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«Volver a las preguntas pedagógicas»: entrevista a Limber Santos

Revista Hemisferio Izquierdo/N°4: Educación

 Hemisferio Izquierdo (HI): En la actualidad, son recurrentes los discursos que sostienen que nuestra educación pública está en «crisis». ¿Cómo caracterizarías la situación actual de la educación pública uruguaya? ¿cuáles son sus principales problemáticas y a qué responden?

 Limber Santos (LS): Decir que la educación está en crisis no es decir mucho. Implica remitirse a un discurso fácil transformado ya en lugar común. No sirve como descripción de lo que nos pasa y tampoco como postura política relevante. Sin embargo, su repetición hasta el hartazgo configura en sí mismo un hecho político, por cuanto satura las conciencias presentándose como un discurso actual que se refiere a una especie de singularidad de estos tiempos. Hay evidencias documentales suficientes que indican que la percepción de que la educación está en crisis se ha producido en todas las épocas. Parece algo más atado a la naturaleza de la educación que a las circunstancias mismas. Incluso podríamos decir que está más relacionado con una necesidad política: la educación siempre tiene que ser objeto de disconformidad, de insuficiencia y de obsolescencia. Tener ese nivel de exigencia respecto a la educación, sus propuestas y sus efectos es, en este sentido, una posición deseable. Por lo tanto, utilizar la “educación en crisis” para sacar rédito político o para sentir que allí hay un acto de injusticia, tiene una relevancia relativa. El verdadero desafío es comenzar a trascender ese discurso, algo que no suele ocurrir muy seguido en estos tiempos.

Lo que no se ha producido en todas las épocas es el actual nivel del debate público sobre educación. La agenda está actualmente demasiado exenta de pedagogía. Las pretensiones inmediatistas, la exposición exclusiva de datos cuantitativos y el tratamiento de problemas puntuales se llevan toda la atención, sin que el discurso pedagógico tenga oportunidad alguna. Y no sería nada del otro mundo. Incorporar discurso pedagógico a las discusiones sobre educación implica volver a intentar responder a las preguntas clásicas de la pedagogía: ¿qué instituciones educativas queremos? ¿qué ser humano formar? ¿para qué sociedad? y, parafraseando a Reina Reyes, ¿para qué futuro? Las diferentes respuestas a estas y otras preguntas, configuran diferentes posturas pedagógicas que se disputan un campo con fuerte especificidad en cuanto al conocimiento que allí se produce. Las respuestas varían pero las preguntas son siempre las mismas. En la actualidad, sin embargo, parece que ese tipo de preguntas han pasado de moda. Muchos discursos políticos y técnicos las desestiman de antemano por considerarlas conducentes a una palabrería filosófica poco conectada con la realidad. Parece que ya pasó el tiempo de las preguntas pedagógicas y que se trata de cuestiones ya resueltas hace rato. Se trata de un gran error.

Lo peor no es la naturalización del discurso sobre la crisis de la educación. Lo complicado es que quienes, sin mayor esfuerzo intelectual, se apropian de ese discurso, lo hacen remitiéndose a la crisis de la educación pública. En ese momento, el discurso fácil e inoperante se transforma en un arma poderosa. La clase política y la prensa agradecidas.

Todo esto no nos libera de la responsabilidad de señalar los problemas de la educación pública ni nos habilita a ostentar una especie de negación de la realidad. La educación toda refleja los problemas de los tiempos y circunstancias actuales. Su carácter no es uniforme y presenta contradicciones, puntos altos y bajos, aspectos resaltables y otros a ser resueltos. Podemos ser incluso, muy críticos con algunos de sus problemas, siempre y cuando nos posicionemos desde un lugar irrenunciable: la defensa de la educación pública. También éste para muchos parece ser una postura de otra época. Y sin embargo, no es menor reafirmar ese lugar desde donde construir pensamiento colectivo. Tirarle piedras a la educación pública ubicándose en una especie de vereda de enfrente es una postura política muy definida: permite hablar desde una exterioridad, sobre algo de lo que no me siento parte y, en el extremo de los casos, sobre lo que quiero debilitar.

Quizá uno de los mayores problemas de la educación pública en la actualidad tiene que ver con las miradas que ejercemos sobre ella. El problema está en el concepto de lo público y sus implicancias. Considerar que todos estamos involucrados, en la responsabilidad compartida de los problemas y también de las soluciones, sería un paso importante, no suficiente pero muy necesario. Y tratándose de educación pública y educación para todos, el gran desafío actual es lidiar con la tensión entre las propuestas comunes –iguales para todos- y las propuestas específicas –particulares para algunos-. Hace ya varios años que las evidencias sobre las insuficiencias de propuestas educativas uniformes son muy claras. Con la misma propuesta se llega a unos y a otros no, resulta para una media imaginaria pero no para los casos concretos de carne y hueso que se alejan en mayor o medida, de esa media. Renunciar a la consideración de destinatarios homogéneos y a la uniformidad de las propuestas educativas, es algo que se produce tanto a nivel de políticas educativas y planes curriculares como a nivel de gestión institucional y prácticas áulicas de enseñanza. La fantasía de la homogeneidad de los grupos que aprenden y de la uniformidad de las prácticas de enseñanza, es imposible de desconocer.

Es una tensión con muchos riesgos. El más peligroso es el que desemboca en políticas focalizadas que terminen en escuelas para ricos y escuelas para pobres. Muchas consideraciones acerca del determinismo de las condiciones sociales y el contexto sobre la escuela y sus resultados, no han terminado bien. Reincorporar la mirada pedagógica en el debate supone también resolver esta tensión que, aunque no desparezca nunca, debe garantizar las mismas oportunidades de educación de calidad para todos, aunque con medios, modalidades y manifestaciones diferentes. La pedagogía del entrevero y el menú de posibilidades deben formar parte de la oferta pública de educación.

Los problemas de la educación pública son nuestros problemas. Las decisiones por acción o por omisión que adoptemos serán de nuestra responsabilidad colectiva como sociedad. No vale hablar desde afuera, a menos que efectivamente alguien esté afuera y no crea en el valor de lo público. Un acto de sinceramiento de su parte vendría bien para saber contra quiénes estamos luchando.

HI: Hay quienes sostienen que uno de los efectos más nocivos de la dictadura militar fue el de operar «fracturas en la memoria» (Viñar y Ulriksen), que en diferentes planos quebraron el vínculo de las nuevas generaciones y los procesos sociales post-dictadura, respecto a muchos procesos sociales, políticos, culturales previos a la misma. En la educación, esta «fractura de la memoria» parece haberse visto potenciada por una transformación regresiva del lugar asignado al magisterio nacional en el debate y la política educativa del Uruguay. La combinación de ambos procesos produce un panorama donde el rico legado pedagógico nacional (expresado en autores, ideas, experiencias) ha quedado invisibilizado y sustituido por un reflejo tecnocrático a copiar recetas producidas por organismos internacionales. En esta perspectiva, el lugar del magisterio ha pasado de ser el del sujeto principal de la creación teórica y programática de la educación nacional, a ser considerado un técnico ejecutor de procedimientos didácticos, para cuya actualización permanente debe estar preparado. ¿Qué piensas de este diagnóstico? ¿Qué legados de la historia pedagógica nacional resultan importantes para pensar soluciones a nuestros problemas educativos del presente?

