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Pasiones españolas: construcciones del amor romántico heterosexual

De la copla al pop estatal

Por Coral Herrera Gómez

Otras canciones románticas son posibles

La mayor parte de nuestras canciones siguen exaltando la violencia pasional, las guerras románticas, la necesidad de venganza cuando nos rompen el corazón, la sumisión erótica de la mujer, el asesinato de mujeres, y el sufrimiento femenino como muestra de amor verdadero. Pero muchas de nosotras estamos hartas de dramas alemanes, tragedias griegas, culebrones latinos, y sufrires eternos, y reivindicamos nuestro derecho a disfrutar del amor. Queremos otras canciones, otros romanticismos, otros finales felices, otras formas de querernos.

Existen muchas canciones que rompen con la tradición romántica del amor como una prisión o una enajenación mental que te limita y te ata al ser amado. Canciones maravillosas como la de Silvio Rodríguez: “Yo te quiero libre, libre de verdad, libre como el sueño de la libertad… “.

Necesitamos poner de moda canciones e historias de amor que rompan con la ideología hegemónica que atraviesa nuestra cultura amorosa: poesía que rompa con la propiedad privada y la exclusividad en la pareja, con las jerarquías, el sadomasoquismo romántico y las luchas de poder. Tenemos que reivindicar una música que no perpetúe los estereotipos y los roles de género, y que reivindique la diversidad sexual y amorosa de nuestra realidad cotidiana. Necesitamos canciones que canten más al amor y menos al desamor, y que sean capaces de ampliar nuestro concepto de “amor” mucho más allá de la pareja monógama en edad reproductiva.

La música es un motor de transformación, igual que el amor. Con música podremos visibilizar y crear otros modelos de relación, otras tramas, otras historias, otros protagonistas que en lugar de emplear la violencia para resolver sus conflictos, tengan herramientas para quererse bien, para respetarse, para cuidarse mutuamente, y para separarse con cariño.

Es fundamental que revolucionemos nuestro arte, nuestra música, nuestros relatos y nuestras representaciones a la vez que transformamos el mundo de los afectos, la sexualidad y el erotismo, las emociones y los sentimientos. Tenemos, también, que reivindicar nuestro derecho al amor y trabajar para que todo el mundo pueda unirse independientemente de su género, su orientación sexual, su clase social, su profesión, su edad, o su ideología.

Tenemos que cantarle al amor colectivo, a la ternura social entre los barrios y los pueblos, a otras formas de quererse alejadas de la ideología patriarcal y capitalista que nos hace sufrir tanto. Tenemos que dar espacio a los músicos y músicas, a la gente que compone y que canta otras historias de amor que nos muestren la riqueza del mundo en el que vivimos: hay muchas formas de juntarse y organizarse, y no tenemos por qué seguir cantando eternamente la misma canción.

Fuente: http://haikita.blogspot.com/

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La Calidad de la Educación y la Investigación como estrategia para aprender a aprender en la Universidad

LA CALIDAD DE LA EDUCACIÓN Y LA INVESTIGACIÓN COMO ESTRATEGIA PARA APRENDER A APRENDER EN LA UNIVERSIDAD

                            Lección Inaugural del Año Académico

2016 – UNAN León

Miguel De Castilla Urbina

6 de Abril, 2016

  1. LA EDUCACION Y EL DESARROLLO SOCIAL

             

La Educación es la función social que permite,  facilita y promueve la realización y participación de las personas en todos los espacios de la vida en sociedad, acompañando a los seres humanos desde que nacen hasta que mueren, a través de diferentes medios, maneras y modos formales, no formales e informales.

La educación formal,  es la misma educación  escolar y se diferencia de las otras maneras, porque ésta es sistemática, intencionada y organizada, conforme a fines y objetivos, para la transmisión de los avances de la Cultura y de la Ciencia en todas sus manifestaciones; constituyéndose por este motivo en un derecho humano fundamental, al que todos los estados y gobiernos están en el deber de dar respuesta y satisfacer.

La educación escolar a la vez que transmite los conocimientos, saberes, habilidades, destrezas y competencias en todos los ámbitos de la ciencia y la técnica, contribuye a la reproducción de la herencia cultural y la construcción de la memoria colectiva de un país o sociedad determinada.

Pero la educación escolarizada no es una función neutra, blanca e incontaminada de la vida social, como proceso de socialización, a la vez que promueve y desarrolla niveles mínimos de cohesión social alrededor de los intereses de las clases dominantes en una sociedad determinada, forma al componente básico del proceso productivo, como es las calificaciones de la fuerza de trabajo.

Como función de los Estados, la educación escolar se piensa en términos del presente pero mirando al futuro, olvidar esto al momento de planificar la educación, ha provocado  en numerosas oportunidades el surgimiento de verdaderos cuellos de botella y callejones sin salida a los sistemas escolares en nuestros países, y eso ha dado pie para someter a juicio su calidad y por tanto la calidad de su principal producto, esto es: la Calidad de la Educación y como consecuencia la calidad de las sociedades de la que es parte.

  1. LA CALIDAD DE LA EDUCACION

La Calidad de la Educación es, junto al cambio climático, el fundamentalismo religioso y étnico, las migraciones forzadas y la globalización económica, financiera y cultural,  uno de los problemas de hoy en todos los países, como expresión de los múltiples desencuentros entre las demandas económicas, sociales y culturales y las ofertas de los sistemas escolares y las escuelas.

En entrevista reciente de la televisión internacional, al Premio Nobel de Economía, el escocés Angus Deaton, al referirse a la crisis mundial del capitalismo, afirmaba que “todo pasa por la calidad de la educación”, e igual, hace pocos domingos  una revista televisiva en Nicaragua, decía que “la calidad de la educación era el mayor desafío del país en la actualidad”, y cuando después de la presentación de una encuesta patrocinada por el COSEP y la OIT, sobre Empresas Sostenibles de Nicaragua 2015, a finales de febrero pasado, los periodistas preguntaron al Director Ejecutivo de FUNIDES, sobre la relación entre empleo y educación en Nicaragua, él aseguró que: “la educación era la principal política pública de generación de empleo de mayor calidad.  Con una mano de obra bien calificada, se asegura puestos de trabajo de mayor productividad y por ende de mejores salarios”. (Chamorro, 2016).

En este contexto, el tema de la Calidad de la Educación propuesto para esta Lección Inaugural del Año Académico 2016 de la UNAN-León, como: “Necesidad, Responsabilidad y Esperanza”, es absolutamente pertinente respecto al debate contemporáneo de hoy en Nicaragua o cualquier país del mundo, sea en países altamente desarrollados como Francia, Alemania, Japón, Finlandia o Corea del Sur, o sea en Nigeria, Brasil, Guatemala,  Bangladesh o Costa Rica.

La variedad de las demandas  de los diferentes actores y sectores sociales es tal, que no existe concepto único, absoluto y universal sobre Calidad de la Educación, que sea adecuado a todos los que preguntan por ella en todos los países, y  ni siquiera un concepto único dentro de un mismo país.

El pedagogo panameño Juan Bosco Bernal, citado por Juan Bautista Arríen  y otros en el año 1996, en la obra Calidad de la Educación en el Istmo Centroamericano, explica esta situación así: “Es difícil encontrar un concepto de calidad de la educación que sirva a todos los países, a todas las generaciones de población y a todos los modelos de sociedad.  Pues la calidad es siempre un término relativo que admite comparaciones y, porque cada nación, de acuerdo con sus requerimientos y expectativas socio-educativas, lo mismo que en el marco de sus definiciones de políticas, concibe su ideal de educación, las normas y el papel que deben jugar los agentes y actores educativos (escuela, docentes, padres de familia, medios de comunicación, etc.), para asegurar su cristalización”. (Arríen, 1996).

La relatividad del concepto sobre Calidad de la Educación, depende de la posición que ocupa en la estructura y dialéctica social, la persona, grupo de personas o instituciones que cuestionan y piden cuentas de los resultados de la educación de acuerdo a sus intereses.  Múltiples actores sociales podrían mencionarse para comprobar la heterogeneidad de puntos de vista respecto a este tema.

Una síntesis de las posiciones de diferentes grupos sobre Calidad de la Educación en América Latina y el Caribe y por ende en Nicaragua, a manera de hipótesis, podría ser la siguiente: a) por un lado, como se mencionaba líneas arriba, la posición de los empresarios y las cámaras empresariales sobre la cantidad y calidad de “los recursos humanos” que les ofrecen las universidades públicas y privadas y los Institutos de Educación Técnica y Profesional; y b) por el otro, la posición de los defensores del Derecho a la Educación,  que reclaman educación pública, gratuita y de calidad para todos, en especial para los hijos e hijas de las poblaciones empobrecidas.

  1. LA CALIDAD DE LA EDUCACION SEGÚN LOS EMPRESARIOS

La relación Universidad-Empresas, ha sido uno de los temas recurrentes en el debate neoliberal contemporáneo de las instituciones de Educación Superior en los últimos veinticinco años en América Latina y el Caribe.  Múltiples reuniones, investigaciones, seminarios y congresos se han dedicado a la misma.  Muchas Universidades han entregado su autonomía académica a los departamentos de recursos humanos de las empresas.

