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Despedir profesores

Los placeres perversos de la mentalidad burguesa

Por: Fernando Buen Abad Domínguez

Una de las perversiones más recurrentes en las mentalidades burocráticas es su placer por dejar sin empleo a los trabajadores. Ese placer crece como la espuma si se trata de trabajadores docentes. Hay burócratas, del “sector privado” o del “sector público”, dispuestos a pisotear la obra y el prestigio de un docente para exhibir destrezas autoritarias en el arte de recortar presupuestos con las navajas de “austeridad” que tanto encantan a los verdugos neoliberales. Los daños revisten gravedades muy diversas.

A menos que se demuestre incompetencia flagrante, aberraciones éticas o conductas delincuenciales… la mayoría de los despidos a docentes proviene de persecución ideológica, patrañas de sectas, odios de egos, celos vulgares o simple maldad psicótica hija de patologías psicosociales burguesas muy costosas, diversas y mezcladas. El daño es terrible.

Aquel que decide el despido de un docente (por iniciativa personal o de cúpula) sin argumentos pruebas suficientes y racionales, con trampas y contra el derecho a la legítima defensa… comete una serie de delitos cuya magnitud toca lo histórico-político tanto como lo emocional-subjetivo del docente, de su familia y seres cercanos tanto como de la realidad histórica que vivimos. No hay modo de valorar el costo del saber desarrollado por un docente.

Contar con docentes calificados y reconocidos (en sus países tanto como en otros) en un mundo donde la necesidad de docentes crece y se hace más exigente, debería considerarse un patrimonio cultural intocable. Hay docentes que, en todos los niveles, no sólo han desarrollado conocimientos valiosos sino que ha desarrollado medíos y modos para la distribución, asimilación y aplicación social del conocimiento. Cambian la vida de muchos estudiantes y atentar contra eso debería ser sancionado de las maneras legales, éticas y morales más severas. No obstante, reina la impunidad y la impudicia entre las burocracias despedidoras. Los conocemos con nombres y apellidos.

Es un dolor inmenso la catarata de canalladas perpetradas contra docentes honestos y destacados que son victimados por las hienas de las burocracias en todos los niveles. Antología de la estulticia que se apodera de cargos y poderes para infestarles mediocridad rellena con odio de miserables. El daño social es inmenso hay que gritarlo.

No falta, a los lebreles de la injusticia laboral contra los docentes, arsenales de canalladas en laberintos judiciales y administrativos para engordar expedientes de ignominia y presentarlos como “cosa justa”. No les faltan leguleyos ni cómplices dispuestos a mentir -con toda frescura- si los intereses y los dineros llenan las alforjas de su podredumbre. Es una humillación terrible contra la humanidad.

Hay establecimientos de educación de todos los niveles donde se han perpetrado crímenes de lesa humanidad laboral y se los sepulta con el silencio de los cómplices, los timoratos, los amenazados y todos sus adláteres.  Y luego lo presumen como “eficiencia administrativa”. Como “destreza judicial”, como “logro moral” de los mediocres trepadores de poder espurio. Se exhiben sin pudor como verdugos de lo bueno para que reine lo podrido. Es un daño inconmensurable a las naciones. Es un daño fenomenal a la educación, a la Historia de la educación y al futuro inmediato.

La defensa laboral de los docentes sólo puede asegurarse con la participación social activa. La suma de docentes despedidos injustamente de sus fuentes de trabajo, es un expediente mundial horroroso y hacer justicia contra tal latrocinio no puede estar ni en manos de burócratas ni en manos de buitres empresarios. Ni unos ni otros entienden la dimensión de la educación ni el valor, los valores, de semejante trabajo. Para ellos se trata de “poder” o de comercio.

Es verdad que hay docentes reaccionarios o conservadores que abandonaron la razón suprema de la Educación como herramienta emancipadora… es verdad que hay docentes que olvidaron que la Educación es un derecho y se han prestado a reducirla a mercancía que traiciona a toda la humanidad en su reducción capitalista. Olvidaron que se es docente porque se es humanista en el sentido menos filantrópico burgués. Lo mejor que podemos hacer es no mitificar el trabajo docente. Es mejor que sea terreno, humano y material sin dejar de valorar todo lo que tiene de “espíritu” y de anímico. Es más humano defenderlo como compromiso Humano y como defensa de lo humano armada con conocimientos y métodos de enseñanza para la transformación del mundo.

Por lo pronto, hace falta la fuerza de todos aquellos que tengan un micrófono, una cámara, una pluma o una palestra digital para denunciar -con toda precisión, con nombre y apellido- aquel burócrata verdugo que atenta contra el trabajo de un docente. Denunciarlo hasta derrotar toda excusa de “austeridad”, toda maledicencia de secta, toda idiotez de bravucones, con que se víctima un trabajo valioso que no se repara con improvisación. Ni con saliva de burocracias. Se llamen como se llamen.

Más que nunca urge la unidad de los trabajadores de la educación, y de la sociedad toda, contra esa burocracia que traiciona el poder emancipador del saber que es social por necesidad y por definición. No importa la saliva reformista ni los argumentos economicistas del servilismo. Haremos todas las denuncias de la justicia social, del derecho a la Educación y los derechos de los educadores… que crezca el grito del malestar social en las luchas necesarias para poner a salvo a la Educación y a los docentes que, por formación y por convicción, son capaces capacitadores indispensables en el desarrollo de conocimientos, valores y praxis hacia la emancipación humana… también por las vías de la Educación. Y no estamos solos.

