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Educación de adultos.

Por: María Escudero Vera.

Corre la voz de alerta ante un plan de ajuste en la educación de adultos. Se rumorea que puede darse una reducción en la plantilla de profesores dedicados a este ámbito, específicamente en Cartagena. La excusa a tal propósito sería la de ajustar la oferta educativa a una mayor rentabilidad, y es aquí cuando emerge la gran paradoja pues no se puede medir el beneficio que vierte la formación en términos económicos, sino sociales.

Los Centros de Educación Permanente de Adultos (CEPA) favorecen el reciclaje y el aprendizaje continuo, una exigencia de la sociedad actual para afrontar los desafíos presentes y futuros. Para muchos los CEPA suponen el reencuentro con el tren de la segunda oportunidad, un vehículo de recuperación y reincorporación al sistema laboral. Para otros es nada más y nada menos que una forma de enriquecimiento personal, de transformación positiva. Hay ciudadanos que consiguen graduarse en ESO, u obtener un certificado que acredita una formación básica, requisitos mínimos que facilitan la entrada al mercado de trabajo. También el acceso para las pruebas a ciclos formativos, o a la universidad en el caso de mayores de 25 años, han de verse como referentes para valorar el beneficio que se puede aportar desde los CEPA.

En el ámbito de la educación no formal, las clases de español han sido una de las modalidades más solicitadas por la población inmigrante. Estas clases han supuesto un puente para la integración social de extranjeros que han llegado a la ciudad portuaria. Cabe mencionar el papel que ha ejercido La Botica del Libro a través de la lectura en dos barrios, Lo Campano y José María de Lapuerta desde 2006. Con motivo de su décimo aniversario, esta Asociación presentó en junio, la publicación El bosque de los relatos del mundo, que recoge historias de vida contadas por los propios inmigrantes. Basta leerlas para comprender la gran labor de la educación de adultos como motor intercultural, incentivando la capacidad de empatía.

En definitiva, la educación para personas adultas hace más asequible el acceso a la educación, poniéndola al alcance de cualquiera que tenga interés. Tanto enseñanza reglada como no reglada son instrumentos de integración social, que dotan de versatilidad a la oferta educativa de los Centros de Adultos, haciéndola adaptable a las especificidades de la ciudadanía.

Los CEPA están dispuestos a luchar por su supervivencia y con un profesorado fundamentalmente vocacional, seguir dando apoyo tanto a los colectivos desfavorecidos como a todo aquel que quiera esforzarse en superarse día a día. Nada mejor para reivindicar la persistencia de los derechos conseguidos y no permitir ni un paso atrás en las conquistas sociales que enseñar a utilizar esa poderosa herramienta a la que Blas de Otero dedicó su poema La palabra. El aprendizaje del castellano para extranjeros es uno de los cursos más solicitados por la comunidad inmigrante, y se ofrecen desde los centros de educación de adultos.

En la lucha contra la desigualdad, la educación de adultos adquiere una dimensión difícilmente reemplazable, cualquier inversión en este ámbito ha de verse rentable por los efectos positivos que revierten a nivel social, aunque no puedan ser cuantificables en términos numéricos. Además, los constantes y acelerados cambios de la realidad actual obligan incluso a reforzar los recursos que requiere esta modalidad formativa, no solo para romper barreras interculturales y facilitar la integración de las personas que vienen de fuera sino también para un aprendizaje permanente al alcance de todos.

Los tiempos exigen contemplar al ser humano en un continuo hacerse, y a esta cuestión la UNESCO ha dedicado diferentes conferencias. Desde una perspectiva práctica, la Unión Europea ha generado acuerdos, resoluciones y proyectos para impulsar la formación de personas adultas.

Por todo lo dicho hasta aquí, no puede darse ni un paso atrás en las formas de combatir la desigualdad, mostrarse solidarios y contribuir en la construcción de un bienestar común. En este sentido, el presente artículo pretende aportar su granito de arena para que el profesorado de adultos, en específico el que desarrolla su intervención en Cartagena no vea mermados los medios disponibles, y encuentre apoyo a los recursos que necesita dada la gran labor que este colectivo está desarrollando desde hace más de treinta años.

Fuente: http://www.laopiniondemurcia.es/opinion/2017/02/25/educacion-adultos/808729.html

Imagen: http://az778189.vo.msecnd.net/media/fotos/g/bfa9215bc33855860444f7fee10de755.jpg

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Sobran razones para la huelga general educativa del 9M

El 9 de marzo se convoca una huelga general de educación con el propósito de exigir al Gobierno la reversión de los recortes en educación, el incremento presupuestario destinado a la educación pública, la derogación de la LOMCE, un sistema de becas que garantice la igualdad de oportunidades, la eliminación de las «contrarreformas» universitarias y de las prácticas no remuneradas en Formación Profesional, y la bajada de las tasas universitarias.

También para conseguir la recuperación de las plantillas docentes, la dignificación de las condiciones laborales del profesorado, el freno a la privatización del sistema educativo, la bajada de ratios de alumnado por aula, recuperar todas las medidas de inclusión y atención a la diversidad y un acuerdo social por un pacto educativo donde la comunidad educativa sea su protagonista principal.

Esta huelga general educativa está apoyada por los sindicatos CCOO, UGT, CGT y STES; los Movimientos de Renovación Pedagógica; la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (Ceapa); el Sindicato de Estudiantes (SE); la Federación de Asociaciones de Estudiantes Progresistas (Faest); Estudiantes en Movimiento y el Frente de Estudiantes y apoyada sin fisuras en León por Marea Verde de León y por Izquierda Unida, al menos.

