Page 287 of 2732
1 285 286 287 288 289 2.732

¿Por qué el feminismo no es uno solo?

Por: Sofía García-Bullé

 

Para entender el proceso que llevó al feminismo a ser lo que es el día de hoy, es crucial entender los temas centrales de las cuatro olas del feminismo.

El 8 de marzo es un día para rememorar y reflexionar sobre el progreso social obtenido y el camino que falta aún para lograr una estructura social más justa para las mujeres. Pero ¿qué significa eso hoy en día? Más allá de las injusticias sociales que afectan a las mujeres, pareciera que el feminismo también intenta explicar quién, cómo y porqué una persona es mujer. ¿Son cuestionamientos que caben dentro del movimiento o son preguntas sin las cuales el cuestionamiento ya no puede entenderse?

Si una mujer es blanca, negra, musulmana, trans, o si pertenece a la clase media, alta o baja, se ha vuelto un aspecto trascendental para entender su postura dentro de un contexto feminista. No todas las posturas dentro del movimiento son iguales, algunas son tan diferentes que no parecen provenir del mismo movimiento, en varios casos no es así. Pero para comprender esto necesitamos tener claros dos parámetros importantes que dan significado al feminismo: las cuatro olas del feminismo y la interseccionalidad.

En términos generales, se divide al feminismo en cuatro olas. Se dice que estamos en un periodo de transición hacia esta última, pero ese es un tema en el que no hay consenso completo. El acto de abogar por la existencia digna, la capacidad e inteligencia de las mujeres, precede a la formación del feminismo como movimiento organizado, y se pueden encontrar ejemplos de esto en la Antigua Grecia, la Europa Medieval y hasta el Japón Feudal. Fueron estas instancias, aisladas pero constantes, las que dieron una base teórica e intelectual para solventar un movimiento organizado.

Primera Ola: el derecho al voto y a la educación

La primera ola del feminismo se concentró en demoler el rol femenino como subordinado y subsirviente del masculino, y los objetivos políticos para lograrlo eran claros: conseguir el derecho al voto, lo que les daría el poder para acceder a una educación igualitaria, así como libertad física y financiera de sus tutores varones.

La agenda de esta primera ola se consolidó en 1848, con tan solo 300 mujeres y hombres dentro de las filas. En este momento histórico había un vínculo significativo con la intención antiabolicionista y sufragista que dio foro a activistas como Sojourner Truth y Paulie Murray. La primera ola entendía la igualdad de derechos como la admisión de las mujeres en los espacios políticos y económicos, pero una existencia plena consta de más aspectos, por eso no podemos decir que el solo hecho de conseguir el derecho al voto y a la educación el feminismo se volviera igualitario desde un punto de vista jurídico, o que había triunfado de nuevo y sobrevivido su utilidad.

Segunda Ola: la radicalización y la revolución sexual

La década de los 60 y 70  se desenvolvió dentro de un marco de movimientos anti-guerra, desconfianza hacia el Estado, el movimiento de derechos civiles y una creciente conciencia acerca de las minorías sociales que no eran de sexo o raza. Si bien, el pensamiento radical dentro del movimiento ya existía desde la primera ola, este se normaliza y se adopta como parte fundamental del proceder feminista. Voces como las de Gloria Steinem, Angela Davis o Dolores Huerta se vuelven representativas del movimiento. La pieza central de esta fase se centra sobre los derechos reproductivos y sexuales, el empoderamiento femenino, el anticolonialismo y el inicio de un enfoque interseccional.

Con presencia de mujeres en más espacios fuera del hogar, ya no se trataba solo de las mujeres como un solo grupo. El feminismo comienza a abarcar más temas: las mujeres y los derechos civiles, las mujeres y el trabajo, las mujeres y su rol en el campo, entre otros. Es en estos años en los que se consolida como una corriente social y política de alcance mundial. Para la década de los 90, que vio los años finales de la segunda ola y los albores de la tercera, había surgido otro marco conceptual que vendría a cambiar cómo entendemos el feminismo de base y a diversificarlo aún más: la teoría queer.

Tercera Ola: interseccionalidad y teoría queer

La década de los 80 fue especialmente dura para la comunidad LGBT, la respuesta pública ante la epidemia de SIDA dejó clara la necesidad de crear organizaciones que abogaran por la dignidad humana de las personas no heteronormadas. El género y la sexualidad comenzaron a ser tema de coyuntura tanto del feminismo como del movimiento LGBT. La consecuencia epistémica de este momento espacio-tiempo es la teoría queer.

El término fue acuñado por Teresa de Lauretis en 1991 en un diario de estudios culturales feminista. El término abarca tres aspectos: no dimensionar la heterosexualidad como el único ejemplo de la sexualidad; desafiar la creencia de que los estudios de la sexualidad lesbiana y gay son una sola cosa; y la visibilización de cómo la raza y la etnicidad influyen sesgos sexuales.

Con esta última pieza, el feminismo define los temas principales con los cuales se les asocia en la búsqueda de justicia y equidad: sexo, raza, etnia y clase económica, sexualidad y género. Fue esta diversidad de temas lo que hizo necesaria la intersección como ejercicio básico del movimiento. Esto permite cubrir más áreas de desigualdad, pero de la misma forma, crea disonancias epistémicas importantes dentro del feminismo. Nos invita a cuestionar ¿de qué se trata realmente? ¿Tenemos un punto común si hay diferencias tan marcadas en distintos sectores del feminismo? ¿Cómo se puede decir que personas pro vida y pro derechos reproductivos pertenecen al mismo movimiento? ¿Cómo suponer lo mismo de personas que reconocen los espectros de género y la transexualidad y personas que no lo hacen?

Cuarta Ola: un feminismo diverso

Los anteriores cuestionamientos forman parte del marco teórico de la cuarta ola del feminismo iniciada a principios de los 2000, cuyos temas centrales son el acoso sexual, el estándar de belleza física (bodyshaming) y la cultura de la violación. No estamos hablando de temas sencillos pero tampoco nuevos. El feminismo ha tenido que resignificarse constantemente desde sus inicios. Dentro de este proceso siempre hay ideas y perspectivas que fueron “normales” o “positivas” en un contexto temporal específico pero ya no lo son en el siguiente.

Paulie Murray, quien sentó las bases legales para el fin de la segregación racial, defendió el uso de la de la palabra negro en los años 40; Gloria Steinem, una de las líderes más prominentes del feminismo de la segunda ola firmó una carta que ayudó a validar la tolerancia del discurso transfóbico en 2020. Si bien compartió una perspectiva diferente dos años después, firmando otro mensaje público en favor de los derechos de las personas transgénero en 2022, el proceder de Steinem proceder deja claro que el feminismo no está escrito en piedra, no está exento de crítica, nuevos aprendizajes y evolución. Y si es algo cambiante hasta para una misma persona al pasar de los años, lo es aún más para los millones de personas que se entienden a sí mismas como feministas.

