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Colombia: Universidades y paz total

Universidades y paz total

Manuel Humberto Restrepo Domínguez

Las Universidades tienen ética y socialmente el compromiso incuestionable de comprometerse con la construcción de paz total.

La creación de la universidad intercultural indígena, anuncia prácticas, concepciones y modos de acción distintos sobre la formación profesional, infraestructuras, compromisos y saberes en integración de comunidad y territorio desde la misma vida cotidiana; al mismo tiempo aparece en el panorama la universidad del trópico, Unitrópico, con enorme responsabilidad en el amplio entorno de la Orinoquia colombiana, con puertas de entrada y salida hacia la inmensa llanura y la valiosa biodiversidad de la selva amazónica. Se amplía de 32 a 34 el número de universidades del sistema universitario estatal SUE, con presencia en todos los territorios.

La capacidad del SUE se dimensiona con la oportunidad que tiene para proyectarse hacia el mejoramiento de las oportunidades educativas para todos los jóvenes y no sólo para quienes pueden vivir el sueño del estudio en las ciudades, pero además, para ahondar en la comprensión de territorios y saberes aún inexplorados, aportar para desarrollarlos conforme a identidades, culturas, patrimonios y demandas propias de bienestar de poblaciones y gentes marginadas u olvidadas, y ratificar su compromiso de incorporar a su visión la construcción de la paz total estable y duradera que libere de violencias y empuje al país a su consolidación como sociedad basada en derechos.

Las universidades públicas que, por naturaleza, son una mezcla de ciencia, cultura y libertades, se deben a la nación. Su esencia se determina en la docencia para emancipar, la investigación para promover el bienestar y la convivencia, y la extensión para sostener vínculos de solidaridad con la sociedad. En su misión todas anuncian la formación integral y creación de conciencia crítica, que remite a conductas éticas en profesiones, ciudadanías y sentido de humanidad, para reconocer el todo y sus partes, respetar a los otros y atender diferencias en todos sus géneros y maneras de representación, para que nadie pueda pretenderse juez moral de otro, ni verdad única a seguir.

La condición de territorios de paz de las universidades, desarmadas en sus espíritus, verbo y acciones, las conmina a asumir responsabilidades efectivas, a asegurar la calidad e impacto de sus intervenciones en las transformaciones sociales y humanas y defender la vida y el bien público. Es hora de cambiar su actual modelo de gestión de resultados basados en indicadores formales y de tomar distancia de filosofías empresariales y de negocios, que reportan recursos a un lado y detrimentos en la calidad del otro. Resignificar su naturaleza y misión será el camino necesario para liberarse de las funestas ataduras del modelo neoliberal incrustado con la ley 30 de 1992 que cambió la morfología de las universidades, atrajo a muchas a asumir la autonomía como una libertad de mercado, enviando al margen la concepción de la educación como derecho. El desafío inmediato, que ojalá se traduzca en una declaración pública, está en la reconstrucción de su visión que el mercado como sistema abierto alteró y permitió que el capital destituyera la esencia política del hacer académico.

Volver a reconocer la naturaleza universitaria científica y cultural, es un paso obligado para avanzar en sistemas de garantías a la educación superior como derecho humano. El estado sabe que llegó el momento para formular la política pública de la educación superior y que la universidad pública espera ser totalmente financiada con el presupuesto de la nación, y en reciprocidad asumir un compromiso esencial para dirigir sus esfuerzos a la construcción material de la paz total, volcando las capacidades colectivas de estudiantes y docentes a acompañar de inmediato a la sociedad en la formación integral, en territorios, campos y ciudades, barrio a barrio, otra vez en extensión solidaria.

Si las universidades asumen el compromiso por la paz, serán cerca de un millón de universitarios/as, interactuando con la población, en busca de superar rápidamente las anomalías e ir hacia la tranquilidad que tienen los países pares de la OCDE, en los que la paz es la condición esencial del estado de derecho y fuente principal del respeto a derechos humanos y garantías para la convivencia libre de temores. En los planteamientos de paz total, colocados en el centro de la brújula del gobierno, las universidades están convocadas a cumplir un papel protagónico movilizando su ciencia, cultura, rebeldía y solidaridad humana hacia los sectores de población más vulnerable. Paz total es más que la suma de conflictos resueltos y para las universidades llega un momento oportuno para liberarse de rezagos todavía medievales y dejar atrás sus actuaciones de instituciones-máquina conducidas por estímulos políticos y de mercado a veces, jurídicos otras, que las limitan para actuar y resolver sus asuntos y conflictos con base en la dialéctica y argumentos o permanecen extraviadas entre marañas de indicadores, metas y clasificaciones que violentan la condición del ser del docente, estudiante o funcionario y como instituciones responden acríticamente a impulsos del mercado y poder, condenando al silencio el argumento y la palabra. El gobierno popular abre sus puertas para construir país, de abajo hacia arriba, del territorio y la institución hacia el centro y el ministerio ofrece escuchar sin las presiones a las que estaban sometidas. Es momento para volver a hablar con autonomía, no para vender y extenderse de manera ilimitada, pero sí para volver a hacer parte vital de la vida social, recuperar el afecto y la confianza de la gente, autoconvocarse a volver sin demora a la plenitud de las ideas, al debate abierto, al diálogo franco y al rechazo unánime de toda violencia, amenaza, chantaje, temeridad e intereses personales o privados disfrazados de interés colectivo.

