ya se inició, ¿habrá un tema más importante que el hacer visibles las creencias que hoy nos frenan para lograr nuestro verdadero potencial como sociedad?

Fuente artículo: http://pcnpost.com/francisco-manrique-las-creencias-que-limitan-el-aprendizaje/

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Reforma Educativa, mérito y simbolismo

16 de agosto de 2017 / Fuente: http://www.excelsior.com.mx

Por: Carlos Ornelas

James March y Johan Olsen sustentan que para el ejercicio del poder político, el control de los símbolos es tan importante como la potestad sobre otros recursos. Esa concepción es congruente con el pensamiento de Antonio Gramsci. Un grupo dominante no establece su hegemonía política e ideológica sobre los segmentos sociales subordinados sólo por medio de la dominación, ni aun en los regímenes autoritarios. Incorpora aspiraciones de los grupos subalternos en el discurso cotidiano y la política práctica

El secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño, presidió la ceremonia de asignación de 902 plazas de enseñanza primaria a quienes resultaron idóneos en el Concurso Nacional de Ingreso al Servicio Profesional Docente en la Ciudad de México. Los puestos se asignaron en el orden de prelación, según el puntaje que obtuvieron en el examen. Otros 76 concursantes que obtuvieron la calidad de idóneo, no alcanzaron lugar por falta de puestos vacantes.

El protocolo fue en el patio central del edifico sede de la Secretaría de Educación Pública. Frente a un auditorio donde predominaban los docentes ganadores, se otorgó la plaza y el nombramiento en el lugar que seleccionaron las maestras que obtuvieron los diez primeros lugares, egresadas de normales y otras instituciones de educación superior. El lunes mismo continuó el proceso en varios salones del edificio.

El secretario presumió la transparencia en el concurso y la asignación, fustigó la arbitrariedad reinante hasta antes de la Reforma, criticó los métodos tortuosos y desgastantes a que eran sometidos quienes aspiraban a las plazas. También censuró al influyentísimo y las prácticas clientelares. Y, aunque no condenó en forma explícita la herencia y venta de plazas, no hubo necesidad: se trata de desterrar esas prácticas que señoreaban en la tradición corporativa. Hoy, dijo, el mérito y el esfuerzo son los únicos requisitos. Anunció que la fórmula se replicará en cada estado de la República.

Escoltaron al secretario el consejero presidente del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación y el comisionado presidente del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales. Se trataba de simbolizar el mérito y la transparencia para el ingreso a la profesión mediante concurso.

Es probable que muchos de los concursantes que obtuvieron su empleo por esta vía, no la hubieran hecho en el pasado. La mayoría no egresó de escuelas normales y es presumible que no tenían pariente de quién heredar el puesto ni contacto con los jefes del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación que los incorporara al circuito de compra y venta de plazas docentes. Presumo que quienes ingresan por mérito propio serán agentes de legitimación de la Reforma Educativa. Además, cada uno optó por la escuela de su preferencia, si había lugar disponible. Conjeturo que la elección fue por cercanía al domicilio o por otras ventajas, no fue producto de una averiguación con respecto a las cualidades del centro de trabajo. ¡El tráfico de la Ciudad de México!

El mérito —ese valor que, aunque no está explícito en el texto constitucional, permea su espíritu— se abre camino. ¡Qué bueno que quienes se esforzaron, trabajaron más duro y se prepararon mejor, obtengan los mejores puestos! No sólo escogieron lugar, sino turno y modalidad (tiempo completo o jornada ampliada), ergo, mayores ingresos.

Y es legítimo, es un premio al denuedo y la dedicación. Pero entra en conflicto con otro valor, el de la justicia social. Hay un supuesto de quienes abogan por la equidad en la educación —como Martha Nussbaum y Amartya Sen— de que los docentes más capaces realicen su práctica entre los desfavorecidos. En las zonas pobres y marginadas del campo y las ciudades es donde son más necesarios los mejores profesores; no en las áreas de clase media urbana, que tienen mejores condiciones sociales y culturales para hacerla en la escuela y la vida.

