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Entrevista a un repartidor de Seur: «Fichan a los más necesitados, los que saben que no protestan y cumplen con el trabajo»

Por: Daniel Seijo

¿Cómo es la situación de los falsos autónomos en Seur?

La situación es bastante precaria, trabajamos una media de 14 horas al día para una gran multinacional, no estamos dados de alta en la seguridad social, somos autónomos, cobramos por expedición (cliente) al que se le hace la entrega, llevamos su uniforme de trabajo, furgonetas rotuladas con su logo pero aún así somos autónomos. Al contrario que un rider de globo o uber, nosotros no podemos elegir franjas horarias para trabajar o decidir que día prestar el servicio, trabajamos de lunes a sábado, y si faltas un día sin justificar, pues te dicen que no vuelvas, así se las gastan

¿En qué momento deciden comenzar la lucha por sus derechos laborales?

Más que deciden, decido, en mi caso acepté las condiciones sabiendo que se estaba incumpliendo la normativa, pero necesitaba trabajar, y Seur sabe de eso, fichan como autónomos a los más necesitados, los que saben que no protestan y cumplen con el trabajo, no sé y no creo que haya más compañeros en el muelle de carga que hayan hecho como yo y haya denunciado a la empresa ante inspección de trabajo, en Seur no hay sindicato, no hay nada, y si los de arriba detectan algún conato de sindicalismo, directamente te mandan a casa.

¿Cuáles son sus reivindicaciones?

Que se deje de defraudar a la seguridad social, que se nos de alta como trabajadores de la empresa, no autónomos, que se aplique el convenio, con sus horas, salario, vacaciones… no se pide mucho, solo que se cumpla la ley.

¿Resulta necesaria una mayor regulación en su sector? ¿En qué dirección?

Claro, y eso se hace con inspecciones y sanciones, no puede ser que el sector del reparto sea tan precario y no se tomen medidas, y esto no es de ahora, estas condiciones se llevan dando años y años, y alguien parece que está mirando hacia otro lado.

¿Cómo se han adaptado los sindicatos “clásicos” a nuevas realidades laborales como la suya?

Los sindicatos lo denuncian públicamente y piden inspecciones, como ha pasado en Glovo o Delivero, pero dentro de la empresa no hay nada sindical, no hay un responsable ni donde preguntar, se eliminó hace ya unos años.

¿Existe una conciencia de lucha y compañerismo entre los trabajadores?

Poco, la mayoría estamos por necesidad urgente de trabajo, Seur sabe muy bien a quien fichar, el perfil medio de un repartidor es alguien muy joven sin estudios y sin experiencia laboral o alguien de 50-55 años, que trabaja ahí porque no le queda otra, «si me voy de aquí, ¿dónde me van a contratar? Así que se agacha la cabeza y se trabaja, y como si nos dan latigazos, no se protesta.

¿Corren riesgo en la carretera por sus condiciones de trabajo?

Por supuesto, trabajamos llueve, nieve o haga una ola de calor, que si lo sumas a que son 14 horas, cuando llevas 12 el cansacio ya se manifiesta y no estás tan concentrado.

¿Cuántas horas puede llegar a trabajar al día?

A las 07h llegamos al muelle de carga, ahí estamos hasta las 09h que cargamos la furgoneta y salimos a reparto, tras el reparto se hacen las recogidas de clientes que envían paquetes, sobre las 20h llegamos al muelle de carga, dejamos las recogidas en cinta, etiquetamos, liquidamos cobros… entre las 21 y 22h terminamos y ya nos podemos ir, para descansar unas horas y volver a las 07h al muelle de carga

¿Son habituales las sanciones de la empresa en su trabajo?

Si, tenemos sanción económica en caso de no repartir un paquete, de no entregarlo en la franja horario que la app de seur nos indica, sanción si nos multan por aparcar mal, y luego está el despido, que es de un día para otro, sin finiquito, indemnización, nada, a casa.

¿Consideran que los clientes son conscientes de esto?

Pocos, muy pocos son conscientes de la realidad, intentamos hacer nuestro trabajo con simpatía, con una sonrisa, y eso es lo que ven los clientes, es normal, yo no me imaginaba que los repartidores tenían estas condiciones tan precarias hasta el día que entré en Seur a trabajar.

Fuente e imagen: https://nuevarevolucion.es/entrevista-a-un-repartidor-de-seur-seur-ficha-a-los-mas-necesitados-los-que-saben-que-no-protestan-y-cumplen-con-el-trabajo/

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OVE entrevista a Cándido Chan Pech: “Una escuela sin uniformes, más divertida y más alegre”

Entrevista realizada por Luis Miguel Alvarado Dorry en exclusiva para Otras Voces en Educación.

Conocimos a Cándido Chan Pech hace un par de años en una de las clases del doctorado en Pedagogía Crítica y Educación Popular del en el Instituto McLaren de Pedagogía Crítica sede Tapachula, Chiapas, México. Una persona seria, algo reservado, pero con un espíritu crítico que contagia a cualquiera. Un pedagogo en toda la extensión de la palabra, con un gran ímpetu de enseñar y, a la vez, de aprender de les demás.

Nuestro amigo Cándido es Licenciado en Pedagogía de la Universidad Nacional Autónoma de México. Tiene una Maestría en Educación y Diversidad Cultural por la Universidad Pedagógica Nacional; una Maestría en Pedagogía Crítica y Proyectos Educativos por el Instituto de Pedagogía Crítica Peter McLaren y Doctorado en Pedagogía Crítica y Educación Popular por el Instituto de Pedagogía Critica Peter McLaren.

Es profesor de tiempo completo en la Escuela de Humanidades C-IV de la Universidad Autónoma de Chiapas, profesor de medio tiempo en la Unidad 072 Tapachula de la Universidad Pedagógica Nacional y profesor de Licenciatura y posgrado de más de 20 años en programas de formación pedagógica.

Además, es Miembro del Colegiado de Investigación “Gobernanza y desarrollo social sostenible” adscrito al Centro de Investigación con Visión Mesoamérica, de la Universidad Autónoma de Chiapas. Responsable técnico de los proyectos de investigación de “Gobernanza y políticas migratorias” y “cotidianidad universitaria”. Ha publicado artículos científicos y de divulgación en revistas indexadas y arbitradas, es autor de varios capítulos en diversas publicaciones y fue primer director de la Escuela de Humanidades C-IV. Universidad Autónoma de Chiapas.

 

Amigo Cándido Chan, ¿cómo llegó a la educación crítica y contestataria y, a la lucha gremial y social? Cuéntenos un poco su historia de vida.

Agradezco el espacio para hablar sobre las posturas personales sobre la educación desde la mirada de la pedagogía crítica. Soy pedagogo egresado de la UNAM a principios de los noventas, una etapa interesante porque fue de efervescencia política, donde las y los estudiantes universitarios hicieron fuertes planteamientos al gobierno sobre cómo se estaban dando las políticas sobre educación. En esos años, la universidad vivía una época de deslegitimación por las elites políticas y empresariales del país, además que se habían apoderado grupos políticos supuestamente de izquierda que convirtieron en rehén de los espacios universitarios. Me tocó vivir como estudiante, el derrumbe del muro de Berlín, el desmantelamiento de la URSSS, así como el poderío que ensayó Estados Unidos en Kuwait y en Irak, me asombró de lo contradictorio que es este mundo. En esos años, se realizaron debates y planteamientos sobre las posibilidades de avanzar como universidad y eso fue una de las habilidades que aprendí, a saber, debatir. También en esos años, principios de los noventas, se vivieron los debates políticos sobre la modernización educativa, que más adelante se aterrizaron en el llamado Acuerdo Nacional para la modernización Educativa. A mi juicio, en términos pedagógicos fue un gran avance por la incorporación de la pedagogía constructivista como referente inmediato de la práctica docente.

Mi formación fue muy rica, tuve a maestros y maestras como Diaz Barriga, Ibarrola, Margarita Pansza, Guevara Niebla, entre otros. Me ayudaron a entender que la pedagogía no eran recetarios, ni el llenado de formatos, y que la instrumentalización didáctica era una habilidad creativa. Leí abrasivamente a Altusser, a Bourdieu y a Gramsci, lecturas que cambiaron mi existencia y me permitieron comprender de manera diferente la escuela. En las aulas universitarias me apropie de la didáctica crítica que en los años 80´s se fueron planteando en las universidades latinoamericanos.

Me tocaron maestros y maestras de formación del DIE CINVESTAV, cuyas investigaciones fueron etnografías del aula, leí a Elsie Rockwell y Justa Espeleta, Eduardo Weiss y Eduardo Remedí y me apropié de las ideas de Agnes Heller, George Luckas y Edmundo Husserl y los mencionó porque fueron los que me dieron referentes de mirar la pedagogía, que aún hoy después de casi treinta años me cuesta desprenderme, especialmente en el análisis etnográfico de la cotidianidad. Años después cuando leí a Peter Mclaren, me di cuenta de que su libro “la vida en las aulas” es totalmente etnográfico y me sentí identificado con él, porque devela la cotidianidad invisible, visualiza la dominación y violencia del poder hegemónico en las acciones triviales del salón de clases y espacios escolares.

Por azares del destino llegue a Tapachula, y me incorpore a la Unidad 072 de la UPN y posteriormente a la Escuela de Humanidades de la UNACH. En la UPN, fui maestro de la licenciatura en educación y prácticamente fui alumno porque aprendí de las lecturas del plan 94, las epistemologías de la transformación basadas en la Investigación acción, en la intervención educativa, en la resignificación de la práctica docente, leí ansiosamente a Carr y Kemmis, T.S. Elliot, Gimeno Sacristán quienes me dieron un “doctorado” no como título, sino por la trascendencia en la formación de mi persona. Pero una de las lecturas más determinantes fue la de Paulo Freire, especialmente cuando empecé a darme cuenta de mis vacíos teóricos y aunque estudie una maestría, sentía una ausencia conceptual para comprender la realidad de mi realidad cada vez más compleja.

