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Entrevista a Rita Segato: La pedagogía de la crueldad

Fuente Pagina 12 Argentina/ 6 de junio de 2016

La antropóloga argentina Rita Segato es una de las voces más lúcidas e inquietas a la hora de pensar y ubicar políticamente la violencia contra las mujeres que ahora mismo conmueve y moviliza a la sociedad, cruzando por fin la barrera de aislamiento en el que suelen tratarse estos temas. Para Segato, no se puede pensar esta violencia por fuera de las estructuras económicas capitalistas “de rapiña”, que necesitan de la falta de empatía entre las personas –de una pedagogía de la crueldad– para sostener su poder. El cuerpo de las mujeres es el soporte privilegiado para escribir y emitir este mensaje violento y aleccionador que cuenta con la intensificación de la violencia mediática contra ellas como “brazo ideológico de la estrategia de la crueldad”. En esta entrevista la antropóloga desafía su propio pensamiento, a la vez que lamenta estar lejos de su país de origen y no poder participar de ese hecho histórico que significa una manifestación masiva como la que se augura el próximo 3 de junio en casi todo el país para decirles “basta” a los femicidios que día a día pueblan las noticias.

Por Veronica Gago

Rita Segato, antropóloga argentina y residente hace décadas en Brasil, tiene una forma de hablar que se arremolina de ideas. Enhebra, vuelve una y otra vez. Pregunta si lo que dice “hace sentido”. No deja que la interrumpan si está en el envión de una idea. Luego escucha a fondo y hace de la pregunta un insumo de su razonamiento. Entrevistarla es un placer de la conversación. Con un zigzag propio, con enmiendas, porque lo que dice asume un riesgo: el del ritmo del pensamiento.

Esta vez se trata de hablar del tema que nos tiene a todas tomadas. La proliferación de los crímenes contra mujeres que no dejan de sucederse, replicarse, mediatizarse en nuestro país. Segato fue pionera en ponerle a esta realidad una hipótesis política. En el libro Las Estructuras Elementales de la Violencia (Prometeo 2003 y 2013) ya hablaba de la “violencia expresiva” en los crímenes de género. Formulación que la condujo a interpretar los asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez en La escritura en el cuerpo de las mujeres (Tinta Limón) como violencia que ve en el cuerpo femenino un tapiz sobre el cual escribir un mensaje. En la edición mexicana del ensayo que le da continuidad, Las Nuevas Formas de la Guerra y el Cuerpo de las Mujeres (Pez en el Arbol), escribimos en el prólogo junto a Raquel Gutiérrez Aguilar: “Hay una novedad, incluso en su repetición. La guerra toma nuevas formas, asume ropajes desconocidos. Y no es casual la metáfora textil: su principal bastidor en estos tiempos es el cuerpo femenino. Texto y territorio de una violencia que se escribe privilegiadamente ahí. Una guerra de nuevo tipo. La dificultad de comprensión, creemos, debe analizarse como un elemento estratégico de la novedad: como una verdadera dimensión contrainsurgente”. En Argentina, la realidad del femicidio exige volver sobre la idea-fuerza de Segato: ¿qué mensaje se transmite en estos crímenes que, ahora, parecen no tener límite doméstico, sino que acontecen en medio de un bar, un jardín de infantes o la calle misma? Se trata de una “pedagogía de la crueldad”, esgrime la entrevistada, indisociable de una intensificación de la “violencia mediática” contra las mujeres.

¿Cómo entender esta multiplicación de crímenes contra mujeres, cada vez más públicos?

–Creo que un primer telón de fondo que hay que aclarar es la fase actual de la explotación, que involucra un tipo de retorno al trabajo servil, semiesclavo e incluso esclavo, producido por la caída de la centralidad del salario. Esta modalidad de sujeción de personas como mercancía demanda una insensibilidad particular. Hay una idea que estoy trabajando, donde elaboro algo que empezó como una broma y ahora es serio: estaríamos hoy en tiempos de conquistualidad del poder, más que de colonialidad del poder, como propuso Aníbal Quijano en su célebre formulación. Me refiero a una nueva fase de conquista de los territorios, de rapiña de todo, sin límites legales. Una característica esencial de la conquista fue la suspensión del derecho, de los códigos de justicia de la época, por la cual la corona pasó a tener una existencia en gran medida ficcional como poder central. Hoy estamos en un momento semejante debido a la ferocidad de las apropiaciones territoriales, al desalojo de los pueblos de sus espacios de vida, realizados con una truculencia extrema. Muchas veces esa crueldad se exhibe aun más en el cuerpo de las mujeres. Es lo que pasa, por ejemplo, en los desplazamientos de poblaciones en el Pacífico colombiano.

Es tu idea de la violencia expresiva…

–El paradigma de explotación actual supone una variedad enorme de formas de desprotección de la vida humana, y esta modalidad de explotación depende de la disminución de la empatía entre personas que es el principio de la crueldad. De ahí hay sólo un paso a decir que el capital hoy depende de una pedagogía de la crueldad, de acostumbrarnos al espectáculo de la crueldad.

Efectivamente, tengo la propuesta de entender siempre la violencia como expresiva. En este caso, la violencia nos está hablando de presiones que se originan en el espacio público, en el mundo del trabajo, en la presión productivista, en la exigencia competitiva, en esa intemperie y desprotección de la vida hoy, en ese riesgo de la sobrevivencia que nos afecta a absolutamente todos los que vivimos de nuestro trabajo, y acaba interfiriendo y lesionando el espacio de la intimidad porque atraviesa y alcanza las relaciones afectivas, y finalmente hay una captura del espacio de la intimidad y de los sentimientos por el modo de explotación al que estamos sujetos. La violencia íntima en el espacio público, como está curiosamente ocurriendo hoy en la Argentina, no es otra cosa que un enunciado del carácter también público del problema íntimo, y del modo en que el estado de intemperie e indefensión frente a la agresión generalizada a la vida y a los territorios deviene y se expresa en agresión a las mujeres frente al ojo público. Es la exhibición incontestable de la unidad y naturaleza indisociable del problema, de la correlación y articulación innegable entre lo que pasa en la atmósfera de violencia y desamparo en el mundo de la reproducción material de la existencia, y lo que pasa en el mundo de los sentimientos entre las personas. Es al mismo tiempo una ejecución ejemplar –pues las ejecuciones en el ojo público tienen esa dimensión de ejemplaridad, de advertencia– y una queja, un reclamo gritado a los cuatro vientos.

¿Qué papel juega la subjetividad masculina?

–Evidentemente la masculinidad está más disponible para la crueldad porque el entrenamiento para volverse masculino obliga a desarrollar una afinidad significativa, a lo largo de la historia de la especie, entre masculinidad y guerra, entre masculinidad y crueldad, y entre masculinidad y capitalismo en esta fase rapiñadora y anómica. En este sentido, es muy importante no guetificar la cuestión de género. Esto quiere decir no considerarlo fuera de su contexto histórico, no verlo sólo como una relación entre hombres y mujeres, sino como el modo en que esas relaciones se producen en el contexto de sus circunstancias históricas. No guetificar la violencia de género también quiere decir que su carácter enigmático se esfuma y la violencia deja de ser un misterio cuando ella se ilumina desde la actualidad del mundo en que vivimos. Claro que la vemos de forma fragmentada, como casos dispersos de letalidad de las mujeres –aunque cada vez más frecuentes–, pero son epifenómenos que parten de circunstancias plenamente históricas de las relaciones sociales y con la naturaleza. En este sentido, diría que hay una extraña afinidad, o mejor dicho: una concurrencia, en el presente, entre: 1. La explotación económica característica de nuestra época con su uso abusivo del cosmos natural del que retiramos la posibilidad misma de la vida; 2. El accionar de una élite que predica y practica un proyecto económico que tiende a la concentración extrema y que tiene como horizonte el mercado global, viendo como antagonistas a los mercados locales, y 3. El moralismo de los valores de esta élite, a diferencia de los capitalistas del pasado, modernizadores y desarrollistas, que predicaban la modernización del estilo de vida y la gestión de los cuerpos.

¿Qué tipo de concurrencia?

–Que esta élite es intensamente moralista a la vez que estamos en una circunstancia de abuso y rapiña al nicho natural de toda vida, es decir, la tierra. Entonces, son tres dimensiones a la vez: las elites que conducen laeconomía, la fase del capital rapiñadora con relación a todo aquello de lo que puede extraerse riqueza bajo la ideología de la acumulación por desposesión o despojo y un moralismo feroz con relación a la sexualidad, al aborto, a los intereses de las mujeres en general.

