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Ciencia y Tecnología en tiempos de pobreza.

Por: Manuel Martínez Morales.

¿Por qué preguntarnos aquí y ahora por la relación entre ciencia, tecnología y sociedad? ¿Acaso no existen asuntos de mayor importancia sobre los cuales discutir o disertar en estos tiempos de penuria? Tal vez revisando lo aseverado por quienes han reflexionado a profundidad en estas cuestiones sea posible orientarnos. “La ambición última de la ciencia entera es fundamentalmente, como creo, dilucidar la relación del hombre con el universo”, dice Jacques Monod, Premio Nobel de Fisiología y Medicina en 1965 y autor de El Azar y la Necesidad: Ensayo sobre la Filosofía Natural de la Biología Moderna. Mas esta relación del hombre con el universo se da mediada por la historia y por las relaciones de los hombres entre sí, la relación está condicionada por el ser social del hombre; no es una relación puramente individual. Observo el universo a partir de mis sentidos cultivados, socializados; me oriento en el mundo empleando el lenguaje; exploro la naturaleza utilizando la ciencia y los instrumentos técnicos a mi alcance, elementos culturales por excelencia.

Intento imaginar como perciben el universo material y el mundo social los hombres y mujeres que se cuentan entre los cincuenta millones de mexicanos que viven en la pobreza extrema. El nombre de Monod y las brillantes teorías de la biología contemporánea son ajenos a ese universo que se experimenta en la carencia de lo más elemental: comida, techo, vestido, salud, educación. La pobreza material induce un deterioro general del individuo; conlleva la pobreza cultural de quien la sufre, limitando sus posibilidades de desarrollo personal y de participación social. El hambre, las enfermedades y la ignorancia crónicas convierten a los hombres en guiñapos, susceptibles de ser sometidos y manipulados con facilidad.

Hay que insistir en que la ciencia y la técnica per se, no tienen ni pueden tener como objetivo el abatimiento de la pobreza o la consecución de mayor igualdad social. Las desigualdades y la pobreza desaparecerán sólo si se transforman las relaciones entre los hombres. Mas en un proceso de auténtica transformación social, la ciencia y la técnica juegan un papel subsidiario pero indispensable, ya que el conocimiento técnico-científico puede contribuir a acelerar los procesos de transformación en diversos ámbitos (en la producción industrial y agrícola, en la planificación económica, en la educación, etcétera). También la difusión y la divulgación del pensamiento científico acercan al hombre -como señala Monod- a comprender su relación con el universo y con los demás hombres, enriqueciendo sustantivamente su vida concreta y cotidiana.

El filósofo Martin Heidegger afirma contundentemente que “la técnica es el olvido del ser”, para luego precisar: “La esencia de la técnica moderna lleva al hombre al camino de aquel desocultar, por el que lo real deviene por todas partes y de una manera más o menos perceptible, constante.” Aunque en el camino de este desocultar, advierte el filósofo, se presenta un peligro supremo para el hombre: extraviarse en la apariencia y volverse, el hombre mismo, en una constante más. “Entretanto, el hombre ya no se encuentra más, ni en parte alguna, precisamente a sí mismo, es decir, a su esencia”. (Filosofía, Ciencia y Técnica, Ed. Universitaria, Santiago de Chile, 1997)

¿Por qué meditar sobre la ciencia y la técnica? ¿Acaso la técnica, como producto de la actividad de los hombres, no es algo inmediato y transparente? Debe meditarse sobre la esencia de la técnica, sostiene Heidegger, precisamente porque esa esencia no está dada en los objetos técnicos ni puede ser definida tampoco en el seno de límites exclusivamente antropológicos. Afirmaciones que se asocian a la idea de que con el desarrollo de la técnica occidental el hombre reta a la naturaleza; la ciencia moderna se ha desarrollado en contra de Dios y de los dioses.

Entonces, la cuestión de la técnica debe ser un tema central en nuestros días, pues por primera vez desde el origen del hombre, los procesos se globalizan y comienza la integración de miles de culturas diversas a un solo polo organizador, que es fundamentalmente económico y técnico, inaugurando una nueva forma de organización social que se practica y se impone a nivel planetario.

La visión de Heidegger no deja de ser apocalíptica. Con gran sentido profético, el filósofo sentenciaba hace muchas décadas: “Más inquietante que la conquista del espacio, se anuncia la transformación de la biología en biofísica. Esto significa que el hombre puede ser producido conforme a un fin determinado, con no importa qué objeto técnico.”

Resumiendo lo hasta aquí expuesto podemos decir, un tanto simplificadamente, que hay dos visiones contrapuestas sobre la ciencia y la técnica; la visión “optimista”, de la que Monod sería un exponente, según la cual la ciencia ayuda al hombre a esclarecer su relación con el universo e implícitamente se infiere que la práctica científica contribuirá, si es bien “aplicada”, al beneficio social. Esta posición es eminentemente teórica e instrumentalista: la ciencia es neutral, no es en si misma buena o mala, el uso que le dan los hombres es el que orienta en un sentido o en otro las aplicaciones de la ciencia. Por otro lado, la visión “pesimista” sobre la ciencia, según la cual la ciencia y la técnica entrañan un peligro supremo para el hombre -palabras de Heidegger-, se aleja del instrumentalismo y, a pesar de su tono metafísico, plantea un verdadero problema práctico: el hombre enfrentado a una de sus obras cumbres: el saber técnico-científico. Pero en un caso y otro, se encuentra presente la dimensión social de la ciencia y de la técnica. En estas dos concepciones se hace patente que ciencia y tecnología, al igual que el lenguaje y las artes, son construcciones sociales condicionadas histórica y culturalmente.

Fuente: http://insurgenciamagisterial.com/ciencia-y-tecnologia-en-tiempos-de-pobreza/

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¿Es necesaria una reforma educativa?

El futuro de España depende de nuestra capacidad de aprender.

Por: Jose Antonio Marina.