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Enfoques cooperativos; Hoy: Pensar en la cooperación emprendedora como intervención socioeducativa.

 
 Por  José Yorg, el cooperario.
 “Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida”. Confucio. ( 551 AC-478 AC. Filósofo chino)
Somos dos docentes cooperativos, Cra. Ana María Ramírez Zarza y el Lic. José Yorg que estamos recorriendo los últimos espacios del curso semi-presencial denominado «Especialización Docente de Nivel Superior en Políticas y Programas Socioeducativos«, pos-título docente Resolución N° 1975/14 del Ministerio de Educación de la Nación Argentina y en función a ello revelamos que pensamos en la cooperación emprendedora como intervención socioeducativa.
 
¿Qué implica ese pensamiento, esa visión, sobre la intervención socioeducativa sostenida en la cooperación emprendedora?
 
Demos un rodeo necesario antes de responder, teniendo en cuenta que la formación del Postitulo apunta,entre muchos, a“Enseñar en el marco de proyectos y programas socioeducativos con el objeto de trazar puentes entre las trayectorias educativas y las trayectorias escolares que contribuyan a la igualdad y la inclusión social es el objeto de estudio que aquí se propone. En los últimos años, debido a un conjunto de transformaciones sociales y educativas las políticas socioeducativas han cobrado protagonismo”.
 
También anotemos, sintéticamente, la estructura curricular del plan de estudios: Módulo Introductorio; Marco Político: Problemas, estrategias y discursos de las políticas socioeducativas; Pensamiento  Pedagógico Latinoamericano; Enseñar en programas socioeducativos: trayectorias escolares y trayectorias educativas; Educar hoy. Niños, adolescentes y jóvenes contemporáneos; Escuelas, familias y ciudadanía; Análisis de la gestión, el diseño, implementación y evaluación de programas y proyectos socioeducativos; Investigación y Políticas Socioeducativas; Taller de escritura académica y Seminario Final, con un  total de 400 horas.
 
Enfocaremos toda nuestra atención en el Seminario Final que demanda “Se trabajará a partir del relato de una experiencia, en la que se narre la complejidad de la situación educativa, se hagan visibles los problemas como así también las expectativas o perspectivas de cambio. Se solicitará la presentación de un proyecto o programa socioeducativo como espacio de construcción colectiva, social y educativa”
 
Nuestra experiencia en el campo educativo cooperativo a partir de proyectos y trayectorias que incluyeron la vinculacióneducación-trabajo-organización emprendedora cooperativa,implica para nosotros que la cooperación emprendedora como Intervención Socioeducativa es una buena opción para coadyuvar a alcanzar la calidad e inclusión educativa con una visión teória y práctica para encarar la tarea y el desafío docente.
 
Hablamos entonces de la Pedagogía de la cooperación Emprendedora.
 
Planteamos con ella centrar ejes curriculares amigables y compatibles con las diversas disciplinas escolares con proyectos que entusiasmen a los educandos porque se les incentiva a que den un paso adelante y organicen el aula donde la autodisciplina y la cooperación emprendedora sean guías de sus acciones. Elevar a la cultura del trabajo y el estudio a un nivel superior, alcanzar una conciencia emprendedora y cooperativa.
 
Por ello, pensamos también en centrar nuestro trabajo académico en la elaboración del mismo, y que es de exigencia del Seminario, al que podríamos denominarlo “Programa de la cooperación emprendedora como Intervención Socioeducativa”, y que deberá ser defendido de manera individual y oral en un Coloquio Final presencial.
 
Educador/a Social
 
Entendemos que a partir de la intervención socioeducativa del docente surge la figura y profesión del Educador/a Social que aún son poco conocidos, claramente es una profesión que se irá afirmando con el tiempo y destinado a propugnar respuestas a las necesidades socioeducativas de los individuos y grupos sociales desfavorecidos
 
Reflexionamos que en este proceso de nuestro estudio del postitulo Especialización Docente de Nivel Superior en Políticas y Programas Socioeducativos se ha ido consolidando la importancia de esta actividad profesional que  incluso traspasa los ámbitos de la educación escolar.
 
¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!
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Residencias estudiantiles: fórmula de calidad con bienestar

América del Sur/Colombia/15 de Julio de 2016/Autor: Ignacio Mantilla/Fuente: Diario El Espectador

Hace algunos meses recibí la visita de Rodolfo Hernández, actual alcalde de Bucaramanga, quien en su calidad de egresado de la Universidad Nacional guarda profunda gratitud a su alma mater.

En la corta conversación que sostuvimos me describió con especial precisión la habitación que ocupaba en la residencia estudiantil, me señaló el lugar exacto de su ubicación y con emoción me contó algunas de sus experiencias y anécdotas de esa envidiable vida estudiantil que disfrutó. Destacó que, como joven proveniente de Piedecuesta, sin esa residencia él no hubiese podido formarse como ingeniero.