¿Qué significa ese moralismo?

–Hay una relación a pensar entre la presión por el despojo y el moralismo en la gestión de los cuerpos. En otras épocas, las élites modernizadoras no eran moralistas, sino que más bien eran liberalizadoras respecto a las conductas. Hoy no. Junto a la no preservación del suelo nutricio de la vida, de la tierra, hay una insensibilidad para esa agresión del nicho. A esto se suma una progresiva crueldad hacia el cuerpo de las mujeres, y a los cuerpos feminizados en general. Es una totalidad que, si no la entendemos bien, no podemos atacar las bases de lo que nos hace sufrir como mujeres. Pero vinculado a esto hay que entender las presiones que sufren en el momento presente todos los sujetos que viven de su trabajo. No sólo manual, sino también intelectual. Todxs estamos sujetos a una tremenda presión, una especie de intemperie y riesgo permanente que revela que nuestras circunstancias son las de un sálvese quien pueda, ya que en cualquier momento podemos ser impugnados, desechados, vueltos prescindibles, defenestrados de nuestra posición, perseguidos, despojados. Es una indefensión generalizada. Lo social deviene un marco de peligro. Ahí funciona el discurso de las vidas precarias que no son sólo de los que consideramos vulnerables (migrantes, pobres, etc.), sino de todos y cada unx, debido a que la lógica de la productividad se vuelve más y más asfixiante en todos los campos de la vida. Pensemos en las 85 personas que concentran la mitad de la riqueza mundial: no se trata ya sólo del pecado de la desigualdad por acumulación y concentración, sino que tienen poder de vida y de muerte sobre la humanidad porque su capital compra muerte, cambia leyes, suspende derechos. La situación, en este sentido, es apocalíptica. Lo que les sucede a las mujeres no puede desvincularse de este momento apocalíptico del proyecto histórico del capital.

¿Tiene una especificidad en América latina?

–Esta intemperie de la vida con derechos suspendidos se relaciona con algo que digo que encuentro en una situación de violencia como la que acontece en Bolivia, donde sucedió un franco proceso democratizador en términos étnicos y de género. En Bolivia, a la vez que muchas de las mujeres del Parlamento son de pollera, que no abdicaron de su indigenidad, vemos que es un país de enorme letalidad para las mujeres. A pesar de que hay pocos homicidios (medidos por cien mil habitantes, como se hace en las estadísticas de los organismos internacionales), hay un gran enigma porque mientras la relación entre la totalidad de homicidios y los cometidos contra de mujeres en el mundo, en media, es de un 17 por ciento, en Bolivia esa relación supera el 50 por ciento. Algunas feministas dicen que el género masculino reacciona al avance de las mujeres en el campo del trabajo y la autoridad política. Pero en el caso de Bolivia esta tesis no se sustenta porque las mujeres siempre tuvieron una posición dominante en el mercado y respecto al dinero, y tuvieron autoridad política desde su parcialidad, el espacio doméstico, que en las sociedades comunitarias, a diferencia de las sociedades modernas, es pleno de politicidad. Por eso, el problema es el espacio que ocupan hoy en el campo del Estado y del avance del Estado sobre la comunidad, destruyendo los vínculos comunitarios y colectivistas, aun, muchas veces, en nombre de los buenos propósitos del discurso modernizador. Ahí se generan tensiones en la medida en que el frente estatal no es solamente estatal, sino estatal-empresarial y mediático, es decir, indisociable de los intereses empresariales-corporativos. Este pacto estatal-empresarial va rasgando el tejido comunitario. En esta situación de avance del frente estatal, siempre colonial, empresarial y mediático, el hombre de esa comunidad, el hombre indígena, se transforma en el colonizador dentro de casa, y el hombre de la masa urbana se convierte en el patrón dentro de casa. En otras palabras, el hombre del hogar indígena-campesino se convierte en el representante de la presión colonizadora y despojadora puertas adentro, y el hombre de las masas trabajadoras y de los empleos precarios se convierte en el agente de la presión productivista, competitiva y operadora del descarte puertas adentro.

¿Qué relación le ves con sociedades que no tienen esa trama comunitaria?

–Lo que quiero decir es que el hombre campesino-indígena a lo largo de la historia colonial de nuestro continente, así como el de las masas urbanas de trabajadores bajo la regla del capital, se ven emasculados como efecto de su subordinación a la regla del blanco, el primero, y del patrón, el segundo, y en general, como sabemos, al patrón blanco o blanqueado de nuestras costas. Y es al retornar a su nicho familiar que se redime de esta emasculación, restaurándose en la plataforma de masculinidad mediante la violencia. Ese es su mandato masculino. En el mundo de las grandes urbes, sometido a la explotación anómica del trabajo propia de estas nueva fase del capital, el hombre se transforma en el patrón del hogar, pues llega a su casa contaminado por la regla del patrón, ya que, como sabemos, el hombre es más vulnerable a la regla del poder, porque se percibe escindido entre dos lealtades: su lealtad a su familia, a su comunidad, a su gente, a sus afectos, por un lado, y su lealtad al otro hombre, el que lo domina y oprime, al que va a emular, por efecto de su mandato de masculinidad, que nos acompaña a lo largo del tiempo de la especie, y que debemos insurgir, entre todos, hombres y mujeres, con sus diversidades sexuales, porque a todos nos hace sufrir…. yo diría que en la misma medida, a pesar de diferentes formas. En el caso de la fase actual, apocalíptica, del capital, esta situación desata una violencia nueva: la frontera porosa del espacio familiar hace que el hombre lleve hasta allí la crueldad que impera en los espacios circundantes. Inclusive, cuando la atmósfera es francamente bélica, como es en los escenarios en expansión de las nuevas formas de la guerra en América latina, con la proliferación del control mafioso de la economía, lapolítica y amplios sectores de la sociedad, lo que atraviesa e interviene el ámbito de los vínculos de género es la regla violenta de la atmósfera propia del crimen organizado y las pandillas, maras, corporaciones armadas de la guerra informal, sicariatos. Es por todo esto que de forma alguna podemos abordar el problema de la violencia de género y la letalidad en aumento de las mujeres hoy como si fuera un tema separado de la intemperie de la vida con todas sus presiones. Presiones y niveles de anomia característicos de los cambios de época, pues de hecho estamos asistiendo a un tránsito entre épocas que hace que el momento actual presente características de liminaridad y suspensión de las normativas que dan previsibilidad y amparo a las gentes, dentro de una gramática compartida. Es probable que los tiempos de la conquista, como dije anteriormente, por la suspensión de prácticamente toda norma excepto la del saqueo, y la revolución industrial, por la novedad que impuso a las relaciones de trabajo, hayan expuesto a los pueblos a circunstancias semejantes.

¿Esto lo vinculás a que varios de los homicidas después se autolesionen?

–El dolor es un dolor social. No creo que las mujeres deban aislarse en su sufrimiento. Yo, como ya lo he dicho alguna vez, justamente en una entrevista que me hiciste hace ya algún tiempo, soy feminista de segunda generación. No soy una nueva conversa. El nuevo converso es siempre más dogmático, más intransigente, incapaz de ver los tonos de gris, las ambigüedades propias de la vida como ella es. Creo que el problema es de hombres y de mujeres, ambos padecen, pero resuelven de formas diferentes su padecimiento. Infelizmente, como expliqué, los hombres son más vulnerables por el mandato de emulación de la posición de poder que los somete pero cuyo patrón de conducta se convierte en su modelo de comportamiento. El hombre, entonces, es violento porque es frágil, porque es constitutivamente inseguro en su masculinidad, y porque, en nuestras costas, es decir, en el paisaje marcado por la colonialidad que habitamos y que nos constituye, es permanentemente emasculado por su condición subordinada y capturado por el modelo de masculinidad de su opresor. Es por esto que digo que el sirve de bisagra, entre los mundos del dominador y de los dominados. Su situación es de una indigencia existencial absoluta. Si a esto le sumamos el tema de la mirada rapiñadora sobre el planeta y sus criaturas (y no olvidemos la raíz común de las palabras rapiña y rape, violación en inglés), tendremos el cuadro completo de la transformación de la vida en cosa, la transformación de las personas en mercancía, en primer lugar el pasaje de las mujeres a esa condición de objeto, a su disponibilidad y desechabilidad, ya que la mímesis de los hombres con la posición de poder de sus pares y opresores encuentra en ellas las víctimas a mano para dar paso a la cadena de mandos y expropiaciones.

¿Cómo ves al feminismo frente a esta realidad?

