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Experiencias de aprendizaje para aprender a vivir

Por: ABC

Desde el Colegio Ábaco consideran que cada jornada en el centro escolar debe ser vivida como una experiencia inolvidable provocando en el alumno el deseo de volver cada día.

El proyecto educativo del Colegio Ábaco se centra en la idea de “Aprender a vivir”. El colegio Ábaco, de carácter concertado-privado, es un espacio educativo creado y pensado para las personas. De este modo, entienden que cada jornada en el centro escolar debe ser vivida como una experiencia inolvidable provocando en el alumno el deseo de volver al Colegio cada día.

Uno de los objetivos del Proyecto Educativo de este colegio (centro bilingüe oficial y pionero en el uso de la tecnología en el aula), ubicado en el Pau de Carabanchel, es transformar el aprendizaje de sus alumnos en experiencias vivenciales en el aula.

Las matemáticas como un juego

En Educación Infantil desarrollan un programa para el fomento del aprendizaje de las matemáticas como algo lúdico y divertido.

“Vive las mates” es un proyecto que promueve entre los alumnos el concepto de las matemáticas como algo ameno e interactivo. ¿Cómo lo consiguen? Pues lo llevan a cabo a través de la propuesta de diferentes talleres y actividades que presentan a los alumnos alimentando su curiosidad e interés.

De esta forma, por un lado, plantean a los alumnos como propuesta una caja con distintos materiales manipulativos y cuatro sugerencias de acción. En otras ocasiones, aparece en escena el personaje de “Calculina” (a través de la caracterización de la maestra), que comparte con los alumnos materiales con los que pueden relacionarse. Estos elementos poco usuales en el aula suponen una provocación en los alumnos y conllevan a una mayor implicación en el proceso del aprendizaje.

Las matemáticas siguen siendo entendidas de forma lúdica en el resto de etapas educativas. En Educación Primaria, emplean el método Singapur, gracias al cual las matemáticas se sienten, se pueden palpar, y los números se convierten en formas visuales: escapando del papel o de la pantalla, se mantienen al alcance de las manos de los alumnos y alumnas.

Gracias a estas propuestas, fomentamos en el aula la experimentación y la investigación. Los alumnos son capaces de manipular y sentir las matemáticas, pueden trabajar con ellas a través de sus propias manos y dejan de ser un ente abstracto. Es por ello que tanto la motivación como la implicación se convierten en elementos protagonistas dentro del aula.

El ajedrez como herramienta de aprendizaje

En el Proyecto Educativo del Colegio Ábaco, el ajedrez se introduce desde los 3 hasta los 12 años.

El ajedrez proporciona a los alumnos una mejora cualitativa en el razonamiento lógico matemático, la percepción espacial, la toma de decisiones y el control de las emociones. Constituye un ejemplo del aprendizaje lúdico recreativo y manipulativo y, por ello, es potenciado desde edades tempranas.

En la etapa de Educación Infantil, el aprendizaje del ajedrez está vinculado a la psicomotricidad. De este modo, el ajedrez adquiere un mayor dinamismo, y su aprendizaje se apoya en el uso de tableros gigantes, piezas de grandes dimensiones, flashcards y disfraces, propuestas que resultan atractivas y llaman la atención y la curiosidad de los alumnos de menor edad.

En el Colegio se busca el desarrollo integral del alumno, empleando el ajedrez como herramienta para trabajar diferentes contenidos del resto de áreas de aprendizaje.

Aprendiendo a Vivir

En el Colegio Ábaco llevan a cabo un Programa de Educación Responsable y Educación Emocional. Cuentan con el Proyecto Convive, impulsado desde el Departamento de Orientación del centro, que fomenta la convivencia entre los alumnos y del que surgen los llamados “alumnos ayudantes”, formados en mediación, encargados de gestionar los posibles conflictos que puedan surgir en el aula.

Desde Educación Infantil trabajan la educación emocional puesto que entienden que un buen desarrollo de las emociones en la infancia supone una mejor gestión de las mismas en el futuro. Así pues, en las aulas cuentan con un rincón donde, mediante imágenes, trabajan las emociones y validan o relacionan los aspectos que las han generado.

Tienen en funcionamiento un Programa de Educación Emocional a través de la Educación Física, conscientes de que el deporte y la actividad física mejoran la confianza en uno mismo y en los demás y que supone el desarrollo físico, psíquico y emocional, además de fomentar valores como el respeto y la convivencia.

El colegio Ábaco está reconocido con el distintivo de calidad “Sello Vida Saludable”, otorgado por la Secretaría de Estado de Educación, que reconoce a los centros educativos que fomentan el aprendizaje de la salud en el ámbito educativo y contribuyen a la mejora de la educación. Aspectos como proporcionar pautas para llevar a cabo una adecuada nutrición y una buena alimentación y fomentar hábitos de actividad física son fundamentales en su proyecto.

Entienden la educación física como un aprendizaje que permite el adecuado desarrollo personal y social a lo largo de la escolarización de los alumnos. Más allá de los resultados académicos, consideran que el fin del aprendizaje debe ser el desarrollo del alumno como persona y su felicidad.

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-experiencias-aprendizaje-para-aprender-vivir-202205231724_noticia.html

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Política educativa y salario profesional docente

Por: Manuel Alberto Navarro Weckmann

Corrían los primeros años de la década de los noventa del siglo pasado, yo apenas superaba el primer lustro en el servicio y el entonces Departamento de Educación que aún no era Secretaría citó a los directores de las escuelas para presentar el nuevo plan de estudio y los nuevos programas para lo que, mi director, que era un docente mayor, consideró que yo sería un buen elemento para acudir en representación del centro escolar, porque, además, en esa ocasión no serían los Servicios Técnicos a dar la capacitación a los docentes, sino quien acudiera y hacerlo “en cascada” por parte de quien acudiera.

Fue un tiempo de muchas sorpresas, aparte de los planes y programas de estudio, estaba en el ambiente la reciente firma del Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica en donde se daba un cambio muy importante pues serían las entidades federativas las que se harían cargo de la operación y pago de la nómina magisterial (Que generaría enormes desequilibrios financieros a estos por la malas negociaciones, la presión política y la corrupción), la reducción de horas de taller (cuyos maestros de electricidad, carpintería, soldadura, mecánica, etc. fueron enviados por las autoridades educativas estatales a cubrir dichas horas llamadas por decreto “excedentes” para impartir las clases de ciencias, matemáticas, español, ética, etc. de acuerdo a como se iban jubilando los titulares de las mismas y ya no se reponían a los centros educativos),la reducción de orientadores educativos y trabajadoras sociales (que entonces había una por grado y quedó en uno por centro educativo) el incremento de las horas de español y matemáticas y la atomización de las horas de ciencias naturales y sociales (que se fragmentaban en historia, geografía, física, química, etc.), entre otros cambios importantes.