El ritual del lunes en la SEP estuvo cargado de símbolos: el lugar en sí mismo, los murales de Rivera, las estatuas de Vasconcelos y Torres Bodet (y el secretario se colocó entre ellas) y la imagen de un derrotero seguro para quienes ponen el mérito por delante.

La asignación de plazas bien pudo haberse hecho en privado. Pero el símbolo era importante. No lo es todo, pero sí contribuye a la credibilidad del discurso del grupo hegemónico. Y, para la plaza pública, mostrar que la Reforma Educativa avanza.

Fuente artículo: http://www.excelsior.com.mx/opinion/carlos-ornelas/2017/08/09/1180490

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La indagación en la enseñanza de la nutrición humana

16 de agosto de 2017 / Fuente: https://compartirpalabramaestra.org

Por: Liliana Martin Bautista

Mientras con la metodología tradicional, la entrega de las actividades y la memorización de los conceptos resultaban primordial para los docentes; ahora se interesa más por el conocimiento que por la nota obtenida. 

Resumen

El Colegio Florentino González participa actualmente en el programa Pequeños Científicos de la Universidad de los Andes, el cual propone la Enseñanza de las Ciencias Basada en la Indagación (ECBI). Esta nueva estrategia metodológica inicia con la indagación de las ideas previas, procede con una exploración y descubrimiento y, por último, genera reflexión en torno a conceptos de extensión. Su implementación ha permitido el desarrollo de competencias científicas en los estudiantes, la observación de fenómenos conexos a la alimentación y la nutrición humana, la discusión de las observaciones y, lo más importante, el cuestionamiento y la reorientación de la labor de enseñanza de las Ciencias Naturales.

Antecedentes

El Colegio Florentino González implementa la enseñanza denominada: Necesidades Educativas Especiales (NEEE), cuyo énfasis es la identificación y atención a niños con talentos o capacidades excepcionales, siendo considerado como pionero por las autoridades oficiales. En este contexto en el 2015, los directivos de la Institución decidieron participar en el programa Pequeños Científicos de la Universidad de los Andes, a través del cual se propone una Enseñanza de las Ciencias Basada en la Indagación (ECBI). La Institución ha conseguido materializar en el aula una nueva estrategia para la enseñanza de las Ciencias Naturales, así como revaluar la enseñanza que se impartía anteriormente.

La experiencia en el aula

La trasformación de la labor docente es difícil de enmarcar en una nueva filosofía de la enseñanza. Todavía, el quehacer de los educadores acude a métodos tradicionales fundamentados en la memorización de la información, la cual, incluso, los estudiantes no comprenden y solo repiten para aprobar la asignatura, alejándolos de una enseñanza significativa de la ciencia.

El docente sigue siendo el comunicador del saber y el estudiante continúa sometido a la incapacidad para realizar una reflexión y un análisis de lo que está aprendiendo. El procedimiento para la solución de problemas sigue siendo la reiteración mecánica. A esta filosofía de la educación, cuyo lema pareciera ser “prohibido pensar”, se le puede atribuir el desinterés que experimentan los estudiantes por el estudio de las Ciencias Naturales. Es posible afirmar que las razones de este comportamiento, que auspicia la desidia, el desgaño y la negligencia, son atribuibles a una forma de enseñanza que divorcia el contenido de los libros con la realidad del mundo que rodea la vida del estudiante, así como la insuficiente relación que establece el docente entre la ciencia, la tecnología, la sociedad, el proceso educativo y la utilidad de cada una de ellas (Torres, 2010).

Teniendo en cuenta estas dificultades, en el Colegio se comenzó a implementar la metodología ECBI con la temática de la alimentación y la nutrición humana. El objeto era corregir las falencias detectadas, reflexiónar sobre la práctica docente, así como evaluar la utilidad y pertinencia del tema para cambiar conductas y prácticas de los estudiantes. El proceso partió del principio que la calidad educativa se logra cuando contribuye a cambiar al individuo y al mundo que lo rodea.

La estrategia ECBI propone la conformación de grupos de cuatro estudiantes con el fin de desarrollar actividades académicas mediante el trabajo cooperativo. En el conjunto de educandos se aplica una especie de división del trabajo con funciones específicas para cada integrante: el director científico, el encargado de materiales, el secretario y el vocero del grupo.