¿Esto quiere decir que el feminismo como tal ya no existe o que perdió su dirección y propósito? ¿Que por eso ya no es efectivo o necesario? En absoluto, el feminismo como movimiento social ha sobrevivido el tiempo suficiente y se ha integrado a la fibra social de tal manera que lo que necesita no es desaparecer, sino establecer métodos, críticas y lineamientos concretos. Definir no solo para quién es, sino para quienes, como respuesta a todas las demás áreas de desbalance social a las cuales el feminismo se dirige actualmente. Organizarse, agendar y dirigirse a los temas planteados en esta última ola con los aprendizajes obtenidos en el contexto social y político actual, sin aferrarse a aquellos que en su momento sí representaron un avance pero que hoy son anacrónicos.

Fuente de la información e  imagen: https://observatorio.tec

Comparte este contenido:

La urgencia de consolidar pedagogías feministas

Por: Selene Kareli Zepeda Pioquinto/CII-OVE

Es marzo y los días se pintan de violeta, esto, en conmemoración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, recordando aquel hecho histórico que suscitó el 08 de marzo de 1908, donde 129 mujeres murieron en un incendio en la fábrica Cotton, de Nueva York, Estados Unidos, luego de que se declararan en huelga con permanencia en su lugar de trabajo. Su lucha se enmarcó en exigir un trato digno, demandando un salario justo respecto a los hombres y una jornada laboral consiente. No obstante, el dueño de la fábrica ordenó cerrar las puertas del edificio para que las mujeres desistieran y abandonaran el lugar, lamentablemente el incendio, y la osadía del dueño al negarse a escucharlas, acabó con sus vidas. Es así como a partir de aquel momento se comenzó a exigir con mayor fuerza y a nivel mundial la reivindicación de derechos laborales, políticos, sociales, educativos, económicos, reproductivos, de las mujeres.

De tal manera, desde entonces y hasta la fecha se han sumado voces de cada rincón del mundo que cuestionan el sistema político y cultural que es el patriarcado. Las mujeres hemos salido a tomar las calles para hacernos escuchar, generando presión social desde grandes avenidas, así como desde las serranías, para que los parlamentos atiendan nuestras reivindicaciones; demandas que van desde el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos, salarios equitativos entre hombres y mujeres, acciones inmediatas contra la violencia por cuestión de género, de clase y de etnia ―misma que se acentúa más en mujeres que en hombres―, castigo a los feminicidas, educación sexual, aborto legal y gratuito; sin embargo, muchas de las veces nos seguimos encontrando con muros, balas o desapariciones que intentan silenciar, lo que ha dado pie a que las mujeres desde las diversas particularidades tomemos acción, un claro y contúndete ejemplo han sido La Rastreadoras, quienes son un grupo de mujeres en México, que ponen el cuerpo en un trabajo en el que tienen en contra incluso al Estado mexicano: salir todas las semanas a buscar a sus desaparecidos.

En este contexto y bajo esta conmemoración, es que hoy me permito apuntar hacia la urgencia de crear y consolidar pedagogías feministas que generen reflexión y nuevas prácticas tanto dentro como fuera de las aulas, que se inscriban en generar conciencia respecto a los procesos generales y particulares que atraviesan el aquí y ahora de las batallas contra la cultura patriarcal, que atraviesa a mujeres y hombres: a todes. Destacando que esas pedagogías feministas requieren tocar los espacios públicos y privados, los Sistemas Educativos y educaciones populares. Se vuelve necesario pensar la educación desde una perspectiva emancipadora, feminista, antipatriarcal, antiracista y anticapitalista, siendo una provocación para trasformar las prácticas reproductoras del patriarcado. La educación como campo de batalla y de trasformación, donde las mujeres somos personas con dignidad y derechos por justicia social.

 

Comparte este contenido:

Sobre los orígenes socialistas del Día Internacional de la Mujer

Por Temma Kaplan
Traducido del inglés por Sebastián Risau

Recuperamos este artículo de 1985 que pretende acabar con los mitos edulcorados sobre el origen del Día Internacional de la Mujer.

Introducción de Claire G. Moses, directora de Feminist Studies

Cada 8 de Marzo cuento en mis clases de Estudios Feministas la historia del Día Internacional de la Mujer. Es una historia que me han contado muchas veces, y que por ello conozco bien. En 1857, una manifestación espontánea, llevada a cabo por las trabajadoras textiles de Nueva York que protestaban por los bajos salarios, la jornada laboral de doce horas y la creciente carga de trabajo, fue brutalmente dispersada por la policía. Muchas mujeres fueron arrestadas y algunas fueron pisoteadas por la multitud. Cincuenta años después, en el aniversario de esa movilización, se instituyó en su memoria el Día Internacional de la Mujer. Mis estudiantes responden a esta historia con una emoción muy cercana a la gratitud. Usualmente el 8 de Marzo coincide con el momento del semestre en el que más sienten el peso de la opresión de la mujer: están hambrientas por el conocimiento de la resistencia de las mujeres. Las trabajadoras textiles de Nueva York suplen esa necesidad de antecesoras heroicas.

Por eso, fue con cierta ambivalencia, interés académico mezclado con desconfianza política, que leí en la revista francesa feminista La Revue d’en face (12, 1982, pp 67-80) el artículo de Liliane Kandel y Francoise Picq, «Le Mythe des origines, A propos de la journée internationale des femmes.» ¿El mito de los orígenes? ¿Nunca había existido un evento como nuestra manifestación de 1857? Efectivamente, según Kandel y Picq, la manifestación de la obreras textiles de Nueva York en 1857 es una leyenda nacida en 1955. En su esclarecedor artículo ellas especulan sobre el origen de la «leyenda de 1857», sobre la probabilidad de que, en 1955, resultara muy oportuno «separar el Día Internacional de la Mujer de su historia soviética, para darle un origen más internacional, más antiguo que los bolcheviques, más espontáneo que la decisión de un Congreso, o la iniciativa de mujeres afiliadas al Partido, y que la fecha de 1857 haya sido elegida como tributo a Clara Zetkin, nacida ese año.»

Intrigadas por esta revisión de nuestro registro histórico, las editoras de Feminist Studies le pedimos a Temma Kaplan, de quien conocíamos sus estudios sobre rituales y días festivos socialistas, que nos proporcionara un registro más verdadero sobre el origen del Día Internacional de la Mujer. El meticuloso análisis de Kaplan sobre el nacimiento del Día Internacional de la Mujer demuele un mito en el cual muchas de nosotras nos apoyábamos para interesar a nuestras estudiantes. Ellas, que consideraban inspiradora la idea de una manifestación espontánea, seguramente extrañarán la leyenda de 1857. Pero en los ’80, cuando mejor necesitamos entender la efectividad de la resistencia organizada ¿no corresponde acaso que nos inspiremos no sólo en las manifestaciones espontáneas, sino también en las mujeres que se embarcaron en luchas de largo aliento y que crearon rituales para sostener esa lucha frente a una oposición implacable?

Sobre los orígenes socialistas del Día Internacional de la Mujer

Temma Kaplan

Una de las formas en que los socialistas y los anarquistas del siglo XIX intentaron establecer tradiciones comunales y seculares fue a través de los días festivos. Incluso en España, los izquierdistas celebraban festivales el 14 de julio, aniversario de la Toma de la Bastilla, porque esa fue la fecha más revolucionaria del calendario europeo hasta la Revolución Rusa. Los socialistas eligieron esa fecha para reunirse en París en 1889 para organizar la Segunda Internacional, una asamblea de partidos socialistas, sindicatos y clubes políticos. Con frecuencia, como ocurría con la conmemoración de la Comuna de París en cualquier día entre el 18 y el 28 de marzo, las fecha de los días festivos variaba. En el fondo lo que realmente importaba no era tanto la fecha sino la solidificación de un sentimiento de comunidad [1].

