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Ser anticapitalista hoy: una cuestión de sentido común

Por: Mateo Aguado.  

Hace poco más de un año tres reputados científicos de la NASA publicaron un impactante estudio en el que, basándose en complejos modelos matemáticos, pronosticaban el posible colapso de la civilización humana para dentro de pocas décadas. Las causas que se aludían como determinantes para llegar a tales conclusiones eran principalmente dos: la insostenible sobreexplotación humana de los recursos del planeta y la cada vez mayor desigualdad social existentes entre ricos y pobres (1).

Más allá de analizar la gravedad de esta predicción, me gustaría hacer notar que los dos motivos que –según estos investigadores– podrían acabar provocando el derrumbe de nuestra civilización son precisamente dos de las más claras características que posee el sistema capitalista: una insensibilidad total hacia la sostenibilidad ecológica del planeta y una abrumadora despreocupación hacia la (des)igualdad y la (in)justicia social.

En consecuencia –y como se verá en mayor profundidad en las líneas que siguen– no resultaría demasiado descabellado afirmar que el capitalismo es, a día de hoy, una de las mayores amenazas que se ciernen sobre la continuidad de la cultura humana en el planeta Tierra.

Evidencias de un sistema insensato

En las sociedades modernas de hoy en día nos hemos acostumbrado a asociar el poder adquisitivo con la capacidad de alcanzar una vida feliz. Es decir, se asume que –más que menos– nuestro nivel de renta determina la felicidad que podemos llegar a alcanzar en nuestra vida (o, como se suele decir, que el dinero da la felicidad).

Esta engañosa forma de concebir la vida (basada en los aspectos materiales y monetarios como medida a través de la cual lograr una vida buena) representa, probablemente, la mayor herramienta moral que posee el capitalismo en la actualidad. Sin embargo, y como veremos a continuación, esta concepción ofrece al menos dos evidencias que la hacen insostenible.

I) La evidencia social

Desde el punto de vista social el capitalismo es insostenible en tanto en cuanto promociona una sociedad global de poseedores y desposeídos en donde el sobre-consumo innecesario de unos pocos se produce a costa de las carencias vitales de la mayoría. Y es que una de las características que ha demostrado tener el capitalismo moderno es la construcción de sociedades en las que tienden a crecer las desigualdades sociales (lo cual sucede tanto si pensamos a una escala planetaria, a nivel de países, como si lo hacemos dentro de un mismo país bajo el prisma, cada vez más simplificado, de clases).

Paralelamente a esta estratificación económica de la sociedad en dos claros grupos (unas élites muy ricas y unas masas pobres), el capitalismo no ha logrado tan siquiera cumplir su clásica promesa de traer la felicidad a un creciente número de personas. Son cuantiosos los estudios que en este sentido han cuestionado rotundamente el axioma tan fuertemente instaurado en el ADN capitalista (y en el imaginario colectivo) de que el dinero da la felicidad. Estos estudios vendrían a mostrarnos cómo la correlación entre los ingresos y la satisfacción con la vida sólo se mantiene en etapas tempranas, cuando el dinero es usado para cubrir las necesidades más básicas. A partir de este punto entraríamos en una situación de “comodidad” en donde más dinero ya no significa necesariamente más felicidad. Es más, una vez ha sido alcanzada esta situación, seguir buscando obstinadamente el crecimiento económico (en el plano macro) y el aumento de la renta y el consumo (en el plano micro) puede resultar incluso contraproducente, pues tiende a hacernos descuidar otros aspectos de nuestra vida –intangibles pero igualmente esenciales para la felicidad– como las relaciones sociales o el buen uso del tiempo (2).

Así pues, parece claro que el capitalismo es un sistema que chirría tanto con la justicia social como con la felicidad humana. Como pusieron de manifiesto hace unos años Richard Wilkinson y Kate Pickett –en su magnífica obra Desigualdad: Un análisis de la (in)felicidad colectiva– estas dos cuestiones (justicia social y felicidad humana) son dos asuntos íntimamente relacionados. Parece ser que las desigualdades sociales tienden a hacernos más infelices: en aquellas sociedades en donde son mayores los niveles de desigualdad, mayores son también los niveles de infelicidad (3).

De todo esto se puede extraer la acertada conclusión de que una sociedad preocupada por maximizar sus niveles de felicidad debería ser una sociedad centrada en rebajar al mínimo sus niveles de desigualdad (lo cual, dicho sea de paso, parece una tarea incompatible con las actuales políticas de desarrollo occidental). Por ello, como sostiene Jorge Riechmann en su libro ¿Cómo vivir? Acerca de la vida buena, el capitalismo es “un enemigo declarado de la felicidad”. Y por esta misma razón “los partidarios de la felicidad humana no pueden ser sino anticapitalistas”.

II) La evidencia ecológica

Por otro lado, el axioma del crecimiento indefinido que el capitalismo defiende, a la vez que (como hemos visto) un sinsentido social, es una inviable biofísica. La constante demanda de materiales y energía que conlleva una economía como la que tenemos no puede mantenerse de forma indefinida en el tiempo sin acabar chocando con los límites biofísicos de nuestro planeta (un lugar éste, no lo olvidemos, finito y acotado). Este hecho, a pesar de ser firmemente ignorado por los economistas convencionales (y por la inmensa mayoría de los políticos), constituye una realidad absolutamente incontestable, tal y como nos enseña la segunda ley de la termodinámica. Se podría afirmar, por lo tanto, que el capitalismo es, desde el punto de vista ecológico, biofísico y termodinámico (desde el punto de vista científico al fin y al cabo) un sistema imposible abocado al desastre.

Es por razones como ésta que en política y en economía, al igual que sucede con el resto de aspectos de la vida, se hace imprescindible poseer un mínimo de cultura científica para poder ejercer como ciudadanos responsables y comprometidos (o lo que es lo mismo a efectos termodinámicos, para acomodar nuestro comportamiento a los límites biofísicos del planeta).

Me resultan muy interesantes en este sentido las sabias palabras de Wolfgang Sachs, quien sostiene que, en el futuro, el planeta ya no se dividirá en ideologías de izquierdas o de derechas, sino entre aquellos que aceptan los límites ecológicos del planeta y aquellos que no. O dicho de otro modo, entre aquellos que entiendan y acepten las leyes de la termodinámica y aquellos que no. No se trata por lo tanto de arreglar o refundar el capitalismo (como algún político sostuvo hace no mucho) sino de entender que nuestro futuro como especie en este planeta será un futuro no-capitalista o, sencillamente, no será (4).

Hacer comprender al común de los mortales que la esfera económica no puede crecer por encima de la esfera ecológica (al menos no sin comportarse antes como un cáncer) es, por sencillo que pueda parecer de entender, uno de los mayores desafíos a los que se enfrenta la ciencia y la educación del nuevo milenio.Esferas concéntricas

Sin embargo, esta cuestión de las esferas concéntricas –cual muñecas rusas– y de los límites del planeta es (pese a los reiterados mensajes ilusorios en pro del gasterío insensato que el capitalismo se empeña en difundir) un asunto sencillo de concebir para todas las personas. Y aquí reside –precisamente– nuestra esperanza: la esperanza de un cambio social en aras de poder alcanzar otro mundo posible, más justo y sostenible.

Como argumentaba recientemente Juan Carlos Monedero, es mucho más factible hacerse anticapitalista a día de hoy desde posiciones ecologistas que desde posiciones marxistas. La inviabilidad de un sistema que aboga por el crecimiento constante en un mundo que es limitado es algo mucho más fácil de comprender para la gente normal que la tendencia descendente de la tasa de ganancia o el fetichismo de la mercancía de la que nos hablaba Marx.

Por lo tanto, y a modo de corolario, urge entender que ser anticapitalista a día de hoy no es ya una cuestión de ecologistas o de marxistas aislados, sino que es algo de sentido común; algo directamente relacionado con la lógica de supervivencia. Esperemos que este asunto sea entendido –más temprano que tarde– por la inmensa mayoría de individuos que pueblan la Tierra hasta convertirse en una evidencia popular. Nuestra continuidad sobre el planeta y nuestra felicidad de ello dependerán.

Notas

(1) Motesharrei, S., Rivas, J., & Kalnay, E. (2012). A Minimal Model for Human and Nature Interaction.

(2) Para profundizar algo más sobre este tema se recomienda leer este artículo.

(3) La obra de Wilkinson y Pickett (2009) muestra minuciosamente como el incremento en las desigualdades tiene significativas repercusiones negativas sobre otros aspectos de la vida que afectan directamente al bienestar y a la felicidad. Tal sería el caso de la educación, la esperanza de vida, la mortalidad infantil, la incidencia de enfermedades mentales, el consumo de drogas, las tasas de obesidad y sobrepeso o el número de homicidios; variables todas ellas que presentan peores valores en aquellos lugares en donde mayor es la desigualdad.

(4) Defender desde la argumentación socio-ecológica el “suicidio” social que supone seguir enfrascados en la lógica del capitalismo es un imperativo vital a la vez que uno de los grandes objetivos de este blog: crear conciencia anticapitalista a través de las Ciencias de la Sostenibilidad.

(5) EME: Evaluación de los Ecosistemas del Milenio de España (2011). Síntesis de resultados. Fundación Biodiversidad. Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino.

Fuente: http://iberoamericasocial.com/ser-anticapitalista-hoy-una-cuestion-de-sentido-comun/

Autor Fotografía: mundolibertario

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Educación especial en Venezuela integración e inclusión

América del Sur/ Venezuela/Abril 2017/Margarita Carías Galvis/

 

Autora: Margarita Carías Galvis

La educación especial en Venezuela provee la atención educativa integral de la población con necesidades especiales, desde una visión humana social del enfoque socio-histórico-cultural y del ideario Bolivariano y Robinsoneano, como respuesta a la inclusión educativa de aquellos niños y adolescentes  en el aula regular.

A través de las aulas integradas, las unidades psico-educativas quienes poseen docentes especialistas y psicopedagógos, realizan las adaptaciones curriculares pertinentes para optimizar las potencialidades de estos niños y jóvenes, de acuerdo  a la resolución en el  2005 del Ministerio Del Poder Popular Para la Educación, tienen igual derecho a estar integrados y participar en la llamada educación regular.

De esta manera la educación especial en un proceso de transición socio-política hacia la construcción de un modelo de sociedad inclusiva, integradora y socialista, que requiere de manera inexorable, una educación capaz de formar a los republicanos y republicanas, que participen de manera activa, lo cual implica incorporar los aportes que desde las diversas instancias incluidas las consultas por la calidad educativa(2009.-2014)  y actualización de la política de educación especial.

Los actores responsables del hecho educativo han dado a lo largo de 15 años de profundas transformaciones de la educación venezolana y el país.ha pasado de ser inminentemente clínica, privada, excluyente  propia del mercantilismo neoliberal  a un enfoque humanista social,donde podemos observar en nuestras escuelas.

Foto: Margarita Carias

En este sentido los estudiantes con dificultades, auditivas, visuales, psicomotoras, compromisos cognitivos leves, síndromes del espectro autista, dificultades de lenguaje y /o del desarrollo, plenamente integrados e incluidos, participan activamente de todas las actividades programáticas del plantel.

Como referencia se tiene  el caso del Liceo Vicente Emilio Sojo, en El municipio Ribas del estado Aragua, con profesores en lengua de señas venezolana que a la vez son interpretes de los estudiantes con deficiencias auditivas,  incluidos en este plantel así m ismo casos como el de la UEE J M Álvarez Jaramillo, del mismo municipio con un estudiante incluido desde la educación inicial.

Es por ello que  se cuenta con áreas de atención en la modalidad siguiente:

  1. Retardo Mental.las instituciones que brindan atención en esta área son institutos de Educación especial y talleres laborales (IEE TEL)
  2. Autismo, atendido en los centros de atención integral a personas con autismo(CAIPA)
  3. Deficiencias Auditivas :instituto de deficiencias auditivas
  4. Deficiencias visuales en las instituciones llamadas :CAIDV
  5. Dificultades de Aprendizaje :Unidades psicoeducativas (UPE), aulas integradas
  6. Impedimentos físicos. Centro de desarrollo infantil (CDIhasta los seis años)
  7. Talento superior

 En este sentido se avanza con programas  de apoyo tales como:

  • Prevención y atención temprana: se proporciona al niño en las primeras etapas de su vida y consiste en un conjunto de acciones encaminadas a prevenir los probables déficits en el desarrollo de los niños con riesgo de padecerlos tanto por causas orgánicas como psicológicas o sociales.
  • Lenguaje: Es una unidad de Apoyo de la dirección de educación especial; tiene como finalidad definir las políticas y las líneas estratégicas para el desarrollo del lenguaje de la población atendida dentro de la modalidad o integrada a la escuela regular, se inicia desde la edad preescolar hasta la adultez y desde los centros de Desarrollo infantil hasta los talleres de educación laboral existentes en todo el territorio nacional.
  • Educación y trabajo: Le corresponde propiciar las condiciones para el desarrollo integral del individuo, cuya formación le permitirá .a “ser” y “aprender haciendo “el promover la responsabilidad consigo mismo, con la familia y la comunidad, estimular la capacidad creadora, despertar una actitud positiva hacia el trabajo y el desarrollo de una conciencia ciudadana para beneficio individual y colectivo.
  •  Integración social:La integración responde a una concepción del hombre ,en su condición de persona cuya dignidad personal radica,en asumirse como ser cultural social e histórico con una tendencia hacia la autorrealización libertad y apertura solidaria con los demás seres humanos,con capacidad de originalidad y creatividad y jerarquía de valores y dignidad personal Nozenco, (1995) por lo tanto promueve la participación social  para que las personas con necesidades especiales como cualquier ciudadano ,que conozcan la realidad en que viven ,desarrollen sus capacidades y actúen solidariamente  para intervenir en la transformación de sí mismo y de la sociedad en la medida de sus posibilidades de acuerdo a lo establecido en el marco de la Constitución Nacional.

 Se concluye con la certeza de que todas estas unidades de apoyo y servicios trabajan entrelazadas y en conjunto para lograr de forma exitosa la inclusión e integración educativa, porque todos somos especiales y todos somos diferentes y nuestras diferencias nos enriquecen. Garantizar una educación de calidad para todos y todas. Desarrollar una pedagogía del amor,  el ejemplo y la curiosidad. Fortalecer el papel de los maestros y maestras. Promover un clima y gestión escolar caracterizada por la convivencia. Garantizar un sistema de protección estudiantil. Lograr una estrecha relación entre las familias, la escuela y la comunidad. Desarrollar un currículo nacional integrado y actualizado. Garantizar edificaciones educativas sencillas, amigables y seguras. Desarrollar un sistema de evaluación de la calidad educativa. Reconfigurar la organización y funcionamiento del Ministerio del Poder Popular para la Educación.

Fuente: Enviado por la autora a editores OVE.

