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España: Madrid planifica un inicio de curso con normalidad total

Europa/España/02 Julio 2020/eldiariolaeducacion.com

Las ratios por aula seguirán siendo las mismas en el escenario previsto para septiembre. Ossorio ha hablado de contratación de docentes, 3.500, en el caso de que hubiera que ir al escenario 2, con cierto grado de semipresencialidad en los centros.

Poco a poco las comunidades autónomas van haciendo públicos sus planes para el inicio del próximo curso. Un cuentagotas difícil de seguir que ayer cayó en Cataluña y hoy en Madrid. Y que hace unos días lo hizo en Asturias y en Valencia.

Ignacio Ossorio, consejero de Educación de la Comunidad de Madrid ha comparecido esta mañana ante los medios para dar a conocer detalles del próximo curso 2020-2021. Desde el calendario lectivo pasando por los cuatro escenarios posibles que se han diseñado teniendo en cuenta cómo podría evolucionar la pandemia de la Covid-19.

Calendario escolar

El curso comenzará el 1 de septiembre para el alumnado del primer ciclo de infantil, de 0-3. Sus compañeros del segundo ciclo lo harán unos días más tarde, el 9, y no lo harán solos. Ese día comienza el curso en primaria también, así como para las chicas y chicos de los centros de educación especial.

Los cursos superiores, desde la ESO a la educación de personas adultas, pasando por bachillerato y formación profesional, comenzarán las clases a partir del 9 de septiembre.

Escenarios

El consejero Ossorio cuenta con que desde el primer día acudan a las aulas todas y todos los alumnos con  normalidad. Este escenario se definiría por la presencialidad y las medidas de higiene implantadas por el Real Decreto 21/2020, así como por la guía hecha pública por los ministerios de Sanidad y Educación.

Dicho Real Decreto-ley establece que en los centros educativos habrá de mantenerse la distancia entre personas de 1,5 metros y si esto no es posible, «se observarán las medidas de higiene adecuadas para prevenir los riesgos de contagio». Es decir, el uso de mascarillas por parte de todo el alumnado.

Ossorio ha explicado que en el 0-3 se crearán los grupos estables de convivencia de 20 criaturas que no deberían tener contacto con ningún otro grupo más para evitar contagios y una eventual propagación del virus. Algo parecido sucedería en el 3-6 y toda la primaria, en donde la apuesta importante de la Consejería pasa por avanzar en la mejora de las plataformas digitales (EducaMadrid y a través de convenios con empresas como Microsoft o Google). Un avance, ha dicho, sobre todo para 5º y 6º de primaria.

En la secundaria obligatoria, la Consejería intentará que los centros educativos promuevan que algunas asignaturas se cursen directamente online (no ha especificado ninguna). Para bachillerato, FP y EPA, directamente se apuesta por poner en marcha un programa (Uno de cinco online) que implicará que uno de los cinco días lectivos todo el alumnado siga las enseñanzas desde casa. «Aunque no estemos confinados o en régimen de semipresencialidad, aconsejamos que un día a la semana sea desde casa».

Los cursos de educación especial se regirían como los de 0-3, con grupos estables de convivencia.

El segundo estenario sería de semipresencialidad y estaría provocado por un empeoramiento de la situación sanitaria. Se trataría, como el resto, de un escenario que se pondrá en marcha en el momento que sea necesario, sea a principio de curso o en cualquier otro momento. En él se suprimirían los recreos, el uso de los comedores escolares (aunque el alumnado podría llevar su comida de casa), se ampliarían las rutas de transporte escolar y habría una adecuación de horarios. En este caso, Ossorio ha asegurado que sería necesaria la contratación de 3.500 docentes más, así como se pediría ayuda a ONG y estudiantes de magistario para apoyar al alumnado en su trabajo con las plataformas digitales. «Ayuda humanitaria» lo ha llamado Isabel Galvín, secretaria general de la Federación de Enseñanza de CCOO en la Comunidad.