Las universidades pueden ser parte inevitable para atajar la desigualdad e impedir los fascismos, y sobre todo para participar como actor relevante en la tarea hasta ahora no explorada de promover el desarme total de la sociedad civil, sus grupos y manifestaciones y reducir hasta erradicar las violencias cotidianas. Pueden aportar en las negociaciones políticas con las insurgencias, al amparo de las reglas de la guerra y contribuir con el acogimiento y desarticulación de grupos criminales. Las universidades en particular las públicas, tienen la responsabilidad y oportunidad real de desmontar sus egos (sostenidos a veces con solas formalidades) y sus miradas hacia sí mismas y reconducir agendas de movilización de sus acumulados y experiencias de resistencia hacia la construcción de paz total, mirando hacia la sociedad otra vez, extendiendo hacia ella su visión y prácticas de formación integral de seres humanos y comprometer sus esfuerzos institucionales desde su papel activo en el plan de desarrollo en construcción de abajo hacia arriba, hasta en la creación de culturas hoy inexistentes de legalidad, democracia y ciudadanía necesarias en la formación de la sociedad de derechos.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Fuente de la Información: https://rebelion.org/universidades-y-paz-total/

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España – OCDE: eliminar a los pobres, no la pobreza

OCDE: eliminar a los pobres, no la pobreza

Eduardo Luque

La falta de empatía y coherencia son algunas de las constantes en multitud de figuras públicas. En una sociedad donde el espectáculo como diría Guy Debord lo es todo, el político neoliberal o el populista de turno muestra, en época electoral. un rostro bondadoso besando niños y haciendo como que escucha las demandas de sus posibles votantes. Una vez conseguido el objetivo se transmuta y como en la novela de Stevenson, deja de ser el doctor Jekyll y asume el papel del señor Hyde. Es, en ese momento post-electoral, cuando conocemos realmente a esas figuras públicas.  Dan Patrick (72 años) es uno de estos personajes. El vice-Gobernador del Estado de Texas declaró que: “los abuelos deberían sacrificarse para salvar la economía y no paralizar al país norteamericano. Deben morir”. Anteriormente, Christine Lagarde (66 años) presidenta del Banco Central Europeo y ex gobernadora del Fondo Monetario Internacional (FMI) suscribía un documento donde se podía leer: “los ancianos viven demasiado y eso es un riesgo para la economía global”. El señor Taro Aso, (81 años), ex Ministro de Finanzas japonés afirmaba: “Pido a los ancianos que se den prisa en morir para que el Estado no tenga que pagar su atención”. Las expresiones hacia este nuevo fascismo gerontológico se multiplican, si otro día comentábamos la modificación de las leyes canadienses que permitían la eugenesia a los pobres, ahora es la todopoderosa Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) la que en su último informe parece desear el exterminio de las personas de edad.

Para este organismo internacional el reto futuro es el envejecimiento de la población. La causa de los grandes males de la humanidad, no son las guerras, que propicia el capitalismo neoliberal, no son las enfermedades perfectamente curables que matan a millones, ni la crisis financieras que extienden un manto de pobreza sobre las poblaciones. No es la especulación sobre los alimentos que se hace en las bolsas de Amberes o Chicago. Para la OCDE la causa son los ancianos que viven demasiado.

El sistema capitalista acuciado por sus crisis recurrentes pretende aplicar teorías eugenésicas que pensábamos superadas. El gran teórico de la eugenesia fue, como todos sabemos, Thomas Robert Malthus (1766-1834). Aunque fue un hombre muy longevo para su tiempo (vivió 80 años) jamás pensó en aplicar sus tesis sobre el exceso de población a él o los suyos. Sus pronósticos sobre la imposibilidad de alimentar a una población que crecía de forma geométrica, mientras los recursos lo hacían de forma aritmética, estaban basados en cálculos matemáticos supuestamente irrefutables. Para controlar la población propuso varias vías. Proponía el retraso del matrimonio, el celibato y la continencia conyugal. las llamadas Prudential restraints (restricciones con prudencia); evidentemente estas propuestas iban dirigidas sobre todo a las clases pudientes: para los pobres proponía la supresión de las ayudas sociales como La Ley sobre la Pobreza (Poor Law) y la eliminación física por hambre de los hijos de los sectores más pobres de la sociedad. Esta ideas fundidas con el Darwinismo social han sustentado la consideración de “parásitos sociales” a los débiles o menos productivos.

Estas tesis ahora encuentran un buen momento para salir de nuevo a la luz. En este caso no se trata de un problema demográfico como sostenía Paul Ejrlich en ”La bomba de la población” (1968) o como el estudio clásico de Dennis L. Meadows y su libro “Los límites del crecimiento” (1970). No se trata de reducir la población porque haya un exceso, se busca la expropiación y posterior concentración de la riqueza social en manos privadas por el método maltusiano de reducir la población “pasiva”. Detrás de las propuestas de la OCDE oímos los ecos ahora disfrazados con guarismos matemáticos de las tesis de Maltus y su Prudential restraints[1] . El dia 30 de agosto este organismo hizo público su último informe sobre pensiones: “Funding The Future: The Impact of Population Ageing on revenues across levels of government” e insiste en el camino iniciado por el Banco Mundial en 1994. Esa institución proponía la privatización de las pensiones, la educación y la sanidad. Fue la base para impulsar la ola de privatización que nos asola en este momento. Ahora, cuando Europa sufre las consecuencias de la guerra en Ucrania, y está en una situación que será aún más angustiosa, la OCDE pretende aprovechar el miedo y el marasmo económico y dar una vuelta de tuerca.

