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Entrevista a la socióloga María Eugenia Sánchez Díaz: de la caída de Tenochtitlán al Tren Maya, ¿qué significa pedir perdón?

Por: Daliri Oropeza 

Esta es una reflexión sobre los 500 años de la caída de Tenochtitlán y las exigencias de perdón. A propósito del próximo viaje que realizarán los zapatistas a España, la socióloga María Eugenia Sánchez Díaz repasa sus aportes frente a la ideología mestizante que prevalece en el país.

María Eugenia Sánchez Díaz se ha dedicado a estudiar la ideología mestizante y sus repercusiones desde la época colonial, pasando por el Estado nación hasta la actualidad. El racismo cordial, la inequidad, los desgarramientos, son su materia de indagación, pero también las identidades y los procesos de transformación social.

La doctora en sociología hace una reflexión desde esta perspectiva y lanza un llamado a la dignidad ante el 2021 que vivimos,  en el que el gobierno anunció conmemoraciones por los 500 años de la caída de Tenochtitlán desde el discurso institucional del gobierno en turno.  En esta conversación, María Eugenia,  evoca su libro publicado en 2011 junto con Jorge Gómez Izquierdo,  La ideología mestizante, el guadalupanismo y sus repercusiones sociales.

Ella es académica de la Universidad Iberoamericana Puebla; y desde 1990 es integrante de la Academia de Ciencias de Nueva York. Adelanta a Pie de Página parte de la investigación que coordinó durante tres años con Universidades del Sistema Jesuita: Desgarramientos civilizatorios: símbolos, corporeidades, territorios.

En ese contexto, habla de sus conclusiones y del zapatismo:

“La dignidad, como constructo sociocultural, que han construido al precio de una resistencia inimaginable, tiene una impresionante potencia subversiva, y el anuncio del viaje a España me parece de un valor humano incalculable”, asegura la doctora en sociología.

El racismo cordial

¿Necesitamos perdones?

La solicitud de perdón y el perdón de unas naciones a otras no es una novedad. El Rey Felipe VI presidió el lunes 30 de noviembre de 2015 un acto solemne con motivo de la Ley por la que se concede la nacionalidad española a los sefardíes, descendientes de los judíos que fueron expulsados de España en 1492, reconociendo que se les había hecho un daño.

—¿Cómo entender la demanda de perdón que el presidente López Obrador hizo al Rey de España?

La demanda de perdón que hizo al Rey de España revela la complejidad de los andamiajes históricos de racismo y de violencia, cuya vigencia se ha hecho visible de manera contundente en la crisis civilizatoria en la que estamos inmersos. La demanda y las reacciones a la misma son reveladores de la forma como la llamada identidad nacional, centrada en la categoría de mestizo, escondió el racismo en México, y de cómo el ethos de la blanquitud sigue siendo hegemónico, incluido en AMLO.

—¿Cómo analizar la colonialidad actual y sus consecuencias?

AMLO es un liberal y por lo mismo cree en el desarrollo y en el progreso, que sabemos que se han dado a expensas del despojo y la miseria de gran parte de la población. Por otra parte es duro constatar que se trata de una tendencia que por inercias de largo aliento no es fácil de revertir. Es importante reconocer esa encrucijada o dificultad. López Obrador es desarrollista y por ser liberal está sumergido en una ideología racista, de lo que podríamos llamar un racismo cordial.

El liberalismo del siglo XIX –el de Juárez, el de Lafragua– está impregnado del racismo científico que vino de Europa. Las élites políticas e intelectuales del México Independiente desarrollaron políticas educativas y dispositivos culturales para blanquear cultural y físicamente a la población. Así fueron construyendo un sujeto racista, porque se consideraba que sería el mestizo el que traería el progreso a la nación, y a la ideología mestizante le subyace la aspiración a la blanquitud y por lo mismo un racismo latente. Además el mestizaje, en México, fue un proceso de desindianización forzada, y esa herida  está viva. AMLO forma parte de ese constructo mestizo.

El mestizaje al ser una aspiración a la blanquitud, folkloriza el pasado y el presente indígena como una forma de negarlo o de subordinarlo   ¿Qué podemos decir del permiso que se hizo a la Madre Tierra para la construcción del Tren Maya? Se trató de un ritual en un lugar pavimentado donde abrieron un agujero. Eso es racismo cordial, es decir aquél que refuncionaliza la diferencia para mantener la jerarquía racista, clasista. Se folkloriza a los indígenas y se les trata como menores de edad. ¿Qué fue sino folklorización y manipulación la celebración del Día de Muertos en El Palacio Nacional, al mismo tiempo que se está favoreciendo la paramilitarización de Chiapas para debilitar o destruir toda oposición al Tren Maya? ¿Qué significa pedir perdón por la violencia contra los indígenas cuando al mismo tiempo se impone de manera violenta, con consultas manipuladas, un ordenamiento territorial tan depredador como dicho tren? Eso significa hipocresía, manipulación, y es un atentado a la dignidad de los pueblos originarios y de todos nosotros, los no indígenas.

Esconder las desigualdades

Las reacciones a la demanda de perdón solicitado al Rey de España han ido en dos sentidos. Por una parte, la de población que niega que el nuestro es un país racista, que asume que la matriz mesoamericana y la matriz hispana se articularon de manera horizontal y produjeron una nueva cultura “armoniosa”, negando la tensión vigente entre ambas matrices.  Ha sido la reacción de aquellos que consideran que la unidad de los “mexicanos” es sinónimo de esconder las desigualdades y la discriminación, de quienes no desean tocar ese pasado porque tendría consecuencias importantes en el presente.

Cito algunos fragmentos del poema que escribió Sitalin Sánchez Acevedo.

“Yo sé por qué prefieren burlarse de AMLO antes que enojarse con el rey de España.

Sé que aceptar lo que dice AMLO es aceptar una herida dolorosa. Porque es aceptar que violaron a nuestras abuelas y bisabuelas y que el mito del mestizaje, la unión de dos culturas, es una historia que tiene sangre de por medio.

Sé que, si dicen que superemos el pasado, es porque si miran atrás van a encontrar en su historia abuelas, tíos y madres indígenas que no quieren reconocer, porque de su genealogía sólo importa el abuelo blanco.

Sé que, si no quieren pelearse con España, es porque para ustedes resulta más anacrónico que existamos todavía indígenas a que sigan existiendo reyes. Sé que es porque aspiran a ser los hijos, aunque sea bastardos, de una monarquía decadente. 

Sé que prefieren que no nos pidan disculpas a nosotros los indígenas porque sería reconocer que no solamente estamos en museos.

Sitalin termina el poema:

[…] AMLO pide las disculpas y, además, cancela el Tren Maya. No seas hipócrita”.

—Por otra parte, está la reacción de muchos, la de aquellos que han sufrido en carne propia la discriminación por el color de la piel, por la evidencia de su pasado y presente indígena y que se alegran de esta petición, porque la discriminación ha significado soportar la injusticia y la humillación, y se exige reivindicación. ¿Pero no se trata de una reivindicación a expensas de la manipulación de las poblaciones indígenas actuales? ¿De una manipulación para esconder y legitimar las agresiones de las que son víctimas de parte del actual gobierno?

Los zapatistas

—En este contexto, ¿cómo miras la propuesta de los zapatistas?

—La mirada colonial, la postura colonial, la narrativa colonial, el lenguaje colonial rigen la cultura en México, la intelectual, la política y la popular. Están tan introyectadas que es difícil, a veces, reconocerlas. Los zapatistas las visibilizaron de manera contundente con el levantamiento de 1994, e intentaron un diálogo horizontal con el México no indígena, intento inédito en la historia del país. Pero esa horizontalidad tiene un precio muy alto, supone la transformación de las estructuras económicas, políticas y simbólicas.

El anuncio de que una comitiva zapatista viajará a España en 2021 para llegar a Madrid el 13 de agosto, fecha que coincide con los 500 años de la caída de Tenochtitlán es un acto de dignidad y creatividad. Viajarán a España para afirmar que: “No nos conquistaron. Que seguimos en resistencia y en rebeldía […] que no tienen por qué pedir que les perdonemos nada, ya basta de jugar con el pasado lejano para justificar, con demagogia e hipocresía, los crímenes actuales y en curso”. En ese sentido la lucha y la dinámica de los zapatistas a lo largo de todos estos años y el anuncio de su viaje a Europa, significan, para mí, la lucha por continuar rompiendo esa mirada, esa narrativa de graves consecuencias sociales. Y rompen ese discurso “cruzando mares y diferencias”.

La dignidad, como constructo sociocultural, tiene una impresionante potencia subversiva, y el anuncio del viaje a España me parece de un valor humano incalculable.

Fuente e imagen: https://piedepagina.mx/de-la-caida-de-tenochtitlan-al-tren-maya-que-significa-pedir-perdon/
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Educación para Compartir: innovación educativa basada en el poder del juego

Por: Karina Fuerte

Por su innovador mecanismo de diálogo entre docentes y estudiantes a través del juego, la organización internacional de origen mexicano, Educación para Compartir, fue galardonada por los Premios WISE 2020.

