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Latinoamérica: Resistir, resistir, resistir

Por: Ilka Oliva Corado

Hubiera resultado tan fácil que Cristina al siguiente día de terminado su mandato presidencial en Argentina, agarrara sus tiliches y se largara al extranjero; total que había cumplido lo que le correspondía como jefa de gobierno. Lo mismo hubiera hecho Dilma cuando le dieron el golpe de Estado, lo más fácil: largarse y no voltear atrás. Pero se quedaron y no para estar de brazos cruzados, lo mismo que Lula que no ha parado un día.
Ejemplos claros de convicción y de la responsabilidad histórica como seres políticos en un tiempo en el que la mayoría dobla las manos. Es medular, la conciencia política no se aprende, nace la conciencia del día a día cuando uno se pone en los zapatos del otro.

El ejemplo de Venezuela, en medio de una crisis política constante, porque esto es de todos los días, desde que llegó Chávez al poder; Maduro en lugar de renunciar y largarse, sorprendió con una Asamblea Nacional Constituyente que a muchos los dejó desculados. Cosa que exigen los pueblos de América Latina a los gobiernos neoliberales que los reprimen. Jamás se verá a un presidente de corte neoliberal, llamar a una Asamblea Nacional Constituyente. Y mucho menos obrera y feminista como lo dijo el mismo Maduro. Palabras poderosas que abren una brecha en materia de derechos de género.

Un ejemplo vital de resistencia es el pueblo ecuatoriano que votó de nuevo en apoyo a la Revolución Ciudadana, respaldando con esto el proceso iniciado por Rafael. Un ejemplo de lucidez, de agradecimiento y de fuerza colectiva, porque esto lo que dice al mundo es que Ecuador está dispuesto a defender lo que tanto trabajo le ha costado reconstruir. Recordemos que somos pueblos mancillados milenariamente y que hablar de progresismo y llevarlo a la acción es una obra titánica. Más difícil aún es lograr su permanencia. Ecuador con esto nos dictó cátedra.

Bolivia con su presidente indígena sigue afrontando el estigma milenario del racismo y abriendo paso al respeto y admiración por la resistencia de los Pueblos Originarios. Mucho debemos aprender de este triunfo histórico de la identidad sobre la exclusión. Nos han enseñado a avergonzarnos de lo que somos milenariamente y con esto nos han debilitado como latinoamericanos hermanos.

Cada vez que un pueblo elige a un presidente de corte neoliberal, perdemos todos. Perdemos en materia de Derechos Humanos, justicia, educación y salud, perdemos en identidad y progreso. Porque un sistema neoliberal lo único que lleva a los pueblos es la destrucción total y con esto la represión, el hambre y las migraciones forzadas.
Cada vez que los medios de comunicación nos digan que en Venezuela hay dictadura y que Maduro es el opresor, pensemos en México, en Guatemala, El Salvador y Honduras. Palpemos la realidad de Panamá, Chile y Colombia, la tragedia de Perú y Paraguay. Países a los que las dictaduras capitalistas han dejado en los puros huesos, sin moral, identidad y dignidad. Entonces tengamos la capacidad y la responsabilidad de analizar las distintas realidades para tomar nuestro lugar en la historia y lo que nos corresponde políticamente desde nuestros lugares. Cuando nos digan que el progresismo es populista, creámoslo porque lo es, el progresismo es pueblo.

Cuando nos digan que Venezuela necesita inmediatamente ayuda extranjera y que por eso Estados Unidos invadirá para salvar a ese pueblo, pensemos en lo que ha quedado en América Latina de esas invasiones estadounidenses. Venezuela no necesita ser salvada, se vale por sí misma, cosa que no han logrado la mayoría de países latinoamericanos.

Cuando nos bombardeen con noticias falsas sobre Venezuela, olfateemos la urgencia por convencernos de lo que nos venden. ¿Quiénes saldrán beneficiados con una invasión? ¿El pueblo o las oligarquías? No tenemos que ser revolucionarios, ni de izquierda ni ser afines a Maduro para defender la soberanía de Venezuela, solo hay que tener sentido común y dos dedos de frente.

Vayamos un poquito más allá y dejemos la pereza, busquemos en el mapa a Argentina, realidad próxima de lo que es capaz de hacer el neoliberalismo cuando el pueblo vota equivocadamente. Cuando no tiene una ideología política bien definida y cuando es mal agradecido. Ahora busquemos a Brasil y veamos el retroceso de 30 años que Temer ha hecho desde el golpe de Estado a la fecha.