Desde Izquierda Unida se viene denunciando el continuo menosprecio del Gobierno hacia la escuela pública. Los presupuestos en educación en el conjunto de las Administraciones se han reducido un 11% entre 2009 y 2016 (de 53.000 a 47.000 millones). Con respecto al PIB, el gasto total en educación ha descendido en España a partir de 2009, pasando de un 5,07% del PIB en ese año a un 4,37% en 2014, por debajo de la media de la UE (4,9%) y de la OCDE (5,3%), siendo ya uno de los más bajos de Europa. Para el año 2017 está previsto además que este porcentaje caiga por debajo del 4%.

Con las últimas políticas realizadas por sucesivos gobiernos en materia educativa, estamos sufriendo un fuerte deterioro a todos los niveles, cada vez con menos profesorado y en peores condiciones laborales, donde el material escolar se ha convertido en un lujo, las becas de transporte se están recortando hasta su desaparición y las familias se endeudan para poder costearse los estudios de sus hijos/as.

Este proceso también se da en las universidades públicas, donde en los dos últimos años el precio final de la matricula se ha encarecido un 66% de media. Se ha llegado a un punto en el que el primer curso de la carrera más barata costará 1620€, y repitiendo asignatura, se necesita pagar hasta cinco veces más. Si a esto añadimos que la financiación pública de las universidades ha supuesto una caída en el período de 2010 a 2014 por importe de 1.213 millones de euros. Y el recorte en los gastos de personal ha supuesto una disminución de 7.500 empleos públicos y que los recortes en la financiación para la investigación han sido significativos desde el año 2008 con una media del 24,6%. Estamos ante el desmantelamiento de las Universidades Públicas.

Por otro lado, el estudiantado de FP se ha visto afectado por el aumento de las tasas: una FP de grado superior cuesta 480€, y una de grado medio entre 120€ y 220€ de media. Además, encontramos las nuevas tasas de la PAU que suponen una barrera económica más para acceder a la educación superior.

Cada vez parece más evidente que la crisis es una excusa más para privatizar y desmantelar el sistema público educativo, pues mientras se rescatan bancos, se recorta en algo tan imprescindible como el derecho a la educación. Por ello esta huelga también cuestiona las políticas antisociales que refuerzan la segregación de clases arrebatando al pueblo su mayor fuente de acceso al conocimiento, la educación.

Lo que defendemos con esta huelga es ante todo una Red Escolar Pública Única, de titularidad y gestión pública, mediante la supresión progresiva de los conciertos educativos, por ser la única garante del derecho universal a la educación en condiciones de igualdad y democracia. Reclamamos asimismo financiación suficiente para garantizar la gratuidad de la enseñanza pública, desde la primera infancia hasta la universidad, incluyendo libros y servicio de comedor y transporte.

Pero también se exigen aspectos claros y concretos:

1. Reversión inmediata de los recortes: no más precariedad del profesorado, ni masificación en aulas, ni recorte de becas y recursos.

2. No a la privatización: supresión progresiva de conciertos mediante integración voluntaria y negociada en una red única pública.

3. Derogación LOMCE: por una nueva ley educativa consensuada con la comunidad educativa: https://porotrapoliticaeducativa.org

4. Incremento inversión en educación pública hasta 7% del PIB.

5. Dignificación de la profesión docente: Derogación RD 14/2012. Estabilidad profesorado interino, cobertura inmediata de bajas.

6. Medidas efectivas de inclusión educativa: recuperación apoyos, desdobles y todas las medidas de atención a la diversidad.

7. Aumento plantillas. 18 horas lectivas. Disminución de ratios (20 en obligatoria).

8. Recuperación sistema becas que garantice igualdad oportunidades.

9. Currículo laico, intercultural, inclusivo, igualitario y ecológico.

10. Derogación acuerdos Vaticano. Religión fuera de la escuela.

11. Recuperar autonomía pedagógica con auténtica participación democrática de todos los sectores de la comunidad educativa en la organización y gestión de los centros.

12. Supresión de las prácticas no remuneradas en FP.

13. Eliminación de contrarreformas universitarias.

14. Derechos laborales para investigador@s pre y post doctorales.

15. Recuperación empleo en Universidades públicas.

16. Recuperar tasas universitarias no superiores a las anteriores licenciaturas y avanzar hacia gratuidad estudios universitarios

Sobran, por tanto, razones para apoyar la huelga de la comunidad universitaria el 9 de marzo, en contra este proceso de “liberalización” y privatización de la educación pública que está empeñado en dejar como legado el Gobierno actual.

Pero esta huelga general educativa también pretende visibilizar que la comunidad educativa tiene una alternativa educativa, otra educación posible que se ha construido “desde abajo”. Por eso esta huelga llama también a la sustitución de la LOMCE por una ley fruto del debate con la comunidad educativa mediante un amplio acuerdo social y político, asumiendo como documento de mínimos para ese gran Pacto Nacional el «Documento de bases para una nueva Ley de educación» de Redes por una nueva política educativa, que ha surgido de la propia comunidad educativa y se ha elaborado por una amplia representación de la misma a lo largo de más de dos años de debates, consensos y trabajo compartido por quienes están día a día en las aulas.

Enrique Javier Díez Gutiérrez. Profesor de la Facultad de Educación de la Universidad de León y Coordinador del Área Federal de Educación de Izquierda Unida.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Imagen: https://estaticos.sterm.org/ensenanza/upload/2017/02/xHUELGA-9M-1.jpg.pagespeed.ic.61-gPEJhKG.jpg

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A la escuela se va a jugar

Por Laura Crespo

La educación infantil sigue encima de la mesa de debate; consensuada ya la importancia del desarrollo cognitivo y social de los niños en sus primeros años, los métodos empleados para fomentar ese desarrollo empiezan a desencorsetarse y a mirar a nuevas fórmulas. En ellas, el juego se afianza como herramienta clave: a la escuela se va a aprender… jugando.