El mundo entero está en estado de efervescencia educativa. El informe de la OCDE Política educativa en perspectiva 2015 revisa 450 reformas educativas, llevadas a cabo entre 2008 y 2014. El título del libro de Charles M. Payne So much Reform, So Little Change, nos hace ser cautelosos. Tan peligrosa es la inmovilidad como instalarse en un cambio permanente. Las reformas tienen dos objetivos. El primero, mejorar los resultados educativos en aquellas naciones que los tienen malos o mediocres. El segundo, la necesidad de acomodar los sistemas educativos a un mundo cambiante. La sociedad española debe ser consciente de que hemos entrado en la “sociedad del aprendizaje”, y que nuestro futuro depende de nuestra capacidad de aprender.

Todos los niveles educativos deben mejorar su calidad, para lo que necesitan más autonomía, mayor diferenciación entre los centros, mejor selección y formación del profesorado, mejores procedimientos de gobernanza, y sistemas rigurosos y estrictos de evaluación. Nada de esto puede conseguirse sin un aumento del presupuesto. Es imprescindible, dedicar a la educación un 5% del PIB, como mínimo. En Educación infantil, necesitamos aumentar la oferta de 0 a 3 tres años, y universalizar en primaria la enseñanza bilingüe. En todo el mundo, la educación secundaria es la más conflictiva.

Debemos hacerla más flexible en todos los sentidos: en los currículos, en el modo de organizar los centros, en la edad (no debe ser la que determine el curso en que se integra un alumno), en la financiación (los centros que se encuentran en zonas socioeconómicas deprimidas deben tener más presupuesto, y también los centros que tengan más iniciativas), en la utilización pedagógica de las nuevas tecnologías. Para mejorar la escuela hay que elevar la calidad de los docentes y de los equipos directivos, y ayudar a las familias. Las líneas de actuación están en el Libro blanco de la profesión docente.

La formación profesional dual es eficaz, pero no se improvisa. Exige la colaboración de las empresas y una especial formación del profesorado (son los docentes que tienen que recibir una formación continua más acelerada). De nada servirá si no cambia la percepción social de la formación profesional. Tiene que dejar de ser considerada un refugio para torpes. Los problemas son difíciles, pero, como expliqué en Despertad al diplodocus, podemos tener un sistema educativo de alta calidad en el plazo de cinco años. Y sería injusto, además de estúpido, que no lo consiguiéramos.

Fuente: http://politica.elpais.com/politica/2016/11/04/actualidad/1478279400_697206.html

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Se solidarizan con familias necesitadas.

Por: Heriberto Rodriguez.

Las autoridades educativas de nivel básico buscan reunir la mayor cantidad posible de víveres, como productos para la higiene personal y alimentos enlatados no perecederos.

La supervisión de la 50ª. Zona Escolar en esta ciudad a través de las direcciones de las escuelas primarias que están dentro de su jurisdicción, viene solicitando la colaboración de los padres de familia para la donación de víveres y artículos diversos que serán enviados para ayudar un poco a todas las familias que resultaron damnificadas por las recientes inundaciones que se registraron en la zona conurbada del sur del estado.

Las autoridades educativas de los diferentes niveles escolares revelaron que con la aportación y generosa ayuda de los padres de familia buscarán poder reunir la mayor cantidad de víveres, como alimentos enlatados y no perecederos, así como artículos para el aseo personal que servirán para poder aliviar un poco todas las carencias de las familias de escasos recursos y que también lo perdieron todo, incluyendo sus pertenencias personales a consecuencia de las inundaciones derivadas de las lluvias que azotaron fuertemente en algunas áreas de Tampico y Altamira, entre otros municipios que salieron muy afectados con las inusuales precipitaciones.

De igual forma, la población estudiantil y personal docente de la Secundaria Técnica #49 “Wilfrido Massieu”, también realiza la recolección de algunos alimentos no perecederos enlatados, además de dotaciones de agua embotellada y demás artículos para el aseo personal como pueden ser papel sanitario, pañales, toallas sanitarias, entre otros productos que son básicos para la higiene de las personas.

Cabe mencionar que a través de los alumnos de nivel básico y educación media, las autoridades educativas ya enviaron por escrito la solicitud de víveres a los respectivos padres de familia, quienes seguramente harán un esfuerzo por colaborar y ayudar a los tamaulipecos que están en desgracia.

Para ello, los mismos planteles educativos servirán como centro de acopios, para luego concentrarlos en alguna parte, ya sea dependencia del sector educativo o gubernamental.

Para finalizar, las autoridades educativas indicaron que en días posteriores, buscarán la manera de hacer llegar toda la ayuda que puedan reunir a través de los alumnos y padres de familia que puedan colaborar con un granito de arena en beneficio de las familias que están sufriendo en estos momentos.

Fuente: http://www.latarde.com.mx/sesolidarizanconfamiliasnecesitadas-287719.html

Imagen: http://www.latarde.com.mx/images/tnfocus/0/0/628/524/2016/11/10/miregion101.jpg

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Nuestra potestad más fundamental como seres humanos.

Por: Ramón Vera.

El vértigo se va apoderando del país. Nada parece entenderse en ese parloteo del diablo, en ese punto ciego, donde no hay relación entre las palabras y los actos, entre los actos y sus consecuencias.

Ante la imposición de políticas públicas por parte de gobiernos y corporaciones que sumen a los pueblos y comunidades en coyunturas no definidas por ellas, nada parece ser lo que es.

Sólo tiene posibilidades de certidumbre la dimensión de las luchas que, desde el ámbito rural o desde las ciudades y sus entrecruzamientos, ejercen los pueblos y sus comunidades para buscar entender lo que les ocurre, hacer sentido de la situación que enfrentan, discutir las maneras de darle la vuelta a los embates y tejer las articulaciones pertinentes para salir bien libradas. Hasta la próxima, claro, hasta que el recrudecimiento las obligue a tomar medidas más radicales, más extremas, más angustiadas o más esperanzadoras.

Como dice con agudeza el arquitecto y fotógrafo Oswaldo Ruiz, “son tantas las microhistorias que fluyen en cada lugar que configuran la macrohistoria que pesa sobre el país”.