Veámonos ahora frente al espejo, nuestro país, ¿cómo está nuestro país en materia de Derechos Humanos, educación, salud, infraestructura, medio ambiente? ¿Quiénes nos gobiernan?

El progresismo no es la receta perfecta, no existe la receta perfecta. El cambio lo hacemos todos, cuando creamos políticas de inclusión y para eso debemos escoger muy bien a quién colocamos en el gobierno. No esperemos que los presidentes progresistas borren más de 500 años de opresión, desfalcos y genocidios. Ellos son parte de la reconstrucción de lo que nos dejaron, pero no lo pueden hacer todo solos, curar herida llevará décadas y algunas son incurables, forman parte de nuestra Memoria Histórica y colectiva para que no se vuelvan a repetir.
Cosa contraria ofrecen los gobiernos neoliberales, la continuidad de los genocidios, masacres, ecocidios, desapariciones forzadas y pobreza extrema.

La resistencia es todos los días, en todos lados: leyendo, cuestionando, observando, despertando, tomando acción. Porque no hay otra cosa más que resistir, resistir y resistir, hasta que salga el sol.

Blog de la autora: https://cronicasdeunainquilina.com/2017/05/31/resistir-resistir-resistir/
Audio: https://cronicasdeunainquilina.files.wordpress.com/2017/05/resistir-resistir-resistir.m4a

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=227406&titular=resistir-resistir-resistir-

 

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¿Y si estamos ahogando la sed de aprender de los niños con un bombardeo de estímulos?

Por: Catherine L’ecuyer

Los incentivos externos saturan los sentidos, empachan y anestesian la capacidad de saborear lo lento de lo ordinario

Qué curioso que el niño de 18 meses vaya corriendo hacía el enchufe y tire del mantel sin que tengamos que prometerle recompensas a cambio. Ni los castigos, ni los más severos, pueden contra el poderoso deseo de conocer, ese asombro, esa curiosidad innata que lleva en sí el joven aprendiz. «En cada una de esas deliciosas cabezas se estrena el mundo por primera vez, como en el séptimo día de la creación», decía Chesterton. Cabe preguntarnos lo que ocurre años después y adonde se marchitó el interés para aprender, que hace elucubrar a tantos gurús de la educación sobre los métodos más indicados para paliar su ausencia.

Estamos asistiendo a un desencanto por la educación formal, que desencadena un juicio en el que se la acusa de mecanicismo y de conductismo, por lograr sus objetivos cortoplacistas a través de premios y castigos externos que nunca llegan, como es lógico, a modelar el interior de la persona. Con razón, se salta con entusiasmo al mantra del protagonismo del alumno en el aprendizaje. Pero habrá que ver si todos entendemos lo mismo por ello y si los medios que se proponen son los adecuados para revertir la situación. Montessori ya decía que no era lo mismo que el niño quiera hacer todo lo que hace, que dejarle hacer todo lo que quiere. Menudo matiz.

Cabe ampliar la mirada y preguntarse por el papel que tienen esas gafas en dos dimensiones a través de las cuales los niños estrenan la realidad, como lo hacían aquellos personajes encadenados de la caverna de Platón que se contentaban con las sombras. ¿Son reales aquellas sombras? Por supuesto, pero empobrecidas reducciones de la realidad. Es curioso que el cine en tres dimensiones nos emocione tanto —quizás anhelamos secretamente re-inventar el teatro—, mientras nos empeñamos en quitar la tercera dimensión de la vida misma, convirtiendo el mundo en un lugar plano y sin profundidad, con más pantallas que ventanas.

Cabe levantar la mirada. Cabe preguntarse por el efecto de desplazar el locus de control —ese secreto lugar desde el que arranca la acción de cada uno— hacía fuera de la persona, convirtiendo al niño en un periférico más y el aula en una diversión continua. Con ese parche, ¿no estaríamos generando más de lo mismo, es decir un conductismo disfrazado de apetecible? Denunciamos el rígido proceso educativo que llena al niño como si fuera un cubo vacío. ¿Y si fuera el mismo niño ahora el que se llena a sí mismo —»a ver lo que me echan»— de todo aquello que encuentra navegando felizmente? ¿Eso nos pasará por confundir diversión con juego, o fascinación con asombro?