Los Premios WISE, de la prestigiosa Qatar Foundation, reconocen a  los proyectos más innovadores del mundo que encaran los desafíos educativos actuales. El año pasado, la organización internacional de origen mexicano Educación para Compartir (EpC), fue galardonada por WISE por su innovador mecanismo de diálogo entre profesores y estudiantes a través del juego, siendo la primera vez en la historia de estos premios que una organización mexicana gana este premio.

Educación para Compartir, con sede en la Ciudad de México, es una organización internacional sin fines de lucro que forma ciudadanos globales mediante un modelo educativo innovador basado en el poder del juego. La metodología EpC utiliza un marco de «juega-reflexiona-actúa» que alienta a las y los docentes a enseñar de manera dinámica y promueve la participación de niñas y niños. Al vincular el programa de estudios de una escuela con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas (ODS), el proyecto también proporciona a maestras y maestros las habilidades y herramientas necesarias para estructurar sus clases de manera que empoderen a sus estudiantes para ser agentes de cambio globales.

Para conocer más sobre este proyecto y su metodología, conversamos con Dina Buchbinder Auron, Fundadora y Presidenta de Educación para Compartir. A continuación, compartimos un extracto de esta entrevista.

Observatorio (OB): ¿Cómo nació EpC?

Dina Buchbinder (DB): Empezamos en el 2007 con el sueño de formar mejores ciudadanas y ciudadanos globales desde la niñez. Y la idea siempre ha sido hacerlo a través de una metodología divertida, incluyente, sana, que verdaderamente nos mueva como personas, sociedades, y planeta. Y esto queríamos lograrlo con una filosofía de compartir (por eso se llama Educación para Compartir,) porque es para todas y todos. Estamos convencidos de que todas las personas tenemos algo valioso para compartir, que todos somos agentes de cambio en potencia, independientemente del contexto o la circunstancia donde les toca nacer y crecer.

Nos hemos dado a la tarea de trabajar con la diversidad. Y como muestra un botón, empezamos con un programa piloto en 2007, en cuatro espacios muy diversos a lo largo de nuestro país (México). Empezamos en la Sierra Tarahumara con niñas y niños rarámuris, simultáneamente en dos escuelas privadas de la Ciudad de México, muy distintas entre sí, una en la Central de Abastos y otra en Polanco; y una escuela pública en Cancún, Quintana Roo. Los resultados fueron muy importantes en los cuatro espacios, demostrando que es para todas y todos. Continuamos creciendo, construyendo un equipo y entendiendo que esto era algo necesario para todo México y más allá. Porque con esta metodología estamos atendiendo problemáticas de raíz como la corrupción, la apatía, la discriminación, y la violencia, que son problemáticas que vemos en los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS).

OB: Platícanos cómo funciona su metodología, ¿cómo surgió?

DB: Nuestra metodología surge de un deseo de transformar la forma como aprendemos, porque sabemos que no es ideal estar sentados recibiendo información pasivamente. Así como de niña yo tuve esa inquietud de moverme y de jugar para poder aprender y conectar, yo creo que lo mismo nos pasa a la mayoría de las personas. De hecho, podemos desarrollar otro tipo de competencias y habilidades, como la colaboración y la creatividad, cuando estamos activos en nuestro cuerpo, en nuestra mente y en nuestras emociones.

Con nuestra metodología, a través del juego, aterrizamos temáticas muy abstractas, como los Objetivos de Desarrollo Sostenible y valores cívicos como el juego limpio, trabajo en equipo, respeto, tolerancia, responsabilidad, que son valores que todas y todos sabemos que son importantes pero que lo difícil es saber cómo los podemos poner en práctica en nuestro día a día. A grandes rasgos, nuestra metodología traduce las habilidades socioemocionales en la práctica a través de juegos cooperativos.

A lo largo de estos catorce años, hemos trabajado con 1.3 millones de niñas y niños, mamás y papás, maestras y maestros, que demuestran lo poderosísimo que es aprender de otra forma. Con emoción, curiosidad, nutriendo la capacidad de deseo por mejorar nuestro mundo, deseo por encontrar un propósito, por servir a nuestra comunidad, por darnos cuenta de que tenemos un rol muy importante que jugar en nuestras comunidades y que lo podemos descubrir desde chiquitos, que no tenemos que pasar toda una vida para darnos cuenta de que tenemos un rol en este mundo. Ese rol lo podemos encontrar desde muy pequeños, y que eso nos puede hacer una diferencia abismal como mundo.

Foto cortesía de Educación para Compartir.

Foto cortesía de Educación para Compartir.

OB: Ustedes ven a los niños como agentes de cambio, personas que reflexionan, que actúan, que proponen. Muchas veces esto no pasa en la escuela ni en la sociedad, no involucramos a los niños en los “temas de adultos”. Por eso me llama la atención que en EpC los niños son tratados como personas y agentes de cambio.

DB: Algo muy interesante que comentas es que tenemos muy arraigada la idea de que a las niñas y los niños no les corresponde opinar o pensar en posibilidades y soluciones. Muchas veces cuando les preguntamos, en las encuestas de entrada si creen que pueden hacer una diferencia ante estos grandes retos, normalmente responden: “es que yo soy muy pequeño y estos retos son muy grandes”, pero es curioso porque cuando les preguntamos lo mismo a los adultos, nos contestan algo muy similar.

Es importante quitarnos esa idea de la cabeza y decir, “seremos pequeños comparados con la magnitud de estos retos, pero esa no es la forma de abordarlos”, la forma de abordarlos es: “todas y todos tenemos algo que aportar y juntos somos más fuertes”. Lo podemos hacer hoy y desde aquí.

OB: ¿Cómo fomentan la reflexión y participación ciudadana en la niñez?

DB: Ese es el meollo de la metodología, le diste al clavo. El mecanismo para activar esa reflexión es el juego cooperativo, el juego como un espacio de exploración y laboratorio. Jugamos, nos divertimos, conectamos y abordamos en cada juego alguna temática de los ODS para descubrir cómo nuestros valores se ponen en práctica, o no, para contribuir a entender estas problemáticas y hacer algo como agentes de cambio.

Después de cada uno de nuestros juegos, hacemos lo que llamamos un “círculo de reflexión” con preguntas generadoras con las que invitamos a que niñas y niños lleguen a sus propias conclusiones de qué pasó en el juego, qué se trató, quiénes participaron, por qué participaron algunos y no todos, si sintieron que hubo juego limpio o no, qué pudo haber sido diferente. Entonces en estos juegos empiezan a surgir ideas a partir de lo que vivieron y experimentaron, y no a partir de una frase como “tienes que cuidar el medio ambiente”, o “tienes que saber  A, B y C”. Es así como conectamos con su deseo de participar y de generar ideas para el cambio.

“Nos hemos dado a la tarea de trabajar con la diversidad”.

OB: Es muy interesante esto que mencionas sobre no partir de un “tienes que…”, porque hace muchísima diferencia cuando te acercas a los niños, o incluso a los adultos, y les impones una regla, por ejemplo, “tienes que usar mascarilla”, pero sin explicarles por qué y, sobre todo, sin tomarlos en cuenta.

DB: Sobre esto último que mencionas, precisamente nosotros tenemos un programa que se llama “Iniciativas para Compartir”, que es básicamente administración de proyectos para niñas y niños. Son iniciativas que surgen de su propio deseo, de su propio interés y curiosidad por compartir y cambiar algo en su comunidad. Las niñas y los niños hacen un pitch a su salón con estas ideas y es la primera vez que votan democráticamente. Hacen un ejercicio de votación donde presentan su idea al resto de la clase, votan y escogen la iniciativa que más les emociona y por los próximos seis meses llevan a cabo esta iniciativa para presentarla a su comunidad.

OB: ¿Trabajan con niños de todas las edades y niveles educativos?

DB: Históricamente nuestro enfoque ha sido en [nivel escolar] primaria, pero en los últimos años hemos replicado nuestra metodología en primera infancia y secundaria. Esto nos ha permitido entender que el juego es un factor de comprensión común en cualquier edad y que es sumamente efectivo para transmitir conocimiento en las diferentes etapas de la vida.

OB: ¿Qué rol tiene el docente dentro de su metodología?

DB: El cambio sistémico que hacemos viene del trabajo con docentes. Nuestro primer acercamiento es a través de ellas y ellos con quienes trabajamos de la mano y compartimos la metodología para que ellos se apropien de la metodología.

Trabajamos con las y los docentes todo un año escolar, no se trata de ir y darles una plática y ya decir que tienen la metodología. Nos hemos dado cuenta de que nosotros terminamos aprendiendo mucho más de maestras y maestros al ver cómo aterrizan esta metodología y la hacen crecer. No se trata de ir a darles [una metodología], se trata de construir, mano a mano, co-construcción de aprendizaje mutuo.

OB: ¿Cómo realizan estas intervenciones en las escuelas?

DB: Típicamente hacemos alianzas con el sector público y privado, así es como empezamos en 2008, a través de una alianza entre SEDESOL y la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas.