–Creo que las mujeres nunca tuvimos más leyes, políticas públicas, discurso cívico e instituciones de apoyo que ahora. Sólo que esos derechos no pueden ser usufructuados porque el lecho en el que ellos están suscriptos presiona en sentido contrario. Entonces, o atacamos ese proyecto histórico del capital o no vamos a solucionar el problema de las mujeres. El feminismo hegemónico ha apostado todas sus fichas a la conquista de derechos. Esto muestra una fuerte influencia europea, donde la relación entre Estado y sociedad es bien distinta por razones históricas. En América latina, nuestros estados republicanos fueron creados por las élites criollas y por tanto son herederos de la modalidad de administración colonial de la cual descienden. Los llamamos estados de la misma forma que llamamos a los estados europeos, pero en Europa y en América latina esta entidad no es la misma, como consecuencia de la historia que la constituyó. Los estados europeos y los de nuestras costas ni están conformados de la misma forma ni pueden representar a la sociedad de la misma manera. La hegemonía del feminismo europeo nos convenció de hacer una apuesta casi exclusiva a las luchas en el campo estatal. Pero en América latina la lucha no pueden ser ésa, porque ya tuvimos muchas victorias en ese campo y, aún así, el Estado en nuestras sociedades tiene su foco en la protección de los bienes y no ha dado muestras de ser capaz de proteger a las personas.

¿Cuál es la estrategia?

–Las mujeres debemos sacar los pies del campo estatal. Esto no quiere decir abandonarlo, como a veces se han interpretado mis palabras. No se pueden abandonar las luchas en el campo estatal, por leyes, políticas e instituciones propias. Pero lo que quiero decir es que debemos llevar adelante otras luchas, sólo nuestras y en un campo otro, marginal con respecto a la égida del Estado, con estrategias autogestionadas de autoprotección. Necesitamos vínculos más fuertes entre mujeres, vínculos que blinden los espacios de nuestras vidas, independientemente de las leyes y las instituciones, y que rompan el modelo de la familia nuclear.

Hubo una viralización de videos de chicas que denunciaban algún tipo de violencia… ¿Cómo ves esos fenómenos?

–Creo que nosotras debemos construir nuestros propios blindajes. Volvernos agentes de nuestra propia protección por la ineficacia del Estado. Claro, los videos son un camino rizomático. Pero las estrategias no pueden tener un aspecto, un formato, una estética vanguardista. Veo negativamente toda forma de vanguardismo porque éstos se apartan de la sociedad como ella es y se constituyen en tutelas de quienes creen estar en la cresta de la onda, en general grupos o logias de illuminati, que están al tanto de lo hay que saber y hacer, pero por eso mismo acaban haciendo daño a lo que dicen defender. Es necesario que las estrategias de autodefensa proliferen pero no como prácticas vanguardistas, sino como prácticas de las rutinas, de las calles, de las casas, en la vida cotidiana de la gente tal como es. Las campañas de Twitter y Facebook son interesantes porque son formas de dispersión a través de las redes. Pero mucho más interesante es la palabra que circula boca a boca y en la calle. Uno de los problemas del feminismo es que se salió de la calle. El precio que tuvimos que pagar por institucionalizarnos, transformar lo que hacemos en carreras y en profesiones es precisamente que abandonamos el día a día y el cuerpo a cuerpo, en la calle y en los vínculos entre mujeres, que en el feminismo de los años setenta era muy fuerte y eficaz.

¿Cómo interviene la reproducción mediática en la lógica de estos hechos?

–En este contexto tenemos unos medios que colaboran con exhibir públicamente la agresión a las mujeres y al mismo tiempo afirman, declaran, y se suman al clamor de “ni una más” o “ni una menos”. ¿Cómo se entiende que los medios que rapiñan el cuerpo de las mujeres, dando lección de burla, de crueldad y de ataque a la dignidad de las mujeres, luego dicen sumarse a estas campañas? ¿Qué pretende Tinelli cuando dice esas consignas si él vive como proxeneta de los culos y las tetas de las mujeres que captura con la lente de su cámara y exhibe en su escaparate para el escarnio público? Creo que hay que desentrañar la operación: lo que hace es intentar desacoplarse. Tinelli sabe que la pedagogía de su programa televisivo enseña el ejercicio de la crueldad en los hogares y en la calle. Lo sabe, y por saberlo busca desacoplarse, escamotear, desmarcarse de su vínculo estrecho con ese sujeto que golpea y mata a una mujer. Hay una identidad común entre ese sujeto femicida y la cámara de Tinelli al explotar los cuerpos expuestos en su programa. Afinidad esta que Tinelli, cuando adhiere a la fórmula del “ni una menos”, pretende disimular. Frente a esto, pienso que la expansión de los derechos humanos siempre ha sido la expansión de la lista de nombres del sufrimiento humano, avanzar en el campo de los derechos siempre ha sido avanzar en el intento de nombrar las formas de sufrimiento y sus causales. A partir de la segunda mitad del siglo veinte hemos visto la proliferación de nombres para las modalidades de violencia contra las mujeres: violencia física, sexual, psicológica, moral, financiera y patrimonial. Todavía está por nombrarse la violencia alimentaria, ya que las mujeres comen menos y, cuando hay menos alimento en un hogar, las mujeres son las primeras que lo sienten, especialmente en el campo. También hemos nombrado el femicidio, que incluye los crímenes de la intimidad, como también los cometidos por los efectivos a mando de las mafias que operan en las nuevas formas de la guerra, y, en los países asiáticos, el desecho de las niñas. Incluyo allí, en esa categoría, también la trata y la explotación sexual porque hay mujeres en esa situación que viven en condiciones concentracionarias, o sea, en condiciones constitutivas del crimen de genocidio. Pero nos falta dar vida a un concepto fundamental en esta historia…

Te escucho…

–La fantástica herramienta del concepto de violencia mediática contra las mujeres, que ya forma parte de la ley 26.485, y que propongo aquí como categoría jurídica en el campo de los derechos humanos a la que debemos dotar de un elenco de contenidos precisos y activar con acciones concretas en la Justicia. Para que la victimización de las mujeres deje de ser un espectáculo de fin de tarde o de domingos después de misa. Para que los medios tengan que explicarnos por qué no es posible retirar a la mujer de ese lugar de víctima sacrificial, expuesta a la rapiña en su casa, en la calle, en la televisión de cada hogar, donde cada una de estas ejecuciones ejemplarizantes es reproducida hasta el hartazgo en sus detalles mórbidos por una agenda periodística que se ha vuelto ya indefendible e insostenible. Judicializar de verdad esta agenda violenta y reproductora del daño como solaz no sólo obtendrá, en algunos casos, sentencias por parte de los jueces, sino también, con su eficacia retórica, hará que la gente comience a sentir y pensar en los medios como violentos. Tenemos que trabajar para transformar la sensibilidad de las audiencias frente a la crueldad como diversión y ante los medios como objetables. Pasaríamos así a entender e interpelar a los medios con nociones afines a la de “autoría intelectual” y a la de “instigación al delito”, develando que, con relación a las mujeres y a los sujetos feminizados, funcionan como “brazo ideológico de la estrategia de la crueldad”.

 

Enlace original: http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/las12/13-9737-2015-05-30.html

 

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Axel Rivas, director del Programa de Educación del Cippec: «Justicia pedagógica es creer que todos los alumnos son capaces»

El investigador se refirió a tres modelos. “Uno de ellos, el meritocrático, es muy injusto”, dijo. Si bien advirtió que sería “absurdo” eliminar el valor del esfuerzo, indicó que el desafío es crear prácticas de enseñanza que favorezcan el aprendizaje en la diversidad.

 Sábado 04.06.2016 |Mariela Goy

Axel Rivas estuvo en mayo en Santa Fe para disertar en el Instituto Nº 8 Alte. Brown, en una actividad organizada por el diputado Paco Garibaldi. También visitó El Litoral. 

El modelo meritocrático, que hoy está siendo tema de debate educativo, “premia los esfuerzos del alumno pero castiga mucho las diferencias de contexto; ignora o aprovecha que existen grandes desigualdades”. Lo dice Axel Rivas, máster en Ciencias Sociales y Educación, y al frente del área de Educación del Cippec, una organización apartidaria que se ocupa de analizar y promover políticas públicas para la equidad y el crecimiento en la Argentina.

El especialista -que recientemente fue seleccionado por la Fundación Konex como una de las 100 personalidades destacadas de la última década en las Humanidades Argentinas- se refirió a los tres modelos de justicia educativa que “están insertos en las prácticas escolares, en las creencias y no se presentan de forma pura, por lo cual tenemos que hacerlos conscientes y explícitos para poder tomar decisiones”.