En aquel momento, a propósito del polémico incremento salarial de este año, se establecía además por vez primera en la historia, el salario mínimo profesional docente, el cual, podemos leer en el Diario Oficial de la Federación del 18 de mayo de 1992 que expresaba que “Con este nuevo esfuerzo -que hace que en la actual Administración se haya acumulado un incremento muy sustancial- el salario de la plaza inicial, que es el más bajo del escalafón docente y que en diciembre de 1988 equivalía a 1.5 salarios mínimos, superará el equivalente a tres salarios mínimos, y la mayoría de los maestros estará percibiendo un equivalente superior a 3.5 veces el salario mínimo general del país”, con lo que un maestro de plaza inicial, al tabulador actual, estaría recibiendo un salario de 18,151.35 pesos y ni siquiera en la zona del 100% en donde se elevaría a 27,335.70 mensuales, casi el doble o el triple respectivamente de lo que recibe actualmente un docente de nuevo ingreso.

La historia de lo que sucedió de entonces a la fecha no es desconocida, aquellos planes y programas representaron el primer pago de buena intención de México a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) que ingresaría formalmente de manera curiosa, exactamente 2 años posterior a esa fecha, el 18 de mayo de 1994 ¿Simbólico o simple casualidad?

La reducción del personal de apoyo educativo, la atomización de las horas docentes, la integración de personal sin perfil adecuado, el énfasis en una educación que solo sepa leer, escribir, sumar y restar, apto para la empresa maquiladora que es la ideología del mercado, es solo la punta del iceberg de la debacle educativa en la que nos encontramos en la actualidad y que aquellos años de los noventa fueron el inicio de una serie de cambios lamentables de los que el sexenio pasado fue el culmen con aquella frase devastadora de “cualquiera puede ser maestro” del triste y lamentablemente célebre Aurelio Nuño.

manuelnavarrow@gmail.com

Fuente: https://profelandia.com/politica-educativa-y-salario-profesional-docente/

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Misoginia en la Normal

Por: Miguel Ángel Casillas

En solidaridad con Rosío Córdova

La resistencia de las instituciones de educación superior para enfrentar una reforma con perspectiva de género es fortísima, el pacto patriarcal se reproduce cotidianamente y las mujeres siguen siendo víctimas frecuentes de agresiones y discriminaciones. Como si estuviéramos en la Edad Media o sujetos a los rigurosos criterios de la Inquisición, en las instituciones de educación superior todavía siguen vigentes disposiciones arbitrarias en las que descansa la dominación masculina.

Es inaudito que en pleno siglo XXI, en la Benemérita y centenaria escuela normal veracruzana, una institución históricamente feminizada, con órganos de gobierno integrados mayoritariamente por mujeres, con muchas mujeres en cargos directivos, sigan vigentes criterios que castigan a una estudiante embarazada. Es el caso de Karla, una chica de octavo semestre, que sufre discriminación y le han dado de baja administrativa.

Karla se embarazó, tuvo una amenaza de aborto y los médicos le prescribieron dos semanas de reposo absoluto. Por tanto, faltó a unas clases prácticas, tramitó su incapacidad y aunque tenía justificado faltar dos semanas sólo lo hizo durante cinco días. En la BENV se la aplicaron, por acumulación de faltas fue dada de baja.

Ha ocurrido un uso absurdo de la reglamentación, que ya debería de haber sido reformada con una perspectiva de género para eliminar cualquier sanción y discriminación a las chavas por ser mujeres, por embarazarse, o por tener hijos. La falta de actualización de las reglamentaciones universitarias es prueba de la resistencia misógina, como también lo es lo absurdo y rígido de su aplicación. Los reglamentos escolares de las instituciones de educación superior fueron elaborados desde la perspectiva masculina y están plagados de referentes que sostienen su dominación; su reforma democrática es una asignatura pendiente y no habrá pleno respeto a los derechos humanos si no se transforman a profundidad. Sin embargo, la reforma legal sólo cobrará sentido cuando se cambien las conciencias y las creencias de los agentes de la educación.

Pues también ocurre un trato discriminatorio cuando secretarias, funcionarios, profesoras y profesores coinciden en sancionar, despreciar y condenar a una chica por haberse embarazado. Predomina en la institución un sentido común, una creencia compartida y una representación social dominante claramente discriminatoria hacia las mujeres que rompen o desafían los estereotipos establecidos. En la Normal, el sector dominante de la institución, integrado sea por hombres o mujeres, comparte una visión ideológica conservadora sobre la mujer que se impone durante la socialización y se reitera cuando se castiga a quien disiente.

En lugar de ser un espacio para reivindicar la independencia, la libertad, la creatividad y el derecho al conocimiento como base de la emancipación social, en la Normal predomina una visión anticuada que se opone a la liberación femenina. En la socialización escolar se impone un currículum oculto de carácter misógino que está orientando la formación de maestros. En efecto, Karla y otras estudiantes no son las únicas víctimas que están siendo afectadas por la discriminación y la dominación masculina; pues si estamos hablando de maestros en formación, tendríamos que reconocer que los efectos de la dominación son más amplios y trascenderán a las prácticas profesionales de los maestros en funciones.

La denuncia de Karla corre a cargo de la Comisión de derechos humanos, porque los órganos colegiados de la BENV no pueden resolver el caso de discriminación de que ha sido objeto. Es deseable que su demanda sea atendida, que le permitan terminar y acreditar sus cursos al tiempo que tiene a su hijo. Sin embargo, la Normal debería tomar medidas para que estos problemas no se repitieran y se garantizaran plenamente los derechos humanos de los estudiantes. A la BENV y a otras escuelas normales les vendría bien reconocer que su diseño institucional corresponde a un pasado que ya pasó y que sus reglamentaciones deben estar acordes con la Constitución y con la Ley general de educación superior; que les urge una reforma con perspectiva de género que ponga por encima la emancipación y liberación femenina, y que haga de las maestras y maestros un ejemplo de renovación de las relaciones entre hombres y mujeres.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/misoginia-en-la-normal/

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El Pacto Educativo da vuelta a la rotonda

Por: Dinorah García Romero 

Los urbanistas me podrán decir que la rotonda tiene su utilidad. Como educadora, puedo decirles y demostrarles que no funciona para la transformación de la realidad social y educativa del país.

El 19 de mayo del año en curso, se celebró la 14a Asamblea Plenaria del Pacto Nacional para la Reforma Educativa 2014-2030. En esta sesión, estuvo presente un selecto grupo caracterizado por el trabajo y por la preocupación a favor de la calidad y de la equidad de la educación en la República Dominicana. Sin lugar a duda, el Pacto Educativo constituye uno de los hitos más importantes del quehacer educativo en los últimos años. De igual manera, evidencia, al menos en el discurso, el interés por liberar, al sistema educativo dominicano, del atraso y de la deficiencia sistémica. Este Pacto expresa la voluntad de la diversidad de sectores de la sociedad dominicana de hacer avanzar la educación y al país, desde la articulación de visiones, prácticas y recursos, de sectores gubernamentales y empresariales; así como del trabajo y experiencia de organizaciones de la sociedad civil y de los representantes de los partidos políticos. La composición del Pacto es plural; por ello, aunque no se aproveche, es un espacio idóneo para optimizar la construcción colectiva y la conjunción de talentos para ver y hacer más allá de los intereses particulares. Otro rasgo distintivo del Pacto Educativo es la presencia de diversidad de Ministerios comprometidos con su desarrollo. Asimismo, incluye la representación de ámbitos educativos, como la educación preuniversitaria, la educación superior y la educación de las personas con condiciones especiales. El ámbito de la educación técnica ha de retomar su participación activa.