Hace miles de años, Platón dijo que educar es ayudar a desear lo bello. Hace unos años, Steve Jobs dijo que había que diseñar los teléfonos inteligentes de forma que le entren «ganas al usuario de lamerlos». ¿Que sobre gustos no hay nada escrito? Sobre belleza hay mucho escrito, lo que pasa es que la generación que viene lee muy poco. Como decía Gisela, en el opera de Chaikovski del mismo nombre, «¿cómo puedo desear ardientemente lo que solo puedo ver confusamente?»

Y si volviésemos a la primera causa de todas y nos preguntáramos: ¿dónde marchitó aquel asombro? ¿Y si la sed de aprender se hubiera ahogado en un océano de información sin sentido, en un bombardeo de estímulos externos compuestos por ruidos, contenidos y horarios que no respetan el orden interior de los niños, y por qué no decirlo también, de nosotros sus padres? Para que la sed sea sostenible, es preciso dejar beber poco a poco a la persona de una fuente que se ajuste a sus necesidades reales. ¿Hay que sorprenderse si uno se ahoga intentando tomar un sorbo de una boca de incendio? El asombro es lento, saborea la realidad a la que se acerca por primera vez, o como si fuera por primera vez. En cambio, los estímulos externos que saturan los sentidos empachan, embotan, anestesian el deseo, la sensibilidad y la capacidad de saborear la dimensión estética y lo lento de lo ordinario.

Ya lo decía Christakis, el neuropediatra con más publicaciones científicas sobre el efecto pantalla: «Una exposición prolongada a cambios rápidos de imágenes durante el periodo crítico de desarrollo condiciona la mente a niveles de estímulos más altos, lo que lleva a una falta de atención más adelante en la vida». En otras palabras, la mente del niño se acostumbra a una realidad que no existe normalmente en la vida real. Y entonces, cuando la mente del niño o del adolescente vuelve a experimentar la vida ordinaria real, todo le parece extraordinariamente aburrido o agobiante, porque no puede ver la belleza en la vida cotidiana. Como no capta la belleza, el niño no se siente atraído por nada y se distrae fácilmente —la distracción es lo opuesto a la atracción—, haciéndose así completamente dependiente del entorno externo. Como decía Edith Stein, uno siente esta insensibilidad como algo que no está de acuerdo con lo que debiera ser la realidad, y eso hace sufrir, o agobia.

Ante el embote y la insensibilidad, el umbral de sentir del niño sube a niveles dramáticamente altos, lo que le deja en un estado que oscila entre la apatía, la hiperactividad y la inatención. En un desesperado intento de reconectar con la realidad, el niño busca compulsivamente y a ciegas sensaciones nuevas, que le introducen en un círculo vicioso que le desconecta aún más de la lentitud de la realidad y le impide dejarse medir por ella.

Ahora bien, aprender consiste esencialmente en dejarse medir por lo real. Y la principal condición que favorece esa introducción en la realidad total es la atención sostenida, que no es lo mismo que la fascinación ante estímulos llamativos e intermitentes, por mucho que algunos los llamen «métodos activos de aprendizaje». Si esos métodos están fundamentados en llamar la atención de forma artificial, en el mejor de los casos paliarán la ausencia del interés por aprender, pero no irán más allá. Es preciso volver a la causa, la primera de todas: el asombro. Ya lo profetizó Chesterton cuando dijo que «el mundo nunca tendrá hambre de motivos para asombrarse; pero si tendrá hambre de asombro». La educación en el asombro es un intento de dar la vuelta a la profecía de Chesterton para que, en el medio de tantas distracciones, nuestros hijos puedan otra vez asombrarse ante lo irresistible de la belleza que les rodea.

Fuente: http://elpais.com/elpais/2017/05/29/mamas_papas/1496047869_711835.html

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No hay #NiUnaMenos sin educación sexual en todas las escuelas

Por: La Izquierda Diario. Virginia Espeche y Julieta Azcarate

La injerencia de la Iglesia en la educación no es nueva. Las docentes también marcharán este 3 de junio, para continuar peleando por la educación laica y el derecho a la educación sexual sin intromisión de la Iglesia.

Este sábado 3 de junio se cumplen dos años de la gran movilización por Ni una Menos, contra toda forma de violencia hacia las mujeres.