“Todos nuestros alumnos son infinitamente capaces de hacer muchas cosas. Nuestro trabajo como docentes es explorar y expandir ese potencial. Nuestras creencias de justicia tienen que estar en relación a sentir que todos nuestros alumnos son capaces”, definió Rivas.

—¿Cuáles son esos tres modelos de justicia educativa?

—Uno de ellos es el “modelo meritocrático”, en el cual básicamente los alumnos son responsables de su aprendizaje y los docentes, de enseñar. Por lo tanto, si un docente cumple en enseñar los contenidos, toda la responsabilidad por aprender, aprobar y avanzar es de los alumnos. La meritocracia premia los esfuerzos del alumno pero castiga mucho las diferencias de contexto. Esas desigualdades se manifiestan en los resultados de los aprendizajes, con lo cual es un modelo muy injusto. También es muy tentador y a veces cómodo para el docente porque sólo se responsabiliza de enseñar.

El segundo es el “modelo compensatorio”, que empieza a surgir en los últimos 25 años, y que tiene una gran ruptura con el anterior porque se hace responsable de los alumnos. Trata de dar más oportunidades a los que tienen peor contexto social o alguna situación de desventaja. El sistema educativo ha creado muchas prótesis: becas, apoyos escolares, horas extraturno, tutores, comedores, planes de apoyo a las escuelas más vulnerables. Todo eso ayuda y construye mejores condiciones de justicia, más oportunidades para los desaventajados, pero muchas veces evita la discusión pedagógica.

Eso nos lleva al tercer modelo, el de “justicia pedagógica”, en el cual no podemos mantener la misma enseñanza homogénea, ritualizada y memorística para grupos de alumnos extremadamente diversos y dispares. Por el contrario, es necesario crear pedagogías diferenciadas; es decir, tener distintas trayectorias de enseñanza que puedan favorecer a todos los alumnos, no en escuelas y aulas diferenciadas, sino en aulas compartidas, comunes, donde la diversidad enriquezca el aprendizaje.

Es un gran desafío porque es muy difícil desarrollar pedagogías diferenciadas, que se acerquen más a las trayectorias de los alumnos, que los reconozcan como sujetos, que puedan ser creativas, aprender de su propia experiencia y no repetirse ritualmente. Requiere de mucha capacidad de los docentes, tiempo y buenos salarios. Y a veces hay una brecha entre el ideal y las posibilidades concretas.

“No anularnos como educadores”

—Una de las observaciones que haría un docente a este tercer modelo es que en aulas con más de 30 alumnos es difícil aplicar una pedagogía diferenciada…

—Hay dos planos que todos los docentes deben distinguir. Uno, el de los contextos de vida de los alumnos, que son a veces muy difíciles y diversos, y de las condiciones de trabajo: infraestructura, salarios, falta de tiempo. Esas condiciones son, en definitiva, las que más deciden lo que ocurre dentro de las aulas, las que más inciden en los aprendizajes.

La otra dimensión es el margen de intervención de la propia práctica institucional de las escuelas y de los docentes. Que las condiciones externas de los alumnos sean reconocidas como las que más inciden en los aprendizajes, no debe generar el efecto de excusa de que no es posible mejorar y trabajar con esos alumnos. No creo que tengamos que convertir a los educadores en héroes que salen de la realidad sociológica para cambiar la vida de los alumnos -eso sería irreal y mentiroso-, pero tampoco tenemos que anularnos como educadores y pensar que ya está todo decidido. El trabajo del educador es ampliar márgenes, no justificar la imposibilidad de hacer su trabajo.

Los educadores deben salir de un cierto clima de derrota, de estar como fuera de eje, fuera de época. Hoy nuestros niños y jóvenes tienen más acceso al conocimiento que nunca, pero desorganizado y disperso. Las escuelas tienen el potencial de aprovechar el acceso a Internet, y crear nuevas visiones de aprendizaje, más disfrutables. (Axel Rivas, Cippec)

—¿Cuál es su postura sobre la vuelta de las notas 1, 2 y 3 como aplazos en Buenos Aires?

 —Hay que salir del debate muy simplificado de posiciones enfrentadas. La práctica pedagógica siempre es compleja, es una combinación y no una toma de posición única. Es necesario mantener siempre un sentido de valor del esfuerzo -sería absurdo e injusto eliminarlo- así como todo tipo de rituales, de varas, de reglas, de medidas que disciplinan el aprendizaje. Pero creo que tienen que tener mucho menos peso del que tenían tradicionalmente. Hay que reemplazarlos con nuevos conductores de aprendizaje: no a partir de la orden exterior al miedo, a la falta o al castigo, sino al revés: a partir de apasionar a los alumnos y hacerlos a ellos mismos constructores del conocimiento. Reitero que el gran desafío es cómo crear prácticas de enseñanza que favorezcan el aprendizaje en la diversidad, y evaluaciones que funcionen.

La “buena” evaluación

—¿Cuál sería una buena evaluación?

—Es aquella que trabaja junto a la enseñanza, que acompaña, que es casi imprescindible, que permite una retroalimentación constante. Una evaluación de procesos y no esa prueba final, ritual, que de alguna manera pone todo el peso del aprendizaje en el alumno. El docente tiene un gran desafío: mantener la vara meritocrática sólo que subsumida a una vara de justicia pedagógica. Es decir, que el ordenador tiene que ser el potenciar a cada alumno, el reconocer sus dificultades, apoyarlo, crear distintas trayectorias para llegar a cada uno, a su forma de participar.

—¿La evaluación debe considerar también el contexto del alumno, su acceso al capital simbólico?

De una forma tal que uno pueda potenciar a ese alumno, porque el riesgo siempre es caer en una visión de “promoción social” donde uno reconoce una situación desfavorable y por compasión no mantiene la vara de lo que ese alumno tiene que aprender. La pregunta típica que se hace el docente es: ¿enseño para el promedio del curso o bajo la vara para que todos puedan aprobar aún cuando los aventajados no aprendan mucho más?. Es una pregunta errada y mal planteada en términos pedagógicos: la cuestión es cómo uno se enriquece a partir de la diversidad y cómo uno plantea un proyecto de enseñanza que genere trayectos paralelos y sinérgicos. El ejemplo es el “multigrado” de las escuelas rurales, donde un docente tiene chicos de 6, 10 y 15 años y no se le ocurre decir: “no les puedo enseñar porque ustedes son muy distintos”. Lo que hace es crear una trayectoria acorde a su edad, a su nivel de desarrollo y, por otro lado, hace actividades compartidas. Esto no es un aula degradada, que no funciona, muy al contrario.

—¿Cómo opera la calidad allí?

— Dependerá mucho de la capacidad que tengan los docentes de llevar adelante un programa curricular, de entender cómo se contecta aquello que tienen que enseñar con la vida de los alumnos. El gran desafío de un docente es ser él mismo un apasionado del conocimiento, que tenga ganas de enseñar aquello que sabe, de transmitir el valor por aquello que aprendió. Eso es mucho más importante que el aplazo sí o no, que mantener la vara o bajarla.

El secundario es el bastión más complejo del sistema educativo. Fue diseñado para seleccionar “a los mejores” pero en los últimos 20 ó 30 años, se avanzó en un nuevo paradigma. El problema es que eso no se traduce en una nueva organización de la escuela secundaria, que sigue teniendo muchas materias, exámenes, y pruebas de obstáculos para los alumnos. (Axel Rivas, Cippec)

– ¿Qué pasa con el nivel secundario que incluyó a más alumnos pero sigue sin encontrar la fórmula?

 – Claramente, el secundario es el bastión más complejo del sistema educativo, siempre fue diseñado para elegir “a los mejores”, y en los últimos 20 ó 30 años -especialmente desde el retorno de la democracia-, con distintos hitos y hasta la ley de educación nacional que lo hace obligatorio, se avanzó de distintas formas en un nuevo paradigma. El problema es que eso no se traduce en una nueva organización de la escuela secundaria, que sigue teniendo muchas materias, exámenes y pruebas de obstáculos para los alumnos. Por más que creemos apoyos, tutorías, intentos de hacerla más inclusiva, será muy difícil lograrlo sin cambiar la matriz.