Por otro lado, hemos recibido un sinfín de peticiones por parte de redes de escuelas, maestras y maestros que se enteran de nosotros de boca a boca. También vamos escuela por escuela, ofreciendo la metodología y hacemos un mapeo de escuelas que la necesitan y están interesadas en probar nuestra metodología.

OB: ¿Cuánto tiempo se necesita aproximadamente para aplicar esta metodología en una escuela?

DB: Va desde seis meses a un año, dependiendo del proyecto. Pero es una metodología que requiere una logística especial porque contratamos a jóvenes egresados de universidades locales y los capacitamos en administración de proyectos, en la metodología, en comunicación y negociación. Es una capacitación muy holística para que puedan tener herramientas prácticas que les permitan sentirse orgullosos de su primer empleo. Y realmente sí es un primer empleo que es muy especial, donde las y los jóvenes se dan cuenta que su tiempo vale mucho y que es importante conectar desde el principio tu vida laboral con algo que tenga propósito.

Foto cortesía de Educación para Compartir.

Foto cortesía de Educación para Compartir.

OB: ¿Cómo enfocan su metodología a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)?

DB: Nosotros estamos trabajando con estos ODS desde que eran los Objetivos del Milenio. Desde entonces empezamos a traducir estos objetivos a juegos y actividades, a reflexión y acción. Y cuando se dieron a conocer estos nuevos ODS nos dimos a la tarea de traducir todos los objetivos a nuestra metodología.

Utilizamos los juegos como vehículo para traducir estos grandes retos globales. De manera práctica, tangible, a través del juego, es como niñas y niños entienden que estos ODS que suenan, y son, muy ambiciosos y necesarios, los pueden traducir a algo totalmente familiar porque son temas humanos, son derechos humanos.

Te comparto que estamos muy contentos porque recientemente presentamos públicamente el libro para sexto de primaria en todo México que es un cuadernillo de la Agenda 2030 en el que EpC es coautor, muy orgullosamente. Es el primer libro de su naturaleza en México y se va a entregar a millones de niñas y niños mexicanos.

“Nuestra metodología traduce las habilidades socioemocionales en la práctica a través de juegos cooperativos”.

OB: El quinto objetivo de desarrollo sostenible es la igualdad de género, ¿cómo trabajan este objetivo en particular en comunidades como la mexicana donde está tan arraigado el machismo y la violencia de género?

DB: Dos cosas que me vienen a la mente y que me gustaría compartir: nos ha tocado trabajar en comunidades donde las niñas se tapaban la cara antes de participar. Cuando les preguntábamos algo en principio se tapaban la cara o la boca con su brazo. Y es increíble ver cómo esta intervención muy sencilla a través de los juegos va rompiendo patrones que han estado arraigados por generaciones. Es realmente sorprendente ver la transformación que puede generar el juego porque después de tres o cuatro sesiones, empezamos a ver cómo las niñas y niños empiezan a interactuar de manera distinta. Comienzan a dignificar y usar su voz, y empiezan a posicionarse de otra forma ante ellas mismas.

Y en otra capacitación me quedó muy marcado que un jefe escolar indígena en Guerrero empezó a llorar en la capacitación, como si le “hubiera caído el veinte” muy profundo a través de jugar y le tocó fibras muy profundas. Él se dio cuenta que podía cambiar y  tener otro tipo de dinámicas y relaciones con las mujeres. Entonces eso fue muy impactante para él y para todo el grupo.

A través de nuestros programas, niñas y niños descubren que todas y todos podemos jugar los mismos juegos y realizar las mismas actividades. NIñas participando en deportes que típicamente practican niños, niños involucrándose en las responsabilidades del hogar y niñas descubriendo cómo involucrarse en la ciencia, como lo han hecho grandes mujeres en la historia. EpC transforma estos roles estereotipados y los impulsa para todas y todos.

Foto cortesía de Educación para Compartir.

Foto cortesía de Educación para Compartir.

OB: Dentro de su filosofía está el “Juego limpio”, ¿nos podrías explicar de qué hablan cuando hablan de juego limpio?

DB: La corrupción no es un fenómeno exclusivo de México, está permeando las sociedades en todos los rincones del mundo. Nos parece crucial desnormalizar este fenómeno que tenemos todas y todos hasta cierto punto muy arraigado en la vida cotidiana. El juego limpio es de qué manera puedes como sociedad lograr tus objetivos trabajando con transparencia, confiando en las personas, sintiéndote segura en tu entorno.

Lo que queremos promover a través del juego limpio es que niñas y niños puedan ver que ser honesto es algo que les conviene, es algo que los va a hacer más felices y que les va a permitir llegar más lejos y que vean el no juego limpio como algo extraño, que cuando lo vean les haga corto circuito. Porque a veces no te das cuenta y para ello tenemos una herramienta que se llama “corruptómetro” con la cual hacen una autoevaluación muy sencilla sobre temas del día a día.

“Tenemos muy arraigada la idea de que a las niñas y los niños no les corresponde opinar o pensar en posibilidades y soluciones”.

OB: ¿Qué papel juegan las familias en su metodología? ¿Cómo logran involucrarlas en el proceso de cambio?

DB: Esto es importantísimo. Nos hemos dado cuenta del choque que existe entre docentes y madres y padres de familia. Hay como una especie de tensión continua porque, en términos muy amplios, los docentes piensan que las familias no participan lo suficiente y, por otro lado, mamás y papás piensan que los docentes son flojos y no dan lo que podrían dar. Entonces en lugar de trabajar en equipo por un fin común, están en constante choque y tensión.

Por ello, lo que hacemos es invitar a papás y mamás a que participen en algunas sesiones de la formación de docentes para que también jueguen y que puedan conocerse en otra dimensión y no solamente en una dinámica de transacción, sino en una dinámica de personas que tienen un fin común.

OB: ¿Cómo ha cambiado su metodología a raíz de la pandemia? ¿Qué cambios han hecho para adaptarse a los tiempos pospandemia?

DB: La pandemia nos sacudió igual que a todas y a todos. Nuestro trabajo principalmente era en persona, en las escuelas, en las comunidades. Pero rápidamente nos adaptamos y vertimos toda nuestra fuerza en poder traducir nuestras actividades al entorno digital para poder seguir siendo útiles para maestras y maestros y familias que ahora están en casa.

Creamos toda una serie de tutoriales, experimentos, juegos, actividades de todas las temáticas que típicamente tienen que ver con nuestra filosofía y metodología. Y fue sorprendente la respuesta porque nosotros, en casi 14 años, hemos tenido el privilegio de trabajar mano a mano con 1.3 millones de personas y con esta metodología online hemos alcanzado en pocos meses a 2.7 millones de personas.

Nos ha sorprendido poder darle la vuelta a la pandemia, sacar lo mejor de esta crisis, transformarla en una oportunidad de servicio a la comunidad y de seguir siendo útiles acompañando a la comunidad en este momento tan difícil.

A raíz de la pandemia todo mundo nos hemos dado cuenta de la gran brecha digital que existe en el mundo y de lo lejos que estamos de sentirnos cómodos con migrar nuestras clases al mundo virtual. Estamos convencidos que con la experiencia que hemos desarrollado de trabajar mano a mano con cerca de 20 mil docentes en estos años, hoy tenemos una noción más clara de cómo aprenden niñas y niños, qué les interesa, qué no les interesa y qué les emociona.

OB: ¿Cuáles son los planes a futuro para EpC? En octubre del año pasado fueron galardonados con el Premio WISE, ¿qué viene después de esto? 

DB: Somos una organización orgullosamente nacida en México, y nos gusta decir que es una iniciativa “de México para el mundo”. Y no es que nosotros tengamos la solución, pero tenemos una solución que es muy clara, muy aterrizada, muy real, divertida, incluyente, sana y que ya llevamos 14 años compartiendo. Queremos seguir compartiéndola con el mundo, con otras geografías, otras realidades.

Para lograrlo, vamos a desarrollar más este brazo digital, una oferta para seguir trabajando con docentes, cerrar la brecha pedagógica y transformar la forma como aprendemos. Al mismo tiempo, tenemos como objetivo alfabetizar a las comunidades con herramientas digitales para poder traducir lo que hacemos de manera digital, lúdica y humana.

OB: Quienes estén interesados en contactarlos, en probar esta metodología, ¿cómo se pueden acercar a ustedes?

DB: Lo pueden hacer a través de nuestra página web: https://educacionparacompartir.org/ y también a través de nuestras redes sociales, estamos en Twitter, Facebook, YouTube e Instagram.

Fuente e imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/entrevista-educacion-para-compartir

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En plena tercera ola de Covid-19, ¿cuál es la mascarilla más adecuada para volver al colegio?

Por: Carlota Fominaya

Es fundamental también saber que uno de los inconvenientes que ha dejado el temporal Filomena es que si la mascarilla se moja pierde su eficacia de filtración, advierten los expertos.

