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The Hardening of Society and the Rise of Cultures of Cruelty in Neo-Fascist America

Henry A. Giroux

What does the culture of cruelty look like under a neo-fascist regime?

First, language is emptied of any sense of ethics and compassion.

Second, a survival of the fittest discourse provides a breeding ground for racial and social sorting.

Third, references to justice are viewed as treasonous or, as at the present moment, labelled dismissively as “fake news.”

Fourth, the discourse of disposability extends to an increasing number of groups.

Fifth, ignorance becomes militarized, enforced not through an appeal to reason but through the use of the language of humiliation and eventually through the machinery of force.

Sixth, any form of dependency is viewed as a form of weakness, and becomes a referent and eventually a basis for social cleansing. That is, any form of solidarity not based on  market-driven values is subject to derision and potential punishment.

Seventh, the language of borders and walls replaces the discourse of bridges and compassion.

Eighth, violence becomes the most important method for addressing social problems and mediating all relationships, hence, the increasing criminalization of a wide range of behaviours in the United States.

Ninth, the word democracy disappears from officially mandated state language.

Tenth, the critical media is gradually defamed and eventually outlawed.

Eleventh, all forms of critical education present in theory, method, and institutionally are destroyed.

Twelfth, shared fears replace shared responsibilities and everyone is reduced to the status of a potential terrorist, watched constantly and humiliated through body searches at border crossings.

Thirteenth, all vestiges of the welfare state disappear and millions are subject to fending for themselves.

Fourteenth, massive inequalities in power, wealth, and income will generate a host of Reality TV shows celebrating the financial elite.

Underlying this project is one of the most powerfully oppressive ideologies of neoliberal neo-fascism. That is, the only unit of agency and analysis that matters is the isolated individual. Shared trust and visions of economic equality and political justice give way to individual terrors and self-blame reinforced by the neoliberal notion that people are solely responsible for their political, economic, and social misfortunes. Consequently, a hardening of the culture is buttressed by the force of state sanctioned cultural apparatuses that enshrine privatization in the discourse of self-reliance, unchecked self-interest, untrammeled individualism, and deep distrust of anything remotely called the common good. Freedom of choice becomes code for defining responsibility solely as an individual task, reinforced by a shameful appeal to character.

Liberal critics argue that choice absent the notion of constraints feeds Ayn Rand’s culture of rabid individualism and unchecked greed. What they miss in this neo-fascist moment is that the systemic evil, cruelty, and moral irresponsibility at the heart of neoliberalism makes Ayn Rand’s lunacy look tame. Rand’s world has been surpassed by a ruling class of financial elites that embody not the old style greed of Gordon Gekko in the film Wall Street, but the psychopathic personality of Patrick Bateman in American Psycho.

The notion that saving money by reducing the taxes of the rich justifies eliminating health care for 24 million people is just one example of how this culture of cruelty and hardening of the culture will play out.

Dark Times are truly upon us. There will be an acceleration of acts of violence under the Trump administration and the conditions for eliminating this new stage of state violence will mean not only understanding the roots of neo-fascism in the United States, but also eliminating the economic, political, and cultural forces that produced it.

There is more at work here than getting rid of Trump, there is a need to eliminate a system in which democracy is equated with capitalism, a system driven almost exclusively by financial interests, and beholden to two political parties that are hard wired into neoliberal savagery.

Source:

The Hardening of Society and the Rise of Cultures of Cruelty in Neo-Fascist America

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Nuevo paradigma de enseñanza y aprendizaje en los nativos digitales

Por: Mario de Jesús González Cano

Considerando las características de los estudiantes de hoy, se podría notar el ambiente digital en que se hallan inmersos. De igual manera, es menester la adecuación de un modelo de enseñanza acorde para conseguir aprendizajes significativos.

Los estudiantes de la nueva era representan esa parte de las generaciones nacientes bajo la influencia de las tecnologías, y por consiguiente, se pasan la mayor parte de su tiempo frente al computador, televisor, escuchando música, navegando en la red, chateando, e idiotizados frente a sus celulares. Actualmente, la vida social de estos estudiantes pasa por un proceso de transformación; se limitan al uso de toda clase de herramientas de la era digital, piensan y procesan la información de manera diferente a la de los antecesores y cambian en la manera de percibir el mundo y de interactuar en él.

Según Rosler, (2012), diversas clases de experiencias conducen a diversas estructuras cerebrales. Debido a la probabilidad de que los cerebros modernos hayan cambiado tanto físicamente que se puedan considerar diferentes al de los antepasados, se les llama Generación Digital o nativos digitales, por aquello de ser nativos de la lengua digital, de juegos por computadora, vídeos, internet… Los que no nacen en esta era, pero tiene algún contacto con la nueva tecnología, a la que se insertan en la medida en que la necesitan, se les llama los Inmigrantes Digitales. Se genera así una brecha entre ambas generaciones por el hecho de que, como inmigrantes, no se posea la habilidad para utilizar las tecnologías con propiedad y se adapte al ambiente de forma también diferente, conservando cierta conexión con el pasado (acento), haciendo que los inmigrantes a diferencia de los nativos se vuelvan reacios y temerosos a lo desconocido.

Evento que se convierte en una situación seria en el campo de la educación, una vez que los docentes inmigrantes digitales se enfocan bajo la perspectiva de una lengua anticuada (de la edad pre-digital), a través de la cual afrontan una lucha al enseñar a una población que habla perfectamente una nueva lengua, que recibe información de una manera realmente rápida (prefieren gráficos antes que el texto) y que funciona mejor cuando trabaja en red.

Desafortunadamente, los inmigrantes digitales aprecian poco estas nuevas habilidades de los nativos digitales por considerarlas casi totalmente extrañas para ellos, debido a que la metodología de su aprendizaje fue muy diferente. Ahora se enfrentan a lo desconocido, que además es considerado como entretenimiento para sus estudiantes, lo que hace que se ignore la idea de que los nativos digitales puedan aprender mientras se divierten y con el uso de las nuevas tecnologías.