LS: La dictadura produjo una fractura de la memoria respecto a un legado pedagógico específico, construido a mediados del siglo XX. Es de gran utilidad pensar en el paquete de producción intelectual denominado “pedagogía rural uruguaya”, elaborado en términos teóricos y prácticos, entre 1933 y 1961. Si bien deriva de lo que Miguel Soler denomina el “movimiento en favor de la educación rural”, sus efectos y alcances han ido mucho más allá de la escuela rural. Ubicamos en ese movimiento a figuras del calibre de Agustín Ferreiro, Julio Castro, Abner Prada, Enrique Brayer, Homero Grillo y, en una línea lateral, Jesualdo Sosa, entre otros muchos. Se podría decir que allí se sintetiza la pedagogía nacional del siglo XX que la podríamos completar con los dilatados efectos de las obras pedagógicas de Carlos Vaz Ferreira, Clemente Estable, Pedro Figari, Reina Reyes, entre otros tantos.

La pedagogía uruguaya del siglo XX tiene varios elementos de interés para pensar los problemas de la educación de hoy. Y no me refiero a la percepción frecuentemente referenciada acerca de la validez o vigencia de aquellos textos.

Aunque esa vigencia, producto de la lucidez de sus autores, pueda ser tal en muchos casos, no me parece que debamos remitirnos a los trabajos de la década del 40 como descripción y análisis de la realidad actual. Como todo texto pedagógico nos aporta categorías de análisis y prescripciones del orden del deber ser que, con sus posibles y diversas lecturas actualizadas, pueden ser pensables en cualquier tiempo. Pero son textos que hay que leerlos teniendo en cuenta su contexto de producción y las circunstancias propias de la época. Solo así los comprenderemos cabalmente.

Se trata de textos que no inventan una pedagogía desde la nada. Se basan necesariamente en una serie de postulados universales, la mayor parte de los cuales son de corte escolanovista. Pero en este aspecto está precisamente, el primer elemento singular de interés. Aún cuando las prescripciones de enseñanza que plantean Jesualdo o Ferreiro claramente provienen de los principios de la Escuela Nueva, ninguno de ellos se reconoce a sí mismo escolanovista. Aunque lo son en el fondo, apelan a un llamado para la construcción de algo propio. Y ese era un llamado a los maestros. Toda la pedagogía de mitad del siglo XX se construyó a partir de la producción intelectual y de experiencias de los maestros en actividad. Y la apuesta de Jesualdo y de Ferreiro, desde posiciones políticas diferentes, confluía en esa fuerte convicción basada en la capacidad de los maestros de construir pedagogía. Nada menos.

En los textos de Agustín Ferreiro se expresa que había que leer a todos los autores, pero no imitarlos servilmente. Y se refiere ya en los años 30 a la impronta meramente prescriptiva de la enseñanza, como una aplicación metodológica. Apela a no copiar métodos que en manos de su creador pueden ser maravillosos pero en manos de sus imitadores pueden ser pésimos.

Esa percepción terminaba involucrando a toda la sociedad, por cuanto los maestros devenidos en pedagogos asumían un lugar relevante en los debates sobre educación. Ese debate, por lo tanto, dado en la prensa o a nivel de la opinión pública, no podía prescindir de la figura del maestro que reflexionaba sobre educación.

Esa percepción comienza a resquebrajarse una década antes de la dictadura. La mirada pedagógica sobre los temas educativos, ejercida por los docentes, comienza a ser sustituida paulatinamente por las miradas de sociólogos y economistas. El desarrollismo de los años 60 y la necesidad de generar grandes planes nacionales, comienza a hacer desconfiar de la mirada idiográfica, singular y cualitativa de los maestros dando cuenta de su realidad. Y estas lecturas puntuales de la vida cotidiana, de alta sensibilidad a los acontecimientos próximos, comienzan a ser abandonadas en la toma de decisiones políticas.

La dictadura termina un trabajo que ya se venía produciendo y opera como fractura de la memoria, provocando una amnesia colectiva de enorme poder. Aunque los maestros rurales recuperan una línea de trabajo luego de la dictadura y mantienen una impronta propia todavía hoy, las decisiones de política educativa ya no los tomarían en cuenta como antes.

Los tiempos actuales son producto de esa fractura. Teniendo en cuenta los procesos de larga duración que estuvieron involucrados en la construcción de la pedagogía uruguaya del siglo XX, la recuperación puede ser lenta, trabajosa y contradictoria. En el medio, las recetas metodológicas y los paquetes didácticos pululan sin darnos cuenta. O nos daríamos cuenta si hubiese más pedagogía en nuestras discusiones sobre educación. Porque la falta de reflexión pedagógica contribuye a exacerbar la idea del maestro como un mero técnico aplicador de procedimientos.

Tres cosas podemos recuperar de esa historia pedagógica: el protagonismo de los docentes en plena producción intelectual, luego objeto de debates y publicaciones; la búsqueda de manifestaciones pedagógicas propias y de acuerdo a nuestra realidad concreta; la presencia de preguntas pedagógicas aun cuando se trate de temas estrictamente técnicos. Para ello es necesario librar una batalla para recuperar el valor de la pedagogía y sus preguntas, observar nuestros problemas en clave pedagógica y recuperar para los docentes el protagonismo intelectual y experiencial de primera línea.

* Maestro de Educación Primaria. Licenciado en Ciencias de la Educación. Director del Departamento de Educación para el Medio Rural, CEIP-ANEP. Docente del Instituto de Educación, Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, Udelar.

Fuente: http://www.hemisferioizquierdo.uy/#!Volver-a-las-preguntas-pedag%C3%B3gicas-entrevista-a-Limber-Santos/nnsaa/57a00ee50cf214576cee31a5

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Perú tiene avances interesantes en el impulso de la calidad educativa.

MAGALY ROBALINO. REPRESENTANTE DE LA UNESCO EN EL PERÚ. En el Perú, hubo logros importantes para colocar a la educación como una prioridad en la agenda de políticas públicas, sostuvo la jefa de la Oficina de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura en Lima.

Por: Percy Buendía Q.

¿Cuál es el balance que hace la Unesco en los esfuerzos del Estado en mejorar la calidad educativa del país en este último quinquenio?

–La Unesco elabora, a escala global, el Informe Mundial de Monitoreo de la Educación para Todos. Este es el reporte mundial más importante respecto a cómo avanza la educación en el planeta.

Uno de los aspectos más trascendentes, no solo para el Perú, sino también para América Latina, es que se nota que hay avances significativos, en especial, en temas de inclusión de los niños y niñas en la escuela, lo que se traduce en el aumento de la tasa de matrícula. En este aspecto, el Perú ha mostrado también avances interesantes.

Otro de nuestros estudios está relacionado con América Latina, específicamente, y se denomina Estudio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación, que es un esfuerzo que hace la Unesco para dar cuenta de cuál es el nivel del logro de aprendizaje de los estudiantes en dos años, en 3º y 6º, en Matemática y Lenguaje.

El documento da cuenta también que, en general, hay un avance significativo en América Latina, y el Perú es uno de los países que más evoluciona favorablemente, en términos de logros de aprendizaje entre el segundo y tercero de estos estudios latinoamericanos.

–¿Qué otros avances muestra el Perú?

–En el caso del Estado peruano, hubo avances importantes para colocar a la educación como una prioridad en la agenda de políticas públicas.

El hecho de haber puesto en relieve el tema de la educación como un eje y factor fundamental del desarrollo, es uno de los avances importantes que observamos en el caso del Perú.

Otro tema que nos parece también importante es el incremento en el gasto dirigido a la educación.

–¿Qué opinión le merece estos esfuerzos por revalorizar la carrera docente?

–Un aspecto que nos parece fundamental de todo el proceso educativo de los últimos años, es la revalorización de la carrera docente. ¿Por qué este tema es fundamental? Porque el trabajo de los maestros en las instituciones educativas es el factor intraescolar más importante del aprendizaje de los alumnos.