El informe parte de una premisa falaz: las jubilaciones son un gasto y por tanto se han de recortar al mismo tiempo que aumentamos los años de cotización y reducimos, encareciéndolas, las prestaciones en sanidad. El objetivo subyacente promueve de hecho una reducción intensa de la población jubilada. El razonamiento es tan falso como perverso. La premisa es que las personas mayores son las que más se van a beneficiar del estado del bienestar e incrementan por tanto el gasto público. “El grupo que soporta la carga fiscal más alta, los trabajadores, es diferente del grupo que más se beneficia del estado de bienestar, los pensionistas”; en consecuencia se recomienda incentivar “una mayor dependencia de los impuestos sobre el capital, los ingresos de la propiedad y de las pensiones”. Para equilibrar la balanza, la OCDE promueve que los jubilados paguen más por los servicios que reciben. Evidentemente este Think Thank del pensamiento neoliberal olvida que los ingresos de los pensionistas son en general muy inferiores a la media y que las tasas de reposición, precisamente por las recomendaciones de la OCDE, van a la baja. Se sugiere también como vía de estabilizar el supuesto “déficit”, que las pensiones han de ser gravadas con nuevos impuestos o reducidas sus cuantías; en definitiva, que los mayores tarden más en acogerse a la jubilación y que paguen más por la sanidad: “El cuidado de la salud se ve particularmente afectado por el envejecimiento de la población, ya que los adultos mayores tienden a consumir más servicios de salud que la población activa”. En la misma línea propone la subida del IVA, uno de los impuestos indirectos  que más afectan a las clases humildes, eliminando los tipos reducidos y superreducidos. Por otra parte se propone un incremento en el IRPFM; en general se pretende que: “Todos los tipos de impuestos pueden volverse más eficientes ampliando su base imponible y reduciendo excepciones”

Es una propuesta sencillamente criminal que pretende endurecer los impuestos al consumo. Se quiere teóricamente compensar la caída de ingresos por impuestos producidos por la jubilación. La OCDE sabe que el IVA es uno de los impuestos que influyen sobre la presión demográfica. En nuestro país los grandes grupos de presión a través de las escuelas de negocio pretendían incrementar el IVA farmacéutico al 23%. Fue el gobierno Rajoy quien subió este impuesto del 10 al 21%, los centenares de defunciones evitables a causa del alto costo de los medicamentos contra la hepatitis C en 2015 fue una de las consecuencias más evidentes.

La lección extraída es clara; al incrementar los impuestos indirectos que tienen un fuerte impacto en la población de edad avanzada se promueve la reducción de la esperanza de vida y el incremento de la mortandad.

La OCDE establece una justificación que carece de base analítica: supone que “en países donde el consumo aún no está sujeto a impuestos elevados, las tasas podrían incrementarse para impulsar la resiliencia al envejecimiento”. Nadie se explica cómo los mayores impuestos sobre productos básicos puedan disuadir de acogerse a la jubilación, a no ser evidentemente que hayamos bajado tanto las pensiones que obliguemos a la gente a trabajar hasta edades avanzadas para poder sobrevivir. Norteamérica es el ejemplo a seguir. La esperanza de vida en EEUU sigue descendiendo año tras año, en estos momentos China con 1.400 millones de habitantes tiene casi la misma esperanza (77,1 años) de vida que los norteamericanos, (77,28 años) mientras que países como el nuestro los supera por  cinco años  de promedio.

El aumento de la esperanza de vida es una de las obsesiones de los técnicos de la OCDE. Periódicamente se hacen predicciones catastrofistas que irremediablemente se demuestran falsas.  Para justificar su objetivo (reducir las pensiones y reducir los pensionistas) no dudan en utilizar una única variable como eje de estudio: la esperanza de vida. Se olvidan interesadamente de la actividad económica generada a partir de la jubilación, se olvidan de las aportaciones hechas por parte de los jubilados al erario público y de cómo los superávits en las cotizaciones sociales han alimentado los presupuestos generales, los miles de puestos de trabajo que se precisan y como ese factor es un activo económicamente clave en nuestro país, por ejemplo.

El informe es de una calidad técnica tan discutible que pretende convencernos de obviedades que no requieren de analistas. Que los ingresos de las naciones avancen a diferentes velocidades teniendo en cuenta los cambios demográficos en cada país es una afirmación que cualquiera, sin conocimientos económicos, puede entender; que el efecto demográfico está relacionado con los salarios o el cambio en los patrones de consumo es una verdad de Perogrullo que se pretende presentar como una suerte de descubrimiento de la piedra filosofal.