Fuente Imagen :

https://lh3.googleusercontent.com/0FX2uneumyl6jcfhXpo-ITvtybBuxN4NGwbfTK74fO4qCYqdcYq8Z7vFYc5x7m3I2IXL=s85

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Libro: Género, familias , trabajo rupturas y continuidades Desafíos para la investigación política

 América del Sur/Argentina/Abril del 2017/Noticias/http://www.clacso.org.ar

María Alícia Gutiérrez. [Compiladora]

Rosario Aguirre. Irma Arriagada. Karina Batthyány. Marisa Bucheli. Carlos H. Filgueira. Norma Fuller. Brígida García. María Coleta Oliveira. Orlandina de Oliveira. Catalina Wainerman. [Autores de Capítulo]
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Colección Grupos de Trabajo.
ISBN 978-987-1183-72-2
CLACSO.
Buenos Aires.
Agosto de 2007

 

La familia percibida como espacio privilegiado de la reproducción es un producto de la modernidad occidental cuyos rasgos se afianzan con el desarrollo del capitalismo y la emergencia de la burguesía. Con los cambios actuales, la idea de familia se ve confrontada a importantes desafíos en nuevos contextos sociales, políticos, económicos y culturales que se expresan como una colisión de intereses entre amor, familia, trabajo y libertad personal. Vastos sectores sociales de América Latina están atravesados por estos cambios: se verifica un proceso de desintegración familiar que no responde sólo a la búsqueda de una individuación cada vez mayor, ni a la complejización de la idea del amor y el placer, sino a la mera subsistencia y el intento de “inventar” un nuevo espacio de contención y resguardo, que está completamente atravesado por las fisuras del orden social. Familias que se articulan sobre la reestructuración de los roles tradicionales, con altos grados de cuestionamiento a la autoridad y el orden, pérdida laboral y resignificación de la condición de desocupado como un nuevo “modo de vida”, con pérdida de las protecciones sociales y de la noción de futuro. La dimensión del trabajo es una de las que más atraviesa las consideraciones de género y familia dado que permite visualizar la relación público-privado. A pesar de la incorporación masiva de la mujer al mundo del trabajo, sus actividades siguen siendo una “extensión” de sus funciones domésticas. El incremento de la feminización de la mano de obra y los menores salarios percibidos por las mujeres producen una fuerte contradicción entre la vida real y el imaginario tradicional patriarcal. El presente libro es el resultado del seminario “Género, familias y trabajo: rupturas y continuidades. Desafíos para la investigación y la acción política”, desarrollado en la Universidad de la República, Montevideo, Uruguay, bajo el auspicio del Grupo de Trabajo sobre Género de CLACSO.
Fuente:
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Educar contra la explotación infantil.

Por: Saray Marqués.

Nos hemos acostumbrado a levantarnos escandalizados un martes porque un documental de la BBC denuncia que niños huidos de la guerra de Siria trabajan por un sueldo de miseria en fábricas textiles de marcas europeas en Turquía, y a plantearnos un miércoles, plantados ante un escaparate, si esta temporada somos más de Mango o de Zara. A parcelar, a diferenciar, a no conectar… También en la escuela.

No siempre

Sin embargo, esta no es siempre ajena a la realidad, y las aulas no siempre le dan la espalda al contexto de crisis ecosocial en que estamos viviendo. Y hay experiencias que nos demuestran que, si se quiere, los niños no son “demasiado pequeños” para afrontar la crudeza y la complejidad de determinados acontecimientos, el currículo demasiado intenso como para no jalonarlo de cuestiones que nos atañen ni la LOMCE tan antiecológica como para impedirlo.

En ocasiones dentro de la educación formal y otras desde la no formal, con talleres educativos como los que se proponen desde el colectivo Consume hasta morir, integrado en Ecologistas en Acción, un documental como el realizado por la cadena pública británica constituye una oportunidad para conectar las aulas con la vida.

Este proyecto, en marcha desde 2002, ha servido durante todos estos años para “desenmascarar el argumentario fundamental detrás de la sociedad de consumo gracias a la contrapublicidad y a las herramientas de la comunicación social”, explica Isidro Jiménez, en Consume hasta morir desde sus inicios. Distintos profesores e investigadores universitarios vinculados a estos campos han ido pasando por sus filas (cinco personas lo componen en estos momentos), aportando estrategias para introducir la reflexión a partir de estas herramientas, ya sea en la educación formal, en institutos, en asignaturas como Plástica, o en la no formal (centros de formación ambiental, ocio y tiempo libre…). También hay personas en su día ligadas al marketing. “El objetivo va más allá de derrumbar la publicidad, esta es solo la herramienta al servicio del modelo de consumo. Nuestra tesis es que esta es ideológica, educa y transmite valores definidos e interesados”, analiza Jiménez. “Nosotros le damos la vuelta y la empleamos para luchar y trabajar contra ese modelo”.

La contrapublicidad, la primera herramienta que emplearon, es ahora una más, y el trabajo del colectivo está ya un paso por delante. De la denuncia han pasado a la propuesta en positivo de alternativas desde la economía social, gracias a medios como El salmón contracorriente y proyectos como el libro de próxima aparición Manual de comunicación para la ciudadanía organizada. Sin embargo, en muchos centros se sigue empleando el lenguaje de la contrapublicidad, con el que comenzaron, para acercar determinados temas a un público joven, “y es interesante esa parte que sigue, sin que ya ni siquiera participemos”, apunta Jiménez.

La emisión de The refugees who make our clothes ha sido el caso más reciente y ha servido para “descubrir una realidad que ignorábamos, preocupante porque nos habla de una segunda o tercera explotación de una población ya vulnerable, y reaccionar, pidiendo a las empresas afectadas saber si conocían estas situaciones, lo que han hecho hasta el momento para evitarlas y lo que pretenden hacer, conscientes de que no caben soluciones inmediatas y fáciles, de que la deslocalización es un hecho que hay que gestionar, pero esperando que esas empresas no miren para otro lado, porque sus políticas de responsabilidad social corporativa no terminan en sus sedes sociales en España, sino que han de llegar allá donde están sus centros de producción”, en palabras de David del Campo, director de cooperación y ayuda humanitaria de Save the Children en España.

Del Campo habla de 2.485.000 niños sirios refugiados en países limítrofes como Turquía y de 2.700.000 que viven en su país pero no van a la escuela. En ambos casos, la amenaza de la explotación laboral se cierne sobre ellos, “que pueden llegar a cobrar un tercio del salario mínimo, aunque la ley no permita en Turquía ni el trabajo de menores ni la explotación de refugiados en fábricas”, relata.

El precedente de Dacca

Ahora ha sido Turquía, pero hace tres años fue Bangladesh. Todos los focos se giraron hacia su capital, Dacca, cuando 1.127 trabajadores textiles murieron en un derrumbe durante su jornada laboral (2.438 resultaron heridos). Entonces, los profesores María Pose y Guillermo Rodríguez, del Colegio Montserrat (Fuhem) de Madrid, se tomaron en serio lo de que “los centros educativos son agentes activos de transformaciones sociales donde formar, trabajar y hacer ver que podemos construir un mundo mejor”. Así fue como comenzaron a preparar una exposición, que se inserta dentro del proyecto global ConSumoGusto, que a día de hoy sigue haciendo campaña en pro del concepto de ropa limpia.

Durante el tercer trimestre, los pasillos del colegio se llenaron de fotos del accidente y de carteles en que los alumnos denunciaban que de una camiseta de 25 euros tan solo 11 céntimos iban destinados al sueldo de la persona que la cosía o cómo se pagaba la hora de trabajo en Bangladesh (10 céntimos), China y Bulgaria (30 céntimos) o Marruecos (70 céntimos). En ocasiones en horas de clase y otras fuera del horario, Rodríguez recuerda cómo, bajo el lema ‘Sabemos lo que pasó y sabemos cómo actuar’, chicas y chicos analizaron las etiquetas de su ropa, situando en un mapamundi los países de donde venía, hablaron de externalización, deslocalización, de derechos laborales o recibieron charlas de expertos.

“El profesorado está a veces sobrecargado, le saturamos para que haga cosas, por eso yo oriento, abro puertas para que sea el alumno el que las haga”, explica Rodríguez, que recuerda cómo entonces hubo posibilidades de seguir trabajando en el tema para aquellos alumnos más implicados, a los que no les bastaba con las horas lectivas. Otros docentes se contagiaron del entusiasmo, que partía en esta ocasión de un profesor de Matemáticas impregnado del estilo de educación para el desarrollo: “Nunca dejas tu asignatura, porque cuando recurríamos al mapa era un mapa de Peters, que también es curioso y me permitía hablarles de conceptos matemáticos”.

Todo el currículo

El de Dacca es solo un ejemplo de lo que se está haciendo desde el Montserrat (premio Vicente Ferrer de Educación para el Desarrollo, concedido por la Agencia Española de Cooperación Internacional y el Ministerio de Educación) y de lo que se propugna desde la Fuhem. Su coordinador de áreas ecosocial y educativa, Luis González, explica cómo pretenden elaborar un currículo Lomce “ecosocializado”: “Partimos de un documento muy desarrollado sobre lo que consideramos que debe conocer una persona desde el punto de vista de la sostenibilidad, la justicia social y la democracia y, una vez que tenemos claros esos aprendizajes clave, vamos analizando dónde encajarlos en el currículo oficial: en qué asignatura en qué curso y con qué visión insertaríamos el cambio climático, con conexión entre distintas áreas y niveles”.

Es así como, según González, estarán trabajando los contenidos mínimos de la ley pero con un enfoque ecosocial, “en ocasiones incorporando contenidos nuevos y, en otras, con una visión distinta”, como podrán abordarse en profundidad temas que hoy o no se tratan o se tratan de soslayo, dependiendo de la disposición del docente, o que se consideran un extra. Cuestiones como “Comprender que no todo es reparable”, “Contrastar organizaciones socioeconómicas depredadoras con otras con una relación armónica con el entorno”, “Valorar las implicaciones de la lógica comprar-tirar-comprar y el papel de la publicidad”, “Ser conscientes de cómo las personas han sido y siguen siendo tratadas como mercancía” o “Conocer cómo el capitalismo consigue reproducir el capital a través de la explotación de personas”, algunas de las que se recogen en su borrador, ahora sí estarán.

Todo esto se ofrecerá en forma de materiales autoeditables para todos los docentes, en abierto, y se espera tener un primer piloto de Ciencias Naturales y Sociales de 6º de Primaria el curso que viene. “El trabajo no se pierde con un posible cambio de ley educativa, pues la mayoría de los elementos, aun con una nueva ley, no variarán sustancialmente”, señala González.

Lesbos, Girona, Málaga

Para Iolanda Arboleas, directora del Institut de Sils de Girona, no hay desconexión posible con la realidad. Todo, de Sant Jordi a la inauguración del curso, se impregna de aquello que nos rodea y que consideran más acuciante. No es raro en un centro, reconocido por Ashoka como changemaker, que inicia la jornada con su Bon Dia, dedicando los cinco primeros minutos a abordar un tema de impacto en ese momento.

Así, el pasado Sant Jordi la guerra de Siria y sus consecuencias fue la protagonista, con su descenso a cada uno de los cursos (sensibilización en 1º de ESO, análisis en 2º, reivindicación y protesta en 3º y acción en 4º). Y este curso se dará por inaugurado el viernes 28 con un acto en el Ayuntamiento al que toda la población está invitada, en el que los alumnos de 3º de ESO hablarán de democracia y derechos humanos vinculándolo con la Revolución Francesa y la Americana, que están estudiando, y donde acudirá para dar una conferencia, promovida por el centro y el AMPA Joel Da Silva, voluntario de Proactiva Open Arms, la ONG cuya labor describe Astral, el documental de Salvados.

A la colaboración con ONG están también acostumbrados en el IES Pablo Picasso de Málaga, donde trabajan con InteRed. Del mismo modo, es frecuente que se aborden problemáticas sociales desde una visión multidisciplinar y con testimonios de primera mano. El curso pasado, en un proyecto sobre las migraciones, participaron los profesores de Filosofía, Inglés, Economía y Geografía. Los alumnos escucharon las experiencias de personas que en su día tuvieron que abandonar su país que visitaron el centro, leyeron noticias, vieron documentales… “Queremos formar agentes de cambio, y hacerlo con herramientas propias de la participación en ciudadanía”, analiza Marisol Aneas, jefa de estudios y premio Vicente Ferrer de Educación para el Desarrollo. “En base a lo que está pasando, aspiramos a que el alumnado forme parte, aunque guiado, en la toma de decisiones de cómo trabajar en el aula, qué temáticas abordar”, prosigue Aneas.

Profesora de Economía, también comienza sus clases con dos noticias seleccionadas por los chicos y chicas, que dan para una exposición y un debate de unos 15 minutos y “sirven para conectar la clase a la realidad inmediata”. Su asignatura, para ella, contiene además conceptos imprescindibles con que analizarla. En sus clases de 1º, 2º y 4º de ESO hay lecciones fundamentales, las que hablan del agotamiento de los recursos, de los objetivos de desarrollo sostenible, de emprendimiento social, de finanzas alternativas, de responsabilidad social o de consumo responsable.

Ciudadano LOMCE

Para José Carlos Tobalina, docente del centro de formación ambiental Ciudad escolar en la Comunidad de Madrid, vinculado a los Movimientos de Renovación Pedagógica (MRP), existen estas y otras experiencias (cita también las de los colegios Trabenco de Leganés, Miguel Hernández en Getafe, Carlos Cano de Fuenlabrada o Palomeras Bajas en Madrid) “donde maestros o maestras de forma individual o en equipo sacan adelante proyectos coherentes con un nuevo paradigma ético, que desarrolla el pensamiento crítico y forma parte de una concepción global del ser humano en la sociedad”, pero no bastan.

Según él, ni el currículo ni la formación inicial del profesorado están listos para aportar “una visión crítica, consciente y lúcida del sistema en que vivimos, de las contradicciones en el funcionamiento del modelo neoliberal capitalista, de los problemas que tenemos de carácter ecológico y de justicia social”.

La escuela está en medio, reconoce Tobalina, a su alrededor los medios de comunicación o las redes sociales van ganando en impacto, “pero debería estar jugando un papel de compensación, de alfabetización crítica, y no lo está haciendo, sino que sigue vehiculando un conocimiento alejado de la realidad a través de materias que en ciertas épocas sirvieron para situar al ser humano en una visión del mundo antropocéntrica, distinta a la que tenemos que tener hoy”.

Tobalina habla de cómo la actual ley va en esa línea, “encaminada a crear ciudadanos LOMCE, seleccionados, con una mente capaz de cambiar muy rápido en lo tecnológico, muy dóciles en lo político y social, con una conciencia medida sobre medio ambiente (capaces de plantar un árbol cerca de su casa, o de comer comida ecológica), pero con una visión incompleta de lo que son en su entorno social y natural”.