Por lo tanto, la función de los docentes es un aspecto clave en la calidad de los temas educativos. El Perú, durante los últimos años, en particular, ha hecho un esfuerzo sostenido para que la sociedad valore el trabajo de los profesores y además desarrolló estrategias importantes alrededor de lo que ha sido considerado una de las prioridades de la actual agenda educativa.

–Incluso, la Unesco está apoyando al país en este aspecto…

–Efectivamente, la Unesco, mediante un convenio de asistencia técnica firmado con el Ministerio de Educación, apoyó un proyecto que cubre varios ámbitos y que está relacionado con la formación inicial, formación en servicio, reconocimiento de la carrera docente y evaluación magisterial.

Participamos, también, en la elaboración de la Ley de Institutos Superiores que acaba de aprobarse en el Congreso.

Pero este gran acuerdo tiene, además, un ámbito importante en términos de definir lineamientos de políticas de manera que se pueda ir estableciendo o avanzando hacia un sistema de desarrollo profesional que integre los diversos ámbitos de la formación docente.

Un aspecto importante, pionero en este convenio, ha sido el diseño y puesta en marcha del programa de inducción docente, que es un plan de acompañamiento a los profesores que ingresan en la carrera y que significa colocar como una estrategia institucional el hecho de que el Ministerio de Educación apoye a los profesores nóveles. Y esto es fundamental para definir después la calidad y el compromiso de los maestros.

Es obvio que el tema de la formación en servicio ha sido también un asunto fuerte. Se ha desarrollado un programa de actualización docente en didáctica que cubre Lengua, Matemática y Ciudadanía, y que atendió a alrededor de 80,000 maestros, muchos de los cuales son profesores que han seguido cada uno de los cuatro módulos.

–¿Cuáles son los retos o desafíos que se debe afrontar en el próximo quinquenio respecto a la educación?

–Uno fundamental es convertir la inversión en el sistema de enseñanza en una política de Estado. Que la educación, efectivamente, sea una política de Estado y, por lo tanto, que los aspectos más relevantes de esta política tengan continuidad. Construir la sostenibilidad de las estrategias y políticas educativas es un gran desafío.

Nos parece que hay un avance importante en este sentido. La Unesco y el Consejo Nacional de Educación están concluyendo un estudio sobre lo que han sido los ejes de política educativa en los últimos 15 años y vemos que uno de los aspectos que existe es la continuidad en algunas líneas.

Es importante que esta continuidad se fortalezca y que la inversión en educación sea cada vez más alta. Que la atención en educación sea una política de Estado y ese es un desafío.

Esfuerzo de presupuesto

–¿Cuál es su evaluación del trabajo del país en aumentar el presupuesto para el sistema educativo?

– Es importante en este caso tener como referencias algunos criterios globales que los mismos Estados miembros han definido. Hay un acuerdo que está plasmado, primero, en la declaración de Educación para todos y ahora en la Agenda de Educación 2030, que hace referencia a la necesidad de que los países puedan ponerse como meta una inversión en Educación de por lo menos el 6% del producto bruto interno (PBI) y/o el 20% de su presupuesto general.

El Perú está en este momento en 3.9%, lo que significa que solo para llegar al 6% hay todavía por recorrer un gran camino.

–¿Cuál considera que será el papel de la Ley Universitaria en la mejora del sistema educativo?

–En la medida que la Ley Universitaria tiene el propósito de definir y asegurar el cumplimiento de criterios de calidad de la educación superior, esto va a impactar en todo el sistema educativo. La educación superior es crucial para el desarrollo del país.

Institutos:

La aprobación de ley de institutos superiores es un hecho muy significativo, porque los colocará como parte del sistema de formación profesional, dijo Magaly Robalino.

Tendrán, refirió, una categoría de educación superior, lo que les permitirá mejorar su gestión, currículo y la calidad de sus profesores.

La ley contribuirá a elevar el nivel de la educación superior no universitaria, precisó.

Fuente:

http://www.elperuano.com.pe/noticia-%E2%80%9Cperu-tiene-avances-interesantes-el-impulso-de-calidad-educativa%E2%80%9D-43625.aspx

Imagen: http://www.elperuano.pe/fotografia/thumbnail/2016/07/11/000024609M.jpg

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La didáctica debe ser la llave para transmitir la ciencia a la sociedad.

Europa/España/Fuente:http://www.lavozdegalicia.es/

Por: Ana Moas.

Lidera un proyecto educativo sobre el cambio climático apoyado por la Unión Europea.

Tras años de trabajo, el IES Virxe do Mar de Noia se erige como epicentro didáctico a nivel internacional de la mano de un proyecto liderado por el profesor Francisco Sóñora.

-¿Cómo surge la iniciativa?

-En el año 2006, la Xunta lanzó una prueba con la que demandaban un profesor de biología y geología dispuesto a desarrollar un proyecto sobre el medio ambiente. Fui seleccionado para desarrollarlo y probarlo. Resultó muy bien y, después de seis años funcionando en la Xunta de Galicia, lleva otros cuatro haciéndolo internacionalmente.

-¿El IES Virxe do Mar de Noia lleva todo este tiempo implicado?

-Lleva diez años trabajando en ello. Al principio era un apoyo fundamental, pero desde que formo parte del profesorado del centro, este ha pasado a convertirse en el epicentro del mismo, aunque hay muchos más participantes que no forman parte de él.

-¿De qué manera acceden los alumnos del instituto?

-Se trata de un sistema muy selectivo que busca impulsar proyectos de innovación educativa, por lo que los alumnos optan en función al curso académico y mediante propuestas que realizan y que posteriormente son elegidas. En nuestro caso contamos con chavales que llegan a mantenerse desde sexto de primaria y que continúan una vez están en la universidad. Aunque los que más solicitan su participación vienen de cuarto de ESO y primero de bachiller.

-¿Usted ha sido siempre el encargado de dirigir la iniciativa?

-Sí. Llevo dirigiéndola desde el 2006 y puedo decir que soy tutor de un equipo que se ha mantenido durante este tiempo, si bien ha habido nuevas incorporaciones.

-¿De qué manera se implican cada integrante del equipo?

-Nos dividimos en cinco grupos dependiendo de las funciones. Un conjunto de profesionales encargados de generar una serie de contextos, situaciones e iniciativas, que está formado por profesores de distintas especialidades, científicos de investigación punta en cambio climático, gente relacionada con las tecnologías de la información y un grupo encargado de la comunicación y diseño gráfico. La idea es desarrollar productos didácticos destinados a los alumnos que serán los encargados de probarlos y divulgarlos.

-¿De qué trata esta propuesta?

-Tratamos de abordar todos los problemas ambientales conducidos por el cambio climático y buscamos respuestas a las mismas con la ayuda de los alumnos.

-Han recibido numerosos reconocimientos.

-Contamos con el apoyo de fundaciones como Barrié, la Española de Ciencia y Tecnología o Paideia. El reconocimiento del marco de las Naciones Unidas por el cambio climático y muy poco nada hemos conseguido ganar el Erasmus +, un proyecto financiado por la Unión Europea con 238.000 euros.

-¿Cuál es el objetivo de esto?

-Los nuevos conocimientos de la ciencia se conforman rápidamente y deberían llegar a los centros educativos de forma inmediata y la didáctica ha de ser la llave para transmitir la ciencia a la sociedad.

-¿Qué valoración tiene acerca de lo acontecido como profesor?

-Mi orgullo particular es ver con qué calidad e intensidad crecen los alumnos implicados.

-¿Cuál es el próximo reto?