El Neoliberalismo intentará exportar su crisis nuevamente a las clases populares. Invocarán una vez más la imposibilidad de cambiar las cosas y se ampararán en un montón de guarismos que como hemos visto una y otra vez son falsos. No se trata ya de una ley mejor o peor, el capitalismo Neoliberal pretende ampliar sus ganancias a costa de la vida de los jubilados. En esta tesitura de nuevo las palabras de Eduardo Galeano retumban cuando habla de los Nadie: ”que valen menos que la bala que los mata”.

Nota
[1] hrome-extension://efaidnbmnnnibpcajpcglclefindmkaj/https://www.mundosigloxxi.ipn.mx/pdf/v05/20/04.pdf

Fuente de la Información: https://www.elviejotopo.com/topoexpress/ocde-eliminar-a-los-pobres-no-la-pobreza/

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América Latina y el Caribe: Los aires contaminados de la Independencia

Los aires contaminados de la Independencia

Carolina Vásquez Araya

Las celebraciones de septiembre omiten el verdadero concepto de Independencia.

En varios países de nuestra América resuenan, durante septiembre, las proclamas, los homenajes y las fiestas de celebración de los más de doscientos años de una declaración de independencia que cada día muestra con mayor nitidez sus agujeros. A pesar de los años transcurridos, ha quedado patente la fragilidad de nuestras estructuras sociales, en donde se ha conservado casi intacto un sistema colonial de poder basado en pueblos privados de educación, élites poseedoras de los mecanismos legales y jurídicos indispensables para garantizar su hegemonía y, como colofón, en ideologías que lo justifican.

Nos han repetido hasta el cansancio que la pobreza es cosa del destino; que más importante que rebelarse contra ella, es llevarla con dignidad. Inculcaron en el imaginario colectivo -a fuerza de sermones de púlpito- la idea de la resignación ante los designios divinos, como si la miseria y la explotación fueran pruebas anticipadas para merecer el paraíso. Nos dieron una versión edulcorada de la Historia de nuestros países en la cual dominaron las nuevas aristocracias criollas que, unidas en consenso, crearon a su medida las normas que regirían a partir de entonces y, de común acuerdo, se repartieron todos los privilegios.

El colonialismo de entonces se fue sofisticando a lo largo de los años y su enorme poder, desde el dominio de la economía hasta la injerencia en las decisiones y la conformación de los poderes de los nuevos Estados, ha logrado mantener no solo la estructura social sino también una actitud de aceptación de este sistema depredador, alejado del propósito de construir auténticas naciones independientes y soberanas. Sin embargo, en este escenario solemos pasar por alto a otros protagonistas de nuestra historia: las organizaciones criminales.

Premunidas de un poder difícil de medir, las organizaciones dedicadas al narcotráfico, a la trata de personas, al secuestro, al contrabando de los tesoros nacionales, al lavado de activos y a la manipulación de las leyes se han infiltrado con pasmosa habilidad en casi todas las instituciones de nuestros Estados -con especial énfasis en los partidos políticos- manteniendo así su capacidad de maniobra y la impunidad sobre sus operaciones. Esta es una realidad ante la cual los estamentos encargados de resguardar la paz social y la independencia de los poderes, son impotentes o han sido ya dominados y vencidos.

El crimen organizado se ha infiltrado profundamente en nuestros Estados.

La independencia, sin perjuicio de lo que significa la inmensa presión de potencias extranjeras sobre nuestros gobernantes, es un mito cada vez más débil. Las celebraciones, tan esperadas por nuestros pueblos, llevan en sí el sello del silencio ante los abusos de las castas privilegiadas y sus instrumentos de represión. El concepto mismo de independencia -el cual se acepta como una realidad, sin la menor resistencia- requiere de una revisión profunda; y, como resultado, de un ejercicio colectivo de reflexión sobre los conceptos e ideas, inculcados desde la niñez, sobre los cuales se apoya este viejo mito.

La verdadera independencia descansa sobre un sistema auténticamente democrático, justo e igualitario. En tanto existan pueblos explotados, grupos sociales discriminados y criminales al mando, las celebraciones de independencia constituyen una enorme mentira y una cara distracción que pone en suspenso, por unos días, esa importante tarea pendiente.

Blog de la autora: www.carolinavasquezaraya.com

@carvasar

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Fuente de la Información: https://rebelion.org/los-aires-contaminados-de-la-independencia/

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Los niños se enfrentan a una sequía mortal en el Cuerno de África

Los niños se enfrentan a una sequía mortal en el Cuerno de África

La crisis del agua está devastando vidas en Yibuti, Etiopía, Kenia y Somalia.

UNICEF

Los años consecutivos de lluvias por debajo del promedio en el Cuerno de África han creado una de las peores emergencias relacionadas con el clima de los últimos 40 años.

La sequía prolongada está obligando a las familias a abandonar sus hogares en busca de alimentos y agua, poniendo en riesgo su salud, seguridad y educación.

Más de 20 millones de personas, incluidos 10 millones de niños, en Djibouti, Etiopía, Kenia y Somalia  necesitarán asistencia con agua y alimentos hasta 2022.

Como la desnutrición severa y el riesgo de enfermedades transmitidas por el agua chocan, los niños podrían morir en números devastadores a menos que se brinde apoyo urgente.

Arriba: Un niño recoge el agua que puede encontrar en el lecho seco de un río en Dolow, Somalia.