Frente a esto, desde las jornadas que los MRP y Ecologistas en Acción celebrarán a principios de 2017 abordarán Qué escuela para qué mundo. Porque en el ámbito escolar hay mucho que repensar, también más allá del currículo (plantea algunos ejemplos: cómo se va y se vuelve del cole, cómo se transforma arquitectónica y estructuralmente para que sea algo abierto, cómo se conciben los tiempos, respetando los ritmos de cada uno, cómo, qué y con quién se come…) y porque todo esto ha de servir para acercar un poquito más la escuela a la vida, para que la escuela sea la vida.

Fuente: http://insurgenciamagisterial.com/educar-contra-la-explotacion-infantil/

Imagen: http://insurgenciamagisterial.com/wp-content/uploads/2016/11/twitter.jpg

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Educación ¿Quién define e instrumentaliza las políticas?

Rubén Ramos

Este es un largo artículo que apareció en partes aquí mismo. Esta es la versión integrada, revisada y completa.

Contenido:
1. Estados fallidos
2. Banco Central
3. Educación
Maestros mal pagados
Infraestructura, profesores idóneos, soporte pedagógico
Jomtien, Dakar, París y Proyecto Educativo Nacional
Poder Permanente
4. Carrera docente
Jornada escolar completa
Incrementar sueldos
Meritocracia
Autoestima docente
5. Ministro de educación 22
Empezaré diciendo que salvo casos que exceden mi tolerancia me ocupo de lo que alguien dice o comenta sobre la problemática que vive el Perú. No porque mi país no me importe, sino porque hace rato me convencí, y de esto dan cuenta mis libros y artículos, que la solución de todos los problemas que asedian al Perú, y a muchos de los que aún siguen atados al colonialismo norteamericano, empieza donde termina la injerencia de las instituciones financieras de la ONU, la OEA, la OEI (FMI, BM, BID), del Departamento de Estado de EEUU (USAID); de las de cooperación y asistencia (UNESCO, OCDE, UNICEF, OMS, OMC) sólo por citar algunas. Igual, de las encargadas de la sedición y el terror (NED, IRI, NDI, Freedom House, ISOA, Comando Sur, IV Flota); de las embajadas norteamericanas; y de las ONGs que medran de todas esas instituciones y actúan de intermediarios en los medios de información, la “investigación”, los “derechos humanos” (que no sé que son), el medio ambiente, la seguridad ciudadana, los poderes del Estado, la educación, la cultura.
Siendo esta la institucionalidad que define las políticas, las estrategias, así como la acción misma, en todos los órdenes de la vida económica, social, política e ideológica de nuestros países, -año tras año, gobierno tras gobierno-, ocuparme de lo que alguien diga es algo que, frecuentemente, descarto.
Este largo artículo hace señalamientos sobre los Estados fallidos; los Bancos Centrales; la educación; la carrera docente; para terminar con un añadido sobre el actual ministro de educación del Perú. Todo esto a propósito de ciertas declaraciones de un economista peruano, pero buscando ir más allá.
 
1. “Estados fallidos”
El economista que es, además, columnista de uno de los diarios conservadores del Perú, sostiene que el “el progreso de este país se ve retrasado por el lastre de un Estado sin gerencia, pobremente dotado de recursos humanos, plagado de ineficiencia y corrupción, y con instituciones débiles o disfuncionales”. Y agrega que “cimentar una nación exitosa con un Estado fallido es materialmente imposible”.
Como es común en estos “analistas” de la realidad, su acuciosidad da para mirar los efectos pero no las causas. Esto es distorsionante y falaz. Los “Estados fallidos” existentes en Medio Oriente, África, Asia, América latina y el Caribe y ahora, también en Europa, son el resultado de la acción simbiótica entre invasiones militares y terrorismo, ocupación militar territorial y acción de la institucionalidad a la que me he referido al empezar este artículo.
Preciso, sólo con fines didácticos, porque la realidad es siempre mucho más compleja: Las invasiones tal cual se viven en Oriente Medio, en África, en Ucrania en Palestina, implican invasiones militares: de las fuerzas de la ONU, de la OTAN, del ejército norteamericano, de Israel, y/o de sus respectivas fuerzas mercenarias. En América latina lo que hay son ocupaciones militares. Las más de 1000 bases militares en el mundo y todo tipo de instalación militar en territorios que no les pertenecen ni a EEUU ni a sus socios europeos, ilustra bien esto. Toda ocupación militar implica una acción latente. Tanto las invasiones como las ocupaciones se sostienen y son posibles gracias a la institucionalidad de la ONU (desde lo financiero hasta lo gastronómico), de la OEA, de la OEI, de la Secretaría de Estado de los EEUU, de su Sistema Nacional de Seguridad, de su Consejo Nacional de Inteligencia, de su Departamento de Defensa y sus Comandos Combatientes Unificados (COCOM) alrededor del mundo, de la CIA, de la OTAN.
No se puede perder de vista que tras toda invasión u ocupación existen objetivos estratégicos geoeconómicos, financieros, productivos, comerciales, geopolíticos.
La acción simbiótica entre la institucionalidad del orden mundial capitalista y la acción militar efectiva o latente, viene desde muy lejos; pero cambió de pretexto justificatorio con el transcurrir de la historia. Antes fue la lucha contra el comunismo; luego es el combate contra el “eje del mal”, el terrorismo, el narcotráfico, o si se prefiere, contra el narco-terrorismo. La última versión justificatoria, en Oriente Medio, se llama combate al “extremismo islámico”, también identificado como yihadismo, o “Estado Islámico”. Pero no se dice que tras este “combate”, Estados Unidos pretende hacer de Siria un “Estado fallido” continuando su labor destructiva ya lograda en Irak, como antes en los Balcanes, en Somalia, Afganistán, Libia… Tampoco se dice que el autodenominado “Estado Islámico” es creación de los aparatos de inteligencia norteamericano (la CIA), israelita (el Mossad) y británico (el M16).
La ocupación en los países que forman la Alianza del Pacífico, que instrumentaliza el BID, tiene como pretexto “el chavismo” y su objetivo estratégico es cercar para después destruir la ALBA, el Mercosur, la UNASUR y la CELAC. Su pretensión es volver a amarrar a sus países líderes al furgón de cola de los EEUU: la OEA, ya muerta pero insepulta.
En este contexto hay que recordar que aún quedan pendientes de conversión, más de 15 Estados de África, Asia, Medio Oriente, según la “lista” que para el 2030 tiene el Consejo Nacional de Inteligencia-NIC de los Estados Unidos. Esto, sin contar los previstos en América latina y el Caribe, considerados “desquiciados” por amenazar “la libertad y la democracia” y los intereses de ese país en lo que considera su “patio trasero”.
Los países de América Latina -a excepción de Cuba, Venezuela, Bolivia, Ecuador-, son países ocupados. La ocupación, así como la invasión, genera anomia. Ésta identifica, igualmente, “Estados fallidos” porque a la institucionalidad pre existente, o nacional, se yuxtapone la institucionalidad externa para la destrucción y el desorden. Esta institucionalidad vertebra un “nuevo orden” de corrupción y de cohecho que es funcional a sus intereses, pero que enajena la interacción social, imposibilita la convivencia civilizada, desprecia el respeto por la vida, instaura la inseguridad, hace de la violencia institucionalizada un patrón de poder.
Doctrinas y Estados fallidos
Las doctrinas, unas apoyadas en mitos y otras en el delirio belicista de las élites civil-militares del sionismo internacional, subyacen a la instauración de “Estados fallidos”. Todas las doctrinas son de larga data y con reediciones que advierten los reacomodos de la política norteamericana a los intereses hegemónicos de sus élites de poder. Es más. Todas se conjugan y todas conjugan mito y terror.
Son ejemplos de doctrinas apoyadas en mitos la “Doctrina Monroe”, la del “Destino Manifiesto”, la de la “Excepcionalidad norteamericana”. Y lo son de las apoyadas en el belicismo: la de la “Distensión”, la “Tripolaridad”, el “Compromiso global”, los “Derechos humanos”, la “Guerra preventiva”, la “Guerra limitada”, el “Nuevo siglo americano”, y claro, la de Seguridad nacional norteamericana”.
Ciertamente, no sólo se trata de doctrinas donde mito, manía y guerrerismo se mezclan. Cada doctrina, o más de una, responden a una concepción geopolítica, como la que enmarcó la Guerra Fría, o la acción en el Sudeste asiático después del fracaso norteamericano en VietNam, y, ahora, el avance económico y militar de China y Rusia, la Cooperación de Shangai, el desarrollo del BRICS, la fortaleza del ALBA.
Cada artificio doctrinario supone una racionalidad económica, o mejor dicho, una irracionalidad como la que sustenta al capitalismo decadente.
Las doctrinas suponen estrategias: allí están, como muestra, desde fines de los 90’, las “revoluciones de colores”, “las primaveras árabes”, “las manos blancas”, los “golpe suave”.
Lo que son los Estados fallidos
 
En definitiva, y lo que aquí importa decir es que la institucionalidad del orden mundial capitalista es la que produce los “Estados fallidos”. Por destrucción y balcanización, por ocupación, por anomia; o, por una mezcla de las tres.
Los “Estados fallidos” son aquellos donde la institucionalidad del orden mundial capitalista “destruye” la vida y la cultura; destruye los cimientos básicos para la gobernabilidad con independencia y autonomía y los reemplaza por imposición, corrupción y cohecho; usurpa las riquezas energéticas, mineras, acuíferas, forestales, productivas y asume su exploración y explotación como cotos privados; impone la fantasía del PBI (en su expresión monetaria) haciendo de los pobres “pobres extremos”; ensancha la brecha de la desigualdad hasta hacerla un abismo insalvable.
Los “Estados fallidos” son aquellos donde la institucionalidad del orden mundial capitalista condena a la gente “vivir de prestado”; hace de los Estados nacionales una ficción útil para “gerenciar” en función de la inversión extranjera, la bancarización y la desnacionalización de las economías; aliena a los pobres con políticas asistencialistas que desarraigan y desculturizan; enajena la educación haciéndola un servicio y privatizándola; hace de lo propio que sustenta nuestra identidad, “patrimonio de la humanidad” para que cualquier invasor de cualquier país destruya lo que nos identifica y forma parte de nuestra historia (como ocurrió en el Perú con los “bárbaros” de Greenpeace disfrazados de ecologistas que destruyeron las “líneas de Nazca). Privatiza la salud y la seguridad social; exacerba los conflictos interétnicos y religiosos; penaliza la protesta social; hace del crimen organizado un subsistema funcional al sistema judicial; “garantiza” la “seguridad interna” con operativos efectistas, bases militares, centros de operaciones especiales, ejércitos de ocupación y asesores sionistas; acaba con la libertad y la democracia.
Los “Estados fallidos” les son funcionales al orden unipolar que EEUU se esfuerza en mantener por encima de la decisión de los pueblos de ejercer su libertad y soberanía.
Son funcionales dentro de la lógica de “destruir para construir” que hace décadas quedó escrito en los “Documentos de Santa Fé” que produce la Central de Inteligencia Americana (CIA). Destruir lo que nos es propio para construir lo que nos asemeje más a un Estado “confederado”, a un Estado “amigo”; a un Estado “socio”; a un Estado de “libre mercado”, de “alianza público-privada” (APP) donde lo privado se engulle el territorio y sus riquezas que son bienes públicos. A un Estado con “libertades democráticas” donde las instituciones para la sedición y el terror financian partidos y candidatos -civiles y militares- mediocres o ignorantes; a un Estado donde el poder electoral y la “transparencia” la financian el BID y/o USAID para hacer que los “ciudadanos” sean obligados a votar so pena de multa.
2. Banco Central
Otra de las apreciaciones que hace el economista-columnista se refiere al Banco Central del Perú. Dice, tratarse de una institución de “clase mundial”. No sé si porque sus funcionarios son digitados por el FIM y/o el BM, o porque supone que la agencia peruana está al mismo nivel que esa dupla a la que obedece y sirve.
En cualquier caso, ¿alguien puede suponer que algún banco central de un país sometido tiene “capacidad mundial” porque lo que hace es instrumentalizar la política “monetaria” que imponen esas instituciones para asegurar sus propios intereses y los de la empresa privada? ¿Puede alguien con un sol peruano, cuya emisión la tiene el BCP, comprar un alfiler en alguna parte del mundo fuera del Perú? ¿Presta el BCP dinero a las empresas privadas del mundo?
Los bancos centrales son instituciones subsidiarias que conforman la mafia tecnocrática del FMI y del BM para arruinar las economías nacionales. Las mafias del Banco Central Europeo y de la Reserva Federal de los EEUU, conjuntamente con esa dupla de la ONU, lo son de la ruina de la economía europea y norteamericana con sus políticas de estabilidad monetaria y austeridad que generan desocupación y despojo de la seguridad social de los trabajadores. En Perú, de esto se ocupa el BCP. Hace lo mismo que hacen las grandes mafias del control monetario. Esto, ¿le otorga “capacidad mundial”?
No confundamos el servilismo de una institución y la genuflexión de sus funcionarios con “capacidad mundial”. El Banco Central de Reserva del Perú, tiene “capacidad mundial” porque sirve eficientemente a los organismos mundiales que generan hambre, desocupación, analfabetismo, ignorancia, guerras interétnicas, invasiones, bio-terrorismo, crisis ambientales, despojo y usurpación de territorios, migraciones forzadas, “desapariciones”, crimen organizado, inseguridad, mercenarismo, sicariato, prostitución…En suma, “Estados fallidos”.
3. Educación
“…Una mirada al sistema educacional nos revela una carencia absolutamente incompatible con el concepto de país desarrollado”. Dice el economista.
Suponer esto es doblemente erróneo: primero porque asume una lógica al revés; segundo, porque el concepto de “país desarrollado” alude a una deformación histórica.
No se trata que el sistema educativo peruano o de cualquier otro Estado se adecúe a un “concepto de país desarrollado”. Lo que se quiere es que el sistema educativo responda a la realidad. Esta no es sólo una exigencia para el Perú, sino para la mayoría de los países de América latina, del Caribe y del mundo. Implica, como exigencia ineludible, independencia económica y soberanía política.
Los organismos de financiación y cooperación tienen un concepto de “país desarrollado”, e imponen que la realidad se adecúe a éste. Su referente no está en la realidad diversa de nuestros pueblos sino en un concepto que es, además, a-histórico.
Lo que ocurre es que el Perú, como muchos de nuestros países, es una neocolonia o mejor aún, no ha dejado de ser una colonia. En otros términos, es un país ocupado, anómico. Un “Estado fallido”. Su educación responde a estas circunstancias. Y, como colonia, país ocupado y Estado fallido, tiene la educación impuesta por la institucionalidad que lo gobierna.
Uno puede encontrar en los documentos del BM los conceptos a los que impone se adecúe la educación del pueblo peruano que es diverso y heterogéneo. Estos documentos se reeditan para cada cambio de gobierno, con los ajustes que hagan falta. Para los dos último periodos presidenciales son, por ejemplo:
 