A los 8 años de la firma del Pacto Educativo, nos encontramos con una plataforma que se especializa en dar la vuelta a la rotonda. Esta especialidad se caracteriza por girar en torno a la misma idea, sin aplicación  práctica que eleve cualitativamente la educación nacional. Se plantea la necesidad de un sistema de indicadores que posibilite las concreciones y la calidad de la educación. El tiempo se va, y se descubren carencias en detrimento de una acción razonada y efectiva. Esta cultura no favorece el desarrollo institucional; tampoco contribuye a la aplicación de las razones y objetivos que les dieron sentido al Pacto. Por tal motivo, esta instancia tiene que redireccionar su dinámica de funcionamiento y su política, para darle cumplimiento a las metas que ha de impulsar y alcanzar. Es injustificable que, en 8 años, no se pueda exhibir ninguna acción creíble derivada del trabajo desde este organismo. Los pasos que se han dado no han tenido el impacto que la educación necesita y que la sociedad demanda. En cada sesión no podemos acordar y reacordar que vamos a fortalecer la calidad de la educación. Todos los actores del Pacto Educativo somos responsables de una acción más eficiente y eficaz. Hemos de poner los medios y los recursos necesarios para ello. De continuar dando la vuelta a la rotonda, se acentuará el desfallecimiento educativo nacional y paralizará a la sociedad dominicana. Me atrevo a afirmar que ninguno de los participantes en el Pacto Educativo está interesado en que esto ocurra. Por lo tanto, urge un cambio radical en la conducción, en el trabajo y en los resultados del Pacto Educativo. Es necesario cambiar el tecnicismo que domina el desarrollo de la Asamblea Plenaria. De la misma forma, es importante que la agenda contemple menos temas de reflexión y que estos sean trabajados previamente. Las sesiones han de ser para el análisis y debate de las propuestas surgidas del estudio y de la praxis de los temas de la agenda que previamente se acordó. Estas sesiones de trabajo han de ser también para tomar decisiones sobre las propuestas presentadas y aprobadas. Tenemos que retomar el sentido y la acción estratégica del Pacto. En este orden,  la lógica de la acción-reflexión-acción se debe aplicar sin pusilanimidad. La articulación entre reflexión-procesos y resultados es imprescindible. Es preciso, también, imprimir un carácter más ágil y práctico a las estrategias utilizadas por el Pacto Educativo, sin que mengue la calidad. Los urbanistas me podrán decir que la rotonda tiene su utilidad. Como educadora, puedo decirles y demostrarles que no funciona para la transformación de la realidad social y educativa del país.

Fuente: https://acento.com.do/opinion/el-pacto-educativo-da-vuelta-a-la-rotonda-9064926.html

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Tiripetío, museo vivo para mirar el porvenir

Por: Luis Hernández Navarro

La escena parece sacada de la película Mecánica nacional, de Luis Alcoriza. En plena celebración por el primer centenario de la Normal Rural de Tiripetío, mientras la banda musical de egresados de la escuela interpreta una animada pieza, una botarga con la forma de un gato saca a bailar a la secretaria de Educación de Michoacán, Yarabí Ávila González.

El disfraz del bailarín juglaresco tiene historia. El gato es el símbolo de Tiripetío. Según el maestro Jorge Cázares, egresado de la institución, que entró desde el bachillerato en 1987 y terminó sus estudios en 1994, el nombre se lo ganaron cuando, visitantes de otras normales rurales, se sorprendieron al ver que ante la falta de vasos en el comedor, los estudiantes bebían el agua y café en platos. Uno de sus invitados les dijo: “Ustedes son como los gatos”. El apelativo se quedó. Cuando la escuela era de mujeres, les llamaban las leonas.

La doctora Ávila González militó muchos años en el PRI, partido que la hizo diputada dos veces. Sin embargo, durante las pasadas elecciones para gobernador en Michoacán, siendo presidenta de la mesa directiva del Congreso del estado, expresó su apoyo al candidato de Morena, Alfredo Ramírez Bedolla, y saltó a su equipo de transición. Fue premiada con la Secretaría de Educación.

Antes, cuando el ex gobernador Salvador Jara Guerrero fue rector, la funcionaria fue contralora de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. En 2017, Jara y el ex gobernador Fausto Vallejo fueron acusados del desvío de 3 mil 759 millones de pesos.

Indignadas porque Yarabí Ávila apareció el pasado 8 de octubre, levantando el puño izquierdo con un pañuelo azul (símbolo de la lucha contra la despenalización del aborto) enrollado en su muñeca, más de 100 feministas exigieron su destitución. La secretaria mantiene una estrecha relación con el grupo empresarial Mexicanos Primero, dirigido en distintos momentos por Claudio X. González y Alejandro Ramírez. Fiel a estas alianzas, impuso la aplicación del examen del Ceneval a aspirantes de nuevo ingreso a la Vasco de Quiroga y a otras normales del estado.

La penosa imagen de la botarga y la secretaria partiendo plaza ejemplifica los claroscuros de la conmemoración: un acto digno de ópera bufa, en que una funcionaria, que ha combatido durante años a Tiripetío, baila con un símbolo de la escuela.

No fue el único. El encuentro fue una demostración del poder sin contrapesos del Olimpo burocrático. En el presidium hubo un solo estudiante, funcionarios estatales (comenzando por el gobernador), dos federales y legisladores. Los asientos reservados para el comité estudiantil de la escuela, a un lado del patio central del edificio, no fueron ocupados por los alumnos. En distintos momentos, una parte del público interrumpió los discursos oficiales coreando: “¡A las normales rurales / las quieren desaparecer / nosotros con lucha y sangre / las vamos a defender!”

El gobernador anunció que Tiripetío sería declarada “primitiva, centenaria y benemérita”. Sin embargo, más allá de los reconocimientos de palabra, se oculta una realidad lamentable, provocada por la falta de recursos gubernamentales para mantenimiento y equipos. Las instalaciones se encuentran sumamente deterioradas: salones sin bancas; laboratorios anegados; dormitorios en condiciones muy precarias; puertas y ventanas maltratadas; salones sin electricidad; no hay médico ni enfermeras ni medicinas; el área de producción rural se encuentra muy disminuida, y un sinfín de penurias más.

El mandatario aseguró que veía a la normal como aliada, pero a unos metros de la escuela, sus patrullas se dedican no a cuidar sino a atemorizar estudiantes y a impedir que hagan colectas o difundan sus demandas. Insistió en la corrupción y venta de plazas, y en la fantasía de que las evaluaciones las evitan, como si estas lacras fueran responsabilidad de los estudiantes y no de las autoridades.

Herencia perversa del ex gobernador Silvano Aureoles, según Zósimo Camacho, Tiri cumple 100 años con 105 procesos judiciales vigentes, contra igual número de normalistas (https://bit.ly/3GgO4nh), que no terminan de desvanecerse. En 2020, siete alumnos fueron encarcelados cuatro meses. Los presos comunes les propinaron continuas palizas salvajes, de las que los muchachos no acaban de reponerse.

Lejos de la banalidad de las ceremonias oficiales, en el Tiripetío de abajo, el de los estudiantes, como expresión luminosa del centenario de su institución, se realizaron 15 nuevos murales, elaborados por varios colectivos de artistas, que comparten las paredes de la escuela con dos obras de José Hernández Delgadillo.