 

Los impactos de la sequía inducida por el cambio climático en el Cuerno de África.

UNICEF y sus aliados están sobre el terreno para apoyar a los niños con servicios que salvan vidas y para ayudar a desarrollar la resiliencia de las familias a largo plazo en un esfuerzo por evitar que la sequía destruya vidas en los años venideros.

Obligado a abandonar el hogar

Hibo, de 10 años, lleva agua en un bidón a su hogar temporal en un campo de desplazados internos en Somalia

Hibo, de 10 años, lleva agua en un bidón a su hogar temporal en un campamento para desplazados internos en Somalia. “Salimos de nuestra casa en Guriel y caminamos durante 10 días para llegar al campamento de Kaharey”, dice.

La escala del desplazamiento es inmensa: Somalia tiene 3,7 millones de desplazados internos y Etiopía tiene 4,2 millones de desplazados internos y 800.000 refugiados.

Niños en un sitio para personas desplazadas internamente (IDP) en Etiopía.

Niños desplazados de sus hogares en Etiopía.

Las mujeres se reúnen en un campo de desplazados internos en Higlo, Etiopía.

Las mujeres se reúnen en un campamento en Higlo, Etiopía.

Las familias con niños y adolescentes en movimiento o en campamentos de emergencia están en riesgo de violencia o abuso. También obliga a las mujeres y los niños a pasar más tiempo recolectando agua, exponiéndolos a movimientos inseguros lejos de sus hogares.

Ayesha Abdi, de 18 años, en el campo de desplazados internos de Waffi, Mogadishu, Somalia.

Ayesha Abdi, de 18 años, sostiene a su hijo en el campamento de Waffi, Mogadishu, Somalia.

“Llegamos a este campamento hace siete días, con la esperanza de que las cosas mejoren. Mi familia ha perdido todo nuestro ganado y camellos. Todos murieron porque no teníamos agua para darles. No tenemos nada. Necesitamos cosas para nuestras necesidades básicas, como comidas y agua”.

Vida diaria racionada

Hafsa Bedel, madre de seis hijos, lucha por salvar la vida de sus jóvenes camellos.

Hafsa Bedel, madre de seis hijos, lucha por salvar la vida de sus jóvenes camellos en Etiopía. Habiendo perdido ya 25 animales, los mantiene cerca de casa por temor a que no encuentren comida ni agua. “No puedo permitirme alimentarlos con maíz. Ni siquiera tenemos suficiente para nosotros”, dice.

Un burro lleva un bidón con agua Shimbry Village, condado de Garissa, Kenia.

El condado de Garissa en Kenia está experimentando una situación sin precedentes: una sequía prolongada que se suma a la pandemia de COVID-19.

Personas en el condado de Garissa, Kenia, recogiendo agua. Comunidades enteras de pastores se han visto obligadas a abandonar sus hogares en busca de agua para sus familias y su ganado.

 

Una cuestión de supervivencia

Muna sostiene a su bebé Sukra en un Centro de Estabilización apoyado por UNICEF que trata a niños con desnutrición en Somalia.

Baby Sukra en un centro apoyado por UNICEF donde los niños reciben tratamiento por desnutrición en Somalia.

El acceso deficiente al agua potable pone en peligro las posibilidades de supervivencia de un niño. La escasez de agua aumenta el riesgo de diarrea, una de las principales causas de muerte de los niños menores de 5 años, así como de enfermedades como el cólera, la hepatitis A, la fiebre tifoidea y la poliomielitis.

Una niña pequeña y su abuela en el puesto de salud apoyado por UNICEF en el campo de desplazados internos de Gode en Etiopía.

Una niña pequeña y su abuela en el puesto de salud apoyado por UNICEF en el campamento de Gode en Etiopía.

Un trabajador de la salud mide el brazo de un niño para evaluar su estado nutricional en el sitio de desplazados internos de Higlo en Etiopía.

Un trabajador de la salud mide el brazo de un niño para evaluar su estado nutricional en el campamento de Higlo en Etiopía.

Sin agua, los cultivos no pueden crecer y los animales y el ganado mueren. La pérdida resultante de alimentos nutritivos, junto con el acceso deficiente a agua potable y saneamiento, expone a los niños a un alto riesgo de desnutrición.

Mersinale, que acaba de recibir el alta después de recuperarse por completo de la desnutrición en un centro de estabilización apoyado por UNICEF en el Hospital Hargeisa, Somalia.

Obsinale, de un año, se está recuperando de la desnutrición en un centro apoyado por UNICEF en el Hospital Hargeisa, Somalia. Vino aquí con su hermana gemela Mersinale, a quien acaban de dar de alta después de recuperarse por completo. Las camas aquí están llenas y solo hay espacio para niños recién ingresados.

Al menos 330.000 niños en Somalia necesitan tratamiento vital para la emaciación grave , la forma más mortal de desnutrición, mucho más que los 190.000 que requirieron tratamiento durante la hambruna de 2011 en el país.

Educación en espera

La sequía está afectando la asistencia escolar en las áreas afectadas. En general, 15 millones de niños en el Cuerno de África no asisten a la escuela y se estima que otros 3,3 millones corren el riesgo de abandonar la escuela debido a la sequía.

Abdurazak Mohammed, un alumno de sexto grado, lleva sus burros a casa al anochecer.