Las docentes se movilizarán nuevamente junto a sus estudiantes y las familias de las escuelas, en defensa de la educación pública, laica y gratuita; por la separación de la Iglesia y el Estado y para terminar con los subsidios millonarios a la educación privada religiosa; porque con toda esa plata, podrían construirse escuelas, financiarse planes por los derechos de las mujeres, garantizar las capacitaciones gratuitas y en servicio y generar las condiciones para que los y las estudiantes puedan acceder a su derecho a aprender.

Religión y educación, un debate con historia

La injerencia de la Iglesia en el Estado no es nueva. Y en las últimas décadas volvió a dar un salto: desde los nefastos años de dictadura militar y durante todos los gobiernos democráticos, atravesando los 12 años de gobiernos kirchneristas y ahora con el gobierno de Macri, el Estado no sólo garantizó enormes sumas al financiamiento de la Iglesia Católica sino que le otorgó grandes privilegios.

Esos privilegios y aportes estatales son los que le han dado poder para incidir en los contenidos educativos. Sin ir más lejos, en 2015, el kirchnerismo derogó la ley 1420 que establecía la laicidad de la educación estatal, habilitando que se pueda impartir religión en las escuelas. Como antecedente, en 2008, el gobierno de Urtubey en Salta hizo obligatoria la educación católica en escuelas públicas.

Más plata para religión y menos para educación pública

El gobierno de Macri no se queda atrás. Para incentivar la injerencia de la Iglesia en los asuntos estatales, el año pasado Cambiemos y el FPV le destinaron la módica suma de $134 millones, sin contar las partidas presupuestarias que recibe de las provincias y municipios. Sólo en la Ciudad de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba, alrededor del 20 % del presupuesto educativo provincial es destinado a colegios privados católicos.

Por su parte, el Ministro de Educación Esteban Bullrich declaró públicamente que “vendría muy bien que todas las religiones tengan su espacio en las escuelas”, mientras que -no casualmente- se suspendieron las jornadas de reflexión y capacitación docente en Educación Sexual Integral (ESI) en la Ciudad de Buenos Aires.

En el mes de mayor aumento de femicidios, el gobierno elimina dichas jornadas de reflexión, que son muy importantes en las escuelas, ya que no sólo se debate sobre cómo implementar la educación sexual en las aulas, sino que son espacios de organización entre los docentes y también con las familias.

Es todo un gesto político, hacia los docentes, las mujeres, y las familias de la escuela pública.

Cabe recordar que desde la promulgación de la ESI en 2006, los docentes vienen realizando un reclamo histórico de capacitación en servicio para su aplicación en las escuelas, con asignación de presupuesto, planes, contenidos y su reglamentación, y ahora, como “castigo” se eliminaron las jornadas destinadas a tal fin como compensación de los días de paro.

Pero, ¿qué presupuesto puede destinar el gobierno para la ESI si está más dispuesto a financiar a la Iglesia que garantizar la educación sexual en las escuelas? ¿Cómo conquistarán las mujeres el grito por #NiUnaMenos si el Estado continúa dándole poder a la Iglesia y a sus curas pedófilos y abusadores, si los financia y les permite influenciar con sus contenidos retrógrados, misóginos y patriarcales la educación de miles de jóvenes?

Nuestra educación vale más que sus ganancias

Los millonarios subsidios a la educación religiosa se podrían destinar para construir nuevas escuelas, refaccionar y mejorar las existentes, generar programas y capacitaciones gratuitas y en servicio para las y los docentes sobre educación sexual y hasta tener comedores de calidad para todos los estudiantes.

Desde las bancas del PTS en el Frente de Izquierda, con Patricio del Corro como legislador en CABA, se presentó un proyecto para aumentar de forma urgente el presupuesto educativo, la construcción de escuelas y también un Plan de emergencia contra la violencia hacia las mujeres.

También Nicolás Del Caño y Myriam Bregman, precandidato a diputados por provincia de Buenos Aires y Ciudad de Buenos Aires, respectivamente, proponen reducir la jornada laboral docente a un cargo de 6 horas, con 4 horas frente al curso y 2 horas para corregir, planificar, para tener más tiempo para recreación y estar con las familias, con un salario igual a la canasta familiar.

Porque una mejor educación es con docentes que puedan dedicar tiempo de su jornada también a capacitarse. Las mejores condiciones para enseñar son las mejores condiciones para aprender. Por eso este 3 de junio las y los docentes vuelven a marchar, por Ni una Menos, por la separación de la Iglesia y el Estado y por la educación pública, laica y gratuita.