Los conflictos se suceden en cualquier región y pueden asumir la forma de una hidroeléctrica, el acaparamiento de toda una cuenca, la contaminación de un río, la devastación de extensiones enormes de bosque —por la deforestación de los talamontes, por el desarrollo inmobiliario o su modo extremo que es la construcción desaforada de series de casas inamovibles de cartón-piedra que rompen el círculo de la vida que todo hogar debería significar.

Los conflictos llegan como carreteras que imponen su lógica contra la historia antigua de los caminos, senderos y veredas que se borronean conforme avanza el trazo que lo corta todo, lo cancela todo: un tajo que desaparece las tradiciones y los trasiegos de miles de pasos.

También es el robo directo de la vida de las personas y comunidades, por la violencia que se nos impone, por la invasión de nuestros terrenos y territorios con invernaderos de monocultivo industrial con mano de obra esclava, o por la retorcida deshabilitación que desploma la sustentabilidad (o la rentabilidad) de las actividades que nos eran cruciales a las comunidades para resolver lo que más nos importa.

Las políticas públicas tan corruptoras, tan invasivas, parecen directamente diseñadas para coartar, baldar, ceñir, reprimir, herrumbrar, borronear, prohibir lo más importante, lo que entraña más memoria, lo más atávico o sagrado.

Sus mentados programas el gobierno los impone y al hacerlo le impone sus reglas de operación a los pueblos, algo que lleva a que los bebés no puedan nacer en los términos definidos por sus mamás y sus familias, a tener que viajar y gastar para cobrar las migajas que les brinda el Estado por ser pobres, desechables, impertinentes y redundantes. Que los lleva a dividirse y asumir su individualidad por encima de su lógica comunitaria colectiva y compartida. Que les exige el esfuerzo de negarse a sí mismos y su historia comunitaria, para poder tener un día siguiente. Que les impide ejercer su territorio y sus cuidados como antes lo hicieron porque eso trastocaría los estándares, las mediciones y sobre todo los criterios, que en términos internacionales se definen como adecuados y que no quieren que ejerzan los pueblos.

Los nuevos tratados de libre comercio que se ciernen sobre México cierran la posibilidad de réplica o expresión de descontento, porque son los mecanismos paralegales que impiden que la gente se defienda por los cauces institucionales de la “legalidad” de un sistema cuyo método y destino son corrupción. Puro desvío de poder que le abre margen de maniobra a las corporaciones y nos cierra la posibilidad de defendernos. Que declara ilegal la custodia ancestral de las semillas o inadecuada la producción independiente de alimentos mientras le concede estatus de desarrollo limpio a las empresas más contaminantes y tóxicas como los criaderos industriales.

Los tratados de libre comercio se han convertido en los instrumentos más contundentes del desvío de poder. Son la carretera que llegará al extremo de privatizar todo el gobierno, gestión, servicio, administración o represión.

Los mecanismos son múltiples como las llamadas instancias de resolución de conflictos que le confieren mayor estatus a las empresas que a los Estados y las naciones (con toda su población). La lógica subyacente es la exigencia de que cualquier ganancia que no haya podido obtenerse (debido a los cuidados de cualquier Estado para defender el bienestar de su población o la sustentabilidad de ambiente), deberá compensarse con grandes sumas y muchas veces repararse, es decir, reinstaurar las condiciones de operación de los depredadores.

Estamos en un momento muy álgido porque todo lo que promueve el gobierno nos enajena o nos arranca del cuerpo social, nos niega una convivialidad en aras de violencia, imposición o rotura de los hilos de la vida. Todo lo que nos mueva a la creatividad, o promueva o encamine a la autonomía nos es prohibido, vetado, menospreciado. Y como premio de consolación se afirma que se nos consulta (para cubrir con requisitos internacionales de operación, no para ejercer con justicia).

Ahora hasta una ley general de consulta nos quiere imponer el gobierno federal cuando que desde 2011 Carlos González señalaba enOjarasca que la consulta “en realidad representa la continuación de las políticas legislativas tendientes a otorgar certeza jurídica a la ocupación y el despojo capitalista de los territorios”, porque tiene como finalidad lograr el “consentimiento previo, libre e informado”, cuando que el consentimiento tiene su contraparte en la negativa y ésa no se contempla. Dice Carlos González: “El consentimiento que las comunidades habrán de otorgar y que deberá de traducirse en acuerdos firmes se refiere primordialmente a los actos de gobierno que actualmente están propiciando la apropiación capitalista de los territorios indígenas: obra pública, expropiación de tierras, otorgamiento de concesiones y permisos para la explotación de recursos propiedad de la nación e imposición de modalidades a las propiedades de los núcleos agrarios. Se trata entonces de concertar el despojo ordenado y legal de los pueblos originarios después de que durante años han sido llevados deliberadamente a la miseria más extrema, en ausencia del reconocimiento constitucional de sus derechos fundamentales y en medio de una sospechosa y violentaguerra en contra del narcotráfico”.

Lo paradójico entonces es que mientras ciertas instancias estatales buscan imponernos una ley de consulta, desde la derecha quieran erradicar toda posibilidad de consultar. Así se nos muestra con claridad en los dichos de un tribunal en una sentencia jurídica que debería defender a los pueblos de la operación nociva de una corporación y que en cambio afirma que “el derecho a la consulta a las comunidades indígenas es una prerrogativa reconocida a favor de las personas físicas que en su conjunto forman parte de una comunidad o de un grupo indígena, precisamente por la necesidad de perpetuar su identidad cultural, el cual es un elemento del que carecen las personas morales [… además este Tribunal insiste en que] lo anterior no significa que el Estado deba consultar a los Pueblos y Comunidades Indígenas siempre que se vean involucrados en alguna decisión estatal, pues se llegaría al absurdo de tener que consultarlos incluso para la emisión de alguna ley o decisión administrativa”.

Esto es sumamente grave porque afirma el carácter individualista del Estado mexicano y porque insiste en que no necesariamente se debería consultar de las imposiciones. Esto nos deja en medio de un marco de referencia jurídico muy restrictivo.