El primer Día Internacional de la Mujer (en singular) [actualmente es plural en inglés. N del T] se celebró el 23 de febrero de 1909 en Estados Unidos. Al igual que el Día del Trabajo, que tiene una historia parecida, el Día de la Mujer comenzó como un medio para unir a la comunidad popular alrededor de una serie de metas comunes. Originalmente ambos días festivos tuvieron lugar en domingos, para que la gente no perdiera un día de trabajo. Sin embargo, ambos quedaron fijados en fechas específicas porque los eventos históricos se impusieron a los manifestantes [2].

Curiosamente, una historia apócrifa emergió en los círculos comunistas franceses durante la década de 1950. Supuestamente, una huelga de obreras textiles de Nueva York el 8 de marzo de 1857 fue brutalmente reprimida, lo que condujo a una movilización para conmemorar su 50° aniversario en 1907. Ninguno de los eventos parecen haber tenido lugar, pero muchos europeos piensan que el 8 de marzo de 1907 inauguró el Día Internacional de la Mujer. Algunas feministas francesas ven este mito como un nuevo capítulo en la discusión de larga data entre feministas y comunistas sobre si las mujeres tienen otros derechos más allá de los que tienen como trabajadoras [3].

La historia real del Día Internacional de la Mujer no puede ser separada de la vida política de Clara Zetkin. Ella asistió a la reunión de 1889 en París en la que se creó la Segunda Internacional. En ese momento los izquierdistas allí reunidos acordaron una manifestación para el Día del Trabajo en la que reclamarían por la jornada de 8 horas y por poner límites al trabajo de mujeres y niños, puntos promovidos por Zetkin. Como editora entre 1890 y 1925 de Gleichheit [Igualdad], el periódico femenino del partido Social Demócrata alemán, ella promovía los intereses de las mujeres trabajadoras. Aunque Zetkin se oponía con virulencia a las feministas dentro y fuera del partido, trató de familiarizar a los socialistas con las condiciones de las mujeres trabajadoras. Después de la guerra se hizo comunista, y llevó la propuesta del Día Internacional de la mujer a la Tercera Internacional, en 1922 [4]. A partir de ese momento, el Día Internacional de la mujer se trasformó en un día festivo comunista. Desde finales de los 60 las feministas han revitalizado la celebración, infundiéndole un nuevo significado.

Muchas mujeres socialistas en Europa y en Estados Unidos reforzaron su compromiso con el internacionalismo en los años previos a la Primera Guerra Mundial. El 17 de agosto de 1907, justo antes de la reunión de la Segunda Internacional en Stuttgart, hubo un encuentro de mujeres asociadas al socialismo. Lideradas por Clara Zetkin y Louise Zietz, estas socialistas se comprometieron a luchar por la igualdad en todos los aspectos de la vida, y debatieron sobre manifestarse para publicitar sus objetivos [5].

Tanto en los Estados Unidos como en Europa las socialistas quedaron en un segundo plano respecto de las sufragistas, ya que consideraban a los derechos políticos de las mujeres como subordinados al avance económico de la clase obrera masculina. En todo el mundo la izquierda había asociado el voto femenino con el conservadurismo y Estados Unidos no era una excepción. Sin embargo, las mujeres de la Segunda Internacional consiguieron finalmente el apoyo de sus camaradas para la campaña por el sufragio, antes de la Primera Guerra Mundial. En 1908, el Partido Socialista de Estados Unidos creó el Comité Nacional de Mujeres por el Sufragio y les pidió que organizaran manifestaciones. Ansiosas por empezar, la rama Número 3 de la Sociedad Social Demócrata de Mujeres, de Nueva York, organizó una reunión masiva por el sufragio femenino, el 8 de marzo de 1908 [6].

Las Socialistas de Estados Unidos declararon el último día de febrero como Día Nacional de la Mujer. El 23 de febrero de 1909, la asamblea principal se celebró en Nueva York, en el Liceo Murray Hill, en la esquina de la Tercera Avenida y la Calle 34. Dos mil personas escucharon a Leonora O’Reill y otras explicar los principios de la igualdad de derecho y exigir el voto para las mujeres. En la asamblea del Liceo del Trabajo de Brooklyn se recitó «El Dios de Oro», seguido de cantos religiosos. Charlotte Perkins Gilman se dirigió a la congregación de la iglesia Parkside, en Brooklyn, junto a la secretaria de la Hermandad Cristiana Socialista. «Es cierto que el deber de una mujer está centrado en su hogar y en la maternidad”, dijo Gilman, pero también que «como hogar debería entenderse todo el país, y no estar confinado a tres o cuatro habitaciones, o a una ciudad, o a un estado.» [7]

La movilización del año siguiente en Nueva York se produjo el 27 de febrero de 1910, y se abrió con una asamblea en el Carnegie Hall. La audiencia cantó la Marsellesa, y luego Rose Schneiderman, Charlotte Perkins Gilman, y Metta I. Stem explicaron cómo las socialistas alemanas habían marcado el camino en Stuttgart en 1907 al exigir la igualdad económica para las mujeres y el derecho al voto [8].

Las socialistas de Estados Unidos inauguraron el Día Internacional de la Mujer con su Día Nacional de la Mujer en 1909, mientras que las europeas lo hicieron en 1911. Un patrón similar se había dado con el Día del Trabajo, introducido en 1886 por los Caballeros del Trabajo [organización presindical del movimiento obrero, N del T], que sin embargo no fue adoptado por los europeos hasta 1890. En la Asamblea de Mujeres que precedió a la Asamblea General de la Segunda Internacional en Copenhague, en 1910, Louise Zetz sugirió que al año siguiente se celebrara un día Internacional de la Mujer, y Clara Zetkin apoyó esta moción, pero nunca se fijó una fecha [9].

El 18 de marzo de 1911, en el 40° aniversario de la Comuna de París, se celebró en Europa el primer Día Internacional de la Mujer, para publicitar la necesidad de derechos para la mujeres y el sufragio. Sin embargo, en Estados Unidos las mujeres continuaron movilizándose el último domingo de febrero.

En una rara muestra de solidaridad, las socialistas de Boston les propusieron a las sufragistas movilizarse juntas hacia las audiencias por el sufragio el 23 de febrero de 1911. Las mujeres organizaron una manifestación al aire libre, y una asamblea en Ford Hall. Después de juntarse en Park Square, llegaron a la sala de audiencias y se encontraron con que no había lugar suficiente para todas ellas. Inspiradas por las sufragistas, todas estaban vestidas de blanco y llevaban diferentes banderas según sus opiniones políticas, pero las socialistas superaban en número a las sufragistas. La periodista del Periódico de la Mujer (el órgano oficial de la Asociación Nacional de Sufragistas de Estados Unidos) admitió que «las socialistas parecen ser las únicas en tomarse la cosa tan en serio como para marchar por la causa» [10].