Y es que hasta hace algún tiempo, el ingreso a la universidad en Colombia era prácticamente imposible para quienes no vivíamos en las grandes ciudades. Las residencias estudiantiles eran para muchos la mejor o única opción de adelantar los estudios universitarios.

Pero el lugar de vivienda de los padres no sólo era un factor determinante para realizar estudios superiores; también lo era para cursar el bachillerato completo en muchos municipios del país. En mi caso, cuando yo era niño y vivía en el bello municipio de Los Santos (Santander), allí solo era posible estudiar la primaria. Para formarse como bachiller había que ir a Piedecuesta o a Bucaramanga; y cuando la familia era grande, como en nuestro caso, resultaba mejor trasladar la familia entera para apoyar los estudios de todos los hijos. Constituíamos así, familias desplazadas por la falta de oportunidades en educación.

Aprovecho para mencionar anecdóticamente que la formación era particularmente rígida y excesiva. Recuerdo, por ejemplo, que en primero de bachillerato, en el Seminario San Alfonso de los Padres Redentoristas, tomábamos clases de latín, francés, griego, inglés y, por supuesto, castellano, para referirme únicamente a los idiomas. Años después, aprendiendo alemán, me fue útil haber conocido tan temprano la gramática y las cinco declinaciones del latín. Mi sorpresa fue aún mayor cuando supe que en Alemania, además del idioma alemán, como es natural, era aceptado también presentar la tesis doctoral en latín (lo cual estuvo, naturalmente, fuera de mis capacidades). Sin embargo, yo diría que ésta era una época en la que en el bachillerato se nos mantenía entretenidos “a punta de pénsum”. Además de la cantidad de materias y las horas de lectura, estudio y deporte, se dedicaba la hora del almuerzo para que alguno de nosotros continuara la lectura, en voz alta, de un libro seleccionado.

Superado el bachillerato, si se decidía continuar la formación profesional (lo cual no era lo común por entonces), en las familias de Santander con escasos recursos sólo podían darnos a elegir entre dos universidades: la UIS en Bucaramanga o la Universidad Nacional en Bogotá. Naturalmente quienes tenían la fortuna de ganar un cupo en la Universidad Nacional (como fue el caso del alcalde y muchos otros), se enfrentaban inmediatamente al problema de su vivienda en la ciudad, pues al no poder acudir al familiar, al pariente lejano apenas conocido o al paisano para buscar alojamiento, las residencias estudiantiles eran la gran salvación que se complementaba con las cafeterías para tomar tres comidas diarias.

Hoy existe una gran semejanza con la aspiración de muchos para realizar estudios de posgrado en el exterior; y la oferta de residencia y cafetería en las universidades extranjeras es destacada por los estudiantes colombianos actuales y por quienes fuimos estudiantes en el exterior, como una de las mayores aliadas para el éxito en los estudios.

¿Cuándo perdimos en Colombia esta fortaleza de la educación superior? En la Universidad Nacional las dificultades en la administración de sus residencias estudiantiles en Bogotá condujo a su cierre definitivo en 1984, al igual que los comedores y la cafetería central, con las consecuencias que todos conocemos, especialmente nefastas para quienes provenían de otras regiones del país. Por fortuna, esto no ocurrió en otras sedes de la Universidad y, en particular, en la sede Manizales las residencias son ejemplares.

Estas falencias han sido perversamente suplidas por quienes expresan como positivo para la educación universitaria no tener que ir a otra ciudad a estudiar, reforzando así las razones para brindar programas de dudosa calidad que atraen a los incautos jóvenes y padres de familia. La complicidad de algunos gobiernos ha jugado también un papel importante, pues el deber del Estado de ofrecer educación de calidad se ha relajado, se ha abandonado o se ha delegado a entes privados, en algunos casos sin intereses distintos a los económicos.

La mayoría de los colombianos se han limitado a exigir cobertura universitaria regional y en alguna medida ésta ha sido erróneamente atendida, sacrificando lo esencial: su calidad. El balance de cobertura frente a calidad y frente a bienestar está pendiente de lograrse.

Desde la Universidad Nacional estamos empeñados en fortalecer nuestro carácter nacional y retomar o ampliar la oferta de residencias estudiantiles en nuestras sedes andinas, formulando un proyecto de modernas viviendas estudiantiles, principalmente para la sede Bogotá. Así, los jóvenes provenientes de diversos municipios podrán vivir dignamente y lograr un buen rendimiento académico, para que convertidos en profesionales competentes regresen a potenciar el progreso de sus regiones de origen.

Naturalmente, requerimos de un nuevo y audaz modelo de administración de vivienda estudiantil. La invitación está abierta para que entre todos encontremos la forma óptima de llevar a cabo esta apuesta por las residencias estudiantiles de la Universidad Nacional, patrimonio de todos los colombianos.

* Rector, Universidad Nacional de Colombia

Fuente: http://www.elespectador.com/opinion/residencias-estudiantiles-formula-de-calidad-bienestar

 

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Educación y salud

Europa/España/16 de Julio de 2016/Autor: Fernando Ayala Vicente/Fuente: El Periódico Extremadura

La actividad física, el deporte y el ocio activo ha cogido tal importancia que la Consejería de Educación y Empleo, en una acertada decisión, ha decidido incluir, en el recién publicado decreto de currículo, una nueva asignatura en Segundo de Bachillerato con esa denominación.