El fondo del asunto es que las instancias responsables de cualquier proyecto nos deberían previamente informar con amplitud y libertad permitiendo que accedamos a todos los elementos necesarios como para consentir o negarnos a sus proyectos en apego a principios muy concretos de autonomía. Sus mecanismos deberían ser reales, no simulados, no coercionados, y no necesariamente pasan por la consulta. De asumir modos de consulta, ésta debería ser vinculante, no sólo indicativa.

Porque la consulta no es suficiente. Está en juego algo más que nuestra realidad cosificada. Toda acumulación inició como un despojo y vuelve a iniciar en cualquier parte como un despojo que tendríamos que entender y detallar. Solemos pensar el despojo como otro de esos procesos que pensamos como cosas.

La tierra, se dice. Despojaron de la tierra a una comunidad. Bueno, qué quiere decir despojaron de la tierra a una comunidad; despojar de la tierra a una comunidad implica una cantidad impresionante de relaciones destruidas de un momento a otro, y esa ruptura fundamental, esa enajenación brutal, ese desligar o arrancar de golpe a la gente de sus procesos de vida, de convivencia o de esperanza es justo la violencia que ejerce el sistema. Cualquier enajenación, cualquier erosión, cualquier menosprecio, cualquier ruptura de los saberes de comunidades o pueblos, de todas las relaciones que acompañan esas cosas concretas que supuestamente son las más diáfanas, es robarle la vida a la gente. Consultarnos si nos quitan o no la vida sin que nuestra respuesta tenga consecuencia alguna, es sumar burla al memorial de agravios. Nuestra negativa o consentimiento es siempre nuestra potestad más fundamental como seres humanos, y ninguna ley de consulta o la idea de que se nos puede imponer cualquier cosa sin consultarnos, nos lo va a quitar.

Fuente: https://desinformemonos.org/nuestra-potestad-mas-fundamental-como-seres-humanos/

Imagen: https://desinformemonos.org/wp-content/uploads/2016/10/Consulta-Gro.jpg

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La vedette de Primaria.

La escuela se transforma. En 2003, la escuela Brasil decidió frenar la sangría de alumnos a manos de los colegios, e ideó una propuesta que estuviera a la altura de la oferta privada. Trece años después, el modelo de Tiempo Extendido es una joya que se replicó en 46 escuelas y que seguirá creciendo.

América del Sur/Brasil/15.11.2016/Autor y Fuente: http://www.elpais.com.uy/

Hace 30 años, a la escuela Brasil asistían 500 alumnos en un solo turno. Ubicada en el corazón de Pocitos, tenía la particularidad de reunir niños de ese barrio con los hijos de las empleadas domésticas, las peluqueras, los porteros y otras personas que trabajaban en la zona. Pero de a poco la escuela empezó a vaciarse. En 1990 los niños eran 410, para 1995 habían descendido a 364, y en 2002 la matrícula alcanzó su pico más bajo con tan solo 216 alumnos.

Las autoridades de aquel momento constataron el despoblamiento y vieron que los que habían abandonado la institución eran los niños más favorecidos. Preocupados, empezaron a averiguar a dónde habían migrado esos niños y por qué habían dejado de ir a la escuela. Lo que encontraron fue que habían sido captados por los numerosos colegios privados que se habían instalado en la zona. Así que decidieron dar un paso más y estudiar qué ofrecían de diferente esas instituciones. Vieron que los colegios enseñaban idiomas, dictaban talleres y apuntaban a una educación integral en un horario más extenso. La vara estaba alta, pero se propusieron alcanzarla.

Así empezó la transformación de la escuela Brasil, pionera de lo que años después pasó a llamarse Tiempo Extendido. En 2003 se fusionó con la escuela Barón de Río Branco, que funcionaba en el mismo local pero en la mañana y que al finalizar 2002 contaba con 167 alumnos. Por un tiempo convivieron los dos modelos. Cuando la nueva propuesta empezó a consolidarse la matrícula comenzó a crecer, y para 2010 los alumnos habían vuelto a superar los 400.

Hoy, 13 años después del cambio, tienen 445 niños y no pueden con la demanda. Es, seguramente, la escuela más requerida del país.

El éxito de la Brasil inspiró a otras escuelas despobladas. Primero fue la número 2, de Rocha, y más tarde fueron la 68 de Artigas, la 76 de Florida, la 200 de Canelones, y muchas más. Entre 2011 y 2012 hubo una «explosión» de esta modalidad, dice hoy la coordinadora del programa de Tiempo Extendido, Lisel Frugone, al punto que hoy existen 46 escuelas con esta propuesta, para casi 6.000 alumnos, y hay siete proyectos de transformación pensados para 2017 y 2018. La idea de Primaria, adelantó Frugone a El País, es generar entre tres y cinco escuelas de este tipo por año y llegar a todos los departamentos.

En las escuelas de Tiempo Extendido los índices de repetición, de abandono intermitente y de asistencia insuficiente son más bajos que en las escuelas comunes. En la Brasil, por ejemplo, la repetición de 1° a 6° en 2015 fue 2,9% —otros años fue más baja—, mientras en el promedio de las demás escuelas trepó a 5%. En las escuelas comunes hay, en promedio, 23,9 alumnos por niño; en las de Tiempo Extendido, 21,6. La matrícula de las escuelas comunes cae año a año, mientras que la de Tiempo Extendido viene en aumento (ver más en el recuadro).

«Esta es la oferta más linda que hay a nivel país», dice Frugone, orgullosa. Entonces, ¿por qué no transformarlas a todas? ¿Por qué no darles a todos los niños uruguayos el derecho a una educación con este nivel de calidad?

Hay varias razones. Para convertir una escuela común en una de Tiempo Extendido existen requisitos edilicios y locativos. Además, se precisa al menos un año de trabajo previo con los docentes y los padres, que deben comprender la propuesta y aceptarla. Pero el principal motivo es económico: según datos que el Consejo de Educación Inicial y Primaria brindó a El País, una escuela de Tiempo Extendido implica un piso de $ 62.000 anuales por alumno, mientras que una escuela común de las que ofrecen almuerzo cuesta unos $ 45.000.