Las nueve de la mañana. Los alumnos de Infantil 3 del colegio SEK-Ciudalcampo llegan a clase cargados: cajas de cereales vacías, los envases de los yogures que cenaron la noche anterior, bricks de leche gastados. Tienen entre cinco y seis años y durante las últimas semanas han construido junto a sus profesores un supermercado en el aula. Hay que llenarlo para después poder hacer la compra. Acordar el precio de cada producto; hacer una lista –la P, con la A y la N-; ahora tú eres cajero, ahora cliente; tres manzanas y dos naranjas son cinco piezas de fruta; si tengo diez y pago cinco, me sobran otros cinco para la semana próxima. Un juego. Y matemáticas; y lectoescritura; e inglés, porque el supermercado, como el colegio, mira hacia lo global; y normas (¿quién da la vez?); y socialización (pasa, gracias, por favor).

Los padres, al principio, fruncen el ceño. No hay fichas de ésas que ellos recuerdan vagamente de sus tiempos en la escuela infantil. ¿Libros? Los que se llevan de la biblioteca a casa una vez por semana para después contar a sus compañeros el argumento. Porque aquí, se trata de tocar, de entender e interiorizar. “El juego es muy importante, sobre todo la etapa más temprana de los cero a los seis años, porque a través del descubrimiento y de la creatividad se profundiza de manera más eficaz en el aprendizaje”, explica Judith Canning, coordinadora de la Escuela y Ciclo de Infantil de SEK-El Castillo.

Basado en la corriente constructivista de Lev Vygotski, el método del PEP (el Programa en la Escuela Primaria del Bachillerato Internacional) va edificando la educación sobre los conocimientos previos que tienen los niños. “Se trata de un tipo de aprendizaje aplicado. La lectoescritura, como las matemáticas, son realidades mecánicas, pero para interiorizar el aprendizaje hay que entender por qué tienes que leer o sumar: no sirve de nada leer muy rápido si no se entiende lo que se está leyendo y el concepto de sumar y restar es más importante que la suma o la resta en sí mismas. Para que un niño entienda para qué necesita las matemáticas, tiene que aplicarlas de manera práctica y si el proceso es divertido, un juego, se fija mejor”, cuenta Canning.

La fórmula es tan sencilla en su planteamiento como innovadora y eficaz en el modelo educativo: incidir en el aprendizaje situacional a través del juego simulado, sacar los conceptos del terreno de lo abstracto para introducirlos en situaciones cotidianas más fácilmente asimilables para los pequeños, y jugar a esas situaciones. Hoy es un supermercado, mañana, un restaurante, una casa o un jardín.

Con este sistema se fomenta, además, la diversidad, gracias a una metodología que se adapta a los distintos ritmos de aprendizaje de cada alumno y que se apoya de manera constante en el trabajo en grupo, aprovechando las sinergias entre los niños, fomentando las fortalezas de cada uno y logrando un refuerzo positivo en sus debilidades gracias a los otros.

Después de dos años sin libros ni fichas en la educación infantil de su centro, Canning asegura notar a los niños “más interesantes, curiosos, creativos y diversos”, además de acostumbrados a la inmersión en inglés.

Son exigencias del guión. La escuela no puede aislarse del ritmo vertiginoso de cambio que implica a todo lo demás: la sociedad, la familia, el mundo laboral. Y los nuevos métodos educativos empiezan a ganar en flexibilidad y a enfocarse hacia enseñar a aprender.

Canning mira al futuro: “No sé en qué van a trabajar estos niños el día de mañana, ni siquiera qué tipo de trabajos van a existir cuando sean mayores, así que lo importante es aprender estrategias, entender cómo pensamos, cómo aprendemos, cómo solucionamos”. Porque las matemáticas, antes de aprenderse, se pueden descubrir y tocar: botones o garbanzos que los niños clasifican por colores y tamaños desde antes de cumplir los tres años.Beneficios de aprender jugando

La coordinadora de Educación Infantil en el SEK-Ciudalcampo, Concepción García-Hernán, extiende los beneficios del juego como herramienta fundamental de aprendizaje en cinco niveles. El primero de ellos, el desarrollo motor, se empieza a trabajar desde la cuna, desde que un bebé, a partir de los tres meses, diferencia texturas al andar descalzo o es capaz de dirigir su mano hacia un juguete, funciones motrices fundamentales para el posterior desarrollo oculomanual: el que permitirá avanzar en la lectura y la escritura. Además, el juego fomenta el desarrollo cognitivo, el del lenguaje y la comunicación a través de los primeros balbuceos.

Por otro lado, los juegos dirigidos de este tipo de métodos educativos permiten un desarrollo social –el de comprender las normas, los valores, el tiempo de espera, el respeto a los demás…- y el afectivo: ayuda a exteriorizar las emociones, ya sea a través del lenguaje mismo o de las acciones que forman parte del juego, a gestionarlas y a desenvolverse en la resolución de conflictos.

La educación moderna está empezando aplicar de manera consciente el juego en la enseñanza, de una manera que, resume García-Hernán, favorece el desarrollo del niño en todas las dimensiones. Algunos colegios, como los de la Institución Educativa SEK, apuestan ya por organizar sus aulas en ‘centros’ de aprendizaje basados en el juego por los que los alumnos van rotando: ahora juego dirigido –por un educador-; ahora, simulado; ahora, y por supuesto también, juego libre; todo, cuenta la coordinadora, con un apoyo controlado de las nuevas tecnologías. “Cuando un niño está apasionado por lo que hace es cuando realmente aprende”, concluye.