De esta forma, no sólo se atiende a las reivindicaciones del colectivo de profesionales del sector, dotando de un mayor peso a las enseñanzas deportivas, sino que, desde mi punto de vista, (y este es el objetivo del artículo de hoy) entramos de lleno en la relación entre educación y salud.

Existen numerosos estudios científicos que demuestran la efectividad, incluso económica, de invertir en políticas destinadas a fomentar los hábitos saludables y las prevención de prácticas insalubres y nocivas (como el consumo de sustancias adictivas).

Asimismo, resulta fundamental la inclusión en la práctica educativa de este tipo de enseñanzas que persiguen convertir en rutina la lucha contra la obesidad y el sedentarismo. Empezando con edades tempranas para consolidarlas en las etapas adultas de la vida.

Una dieta equilibrada junto con la práctica diaria de actividad física es un auténtico seguro para mejorar el rendimiento en todos los niveles: escolar, profesional… así como contribuye a mejorar la autoestima, la socialización o la salud a cualquier edad.

Finalmente, y ya que estamos hablando de educación y salud, nos parecen muy recomendable las actuaciones que se realizan desde las Asociaciones de Padres y Madres donde se implican en acciones conjuntas, en la línea que venimos hablando, a los progenitores, junto con sus hijos y cerrando el círculo con la participación de los docentes. Son actividades en horario extraescolar que además aúnan la efectividad pedagógica con la resolución de conflictos, tanto intergeneracionales como de relaciones personales. Son momentos para la amistad, el compañerismo, la ayuda, el aprendizaje… y, todo ello, encima realizando acciones que, en términos generales, son muy satisfactorias en su ejecución. Sigamos.

Fuente: http://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/opinion/educacion-salud_950104.html#

 

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Mentalidad obsoleta vs. pensamiento creativo

Centroamérica/Cuba/14 de Julio de 2016/Autor: Miguel Febles Hernández/Fuente: Granma

Ahora que el calendario se adentra en el mes de julio y está próxima la celebración del Día de la Rebeldía Nacional, los recuerdos me remontan casi nueve años atrás cuando en tierra agramontina tuvo lugar el acto central por el aniversario 54 del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes.

Y es que las palabras de Raúl aquel memorable 26 de julio del 2007 parecen dichas para los tiempos que corren: ya desde entonces llamaba a todos los cubanos a sumarse a la batalla cotidiana contra los errores propios que agravan las dificultades derivadas de causas externas, en especial las provocadas por el bloqueo económico de los Estados Unidos”.

La fórmula para lograrlo quedaba enunciada en el propio discurso: ante todo, trabajo organizado, constancia, control, exigencia, rigor, orden y disciplina; producir más y con sentido de la racionalidad y la eficiencia; no repetir los mismos errores por ingenuidades e ignorancia; y cerrar toda brecha a la confusión, al desánimo y al pesimismo.

Casi al término de su alocución, Raúl convocaba a tener siempre presente, “no para repetirlo de memoria como un dogma sino para aplicarlo diaria y creadoramente en nuestro trabajo”, el concepto fidelista de Revolución, “una definición que constituye la quintaesencia de la labor político-ideológica” para transformar el actuar de los seres humanos.

Cabría preguntarse: ¿hemos sido consecuentes con tales postulados? Si en aquel momento Raúl se refería a la necesidad de trabajar sin anquilosamiento ni esquematismos, en el 7mo. Congreso del Partido se reconoció que el obstáculo fundamental enfrentado hasta ahora es “el lastre de una mentalidad obsoleta, que conforma una actitud de inercia o de ausencia de confianza en el futuro”.

He aquí adonde quiero llegar con este comentario: tales asuntos pasan inexorablemente por la preparación de los cuadros a todas las instancias, su responsabilidad, ejemplaridad y cultura organizacional, competencia profesional, espíritu emprendedor, voluntad de no dejarse aplastar por las dificultades y desarrollo de un genuino pensamiento creativo.

Contrario a ello, se ha entronizado en algunos una cultura de la justificación y de la explicación para no hacer las cosas o dejarlas a medias, cuando se sabe que resolver los problemas y seguir hasta el final el cumplimiento de las tareas es la única manera de ser creíbles y el mejor argumento posible para convencer al pueblo de la certeza de sus actos.

No son pocos los dirigentes administrativos que acostumbran a quejarse: ¡Mira que trabajamos y mira que nos regañan! Como si se tratara de trabajar más o menos horas y no de aprovechar el tiempo y de hacerlo con eficiencia y eficacia en busca de resultados tangibles que contribuyan a transformar el estado de cosas en las entidades subordinadas.

¿Qué significa, en este caso, cambiar? Dejar atrás para siempre la improvisación, los enfoques rutinarios, la falta de previsión, el facilismo, la desidia, el formalismo, la superficialidad, el esquematismo, la blandenguería, la intolerancia, el amiguismo, la insensibilidad, las manifestaciones de impunidad y el divorcio con los colectivos de trabajadores para rehuir el intercambio y el debate.