En plena tercera ola de contagios por coronavirus y tras el paso del temporal Filomena, la vuelta al cole de los niños españoles parece estar más en el aire que nunca. Pese a todo, es fundamental insistir en la práctica de todas las medidas de seguridad a nuestro alcance (distancia social, lavado de manos y mascarillas). Hablamos con Xavier Gastaminza, director general de Star Care -compañía española proveedora de EPIs especializada en mascarillas-, sobre los principales aspectos que deben tener en cuenta los padres a la hora de elegir la mejor protección en los más pequeños para una vuelta al cole segura:

-Lo más importante es utilizar la mascarilla adecuada y utilizarla bien (no estar quitando y toqueteando continuamente), además de seguir las recomendaciones de tiempo de uso máximo que marca el estándar. (Si es quirúrgica cuatro horas, si es FFp2, no más de ocho).

Lo más recomendable sería que los menores usen mascarillas FFp2 infantiles, homolagadas. «Las FFP2 infantiles (para estar bien certificadas deben incluir también fotografías del producto en el paquete) tienen una mayor eficacia de filtración de aerosoles de partículas como las de la COVID-19 que las mascarillas de otro tipo», indica. «Las macarillas FFP2 no solo te progeten a ti, también se evita contagian al resto porque evitas que los aerosoles salgan, no solo es un tema eogista», reflexiona este experto.

-Si los padres optan por mascarillas quirúrgicas deben saber que la función principal de estas, aclara este experto, «es evitar las salpicaduras gracias a la impermeabilidad de las mismas, pero en cambio no filtran las partículas pequeñas como si lo hace una mascarilla FFpp2, que no solo detiene fluidos líquidos y partículas grandes, sino también filtra partículas pequeñas», diferencia. Una quirúrgica, añade, «no tiene estanqueidad. Por eso mucha gente dice que puede respirar con ellas perfectamente, porque todo el aire se esta escapando por los lados. Esto en una FFp2 bien ajustada con los ajustadores no ocurre. Esto es muy importante en espacios cerrados, que es donde muchos estudios científicos demuestran que se concentran la presencia de areosoles contaminados por Covid-19, que son uno de los principales vectores de contagio». «De hecho una FFp2 es la única que te permite mantener la distancias inferiores a los dos metros», recalca el director general de Star Care.

-Igual de importante es la calidad de material como que el producto no tenga fugas. «Si tienes un producto que filtra mucho pero a la hora de respirar de inhalar y expirar el aire se escapa por los laterales, al final para la filtración de aerosoles no es efectivo. por eso el ajuste es muy importante para evitar fugas», recalca.

-Es importante que los niños utilicen mascarillas completamente adaptadas a ellos y, según la OCU, esto implica que deben ajustarse de forma correcta a la cara de cada niño (teniendo en cuenta los percentiles de cabezas infantiles) asegurarse de que respiran bien con ella y cumplir la homologación adecuada.

-Es bueno que tengan ajustadores para asegurar la estanquedad, y el salvaorejas para evitar fugas. «A un niño no le puedes poner una mascarilla con la que no se sienta cómodo, estará tocándola y recolocándola a todas horas y eso es justo lo que hay que evitar», recuerda Gastaminza.

-Es fundamental también saber que uno de los inconvenientes del temporal es que si la mascarilla se moja pierde su eficacia de filtración y deben ser reemplazarlas por otras, según una advertencia de la publicada por la OMS y varios expertos publicada el año pasado.

-Que lleven otra de recambio en su mochila.

– Cuando vayan al comedor o se las tengan que quitares recomendable que no la dejen en la mesa, donde se pueden contaminar, sino que las guarden en bolsas independientes bien ventiladas, puede guardarse en la bolsa de nuevo y gracias a los orificios estratégicamente colocados, se garantiza la higiene e integridad del producto. Además, gracias al indicador de horas de uso y al identificador del propietario, siempre podrás controlar el tiempo de utilización». «Los niños deben saber también que tienen que cuando se quitan la mascarilla para comer deben mantener un metro y medio de distancia con sus compañeros», recuerda.

-Comprar siempre las mascarillas en farmacias. «Este es un canal de confianza como punto de venta de mascarillas», concluye Xavier Gastaminza.

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-plena-tercera-covid-19-cual-mascarilla-mas-adecuada-para-volver-colegio-202101180104_noticia.html

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Arim: “Hay que ser cuidadosos al pensar que está surgiendo un nuevo modelo de enseñanza virtual”

Por: www.republica.com.uy

Para el rector de la Universidad de la República, “es difícil pensar que todas las formaciones puedan migrar a esquemas no presenciales”.

Dentro de las muchas áreas que debieron alterar sus rutinas por la pandemia figura la educación, que se vio obligada a reprogramarse para adaptarse a las limitaciones impuestas por el virus. En ese contexto, la enseñanza virtual multiplicó su importancia: les permitió a muchos seguir los cursos a través de herramientas tecnológicas, aunque también ensanchó la brecha con quienes no tienen acceso a ellas.

“Creo que hay que ser cuidadosos de pensar de que está surgiendo un nuevo modelo de enseñanza virtual”, dijo en “En Perspectiva” el rector de la Universidad de la República, Rodrigo Arim, dejando en claro que no cree, como muchos, que el modelo de las clases a distancia haya llegado para quedarse.

“Tengo la convicción de que la mixtura entre lo presencial y lo no presencial va a cambiar, pero es difícil de pensar que todas las formaciones pueden migrar a esquemas no presenciales”, comentó, antes de adentrarse en otro aspecto que considera fundamental en la vida de los universitarios: “la constitución de comunidad universitaria”, que “es parte de los aprendizajes”.

Al respecto, profundizó: “Uno puede estudiar solo, pero parte de la vida universitaria tiene que ver con encontrarse con profesores, docentes, discutir, encontrarse espacios que no son en aulas, ni Zoom ni presenciales, sino propios de la vida universitaria”.

Fuente e Imagen: https://www.republica.com.uy/arim-hay-que-ser-cuidadosos-al-pensar-que-esta-surgiendo-un-nuevo-modelo-de-ensenanza-virtual-id807875/

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Jordi Riera: Tenemos que hacer todos los esfuerzos necesarios para cubrir la brecha digital que la pandemia está suponiendo

Por: educaweb

Jordi Riera (Barcelona, 1962) es Catedrático de Educación en la Facultad de Psicología, Ciencias de la Educación y del Deporte Blanquerna de la Universitat Ramon Llull. Ha sido decano de la misma facultad y vicerrector de la URL, presidente de la Asociación Catalana de Pedagogos de Catalunya y del Colegio de Pedagogos de Catalunya, miembro del Consejo Superior de Evaluación del Sistema Educativo de Catalunya y del Consell de Expertos de Bienestar Social de la Generalitat de Catalunya. Ha publicado numerosos libros y artículos científicos en prensa, así como en revistas especializadas sobre temas educativos. Es el investigador principal del Grupo de Investigación Consolidado de Pedagogía, Sociedad e Innovación con el apoyo de las TIC (PSITIC). Ha dirigido el Anuario: Retos de la educación en Catalunya 2018, de la Fundación Jaume Bofill.

¿Cuál cree que ha sido el impacto del COVID-19 en la educación?

En términos generales, la pandemia ha impactado en el ámbito educativo de una manera determinante, convulsa y disruptiva, tanto en un sentido negativo como positivo.

Negativamente, y más allá del grave problema sociosanitario que estamos viviendo, porque a nivel educativo ha supuesto una ruptura repentina, no prevista, con la presencialidad justo en medio de un curso escolar, con todo el que esto supone de improvisación y emergencia de actuación. Esta emergencia también ha puesto en evidencia la necesidad de mejorar en competencias digitales docentes en general y también la clara brecha digital que existe en la sociedad, donde en torno a un 10-15% de chicos y chicas de Primaria y Secundaria han desconectado de la escuela, por falta de recursos tecnológicos o infraestructurales necesarios para seguir «conectados» de forma no presencial.

Pero positivamente también por lo que está suponiendo de provocación de cambios y movilización de energías individuales y colectivas en torno a la innovación en el uso de recursos sociotecnológicos – digitales centrados en la comunicación y el aprendizaje en línea, como apoyo o sustitución provisional de la presencialidad. Después de la pandemia, todos habremos avanzado unas cuantas pantallas en esta dimensión transformativa, que quizás se nos resistían años atrás y que ahora las circunstancias nos han forzado, por pura necesidad, a mejorar y a profundizar.

¿En qué medida siguen vigentes los ejes de la nueva relación educativa y de las nuevas dinámicas de la innovación educativa que expuso al inicio de la publicación?

No solo siguen vigentes, sino que todavía se ha puesto más en evidencia en el momento actual de la pandemia. Sostengo que, mientras queramos seguir arraigados a los viejos parámetros de esta relación, superar momentos y retos como los que supone la pandemia, es más difícil encontrar soluciones. Aquí radica, a mi parecer, la enorme dificultad que estamos sufriendo para ligar normativas sociosanitarias con los objetivos, metodologías y espacios de aprendizaje. En la introducción del Anuario, ciertamente, defendí que los tres esos clavos de la relación educativa tenían que evolucionar para avanzar hacia la sociedad y la educación que aspiramos. Tanto en lo que se refiere al tiempo, al contenido como a la forma de esta relación. Y mire usted como esto se ha puesto todavía más de manifiesto en tiempo de pandemia.