2012: ¿Está el piso parejo para los niños en el Perú?: medición y comprensión de la evolución de las oportunidades.(Encargado al actual ministro de educación del Perú y otros).
2010: Perú en el umbral de una nueva era: lecciones y desafíos para consolidar el crecimiento y un desarrollo más incluyente, marzo 2010.
2006: Perú-la oportunidad de un país diferente: próspero, equitativo y solidario.
2006: Un nuevo contrato social para el Perú: ¿Cómo lograr un país más educado, saludable y solidario?
El mismo tipo de documentos se producen para los diversos países en los que el BM impone la adecuación de la educación a sus conceptos apoyados en una pseudo cientificidad que distorsiona la realidad haciéndola ininteligible. Este “condensado” son las “políticas” que nuestros gobernantes obsecuentes aceptan cual “espadas de Damocles” y siguen al pie de la letra.
Se trata de documentos que el BM encarga a sus escribientes, de todas las nacionalidades, que ahora conforman staffs en cada país y a los que sus respectivos gobiernos les aseguran infraestructura y comodidades necesarias. El BM se reserva los derechos y, usando un eufemismo, suscribe: “los resultados, interpretaciones y conclusiones expresados ‘no necesariamente le aseguran ’ reflejan la opinión de los directores ejecutivos del Banco Mundial o de los gobiernos que representan”.
Aquí, ‘no necesariamente’, quiere decir que los conceptos se traducen en estrategias que el Banco impone a los gobiernos obsecuentes en otro documento que se titula “Estrategia de asistencia por países”.
El BM entrega a cada presidente electo su respectiva “Estrategia” para su estricto cumplimiento durante “su mandato”. Para el caso del actual gobierno en el Perú, el documento se llama “Alianza estratégica con el país para la República del Perú- Ejercicio 2012-2016”. Aquí se condensan los objetivos estratégicos del BM para lo que debe hacer el gobierno durante su gestión. Igual hubo uno para los gobiernos anteriores.
Todos los documentos se elaboran en base a las “lecciones aprendidas” durante el ejercicio gubernamental precedente. Estas “lecciones” no dan cuenta de cambio alguno; ni de efectos o impactos. Pero sí, de “avances importantes, pero insuficientes”. Lo que advierte la urgencia de más “ayuda externa”, más deuda, más ocupación militar latente, más corrupción, más anomia.
Las otras instituciones financieras (BID, USAID) también tienen sus “Estrategias de asistencia por países” concordadas con las del BM. Es en base a estos documentos que cada institución financiera convoca a sus “socios inversionistas” extranjeros y nativos. Lo hacen a través de documentos que se titulan: “Haga negocios lucrativos con…”, el BM, el BID, USAID, según corresponda. El Perú es la segunda economía de América Latina con el mejor clima para hacer negocios, según el ranking de Doing Business (DB) 2015 del Banco Mundial (BM). Empezando por la “Primera dama”, el gobierno y la prensa decadente se han felicitado por esto en un país que tiene las más alta de pobreza extrema, desigualdad social, analfabetismo e ignorancia en América del sur.
Maestros mal pagados
Otra de las apreciaciones que hace el economista se refiere a “los maestros mal pagados”. Reiterando su equívoco, aquí también alude al efecto pero no dice nada de la causa. Tal vez una lectura de las políticas de ajuste y de las específicas del FMI-BM para el sector educación podrían ayudarle a cimentar sus sesgos. Gastar en pagarles a los maestros (sólo lo que les corresponde por el trabajo que realizan) afectaría el “equilibrio fiscal”, la “austeridad”, que imponen el FMI y el BM y ponen en práctica el BCP, el ministerio de economía y el de educación, en este caso.
¿Por qué están mal pagados los maestros? Porque lo que importa no es la realidad que representa la educación pública en el Perú, ni el trabajo y las necesidades de sus docentes. Importa cómo “adecuar” la educación a la empresa privada y cómo hacer que el tránsito sea rápido pero suave. “Adecuar” el hambre de los maestros, y la de sus familias, al concepto sagrado de “disciplina presupuestal” impuesto por el FMI, es una forma.
¿Por qué pagarles mejor a los docentes si desde Jomtien, Dakar y París todas las “reformas” impuestas (incluyendo la “revolución educativa” del actual gobierno peruano) están orientadas a mediocretizar la educación pública para hacer más rápida su desaparición y su reemplazo por variadas formas de privatización?
En las conferencias mundiales de Jomtien y de Dakar quedó claramente establecido que había que asegurar la masificación de la matrícula escolar en primaria y secundaria, y asegurar que los estudiantes “aprendan” a leer, escribir, calcular, “tenga valores” y se “formen” en ciudadanía. Para esto no se necesita maestros bien pagados.
Lo que hay que asegurar son las ventas millonarias que los mercaderes socios del BM, del BID o de USAID, y de sus bancos asociados, le hacen al ministerio de educación en materiales, equipamiento, mantenimiento, asesorías y otros servicios. Los “socios inversionistas” tienen que concretar sus “lucrativos negocios”. Para eso los apalancaron.
Lo que el Estado tiene que hacer es comprar equipos, materiales y otros insumos, aunque no se usen, pero que se renueven. El Estado tiene que “invertir” en capacitación docente, sin importar su sentido y significado. Lo que cuenta es que se diga que se hace para elevar la “calidad” de la educación. En general, todo lo que se malgasta es para “mejorar la calidad”. Esa “calidad”, cuya definición “más clara y entendible” acuñó UNESCO: “adecuación del ser y el quehacer a su deber ser” (¡!).
Al respecto, yo recuerdo, con lástima, lo que sobre ésta dijera la que por obra y gracia de USAID fue ministra de educación, antes del actual, en el Perú: “La calidad son las escuelitas ‘marca Perú’ en los lugares más alejados de la geografía de este país; un ‘combo’ de local, materiales y profes; o la educación en clave de gestión: tiempo, plata y equipos”. En efecto, esta ministra fue una eficiente administradora de los negocios de los mercaderes de la educación. Durante su gestión se produjeron y repartieron materiales y equipos para la gran “revolución educativa” bautizados como “Rutas del Aprendizaje”.
Aparte que nadie los entiende porque, para empezar, no son “rutas” sino “herramientas”, estos materiales “adecúan” la realidad educativa peruana a lo fue decidido en Jomtien y Dakar por el BM, UNESCO y la OCDE. Son un monumento al despilfarro. Uno más, de los muchos impuestos por la “ayuda externa” y ejecutados por el ministerio de educación. Nada hace suponer que el despilfarro del actual ministro sea menor y de igual o mayor inutilidad. Ayer fue el turno de USAID con sus “Rutas”, ahora es el del BM con el “combo” de jornada escolar completa, infraestructura y laptops.
Infraestructura, profesores idóneos, soporte pedagógico
En otro apartado, el “economista” dice: “Hoy la cuarta parte de los peruanos (7.5 millones) asisten a un colegio. Pero, ¿contamos acaso con una mayoría de profesores idóneos, soporte pedagógico adecuado, o infraestructura apropiada? La respuesta es no. No sorprende, entonces, que los escolares peruanos exhiban uno de los niveles de desempeño más pobres del mundo, muy por debajo del de nuestros pares en Latinoamérica”. Otra vez, un juicio falaz. El “economista” no da cuenta de las causas de esta situación. Las reemplaza por un “no”, e inmediatamente sentencia el efecto: “pobres niveles de desempeño”.
No sé a qué se refiere lo de “niveles de desempeño”. Podría asumir que a compartir el disparate difundido por la Cátedra Delors de UNESCO sobre “saber hacer”, o ese otro sobre “competencias” que también esta institución se ha afanado en instrumentalizar de la mano con la “Fundación mundial para la naturaleza” (WWF). (Ver al respecto un artículo mío sobre UNESCO y el currículo por competencias). Antes, subrayaré dos cosas:
Uno, los estudiantes obtienen aprendizajes. Unos mejor que otros. Unos los obtienen significativos y la mayoría, inútiles; que no les sirven para nada.
Dos, no conozco nada científico que afirme o haya demostrado que “profesores idóneos, soporte pedagógico adecuado, o infraestructura apropiada” procure, asegure, garantice, la posibilidad de obtener aprendizajes. El profesor, pedagogo y con sólidas bases científicas, creo que es, no sólo ineludible sino imprescindible. Pero un profesor “idóneo” es el que le gusta al BM, al BID, a USAID, o a UNESCO, porque es el que se “adecúa”. Pero, el profesor que se adecúa impone aprendizajes inútiles, que entorpecen y alienan.
Dejando de lado esto, lo que importa decir es que si uno sigue el “razonamiento” del economista caerá en la cuenta de que lo que se necesita para contar con “profesores idóneos, soporte pedagógico adecuado, infraestructura apropiada”, es mayor inversión. Y para esto, están el BM, el BID, USAID, sus grupos de bancos, sus socios inversionistas, las ONGs. Está la “iniciativa privada”. Pero a esta, lo que menos le importa son los aprendizajes. Le interesa el negocio.
En el Perú y en los otros países de la llamada “Alianza del Pacífico” lo pueden hacer a través de “Obras por Impuestos” (OxI) o de las Alianzas Público-Privadas (APP), donde lo privado “se engulle” lo público. Las APP son impuestas y manejadas por el Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN) integrante del Grupo de Bancos del BID (GBID).
Las “OxI” abarcan inversiones menores, en tanto las APP han sido establecidas para las grandes “concesiones” de hasta 99 años. En educación se pueden concesionar instituciones educativas, Unidades de Gestión Educativa Local (UGEL), Regiones de Educación, para “dotarlas” de infraestructura, materiales, equipos, servicios, profesores idóneos. Igual como ocurre en Salud, donde la ex-ministra funcionaria de USAID entregó en concesión, a la empresa privada, los servicios hospitalarios del país. Todo, para “mejorar la calidad de la atención”. En cualquier caso, recuerde que no es cualquier empresa privada. Son los socios inversionistas del BM, del BID, de USAID. Entender por qué el Estado no, pero la empresa privada sí, tiene que ver con la situación del Perú como país anómico, ocupado, fallido. Igual que Chile, Colombia, México: Los cuatro socios de la Alianza Neoliberal.
Jomtien, Dakar, París y Proyecto Educativo Nacional
Ahora, quisiera volver a lo de Jomtien, Dakar y agregar París, para poder entender mejor la situación por la que atraviesa la educación en Perú y la crisis de los aprendizajes.
En las Conferencias Mundiales de Educación, de Jomtien (1990) y Dakar (2000) se definió el sentido y la acción de la educación básica para niños y adolescentes. En las de París (1998 y 2009) se hizo lo propio con la educación superior y universitaria. En Dakar, en el año 2000, el BM, UNESCO y la OCDE impusieron el “Marco de Acción de la Educación para Todos” cuyos principios y fines habían sido anticipados en la Conferencia de Jomtien.
El “Marco” establecía que todos los gobiernos que son “asistidos” por esas instituciones y, por las demás, deberían tener un “Plan Nacional de Educación para Todos” y ejecutarlo para su “evaluación” en el 2015. El plazo para que cada país pudiera tener su “Plan” vencía el 2002. El Perú, lo empezó el 2003 y recién lo tuvo elaborado el 2005.
Aquí, entre los años 2001-2005, la ONG “Foro Educativo” del Perú dio nacimiento al llamado Consejo Nacional de Educación (CNE) contando con financiamiento de una “mesa de donantes” y el respaldo, primero, del gobierno de Valentín Paniagua que sucedió al de Alberto Fujimori por dos años, y luego, del gobierno de Alejandro Toledo.
El CNE se atribuyó la elaboración de un llamado Proyecto Educativo Nacional (PEN) al amparo de la Ley de Educación del 2003, que fue hecha por uno de los conspicuos beneficiarios de la “ayuda externa”, gran amigo del presidente Toledo y de los dirigentes del CNE. En el 2007, el gobierno aprista de Alán García, reconoció legalmente al CNE y al PEN.
Lo curioso de esta historia es que desde el año 2000 nadie, y menos los docentes, sabe si el ministerio de educación ejecuta en Plan Nacional de Educación para Todos que se impuso en Dakar y cuyo “acompañamiento” asumió UNESCO, o el Proyecto Educativo Nacional (PEN) que nació de las urgencias de financiamiento de la ONG “Foro Educativo” por entonces presidido por un SJ que estuvo vinculado a la Reforma Educativa del Presidente Velasco en la década de los 70’, e integrado por varios ex-ministros y vice ministros de educación y de “expertos” en educación de otras ONG y de la Escuela de Empresarios IPAE.
Lo que importa decir es que tanto el Plan Nacional de Educación para Todos como el Proyecto Educativo Nacional (PEN) son una operacionalización de lo acordado en Jomtien y Dakar. Con una salvedad. El PEN es un amasijo ininteligible de objetivos estratégicos, resultados, políticas y medidas; un engorroso ejercicio tautológico en casi 150 páginas, a imagen y semejanza de las “Metas al 2021” de la Organización de Estados Iberoamericanos OEI que instrumentaliza la decadente monarquía española para las que considera que aún siguen siendo sus colonias. Esto, ciertamente, no exime de su invalidez al Plan Nacional de Educación para Todos que, como dije, nadie sabe qué es ni cómo se viene ejecutando.
Este errático quehacer de planes, proyectos, metas, forma parte del propósito de hacer de la educación pública un “lucrativo negocio” donde el BM, BID, USAID, sus socios inversionistas y sus “aliados estratégicos” (CNE, Foro Educativo, Suma-Perú, Universidad Cayetano Heredia, entre otros) se benefician por igual. Todos empujan la educación pública hacia el despeñadero donde promotores individuales o colectivos, la iglesia católica y las sectas cristianas esperan hacer de la educación su coto privado para la formación de la “nueva clase media” del modelo macro-económico con “inclusión social” impuesto por el BM y el BID.
En el caso de la educación superior ocurre lo mismo, pero con un matiz importante. El BM, UNESCO, la OCDE y también la OMC, definieron en las conferencias mundiales de París en 1998 y 2009, las políticas, las reformas, los sistemas, la calidad, la evaluación y los estándares de la educación superior. Luego en las “cumbres” de presidentes y de ministros y, en otras reuniones, se fueron definiendo las estrategias y acciones.
A estas “reuniones” no habría sido ajeno el “Comando Sur”. El resultado: las reformas de los sistemas universitarios en función de la seguridad nacional norteamericana utilizando los mitos de la “calidad”, la “competitividad”, el “combate contra el terrorismo”. No hay que olvidar que la universidad forma parte de la estructura del “poder permanente” junto al ejército, el poder judicial, la burocracia y la iglesia. (Sobre el “poder permanente, vuelvo más adelante).
En conclusión, nada de cuanto ocurre en la educación de las colonias que aún quedan en América latina y el Caribe, escapa a lo que fue definido y “consensuado” tanto en las conferencias para la educación básica (Jomtien y Dakar) como en las dedicadas a la educación superior y universitaria en París.
Los Acuerdos de Jomtien, de Dakar y de París, tradujeron para la educación básica y superior lo que fue el “Decálogo” o Consenso de Washington y su inmediata transcripción en los “Programas de Ajuste Estructural”. Hacer de la educación una función ideológica de la economía y de la política ha sido siempre un presupuesto básico. Cuánto más, en circunstancias en las que el insepulto capitalismo norteamericano pretende una nueva vida neoliberal.
Por eso, y aunque para algunos “analistas” y “expertos”, el Consenso de Washington y los Programas de Ajuste son historia pasada, ésta aparece viva cada vez que el FMI y el BM imponen austeridad, disciplina presupuestaria, apertura a las inversiones extranjeras directas, privatización de empresas públicas, “reorientar” el gasto gubernamental en educación y salud.
Parte de esa “reorientación” son precisamente los bajos sueldos de los maestros. O éstos, mueren por inanición, o pasan a la informalidad. En la educación para la “nueva clase media” sólo hay espacio para los maestros “meritocráticos”. Y su oportunidad está en las instituciones privadas. Para esto tienen que ser “competitivos” (arrasar con el que pueda hacerles competencia), demostrar absoluta convicción de que la “ayuda externa” es la alternativa para el “desarrollo”; completa docilidad con los patrones; ser jóvenes, católicos, judíos, o cristianos.
Algo sobre el poder permanente
 