En el 0-3 habría grupos estables de convivencia de máximo 20 criaturas salvo que las autoridades sanitarias lo redujesen, de manera que, entonces, se daría prioridad a las familias en las que todos sus miembros estuvieran trabajando. En el 3-6 y en primaria, ha dicho el consejero, habría que «esponjar más las aulas». Con dos criterios, el metro y medio de distancia o con grupos estables de convivencia. Habría que organizar los espacios del centro como gimnasios, salas de reuniones, así como acudir a las administraciones locales para solicitar el uso de espacios municipales si fuera necesario. También habría una flexibilización del currículo. El consejero ha asegurado que su departamento ha hecho un estudio de todos los centros educativos de infantil y primaria, a los que ya se les han transmitido estas opciones.

En este escenario dos, para ESO, bachillerato, FP y EPA habría semipresencialidad. Esta podría ser, por ejemplo, que la mitad de una clase acudiese un día al centro y la otra, al siguiente. Otra opción sería que esa mitad de la clase acudiese dos días seguidos al aula y sus compañeros, los otros dos. El quinto día, todos desde casa. El objetivo es que los centros puedan garantizar entre la mitad y un tercio de la enseñanza presencial y el resto online.

En la educación especial habría que estudiar qué alumnos, en función de sus posibles patologías, podrían acudir a los centros y cuáles no.

El escenario tres sería de confinamiento, como el vivido desde marzo. En este caso, los centros educativos estarían abiertos tres días a la semana para que las familias pudieran recoger las tareas encomendadas por los docentes directamente. En este caso, habría que hacer un estudio exhaustivo de cuáles son los medios informáticos y la conectividad del alumnado.

El 0-3 no tendría clases online («no tiene mucho sentido», ha dicho el consejero), aunque podría hacerse algunas actividades con el alumnado. En el 3-6 «no tiene sentido replicar los horarios y las materias», comentó Ossorio, «pero pediremos a los profesores que hagan conexión periódica con sus alumnos y con los progenitores» para que puedan estar al día de las tareas que se puedan mandar. Para la educación especial sería parecido. El alumnado que pueda conectarse a distancia lo hará mientras que las y los tutores tendrán que mantener el contacto con madres y padres.

Para el alumnado de primaria, ESO, bachillerato, FP y educación de adultos se haría todo a distancia. Ossorio ha puesto mucha confianza en la experiencia acumulada desde el mes de marzo para hacer esto posible. También tienen previsto desde la Consejería, flexibilizar las materias y los horarios si este fuera el escenario.

Por último, el cuarto escenario contemplado por la Comunidad de Madrid es el de la finalización de la situación de pandemia. Una vuelta a la normalidad anterior nen la que se mantendrían, ha aclarado el consejero, algunas de las medidas de higiene y seguridad, así como los avances conseguidos, ha dicho, en materia de digitalización de la enseñanza.

Fuente e imagen tomadas de: https://eldiariodelaeducacion.com/2020/06/30/madrid-planifica-un-inicio-de-curso-con-normalidad-total/

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Spain resorted to ‘gag law’ more than ever before during coronavirus lockdown

Europa / Spagna / 07/07/2020 / Autore: Óscar López-Fonseca / Fonte: english.elpais.com

Within the first 75 days of confinement, the Interior Ministry issued nearly 1.1 million sanctions, up 42% from the amount handed out between 2015 and 2018.

When Pedro Sánchez, leader of the Spanish Socialist Party (PSOE), launched a successful no-confidence motion in Congress that put him in the prime minister’s office in June 2018, he said that one of his priorities would be to reform the Citizen Safety Law, popularly known as the “gag law.”

The controversial legislation, approved by the Popular Party (PP) in 2015, was criticized from day one for impeding freedom of expression because it established fines for doing things like protesting in front of parliament or taking and sharing photographs of police officers. The opposition claimed it was a way to clamp down on the street protests taking place at the time against political corruption and mismanagement of the economic crisis.

But the “gag law” will turn five years old this Wednesday, and not only has it not been repealed or reformed, it has actually been used more than ever in recent times, under Sánchez’s administration.