Con la participación activa de los estudiantes, la estrategia ha permitido mejorar el trabajo grupal, reconocer la importancia de la responsabilidad y comprender que el trabajo en equipo facilita alcanzar mejores resultados. Lo anterior corta con aquella dinámica en la que también se conformaban grupos, pero donde un solo estudiante participaba en el desempeño de todas las funciones y los demás se limitaban a copiar.

La implementación de esta estrategia también ha permitido modificar la estructura de la clase. Ahora se establece el tema y el objetivo. Antes solo se daban a conocer las fortalezas que se iban a desarrollar durante el periodo. Luego, se llega con los estudiantes a unos acuerdos previos necesarios para el buen desarrollo de la clase, tales como el reconocimiento del respeto, así como el de escuchar a su compañero y evitar el uso de celulares, etc.

Para el desarrollo de la temática de la alimentación y la nutrición humana se tomó como base el curso 601 de la jornada tarde. La clase se desarrolló a través de cuatro secuencias de enseñanza, que contemplan los siguientes momentos: ideas previas, exploración y descubrimiento, reflexión e ideas de extensión.

Resultados

En la estrategia implementada, las ideas previas fueron importantes debido a que hicieron posible conocer las concepciones de los estudiantes sobre el tema aludido, a partir de lo cual se pusieron a prueba preguntas y demostraciones. Con la metodología tradicional esto no se tenía en cuenta. Este ejercicio inicial permitió identificar la capacidad que tienen los estudiantes para apropiar el conocimiento acerca de lo que ven, escuchan y observan de su entorno.

Conocer sus ideas facilitó aclarar dudas y corregir saberes erróneos. En concreto, sobre el sistema digestivo, los estudiantes conocen e identifican los órganos y sus funciones (muchas veces repetían de memoria sus nombres sin tener claros los procesos); esto resulta ser una ventaja al momento de orientar el tema mencionado debido a la familiaridad que tienen los educandos con los términos de la clase.

En la etapa de exploración, los estudiantes procedieron a investigar los órganos del sistema digestivo, mediante el uso de modelos de representación. El esófago se modelizó con un tubo de PVC de 25 cm; el estómago con una bomba inflada hasta 25 cm3; el intestino delgado por 4 cuerdas de 2 metros cada una; y el intestino grueso por una media velada de 1,5 metros. Junto a la representación se explican aspectos como la función y tiempo de almacenamiento del alimento en cada órgano.

Al final del ejercicio, el educando describe el paso de una arveja por el sistema digestivo. También se realiza la demostración del peristaltismo, a través de la cual los mismos estudiantes construyen sus propias definiciones, involucran procesos de inferencia, reflexión y conclusión.

Una de las definiciones presentadas por uno de los estudiantes fue la siguiente: “el peristaltismo es un movimiento que realiza el esófago abriéndose y cerrándose rítmicamente, lo que impulsa el alimento al estómago”; es de anotar que con la metodología tradicional el docente procedía únicamente a dictar las definiciones, mientras que con el nuevo proceso son los mismos estudiantes quienes construyen los conceptos, y el docente corrige y orienta En la siguiente actividad, construcción de ideas de extensión, los estudiantes realizan un trabajo en sus casas, que consiste en contar el número de veces que mastican los distintos alimentos de la cena, así como la descripción y consistencia de los mismos. Finalmente cada estudiante hace una consulta sobre el sentido del gusto.

Con la ECBI el estudiante se convierte en un sujeto activo del proceso de aprendizaje, desarrolla actitudes positivas frente al conocimiento y la materialización de competencias que le permiten la interiorización de saberes significativos, entre los que se cuentan: observar, escuchar, escribir y argumentar.

Con base en estas actividades, se consiguió dinamizar el contenido, mejorar la participación de los estudiantes, optimizar su concentración para refutar o apoyar los aportes de sus compañeros y generar discusiones y controversias con respecto al tema trabajado. Estas actitudes difieren de la enseñanza tradicional en la que el estudiante se limita, únicamente, a recibir acríticamente el conocimiento impartido por el docente.