Estas herramientas tecnológicas no solo han modificado la forma de interactuar, sino que han provocado un cambio cultural, haciendo que los estudiantes de la actualidad usen las tecnologías de manera cotidiana y natural y tengan que vivir con sus celulares a toda hora, escuchar música, comunicarse por medio de Messenger, mensajes de texto, correos electrónicos, Facebook, WhatsApp…

Ahora, si bien es cierto que los estudiantes nacientes en la era digital y con el smartphone en la mano tienen muchas habilidades en el manejo de las nuevas herramientas tecnológicas (dentro de lo más relevante entre las acciones que estos realizan se podrían mencionar el ingresar fotos, videos e información a la web), pero una gran mayoría no sabe realmente cómo utilizar adecuada y correctamente las redes sociales, sobre todo cuando hacen público lo que no debe ser, comprometiendo su privacidad  y terminando involucrados fácilmente en ciberacoso o ciberbullying, entre otros.

Es ahí donde hogar y escuela deben intervenir en educar, enseñar y ser ejemplo de un adecuado uso de las redes sociales, para fomentar la creación de una buena identidad digital, incluyendo la adaptación al uso tradicional de un lenguaje “formal” para lograr una adecuada forma de comunicarse entre sí. Pero, primordialmente, acogerse a los nuevos retos de la educación en la sociedad de la información, generando políticas que conlleven a un cambio de paradigma educativo, que conduzca a la transformación de los docentes hacia el aprendizaje de una nueva forma de interactuar en la lengua y el estilo de sus estudiantes, enfocando los contenidos a una era distinta (digital y tecnológica).

Fuente: http://blog.tiching.com/nuevo-paradigma-de-ensenanza-y-aprendizaje-en-los-nativos-digitales/

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Autismo: ahora me ves, ahora no me ves

Por: Dniel Comin

365 días por año, 366 si es bisiesto, y un solo día para ser visibles, todo un reto, sobre todo para ser visibles a nivel general. Esto de la visibilización del autismo es como un juego de magia, ahora me ves, ahora no me ves.

Y la verdad es que es bien complejo, se hace famosa la frase de: “El que se mueva no sale en la foto”, pues al parecer nosotros no paramos quietos, porque apenas salimos en ninguna foto, bueno, en redes sociales y compartiendo entre nosotros sí, aunque traspasar la barrera del grupo interesado es tarea compleja, a veces extremadamente difícil.

Esta semana, representantes de las tres federaciones de autismo de España han ido al parlamento, otra vez, a ver si a base de insistir e insistir, consiguen que tomen en cuenta al cerca de medio millón de personas con autismo que hay en España.

El secretario de Estado de Servicios Sociales e Igualdad, Mario Garcés, manifestó este miércoles en el Congreso de los Diputados que en las próximas semanas se aprobará el Plan de Acción de la Estrategia Española sobre Trastornos del Espectro del Autismo

Pero al otro lado del Atlántico, tampoco paran; En México, Guatemala, Nicaragua, Panamá, República Dominicana, Venezuela, Colombia, Chile, Perú, Argentina, …, insisten una y otra vez. De momento se consiguen cosas, pocas, tímidos avances, a veces hasta retrocedes (Como pasó en Colombia), pero ahí andan. Roma no se construyó en un día, o eso dicen.

La cosa es ir e insistir, y si hay que ir mil veces, pues como si son dos mil, al final, poco a poco, se van consiguiendo cosas, sobre todo leyes, que luego no se cumplen, pero eso ya es responsabilidad nuestra, el exigir el cumplimiento claro.

Cada 2 de abril, miles y miles de personas salen a la calle, lanzan globos, hacen eventos, ponen en marcha campañas, salen en medios de comunicación, inundan las redes sociales, …, un inmenso esfuerzo compartido, aunque a veces uno duda de si estamos traspasando la barrera del propio grupo. Es como si nos autoconcienciásemos a nosotros mismos.

Luego hacen alguna película de cierto impacto (Véase Rainman) o alguna serie (The Big Bang Theory) y llegan a todas partes, está por ver hasta qué punto la calidad del mensaje de esas películas o series es mejor o peor, pero bueno, como decía Oscar Wilde: “Hay solamente una cosa en el mundo peor que hablen de ti, y es que no hablen de ti”, así que la cosa es que, de una forma u otra, la gente hable de autismo.

La cosa es hacer algo, aunque aquí entra en juego algo denominado «sesgo de acción», que viene a ser algo así como: Cuándo no sabemos qué hacer, quizá lo mejor sea hacer cualquier cosa. Y todos a moverse, claro, luego nunca salimos en la foto. Con lo cual, nos enfrentamos a que, debido a una falta de reflexión y de consenso, acabamos haciendo cualquier cosa, aunque ésta tenga poca o ninguna efectividad, pero eso sí, sacaremos pecho diciendo “yo hice esto o yo hice aquello”, sin que nadie se pare realmente a pensar si todo ese esfuerzo realmente sirvió para algo útil.

Y si a eso le sumamos el «sesgo de grupo», que hace que un grupo de individuos sea capaz de tomar decisiones más arriesgadas que en solitario (por ejemplo, los fans de un equipo de fútbol que al acabar el partido lían tremenda batalla campal), pues nos encontramos que hay acciones que, por la “valentía” del grupo que anima, más el sesgo de acción, mucha gente hace cosas que no sirven para gran cosa, más que para engordar egos y alimentar a personajes de corte mesiánico.

Y continuando con los “sesgos”, hoy la cosa va de sociología y psicología cognitiva, si a los anteriores le añadimos el «sesgo cognitivo», que es algo así como alterar la realidad para llegar a un juicio erróneo pero que acomodamos para que parezca bueno (Esto se ve claramente en las votaciones a presidentes, por alguna razón siempre acaba ganando el más malo de todos, luego nadie afirma haberle votado, pero ahí están), y por tanto a una toma de decisiones equivocada. Pues tenemos tremendo coctel, eso sí, explosivo cuando menos.