Invitado por otros compañeros entramos al doctorado en el Instituto Mclaren, y fue allí donde algunas lagunas se vaciaron y se llenaron con nuevos saberes. Especialmente en la revisión del pensamiento latinoamericano, con las teorías de la descolonización, pero sobre todo en la revisión de los planeamientos de las pedagogías del sur y la pedagogía popular. Confieso que tuve que desaprender y que despedagogizar mis prácticas y al mismo tiempo reconocer que era un instrumento orgánico del pensamiento hegemónico, y que lo que había estudiado eran epistemes instrumentistas. Todas las maestras y los maestros del Instituto son buenos, pero fueron dos los que marcaron mi formación, el Dr. Quiroz y Marco Raúl; el primero fue mi asesor de tesis y una vida ejemplar de sencillez intelectual y una claridad de pensamiento y de vida; el segundo me asombró con las reflexiones de la educación popular y me impacto su preocupación por las epistemes comunitarias y su insistencia en la recuperación para sobrevivir a estas crisis que se avecina. La lectura del texto “la crisis civilizatoria” han definido mis preocupaciones que me he ubicado en el quehacer de fortalecer los procesos de educación comunitaria, a través de la intervención en espacios comunitarios de vulnerabilidad, de riesgo y en desventaja.

 

¿Cuáles considera que son los elementos más significativos de la crisis educativa en Chiapas, en México y en toda América Latina?

Creo que se requiere de un análisis, histórico-político de la educación desde la implementación del Acuerno Nacional de Modernización de 1992, hasta nuestros días con la llamada Nueva Escuela Mexicana. Y le llamaría histórico porque habría que establecer algunas fechas significativas, como la descentralización administrativa de la federación que terminó teniendo dos instancias de administración, que no se ha terminado de fusionar por los intereses y las características de cada gremio. Y política, porque francamente fue una estrategia del Estado para disminuir el poder del sindicato y etiquetar los presupuestos para cada estado y nivel sin tener la presión de un sindicato nacional. Las intenciones de agilizar la administración de los sistemas se agravaron aún más porque la atención se burocratizó, creando así cotos de poder burocrático estatales y regionales.

En lo pedagógico, muchas maestras y maestros no entendieron la incorporación del constructivismo y combinaron viejas prácticas con nuevos discursos, apoyados en los famosos talleres de actualización y se pervirtió el verdadero sentido de la carrera magisterial por una visión meritocrática por habilidades nada pedagógicas. Las crisis se han sentido al implementarse los nuevos planeamientos pedagógicos de la educación por competencias en los primeros diez años de este siglo, que involucraba una nueva lógica de entender la educación, el aprendizaje y por ende la enseñanza. Las maestras y los maestros endiosaron a Perronoud, a Zabalza, y a Tobón, y este último pego más duro porque garantizaba el éxito si seguían al pie de la letra sus formatos, tanto así que se desato una exigencia del formato de planeación, que los directivos exigían como muestra de la habilidad de planear. Muchas maestras y maestros no entendieron las competencias, aunque se declaraban partidarios acérrimos.

En los últimos tres años de la primera década, casi una tercera parte de maestras y maestros aprovecharon el cambio de la ley de pensión del ISSSTE para jubilarse, así se incorporaron cientos de jóvenes egresados de diversas universidades públicas y privadas, con una diversidad de perfiles afines y no, las cuales bajo mecanismos improvisados se incorporaron a las filas de maestras y maestros. Estos nuevos cuadros dieron mayor brío a las luchas magisteriales, posicionándose como las nuevas huestes de este movimiento social.

Otra crisis, es la implementación de las reformas educativas de los últimos años diez años, con el diseño de planes y programas que pretendieron alinear los niveles educativos a través de la obligatoriedad como un derecho a la educación lo que con el cambio del Artículo 3º. Constitucional. El absurdo de este razonamiento se fundamentó que considera que entre más se estira el nivel obligatorio de la escolaridad hacia abajo y hacia arriba garantizaba mayor calidad. En estos años se redefinió la calidad basada en estándares y en indicadores establecidos por la elite neoliberal y obviamente por los organismos financieros. La crisis más grave ha sido la agresión del estado al implementar unilateralmente la evaluación punitiva como mecanismo para recuperar la administración del sistema educativo. Dejando en claro que la preocupación era la cuestión laboral y no la educación, y mediante discursos argumentó que el problema de la educación era un problema laboral, soslayando el problema presupuestal y por ende pedagógico. Modificando arbitrariamente la Constitución Política, la Ley Federal de la Educación y la Ley Federal del Trabajo. A mitad de esta década, las luchas se polarizaron al grado de una tensión nacional entre las huestes magisteriales y los ideólogos del poder. La aprobación de la Reforma a un nivel de cámaras tanto federales como estatales, abrió una pugna que más bien fue una guerra por el poder por el control político del sistema educativo.

En Chiapas la lucha fue intensa y aguerrida y la convocatoria del sindicato fue tan fuerte que obligó al gobierno estatal a mantener constantemente negociaciones para mantener el equilibrio político. Aunque la lucha era sostener las condiciones laborales y no dejarlas al arbitrio de una evaluación punitiva, un sector importante propuso una forma diferente de entender la educación. En Michoacán, Oaxaca y Chiapas, plantearon un proyecto que pretendía incluir los planteamientos de la pedagogía crítica y revolucionaria. Aquí en Chiapas se le llamó Proyecto de Educación Alternativa y ha tenido poco eco por la escasa formación en pedagogía crítica.

En lo más encarnizada de la lucha, se dio el cambio de poderes y el cambio de partido en el poder. Y aunque parecía que los planteamientos sindicalistas habían triunfado, se enfrentaron a una lucha de argumentos, filosóficos, políticos y pedagógicos, que no supieron responder. Las leyes que derogaron la reforma se reconstruyeron en un lenguaje excesivamente incluyente que al mismo tiempo los excluyo, de igual manera se dieron en las leyes llamadas secundarias que regularon la operatividad de los mecanismos de dirigir el sistema educativo, que solo aplazó el debate a sectores más específicos y particulares del propio sistema.

Actualmente se encuentra en construcción el proyecto de la Nueva Escuela Mexicana, que pretende ser una propuesta construida en el dialogo y la colectividad por todos los sectores educativos. Sin embargo, a pesar de las buenas intenciones, la resistencia a participar ha sido una demostración del desgaste de las crisis anteriores y la falta de formación pedagógica para construir una buena propuesta.

 

Cuéntenos sobre ¿cómo ha sido su experiencia como docente de pedagogía en la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH) y en la Universidad Pedagógica Nacional (UPN-Tapachula)?

A partir de la formación en el Mclaren, he encaminado mis esfuerzos pedagógicos a despertar conciencias en los microespacios. Actualmente estoy trabajando en una línea de investigación adscrita al Centro de Investigación con visión Mesoamérica, que pretende incidir en la gobernanza y las políticas de desarrollo sostenible, desde la pedagogía critica se pretende concientizar y sensibilizar a las comunidades sobre el empoderamiento comunitario para transformar realidades de pobreza a partir de concientización sobre educación para la salud, la ecopedagogía y la prevención de crisis humanitaria, esta última pretende “hacer entender” cuál es el causante de la pobreza a partir de la migración, la contaminación y los flagelos la drogadicción y muchos. Las complejas realidades de nuestras comunidades periféricas, que ni son rurales ni urbanas, y la intención de “hacer entender” va asociado a “empoderamiento comunitario” por lo que las metodologías de intervención son contextuales, culturales y económicas. La experiencia apenas empieza en una comunidad cerca del Puerto Chiapas, a través de un modelo desde la interculturalidad para empoderar a la comunidad.

Por otro lado, continúo trabajando sobre aspectos de la cotidianidad universitaria. En estos meses voy a publicar el libro “El arte de engañar al maestro, descotidianización y teatralización de la vida universitaria” y trata precisamente de hacer visible a través de una autoetnografía, las cotidianidades que las y los estudiantes viven para habitar la universidad, con el fin de lograr un título, condicionado por una presión social de familias, maestras y maestros, y sociedad. En tal objetivo despliegan artilugios y rituales de engaño, simulación y disfraz, que han convertido las aulas en escenarios de teatralización de las practicas simuladoras.

 

Querido amigo Chan, ¿la relación entre los gobiernos y los gremios en el estado de Chiapas y en el país es fluida? ¿Por qué?

En Chiapas la lucha gremial, ha tomado un matiz sui generis, en los últimos cinco años, el movimiento magisterial se convirtió en un movimiento social cuya fuerza se basó precisamente en la movilización masiva y su capacidad de paralizar las actividades productivas especialmente de las ciudades más importantes y en la toma de centros neurálgicos de comunicación. Las masas de maestras y maestros agrupados en dos sindicados, el “estatal” y el “federal”, en organizaciones al interior agrupadas en corrientes políticas con adhesiones a liderazgos regionales, con grupos de campesinos, de trabajadores y especialmente organizaciones estudiantiles de normalistas, se convirtieron en la principal fuerza de resistencia ante las políticas neoliberales de los gobiernos de los últimos años.

El movimiento aprovechó coyunturalmente dos acontecimientos para enarbolar la bandera de lucha social: primero, la implantación de una reforma educativa que vulnerabilizaba los derechos laborales de los trabajadores, considerando como elemento para ingresar y permanecer la evaluación como forma punitiva de control laboral, y en segundo; las políticas neoliberales que tenía como objetivo implícito privatizar los bienes de estructura y naturales del estado, y por ende la educación. Pero el gran problema fue la corrupción descarada y ofensiva con que se aplicaron. Los periodos que se iniciaron desde 2006 han sido los peores en términos de corrupción y robo descarado de los bienes del estado. Todo trámite implicaba soborno y acto de cohecho, además que la venta masiva de recursos naturales al capital privado extranjero. Ello ha provocado un descontento social que el movimiento magisterial logra canalizar y agrupar en torno a la representación gremial. El movimiento se atrincheró en la resistencia ante las políticas y se movilizó a sus bases como fuerzas gremiales y populares para demostrar al Estado, el poder de paralizar e incomunicar parcialmente el estado de Chiapas. Fueron años de lucha encarnizada y de movilizaciones de grandes contingentes obstruyendo la vida socioeconómica.