-Darle forma al consorcio creado, que aportará investigaciones sobre los efectos del cambio climático en el Atlántico norte y sur y en el Báltico, así como desarrollar a partir de ello, productos didácticos y contenidos web. Lo siguiente será relacionar la biodiversidad y el cambio climático. Por el momento, solo espero que el IES Virxe do Mar continúe siendo el epicentro didáctico.

Fuente: http://www.lavozdegalicia.es/noticia/barbanza/2016/08/06/biologo-geologo-didactica-debe-llave-transmitir-ciencia-sociedad-diversos-reconocimientos/0003_201608B6C8991.htm

Imagen: http://www.lavozdegalicia.es/sc/x/default/2016/08/06/0012_201608BG6C8F1jpg/Foto/BG6C8F1.jpg

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Entrevista: “Luchamos por una educación emancipadora desde y en la diversidad»

Entrevista a David Aruquipa, de la Campaña Boliviana por el Derecho a la Educación (CBDE), quien comparte sus miradas sobre la educación popular, la calidad educativa y el buen vivir

En diálogo con el artículo «Educación Popular, calidad educativa y buen vivir», de Benito Fernández, David Aruquipa, de la Campaña Boliviana por el Derecho a la Educación (CBDE), nos comparte sus miradas sobre estos temas, con énfasis en el contexto de Bolivia, país que ha adoptado los conceptos de buen vivir, interculturalidad y relación armónica entre pueblos y naturaleza como un modelo de desarrollo.

¿Qué es para ti una educación para el buen vivir? ¿Por qué?

David Aruquipa – En Bolivia hemos trabajado bastante este tema porque experimentamos un proceso intenso al respecto. Incluso antes de consolidarse el gobierno de Evo Morales, ya atribuíamos al paradigma del vivir bien un carácter filosófico que reconoce el diálogo constante entre el hombre y la naturaleza, pues todos tenemos vida y debemos aprender a vivir en armonía y a reconocer a las formas de vida distintas de la nuestra. En este contexto, la educación para el buen vivir es para mí esta forma de aprendizaje sobre cómo vivir y convivir con el otro, con el distinto. Es aprender a dialogar con la naturaleza. En ese sentido, en la construcción filosófica que se ha realizado para el buen vivir, se prevé el reconocimiento de los pueblos indígenas, de los saberes ancestrales y de nuestra memoria histórica, caminando en el presente a partir del aprendizaje con el pasado, de manera a entender y a vivir un futuro posible.

En ese sentido y en ese aprendizaje, el buen vivir nos plantea el relacionamiento armónico entre seres y comunidades distintos, lo que implica el uso de las palabras intraculturalidad e interculturalidad, las cuales refieren a conocernos entre nosotros, y a después dialogar con pueblos distintos, respetando sus propias características, para luego reconocernos y complementarnos. Ese pensamiento filosófico, cultural e identitario se traduce en una educación que pueda enseñarnos, y por la cual podamos aprender a vivir esa forma de relacionamiento y esos valores. Por eso es muy importante la ley Avelino Siñani e Elizando Pérez (actual Ley de Educación de Bolivia), que es nuestro marco de referencia y plantea que debemos contribuir con la convivencia armónica y equilibrada de los seres humanos con la madre tierra frente a aquellos que quieren hacerle daño, respetando y recuperando las distintas cosmovisiones de nuestras culturas.

¿Qué elementos consideras que debe tener una educación emancipadora? ¿Por qué?

Aruquipa – Hablando desde Bolivia, donde tenemos 37 pueblos y naciones indígenas, además de las culturas urbanas, entiendo la educación emancipadora como una educación que no debe ser vista como un cuerpo homogéneo, estandarizado y pesado. Cada una de esas 37 culturas, y más las culturas urbanas, tienen sus formas diversas de entenderse y construirse, dialogar y vivir en sus comunidades. Creo que esa educación debe responder a dinámicas y construcciones identitarias diversas. Luchamos por una educación emancipadora teniendo en cuenta esa diversidad y la necesidad de exigir la descolonización y despatriarcalización de los espacios educativos. Pues, hay instituciones que aún refuerzan la idea de que entendamos la vida y la cultura de una manera única, pero creemos que hay que despojarse y descolonizarse de este pensamiento. Debemos nos preguntar cómo nos despojamos de todos estos instrumentos de opresión y homogeneización cultural que nos han hecho daño. En este escenario, realizar una educación emancipadora es tener en cuenta que nuestras relaciones sociales, productivas, identitarias y de sexualidad son diversas.

La educación popular debe atender a sujetos con identidades culturales, subjetividades y perspectivas diversas, como las de mujeres, indígenas, comunidades rurales, jóvenes en situación de retraso escolar, etc. ¿En tu mirada, cómo debe desarrollarse una educación popular que abarque y respete toda esa diversidad, con énfasis en las poblaciones más marginadas y vulneradas?

Aruquipa – Como se plantea en el artículo de Benito Fernández, a partir de la educación popular se puede dar voz a sujetos distintos, garantizando que todas y todos tengan sus propias experiencias de vida y el derecho a sus propios territorios, sean hombres, mujeres, niñas, niños, jóvenes, ancianas/os, o comunidad LGBT, entre otros grupos marginados. Es también una responsabilidad de la educación popular enseñar y estimular la convivencia armónica e interdependiente entre los distintos sujetos, con miras a generar esa posibilidad de diálogo. El modelo educativo emancipador no es neutro y no está acabado, es un espacio dinámico y constante de lucha, debates, construcción, quehacer social y político. Estamos hablando de un modelo educativo que pueda articularse desde las distintas capacidades, las experiencias del diálogo y las denuncias de injusticias desde las poblaciones vulneradas. La educación popular y emancipadora debe posibilitar esas formas de libre cuestionamiento, impulsando un proceso que rompa la hegemonía social y cultural, así como el conocimiento hegemónico que nos ha sido impuesto y que ha impedido el desarrollo de distintos conocimientos, construcciones y procesos pedagógicos que podrían aportar a la democratización del conocimiento. Veo la educación emancipadora desde esas formas sociales de construcción colectiva de conocimiento y proyectos de vida que nos permitan vivir y convivir en el respeto y la diversidad.

¿Cuál es la importancia de la no discriminación, la convivencia pacífica y el respeto a la diversidad de género, especialmente en lo que toca a la comunidad LGBT, para que se pueda realizar una educación emancipadora y garante de derechos para todas las personas?

Aruquipa – Hay siempre el peligro de transponer una ideología hegemónica colonialista a otra mirada única y hegemónica que sea indígena. Tenemos que estar constantemente preocupados con esa posibilidad, especialmente porque algunas cosmovisiones indígenas presentan tensiones respecto al tema de la equidad de género y de la no discriminación contra la comunidad LGBT, debido a que sus miradas se construyen bajo la relación binaria de hombre y mujer, masculino y femenino. En este contexto, si en el nuevo pensamiento indígena no se incluye a la diversidad sexual y de género, volveremos a caer en sistemas de discriminación y exclusión al otro. Creo que al hablar de una educación emancipadora, estamos hablando de la posibilidad de liberación y descolonización, estamos hablando de la libertad de cada una/uno para vivir según sus propias formas de sexualidad. En ese tema, me gustaría subrayar la importancia del arte, pues nos han impuesto que nuestros cuerpos deben construirse y dialogar de una sola manera, y la descolonización del cuerpo desde el arte nos permite romper con esa mirada hegemónica, y más bien darle a nuestros cuerpos posibilidades de libertad y creatividad. Al hablar de la no discriminación, de la convivencia pacífica y la igualdad de género, específicamente en lo que toca a la comunidad LGBT, hay que tener cuidado con el riesgo de plantear pensamientos únicos que pueden convertirse en hegemónicos y que no permitan la creatividad y el diálogo entre personas y comunidades distintas. La sexualidad y la identidad de género son partes integrantes de las culturas, y por ende se tiene que dialogar también desde ese ámbito.