La inversión es importante, pero los resultados que se logran también. Dice Frugone que hacer Tiempo Extendido en todas las escuelas públicas es «un imposible», «un sueño». Basta con recorrer los pasillos de la escuela Brasil y observar la alegría de sus privilegiados alumnos para comprenderlo.

La fórmula.

Es la primera vez que las profesoras de inglés y de danza juntan a sus alumnos de 2° para hacerles interpretar lo ensayado por separado tantas veces en los últimos dos meses. Han elegido la película Toys Story para dividirse en personajes —astronauta, vaquero, soldado y barbie— y practicar diálogos en inglés y pasos de baile. Uno a uno van pasando al centro para demostrar lo que aprendieron. Algunos exhiben una gracia especial, otros se ríen por los nervios que los inducen al error. Todavía hay tiempo de mejorar antes de mostrarles a los padres.

A esa misma hora de la mañana, en otro salón de la escuela Brasil, alumnos de 5° año entonan una canción en portugués. La profesora pide a una niña que lea en voz alta la letra, que habla de la traslación y la rotación. Dos alumnas se divierten bailando y representando a la Tierra y al Sol. «Es difícil porque es un ritmo de tres tiempos», justifica la docente, demostrando que también sabe de música.

En simultáneo, los pequeños de cuatro años pintan una fotocopia con las señales de tránsito en un taller sobre vialidad. En uno de los grupos de cinco años se lee un cuento que enseña valores en un taller de arte comunitario. En el patio practican una coreografía los alumnos de expresión corporal de 2°, y en otro salón un 5° ensaya los diálogos de una obra de piratas.

En las escuelas de Tiempo Extendido existe un espacio de coordinación de dos horas semanales en el que los talleristas intercambian sobre lo que están enseñando y acuerdan actividades en conjunto. Es una instancia «clave», dice Frugone.

A las 11 toca cambiar de taller y toda la escuela entra en movimiento. Hay 15 grupos en 15 espacios temáticos diferentes. Los alumnos se trasladan con autonomía al salón que les toca, incluso los más pequeños. A uno de los grupos de jardinera le toca Literatura. «Estamos trabajando El pirata Selkirk, texto de la película de Walter Tournier, basada en la historia de Robinson Crusoe», cuenta la profesora Graciela Rebelato. «Les encanta que les lean. Más que nada enfoco hacia el lado del disfrute, y que ellos se den cuenta de que en ese objeto libro, hay algo que los entretiene. Elijo mucho lo que les leo», dice.

Aunque se trata de una población diversa, donde el 50% vive en la zona y el otro 50% proviene de barrios como Cerro, Maroñas o Piedras Blancas, la de la escuela Brasil se considera quintil 5 (el más favorecido). Rebelato, que ha trabajado en escuelas de nivel socioeconómico bajo, percibe que a los alumnos de esta escuela sus padres les leen habitualmente. En otras ha visto a niños de cuatro años ignorar cómo se agarra un libro. De todas formas, asegura que el trabajo da sus frutos porque los niños «son esponjas».

A las dos horas de taller le sigue una hora de almuerzo, descanso e higiene. Todos los niños comen lo mismo (las viandas están prohibidas). Después será el turno de los maestros, que en cuatro horas desarrollarán su programa común a todas las escuelas del país.

Se supone que por reglamento las escuelas de Tiempo Extendido tienen un máximo de 25 alumnos por clase. Sin embargo, año a año Primaria agrega uno o dos cupos por grupo. Especialmente en la Brasil, donde la demanda es tal que este año se anotaron solo para educación inicial 120 niños. De esos, solo 75 podrán ingresar a la Brasil, y el resto irá a alguna de las otras dos escuelas que los padres eligieron como segunda y tercera opción. Tienen prioridad los niños que provienen de centros CAIF, los que tienen hermanos en la escuela, aquellos cuyas madres trabajan en la zona, y luego los que residen en el barrio. El nivel de ingresos no es un criterio en ningún caso.

La subdirectora Marina Domínguez y la secretaria de la escuela, Lorena Riestra, cuentan que cada vez más se anotan allí niños provenientes de colegios privados. Entienden que los padres eligen la Brasil por la extensión horaria, por la oferta artística y de idiomas, pero sobre todo porque «aún creen en la educación pública», siempre que sea, claro está, una educación de calidad.

Una propuesta que crece y logra mejores resultados

-Actualmente existen 46 escuelas de Tiempo Extendido. Diez están en Montevideo, y el resto se distribuye en todo el territorio. Solamente en Río Negro, Durazno y Soriano no hay propuestas de este tipo.

-En 2015 la matrícula del programa alcanzó los 5.583 alumnos. Viene creciendo a razón de aproximadamente 1.000 estudiantes por año.

-En promedio, las escuelasde Tiempo Extendido tienen, de 1° a 6°, un índice de repetición de 4%. Este guarismo solo mejora en las escuelas de práctica magisterial (3,1%) y en las rurales (3,3%). En las comunes repite el 4,5%.

-La asistencia insuficienteen Tiempo Extendido es de 6,6%; en las comunes, 7,3%.

-El abandono intermitente en Tiempo Extendido es 0,2%. En las comunes es 0,3%.

Una escuela vacía en Buceo que se transformará en 2017

-Cada año, las maestras de las escuelas 60 y 69, que funcionan en el local de Solferino y Comercio, veían con tristeza cómo iban perdiendo alumnos y ganando salones vacíos. En 2010, el inmenso edificio recibía a 363.000 niños entre los turnos de la mañana y la tarde. Esa matrícula fue descendiendo a razón de entre 20 y 50 alumnos por año, y se ubicó en 225.000 en 2015.

El despoblamiento gradual fue el puntapié para pensar en la transformación hacia una escuela de Tiempo Extendido. Resultó que cumplían con todas las condiciones, porque el local admitía una reforma para generar un comedor, porque los docentes efectivos estaban de acuerdo, y porque los padres acogieron la propuesta con entusiasmo.