Los temas desarrollados entreveran temas, figuras emblemáticas y causas: la bandera purépecha; el maíz como sustento e identidad; el Manifiesto del Partido Comunista; las mariposas Monarca que vuelan de muro en muro, como símbolo de la defensa de la naturaleza y el territorio; la capucha y el paliacate, como recurso para que se mire a los invisibles; la represión y la resistencia; la noche de Iguala; Lucio Cabañas y su llamado a “ser pueblo, hacer pueblo y estar con el pueblo”, y Emiliano Zapata y el Che Guevara.

En una hermosa pintura elaborada por un colectivo de la Escuela Normal Indígena de Michoacán, en Cherán, junto a la ecuación de Albert Einstein E=mc2 y las imágenes de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa, se explica: “Las normales rurales nos abrigaron como clase social desprotegida… y nos formaron como luchadores comunitarios”.

Tiripetío es un fascinante museo vivo, que recupera y relabora la tradición pictórica mexicana. Es la muestra de cómo, en la más difícil adversidad, los murales abren enormes ventanas/espejo para que los normalistas rurales, más allá de la precariedad de las instalaciones en las que viven y estudian, se miren a sí mismos y se asomen a su porvenir.

Fuente de la información: https://www.jornada.com.mx

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Cumbia villera y Pedagogía

Por: Miguel Andrés Brenner

BREVÍSIMO RESUMEN
“Cumbia villera y pedagogía” es un texto que pretende ser polémico. Se plantea un fenómeno musical de Argentina (que trascendió a mi país) en el contexto de exclusión social, mientras que se hace una especie de contrapunto con un curricular que promueve dicha exclusión, cuestión no reconocida como tal. Estigmatización mediando el fenómeno musical y estigmatización mediando la pedagogía. Y la crítica se revierte en una propuesta educativa liberadora o superadora. Actualmente la situación social es tan preocupante que, Jaime Durán Barba[1] consultor del ex presidente neoliberal Mauricio Macri, así lo expresa: va a darse una rebelión interna, puede ser espantoso.
Noam Chomsky: La opresión tiene lugar porque se ha interiorizado su legitimidad.[2]

Haceme un pete, haceme un pete.

Que esta noche quiero gozar.

Me comentaron que esa chica

Hace unos petes espectacular.

                                                                                                          TEMA. HACEME UN PETE.

Autor: Kalú

INTRODUCCIÓN

Parafraseando muy libremente el título de una obra de Carlos Marx, en la que critica la posición de Proudhon, propongo la Pedagogía de la Miseria que se resuelve en su opuesto, la Miseria de la Pedagogía. Y esto no es reconocido como tal en los grandilocuentes discursos de la academia. ¿En qué consiste?

Mientras el progresismo boga por la ampliación de derechos, el neoliberalismo boga por la educación del futuro. Entre tanto, la mayor parte de nuestras jóvenes generaciones de los sectores populares no acceden “realmente” a esos derechos y el futuro no les sonríe.[3]

La mayor parte de los egresados de los sectores populares de la escuela básica lo hacen como semianalfabetos. Es la afirmación de la exclusión de los derechos que se proclaman como tales y la exclusión de un futuro que los ancla en la miseria.

Los estilos culturales de los sectores postergados debieran ser materia del curricular, y no lo son. Su negación, es la negación de los mismos alumnos, reafirmando la execrable y tan alabada posición del fundador de la escuela nueva, Rousseau, quien ratifica que la educación es solo para los niños de linaje, pues de los pobres nada puede obtenerse. Rousseau, quien tuvo cinco hijos que abandonó, mientras consideraba la educación de la mujer como sometimiento a los deseos del hombre.[4]

¡Claro!, en la actualidad se habla de educación para todos, aunque en última instancia, en la praxis, sigue firme el planteo rousseauniano. Obvio, bajo la mirada académica de Paulo Freire en su centésimo año de nacimiento, aún como farsa, con la soberbia de una academia que mira a la escuela desde su narcisismo onanista.

Entre tanto, parecieran darse los fenómenos culturales de los excluidos fuera del ámbito de una pedagogía miserable. Estos fenómenos son manifestación de la miseria que la misma pedagogía produce, aunque la desconozca como tal.

En tal sentido, la no consideración de los mismos, hace a una pedagogía que incurre en un alumnicidio. Es que no fomenta la interpretación crítica de los propios deseos, de los propios gustos, de las propias expectativas. Ello hace a la exacerbación de las pulsiones, como “naturalizándolas”.

Se realiza, así, una discriminación explosiva y una discriminación implosiva. Explosiva, por cuanto quienes se consideran con derecho de juzgar injustamente, producen un rechazo de la humanidad del otro. Implosiva, por cuanto quienes son juzgados injustamente, producen el rechazo de la propia humanidad, que se resuelve, también en el rechazo del otro que no es uno. Discriminación y autodiscriminación.

Sin embargo, antes de continuar, ejemplifiquemos una pequeña gran anécdota. El jueves 12 de mayo de 2022, el Canal La Nación Noticias, transmitiendo la Marcha Federal de los Piqueteros, ya en el centro de la Ciudad de Buenos Aires, signa a ésta como “ciudad sitiada”. La Capital Federal de la República Argentina estaría “sitiada” por los habitantes no deseados, execrados, basura de la ciudad, simplemente “mierda”, estigmatizados como tales, quienes a su vez se autoestigmatizan. O sea, son los expulsados sociales invasores de su propia patria. Esto también es la “cumbia villera” y su actual ocasional exponente L-Gante (Elian Ángel Valenzuela), que presenta temas entre otros, con el considerado creador de la “cumbia villera”, Pablo Lescano del conjunto “Damas Gratis”. Ambos con estilos groseros o chabacanos a modo de arma que blanden en contra de una época donde aquello que define la identidad social dentro del capitalismo, el trabajo, les es ausente.

A partir de esta introducción, veamos dos tópicos. Uno tiene que ver con un fenómeno cultural que manifiesta la exclusión del trabajo, como lo es la “cumbia villera” de fines de la década del noventa, problemática que se ha acrecentado, y otro tiene que ver con un curricular que no considera a los alumnos maltratados por la exclusión del trabajo.

LA CUMBIA VILLERA, FENÓMENO EPOCAL

Pero, vayamos a la “cumbia villera”, así, en una segunda instancia, apreciar una práctica pedagógica estigmatizante.

Es un fenómeno epocal que atrajo a las nuevas generaciones, y sí, así lo fue. Empero como docente amerita mi atención, precisamente porque en la actualidad se da el reciclado, entre otros, por la “Cumbia 420”. ¿Fenómeno pasajero? La pobreza se instala y reinstala sin ser un “pasaje”.

La denominada “cumbia villera” es manifiesto de esa discriminación y autodiscriminación, como fenómeno de una época. La denominada cumbia villera pertenece a un ritual que manifiesta y legitima un modo de mala vida (en oposición a la buena vida). Es la exclusión que alude a un proceso de ida, pero sin regreso, casi a manera de una destinación. Sin embargo, dicho discurso, al legitimar la discriminación, en tanto marginalidad y exclusión social, vacía de significado todo reclamo. Legitimación tal que asume el fenómeno mencionado como hecho consumado.