Las conclusiones apuntan a recomendar extremos como los siguientes: 1) conjuntamente con las funciones clásicas del tríptico orteguiano referidas a la Investigación, la Docencia y la Extensión, hay que crear una nueva función orientada a la relación Universidad-Empresas; 2) la función de Extensión Universitaria debiera ser sinónimo de relación Universidad-Empresa, de esta manera, en el futuro, la relación de servicio (Docencia, Investigación) de la Universidad con la comunidad, será sustituida por la relación de la docencia y la investigación con las empresas; 3) la relación de las Universidades con las Empresas, debiera seguir el ejemplo japonés de la Motorola, la Honda y la Sony, que para facilitar y acortar los caminos y distancias  entre sus demandas y las ofertas universitarias, compraron a varias Universidades en México, Brasil y Argentina.

En mi obra, Educación y Lucha de Clases en Nicaragua, en 1980, al referirme a la relación entre Educación y Fuerza de Trabajo, afirmé:“cualquier sistema social necesita producir y reproducir, tanto las condiciones como los factores en que fundamenta su existencia.  En este sentido, la fuerza de trabajo como factor básico del proceso productivo, está sujeto a la necesidad ineludible de ser producida y reproducida.

Pero la reproducción de las calificaciones de la fuerza de trabajo, no implica tan sólo la socialización de la naturaleza humana, en destrezas y habilidades, necesarias para el desempeño de unas tareas en un puesto determinado del proceso productivo, sino que también y al mismo tiempo, la socialización de los individuos en las ideas, normas, valores, costumbres, hábitos y concepción del mundo y de la vida dominantes”. (De Castilla, 1980)

El tema  de la relación Universidad-Empresa, es  de mucha actualidad en Nicaragua, debido a la beligerancia del sector privado, respecto a la defensa de sus intereses.  En un artículo de opinión en el diario La Prensa,  del 8 de marzo pasado, el Presidente del COSEP al referirse a los resultados de la encuesta mencionada anteriormente, afirmó lo siguiente: “las empresas tienen dificultades para encontrar trabajadores con habilidades básicas, necesitamos trabajadores que puedan resolver problemas matemáticos, que tengan capacidad de análisis de prioridades y buena ortografía y redacción.  En el caso de las habilidades técnicas hace falta mayor conocimiento de inglés, mejor manejo de programas informáticos y el manejo de maquinarias específicas.

La falta de honestidad y comportamiento ético y la poca capacidad de adaptación a nuevas situaciones del negocio encabezan las áreas a desarrollar para encontrar trabajadores con habilidades socio-emocionales.

En el encuentro con el Consejo Nacional de Rectores hicimos énfasis en el nivel de insatisfacción con el sistema educativo nacional.  Más del 20 por ciento de las empresas considera que la oferta de egresados competentes es insuficiente y más del 25 por ciento de las empresas considera insuficiente la oferta de capacitación técnica de Inatec. (Aguerri, La Prensa, marzo 2016).

Por su parte,  Juan Sebastián Chamorro, director del Funides, al referirse a los valores que necesitarían los empresarios que el sistema escolar y especialmente las universidades enseñen a sus estudiantes, expresa que “se muestran dificultades en el manejo de valores, ética en el trabajo y honestidad, que también preocupa, disposición al trabajo, puntualidad y buenas costumbres en el trabajo” (Chamorro, La Prensa, marzo 2016).

La intelectualidad del empresariado nicaragüense está clara sobre el doble rol de la educación escolarizada, por un lado la formación de personal con capacidad para resolver problemas matemáticos, análisis de prioridades, buena ortografía, redacción, inglés y programas informáticos, y por el otro el aprendizaje de valores relacionados con la disciplina laboral y las buenas costumbres en el trabajo.

  1. LA CALIDAD DE LA EDUCACION COMO UN DERECHO HUMANO

Respecto a la Calidad de la Educación como un Derecho Humano, el referente no es una entidad externa al proceso educativo como serían las empresas, sino que es el propio sujeto del mismo, o sea el o la estudiante que aprende.  Los niños y niñas, los adolescentes, jóvenes y adultos que aprenden.

Considerando que la Educación Primaria es la Educación que sirve de base al edificio de los sistemas escolares, para Katarina Tomasevski exRelatora Especial sobre el Derecho a la Educación, de la Comisión General de Derechos Humanos de Naciones Unidas, las cuatro características que deben poseer las escuelas para garantizar el Derecho a la Educación, son las siguientes:   a) Disponibilidad, b) Accesibilidad, c) Aceptabilidad y d) Adaptabilidad.

  1. a) Sobre la Disponibilidad, Tomasevski afirma que, la primera obligación de todo Estado es asegurar que existan escuelas primarias a disposición de todos los niños y todas las niñas en edad escolar.  Si bien el Estado no es el único inversor, las normas internacionales de derechos humanos, lo obligan a ser el inversor de última instancia, a fin de asegurarse de que todos los niños en edad escolar dispongan de escuelas.
  1. b) La característica de Accesibilidad como constitutiva del Derecho a la Educación, está relacionada, tanto con la situación social de la familia del potencial estudiante, como con la promoción y apoyo del estado para que éste logre acceder al servicio escolar público gratuito.  En este aspecto, deberán revisarse tanto las tasas de cobertura según nivel educativo, como las probables causas que impiden que un sector de la población en la edad escolar correspondiente, no accede a la oferta educativa pública o privada de su localidad.  En Nicaragua, por ejemplo, se han detectado comunidades en las que hay escuelas con maestros (Disponibilidad), hay niños  y niñas en edad escolar, pero un sector de éstos no acuden a matricularse a las escuelas, debido a la situación de desempleo y pobreza de la población.
  1. c) La característica de Aceptabilidad implica que el contenido de la enseñanza que se imparte en las escuelas sea aceptable para padres y madres de familia y para los propios estudiantes de acuerdo a sus expectativas, necesidades, intereses y cultura.  Las patologías educativas relacionadas con el desperdicio escolar, (abandono, bajo rendimiento, ausentismo) no sólo tienen su origen en la situación de pobreza de las familias de los estudiantes, sino que también en la gestión y el currículo de la propia escuela.  Entre más cercana es la vida de la escuela a la vida cotidiana de las comunidades y demandas de los estudiantes, más y mejores serán los aprendizajes y más alta la calidad de la educación.
  1. d) Las presiones de la mundialización han aumentado la necesidad de la Adaptabilidad… El problema que se plantea en la actualidad, es hacer que la educación responda a la realidad inmediata a la que hacen frente los niños, niñas, jóvenes y adultos en su propia comunidad, así como a las realidades mundiales en rápida evolución.

Los Estados cumpliendo con su deber, de acuerdo a lo establecido en los marcos jurídicos  nacionales, “deben asegurar que existan escuelas primarias a disposición de todos los niños” (DISPONIBILIDAD); simultáneamente y de manera complementaria, el estado “garantizará el acceso a las escuelas públicas disponibles, sobre todo de acuerdo con las normas existentes por las que se prohíbe la discriminación”, la principal garantía para el acceso es la gratuidad  de la educación (ACCESIBILIDAD); las escuelas dispuestas y los estudiantes accediendo a las mismas, el paso siguiente es que la enseñanza ofrecida sea aceptable, en este orden, “el Estado está obligado a cerciorarse que la educación sea aceptable tanto para los padres como para los niños” (ACEPTABILIDAD), y que también sea adaptable, “el hecho de que en la Convención sobre los Derechos del Niño, se hayan puesto de relieve los mejores intereses de cada niño y la niña, pone de relieve la necesidad de que el sistema de educación se vuelva adaptable y lo siga siendo” (ADAPTABILIDAD). (De Castilla, 2007)

El Estado de Nicaragua, en el período 1990 – 2006, fue uno de los países en que la apuesta neoliberal mejor cumplió con su cometido de negar el Derecho a la Educación a la niñez y juventud empobrecida.  Con la organización e imposición del modelo de administración financiera del sistema escolar y la educación conocido como Autonomía Escolar, a la vez que excluyó a un amplio sector de estudiantes de los centros educativos públicos, negando la matrícula escolar y la permanencia a quienes no pudiesen pagar los aranceles de matrícula y las mensualidades, inculcó en los estudiantes que pudieron escaparse de la expulsión, los valores propios del dinero y el mercado convirtiendo a las escuelas en verdaderas pulperías. (De Castilla, 2007)

Frente a esta situación, con el triunfo del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), en noviembre del año 2006, el Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional (GRUN) que iniciaba su gestión en enero del año 2007, tomó la decisión de eliminar todos los acuerdos y disposiciones ministeriales, que servían de fundamento jurídico al modelo privatizador mencionado, recuperando la gratuidad de la educación como requisito fundamental del Derecho a la Educación, que había sido inaugurado e institucionalizado durante los años ochenta del pasado siglo en el contexto de la Revolución Popular Sandinista.

No obstante, el Derecho a la Educación no es solamente el derecho al acceso a la escuela, sino que éste incluye el Derecho a una Educación de Calidad como lo propusiera la exRelatora sobre el Derecho a la Educación de la ONU, Katerina Tomasevski.  Ofrecer solamente gratuidad, para que la población empobrecida pueda incorporarse a los servicios escolares, es como buscar solucionar el problema habitacional de un país, entregando gratuitamente casas de plástico y cartón a las familias empobrecidas.