A su vez, como plantea la UNESCO, es urgente abordar la violencia por homofobia y transfobia en la educación, pues los índices cotidianos de violencia escolar por orientación sexual e identidad de género son evidentes. En todo el mundo, cerca del 80% de la comunidad LGBT ha sufrido violencia en el sistema educativo y, en el caso de las personas trans, casi el 50% deja el sistema educativo por haber sufrido discriminación o violencia por su identidad de género. Esos datos son alarmantes. En Bolivia, recientemente se ha aprobado la Ley de Igualdad de Género, que busca responder a ese proceso histórico de exclusión de las personas transexuales y transgénero, las cuales son discriminadas y segregadas tanto en sus familias, como en el sistema educativo y en el sistema laboral. Casi el 95% de la población trans en nuestro país ejerce la prostitución o el trabajo sexual porque no tiene alternativa. Se puede decir que la prostitución es una forma de opresión y exclusión, y que la opresión del cuerpo se ha ido naturalizando especialmente hacia las mujeres trans, que en su mayoría no han logrado ni siquiera terminar la educación primaria. En este escenario, debemos seguir trabajando y aunando esfuerzos para disminuir estas brechas de acceso a derechos de la población LGBT, y también para superar y prevenir la violencia contra mujeres y personas con identidad de género y orientación sexual diversas, lo que nos impone el sistema patriarcal y machista presente en nuestras escuelas y sociedades.

Hemos observado el crecimiento de políticas regresivas en nuestra región, como por ejemplo en Brasil, donde en más de diez estados, se han adoptado planes de educación que no hacen referencia a la cuestión de género. ¿Cuál es tu opinión sobre este escenario y qué desafíos este panorama representa para la sociedad civil organizada que defiende el derecho a la educación y la igualdad de género?

Aruquipa – Creo que hay una tendencia mundial a retrocesos y a postergar los asuntos relacionados a los derechos humanos como resultado de la actual crisis del capitalismo. Obviamente hay países que están discutiendo y generando estrategias y políticas inclusivas y construidas en base a los derechos humanos, pero de otra parte, hay una fuerte presión por el crecimiento económico de los Estados, desde una mirada desarrollista y extractivista. Desde esa perspectiva, la inversión pública en los derechos humanos y en el enfrentamiento de la discriminación y la violencia de género es una inversión al vacío. En ese contexto, es muy relevante el activismo político por los derechos humanos que muchas de nuestras organizaciones sociales venimos impulsando. Debemos continuar dándole seguimiento a las políticas públicas, resistiendo a los planes y políticas que representen retrocesos en las conquistas históricas de la sociedad civil. La legislación de nuestros países no puede estar ajena al tema de la identidad de género, y la educación no puede estar ajena al tema de la madre tierra y a la pobreza. En ese sentido, debemos fortalecer el diálogo y la articulación entre distintos sectores sociales, con miras a darle seguimiento al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030, desde una mirada integral y que relacione el objetivo de educación de esta agenda con otros objetivos y temas. Apenas el trabajo conjunto entre colectivos de mujeres y feministas, grupos que defienden la diversidad sexual y de género, ambientalistas, entre otros, podrá hacer frente a esos retrocesos y amenazas a los derechos humanos.

¿De qué manera, en tu mirada, se deben diseñar mecanismos de evaluación educativa que promuevan y garanticen una educación para el buen vivir. ¿Por qué?

Aruquipa – En Bolivia, estamos realizando este ejercicio constante de pensar mecanismos adecuados de evaluación, lo que implica en ver la calidad educativa de acuerdo al modelo de educación y desarrollo que plantea un país. En ese sentido nuestra orientación ha enfocado un desarrollo y una educación para el vivir bien, por lo menos a nivel legal, discursivo y político, de acuerdo a nuestra Ley de Educación, la cual está fundamentada en la filosofía que plantea una educación comunitaria, social, para la productividad y para la vida. Debemos tener en cuenta esos elementos en el momento de diseñar y discutir mecanismos de evaluación educativa. Es un reto evaluar los valores subjetivos y cualitativos que se plantean en una educación para el buen vivir, pero los mismos deben estar presentes en el debate sobre la calidad. En una educación para el buen vivir, los aspectos de la vida, el desarrollo y la enseñanza están ligados a nuestras labores educativas cotidianas, que involucran a las familias y comunidades. Este contexto conlleva desafíos, ya que uno no sabe exactamente cuál es la frontera entre el sistema educativo y la sociedad. Así se complejizan los mecanismos de evaluación, pero creo que es un reto importante poder trabajar desde esa mirada en nuestro país.

Es también importante destacar que la elaboración de mecanismos de evaluación que respondan a una educación para el buen vivir es un proceso de construcción constante, que implica un trabajo directo con la sociedad civil y con todas las experiencias que hemos ido acumulando en términos de propuestas de mecanismos e indicadores de evaluación de la calidad educativa, respecto a ese modelo socio comunitario y colectivo que se ha adoptado en ese país.

 Fuente: http://www.debatebuenaeducacion.org/index.php/entrevistas/43-entrevista-luchamos-por-una-educacion-emancipadora-en-la-diversidad-y-desde-la-descolonizacion-y-despatriarcalizacion-de-los-espacios-educativos
Imagen: http://www.debatebuenaeducacion.org/images/educacionsinfronteras_2.jpg
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Entrevista: Las evidentes cicatrices de golpes “ocultos”

El maltrato infantil afecta a un inimaginable número de niños globalmente, aunque mu­chas veces ocurre en los espacios más íntimos de la sociedad, lo cual dificulta su diagnóstico, plantea un estudio publicado en el portal de Prevención de Maltrato Infantil de la Red de Salud de Cuba, Infomed y que trae al debate un tema que la mayoría de los expertos considera ha sido invisibilizado.

Implica cualquier acción u omisión no accidental en el trato hacia un menor de 18 años, por parte de padres o cuidadores, que le ocasiona daño físico o psicológico y que amenaza su posterior desarrollo, definían en entrevista realizada por Granma las pediatras Francisca Cruz, coordinadora del Programa Nacional de Atención Integral a la Adolescencia del Pro­gra­ma Materno Infantil del Ministerio de Salud Pública, y la doctora Silvia León, del hospital pediátrico Juan Manuel Márquez.

Manifestaban las expertas que el tipo de maltrato más frecuente en las edades más tempranas es la negligencia o el abandono físico y en la adolescencia, el maltrato emocional a través de palabras, gestos, apatía e imposición de criterios. “En estos menores, generalmente se observan patrones de baja autoestima, incapacidad para confiar en otros, conducta agresiva, retraimiento, miedo de realizar actividades nue­vas, problemas escolares, hiperactividad, in­somnio, abuso de drogas o de alcohol y tendencia a interrupciones en su estabilidad vi­vencial, su sentido de comunidad y estructura familiar”.

Asimismo, planteaba la doctora Cruz “muchos estudios demuestran que cuando al­guien es maltratado o abusado durante la ni­ñez, existen grandes posibilidades de que sea violento en la adolescencia o adultez o que tenga tendencia a la depresión, padecer de trastornos psicosomáticos, psiquiátricos y psicopatológicos. Hay per­sonas que son capaces de sobreponerse a la adversidad y resultan fortalecidos, pero hay otras que no”.