Fuente: http://laizquierdadiario.com/No-hay-NiUnaMenos-sin-educacion-sexual-en-todas-las-escuelas

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Nicaragua

Nicaragua ratifica posición irrenunciable de defensa de la Madre Tierra y la Vida

NOTA DE PRENSA

El Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional, comunica a nuestro Pueblo, y a la Comunidad Internacional, que en Representación de nuestro Presidente y de nuestro Pueblo y Gobierno, el Doctor Paul Oquist Kelley asumió en París, la Posición, formal y justa, de defender nuestro Planeta y nuestro País de los impactos cada vez más destructivos del Cambio Climático.

El Doctor Oquist subrayó entonces la responsabilidad histórica de los Países Desarrollados alrededor de las Emisiones que más han impactado el Clima, produciendo deterioro y destrucción, y afectando gravemente a todos los habitantes del Planeta, y en particular a los más Pobres.

Explicaba el Doctor Oquist entonces, que los 100 Países más Pobres del Mundo apenas tienen el 3% de las emisiones, mientras los 10 Países más Desarrollados emiten el 72% de CO2.

El Gobierno de Nicaragua, a nombre de nuestro Pueblo, reclamó entonces, y reclama hoy, una Propuesta realista, verdaderamente responsable, con Enfoques certeros y de fondo, imponiendo “responsabilidades comunes, pero diferenciadas”, exigiendo a los más contaminantes, compromisos estrictos con la reducción de sus emisiones, y con recursos compensatorios para la llamada “Adaptación”.

Nicaragua, con una Economía pequeña y un Gobierno que desarrolla Políticas y Programas para salir de la Pobreza, no está entre las Potencias contaminantes; no tiene responsabilidad en el Cambio Climático, y ha actuado con Compromiso Verdadero, promoviendo Energías Renovables, esfuerzos que han sido reconocidos por los Organismos Internacionales pertinentes, llegando a calificarnos como una “Potencia Energética Verde”.

Al no suscribir el Acuerdo de París el 22 de Abril del Año 2016, el Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional asumió una Posición clara de defensa del Planeta y la Vida, urgiendo Conciencia y Responsabilidad al Mundo entero. Nicaragua, por su parte, ha continuado desarrollando un conjunto de Políticas que desde nuestras Fuentes Alternativas de Energía nos han permitido transformar la Matriz Energética y reducir dependencias de Combustibles Fósiles.

El Banco Mundial ha destacado que nuestro País tiene la mejor producción de Energía Renovable de todo Centroamérica.

El Doctor Paul Oquist, a nombre de nuestro Presidente y de nuestro Pueblo y Gobierno, ha exhortado a los Países Desarrollados, hablando en todos los Foros Internacionales, a aumentar su compromiso para mitigar los efectos del Cambio Climático en favor de las generaciones venideras, la Madre Tierra, y la Vida misma.

Con la responsabilidad, cuidado y compromiso que nos caracteriza, el Presidente de la República y el Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional, ratificamos nuestra opción irrenunciable de defender, con Políticas y Prácticas consecuentes, la Madre Tierra, el Clima, el Ambiente, el Planeta, y la Vida.

Siguen vigentes nuestras Consideraciones demandando un Acuerdo Climático con mayores Compromisos alrededor de las emisiones, y con financiamiento para la adaptación y/o mitigación, en el concepto de indemnización para los más afectados, y los más vulnerables, entre quienes se cuenta Centroamérica y el Caribe.

El incremento de las temperaturas con todas sus consecuencias catastróficas és hoy el gran riesgo, y la Posición lúcida y coherente de Nicaragua, está más vigente que nunca.

Managua, 2 de Junio, 2017
Gobierno de Reconciliación
y Unidad Nacional
Presidencia de la República

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¿Cómo se evalúa a los maestros?

Por: Revista Semana Educación 

El año pasado cambió la evaluación docente. Semana Educación le explica en qué consiste el nuevo sistema y hace un balance.

En 2015, el Ministerio de Educación y Fecode llegaron a un acuerdo: definieron cómo cambiar la evaluación docente. Ya no se trataría, como ocurrió entre 2010 y 2014, de una prueba escrita elaborada por la Universidad Nacional de Colombia. La nueva evaluación, se esperaba, empezaría a medir las prácticas del aula, las competencias y las habilidades, para que los exámenes se convirtieran en herramientas formativas, que sirvieran para mejorar el desarrollo profesional de los docentes, según lo afirmaron voceros del Ministerio de Educación.