Fuente: http://www.madridiario.es/441880/educacion-infantil-juego-simulado

Imagen: www.madridiario.es/fotos/1/139810_Foto24-2-1793208_thumb_722.jpg

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Educación, lejos de la realidad

Por Jesús Montero Tirado

El vibrante discurso del ministro de Educación y Ciencias, Dr. Enrique Riera Escudero, el pasado jueves 23, en la inauguración de curso y obras del Colegio Nuestra Señora de la Asunción, describió brevemente dos panoramas de nuestra educación.

Interpreto que el propósito era aludir a su gestión de meses en la cartera y pasar algunos apuntes de sus planes, reflejando aceleradamente la brecha entre el estado deprimente de la educación y lo que se propone hacer para salir de él. Humildemente reconoció que ante la grave situación deficitaria de la educación ni él, ni el presidente Cartes, ni todo el Gobierno, ni la ayuda inmediata de padres y educadores lograrán sacar de su estado a la educación en poco tiempo: hacen falta políticas de estado y un “Plan Marshall” al estilo de la reconstrucción de Europa.

El ministro contagió su entusiasmo al público presente que le interrumpió reiteradamente con aplausos. En su dinámico plan de acción apunta a resolver las más urgentes deficiencias y poner a la educación en la vía rápida que le lleve a la actualidad y la calidad. El plan levantó esperanzas.

Nuestra educación escolar y la superior han perdido contacto con la realidad. Preparamos para una realidad que ya no existe y que menos aún existirá en el futuro. La realidad va en jet y nosotros en carreta.

En una sociedad de cambios acelerados, seguimos ofreciendo conocimientos estancados en el pasado. La inercia de nuestro deslumbramiento por la física de Newton y la pereza intelectual no nos dejan ver la necesidad de comprometernos con la física cuántica, que está siendo revolucionaria, lo mismo para lanzar un satélite chino que para nueva terapia de cáncer, como propone Bruce Lipton en sus investigaciones biológicas sobre la energía de las células.

Vivimos amenazados por crisis y problemas afectivos tan terribles como la violencia extrema de la criminalidad, los feminicidios, las violaciones de menores, el uso desmedido con comercio clandestino y la fabricación de armas cada vez más letales, el terrorismo y los crueles secuestros, la producción, tráfico y consumo de drogas, las crisis y problemas afectivos personales, familiares y sociales, etc.., y aún no abrieron sus ojos los planificadores de la educación para incorporar políticas y programas de educación de la afectividad y la sexualidad en contexto de ética y valores.

En una sociedad vorazmente consumista, que goza más que en acumular bienes en cambiarlos constantemente, por el nuevo placer de desprenderse de los ya usados, en la que hasta la información y el conocimiento se manejan como objetos de rápido consumo, seguimos ofreciendo unos diseños curriculares y una didáctica de los conocimientos elaborados, anclados en los años 50 y 60 del siglo pasado. Nos quedamos en lo más simple del cognitivismo y no hemos sido capaces de entrar realmente en el constructivismo, consumiendo conocimientos presuntamente acabados en vez de enseñar y aprender a producir nuevos conocimientos.

Impresiona que universidades, institutos superiores, CONES y ANEAES sigan presentando diseños curriculares con listados de asignaturas o disciplinas, como si todas y cada una fueran autónomas y no se hubiera comprendido hace tiempo que los conocimientos y los aprendizajes son cada día más interdisciplinares, producidos y actualizados necesariamente en red, como revela el “conectivismo”, ese nuevo paradigma que George Siemens describe en su magnífico libro “Conociendo el conocimiento” (2006 en castellano).

La educación se despega de la realidad cuando la mayoría de las instituciones educativas superiores en vez de competir en formar los mejores profesionales, compiten en tener más alumnos y facilitarles la venta de títulos. Lo que importa es retener a los alumnos y eso se hace en desmedro del nivel de exigencia en los procesos de enseñanza aprendizaje y rebajando los baremos de evaluación, para que no se vayan a otra institución que lo haga más fácil, no controle la asistencia y no exija tantas competencias y conocimientos. La realidad de nuestro país es que está extremadamente necesitado de profesionales de calidad y saturado de mediocres. Y la mayoría de las instituciones educativas siguen formando mediocres.

Para que la educación responda al mundo real y su dinamismo, hacen falta gestión, acción, más ética, menos corrupción y mucho pensamiento profesional.

jmonterotirado@gmail.com

Fuente: http://www.abc.com.py/edicion-impresa/opinion/educacion-lejos-de-la-realidad-1568630.html

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Oaxaca: vía legal y vía política

Por: Carlos Ornelas

Si no recuerdo mal, en ¿Qué hacer?, Lenin planteó la táctica bolchevique de que, en toda revolución, había que agotar las formas legales. Ello, no tanto para lograr los fines revolucionarios, sino como medio de propaganda y elevar el espíritu de lucha de la clase obrera y sus aliados.

En una conferencia que dio en la Universidad Michoacana, a principios de los 90, Arnaldo Córdova, comentando el libro de Norberto Bobbio, Liberalismo y democracia, sostuvo que, no obstante que en gran medida la Constitución era letra muerta, no había que menospreciar su vigencia como reguladora de comportamientos institucionales.

Estas remembranzas vinieron a mi mente por dos asuntos que tendrán consecuencias en la convulsa situación de Oaxaca. La sección 22 sufrió descalabros después de que el gobierno federal y el de Gabino Cué reconquistaron el control del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca y le congelaron sus cuentas bancarias. Luego, el secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño —ya sin el estorbo del subsecretario de Gobernación, Luis Enrique Miranda—, la acosaba y la reducía paso a paso.

Los vientos presagiaban derrotas para la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, el gobierno apretaba con acciones legales y políticas. Pero llegó la mañana de Nochixtlán, la CNTE tomó impulso de nuevo. La S-22 es la que más ha ganado, pues ya dobló al gobernador Alejandro Murat (o tal vez él mismo se inclinó ante el poderío del magisterio oaxaqueño).