En primer lugar, defendíamos allá que había que revisar la coordenada tiempo de esta relación. Nos preguntábamos si podíamos conseguir una escuela donde el horario, los tiempos y los espacios de aprendizaje permitan el emprendimiento en el acto de aprender, la libre relación educativa, intergeneracional y cargada de momentos únicos y significativos en los que en ningún caso nunca más interrumpiera el timbre. Imaginábamos pues una nueva concepción del tiempo de la relación menos sujeto a horarios encapsulados y más abierto e integrador de las experiencias educativas, que priorice la calidad de las mismas (enfoque Kairos del tiempo de educar) a la cantidad (enfoque de Cronos actual). Si ya tuviéramos esta nueva escuela, la pandemia no habría sido tanto problema en la reimaginación de lo que toca hacer ahora.

En segundo lugar, hablábamos de los cambios necesarios en la revisión del contenido de la relación. Hace poco el Departament d’Educació de la Generalitat de Catalunya enunciaba que, dada la situación que vivimos, quizás nos teníamos que plantear una revisión del currículum competencial que vaya al core de lo que es objeto de aprendizaje y de manera interdisciplinar, es decir, no tanto dividida por asignaturas y materias, dado que habrá que trabajar con grupos más reducidos y estables, con menos diversidad de profesores itinerantes por los grupos. Esto, si lo sabemos aprovechar, querría decir una revisión transformadora de todo el currículum, desde esta perspectiva más holística e integradora del saber. Aquí pues tenemos también una nueva y gran oportunidad, en la línea que defendíamos en la introducción del Anuario en cuanto a la revisión del contenido de la relación educativa.

Y, finalmente, planteábamos una revisión del eje formal de la relación. Defendíamos allá que el momento prepandemia ya hace tiempo que pone en entredicho el propio concepto de una relación sostenida esencialmente por la díada histórica educadoreducando. Hemos de avanzar hacia nuevas formas de relación que amplían el concepto de la clásica díada y también de concepción del aula hacia un sistema multiagente de interacciones en el marco de un gran ecosistema de aprendizaje, en el que las aportaciones diversas, complementarias y significativas de la misma familia, de la comunidad, del territorio, en contextos de aprendizaje formal, no formal e informal, tanto de apoyo presencial como sociodigital, son el nuevo marco formal donde acontece la relación educativa, y donde el maestro se convierte en el principal líder-referente de continuidad de las varias experiencias, pero no el agente único. Si esto lo tuviéramos del todo asumido e integrado en la escuela actual, bien es verdad que la pandemia tampoco supondría una crisis tan decisiva en el momento de afrontar la problemática a la que nos abocan todas las medidas de seguridad sociosanitarias que tenemos que implementar. Entre todos, y desde una visión comunitaria-territorial del reto educativo, se encuentran más recursos y estrategias de superación del reto actual.

 «Desde una visión comunitaria-territorial del reto educativo se encuentran más recursos y estrategias de superación del reto actual».

 ¿Qué temas tratados en el Anuari 2018 requieren un replanteamiento tras la irrupción del COVID-19? ¿Por qué?

Lo que necesitamos no es un replanteamiento, sino que ¡todos ellos ganen en actualidad máxima de toma de conciencia de los mismos! Tanto desde la concepción de la evaluación que defendíamos en el primer capítulo, como desde la necesidad de avanzar en la aportación sociodigital en la educación, como una mejora de la orientación y, específicamente, en los contextos más vulnerables. Allá defendíamos justamente esta visión en red de corresponsabilidades e imaginábamos un sistema educativo más descentralizado y más empoderador de los centros y de los territorios. Y también, por eso, ¡teníamos que imaginar los mejores profesionales de la docencia y la mejor investigación! Ninguno de los temas tratados pues en el Anuari2018 queda en un segundo plano, más bien al contrario: habría que recuperarlos todos para avanzar.

Diversas entidades y organismos han constatado que la educación presencial no puede sustituirse por la virtual sin merma de la calidad educativa, sobre todo en las primeras etapas educativas. ¿Cómo se podría mejorar esta formación de manera ágil, teniendo en cuenta que todavía no existe vacuna para el COVID-19?

Mejorando la formación de los propios formadores. La calidad educativa tiene que ver con el máximo aprovechamiento de la relación educativa tanto en el sentido de aprendizaje como de la misma relación que se establece en ella.

Es evidente que la relación presencial es insustituible al 100%, con todo lo que aporta el contacto directo y próximo, por una relación virtual. Pero esto no quita que esta última no se pueda desarrollar con el máximo de calidad posible más allá de las limitaciones obvias que supone trabajar a distancia. Y, por eso, hay que seguir ofreciendo a nuestros profesores un plan de formación continua, justamente de carácter virtual, de forma que, implícita y explícitamente, la misma formación continuada sea fuente de aprendizaje sostenido por parte del maestro.

Al mismo tiempo que son necesarios los foros y debates virtuales en torno a esta praxis, ayudando a los maestros y las maestras a hacer su propia tira de recursos y estrategias según la edad y contexto de sus alumnos. Y también hay que seguir ampliando y mejorando todos los repositorios de recursos virtuales de acceso libre de los que disponemos actualmente, alimentándolos con todas las experiencias innovadoras que los mismos educadores y educadoras están desplegando a lo largo de estos tiempos de pandemia.

También se ha denunciado el crecimiento de las desigualdades educativas a raíz del coronavirus. ¿Qué medidas extra cree que deberían tomarse, además de las propuestas en la publicación?

En el Anuario proponemos muchas medidas proactivas y no reactivas como tenemos que tomar ahora. Pero, sin dejar de defender que las actuaciones a medio y largo plazo son las que nos tienen que permitir afrontar esta crisis con las mejores garantías, ahora mismo tenemos que hacer todos los esfuerzos necesarios para dar cobertura a la brecha digital que la pandemia está suponiendo.

Tenemos que diagnosticar dónde faltan aparatos, conexión o las dos cosas, y hacer llegar las dos cosas con los recursos que haga falta y con packs de comunicación. No nos podemos permitir lo que hasta ahora, en muchos contextos vulnerables, ha supuesto la brecha digital.

En estos entornos, la comunicación digital de la escuela con las familias ha cogido forma -en el mejor de los casos- como máximo de un móvil y un whatsapp, o incluso sin whatsapps, haciendo uso de los SMS’s. Y poca cosa más. Y esto está generando una brecha dentro de la brecha, lo cual es muy preocupante. Por lo tanto, es necesaria la máxima atención a estas bolsas de necesidades tecnológicas, si no queremos salir de la pandemia con una agudización grave de la desigualdad.

La orientación académica y profesional también ha sufrido el impacto del COVID-19. ¿Cómo podría ofrecerse un acompañamiento adecuado, sobre todo en periodos de transición?

Tal y como proponemos en el Anuario, incrementando los nodos de orientación y asumiendo que el paradigma de la orientación acontece cada vez más multiagente y multiprofesional. No hacemos bastante con los orientadores profesionales, que en todo caso nos tienen que liderar. Tenemos que asumir el rol orientador toda la tribu, para atender en diferentes momentos y lugares las necesidades y dudas de nuestros jóvenes.

Y, por tanto, tenemos que diseñar e implementar un modelo de orientación en red de conexiones con diferentes recursos y espacios de orientación. La escuela se queda corta en este reto. Muchos retos de la orientación pueden ser asumidos desde un enfoque comunitario en red con la escuela, y desplegarla en código de proximidad con los jóvenes. Sus transiciones y dudas más relevantes encuentran más cobertura en la red de capital social de la comunidad que en una atención particular. Hace falta que fomentemos pues un nuevo modelo de orientación a lo largo de toda la vida, que se base en la capacidad orientadora que puede desplegar una comunidad madura y rica en capital social, donde la escuela puede hacer un papel dinamizador, pero no solitario, de la orientación.

«Tenemos que diseñar e implementar un modelo de orientación en red de conexiones con diferentes recursos y espacios».

Si hoy le pidieran dirigir el anuario 2020 y seleccionar los retos a tratar, ¿cuáles calificaría de imprescindibles?

Desgraciadamente hemos avanzado poco en el marco de los retos que planteamos a lo largo de los 10 capítulos del Anuario del 2018, pero probablemente todavía enfatizaría más el reto de reconceptualizar la escuela como parte de una red de corresponsabilidades, con clara vocación de escuela comunitaria.

La pandemia lo está poniendo de manifiesto: las escuelas abiertas y muy integradas en el contexto comunitario al que pertenecen están encontrando mejor soluciones y más seguras (puesto que de seguridad sociosanitaria se trata también) que las que están endocentrades en ellas mismas.