Abdurazak Mohammed, un alumno de sexto grado, lleva sus burros de vuelta a casa al atardecer, en la región somalí de Etiopía. “Muchas familias enviaron a sus hijos con su ganado. Los profesores también se fueron. Entonces la escuela está cerrada. Me entristece ver mi escuela cerrada. Quiero ser maestra cuando sea grande”.

Bukhari Aden, de 10 años, acompaña a su madre a recoger agua de un estanque.

Dama Mohammed recoge agua de un estanque en Beda'as kebele, Etiopía

Bukhari Aden, de 10 años, acompaña a su madre, Dama Mohammed, que recoge agua de un estanque en Etiopía. Después de dar agua a los camellos y al burro, regresan a casa con dos bidones para las vacas. Nunca ha ido a la escuela. “En nuestro pueblo los niños son los responsables de cuidar a los animales. No hay agua cerca del pueblo. Si hay agua disponible cerca, sería fácil para mí ir a la escuela”.

Respondiendo a la crisis

UNICEF y sus aliados están brindando servicios que salvan vidas a niños y sus familias en extrema necesidad en todo el Cuerno de África. Estamos en el terreno brindando servicios esenciales de salud, nutrición, educación y protección infantil.

Para brindar soluciones a más largo plazo, estamos trabajando para mejorar el acceso a servicios de agua, saneamiento e higiene resistentes al clima, perforando fuentes confiables de agua subterránea y desarrollando el uso de sistemas solares.

 

Fatuma vierte agua obtenida de un pozo de energía solar para sus cabritos en Puntland, Somalia.

Fatuma vierte agua obtenida de un pozo de energía solar instalado por UNICEF con el apoyo del Gobierno del Reino Unido en Puntland, Somalia. Su familia posee 230 cabras, ovejas y camellos que cuida su padre Abdirizak Yusuf.

“Este pozo es como un oasis en el enorme desierto sin agua”, dice Abdirizak.

El pozo resistente al clima de 400 m de profundidad proporciona agua sostenible a unas 18 000 personas y su ganado.

que tiene que pasar

UNICEF ha lanzado un llamado a la acción regional para abordar la crisis de la sequía. Si se satisfacen las necesidades de financiación inmediatas, el apoyo vital puede evitar consecuencias catastróficas.

Pero las sequías recurrentes y la creciente inseguridad hídrica requieren inversiones a largo plazo en servicios de agua, saneamiento e higiene, gestión del agua e infraestructura resistente al cambio climático. El cambio climático está provocando variaciones impredecibles en los patrones de temperatura y lluvia, que se espera que aumenten, tanto en frecuencia como en intensidad.

Se requieren soluciones duraderas para garantizar la seguridad del agua para todos, en todo momento.

 

Fuente de la Información: https://www.unicef.org/stories/climate-drought-horn-of-africa

 

 

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Venezuela: Elementos esenciales para el éxito escolar

Elementos esenciales para el éxito escolar

Antonio Pérez Esclarín

El inicio del nuevo curso escolar me brinda la oportunidad de insistir en algunos elementos que, según varias investigaciones y mi propia experiencia, son fundamentales para garantizar el éxito de los alumnos. En primer lugar, un fuerte liderazgo pedagógico del director o directora. Escuelas y liceos se parecen demasiado a su director: Si es dinámico, activo, apasionado por la educación, con autonomía y poder de decisión, preocupado por la formación de su personal, el centro educativo refleja inquietud, preocupación, motivación, orden, búsqueda de la calidad. Si es un mero burócrata que se refugia en los papeles, que ha llegado al cargo por su fidelidad politiquera, que está cansado y sin entusiasmo, probablemente el centro educativo estará hundido en la mediocridad y en la rutina improductiva. Necesitamos, en consecuencia, directivos promotores de entusiasmo, formación e innovación, coherentes, que predican con el ejemplo, expertos en humanidad y en educación, para que sus educadores asuman con creatividad y entusiasmo su tarea de enseñar conocimientos, sentimientos y valores.

Un segundo elemento esencial para el éxito escolar es contar con un equipo de educadores motivados, conscientes de la transcendencia de su labor, en formación permanente no tanto para aumentar su currículo, sino sobre todo para servir mejor a sus alumnos, con salarios adecuados que les permitan vivir con dignidad, descansar apropiadamente y seguirse formando. El educador debe ser una persona que disfruta con lo que hace, que ama su profesión, que acude con ilusión, “con el corazón maquillado de alegría”, a la tarea diaria, porque entiende y asume la importancia de su labor, porque se siente educador, maestro, sembrador de sueños y esperanzas, escultor de corazones nobles y generosos, formador de personas y de ciudadanos, y no mero dador de programas y clases.

Otro elemento para el éxito escolar es garantizar a todos los alumnos las herramientas esenciales para un aprendizaje autónomo y permanente: lectura personal y autónoma de todo tipo de textos y del contexto, de los nuevos lenguajes digitales y de la imagen; escritura, pensamiento lógico-matemático y científico, solución de problemas, ubicación en el espacio y en el tiempo; y de aquellas actitudes esenciales para un aprendizaje autónomo y permanente: curiosidad, reflexión, investigación, crítica y autocrítica, deseos de aprender y de hacer las cosas cada vez mejor, exigencia, esfuerzo, trabajo en equipo.