Si determinada empresa acumula pérdidas económicas, incumple los indicadores de eficiencia, paga sin respaldo productivo, incrementa las interrupciones por averías y andan a la deriva las cuentas por cobrar y por pagar, por solo poner algunos ejemplos, es lógico preguntarse a qué dedica su tiempo el directivo y cuál es el papel que desempeña su consejo de dirección.

En lugar de actuar sin dilación para acabar con tanto desorden, en no pocas reuniones se les ve repetir al dedillo conceptos y citas completas de los máximos líderes de la Revolución, sin interiorizar ni hacer suyas sus esencias, como si en “simbólico” acto de arrepentimiento pudieran encubrir una actitud a todas luces negligente e irresponsable.

Es hora, pues, de estimular y promover a quienes, con su manera consecuente de actuar, contribuyen desde sus puestos a forjar una Cuba mejor. Es el momento también de llamar a capítulo y exigir cuentas a aquellos que, alejados del sentir y las expectativas de los trabajadores, usan las dificultades como escudo y muy poco hacen por el progreso colectivo.

Fuente: http://www.granma.cu/opinion/2016-07-14/mentalidad-obsoleta-vs-pensamiento-creativo-14-07-2016-23-07-29

 

 

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4 cuentos infantiles para prevenir y detectar a tiempo el abuso sexual

Por Macarena Fernández

Para evitar este daño irreparable es necesario educar a los niños a temprana edad sobre cómo reconocer un abuso sexual. Así, logramos empoderarlos y de pasada, debilitamos a los abusadores. ¿Cómo hablar este tema tan difícil con los niños? Leyéndoles cuentos.

Las estadísticas son alarmantes. La Organización Mundial de la Salud (OMS) dice que 1 de cada 5 niños son víctimas de violencia sexual, incluido el abuso sexual, y que esto afecta a niños de todas las edades, razas, clases sociales y religiones. Generalmente se da en entornos cercanos y de confianza, es decir, con tíos, abuelos, primos mayores, profesores, sacerdotes, vecinos o amigos de los padres.

Sabemos que como padres no es fácil abordar este tema con nuestros hijos cuando son muy pequeños, porque tenemos miedo a sexualizarlos a muy temprana edad, a pervertir su infancia, a inculcarles la desconfianza en los mayores, y, en resumen, a presentarles la idea de que el peligro puede estar cerca, cuando lo único que queremos es proteger su inocencia e infancia, criándolos en base a la confianza, el amor y la seguridad.

Pero, aunque suene cliché, la frase «más vale prevenir que lamentar», en este caso es la gran clave. ¿Por qué? Porque los abusos pueden cometerse a cualquier edad, y porque, si los niños no saben de antemano qué es lo que está permitido que otras personas hagan con su cuerpo, jamás lo verán como un acto abusivo, y será mucho más fácil que el abusador los someta por períodos prolongados a esta violencia tan dañina.

En cambio, un niño que sabe qué es lo que es normal y qué no, estará más alerta y ante un eventual abuso, lo reconocerá rápidamente y podrá negarse, incomodarse o molestarse frente a este hecho, y comunicarlo a sus seres de confianza a tiempo, o al menos impedir que el abusador cometa el abuso. La mayoría de los abusadores actúa en base a la confianza que tiene con el niño, aprovechándose de su inocencia e ignorancia frente al tema.

¿Cómo tratar directamente estos temas tan complicados, sin ser tan explícitos? ¿Cómo llegar a la sensibilidad de nuestros hijos y hacerlos entender qué está bien y qué mal respecto a sus cuerpos, sin violentarlos con el lenguaje? ¿Cómo lograr que interioricen el tema del abuso y que sepan que es tan malo como el maltrato físico o sicológico?

Una buena forma de hacerlo es a través de cuentos infantiles creados por psicólogas especialistas, que enseñan el tema mediante un lenguaje directo y sencillo, acompañado de lindas ilustraciones que potencian el contenido y captan rápidamente la atención de los menores. Aquí les dejamos algunas recomendaciones para diferentes edades.

1. Kiko y la Mano: para niños pequeños

Este cuento infantil español se ha convertido ya en un clásico, y es material pedagógico para muchos jardines infantiles y escuelas públicas de Europa. Cuenta con una serie de materiales, llamados La Regla del Kiko, que incluye una guía, un cuento, un video y carteles, elaborados por el Consejo de Europa, para ayudar a los padres y educadores a explicar a los niños dónde otras personas no pueden tocarles, cómo reaccionar y a quién dirigirse para pedir ayuda.

Kiko, entonces, es un personaje que llega para combatir la violencia sexual contra los niños con una regla importantísima basada en tres ideas fundamentales: su cuerpo le pertenece sólo a él, existen secretos buenos y malos, y formas de tocar buenas y malas.

Los personajes son dos: Kiko y una mano, y la historia se basa en los tipos de contactos que van teniendo ambos, evidenciando así los que están permitidos y los que no, de forma clara y directa.

Aquí pueden leer el cuento, y le dejamos también el video.

2. Ojos Verdes: para niños entre 6 y 12 años

Este libro de la psicóloga española Luisa Fernanda Yágüez, cuenta la historia sobre un niño y su vecino adulto, y la relación secreta que mantienen.