Los retos de futuro, como estamos defendido e investigando hace muchos años desde mi grupo de investigación PSITIC de Blanquerna de la Universitat Ramon Llull, pasa por un cambio de modelo de la escuela y de la concepción de la educación que toca al currículum, la evaluación, la organización escolar, el rol del maestro y, en general a nivel macro, la reconceptualitzación del conjunto del sistema educativo en formato de red educativa descentralizada y de gran componente comunitaria, tal y como se recoge en el Anuario del 2018. Y si a alguno le quedaba alguna duda, el contexto en que vivimos, por suerte o por desgracia, todavía lo ha puesto más en evidencia.

Fuente e Imagen: https://www.educaweb.com/noticia/2020/10/28/tenemos-hacer-todos-esfuerzos-necesarios-cubrir-brecha-digital-pandemia-esta-suponiendo-19347/

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Entrevista a Carminda Mac Lorin, activista del FSM y directora de la ONG KatalizoAnte la crisis mundial, respuestas comunes y globales”

Fuentes: Rebelión

Foro Social Mundial (FSM) virtual del 23 al 31 de enero 2021

Veinte años después de su primera edición en Porto Alegre, Brasil, (25 al 30 de enero del 2001), se perfila en el horizonte cercano una nueva y muy especial etapa del Foro Social Mundial (FSM). Esta vez, a diferencia de todas las anteriores, no tendrá una sede física. Pandemia obliga, entre el 23 y el 31 de enero del 2021, los miles de participantes, lo harán en forma virtual. Si para los promotores la consigna del 2001 del Otro Mundo Posible sigue siendo vigente, la metodología para concebirlo debe ser reinventada y los contenidos actualizados.

“La sociedad mundial pandémica nos exige, más que nunca, respuestas globales, creativas, innovadoras y de confluencia” subraya Carminda Mac Lorin.  Activista social desde las movilizaciones estudiantiles y Occupy (indignados) en Canadá, fue una de las promotoras de los colectivos alter mundialistas en su país. Los que convocaron a dos foros sociales nacionales (2007 y 2009) y al Foro Social Mundial del 2016 en Montreal. Integrante del Consejo Internacional (CI) del FSM, directora general de la ONG Katalizo, Mac Lorin, quien acaba de terminar su doctorado en Ciencias Humanas aplicadas, representa a un sector juvenil que nació al calor de nuevos desafíos sociales-virtuales y que sigue apostando a la actualización (aggiornamento) del movimiento y de los ideales altermundialistas. Entrevista.

Carminda Mac Lorin - Institut du Nouveau Monde
Carminda Mac Lorin

P: El último Foro Social Mundial se realizó en marzo del 2018 en la nordestina ciudad brasilera de Salvador de Bahía donde se reunieron 80 mil participantes. Sin embargo, desde entonces hasta ahora el FSM pareció estar poco presente en la escena del debate internacional…

Carminda Mac Lorin (CML): Después de cada edición de un foro le siguen momentos de cierta calma. Son encuentros muy intensos, que concentran y consumen muchas energías y exigen pausas posteriores. El balance del FSM de Salvador fue muy positivo. Gran presencia femenina, juvenil y de minorías étnicas. En 2019 el Consejo Internacional (CI), que decide el lugar donde se realizará cada edición, se reunió en Bogotá con la perspectiva de evaluar la convocatoria de una próxima edición del FSM en México. Estábamos en ese proceso cuando explotó, de imprevisto, la crisis mundial pandémica. Paradójicamente, la misma se convirtió en un propulsor y detonante de una nueva participación. Si hasta entonces para una parte de la-os integrantes del Consejo era impensable imaginar un funcionamiento en línea, la lógica cambió rápidamente. En el último tiempo se han multiplicado los encuentros virtuales. Se dio, además, un fenómeno muy interesante este año: el diálogo -y la consulta- con diversas organizaciones, múltiples redes y foros temáticos -como los de educación, migración etc. Incluso se abrieron las reuniones del consejo ampliando la participación en los mismos.  En paralelo, se resolvió crear un Grupo de Facilitación, donde ha venido participando un medio centenar de personas, representantes sociales de muchos países, que se ocupa, específicamente, de organizar le próximo FSM 2021 virtual. El mismo abre una enorme posibilidad de percibir lo global de otra manera. Crea la oportunidad de acercar, realmente, las experiencias y reflexiones locales en la perspectiva más amplia, mundial (https://wsf2021.net/).

El tsunami “coronavirus”

P: Hablaba de la pandemia… La vida social planetaria está profundamente convulsionada. El “home office” se instaló como forma casi predominante en muchos sectores laborales. Al mismo tiempo, la militancia asociativa, sindical, política e incluso la participación parlamentaria, se practican, en gran medida, en línea. ¿Esta situación particular obliga también a pensar el futuro del altermundialismo con nuevas fórmulas?

CMLSin duda. Y ya se está viviendo esta transformación. Hemos realizado en octubre pasado, íntegramente en forma virtual, el Foro Social de las Economías Transformadoras ( https://transformadora.org/fr/inici). También hemos vivido la hermosa experiencia colectiva del Viral Open Space ( https://www.viralopenspace.net/es/ ) que lanzamos con pocos días de preparación y fue exitosa con casi 60 actividades auto-organizadas. La convocamos con la consigna “¡Desconfinemos nuestra imaginación alrededor del mundo!”.  Ejemplifica la potencialidad de lo virtual y prueba la nueva velocidad para intercambiar, reflexionar, proponer. No digo con esto que se pueda reemplazar toda la riqueza de los contactos humanos y de la movilización presencial. Pero si recapitulo hacia atrás, veo que nosotra-os, a partir del combate de la-os indignada-os y de Occupy, hace ya años, habíamos incorporado esta metodología. Y hemos incluso desarrollado afectos y relaciones personales fuertes aún en torno a estas nuevas metodologías de contacto y comunicación. Pero vuelvo a la pregunta: la pandemia implica un tsunami para toda la vida humana, para los métodos de participación social y, sin duda, para reinventar y rediseñar las utopías a las que invita el FSM.

P: ¿Cuáles son los desafíos principales para que el FSM de la última semana de enero pueda reforzar este proceso que arrancó en el 2001 en Porto Alegre?

CML:El primero y esencial: que se realice, que exista realmente. Será ya un primer éxito enorme. O, mejor dicho, sería el gran éxito. Los números de participantes puede reflejar también una señal de futuro. Hasta finales de diciembre había ya cerca de 1000 inscriptos de varios países ( https://join.wsf2021.net/?q=es) pero esa cifra seguirá aumentando. Será importante, también, evaluar la diversidad y calidad de las actividades que se propongan. Hay que recordar que el FSM va a comenzar con una Marcha Virtual y un Panel de Apertura el sábado 23 de enero. Del 24 al 29 habrá tanto actividades autogestionadas como paneles correspondientes a los espacios temáticos. El penúltimo día, el 30, estará destinado a las convergencias, asambleas y movimientos de acción. Y el cierre, el domingo 31, lo dedicaremos al Ágora de los Futuros, para inscribir iniciativas (luchas, acciones, campañas etc.), conclusiones, propuestas y compartir agendas. Los principales ejes temáticos que se han definido son: clima-ecología; paz y guerra; justicia social y democracia; justicia económica: sociedad y diversidad; comunicación-educación y cultura. (https://wsf2021.net/espacios-tematicos/). Y se promoverá una reflexión transversal sobre el futuro propio del FSM.
Es tan original la forma de esta edición virtual que será esencial, además, reflexionar sobre las metodologías. Que permitan inspirar confluencias, convergencias, acciones comunes, cuestionando las propias maneras tradicionales de pensar, hacer y vivir la lucha. Necesitamos nuevos paradigmas para lograr los cambios con los que soñamos.

Contradicciones internas, una realidad “conocida”

P:  En estos últimos meses han surgido diferentes grupos de reflexión y debate público en el seno del FSM. Como por ejemplo el autodenominado Grupo Renovador que reúne a personalidades internacionales  (www.foranewwsf.org)  ¿Expresa contradicciones políticas de fondo? ¿Percibe esas tensiones?

CMLClaro que lo siento.  No es nada nuevo. Refleja tensiones que existen desde siempre. Relacionadas a cómo entender el FSM – si como espacio o como instancia resolutiva-; a la concepción diferente de los tiempos políticos de actores diversos dentro del FSM; al hecho de si el FSM debe emitir o no declaraciones finales o políticas. Pero es importante precisar que una gran parte de estas tensiones se viven, fundamentalmente, en el Consejo Internacional. La experiencia nos indica que cuando los foros se lanzan y se realizan, toman propias dinámicas que van mucho más allá de las visiones que pueden existir en el pequeño grupo. Es esencial diferenciar siempre el foro como proceso y el Consejo Internacional.

Uno de los temas principales de mi tesis de doctorado fue justamente sobre los espacios transnacionales de movilización social. Identifico allí dicotomías y paradojas que son difíciles de conciliar. Aunque inconciliables, actúan como fuerza motora de los propios foros y del proceso en marcha.

Tal vez ese debate aparece ahora, a la luz del funcionamiento virtual, como un choque más agudo. En una reunión en línea con 50 personas que hablamos diferentes idiomas, desde distintos países y continentes, la expresión de ideas no siempre es un ejercicio simple.