En Nueva York, la asamblea por el Día Internacional de la Mujer de 1911 se celebró en la noche del sábado 25 de febrero en el Carnegie Hall. El discurso principal, a cargo de Bertha Fraser, elogiaba la incapacidad de combatir como una cualidad positiva para la ciudadanía. «Otro argumento contra las mujeres es que no pueden ser soldados. Y que además, cuando consigan el voto, lo usarán para hacer imposible la guerra.» [11]

En la primera celebración europea del Día Internacional de la mujer, el 18 de marzo de 1911 las mujeres marcharon por la Ringstrasse de Viena, llevando pancartas que incluían banderas rojas conmemorando a los mártires de la Comuna de París. Las mujeres se detuvieron frente al mercado de las flores y manifestaron a favor del sufragio femenino. A lo largo de todo el imperio austro-húngaro hubo 3000 manifestaciones de mujeres.

En ese día de 1911 los delegados socialistas en el parlamento austríaco defendieron abiertamente la igualdad de la mujer y el sufragio femenino por primera vez [12], renunciando de esa manera, al menos de palabra, a la persistente oposición socialista al voto de las mujeres. Pero justo cuando algunos socialistas estaban empezando a apoyar el voto femenino, la guerra acabó con toda posibilidad de reforma social durante cinco años.

Durante el primer invierno y la primavera de la Primera Guerra en 1915, las mujeres comenzaron a pasar a la acción. Proclamaron sus derechos como esposas, madres o amas de casa tanto en el dominio público como en el privado, para interceder allí donde los líderes políticos se mostraban incompetentes. El Día Internacional de la Mujer era una buena oportunidad. En Nueva York hubo muchas celebraciones de este día, como aquella en la que habló Juliet Stuart Poyntz, profesora adjunta de economía, graduada en el Barnard College [13,14]. La socialista Marian Craig Wentworth escribió una una obra de teatro en la que las mujeres se oponían a parir hasta que fuesen integradas a los consejos de guerra. Una foto en la revista New York Call mostraba a una madre y su hijo con un fondo destruido por la guerra. En el pie de la foto se preguntaba si las mujeres votarían por esto si tuvieran el voto [15].

En Berna (Suiza) Clara Zetkin reunió a mujeres socialistas de países en guerra y neutrales para manifestarse contra la guerra. Para las que venían de países beligerantes, eso significaba una traición contra sus países y partidos. Las mujeres que marcharon el 7 de marzo de 1915 no apoyaban a sus países ni del Este ni del Oeste. Llamaban a una «reconstitución de la Segunda Internacional», que había colapsado bajo el peso de los nacionalismos en 1914, pero no pedían por una Tercera Internacional, como los exilados rusos bolcheviques querían que hicieran. Para eso, los bolcheviques organizaron otra asamblea a principios de septiembre de 1915 en Zimmerwald, cerca de Berna, donde se formó el embrión de la Tercera Internacional [16].

Las socialistas de Berna volvieron a sus países con un manifiesto que distribuyeron clandestinamente. Estaba dirigido «A las mujeres del proletariado», y preguntaba, «¿Donde están vuestros maridos? ¿Donde están vuestros hijos?» Declaraba también que «los trabajadores no tienen nada que ganar con esta guerra. Y tienen todo para perder, todo, todo lo que les es caro.» El manifiesto exhortaba a las mujeres a pasar a la acción para ganar la paz.

Cuando la socialista francesa Louise Saumoneau salió de la cárcel, dos meses después de haber sido detenida por distribuir el manifiesto en Francia, descubrió que su sobrino favorito, de izquierda, había muerto en la guerra. Como siempre respondía a la pena con acciones, escribió su panfleto como una forma de llorarlo. En él, se lamentaba (amargamente) de que «hace 16 meses, nosotras las madres, las esposas, las hermanas de aquellos que partieron (…) manteníamos, a pesar de nuestra pena, la esperanza de que este ser tan querido para nosotras regresaría en buenas condiciones. Ni una sola de nosotras podía admitir que ese joven robusto que habíamos acompañado a la estación de tren no volvería nunca. Desde entonces, ¡ay! cuántas mujeres están llorando…» [17]

La guerra continuó a pesar de todos los esfuerzos de las mujeres, pero también continuó la celebración socialista del Día Internacional de la Mujer. Las socialistas neoyorquinas aplaudieron a la Liga contra los Altos Precios, que forzó a los municipios a establecer controles de precios sobre los carniceros Kosher, llamando a apoyar el derecho de las mujeres a alimentar a sus familias.

La guerra causó una escasez mucho peor entre las naciones beligerantes de Europa. Para enero de 1917, en Italia el precio de la harina había aumentado un 88%, el del vino un 144% y el de la papa un 131%, respecto de los precios de 1910 [18]. En el Día Internacional de la Mujer, el 23 de febrero de 1917, las socialistas de Turín colocaron afiches dirigidos a las mujeres, en los barrios obreros. En ellos se leía: «¿No ha causado ya demasiados tormentos esta guerra? Ahora la comida para nuestros niños ha comenzado a escasear. Es tiempo de que actuemos en nombre de la humanidad que sufre. Nuestro grito es: ¡Bajen las armas! Somos parte de la misma familia. Queremos paz. Debemos demostrar que las mujeres pueden proteger a quienes dependen de ellas.» [19]

La más dramática de las celebraciones del Día Internacional de la Mujer ocurrió en 1917, en Rusia. Bajo la dirección de la feminista Alexandra Kollontai, las mujeres rusas habían comenzado en 1913 a celebrar ese Día al estilo americano, con una movilización durante el ultimo domingo de febrero. En 1917, el principal reclamo de sus protestas era contra la degradación de sus condiciones de vida. Los alquileres habían aumentado a más del doble en San Petersburgo (rebautizada Petrogrado) entre 1905 y 1915, Los precios de los alimentos, en particular de la harina y del pan, habían aumentado entre 80 y 120% en la mayoría de las ciudades europeas. El precio de la libra de pan de centeno, componente básico de la dieta obrera en Petrogrado, había aumentado de 3 kopeks en 1913 a 18 kopeks en 1916. Hasta el jabón había aumentado un 245% en 1917 en Petrogrado [20]. Los comerciantes especulaban con los granos, el combustible y la carne, mientras que las fábricas cerraban por falta de energía eléctrica para funcionar. Los asalariados, tanto hombres como mujeres, iban a la huelga para enfrentar los despidos. Entre enero y febrero de 1917 se movilizaron mas de medio millón de trabajadores rusos, la mayor parte de ellos en Petrogrado.

Aprovechando la ocasión del Día Internacional de la Mujer (celebrado el 23 de febrero del calendario juliano, que correspondía al 8 de marzo en occidente [21]) las mujeres encabezaron una gran manifestación, partiendo de las fábricas y de las filas de reparto de comida. Los obreros metalúrgicos, hombres en su mayoría, se unieron a ellas, a pesar de que los bolcheviques consideraban que la movilización de las mujeres era precipitada.