Y con tanto sesgo, pues tenemos mucho grupo, muchas ideas, muchas formas de moverse para evitar salir en la foto, no sea que salgamos todos juntos y nadie se lleve el mérito. Pero sigo pensando si realmente las cosas que hacemos entre todos -pero por separado- realmente nos benefician a todos. Cada cual tiene su idea, su forma de entender el mundo, su grupo de fans, su idea de cómo hacer las cosas o qué cosas hay que hacer, o sencillamente, hacer cosas, o copiar lo que hace el otro, pero a mi manera, etcétera, etcétera.

Pero, además, nos encanta encasillar: este es de izquierdas, o de derechas, o del Barça, o del Madrid, o es del Norte, o es del Sur, o sigue a este, o sigue al otro, o es alto, o es bajo, o es inteligente, o es idiota, o es lo que sea, la cosa es encasillar al personal, y es que, a quienes hablamos español, nos encanta esto, culpar al otro de lo que generalmente hacemos nosotros mismos, y crear clubes de gente que piensa lo mismo, aunque todos puedan estar equivocados.

Y esto es también aplicable a nuestro mundo laboral, que es un fiel reflejo de nuestra forma de funcionar. Si tienes un empleo y te esfuerzas al máximo te pueden pasar las siguientes cosas:

  • Que tus compañeros de trabajo te digan: Baja el ritmo que nos haces quedar mal a los demás.
  • Que tu jefe esté encantado y cada día te dé más y más responsabilidades, pero sin ascenderte de categoría ni subirte el sueldo.
  • Que tu jefe decida que hay que despedirte, no sea que le quites el puesto a él.
  • Que si das ideas te digan: A usted no le contratamos para pensar.

Con lo cual, al final acabas con la ley del mínimo esfuerzo, ¿para qué me voy a esforzar si luego nunca cambia nada? Si en vez de en un país donde se habla español esto fuese un país donde hablan inglés, probablemente pasaría alguna de las siguientes cosas:

  • Tu jefe procuraría promocionarte y se sentiría orgulloso
  • Tus responsabilidades irían acorde a tu categoría y salario
  • Todo el mundo te pediría que compartieras tus ideas para mejorar
  • Disfrutarías trabajando en equipo

Y aunque los ejemplos previos no son matemática exacta y siempre hay cosas que matizar, la norma general se asemeja bastante a esta situación. Steve Jobs solía decir: “No tiene sentido contratar a personas inteligentes y después decirles lo que tienen que hacer. Nosotros contratamos a personas inteligentes para que nos digan qué tenemos que hacer”. Bien, pues esto tiene mucho que ver en cómo nos organizamos y cómo actuamos.

Por ejemplo, lo del color azul y autismo, es fruto de una campaña llevada a cabo por una asociación de familia de los EE.UU. llamada Autism Speaks, quienes son un ejemplo claro de trabajo con impacto global, luego se podrá estar más o menos de acuerdo con su filosofía, pero es innegable que sus campañas sí trascienden, es más, hay gente que cree equivocadamente que el color azul es el del autismo, cuando en realidad es el color corporativo de esta asociación usado magistralmente en sus campañas de concienciación. Todo un ejemplo de cómo realizar campañas que trascienden. Bueno, y de muchas más cosas, investigación, legislación, programas de atención, …

Y claro, pues como son gringos, pues son cojonudos, fantásticos, espectaculares, los number one. Y todos les copiamos, todos usamos el azul, todos usamos puzles, todos somos una copia del original, pero sin la calidad del original obviamente. Y nos creemos que somos lo más de lo más del mundo mundial, cuando en realidad somos algo así como la réplica Made in China del marketing y la difusión de Autism Speaks. Cosas de la disonancia cognitiva. Pero bueno, la cosa es que se hable, que al final también se trata de eso.

Aunque quizá, la parte menos buena de todo esto, y gracias al sesgo de grupo, es que nos enfrascamos en peleas irracionales entre bandas o clanes ¡Al primero que asome la cara se la partimos! Y acabamos en una especie de enfrentamiento entre azules y colorados, solo hay que ver la que se lía periódicamente en redes sociales, espectáculos lamentables. Eso sí, luego cuando unos padres se lían a golpes en un partido de fútbol infantil, los ponemos a caer de un guindo, ya se nos olvidó como ayer mismo hacíamos lo mismo, quizá de forma más cobarde, en plan redes sociales, mensajitos de grupos y cosas por el estilo. Y juzgamos duramente a quienes actúan de forma lamentable a pesar de que nosotros hacemos lo mismo. Todo juicio hacia otro acaba siendo un juicio frente a un espejo.

Y ahí entra el sesgo de acción, hacemos cosas, sobre todo ponernos verdes los unos a los otros, cada cual hace su campaña, no solo para dar difusión, sino para parecer mejor que el otro, y de esa forma, pues conseguimos hacer muchas cosas distintas, normalmente con propósitos individuales o de clan, y finalmente en un intento de apagar nuestras conciencias, esas que, si reflexionáramos, si meditáramos al respecto, veríamos que están tremendamente sucias. Quizá, muchas de las acciones que hacemos tienen un propósito egoísta, de acallar a nuestro Pepito Grillo, a nuestra voz interior que nos dice la verdad, porque, seamos sinceros, a nadie nos gusta que nos digan la verdad de cómo somos en realidad. Pero bueno, al menos, entre tanto lío, pues se hacen cosas, que también es importante.

Tampoco pretendo decir que todas las acciones que se realizan se hallen bajo este prisma tan feo, porque no es cierto, pero sí es cierto que muchas sí se realizan de tal guisa. Y es que estamos como estamos porque somos como somos. Y pensar parece ser un ejercicio destinado a la extinción, y claro, vemos que nos comportamos de forma rígida, inflexible, mostramos poca o nula empatía, tenemos pocas o malas habilidades comunicativas, tenemos problemas de autocontrol y autorregulación emocional, …, no sé, quizá esto les suena ¿verdad?