People marching in December for a new Citizen Safety Law.
People marching in December for a new Citizen Safety Law. SAMUEL SANCHEZ

During the first 75 days of coronavirus lockdown in Spain, there were a total of 1,089,917 proposed fines against violators of the confinement measures. This is a 42% increase over all sanctions during the first three and a half years that the law was in effect. And Interior Minister Fernando Grande-Marlaska recently announced that repealing the Citizen Safety Law would not eliminate Section 36.6, which sets out fines of €601 to €30,000 for disobeying law enforcement officers. This is the article that’s been most often resorted to during Spain’s state of alarm, which was introduced in mid-March and lifted on June 21.

Despite all the debate, the law has survived two early elections, one failed political term and a health crisis. Former Prime Minister Mariano Rajoy was able to secure its passage in 2015 thanks to his absolute majority in Congress, but there have been several attempts since then to repeal or reform it. Opposition parties, with the PSOE at the helm, challenged the constitutionality of several sections, but the Constitutional Court has yet to issue a decision, partly because the progressive and conservative judges on the panel have so far been unable to reach an agreement on the more controversial aspects of the law.

But there are political hurdles as well as legal ones. Following the no-confidence vote of late May 2018, parliamentary groups began working on a negotiated reform to the Citizen Safety Law. In November of that year, a draft was presented by the Basque Nationalist Party (PNV) and other groups proposed over 200 amendments to it. A preliminary agreement was reached, but parliament was dissolved ahead of time to make way for the early election of April 28, 2019 and work ground to a halt.

The vote gave a victory to the PSOE but Sánchez was unable to form a government, leading to yet another early election in November, which was also won by Sánchez. The Socialist leader heads a minority government in coalition with the leftist Unidas Podemos, and the alliance originally included a pledge to replace the gag law with a new piece of legislation.

But the health crisis triggered by the coronavirus pandemic has not only postponed these efforts, it was actually breathed new life into the Citizen Safety Law, which was widely used by the Interior Ministry to sanction individuals who broke the stay-at-home orders.

Between March 14 – the day that the government decreed a state of alarm – and June 1, the last day with available figures from law enforcement agencies, there were 1,089,197 sanction proposals, up 42% from the 765,416 that were issued between 2015 and 2018.

This has led to numerous complaints, even from the PSOE’s coalition partner Unidas Podemos. Meanwhile, the Ombudsman has for years been urging political parties to reform the law. And Amnesty International will this Tuesday hand Congress a petition with 142,000 signatures demanding its repeal. The human rights group says that 70% of all sanctions issued under this law between 2015 and 2018 were based exclusively on two sections, including 36.6, the one used during the state of alarm.

At a congressional appearance on April 23, Interior Minister Fernando Grande-Marlaska reiterated the government’s commitment to repealing the “gag law,” but he also warned that “there are sections that will always have to be included in the next law,” alluding to Section 36.6.

Out of the nearly 1.1 million proposed sanctions during the first 75 days of the state of alarm, over half were made by the National Police and the Civil Guard, followed by regional and local law enforcement. Andalusia and Madrid account for the highest number. In Catalonia and the Basque Country, the majority of sanctions were issued by the regional police forces, the Mossos d’Esquadra and the Ertzaintza respectively.

English version by Susana Urra.

Fonte e immagine: https://english.elpais.com/politics/2020-06-30/spain-resorted-to-gag-law-more-than-ever-during-coronavirus-lockdown.html

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Mi condena

Por:  Daniel Seixo

 

"El mejor truco del Diablo fue convencer al mundo de que no existía, pero sabemos que no se ha ido." 
The Usual Suspects 

"Al Fascismo no se le discute, se le destruye."
Buenaventura Durruti

Querido lector:

Se me pide una condena y por tanto, permíteme que abochornado por la escasa calidad del típico sainete previo al mitin que el presidente de Vox, Santiago Abascal, ha ofrecido en esta ocasión en Sestao, me preocupe por su pobre puesta en escena y la decadente calidad del espectáculo político general en el estado español y os diga por ello que nuestra estrella, tan feliz hasta hoy, está amenazada seriamente por nuestros propios errores.