«Fue todo un éxito», dice la inspectora de la zona, Mariela Fraga. En marzo de 2016 consultaron a las familias y encontraron que muchos tenían la necesidad de que sus hijos fueran a la escuela más horario. También querían que se les diera más participación. Las autoridades de la escuela entonces sintieron que en los últimos años se había descuidado el vínculo entre la escuela y la comunidad.

Por todo esto se pensó en generar un proyecto que acompañara el proceso de fusión entre las dos escuelas y que involucrara a los vecinos. Durante 2016 se realizaron varias actividades en este sentido: se hicieron jornadas para que los de la mañana se conocieran con los de la tarde, se organizó una orquesta al mediodía de la que pudieran participar niños de ambos turnos, y se llevó a cabo el proyecto «Muros», que hoy es el orgullo de las maestras y directoras y cuyos resultados están plasmados en enormes mariposas, hechas de pedazos de baldosas, que decoran los muros del local.

Hoy la escuela sigue vacía —hay al menos cinco salones en desuso, sin contar los que se usaron para construir el comedor— y los pocos niños que asisten prácticamente flotan en los pasillos del antiguo edificio. Sin embargo, se respira un aire positivo.

Este jueves de tarde, un grupo de padres pintaba las paredes del patio. Una de las madres dijo a El País: «Me da una alegría… Por ellos, ¡que tienen una emoción!». En su caso, contar con horario extendido le va a permitir hacer más limpiezas en casas de familia.

Hace dos meses, las autoridades de la escuela volvieron a comunicarse con las familias para invitarlas a una reunión explicativa sobre la modalidad. Luego los padres escribieron por qué aceptaban o rechazaban la propuesta, y solo en un caso ocurrió lo segundo por dificultades con el nuevo horario. El resto vio la transformación con buenos ojos. «Necesitamos niños que sepan un poco más «, fundamentó uno de ellos. «Que se le dé el valor que tiene aprender e ir a la escuela para mejorar su futuro», agregó.

El cambio ya se notó días atrás, cuando cerraron las inscripciones de educación inicial. Pasaron de tener solamente seis niños anotados, a cubrir los dos grupos de cuatro y cinco años, con unos 20 alumnos cada uno. «La escuela se merecía esta transformación. El edificio lo ameritaba», expresó la directora.

LISEL FRUGONE

La extensión, una propuesta que «innova»

Es habitual para Lisel Frugone, coordinadora del programa de escuelas de Tiempo Extendido, tener que explicar la diferencia de la modalidad que dirige con la propuesta de Tiempo Completo. «Ambas responden a una línea de ofrecer mayor tiempo escolar», dice, pero mientras que en Tiempo Completo el maestro está presente durante las ocho horas de la jornada, en Tiempo Extendido se integran otros actores, los talleristas, que son «expertos» en sus materias, dice Frugone. En las 46 escuelas de su programa se ofrecen talleres anuales y semestrales de artes visuales, expresión corporal, literatura, teatro y segundas lenguas. Además, cada escuela tiene la autonomía de generar nuevos talleres. El foco está puesto en una educación integral que logre mejores aprendizajes. En Tiempo Completo hay talleres, pero en su mayoría están a cargo de los maestros.

El origen de estas dos propuestas es diferente también. Tiempo Completo se remonta a la década de 1990, y surgió sobre todo para cubrir las necesidades alimenticias (desayuno, almuerzo y merienda) de los niños de contexto crítico. Tiempo Extendido, en tanto, surge de escuelas despobladas e intenta imitar la oferta de los colegios privados. Hoy existen centros de Tiempo Extendido también en barrios carenciados, pero no es lo más común.

Para que una escuela común se transforme en una de horario extendido es necesario que el edificio tenga suficiente espacio como para construir un comedor y albergar al alumnado que surja de la fusión de dos turnos. También es preciso contar con la aprobación de los docentes y los padres, y estar ubicadas en sitios de fácil acceso para los talleristas.

Frugone se confiesa hincha de su programa y reconoce que sería «un sueño» poder ofrecer a todos los niños uruguayos esta modalidad. Considera que «es una propuesta muy creativa que entusiasma a los niños a asistir a la escuela», y por eso es tan codiciada. A su juicio, el Tiempo Extendido es el reflejo de «una escuela pública que innova» y se transforma para mantener la calidad.

Fuente: http://www.elpais.com.uy/que-pasa/vedette-primaria-escuela-transforma-propuesta.html

Imagen: http://www.elpais.com.uy/files/article_gallery/uploads/2016/11/11/5826733a350a4.jpg

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III Encuentro Andino de Paz organizado por UNESCO concluye con propuestas de políticas de educación para la edificación de la paz y la no violencia.

El “III Encuentro Andino de Paz: aportes desde la educación para la reconstrucción del tejido social en Colombia”, concluyó con propuestas para responder desde la política pública educativa a una interrogante crucial: ¿Cómo sería posible implementar la educación para la paz en la etapa post-conflicto y abordar la tarea inaplazable de reconstrucción del tejido social en Colombia?

América del Sur/Colombia/15.11.2016/Autor y Fuente:http://www.unesco.org/

Este evento fue convocado por la Oficina de UNESCO en Quito y Representación para Bolivia, Colombia, Ecuador y Venezuela y organizado en coordinación con la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe – OREALC/UNESCO Santiago, ONU Mujeres Colombia, UNICEF Colombia, PNUD Colombia, UNFPA Colombia, la Organización de Estados Iberoamericanos – OEI Colombia, la Alianza Educación para la Construcción de Cultura de Paz y la Comisión Colombiana de Cooperación con la UNESCO, con el apoyo del Programa Nacional de Educación para la Paz – Educapaz, de la Red Universitaria por la Paz – RedUnipaz, el Comité de Educación del Consejo Nacional de Paz y el Instituto de Derechos Humanos y Relaciones Internacionales Alfredo Vásquez Carrizosa.