 Entonces ahí hay un desafío de política muy complejo de ser abordado. Hay que crear un equipo institucional con pertenencia a la escuela -no de profesores “taxi”- y un proyecto de mejora institucional. También hay que abordar una dimensión crítica de la enseñanza tradicional; si no lo hacemos, todo lo demás va a ser un retoque, un paliativo que nunca va a alcanzar a tocar lo de fondo. ¿Qué es lo de fondo? Cómo proyectamos en nuestro alumnos la ciencia, la matemática, qué preguntas les generamos a ellos, cómo los involucramos en el conocimiento, cómo los sacamos de una trayectoria extremadamente ajena, de un recorrido por contenidos que ellos no saben para qué sirven ni para qué están ahí.

 – ¿Qué se puede hacer para revivir las aulas, que es el título de uno de sus últimos libros?

 – Hay un plano de la política educativa, donde vienen los cambios más profundos en la participación del Estado, en la distribución de los recursos, en el planeamiento educativo, en crear políticas para fortalecer la docencia, para crear programas de mejora en cada escuela. Por otro lado, está el plano más propio de los educadores, de las escuelas, de las aulas, donde también hay mucho para hacer.

 Para este último, tiendo a usar el esquema simple de las “cuatro C”. Fortalecer la C del Colectivo: del trabajo institucional con los colegas, de crear una cierta mística y un clima de trabajo institucional para sentirse acompañado y que vale la pena. La segunda C es de las Creencias: cuáles son nuestras ideas de justicia, cómo defendemos a nuestros alumnos desde lo que creemos, porque lo que pensamos sobre nuestros alumnos, tiene un efecto sobre ellos. Con lo cual, cuando pensamos que un alumno es incapaz, estamos proyectando en ellos esa incapacidad y probablemente generemos una desventaja en ellos. No podemos pensar que está decidido su destino, que son por definición, por naturaleza, por genética o por crianza, incapaces, disminuidos o que no tendrían que estar ahí.

 La tercera C es de las Capacidades: tiene que ver con tener herramientas pedagógicas, de la propia experiencia porque los años de la trayectoria docente dan muchas herramientas, pero también lo da el diálogo con colegas, la lectura, la capacitación, el ejercicio de reflexión sobre la práctica. La cuarta C es la del Coraje: que es una forma de expresar un plus, un extra que hoy es más importante en las escuelas y que es el entusiasmo, las ganas, el poner el sentimiento de que vale la pena estar ahí. Y no sentirse derrotado. Esto a veces es más importante que todo lo otro.

 – ¿Usted dice que el docente puede poner todo esto en práctica al margen de las políticas educativas que a veces acompañan y otras veces no llegan a las escuelas? ¿El docente, la escuela sola lo puede hacer?

 – Claramente las condiciones de trabajo de los docentes a veces son difíciles; la vida de los alumnos nos pone en juego, muchas veces de forma para las que no estábamos preparados. El trabajo de uno está en tensión, poniéndose en juego uno mismo, y es un trabajo rodeado de humanidad en todo sentido: estamos rodeados de niños, de jóvenes; también estamos todo el tiempo bajo juicio de los alumnos, padres, colegas, con lo cual es un trabajo muy difícil.

Pero, al mismo tiempo, tenemos que tener la capacidad de salir, como colectivo de educadores, de un cierto clima de derrota, de estar como fuera de eje, fuera de época. Me parece que al contrario: hoy nuestros niños y jóvenes tienen más acceso al conocimiento que nunca, pero desorganizado y disperso. Las escuelas tienen el potencial de aprovechar el acceso a Internet, y crear nuevas visiones de aprendizaje, más disfrutables, que sean apasionantes para los alumnos. Antes, la escuela era donde empezaba y culminaba el conocimiento. Ahora, esas fronteras son ilimitadas pero tenemos que ayudarlos a navegar ese mundo y apasionarlos para que quieran navegarlo, y hacer del mundo del conocimiento su propia vida, su propio destino.

– De ahí nos vamos a la formación docente ¿hay un déficit?

– Sí, es uno de los grandes desafíos. Hay un camino muy complejo por delante para lograr la institucionalización de una política nacional y federal de organización, de crear una verdadera carrera de formación docente. Hoy es muy dispar, tenemos más de 1.300 institutos formadores. Lo veo como un desafío que no está ajeno a la visión general de para qué se forman los docentes, cómo se los convoca, cómo se logra tener una carrera profesional atractiva. Los salarios son fundamentales para tener una carrera docente. Si uno ofrece un salario bajo, va a reclutar a personas que no están interesadas en el mismo.

 – ¿Qué opina de la idea del gobierno nacional de crear un Instituto de Evaluación Educativa?

 – La creación de una instancia de evaluación, que por ahora es una secretaría, es un avance. Necesitamos una política sólida de evaluación de la calidad integral que no mire solamente los aprendizajes si no toda las dimensiones de la escuela. Que permita que los alumnos y docentes participen de una autoevaluación institucional. La evaluación de los aprendizajes tiene que ser censal, para todos; hasta ahora lo era sólo para el último año de la secundaria. Pero no para publicar y crear rankings por escuelas, porque sería una forma equivocada de comunicar. Las escuelas se pueden ver perseguidas, en un momento en el cual ya se sienten tensionadas, tratadas peyorativamente por la sociedad y los medios. No hay que generar más ataques a las escuelas, sino diagnosticar, devolver resultados, hacer un plan de mejoras y ser muy críticos, honestos y sinceros sobre lo que aprenden los alumnos para mejorar. Ahí me parece que una instancia como la que se está creando puede ayudar.

Fuente: http://www.ellitoral.com/index.php/id_um/131157-justicia-pedagogica-es-creer-que-todos-los-alumnos-son-capaces-axel-rivas-director-del-programa-de-educacion-del-cippec

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Entrevista a Jesús de la Gándara:»Eso de que las nuevas tecnologías nos aíslan es mentira»

05 Junio 2016/Fuente: 20Minutos/Autor: Mara Mariño

Jesús de la Gándara, doctor en Medicina y Cirugía, especialista en Psiquiatría y jefe del Servicio de Psiquiatría y Salud Mental de Burgos, es el autor de Cibernícolas (2016, Plataforma) un libro, que en palabras del propio autor «no va de las nuevas tecnologías sino de cómo vivir bien en el mundo moderno».

La capacidad de adaptación, la habilidad tecnológica o una empatía flexible son, para el psiquiatra, algunas de las claves para vivir cómodamente en la nueva sociedad hipermoderna.

¿Qué es un ‘cibernícola’?

Una persona que vive en la cueva virtual de las nuevas tecnologías. ‘Ciber’ significa timonel. Los hombres ahora somos habitantes de un mundo especial y la palabra que más lo describe es lo ‘ciber’, porque estamos rodeados de tecnología y todo eso influye en la convivencia, forma de ser…

Un ‘cibernícola’ es una persona que vive en el mundo hipermoderno, utiliza todas las opciones, ventajas y Tic (tecnologías de la información y la comunicación) del mundo hipermoderno y les saca partido. Es un concepto positivo porque es capaz de adaptarse a ese mundo y vivir bien sacándole provecho. Lo contrario sería un ‘ticópata’, que vive en el mundo virtual pensando que es jauja y puede hacer de todo sin salir de su ordenador, piensa que es feliz, entra en riesgo de abuso a las nuevas tecnologías.

¿Estamos más aislados que nunca?

Eso de que las nuevas tecnologías nos aíslan es mentira. Estamos aumentando la relación con las tecnologías pero no nos quedamos en casa, salimos muchísimo, viajamos más que nunca… Las nuevas tecnologías nos permiten quedar y relacionarnos, no son incompatibles. Algunas personas ticópatas, pocas, no son capaces de relacionarse adecuadamente. Ya no lo eran y con las nuevas tecnologías han creado un mundo artificioso.Incluso en esos casos antes iban a peor porque ahora al menos se pueden relacionar.

¿A qué se debe la «vida veloz»?

Vivimos muy rápido porque los medios técnicos y mecánicos lo permiten. La vida es más rápida y la velocidad puede ser una ventaja o un inconveniente. Si la vives como un estrés es un inconveniente, si la vives como una rapidez es una ventaja. La rapidez se puede convertir en un ‘vicio’ que es la prisa. Si somos capaces de ir deprisa pero sin prisas no tenemos ningún problema.

Si tengo mucha atención multitarea y soy capaz de manejar mucha información muy rápido, no me estreso. Si me abruma porque veo que no puedo estoy agobiado. Por ese motivo la velocidad es un riesgo para algunas personas, porque significa estrés. Por otra parte vivimos en una sociedad muy apresurada. El apresuramiento es un vicio social, otro es el posesionismo. ‘Intelegancia’ significa mirar hacia fuera y elegir adecuadamente

¿Cuáles son las nuevas virtudes de la sociedad hipermoderna?