Otros factores para el éxito escolar, son la fuerte relación entre el centro educativo y las familias de los alumnos; el buen estado del centro y la adecuada dotación para posibilitar los aprendizajes esenciales, incluyendo la comida pues no es posible aprender con el estómago vacío; el clima de orden, respeto y seguridad en los centros y el entorno; el número de días de clase y el uso eficiente del tiempo en el aula, pues está bien comprobado que no sólo se pierde el tiempo cuando se suspenden las clases (y en Venezuela se suspenden por demasiados motivos), sino que también se pierde cuando los alumnos se dedican a hacer actividades rutinarias como copiar del pizarrón, que no llevan a aprendizajes significativos y resultan muy tediosas y aburridas. De ahí la necesidad de superar de una vez esa pedagogía que enseña a copiar y responder preguntas intrascendentes y proponer la pedagogía que promueve la creatividad, la crítica, la productividad y la solución de problemas.

pesclarin@gmail.com
@pesclarin
www.antonioperezesclarin
Fuente de la Información: https://www.eluniversal.com/el-universal/138137/elementos-esenciales-para-el-exito-escolar
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Universidades y paz total

   Las Universidades tienen ética y socialmente el compromiso incuestionable de comprometerse con la construcción de paz total.

    La creación de la universidad intercultural indígena, anuncia prácticas, concepciones y modos de acción distintos sobre la formación profesional, infraestructuras, compromisos y saberes en integración de comunidad y territorio desde la misma vida cotidiana; al mismo tiempo aparece en el panorama la universidad del trópico, Unitrópico, con enorme responsabilidad en el amplio entorno de la Orinoquia colombiana, con puertas de entrada y salida hacia la inmensa llanura y la valiosa biodiversidad de la selva amazónica. Se amplía de 32 a 34 el número de universidades del sistema universitario estatal SUE, con presencia en todos los territorios.

      La capacidad del SUE se dimensiona con la oportunidad que tiene para proyectarse hacia el mejoramiento de las oportunidades educativas para todos los jóvenes y no sólo para quienes pueden vivir el sueño del estudio en las ciudades, pero además, para ahondar en la comprensión de territorios y saberes aún inexplorados, aportar para desarrollarlos conforme a identidades, culturas, patrimonios y demandas propias de bienestar de poblaciones y gentes marginadas u olvidadas, y ratificar su compromiso de incorporar a su visión la construcción de la paz total estable y duradera que libere de violencias y empuje al país a su consolidación como sociedad basada en derechos.

        Las universidades públicas que, por naturaleza, son una mezcla de ciencia, cultura y libertades, se deben a la nación. Su esencia se determina en la docencia para emancipar, la investigación para promover el bienestar y la convivencia, y la extensión para sostener vínculos de solidaridad con la sociedad. En su misión todas anuncian la formación integral y creación de conciencia crítica, que remite a conductas éticas en profesiones, ciudadanías y sentido de humanidad, para reconocer el todo y sus partes, respetar a los otros y atender diferencias en todos sus géneros y maneras de representación, para que nadie pueda pretenderse juez moral de otro, ni verdad única a seguir.

       La condición de territorios de paz de las universidades, desarmadas en sus espíritus, verbo y acciones, las conmina a asumir responsabilidades efectivas, a asegurar la calidad e impacto de sus intervenciones en las transformaciones sociales y humanas y defender la vida y el bien público. Es hora de cambiar su actual modelo de gestión de resultados basados en indicadores formales y de tomar distancia de filosofías empresariales y de negocios, que reportan recursos a un lado y detrimentos en la calidad del otro. Resignificar su naturaleza y misión será el camino necesario para liberarse de las funestas ataduras del modelo neoliberal incrustado con la ley 30 de 1992 que cambió la morfología de las universidades, atrajo a muchas a asumir la autonomía como una libertad de mercado, enviando al margen la concepción de la educación como derecho. El desafío inmediato, que ojalá se traduzca en una declaración pública, está en la reconstrucción de su visión que el mercado como sistema abierto alteró y permitió que el capital destituyera la esencia política del hacer académico.

      Volver a reconocer la naturaleza universitaria científica y cultural, es un paso obligado para avanzar en sistemas de garantías a la educación superior como derecho humano. El estado sabe que llegó el momento para formular la política pública de la educación superior y que la universidad pública espera ser totalmente financiada con el presupuesto de la nación, y en reciprocidad asumir un compromiso esencial para dirigir sus esfuerzos a la construcción material de la paz total, volcando las capacidades colectivas de estudiantes y docentes a acompañar de inmediato a la sociedad en la formación integral, en territorios, campos y ciudades, barrio a barrio, otra vez en extensión solidaria.