No permitamos pues que la falsa apariencia de neutralidad y el buenísimo no correspondido por parte de quienes clara y abiertamente se han situado al frente del discurso fascista, frene nuestra fuerza, no permitamos que nuestra confianza en la inexistente humanidad de quienes ven en nosotros únicamente un enemigo a batir, logre frenar la acción antifascista directa. Aquella que desde la militancia y en los barrios, supone el muro de contención más directo contra la amenaza fascista. El pueblo vasco ha dado sobrada muestra en numerosas ocasiones de su actitud frente al fascismo y lo sucedido en Sestao, no supone sino una muestra más del profundo carácter antifascista y la activa militancia política de gran parte de la población de Euskal Herria, vecinos y vecinas, militantes, compañeros de trabajo y de estudios, diversas vidas y diversos motivos tras cada uno de los rostros de quienes ante la visita de la formación de Santiago Abascal, han decidido mostrar su rechazo firme y contundente al discurso del odio, la provocación y la discriminación.

Ante todo la verdad, y la verdad es mi señor que nosotros perdimos la batalla contra el fascismo, la perdimos abandonados a nuestra suerte por las democracias burguesas occidentales que pese a su supuesta neutralidad, tomaron claro partido en la Guerra Civil española al permitir la participación del ejército fascista italiano y las tropas de Hitler  por parte del bando sublevado. Perdimos la guerra y perdimos una nueva oportunidad de confrontar al fascismo cuando no supimos presentar batalla a la herencia franquista durante la transición y es por eso que todavía hoy, soportamos en nuestras propias carnes los claros tics antidemocráticos de nuestra política y a una timorata izquierda. Perdimos la batalla contra el fascismo cuando no supimos tejer alianzas internacionales contra el sistema capitalista y nos avergonzamos de nuestras luchas y de nuestra identidad, para abrazar las corrientes políticas procedentes precisamente de los países que en su momento nos abandonaron. Y la perdimos muy especialmente, cuando decidimos que política y barricadas eran ya incompatibles.

No se trata por tanto la lucha antifascista que hoy tratamos de un intento por ganar batallas pasadas, ni de nostalgia o meros actos de reivindicación de algo ya únicamente propio de la historia. No, a lo que aquí me refiero, por lo que aquí se pide mi condena, son actos de ferviente actualidad. Es sin lugar a dudas, una nueva etapa del desafío fascista lo que desde la izquierda enfrentamos y no temo por ello asegurar que las posturas que en Sestao se confrontaban a una y otra orilla del cordón policial, eran una vez más la de fascistas contra antifascistas.

Señor  concluyamos, que ya es tiempo.

Yo Condeno al partido de Santiago Abascal y a su propia persona por ejercer la estrategia de la provocación, acudiendo a poblaciones claramente contrarias a sus postulados políticos sin la más mínima intención de convencer, sino únicamente con el deseo de provocar incidentes con los que aumentar la presión política y sus posibles apoyos electorales por la vía de la confrontación.

Condeno a los dirigentes de Vox por hacer un uso deleznable e intolerable del pueblo vasco, buscando la criminalización del mismo con el único objetivo de lograr recabar votos en sus feudos tradicionales en otros puntos de la península.

Condeno a Rocío de Meer por su esperpéntico espectáculo en una tierra que sabe bien lo que es la violencia y la verdadera sangre derramada y que por ello jamás recibirá de buen agrado a aquellos que una y otra vez lanzan soflamas al ejército en busca de un posible golpe de estado.

Condeno de nuevo a la señora Rocío de Meer por cambiar su versión sobre lo sucedido en Sestao sobre la marcha y hacer de la supuesta agresión que denuncia en redes sociales y ante la prensa, pero de momento no ante las autoridades, un espectáculo de confrontación en busca de un posible crecimiento del odio que le otorgue meros réditos electoralistas.