Todo empieza cuando Alex, el niño, va en búsqueda de su pelota perdida y llega a una gran casa con un jardín maravilloso y se encuentra con Max, el entrenador de básquetbol del colegio, que resulta ser su vecino. Max le ofrece enseñarle a jardinear, siempre y cuando fuese un secreto. Y, al ser un conocido, Alex no ve el riesgo en esto y se somete a esta relación que termina en abuso. Por ende, el libro enseña que no se puede mantener secretos con adultos, aunque sean personas conocidas.

Aquí les dejamos el link del cuento.

3. ¡Estela grita muy fuerte!: a partir de 6 años

Este libro busca entregar a los niños una herramienta para enseñarles a hacerse respetar, para prevenir así tanto el maltrato como el abuso infantil. «Una excusa para que niños y niñas, y mayores, entablen un diálogo sobre el derecho de cualquier persona a decir no ante situaciones que nos disgustan o hacen daño», señala Isabel Olid, autora del cuento.

Además, Olid, junto a la Asociación de Red de Ayuda a Niños Abusados, en colaboración con la Editorial Fineo, elaboraron un Programa de prevención de maltrato y abuso sexual infantil para acompañar el mensaje del cuento, mediante herramientas didácticas que permite que los niños se reconozcan en situaciones de maltrato y abuso y sepan cómo reaccionar.

El libro muestra a la protagonista Estela, una niña pequeña, en dos escenarios diferentes que involucran maltrato o abuso con personas cercanas: el primero es sobre maltrato físico con su mejor amiga del colegio y el segundo sobre abuso sexual con un tío.

Les dejamos el link del cuento en PDF y también el video.

4. Cata y Benja: para todas las edades

El gobierno chileno, a través del Ministerio de Justicia, el año 2012 publicó tres libros como guía básica de prevención del abuso sexual infantil:

Cata, Benja y su Hada Madrina es el primer libro, destinado a niños menores de seis años, que enseña los límites de las demostraciones de cariño de una persona de confianza, representada por un hada madrina.

Cata, Benja y Pincho es el libro destinado a niños entre 6 y 12 años, y explica a través de un amigo, lo que significa directamente el abuso sexual, por qué es malo, y que nadie puede tocarlos de manera indebida, incluidas las personas de confianza como: tíos, primos, abuelos, vecinos, etc. Enseña que no deben existir secretos con adultos y que siempre deben contarle a sus padres aquello que les molesta.

Cata y Benja online es el último libro destinado a adolescentes y que explica los abusos que se pueden cometer a través de internet y cómo evitar exponerse de forma online ante desconocidos. La historia está basada en la conversación por el chat de Facebook entre dos amigos, quienes van exponiendo lo peligroso que es entablar relaciones con personas desconocidas a través de internet, explicándolo mediante lenguaje juvenil y casos puntuales que supuestamente le pasaron a otros amigos cercanos.

Aquí pueden leer los tres libros.

¿Cómo actuar ante un caso de abuso infantil?

El Centro de Asistencia a Víctimas de Agresiones Sexuales (CAVAS), pone a disposición pública una serie de actitudes adecuadas en el caso de enfrentarnos a un abuso infantil:

1. Creer al niño/a: con tipos de respuesta: «Gracias por confiar en mí Y contármelo, así puedo ayudarte a solucionarlo».

2. Hacerle sentir orgulloso por haberlo contado: con tipos de respuesta: «Has sido muy valiente al contármelo y estoy muy orgulloso/a de ti».

3. Decirle que no es culpable: con tipos de respuesta: «Tú no has hecho nada malo», «No es culpa tuya».

4. Asegurarle que no le ocurrirá nada malo: con tipos de respuesta: «Ahora que me lo has contado, puedes estar tranquilo porque esto no volverá a ocurrir».

5. Decirle que saldrá adelante: con tipos de respuesta: «Aunque ahora estés un poco triste, todos te vamos a ayudar a que te sientas mejor».

6. Expresarle afecto con tipos de respuesta: «Te quiero y estaré junto a ti siempre que me necesites».

7. Mantener la calma: no hablar al niño nunca con demasiada carga emocional, trasmitiendo nuestro desasosiego y preocupación.

8. Asegurarse de que el menor no ha sufrido heridas, y en el caso de que las haya sufrido, acudir a un médico.

9. Proteger a la víctima: impedir que el abusador pueda volver a acceder al menor. Y el mejor método es la DENUNCIA.

¿Qué otros métodos de prevención ante el abuso sexual conoces tú?

Fuente: http://www.eldefinido.cl/actualidad/pais/7117/4-cuentos-infantiles-para-prevenir-y-detectar-a-tiempo-el-abuso-sexual/
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Un sueño, un bachaquero, su escuela y su maestro

Lourdes Velásquez de Urbáez

Todos quedamos sorprendidos al ver largas colas de venezolanos comparando comida, lo poco que se puede comprar con escasos recursos, lo poco que hay y el poco espacio en la cola porque los bachaqueros, como un pelotón, al llegar al establecimiento, entran sin importar la presencia de otros que han llegado en la madrugada y entre ellos hay mujeres embarazadas, enfermos y ancianos.