Del maltrato infantil, que con diferentes ca­ras se muestra en los escenarios sociales, y enmascarado puede llegar incluso a los hospitales, nos alerta en buena medida la encuesta de Indicadores Múltiples por Conglomerados, MICS, 2014, que aplicó la Dirección Nacional de Registros Médicos y Estadísticas de Salud, junto al Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

Precisamente al indagar en el ámbito familiar (9 958 hogares) —que tanta responsabilidad tiene en la educación de los menores—, sobre los métodos que los adultos del hogar usaron para disciplinar, durante el mes anterior a la aplicación de la encuesta, a un niño y niña seleccionada, MICS nos convoca a reflexionar.

Coinciden sus resultados con otras investigaciones, que dan cuenta de que en nuestro país, a pesar del amplio trabajo social e institucional, aún subsisten en la familia maltrato físico y psicológico, los cuales no por ser menos frecuentes y graves, dejan de constituir un problema. A ello se suma la reproducción de es­quemas culturales, donde tradiciones y reglas familiares lo ocultan, encubren y lo justifican, aspecto muy a tener presente a la hora de intervenir sobre el fenómeno.

La Convención sobre los derechos del niño reconoce que “para el pleno y armonioso desa­rrollo de su personalidad, el niño debe crecer en el seno de la familia, en un ambiente de felicidad, amor y comprensión”, lo que presupone la atención y protección por parte de sus padres. De ahí que MICS, 2014, advierta que “enseñar a los niños y niñas a tener autocontrol y un comportamiento aceptable, forma parte del modo de disciplinarlos en todas las culturas”, aunque en algunas de ellas, y en otros tiempos, la violencia fue considerada como una vía idónea para lograrlo.

“Educar a los hijos/as de manera positiva implica orientarlos para que aprendan a manejar sus emociones o conflictos, de modo que desarrollen el juicio y la responsabilidad y preserven su autoestima, integridad física y psicológica, y dignidad. Sin embargo, con frecuencia se educa a niños y niñas con métodos punitivos, en los que se emplea la fuerza física o la intimidación verbal para lograr las conductas deseadas”, refiere la encuesta.

Según los estudios sobre el tema —citados en MICS, 2014— la exposición de los niños y niñas a la disciplina violenta tiene consecuencias perjudiciales que van desde los impactos inmediatos hasta los daños a largo plazo que se llevan a la vida adulta. “La violencia dificulta el desarrollo, las capacidades de aprendizaje y el rendimiento escolar de los niños/as; inhibe las relaciones positivas, causa baja autoestima, angustia emocional y depresión y puede conducir incluso algunas veces a riesgos y autolesiones”.

De acuerdo con los resultados de las entrevistas, en Cuba, el 36 % de los niños y niñas de uno a 14 años encuestados fueron sometidos al menos a una forma de castigo psicológico o físico por miembros del hogar durante el mes anterior. Los niños y niñas de cinco a nueve años fueron los más sometidos a métodos violentos de disciplina (40 %).

Asimismo, la encuesta reflejó que poco más de una tercera parte de los hogares emplea una combinación de prácticas disciplinarias violentas, lo cual refleja que los cuidadores desean controlar la conducta de los infantes de cualquier forma. Mientras que el 21 % de los niños y niñas fueron sometidos a agresión psi­coló­gica, aproximadamente el 28 % tuvo un castigo físico.

Solo uno de cada tres niños y niñas de Cu­ba, el 37 %, experimentan prácticas de disciplina no violentas.

Los hogares donde el jefe tiene un menor nivel educacional presentan porcentajes más elevados de disciplina física, mientras que los menores que residen en la región central y oriental fueron sometidos a violencia física en mayor proporción que el resto de las regiones (37 % y 31 % respectivamente).

Aun cuando los métodos violentos son formas disciplinarias bastante comunes, solo el 4 % de los encuestados cree que el castigo físico es necesario para educar a los hijos/as. La región occidental es la que refleja mayor porcentaje de personas que justifican el castigo físico (6 %), así como las personas del área rural y los encuestados de 25 a 39 años (7 %).

Cifras que denotan, quizá, la baja percepción de riesgo existente en la población en relación con esos fenómenos “ocultos” como es la violencia que se ejerce sobre niños y niñas.

Fuente: http://www.granma.cu/todo-salud/2016-08-07/las-evidentes-cicatrices-de-golpes-ocultos-07-08-2016-22-08-44

Imagen: http://www.granma.cu/file/img/2016/08/medium/f0065469.jpg

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James Heckman, Premio Nobel de Economía en el año 2.000: «Invertir en educación infantil es más rentable que el gasto social o en infraestructuras»

Entrevista/9 de agosto de 2016/ Fuente: ibercampus

«Invertir en las aptitudes socioculturales del niño -tales como tenacidad, motivación y confianza en sí mismo- genera más beneficio económico y social que el gasto en programas sociales o en infraestructura». Así lo declara James Heckman, ganador del Premio Nobel de Economía 2.000 y profesor en la Universidad de Chicago, donde dirige el Centro de Evaluación de Programas Sociales de la Harris School, en una entrevista con representantes de la UNESCO sobre atención y educación Infantil.

1. La primera de las tres preguntas de UNESCO es: ¿Podría resumir en pocas palabras los principales argumentos y las conclusiones fundamentales de la investigación acerca de la importancia de la inversión en atención y educación de la primera infancia (AEPI) para la productividad y el crecimiento económico?

  • Cuáles son los argumentos más sólidos en pro de la idea de que la AEPI es una buena inversión:

Las familias condicionan mucho los resultados que los niños alcanzarán al llegar a la edad adulta. El azar de nacer en una determinada familia constituye ya una fuente importante de desigualdad. Las investigaciones más recientes indican que en la sociedad estadounidense alrededor de la mitad de la desigualdad que se registra en el total de ingresos percibidos durante toda la vida se debe a factores que operan antes de que la persona alcance la mayoría de edad. Quizá en Europa Occidental esa cifra sea igual, o incluso superior, ya que allí el mercado laboral es menos desigual. En comparación con lo que ocurría hace 50 años, hay una proporción mayor de niños estadounidenses que nacen en familias desfavorecidas, que invierten menos dinero en sus hijos que las familias más acaudaladas. En Europa Occidental, el creciente número de inmigrantes no integrados genera tendencias similares. Muchos problemas económicos y sociales de gran importancia, como la delincuencia, el embarazo de las adolescentes, el abandono escolar y las condiciones sanitarias negativas guardan relación con los bajos niveles de competencias y aptitudes en la sociedad.

  • La diferencia de capacidades comienza en una edad muy temprana:

La diferencia de capacidades entre los niños desfavorecidos y los de familias acomodadas se amplía desde la primera infancia. El contexto familiar de los párvulos es un factor que permite predecir sus futuras capacidades cognitivas y socioemotivas, así como una amplia gama de resultados en materia de delincuencia y salud. Los datos experimentales relativos a los efectos benéficos que ejercen las medidas que se aplican en los primeros años de vida a los niños de familias desfavorecidas son coherentes con un gran volumen de estadísticas empíricas que demuestran cómo la falta de apoyo familiar perjudica los resultados posteriores del niño.

Si la sociedad es capaz de intervenir en una edad temprana, puede mejorar la capacidad cognitiva y socioemocional, así como la salud de los niños desfavorecidos. La intervención temprana fomenta la escolaridad, reduce la delincuencia, promueve la productividad de la fuerza laboral y disminuye el número de embarazos entre las adolescentes. Se considera que esas medidas presentan una relación costo/eficiencia muy beneficiosa y constituyen una inversión altamente productiva. La atención a la primera infancia es aun más importante en los periodos críticos y delicados del desarrollo de diversas capacidades.