Condeno a su vez a la prensa servil con el fascismo, aquella que indiferentemente en Altsatsu o en Sestao, se sitúa contra el pueblo y sin profundizar en la búsqueda de pruebas o contrastar las diferentes versiones, lanza todo su peso sin justicia alguna contra la parte más débil en sus titulares

Y por último: yo condeno a toda esa progresía burguesa de falso antifascismo de triángulo rojo en redes sociales, que puntualmente reniega del antifascismo directo cuando ante la amenaza ultra y la represión policial, demuestran ser los únicos que verdaderamente dan la cara. No solo condeno a ese falso progresismo, sino que reniego de cualquier relación política con ellos.

En cuanto a las personas a quienes condeno, debo decir que ni las conozco ni las he visto nunca, ni siento por ellas más que el profundo desprecio que a todo antifascista le provocan las posturas reaccionarias. Las considero por tanto fuera de toda lógica política y el acto que realizo aquí, no es más que un medio para intentar llamar la atención sobre el tremendo error de considerar al fascismo un interlocutor válido y digno de solidaridad..

Solo un sentimiento me mueve, solo deseo que la luz se haga, y lo imploro en nombre de la humanidad, que ha sufrido tanto y que tiene derecho a ser feliz. Mi ardiente protesta no es más que un grito de mi alma, un deseo para que quienes hoy se lamentan por el triste y fingido llanto del fascismo en Sestao, no tengan nunca que vivir en sus propias carnes el efecto de su llegada al poder. La única vía para impedirlo es la de un antifascismo activo y combativo.

Todavía hay tiempo para reaccionar. Así lo espero.

Fuente e imagen:  https://nuevarevolucion.es/mi-condena/


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5 años de mordazas ¡Basta!: Por una nueva legislación que garantice los derechos humanos/España

Europa/España/01/07/2020/Fuente: tercerainformacion.es

Este  1 de julio es el 5o aniversario de la Ley Mordaza. Desde Amnistía Internacional, No Somos Delito, Defender a Quien Defiende, la Plataforma en Defensa de la Libertad de Información, la Coordinadora de ONG de Desarrollo de España y Greenpeace impulsamos un manifiesto para que el mayor número de organizaciones y colectivos exijamos de una vez por todas la modificación urgente de la Ley de Seguridad Ciudadana.

Tras 5 años desde su entrada en vigor, la Ley Orgánica de Protección de la Seguridad Ciudadana, también conocida como Ley Mordaza, sigue campando a sus anchas. Los derechos a la libertad de expresión, reunión pacífica e información han sufrido un retroceso desde su aprobación.

Un quinto aniversario que llega en un contexto de pandemia en el que desde las organizaciones de la sociedad civil se ha manifestado la preocupación ante casos de arbitrariedad policial en la imposición de multas durante el estado de alarma.

A pesar de que la Ley Mordaza contara con la oposición del resto de los grupos parlamentarios, a pesar de las advertencias por expertos de Naciones Unidas sobre la vulneración de derechos humanos que implicaría su aplicación, y de las persistentes movilizaciones de la sociedad civil para frenarla, en marzo de 2015 se aprobó y el 1 de julio del mismo año entró en vigor.

En los años anteriores hubo un gran número de movilizaciones mayoritariamente pacíficas, marcadas por el 15M, las mareas y las marchas por la dignidad, que hicieron frente a las medidas de austeridad y los recortes adoptados por el gobierno de servicios básicos y derechos económicos y sociales como la sanidad, afectando a gran parte de la población y especialmente a grupos en situación de mayor vulnerabilidad.

En aquellos años denunciamos el uso excesivo de la fuerza y malos tratos por parte de las Fuerzas de Seguridad del Estado en el contexto de manifestaciones, la imposición creciente de multas por la mera asistencia a movilizaciones, así como actuaciones abusivas y arbitrarias contra periodistas y fotógrafos que documentaban la labor policial, sin que estos abusos fuesen investigados de forma adecuada.

QUEREMOS SER MUCHAS VOCES GRITANTO «BASTA DE MORDAZAS». UNETE AL MANIFIESTO.