Sin embargo, la relación con el estado ha sido una especie de “amasiato”, toda vez que las negociaciones se dieron acompañadas de prebendas, privilegios de cúpulas y compadrazgos. Todos sabemos, que las plazas se vendieron, que las cadenas de cambios fueron favorecidas y que la participación en las movilizaciones fue la moneda de cambio para obtener beneficios. Los líderes sindicales se convirtieron en funcionarios del Estado en materia de educación y aunque parecía que eso cambiaría el rumbo de la educación, se convirtió en un escalafón de ascenso que reproducen y sostienen las políticas oficiales. La pertenencia e identidad al gremio fue producto de vejaciones y en acciones coercitivas lo que se ha convertido en una pertenencia obligada y no de concientización ideológica.

El gobierno del estado convirtió al movimiento magisterial como el termómetro de la inconformidad y tempero social de las políticas de privatización y por ello la conveniencia de su existencia. Se consintió en la participación del sindicato a las decisiones administrativas del sistema, con cierto poder de gestión de plazas, asignaciones y movilidad. Esto permitió al gobierno, controlar la indignación social y continuar con la devastadora desmantelación de los recursos naturales y económicos.

El cambio de régimen partidista y la abrogación de la reforma en sus leyes primeras, dejó al sindicato sin sus motivaciones principales de lucha. Aunque se tiene presencia en las cámaras estatales y federales no fue suficiente para aterrizar los planteamientos precisos en las leyes secundarias de las nuevas disposiciones normativas. En estos años, las manifestaciones continúan para conservar los logros obtenidos, especialmente las prestaciones extrasalariales, se ha convertido en un gremio defensor administrativo y no por reformas laborales. Pretendió iniciar una lucha para recuperar los espacios compartidos por las instancias de administración, pero poco a poco ha ido perdiendo su incidencia.

Una muestra de las repercusiones ha sido el bajo nivel adquisitivo del salario que posee la maestra y el maestro, cuyos niveles de vida, están creando una clase social más baja que la clase media.

La participación de las y los maestros durante estos años de lucha ha ido en detrimento de la formación pedagógica, y por ende la transformación se convirtió en un lema de movilización que de intención didáctica. Se ha planteado la creación de una educación alternativa, que ha dado ciertos atisbos de crítica, pero la mayoría la intuyen como una forma diferente de aterrizar el currículum prescrito y no el de crear una nueva escuela.

 

Como pedagogo crítico y formador de formadores, ¿considera que la formación inicial y continua de les docentes corresponde a las necesidades del país y los desafíos pedagógicos del siglo XXI? ¿Por qué? ¿Cuáles serían sus propuestas?

Para pensar una formación de acuerdo con nuestras realidades, en primer lugar, se tiene migrar en tanto que ello signifique abandonar la concepción de mundo y del sentido actual de ser docente. Se tiene que abandonar la formación basada en la instrumentalización de un currículum preescrito basado en estándares de calidad. Se debe abandonar la enajenación por la institución llamada escuela y sus dimensiones burocráticas que reducen el quehacer docente a un mero llenado de formatos, con contenidos inertes; se debe abandonar el oficio docente como operador de las liturgias y rituales escolares, que se recrean de manera cotidiana como se fuese el sentido de la educación. Se tiene que abandonar las practicas que tienen como objetivo evaluar, certificar y calificar.

En segundo, la formación debe cambiar la percepción de mundo y de sí mismo hacia la mística del sentido humano de educar, y no en el sentido institucional de certificar.  La formación de la maestra y maestro tiene que seguir una ruta diferente, que se ha reducido únicamente a asistir a una normal, obtener un título y una plaza como una cuestión meritocrática basada en la filosofía del esfuerzo que solo refuerza el pensamiento hegemónico y la desigualdad. La formación debe considerar lo que decía Freire, ser en lugar de tener, por el querer tener más que demerita al ser en su esencia.

En tercero, la formación tiene que recuperar la primacía del acto de educar, considerando que la escuela ha dejado de educar y se ha entretenido en certificar, por lo debería repensarse en espacios diferentes a la escuela tradicional, como lo planteaba Ivan Illich una escuela sin burocracia, o bien como lo plantea Habermas una escuela basada en la razón comunicativa, o una escuela decolonizada, donde el conocimiento sea la recuperación epistémica de la vida en comunidad y de nuestros contextos.

Considero que la movilización magisterial, como movimiento social contemporáneo, debe poseer un armazón ideológico estructural al estilo de los grandes planteamientos políticos, no quiere decir que no tengan una teoría acerca del mundo. Vale tomar los ejemplos de movimientos para darse cuenta fácilmente de la dificultad de este planteamiento. Los ecologistas, por ejemplo, desde hace ya largas décadas vienen construyendo una teoría política-ideológica (incluso científica) alternativa que sustente su estrategia de cambio social; lo mismo ocurre con el movimiento feminista, con los movimientos por los derechos humanos y con los de los pacifistas. Estos movimientos poseen una teoría, o principios ideológicos o interpretaciones del mundo, lo cual debe plantearse en una dualidad formativa político-pedagógico que supere lo ideológico-político. Por otro lado, los movimientos sociales se deben trasladar a otras dimensiones, que no solo implique las movilizaciones en masa, sobre todo en tiempos de pandemia, considerando que esto va para largo.

 

Cándido, ¿qué ha significado el confinamiento por el Coronavirus COVID-19 en lo educativo? ¿Considera que las medidas educativas tomadas en el contexto de la pandemia afectan al derecho a la educación? ¿Por qué?

Creo que esta pandemia, y el confinamiento ha desnudado al sistema educativo y la está despojando de su sacralidad intocable, hemos descubierto que la escuela hacia todo menos educar. Los rituales y liturgias cotidianas, así como los escenarios tradicionales de los supuestos espacios de aprendizaje, son solo esas formas de disfrazar el no-aprendizaje y la ausencia de educación. En defensa alguien puede decir que las y los estudiantes si aprendían y, este argumento, refuerza la tesis de que la educación se da incluso a pesar de la escuela. Esta pandemia, despojó a la educación de la trivialidad escolar y está poniendo en evidencia, lo que todos sabemos, que para educar no es necesario cuatro paredes, ni pasar lista, ni llevar uniforme, ni hacer los aburridos honores a la bandera.

El confinamiento está obligando a las familias a participar en el aprendizaje, a aprender a convivir en casa y a retomar el sentido ético del hogar como primer espacio de formación. Además de replantear a las y los maestros su papel como educadores y a colaborar con las familias porque finalmente son quienes acompañan con mayor cercanía. Exige una retroalimentación entre familias, estudiantes y, maestras y maestros, para resarcir el divorció entre ellos.

Considerando que la educación es un derecho consagrado en nuestra carta magna, además que es parte de nuestros ideales de sociedad, debemos ir pensando como cumplir con esa encomienda social, sin tener que estar supeditados al espacio escolar, sin la burocracia del sistema educativo y sin el sentido certificador del currículum prescripto. Las medidas tomadas son simplemente eso medidas, que es lo mínimo que se tiene que hacer para atender la emergencia. Sin embargo, tal medida, solo fue un paliativo y una reacción a una exigencia natural de la crisis sanitaria.

 

Desde las pedagogías críticas y educaciones populares, ¿Cuál es la radiografía de las sociedades en el confinamiento obligatorio y la ponderación de las virtualidades en la vida cotidiana?

La gran paradoja de este confinamiento es la migración digital, en el sentido de que estamos migrando aceleradamente a una virtualidad con múltiples posibilidades, pero paradójicamente sin el cuerpo. El confinamiento está corporizando el miedo, la ansiedad y el aislamiento está convirtiendo en nuevas formas de vivir con el cuerpo amordazado, pero con la mente y el pensamiento libre. La virtualidad inexplorada por las masas confinadas puede ser un mundo de dominación ideológica, que el pensamiento hegemónico disfraza con múltiples metáforas que van desde el lenguaje bélico hasta la sublimación del ansia de placer. No hay que olvidar que las tecnologías y las grandes plataformas no son nada gratis y que aparentemente en dicha generosidad otorgan acceso abierto, sin embargo, el capital que están acumulando son los datos de los usuarios que se venden a las grandes compañías de ventas. Hemos sabido, como las redes sociales acumulan datos de nuestra vida íntima cuyos algoritmos están convirtiéndolas en inteligencias artificiales que paulatinamente están controlando nuestras actitudes y pensamientos.

Además, aunque algunas aplicaciones son gratis, es una forma de engancharnos para comprar licencias y vendernos productos que paulatinamente están privatizando el acceso a la educación. Las tecnologías están diseñadas por las grandes empresas capitalistas y existe una falsa generosidad en su bondadosa disposición de uso. Un ejemplo es la dependencia de los streaming, que de manera continua está ofreciendo productos enajenantes de la vida, solo baste ver a los jóvenes, niños y adultos dependiendo de los like de Facebook, o de las series de Netflix, o la continuidad de los videos en youtube nunca hay un cese, el sentido entretener y continuar con la atención, está generando dependencia y esclavitud de la vida.

La Zoomatizacion del aula, es una clara evidencia, de que no sabemos utilizar los medios tecnológicos y que el tedio presente en las aulas se traslada a las casas con prácticas emuladoras del aula. Sinceramente nadie aprende así, lo que aprendieron es como simular frente a una pantalla y como llenar una serie de ejercicios sin ayuda de la y el maestro. Solo baste preguntar a cualquier niño si desea continuar con las clases virtuales; nadie ni las y los maestros, ya estresados quieren continuar así. Por más cursos y cursos que se ofrezcan, se vendan o se obliguen, las y los maestros no logran asumir la posibilidad de creatividad a través de los medios.

Tampoco hay que soslayar la escandalosa desigualdad de nuestros escenarios en el uso de la tecnología, puesto que el acceso es inequitativo y profundiza la disparidad del uso al derecho a la educación. Aparte del analfabetismo tecnológico, está el acceso, puesto que hay contextos donde aparte que no se tienen internet, no tienen un teléfono inteligente para acceder, menos una tableta o una computadora portátil.

La educación escolar debe mirar a la educación popular, educar mediante la escuela a la comunidad. Lo que muchos teóricos y pedagogos han propuesto, educar desde la escuela y para la comunidad. Por qué no iniciar el ejercicio y empezar por un ensayo, me parece un momento propicio para iniciar.