El 25 de febrero, dos días después del comienzo de la insurrección de las mujeres, el zar le ordenó al General Khabalov, del Distrito Militar de Petrogrado, que aplastaran la revolución de las mujeres, disparando si era necesario. Khabalov resumió así el problema que tienen las autoridades cuando se enfrentan a las demandas de las mujeres: «cuando ellas decían «Dennos pan», les dábamos pan, y la cosa terminaba ahí. Pero cuando decían «¡Abajo la autocracia!» ya no podíamos aplacarlas con pan» [22]. Así comenzó la revolución de Febrero en Rusia. Para el 12 de marzo (27 de febrero en el calendario juliano), el zar Nicolás II ya había sido forzado a abdicar. El gobierno provisional, formado para conducir el país hasta la elección de una asamblea constituyente, fue el primer gobierno de una gran potencia en otorgar a las mujeres el derecho al voto [23].

Los eventos de 1917 en Rusia fijaron la fecha de la celebración del Día Internacional de la Mujer en el resto de Europa, a partir del año siguiente. Ya hacia el fin de la guerra, el 8 de marzo de 1918, las austríacas celebraron en las calles el Día Internacional de la Mujer. A pesar de que las manifestaciones estaban prohibidas, tres mil mujeres marcharon a lo largo de la Ringstrasse, pasando por el Parlamento y por el Palacio de justicia. También hubo otras manifestaciones en el resto del imperio austro-húngaro. Como lo explicó Adelheid Popp, líder de las socialistas austríacas, las mujeres intentaban mostrar, como esposas y como madres, su aversión por la guerra y sus demandas por la paz [24].

Con la ayuda de Clara Zetkin, Lenin declaró el Día Internacional de las Mujeres como un día festivo Comunista en 1922, cuando los comunistas chinos comenzaron a celebrarlo. En España, luego de la victoria de la lista del Frente Popular en las elecciones de febrero de 1936, la Pasionaria, una de las dirigentes del Partido Comunista Español, condujo a miles de mujeres para manifestarse en Madrid el 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer, para exigir la protección de la república frente a la creciente amenaza fascista.

Después de la Segunda Guerra Mundial, el Día Internacional de la Mujer siguió siendo un día festivo comunista hasta aproximadamente 1967. Según una de las historias, fue revivido en Estados Unidos por el Círculo de Chicago, un grupo de mujeres de la Universidad de Illinois que incluía a algunas hijas de comunistas americanas que recordaban haber escuchado sobre ese día festivo. Desde ese entonces, se ha transformado en una ocasión para un nuevo sentimiento de conciencia feminista y un nuevo sentimiento de internacionalismo feminista.

Mi agradecimiento a Claudia Koonz, Ruth Milkman, y Robert Moeller.

Notas:

1. Para una discusión de los días festivos en la Izquierda, ver: Temma Kaplan, «Civic Rituals and Patterns of Resistance in Barcelona, 1890-1930», en The Power of the Past: Essays for Eric Hobsbawm, ed. Pat Thane, Geoffrey Crossic, y Roderick Floud (Cambridge: 1984), 173-93.

2. Michelle Perrot, “The First of May 1890 in France: The Birth of a Working-Class Ritual,» en Thane, Crossic, y Floud, The Power of the Past, 143-71.

3. Liliane Kandel y Françoise Picq, «Le Mythe des origines à propos de la journée internationale des femmes.» La Revue d’en Face, 12 (Otoño de 1982): 67-80.

4. Karen Honeycutt, «Clara Zetkin: A Left-Wing Socialist and Feminist in Wilhelmian Germany» (Tesis de Doctorado, Columbia University, 1975); Renate Pore, A Conflict of Interest: Women in German Social Democracy, 1919-1933 (Westport, Connnecticut, Greenwood Press, 1981); y Jean H. Quataert, Reluctant Feminists in German Social Democracy, 1885-1917 (Princeton: Princeton University Press, 1979).

5. Bericht der 1. Intemationalen Frauenkonferenz Stuttgart, 17 Aug. 1907, Stuttgart, 1907, citado en Quataert, 249.

6. Mencionado en «New York City,» Socialist Woman, Marzo de 1988, incluído con una carta personal de Renée Coté, del 16 de febrero de 1984. Esta fue omitida por error en su libro, editado con Sylvie Dupont, La journée internationale des femmes ou les vrais faits et les vraies dates des mystérieuses origines de 8 mars jusqu’ici embrouillées, truquées, oubliées: la clef des énigmes la vérité historique (Montreal: 1984).

7. «The Suffragists and Socialists Demand Votes for Women,» Call, 1 de marzo de 1909, 1.

8. «A.B.C A Day of Anticipation:’ Call, 27 de Febrero de 1910, Magazine, 13.

9. Adelheid Popp, Der Weg zur Hohe: Die Sozialdemokratische Frauenbewegung Osterreichs(Vienna: 1930), 99.

10. Women’s journal. 56.

11. «Socialists Argue Strongly in Favor of Women’s Suffrage,» Call, 26 Feb. 1911, Magazine, 1-2.

12. Popp, 100.

13. Barnard College es una universidad privada dedicada a las Humanidades, ubicada en la ciudad de Nueva York. Fue fundada en 1889 por Annie Nathan Meyer como respuesta a la negativa de la Universidad de Columbia a admitir mujeres, y toma su nombre del décimo presidente de la Universidad de Columbia, Frederick Barnard (N del T).

14. «Great Socialist Meetings will Mark Woman’s Day Tomorrow,» Call, 27 Feb. 1915, 1.

15. Ibid.

16. Charles Sowerwine, Sisters or Citizens? Women and Socialism in France since 1876(Cambridge: Cambridge University Press, 1982), 151.

17. Ibid., 148, 152.

18. Encarecimiento de la vida durante la Guerra: Precios de la subsistencias en España y en el extranjero, 1914-1918 (Madrid , 1918),49.

19. Paolo Spriano, Socialismo e classe operaria a Torino dal 1892 al 1913 (Turin, 1958), 393. Para otros ejemplos de movimiento políticos en los que las mujeres reclaman su derecho de actuar en nombre de su comunidad, ver Temma Kaplan, «Female Consciousness and Collective Action: The Case of Barcelona, 1910-1918:’ Signs 7 (Spring 1982): 545-66.

20. Dale Ross, «The Role of the Women in Petrograd in War, Revolution, and Counter-Revolution, 1914-1921» (Tesis de Doctorado, Rutgers University, 1973). 28.

21. Debido al cálculo incorrecto de la duración del año solar, el calendario juliano presentaba en el siglo XVI un desfasaje importante complicando el cálculo de la fecha de la Pascua. Para remediar esto, en 1582 el papa Gregorio XXIII impulsó la adopción de un nuevo calendario, más preciso, para la iglesia católica. Sin embargo, las iglesias ortodoxas se opusieron a este cambio durante siglos. En Rusia en particular, fue el gobierno bolchevique que decretó el cambio al calendario gregoriano en 1918 (N del T)]

22. Ross, 32.

23. Bemice Glatzer Rosenthal, «Love on the Tractor: Women in the Russian Revolution and after,» en Becoming Visible: Women in European History, ed. Renate Bridenthal and Claudia Koonz (Boston: Houghton Mifflin, 1977), 370-99, 377.

24. Popp, 100.

Este artículo se publicó en la revista Feminist Studies, Vol. 11, No. 1 (Primavera de 1985), pp. 163-171.