La ECBI también ha permitido desarrollar competencias científicas, debido a que con las prácticas, los estudiantes deben observar fenómenos, responder preguntas, discutir sus observaciones y finalmente llegar a una conclusión.

Las socializaciones mejoraron la competencia oral de algunos estudiantes y, en general, la capacidad de escucha. En este proceso de enseñanza-aprendizaje es importante explicar a los educandos la forma como se deben consignar las observaciones en el cuaderno o la carpeta grupal, esto con el fin de poder comunicarlas a sus compañeros de manera precisa y clara.

Otro de los cambios está relacionado con la forma de evaluar el aprendizaje de los estudiantes. Mientras con la metodología tradicional la entrega de las actividades y la memorización de los conceptos resultaba primordial para los docentes, con la nueva metodología el estudiante ya no está pendiente de los estímulos cuantitativos; ahora se interesa más por el conocimiento que por la nota obtenida. El método de evaluación previo consistía en calificar actividades simples. Por ejemplo, el dibujo del sistema digestivo y sus partes, actividad en las que no se tenía en cuenta si el estudiante había comprendido la temática.

En este contexto, era normal que los estudiantes reprobaran la asignatura. Tal situación nos hizo cambiar esta forma de evaluar por la planteada en la ECBI. En efecto, en esta metodología se plantean la evaluación formativa y sumativa. La primera se realiza durante el proceso de enseñanza y no genera juicios de valor; la segunda, al final del proceso y permite evidenciar si el estudiante aprendió. Otro ejemplo de la metodología tradicional, consistía en el desarrollo de la temática de la alimentación y la nutrición humana efectuada en dos o tres semanas y evaluada desde la perspectiva memorística; mientras que con la ECBI, esta temática se abordó durante un tiempo mayor.

En esta estrategia, el docente, además de ser el moderador de la clase, debe propiciar un ambiente de respeto y responsabilidad frente al impulso de las nuevas actividades adquiridas por el estudiante.

Aún falta por recorrer un largo camino en la implementación de esta nueva metodología. No obstante, con lo realizado, se han alcanzado cambios en la actitud de los estudiantes frente a la clase; algunos manifiestan su deseo de trabajar de la misma forma en otras asignaturas; otros dicen estar más dispuestos a participar; la mayoría realizan las actividades propuestas para la casa. En conclusión, todo ha resultado mejor.

Entre los retos que se desprenden de la aplicación de la nueva metodología se encuentran: la preparación con anticipación de las actividades y la planeación detallada de las mismas; acercar al estudiante al quehacer del trabajo científico, y lo que ello requiere, como la observación y la experimentación, así como el registro y análisis de datos; y la necesidad de planear para los próximos años una adaptación del plan de estudios de la institución a la metodología del programa ECBI.

A manera de comentario final, se puede mencionar que la estrategia ha permitido cuestionar la labor que realiza el docente de Ciencias Naturales. No cabe duda que la implementación de una educación fundada en el conocimiento científico requiere de transformaciones de índole estructural, que apunten a cualificar la enseñanza que se imparte; no se trata de cumplir con un plan de estudios, sin importar si los estudiante aprehenden. Es necesario entender la incertidumbre que ocasionan, tanto en estudiantes como en docentes, los precarios resultados obtenidos en las pruebas saber y las pruebas internacionales y atreverse a ensayar estrategias diferentes que permitan ser competentes en el ser y el hacer.

Referencias

Torres, S. M. (2010). La enseñanza tradicional de las ciencias versus las nuevas tendencias educativas. En: Revista Electrónica Educare, Vol. 14, No. 1, pp. 131-142. Recuperado de: http://www.redalyc.org/pdf/1941/194114419012.pdf

Fuente artículo: https://compartirpalabramaestra.org/columnas/la-indagacion-en-la-ensenanza-de-la-nutricion-humana

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Un mundo sin escuelas

16 de agosto de 2017 / Fuente: https://compartirpalabramaestra.org

Por: Luz Amparo Martínez

Tecnologías para un mundo sin escuelas.