 

Estimado Cándido, finalmente, desde las pedagogías críticas y, a partir de sus experiencias docentes y sociales ¿cuáles serían algunas de las propuestas que considere importantes para iniciar un proceso de transformación radical del sistema educativo?

Creo que el momento es ideal para ir pensando en “otra escuela”, urge diseñar una escuela diferente, con otro formato, que se libere de la dependencia burocrática, administrativa y verticalidad, que abandone la calificación y la certificación. No podemos continuar con esta escuela en la que nadie cree, ni las propias maestras y maestros que mandan a sus hijas y/o hijos a las escuelas privadas, o que estudian maestrías y doctorados en escuelas patito para obtener solamente un título.

Debemos recuperar la autonomía del profesor que está supeditada a llenar formatos y a cumplimiento del deseo de los de “arriba”. Una escuela sin uniformes, (en el sentido de reconocer la heterogeneidad y la diversidad), más divertida y más alegre. Francesco Tonucci, nos da muchas pautas por donde iniciar la imaginación de “otra escuela”, habría que intentarlas, aunque muramos en el intento.

Tampoco podemos prescindir de la escuela, aunque los niños aprendan muy poco, ha sido un lugar de encuentro, un espacio de socialización, un lugar de humanización. Las niñas y niños extrañan la escuela, porque extrañan a sus amigas y/o amigos, porque extrañan la “paternidad” del maestro la “maternidad” de la maestra, y las formas de convivencia humana. Esta esencia es la que deberíamos recuperar en la “otra escuela” como posibilidad creadora de nuevos contextos de aprendizaje.

Por otro lado, propondría recuperar el sentido de “acompañamiento” como los actos de enseñanza. Tenemos que unirnos, maestras y maestros, familias, escuela y tecnología para acompañar a las y los estudiantes en su aprendizaje. Ese acompañamiento debería ser de ahora en adelante nuestra idea de educación, tenemos que formar a las familias y capacitar a las y los docentes en el uso de la tecnología para posibilitar el acompañamiento. La enseñanza directa tiene que ser soterrada y emplazarla por el acompañamiento humano. Recordemos los principios básicos del constructivismo: el aprendizaje se da cuando es acompañado, motivado e interesado por el conocimiento.

Muchas Gracias

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Entrevista a Maryanna Abdo:“En educación se puede medir casi todo si hacemos las preguntas adecuadas”

Entrevista/Autor: Rodrigo Santodomingo/eldiariolaeducacion.com

Detectar el éxito o fracaso de la acción educativa es el primer paso. Después hay que interpretar los datos y convertirlos en iniciativas que atiendan a cada contexto y sean asímismo evaluables. Hablamos con Maryanna Abdo, managing director del Centre for Evidence and Implementation, sobre este flujo constante que retroalimenta el vínculo entre investigación y práctica educativa.

Con sede en Australia, Singapur y Reino Unido, el Centre for Evidence and Implementation asesora a gobiernos y organizaciones de todo el mundo en la mejora de servicios como la educación o la salud. Su fórmula combina la investigación con pautas precisas para transformar lo que nos dice la ciencia en prácticas de éxito. En ese aterrizaje de los números en el mundo real, la adaptación al contexto emerge como la condición que marca la diferencia.

Hablamos con Maryanna Abdo, su managing director. Nacida y educada en EEUU, Adbo vive en Asia desde hace casi una década. Allí ha desarrollado diversos proyectos en los que su preocupación por los más desfavorecidos aparece como constante. La estadounidense participa en el próximo congreso digital de WISE, que se celebra entre el 23 y el 25 de este mes. En su cuenta de Twitter, Abdo se define como education nerd.

Vemos en los últimos años una especie de fiebre por las evidencias en educación. ¿Existen factores que han desencadenado esta tendencia?

Sin duda hay un interés creciente por saber qué funciona y qué no. Pienso que aquí han cobrado un papel relevante los Objetivos del Milenio en cuanto a acceso universal a la educación. Muchos países lograron grandes avances en la primera década del siglo construyendo escuelas, pero ahora las cifras aumentan levemente o se han estancado. Solo construir más escuelas ya no funciona, especialmente en zonas rurales o entre las niñas. Y ahora las autoridades educativas y los que financian la ayuda internacional quieren tomar decisiones a partir de la investigación, de estudios rigurosos que demuestren la efectividad de sus medidas.

¿Abundan también los estudios sobre rendimiento en esas nuevas escuelas de países en vías de desarrollo? Entiendo que no es solo un problema de cantidad, sino de calidad.

Sí, se está haciendo un gran esfuerzo por evaluar los resultados. Y en muchos casos, las cifras muestran deficiencias, con porcentajes significativos de alumnos que no alcanzan un nivel mínimo en conocimientos básicos.

Medir el acceso a la educación o el aprendizaje en matemáticas o lectoescritura resulta relativamente fácil. Pero la cosa se complica cuando el objeto de estudio se centra en competencias como el pensamiento crítico, la capacidad de síntesis o la creatividad.

Se puede medir casi todo, siempre y cuando se hagan las preguntas adecuadas. Si queremos saber si una práctica aumenta la creatividad, quizá no sea de gran ayuda fijarnos en las notas de exámenes. Pero sí podemos indagar sobre el interés artístico de los alumnos o el número de vocaciones en esa dirección.

Tu organización destaca la importancia de saber cómo implementar, mediante prácticas concretas, lo que nos dice la ciencia.

Hemos calculado que se necesitan hasta 17 años para transformar una evidencia en una práctica de éxito. Aspiramos a acortar ese tiempo.

Uno de los grandes retos en la implementación pasa por adaptar buenos programas a otros contextos educativos. Algo puede funcionar en un sitio pero no en otro. De hecho, varios organismos [EduCaixa en España] apuestan por sintetizar en meta-análisis los resultados de diferentes estudios sobre un mismo tema.

Varios factores influyen en el proceso: los currículos nacionales, el enfoque pedagógico, la geografía, variables culturales… Por eso es tan importante saber no solo qué queremos hacer, sino también qué condiciones contribuyen a su éxito. Te pondré un ejemplo, en este caso del sector salud. Un país occidental intentó exportar un modelo de mejora sanitaria -basado en la atención domiciliaria- a otro país asiático. No funcionó, en buena medida por las diferentes relaciones paciente-doctor y las reticencias a recibir atención en casa.

¿Ayudaría también acercar a los profesores a los métodos y técnicas de la investigación?

Sin duda. Hemos llevado a cabo recientemente un estudio sobre el uso de las evidencias entre los profesores australianos. Las conclusiones apuntan a un gran margen de mejora en áreas como el acceso a los propios recursos de investigación educativa o la capacidad del docente para identificar evidencias robustas.

¿Existe resistencia entre algunos profesores a la hora de cambiar su metodología a la luz de la ciencia?

Me cuesta pronunciarme porque no tengo un contacto frecuente y directo con la primera línea en las escuelas. Pero percibo un gran entusiasmo. Al final, todos queremos hacer bien nuestro trabajo, y estamos abiertos a recibir información que nos ayude a mejorarlo.

Para evaluar sistemas educativos en su conjunto, primero hemos de tener más o menos claro para qué queremos educar. Y los fines de la educación no siempre se nos presentan tan obvios. ¿Complica este eterno debate el diseño de buenas investigaciones?

Este tipo de tensiones y visiones divergentes se dan en la mayoría de sistemas educativos. Quizá por ello hemos observado que algunas de las evidencias más sólidas proceden de un nivel menor, a escala escolar o red de escuelas.

¿Podrías citar alguna práctica educativa que en principio suena bien pero la ciencia se haya ocupado de desterrar?

No pertenece exactamente al ámbito escolar, pero sí a la educación en sentido amplio. Hay un programa que utilizan en EEUU para disuadir a adolescentes con delitos menores de que sigan por el mal camino. Se llama Scared straight [algo así como Asustado de golpe] y consiste en visitas a prisiones de adultos donde los presos les explican lo que allí les espera si finalmente acaban ingresando. Se trata básicamente de meterles miedo para encauzarles. Parece una excelente idea, ¿no? Pues las evidencias demuestran no solo que no tiene un impacto positivo, sino que puede aumentar la probabilidad de terminar en la cárcel. No sabemos exactamente por qué ocurre esto. Puede ser porque algunos chavales de entornos deprimidos ven la vida en la cárcel como una opción atractiva, con tres comidas al día y un techo. O por la mala influencia que ejercen sobre ellos los presos con quienes tratan durante las visitas. No lo sabemos. Pero la moraleja del cuento se antoja clara: lo que suena bien no siempre está bien.

Lo verdaderamente innovador en educación es hacer cosas que sabemos que funcionan y hacerlas bien

¿Es la educación un campo especialmente fértil para lanzar propuestas con un bonito envoltorio y escaso fundamento?

Creo firmemente que la innovación tiene un enorme potencial transformador, y para innovar hay que arriesgar. Pero te diré algo que mi jefe asegura con frecuencia: lo verdaderamente innovador en educación es hacer cosas que sabemos que funcionan y hacerlas bien. Sean estas innovadoras o tradicionales. ¿Por qué distraernos con el brillo de la última novedad cuando a veces ni siquiera hemos intentado lo que ya sabemos con certeza que funciona?

A veces el debate tradición/innovación se plantea como si fueran opciones incompatibles. Hay estudios que reconcilian ambas posturas y concluyen que innovar es bueno, pero solo cuando el alumno ha asimilado una buena base de conocimiento, que quizá haya que enseñarle mediante metodologías clásicas.

Algo similar ocurre con la relación entre competencias digitales y socioemocionales. Cada vez hay un mayor consenso en cuanto a que el potencial de las primeras solo se puede desarrollar plenamente cuando el alumno confía en su capacidad para pensar críticamente y se siente cómodo colaborando y trabajando en equipo.

¿Qué podemos esperar en el futuro próximo de la investigación educativa? ¿Habrá campos de análisis predilectos?

Por razones obvias, la educación a distancia será uno de ellos. O la falta de medios tecnológicos para acceder a ella y cómo estas carencias influyen a la hora de que muchísimos alumnos se alejen, puede que definitivamente, de la escuela. El otro día escuché en una conferencia virtual que, durante el confinamiento, solo el 25 % de alumnos en India han dispuesto de tecnología para continuar aprendiendo. También se dijo que, durante la crisis del ébola, en Liberia se triplicó el porcentaje de alumnos sin escolarizar. Son datos terribles que requieren respuestas, y la investigación puede contribuir a dar las más efectivas.