Sobre los orígenes socialistas del Día Internacional de la Mujer

Comparte este contenido:

UNICEF: Tras una semana de conflicto en Ucrania, medio millón de niños y niñas se han convertido en refugiados

Tras una semana de conflicto en Ucrania, medio millón de niños y niñas se han convertido en refugiados

UNICEF advierte de los peligros cada vez mayores que corren los niños a medida que el conflicto se intensifica en las zonas pobladas

GINEBRA, 3 de marzo de 2022 – El conflicto en Ucrania, que se encuentra ya en su segunda semana, está causando un daño estremecedor a los niños y niñas de ese país, según ha advertido hoy UNICEF.

Millones de niños y niñas podrían quedar atrapados en la espiral de violencia a medida que los combates se intensifican en los principales centros urbanos del país y sus alrededores. Además, los niños corren mayores peligros de resultar heridos o de morir cuando se utilizan armas y municiones explosivas en zonas pobladas.

“El uso de armas explosivas en las ciudades podría convertir rápidamente esta crisis en una catástrofe para los niños y niñas de Ucrania”, dijo Afshan Khan, Directora Regional de UNICEF para Europa y Asia Central. “No hay operaciones armadas de esta envergadura que no provoquen daños a la infancia. Las consecuencias serán trágicas”.

Desde el 24 de febrero, 17 niños han muerto y 30 han resultado heridos en el conflicto. Estos datos provienen solo de los informes que las Naciones Unidas han podido verificar; el verdadero número de víctimas infantiles es probablemente mucho más elevado.

El conflicto también ha desencadenado un desplazamiento a gran escala de la población, dando lugar a lo que pronto podría convertirse en una de las mayores crisis de refugiados en Europa desde la Segunda Guerra Mundial. Medio millón de niños ya han huido de Ucrania a los países vecinos, y el número de refugiados sigue aumentando.

Cientos de casas han resultado dañadas o destruidas, y se ha informado de escuelas, orfanatos y centros de salud que han sufrido graves destrozos.

Las necesidades humanitarias en todo el país se multiplican por momentos. Cientos de miles de personas carecen de agua potable debido a los daños sufridos por la infraestructura del sistema hidráulico, y muchas otras no disponen de acceso a otros servicios esenciales como la atención sanitaria. El país se está quedando sin suministros médicos esenciales y ha tenido que interrumpir los esfuerzos urgentes para frenar un brote de poliomielitis.

UNICEF está trabajando con sus aliados para llegar a los niños y familias vulnerables con servicios esenciales en materia de atención sanitaria, educación, protección, y agua y saneamiento.

UNICEF también está ampliando su respuesta para satisfacer las necesidades urgentes de los niños y las familias que cruzan a los países vecinos. Estos esfuerzos incluyen la creación de espacios seguros “Blue Dot” a lo largo de las rutas de tránsito para que los niños y las madres tengan acceso a los servicios.

UNICEF solicita 276 millones de dólares para sus programas dentro de Ucrania y necesita otros 73 millones de dólares para ayudar a los niños de los países vecinos.

“UNICEF está sobre el terreno, haciendo todo lo posible para satisfacer las necesidades básicas de los niños y niñas, pero la única manera de dejar atrás la tragedia que se está produciendo en Ucrania es que el conflicto termine lo antes posible”, dijo Khan.

Fuente de la Información: https://www.unicef.org/es/comunicados-prensa/tras-semana-conflicto-ucrania-medio-millon-ninos-ninas-convertidos-refugiados

 

Comparte este contenido:

Brasil: Diálogo con Frei Betto

Diálogo con Frei Betto

El azar me regaló la oportunidad de escuchar las palabras de Frei Betto pronunciadas en la clausura del Congreso Universidad 2022, celebrado recientemente en La Habana. Por su profundidad, síntesis y alcance, así como por su incitación al desarrollo de una reflexión necesaria, el texto —improvisado a partir de breves apuntes— merece transcripción para garantizar su más amplia difusión.

En sus palabras iniciales devela que la posibilidad del estallido de una pandemia arrasadora en zonas densamente pobladas de intercambio creciente entre seres humanos y animales desplazados de su hábitat natural, constituía un peligro inminente que se expandiría con rapidez al planeta todo.

A pesar del análisis elaborado por la CIA, los Gobiernos nada hicieron, embargados en la lucha por la dominación económica y geopolítica del mundo. El costo de las decisiones irresponsables ha sido inmenso en vidas humanas, secuelas en padecimientos de todo orden y en consecuencias económicas que repercuten en el aumento de las desigualdades, la miseria y el desempleo. Y lo que resulta aún más grave: es el anuncio de que estamos en el preludio de fenómenos que habrán de repetirse ante la incapacidad de los Estados de superar los mezquinos intereses nacionales para asumir, de manera conjunta, la salvación de la especie.

Para no abrumar al lector impaciente, en el breve espacio de esta columna me limitaré a centrarme en el tema de la universidad abordado por Frei Betto, profundo conocedor de las esencias del pensamiento de José Martí y Fidel Castro. En un discurso pronunciado en ocasión del otorgamiento del grado de Doctor Honoris Causa por la Universidad de La Habana, Carlos Rafael Rodríguez afirmó que el pensamiento socialista no había centrado su análisis en la misión de esa institución de primordial importancia para el desarrollo económico, ideológico y social.

Habría que añadir a ese señalamiento que no fue similar al caso del proceso de maduración en el contexto histórico de la América Latina subdesarrollada, dependiente y sujeta al dominio de distintas formas de coloniaje. En 1918 había estallado en Córdoba, Argentina, animado por la masa estudiantil, el movimiento en favor de la Reforma Universitaria que muy pronto se expandió por el subcontinente todo. No se limitó a enfrentar el adocenamiento de claustros adormecidos en la rutina. Planteó la redefinición de la misión de la educación superior en términos de proyección hacia la sociedad en su conjunto, con el propósito de impulsar su transformación radical.

Lúcido como siempre, Julio Antonio Mella percibió el alcance revolucionario del proyecto. Fue su impulsor en la Isla y asumió ese papel hasta sus últimas consecuencias en términos de sacrificio personal. A pesar de su momentánea derrota aparente, el sueño quedó sembrado de manera definitiva entre nosotros. Según confesión propia en su esencial discurso del Aula Magna evocado por Frei Betto, Fidel se hizo revolucionario en la Universidad. Guardando las distancias debidas, así ocurrió también con muchos de nosotros.

En uno de sus ensayos, al analizar el comportamiento de las clases sociales, Carlos Rafael Rodríguez subrayaba el potencial revolucionario existente en el estudiantado latinoamericano, tal y como lo ratificaron las acciones emprendidas contra la dictadura de Machado y contra Batista a partir del 10 de marzo de 1952.

No había concluido la Campaña de Alfabetización cuando, bajo la inspiración de Fidel y la conducción de su ministro de Educación, Armando Hart, con representación del estudiantado universitario, se modificaron concepciones organizativas para colocar al departamento docente como célula básica articuladora de la inseparable unión de enseñanza e investigación.

Se crearon nuevas carreras y se rediseñaron algunas de las existentes. Rompiendo las bases de la tradicional dependencia del dominio neocolonial, la Facultad de Economía se instauró en la bicentenaria universidad habanera. Pero la transformación habría de conducir a calar en lo más profundo de la realidad nacional.