 “Poder permanente” es el concepto al que se “adecúan” las instituciones de los llamados “Estados nacionales” para su mejor administración, manejo y control por la institucionalidad del orden capitalista que referí en la primera parte de este artículo.
El “poder permanente” lo constituyen nuevas instituciones, nuevas representaciones, nuevos líderes, nuevas ONGs, nuevos medios de información, nuevas instancias de “participación” inducida de la población, nuevas formas de administración, gestión y gerencia de los servicios públicos. El “poder permanente” infiltra y reemplaza la institucionalidad que no responde a los intereses de la seguridad nacional norteamericana para hacerla funcional. Es inherente a un sistema extendido de corrupción y de cohecho. Se instaura y extiende para asegurar que un Estado “nacional” funcione “adecuándose” a los conceptos, las políticas, las estrategias, del macro poder que lo gobierna.
El presupuesto básico que sustenta la necesidad del “poder permanente” es evitar que los gobiernos puedan convertirse en “estatistas”. Esta es una “tentación” que se debe evitar para asegurar la propiedad privada, el libre mercado, la libertad, la democracia. Con el “poder permanente” debidamente controlado, no importa quien pueda ser electo, ni las ideas “izquierdistas” que pudiera tener. El poder permanente se encargará de absorberlo. El “poder permanente” es consustancial a los Estados anómicos, ocupados, invadidos, fallidos.
 
4. Carrera docente
 
Dice el economista: “El Ministro ha abrazado sin complejos la reforma meritocrática iniciada por el gobierno anterior, y ha tomado las acciones para gradualmente mejorar la condición económica de los maestros, recuperar su autoestima, e instituir una carrera docente basada fundamentalmente en el mérito del maestro, su capacitación y sus resultados medidos en términos de lo único que importa: el aprendizaje del alumno”.
Probablemente este economista no sepa cuánto “gana” un docente en el Perú, cómo y por qué. Haré una aproximación a este problema sin pretender agotar su amplitud y complejidad. Empezaré refiriéndome a lo último impuesto por el BM a través de uno de sus funcionarios que hoy dirige el ministerio de educación.
 