Pero bueno, entre tanto, nos declaramos azules, que no sé si es fantástico, bueno, malo, o neutro, pero ahí andamos, azuleteando y saliendo a la palestra, mejor o peor, pero bueno, se sale. Iluminamos edificios de azul, nos vestimos de azul, y aunque probablemente la gente en general, no se entere del motivo, que no nos equivoquemos, esto no son los EE.UU. donde sí saben liarla bien liada, pues queda fantástico en las fotos que compartimos en redes sociales, y se hacen grupos, y se hacen actos, y se genera ruido, que, de una forma u otra, a alguien sí le llega seguro.

Y el día 3, regresamos a la realidad, donde nuestros hijos NO tienen derechos, no tienen los medios que necesitan, donde si no eres millonario pues lo tienes bien difícil, donde recibir atención temprana es todo un reto, donde encontrar colegios adecuados es harto complicado, donde encontrar buenos profesionales es extenuante, donde si hablas con mil personas te darán mil versiones de lo mismo.

Y eso es lo que pasa el día 3, que tras la “presunta” fiesta de concienciación, volvemos a la misma y dura realidad de siempre, donde las cosas cambian a paso de caracol, y a veces, hasta vamos como los cangrejos.

Crear conciencia, dar difusión, tener un día mundial, todo esto es realmente importante. Muy importante. Pero no podemos apostarlo todo a un solo día, es como ir al Casino una vez al año, ir a la ruleta, apostarlo todo al 15 y a ver qué pasa, a ver si hay suerte.

No importa si es azul, verde o multicolor, da igual, la cosa es que peleamos por aparecer, aunque sea un día y en realidad casi nadie se entere, pero con una sola persona a la que consigamos concienciar, pues ya mereció la pena el esfuerzo.

Y el día 2, pues salgan a concienciar, da igual si es en grupo o en separado, si van de azul o de verde, si se hace bien, regular o mal, si son original o son copia, no importa, porque hacer cualquier cosa, siempre será mejor que no hacer nada.

Fuente: https://autismodiario.org/2017/03/31/autismo-ahora-me-ves-ahora-no-me-ves/

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Las teorías del cambio educativo

Por: María Jesús Ibañz

Las inteligencias múltiples han dado pie al trabajo colaborativo o las clases invertidas, prácticas de la innovación educativa.

La innovación educativa no es un ‘invento’ nuevo. Hace ya más de 100 años que maestros, profesores y pedagogos investigan cómo mejorar el aprendizaje de sus alumnos e introducen nuevos métodos de enseñar en las aulas. Muchas de las metodologías de la nueva escuela son prácticas docentes de contrastada solvencia, estudiadas desde hace tiempo en las escuelas de Magisterio y aplicadas en mayor o menor medida durante décadas. Aquí van algunas de las bases teóricas que sustentan estas prácticas.

LAS INTELIGENCIAS MÚLTIPLES

La teoría de las inteligencias múltiples la propuso en 1983 Howard Gardner, profesor de la Universidad de Harvard, que considera que la inteligencia no es un conjunto unitario, sino una red de conjuntos autónomos, relativamente interrelacionados, que se activan o no en función de los valores de una cultura, de las oportunidades disponibles y de las decisiones tomadas por cada persona o, cuando son pequeños, por su familia y profesores.

Se ha identificado ocho tipos de inteligencia: la lingüístico-verbal, la lógico-matemática, la visual-espacial, la musical, la corporal-cinestésica, la intrapersonal, la interpersonal y la naturalista.

«Lo importante es que se avanza hacia una consideración integral del individuo, que puede aprender mejor según sus motivaciones o su estado de ánimo, por ejemplo», señala Josep Gallifa, exdecano de la facultad de Educación Blanquerna-URL. «La teoría de las inteligencias múltiples sirvió, entre otras cosas, para romper la homogeneidad, para comprender que el cerebro es un órgano plástico, que aprende, desaprendre y vuelve a aprender», añade Enric Roca, profesor de la UAB. «Pero como en todo -advierte Roca- no hay que tomarse esa teoría en un sentido rígido».

CONSTRUCCIÓN COLABORATIVA DEL CONOCIMIENTO

La teoría de la construcción colaborativa del conocimiento (‘knowledge bulding’, en inglés) fue creada y desarrollada por Carl Bereiter y Marlene Scardamalia para describir lo que un grupo de estudiantes necesita para lograr crear conocimiento. Según esta metodología, los alumnos y los profesores proponen temas de debate y estudio, que son desarrollados en equipo. «Se está comprobando que es una manera de trabajar mucho más motivadora y los resultados son muy satisfactorios», subraya Gallifa. Es el método por el que ha optado Finlandia en su última reforma educativa, en vigor desde el 2016.

CLASES INVERTIDAS

Este método de enseñanza desarrollado en los años 1990 por Eric Mazur, también profesor en la Universidad de Harvard, se basa en la denominada instrucción entre pares o iguales, y consiste en lo que, en un lenguaje llano, se sería dar la vuelta a la clase tradicional. El modelo implica que los estudiantes aprendan fuera de clase, haciendo lecturas e investigando por su propia cuenta sobre un tema concreto. Luego, en clase, el profesor plantea cuestiones que sirven a los alumnos para fijar los conceptos clave.

COMUNIDADES DE APRENDIZAJE

A diferencia de las aulas tradicionales, en las comunidades de aprendizaje no solo hay un maestro que explica los contenidos académicos. Aquí son varios los adultos, voluntarios comprometidos con la educación (maestros jubilados, exalumnos, padres o madres) que apoyan el proceso de aprendizaje, aportando diferentes perfiles y diversidad a las aulas, donde ayudan al profesor tutor y supervisan el trabajo de los alumnos.