Ese discurso engloba, con las características marginales-excluyentes, a todos los habitantes de la villa. Todos deben ser percibidos como tales, casi a manera de un compacto homogéneo. Ellos o Nosotros. Sus habitantes padecen de problemas aún más graves que los de las zonas urbanizadas, por ejemplo el de la llamada “inseguridad”. Por supuesto, estas cuestiones parecieran no existir en tanto no sean narradas mediáticamente. Y si son narradas, es bajo el apotegma “robó y huyó a la villa”, ocultando el “estafó y huyó a los paraísos fiscales”.

El mencionado discurso da la “cumbia villera” es aceptado por los sectores sociales privilegiados (lugares bailables, televisión, fiestas familiares) a manera de …

  • música carente de seriedad que invita a la alegría-diversión, divertere en latín (alejar), pero diversión sobre los excluidos con el material de los excluidos;
  • música que legitima, sin crítica alguna, la marginalidad-exclusión social;
  • antiestética sin contrapropuesta alguna, con un look de execrable estereotipo villero, con aun un menor nivel de vocalización en comparación con la común música tropical o bailantera.

Simbólicamente, perversamente, se legitima y justifica la exclusion social. Y dicha justificación no es solo perversión de unos sobre otros, sino además, la propia exclusión de sí mismos.

Ÿ    Sus enunciados, v.gr., al respecto, resultan elocuentes:

ü “Haceme un pete”: alude al llamado sexo oral. – (Banda Kalú, Tema Haceme un pete).

ü “Entregadora del marrón”: alude al sexo anal. – (Banda Flor de Piedra, Tema                Entregadora del Marrón).

ü “Vitamina”: alude a la cocaína (dentro de los espectáculos en los que no intervienen   medios masivos de comunicación se menciona explícitamente dicho alucinógeno).

ü “Se te ve la tanga”: en realidad no se reconoce la producción de dicha percepción, propia de organizaciones mediáticas que se dedican a la prostitución virtual y a la producción del deseo, que genera sensación de libertad. (Banda: Damas Gratis, Tema Se te ve la tanga).

ü “El monito” y “Sos buchón”: ser delincuente o delatante, como modo de vida propio o como traición al propio modo de vida. Pero la delincuencia se define desde los parámetros del disciplinamiento jurídico capitalista en el marco de la globalización. (Banda Yerba Brava, Tema El Monito – Banda Mala Fama, Tema Sos buchón).

ü    Es interesante que si aparece la policía (yuta) no lo hace como coparticipando de la delincuencia. Existe un límite muy definido entre villero y policía, a manera de opuestos irreconciliables. Villeros que constituirían una comunidad, mientras que policías otra. En realidad, existen fronteras borrosas entre legalidad e ilegalidad.

ü   “El pibe cantina”: es aquél que simula renegar de la modalidad marginal-excluyente, pero que, en última instancia, a pesar de su enriquecimiento azaroso (juego de azar), permanece en el medio villero mostrando altaneramente una individualidad que no puede separarse del mismo, casi como queriendo afirmar “quien es villero lo es para siempre, no a la traición”. Pero la traición puede darse desde el lado de la mujer (“las chicas del barrio te gritan al pasar ‘dale guachín’, sacanos a pasear”). Se manifiesta aquí, agudamente, sin los barnices sociales de otros lugares culturales, el problema de la cuestión de género.

Ÿ Se pretende legitimar el imaginario social que puede ser denominado descontrol sexogenital como modo de liberación, ratificando la predominancia masculina. Pareciera, por ende, que los movimientos feministas, en tanto intentan revertir modos de dominación muy arraigados en las raíces culturales de una sociedad patriarcal, no pudieran tener como plafón a un sector social que, de por sí, sería retrógradosujeto imposible de todo tipo de liberación.

Ÿ El mismo, recién aludido, llamado descontrol, no es más que un medio dentro de la producción de organizaciones económicas que pretenden ofrecer sensación de libertad y evitar, a partir de ahí, toda posibilidad de crítica. Es la producción del deseo con la apariencia de satisfacción, satisfacción virtual.

Ÿ La única posibilidad de que los villeros ingresen en ámbitos propios de clase media y/o superior es a través de las tecnologías comunicacionales (v.gr., la única posibilidad que los denominados negros ingresen en los mismos es a partir de la tecnología de los videos). Una presencia real no es posible. Aparece la simulación de la horizontalización de la cultura. Por otro lado, la reafirmación, por parte de los sectores sociales no-villeros, de la marginalidad-exclusión (entendiendo la exclusión como una especie de no-regreso).

Ÿ  Los modos de definición del  habitante de la villa, que se consideran en la “cumbia villera”, apelan a los siguientes significados: bebida alcohólica, sexogenitalidad oral, sexogenitalidad anal, términos catalogados como obscenos, delincuencia, fuga, delación, traición, gorra y zapatillas desatadas, bicicleta despintada, identificación de la misma manera de la prisión como la muerte del matrimonio (“ya nos bajaron a dos… tres están sopres… pobre el gato que se casó”), así como lo señala la banda Mala Fama en su tema Sos Buchón (en el que se apercibe, por ende, la agresión como condición de posibilidad de todo tipo de interacción).

Ÿ Sus letras manejan códigos y frases de jóvenes marginales que se juntan en cualquier esquina a tomar cerveza y hablan sobre las drogas, el sexo o el fútbol, haciendo chistes desprejuiciados y sin tabúes. Dichos jóvenes producen discursos acerca de las drogas, la sexogenitalidad, la policía, la violencia, la discriminacióny la falta de oportunidades sociales dentro de un mismo nivel argumental.

Ÿ Referencias a las sustancias prohibidas hubo (y hay), por ejemplo, en la música rock.  La cumbia villera las denomina por su nombre, evitando toda metáfora o doble sentido. La transparencia, en ese nivel, resulta chocante a una red de poder económico-social que mientras denigra la delincuencia, la promueve, que mientras se lamenta por la drogadicción, fomenta los canales del narcotráfico en función del sistema financiero y la cultura de la muerte.

Apreciamos, así, por ejemplo,

ü    la defensa de los chorros (Los Dueños del Pabellón),

ü    de los borrachos (El Pibe Cantina),

ü    de la droga (Quiero Vitamina, El Fumanchero).

Ÿ   En los sectores sociales autodenominados “cultos”, la cumbia villera produce rechazo y ese rechazo resulta funcional, a la manera del punk, que siente realimentada su crítica social desde la absorción al sistema, con una posición netamente conservadora, reproductora y retrógrada. Ese rechazo es esperado por quienes ostentan el simbolismo de la marginalidad, es que dicho simbolismo sin el rechazo carece de sentido.

La ciudadanía contextualizada dentro del ámbito de la nación no logra o no desea incluir a los villeros, aunque, de alguna manera, en su dinámica, los produce, por lo que una no puede comprenderse sin los otros, y viceversa.

Los sectores sociales no villeros, que se divierten con su música, reafirman, alegremente y divertidamente, la condición de marginalidad-exclusión, lo hacen sobre los excluidos, a pesar de los mismos.