Jornada escolar completa
 
1. El ministro ha anunciado que a partir del 2015 se han incrementado las horas de trabajo diario de docentes y estudiantes, en lo que ha denominado “una suerte de programa piloto que se irá ampliando progresivamente en todo el país».
Esta “suerte de programa piloto” ha sido creada por Resolución Ministerial 451-2014 del 30 de septiembre 2014 con el nombre de: “Modelo de servicio educativo Jornada Escolar Completa” para las instituciones educativas públicas del nivel de educación secundaria». Programa, lo llama el ministro. Modelo, la Resolución firmada por él mismo. No importa. En todo vale. Podría incluso llamarse política, proyecto, objetivo estratégico, acción, medida, propuesta. Voy a quedarme con “modelo” porque así es como figura en la resolución. Dice aquí que el “modelo” surgió del “esfuerzo concertado de las siguientes instancias del ministerio de educación: Dirección de Educación Secundaria, Dirección General de de Desarrollo de las Instituciones Educativas, Secretaría de Planificación Estratégica, Dirección de Educación Superior Pedagógica, Dirección General de Tecnologías Educativas, Oficina de Infraestructura Educativa, Unidad de Personal y la Dirección General de Educación Básica Regular”. Como las “instancias” no pueden concertar, por mucho esfuerzo de reificación que se haga, el flamante “modelo pedagógico” habría surgido del “esfuerzo concertado” de los burócratas que ocupan los cargos directivos en esas instancias.
Al respecto, cabría hacer dos señalamientos: Primero, llamar “modelo pedagógico” a una directiva para aumentar el número de horas en algunas de las áreas o materias del mal llamado currículo de educación secundaria, es un insulto a la inteligencia de quienes forjaron “modelos pedagógicos” a lo largo de la historia de la pedagogía: desde los transmisivos hasta los neo-constructivistas. Segundo, lo que el “esfuerzo concertado” de los burócratas del ministerio de educación ha hecho es reactivar lo que el BM, la OCDE y UNESCO previeron para asegurar “lucrativos negocios” para estas instituciones y para sus socios inversionistas extranjeros y nativos, usando como pretexto los “fracasos” de los estudiantes de América latina y el Caribe -ALC- (exceptuando Cuba, y ahora último Venezuela, Bolivia y Ecuador) en las llamadas pruebas PISA. Que, como se sabe, son hechas para estudiantes de los países europeos de la OCDE y donde los de ALC y del Perú, en particular, poco o nada tienen que ver. Pero así ocurre con las imposiciones que implican negocios, o con los negocios que suponen imposiciones.
En la perspectiva de los negocios (que aparejan asegurar la hegemonía del modelo neoliberal en el mundo), el gobierno peruano ha previsto 4 mil millones de soles adicionales (casi mil quinientos millones de dólares) en su presupuesto para el 2015. De estos 4 mil millones adicionales para el 2015, 2 mil 500 millones de soles (más de 800 mil dólares) irán a infraestructura. El resto se “invertirá” en capacitación, materiales, equipamiento para educación física e inglés. Ya se ha concertado la compra de cerca de 35 mil laptops para la enseñanza del inglés.
Es importante tener en cuenta que todo el presupuesto de educación, para este año, asciende a 22 mil 500 millones de soles (más de 7 mil 500 millones de dólares) y que el total necesario del sector para asegurar futuros negocios asciende a 63 mil millones de soles (más de 21mil millones de dólares). Imagine la magnitud de los negocios que se avecinan. Imagine igual, la magnitud de crecimiento de nuestra deuda externa y las generaciones futuras que quedarán enganchadas de por vida. Dizque, por la “calidad” de la educación.
2. Bueno es recordar para aquellos “expertos” que ponderan el incremento de las horas de clase (como si esto tuviera algún sustento pedagógico o didáctico, o como si las desviaciones estándar sustituyeran a la realidad), que la OCDE, el BM y UNESCO pretendieron la “jornada continua” en Europa y EEUU y resultó un fracaso. Aquí también el pretexto fueron los resultados PISA de sus estudiantes respecto de sus pares de los países asiáticos. En cualquier caso, lo que importaba era sacarle provecho a una prueba que habría sido ex-profesamente hecha con tal propósito. Las crisis de financiarización que viven tanto EEUU como sus socios europeos, sus altas tasas de desocupación y lo que esto significa en las expectativas de los adolescentes y jóvenes hizo que las llamadas “jornadas continuas” entren igualmente en crisis. El internet, fue un contribuyente importante en su acelerado descrédito y en la agudización de la crisis educativa que viven esos países.
Por otro lado, citar como referentes en América latina, los casos de Chile, Colombia, México (que junto al Perú son los cuatro de la Alianza del Pacífico que siguen al pie de la letra las políticas impuestas por la institucionalidad del modelo neoliberal), abunda a favor de que lo que hay detrás de la “jornada escolar completa” es puro negocio, cohecho y corrupción. El caso de Uruguay es distinto. En un país sin analfabetos y con un alto nivel cultural, tres horas de clase eran suficientes antes de la dictadura. Luego que ésta hizo trizas la educación y la cultura, se incrementaron las horas, pero igual, la educación uruguaya atraviesa por una profunda crisis regulada por los organismos financieros desde los tiempos del régimen militar.
3. El “modelo de servicio pedagógico de jornada completa”, es un armazón de retórica decadente sobre la adolescencia, los aprendizajes y su relación con tiempo y rendimientos y sobre el enfoque de competencias. Sus finalidades y objetivos están desgajados de la realidad. Quizás en otro momento vuelva sobre esto, porque será bueno puntualizar como este “modelo” para el mejoramiento -no de los aprendizajes-, sino de los negocios de las instituciones financieras y de sus socios inversionistas, así como de los sueldos de los asesores, consultores y demás burócratas, se inscribe en la perspectiva de la privatización de la educación. No en vano se identifica como “modelo de servicio”.
La educación no es un servicio; es un bien público que el Estado tiene la responsabilidad de asegurar y gestionar. Pero, la misma Constitución de 1993 del Perú, se sustrae de esta responsabilidad al señalar que sólo “coordina la política educativa”. ¿Quién la define? El Banco Mundial. Por su parte, la Ley de Educación 28044 precisa que el “el Estado provee los servicios públicos necesarios para asegurar la universalización de la educación básica en sus tres niveles: Inicial, Primaria y Secundaria y garantiza que el tiempo educativo se equipare a los estándares internacionales”. Constitución y Ley de Educación coinciden en una concepción de Estado al servicio de la empresa privada. No podía ser de otro modo habida cuenta el contexto en el que nacen.
Entre paréntesis, habría que recordar que el candidato Humala era un abanderado del cambio o modificación de la Constitución del 93. Al asumir el cargo de Presidente, una vez electo, lo hizo por la Constitución de 1979, distinta pero igual. Luego, su “sensatez” lo llevó por las “rutas” del FMI, el BM, el BID, USAID, el Comando Sur. Lo que le asegura, de frente, su paso (ya sabe a dónde), de la historia.
El documento que presenta “el modelo”, porque no podría decirse que lo sustenta, es un amasijo de refritos de los que suele producir el ministerio cuando sus “eminencias” se reúnen para “concertar esfuerzos”. Esto es, para yuxtaponer lo que el ministro le encargó redactar a fulano, éste a sutano, éste a mengano y éste a perencejo. Todo “para ayer”. Luego esto pasa por las diferentes asesorías y las instancias administrativas para que sus encargados le pongan su “sello” de visto bueno sin haber entendido nada, porque no se puede entender algo que no se sabe leer. Al ministro no le importa, porque los intereses van por otra parte. Si surge algún problema con el documento, nadie es responsable de nada.
4. Esto queda ilustrado en la Resolución que autoriza el “modelo”. Viola no sólo uno de sus principales “considerandos”, sino una de las condiciones para que el documento pudiera tener alguna validez y no ser la simple retórica justificatoria de los negocios que prepara el BM a través del ministerio para el 2015 en adelante. En el considerando 5 de la Resolución, se dice: “La octava disposición complementaria y final del reglamento de la ley de educación aprobado por decreto supremo Nº 011-2012-ED establece que el ministerio de educación en coordinación con los Gobiernos Regionales autoriza la creación de nuevos modelos de servicios educativos que reúnan todas las condiciones de calidad requeridas para su adecuado funcionamiento en el marco de las modalidades, formas y niveles del Sistema Educativo Nacional”. Esto implica que el “esfuerzo concertado” no debió hacerse entre los burócratas que, directa o indirectamente, deben su cargo al BM, el BID, USAID, UNESCO, sino con los representantes de educación de los gobiernos regionales y con sus respectivos presidentes. Con seguridad, si uno preguntara por qué no se procedió de esta manera la respuesta será que se trata de gobiernos regionales corruptos que ya están “de salida”. Pero, ¿no insinúa imposición, y de hecho corrupción, violentar lo establecido por el Reglamento de la Ley de Educación aprobado por DS?
5. Nada en la historia de las ideas de la pedagogía avala el presupuesto de que el incremento de horas de clase signifique mejora alguna en el logro de aprendizajes socialmente significativos en los estudiantes. Tampoco en la didáctica conozco algo que, con sustento científico, afirme que la enseñanza, es más productiva conforme se aumentan las horas de clase. De modo que no es por el lado pedagógico ni didáctico que esta “suerte de programa piloto” del actual ministro, conduzca al mejoramiento de los aprendizajes y de la enseñanza. Si la anterior ministra y sus asesores, se burlaron del pueblo peruano y confundieron a sus docentes con las “Rutas del Aprendizaje”, impuestas por USAID, ahora el actual ministro, funcionario del BM, quiere hacer lo mismo con su “Jornada Escolar Completa”. Si con las “Rutas del Aprendizaje se decía que “Todos podemos aprender, nadie se queda atrás”, ahora con la “Jornada Completa” se dice «Todos y todas logran aprendizajes de calidad con énfasis en educación física, inglés y tutoría».
“Incrementar sueldo de los maestros”
1. En el acápite 2.2 de la Resolución que he referido, se dice: «En la actualidad, la jornada escolar en el nivel secundaria de la educación básica regular tiene una duración mínima de 7 horas pedagógicas diarias, 35 semanales y 1200 anuales. Considerando que la hora pedagógica es de 45 minutos, la jornada escolar tiene una duración de 5 horas cronológicas diarias, 26 semanales y 900 anuales en el mejor de los casos». No se dice más. Y de incremento de sueldos, nada.
Lo que se ha dicho en entrevistas y declaraciones es que ahora la jornada será de 1200 horas anuales. Significa que se incrementará el 33,3 % de la jornada escolar de docentes y estudiantes. No el 25% como ha dicho el ministro y sus subordinados. En consecuencia, si el incremento de la labor docente es del 33% (sólo teniendo en cuenta el trabajo en aula), el incremento salarial debería ser del 33%. Calcular el incremento de la jornada de trabajo sobre la base de las 24 ó 30 horas que pudiera tener un docente, distorsiona la proporcionalidad. Pero, incluso, si el cálculo se hace sobre esta base el incremento no es igual para el que tiene 24 horas y pasará a 30, que para el que tiene 30 y pasará a 45. En el primer caso el incremento es del 25%, pero en el segundo caso es del 28%. Y el incremento salarial que se anuncia no es ni el 25 ni el 28%. Es 23.6%. El cálculo para los “ofrecidos” incrementos se debería hacer sobre la base de lo que actualmente gana un docente. Si este gana mil soles ($336) y pasaría a ganar 25% más, su sueldo con 30 horas debería ser 1250 ($ 420). Para el que pasará a 45 horas debería ser 1280 ($431), correspondiente al 28% de incremento de su carga horaria. ¿Estaré equivocado? En lo que no creo estar es en que el sueldo actual, como el “anunciado”, es un sueldo de hambre, incluso si se tratara de un docente sólo, sin familia y sin casa.
2. La realidad de los cálculos entre horas pedagógicas y horas cronológicas escarnece la realidad. Un docente no trabaja horas pedagógicas a no ser cuando interactúa con el estudiante en el aula en sus horas de clase. El profesor no descansa ni duerme 15 minutos después de cada hora “pedagógica” de 45 minutos. Generalmente interactúa con los estudiantes 90 ó 135 minutos según sea de dos o tres horas el “bloque” de horas pedagógicas que le impusieron en su horario. Lo que de por sí advierte una arbitrariedad pedagógica, porque no se puede tener a un estudiante adolescente, hombre o mujer, tantos minutos “atado” a una carpeta o silla hecha para torturar. Corrige tareas. Atiende a los estudiantes; porque ahora, en mérito a la productividad y la supervisión hay que demostrar que el profesor corrigió e hizo precisiones y sugerencias en los cuadernos de los estudiantes. Incluso, hay que escribir papeletas a los padres, y revisar sus respuestas en la siguiente clase. Tiene que preparar clases, diseñar pruebas, seleccionar materiales, porque ahora el director-gestor sanciona o pide coima. El profesor tiene que atender a los padres de familia, hacer tutoría, encargarse de las celebraciones, las actuaciones, los comités de aula, entre otras “responsabilidades”. El profesor se lleva tareas a su casa no porque el tiempo no le alcance sino porque tiene que salir “volando” de una institución educativa a otra para poder cubrir sus ingresos, que siempre serán insuficientes. Lo que se ofrece de incremento por tener que permanecer más horas allí donde tenga 24 ó 30 horas, no suplirá lo que le representa un ingreso adicional en otra institución educativa o en cualquier otra ocupación.
Al margen de esto, los docentes que han vivido y viven los intríngulis de la Nueva Carrera Docente y la “meritocracia”, advierten que el “modelo de servicio pedagógico de jornada completa” es otra puerta para la corrupción establecida en las instituciones educativas por los directores y sus “argollas”. Se preguntan a cuánto ascenderá la “mordida” para figurar entre los elegidos de los “reforzamientos” y las capacitaciones.
3. La hora “pedagógica” del docente se convierte en un verdadero abuso en las instituciones educativas parroquiales, del consorcio católico o de Fe y Alegría, y en las de las sectas cristianas. Todas estas funcionan a través de convenios con el ministerio. Aquí, los maestros permanecen encerrados, mismo obraje de la colonia, desde las 7 de la mañana hasta cuando el “padre” o el director, que es más papista que el Papa, lo determinen. Los docentes tienen que cumplir horas de “pastoral” que no son de 45 minutos, ni en el local escolar, sino en cárceles, asilos, prevenciones policiales, parroquias, centros de catequesis. Tienen que asistir a horas de misa, de tutoría, de atención a padres, de festividades programadas, de entrega de notas. Deben asistir sábados y feriados y sólo tienen 30 días de “vacaciones” al año que las deben ocupar en “jornadas curriculares”, preparación de materiales y “retiros”. En estas instituciones no hay descanso de medio año. Las clases terminan el 31 de diciembre y en seguida empieza la tortura de “vacaciones”. Por eso no se aceptan docentes “nombrados” aunque hayan ganado ese derecho en los concursos de la “carrera docente”. Los nombrados, “o se relajan o se rebelan”. Tampoco se aceptan docentes con pareja o compromiso. Sólo casados (as) (por la respectiva iglesia, por supuesto), y mejor solteros (as) y sin compromiso, para evitar conflictos y licencias por maternidad. Estas instituciones educativas cobran pensiones a sus estudiantes, pero el pago de sus docentes lo asume el ministerio de educación. Funcionan sin, embargo, como instituciones “sin fines de lucro”.
Alguien alguna vez hizo un cálculo de lo que significaba trabajar en una de estas instituciones por convenio y concluyó que el sueldo por hora cronológica era de un sol con 6 céntimos (poco más de medio dólar). Si el aumento fuera del 25% como dice el ministro, este docente pasaría a ganar un sol con 41 céntimos la hora ¡Vaya incremento!
4. El Director de Educación Secundaria del ministerio de educación, encargado de presentar el “modelo de jornada completa”, dijo en una entrevista por televisión que el incremento de horas “hacía énfasis en la calidad de la educación”. ¿Será que la “calidad de la educación” guarda relación con las horas de encierro y de tortura de estudiantes y docentes? ¿Cuál habría sido la reacción del ministro y de su subordinado si en sus tiempos de estudiantes los hubieran obligado a permanecer más horas en la escuela? O, si en lugar de ganar 35 y 20 mil soles mensuales ($11784,51 y $6734,00) respectivamente, ganarán apenas mil soles ($336)?
¿Se imaginan estos burócratas lo que será más tiempo en las aulas, para estudiantes de instituciones públicas que, como ya dije, asisten a clases con el estómago vacío o con apenas una gaseosa con galletas, en el mejor de los casos? Pero esto no debe impedir que lo impuesto se lleve adelante. El mismo director que presentó el modelo anticipó que “se prevé que haya un compromiso de los padres para que manden loncheras reforzadas». ¿Será que este burócrata vive en otra realidad? En la que vivimos, no existe ningún estudio que avale el supuesto de ministro y director que el incremento de horas mejore los aprendizajes o haga “énfasis en la calidad”. Y, por favor, no hagan comparaciones. Estas son sólo válidas para el BM y el resto de instituciones cuya arbitrariedad pretende hacer homogéneas realidades diversas.
Meritocracia
1. Existe otro interés en la preocupación de las instituciones financieras por definir e imponer las políticas del Estado en los países sujetos al modelo neoliberal. En el caso de la educación, es fracturar la unidad del magisterio nacional habida cuenta de que éste ha sido uno de los movimientos contestatarios al orden establecido y sigue siéndolo en diversas latitudes. En el caso de Perú, ya se avanzó en la fracturación de su unidad con la llamada “carrera magisterial” o “carrera docente”.
Las instituciones financieras crearon un concepto al que los docentes deben adecuarse: se llama “meritocracia”. No se trata de que los docentes mejoren su formación profesional y su solvencia académica para pagarles según sus capacidades, sino de que concursen y accedan a una supuesta “carrera docente” en base a su habilidad mecánica para escoger respuestas “correctas” y “únicas” en concursos de “méritos” con pruebas objetivas de selección múltiple.
Este tipo de concursos abrió las puertas al tráfico de pruebas y de respuestas desde formas artesanales a las más sofisticadas utilizando la tecnología del internet. De esta forma se han constituido verdaderas mafias vinculadas al ministerio, a las direcciones regionales de educación y a las unidades de gestión educativa local (UGEL).
Los concursos han convertido la carrera magisterial en una “maratón” de maestros mediocres que ahora son “nombrados” o “contratados” en mérito a una nota que UNESCO impuso como “estándar de calidad”.
Al respecto, hay que decir que el solo hecho de plantear la diferencia entre “nombrados” y “contratados”, supone una discriminación que genera corrupción y todo tipo de abusos (incluyendo los sexuales). Sobre todo con los segundos.
Éstos, aparte de la angustia que les genera saber que están sujetos a la perentoriedad de un contrato por 9 meses, son los que reciben el peor trato y la mayor carga de responsabilidades en las instituciones educativas a donde van a trabajar.
Están sujetos a los “chantajes” monetarios y personales del director y de su “argolla” desde el momento mismo de la evaluación de sus expedientes y de la calificación de las “clases modelo” para ser aceptados. Así mismo, durante todo el tiempo de su permanencia para no ser despedidos y contar con un informe favorable al término de su “contrato”.
Por su parte las instancias administrativas regionales y locales, constituyen subsistemas de chantaje y de corrupción. Son las que, en los hechos, ocultan y manejan el número de plazas vacantes, su asignación y distribución. De la mano con los directores de las instituciones educativas tienen el “poder” de decidir a quién se contrata, dónde, y a qué precio. Esto forma parte de la mentada “Meritocracia”.
Aparte de esto:
¿Alguien ha demostrado la cientificidad de una respuesta correcta y única, en una prueba objetiva, para una disciplina como la Pedagogía?
Es cierto que a los docentes esto es lo que menos les preocupa. Y a las instituciones financieras y de “cooperación” los reafirma en su convencimiento de que esta es la manera más efectiva de mediocretizar la educación pública y convertirla en el refugio para los más pobres.
Al docente ha dejado de interesarle la organización y presentación de ideas frente a un examen, para dedicarse a ejercitar su “capacidad” de recordar y reconocer datos recibidos en los “cursos de capacitación” que le ofrecen las diversas facultades de las universidades públicas y privadas, las ONGs y los agentes particulares que han encontrado en estos cursos un “nicho” para posicionarse como “gestores de la calidad de la educación”.
2. A continuación planteo algunas preguntas referidas a lo que el economista llama “instituir una carrera docente basada fundamentalmente en el mérito del maestro; recuperar su autoestima; su capacitación y los resultados medidos en términos de lo único que importa: el aprendizaje del alumno”.
¿Pueden las pruebas objetivas de selección múltiple que se aplican a los docentes en los diferentes concursos para nombramiento, cargos directivos, y ascensos o recategorización dar cuenta de los aprendizajes de los alumnos?
¿A través de pruebas objetivas, cuyas respuestas las comercializan mafias, antes o durante los “exámenes”, se pueden evidenciar los aprendizajes de los estudiantes?
¿Son los exámenes, con sustento en el mecanicismo positivista, el mejor instrumento para evidenciar el desempeño profesional de los maestros y dar cuenta de que éstos están asegurando aprendizajes socialmente significativos en sus estudiantes?
¿Puede instituirse la carrera docente con maestros cuya formación académica deficitaria se avala con grados de bachiller automáticos y la licenciatura con pruebas objetivas de selección múltiple?
¿Puede hacerse con docentes que, -tras ciclos de verano o modalidades “semi-presenciales” de fines de semana, horarios que no se cumplen, docentes improvisados y tesis que no reúnen las exigencias mínimas de rigor lógico, teórico y metodológico-, se gradúan de maestros y doctores?
¿Puede hacerse con docentes que tras uno o dos ciclos de “estudios de maestría” se diploman como “especialistas en metodología de la investigación científica” en universidades que han mercantilizado los estudios de post grado acogiéndose al mito de la “competitividad” que promueve el BM, la OCDE y UNESCO a través del ministerio de educación?
¿Pueden las capacitaciones de docentes servir para “instituir la carrera docente”, cuando los “especialistas” de las Direcciones Regionales de Educación, de las UGEL, o los docentes de las universidades (que “amarran” los convenios con el ministerio), saben tanto como un ministro economista de Didáctica, Currículo o Pedagogía?
¿Puede instituirse la carrera docente a partir de un ministerio y de instituciones de formación pedagógica, superior y universitaria, que no entienden la diferencia y complementariedad que debe existir entre formación profesional y académica?
¿Puede ocurrir esto con un ministerio errático en manos de ministros y profesionales que nunca pasaron por un aula ni de Inicial, ni de Primaria o de Secundaria, a no ser cuando fueron alumnos?
¿Puede la capacitación, en base a pruebas de simulacro, habilitar a los maestros en la reflexión y el juicio crítico sobre su práctica pedagógica, la didáctica de su nivel o especialidad y el uso de materiales y equipos? ¿Puede esto evidenciar las pruebas de selección múltiple cuya única respuesta sólo la sabe quien hizo el ítem o la pegunta?
¿Puede instituirse la carrera docente con egresados formados y/o capacitados por profesores o especialistas que no tienen una actitud reflexiva y crítica respecto del currículo o los aprendizajes por competencias y que sólo se han limitado a repetir el discurso impuesto por UNESCO y las instituciones financieras?
Puede instituirse la carrera docente con instituciones de formación profesional superior y universitaria que siguen el mito de la educación a distancia impuesto por la Cátedra UNESCO-UNED de España y por Telefónica, para asegurar negocios lucrativos?
¿Puede hacerse a través de universidades e instituciones superiores “evaluadas internacionalmente” por mafias de expertos que han hecho de los estándares de evaluación apenas listas de cotejo?
 ¿Puede con un Sistema de Evaluación y Acreditación de la Calidad Educativa (SINEACE) que replica estándares que fueron impuestos por UNESCO sin rigor ni consistencia alguna?
No se puede instituir la carrera docente ni asegurar su idoneidad y mucho menos asegurar aprendizajes socialmente significativos en los estudiantes sin capacidad alguna de los docentes para tomar decisiones y con ministros y autoridades cuyo único merito es la docilidad para aceptar las imposiciones de las instituciones financieras y de cooperación técnica. Tampoco puede instituirse la carrera docente con maestros que accedieron a ella impelidos por su extracción social y sus referentes inmediatos en su pueblo o comunidad, y que hacen de su ejercicio una oportunidad para vegetar y no pensar.
“Recuperar” su autoestima
¿Cómo recuperar algo que nunca se tuvo?
Ser maestro o policía en el Perú como en muchos de nuestros países es asumir carreras marginalizadas. No queda otra alternativa cuando después de 12 ó 14 años previos a los estudios superiores no se pudieron suplir deficiencias que aparejaba el “capital cultural incorporado” de los estudiantes signados por su extracción social y por la pobreza.
No queda otra alternativa para quienes, no obstante su extracción social, fueron castrados por la escuela en sus diversas inteligencias múltiples. No queda otra, cuando la procedencia acusa hogares monoparentales, escasean los recursos, o se es migrante semi- analfabeto sin capacidad alguna para leer y entender lo que se escucha. No queda otra cuando de lo que se trata es de sobrevivir, aunque ahora sea preferible ser ambulante o sicario.
La profesión de docente o policía guarda estrecha correspondencia con la extracción social, con el “efecto cuna” del que habla Brunner, con el “capital cultural” que trata Bourdieu.
En investigaciones serias, un alto porcentaje de los docentes dicen haber elegido la carrera porque era más fácil, se podían dedicar a un negocio u otra cosa en las horas libres, se tienen dos meses o más de vacaciones, seguro para cuando uno se enferma, pensión “para cuando se muere”.
Claro que hay maestros de vocación y con formación. Pero éstos tienen una procedencia familiar distinta, un entorno social y cultural diferente. O siendo de extracción social obrera o campesina tienen un “capital cultural incorporado” diferente, la escuela contribuyó a su “objetivización” potencializando su capital cultural más amplio. Son los docentes que se preocupan por hacer de su profesión parte de su identidad y de su autoestima. Muchos de estos, sin embargo, no tienen la habilidad para descartar lo falso de lo menos falso (porque no entienden la diferencia), no aprueban los exámenes de respuesta “correctas y únicas” y están aún a la espera del próximo concurso.
Aparte, aquí también tengo algunas preguntas:
¿Cómo los docentes podrían tener autoestima cuando la sociedad, por obra y gracia de la institucionalidad del poder mundial, los ha relegado a la situación de ciudadanos de tercera clase útiles sólo para reproducir el orden que esa institucionalidad impone?
¿Cómo cuando el ministerio de educación, cumpliendo las políticas y estrategias pensadas por los organismos de “ayuda externa” y de “cooperación” se impone verticalmente en nombre de la homogeneidad que llama “calidad”?
¿Cómo cuando la “formación” que reciben los docentes los inhabilita para pensar y hacer la educación que necesitan sus estudiantes allí donde estos nacieron, viven, crecen y deberían permanecer en lugar de emigrar?
¿Cómo cuando el BM, UNESCO, la OCDE a través del ministerio, de las ONGs y de los medios de información del Estado y privados, manipulan y distorsionan la explicación y comprensión de la realidad nacional y mundial?
¿Cómo, cuando la formación profesional del docente lo habilita sólo para repetir lo que el ministerio impone sin criterio pedagógico, ni sustento didáctico alguno?
¿Cómo, cuando la formación académica que recibe el docente, no le da sustento científico a su formación profesional ni fundamentos con los cuales reflexionar, analizar o emitir juicio alguno sobre su entorno y el contexto mundial?
¿Cómo, cuando a la única información a la que acceden los docentes es a la información basura de la televisión nacional o de las cadenas del sionismo internacional?
¿Cómo cuando carece de recursos para acceder a una computadora y a su renovación; de tiempo para alfabetizarse en el uso del internet, la información por cable, la problemática mundial?
¿Cómo, con mil soles promedio de sueldo mensual?
¿Cómo sabiendo que para merecer las palmas magisteriales hay que ser ingeniero mecánico o tener un colegio para judíos?
¿Cómo sabiendo que para ser ministro de educación, viceministro, asesor, director hay que ser abogado, médico, ingeniero, arquitecto, psicólogo, beneficiaria de USAID, cursillista, sacerdote, monja, experto del BID, “experto economista”, funcionario del BM o de cualquiera de las instituciones financieras del dominio mundial?
Y no es que el ministerio de educación esté vetado para profesionales que no sean educadores o pedagogos. Lo que ocurre es que no todos los que no lo son tienen alguna formación pedagógica o fueron alguna vez maestros, o tienen alguna idea de lo que es pedagogía, educación, didáctica. Las “Rutas del Aprendizaje” y el “Modelo de Servicio de Jornada Completa” lo evidencian. Por esto, para los que sí debería estar vetado, no sólo el ministerio de educación sino las diferentes instancias del Estado (que sintetiza el poder), es para los funcionarios de las instituciones financieras. Éstas y esos funcionarios, generan anomia.
5.         El ministro de educación
En el artículo que ha servido de pretexto para lo dicho hasta aquí, el economista dedica casi dos terceras partes al actual ministro de educación. Por eso lo llamo panegírico de un economista a su colega ministro de educación. De esas partes tomaré la conclusión que hace cuando dice: “en medio de este desolador panorama, el Perú tiene la fortuna de contar finalmente con un líder capaz de convertir esta calamidad (la de la educación), quizás en menos de diez años, en una nación educada”.
Primera cuestión: Ni en diez años, cien o más, una calamidad se puede convertir en una nación; sin importar si es educada o no.
Segunda: El ser “hijo y nieto de maestras”, como refiere el panegirista en una parte de sus elogios, ¿convierte a alguien, en “experimentado economista” y luego en ministro?
No lo creo. Tampoco creo que lo haga el haber estudiado en la Universidad de Columbia de Nueva York, integrante de la red La Hiedra de las universidades ultraconservadoras ligadas a los think tanks de las élites masónicas del poder mundial.
Lo que posiblemente lo haya hecho un “experto” y luego ministro, son los cargos gerenciales en el Banco Mundial: la Vicepresidencia interina de Gestión Económica y Reducción de Pobreza; Director del Departamento Global de Reducción de la Pobreza y Equidad; presidente de su Junta Directiva de Reducción de Pobreza. (De esto da cuenta su CV).
De aquí se puede deducir que el ministro de marras debe su cargo no a sus antecedentes familiares. Tal vez a su paso por Columbia pero, sin lugar a dudas, a ser un tecnócrata del BM. Esto sería lo que lo convierte en un “líder capaz”.
“Capaz” de decir cosas que el BM le autoriza pero sin que esto comprometa al Banco, porque una cosa es decir y otra cumplir. Y los que cumplen no son los ministros, sino el BM de acuerdo con su política, su estrategia, sus intereses y los de sus socios inversionistas. En este sentido el Banco puede autorizarle a decir que el presupuesto de educación del Perú, se incrementará anualmente en 0.25% del PBI. Que se cumpla, es otro cuento. Lo que importa, aquí y ahora, es “ir ganando gradualmente la confianza del gremio magisterial” y asentarse en el cargo. Buena falta que le hace, después del fracaso de la anterior ministra que respondía más a los mandatos de USAID y que introdujo las llamadas “Rutas del Aprendizaje” tras los ensayos de esa agencia en sus proyectos “AprenDes”, SUMA-Perú y otros, en alianza “estratégica con el Consejo Nacional de Educación (CNE) al que he hecho referencia anteriormente. Institución del que la ex-ministra fue su Presidenta y es una de sus activas integrantes. Entre paréntesis, habría que decir que del CNE y de la ONG Foro Educativo, que le dio nacimiento, han salido todos los ministros, viceministros, directores, asesores y muchos funcionarios del Ministerio de Educación, de los últimos tiempos. Con el nombramiento del actual ministro algunos han pasado a la Superintendencia Nacional de la Educación Superior que crea la Ley Universitaria 30220 para la supervisión y el control de las universidades y de la educación superior.
Nada de lo dicho le quita al economista el derecho de llamar a su colega de profesión un “líder capaz”. Igual, anteriormente, una colega del gabinete ministerial del actual gobierno, llamaba a la ex-ministra de educación, “ministra de lujo”. Después de su fracaso, no cabe duda alguna al respecto. Era de lujo. Pero USAID la seguirá teniendo entre sus líderes para el Perú al igual que el BM al actual ministro, sin importar su fracaso. El Perú no importa. La educación pública, menos. Importa el daño causado. ¡Vaya líderes!
Refiriéndose a la capacidad de líder del ministro, el economista dice que “puede hablar con autoridad con sus colegas de profesión que integran el gabinete” del ejecutivo nacional. Pienso que lo hace por ser un funcionario del BM y no por ser un “líder capaz”. Es el BM el que dicta las políticas que todos en el gabinete cumplen al pie de la letra. No quiero decir con esto que el ministro de educación sea el único que ha prestado sus servicios a la institución más cuestionada del mundo por sus políticas injerencistas. Posiblemente haya más de uno. También de los que han servido y/o sirven al BID, a USAID, a la Trilateral, al Comando Sur.
El economista dice, además, que el actual ministro de educación “posee la visión integral que el Perú requiere para conseguir convertir la calamidad en nación educada”. Por muy visión integral que tenga lo cierto es que, como ya dije anteriormente, una calamidad no se puede convertir en nación. Lo que el ministro puede tener es la “visión integral” del “Marco Integral de Desarrollo” (MID) que orienta las estrategias del BM para extender la pobreza, profundizar la desigualdad, masificar la ignorancia.
El ministro es ministro por ser funcionario del BM y del BID. Y la educación no mejorará ni en lo que falta para que concluya el gobierno de la traición, ni en los 10 años que el economista le augura a su colega de profesión. Nada en el Perú hace prever que el destino del FMI, del BM, del BID, de USAID, sea el que estas instituciones han tenido en Cuba, en Venezuela, en Bolivia, en Ecuador.
Fuente: http://www.alainet.org/es/active/79701
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Los Derechos Humanos, la Ética y los Bienes Comunes. Crítica del Individualismo Posesivo