COLES INTERGENERACIONALES

El de la escuela intergeneracional es un modelo tan nuevo que aún no ha llegado a Catalunya. Nacido en Ohio (Estados Unidos), desde este curso funciona, como parte de una investigación educativa, en dos colegios de Granada y en uno de Murcia. Son centros a los que los adultos asisten de forma permanente a clase, no como acompañantes del aprendizaje, sino participando ellos mismos como alumnos, explica Mariano Fernández, de la Universidad de Granada y director de la investigación, que cuenta con el apoyo del Ministerio de Economía y Conocimiento.

ESCUELAS DE CIUDADANÍA

Las escuelas de ciudadanía, con profunda vocación social, utilizan los deportes populares y el arte como eje para el crecimiento de sus alumnos. La idea es que los niños tengan referentes del mundo real y que, con su ejemplo, se formen en valores. Se valen de la nube de internet para el intercambio de experiencias educativas.

Fuente: http://www.elperiodico.com/es/noticias/sociedad/teorias-sustentan-cambio-educativo-5944732

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Ausentismo, conflicto docente, Lanata y Vidal (I)

Por: Luciana Echevarría

ataque de Macri y Vidal contra los docentes se vio magnificado el sábado 1º en Clarín, con la columna de Jorge Lanata. Allí se pretende “abordar” el ausentismo, pero en una nota que se suma a la campaña de falacias y lugares comunes con que el gobierno intenta descalificar a los educadores y responsabilizarlos por la situación que atraviesa la escuela
pública estatal. La utilización del ausentismo con infundados y falsos argumentos oficiales, es reproducida y exagerada en Clarín. Por eso, con distintos aportes y propuestas, nos escriben dirigentes de Alternativa Docente y el MST. Publicamos aquí dos de esas notas.

Para debatir sobre estos temas, analizar de dónde venimos y hacia dónde vamos con el conflicto docente; sobre calidad educativa y capitalismo; escuela y proyecto de país o nuestra propuesta de izquierda pedagógica y educadores para el cambio social, invitamos a participar de la Charla que haremos este viernes 7 a las 18hs en el local de la calle Perú Nº 439 (entre Av. Belgrano y Venezuela) en la Ciudad de Buenos Aires, ¡te esperamos!

Las licencias docentes, Lanata y la gobernadora

En su columna de los sábados, Lanata suele ser crítico de la docencia. Ahora embate con desdén y animosidad contra maestras y profesores al hablar del ausentismo. En su nota “El derecho a cobrar y el derecho a no ir”, coloca supuestos porcentajes y “razones” de las inasistencias docentes. Es llamativo ver cómo el multimedios y periodistas que posan de “veraces”, necesitan operar contra los que damos pelea por la educación pública, estatal, libre, gratuita y de calidad para borrar esa lucha con una pluma cargada.

Las mentiras a las que apelan para sostener la campaña contra el conflicto docente son cada vez más vergonzosas. En el programa con Mirtha, el propio Macri dio la señal al decir la primera burrada: que los docentes bonaerenses tendríamos un ausentismo mayor al 25%… Luego y sin aclarar que desmentían al presidente, los ministros de Vidal “redujeron” ese supuesto ausentismo al 17%, mostrando que tiran datos sin comprobación, sólo para atacar a quienes estamos frente al aula.

Antes había sido el ministro de Educación, Esteban Bullrich, al tirar otra barbaridad cuando menciona “el curro en el control médico” para decir que “hay que cambiar” el sistema porque -según él-, se arreglarían licencias “a cambio de plata…”. Es muy grave que un ministro lo diga sin accionar contra las empresas privadas que dan las licencias en la inmensa mayoría de las provincias, con excepción de Capital.

Igual que Lanata, están faltos de argumentos y desconocen lo que significa la salud docente en esta época. Nuestra profesión se complejizó a medida que la crisis económica y social se agudizó, entrando a las escuelas y dejándonos solos con ella y  sin recursos. Además, la constante negativa a pagar sueldos dignos, nos obliga a sumar horas y cargos. Cuando la labor docente es, de por sí, una labor de sobreesfuerzo físico, mental y afectivo.

Nuestra tarea nada tiene que ver con “los locutores que hablan seis horas corridas, todos los días y no tienen esos problemas de garganta” como quiso endilgarnos Lanata. Estos profesionales del micrófono se han formado en “colocar la voz”, ejercitan para ello y lo hacen en un ambiente adecuado, casi sin ruidos, sin las presiones de un aula ni las violencias que se cuelan. Los docentes, en cambio, sufrimos nuestra voz en aulas superpobladas, patios llenos de chicos y situaciones críticas que nada tienen que ver con el estudio cerrado y silencioso de una radio.

Así, nuestra salud se halla en una “cuerda” floja, compuesta por condiciones de trabajo y un sistema de salud pública en decadencia, una obra social como IOMA ajena a las necesidades de sus afiliados y una ART que persigue el lucro. Cuando debieran prevenir o atender nuestra salud, pero están en la picota por actos de corrupción, por “vaciamiento” o por los designios de los distintos gobiernos.

Nunca han planificado acciones de prevención ni tratamientos acordes con el deterioro y desgaste fundamentado en los estudios sobre nuestra profesión (ver: “Salud y trabajo docente, tramas del malestar en la escuela” por Martínez Deolidia, Valles, Kohen, 1997. “Estudio para evaluar el síndrome de quemarse por el trabajo – burnout” por Marucco Mariana Andrea, Flamenco Eduardo, Ragazzoli Nora, 2006).

El control de inasistencias está privatizado hace años

Un capítulo aparte merece el control mismos de las inasistencias, privatizado desde setiembre 2009 bajo el gobierno de Scioli, en una oscura contratación directa en lugar de llamar a licitación, cosa que Vidal nunca revisó. Control a cargo de una empresa amiga del poder de turno, Dienst Consulting S.A., que factura muchísimo dinero.