Ya tienen las plazas que les prometió desde 2013 el entonces subsecretario Miranda; el gobernador ya renunció a gobernar en la educación (habla de bilateralidad) y la S-22 recoloniza espacios que el gobierno le había arrebatado. Pero va por más.

La corresponsal de El Financiero (21 de febrero) reportó que los líderes de la S-22 “exigieron la instalación de una mesa pedagógica bilateral para dar continuidad y concretar los trabajos del Plan para la Transformación de la Educación de Oaxaca (PTEO), realizar la revisión de la Ley Estatal de Educación y reformarla con la iniciativa de ley producto de foros magisteriales y populares”.

La estrategia de los dirigentes de la S-22 me parece una diáfana evocación de las tácticas leninistas: quieren institucionalizar su proyecto, no les basta con tener el poder de facto. Además, es una bandera para la movilización y la propaganda; saben que el gobernador Murat no les durará para siempre.

Pero la Constitución tiene asideros. Mexicanos Primero objetó por la vía legal las concesiones que la Segob hizo a la S-22. En abril de 2016 un juez federal le concedió un amparo que declaró inválidos el otorgamiento de plazas docentes en calidad de patrimonio del sindicato, derecho a no ser removido en razón de un mal resultado en la evaluación, conservación de derechos adquiridos en la carrera magisterial, incentivos económicos y promociones por buen desempeño.

La Segob interpuso un recurso para que el amparo no procediera. Pero el 23 de febrero, el ministro de la Suprema Corte, José Ramón Cossío, propuso atraer y resolver en definitiva quién tiene razón en este litigio.

Oaxaca tiene un nuevo conflicto en puerta. Si la Corte falla a favor de Mexicanos Primero, ¿cómo le hará el gobernador para recuperar las plazas que entregó a la S-22?, ¿cómo podrá frenar los intentos de la S-22 de tener un estado de excepción, cuando ya se declaró su aliado?

Quizá el gobernador no sufra tanto apuro. Hoy los secretarios de Estado le echan loas por ser amigo del Presidente, pero pronto habrá otro inquilino en Los Pinos y tal vez de un partido diferente al PRI. El gobernador quedará más solo que Robinson Crusoe.

Mientras tanto, la educación de Oaxaca continúa prisionera y ni la vía política ni la vía legal la pueden liberar.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/oaxaca-via-legal-y-via-politica/

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Nuestra profesora

Por: Manuel Gil Antón

Ahora que hace tanta falta claridad, Estela, hija de Jacinta, nos llama a pelear por que la dignidad sea patrimonio de todos.

Desde la sencillez que no mengua su aplomo, Estela Hernández indicó, en pocas palabras, el rumbo de la transformación educativa que necesitamos con urgencia. Expresó lo que ha sido incapaz, no digamos de enunciar, ni siquiera imaginar, este gobierno: “Hasta que la dignidad se haga costumbre”. Vaya claridad y contundencia.

Ese es, sí, un proyecto humano y educativo —político— que nos convoca y une. Lo dijo una profesora, una de tantas acusadas de ser causantes, así, en bola, de todos los males en el sistema escolar mexicano; colega de otros miles, a su vez indiciados, sin distingo, por los magros resultados en las mediciones, tan malas como de moda, de lo que se sabe y se es.

Hija de Jacinta, apresada tres años junto a Teresa y Alberta, es maestra. Lejos de su salón y escuela, en el auditorio del Museo de Antropología, cuando se les reconocía, casi 11 años después, inocentes del delito imputado de secuestrar policías y el vergonzoso “ustedes perdonen”, construyó, con sus palabras, un aula enorme: pupitres para todos.

Fragmentos de su voz: “El caso (de mi madre) es un simple ejemplo de tantas de las muchas arbitrariedades ilegales que cometen las autoridades. Hoy se sabe que en la cárcel no necesariamente están los delincuentes, están los pobres que no tienen dinero, los indefensos de conocimiento, los que los poderosos someten a su voluntad. Los delincuentes de mayor poder, de cuello blanco, no pisan la cárcel. A los que sólo piensan en el dinero de reparación de daños, no se preocupen: no nacimos con él ni moriremos con él.

Nuestra existencia hoy tiene que ver con nuestra solidaridad con los 43 estudiantes normalistas que nos faltan, con los miles de muertos, desaparecidos y perseguidos, con nuestros presos políticos, con mis compañeros maestros caídos, con mis compañeros cazados por defender lo que por derecho nos corresponde. Pido por ellos, porque por buscar mejores condiciones de vida y trabajo, es el trato que recibimos.

La ignorancia, el miedo no puede estar encima de nadie. Hoy queda demostrado que ser pobre, mujer e indígena, no es motivo de vergüenza. Hoy sabemos que no es necesario cometer un delito para ser desaparecido, perseguido o estar en la cárcel. Gracias a los abogados y compañeros del Centro Pro y todos los que metieron el hombro en esta causa. Hoy nos queda solidarizarnos con otras víctimas, nos queda saber que la identidad, la cultura, la conciencia, la sabiduría, la razón, la vida y la libertad, no se venden, no se negocian ni tienen precio”.

Y su discurso termina con esa frase que es, sin paradoja, el principio en que se finca: “Por los que seguimos en pie de lucha por la justicia, la libertad, la democracia y la soberanía de México, para nuestra patria, por la vida, para la humanidad, quedamos de ustedes, por siempre y para siempre, la familia Jacinta. Hasta que la dignidad se haga costumbre. Gracias”.