Por Alvaro Ramis

Buscando comprender lo-común se descubre que todas las cosas tienen «la huella/de unos dedos,/ de una remota mano/ perdida/ en lo más olvidado del olvido» (Neruda 1971: 42). Por eso, lo específico en los bienes comunes no se encuentra en recursos, piezas o artefactos. Se ubica en las relaciones humanas, entretejidas por valores, reglas y criterios, que han dejado sus huellas en las cosas. Esas marcas comprueban que las personas poseen disposiciones insospechadas para cooperar y coordinarse en la acción colectiva. Pero esas potencialidades piden un contexto institucional facilitante y protector, que permita que se conviertan en capacidades efectivas. De allí que el estudio de los bienes comunes demande una polinización recíproca entre diversas perspectivas de análisis, que en su integración logren hacer posible el extenso programa teórico prefigurado por Elinor Ostrom:

Si la ciencia de la sostenibilidad va a crecer para transformarse en una ciencia aplicada madura, tenemos que usar el conocimiento científico adquirido por disciplinas como la antropología, biología, ecología, economía, ciencias ambientales, geografía, historia, derecho, ciencia política, psicología y sociología para construir el diagnóstico y las capacidades analíticas.  (Ostrom, Janssen y Anderies, 2007: 15177)

Creo necesario sumar a ese listado la contribución de la ética del discurso, entendida como el intento explícito por clarificar unos criterios de justicia que permitan la vida en común. Este programa puede arrancar desde los siguientes razonamientos:

  1. «Bienes comunes», como unidad de sentido, se puede interpretar desde dos paradigmas contradictorios entre sí: uno «dominante» y uno «residual» (Mattei, 2013: 109).
  1. El «paradigma dominante», que funda las ciencias económicas, los procesos jurídicos, las instituciones políticas y los pactos constitucionales contemporáneos, asocia esta noción con las instituciones históricas de las sociedades tradicionales y sus normas consuetudinarias. De esa forma, la interpreta como una anacronía.
  1. Contradictoriamente, ese mismo paradigma presupone su vigencia funcional en el contexto de la creación de valor económico, la racionalización sistémica y la integración societaria. Los entiende como terra nullius, bienes libres, trabajo doméstico, activos intangibles, capital social, simbólico, o cultural, pero sin reconocer su especificidad conceptual, ni garantizar su protección jurídica.
  1. El «paradigma residual», a pesar de su invisibilidad, ha logrado mantener su reproducción a partir de las estructuras simbólicas del mundo de la vida. En ese nivel los bienes comunes no se entienden desde una idea de la verdad como certeza, verosimilitud o exactitud. Se hacen evidentes, como verdad experiencial. Los bienes comunes se «muestran» en la cultura, en las instituciones de la sociedad civil y en los vínculos intersubjetivos. Se puede afirmar que los «comunes globales», los intercambios cualitativos, la economía del don y del cuidado, los lazos de reciprocidad y las instituciones del procomún soportan la convivencia real y cotidiana, operando por vínculos predominantemente no contractuales.
  1. El «paradigma dominante» se desplegó a partir del el siglo XVI, en paralelo al triunfo del absolutismo político-jurídico y al ciclo de la acumulación originaria. Se expresó fácticamente en la instauración de enclosures,esclavismo, colonialismo, y en la devaluación del trabajo femenino, en el marco de un nuevo «contrato sexual».
  1. Este nuevo modelo desconoció la legitimidad del sistema de cartas, fueros, y regulaciones medievales, que permitían que la tierra, el trabajo y el dinero permanecieran extra commercium. Se eliminaron así los mecanismos de protección de los bienes comunes, entendidos como recursos naturales (montes comunales, bosques, praderas, fuentes de agua, caza, pesca), herramientas y tecnologías (molinos, telares, bodegas, transportes) modelos de autogobierno (consejos de aldea) o instituciones económico-sociales (gremios artesanales y menestrales, gildas, hansas, beguinarios, cofradías, montepíos).
  1. El sistema medieval permitía la existencia de una «economía moral de la multitud», incrustada en reglas de uso. De esa forma se garantizaba el equivalente a un sistema de derechos económicos básicos, orientado a mantener unos medios de subsistencia y de preservación de la vida, mediante un sistema jurídico pluralista y una gobernanza policéntrica.
  1. El «paradigma dominante» se legitimó a partir de la teoría política del «individualismo posesivo», sistematizado en la obra de Hobbes y Locke. Ese giro conceptual asumió que los individuos establecen con su persona y sus capacidades una relación de dominio y control exclusivo. De esa manera, la propiedad se comprendió como una competencia exclusiva del propietario, que tiene el poder omnímodo sobre el objeto poseído. La libertad propietaria, considerada principio absoluto, se disoció de la función social inherente al bien poseído, que así pudo ser mercantilizado de forma incondicionada.
  1. El núcleo del razonamiento hobbesiano-lockeano negó la reciprocidad de las obligaciones sociales. Como criticará Kant, la propiedad no viene dada por naturaleza, ni por el trabajo, ni por la fuerza. Es fruto de un pacto político, sujeto y delimitado a las condiciones de la libertad, como principio trascendental. De allí que toda propiedad sea adquirida y demande el acuerdo social. El derecho de propiedad individual no puede desentenderse del derecho a la existencia de la humanidad.
  1. Desde el siglo XIX diversas teorías políticas se han reflejado en los atributos del «paradigma residual». Nostalgia romántica por el orden perdido, anhelo de liberación de la nación irredenta, pulsión anarquista contra toda forma de poder dominical, proyecto utopista de falansterios, mutuales o cooperativas, o un orden social cristiano orientado por los principios del destino universal de los bienes, solidaridad participación y subsidiariedad. Con todas sus diferencias, en estas propuestas se atisba una valoración del ámbito de lo-común, no estatal. El dilema, para estas propuestas y para otros comunitarismos similares, radica en su plasmación política. ¿Cómo universalizar y exigir unos determinados modelos de felicidad y vida buena, en sociedades democráticas y pluralistas?
  1. Esta tensión se refleja en la obra marxiana, que fluctúa entre la racionalidad productivista o desarrollista del «paradigma dominante» y la valorización de algunos rasgos del «paradigma residual». Para Marx la emancipación humana no puede renunciar a la autonomía del sujeto, para volver a la heteronomía de un orden estamental, coercitivo y constrictivo. Pero ese mismo criterio exige que la propiedad privada se despoje de su carácter privativo, en orden a una existencia humana socializada, que permita la apropiación por los productores de sus medios de producción. Una disyuntiva que Marx dejó abierta, al quedar inconclusa su «teoría de la transición».
  1. En la actualidad, un largo ciclo de privatizaciones y desregulaciones, acompañadas de políticas monetarias y fiscales restrictivas, ha mermado el rol del Estado. Los bienes públicos han cambiado su carácter o incluso han desaparecido. Esta ruptura ha supuesto un modo de presencia imprevista del «paradigma recesivo», en la medida en que se han evidenciado estas ausencias. Los bienes públicos, que sólo se captaban por el uso que se hacía de ellos, son ahora objeto de atención por sí mismos, ya que han dejado de estar a la mano. Son susceptibles de una nueva consideración, como expresión de «lo-común», o de «lo nuestro».
  1. Paralelamente, al alero de la «economía del conocimiento», germinan experiencias productivas que se apartan de la antinomia entre propiedad estatal y propiedad privada. En ellas, el «paradigma recesivo» se ha objetivado en la forma de economía crowd, producción P2P, Software libre, consumo colaborativo y otras dinámicas similares. Ellas utilizan los flujos espontáneos y autorregulados del mercado, pero no bajo la lógica del intercambio entre propietarios. Se trata de vínculos entre co-productores, co-extractores o co-usufructuarios de un bien o un servicio, que se valoriza en la medida en que se utiliza o se trabaja en él. 
  1. La discusión contemporánea respecto a los bienes comunes ha intentado superar las aporías de la teoría de los bienes públicos de P. Samuelson y la alegoría política de la «Tragedia de los Comunes», formulada por G. Hardin.
  1. E. Ostrom logró determinar, a partir de las mismas premisas de Samuelson, la singularidad de los bienes comunes, caracterizándolos como «recursos de uso común» (R.U.C.). Los singularizó bajo los atributos simultáneos de rivalidad y no excluibilidad. De esa forma corrigió las omisiones de la teoría de los bienes públicos.
  1. A la vez, refutó la hipótesis de Hardin al describir un conjunto de «Principios de Diseño», característicos de las instituciones de larga duración de los R.U.C., inferidos desde extensos estudios de campo. Para ello la obra de Ostrom vinculó el neo-institucionalismo, la perspectiva del capital social y teoría de la elección racional, para mostrar que los sistemas de «reglas de uso» logran regular las preferencias sociales y ampliar la información disponible para los participantes. De esa forma actúan como estrategias de resolución de conflictos, que fortalecen la reciprocidad. Relativizó así los enfoques deterministas, que subestiman las capacidades de los actores económicos para alcanzar acuerdos mutuamente vinculantes y mantenerlos en el tiempo.
  1. La aplicación de estos «Principios de Diseño» colaboran a superar los problemas de acción colectiva, analizados tradicionalmente bajo el modelo del «dilema del prisionero». Muestra que los incentivos individuales y selectivos no son los únicos estímulos eficaces en la acción racional, abriendo de esa forma una vía sólida al estudio de la cooperación, orientada al beneficio recíproco. Para ello resulta fundamental el establecimiento de reglas concordadas por un conjunto de afectados claramente delimitados.
  1. Las propuestas de Ostrom se complementan con la hipótesis de la «tragedia de los anticomunes», formulada por Heller y Eisenberg. Estos autores hacen referencia a una circunstancia hipotética, en la cual un conjunto de personas, actuando de forma racional, individual y desarticulada, infrautilizan un bien o recurso que cumple una función o utilidad pública. Se cuestiona así la excesiva aplicación de derechos de propiedad o exclusión, especialmente en el ámbito de la propiedad intelectual, entendida desde los supuestos de individualismo posesivo.
  1. El giro conceptual de E. Ostrom permite articular un campo de aproximaciones teóricas y prácticas, que convergen desde distintas disciplinas en su interés por reinterpretar y revalorizar los bienes comunes. Se trata de un enfoque basado en los bienes comunes (Commons-Based Approach), cuyo estatuto teórico y práctico se debería analizar desde dos niveles.
  1. En un primer sentido, cabe pensarle como una «teoría procedimental de la justicia», que abre a una «tercera dimensión institucional», más allá de la lógica del Estado de bienestar o del Estado mínimo. Ofrece una crítica a la noción individualista y exclusivista de propiedad, para afirmar su función social. De esa manera aporta estrategias innovadoras para la cohesión de la Sociedad. El «enfoque basado en los bienes comunes» busca fortalecer los derechos civiles, que garantizan el libre acceso y la preservación de loscommons, frente a las normas legales y disposiciones contractuales vigentes, que tienden a restringirlos.
  1. En un segundo nivel, este enfoque constituye un planteamiento hermenéutico-crítico, que abre a «una forma diferente de racionalidad», capaz de valorizar aspectos de la relacionalidad humana que explican el funcionamiento de las economías colaborativas, del don y de la reciprocidad. Propicia una comprensión de lo-común, que evoluciona desde el plano experiencial, funcional y espontáneo, a su manifestación como realidad plenamente diferenciada.
  1. Se puede constatar la aplicación de este enfoque en filosofía del derecho y teoría constitucional (Rodotà, Mattei, Benkler, de Sousa Santos), filosofía política (Rancière, Subirats, Bensaïd, Himanen, Harvey, Negri y Hardt), ecología social (Gorz, Bollier, Linebaugh, Helfrich), economía feminista (Federici) y en especialmente en los estudios sociales y culturales sobre ciencia y tecnología, en el marco del capitalismo cognitivo (Lessig, Bauwens, Stallman, de Moor).
  1. Estos estudios coinciden en identificar dos tendencias antitéticas en la economía actual: una propensión a generar valor financiero, a partir de la apropiación de la producción inmaterial, que se crea fuera de los límites de la propiedad privada. Pero esa acumulación privada tendería a reducir la productividad de la cooperación social, basada en la racionalidad del procomún.
  1. De acuerdo a esa tesis, se abre un campo de investigación centrado en la necesidad de armonizar dos criterios: garantizar la tutela de los bienes comunes frente al Estado y al mercado, asignando a esta noción una función constitucional (Rodotà, 2013; Mattei, 2013). Y a la vez, favorecer que el valor creado a partir de la producción P2P, basada en bienes comunes, fluya de regreso a los co-productores o co-creadores, recompensando sus contribuciones al procomún (P2Pvalue, 2014).
  1. La aplicación del «enfoque basado en los bienes comunes» en sociedades democráticas y pluralistas debe atender a criterios que superen la «moral de las costumbres». Se debe precaver ante las argumentaciones basadas en el convencionalismo, el emotivismo o el contextualismo autocentrado. La cooperación y la producción entre pares no son unívocamente virtuosas, ya que pueden dar pie al pensamiento gregario y esencialista, o a formas de colectivismo identitario. También las redes criminales establecen acuerdos de cooperación y redes de pares. Y las contribuciones altruistas al dominio público pueden alimentar los dilemas asociados al dinero digital Bitcoin o la producción de armas por la vía de diseños 3D, disponibles gratuitamente en internet.
  1. Aunque los objetivos buscados mediante vínculos asociativos sean honestos y legítimos, es necesario evitar que la acción colectiva se oriente desde la lógica de la «falacia naturalista», que identifica lo fáctico con lo válido. Para ello es necesario un horizonte de legitimidad normativa que esté por sobre las conveniencias recíprocas de los directamente implicados. La valoración funcional de los sistemas de reglas, arraigadas en el mundo de la vida, no puede impedir que se les critique desde una perspectiva postconvencional.
  1. En los estudios de E. Ostrom y su escuela no se advierten con claridad estas distinciones. La conservación y acrecentamiento de un R.U.C. se analiza desde el punto de vista de la eficiencia paretiana. Pero ello no equivale a una distribución socialmente justa y deseable de los recursos. Ni se puede identificar con criterios de responsabilidad solidaria. De la misma manera, los sentimientos de pertenencia grupal y los compromisos recíprocos, útiles a la hora de resolver los dilemas colectivos, no garantizan que los resultados de su aplicación sean intersubjetivamente válidos.
  1. De ello se deduce que la gobernanza de los bienes comunes debe escapar del «solipsismo metodológico», que considera el juicio y la voluntad humana como producto exclusivo de la conciencia individual. En algunas prácticas, basadas en los bienes comunes, se pueden advertir tendencias solipsistas, en tanto predomina en ellas el criterio de «orientación al objetivo», una predisposición a fetichizar la racionalidad tecnológica o se imponen normas heterónomas o socionómicas. El propio interés, estratégicamente calculado, no puede fundar el cumplimiento de normas, contratos y convenios mutuos. Se requiere considerar las necesidades humanas de quienes no han sido incluidos en el pacto.
  1. Estas preocupaciones se pueden abordar desde la perspectiva la ética del discurso, que intenta fundamentar la convivencia pública en el contexto de las sociedades complejas y bajo condiciones postmetafísicas. El núcleo de su aproximación radica en el «Principio de Universalización», que de forma pragmático-trascendental permite adoptar normas basándose en el hecho de igualdad comunicativa radical. Este criterio se operativiza en la confrontación de todos los afectados, utilizando exclusivamente la razón discursiva, en condiciones que excluyen la represión y la desigualdad. De esa manera, la obligación moral nace del «reconocimiento lógico-formal de cualquier ser dotado de competencia comunicativa» (Cortina, 2013: 142).
  1. Este punto de vista permite superar la lógica del homo œconomicus, basada en la racionalidad objetual, instrumental y estratégica de la propiedad y los intercambios. Introduce un universalismo «trascendentalmente reflexivo», en la medida en que se orienta por el meta-criterio de la «comunidad ideal de comunicación». La verdad moral, bajo esta aproximación, ya no opera como la correspondencia con la naturaleza o como adecuación a una doctrina comprehensiva del bien. Se entiende como una exigencia de justicia, que arranca desde un proceso dialógico. Esto no implica desdeñar la función específica de la racionalidad estratégica o las propuestas morales teleológicas, sino que establece un marco para su interpretación e integración desde el punto de vista postconvencional de las sociedades plurales.
  1. De esta forma el proyecto de la ética del discurso entronca y vigoriza la idea de una «democracia del común». Si cada acto de habla implica una exigencia recíproca, quiere decir que la democracia es más que un conjunto de procedimientos neutrales, que se acatan por conveniencia. Es un proceso sustantivo, que exige el establecimiento de relaciones de corresponsabilidad y compromiso que tiendan al fortalecimiento de las capacidades de todos los afectados.

Referencias

Cortina, Adela (2013): «Ética del discurso: ¿un marco filosófico para la neuroética?», en Isegoría, 48, pp. 127-148.

Mattei, UGO, (2013) Bienes comunes. Un manifiesto. Traducción de Gerardo Pisarello. Trotta, Madrid.

Neruda, Pablo (1971): «Oda a las cosas», en Navegaciones y regresos, Losada, Buenos Aires, pp. 41-42

P2Pvalue Project (2014): Techno-social platform for sustainable models and value generation in commons-based peer production in the Future Internet. [en línea] <http://www.p2pvalue.eu/&gt; [consulta: 22/01/2014].

Ostrom E., Janssen M. A., Anderies J. M. (2007): «Going beyond panaceas», enProceedings of the National Academy of Sciences, 25, 104, nº 39. pp. 15176-15178

Fuente: https://alvaroramis.wordpress.com/2015/05/16/los-derechos-humanos-la-etica-y-los-bienes-comunes-critica-del-individualismo-posesivo/

Imagen tomada de: http://www.periodicodelbiencomun.com/wp-content/uploads/2014/03/bienes-comunes-1.jpg

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¿Qué puede hacer el municipio frente al acoso escolar?

Pablo Gutiérrez del Álamo

Creación de espacios seguros y de colaboración, mejorar las condiciones de vida (sanidad, educación, empleo…), así como políticas de diálogo y mejora de la convivencia son clave.

El papel de la municipalidad, de los ayuntamientos, en la mejora de las condiciones de convivencia de los centros educativos podría parecer tangencial, a no ser que se pensara que el mejoramiento de la situación vital, de los servicios o de los trabajos de la población en general podría repercutir, y repercute en las situaciones que se viven en colegios e institutos.

Sobre ello y sobre acoso escolar hablaron Philippe Rio, alcalde de Grigny; Ary José Vanazzi, prefeito de Sao Leopoldo y María Gladys Valero, directora del Instituto para la Economía Social- IPES, Alcaldía Mayor de Bogotá. Junto a ellos, Pedro Uruñuela, presidente honorífico de la Asociación Convives y Matthieu Damian, director de Ecole de la Paix, Grenoble. Lo hicieron en el marco del I Foro Mundial sobre las Violencias Urbanas y educación para la paz y la convivencia organizado por el Ayuntamiento de Madrid en colaboración también con el de París. Un evento que ha traído personas de los cinco continentes que han hablado en la ciudad sobre diferentes formas de violencia relacionadas con la xenofobia, el machismo, el urbanismo, el sistema educativo…

El establecimiento de diálogos entre los centros educativos y los poderes públicos para conocerse y reconocerse es uno de los pasos importantes que pueden darse. Como decía Matthieu Damian, no hay una escuela de paz aislada, es necesaria la colaboración de agentes externos a los centros.

Más si se tiene en cuenta la influencia de lo externo a lo escolar. Como explicaba Philippe Rio, Grigny es un suburbio de París, atravesado por diferentes violencias (desempleo, tasas altas de abandono escolar temprano, droga…) que afectan, claro, a sus centros educativos. Para él, es básico crear “ciudades benévolas, integradoras”. En su municipio han puesto el foco en tres pilares para mejorar estas condiciones de vida: igualdad de acceso y reconquista de los derechos humanos (educación, empleo, sanidad, cultura…); una puestas por la educación como columna de la justicia social, y por último, el trabajo sobre la cultura de paz.

Una cultura de paz a la que podría sumarse una necesidad de recuperar espacios de convivencia ante un aumento del individualismo. Para Ary José Vanazzi, las municipalidades deben “recuperar el sentido de convivencia en las plazas, en las calles”; hacer posible que las personas se encuentren y compartan en ellos. Algo en relación con lo explicaba María Gladys Valero sobre la importancia de crear ciudades en las que se viva sin miedo, en las que se pueda caminar o coger un transporte público de forma segura o la creación de consejos locales con jóvenes para que se impliquen en la población, creando sentimiento de ciudadanía.

Un conocimiento y reconocimiento que pasa porque las distintas partes asuman sus responsabilidades en la educación. Vanazzi lo encarnaba explicando cómo en Brasil en muchos lugares las familias simplemente dejan a sus hijos en los centros educativos y se desentienden de la educación, no forman un movimiento de padres y madres que establezca diálogos con los centros y esto es importante para que tanto los centros, como la infancia y las poblaciones vivan en contextos más cooperativos.

El diálogo, que abordó otras cuestiones como los planes de convivencia escolar en los centros, o algunas experiencias sobre mediación, contra el bullying, terminaba con un mensaje de mayor participación para la consecución de territorios de paz. “Sentar a todos, incluidos los abuelos, no solo en los barios pobres, si no crear estructuras mixtas con asociaciones, vecinos, administración educativa. Tenemos que acompañarnos mutuamente”.
Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/04/21/que-puede-hacer-el-municipio-frente-al-acoso-escolar/
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