«Intelegancia’, inteligencia, que es mirar hacia dentro, saber lo que uno quiere, lo que uno puede, lo que uno debe y elegancia que es saber elegir. ‘Intelegancia’ significa mirar hacia fuera y elegir adecuadamente aquello que mi inteligencia me dice que me interesa porque vivimos en un mundo lleno de opciones.

La segunda es la ‘telempatía’, vivimos a través de las pantallas parte de nuestra vida y empatizamos con eso, pero enseguida desempatizamos porque viene otra noticia. Como todo es tan rápido, tenemos que desarrollar una empatía que sirva para empatizar a través de las pantallas, informaciones o medios de manera verdadera o auténtica. En tercer lugar está la ‘ciberprosexia’, ‘ciber’ significa timonel y ‘prosexia’ atención, que debe ser adecuada a los medios o a las nuevas tecnologías: muy rápida, ‘flexiveloz’ para adaptarse rápidamente a la cantidad de información que recibimos porque si no nos agobiamos.

Y finalmente la ‘ticopraxia’, ser habilidosos en el uso de las nuevas tecnologías, habilidad que va desde cómo manejas los dedos en el teclado o el ratón hasta saber hacer buen manejo de las nuevas tecnologías. Empieza con una cuestión puramente mecánica y acaba con una ética. ‘Ticopraxia’ significa usa bien las nuevas tecnologías, porque si las usas bien harás el bien para ti y para los demás y si no las usas bien acabarás siendo un maleducado de las redes, de esos que insultan a tontas y a locas.

¿Qué necesitamos para vivir en la era de la infosaturación?

Aprender a gestionarla, adaptarnos, no negarlo ni criticarlo porque sí, no demonizar los medios. Los medios no son buenos ni malos, somos nosotros los que somos buenos o malos, por lo tanto utilizar las cuatro virtudes de la sociedad hipermoderna.

¿Quién decide lo que es o no meterse demasiado en la cueva del ‘cibernícola’?

Si tuviéramos una buena ética, podríamos tener límites. Ese cibernícola que se pasa en la cueva toda la vida va a acabar desolado. También puede acabar enfermo como les pasa a los hikikomori. Un niño debe tener un móvil cuando tenga uso de razón y cuando lo use adecuadamenteSegún el Estudio de Hábitos y Motivaciones en Navidad, realizado por LG Electronics y Smart Calls, el regalo más deseado por los niños entre 8 y 12 años fue el Smartphone.

¿Cree que se deben poner límites al uso de las TIC a ciertas edades?

Deben tener límites, como todo. Si un niño te pide una guadaña no se la vas a regalar, creo que hay que tener sentido común. Un niño debe tener un móvil cuando tenga uso de razón y cuando lo use adecuadamente. Pero eso depende de los padres, de que sean capaces de dialogar con ese hijo y establecer qué, para qué, cuánto, cómo, cuándo, etc. No soy partidario de las recomendaciones tontainas que hay por ahí de no dejes que tu hijo use el ordenador solo, quédate con él mientras entra en internet. No seamos sosos, eso es imposible. Si le compras la tablet es precisamente para que el hijo entre y no tengas que estar atendiéndolo.

Sí que deben tener límites, ¿pero cuál es el límite? El del sentido común y el de la ética ‘cibernícola’. El del sentido común a veces lo tenemos y a veces no, depende de cada uno. Y el de la ética ‘cibernícola’ nadie porque no la hemos desarrollado aún y nos falta ese paso grandísimo que es el de desarrollar una ‘ciberética’. Los selfies, la exposición constante del yo, el empeño de mostrar en las redes lo mejor de nosotros…

¿Las redes nos hacen pasarnos de ególatras?

De ególatras no, de histéricos, de lucirse. Digamos que se ha facilitado mucho por las redes sociales. Yo cuando veo a alguien en seguida distingo si esa persona está haciendo una comunicación o una exposición, si está haciendo una información o un espejismo.

Hay muchas personas que son histéricas que utilizan las redes para manifestar su modo de ser superficial, voluble, narcisas… Si haces eso eres tonto, pero si tú has hecho una foto preciosa y la comunicas, estás compartiendo la belleza. Eso es bueno, no es histérico.

¿Hemos pasado de necesitar la aprobación social personal a necesitarla digitalmente?

Mucho, hasta el punto de que es posible describir lo que podríamos llamar depresión de las redes o The Facebook Depression que es una persona que ha perdido los apoyos subjetivos como consecuencia de sus relaciones en Facebook. Antes, en el mundo social, una persona se deprimía por la pérdida de relaciones significativas: los amigos, el novio…Por ejemplo, para una mujer, la pérdida de relaciones significativas emocionalmente es una principal causa de depresión mientras que para un hombre es la pérdida del estatus o de las relaciones sociales. En las redes ocurre lo mismo.

Es malo en la vida real o en la virtual porque se sufre mucho y hay personas muy sensibles que están enfermas por esto. Hay casos que se dan en jóvenes, especialmente en chicas, porque son más sensibles a la pérdida de apoyos emocionales. La mayor parte de las cosas que hacemos en las redes son buenas pero debemos tomarlo con calma

¿Cuáles serían los pecados capitales que podemos cometer en la red?

El principal es no pensar las cosas, dejarse llevar por la inmediatez. Si la gente fuera menos apresurada y tuviera más moderación seguramente utilizaría las redes más para beneficios que para prejuicios. La mayor parte de las cosas que hacemos en las redes son buenas pero debemos tomarlo con calma. Somos la inmensa mayoría los que la usamos con educación, cordura y mesura.

Fuente de la entrevisa: http://www.20minutos.es/noticia/2744160/0/jesus-de-la-gandara-cibernicolas-vicios-virtudes-de-la-vida-moderna-libro/#xtor=AD-15&xts=467263

Fuente de la imagen: http://cdn.20m.es/img2/recortes/2016/05/23/286772-600-338.jpg?v=20160523130914

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Entrevista a Laia Jané: «La escuela debe estar también presente durante la enfermedad»

05 Junio 2016/Fuente:Redem/Autor: Thiching.com

Laia Jané; Psicóloga de la asociación AFANOC (Asociación de Familiares y Amigos de Niños Oncológicos de Catalunya).

La psicóloga Laia Jané piensa que lo más grande que puede desear un niño o niña es ser feliz. Esto y una guitarra, eso sí, que es el regalo que ella recuerda con más emoción de su infancia.

¿Cómo se aborda socialmente el cáncer infantil?
El cáncer en la infancia es una enfermedad compleja que tiene que ser abordada desde distintas especialidades y con múltiples perspectivas, pues como muy bien indica el nombre, afecta a una persona que está desarrollándose y que requiere estar acompañada por sus familiares. Por lo tanto, las intervenciones van dirigidas al niño pero inevitablemente se trabaja con toda la familia que lo rodea y su entorno más próximo.

¿Cómo cree que se aborda el tema desde las escuelas?
Depende de la escuela. Por un lado, está el aspecto del seguimiento académico, que está cubierto desde los departamentos de educación, con el programa de atención domiciliaria en el que profesionales de la educación garantizan que el niño o niña pueda seguir con sus estudios mientras no puede ir a la escuela.
Por otro lado, está el aspecto más relacionado con la sensibilización y la explicación de lo que está pasando para que la comunidad escolar pueda acompañar a la familia de una forma adecuada. También será necesario en el caso de que haya hermanos. En este aspecto, cada escuela lo afronta en función de su experiencia, de si ha pasado por situaciones similares, de si hay más participación por parte de las familias, etc… Se pueden realizar charlas informativas o bien mantener un contacto con los tutores o responsables del centro, asesorando en aquellos aspectos que se requiera.

Son muchas las iniciativas que se llevan a cabo en los hospitales para hacer a los niños más llevadera la enfermedad.

¿Qué relación existe entre el estado de ánimo y la recuperación?
Como en cualquier enfermedad, es muy importante que la persona pueda seguir manteniendo una calidad de vida que le permita disfrutar incluso estando enferma.

El estado de ánimo pasará por distintos momentos, y todos están bien mientras la persona no se quede anclada en uno de ellos. Reacciones de tristeza, de miedo, de rabia… son normales que se den, pero es importante ayudar a la persona a expresarlas y reconocerlas. De esta manera podrá tener también momentos de alegría, de motivación y de ilusión, para poder afrontar lo que se está viviendo. Lo que se tendrá que tener en cuenta es la edad, pues no es lo mismo lo que necesita un niño de 3 años que un adolescente. En cada etapa del desarrollo habrá distintas necesidades que se tendrán que tener en cuenta para poder ofrecer actividades y recursos adecuados.