De la mano del inolvidable rector Chomy Miyar, encargado de traducir en práctica concreta la perspectiva visionaria de Fidel, se impulsaron los denominados «trabajos sociales». Junto a los estudiantes de la época viví en lo más íntimo de mi intelecto, aunado a mis fibras más sensibles, aquella experiencia estremecedora. Desde entonces, no volví a ser la misma. Conocí el lastre del subdesarrollo en todas las dimensiones de la vida. Modifiqué radicalmente mi concepto de cultura, circunscrita hasta entonces al conocimiento de la creación artístico-literaria.

Por humanos, por asumir el legado de una tradición, de un saber hacer, de una memoria particular, de un conjunto de valores, todos somos portadores de cultura, requerida a veces de redescubrirse y de abrirse hacia horizontes más anchos. Participar en ese diálogo fecundante de manera efectiva requiere un intenso trabajo de investigación basado en el respeto mutuo, de la disposición de aprender del otro.

Esa visión se reafirmó pocos años después. Tuve el privilegio de acompañar a la antropóloga franco-mexicana Laurette Séjourné a conocer el trabajo del Grupo Teatro Escambray. Eran los días previos al estreno de La Vitrina, de Albio Paz. Cabaiguán, el inolvidable chofer del colectivo, había sido transportador de bolos en lo más intrincado de aquella zona montañosa. Ahora hablaba del Grupo en términos de «nosotros». Nos explicaba pormenorizadamente la importancia de convivir en la zona para conocer las complejidades de su realidad esencial.

En lo personal, decidí dedicar cinco años de permanencia en el territorio para emprender una tarea de investigación-desarrollo sobre los problemas de la animación de la vida cultural en el contexto de un proceso de transformación socioeconómica, desde un lugar sacudido dolorosamente en el período de enfrentamiento a las bandas contrarrevolucionarias. Con maestría insuperable, Laurette Séjourné publicó un libro de testimonio lamentablemente olvidado en los días que corren, cuando podría constituir un referente de primordial importancia para el indispensable acercamiento a los problemas de las comunidades.

Algunos fragmentos del diario personal de Sergio Corrieri expresan el inmenso desamparo compartido por aquellos profesionales experimentados al afrontar una obra de creación de tanta magnitud. Así sucede en cada aventura orientada a la búsqueda de la verdad.

Por todo ello, las palabras de Frei Betto contienen un llamado que no podemos desestimar. La Universidad no puede limitarse a entrenar profesionales aptos para responder a las demandas apremiantes del universo empresarial. Es, ante todo, siembra de valores. Encontrar las vías para hacerlo en el contexto de la contemporaneidad es desafío gigantesco, indispensable para asegurar el presente y el futuro de una nación soberana y socialista.

(Tomado de Juventud Rebelde)

Fuente de la Información: http://www.cubadebate.cu/opinion/2022/02/28/dialogo-con-frei-betto-2/

 

Comparte este contenido:

Guatemala: Realidades paralelas

Realidades paralelas

Carolina Vásquez Araya

Nada tan inquietante como el hecho de ignorarlo todo

“Aprehender la realidad sumergiéndose de lleno en ella” era el lema de Ryszard Kapuscinski, el gran reportero polaco cuyo paso por este planeta dejó huellas profundas en el periodismo y en la manera de comprender al mundo. Su trayectoria, impecable y cargada de valores humanos, viene a recordarnos una vez más la existencia de una vocación imprescindible: un periodismo en cuyo ejercicio deben primar el compromiso, la verdad y la sensibilidad ante la tragedia de los pueblos sometidos a la violencia incomprensible de la guerra.

Para Kapuscinski, el secreto descansa en prestar atención a las pequeñas cosas, porque en ellas reside el secreto mismo de la vida. Asimismo, asumir sin restricciones un voto de honestidad para evitar caer en la sobre dimensión del ego y así mantener los pies bien asentados sobre la tierra, porque no somos más que transmisores de la palabra de los más necesitados, los más vulnerables y quienes experimentan, de primera mano, la crueldad de los poderosos.

Por eso es importante recordarlo ahora, cuando el mundo observa otro enfrentamiento entre potencias frente a los medios internacionales, como un conejo alucinado por los faros de un automóvil, olvidando otras agresiones todavía más cruentas, en donde también hay seres humanos aplastados por la violencia de otras guerras y otros conflictos geopolíticos o territoriales tan injustos como prolongados.

Kapuscinski nos habló de ética y de valores, pero el periodismo ha tomado la ruta de la conveniencia y el bienestar económico de sus propietarios. Hoy tenemos cadenas bajo la batuta de conglomerados empresariales desde donde se manejan los hilos de la política y las presiones de las grandes potencias y de grupos de interés. Los pueblos han quedado solos y sus tragedias se reflejan en las pantallas como parte de una realidad inevitable de la cual podemos desprendernos con solo cambiar de canal.

El modelo de reportaje periodístico apegado a los hechos y, sobre todo, sumergido hasta el fondo en la realidad de quienes no tiene voz, debe ser la norma y no la excepción, como sucede en nuestros días. Es una profesión sobre la cual se asientan valores tan fundamentales como el respeto por los derechos humanos, la democracia, la justicia y la búsqueda exhaustiva de la verdad. Por ello no es sorprendente constatar el temor de los gobernantes ante comunicadores valientes, contra quienes apelan al recurso de la amenaza, la extorsión y, como sucede alrededor del mundo, el secuestro y la muerte.

Frente al actual conflicto en Ucrania, exhibido ante el mundo como si se tratase de una serie de televisión, hemos de comprender hasta qué punto una amenaza de guerra es capaz de transformar la vida de millones de personas en una antesala al infierno, trastornando sus hábitos de vida, comprometiendo su capacidad de supervivencia, destruyendo su entorno y privándoles de derechos. Para quienes lo vemos a la distancia es un fenómeno incomprensible y, por ello, reporteros conscientes de su papel y capaces de ejercerlo con independencia, resultan imprescindibles para aprehender esa realidad en toda su dimensión.

El mundo es más pequeño de lo que quisiéramos creer y las repercusiones derivadas de cualquier agresión armada -las cuales representan un negocio próspero para las grandes potencias- fácilmente pueden llegar a nuestras puertas. ¿Qué diría Kapuscinski?

La ética en el periodismo es una obligación, no un gesto amable.

Fuente de la Información: https://iberoamericasocial.com/realidades-paralelas/

Comparte este contenido:

Texto constitucional y reforma curricular 2022

POR: JUAN CARLOS MIRANDA ARROYO

 

«¿Estamos en la antesala, en México, de dejar atrás al modelo hegemónico “competencial” en materia de diseño curricular, sin sustento legal y sin suficiente fuerza argumentativa?»

Abordaré tres puntos durante mi participación en la mesa de análisis que tendremos el próximo miércoles 2 de marzo, con Catalina Inclán y Héctor Morán, en un evento académico organizado por la Universidad Pedagógica Nacional (UPN), Unidad Querétaro.