Por ello es que, conjuntamente con la instauración de la gratuidad en las escuelas, en el año 2007 el Gobierno Sandinista realizó la Gran Consulta Nacional para la elaboración del nuevo Currículo Nacional Básico, el que fue elaborado en el año 2008 y puesto en marcha a partir de febrero del año 2009.  Con la elaboración del nuevo currículo se inició el proceso de totalización del cumplimiento del Estado nicaragüense del Derecho de la Educación en Nicaragua, tarea que, a través de numerosos mecanismos, continúa en la actualidad y es permanente, como punta de lanza, acicate y apoyo del nuevo modelo de sociedad que construimos entre todos, a través de múltiples procesos comunitarios, locales y nacionales; de alianzas estratégicas y de articulación entre los diferentes sectores sociales e institucionales; con énfasis en la unidad en la acción, el protagonismo de las mujeres,  de la juventud y comunitario y la responsabilidad compartida entre todos los sectores para enfrentar las grandes tareas de la reconstrucción nacional.

  1. LA CALIDAD DE LA EDUCACION: UNA CONSTRUCCION SOCIAL COMPLEJA

Responder a las demandas de los empresarios y a las de los defensores del derecho a la educación, es una tarea difícil y compleja, principal  y fundamentalmente porque la Calidad de la Educación, es una construcción social multivariable de articulación y convergencia de múltiples factores y determinaciones exógenas y endógenas al hecho educativo concreto, en cualquier lugar o situación que éste se dé.

Esto es de mucha importancia aclararlo, porque el análisis tradicional acerca de la Calidad de la Educación, casi siempre  focaliza su atención en las condiciones y circunstancias acerca de lo que pasa en el interior de los centros educativos, obviando el entorno social de donde vienen los estudiantes, que es en quienes se realiza y materializa la Calidad de la Educación.  Por este motivo es que cuando cualquier actor social le pide cuentas a la educación y se refieren a su calidad, inmediatamente fija su mirada en las escuelas y especialmente en los maestros,  maestras y los currículos.

Como se comprenderá esta concepción es falsa, en tanto ignora el origen social del estudiante. Los niños, niñas, adolescentes y jóvenes de la educación primaria y secundaria pasan la mayor parte del tiempo en sus hogares y en los diferentes escenarios de su entorno social, en relaciones de aprendizaje  y socialización en los valores, usos y costumbres dominantes,  con los miembros de su familia, padres, hermanos, tíos, abuelos, etc, o con sus pares generacionales,  en los lugares de reunión de las esquinas de la cuadra, los ciber, los parques, los espacios deportivos, etc.

De las veinte y cuatro horas del día, al menos en el caso de Nicaragua, porque en otros países es diferente, diez y nueve horas, muchachos y muchachas viven fuera de la escuela y sólo cinco horas pasan en las escuelas en relaciones de aprendizaje escolarizado, con sus maestros, maestras y compañeros o compañeras de aula.

No son iguales las posibilidades de un niño, niña o joven de las clases altas, comparadas con las posibilidades de otros y otras de las clases medias, y las posibilidades de otros y otras de los sectores empobrecidos. Las posibilidades económicas de las familias de donde proceden unos y otros son diferentes.  No son iguales, son desiguales,  y por lo tanto serán desiguales las oportunidades de aprender de los niños y niñas de una y otra clase o sector social.  Son una expresión de la desigualdad social, y de la reproducción de  las clases sociales y de la desigualdad social de cara al futuro a través de la educación escolarizada.

Si la Calidad de la Educación se observa y se mide en la cantidad y calidad de los aprendizajes de los estudiantes, no es igual la cantidad  y calidad de los aprendizajes en un colegio privado bilingüe o de origen extranjero o religioso de la capital, que en un colegio privado seglar tipo zaguán, o una escuela o instituto público; no es lo mismo una escuela o colegio privado de la capital, que colegios privados en los Municipios, o escuelas públicas urbanas que escuelas públicas rurales.  O escuelas urbanas y rurales del Pacífico que escuelas en el Caribe.  No son iguales los aprendizajes de la lectura de niños que han realizado los tres niveles de preescolar, que los que no los han realizado o vienen de preescolares comunitarios.  No es igual.  El origen social del estudiante lo marca.

Un actor exógeno fundamental en el proceso de construcción de la Calidad de la Educación es la familia.  La Calidad de la Educación escolar es la calidad de lo que se aprende y parte de lo que se aprende es el currículo escolar, una mezcla equilibrada de conocimientos, técnicas, fórmulas, reglas, metodologías y valores y principios.  Las familias no participan o participan muy poco en el proceso de enseñanza-aprendizaje del curriculum escolar, de las matemáticas, las geografías o las gramáticas, no obstante, son decisivas en el proceso de formación, construcción y enseñanza de valores y principios.  Lo bueno, y lo malo, lo bello y lo feo, la honradez, la palabra empeñada, la palabra que da vida y la palabra que mata, el respeto, el amor a la vida y a la naturaleza y el amor y la solidaridad con el prójimo en especial con los que sufren los humillados y explotados, se aprenden primero en la casa y en el hogar.  La escuela lo que hace es apoyar y reforzar el universo axiológico construido en el seno familiar.

Por ello, es equivocado e injusto preguntarle solamente a los maestros y maestras por la falta de cortesía y el trato brusco entre  los estudiantes;  por la basura en las calles y la falta de respeto de los y las estudiantes por las leyes, normas y reglamentos, los símbolos patrios y los legados, sus maestros y maestras, sus compañeros y sus mayores, porque la responsabilidad primero está en manos de padres y madres de familia.

Otro actor social en la forja de valores y antivalores en la sociedad contemporánea y por ende en la forja de la Calidad de la Educación, son los medios de comunicación social, especialmente los programas de televisión, telenovelas, películas y noticiarios.  El televisor y más modernamente la internet y el facebook, han pasado a ser los nuevos miembros de las familias en el proceso de forja y transmisión de los valores en nuestras sociedades.  Igual que los abuelos, hermanos, padres y madres.  El abuelo televisor, el hermano televisor, el papa televisor y la mama televisor.

Reconociendo a la Escuela y todo lo que esta significa, como decisiva para la forja de la Calidad de los aprendizajes de los estudiantes que acuden a ella, especialmente de los aprendizajes de conocimientos y saberes científicos y humanísticos, en Nicaragua en la actualidad y desde años recientes, se vive una verdadera batalla de cara a la  transformación  de todas las maneras y formas de concebir y  hacer educación escolar.  Es un proceso cultural de modernización y cambio de todo lo que se ha conocido hasta hoy como sistema escolar, en el que paulatinamente se han venido integrando y articulando diferentes actores, instituciones y entidades educativas y culturales en especial el MINED, CNU e INATEC los tres organismos rectores de la educación nacional y está encaminado a ofrecer educación de calidad a la población que demanda servicios educativos en los centros públicos del país, con especial énfasis en la niñez rural y de barrios empobrecidos y jóvenes y adultos analfabetos de la Educación Especial, posalfabetización y de la Educación Profesional y Técnica.

Todo un proceso holístico, permanente y sistemático, que habrá de producir en el futuro cercano, no sólo la refundación del Sistema Educativo Nicaragüense, sino que mejores productos y resultados, hombres y mujeres nicaragüenses con más elevadas capacidades y valores para hacer de nuestro país un mejor país.

La ampliación y elevación de la calidad de la Educación Primaria responde a los pedidos de quienes luchan por el Derecho a la Educación de los sectores empobrecidos en todo el mundo.  Por eso es que cuando la UNESCO se ha referido al Derecho a la Educación en los grandes Foros Mundiales sobre la Educación como los de Jomtien, Dakar o Incheon, se refiere fundamentalmente a la Educación Primaria.

  1. LA CALIDAD DE LA EDUCACION SUPERIOR

Cuando los empresarios reclaman personal capacitado para sus empresas, las preguntas van orientadas a las instituciones  de Educación Técnica y Profesional y de la Educación Superior, en especial a las Universidades.  En Nicaragua, existe una mesa de diálogo entre el Consejo Nacional de Rectores y el COSEP sobre este tema. En esa instancia, dice el Presidente de la organización gremial, José Adán Aguerri: “hicimos énfasis sobre el nivel de insatisfacción con el sistema educativo nacional”.

Respecto a esta problemática, seguramente economistas y empresarios junto a planificadores de la educación superior ya tendrán varias horas de vuelo respondiendo a estos desafíos.  No obstante, para quien escribe, militante a tiempo completo de la causa por el Derecho a la Educación, nuestra preocupación fundamental es el o la estudiante que aprende en las universidades.

En este orden, antes que ubicar a las Universidades como una variable independiente al servicio de las empresas, la tarea que propongo debiera animarnos, estimularnos y ocuparnos primero, es la transformación del actual modelo académico universitario, camino a que una vez alcanzado este propósito, entonces puedan las Universidades, haciendo valer su autonomía, cara a cara, de tú a tú, enfrentar el diálogo con las empresas y con todos los actores, sectores e instituciones que demandan sus servicios.

Con el propósito de ofrecer nuestra humilde contribución al debate de las ideas sobre la Universidad de hoy y del futuro en Nicaragua, a continuación presentamos  un conjunto de ideas que eventualmente podrían servir  para provocar y estimular el mismo.

El punto de partida para pensar la Universidad de hoy y del futuro en Nicaragua debiera de ser, la certeza y convicción de que la sociedad nicaragüense, y en especial su comunidad científica y académica,  está inmersa en un contexto de mayor tamaño y envergadura a nivel planetario, bautizada por futurólogos y prospectivistas como Sociedad del Conocimiento y de los Aprendizajes.