En tu cuenta de Twitter te defines como education nerd [de difícil traducción, en castellano nerd sería una mezcla de empollona, pringada y obsesa]. ¿Qué implica ser una education nerd?

[Risas] Pienso que el sector educativo es el más interesante, con tantas variables, tan complejo y apasionante. Vivimos además un momento de cambio que lo hace aún más fascinante. Flujos de estudiantes internacionales, nuevas competencias para un futuro incierto… Podría hablar horas y horas sobre mi pasión por la educación, pero no creo que proceda. [Risas]

Fuente e imagen tomadas de: https://eldiariodelaeducacion.com/2020/06/24/en-educacion-se-puede-medir-casi-todo-si-hacemos-las-preguntas-adecuadas/

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Entrevista a Ana Sesma: «El gran reto del primer ciclo de educación infantil pasa por la consideración y la visibilidad»

Entrevistas/Autor: Daniel Sánchez Caballero/eldiariodelaeducacion.com

  • Ana Sesma es la directora técnica de las escuelas municipales de Pamplona, todo un referente en el primer ciclo de infantil. Hablamos con ella de algunas de las características esenciales de esta red de 11 escuelas en la que lleva poco tiempo trabajando y a la que llegó después de desarrollar su labor en el Club Atlético Osasuna. También de cómo están haciendo frente a las dificultades que impone la pandemia en estas primeras semanas del curso.

Si el inicio de un curso normal es una locura para los implicados, uno con pandemia se sale del gráfico. Ana Sesma lo está sufriendo en sus propias carnes en sus primeros meses al frente del Organismo Autónomo de Escuelas Infantiles Municipales de Pamplona. Aunque su cargo oficial es directora técnica, ella prefiere “directora pedagógica” como pedagoga que es, según explica.

La trayectoria de Sesma es, cuanto menos, curiosa. Mediadora con especialidad educativa, proviene del mundo del deporte, en concreto del Club Atlético Osasuna, el equipo de Primera División de su ciudad. Del fútbol a dirigir una de las redes municipales de escuelas infantiles con más prestigio de España. “Pero siempre he estado relacionada con la educación y los valores que transmite el deporte”, aclara.

De momento apenas le ha dado para más que achicar agua. “Están siendo unas fechas complicadísimas, hay imprevistos de última hora. En cuanto pueda me dedicaré un poco al aspecto más educativo, que como parece que estaba funcionando bien estamos atendiendo un poco lo urgente”, explica. Mientras llega la calma, le arrancamos 45 minutos de su tiempo para que nos cuénte qué hace tan especial la red pamplonesa de escuelas. Como muestra de lo descrito: la entrevista empieza una hora tarde porque el día se ha complicado y ha surgido un problema, se disculpa Sesma.

¿Qué emergencia has tenido hoy?

Me han llamado hoy dos escuelas con algún asunto pendiente que resolver. Bueno, estamos en contacto permanente, pero hoy había algún asunto relacionado con la Covid que debíamos tratar… En el Organismo tenemos 11 escuelas infantiles del Ayuntamiento de Pamplona. Hemos tenido un porcentaje muy bajo de positivos y siempre hay matices que trabajar: si has tenido un aula confinada y se reincorporan tras la cuarentena y una niña da positivo en la segunda PCR nos preguntamos qué hacer en estos casos para continuar mantiendo la seguridad de los grupos estables de convivencia. Pero, afortunadamente, tenemos unos planes de contingencia en cada escuela que están funcionando. Fueron elaborados por cada dirección de centro en relación al protocolo del Departamento de Educación del Gobierno de Navarra.

¿Cómo ha empezado el curso escolar?

Estamos en marcha este semana con las vacantes de las escuelas. No diré que es un plazo extraordinario, porque una familia puede venir en cualquier momento, pero sí estamos enfatizando la existencia de estas plazas. Hemos habilitado una sala para recibir a las familias, tenemos 80 vacantes. La comunicación es importante enfocarla al público concreto orientado, que son las unidades de barrio. Este es nuestro día a día ahora mismo: los casos COVID, las bajas, las sustituciones del personal etc.

Estamos bastante satisfechas con el inicio de curso. Las sensaciones son buenas, el arranque fue escalonado y creo que ha sido acertado. Empezamos con el alumnado antiguo el 17 de agosto y en septiembre empezaron los alumnos y alumnas nuevas. Hemos tenido todo septiembre para recibir a las familias e ir gestionando los tiempos de acogida. No me gusta llamarlo éxito, porque una epidemia tiene poco de éxito, pero sentimos que hemos podido atender a las familias y eso es tranquilizador…

¿Habéis tenido cierres, como está ocurriendo en otros entornos?

De momento no hemos tenido que cerrar más que algún aula concreta con algún caso positivo, pero muy esporádico. Nuestras educadoras están continuamente con las mascarillas y en el momento en el que hay casos positivos en los grupos de convivencia estable Salud Laboral se pone en contacto con las educadoras. Está bastante controlado el tema, han hecho un gran esfuerzo en las 11 escuelas.

¿Ha habido bajas de familias por miedo?

En el periodo de matriculaciones de este año notamos un importante descenso en algunas escuelas. Pero las vacantes son por diferentes motivos. Hay personas con miedo que prefieren esperar, hay otras que no han sido admitidas en el centro elegido y están esperando una plaza en la escuela que prefieren… Hay bastantes motivos, pero no es un dato importante por la crisis actual, me parece razonable.

¿Por qué tiene tan buena fama la red de escuelas infantiles municipales de Pamplona?

No me atrevo a decir que sea un éxito, siempre estamos aprendiendo y cada escuela es un mundo. Las escuelas infantiles de Pamplona nacieron en el 79. Desde hace uno año, hasta la actualidad, se trabaja con un proyecto pedagógico concreto que ha ido creciendo, evolucionando y mejorando. Se ha considerado un referente a nivel nacional porque se trabaja desde una línea pedagógica determinada, todas trabajan al unísono en esta línea y desde su creación ha sido un marco educativo importante.

Es importante el trabajo en grupos pequeños, en dúo educativo que permita descubrir estas potencialidades que de otra manera no podríamos intuir o sospechar. El equipo de educadores y educadoras de las escuelas continúan en proceso de formación permanentemente, con unas horas anuales dedicadas a ello y asegurándose que están en continua búsqueda de esa relación entre la teoría y la práctica. Esto es muy importante.

Trabajamos también bastante desde la inclusión, un principio que trabaja el respeto a la diversidad de las capacidades. Implica el trabajo de distintas personas en la misma aula. Para eso está la pareja educativa corresponsable y en estos casos en los que se trabaja la inclusión y estamos obligados a tener un módulo de inclusión en el aula ya tenemos una persona más en clase y pasamos a tener un trío educativo. En las escuelas infantiles municipales del Ayuntamiento de Pamplona tenemos algunos módulos educativos, llamados módulos de inclusión, valorados, evaluados y aprobados por un equipo de profesionales por los que el niño o niña con necesidades educativas especiales recibe una atención más personalizada por un educador para obtener unos resultados más favorables. Pero nuestro proyecto de inclusión no entiende las necesidades educativas especiales como una dificultad para esos niños. Vamos más en la línea de un concepto de derecho, sin discriminación, y eliminando las barreras que ese niño pueda tener en el juego o el aprendizaje, trabajando la educación en valores, la igualdad desde las diferencias, apostando por los valores de la coeducación.

Bajemos un poco al proyecto, a lo más concreto. ¿Cómo es este enfoque pedagógico?

Se construye a partir de un diálogo permanente entre todos desde la cultura del encuentro. En esta red se intercambian teorías y prácticas entre profesionales, educadores y direcciones. Es muy importante documentar todas estas experiencias tanto de forma visual como escrita. Se ha basado en estrategias narrativas que permiten un análisis para seguir evolucionando. La ética del encuentro es muy importante: las reuniones pedagógicas, de centros, con las familias, por supuesto, el proyecto no tiene sentido sin su participación. Ahora de hecho estamos trabajando en esto porque se ha resentido. Estas experiencias con las escuelas infantiles se entienden desde dentro como un recurso cultural para la ciudad. Se intentan presentar los proyectos públicamente, como el proyecto de alimentación saludable Hemengoak, que trabaja la sostenibilidad y los productos locales. Trabajamos desde la cocina propia, con personal propio, tenemos en el equipo una nutricionista que supervisa y garantiza el menú saludable. Tratamos de compartir todo porque entendemos que la educación es cultura y sociedad, más desde las escuelas municipales, que son públicas.

Me has explicado un poco el “cómo”. Háblanos del “qué”.

Por supuesto que siempre el objetivo principal de las escuelas, me consta que del equipo anterior y el actual, es trabajar el bienestar físico y emocional de las niñas y los niños, de los vínculos que establecen con los profesionales y el entorno, que es importante. Que emocionalmente se sientan bien, les aporte experiencias positivas a los niños y niñas. Y siempre desde el acompañamiento profesional. Una de las formas de trabajo más particulares de este acompañamiento es el de la pareja educativa, con dos educadores en el aula. Se complementan las miradas de una y otra, de manera que se supera la barrera de tener un único referente educativo.

También destaco cómo se superó, desde este enfoque pedagógico, ir más allá del asistencialismo, esa imagen que pueden tener las escuelas infantiles para la sociedad. Aparte de, por supuesto, cuidar a los niños y niñas tratamos de ir más allá de concebir las escuelas como elementos de conciliación, complementar esta educación familiar y compartirlo con las familias. Las familias también nos aportan muchísimo desde su diversidad sociocultural, esos valores son esenciales para el proyecto y está muy bien considerarlos. Para eso tenemos una unidad con dos trabajadoras sociales, que trabajan en relación con las unidades de barrio de las escuelas infantiles y los servicios pediátricos. Trabajar en red, en definitiva, y ver qué se puede aportar desde las escuelas para dar respuesta a situaciones que pueden ir más allá de las necesidades educativas de los niños y niñas. Hablo de necesidades emocionales y psicosociales. En esta relación entre la escuela y la familia adquiere gran relevancia también el periodo de acogida.