Los puntos son:

  • Congruencia entre el texto constitucional y el marco curricular
  • Alcances y limitaciones del modelo curricular alternativo
  • Contrastes entre los ejes articuladores, campos formativos y práctica docente

Como sabemos, durante el mes de febrero se ha debatido en medios electrónicos y en diferentes foros el documento denominado: “Marco curricular y Plan de estudios 2022 de la Educación Básica Mexicana”, versión preliminar (1), redactado por el personal técnico de la Dirección General de Desarrollo Curricular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), que contiene la propuesta de reforma curricular del actual gobierno del presidente López Obrador.

En esta ocasión y debido al espacio disponible, abordaré brevemente el primer punto: Congruencia entre el texto constitucional y el marco curricular.

Comienzo con decir que hay algunos aspectos de análisis sobre la propuesta curricular para la educación básica en México (2022), que se dan en un plano teórico-conceptual y metodológico; y hay otros que pertenecen al análisis de los contrastes entre la propuesta normativa y las prácticas docentes.

Este punto en particular (sobre la congruencia entre el texto constitucional y el marco curricular), puede abordarse mediante un análisis comparativo donde destaque (tal como lo ha comentado recientemente la investigadora Catalina Inclán, de la UNAM, en una mesa de análisis), la baja correspondencia entre el texto constitucional (Artículo 3º.) y el texto denominado “Marco curricular” (SEP, 2022). Veamos.

El texto constitucional señala, por ejemplo, lo siguiente:

“La educación se basará en el respeto irrestricto de la dignidad de las personas, con un enfoque de derechos humanos y de igualdad sustantiva. Tenderá a desarrollar armónicamente todas las facultades del ser humano y fomentará en él, a la vez, el amor a la Patria, el respeto a todos los derechos, las libertades, la cultura de paz y la conciencia de la solidaridad internacional, en la independencia y en la justicia; promoverá la honestidad, los valores y la mejora continua del proceso de enseñanza aprendizaje”.

FRAGMENTO DEL ART. 3º. DOF, 15/05/2019

El documento denominado “Marco curricular…” (que es un texto de 157 páginas) sólo menciona tres veces el concepto “mejora continua”. Y, en esas tres ocasiones, el término se emplea únicamente para referirse a la Comisión Nacional que lleva ese nombre y que fue creada en 2019. Ello quiere decir que la “mejora continua” no se emplea, en el texto, como un término clave del cuerpo discursivo. ¿Por qué?

Si bien es cierto que el análisis de frecuencias de las palabras clave contenidas en un texto, no es lo más importante para alcanzar su comprensión profunda, es verdad que ese tipo de análisis y sus resultados nos dan una idea acerca de cómo y con qué profundidad se ha desarrollado un concepto, una noción o un proceso.

En otro fragmento, la Carta magna mexicana establece: La Educación que imparta el Estado… “I) Será de excelencia, entendida como el mejoramiento integral constante que promueve el máximo logro de aprendizaje de los educandos, para el desarrollo de su pensamiento crítico y el fortalecimiento de los lazos entre escuela y comunidad…”

En el documento analizado (Marco curricular… 2022) sólo se menciona una vez el concepto referido a “una educación de excelencia”; y no hay ninguna mención al concepto de “logro de aprendizaje” ni al adjetivo de “máximo” (logro de aprendizaje), tal como lo señala el texto constitucional, reformado en 2019.

Cabe mencionar que la idea de “máximo logro de aprendizaje” (establecida en el texto constitucional desde la reforma de 2013 y conservada en la reforma vigente, desde 2019) es compatible o se asocia con una interpretación específica del “aprendizaje”, en un nivel teórico y metodológico, que tiene como fundamento, entre otros, al modelo competencial (cuya esencia explicativa radica en la definición de conductas observables, directas o indirectas, con criterios de logro y desempeño). Modelo que ha sido de gran utilidad a los sistemas de evaluación (con instrumentos estandarizados) de estudiantes (aprendizajes escolares) y docentes (perfiles de enseñanza, gestión educativa y medición del desempeño).

En otra parte de su contenido, la Constitución política mexicana (2019) señala:

“Los planteles educativos constituyen un espacio fundamental para el proceso de enseñanza aprendizaje. El Estado garantizará que los materiales didácticos, la infraestructura educativa, su mantenimiento y las condiciones del entorno, sean idóneos y contribuyan a los fines de la educación”.

 

El término “materiales didácticos”, desde el cual se debieran vincular orgánicamente los libros de texto para la educación básica, aparece dos veces en el cuerpo del texto en cuestión (o sea, en el Marco curricular): Una vez para referirse a la introducción de las TIC´s en la escuela pública y otra en la parte donde se expone la multiculturalidad. ¿Por qué?

Otros aspectos relevantes

Por otra parte, y como un comentario referido específicamente al contenido de los documentos base de las reformas curriculares, tanto en el nuevo Modelo Educativo (2017) como en la propuesta curricular de la nueva Escuela Mexicana (2022), las autonomías escolares están acotadas. Hay ahí sugerencias de autonomías simuladas o relativas. En otra colaboración profundizaré acerca de este punto.

Lo mismo sucede con las descargas administrativas: Son mencionadas en los documentos base de las propuestas curriculares, pero no se cumplen en la práctica educativa ni pedagógica, a pesar de estar mencionadas en el programa sectorial de educación 2020-2024.

Otro aspecto controvertido de las propuestas curriculares (tanto de 2017 como de 2022), es el que se refiere al intento fallido (en ambos casos) por “aligerar” el currículo recargado. Ese proceso ha pasado por varios momentos: De ser un currículo enciclopédico a otro centrado en las acciones reflexivas, por ejemplo, pero que se ha quedado en un intento no concretado en las prácticas docentes.

Por último, al revisar el concepto o la noción de “aprendizajes escolares” que debiera registrarse en las propuestas curriculares de 2011, 2017 y 2022 (SEP), encuentro inconsistencias en varios niveles de análisis: Con los documentos de algunos organismos internacionales; con el texto constitucional; y con los programas sectoriales. Como tal, en el cuerpo del documento (2022) sólo se refiere a los “aprendizajes” o al “aprendizaje” en general, pero no se hace la precisión necesaria y vinculada con los “aprendizajes escolares”.

¿Cuáles serán los efectos de un diseño curricular base con tantas y significativas inconsistencias en los ámbitos normativo y conceptual? ¿Estamos en la antesala, en México, de dejar atrás al modelo hegemónico “competencial” en materia de diseño curricular, sin sustento legal y sin suficiente fuerza argumentativa? ¿Cómo alinear los preceptos constitucionales, legales y reglamentarios, en materia educativa, con la necesidad de aterrizar una reforma curricular que, efectivamente, llegue a las aulas de la educación básica (es decir, en la educación inicial, preescolar, primaria y secundaria), con amplia participación de las comunidades educativas y nuevos consensos?

Fuente consultada:

(1) SEP (2022) “Marco curricular y Plan de estudios 2022 de la Educación Básica Mexicana”, Subsecretaría de Educación Básica. Dirección General de Desarrollo Curricular. México.

Juan Carlos Miranda Arroyo en Twitter: @jcma23


Fuente de la información :  SDPnoticias

Comparte este contenido:
Page 287 of 2732
1 285 286 287 288 289 2.732