A manera de síntesis, algunos componentes que integran a esta construcción social, son las siguientes: a) la Revolución Científica y Técnica, expresada hoy en “la capacidad de los Conocimientos para generar nuevos Conocimientos”; b) el Conocimiento, considerado hoy como “el recurso” fundamental del proceso productivo, más importante aún que los propios recursos humanos o el dinero; c) la Revolución Informacional y la internet, según la cual, los Conocimientos son diseminados a nivel mundial apenas se producen y d) la Educación, de hoy y del futuro, concebida como un proceso “permanente”, que acompaña a las personas durante “toda la vida”, en las familias, en las escuelas (Básica, Media y Superior) y más allá de las escuelas.  Por eso, tarea fundamental de la educación escolarizada debe ser, enseñar al estudiante a “aprender a aprender”.

Frente a los retos y exigencias de la Sociedad del Conocimiento y de los Aprendizajes, ¿Cuáles son los desafíos de la Universidad contemporánea en el mundo y con particular énfasis en Nicaragua?

Dos son las alternativas: o la Universidad cambia y se transforma, reinventándose a sí misma, elevando su calidad;  o se convierte en un obstáculo y una rémora para el desarrollo social, negando su propia naturaleza e identidad histórica de organismo vanguardia del desarrollo cultural, científico y técnico.

El primer paso deberá ser, la certeza respecto a la imposibilidad de que en las actuales circunstancias, la Universidad pueda enseñar todos los conocimientos que el estudiante necesita aprender para su desempeño en su vida profesional; por ello el “lugar” del cambio y transformación de la Universidad, debe ser, en el corazón de la institución cultural, esto es, en su Currículum, y principalmente, en las prácticas del Currículum, en las asignaturas, las aulas de clase  y laboratorios universitarios, en la reunión cotidiana de estudiantes con sus maestros y maestras.

Por ese motivo, es de la mayor importancia, que la Universidad, a la vez que introduzca al estudiante enseñándole la teoría y el método de la especialidad de su carrera, y le enseñe los valores propios de una sociedad sana y una ciudadanía responsable,  también le enseñe a continuar aprendiendo autónoma e independientemente por su propia cuenta, actualizando, renovando, ampliando y profundizando esos conocimientos, una vez que haya egresado de la misma. (De Castilla, 2008)

El método a través del cual los estudiantes continuarán aprendiendo por su propia cuenta, después que hayan egresado de las aulas universitarias será la INVESTIGACIÓN, es decir, una de las tres funciones sustantivas clásicas de la Universidad, conjuntamente con la Enseñanza de las profesiones y la Extensión universitaria  (o vinculación con el entorno).

Hasta hoy, la investigación en la Universidad Pública nicaragüense, por lo general se ha realizado en Centros o Institutos de Investigación adscritos a las Vice Rectorías de Investigación y/o en las Facultades.  En los Centros o Institutos, profesionales de alto nivel, graduados  en universidades extranjeras, realizan proyectos de investigación especializados con el apoyo financiero de organismos internacionales, del Gobierno de la República y/o del presupuesto universitario, producto del 6 por ciento constitucional.  Por su parte, en las Facultades, profesores con vocación investigativa realizan de manera autónoma proyectos de Investigación, y estudiantes del último año de sus carreras, que tutoreados por sus profesores, realizan Proyectos de Investigación para ser presentados en eventos académicos como las Jornadas Universitarias de Desarrollo Científico (JUDC) o como Tesis de Grado o Monografías.

Como es posible observar, este modelo de Universidad, por sus propias características, no enseña al estudiante a investigar para continuar aprendiendo a través de la investigación, durante toda la vida del graduado universitario.  Por ello lo que aquí se propone, es romper con el actual Modelo de Universidad, que por un lado, separa a los Centros de Investigación y a sus investigadores, de las Facultades, sus Carreras,  profesores y estudiantes; y por el otro,  hace de la investigación una actividad casuística, espontánea y poco estructurada, más relacionada con vocaciones e intereses individuales, que con la visión, misión y los planes, políticas y vida académica de las instituciones universitarias. (De Castilla, 2008).

En este orden, lo que proponemos es un salto de calidad hacia adelante, redimensionando el rol de la Investigación y la Docencia en la Universidad, articulando en un solo movimiento, como si fuesen una sola función, las funciones de Docencia e Investigación, para que los estudiantes, a la vez que aprendan las teorías, métodos y valores  del currículo de cada carrera, aprendan a seguir aprendiendo autónoma e independientemente, más allá de las aulas, permanentemente durante toda su vida, mediante la investigación.

Por ello la idea de Universidad que proponemos, es la de la Universidad, que a la vez que articula a los investigadores de los Centros de Investigación y a los docentes y estudiantes de las Carreras y Facultades alrededor de Proyectos de Investigación comunes, haga de la Investigación el EJE del Currículum Universitario, que atraviesa transversalmente todas las asignaturas del Currículo de cada Carrera.

Que para profesores y estudiantes, investigar en la Universidad  signifique: Aprender a Aprender, que sea igual a decir Aprender a Investigar en las Asignaturas del Plan de Estudios de su Carrera, para que mañana, una vez que los estudiantes hayan egresado de la Universidad, puedan por su propia cuenta, autónoma e independientemente, sin la guía de ningún profesor o profesora, continuar aprendiendo en las mismas Asignaturas, u otras colaterales que el desarrollo científico aconseje, permanentemente, durante toda su vida.

Para este enfoque, no se trata que los estudiantes sólo aprendan a investigar en Asignaturas como Técnicas de Investigación, Investigación Documental, Metodología de la Investigación, Asignaturas con Trabajos de Curso, Estadística aplicada  a la  Investigación, Investigación Aplicada, Prácticas de Formación Profesional y/o Trabajos de Graduación, eso es lo tradicional, eso es lo ya ganado y es lo correcto, no obstante, ahora de lo que se trata, es de que con los conocimientos, destrezas  y competencias aprendidas en esas Asignaturas, también aprendan a investigar en las Asignaturas propias del Currículo de la Carrera que cursa el estudiante como sujeto de aprendizaje y que es en quien se realiza la Calidad de la Educación.

Las Asignaturas relacionadas con Metodología y Técnicas de Investigación son el Eje que atravesará transversalmente las Asignaturas del Currículo de cada Carrera, en ellas los estudiantes aprenden a investigar, y eso es fundamental, sin ese aprendizaje no se puede hacer nada; ahora de lo que se trata es de que con ese aprendizaje también aprendan a investigar investigando en las Asignaturas del Plan de Estudios de su Carrera mientras son estudiantes universitarios, para que mañana, una vez que estén fuera de la Universidad, sepan qué investigar, cuándo investigar, dónde investigar, cómo investigar, cómo aplicar lo investigado, cómo medir el impacto de lo aplicado, etc, en el campo disciplinario especializado de su carrera y más allá.

Investigar en las Asignaturas del Currículo de cada Carrera, no significa que en cada Asignatura se realizará una investigación de manera separada, como si fuera Trabajo de Curso, por el contrario, lo que se procuraría sería la integración, articulación y el trabajo colaborativo, cooperativo y complementario entre los (o las) docentes de las diferentes Asignaturas en cada semestre del Currículo Universitario, agremiados alrededor de proyectos de Investigación ad hoc.

Según esta propuesta, la Investigación sería para el estudiante, el método para “aprender a aprender” (aprender a investigar), y después continuar aprendiendo autónoma y permanentemente en las Asignaturas del Plan de Estudios de su carrera, más allá de la Universidad, durante toda su vida.  Esta sería la Universidad de Investigación al servicio de la Enseñanza de las futuras generaciones de profesionales.  Una Universidad de Calidad para una Educación de Calidad.

En el polo contrario estaría anclada la otra Universidad, la nuestra, la fundada en 1812.  En ella se parte de la creencia, que en las cuarenta y ocho Asignaturas de los Planes de Estudio de las Carreras, cabe todo el conocimiento que los estudiantes necesitan aprender para su desempeño en su vida profesional de hoy y el futuro.  Esa es la Universidad de Enseñanza.

En este orden, si para la Educación Primaria y Secundaria, la búsqueda respecto a la elevación de la calidad avanza sobre los rieles de las Rutas Educativas, lo que incluye un amplio programa de articulación entre los subsistemas educativos y de formación y capacitación docente en diferentes disciplinas impartido por la UNAN-Managua, la UNAN-León, URACCAN y BICU; encuentros locales periódicos con Madres y Padres de familia de Preescolar y Primer Grado; Congresos Municipales de Educación; elaboración de Materiales Pedagógicos para elevar la calidad de la transición de Primero a Segundo y a Tercer Grado; Investigaciones socioeducativas MINED-CNU etc., para la Universidad nicaragüense, la conversión de la Universidad de Enseñanza en Universidad de Investigación, será disponerse a convertir a la institución bicentenaria en una Universidad de Calidad, para una Educación de Calidad.