Leí recientemente en un periódico argentino una entrevista a Mariano Narodowski, exministro de Educación de Buenos Aires, acerca de una publicación suya Un mundo sin adultos. Familia, escuela y medios frente a la desaparición de la autoridad de los mayores, en la que plantea cómo las relaciones están cambiando entre adultos y jóvenes y eso a su vez está modificando la lógica de las escuelas y del mundo en general.

Afirma Narodowski que el valor de ser adulto ya no existe porque el concepto de autoridad cambió; la experiencia ya no vale, vale lo nuevo, se buscan expertos-sin experiencia, porque probablemente la experiencia está asociada a algo que ya no existe y los adultos en general no tienen la flexibilidad para adaptarse al cambio, y en ese sentido el mayor riesgo de un adulto es su obsolescencia.

¿Qué pasa entonces en la escuela, lugar donde esos dos grupos generacionales se encuentran? ¿Cómo se puede educar en ese contexto?

Un nuevo contexto que además busca niños y jóvenes críticos, creativos, transformadores, originales, que se hagan preguntas e interroguen al profesor;  así que, el adulto maestro tiene cada vez menos legitimidad, porque además ya no cuenta con la obediencia como un valor. Nos guste o no, la concepción de crianza y en general de educación ya no está basada en la obediencia sino en la participación crítica, argumentada.

Hay ejemplos concretos en el mundo que se están desarrollando como es el caso de Nueva Zelanda donde la Ministra de Educación planteó la posibilidad de cursar desde la primera infancia hasta la educación media, on-line; es quizás la noticia más innovadora de la educación porque se trata de plantear la desescolarización como una política de Estado, y marcará sin lugar a dudas un cambio global que se va a ir dando con el tiempo.

Entonces se plantea el autor ¿Cómo pueden los adultos orientar a las nuevas generaciones? Dice Narodowski que la única forma de educar es configurando asimetrías; esto podría significar que la escuela debe convertirse en un lugar que no disuelva las asimetrías sino que las vuelva motor de trabajo y las ponga en diálogo y relación con las otras formas de relación (igualdad, diferencia, autonomía) entre estudiantes y maestros. “Hace 50 años un maestro era legítimo por ser adulto: hoy debe salir a ganar su legitimidad en cada hora de clase”.

Pero las reflexiones de Narodowski van más allá, se pregunta ¿Por qué las escuelas pueden mejorar pero no se modifican?, ¿por qué tienen esos límites a la innovación? Para pensar en estos asuntos creó el proyecto Panshofía que se dedica a desarrollar tecnologías para un mundo sin escuelas, para un mundo donde las escuelas sean superadas por otras instancias, tecnologías de interacción social e intergeneracional, intenta responder a cómo se educa en un mundo sin adultos.

Muestra ejemplos concretos que existen en el mundo como es el caso de Nueva Zelanda donde la Ministra de Educación planteó la posibilidad de cursar desde la primera infancia hasta la educación media, on-line; es quizás la noticia más innovadora de la educación porque se trata de plantear la desescolarización como una política de Estado, y marcará sin lugar a dudas un cambio global que se va a ir dando con el tiempo.

Sin duda nos encaminamos hacia grandes transformaciones en los sistemas educativos.

Termino con esta reflexión de Narodowski “Vivimos un tiempo en el que los adultos queremos parecer jóvenes y los más chicos no quieren crecer. Un tiempo de cambios tan vertiginosos que hacen que temamos ser obsoletos, inservibles. Un tiempo en el que hacerse viejo no tiene perdón”.

Fuente artículo: https://compartirpalabramaestra.org/articulos-informativos/un-mundo-sin-escuelas

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El bullying como un asunto de intervención pedagógica

16 de agosto de 2017 / Fuente: https://compartirpalabramaestra.org/

Por: Idep

Las prácticas cotidianas de violencia son un asunto de analfabetismo social que la escuela debe asumir desde un criterio de formación en competencias para la paz. 