En nuestros tiempos, cuando un tirano amenaza al mundo y en especial a los otros que resultamos ser nosotros; en estos días, en que a la solidez de las instituciones del país la erosiona el pasmo derivado de la carencia de decoro, legitimidad y visión de Estado de quienes las ocupan; hoy, cuando amanece tan gris y las ofensas no amainan; a unos días que se presente el enésimo modelo educativo, y fluya la consabida cauda de propaganda y discursos engolados que, como salud, ya se preparan en los escritorios del poder; ahora que hace tanta falta claridad en lo que nos puede unir para salir a la calle, ha sido Estela, hija de Jacinta, de ocio profesora, la que nos llama a pelear por un espacio compartido en que la dignidad, en lugar de costar y tardar tanto en ser reconocida, sea patrimonio —costumbre— heredado de todos. No más: moneda abundante de curso común.

Aire y agua, sol de hoy y porvenir.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/nuestra-profesora/

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Diplomacia, lucha de clases y democracia en la era Trump

Por:  James Petras 

La idea inicial de Trump de movilizar a los que se oponen a las guerras en el extranjero ha sido derrotada por los esfuerzos conjuntos del complejo militar-industrial

Introducción

Al terminar el primer mes de la Administración Trump, nos encontramos en una mejor situación para evaluar las políticas y la dirección del nuevo presidente. El examen de sus políticas interior y exterior, especialmente desde una perspectiva histórica y comparativa, nos permitirá entender si EE.UU. va camino de una catástrofe, como afirman los medios de comunicación, o hacia una mayor racionalidad y realismo.

Vamos a analizar si Trump busca la guerra o la diplomacia. Evaluaremos las iniciativas del presidente para reducir la deuda externa y las cargas comerciales con Europa y Asia. Continuaremos revisando sus programas proteccionistas y sobre inmigración con México y terminaremos viendo las perspectivas de la democracia en Estados Unidos en estos momentos.

Política exterior

Los encuentros del presidente con los dirigentes de Japón, Reino Unido y Canadá han sido bastante fructíferos. Su reunión con [el primer ministro de Japón] Shinzo Abe afianzó los lazos diplomáticos y obtuvo la promesa de que el país nipón aumentaría las inversiones en el sector automovilístico estadounidense. Puede que Trump consiga mejorar las relaciones comerciales reduciendo el desequilibrio en la balanza comercial. Trump y Abe adoptaron una postura moderada ante la prueba de misiles norcoreanos en el Mar de Japón y rechazaron el aumento de los gastos militares que reclamaban los medios de comunicación neoliberales.

La reunión EE.UU.-Reino Unido en la era pos-Brexit dio como resultado la promesa de un aumento del comercio bilateral.

En cuanto a China, Trump ha mejorado las relaciones con este país, apoyando sin ambages la política de “una sola China” y dando paso a la renegociación y el reequilibrio del balance comercial.

Estados Unidos respaldó el voto unánime de condena del Consejo de Seguridad de la ONU al lanzamiento de misiles norcoreanos. Trump no lo consideró una amenaza militar ni propuso incrementar el nivel de sanciones.

La política de reconciliación de Trump hacia Rusia, destinada a mejorar la lucha contra el terrorismo islamista, se ha visto obstaculizada. Bajo el liderazgo de la senadora de la izquierda liberal Elizabeth Warren, partidaria de la caza de brujas, ¡los militaristas neoconservadores y los demócratas declararon a Rusia como la principal amenaza a la seguridad nacional estadounidense!

El bombardeo constante y furibundo de los medios de comunicación forzó el cese del Consejero Nacional de Seguridad de Trump, el general retirado Michael Flynn, en base a una ley del siglo XVIII (la Ley Logan) que prohíbe a los ciudadanos discutir cuestiones políticas con dirigentes extranjeros.
Dicha ley nunca había sido implementada. De haberlo sido, cientos de miles de ciudadanos estadounidenses, especialmente los peces gordos incluidos entre los 51 “presidentes de las principales organizaciones judías “de EE.UU., así como los editores de política exterior de todos los grandes y pequeños medios de comunicación estadounidenses y los analistas de política exterior estarían encadenados junto a narcotraficantes convictos. Sin avergonzarse por la absurdidad o la trivialización de la tragedia, esta reciente “tempestad en un vaso de agua” ha generado llamamientos apasionados dentro de los medios y del Partido Demócrata para iniciar una nueva “investigación como la del 11-S” sobre las conversaciones del general Flynn con los rusos.

El contratiempo de Trump con a cuenta de su consejero de seguridad nacional hace peligrar una política exterior menos belicosa. Subraya el riesgo de confrontaciones nucleares y represión interna. Dichos peligros, que incluyen una posible purga antirusa –al estilo del tristemente célebre senador McCarthy– de los individuos realistas en política exterior, son responsabilidad exclusiva de la alianza de los ultramilitaristas del partido demócrata y los neoconservadores. En todo caso, nada de esto aborda los graves problemas socioeconómicos internos.

La búsqueda del equilibrio en el gasto y el comercio exterior

El compromiso público de Trump de reequilibrar las relaciones con la OTAN, es decir, reducir la cuota de EE.UU. en su financiación, ya ha dado comienzo. Actualmente, solo cinco miembros de la alianza cumplen con la contribución requerida. En el caso de que Alemania, Italia, España, Canadá, Francia y otros 18 miembros cumplieran con sus compromisos, el presupuesto de la OTAN aumentaría en más de 100.000 millones de dólares, lo que reduciría el desequilibrio en la balanza exterior de EE.UU.

Evidentemente, sería mucho mejor para todos que la OTAN se desmantelara y que las distintas naciones que la forman reasignaran sus partidas de millardos de dólares hacia gastos sociales y el desarrollo de sus economías domésticas.

Trump ha anunciado importantes esfuerzos para reducir el desequilibrio comercial con Asia.
Al contrario de lo que se afirman algunos “expertos” en comercio exterior en los medios de comunicación, China no es el único de los “infractores”, ni siquiera el mayor, que se aprovechan del desequilibrio comercial con Estados Unidos.