Sus cálculos son exactos, conocen sus porcentajes saben cuántas veces van a aumentar el precio del producto para venderlo allá en el barrio, donde sus vecinos, viviendo en la pobreza no puede tener el acceso a la cola, ni al bachaquero que también es de ese barrio y también es pobre; pero ahora su pobreza va mas allá, a su interior, a su conciencia a la que no quiere oír, pero que le habla. Este que se menciona es sólo un tipo de bachaquero, el más popular, al que todos acusamos y en el que todos fijamos nuestra mirada.

Ese tuvo maestros.

Aquí viene otro tipo de bachaquero, aquel que con su teléfono de tercera generación envía mensajes a sus contactos, vecinos de su prestigiosa urbanización ofreciendo bultos de exquisiteces, productos de limpieza que hace mucho desaparecieron, medicamentos, cauchos a precios millonarios. En seguida se agotan sus productos porque sus amigos, los que critican al bachaquero de 1 estrella, compran todo y no dicen nada.

Estos también tuvieron maestros.

También hay otro tipo de Bachaquero, el que con una gran formación en el arte empresarial conforma un grupo de 40 a 60 bachaqueros de 1 estrella, invierte una suma de dinero en teléfonos y otros instrumentos, para que se vayan a la cola y a su vez busquen a otros que compren, quienes a su vez hagan lo mismos; es decir bachaqueo de multinivel. Ellos cobran sus grandes comisiones a sus bachaqueros de 1 estrella y a los que están en el nivel más bajo de la cadena los cuales irán subiendo en la medida de su eficiencia en su trabajo, mientras estos empresarios del bachaquerismo se desplazan por todo el país pues sus redes ya son de grandes dimensiones.

Estos también tuvieron maestros.

También tenemos otro que lleva en un bolso, a la escuela los productos que compró en la cola llevando a la pareja, hijos, padres abuelos, etc para hacer una gran compra que al venderla en la escuela a precios elevados, multiplica en cantidad asombrosa y en pocos minutos, su inversión.

Este también tuvo maestro, y además, puede que sea maestro.

Esta breve clasificación es producto de una observación directa del fenómeno y ante la pregunta ¡¿Quién les enseño esto? ¿Qué pasó con la educación que le impartimos? ¿Esto fue lo que formamos? ¿Qué hicimos en la escuela? Se hace esta reflexión a fin de hurgar dentro de la esencia del ser maestros, de la realidad y de la vida, hasta encontrar el por qué y sobre todo, acercarnos, desde el ejercicio de la docencia, a una solución.

La profesión docente, la más digna y noble, que forma a todos los profesionales de las demás disciplinas, no forma bachaqueros; pero el fenómeno está presente, estrangulando al pueblo con una muestra de los más negativos “valores” que se adueñaron de ese ser, cuya luz encendimos pero que no supimos conservar.

Sin saber cómo ni cuándo, nuestra escuela y su maestra, con un pizarrón y tiza, quedó relegada ante lo estridente y tentador de los medios que nos presentan otra cultura que fácilmente hizo presa de aquellos niños que teníamos en el aula y comenzaron a desear parecerse a los protagonistas de películas, a los superhéroes, a los personajes exitosos del momento y abrieron las puertas de su conciencia al valor de “cuanto tienes cuanto vales” y así su inclinación se convirtió en adicción a otra cultura en la que las dimensiones del ser: saber, hacer, conocer y convivir fueron sustituidas por tener, aparentar, deshacer, destruir,

Estos niños de ayer fueron neocolonizados de otra manera, con otras armas con las que le crearon nuevas necesidades. Algunos de estos niños se negaron, resistieron a esa neocolonización pero la mayoría sucumbió ante el atractivo de los nuevos colonizadores que les subyugó con una realidad ficticia y opuesta a su contexto socioeconómico; conoció, además, la manera fácil de conseguir todos los atractivos de esa otra cultura y una de esas nuevas manera de vivir que también nos vino de fuera: el bachaquerismo.

Otra pregunta ronda el pensamiento, quienes fueron o fuimos los maestros de estos niños y jóvenes de ayer y bachaqueros de hoy? Pues ese maestro no fuimos los maestros de escuelas, no fuimos ni tú ni yo; sus “maestros” no estaban en la escuela, estaban en el cine, la TV, la radio, la publicidad, la moda, estaban en la calle y desde allí los atrajeron con luces artificiales, colores efímeros, sonidos estridentes y aromas melosos, hacia un mundo de mentiras, de sueños provocados, producto más bien de una especie de droga: el deseo de tener y así se fueron saliendo del aula a la jaula que hoy los encierra en una práctica delictiva cotidiana que se ha convertido en una cultura, un estilo de vida.

Pero si un seudomaestro se los llevó, un verdadero maestro, los debe traer de vuelta, haciendo del ejercicio de la profesión docente, una propuesta para nuestros estudiantes, ofreciendo los colores verdaderos de la vida, colores vivos, alegres, también oscuros y sombríos, pero reales porque al lado de las luces hay también muchas sombras y también el desagradable olor de la miseria.

Es el maestro, con escasos recursos materiales, usando el recurso de su vida, el llamado a emprender la lucha para rescatar la vida verdadera y venezolana, la vida que nos legaron las anteriores generaciones, los pueblos originarios, el pueblo que se formó con la mezcla de los que vinieron en la búsqueda de una mejor calidad de vida y juntos, disfrutar sanamente, con justicia y libertad los adelantos y tecnología que esfuerzo costó a muchos que a su vez fueron formados por nosotros.