P: Una pandemia global, una crisis mundial, confrontan a los movimientos sociales a reflexionar en conjunto sobre temas esenciales como el rol de la salud como bien público, los servicios públicos en general, el rol de los Estados, el sentido mismo de la gobernabilidad etc. Temas que son tan importantes en Canadá, como en Argentina, Suiza, India, Brasil, España o Estados Unidos, es decir, en todo el planeta.

CML: Sin duda alguna. Es imprescindible buscar respuestas articuladas a nivel global. Los desafíos superan las fronteras. Temas esenciales como la crisis pandémica y sus salidas económicas, la crisis climática, la tensión siempre vigente a nivel internacional, en numerosas regiones, que promueve el binomio guerra-paz, exigen reflexiones y respuestas comunes. Tenemos, en tanto movimiento y actores sociales, mucho que aprender. Vivimos un momento histórico en el cual es esencial tener la humildad suficiente para aprender la-os una-os de la-os otra-os y dejar de lado los egos que pueden bloquear procesos colectivos. Nadie tiene recetas ya aplicables, perfectas, únicas. Y eso es válido tanto para el foro como para otros espacios internacionales existentes.

P: ¿Cuáles son las prioridades después del FSM virtual de fines de enero?

CML: En perspectiva, evaluar si a fines del 2021 o inicios del 2022 se puede realizar el FSM presencial en México, aunque todavía hoy es imposible asegurarlo. Pienso que es esencial seguir avanzando, paso a paso. Hay un proceso en marcha que existe desde hace muchos años, con altos y bajas. Pero le falta un cuerpo al proceso. Fue muy difícil, por ejemplo, establecer la continuidad necesaria de contenidos entre los diversos foros precedentes. No fue tan clara, por ejemplo, esa relación entre Túnez (2015) y Montreal (2016). Intentamos reforzar esa continuidad entre Montreal y Salvador de Bahía, pero no podemos decir que lo logramos plenamente. Ese es uno de los grandes retos: asegurar esa continuidad, no comenzar siempre casi de cero, prolongar conclusiones y resultados que serán contenidos fundantes para las próximas convocatorias. Y trataremos de mejorarlo entre esta convocatoria virtual de fin de enero del 2021 y el próximo FSM de México. Tenemos que asegurar que nuestra práctica común alimente respuestas globales desde y para el conjunto de la sociedad humana en crisis.

https://rebelion.org/ante-la-crisis-mundial-respuestas-comunes-y-globales/
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Sztulwark: «Para hacer frente a estas derechas, no alcanza con la defensa de la democracia y los gobiernos llamados progresistas»

Por: Néstor Alejandro Tenaglia

El filósofo y escritor argentino Diego Sztulwark, reflexiona sobre los límites del llamado «progresismo» en el mundo, y las nuevas formas de la «derecha» en la actual coyuntura política y social.

Pandemia e interrupción

¿Qué desafíos habitan este tiempo de pandemia a nivel social, esta interrupción omnipresente?

No creo que haya habido realmente una “interrupción”, aún si la pandemia ha afectado nuestra vivencia del tiempo histórico. En lo inmediato, los automatismos financieros, comunicacionales e informacionales siguen dominando el cotidiano de muchas personas. Y no han aparecido mecanismos de reproducción social alternativos al neoliberal. Si la noción de “interrupción” me sigue pareciendo importante es en el nivel de una indagación. Porque es evidente que algo ha sucedido, algo ha cambiado. Quizás sea un cambio en el nivel de las creencias. Lo vemos en lo relativo a la tan esperada “vuelta a la normalidad”, o bien a las tentativas de una “nueva normalidad”. En las enormes dificultades de instalación de esa anhelada normalidad. Se ha vuelto esquiva, intangible. Hay un elemento de no certeza, una mayor conciencia de la fragilidad de nuestra existencia.

La “interrupción” no da cuenta de un final, pero sí nos recuerda del carácter finito y no asegurado de la vida individual y colectiva. Por lo que, si vamos a usar la noción de interrupción para describir la experiencia de la pandemia, me parece que habría que considerarla menos una noción descriptiva del estado de cosas, menos como llave de un discurso crítico, y más como una afección de la percepción de la realidad. Lo que sí es posible es que esa afectación de la percepción traiga consigo un potencial reflexivo, ético y político, en la medida en que favorezca ciertos interrogantes sobre la naturaleza de los mecanismos de reproducción, sus límites, sus efectos indeseables. Mi impresión es que el nivel de reflexión y ético de esta experiencia -la falta de reposo en el carácter automático de la realidad- se expande en una infinidad de conversaciones sobre el cotidiano. En esas conversaciones anida quizás la capacidad de una nueva narrativa sobre los cuidados, sobre lo público, sobre la relación con el dinero y con el tiempo. Pero por el momento no veo que esas conversaciones encuentren traducciones interesantes -ni tampoco da lugar a nuevas síntesis colectivas- en el plano de la política convencional.

Derechas y desafíos

Pareciera haber un devenir hacia posiciones más radicalizadas de extrema derecha a nivel global, en algunos casos, fomentadas también desde los grandes emporios mediáticos, con ingredientes xenofóbicos, racistas, nacionalistas y ultra conservadores que promueven abiertamente la dimisión de los gobiernos «constitucionales». En este sentido: ¿Es suficiente manifestar el compromiso de defender el «sistema democrático» por parte de las fuerzas progresistas?, ¿Es esperable una recreación de los gobiernos populistas de la década pasada con otros rostros?, ¿O se impone, a través de diversas fuerzas sociales, una nueva forma de vida, que no tiene nombre aún, y a su vez, no cuenta con el poder suficiente para hacerse escuchar y ver?

Cada vez más se habla de estos nuevos rostros de las derechas, que a veces ganan elecciones (Trump, Bolsonaro), otras organizan golpes (Bolivia) y muchas otras, intervienen como discursividad intolerante (Argentina). Pienso que este tipo de fascismo tan particular podría ser estudiado desde la lógica del miedo, de un delirio de los propietarios, un tipo de racionalización de la crisis en términos de asegurar el orden, la propiedad y las jerarquías. Este delirio de los propietarios se extiende a todo aquel que acepta vivir la fragilidad de los enlaces y las estructuras en términos de amenaza de sus derechos y/o posesiones. La experiencia de la posesión, en ese sentido, atraviesa a todas las clases sociales. Se trata de un delirio transversal, aunque particularmente encendido entre las clases dominantes. Me pregunto si ese miedo no dio lugar ya a un nuevo tipo de comportamiento dominado por el anhelo del aseguramiento: aseguramiento de la tasa de ganancia decreciente; de los consumos a las mercancías, del control del aparato represivo, de la subordinación de la fuerza de trabajo cada vez más precarizada. Estas dinámicas de la seguridad parecen estar actualizando las formas más brutales de la violencia sobre la tierra y sus derivados, sobre las comunidades y los cuerpos. Las formas más groseras de sexismo, clasismo y racismo son reavivadas en estas tentativas de aseguramiento.

¿Y de qué formas se enfrenta a este nuevo formato ideológico de las derechas?

Me parece que para hacer frente a estas derechas, no alcanza en lo más mínimo con la defensa de la democracia y los gobiernos llamados progresistas, por la sencilla razón de que estas fuerzas aseguradoras no hacen sino desinhibir los pactos preexistentes a nuestras democracias. No hacen sino sacar a la luz las desigualdades que las democracias no quieren, no saben o no pueden cuestionar. El repliegue sobre lo políticamente correcto y la defensa de la democracia son signos de impotencia, que no permiten encarar aquello que en las nuevas derechas es agresivo y desafiante. Me resulta absurdo responder a la movilización desfachatada del odio, que se presenta a sí misma como transgresión al orden, con una apelación abstracta a la igualdad, o al respeto de las leyes y las instituciones. Como si no fuera esta misma idea puramente retórica de la igualdad y el carácter completamente retrógrado del aparato jurídico lo que efectivamente hay que cuestionar.

¿Cómo debería jugar «lo político» frente a esto»?

Sucede que lo político se encuentra en retraso respecto de estas tareas. Y ese retraso se torna muy peligroso. De hecho, la falta de reacción política en un sentido de transformación estructural, no hace mas que regalarle a la derecha el lugar de la disidencia y el procesamiento del malestar, lo que no deja de ser completamente absurdo dado que la derecha no es transgresora sino exhibicionista, no cuestiona nada, solo reivindica y exhibe aquellas jerarquías que la llamada democracia no se atreve a revisar. Si miramos de cerca el panorama de las últimas semanas en la Argentina, por ejemplo, se ve con claridad la dificultad en la que quedan colocados los gobiernos llamados progresistas.

Veamos lo que ocurrió por ejemplo con el tratamiento que dio el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires a la toma de tierras ocurrida en la localidad de Guernica…

Desalojo en Guernica, Buenos Aires

¿Cuál es tu mirada al respecto en cuanto al proceder del gobierno bonaerense?