El colegio masculino Nicolás Esguerra se encuentra ubicado en la localidad de Kennedy, en la ciudad de Bogotá. Aunque las directivas de la institución y el cuerpo de educadores hacen esfuerzos año tras año, por promover una cultura de paz (de los que son evidencia el código de mínimos no negociables y los pactos por buen trato), los niños y jóvenes ―obedeciendo quizá a patrones culturales de su entorno―, han desarrollado fórmulas de convivencia entre pares caracterizadas por las constantes peleas, el maltrato, las lesiones personales, el robo y la violencia en general. La situación se ha tornado particularmente crítica en los grados séptimo y octavo, ya que las agresiones se han vuelto reiteradas y han adquirido aspecto de bullying.

El deseo de erradicar los episodios de acoso escolar, que se dan a diario en esta comunidad escolar, fue lo que llevó al profesor Juan de la Cruz Jiménez a iniciar una investigación que le permitiera esclarecer las causas de estas dinámicas y la posible ruta para una intervención de tipo pedagógico.

Con este propósito diseñó una Escala Likert, herramienta para el rastreo de opiniones y actitudes, con dos categorías de indagación. La primera, Convivencia y paz, constan de 8 declaraciones (con cuatro posibles respuestas, dentro del formato de la escala), y tiene como objetivo dar cuenta de la postura de los estudiantes respecto al manejo adecuado de conflictos.

La segunda categoría, valoración de la diferencia, consta de ocho declaraciones que buscan poner en evidencia las actitudes de los estudiantes respecto a la aceptación de la diversidad social y cultural. Esta escala se aplicó a una muestra de 24 estudiantes de octavo grado de la institución seleccionados de manera aleatoria.

Con respecto a la primera categoría de indagación, Convivencia y paz, el análisis de los resultados obtenidos con la aplicación de la escala fueron los siguientes: sólo el 21% de los estudiantes manifestó que siempre resuelve sus problemas con el otro llegando a acuerdos a través del diálogo y evitando así los escenarios de agresión.

Por otra parte, el 16% de los estudiantes afirmó que nunca apela a estrategias pacíficas para la solución de conflictos interpersonales; y un 20% declaró no hacerlo casi nunca. En relación con la segunda variable de indagación, Valoración de la diferencia, se encontró que el 53% de los estudiantes manifestó tener una actitud negativa hacia lo otro, no sentir ningún tipo de respeto hacia lo diferente y no compartir la idea de que los demás tengan derechos.

Para el profesor Jiménez, “estos resultados indican que los estudiantes carecen de una formación que les brinde herramientas conceptuales y actitudinales que les permitan afrontar los problemas de manera asertiva. El origen del Bullying entre los estudiantes del Nicolás Esguerra tiene que ver con la falta de habilidades en resolución de conflictos o competencias para la paz, y el respeto y valoración de la diferencia. Los múltiples eventos de violencia física y verbal, de los cuales somos testigos a diario entre nuestros estudiantes, obedecen a que, tanto a los agresores, como a las víctimas y aún a los que ocupan el rol de espectadores, les faltan herramientas para tramitar sus diferencias”.

Desde la perspectiva del educador, “esto obedece quizá a que los métodos a través de los cuales la institución pretende educar para la convivencia son precarios y responden a un enfoque eminentemente teórico. La ausencia de las competencias ciudadanas o sociales en el currículo escolar, promueve el analfabetismo en los ámbitos de la convivencia, permitiendo que los abusos y el maltrato de los niños más vulnerables sea una constante: la intimidación gana espacio y logra que las victimas vivan con miedo y los espectadores con una indiferencia pasmosa”, resalta el profesor Jiménez.

El estudio adelantado por el profesor le ha permitido posicionar dentro de la institución, la necesidad de estructurar una intervención pedagógica consecuente con los hallazgos registrados en su informe: “La institución educativa Nicolás Esguerra, deberá implementar y diseñar un programa de intervención educativa que permita enfrentar el bullying. Sugerimos ―declara el profesor como colofón de su investigación―, que este programa debe apelar a la formación en competencias ciudadanas y deberá hacer énfasis al estudiantado en que el respeto por la diferencia, la paz y la convivencia son y serán indicadores de logro imprescindibles para aprobar el año escolar: los estudiantes deberán saber que el colegio no tolerara a quienes maltratan y abusan de los otros”.

Fuente artículo: https://compartirpalabramaestra.org/columnas/el-bullying-como-un-asunto-de-intervencion-pedagogica

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