Nuestra propuesta sobre la investigación como Eje del Currículum es consecuente con lo que expresa hoy el discurso educativo en el mundo, especialmente con los cuatro Pilares de la Educación propuestos por la Comisión Internacional sobre la Educación para el Siglo XXI en su Informe conocido como La Educación encierra un Tesoro. (Delors, 1998)

El antecedente conceptual y filosófico de este Informe fue presentado en la obra Aprender a Ser, dada a conocer en 1972 por la primera gran Comisión Internacional para el Desarrollo de la Educación,  integrada por la UNESCO y presidida por el ex Ministro de Cultura de Francia, Edgard Faure.  Esa obra, junto a situar desde entonces en el centro del  debate educativo en el mundo, el gran tema de la Educación a lo largo de toda la vida  (la Educación Permanente), proféticamente anunció los portentos culturales de hoy, con  todos los descubrimientos e innovaciones de los cuales somos testigos en la actualidad. (Faure, 1972)

Veintidós años después, en 1994, la UNESCO convocó a la Segunda Comisión Internacional para pasar revista a la situación de la Educación en el mundo, esta vez presidida por el ex Ministro francés Jacques Delors y con el nombre de Comisión Internacional sobre la Educación para el Siglo XXI.

El Informe de la Comisión fue publicado con el nombre de La Educación encierra un tesoro, siendo su principal apuesta lo que la Comisión llama “Los cuatro pilares de la educación”: Aprender a Conocer, Aprender a Hacer, Aprender a Convivir y Aprender a Ser.  Por su contemporaneidad, coherencia y armonía interna, estos en pocos  años se han convertido en el paradigma de nuestra época para muchos procesos de reforma educativa, encarnando las prácticas educativas de  muchos países, especialmente en los procesos de programación curricular y de formación y capacitación de recursos humanos para la educación, en Ministerios de Educación, Centros Nacionales de Aprendizajes y Educación Técnica, Universidades y demás Instituciones de Educación Superior y Educación Terciaria.  En Nicaragua, cuando el Ministerio de Educación realizó, en el año 2007, la Gran Consulta Nacional del Curriculum y la formulación del Nuevo Curriculum, para la Educación Preescolar, Primaria, Secundaria y de la Educación Normal en el año 2008, los Cuatro Pilares integraron parte del conjunto de ejes transversales para la Educación Básica y Media del país.

Este antecedente y la necesidad de coherencia respecto a la continuidad educativa de los estudiantes nicaragüenses en su tránsito por la educación escolarizada, desde Preescolar hasta la Educación Superior y la Educación Posgraduada, obliga a asumir a los Cuatro Aprendizajes planteados por la Comisión Internacional de la UNESCO, como referentes, tanto para los procesos de transformación curricular en la Educación Superior, como para los procesos de formación y capacitación de los docentes universitarios y por ende para  construir el perfil profesiográfico  acerca de los nuevos roles de los mismos.

El primer Aprendizaje propuesto por la Comisión es el de Aprender a Conocer. Este Aprendizaje se refiere directa y explícitamente a la materia prima fundamental de la institución conocida como Universidad, como son los conocimientos.  Aprender a Conocer que es igual a decir: Aprender a saber, o igual a decir: a aprender a aprender.  Aprender conocimientos en las aulas de clases universitarias, conocimientos que en su gran  mayoría, son producidos por los Institutos, Laboratorios o Centros de Investigación e Innovación universitaria, en el ejercicio de su función de investigación.  Es la articulación entre Investigación y Docencia Universitaria, como una sola función.

La Comisión Internacional de la UNESCO, conecta este aprendizaje con la Educación Permanente, expresando que el mismo “supone aprender a aprender, para poder aprovechar las posibilidades que ofrece la educación a lo largo de la vida”.  Como es posible observar, “Aprender a Conocer”, se relaciona directamente con lo que nosotros hemos venido proponiendo respecto a la “investigación como eje del curriculum universitario” para que los estudiantes aprendan a aprender a través de la investigación.

“Aprender a Conocer” como eje transversal del Curriculum universitario, obliga a que los primeros que aprendamos a conocer, saber y aprender a aprender, seamos los docentes universitarios, y a que tengamos a este Aprendizaje, como uno de los principales roles de nuestro quehacer, en las circunstancias actuales de explosión exponencial de los conocimientos como característica de la Sociedad del Conocimiento y los Aprendizajes.  Aprender a conocer ha de ser un aprendizaje útil y fundamental para nosotros como personas y actores sociales, y útiles para nuestro trabajo con nuestros estudiantes, a quienes debemos enseñar a aprender, a conocer y aprender a aprender.

El segundo Aprendizaje propuesto es el de Aprender a Hacer.   Aprender a hacer docencia en la Universidad significa hoy por hoy, no sólo conocer a profundidad la ciencia o el arte que se enseña, lo que implica no ir al aula de clases en la mañana, sin antes revisar en la computadora los nuevos descubrimientos y hallazgos científicos surgidos durante la madrugada en los laboratorios, centros de investigación,  congresos científicos y revistas especializadas de otros países mientras dormíamos; sino  que también estudiar, e igual pasar revista cotidianamente, sobre los nuevos  descubrimientos en los campos de la neurociencia acerca de cómo aprenden los jóvenes de la llamada generación net en la actualidad; sobre las didácticas especiales relacionadas con la rama del saber que se enseña y en especial de la psicopedagogía y los enfoques que privilegian al estudiante sus aprendizajes e interaprendizajes, fomentan la autonomía, la reflexión, la crítica y la libertad de expresión, camino a la construcción de los aprendizajes, y  que los estudiantes de manera individual sean partícipes directos de su propio aprendizaje, para que ellos, en comunidad con sus profesores, aprendan a aprender, Saber y Conocer, y aprendan a Hacer a Convivir y a Ser.

En síntesis, esto quiere decir que el docente universitario debe desplazar la centralidad del interés educativo, de él mismo, que en el pasado se autoasumía dueño y poseedor de todos los conocimientos, a los estudiantes como sujetos de aprendizaje en todos los espacios de la vida académica, desde el aula de clases, pasando por los laboratorios, hasta las prácticas en el terreno.  El profesor como facilitador, mediador y triangulador, entre los contenidos disciplinarios y los temas de investigación que procura enseñar y resolver, y los propios estudiantes con quienes crea una comunidad horizontal de producción de conocimientos y de aprendizajes.

En este contexto, asumir a la Universidad como profesión u oficio, asumirnos y reconocernos universitarios, nos obliga a pensar que la institución se realiza en nuestras prácticas, y por ende en nuestras actividades como investigadores, docentes y extensionistas, y que esa actuación cuenta con un escenario privilegiado, como es el aula de clases con nuestros estudiantes; ahora no solamente para mediar entre unos contenidos curriculares determinados y los estudiantes como sujetos de aprendizajes, sino para convertir al aula de clase en taller de investigación, en donde profesores y estudiantes investigan juntos, y en ese proceso, en comunidad, producen juntos nuevos conocimientos y nuevos aprendizajes (tal como lo proponía Wilhelm Von Humboldt en su propuesta sobre “la educación basada en la búsqueda del conocimiento”), y posteriormente esos conocimientos y esos aprendizajes se “extienden”, comunican y ofrecen a la sociedad, para “aplicarse” y hacerse vida en el desarrollo social.

El tercer Aprendizaje se refiere a Aprender a convivir.  Al referirse a este Aprendizaje, la Comisión de la UNESCO expresa: “Aprender a vivir juntos desarrollando la comprensión del otro y la percepción de las formas de interdependencia realizar proyectos comunes y prepararse para tratar los conflictos, respetando los valores del pluralismo, comprensión mutua y paz”.  Este aprendizaje, según nuestro enfoque, se relaciona directamente con la búsqueda de que el aula de clases sea una comunidad de producción de conocimientos y de aprendizajes.  Una comunidad horizontal, en la que, a la manera de Freire, todos aprendemos de todos en posición de interaprendizajes; los profesores, a la vez que mediamos entre el curriculum y los estudiantes, y/o entre el problema de investigación que investigamos colectivamente estudiantes y profesores, juntos aprendemos unos de otros.

Por ello, aprender a convivir, también deberá significar el trabajo cooperativo y colaborativo disciplinario, interdisciplinario y transdisciplinario entre profesores, antes de presentarse a la sala de clase con sus estudiantes.  El eje central para la planificación e integración de las prácticas del currículo debe ser la investigación.  La idea es que los docentes decidan colectivamente sobre los temas de investigación que serán llevados como propuestas a los estudiantes para convertirlos en proyectos de investigación en el aula de clases, alrededor de los cuales se organicen estudiantes y profesores (o viceversa) para aprender investigando  o investigar aprendiendo.

Así, docentes y estudiantes, en dos momentos que avanzan en un continuo sistémico, del trabajo de gabinete en la sala de docentes al salón de clases con los estudiantes, la Universidad va poco a poco construyendo una comunidad de aprendizajes a través de la investigación, cuyos productos son nuevos conocimientos y nuevos aprendizajes.

El cuarto Aprendizaje propuesto por la Comisión de la UNESCO esAprender a Ser.  Respecto a éste la Comisión de la UNESCO expresa:“Una concepción más amplia de la educación debería llevar a cada persona a descubrir, despertar e incrementar sus posibilidades creativas… lo cual supone trascender la visión puramente instrumental de la educación (…) Aprender a Ser para que florezca mejor la nueva personalidad y se esté en condiciones de obrar con creciente capacidad de autonomía, de juicio y responsabilidad personal”.  Precisamente a esta cualidad trascendente de la educación, más allá de la concepción de la persona como mera tuerca del aparato productivo, es a lo que nos referíamos anteriormente cuando mencionamos que la educación cumple funciones cualitativamente superiores, de cara al desarrollo del ser humano, concebido éste proceso, como la libertad de los seres humanos frente a todos los poderes fácticos que pugnan por imponérsenos.