Dicha noción de ciudadanía poco explicaría la situación de los marginados-excluidos. La de consumidor aludiría únicamente a la frustración. El problema básico, a mi criterio, es la disociación entre derechos ciudadanos (políticos) y derechos sociales/económicos. Mientras la autodeterminación deba realizarse solamente a partir de un modo de vida, sin la consideración de las bases materiales de la misma, se desconoce que el origen y la conservación del derecho, según lo explicita Walter Benjamin, se funda en la violencia.

Ÿ  A partir de Benjamin puedo afirmar que el supuesto contrato social, materializado en el derecho, tiene como origen la violencia, mientras que los individuos, aisladamente considerados, se encontrarían hermanados en la abstracción ahistórica de una hermandad formal. Pero, por otro lado, ¿es posible la autodeterminación política segmentada de los intereses de la economía capitalista? Aquí aparece, nuevamente, el conocido dilema entre libertad y justicia, cuando el dilema no debiera ser tal. No habría dilema. Si la libertad no favorece la justicia, no es tal, salvo su simulación en la formalidad del derecho. Asumir la existencia de dicha contradicción es no asumir la segmentación de la libertad en beneficio de algunos sectores sociales. La libertad que contiene al sistema capitalista es el marco que favorece la opresión.

Ÿ  Dentro del modelo de la cumbia villera, la diferencia condena a sus sujetos implicados, pero además se autocondenan. La fragmentación social los encuadra, además se autoencuadran. Toda posibilidad de liberación quedaría cerrada. Ese fenómeno también aparece en la música tropical-bailantera, aunque sin la intensidad de tal agresión, como una especie de marginalidad-exclusión descontrolada.

En tal contexto, actualmente, en nuestro país, desde el tipo de música señalado, parecieran ser los villeros los únicos en reafirmar con orgullo su identidad, su identidad en calidad de excluida, reconocida como tal. Pareciera ser que la única manera de reafirmar la propia identidad es oponiéndose, oposición tal integrada virtualmente en el imaginario social, apelando a la risa para desactivar el sentido dramático de la tragedia, mas reafirmando dicha tragedia.

Los derechos ciudadanos sin una materialización en la satisfacción de las necesidades básicas son mera formalidad, formalidad tal que aun puede ser funcional a fin de legitimar un modo de vida injusto, a fin de legitimar la mala vida y no la buena vida.

Concluyendo. Desde el fenómeno de la cumbia villera, el ciudadano de hecho no existe. La noción de ciudadanía no significa, meramente, la pertenencia a una organización política estatal, también, un status definido por derechos y obligaciones. Y, en tanto, los derechos no tengan vigencia o se debiliten, tampoco tendrán vigencia o se debilitarán las obligaciones. ¿Qué es lo que, por ende, existe? ¿Un consumidor? ¿Un consumidor frustrado? ¿Un sujeto que no alcanza a definirse salvo por su exclusión, por su oposición? ¿Será, quizá, muy duro afirmar que significa un elemento soez? Desde la mirada poderosa del Norte es desechable, execrable. ¿Y desde la nuestra? La ciudadanía, a partir de los discursos del Norte, desconocen las condiciones históricas propias del Sur. Ya las mismas nociones de Norte y Sur son sumamente arbitrarias. Si el universo es infinito, el Norte (lo arriba) y el Sur (lo abajo) dependerá de la posición del observador. El Sur existe para ser colonizado. Y la colonización discursiva pretende constituir la colonización del mundo vital.

El fenómeno de la cumbia villera se sustenta en la necesidad del reconocimiento de la dignidad humana, independientemente de los circuitos mercantiles que lo potencian. Dicha necesidad de reconocimiento es difícil que ocurra en las regiones que políticamente constituyen el marco de referencia que posibilita el capitalismo tardío, cuyo eje se encuentra dado por la economía financiera, dentro de los que sus intelectuales, sus pensadores, interaccionan con los intelectuales, los pensadores, del Sur por omisión, en lo que puede denominarse una política del no reconocimiento.

                                                                                                                                          Ay que locura que tengo.

El vino me pegó.

Y yo te veo con mi amigo

Entregándole el marrón.

Tema: Entregadora del Marrón.

Autor: Flor de Piedra.

L-Gante y Damas Gratis. Tema: El más ladrón. Cumbia villera 420.

PRÁCTICA PEDAGÓGICA ESTIGMATIZANTE

Ya Carlos Marx, en el Capítulo XXIV, el Capital Tomo I, “La acumulación originaria”[5], señalaba como núcleo fundamental de la identidad personal y comunitaria, dentro del sistema capitalista, el trabajo. Su ausencia o debilitamiento resuena en el debilitamiento de la cohesión social y, en términos actuales, en la consecuente fragmentación social o en el establecimiento del lamentable tejido social (término seductor, pero elocuente del debilitamiento de la cohesión social). A partir de aquí podemos establecer algunas líneas curriculares, que supuestamente serían escandalosas. ¿En virtud de qué lo serían? Es que la negación de la exclusión en los mismos contenidos curriculares potencian la exclusión, la discriminación, y lo dramático es que se hace bajo la bandera de las supuestas bondades de la “inclusion” y de la “ampliación de derechos”.

Ofrecemos, al respecto, dos narrativas. No se trabajará específicamente sobre la “cumbia villera”, pero sí desde su espíritu lacerante. Es que la primer narrativa se sostiene en la falta de entidad de niños en el sistema capitalista por el trabajo infantil, mientras que la segunda se sostiene en la falta de entidad de adultos en el sistema capitalista porque el trabajo les es ausente.

PRIMER NARRATIVA CURRICULAR

Son las diez y treinta de la mañana del veinticinco de diciembre del año dos mil doce. Desde mi casa en la Ciudad de Rafael Calzada, Provincia de Buenos Aires, parto con mi automóvil hacia la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, una distancia aproximada de veinticinco kilómetros de mi destino, el departamento de mi sobrina, para compartir los festejos de la Navidad.

Apenas salí, a la altura de la Avenida San Martín y la calle Santa Ana, cuando ni un alma transitaba por aquellos lares, veo un niño de nueve o diez años arrastrando un carrito como un animal, jadeando, sudando, apurado, cansado… lo viví con carita triste, juntaba botellas vacías.

Retrocedí con mi coche, lo encontré y le pregunté qué hacía, ¡como si no me diera cuenta! Me dijo que era el momento para “juntar las botellas de la Nochebuena para después venderlas”.  Le pregunté con quién vivía. Me respondió: “con Sofía, con mi mamá y mis dos hermanitos.”  Atiné a una pregunta más: “¿en qué grado de la escuela estás?”, “en tercero” me dijo. Casi como esperando una leve reprimenda verbal al encontrarse en la calle, agregó “pero ya terminé este año la escuela”.

Un niño sólo, vagando por las calles bajo miradas ausentes.

Me imagino a ese niño arrastrar al día siguiente su maltrecho carrito, como un burro de carga, a un sucio, mísero lugar de descarte, para recibir algunos también míseros pesitos para que las grandes empresas hagan sus pingües ganancias reciclando basura. Junta la basura de la ciudad, trabaja aunque no firma ni entrada ni salida, no tiene patrón sobre él más que la necesidad, su único jefe. Ese niño no se muestra en la televisión, y si aparece, solamente en esos supuestos programas testimoniales donde se relaciona niñez y basura, niñez y descarte, niñez y violencia de los pobres. No circula por el barrio de la Recoleta, se sentiría como sapo de otro pozo si imaginariamente pudiera hacerlo, tampoco los vecinos de la Recoleta lo sentirían como suyo. Pero, en el ex asentamiento donde recolectaba basura, la poquísima gente que se encontraba en el espacio público, lo veía normal, o sea, no veía. Cuando la injusticia se normaliza, no indigna, y sin indignación no hay lucha.