      Si las universidades asumen el compromiso por la paz, serán cerca de un millón de universitarios/as, interactuando con la población, en busca de superar rápidamente las anomalías e ir hacia la tranquilidad que tienen los países pares de la OCDE, en los que la paz es la condición esencial del estado de derecho y fuente principal del respeto a derechos humanos y garantías para la convivencia libre de temores. En los planteamientos de paz total, colocados en el centro de la brújula del gobierno, las universidades están convocadas a cumplir un papel protagónico movilizando su ciencia, cultura, rebeldía y solidaridad humana hacia los sectores de población más vulnerable. Paz total es más que la suma de conflictos resueltos y para las universidades llega un momento oportuno para liberarse de rezagos todavía medievales y dejar atrás sus actuaciones de instituciones-máquina conducidas por estímulos políticos y de mercado a veces, jurídicos otras, que las limitan para actuar y resolver sus asuntos y conflictos con base en la dialéctica y argumentos o permanecen extraviadas entre marañas de indicadores, metas y clasificaciones que violentan la condición del ser del docente, estudiante o funcionario y como instituciones responden acríticamente a impulsos del mercado y poder, condenando al silencio el argumento y la palabra. El gobierno popular abre sus puertas para construir país, de abajo hacia arriba, del territorio y la institución hacia el centro y el ministerio ofrece escuchar sin las presiones a las que estaban sometidas. Es momento para volver a hablar con autonomía, no para vender y extenderse de manera ilimitada, pero sí para volver a hacer parte vital de la vida social, recuperar el afecto y la confianza de la gente, autoconvocarse a volver sin demora a la plenitud de las ideas, al debate abierto, al diálogo franco y al rechazo unánime de toda violencia, amenaza, chantaje, temeridad e intereses personales o privados disfrazados de interés colectivo.

        Las universidades pueden ser parte inevitable para atajar la desigualdad e impedir los fascismos, y sobre todo para participar como actor relevante en la tarea hasta ahora no explorada de promover el desarme total de la sociedad civil, sus grupos y manifestaciones y reducir hasta erradicar las violencias cotidianas. Pueden aportar en las negociaciones políticas con las insurgencias, al amparo de las reglas de la guerra y contribuir con el acogimiento y desarticulación de grupos criminales. Las universidades en particular las públicas, tienen la responsabilidad y oportunidad real de desmontar sus egos (sostenidos a veces con solas formalidades) y sus miradas hacia sí mismas y reconducir agendas de movilización de sus acumulados y experiencias de resistencia hacia la construcción de paz total, mirando hacia la sociedad otra vez, extendiendo hacia ella su visión y prácticas de formación integral de seres humanos y comprometer sus esfuerzos institucionales desde su papel activo en el plan de desarrollo en construcción de abajo hacia arriba, hasta en la creación de culturas hoy inexistentes de legalidad, democracia y ciudadanía necesarias en la formación de la sociedad de derechos.

Fuente: https://rebelion.org/universidades-y-paz-total/

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La USICAMM reproductora de injusticias: el caso de los docentes de secundaria

Por: Israel Moreno Salto

«Asombrosamente, los gremios sindicales que deberían estar al pendiente de los derechos laborales de sus nuevos agremiados simplemente brillan por su ausencia.»

Una de las piedras angulares de la reforma educativa de Peña Nieto fue sin duda la creación y operación del Servicio Profesional Docente (SPD). Posterior a su caída en el 2019 se irguió sobre sus ruinas la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros (USICAMM), cuya misión era fungir como una especie de acción afirmativa que repararía las injusticias causadas por su antecesor. Desafortunadamente, a la fecha persisten grandes injusticias y desigualdades en la entrega de plazas a docentes de nuevo ingreso. Esta nota pondrá énfasis en el caso de secundaria, sin embargo, se reconoce que cada nivel tiene sus propias sutilezas al respecto.

¿A qué desigualdades me refiero? mientras que a los aspirantes seleccionados a ingresar al servicio público docente en los niveles de preescolar y primaria se les otorga una plaza equivalente a 20 horas, a los docentes de secundaria comúnmente solo se les permite elegir un módulo. Es importante notar que estos varían de asignatura en asignatura y de un centro de trabajo a otro, sin embargo, pueden llegar a ser de hasta dos horas a la semana en el caso de los docentes de artes o educación física.

Hace algunas semanas fui testigo de la asignación de plazas de nuevo ingreso en secundaria. En este proceso, se les informó a los aspirantes que solo tenían derecho a elegir un módulo por persona. La asignación fue variada y para nada equitativa: mientras que algunos docentes lograron obtener 16 horas, otros se quedaron solo con seis horas a pesar de haber logrado los primeros lugares en la lista de prelación. Este suceso me hizo recordar mi participación en el concurso de ingreso a secundaria por medio del examen de Alianza por la Calidad de la Educación (ACE) en el periodo de Calderón. En ese entonces, aunque logré obtener el segundo lugar en la lista de prelación únicamente se me ofrecieron dos módulos de cuatro horas, uno en una escuela a las orillas de mi ciudad y el otro en un ejido.

Los hechos descritos anteriormente sugieren que la ACE del PAN, el SPD del PRI y la USICAMM de MORENA, además de compartir la ideología de la meritocracia también reproducen y legitiman desigualdades de manera similar entre los docentes de nuevo ingreso. Al respecto, las autoridades del USICAMM argumentan que estas injusticias se generan por las propias necesidades del servicio educativo, no obstante, se puede apreciar que existe un desinterés de su parte por buscar alguna propuesta de mejora. Asombrosamente, los gremios sindicales que deberían estar al pendiente de los derechos laborales de sus nuevos agremiados simplemente brillan por su ausencia.

Fuente de la información: https://profelandia.com

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