Así, el más grande éxito del docente universitario hoy, es lograr que su estudiante o estudiantes aprendan a ser autónomos, aprendan a saber y conocer el contenido del currículo de sus Carreras; de manera tal, que él, o ellos, aprendan a valerse por sus propios medios, esto es, que cuando eran estudiantes aprendieron a conocer y aprendieron a aprender en su asignatura y las demás asignaturas del currículo, a través de las diferentes maneras de investigar que aprendieron en el transcurso de su carrera de cara al desarrollo de la sociedad de la cual son parte.

Es la educación enseñando a SER al ser humano, a ser autónomos e independientes, y en ese proceso, a la vez que los docentes enseñan a sus estudiantes a que aprendan a SER autónomos, ellos también alcanzan su propia autonomía.  Ser autónomo significa conocerse a sí mismo; poseer y defender convicciones y creencias, contraer compromisos y cumplirlos.

El cambio de roles de los estudiantes y sus maestros hacia la investigación y su educación permanente, no podría ser, no debería ser, un proceso de carácter individual de un maestro y un grupo de estudiantes, sino que éste debería ser un proceso colectivo e institucional.  Es la Universidad la que debe cambiar hacia la investigación y la educación permanente, y con ella y en ella, los docentes, los investigadores y los estudiantes, o al revés, los estudiantes (razón de ser y existir de la Universidad), los docentes y los investigadores.  Los docentes, que por ser docentes son (somos) investigadores, y los investigadores que, además de serlo, y por lo mismo son (deben ser) también docentes.

COLOFON

La Educación de Calidad en el contexto de la Sociedad del Conocimiento y los Aprendizajes, es una NECESIDAD y una urgencia de los tiempos que corren para la Educación escolarizada y sus niveles de Preescolar, Primaria y Secundaria.  Pero más urgente aún es para la Educación Superior y las Universidades, a las que, dada la explosión de los conocimientos en todos los ámbitos de la Ciencia y  las demandas del Desarrollo Económico y Social nacional e internacional, hace años,  como a los muchachos a la hora de los exámenes, se les terminó el tiempo.  Responder a  la necesidad de elevar la Calidad de la Educación es una RESPONSABILIDAD de los líderes políticos y educacionales de todos los países, con especial énfasis de los dirigentes de los Consejos Universitarios de nuestras Universidades Públicas en América Latina y el Caribe.  La Educación y en ella y con ella su Calidad es el futuro. Toda educación escolar, sus fines y objetivos, es por definición una idea de futuro y el futuro es la ESPERANZA de un mundo en paz y bienestar para todas y todos compartido.

BIBLIOGRAFIA

–         Aguerri, José Adán (2016).   Por qué necesitamos una alianza por la Educación, Diario La Prensa, martes 8 de marzo de 2016, página 11 (Opinión) Managua, Nicaragua 2016.

–         Arríen, Juan Bautista y otros (1996).  Calidad de la Educación en el Istmo Centroamericano, UNESCO – San José, San José Costa Rica, 1996.

–         Chamorro, Juan Sebastián (2016).  Jóvenes entre el subempleo y la Emigración (Política de Educación es clave). Diario La Prensa, miércoles 9 de marzo del 2016, página 1, (Sección Activos) Managua, Nicaragua.

–         De Castilla Urbina, Miguel (1980) Educación y Lucha de Clases en Nicaragua.  Editorial UCA, Managua, Nicaragua.

–         De Castilla Urbina, Miguel (2007). El Derecho a la Educación en Nicaragua: la Herencia Neoliberal, Editronic, Managua, Nicaragua 2007.

–         De Castilla Urbina, Miguel (2008).  La Reforma Universitaria, Troya y mí idea de Universidad, Editorial Lea, Managua, Nicaragua, 2008.

–         De Castilla Urbina, Miguel (2013). La Educación basada en la búsqueda del conocimiento mediante la investigación, (Conferencia en la UNI) Inédito.

–         Delors, Jacques (1998).  La Educación Encierra y Tesoro, Fundación El Comercio, Quito, Ecuador.

–         Faure, Edgar (1972) Aprender a Ser, La Educación del Futuro,Alianza. Editorial, Madrid, España

Fuente: http://migueldecastilla.blogspot.com/

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Matar por matar

Por Atilio Borón

En el imaginario colectivo de gran parte del mundo la sociedad norteamericana es la sociedad ideal. Según esa construcción más que ideológica mitológica, una verdadera proeza de la industria cultural de ese país, los Estados Unidos son una sociedad abierta, de intensa movilidad social, pletórica de derechos, igualitaria, amante de la paz, los derechos humanos, la justicia y la democracia. Una sociedad, además, que se ha arrogado una misión supuestamente encomendada por la Providencia para difundir por todo el mundo el mensaje mesiánico y salvífico que redimiría a la humanidad de sus pecados y sus miserias. Pero esa imagen nada tiene que ver con la realidad. Estados Unidos es una sociedad profundamente desigual, en donde el diferencial de ingresos y riquezas entre los más ricos y los más pobres asumió, en el último cuarto de siglo, ribetes escandalosos y jamás vistos en su historia.

Una sociedad que a siglo y medio de la abolición de la esclavitud sigue estigmatizando y persiguiendo a los afroamericanos con una virulencia que, desde que uno de ellos, Barack Obama, asumió la presidencia de la república no hizo sino crecer. Hacía décadas que policías blancos no mataban a tantos negros en las calles de Estados Unidos. Una sociedad que presume de ser democrática cuando los más brillantes intelectuales de ese país no dudan en caracterizarla como una obscena plutocracia.

Pero sobre todo, Estados Unidos es una sociedad enferma, con una proporción de adictos a toda clase de drogas que no tiene parangón a escala mundial y que constituye el gran estímulo para el negocio del narcotráfico; y con una propensión al asesinato indiscriminado de niños en una escuela, de personas en un cine, de afroamericanos que concurren a su iglesia, de gente que acude a un shopping, de estudiantes que concurren a sus clases en la universidad o de gays que van a un bar con sus amigos y que, de repente, entra uno de estos psicópatas armados hasta los dientes y comienza a disparar sin ton ni son, al voleo, matando por matar. Y no son hechos aislados sino rasgos profundos y reiterativos de una patología social. Un reportaje de la BBC indica que en el año 2015 hubo en Estados Unidos 372 balaceras masivas, que mataron un total de 475 personas e hirieron a 1.870.

La de Orlando, el asesinato masivo más importante de la historia norteamericana, agrega 50 más a esa lista ominosa y 53 heridos, algunos de ellos de extrema gravedad. Un problema crónico que se retroalimenta con los crímenes interminables que la Casa Blanca perpetra sin pausa en Medio Oriente y Asia Meridional, lo que despierta en algunos un incontrolable deseo de venganza. Según el New York Times el atacante en bar de Orlando habría llamado al 911 de la Policía poco antes de efectuar su ataque y manifestó su lealtad el Estado Islámico. Testigos aseguran que antes de comenzar a disparar gritó «Alá es grande», aunque hay que tener cuidado con estas informaciones.

Más allá de estas dudas, el matar por matar, o matar para vivir un momento de celebridad, como el cretino que acabó con la vida de John Lennon en Nueva York, o matar a cualquiera para vengar los crímenes de Estados Unidos en su cruzada contra el Islam (como parecería ser la motivación en este caso) se ha convertido en una constante histórica y un síntoma del nivel de locura que prevalece en una sociedad que pretende erigirse como el non plus ultra de nuestro tiempo cuando en realidad es una formación social afectada por una grave patología que, poco a poco, va destruyendo los fundamentos mismos de cualquier convivencia civilizada.

Fuente: http://www.aporrea.org/internacionales/a229433.html.

Imagen tomada de: http://img.yoyopress.com/uploads/pistola1-630×300.jpg

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Educación superior, derecho y política educativa

Chile/17 de Junio de 2016/ La Tercera

Por: José Julio León

Dado el contexto de movilizaciones estudiantiles, paros indefinidos y tomas en varios establecimientos, el principal desafío que ahora enfrenta el Ministerio de Educación consiste en superar el clima de disputa o controversia (que pone énfasis en el conflicto y busca “derrotar” al adversario); para abrir espacio a la lógica del diálogo racional -que está en la esencia de la labor universitaria- con miras a diagnosticar adecuadamente los problemas, alcanzar acuerdos y facilitar la cooperación. Para que ese paso sea posible es necesario centrar la atención en el objeto del debate.

El tema central, hoy, viene dado por las expectativas o demandas del movimiento estudiantil (la CONFECh consiguió reunirse el viernes pasado con la Ministra de Educación para conocer detalles del proyecto de reforma a la educación superior y ha presionado, con las movilizaciones, para que esas demandas sean consideradas). Ahora bien, es curioso que los voceros de la CONFECh señalen que lo que tiene de particular esta movilización (respecto de la de 2011) es que ahora cumplen un rol central los estudiantes de universidades privadas, a los que se presenta como “los más precarizados” y víctimas “del negocio de la educación superior”. Más aún, tres dirigentes estudiantiles de universidades privadas, en una carta publicada en La Tercera el jueves 9, dijeron que los estudiantes de las entidades privadas se movilizan “para acabar con las condiciones que caracterizan a nuestras instituciones: falta de democracia, incertidumbre en la toma de decisiones y lucro”. Para tales dirigentes, la movilización tendría por objeto la expansión de la educación pública y la regulación de las instituciones privadas.