Así fue como se estructuró la Evaluación con Carácter Diagnóstico Formativa (ECDF), una prueba voluntaria que tiene como finalidad el ascenso y la reubicación salarial, influida en parte por la experiencia chilena. Según el viceministro de Educación Preescolar, Primaria y Media, Víctor Saavedra, el objetivo era identificar las condiciones de los docentes, los aciertos y las necesidades en las actividades del aula, con una prueba implementada por el Icfes. Así, para los docentes que no pasen el examen, existe la opción de tomar cursos de nivelación en facultades de educación acreditadas, con una financiación del Ministerio de Educación de un 70 %.

¿Qué evalúa?

Desde 2015, alrededor de 36.000 profesores han sido evaluados mediante cuatro mecanismos.

– El primero y más importante es la presentación de un video que registre el contexto real de su desempeño durante una clase, en el que se estudia la planeación de los contenidos, la didáctica para transmitir los conocimientos efectivamente, la relación con los estudiantes, y el ambiente del aula (80 %).

– Luego vienen dos encuestas, una realizada por los estudiantes (5 %) y otra, por los compañeros de trabajo (5 %).

– En la última parte, se considera una autoevaluación en la que el educador valora críticamente su desempeño (10 %).

¿Cuál es el balance?

“La nueva evaluación fue un progreso”, así lo aseguró Germán Darío Hernández Rojas, asesor pedagógico del Centro de Innovación Educativa de la Universidad Nacional y el Ministerio de Educación Nacional. Según Hernández, la Universidad Nacional había construido muy juiciosamente unas preguntas que eran cada vez más pertinentes; sin embargo, evaluaban únicamente las capacidades académicas de los profesores. En cambio, la nueva evaluación se enfoca, con más pertinencia, en un aspecto más importante: la práctica docente. Así lo sostuvo el viceministro Saavedra. Según Hernández, “con el acuerdo entre Fecode y el Ministerio de Educación se llegó directamente a la práctica del aula, lo que significa un paso gigante, porque es posible apreciar los contextos y la relación con los estudiantes”.

Evaluar para formar

No obstante, si se compara con Singapur, en donde también se evalúa la práctica en el aula, hace falta trabajar una parte fundamental del proceso evaluativo: el establecimiento de metas, impuestas autónomamente por cada profesor, en un ejercicio autocrítico por mejorar su desempeño y formación. El reto está entonces en que con el tiempo, se logre deslindar la evaluación de la promoción y el aumento salarial, para convertirla en un elemento formativo. Desde luego, para lograrlo es necesario mejorar la remuneración, como lo hicieron en Finlandia, Corea del Sur, Singapur, Ontario —Canadá—, para que la cuestión económica no sea la primera necesidad de los profesores. En Corea del Sur, por ejemplo, los docentes se encuentran entre profesionales mejor remunerados, junto a los médicos, ingenieros y abogados, según lo asegura la Fundación Compartir.

Registrar todas las partes de la docencia

Por otra parte, aunque la nueva evaluación se acercó al ejercicio del aula, solo se concentró en una faceta: las dinámicas internas. Hace falta entender y medir la práctica docente de una manera más amplia, para enriquecer la evaluación. Según Hernández, la prueba no evalúa al docente que planea actividades futuras, con horizontes que van más allá de la clase, que reflexiona sobre el desempeño y la comprensión de sus estudiantes y construye estrategias para mejorar la efectividad del aprendizaje, que sistematiza la información obtenida en la corrección de cuadernos y en las prácticas del aula, y que piensa en cómo evaluar a sus estudiantes holísticamente. Así que cuando Fecode le ganó el pulso al Ministerio de Educación y excluyó al Portafolio de la evaluación, en el que se incluían reflexiones pedagógicas sobre la planeación y la evaluación, se limitaron variables para medir las diferentes facetas del ejercicio docente.

¿Cómo conseguir examinar con retroalimentación?

Por último, es necesario seguir trabajando en el sistema de retroalimentación. Para Sandra Peña, profesora de Ciencias de la Educación de la Universidad Icesi, hay que entender la evaluación como una herramienta para actualizar, mejorar y reestructurar las prácticas pedagógicas. Y si bien el Icfes construyó un banco de preguntas que de acuerdo con los resultados envía recomendaciones, se corre el riesgo de homogeneizar con los mismos estándares para todos los docentes y de limitar el diálogo. El reto es descentralizar la evaluación, llevarla al colegio, para que se discuta y se piense con los pares sobre la pertinencia de las estrategias pedagógicas. Las encuestas de los pares y estudiantes no necesariamente permiten el intercambio de experiencias, y suele pasar que entre pares y directivos “se den suave”, en las pruebas, por el ambiente laboral y para mejorar las posibilidades de ascenso, según afirmó un profesor de un colegio oficial.