Los investigadores lo han demostrado mediante el estudio tanto de los seres humanos como de los animales. Por mi parte, junto con otros autores, he puesto de relieve cómo los primeros años de la vida de un niño son decisivos para la génesis de las aptitudes cognitivas, mientras que la adolescencia es una etapa importante para la génesis de aptitudes no cognitivas. Los remedios que se aplican tardíamente para compensar la desventaja inicial suelen ser costosos e ineficaces. Desde el punto de vista de la economía, es mucho más eficaz prevenir los problemas humanos que tratar luego de remediarlos.

  • Las medidas que se aplican en los primeros años producen más dividendos que las intervenciones posteriores:

Tal como están configurados hoy los programas sociales, las medidas que se aplican a los niños desfavorecidos durante los primeros años de vida ofrecen dividendos económicos muy superiores a las intervenciones posteriores, tales como la reducción del número de alumnos por maestro, la capacitación laboral pagada por el gobierno, los programas de reeducación de reclusos, los planes de alfabetización de adultos, las matrículas subsidiadas o los gastos dedicados a la policía. El rendimiento de esa inversión es muy superior al que en Europa generan los programas más dinámicos destinados a la fuerza laboral.

La formación que se obtiene a lo largo del ciclo vital es dinámica, por su misma naturaleza. Las competencias generan competencias y la motivación produce motivación. Unas y otras se refuerzan mutuamente. Si un niño carece de motivación para aprender y emprender desde los primeros años, es muy probable que cuando llegue a la edad adulto fracase en la vida social y económica. Mientras más tarde la sociedad en intervenir en el ciclo vital de un niño desfavorecido, más costoso será luego remediar esa desventaja. Es preciso replantear a fondo las políticas con el fin de aprovechar los conocimientos acerca de la importancia de los años iniciales de la vida en la génesis de la desigualdad y la creación de competencias para el mercado laboral.

  • La importancia de los factores no cognitivos y del contexto para los buenos resultados:

Se sabe que la capacidad intelectual es un factor que condiciona poderosamente la obtención de buenos resultados socioeconómicos. Pero la aptitud cognitiva no determina por sí sola el éxito y ni siquiera es el factor decisivo en la materia. Hay otros rasgos de carácter de índole socioemocional o no cognitiva, tales como la personalidad, la salud, el equilibrio mental, la tenacidad, las preferencias en materia de horario, el temor al riesgo, la autoestima, el dominio de sí mismo, el gusto por el ocio, la meticulosidad y la motivación, que constituyen indicios poderosos del éxito socioeconómico futuro y que pueden influir en los resultados de la vida adulta por lo menos tanto como la capacidad cognitiva.

Además, las investigaciones recientes indican que habrá que modificar considerablemente la creencia tradicional en la importancia del cociente de inteligencia (IQ). El análisis que figura en un libro que suele citarse a menudo -The Bell Curve- le atribuye una función esencial a la genética en la explicación del origen de las diferencias en las capacidades cognitivas del ser humano y le asigna a dichas capacidades cognitivas un papel decisivo en los resultados que se obtienen en la vida adulta. Si la capacidad cognitiva está condicionada por la genética y además es la fuerza fundamental que determina los resultados en la edad adulta, la política gubernamental hacia los grupos de población desfavorecidos tendría que limitarse a la transferencia de fondos para los menos dotados.

Pero los experimentos consistentes en enriquecer el contexto de la primera infancia de los niños desfavorecidos ofrecen poderosos argumentos contra el determinismo genético. Las investigaciones recientes demuestran la potencia de las capacidades socioemocionales y la importante función del contexto y las medidas externas en la creación de capacidades. El campo de la epigenética demuestra de qué manera la expresión de un gen está sujeta a la influencia del medio ambiente y cómo los efectos medioambientales sobre la expresión de dicho gen pueden llegar a ser hereditarios.

Al examinar las políticas destinadas a fomentar las aptitudes y competencias, la sociedad debería reconocer la multiplicidad de las capacidades humanas. En la actualidad, las políticas públicas vigentes en Estados Unidos y muchos otros países se centran en la promoción y la medida de la capacidad cognitiva mediante la evaluación del IQ y las pruebas de rendimiento. La insistencia en ese tipo de evaluaciones desdeña la importancia de los factores no cognitivos que fomentan el éxito en la escuela y en la vida.

2. Aunque la mayor parte de su investigación se ha basado en la experiencia de la sociedad norteamericana, ¿podría citar ejemplos de países de otras regiones que demuestren los nexos entre la AEPI, la formación de capital humano y el desarrollo económico?

Es posible citar algunos estudios realizados en Europa. Un estudio muy conocido, que se llevó a cabo en los orfanatos de Rumania, el programa «Sure Start» del Reino Unido, y el titulado «Preparing Future Life» que se aplicó en Irlanda, son ejemplos de estudios experimentales. También cabe mencionar las investigaciones que han utilizado datos no empíricos en Europa, tales como el German Socio-Economic Panel (GSEOP) y el estudio demográfico British Cohort Study (BCS). Todos esos trabajos ofrecen conclusiones análogas.

3. Una preocupación importante en casi todos los países es la brecha que separa a los niños que disfrutan de buena alimentación, salud y seguridad, estímulos cognitivos y una interacción con adultos atentos, de los otros niños que carecen de todo eso.

  • ¿Qué datos demuestran la capacidad niveladora de la AEPI y qué pueden hacer los gobiernos para fomentar la igualdad?

No se trata simplemente del nivel de ingreso de los padres. Lo más importante es la calidad del contexto inicial que los niños encuentran cuando vienen al mundo. Entre los grupos socioeconómicos existen diferencias sustanciales en cuanto al contexto familiar y los gastos destinados al cuidado y la educación de los pequeños. Las investigaciones recientes han puesto de manifiesto las considerables diferencias de contexto familiar y gasto existentes entre los niños desfavorecidos y los de familia acomodada.

Esas diferencias, que atañen a los estímulos cognitivos, el afecto, los castigos y los gastos que los padres destinan a los hijos, se amplían desde muy temprano. Los matrimonios estables invierten mucho más en sus hijos que las familias monoparentales, aunque el mecanismo exacto que determina este fenómeno todavía no se ha dilucidado completamente.

Entre los diversos grupos socioeconómicos hay diferencias sustanciales en materia de estímulos cognitivos y afectivos en lo primeros años y esas diferencias persisten a lo largo de la infancia. El contexto familiar de muchos niños está empeorando en el mundo entero. En muchos otros países, se está ampliando la brecha entre los acaudalados y los desfavorecidos, en lo tocante a la calidad de la vida familiar que rodea al párvulo. Quienes nacen en esos contextos desfavorecidos reciben relativamente menos estímulos y recursos para su desarrollo que los niños de las familias más acomodadas. Este fenómeno genera desigualdad dentro de cada generación y entre las generaciones sucesivas. Las políticas destinadas a completar los recursos que se destinan al cuidado y la educación de los menores en las familias desfavorecidas contribuirán a reducir la desigualdad y a fomentar la productividad. En la primera infancia la igualdad no va en detrimento de la eficacia y esa es una característica singular de las medidas en este ámbito.

A menudo los economistas debaten acerca de la proporcionalidad inversa entre la igualdad y la eficacia. Una política que mejora la eficacia suele fomentar la desigualdad (por ejemplo, una reducción de los impuestos sobre los dividendos del capital). En las políticas relativas a los adolescentes y los adultos jóvenes, hay un grado importante de proporcionalidad inversa entre la igualdad y la eficacia, en cuanto a las medidas destinadas a ayudar a los menos competentes, en particular las que tienen por objeto el fomento de la capacidad cognitiva.