El 28 de marzo, en la paritaria, al plantear el tema del ausentismo como supuesta forma de aumentar salarios, ante la consulta de los gremios, los funcionarios de Vidal dijeron “no saber” cuál es el costo de este verdadero curro. Los sindicatos calculan que se embolsa casi $ 150 millones.

Una prestataria contra la que venimos peleando hace años y tenido muchos encontronazos, por los maltratos a lxs trabajadores y las irregularidades con que prestan su “servicio”, en un sentido opuesto al “facilismo” que describe el periodista.

Respecto a las inasistencias originadas por estudios, perfeccionamientos, carreras, etc., son mayormente negados también. Y lo que no dicen es que, en un avance a la mercantilización, los cursos avalados por la DGCyE están en manos de editoriales que cobran altos aranceles, son truchos y sólo sirven para “comprar puntaje”. Además se reconocen muy pocos días para rendir examen en las universidades.

Gobierno y periodistas difaman ya que quien quiere realizar cursos, actualizaciones, etc. debe hacerlo fuera de la actividad escolar. Para defender la calidad educativa, nosotros seguimos peleando por la capacitación gratuita y en servicio, los docentes somos los únicos que podemos generar teoría para mejorar las cosas, pero se nos despoja incluso de ese derecho.

Algunas propuestas

Por todo esto, desde Alternativa Docente (MST en Izquierda al Frente) venimos dando la pelea para proponer una salida integral al problema de la continuidad de los aprendizajes por las “inasistencias”:

  • Salario acorde a la canasta familiar para que nuestra labor se centre en un sólo grupo de niños y jóvenes con no más de 20 alumnos, en lugar de tener que sumar más cargos u horas para vivir. Garantizar horas para la preparación de las clases, esparcimiento cultural, estudio.
  • Sistema de salud basado en la prevención y atención permanente de las patologías propias de la profesión y el deterioro físico, mental y afectivo.
  • Directorio de IOMA (obra social) con mayoría de representantes de afiliados, trabajadores y representantes gremiales, electos en asambleas.
  • Reestatizar la prestataria para que vuelva a la órbita de la Dirección de Reconocimientos Médicos provincial. Con “control de las inasistencias” en los hospitales públicos y zonales como fue hace tiempo porque allí los profesionales tienen, no sólo los conocimientos, sino el ámbito acorde con las revisaciones y análisis de las patologías que nos afectan. Destinar todos los recursos y profesionales necesarios para atender las miles de situaciones de enfermedad que padecemos en las escuelas.
  • Capacitación en servicio: facilitar mecanismos para que los docentes que quieren seguir estudiando, puedan sin tener que hacerlo fuera del horario de trabajo.

Hablemos de ausentismo…

El periodista Jorge Lanata publicó su columna habitual de opinión en el diario Clarín el pasado sábado, titulada Maestros: el derecho a cobrar y el derecho a no ir”. Lanata termina preguntando si esa “es una columna contra los docentes” y concluye que no. Pero lo hace a pesar de las falsedades, generalizaciones y ataques sin demostración ni fundamento que hace contra los educadores.

No deja de sorprender que, hasta el día de hoy, alguien que alguna vez supo representar cierto pensamiento crítico, se haya transformado en un periodista a sueldo, al que le dan la nefasta tarea de intentar defenestrar un reclamo justo como es el docente. Y sea justamente él quien acuse a los docentes de “cínicos” y “cobardes” porque “su ideología llega hasta donde los dejan…”, como arbitrariamente afirma.

En la gira por los medios que hizo la gobernadora María Eugenia Vidal, habló en varias oportunidades sobre que ella “no quería poner más parches”. Sería una expresión alentadora, sino fuera dolorosamente cínica; no sólo porque habla del ausentismo de los docentes cuando ella misma faltó a más del 65% de las sesiones cuando presidía la Legislatura porteña como vice Jefa de Gobierno, sino porque está claro que el gobierno macrista no quiere resolver  de fondo la crisis educativa, sino profundizarla.

Los primeros preocupados por la calidad de la educación pública somos los docentes. Por eso luchamos por los salarios, pero también por las condiciones materiales y pedagógicas en las cuales se enseña y se aprende hoy.

A los gobiernos, a los medios y periodistas que le sirven, les “aterra” el supuesto alto nivel de ausentismo docente y lo utilizan como argumento para deslegitimar nuestro reclamo y para responsabilizarnos de la situación crítica de la educación. Pero las carpetas médicas, tareas pasivas y pedidos de licencias son las evidencias de un problema de fondo, sobre el cual, ellos no quieren hablar.

Ausentismo: ¿causa o consecuencia de las problemas en educación?

Es hora de que el ausentismo deje de ser considerado como la causa de todos los males de la educación, para considerarse una de las tantas consecuencias de las pésimas condiciones en las que trabajamos y de las más variadas problemáticas sociales con las que nos enfrentamos cada día: falta de presupuesto, pobreza, violencia social que se expresa en las escuelas, crisis de autoridad, adicciones, discriminación, desigualdad de oportunidades, ausencia de proyecto de vida, etcétera.

Desde hace varios años se vienen realizando estudios que indican que los docentes constituyen uno de los colectivos profesionales más afectados por la depresión, la fatiga psíquica, el stress y malestares como el “burnout” y el “moobing”, además de otras enfermedades físicas.

Estos síntomas se presentan en un contexto en el cual la función de la escuela ha sufrido fuertes cambios, teniendo que ampliar su rol socio-pedagógico a roles como el asistencial, administrativo y laboral. La situación de crisis socio-económica, el retroceso en el papel del Estado como garante del derecho a la educación y la falta de políticas sociales efectivas, explican este cambio de funciones.