El III Encuentro Andino de Paz (Agenda) tuvo lugar en la Pontificia Universidad Javeriana. El acto de instalación, contó con la presencia del Rector Jorge Humberto Peláez y el Vicerrector Académico, Luis David Prieto. El rector Jorge Humberto Peláez subrayó que “una cultura de la paz debe traducirse en hechos que transformen la sociedad.” Por su parte, Erika Bohórquez, coordinadora Escuela Primera Infancia, quien asistió en representación de la OEI Colombia, destacó la importancia de articular la educación para la paz con las Metas Educativas 2021, acordadas por los ministerios de Educación de la región. Asimismo, participaron Luis Armando Soto, Secretario Ejecutivo Comisión Nacional Colombiana de Cooperación con la UNESCO, quien hizo referencia a los apoyos y distintas actividades acometidas por la COMINAL y la Cancillería de ese país con relación a los mandatos de la UNESCO en Educación, Ciencias Naturales, Cultura y Comunicación e Información; Viviana Limpias, Representante Adjunta de UNICEF Colombia; y Jorge Parra, Representante del UNPFA Colombia, quien además actuó en Representación del Coordinador Residente y Humanitario de las Naciones Unidas en Colombia, Martín Santiago.

Saadia Sánchez Vegas, Directora de la Oficina de UNESCO en Quito y Representante para Bolivia, Colombia, Ecuador y Venezuela, destacó que «partimos de una visión de la educación multidimensional que abarca los espacios tanto formales como no formales a lo largo de toda la vida, concebida como bien público y desde una perspectiva holística e integral. Más que factor de desarrollo, la educación es base del desarrollo sostenible». También, hizo referencia al Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 4-Educación 2030: “Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos”, y a la meta 7, que promueve “una cultura de paz y no violencia, la ciudadanía mundial y la valoración de la diversidad cultural y de la contribución de la cultura al desarrollo sostenible, entre otros medios”, como marco de acción para la articulación de políticas, planes y acciones en materia de educación para la paz y no violencia en Colombia.


Más de 200 participantes en los espacios de diálogo del «III Encuentro Andino de Paz: Aportes desde la educación para la reconstrucción del tejido social en Colombia”.

Este III Encuentro Andino de Paz contó con la participación de representantes del gobierno nacional, gobiernos locales, academia, cooperación internacional, organizaciones no gubernamentales, medios de comunicación, maestros, rectores y directores, estudiantes, que intercambiaron ideas sobre propuestas de política pública educativa, y propuestas de estrategias y acciones para la construcción participativa de los valores de la paz y la no violencia.

En el evento se priorizaron los ejes transversales de derechos humanos, diálogo intercultural, género y multidimensionalidad de la pobreza. Los conferencistas magistrales Frank La Rue, Vera Grabe y Mary King destacaron temas de comunicación y formación de capacidades para la paz, la paz como transformación cultural y la participación de la sociedad civil, que deberían acompañar la política pública educativa como un proyecto inclusivo de la sociedad en su conjunto para la edificación de una cultura de paz y no violencia duradera y sostenible.

Los siete paneles abordados durante las jornadas del 3 y 4 de noviembre, sirvieron para dialogar sobre los principios de la educación para la paz, reflexionar sobre las lecciones aprendidas de las experiencias que ya se vienen realizando en Colombia, especialmente desde los territorios. En las conclusiones se destacaron propuestas para la política pública educativa como factor para la reconstrucción del tejido social y se recalcó que la construcción de paz debe incluir a todo el país, no solo a las víctimas y desmovilizados. Asimismo, se ratificó que las políticas públicas deben considerar las especificidades de los territorios y se deben adoptar modelos educativos alternativos, conjuntamente con el establecimiento de un sistema de monitoreo y evaluación de la calidad de los programas.

Fuente: http://www.unesco.org/new/es/quito/media-service/single-view/news/iii_encuentro_andino_de_paz_organizado_por_unesco_concluye_c/

Imagen: http://www.unesco.org/new/fileadmin/MULTIMEDIA/FIELD/Quito/images/IIIEncuentro_Andino1.jpg;pv793f1ea07e166a75

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Camino hacia la sabiduría.

El sabio auténtico es el que sabe responder a los reclamos permanentes de la realidad.

Por: Victor M. Mora Mesen.

Si bien me resulta llamativa la expresión “educación subversiva”, me pregunto qué tiene que ver este concepto con la socialización con miras a la democracia. Subvertir implica trastornar o alterar el orden establecido. Pero si creemos en el sistema democrático y en su práctica, ¿cómo la subversión y la socialización se conjugan en la tarea educativa?

Me parece que este es el verdadero quid de la cuestión en estos tiempos de confusión social. Habría que definir cuál es el tipo de subversión que se quiere promover y cuáles son sus objetivos. En otras palabras, cuál es el “orden establecido” que se quiere transformar, alterar o cambiar.

Como se puede apreciar, la cuestión central va más allá de decidir un tipo de evaluación, de permitir o no permitir ciertas reglas académicas, de usar o no el pelo largo, o bien, usar o no uniforme.

La educación tiene que ver con valores, pero enraizados en una realidad que se quiere transformar para hacerla más humana. Eso quiere decir que la educación no es mera transmisión de conocimientos, sino un itinerario de aprendizaje en función de la sabiduría.

Sabiduría. Existe un conjunto de libros en el Antiguo Testamento llamados “sapienciales”, su origen e intencionalidad composicional son muy variados. Algunos estudiosos han considerado que ellos contienen un esfuerzo “laico” de discusión sobre lo humano y la relación con Dios. La razón de esta categorización es que estos textos someten a dura crítica todo: las relaciones humanas, la economía, la política, la racionalidad, las prácticas religiosas, el discurso teológico, pero, sobre todo, se interesan por encontrar una forma de vida “buena”.

Su intención no es hablar de cómo obtener éxito, riqueza o fama, sino que se preocupan por entender la lógica de la historia y de la experiencia personal a la luz de una comprensión amplia de la realidad.