Vemos que ha sido incapaz de entrar en diálogos con las organizaciones de la toma, el gobierno eligió el camino de hacer cumplir la orden de desalojo promovida por el poder judicial. El desalojo quedó a cargo del ministro de seguridad, Sergio Berni, quién utilizó el hecho para lanzar su campaña política con el discurso del aseguramiento militar de la propiedad privada (https://www.clarin.com/politica/video-spot-sergio-berni-desalojo-guernica_3_P_yyCDdZX.html). Lo de Guernica es sólo un ejemplo, aunque un ejemplo especial, puesto que permite plantear interrogantes fundamentales sobre el futuro. La dinámica del proceso cambia de naturaleza cuando los gobiernos acompañan en la formación de organización y extraen de ahí una narrativa histórico política, o cuando conceden a las fuerzas conservadoras, que tanto peso tienen sobre la realidad, políticas represivas de la conflictividad social, asumiendo una narrativa fundada en la pulsión aseguradora que recorre por dentro a todas las fuerzas en el gobierno. Cuando hablo de cambio de naturaleza me refiero a la idea misma de la democracia: no es igual una democracia que se abre como una posibilidad para expandir las luchas, y encuentra ahí ocasión para su propia innovación institucional, que una vivida como puro formalismo jurídico y aplicación de las leyes vigentes.

Reflexionar sobre el Todo

Me interesó un concepto tuyo, vertido en una entrevista reciente y es el de «lo dado» como forma de control y aceptación social. ¿Podrías sintetizarlo?

Es un poco el mismo razonamiento que hacíamos sobre la democracia. La gestión de lo dado se justifica en la complejidad de la situación, y en la dificultad de producir transformaciones desde la gestión del estado. De ahí la idea de una democracia a defender, o unas instituciones a respetar. Y no a crear.

Si la política se torna pura gestión, pura defensa, pura adecuación, puro respeto a reglas, deja de inventar, de traducir lo que se produce en el campo de la innovación colectiva. ¿Cómo se ve esto? Cada vez que se desoyen las luchas populares como si fueran pre políticas, inmaduras, incapaces de tener en cuenta la realidad. La política agobiada por la crisis se torna impotente y tiende a blanquear -y no a transformar- las relaciones de fuerzas provenientes de la dinámica de la acumulación del capital.

El filósofo Henry Bergson, que escribió su obra a comienzos del siglo XX, hacía esta distinción entre un Todo dado y un Todo Abierto. Para él, los movimientos de la realidad expresaban siempre un cambio en el Todo. La naturaleza Abierta del Todo exigía un acto de creación. Mientras que el Todo dado, cerrado, sería mas bien una ficción, una representación reaccionaria de la realidad. Tal vez esta reflexión sobre el Todo permita organizar el esquema que venimos planteando: la percepción afectada por una cierta fragilidad, una cierta sensación de “interrupción”, podría animar una nueva comprensión de la naturaleza Abierta, mientras que las dinámicas del “aseguramiento” actúan en el sentido de reforzar la experiencia del Todo-ya-dado. Y se plantean actuar de modo tal que ese Todo no sea nuevamente abierto.

Medios masivos de manipulación

Hay una tendencia no nueva a pensar que lo que «nos muestran» los medios es lo que pasa y es de lo que importa hablar. Esto se ve mucho actualmente en las redes y lo vivo como un profundo síntoma de reducción de la palabra y el pensamiento de muchas personas que, incluso, tienen buenos valores y están comprometidas socialmente. ¿Qué elementos se te ocurren interesantes para romper esa inercia y cómo los aplicarías?

No me parece muy interesante la teoría de la manipulación, según la cual los medios de comunicación mienten y crean una realidad que las personas consumimos pasivamente. No me parece que se corrobore en el espacio político. Por supuesto que hay mucha mentira y mucha manipulación, pero evidentemente el fenómeno es bastante más complejo. De hecho, la mediatización abarca todos los niveles de la experiencia, y no solo el consumo de información política. Si volvemos a lo que reflexionábamos sobre el Todo-dado o el Todo Abierto, seguimos siempre tomados por el mismo tipo de desafío: ¿Cómo romper el efecto del Todo-dado, reforzado por cierto uso masivo de medios y redes?

Me parece que las experiencias de politización, del pasado y del presente, tienden a problematizar y a inventar una relación abierta entre capas de realidad. Una relación abierta en el sentido de hacerlas interactuar, dando lugar a zonas híbridas o mixtas de elaboración de sentido y de experiencia.

Diversidad y resistencia

Siempre rescatás esa especie de hilo conductor histórico que existe en la Argentina entre grupos revolucionarios de los 70, movimientos de derechos humanos contra la dictadura, ruptura en 2001 y aparición de movimientos sociales, feminismos, etcétera como tensiones y oportunidades. ¿Cómo pensás que actuó el kirchnerismo con esa herencia emocional y por qué?, ¿tienen margen de maniobra los movimientos que se hicieron oficialistas entre 2003 y 2015?

El rescate de una línea de tiempo fundada en desobediencias y rebeliones nace de una cierta manera de atravesar la llamada “transición democrática” argentina a partir de la dinámica viva de la lucha de las Madres de Plaza de Mayo y los organismos de derechos humanos y atraviesa la experiencia de la llamada crisis del 2001. Lo que hay de vivo y oxigenado en la Argentina de las últimas décadas proviene de esa línea de tiempo. En torno a lo que llamás “kirchnerismo” se articularon algunas personas, grupos y movimientos que aspiran a traducir en la política convencional esa línea de tiempo. Desde mi punto de vista, el hecho que esa traducción haya sido débil y no haya producido transformaciones de fondo, implica dos tipos de consecuencias.

¿Cuáles serían las principales consecuencias sobre este punto?

Por un lado, que la política convencional implica lidiar con relaciones de fuerzas imposibles de modificar desde la gestión de lo existente. Y en segundo lugar, que es preciso contactar con un reverso de lo político donde personas y grupos crean sensibilidades y estrategias diferentes. El problema de los movimientos que se vuelven oficialistas es que maltratan este reverso. Lo consideran pre-político. Y se dedican a infantilizarlo. Pienso que la agresividad capitalista en aumento tiende a escindir a las fuerzas políticas transformadoras en dos movimientos disociados: por un lado, a nivel de lo político convencional, la participación en frentes políticos defensivos, por otro, a nivel de un reverso de lo político, una resistencia a los modos de mando y de vida propiamente neoliberales que no encuentra expresión, traducción ni representación propiamente política.

Paulo Freire ya hablaba en los años 60 de la necesidad del ascenso social de los trabajadores, pero teniendo en cuenta que había una construcción pedagógica que hacía que, al ascender, se volvieran conservadores para cuidar sus bienes y eso se verificaba en sus elecciones políticas futuras. ¿Aprendimos la lección?

Lo que aprendimos, me parece, es que el problema de la educación y de la toma de conciencia se ha vuelto más complejo, y que las formas pedagógicas de la emancipación son ineficaces cuando están separadas de experiencias más generales de cuestionamiento al orden. Lo hemos visto en torno al consumo.

En 2015, cuando Macri ganó las elecciones, muchas personas razonaron que el problema fue la falta de explicaciones ligadas a los beneficios materiales de la década previa. Estas personas pensaban que la experiencia política consistía en el lazo entre dos procesos complementarios: por un lado, el acceso al consumo, y por otro, las explicaciones pedagógicas que apuntan a la conciencia. Y bien ¿Dónde estuvo el error, según este modo de pensar?

¿En dónde ves estos «errores» que comentás?

Algunos concluyeron que falló la explicación (¡la gente no supo “entender”, por fallas del maestro!). Otros directamente echaron la culpa a los supuestos beneficiados (el pueblo se mostró desagradecido con quien lo benefició). Hubo finalmente, quienes concluyeron que los beneficios, quizás no fueron tantos, ni tan sostenidos. En todos los casos, aquella derrota política quizás nos permita plantear el problema de otro modo: las modalidades de consumo son ya, ellas mismas, explicaciones sobre el mundo, la sociedad y el deseo. Y no hay modo de sustituir estas explicaciones por otras, sin afectar los modos mismos en que se produce y se organiza la experiencia neoliberal del consumo.

Diego Sztulwark nació en Buenos Aires, es docente y coordina grupos de estudios sobre filosofía y política.

Escribió Política y Situación. De la potencia al contrapoder junto a Miguel Benasayag, Vida de perro. Balance político de un país intenso, del 55 a Macri en conversaciones junto al escritor y periodista Horacio Verbitsky y recientemente La ofensiva sensible. Neoliberalismo, populismo y el reverso de lo político. Escribe para el blog Lobo Suelto! y forma parte del equipo editor de Tinta Limón Ediciones.

Néstor Alejandro Tenaglia

Foto principal: Bernardino Ávila

Corrección: Sergio Gorostiaga

Fuente:  https://www.tercerainformacion.es/blog/01/12/2020/para-hacer-frente-a-estas-derechas-no-alcanza-con-la-defensa-de-la-democracia-y-los-gobiernos-llamados-progresistas/

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