El actual superávit en el balance comercial de China equivale al 5% de su PIB, el de Corea del Sur al 8%, el de Taiwán al 15% y el de Singapur al 19% respectivamente. El objetivo de Trump es reducir el desequilibrio comercial de EE.UU. a 20.000 millones de dólares con cada uno de los países, equivalente al 3% del PIB. La cuota de Trump de 100.000 millones de dólares contrasta agudamente con el desequilibrio comercial de los “Cinco Grandes” asiáticos (Japón, China, Corea del Sur, Taiwán y Singapur), equivalente a 700.000 millones de dólares en 2015, según datos de FMI.

En resumen, Trump está actuando para reducir los desequilibrios externos un 85% con el fin de incrementar la producción doméstica y crear empleos en las industrias ubicadas en Estados Unidos.

Trump y Latinoamérica

La política latinoamericana de Trump se ha centrado fundamentalmente en México y, en mucha menor medida, en el resto del continente.

La principal decisión de la Casa Blanca ha sido echar por tierra el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica de Obama (TPP, por sus siglas en inglés), que favorecía a las corporaciones multinacionales que explotan la mano de obra de Chile, Perú y México y resultaba atractivo para los regímenes neoliberales de Argentina y Uruguay. Trump hereda del presidente Obama numerosas bases militares en Colombia, la base de Guantánamo en Cuba y las bases de Argentina. El Pentágono continúa la guerra fría de Obama contra Venezuela y ha acusado de forma falsaria al vicepresidente de aquel país de tráfico de drogas.

Trump ha prometido cambiar la política comercial y de inmigración con México. A pesar de la amplia oposición que ha levantado su política migratoria, aún le falta mucho para igualar la expulsión masiva de emigrantes mexicanos y centroamericanos acometida por Obama, campeón indiscutible en ese campo, que deportó a 2,2 millones de emigrantes junto a sus familias en ocho años, o lo que es igual, unos 275.000 al mes. En su primer mes al mando, el presidente Trump ha expulsado solo un 10% del porcentaje medio deportado por Obama.

El presidente Trump ha prometido renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA), imponiendo una tasa sobre las importaciones y persuadiendo a las empresas multinacionales para que regresen e inviertan en EE.UU.

Hay muchas ventajas ocultas para México si decide responder a las políticas de Trump con sus propias medidas económicas de “proteccionismo recíproco”. Bajo el NAFTA, 2 millones de agricultores mexicanos entraron en bancarrota y se han dedicado millardos de dólares a la importación de arroz, maíz y otros alimentos de primera necesidad (subvencionados), de EE.UU. Una política de “primero México” podría reavivar la agricultura mexicana para el consumo doméstico y la exportación; esto disminuiría la emigración de campesinos mexicanos. México podría renacionalizar su sector petrolero e invertir en refinerías en el propio país, lo que le supondría la ganancia de millardos de dólares y reduciría la importación de productos petroleros refinados de EE.UU. Al tener que implantar una política de sustitución de las importaciones, la manufactura local podría reactivar el mercado y el empleo internos. Aumentarían los trabajos en la economía formal y se reduciría el número de jóvenes en paro, carne de cañón para los cárteles de la droga y otras bandas criminales. Mediante la nacionalización de los bancos y el control de los flujos de capital, México podría interrumpir la fuga de capitales cifrada en alrededor de 50.000 millones de dólares de fondos ilícitos al año. Por su parte, estos programas nacional-populares incentivarían la elección de nuevos líderes que podrían iniciar la purga de la policía corrupta, los militares corruptos y los líderes políticos corruptos.

En resumen, aunque las políticas de Trump podrían causar algunas pérdidas a corto plazo, a medio y largo plazo pueden suponer sustanciales ventajas para el pueblo mexicano y su nación.

Democracia

La elección del presidente Trump ha provocado una virulenta campaña autoritaria que amenaza nuestras libertades democráticas.

La propaganda continuada y bien coordinada emitida por todos los grandes medios de comunicación y por los dos principales partidos políticos ha fabricado y distorsionado informes y ha alentado a los representantes elegidos a atacar salvajemente a las personas nombradas por Trump para hacerse cargo de las responsabilidades en política exterior, forzando dimisiones e inversión de las políticas. La dimisión forzosa del consejero de Seguridad Nacional, Michael Flynn ha puesto de manifiesto la agenda belicista del partido demócrata contra la Rusia en poder de armas nucleares. Los senadores liberales, que solían pronunciar grandiosos discursos contra “Wall Street” y el “Uno por ciento”, ahora exigen que Trump se niegue a colaborar con el presidente Putin para detener la amenaza real que supone el Estado Islámico, mientras apoyan a los neonazis ucranianos. Los iconos liberales presionan abiertamente para incrementar la presencia de buques de guerra en Asia con el fin de provocar a China, a la vez que se oponen a la política de Trump favorable a renegociar los tratados comerciales con Pekín.

Hay multitud de peligros y ventajas ocultos en esta guerra política de partidos.

Trump ha sacado a la luz las mentiras y distorsiones sistémicas de los medios de comunicación, confirmando la desconfianza que les profesa la mayoría del pueblo. Esta baja opinión que tienen los estadounidenses, especialmente los que habitan el devastado centro del país (aquellos a quienes Hillary Clinton llamaba “los deplorables”) se corresponde claramente con el profundo desdén de los medios por esta enorme porción del electorado. En realidad, la cháchara constante de los medios acerca de cómo los malvados “rusos” habían pirateado las elecciones presidenciales de EE.UU. dando la victoria a Donald Trump es más bien una cortina de humo para enmascarar su reticencia a denunciar abiertamente a los “blancos pobres” –incluyendo a los trabajadores y campesinos estadounidenses– que votaron abrumadoramente por Trump. Este elemento regional y de clase ayuda mucho a explicar la continua histeria provocada por la victoria de Trump. Las élites, los intelectuales y los burócratas están furiosos por el hecho de que “la canasta de deplorables” de Clinton rechazara al sistema y a sus portavoces bien peinados y de uñas cuidadas.