¿Qué tiene de especial?

Se establecen los primeros vínculos, la confianza. No es un proceso que se pueda estandarizar. Cada niño tiene su ritmo y sus tiempos. Son esos momentos especiales en los que realiza su primer encuentro con la escuela infantil y hay que respetar sus tiempos. No se trata de que se adapten ellos a un territorio nuevo, sino de acompañarlos en el proceso de construcción de ese territorio atendiendo a sus circunstancias y generando esa confianza. Respetamos sus tiempos tratando que esa separación de las figuras de referencia que son sus padres sea lo menos traumática. Se trabaja el silencio respetando el llanto, la función de los educadores es acompañar este llanto de la manera que el niño lo permita; no todos quieren ser cogidos en brazos. Estos tiempos están muy ligados al llanto, son momentos muy difíciles en los que la educadora tiene que poner de relevancia su paciencia, sus emociones… para esto tenemos que crear los ambientes más relajados posibles.

Otro elemento más, los espacios. ¿También acompañan al proyecto?

Esto daría para otra entrevista con la persona responsable. Los espacios y el ambiente son importantes también como elemento pedagógico. La arquitectura se ha trabajado para tener en cuenta los espacios de los patios, el juego holístico… En las nuevas escuelas se construyeron unas plazas que fomentan el encuentro de los niños y las niñas, los juegos de luces. Es importante la sintonía entre los espacios. Intentamos crear microclimas de bienestar y amabilidad, no solo con los niños y niñas, también con los adultos. La remodelación de escuelas o la creación de nuevas ha ido en coherencia con la línea pedagógica.

¿Algún elemento más del proyecto?

Le hemos dado mucho valor al juego, que consideramos un estado natural de la relación del aprendizaje de la infancia. Hay que trabajar en la calidad del juego basada en el pensamiento, en la selección de objetos adecuados, unas propuestas de juego determinadas, ricas, en materiales que no sean estructurados… Y trabajando siempre desde la infinidad de las posibilidades polisensoriales que tienen.

También tenemos la figura del tallerista y la del coordinador de talleres. Nacieron para asegurar otras miradas dentro de las escuelas. Van trabajando en el aula con la idea de romper con esa normalidad educativa para generar procesos de creatividad. La cultura del taller da valor a la belleza y a la estética. Se cuidan mucho los detalles, siempre respetando los valores de la escuela: formas, luces, colores, materiales, diseño del mobiliario…

Me has destacado mucho la idea de superar el asistencialismo… No diré que seáis los únicos, pero ¿crees que vais un poco contracorriente respecto a lo que se viene haciendo en las escuelas infantiles?

Me consta que hay escuelas que trabajan con el enfoque educativo de Loris Malaguzzi y las escuelas de Reggio Emilia. También las hay que no siguen un enfoque determinado, hay otras que siguen otro, como el de Emmi Pikler basado en la autonomía y la libertad de actuación del niño/a, o las hay mixtas. Es importante trabajar desde la observación para luego documentar. Primero pasamos de la observación a la investigación y luego a la documentación. Son estrategias que consideramos que dan sentido a este aprendizaje continuo de formación permanente.

Las familias usuarias de las escuelas, ¿responden a algún perfil determinado o son heterogéneas?

La verdad es que no responden a un perfil determinado. Las familias que acuden a las escuelas infantiles del Ayuntamiento de Pamplona son diversas. Hoy en día, la familia es un ente con personalidad propia y no responde a un único canon de existencia. Nos encontramos hogares monoparentales y de otros tipos. Debemos considerar la multiculturalidad, las adopciones o las reagrupaciones familiares. Hay escuelas que pueden atender por su ubicación a familias con unas determinadas necesidades sociales, pero más allá de eso no hay un perfil concreto.

Se debate estos días la reforma educativa en el Congreso. ¿Cómo afecta la LOMLOE a la educación infantil?

Me consta que el primer ciclo de 0 a 3 años tendrá carácter educativo con unos requisitos mínimos y una propuesta pedagógica. Para ello, el Gobierno, en colaboración con las administraciones educativas, determinará los contenidos educativos y regulará los requisitos mínimos que deben cumplir los centros que imparten esta etapa. Veremos más adelante los detalles de estas directrices. El gran reto del primer ciclo de educación infantil pasa por la consideración y la visibilidad. Y por ello, continuaremos trabajando día a día.

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/2020/10/22/el-gran-reto-del-primer-ciclo-de-educacion-infantil-pasa-por-la-consideracion-y-la-visibilidad/

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Carlos Magro: “Esta crisis ha mostrado la fragilidad del sistema educativo”

Por: Educación 3.0

“Necesitamos más escuela que nunca”, afirma este experto que alerta sobre la necesidad de adquirir competencias y habilidades que nos ayuden a comprender mejor el mundo y actuar sobre él.

Especialista en estrategia y comunicación digitales, así como en la gestión de contenidos, redes y social media, trabaja como consultor independiente en proyectos de transformación digital y del sector educativo. De igual modo, imparte formación presencial y online sobre estos temas. En la actualidad, Carlos Magro es, además, presidente de la Asociación Educación Abierta, un espacio de relación y debate en torno a la transformación educativa como elemento para construir una sociedad más democrática, más solidaria y más justa. Periódicamente, Magro reflexiona sobre educación y sobre impacto digital en las organizaciones en su blog Co.labora.red.

Pregunta: Algunas reflexiones previas sobre la anómala situación que hemos vivido durante estos meses…

Respuesta: Hemos vivido una situación de absoluta excepcionalidad en todos los aspectos cuyos efectos aún están por ver, pero una de las primeras constataciones que tuvimos es que la incertidumbre, el miedo y la esperanza no están igualmente distribuidos entre todos los grupos sociales. El confinamiento nos ha mostrado, en toda su magnitud, las múltiples desigualdades sociales, económicas, tecnológicas… que atraviesan y condicionan lo educativo.

Sin embargo, gran parte de los retos de la educación no son, precisamente, educativos. Necesitamos políticas que vayan más allá de lo escolar. Compensar las desigualdades comporta inversiones en los centros, impulsar cambios en la formación de los docentes y en el currículum; y también inversiones sociales. Algo posible si conseguimos mayor coordinación entre organizaciones y administraciones, con una mayor involucración del ámbito local. Debemos pensar en la escuela y sus recursos, pero también en la situación de los hogares, y de las inseguridades que rodean a estudiantes y familias.

P: ¿Qué hemos aprendido?

R: Debemos repensar, una vez más, el sentido de la escuela y su papel en nuestra sociedad. Volvernos a hacer la pregunta de para qué sirve. Hicieron falta solo unos pocos días para darnos cuenta de lo importante que es en nuestras vidas, para entender lo difícil que es escolarizar los hogares, y comprender lo importante que es ir al colegio.

Carlos Magro

P: ¿Qué aspectos son clave para cambiar en Educación?

R: La crisis sanitaria y el confinamiento nos pusieron frente al espejo de nuestra realidad, y el reflejo nos devolvió aspectos positivos, como la capacidad de reacción y el compromiso docente o la puesta en valor de aspectos de la escuela que pasábamos por alto, pero también nos mostró las costuras rotas y los enormes retos que tenemos por delante como sistema, como escuelas y como docentes.

Es necesario abordar cuestiones como las condiciones de vida de los estudiantes y cómo afectan al rendimiento, la organización escolar y de funcionamiento de los centros (horarios, ratios, distribución de materias…), el currículo y cómo llevarlo a la práctica (metodologías), un cambio en la cultura de la evaluación para que se convierta en la principal herramienta de aprendizaje; así como la relación entre la escuela y otros entornos de aprendizaje. La cuestión que tendremos que resolver en los próximos meses es cómo reconciliar lo que sabemos que tenemos que hacer, con lo que se puede hacer y con lo que queremos para el futuro.

P: ¿Sería conveniente dar ‘continuidad’ al programa ‘Escuela 2.0’?

R: El traslado urgente, total y sin planificación del sistema educativo formal a la enseñanza a distancia puso de manifiesto, por un lado, la persistencia de las brechas entre tecnología y educación, especialmente la de acceso (conectividad y dispositivos adecuados) y, por otro, la de uso de la tecnología, en este caso para el aprendizaje. Si las medidas que tomamos, como parece, están solo vinculadas con la conectividad y/o dispositivos estaremos cometiendo el mismo error que se viene cometiendo desde hace décadas. Eso es un problema, sin duda, pero no es el principal. En ausencia de una estrategia educativa sistémica, comprar equipos seguramente sea la solución más fácil, pero no soluciona nada.
Este es un pequeño extracto de la entrevista publicada en el Nº 39 de la revista EDUCACIÓN 3.0 impresa, correspondiente a septiembre-octubre 2020. Para poder leerlo completo es preciso suscribirse: podéis hacerlo desde nuestra tienda online. Aprovecha el 20% de descuento hasta el 22 de septiembre con el código ‘Vuelta al cole’.

Fuente e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/entrevistas/carlos-magro-crisis-sistema-educativo/

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Entrevista a Kalle Lasn, uno de los fundadores de Adbusters: “Estamos cooptados por la tecnología, somos como ratas en la caja de Skinner”

Fuentes: El Salto/Genoveva López, Adrián Gallero Moreiras

El Black Friday es para Adbusters (que podríamos traducir como los revienta publicidad o pincha anuncios) un “monstruo diabólico” que supone la máxima expresión del mayor experimento social que se ha llevado a cabo con los seres humanos: la publicidad y el consumismo.

Adbusters es un colectivo anticapitalista que surgió a finales de los años 80, creadores del Buy Nothing Day, el día sin compras, como contra-acción frente al día más consumista del año, el Black Friday. Su punto fuerte es la contrapublicidad gráfica, acción que llevan ejerciendo desde hace más de cuarenta años y de donde proviene su nombre, los pincha anuncios. Famosas son sus ilustraciones del payaso de McDonalds con la boca tapada con una pegatina que dice “fat” (grasa), en referencia a la mala calidad de la carne de las hamburguesas, o el camello de Camel recibiendo su sesión de quimioterapia por los efectos del tabaco. Se enmarcan en el movimiento culture jamming o de sabotaje cultural, que pretende abrir nuevas reflexiones a través del boicot y la acción directa.