Es claro que nuestro sistema de educación superior necesita reformas. Pero es fundamental que éstas reposen en amplios consensos, buenos diagnósticos y se funden en los mejores argumentos. La CONFECh, hace un año, en su documento sobre la Reforma proponía: “poner en el centro el Derecho Social a la educación como espacio de integración, cohesión, democracia y cambio social, con pluralidad pedagógica y libertad para el desarrollo de proyectos educativos, vinculada al desarrollo del país”. Tales principios, perfectamente, podrían servir de base al Ministerio de Educación para propiciar acuerdos; el debate versaría entonces sobre las medidas adecuadas y proporcionales para operacionalizarlos.

Las reacciones posteriores a la reunión de la Ministra Delpiano con la CONFECh, con todo, no son auspiciosas. La ministra parece pedir excusas por no penalizar (como delito) el lucro y por el apoyo a las universidades estatales, en circunstancias que ambas decisiones son razonables. Los estudiantes cuestionan que no se modifiquen el sistema de financiamiento, en especial el crédito con aval del Estado (CAE), y la gobernanza de las instituciones, con lo que no se avanzaría en erradicar el mercado del sistema educativo.

Los planteamientos de ambas partes no son inconciliables. La educación, ciertamente, debe ser democrática, mirar el interés general y fundarse en la igualdad de los estudiantes. No es coherente con el pluralismo y la libertad, con todo, esgrimir ahora la dicotomía pública/privada de manera excluyente y estigmatizando a las entidades privadas creadas post 1981 como “educación de mercado”.

La propia CONFECh definió la educación pública, sin limitarla a lo estatal, como aquella que contribuye a “la construcción del país”, “a la expansión de la cultura, las artes y las ciencias”, a la dinamización e integración –sin discriminaciones- de la sociedad. De ello se sigue ciertamente un compromiso del Estado con sus instituciones educativas, siempre que ellas cumplan una función preferente que no sea exigible (tampoco prohibido) a instituciones privadas. La participación de los estamentos es necesaria y coherente con lo anterior; pero este principio no justifica una forma de gobierno análoga a la de la comunidad política. No se conocen experiencias de gobierno universitario basadas exclusivamente en el principio “una persona un voto” (de hecho, no las hay de gobierno estrictamente tri-estamental, en que cada estamento tenga el mismo “peso” en las decisiones).

La naturaleza de la universidad, que busca la excelencia tanto como cumplir funciones de bien público, se aviene mejor con una concepción sustantiva tanto acerca del rol democrático del sistema educativo público (que debe ofrecer oportunidades diversas, en especial a los que hoy son postergados, y expresar una pluralidad de proyectos educativos) como del rol de las instituciones educativas en la “esfera pública” (un espacio en que todos deben tener igual derecho a expresarse, a informarse, y donde todas las decisiones deben estar justificadas).

Algo similar cabe decir de la aspiración de gratuidad “universal”, que no es condición necesaria ni suficiente para desarrollar una política pública centrada en los derechos de los estudiantes. Podría, dependiendo de la limitación de recursos y los mecanismos de selección que se empleen, incluso perjudicar la igualdad. Centrar el debate en la gratuidad “para todos y ahora” es un error, porque elude los problemas de fondo y podría significar –al poner foco en el tema financiero- un cambio “gatopardista”, dejando el resto de las cosas igual.

Que las instituciones deban organizarse como personas sin fines de lucro, contar con formas de gobierno participativas, cumplir con estándares de investigación, calidad, transparencia y carrera académica, ser inclusivas y contar con mecanismos de selección que no discriminen a las minorías, parecen ser requisitos razonables para acceder a un régimen de lo “público”. Pero no se pueden poner tantas condiciones que ahoguen la diversidad o lesionen la autonomía, ni imponer por ley un solo modelo de universidad.

La deliberación que tiende al acuerdo supone evitar estrategias de “esto o nada”. La improvisación, el apuro, el veto y las acciones de fuerza que niegan los argumentos ponen en riesgo los logros alcanzados y la posibilidad de avanzar sustantivamente desde aquí. Y, de paso, pone en riesgo los derechos de nuestros(as) estudiantes. Justamente lo que los líderes estudiantiles dicen defender.

Fuente: http://voces.latercera.com/2016/06/17/jose-julio-leon/educacion-superior-derecho-y-politica-educativa/

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Equidad en la educación, el motor del desarrollo urbano

Colombia/ 16 de Junio de 2016/El Tiempo

Por: Asia Society

Las ciudades son fábricas de niños. Con un porcentaje cada vez mayor de personas viviendo en ellas, sin duda las familias y la infancia merecen que los gobiernos le presten atención a su formación y futuro.

Niños más y mejor educados significan mayor mano de obra calificada, más cabezas pensando y mejor productividad. En el largo plazo, las urbes con políticas públicas educativas serias son las que suelen tener un mejor comportamiento económico.

Y son las ciudades que basan su modelo en la equidad las que tienen más éxito, según Asia Society, organización no gubernamental fundada en 1956 por John D. Rockefeller y que promueve las alianzas educativas. Con base en información de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde), dice que “los sistemas con el mejor desempeño reducen el impacto del estatus socioeconómico en los logros académicos, creando sociedades abiertas al talento de cualquier fuente”.

Esto quiere decir que los sistemas educativos donde estudiantes de diferentes contextos e ingresos asisten a las mismas instituciones y tienen más o menos las mismas oportunidades de acceso a la educación superior son más exitosos.

Asia Society resalta el caso de Estados Unidos, donde “las grandes inequidades en los logros educativos, incluyendo las altas tasas de deserción escolar en bachillerato, le cuestan a la sociedad cerca de US$ 3 trillones al país, valor que equivale a una recesión”.

El portal open.dataforcities.org muestra, por ejemplo, que en San Diego (California) solo el 54,04 % de la población termina el bachillerato.

En Los Ángeles se gradúa el 75 %, mientras que en ciudades latinoamericanas –donde la pobreza es mayor, y la inequidad, menor– como Buenos Aires y Guadalajara, los graduados del colegio llegan al 65,8 y 83,4 %, respectivamente.

Según le dijo a Asia Society Andreas Schleicher, subdirector de educación de la Ocde, son tres las características de los países y ciudades con los mejores resultados en esta materia.

En primer lugar, invierten en la educación temprana. Segundo, apoyan a los colegios que presentan las mayores desventajas y los peores desempeños y, por último, eliminan los obstáculos que generan los sistemas por niveles y que pueden profundizar la inequidad.

El artículo científico Educación y crecimiento económico, de los profesores Eric A. Hanushek (Universidad de Stanford, Estados Unidos) y Ludger Woessmann (Universidad de Múnich, Alemania), señala que “la calidad de la educación tiene un profundo impacto en la economía, que depende de las habilidades y conocimientos de los trabajadores”. Ambos critican que los países en vías de desarrollo se enfoquen más en la cobertura y no en la calidad.

Mejores prácticas

En el mundo, uno de los casos más conocidos es el de Finlandia. De hecho, siempre aparece en los primeros puestos de las pruebas Pisa, de la Ocde. En su capital, Helsinki, el 99 % de los estudiantes termina la primaria, y el 72 %, la secundaria.

Según el portal independiente de noticias, Libertad Digital, de España, el éxito de este país no es la inversión anual por estudiante (9.162 dólares), sino su sistema incluyente que ha tenido continuidad a pesar de los cambios de gobierno. Además, el 95 % de sus colegios son públicos.

“No lo ha logrado con normas centralizadas, sino a través de un sistema que da una gran autonomía a los centros, en los cuales sus profesores son los que controlan los planes de estudios. Todo ello está enmarcado en una ley de educación estable, que no se cambia con el color del gobierno de turno”, señala el portal.

Dar oportunidades implica no solo tener colegios y profesores de calidad, sino también transporte para que todos puedan estudiar.

Libertad Digital destaca además que, a diferencia del sistema español donde el Gobierno central define los currículos académicos, Finlandia les da autonomía a los municipios y luego a los profesores para que el seguimiento a los estudiantes sea más personalizado.

Barcelona, por su parte, tiene resultados interesantes: el 100 % de los niños y niñas están en el sistema educativo, según le reportaron a Open Data for Cities en el 2013 y el 2014. No obstante, la falla está en la educación superior, pues de 100.000 habitantes solo 28.268 obtiene algún tipo de título, mientras que en Helsinki la tasa llega a 33.361.

De acuerdo con las pruebas Pisa, Shanghái (China) es la que tiene los mejores puntajes en matemáticas y la mayor proporción de estudiantes en los niveles más altos de calificación (5 y 6). Open Data no tiene los datos completos, que suele obtener directamente de las ciudades.

Sin embargo, el columnista Jaap Dronker, del Huffington Post, señala que esta ciudad china seleccionó para las pruebas solo a los jóvenes que viven legalmente ahí y excluyó a los inmigrantes, lo que pudo incidir en el resultado, pues al ser los más vulnerables, son los que pueden tener mayores falencias.

Fuente: http://www.eltiempo.com/bogota/equidad-en-la-educacion-como-motor-de-desarrollo-segun-expertos/16622563

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Ética Utópica para el Buen Vivir

Por Lupita Barradas

De acuerdo al “Diccionario de Filosofía” de Ferrater Mora (2009), el término “ética” y “moral” se han empleado, a veces, indistintamente de igual forma. Sin embargo, la etimología y la historia semántica de estos términos nos dicen que ethos (ἦθος), alude a aquel comportamiento de los individuos que pueda ser derivado de su propio carácter (etología), mientras que mos, moris alude a las <<costumbres>> que regulan los comportamientos de los individuos humanos en tanto son miembros de un grupo social.