Con la Ley Mordaza se avanzó en la dirección errónea reduciendo el espacio cívico, poniendo en riesgo el ejercicio de los derechos a la libertad de expresión, reunión pacífica e información, aumentando las sanciones a formas legítimas de protesta, así como la cuantía de otras sanciones ya existentes.

Comprobamos que muchas de estas sanciones se aplicaban en contextos de protestas pacíficas, por ejercer la libertad de expresión o por ejercer el derecho de información. Y que la Ley Mordaza ampliaba los poderes de la policía sin establecer a su vez mecanismos independientes de control policial y rendición de cuentas, lo que podía implicar impunidad ante la prevalencia de la posición de la administración frente a los ciudadanos en todo el procedimiento sancionador administrativo.

El impacto de la aplicación de esta ley ha tenido como consecuencia un efecto disuasorio y desmovilizador, al hacer más difícil salir a la calle a protestar y reclamar derechos, amordazando de este modo a mucha más gente de la que se había sancionado. La aplicación de esta ley también ha llegado a traducirse en autocensura para periodistas y personas que quieren documentar las actuaciones policiales.

Tan solo en el primer año hubo alrededor de 34.000 sanciones relacionadas con conductas que podrían estar amparadas por el derecho de reunión, expresión e información. Más de 12.000 sanciones fueron por desobediencia o resistencia a la autoridad y casi 20.000 por falta de respeto o de consideración a las fuerzas y cuerpos de seguridad, quedando la interpretación de estos hechos bajo la consideración de los propios agentes.

También preocupan otros artículos de la ley por el impacto que representan para el ejercicio de derechos humanos, como el que sanciona la distribución no autorizada de imágenes de las fuerzas de seguridad, recordando que diversos organismos internacionales ya han indicado a España que el ejercicio del derecho de información corresponde a cualquier ciudadano, independientemente de si ejerce o no la profesión de periodista.

Igualmente es motivo de preocupación el artículo que sanciona a los promotores y organizadores de manifestaciones que no han cumplido con el requisito previo de notificación, no contemplando la posibilidad de la celebración de manifestaciones o reuniones espontáneas, especialmente en aquellos casos en que son respuesta a un evento desencadenante y donde no se tuviera posibilidad de notificar con antelación.

Además la Ley Mordaza recogió una disposición adicional con el objeto de legalizar las expulsiones sumarias y colectivas, también llamadas “devoluciones en caliente” que muchas organizaciones venimos denunciando desde hace años.

Junto a la reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana cabe recordar que entró en vigor la reforma del Código Penal igualmente con impacto preocupante en el derecho a la libertad de expresión. Desde entonces personas usuarias de redes sociales, periodistas, profesionales del derecho y artistas musicales han sido procesadas en virtud del artículo 578 del Código Penal, que prohíbe el “enaltecimiento” del terrorismo y la “humillación de las víctimas de los delitos terroristas”. La imprecisa redacción de ese tipo de delitos también restringen la libertad de expresión.

La posibilidad de ser multado, inhabilitado para empleos públicos e incluso ser enviado a prisión, está teniendo una consecuencia clara: una autocensura cada vez mayor y, en general, un efecto inhibitorio en la libertad de expresión en España.

A pesar de que la mayoría de los grupos parlamentarios que conforman hoy el Congreso se habían comprometido a reformar esta ley, y a pesar de que el Congreso aprobara impulsar en noviembre de 2016 y enero de 2017 dos propuestas de reforma de la Ley Orgánica de Protección de la Seguridad Ciudadana, la Ley Mordaza sigue a día de hoy completamente en vigor.

En 2020, en medio de una crisis sanitaria marcada por la pandemia del coronavirus, y desde que se decretara en marzo el estado de alarma, se han impuesto más de 1 millón de propuestas de sanción en aplicación de la Ley de Seguridad Ciudadana.