Fuente: http://www.semana.com/educacion/articulo/como-funciona-la-evaluacion-docente/526926

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Otras formas de pensar la escuela

Por: Juana M. Sancho

 Pensar en alternativas a los tiempos escolares, al dentro y y fuera de la escuela, a la propia concepción de lo que es la escuela es un desafío que hemos de enfrentar.

La escuela (desde la infantil a la universidad), como argumentó Foucault, en el tercer volumen de Dits et ecrits (París: Gallimard, 1994), se ha venido configurando como un potente dispositivo. Como una poderosa estructura “que componen los discursos, las instituciones, las habilitaciones arquitectónicas, las decisiones reglamentarias, las leyes, las medidas administrativas, los enunciados científicos, las proposiciones filosóficas, morales, filantrópicas […] el dispositivo siempre está inscrito en un juego de poder, pero también ligado a un límite o a los límites del saber, que le dan nacimiento, pero, ante todo, lo condicionan” (p. 229).

Y los (nos) condicionan de tal manera, tal el poder del aprendizaje subliminal que nos inoculan las estructuras más profundas del currículo oculto (Michael Apple), que nos impide, incluso a los estudiosos de la educación, pensar en formas de organizar la educación formal que vayan más allá de un edificio con compartimentos estancos arquitectónicos, temporales y de conocimiento. De un docente frente a un grupo y de una evaluación, factual y declarativa, de papel y lápiz.

El dispositivo escolar se ha ‘naturalizado’ de tal manera que, hace algunos años, mi argumentación, basada en la idea de James A. Mecklenburger (1990), de que “la escuela es una ‘tecnología’ de la educación, del mismo modo que los coches son una ‘tecnología’ del transporte” (p. 106), causó un ‘pequeño escándalo’ en la academia. ¡Cómo iba a ser la escuela una tecnología! ¡Estos de tecnología lo convierten todo en tecnología! Entonces ¿qué es? ¿Algo ‘natural’ como los mares, las montañas, los ríos o los osos polares?

De ahí la importancia de proponer este debate. Porque la educación (formal e informal), toda forma de ‘hacer la educación’, toda propuesta y recurso educativo, no es un destino, sino un campo de batalla, un parlamento de las cosas en el que se deciden las alternativas a la civilización. Pero lo que propongo para el debate no se refiere a si incluir en los planes de estudio más ciencias y tecnologías duras o más humanidades y ciencias sociales. Si una enseñanza transdisciplinar o por asignaturas. Si más exámenes de fin de etapa, si repetir o no repetir, etc., etc. Lo que planteo es considerar cómo el giro digital y neoconservador está incidiendo en el propio sentido y papel de la escuela.

En la historia de la humanidad que conocemos, la escuela, como lugar de aprendizaje para toda la población, no cuenta con un largo recorrido. En España, la escolarización obligatoria ‘total’ no se consiguió hasta la década de 1970, aunque la idea de la escuela como “lugar privilegiado” de aprendizaje, está profundamente instalada. Pero, en el mundo actual ¿se puede seguir manteniendo esta idea? E incluso más, ¿están las estructuras escolares preparadas para dar respuesta a las necesidades educativas de la población?

Para explorar la primera pregunta existe un importante volumen de investigación sobre los cambios fundamentales en las formas de aprender y de acceder a la información por parte niños, niñas y jóvenes propiciados por las tecnologías digitales. De su influencia en la generación y profundización de las desigualdades y en la creciente desafección hacia la escuela. De ahí la importancia de que la escuela reconozca y sitúe los saberes del alumnado, tanto para enriquecer sus propuestas como para detectar prácticas y actitudes externas que pueden dificultar el aprendizaje escolar. En la década de 1970, Basil Berstein argumentaba que la escuela no puede compensar por la sociedad, pero sí garantizar que parte del alumnado no tenga que dejar su identidad a la puerta del centro. En estos momentos, mi reflexión sería que la escuela no puede intervenir en la vida cotidiana del alumnado, pero sí intentar que no tenga que dejar una parte importante de sí mismo al entrar a las clases.