¿Por qué trabaja? ¿Por qué trabaja en un día festivo, el día de la Natividad, el día del Nacimiento, el día de la Vida? ¿Por qué gana unos miserables pesos contabilizando mercancía por dinero en un sucio lugar receptáculo de basura a reciclar? ¿Por qué un niñito tiene que trabajar por unos pesitos que reditúa en ganancias a importantes grupos empresarios? ¿Por qué se encuentra arrojado en la calle como un burro de carga? ¿Por qué su grupo familiar carece de una figura paterna y él ser el hombre de la casa? ¿Qué significará para él el trabajo y la familia? ¿Cómo estará aprendiendo en su cotidianeidad la justicia y la solidaridad?

Ciertamente, en la escuela aprenderá: mi barrio, el municipio, la provincia, la nación. Ciertamente, en la escuela aprenderá: los derechos universales del niño, los derechos universales de la mujer. Seguramente en la escuela aprenderá: el mundo del trabajo, de la tecnología y la comunicación. Además, aprenderá aritmética, ¿será desde los ejemplos que él ya domina, manejando los pesitos en su vida cotidiana? Además, aprenderá lengua castellana: ¿aprenderá a poner en palabras lo que le acontece, aprenderá a ponerse a él mismo y a los suyos en palabras y palabras escritas mediando el diálogo con otros? Además, aprenderá ciencias naturales: ¿aprenderá a conocer los “bichitos” microscópicos que circulan por sus manos y su cuerpo al manipular tanta basura? Además, aprenderá educación para la salud: ¿aprenderá a cuidarse dentro de sus condiciones de vida? Aprenderá la historia, pero no su historia a partir de donde interpretar la historia. Aprenderá la matemática, pero no su matemática. Aprenderá la lengua, pero no su lengua. Aprenderá la estética, pero no su estética cargada de suciedad y desamparo. Aprenderá ¡tantas cosas!, pero no las propias. Y… podríamos seguir con más áreas del saber. Del saber de quién y contra quién, para qué y contra qué, a favor de quién y en lucha contra quién.

La desconsideración del tipo de currículum mencionado hace a la profundización de la discriminación explosiva y de la discriminación implosiva dentro de la pedagogía de la miseria que se patentiza como la apoteosis del narcisismo onanista, aunque negado como tal.[6]

SEGUNDA NARRATIVA CURRICULAR

Obviamente, la disociación entre pensamiento y acción implica conductas que nada tienen que ver con la salud mental y con la propia condición humana. Los niños, cuando comen en la escuela, realizan un aprendizaje, ubicado en el currículum oculto. Simplemente, comen. Pero, otras preguntas caben hacerse, en función del proceso de enseñanza-aprendizaje, para que los mismos educandos puedan llegar a cuestionarse: ¿por qué comemos en la escuela?, ¿por qué el Estado nos asiste, a la manera de inválidos que no pueden valerse por sí mismos, dándonos de comer?, ¿cómo es ese Estado que nos asiste, cómo ha llegado a ser tal?, ¿qué es lo que nos da de comer, cuáles valores nutritivos tienen los alimentos que necesitamos y cuáles poseen los que nos sobrevienen?, ¿de qué manera afecta dicha asistencia a la economía, a la producción, distribución y consumo?, ¿cuál es la prioridad real del Estado en materia educativa?, ¿por qué nuestros padres no nos dan de comer?, ¿qué tendría que ocurrir para que nos dieran ellos de comer y pudiéramos compartir en familia el pan y la palabra?, ¿por qué otros niños comen con el esfuerzo del trabajo de sus padres?, ¿qué ocurrió para que unos puedan comer con dicho esfuerzo y otros no?, etc., etc. Aquí entran en juego contenidos de las ciencias sociales, de las ciencias naturales, de la matemática, de la narrativa, de la comunicación, de la expresión creativa. En nuestra situación actual, los niños en la escuela realizan el aprendizaje social de la pobreza. Valga la redundancia, todo lo que aprenden en la escuela lo aprenden en la escuela. Si se ayuda o compensa de esa manera, se crean, dice Žižek, “las condiciones para la explosión incontrolada de resentimiento: en ella podría percatarme de que mi situación inferior está plenamente ‘justificada’ y podría por ello verme desposeído del recurso de excusar mi fracaso como resultado de la injusticia social”.[7] En tantoesa política de hambre refuerza la injusticia, podemos preguntarnos si la comida es por amor a la niñez o para garantizar la gobernabilidad, evitar una explosión organizada contra la opresión económico/política. Si enseñamos a vivir como animales, cuya única preocupación es la subsistencia, somos productores de pobreza, el mismo currículum es productor de pobreza y discriminación negativa, por más que se presente como reforma educativa o como alguna de las bondades de la simulación argumentativa, que no es más que simulación.[8]

Si Uds. se fijan, la crítica no es deprimente, porque desde la misma se implican sugerencias para poder lograr la superación.

Concluyendo. Así como el fenómeno musical/cultural, que explicitamos en la primer parte de este trabajo, legitima las condiciones de exclusión, también lo hace el curricular en las condiciones actuales.  Ello amerita un fuerte debate público, que tampoco atisba a darse. Desde este lugar, ¿es el currículum un nicho de lucha ideológica o es un mero dogmatismo (“que se baja”), disfrazado de la elegante trasposición didáctica. Según Yves Chevallard, se daría bajo la consigna del saber del sabio al saber enseñado.  Sin embargo, ¿vale cuando el saber del sabio es profundamente ideológico y/o eurocéntrico? ¡Claro!, Chevallard tenía fuertemente instalados los contenidos de la formalidad de una matemática, que no llora ni se alegra, que no sufre ni disfruta, que no se desgarra ni siente placer. ¿Cuándo importa o no la proposición de Chevallard?, es una cuestión a discutir. Aquí propongo la “traducción pedagógica”. Uno de los textos en los que hago alusión a la misma es “Enseñar filosofía en la escuela secundaria”, el otro texto es “La escuela como práctica política” [9].

El relato que antecede pretende establecer una polémica. Ciertamente, aquella será rechazada por quienes, a partir del pensamiento único, no reconocido como tal, se posicionan desde su poder hegemónico a finde aplastar toda posibilidad de debate público.