En este contexto hemos denunciado que las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado podrían haber interpuesto de manera arbitraria sanciones contra personas que supuestamente desobedecían el estado de alarma, sin observar los criterios de necesidad y proporcionalidad que indican los estándares internacionales, y ésto nuevamente bajo la aplicación de la Ley Mordaza.

Y en este contexto llega el quinto aniversario de la Ley Mordaza. Cada año que ha pasado con la Ley Mordaza en vigor hemos recordado la necesidad urgente de reformarla, para tener en su lugar una nueva legislación en línea con los estándares internacionales de derechos humanos. Hemos reclamado la necesidad de que el gobierno cumpla lo que tantas veces ha prometido hacer.

Será con la presión ciudadana, de organizaciones y colectivos, como conseguiremos que de una vez por todas este quinto cumpleaños de la Ley Mordaza sea de verdad el último.

SUMATE AL MANIFIESTO: ¡BASTA DE MORDAZAS!

Fuente e imagen: https://www.tercerainformacion.es/articulo/actualidad/2020/06/29/5-anos-de-mordazas-basta-por-una-nueva-legislacion-que-garantice-los-derechos-humanos

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España: Los profesores de las escuelas de idiomas volverán a la huelga en septiembre

Europa/ España/ 30.06.2020/ Fuente: www.lavanguardia.com.

Los profesores de las Escuelas Oficiales de Idiomas (EOI) de la Comunidad de Madrid ponen fin este martes a la huelga que han secundado a lo largo de dos semanas, aunque anuncian que en septiembre reanudarán sus reivindicaciones y protestas sobre la falta de seguridad sanitaria en los centros.

En una nota de prensa, los profesores, en huelga desde el pasado día 16 para defender las condiciones sanitarias de alumnos y profesores durante los exámenes, denuncian que la Consejería de Educación «ha permanecido sorda y muda» ante las llamadas al diálogo de las asociaciones de profesores y directores de escuelas.

También denuncian el «afán obstruccionista» de la Consejería con la imposición de unos servicios mínimos abusivos que han impedido el ejercicio del derecho fundamental a la huelga.

La Asociación de Profesores de Escuelas Oficiales de Idiomas de Madrid (APEOIM) y el profesorado de las EOI anuncian que reanudarán sus protestas en septiembre.

«Esta huelga ha sido el preludio de unas movilizaciones que pondrán sobre la mesa las pésimas condiciones que ha sufrido la comunidad educativa durante la pandemia. Volveremos en septiembre», dice la nota de la asociación.

Los profesores consideran que la Consejería «tiene que escuchar al profesorado» de las EOI y a sus representantes,que reclaman garantías sanitarias para la celebración de los exámenes de certificación de sus enseñanzas.

Según la APEOIM, los profesores no quieren seguir trabajando en condiciones de riesgo para su seguridad y su salud y las del resto de personal de los centros educativos.

Los docentes dicen que los protocolos son insuficientes y no garantizan los medios materiales y humanos con los que desempeñar nuestra labor, que han trabajado a distancia con sus propios medios y que Educación «no ha proporcionado una plataforma segura y fiable con la que desempeñar el trabajo a distancia y la adecuada atención al alumnado».

Las reivindicaciones continuarán en septiembre, dicen, porque necesitan «una vuelta con garantías sanitarias a nuestras escuelas, en las que el personal docente y administrativo pueda trabajar con los recursos necesarios y el alumnadose sienta seguro gracias a una bajada de ratios que facilite la enseñanza presencial».

Los 36 centros públicos de las EOI que hay en la Comunidad de Madrid imparten en total 22 idiomas a casi 45.000 alumnos.

El sindicato Comisiones Obreras (CCOO) denunció en el comienzo de la huelga los servicios mínimos «abusivos», de hasta un 60 %.

Según CCOO, las instrucciones de la Consejería para la celebración de las pruebas llegaron «muy tarde» y no garantizaban un protocolo de salud para 20.000 alumnos que se podrían presentar para obtener certificados de idiomas.

Fuente de la noticia: https://www.lavanguardia.com/politica/20200630/482033300953/los-profesores-de-las-escuelas-de-idiomas-volveran-a-la-huelga-en-septiembre.html

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El abandono de la escuela pública

Por: Guadalupe Jover.