A Chávez le costó la vida, y el resultado todos los logros que la Patria ha alcanzado con el Proceso Revolucionario; él facilitó la inclusión en educación, salud, bienes y servicios para el buen vivir de todos los venezolanos; en colectivo se fue construyendo la Patria Nueva.

Ahora remontamos una cuesta muy difícil que se agrava con este nuevo flagelo. Reconociendo que el problema del bachaquerismo, tiene profundas raíces en aspectos como lo económico, lo político, lo ideológico, en el contrabando, en el tráfico ilícito, es también cierto que tiene implicaciones culturales, éticas y morales; de allí la importancia del maestro en la búsqueda de solución a esta plaga que azota a la población venezolana.

Otra cosa también es cierta, la pobreza oprime, desgasta, asusta, no deja muchas posibilidades de avanzar si se tiene hambre, enfermedad, condiciones de vida fuertes. Ante estas dificultades, vividas también por la mayoría de los maestros venezolanos, cabe preguntarse: Sabe alguien lo que vamos a hacer? Parecería que nadie tiene esa respuesta y que todos tienen la respuesta.

Por allí, en el uno solo pero todos juntos, de repente, se podría comenzar a pensar de nuevo la escuela, la docencia, el ejerció de profesión docente y entre todos buscar la solución, la vuelta a los venezolanidad. Parecía lento pero no lo es.

A pesar de la dificultad económica, en Venezuela se celebra el día de todo, con fiestas y regalos. Sueño con el “Día de todos pensar la escuela, en la escuela, con la escuela”. Se sería un día de esperanza, de análisis, de propuestas, de búsqueda y de encuentro. Ese día la escuela será un lugar de construcción con maestros, estudiantes familia, comunidad.

La escuela convertida en un espacio para el debate, para el futuro, la creatividad, la inventiva, el riesgo de crear algo nuevo para caminar hacia el logro de una solución venezolana a los problemas venezolanos.

Una escuela como espacio para debatir y dialogar es una escuela que se acerca a los que es la participación y el protagonismo en una sociedad democrática; allí se aprende y se enseña a proteger y a defender la patria y lo propio y a construir colectivamente, lo que en colectivo soñamos juntos.

En este orden de ideas Ayers (2012) expresa: “La educación democrática se caracteriza básicamente por el diálogo, el cual es el vehículo para la discusión, la deliberación, la reconsideración y la transformación” (p.117).

Una escuela que fomenta el diálogo es un semillero de puertas abiertas a aciertos y errores, pero más que eso, a una búsqueda incesante de una salida esperanzadora a los nudos críticos, a través de métodos válidos, nuevos, construidos y aprobados por todo el colectivo que hace vida en ese espacio educativo.

La fragmentación de la realidad y sus fuerzas, ha sido siempre una táctica del enemigo; por eso, esta oportunidad, obra del enemigo, es buena para unir esfuerzos, cada quien desde su cotidianidad va aportando las piezas necesarias para la reconstrucción de la Patria desde la escuela; el mismo hecho de compartir vivencias en la prosperidad y la dificultad trae consigo un aprendizaje. Freire (2013) manifiesta: “Convivir con la cotidianidad del otro es una experiencia de aprendizaje permanente.” (p.49).

De esa manera es posible aprender, con todos, entre todos, en colectivo, y al fin nos aproximaremos a la certeza de cuáles son los efectos que la injusticia ha dejado en la gente y de qué manera busca librase de esto, que sabe extraño pero que no puede resolver solo por cuanto cada vez nos es más difícil entender el por qué de las cosas y saber qué es lo bueno y qué es lo malo, porque tal como le expresa Galeano(2005) “El mundo al revés premia al revés: desprecia la honestidad, castiga el trabajo, recompensa la falta de escrúpulos y alimenta el canibalismo” (p.9).

Son las mismas prácticas sociales las que han traído esta confusión de conciencia entre lo bueno y lo malo en esta sociedad que ordena hacer el bien pero premia el mal y así entrampó a todos; grandes son los esfuerzos para salir de la maraña que ha ido enredando cada vez con mayor fuerza; se ha intentado solucionar la problemática pero con políticas que nos siguen viniendo desde arriba porque tal vez todavía le tenemos miedo a la participación protagónica de pueblo, y no hemos aprendido a protagonizar el rumbo que debe tomar la patria.

Ante este panorama, se yergue la escuela, aquí está, ella no sólo tiene maestros, nos tiene a todos y entre todos reconociendo fallas y aciertos reconstruyamos, desde la escuela la Patria rota que llora sangre.

BIBLIOGRAFÍA

AYERS, William. “Enseñando para la libertad”. Centro Internacinal Miranda Caracas. 2012

FREIRE Paulo y Faundes. “Por una Pedagogía de la Pregunta”. Nueva Edición. Siglo XXI Editores. Argentina. 2013

GALEANO, Eduardo.”Patas arriba, la escuela del mundo al revés”, Siglo XXI. España 2005

Articulo enviado por su autora a la redacción de OVE

Fuente de la imagen: http://www.hoyenvenezuela.com/wp-content/uploads/2016/04/bachaquero.jpg

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