[1] https://www.infobae.com/politica/2022/05/17/duran-barba-va-a-darse-una-rebelion-interna-de-los-piqueteros-y-planeros-puede-ser-un-lio-espantoso/

[2] Citado por Betancur Pino, Carlos Ariel (2020). “Chomsky, anarquista: hacia la defensa del Estado.” Chomsky, N. (2002). La propaganda y la opinión pública: conversaciones con David Barsamian. Barcelona: Crítica. https://repositorio.utp.edu.co/server/api/core/bitstreams/3790304e-95e9-41d9-90c4-f9ed52c0f57e/content  (consulta: 10 junio 2021)

[3] Brenner, Miguel Andrés (2022). “¿Educador/educando, educando/educador? ¿Organización o comunidad? ¿Vale la dicotomía?” https://aayllu.com/educador-educando-educando-educador-organizacion-o-comunidad-vale-la-dicotomia/ ; https://www.educacionfutura.org/educador-educando-educando-educador-organizacion-o-comunidad-vale-la-dicotomia/

[4] Rousseau afirma en “El Emilio” que…  “El pobre no tiene necesidad de educación; la de su estado es forzada y él no sabría alcanzar otra…”  “Escojamos, pues, a un rico; estaremos seguros al menos de haber hecho un hombre más, en lugar de que un pobre pueda llegar a ser hombre.” “…no me pesa que Emilio tenga linaje.” Rousseau, Juan Jacobo. El Emilio.  Madrid, Biblioteca EDAF. 2003. p.54.

[5] Marx, C. (2000). El Capital. Tomo I, capítulo XXIV, parágrafo 3, pp. 624-631.

[6] Brenner, Miguel Andrés (2019). “Alumnicidio o de la destrucción pedagógica de la infancia.” https://insurgenciamagisterial.com/alumnicidio-o-de-la-destruccion-pedagogica-de-la-infancia-andres-brenner/

[7] Žižek, Slavoj. Sobre la violencia. Editorial Paidós. Buenos Aires. 2009. Pgs. 109 y 110. Formula el autor esta apreciación dentro del contexto de una crítica a John Rawls.

[8] Brenner, Miguel Andrés (2011). “La escuela como práctica política.” Paraná, Entre Ríos. AGMER. “Escenarios de la práctica docente El deseo de enseñar.”

[9] Brenner, Miguel Andrés (2019) http://www.educacionfutura.org/ensenar-filosofia-en-la-escuela-secundaria/   Éste es uno de los variados links en los que se encuentra el texto. El otro es Brenner, Miguel Andrés (2011). “La escuela como práctica política”, capítulo XVII. “Escenarios de la práctica docente. El deseo de enseñar”. Paraná, Entre Ríos. AGMER. Ibid.

Fuente de la información: https://insurgenciamagisterial.com

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Magisterio: El consenso salarial

Por: Juan Carlos Miranda Arroyo

«Hay escasas ideas por parte de las élites gobernantes para romper los esquemas meritocráticos y el impopular tope salarial.»

Son dignas de reconocerse las medidas emergentes que ha tomado el gobierno del presidente López Obrador, en el sentido de aplicar medidas compensatorias para resarcir la pauperización y la precariedad del esquema salarial base del magisterio mexicano.

Sin embargo, los ejes de la política salarial (y temas afines) del Estado mexicano hacia el magisterio, son los mismos que se han aplicado durante los últimos 42 años: Tope a los aumentos anuales al salario de los trabajadores de la educación (3.4% de aumento anual, directo al salario, durante la última década); sistema meritocrático para repartir incentivos económicos y compensar el salario base; irregularidades en el manejo de las pensiones (cosa que afecta a toda la burocracia federal); retención de pagos en algunas entidades federativas; contratos de corto plazo que violentan derechos laborales, etc.

Tanto el gobierno federal como los gobiernos de los estados han aplicado las mismas políticas salariales (y sus accesorios) hacia el magisterio nacional y local: Además de los problemas señalados, ejemplos concretos y constantes son los contratos cortos que niegan derechos laborales a docentes de la escuela pública. Este problema se ha registrado y generalizado en educación básica, media superior y superior.

Por si faltara algo a este cuadro, el poder político en México cuenta con un sindicato a modo el cual, en la más reciente de sus demostraciones de cinismo, se ha declarado “ejército intelectual” del presidente de la República.

En particular, hay que subrayar el hecho de que existe un sistema de incentivos económicos montados sobre una pirámide meritocrática, desde 1992. Primero, en ese año, mediante el diseño y operación del programa de Carrera Magisterial (esquema voluntario de concursos para lograr promociones horizontales); después, a través de la aplicación de esquemas similares en los sistemas de incentivos económicos previstos en la Ley del Servicio Profesional Docente (LSPD, 2013), y en la Ley del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros (LSCAMM, vigente desde 2019).

Dicho en otras palabras: El Estado mexicano ha dispuesto de una bolsa financiera no para aumentos salariales generalizados, sino para la cima de la meritocracia magisterial, donde ha participado, históricamente, sólo una parte minoritaria del personal docente.

Hoy, todavía hay un tope salarial que no se ha derribado desde entonces. La política salarial no ha cambiado. Esa sí es transexenal. Además, el incremento al salario magisterial de este año (2022), en promedio (aprox. 3.5% base generalizado), estará por debajo del índice inflacionario del último año (6-7%).

Según los documentos oficiales, el aumento salarial para el magisterio (3.5% más 1%, así anunciado por el titular de la SHCP), será ligeramente superior (en 2022) que el promedio de incremento salarial anual otorgado durante la última década (3.4%), directo al salario, aparte las prestaciones.

Éste era el panorama que se registraba hace 5 años: De acuerdo con una nota del periódico La Jornada: “En lo que va de la presente administración federal (de Peña Nieto), los más de 1.2 millones de trabajadores de la educación, tanto de formación básica como de educación media superior y superior, afiliados al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), no han alcanzado un incremento directo salarial superior al tope establecido para el aumento en las percepciones mínimas, incluso no ha superado el 3.5 por ciento desde 2014″, (nota de Laura Poy, 28 de abril, 2017).

Con el incremento salarial escalonado al magisterio recién anunciado, (16 de mayo, 2022), tenemos una “revalorización salarial escalonada”. Este hecho no tiene nada que ver con la demanda por “una escala móvil de salarios”, que algunas gremios lanzaron en los tiempos de los topes salariales, durante los años 80′s del siglo pasado.

Para el magisterio, en esta parte de las políticas públicas educativas y salariales sí hay consenso de las élites gobernantes, porque se traduce en una política salarial de Estado con acciones transexenales, de espalda a las y los trabajadores, que se han puesto en operación desde 1980.

Con esto, lo que se podría interpretar como un avance en materia de política salarial del actual gobierno de la “4T”, en realidad es la continuidad de una política laboral de contención al salario de las y los trabajadores de la educación.

A los problemas salariales, habrá que agregar los diversos conflictos que existen y que lesionan en sus derechos a miles de maestras y maestros del país, quienes laboran en algunas dependencias u organismos públicos dedicados a la educación: Prepa en línea; profesores del Programa nacional del Inglés para la educación básica; reivindicaciones diversas por las que luchan docentes de educación física, de educación espacial, asesores técnico pedagógicos, así como profesores del sistema de universidades “Benito Juárez”, entre otros.

Por último, diría que hay escasas ideas, por parte de las élites gobernantes de ayer y hoy, para romper los esquemas meritocráticos y el impopular tope salarial.

Justamente, una de las alternativas que no se han probado es la puesta en práctica de un robusto y bien cimentado programa de profesionalización magisterial, con alternativas de formación continua que respondan a las necesidades del sistema educativo nacional, y que asegure el derecho a la educación para todas y todos; ello serviría también para eliminar, de paso, los sistemas de evaluación al magisterio con perspectiva meritocrática.

Fuente de la información: https://profelandia.com

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