¿Cómo cree que debería abordarse este tema en las aulas?
Creo que es importante tener información realista y una actitud de acompañamiento y presencia. Hace falta poder entender por lo que está pasando este niño y su familia, para poder dar respuestas útiles y sensatas. Entender cuál es la enfermedad (hay muchos tipos de cáncer infantil), los posibles efectos secundarios de los tratamientos o las secuelas de la propia enfermedad. Si hay miedo, es importante poder hablarlo dentro del equipo educativo y, si hace falta, buscar el asesoramiento adecuado, ya sea en los hospitales o bien en las asociaciones y fundaciones que nos dedicamos al cáncer infantil.

¿Qué papel juegan los profesores y los compañeros de clase en la recuperación de un niño o niña que padece cáncer?
Desde el inicio de la enfermedad, se pregunta a la familia si ha hablado con la escuela. Es importante por un lado activar la atención domiciliaria y por el otro, que los compañeros y profesores estén enterados de lo que le está pasando a su amigo y alumno.
En referencia a la atención domiciliaria, solo se cubre en la franja de educación obligatoria (6 a 16 años), por lo que para los niños menores de 6 y los mayores de 16 se planteará, si se considera necesario, un apoyo escolar por parte de voluntarios formados y preparados para ello.
Es fundamental que la escuela esté presente durante todo el transcurso de la enfermedad, pues es larga y con tratamientos complejos, y el niño o adolescente necesitará saber que la escuela está allí.

¿Debe trabajarse en clase el proceso de la enfermedad con los compañeros?
Sí, con más o menos profundidad, pero definitivamente sí, a no ser que la familia no autorice a dar nada de información, algo con lo que no me encontrado nunca. Es importante que los compañeros entiendan lo que está pasando pues si no, pueden malinterpretar o tener una idea errónea, que puede llevar a malentendidos con el compañero enfermo. Los niños tienen derecho a tener cierta información para poder dar respuestas adecuadas y sensibilizarse con las dificultades de los demás.

¿Cómo debe prepararse el regreso de un compañero ya recuperado?
Si la relación se ha mantenido durante toda la fase aguda del tratamiento (normalmente vía telefónica, o bien por internet…) será mucho más fácil la reincorporación del compañero, pues sus amigos tendrán información más realista de cómo está, de si tiene pelo o no, de si va con silla de ruedas, de si le han realizado una amputación o tiene una cicatriz… Se tendrá que preparar, pero simplemente explicándolo unos días antes, pues quizá muchos amigos ya lo sepan.
Pero si durante toda la enfermedad ha habido pocos contactos, o no se ha informado de los acontecimientos, será más complejo, ya que puede haber un cambio importante de imagen y eso puede ser impactante para los compañeros y para el mismo niño que se tiene que incorporar.
Por lo tanto, siempre recomendaremos que se piense un poco a largo plazo para prevenir, precisamente, situaciones de este tipo.

¿Cómo podemos abordar con niños y niñas un desenlace negativo: el fallecimiento de un compañero?
Informando en los momentos adecuados y con mucho respeto y sinceridad. Es importante que el equipo educativo se prepare un tiempo antes, cuando ya se sabe que la enfermedad no está curando y que probablemente, su alumno fallecerá. Es recomendable que se asesore de cómo informar y cómo tratar este tema, en función de las edades y del tipo de vínculo con el niño enfermo. Por un lado, en el caso de que haya hermanos en su clase, serán los que quizá requieran más apoyo. Pero no se puede olvidar al resto de alumnos y sus familias. Por lo tanto, cada escuela tendrá que pensar cómo se prepara para vivir esta difícil experiencia, y qué pasos realizará (cómo informarán a las familias, si se asistirá al funeral o entierro, si se hará algún acto de despedida en la escuela…). Será recomendable, si es posible, una comunicación fluida y respetuosa con la familia del niño enfermo, para poder ver cuál es la mejor manera de acompañarlos. No se puede protocolizar una situación de este tipo. Se tiene que personalizar y pensar bien como se quiere hacer.
También es útil ofrecer un espacio a los maestros más implicados, pues será una experiencia difícil y muchos necesitan poderlo hablar y compartir.

¿La sociedad está suficientemente concienciada de la importancia de la investigación?
Hay una parte de la sociedad que quizás sí, pero normalmente la gente se conciencia cuando conoce un caso más cercano, o cuando lo vive directamente en su familia. Es importante mantener los esfuerzos de sensibilización, y precisamente el trabajo en las escuelas tiene una repercusión importante pues llega a muchas familias que, a su vez, lo podrán transmitir a otros conocidos.

¿Y sobre las donaciones (de órganos, de sangre, en este caso de médula ósea)?
Exactamente igual, son muy importantes las campañas informativas y los actos festivos en los que se da a conocer esta necesidad. Hace falta tener presencia en los medios de comunicación y espacios dedicados a hablar de estas realidades.

 

Fuente de la entrevista: http://www.redem.org/la-escuela-debe-estar-tambien-presente-durante-la-enfermedad/

Fuente de la imagen: http://www.redem.org/wp-content/uploads/2015/11/Laia-Jane-Tiching.jpg

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Entrevista a Jimmy Wales: «El nuevo analfabetismo no es no saber cosas, es no saber usar la información»

05 Junio 2016/Fuente y Autor:El Mundo

El fundador de la Wikipedia: Jimmy Wales (Premio Princesa de Asturias de la Cooperación Internacional), augura un cambio necesario en el modelo educativo

A Jimmy Wales (Alabama, 1966) le asiste el carisma que siempre acompaña a los visionarios. Cuesta llevar la contraria a un hombre que ya ha demostrado que tiene razón. Por lo menos una vez. Y a lo bestia. En 2001 tuvo un sueño. En realidad no era nuevo. Digamos que él volvió a tener la misma idea que los ilustrados del siglo XVIII. ¿Y si organizamos el conocimiento humano de forma que esté disponible y al alcance de todos? ¿Y si lo hacemos en todas las lenguas del planeta? ¿Y si no castigamos a las familias del mundo a comprar unos gruesos tomos que doblan las estantería de casa? Y, en efecto, cosas de internet, nació la Wikipedia. Pues bien, 14 años después, la Wikipedia, con más de 37 millones de artículos escritos en 288 idiomas (incluido el bable) por voluntarios de todo el planeta, es mucho más que un simple archivo de conocimiento. Es, sencillamente, el signo de los tiempos.

“Se trata de un conocimiento abierto y comunitario, pero, y esto es lo importante, riguroso. Soy un obsesionado de la exactitud“, dice desde el claustro del hotel Reconquista de Oviedo el destinado a recoger el Premio Princesa de Asturias a la Cooperación Internacional. En realidad, el galardón es para la Wikipedia, no para su creador. Su declaración corre a cuenta de la primera y obligada pregunta por los errores que dicen acumula su invento. Ya se sabe, tendemos a pensar, y más en un país tan estirado y con tantas academias como España, que sólo los viejos y los sabios tienen la llave del saber.

“Está demostrado por los estudios más reputados”, sigue, “que la Wikipedia no tiene más errores que cualquiera de las enciclopedias tradicionales. Con el tiempo hemos mejorado las herramientas de corrección y revisión. Además, las enciclopedias tradicionales, incluida la Británica, no son ni la mitad de infalibles que ellas creen que son”. Lo último, por si no lo han notado, era una puya a la ‘intelligentsia’.

Sea como sea, lo cierto es que la Wikipedia se ha convertido en el lado amable de una Red que cada día que pasa suscita más dudas. Snowden demostró que nos espían y Wikileaks insiste. “Soy un optimista incorregible y creo que, pese a todo, Internet es una oportunidad única que ha cambiado la humanidad como pocos descubrimientos en la historia han hecho. Por lo demás, y pese a ser ciertas las amenazas, la seguridad está creciendo a un ritmo exponencial. En los dos últimos años, el tráfico encriptado y seguro ha crecido del 30% al 60% y en poco tiempo, casi todo será seguro. Snowden, con su denuncia, ha hecho que mejoremos. Y tendríamos que estarle muy agradecidos. Yo se lo estoy”.

-¿No cree que sea un delincuente como su Gobierno?

-En absoluto. No lo es. Al revés.