Kalle Lasn, uno de sus fundadores, habla con El Salto sobre un día tan señalado como el Black Friday, posiblemente uno de los más intensos de los últimos años debido a la pandemia que asola el mundo y que nos ha mantenido aislados durante buena parte del 2020. Lasn lanza una reflexión antes incluso de empezar la entrevista: “Me pregunto qué ocurrirá este año con el Black Friday y el Buy Nothing Day por el coronavirus. Creo que algo ha cambiado, no estoy seguro de qué va a pasar”, y es que para este activista de dilatada experiencia en contra publicidad, el coronavirus nos ha empujado a una reflexión forzada que, espera, tenga efectos en nuestra forma de situarnos en el mundo.

Kalle Lasn

Kalle Lasn. Foto: Eviatar Bach

Esa era precisamente la primera pregunta. Este año probablemente el Black Friday tenga cierto poso a coronavirus. ¿Crees que la industria de la publicidad va a utilizar estrategias de chantaje para que apoyemos la economía? ¿Qué crees que va a pasar?

Creo que el Black Friday este año va a llevar dos mensajes. Por un lado, el de siempre, el de empujarnos a consumir más ahora que tantos negocios tienen problemas, como cuando ocurrió el 11S en Estados Unidos y el presidente Bush, según ocurrió la tragedia, le dijo a los estadounidenses que lo mejor que podían hacer era salir a la calle, consumir y apoyar la economía. La situación es muy similar ahora. Pero al mismo tiempo también tengo la impresión de que el coronavirus nos ha obligado a quedarnos en casa, desconectar un poco de nuestras rutinas habituales y reflexionar sobre nuestra vida, de qué va todo esto. ¿Es todo consumo? ¿consumo demasiado? ¿quiero volver a tener las mismas navidades que he tenido en los últimos 20 años, basadas en el consumo? Así que por un lado tenemos esta tremenda presión para apoyar la economía y las tiendas y productores, pero, por otro lado, tenemos el sentimiento opuesto que nos hace reevaluar nuestra posición en el mundo. Estamos en tiempos de cambio climático, donde mucha gente está teniendo problemas de alteraciones del ánimo como ansiedad, depresión… todo ello debido a esta economía global, a esta economía global hiperactiva. En esta época vamos a tener un choque interesante de sentimientos encontrados.

Es interesante lo que dices… ¿Crees que esta situación va a suponer un cambio global en la forma de estar en el mundo o va a ser simplemente algo temporal?

Creo que lo que está pasando ahora mismo es muy profundo. Por supuesto que estamos todos asustados y no queremos morir, pero al mismo tiempo creo que hay una profunda reflexión sobre qué es la vida. Muchas de las asunciones fundamentales acerca de qué es la vida, especialmente cuando hablamos de consumismo y cambio climático, están quebrándose. De hecho, en este momento soy bastante optimista. Tengo la impresión de que en los últimos diez años hemos intentado que la gente pare su consumo con el Buy Nothing Day, que salga junto con su familia o amigos, o celebre las navidades de una manera distinta. Creo que este año, por el cambio climático y el coronavirus, vamos a celebrar las navidades como antiguamente. Creo que este año, por primera vez, puede haber un gran punto de inflexión sobre cómo pensamos en el consumo en general y sobre cómo pensamos en nuestro consumo durante las fiestas de Navidad.

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Creo que este año, por primera vez, puede haber un gran punto de inflexión sobre cómo pensamos en el consumo en general

Recuerdo el año pasado, por primera vez en 25 años de historia del Buy Nothing Day en el Black Friday, los niños y niñas salieron de la escuela y llevaban pancartas que decían “Kids take back Black Friday” [los niños y las niñas recuperan el Black Friday] haciendo mención a que ese día les había sido robado, a que el consumismo acentúa la crisis climática. Y también, por primera vez, lucieron lemas como “Boicot Black Friday”. Un tipo habló de la reacción juvenil contra Black Friday. La gente se estaba dando cuenta de que el Black Friday no era un evento para celebrar, sino algo que debería ser vergonzoso, que debería ser considerado como un monstruo diabólico [risas], un ritual que hemos estado celebrando demasiado tiempo y que ya es hora de parar.

¿Cómo crees que el consumismo ha cambiado la forma en que estamos en el mundo? Las nuevas generaciones de seres humanos han sido conformadas por el consumo, que ha determinado cómo nos relacionamos entre nosotros, cómo nos relacionamos con el mundo, con la naturaleza… ¿crees que esto nos ha cambiado como personas.

Totalmente. Creo que el consumismo está dirigido por una industria que mueve tres mil millones de dólares al año: la industria de la publicidad y las marcas. Desde que somos bebés nos movemos todo el rato alrededor de la televisión, durante la escuela primaria, la media, la superior, la universidad, hasta el momento en que morimos estamos rodeados por propaganda consumista, diciéndonos que podemos ser felices si nos compramos otro coche, y que vamos a ser súper sexys si nos compramos ropa a la última moda. Creo que el consumismo y la industria de los tres mil millones de dólares en anuncios al año han conformado de manera profunda nuestras personalidades, la manera en que vivimos, en que nos movemos por el mundo, en que pensamos sobre cuestiones políticas. Esta industria anual de los tres mil millones de dólares es el mayor experimento psicológico que nunca se ha llevado a cabo con el ser humano.

¿Y qué opinas de las redes sociales? Ahora tenemos a la industria de la publicidad y a las compañías metidas en nuestras vidas 24 horas. Antes el consumo de anuncios estaba relacionado con la televisión y algún anuncio por la calle, pero ahora estamos pegados al teléfono en todo momento, absorbemos propaganda consumista 24 horas siete días a la semana.

He sido un observador de la industria de la publicidad toda mi vida, especialmente a lo largo de los últimos 50 años. La publicidad se ha vuelto cada vez más grande. Hasta hace diez años era todavía posible apagarla, podías comprar una revista con pocos anuncios, o incluso, cuando los anuncios aparecían en la televisión, aprovechar para ir al baño. Como seres humanos, todavía teníamos cierto control, no había estos anuncios invasivos que hay ahora, que salen de la pantalla y no los puedes evitar.

Vivimos en el capitalismo de vigilancia, donde las plataformas publicitarias como Facebook o Google nos convierten en objetivo de maneras que ni siquiera nos imaginamos

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Pero ahora, vivimos en el capitalismo de vigilancia, donde las plataformas publicitarias como Facebook o Google nos convierten en objetivo de maneras que ni siquiera nos imaginamos Además, saben mucho más sobre nosotros de lo que pensamos, usan el microtargeting, y ya no sólo ponen anuncios tipo televisión, que ven un millón de personas… no, me persiguen, saben quién soy, saben dónde como, dónde me bebo el café, qué compro en el supermercado, saben todo sobre mí. Creo que la gran disrupción que ha ocurrido, que da mucho miedo, ocurrió hace diez años cuando empezamos a tener estos smartphones en la palma de nuestra mano, que están siempre ahí, que son casi parte de nuestro cuerpo, y este sistema de vigilancia que está empezando a despegar y que controla nuestra vida de una manera en la que ni siquiera tenemos opciones. Antes podías apagar los anuncios de la televisión, pero ahora no se puede. Estamos cooptados por la tecnología, somos como ratas en la caja de Skinner.

En vuestro manifiesto habláis sobre descubrir nuevas maneras de vivir, de amar y pensar. ¿Habéis tenido a lo largo de vuestra vida algún descubrimiento, a la hora de plantearse la vida fuera del consumismo, que os gustaría compartir con el resto del mundo?

Yo, personalmente, he tratado de vivir fuera de “la parrilla” durante muchos años, pero hablo con mucha gente, me escriben correos, me llaman… y puedo ver que, finalmente, el capitalismo de vigilancia está empezando a ser un tema que a la gente le da miedo. Estamos, de repente, en una situación en la que las consecuencias del cambio climático aumentan cada año. Nadie sabe cómo pararlo y nos encontramos ante una crisis existencial de la cual nadie sabe cómo salir. Estamos en una crisis ambiental y mental. Creo que mucha gente, más que nunca antes, está reevaluando su vida y su forma de vivir, porque no pueden soportar que sus hijos crezcan en un mundo en que puede que no tengan ningún futuro. La situación es tan inestable ahora mismo que saben que tienen que hacer algo, que tienen que generar algún cambio.

Creo que la gente joven del mundo tiene un poder que nunca se había tenido antes para realmente cambiar el mundo

¿Tienes alguna idea sobre cómo podríamos crear una red global en la que podamos apoyarnos mutuamente para crear un contrapoder contra esta industria?

Creo que existe un lado positivo, que hay espacio para la esperanza. Por un lado hablamos de lo negativo, del cambio climático, del capitalismo de vigilancia, de la inestabilidad mental, pero por otro lado, los smartphones que millones de nosotros tenemos ahora en la palma de nuestra mano pueden usarse también para unirnos, conectarnos entre nosotros, para organizarnos… nunca hemos tenido una herramienta tan poderosa para crear cambio, hablar entre nosotros a lo largo de todo el mundo. Mientras tanto, además, estamos aprendiendo a organizarnos, a lanzar campañas, cómo combatir el Black Friday este año, evitar esa celebración del consumismo. Tenemos que aprender a usar este arma revolucionaria que tenemos en la mano. Tenemos que aprender a manipularla. Creo que la gente joven del mundo tiene un poder que nunca se había tenido antes para realmente cambiar el mundo.

@genolomo

Fuente: https://www.elsaltodiario.com/consumismo/adbusters-estamos-cooptados-tecnologia-somos-ratas-caja-skinner

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Entrevista a Mario García de Castro: «El posmodernismo ha invadido los medios de comunicación, las universidades y la vida cultural»

Por Javier F. Ferrero

La distorsión deliberada de una realidad ha encontrado su sitio en discursos en los que los hechos objetivos tienen menos influencia que las apelaciones a las emociones y a las creencias personales. La posverdad ha entrado en nuestro día a día y nos ha mostrado que, si no hacemos un trabajo conjunto para detener esta expansión generalizada de la mentira, cuando algo aparente ser verdad será más importante que la propia verdad.