Cómo abordar el ausentismo y mejorar la calidad educativa

Al gobierno de Macri (y a Lanata) les preocupan la cantidad de días de clases, pero poco les importan los problemas que atravesamos en cada uno de esos días. Si las escuelas -que son nuestros ambientes de trabajo- se tornaron insalubres, no fue producto de la fatalidad, sino resultado de una lógica de mercado aplicada por los sucesivos gobiernos, que implica considerar a la educación pública como un gasto que permanentemente hay que bajar.

Para lograr la tan ansiada “calidad educativa”, no hace falta ser tan creativos… Con salarios dignos que permitan trabajar en un solo cargo; mayor presupuesto; aulas con 20 alumnos como máximo; capacitación y cuidado de la salud y las condiciones de trabajo; acceso gratuito a la formación; adecuadas condiciones edilicias; ámbitos democráticos de debate y decisión de las políticas públicas de educación, además de medidas de emergencia para resolver la crisis socio-económica que afecta a los niños, las familias y las escuelas, vamos a estar mucho más cerca.

Fuente: http://mst.org.ar/2017/04/03/ausentismo-conflicto-docente-lanata-vidal-i/

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Del recreo como pausa a la recreación como continuidad

Por: Antoni Tort

Necesitamos que los espacios y los tiempos, las aulas y los patios, formen parte de un continuo que sirva para el conocimiento y la experimentación, para que niños y niñas den sentido al quehacer escolar.

La continuidad entre los espacios, los tiempos y las acciones es una de las características significativas de las escuelas que intentan construir un proyecto pedagógico centrado en el aprendizaje autónomo, asumido desde la propia capacidad del alumnado para llevar a cabo experiencias e indagaciones. Ello contrasta con una historia escolar en la que la oposición dentro/fuera ha sido siempre muy marcada. No sólo por el hecho de que las escuelas, como muchas otras instituciones, fueron fundadas precisamente para establecer una cesura entre ellas y su entorno exterior, sino también por tratarse de una oposición que señalaba una gran diferencia, dentro del propio centro educativo, entre el dentro y el fuera del aula. Lo relevante tenía que pasar en ella. Lo demás, era secundario o clandestino y debía acompasarse a los dispositivos instruccionales que acaecían oficial y exclusivamente en el aula, bajo un control preciso del maestro o de la maestra.

Otra cosa es cómo lo vivía el alumnado. Podemos recordar grandes novelas donde lo significativo ocurría en otros lugares; en espacios prohibidos, en rincones, dormitorios o buhardillas. Un estudio francés de hace cuarenta años, de cuando las emociones no estaban de moda, señalaba que las entradas y salidas, las transiciones, los pasillos, eran los espacios y tiempos más valorados desde el punto de vista comunicativo, por niños y niñas de primaria.

En realidad, la escuela, más que un lugar, ha sido siempre un sistema de lugares: el patio, el gimnasio, el pasillo, el laboratorio, el aula, el comedor. Hoy pretendemos organizar un entorno educativo fluido, confiado y comprensible, donde las identidades de los que transitan en él se construyan en positivo, en el que los hechos cotidianos sean un motivo para enriquecer y no un motivo para convertir en dóciles, el cuerpo y el alma del alumno. Una parte importante de nuestro alumnado se mueve entre laboratorios, talleres y otros entornos, mientras algunas personalidades nostálgicas del viejo régimen reivindican las tarimas, pero no saben dónde ponerlas porque los alumnos no están sólo en el aula. Pero tampoco podemos limitarnos a sustituir el cuarto-de-las-ratas por el rincón-de-pensar. En fin, está claro que, por decirlo en términos foucaultianos, la historia de nuestras instituciones es comprensible, pero no racional.

De ahí la necesidad de replantear o, si cabe, rehabilitar interiores y exteriores. El bosque amable y próximo, el jardín civilizador y armónico que debe de ser cuidado, o el huerto, espacio de sorpresas y trabajo cooperativo que algunas escuelas reivindicaron hace cien años, desaparecieron en beneficio de duros pavimentos: más baratos en su mantenimiento que los trabajos necesarios a la hora de acompañar la vida secreta de las plantas. Patios de cemento que se justificaron y sirvieron al monocultivo futbolero. (Con algunas excepciones: uno recuerda la campaña por la implantación del mini básquet en los años sesenta o la apuesta por algún otro deporte por su arraigo local, caso del hockey o el balonmano). Espacios duros, que se conjugaban en masculino para niños con pelotas, mientras las niñas se movían por las periferias.

No es sólo la necesidad de aproximar la infancia al aire libre y a la naturaleza como muchas escuelas del norte y del centro de Europa que ávidas de luz buscan los exteriores con constancia y naturalidad, valga la redundancia; no sólo se trata de una voluntad higienista que tuvo una gran importancia en nuestro país con la renovación de la escuela y el cuidado de la infancia en el primer tercio del siglo XX. Vale la pena recuperar las tradiciones que tienen que ver con el respeto a la infancia y sus necesidades y vivir también junto a la naturaleza y sus ciclos. Pero hoy algunas escuelas van más allá. El patio no es un tiempo, es un espacio en continuidad con otros espacios, me señala una maestra. Y algunos niños y niñas para descansar prefieren quedarse en el aula, leyendo o dando de comer a los peces o para acabar una tarea apasionante, sin relojes. Investigan dentro y fuera. Trabajan fuera y juegan dentro, si es que podemos disociar estas dos acciones. Estamos ante una continuidad de los procesos que se dosifica mediante el propio interés por los procesos que se están llevando a cabo y no por una normativa.

En definitiva, no estamos hablando de la mera suspensión de la clase para descansar o jugar, tal y como la Real Academia de la Lengua Española define la palabra “recreo”, sino de la continuidad en la recreación gracias a la cual, espacios y tiempos están en función del conocimiento, la experimentación y la capacidad de los niños y las niñas, orientados por los adultos, para dar sentido a su quehacer escolar.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/03/30/del-recreo-como-pausa-a-la-recreacion-como-continuidad/

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Comunidades de aprendizaje: la escuela como excusa para transformar la sociedad

Por: Liliana Arroyo

Lo que marca la diferencia es su capacidad de tejer un ecosistema: esa comunidad de apoyo, de respeto, de comprender la diferencia desde lo genuino.