A esto llamo “sabiduría”: una forma de vivir, de ser, de existir en relación con otros en armonía. No se puede ser sabio solo porque se tienen conocimientos; el sabio auténtico es el que sabe responder a los reclamos permanentes de la realidad. Pero ¿dónde se encuentran esos reclamos? En primer lugar, en la experiencia vital (lo que se siente, se piensa, se conoce); en segundo lugar, en los resultados de las propias o ajenas acciones sobre los otros (las decisiones tomadas, las influencias ejercidas, los condicionamientos, los intereses particulares y las políticas públicas); y, en tercer lugar, en las ideas y las creencias que se tienen sobre el sentido último de la vida (porque cada uno, a su manera, crea un imaginario y define unas coordenadas esenciales desde las cuales juzga y entiende sus actos).

Estos tres ámbitos no son solo legítimos, sino necesarios para valorar y sopesar la tradición recibida de los antepasados, las ideas nuevas que se crean en nuestros ambientes sociales y la proyección hacia el futuro de nuestra sociedad. Por eso, la educación tiene varias columnas que sostienen su edificio complejo: la comprensión de los fenómenos naturales, el estudio de la historia, la creación artística y literaria, el estado actual de la discusión académica e intelectual, la comprensión de lo público según el ordenamiento actual, la profundización en las consecuencias colectivas que tiene nuestra conducta personal y la puesta en discusión de las razones últimas de nuestra existencia.

Múltiples conocimientos. La educación tiene que hablar de moral, de urbanidad, de política, de filosofía, de ciencia, de tradición, de simbolismo, de literatura, de arte, de creatividad, de deporte, de técnica, de trabajo manual; pero también de responsabilidad, de reconocimiento de la propia fragilidad, de resiliencia, de criticidad, de seriedad y de disciplina.

La educación, más que “subversiva”, tiene que ser integral; porque la subversión es solo un momento secundario de la reflexión, cuando las personas llegan al convencimiento de que algo tiene que cambiar. Si la subversión es el motu de lo educativo, se parcializa y se denigra a sí misma.

Las razones por las cuales esto ocurre son simples: la educación nos tiene que hacer conscientes de que somos corresponsables los unos de los otros y que el desarrollo de nuestras capacidades tiene como horizonte mayor el crecimiento de lo humano.

Siendo conscientes de la historia, descubrimos las miles formas en las que las diferentes ideologías operan, crecen e intentan afianzarse en nuestro intelecto. Ser crítico, incluso de la propia manera de pensar, es sin duda alguna una expresión de libertad, pero eso no quiere decir que se deseche todo lo que no es nuevo.

Para lograr semejantes objetivos, la tarea educativa tiene que ser capaz de exigir, por diferentes medios, una conducta que haga referencia a una ética. Esta ética tiene que estar definida y sustentada en razones válidas, pero también tiene que ser lo suficientemente abierta para comunicar las posturas opuestas o sus propias debilidades.

El punto final de resolución en el estudiante no puede ser otro que la propia experiencia, razonada y comprendida en sus múltiples conexiones intercausales. Ese es el gran reto de todo educador, ser el provocador del pensamiento sustentado, lógico y realista. En otras palabras, el itinerario educativo puede estar inspirado en una ética particular, pero esta no puede ser impuesta apodícticamente.

La educación va más allá. ¿Cuál es la diferencia entre una inspiración educativa y una imposición educativa? La diferencia radica entre cómo llegar a ser sabio o cómo ser reproductor de ideas. Sí, porque hasta la subversión puede ser una imposición educativa. En cambio, hablar de la educación como un camino de sabiduría implica diálogo, respeto, consciencia, procesos y provocación.

Diálogo, porque educar implica un encuentro entre personas. Diálogo, porque si queremos una sociedad más humana, este tiene que caracterizar todas las relaciones sociales entre los actores del proceso educativo.

Uno de nuestros más grandes errores es considerar que la educación se reduce a las aulas, cuando va mucho más allá (conserjes, personal de mantenimiento, administrativos, padres de familia, son también agentes de diálogo).

Respeto, porque un principio básico es que cada uno de nosotros es persona. Si la educación no parte de una toma de conciencia de esta verdad, termina por falsear todo intento de humanización auténtico.

La conciencia de lo que uno es se forja solo en la relación con otros, vista y entendida desde la criticidad más aguda. Por eso, la educación tiene que ser procesal, pero no permisiva. Cada etapa del desarrollo exige una cuota de diálogo, de respeto y de conciencia específicas. No procurar hacer evidente este nivel de crecimiento es, sin excepción, un fallo educativo de primera línea. Pero la educación tiene que ser provocación a ser algo más, no puede ser mera adecuación al individuo, porque crearía personas incapaces de ir más allá de lo que han logrado.

Criticidad. Los padres de familia y los educadores institucionales tienen que tener una actitud permanente de conversión. No se puede educar si no es asumiendo una profunda criticidad de las propias acciones e ideas.

La gran tentación es hacer creer a los hijos o estudiantes que ellos se merecen lo que ahora tienen y que toda posición superior que alcancen es una ganancia.

¡Cuánta vida desperdiciada por semejante máxima, plagada de estupidez! Crecer en humanidad tiene que ser el norte que oriente la educación, de lo contrario, caeríamos en la mera reproducción de todo (sea bueno, malo, conservador, subversivo, intolerante o individualista).

Ser humano es preguntarse por lo último, por lo que da sentido a todo. Claro, semejante proceso educativo implica correr el riesgo de generar “locos” que asumen estilos de vida tan novedosos que asustarían a muchos. Pero si destruimos el espíritu de aventura humano, ¿hacia dónde iremos?

En este sentido, la educación puede provocar la subversión, pero solo cuando los procesos hagan a la persona madura y consciente de su lugar en el mundo. Solo así podría tener sentido.

Fuente: http://www.nacion.com/opinion/foros/Educacion-camino-sabiduria_0_1594440559.html

Imagen: http://3.bp.blogspot.com/-c2C7_QQFhnk/TuntPw1H_ZI/AAAAAAAAAUA/m-dCvXHryEg/s1600/_0245.jpg

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