Corominas nos dice que:

La moral es el dinamismo de apropiación de posibilidades que entrañan a la apertura de la realidad de la acción humana. Y justamente, este dinamismo de apropiación de posibilidades es el objeto de la ética. Los seres humano no sólo actuamos moralmente, es decir, realizamos ciertos actos y no otros, nos apropiamos de determinadas posibilidades o nos acoplan a las mismas, sino que también reflexionamos sobre este comportamiento práctico, buscando una cierta acoplación. Es justo lo que llamamos Ética (2000, p. 263).

De lo anterior se puede inferir que la moral y la ética se complementan, mientras la primera está más involucrada a lo afectivo y sociocultural, la segunda está más comprometida a la razón, a la reflexión e incluso busca la reflexión del primero, teniendo ambos términos un solo objetivo: La construcción del carácter del hombre.

Savater, en su libro de “Ética para Amador”, nos dice que nuestro pensamiento está condicionado por el lenguaje y que el resultado de la vida depende en gran medida de lo que cada uno quiere. Somos educados con ciertas tradiciones, hábitos, formas de comportamiento. Los hombres y las mujeres somos capaces de decidir, a pesar de que nuestra vida ya esté determinada (2011).

Al igual que Corominas y Savater, considero que los hombres y las mujeres somos “libres”, ya que somos capaces de responder a todo lo que nos acontece. Somos capaces de intentar conseguir lo que queremos y cuando no lo logramos nos recuperamos para volverlo a intentar porque tenemos voluntad.

Como personas podemos equivocarnos, inventar, elegir y, otra vez, equivocarnos. Tenemos libertad, entendiendo como libertadel saber decidir adecuadamente y con responsabilidad, pensando en un bien común para vivir satisfactoriamente, puesto que tenemos consciencia para saber por qué estamos decidiendo.

Como humanos, tenemos la facultad de reflexionar sobre lo que hacemos para así darle sentido a nuestra vida, a la vida que queremos vivir.

Reflexionamos, comprendemos, tenemos conciencia y por eso podemos:

  • Saber que queremos vivir humanamente
  • Examinar lo que hacemos para saber si corresponde a lo que en verdad queremos o no.
  • Desarrollar el buen gusto moral.
  • Ser responsables de nuestros actos. Entendiendo ser responsable, como el saber que cada uno de nuestros actos se van construyendo, definiendo, inventando con un solo propósito: transformarnos a nosotros y al mundo.Ya que cada una de nuestros actos va dejando huellas en nosotros mismos, porque la vida tiene sentido, un sentido único hacia adelante, en donde las jugadas no suelen repetirse pero sí corregirse.

La ética para mí, es una disciplina que permite a todos los seres humanos la realización del orden de la vida, los valores, la justicia, el respeto, el amor, la amistad: es la conjunción de la inteligencia, la razón, la prudencia y la sabiduría.

En la ética todo tiene justificación del ser, nos lleva a la felicidad, puesto que ésta es un sí espontáneo; una aceptación de lo que somos o de lo que sentimos ser, entendiendo a la felicidad como una experiencia transitoria de placer y dolor, de muerte y vida.

A través de la ética se intenta ser mejor con uno mismo y con los demás. El arte de elegir para vivir lo mejor posible. Es la base de la buena vida, tanto individual como social. Es el querer bien, en contraste con la política para la cual lo único que cuenta son los resultados de las acciones.

Como seres humanos tenemos dignidad y debemos desear la vida de acuerdo a un proyecto ético, en donde la vida en comunidad esté basada en la libertad, la justicia, el respeto, la solidaridad y la armonía. En otras palabras, la ética da sentido a nuestra vida porque es la capacidad de razonamiento, de elección, de reflexión y de decisión para vivir nuestra propia vida.

Porque a final de cuentas, somos nuestros propios artistas. Esculpimos para conocer y precisar lo mejor posible el sentido de la buena vida que queremos tener para conseguir nuestra felicidad.

Referencias

Coromina, Jordi. (2000). Ética primera. Madrid, España: Descleé.

Ferrater Mora. (2009). Diccionario de filosofía. Madrid, España: Alianza.

Savater, Fernando. (2011). Ética para Amador. México: Editorial Ariel.

Shopenhauer. (1983). El arte del buen vivir. Madrid, España: Biblioteca Edaf de Bolsillo.

Fuente: http://www.e-consulta.com/opinion/2016-06-15/etica-utopica-para-el-buen-vivir

Imagen tomada de: http://mm.queaprendemoshoy.com/wp-content/uploads/2016/02/cu%C3%A1l-es-la-diferencia-entre-etica-y-moral.jpg

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¿Es usted un buen papá?

Por Fausto Segovia Baus

No hay padres perfectos sino perfectibles. Como seres humanos podemos errar, y de hecho erramos. Pero nunca es tarde para realizar una autocrítica en la línea del mejoramiento y no dejar de ser lo que el mundo quiere: responsables. Para ello no hay recetas. A veces basta el sentido común y oír a la propia naturaleza.

La paternidad es un don y una responsabilidad. Pero muchos consideran una carga o un papel demasiado grande para sobrellevar. En esta ocasión caben algunas reflexiones sobre la paternidad, porque lo bueno puede convertirse en óptimo y lo malo revisarse, en aras de buscar puntos de encuentro y mejoramiento.

• Realidades Un primer pensamiento que puede ser útil es reconocer que la paternidad y la maternidad tienen asidero en la familia, que constituye no solo la célula social sino el espacio natural donde se forman personas. Somos, en efecto, hijos de una familia donde los padres –por presencia o ausencia- marcamos la vida de nuestros hijos; somos sus referentes. Ser padres, en este contexto, es una vocación que tiene repercusiones totales en las personas y no solamente jurídicas. La realidad, sin embargo, refleja una crisis profunda en las familias por causas complejas, en ocasiones producidas por un fenómeno lamentablemente generalizado: el abandono.

A veces es difícil entender que padres y madres que, supuestamente, trajeron hijos al mundo no bien se presentan dificultades, los dejan solos y desamparados, o cuando se producen inevitables divorcios, la gente regatea los alimentos y busca argumentos inverosímiles para no cumplir con sus obligaciones morales y legales. Por supuesto que hay padres y madres responsables, pero un porcentaje creciente de niños y jóvenes –así dicen las estadísticas- está creciendo con altos niveles de privación afectiva, por falta de consistencia familiar o, lo que es más grave, con graves índices de violencia intrafamiliar, que tiende a replicar un círculo vicioso difícil de controlar.

• Autocrítica ¿Dónde se aprende a ser buenos padres? La respuesta obvia: la universidad de la vida. No obstante, esta ‘universidad’ no necesariamente prepara padres eficaces, amorosos y responsables. Los atavismos se mantienen y se repiten amplificados ahora por ciertos medios de comunicación social, especialmente la televisión, que trasmiten arquetipos vacíos de contenidos y valores, y donde bajo el supuesto de ofertar diversión y espectáculo inculcan la infidelidad, la agresión y crímenes atroces, en nombre de la libertad de expresión.Es necesario, por tanto, revisar qué hacen y no hacen los buenos padres para intentar una autocrítica constructiva.

• Siete hábitos Augusto Cury, en su libro ‘Padres brillantes, maestros fascinantes’ (Planeta), ofrece algunas pistas interesantes. Plantea siete hábitos, sobre la base de un principio rector: ‘Los hijos –dice el autor- no necesitan padres extraordinarios, sino seres humanos que hablen su lenguaje y sean capaces de penetrar su corazón’.

1. ‘Los buenos padres dan regalos. Los padres eficaces ofrecen su propio ser’.

2. ‘Los buenos padres nutren el cuerpo. Los padres eficaces nutren la personalidad’.

3. ‘Los buenos padres corrigen los errores. Los padres eficaces enseñan a pensar’.

4. ‘Los buenos padres preparan a sus hijos para los aplausos. Los padres eficaces preparan a sus hijos para los fracasos’.

5. ‘Los buenos padres dialogan. Los padres eficaces dialogan como amigos’.

6. ‘Los buenos padres dan información. Los padres eficaces cuentan historias’.

7. ‘Los buenos padres dan oportunidades. Los padres eficientes nunca desisten’.

• Para los futuros papás ¿Cuál es la familia de sus sueños? La familia que quiere formar no es perfecta. No tiene ni tendrá padres infalibles ni hijos que causen frustraciones. Sus hijos serán lo que respiren y aprendan dentro del hogar. No serán copias de usted o clones. Para ello usted tiene que dar, en primer lugar, ejemplo. Y el paso inicial es tener la capacidad de decir ‘te amo’, ‘te quiero’, ‘lo siento’, ‘eres muy importante para mí’. Finalmente es necesario recordar –según Augusto Cury- que ‘en la verdadera familia no hay dioses ni héroes sino amigos. La familia de sus sueños es festiva. Un lugar sencillo donde hay debe haber- gente feliz’. Porque los padres somos felices cuando los hijos son felices.

Fuente:http://www.elcomercio.com/blogs/la-silla-vacia/buen-papa-familia-hijos-analisis.html.

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