Sea como sea, dentro de todos los cambios que Internet en general y la Wikipedia en particular han introducido en nuestras vidas, Wales prefiere detenerse en el que considera fundamental: la educación. No en balde, visita un país extraño donde con cada Gobierno asistimos al carnaval de un nuevo sistema, un nuevo recorte, una nueva sospecha; un país donde la educación de todos se encuentra fragmentada en tres modelos (público, privado y concertado) tan original en el planeta como difícilmente traducible.

“Lo fundamental ahora, y eso lo mantienen todos los expertos del mundo, es concentrarse en que los alumnos sean competentes en el manejo de la información. Hasta ahora, y desde la Ilustración de la que la Wikipedia es heredera, se trataba de almacenar, racionalizar y memorizar datos, conocimientos… La sociedad es otra y lo básico es saber organizar y manejar la información que está a mano”, dice, se toma un segundo y concluye con un ejemplo: “Basta mirar lo que ocurre en medicina. Todo está al alcance de cualquiera, pero lo importante es saber qué materia puedes o no usar en función de tu competencia, de tu especialización, de tu necesidad y de tu práctica… El conocimiento ya es otra cosa y los planes educativos deberían ser muy conscientes de ello. El analfabetismo del futuro es no saber utilizar bien internet“.

Y claro, cuando habla un visionario, a lo mejor debería escuchar algún ministro. Ya se sabe, quien acierta una vez corre el peligro de acertar más.

Fuente de la entrevista:http://www.redem.org/fundador-de-wikipedia-el-nuevo-analfabetismo-no-es-no-saber-cosas-es-no-saber-usar-la-informacion/

Fuente de la imagen:http://www.redem.org/wp-content/uploads/2016/01/jimmy-wales.jpg

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Entrevista a Maury Obstfeld. Evolución, no revolución: Replanteamiento de la política en el FMI

ENTREVISTA AL ECONOMISTA JEFE DEL FMI MAURY OBSTFELD

La crisis financiera mundial dio lugar a un replanteamiento general de las políticas macroeconómicas y financieras en los círculos académicos y los encargados de la formulación de políticas a escala mundial. Ocho meses después de haber asumido su cargo, el Economista Jefe del FMI, Maury Obstfeld, reflexiona sobre el papel que ha cumplido el FMI con respecto a este replanteamiento y la promoción de la estabilidad económica y financiera.

Boletín del FMI: En los últimos años el FMI ha dejado en claro que está dispuesto a examinar su filosofía macroeconómica y su enfoque en materia de políticas. Hay quienes han dicho que esto es revolucionario, ¿es así?

Obstfeld: Yo diría que el proceso es una evolución, no una revolución. El FMI desde hace mucho tiempo procura aprovechar las experiencias concretas en el terreno y las nuevas investigaciones para hacer más eficaz su supervisión económica, su asistencia técnica y la forma en que responde a las crisis.

Cabe decir que el shock de la crisis financiera mundial dio lugar a un amplio replanteamiento de la política macroeconómica y financiera en los círculos académicos y en la comunidad encargada de formular políticas a escala mundial. El FMI ha sido parte de ese proceso, pero, dada la incidencia que tienen nuestras decisiones en los países miembros y en el sistema económico mundial, nos parece que es especialmente importante que reevaluemos nuestras ideas a la luz de nuevos datos.

Ese proceso no ha alterado fundamentalmente la esencia de nuestro enfoque, que se basa en mercados abiertos y competitivos, marcos robustos de política macroeconómica, estabilidad financiera e instituciones sólidas. Pero sí ha aportado importante información sobre cuál es la mejor forma de alcanzar esos resultados de una manera sostenible.

Boletín del FMI: ¿Está de acuerdo con quienes han dicho que un reciente artículo de F&D (“El neoliberalismo: Un espejismo?”) representa un cambio importante en la filosofía del FMI? Por ejemplo, ¿sostiene ahora el FMI que la austeridad no da resultados y que de hecho exacerba la desigualdad?

Obstfeld: Ese artículo ha sido muy malinterpretado; no representa un cambio significativo en la estrategia del FMI.

Me parece que plantear la pregunta en términos de si el FMI está a favor o en contra de la austeridad es engañoso. Nadie quiere una austeridad inútil. Somos partidarios de políticas fiscales que fomenten el crecimiento y la equidad a largo plazo. El tenor de las políticas puede variar de un país a otro y de una situación a otra.

Los gobiernos sencillamente tienen que operar en función de sus recursos y a largo plazo, o, caso contrario, asumir algún tipo de incumplimiento de la deuda, que suele ser muy costoso para los ciudadanos, en especial para los más pobres. Esto es un hecho, no una postura ideológica.

Nuestro trabajo consiste en asesorar a los gobiernos sobre la mejor manera de gestionar sus políticas fiscales para evitar resultados negativos. A veces esto nos obliga a reconocer situaciones en que los recortes presupuestarios excesivos pueden ser contraproducentes para el crecimiento, la equidad e incluso las metas de sostenibilidad fiscal.

Boletín del FMI: ¿Cómo se traduce este replanteamiento a nivel de las operaciones?

Obstfeld: Los países necesitan marcos fiscales a mediano plazo creíbles que permitan a los mercados confiar en que la deuda pública podrá ser amortizada sin una inflación muy alta. Los países que cuentan con esos marcos por lo general tendrán margen para suavizar las desaceleraciones económicas con herramientas fiscales, como los estabilizadores automáticos.

Lamentablemente, algunos países permiten que su deuda pública alcance niveles tan altos que corren el riesgo de perder acceso a los mercados, y no les queda más alternativa que ajustarse los cinturones incluso cuando sus economías están deprimidas. Nuestros estudios indican que, en esos casos, los pobres sufren de manera desproporcionada, así que es importante siempre pensar en los más vulnerables a la hora de planificar los ajustes fiscales.

Desde luego, el dolor que las economías pueden o deben soportar tiene límites, así que en los casos particularmente difíciles nuestra recomendación es modificar los perfiles de la deuda o reducir la deuda, para lo cual es necesario que los acreedores asuman parte del costo del ajuste. Esto es lo que en la actualidad estamos recomendando para Grecia.

Boletín del FMI: El FMI ha examinado detenidamente los flujos de capital como parte de este replanteamiento. ¿Hacia dónde le parece que se orientarán estos estudios el próximo año?

Obstfeld: La crisis financiera mundial, al igual que otras crisis anteriores, demostraron que los aumentos de las entradas de capital pueden tener efectos desestabilizadores, en particular al propiciar auges de crédito interno e inestabilidad financiera. Esto dejó a las economías muy expuestas cuando los flujos de capital cambiaron de sentido y abandonaron los países.

En 2012 el FMI adoptó una “Perspectiva Institucional” sobre las condiciones en que las medidas que limitan los flujos de capital podrían ser útiles, basándose en parte en importantes investigaciones realizadas por el Departamento de Estudios. El FMI ahora está haciendo un balance de las experiencias acumuladas con medidas sobre flujos de capitales en años recientes, y está realizando consultas sobre si la Perspectiva Institucional debería modificarse, y, de ser así, cómo debería modificarse. Un desafío es la incorporación de la función complementaria que a veces cumplen las políticas macroprudenciales. Esto es un muy buen ejemplo de cómo procuramos aprender de la experiencia y dejar que nuestras ideas evolucionen en consecuencia.

Boletín del FMI: ¿Y la evolución reciente del comercio mundial? ¿Cómo influye en su opinión la desaceleración de la actividad?

Obstfeld: En el período de la posguerra el comercio ha sido un notable motor de crecimiento mundial, y puede seguir siéndolo.

Los motivos de la reciente desaceleración del crecimiento del comercio no están del todo claros —van desde una escasa inversión mundial hasta el descenso de los precios de las materias primas y la posible contracción de las cadenas mundiales de valor—, pero no nos parece que la desaceleración esté concentrada en los mercados emergentes.

Contaremos con un análisis mucho más completo de las causas en la edición de octubre de 2016 de Perspectivas de la economía mundial (informe WEO, por sus siglas en inglés). Pero algo que sí hemos aprendido acerca del comercio es que tiene consecuencias complejas, como por ejemplo las variaciones en la distribución del ingreso y el empleo que muchos países no han abordado de forma adecuada, dando lugar a actitudes proteccionistas.

No obstante, una conclusión que puedo sacar es que la reciente desaceleración del comercio puede ser más o menos preocupante, pero es poco probable que alguien la considere una buena noticia.

Fuente: http://www.imf.org/external/Spanish/pubs/ft/survey/so/2016/POL060216AS.htm

Imagen tomada de: https://i.ytimg.com/vi/FSQX9A5OM9M/maxresdefault.jpg

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