Esta situación se debe a la complementariedad dinámica o sinergia existente en el proceso de formación de las competencias humanas. Las intervenciones correctivas para los adolescentes menos adelantados que no han recibido una base sólida de conocimientos suelen ir en detrimento de la eficacia. Son difíciles de justificar con argumentos económicos y por lo general ofrecen una rentabilidad muy baja. Pero las medidas que se aplican en la primera infancia son de otra índole. Si la inversión que se hace en los primeros años se prolonga con experiencias didácticas de alta calidad, esa inversión inicial promueve la eficacia económica y reduce la desigualdad, al mismo tiempo. No hay proporcionalidad inversa en el caso de las medidas que se aplican a los párvulos desfavorecidos. Ese es un rasgo singular de los programas destinados a ayudar a la primera infancia.

Fuente: http://www.ibercampus.es/invertir-en-educacion-infantil-es-mas-rentable-que-el-gasto-social-33523.htm

Imagen: http://www.mastersineducationonline.net/oem/assets/iStock_000024579633_Small.jpg

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La escuela tradicional está colapsando, entrevista a Noemi Paymal, antropóloga

Por:  Juan Pundik

La nueva generación de niños inquietos que llenan los colegios de todo el mundo necesita una escuela en las antípodas de la tradicional. O, lo que es lo mismo, una institución que no confunda chicos movedizos con hiperactivos o con déficit de atención, que motive a los alumnos, que no los aburra ni los disperse. Una escuela vital, «biointegral» que base las técnicas de enseñanza en las emociones sin descuidar el intelecto. A grandes rasgos, ese es el planteo de Noemí Paymal, antropóloga francesa que trabaja hace años en América latina.

La especialista en educación alternativa y directora del Centro de Investigación Pedagógica 3000 La Paz, en Bolivia, asegura que existen herramientas muy sencillas y efectivas para tratar con los chicos del «tercer milenio». Habla de una pedagogía holística que entienda y atienda las necesidades de los niños y jóvenes de hoy.

-Los docentes suelen decir que no tienen herramientas para incluir a los chicos hiperactivos. ¿Qué pueden hacer?

-Las investigaciones demuestran que el 80 por ciento de los niños de ahora han cambiado su manera de aprender, su nivel afectivo, su interés emocional; su hemisferio derecho es más rápido, puede hacer varias cosas a la vez, es autodidacta y tiene intereses múltiples. Hay muchas herramientas desde lo físico, lo intuitivo, lo emocional, lo multicultural, lo ecológico, lo ético.

Hay muchas herramientas pedagógicas hoy en día, que apuntan a desarrollar varios ámbitos del ser humano, desde lo físico hasta lo intuitivo, lo emocional, lo multicultural, lo ecológico, lo ético

¿Vale para todos los niños?

– El 80 por ciento de los niños de ahora es así. No son hiperactivos sino que tienen necesidad de moverse, tienen intereses múltiples. Necesitan jugar casi todo el tiempo hasta los 10 años. El niño de hoy no es lineal, es holístico, ve todo a la vez. Si no se usa el hemisferio derecho se atrofia y después se llega a una sociedad intelectual como la nuestra, que no está equilibrada.

– ¿Estas características son iguales en todo el mundo?

– Es igual en los 15 países que hemos investigado. Como antropólogos estamos planteando un cambio de la humanidad en su conjunto, el cambio es muy rápido. Se ha dado en 40 años, que es nada en relación a la evolución de la humanidad.

– ¿Cómo se han adaptado las escuelas a este cambio tan vertiginoso?

-No se han adaptado. No le echo la culpa a ningún profesor o sistema porque fue más rápido que la capacidad de manejar el asunto. Antes los cambios eran lentos, había leves diferencias entre generaciones. Ahora son tan veloces que el niño rebasó al papá y a los profesores. A esta rapidez hay que reconocerla y atenderla.

– ¿Qué genera la falta de adaptación?

-Que los niños la pasan mal, de allí las altas tasas de suicidio en adolescente y depresión infantil en el mundo. Lo pasa mal también el profesor porque no tiene herramientas, porque en su época no era así. Y lo pasan mal los papás. Bueno, sufre toda la sociedad.

– ¿Qué herramientas pedagógicas se pueden usar?

Herramientas cognitivas, y también herramientas emocionales, biointeligentes o biolúdicas, las «intuitivas» y las herramientas que trabajan en la conexión mente-corazón.

– Claro que vamos a seguir enseñando con herramientas cognitivas, pero lúdicas y con desafíos. El niño va a hacer su proceso hasta que encuentre la solución. Un buen profesor no debe dar la solución, tiene que esperar que el niño la encuentre. Otra herramienta es la emocional. Siempre hay que trabajar la autoestima, reconocer sus sentimientos y los del otro. Esto previene los problemas de violencia. Hay herramientas biointeligentes o biolúdicas con las que se trabajan todos los aspectos del ser humano. No hay que concentrarse tanto en lo intelectual y no importan las notas. Están también las herramientas sensibles e intuitivas, con las que el niño puede hacer juegos para sentir la energía. Los niños son muy sensibles a pesar de que son inquietos y tercos, lo que suele ser una fachada para protegerse de una suma sensibilidad. En las investigaciones que hicimos, el 80 por ciento de esos niños tienen hiperestesía, una sobreactivación de todos los sentidos físicos. Si uno grita, él lo siente más fuerte. Su vista es más aguda. Las herramientas biointeligentes funcionan por sí solas (tejer, cocinar, huerta). Hay también herramientas que trabajan en la conexión mente-corazón donde se afianza la fuerza personal.

-¿Por qué se cree que los chicos de hoy son como son?

-La lógica habla de medios más estimulantes en los medios de comunicación, del bombardeo de información desde el nacimiento. Vienen tecnológicamente más avanzados, pero también emocionalmente muy maduros, con una percepción precoz y una sensibilidad que no habíamos pensado.

Creíamos que al llegar la computadora tendrían una visión individualista, pero nacen con una suprasensibilidad, una percepción alta, lo que nos da mucho aliento. Los niños son una manifestación de este cambio masivo. Y porque es masivo, la escuela está colapsando.

– ¿Cuánto potencial se desperdicia cuando no hay estímulo necesario?

– Más de la mitad (por decir alguna cifra). El coeficiente emocional es más importante que el intelectual. Si un niño no está atendido en su parte afectiva retiene sólo el 20 por ciento de los datos de la clase. Casi no vale la pena enseñar.

– ¿La educación alternativa se aplica en grupos pequeños?

– Lo ideal es tener grupos de ocho a once niños y dos adultos. Si no se puede, el profesor puede dividir la clase en varios grupos, hacer islas con las mesas y que trabajen en grupo. Me gustaría ver papás que ayuden por turno, para ofrecerse de asistentes. Hay que pensar que es un reto al que hay que darle solución ya. Buscar herramientas en que el niño pueda canalizar su tremenda energía y creatividad.

– Un sistema así es muy difícil de instrumentar masivamente. ¿Hay otra alternativa?

– Si, por ejemplo realizar actividades extraescolares. Basta que una vez a la semana, el niño o el joven tenga un lugar «seguro emocionalmente» donde pueda hacer su proceso personal, recuperar su autoestima, «conectarse». O dar técnicas antiestrés a los profesores y a los papás, porque si ellos están bien, los niños van a estar bien en clase.

– ¿Cuáles son los resultados desde lo académico?

-El niño atendido en todos los niveles de desarrollo tendrá conocimientos pero, además, será equilibrado como ciudadano, como ser humano.

FILIUM (Asociación para la prevención del maltrato al niño)

Ecoportal.net

Pedagooogía 3000, Noemi Paymal

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