Hace unos días me invitaron a una jornada de debate educativo para que compartiera mis ideas y reflexiones acerca de los retos educativos entre tanta tecnología digital. Tuve la enorme suerte de recibir muchísimo más de lo que aporté. Y la lección mayor del día fue conocer de cerca dos comunidades de aprendizaje (una de Mollet y otra de Terrassa) porque demuestran que la escuela puede ser una buena excusa. O mejor dicho, varias excusas. Aquí van cinco, pero podrían ser otras o estas y muchas más:

1. La escuela como excusa para aprender y enseñar

La escuela es ese espacio-tiempo que favorece que cualquiera aprenda de quien tiene al lado. Tengamos la edad que tengamos, siempre enseñamos a los demás qué hacer o qué no, qué ideas son útiles en cada momento, cómo aprovechar el conocimiento o cómo adaptarnos a la situación. Si aún no hemos crecido demasiado, seguimos con el programa de aprender como esponjas instalado por defecto. Si ya hace años que nos abrochamos los cordones, lo de absorber como esponjas puede ser una habilidad olvidada, pero en todo caso recuperable en cualquier momento y lugar. Atención y consciencia del momento, que cualquier acto o palabra puede ser una experiencia de aprendizaje y enseñanza.

2. La escuela como excusa para sumar

Es un contexto fantástico para tener misiones conjuntas donde aportar aquello que nos gusta, que nos apasiona y que se nos da bien. Las comunidades de aprendizaje son la versión más atrevida de organizar la escuela con el alumnado en el centro pero con la premisa de la participación de la comunidad al completo por encima, por debajo y en todas partes. Eso implica compartir el aula con papás y mamás. Implica que las personas encargadas del mantenimiento de la escuela nos pueden hacer de profes porque explicarán como nadie cómo cambiar la bombilla. Pero quizá también es invitar al presidente de la asociación de vecinos a que nos enseñe qué pasó con las flores el día que nos divertimos pisándolas. Compartir e intercambiar son la tónica dominante, un diálogo permanente y una relación constante con la intersubjetividad a partir de cualquier experiencia, conocimiento o herramienta.

3.La escuela como excusa para soñar

Si algo tienen en común las comunidades de aprendizaje son esta energía de convertir los sueños en objetivos concretables. Exhiben su habilidad de construir castillos en el aire y pensar luego cómo se materializan. Porque soñar es pensar en grande y no se puede pensar en grande sin equivocarse. Son espacios de laboratorio social, donde están en fase de testeo permanente, viven en modo ensayo-error. Si funciona, se aplica. Si no funciona, se analiza el por qué, se aprende y se prueba de nuevo. Son ese tipo de habilidades intangibles las que van a necesitar mañana los que hoy aprenden a escribir. El derecho a atreverse y el derecho a frustarse de una forma sana. Es también la atmósfera idónea para descubrir sus pasiones, sus filias y fobias o romper los estereotipos de la inteligencia lógica en favor de las inteligencias múltiples.

4.La escuela como excusa para formar parte de algo

Está comprobado que la marginación combinada con las desigualdades sociales son la fórmula idónea para el aislamiento. Si nos descuidamos, avanzamos hacia sociedades cada vez más desiguales y más segmentadas, lo que significa mayor desconexión. El margen cada vez está más lejos -y no sólo de las oportunidades-, sino también de la empatía y de esa necesidad tan básica de formar parte de algo. De un grupo, de una comunidad, de un colectivo. De algo que trasciende los límites individuales de la propia piel. Los límites entre el “otro” y el “nosotros” juegan con los temores del “otro desconocido” ensombreciendo la opción del “otro diferente pero tan real y válido como puedo ser yo”. Y a nivel colectivo, eso cobija populismos, fronteras y poca consideración hacia al planeta y demás seres vivos.

5.La escuela como excusa para tejer las costuras de la sociedad

La responsable de una comunidad de aprendizaje de Terrassa usó un ejemplo ilustrativo: dar voz a las familias permite que madres magrebíes soliciten cursos de lengua (catalán) en este caso para poder participar en el “nuevo” entorno y ayudar a las criaturas con los deberes. ¿Qué hay más integrador que apreciar la riqueza de saber lenguas? Pero eso no es todo. Una madre deja de acudir a las clases porque el marido considera que ya ha aprendido bastante. En un entorno desconectado y poco cohesionado, esa madre hubiera abandonado los libros por presión familiar. En el seno de esa comunidad de aprendizaje, el propio ecosistema (las otras madres y sendos maridos) convenció tanto a la mujer como a su marido de lo importante que era que ella no faltara a clase. Es decir, una dinámica cultural se hubiera reproducido en ese caso, pero las conexiones favorecen la auténtica aculturación como proceso de apertura, de abajo arriba, como oportunidad y sin imposición.

En definitiva…

En definitiva, lo del aprendizaje “se le supone” a la escuela. Lo que marca la diferencia es esa capacidad de tejer un ecosistema: esa comunidad de apoyo, de respeto mutuo, de comprender la diferencia desde lo más genuino, de experimentar que la unión hace la fuerza en cada uno de los gestos del día. La escuela no debe ser una representación micro-cósmica que prepare para lo que habrá mañana ahí fuera. Primero porque “el mañana” es tan incierto como imprevisible. Y después porque poner muros entre el “dentro” y el “fuera” es mantener la ficción de la vida como compartimentos estanco. Y en esta era nuestra, donde se funden el yo analógico con la versión digital y tomamos consciencia que la identidad es un continuum, creer que la escuela es sólo un lugar para aprender -o el único lugar para aprender-, es quedarse mirando el dedo. Y para más inri, mientras damos la espalda a la luna.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/03/31/comunidades-de-aprendizaje-la-escuela-como-excusa-para-transformar-la-sociedad/

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