En esta era de posverdades y trumpismo, de postmodernismo y populismo, de mentiras repetidas mil veces y convertidas en verdades, queremos poner un poco de cordura y para ello hablamos con Mario García de Castro, profesor Titular del Departamento de Ciencias de la Comunicación y Sociología en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid.

Expone en su último artículo en The Conversation que «la hegemonía del subjetivismo cultural ha sido la base de la nueva autocracia digital», ¿se trata de un problema global? ¿qué porcentaje de culpa tienen las redes sociales en esta situación?

La hegemonía de este subjetivismo o relativismo cultural que tienen estos nuevos populismos autocráticos está basada, en el uso potenciador de la tecnología digital a través de su expresión mediática. Con esos potenciadores desarrolla sus interpretaciones sectarias de los propios hechos factuales. Esto se aprecia tanto en América, sur y norte, no solo USA, también en Brasil, México, Venezuela, como en Europa, no solo Hungría y Polonia, también han emergido estos movimientos populistas radicales en Reino Unido, Italia, o en fuerzas políticas concretas en Francia o España, por no hablar de Asia o de los países de la órbita rusa. Por tanto, claro que es tendencia histórica global. Es una regresión histórica que desde las bases masivas que ofrece la tecnología digital desarrolla fórmulas políticas autoritarias que persiguen la devaluación del sistema democrático.

El periodista debe volver a reivindicar y practicar la necesidad de la objetividad, la neutralidad y la independencia,

Pero desde luego esto no quiere decir que sean las redes sociales las responsables, como tampoco fue la radio propagandista del nazismo de Goebbels la responsable del nazismo. Pero ahora resulta que son el mejor instrumento mediático tanto para las fake news, la radicalización de la polarización política, o las actuales teorías negacionistas o conspirativas. QAnon o los Proud Boys son bastante inconcebibles sin las redes sociales. El medio es el mensaje, pero sería una barbaridad entender las redes como las responsables de estos movimientos neofascistas. Usadas con propósitos decentes aportan inédita transparencia al sistema mediático.

¿Por qué en este aspecto considera que Trump es el producto perfecto?

El trumpismo como movimiento político es el paradigma perfecto de este nuevo populismo que ha utilizado las técnicas de la posverdad para potenciarse hasta llegar a la presidencia de los Estados Unidos.

https://theconversation.com/el-ocaso-de-la-verdad-y-el-populismo-digital-150812

No olvidemos que ahora, aunque ha perdido la presidencia Trump ha obtenido 11 millones de votos más que hace cuatro años. Y lo es porque la cultura anglosajona que ofreció los mejores ejemplos del periodismo independiente o de la independencia y separación de los poderes, también ha resultado ser la vanguardia de este neofascismo sustentado en la desconfianza emocional en las instituciones democráticas y el conocimiento científico. Trump y sus seguidores son auténticos emboscados, como otros líderes mundiales, que desacreditan, por ejemplo, esa compensación de poderes o la neutralidad de las instituciones.

Eduardo Inda, uno de los referentes españoles de la verdad una vez declaró que para colar mentiras tan sólo «hay que generar sentimientos en los receptores, una vez ahí puedes colarle no solo una, sino millones de mentiras», ¿qué hay de cierto y cuál es la estrategia informativa de estos medios?

Pues es realmente lo contrario a lo que advertía Ryszard Kapuscinski sobre el buen periodismo al afirmar que los cínicos no sirven para este oficio. Pero Kapuscinski no tuvo en cuenta que el posmodernismo había invadido hace mucho los medios de comunicación, las universidades, la vida cultural y acabó convirtiéndose en un estado de ánimo que ofrecía prestigio intelectual al cinismo y al nuevo relativismo político.

La afirmación de que “los hechos no existen, solo las interpretaciones”, ha acabado propiciando que la razón la tengan los más pérfidos, fuertes o los poderosos que siempre tienen la última palabra. El posmodernismo, la filosofía cuántica, y al final el show business ha acabado imponiendo la supremacía de la ironía y del “divertirse hasta morir”, como dijo Neil Postman. Si todo es opinable también las verdades incómodas se pueden transformar fácilmente en opiniones, y así se oscurece fácilmente la realidad que no interesa, como estudió Hannah Arendt.

«Mientras que el posmodernismo se extendió a través de la televisión, la posverdad lo hace a través de las redes digitales. ¿Por qué? Porque en esto se ha basado siempre el ejercicio del poder, de la voracidad del capitalismo o del autoritarismo político totalitario»

La serie La Voz Más Alta cuenta la historia de Roger Ailes, el productor de televisión transformado en fundador y presidente de la cadena de noticias de Murdoch y finalmente denunciado acosador sexual por sus empleadas. Ailes tuvo que abandonar Fox pero mantuvo su lema de cabecera hasta llevar a Trump a la Casa Blanca: “Hay muchas personas que no saben qué creer. Si les dices qué tienen que pensar las pierdes, pero si les dices lo que tienen que sentir son tuyas”. La historia de ese productor de televisión metido a director informativo representa a la perfección la mutación en el antiguo paradigma televisivo entre información y entretenimiento. En los últimos cinco minutos del cuarto episodio de la serie de Showtime, Alies enarbola su leyenda ante sus pupilos: “No seguimos las noticias, creamos las noticias. Cambiamos el mundo. El periodismo es historia y la historia la escriben los vencedores”.

https://theconversation.com/politica-espectaculo-la-intoxicacion-de-la-realidad-141395

¿Cómo hemos llegado a esto? ¿Por qué o con qué intereses se ha buscado?

Aunque los antropólogos nos han demostrado que siempre ha permanecido más o menos mitigada la permanente voluntad política de la desinformación como manipulación interesada de la realidad, el filósofo italiano, Mauricio Ferraris, ha estudiado cómo en este nuevo populismo hay un salto histórico, el que va del posmodernismo televisivo a la posverdad digital de las redes. De este modo, mientras que el posmodernismo se extendió a través de la televisión, la posverdad lo hace a través de las redes digitales. ¿Por qué? Porque en esto se ha basado siempre el ejercicio del poder, de la voracidad del capitalismo o del autoritarismo político totalitario.

Como decía, se trata de un nuevo populismo de uno u otro signo cuyas fórmulas autoritarias se apoyan precisamente en la cultura digital, porque sus comunicaciones están fundadas preferentemente en los sentimientos o las emociones de las audiencias por encima de los datos empíricos.

¿Qué relación guarda con la filosofía de finales del siglo XX?

La base intelectual de la era de la posverdad está en la filosofía posmoderna de finales del XX, que estudiaron los filósofos franceses del grupo de Foucault, Lyotard, Derrida, o Braudillard. Sus ideas partían de la consideración de una sociedad más pluralista que tenía que reconocer a múltiples agentes de género, de minorías étnicas, etc. Ahí se empieza a cuestionar el concepto mismo de realidad objetiva con lo que también se cuestiona la noción de verdad, porque su terreno natural del final del siglo era la ironía, las apariencias, el distanciamiento y la fragmentación, como reacción a las verdades absolutas que habían arrojado tanta violencia en el sangriento siglo XX.

Inspirado por el estalinismo, el nazismo y el imperialismo capitalista, George Orwell dibujó el futuro del totalitarismo. Los protagonistas eran el abuso del poder, la manipulación de la realidad por los medios de comunicación y la expansión de la tecnología: el Gran Hermano. Los medios, y especialmente la televisión, son los grandes protagonistas de 1984.

Algo parecido hizo la escritora judía Anna Harendt, al escribir Los orígenes del totalitarismo, quien coincidió con Orwell en identificar los mecanismos de control: si todos aceptan la mentira impuesta por el Partido, la mentira pasará a la historia y se convertirá en verdad. Lo llamaron “control de la realidad” o el “doblepiensa”.

¿Cómo puede se debe/puede combatir ese pseudoperiodismo?

El oficio de informador debe volver a reivindicar, frente a la propaganda y la manipulación política, el realismo. El periodista debe volver a reivindicar y practicar la necesidad de la objetividad, la neutralidad y la independencia, y a través de su ejercicio volver a adquirir la credibilidad perdida.

¿Cómo podemos diferenciar qué es verdad y qué opinión?

Antes delimitábamos muy bien entre información y comunicación. El infotainment es híbrido, mezcla los bucles de imágenes, los directos, las entrevistas, los debates y los concursos. Los nuevos usuarios ya no distinguen entre los noticieros clásicos y los programas de infotainment.

La inflación de la oferta informativa, la liberalización de la televisión y sus contenidos que imitan la realidad han acabado convirtiendo el mundo en una ficción. A través de la proliferación de los talks shows, el infotainment ha consolidado ese nuevo paradigma de que no hay hechos solo opiniones. Pero debajo de cualquier manipulación sigue existiendo lo que solo son hechos veraces, aquellos que pueden ser captados por objetivos honestos, las cámaras documentales, los ojos observadores.

Esta hibridación del posmodernismo ha llegado a difuminar cualquier límite entre la información y entretenimiento, entre lo subjetivo y lo objetivo. Sin embargo, debemos de distinguir al menos en la docencia o en la educación entre la realidad y lo ficticio, lo real y lo falso, que es como la verdad y la mentira. Hay algo deliberado de ocultamiento en la mentira que el ciudadano debe conocer. Hay que volver a distinguir la comunicación de la información.

¿Todo esto puede tener que ver con rechazar una teoría materialista de la realidad para abordarla desde un supuesto relativismo?

Con la preeminencia de la opinión sobre la información de los hechos, resulta que todo es relativo. Una opinión legitima la contraria. El negacionismo de los efectos de la pandemia o responsabilizar a los emigrantes de ella. La victimización de los discursos nacionalistas. Resulta indiferente si dicen la verdad o mienten. Ya no cabe la distinción entre verdad y mentira porque todo acaba siendo opinable. El resultado no es solo la banalización de la realidad sino el involucionismo o el regreso de la propaganda frente a la información de los hechos. La intoxicación de la realidad como norma.

Fuente e imagen: https://nuevarevolucion.es/entrevista-a-mario-garcia-de-castro-el-posmodernismo-ha-invadido-los-medios-de-comunicacion-las-universidades-y-la-vida-cultural/

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