Por vez primera, se ha abierto un debate político sobre la libertad de expresión al más alto nivel del gobierno. Ese mismo debate se prolonga al modo en que el nuevo presidente se ha enfrentado al enorme e incontrolado aparato policial del Estado (el FBI, la NSA, la CIA, la Seguridad Nacional, etc.), tremendamente ampliado bajo la presidencia de Obama.

La política comercial y de alianzas de Trump ha despertado al Congreso y ha provocado que empiece a debatir sobre temas sustanciales en vez de hacerlo por nimiedades de procedimientos internos. La retórica política de Trump ha provocado manifestaciones masivas de protesta, algunas de buena fe, aunque otras pagadas por los megamillonarios que respaldan al Partido Demócrata, como el “Padre de las Revoluciones de Colores” George Soros. Sería importante saber si estas manifestaciones pueden provocar la aparición de auténticos movimientos democráticos y socialistas de base capaces de organizarse y aprovechar la división en las élites.

Las falaces acusaciones de contactos “traicioneros” con el embajador ruso que supuestamente realizó el consejero de Seguridad Nacional de Trump Michael Flynn cuando todavía era civil y la utilización de la Ley Logan relativa a la discusión de política exterior con gobiernos extranjeros abren la posibilidad de investigar a algunos legisladores, como Charles Schumer y otros cientos, por discutir la posición estratégica de EE.UU. con autoridades israelíes…

Gane o pierda, la administración Trump ha provocado un debate sobre las posibilidades de paz con una superpotencia nuclear, sobre la reconsideración del inmenso déficit comercial y la necesidad de defender la democracia contra amenazas autoritarias de la denominada “comunidad de inteligencia” contra un presidente electo.

Trump y la lucha de clases

La agenda socioeconómica de Trump ya ha puesto en marcha poderosas corrientes subterráneas del conflicto de clases. Los medios de comunicación y la clase política se han centrado en los conflictos relativos a la inmigración, los temas de género y las relaciones con Rusia, la OTAN e Israel así como en las políticas internas del partido. Estos conflictos oscurecen antagonismos de clase más profundos, procedentes de las propuestas económicas radicales del presidente.

Sus propuestas para reducir el poder de las instituciones federales de regulación y de investigación, simplificar y reducir los impuestos, recortar la partida destinada a la OTAN, renegociar o dar por finalizados los acuerdos multilaterales y recortar los presupuestos de investigación, sanidad y educación, amenazan el empleo de millones de trabajadores y funcionarios del sector público en toda la nación. Entre los cientos de miles de manifestantes que han participado en las marchas de mujeres por la inmigración y la educación, miles son empleados públicos y sus familiares, que ven amenazado su sustento económico. Lo que, en una primera instancia pueden parecer protestas por determinados derechos humanos, culturales o identitarios, en realidad son manifestaciones de una lucha más profunda y más general de los empleados del sector público que se oponen a la agenda privatizadora del Estado, que a su vez obtiene su respaldo de clase de los pequeños empresarios atraídos por la bajada de impuestos y una reducción de las cargas regulatorias, así como de los cuadros de las escuelas y los hospitales privados que gozan de subvención estatal.

Las medidas proteccionistas de Trump, entre las que se incluyen las ayudas a la exportación, enfrentan a los fabricantes internos con los importadores multimillonarios de bienes de consumo baratos.

Las propuestas de Donald Trump destinadas a desregular el petróleo, el gas, la madera, las exportaciones agrícolas y minerales y las inversiones en grandes infraestructuras tienen el respaldo de los jefes y trabajadores de dichos sectores. Ello ha provocado un grave conflicto con los ecologistas, los trabajadores y productores comunitarios, los pueblos indígenas y sus simpatizantes.

La idea inicial de Trump de movilizar a las fuerzas internas opuestas a continuar destinando gran parte del presupuesto federal a las guerras en el extranjero y partidarias de la construcción de un imperio basado en las relaciones de mercado ha sido derrotada por los esfuerzos conjuntos del complejo militar-industrial, el aparato de inteligencia y sus defensores dentro de la coalición de las élites políticas liberal-neoconservadoras-militaristas y sus seguidores de masas.

La lucha de clases en curso se ha profundizado y amenaza con destruir el orden constitucional en dos sentidos: el conflicto puede llevar a una crisis institucional, a la destitución forzosa de un presidente electo y a la instalación de un régimen híbrido, que preservaría los programas más reaccionarios de ambas partes de la lucha de clases. Podría llegar a ocurrir que importadores, inversores y trabajadores de las industrias extractivas, defensores de la educación y la sanidad privatizadas, belicistas y miembros del politizado aparato de seguridad se hicieran con el control total del Estado. Por otro lado, si la lucha de clases consigue movilizar a los trabajadores del sector público, a los del sector comercial, a los desempleados, a los demócratas contrarios a la guerra, a los emprendedores de la tecnología de la información y a los patronos que dependen de inmigrantes cualificados, así como a los científicos y a los ecologistas en un movimiento de masas dispuesto a apoyar un salario digno y a unirse en torno a intereses de clase comunes, será posible lograr un profundo cambio del sistema. A medio plazo, la unión de estos movimientos de clase puede llevar a un régimen híbrido progresista.

Texto completo en: http://www.lahaine.org/diplomacia-lucha-de-clases-y

Imagen: https://quienestadetras.files.wordpress.com/2013/12/f7d75-repartiendodemocracia.png

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