La segunda plantea un desafío aún mayor. Controversias como las suscitadas en Cantabria sobre el horario escolar, generan de nuevo nuestra dificultad para desafiar la metáfora organizativa básica de la escuela. ¿Por qué no flexibilizar los espacios y tiempos escolares? ¿Por qué seguir con la rígida separación entre el dentro y fuera de la escuela? ¿Por qué continuar aferrados a calendarios escolares inerciales? ¿Por qué no proponer otras figuras educativas? ¿Por qué no considerar la escuela como un entorno de aprendizaje vivo y educativamente rentable para toda la comunidad? Sí, ya sé que las normas, la legislación, las inercias…, que componen el ‘dispositivo” actual de la escuela, no lo permiten. Pero si no comenzamos a pensar alternativas profundas y disruptivas, jamás lo podremos cuestionar.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/06/01/otras-formas-de-pensar-la-escuela/

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La escuela debe ser un escenario vivo en la formación de una cultura global para la sostenibilidad

Por: Carmelo Marcén

Necesitamos que en todas las aulas se actúe, porque lo que en otro tiempo pudo ser una buena práctica, ahora es una necesidad.

Como todos los años cada 5 de junio toca celebrar el Día Mundial del Medio Ambiente. Parece mentira, pero después de tanto tiempo, la relación entre medio ambiente y escuela es un vademécum de aciertos y carencias. Y eso que desde que la Logse se inventó lo de los Temas Transversales parecía que el asunto iba a transcurrir por otros derroteros. Los aciertos se notan en que en que casi una tercera parte de toda la información sobre cuestiones ambientales la reciben los chicos y chicas en la escuela (lo decía PISA in Focus 15, publicado en 2006). También en que los centros educativos desarrollan bastantes actividades -puntuales o más sistematizadas- sobre consumo, cuidado del medio natural, residuos, papel, energía o agua. Es más, la gestión ambiental escolar sobre estos tres últimos consumos -que produce enseguida réditos económicos- ha mejorado bastante. Tampoco hay que olvidar las redes ambientales activas; nos quedamos con iniciativas como EsenRed y sus conexiones territoriales.

Pero en este cometido pesan bastante las carencias. El mismo informe del PISA nombrado subraya que el futuro de la sostenibilidad del medio es imposible para el 80% de los preguntados. Un reciente ecobarómetro -financiado por Endesa y suponemos que por eso prioriza la cuestión energética- se fija en lo que opinan hoy los jóvenes de 18 a 35 años, aquellos que recibieron sin duda mensajes ambientalistas cuando estudiaban. La mitad de los encuestados considera que el tratamiento de estas temáticas fue insuficiente y hubieran querido saber más sobre afecciones graves al medio ambiente (energías renovables, estilo de vida, cambio climático, etc.) y soluciones. También que en sus clases sobre medio ambiente predominaba la enseñanza tradicional: eran poco o nada habituales los proyectos prácticos en grupo (45,7 %), los realizados entre varias clases (17 %) o el uso de Internet (33,1 0%). Además, muchos jóvenes opinaban que la formación del profesorado era muy mejorable. Apunten un par de razones para estos defectillos, aunque habrá otras muchas: el currículo explícito deja mucho que desear en cuestiones ambientales -orilla la visión crítica sobre nuestra actuación hacia la sostenibilidad y es profundamente descriptivo- y el currículo oculto de los libros de texto es marcadamente antiecológico.

Una anécdota preocupante: un reciente trabajo de una profesora de Fuhem (Fundación Hogar del Empleado) asegura que se puede llegar a terminar la ESO sin conocer realmente lo que supone el cambio climático. ¡Con la que está cayendo!

Si las anteriores afirmaciones fuesen ciertas, cabría decir que la formación de la cultura ecológica global en la escuela no ha generalizado el formato adecuado ni tiene la progresión necesaria; o hace falta mucho más, pues toda buena intención es insuficiente si queremos aproximarnos a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que buscan urgentemente un futuro diferente. Necesitamos que en todas las aulas se actúe. Porque, lo que en otro tiempo pudo ser una buena práctica ahora es una necesidad.

¡Hala, todos a celebrarlo!

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/06/02/la-escuela-debe-ser-un-escenario-vivo-en-la-formacion-de-una-cultura-global-para-la-sostenibilidad/

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