Hemos necesitado una pandemia para reconocer las insoportables desigualdades en el derecho a la educación. Dispositivos móviles y conexión a Internet se han erigido en dolorosas metáforas de las condiciones de pobreza material que impiden la educabilidad de muchos niños y niñas. Maestras y maestros hemos tratado de llegar a cada rincón, a cada hogar, y nos hemos asomado a entornos de cuya existencia algo sabíamos y en los que es imposible reclamar concentración, trabajo y esfuerzo. Niños que burlaban la vigilancia de la policía para poder acudir al hogar de un familiar que sí contara con un ordenador. Niñas que debían aguardar a que todos en casa durmieran para poder disponer del silencio que reclama el estudio.

Para paliar esto no basta con la provisión de una tableta. No basta tampoco con la aprobación del ingreso mínimo vital ―pese a ser una buenísima noticia―. Porque las desigualdades de capital cultural de las familias son tales que niñas y niños parecen tener marcado a fuego en su código postal cuál habrá de ser su futuro académico y profesional. El determinismo se agrava en un sistema escolar tan segregador como el nuestro sin que nada apunte ―¡ni siquiera ahora!― a un golpe de timón en las políticas educativas. Veremos en qué acaban los 2.000 millones de euros cuyo destino debiera ser, según el presidente Sánchez, la educación pública.

Maestras y maestros, con mayor o menos acierto, nos hemos dejado la piel en esto. Claro que hemos cometido errores, y mucho habremos de trabajar para enmendarlos. Pero hemos estado solos. Nuestras Administraciones educativas se han lavado las manos. No sabían qué hacer y han optado por la dejación de funciones. Primero fue el silencio. Luego, el frenesí de instrucciones contradictorias. Ahora, pretenden la vuelta a las aulas como si nada hubiera ocurrido, imaginando una escuela en que sea posible respetar las distancias a que la pandemia obliga sin reducir ratios, aumentar las plantillas o dotar de infraestructuras.

Al abandono institucional hemos sumado el maltrato en los medios. Se ha llegado a responsabilizar al profesorado del cierre de las escuelas, cuando ni el estado de alarma permitía su apertura ni las condiciones de los centros ―de los centros públicos que yo conozco y en los que llevo 30 años trabajando― lo hacen posible. Tampoco los diagnósticos de los expertos parecían apuntar a la raíz del problema, al menos desde la percepción de quienes estamos a pie de aula.

Nuestro malestar y nuestro estupor son ya insoportables cuando escuchamos a los responsables políticos hablar del curso próximo. Su propuesta es ―y ahí la propia ministra― “optimizar espacios”, ignorando al parecer que, en el escuela pública, hace años que bibliotecas, laboratorios y aulas de usos múltiples se utilizan como aulas convencionales. Que centros construidos para 600 estudiantes pasan ya de los 1.000. Que no cabe un alfiler ni en aulas ni en pasillos ni en patios, y que estos nada tienen que ver con los fastuosos polideportivos que nos enseñan en los telediarios. De eso hablamos cuando hablamos de los recortes que llevan asfixiándonos curso tras curso.

Durante estos meses maestras y maestros hemos tratado de acompañar a nuestros estudiantes supliendo la falta de educadores sociales ―en muchos casos fulminantemente despedidos al comienzo de esta pandemia allí donde los había― sin escatimar ni medios ni tiempos ni energías. El desmantelamiento de los departamentos de Orientación y el menosprecio por las labores de tutoría amenazaban con dejar a niñas, niños y adolescentes abandonados a su suerte. Hemos dedicado mañanas, tardes y noches, días laborables y festivos, periodo escolar y vacacional a acompañar educativamente a nuestros 100, 200 o 300 estudiantes tratando de atender, en primer lugar, a su situación personal: “Esta noche murió mi papá”. Que en esta ocasión ―como en tantas otras― hayamos tenido que suplir a psicólogos o trabajadores sociales no puede enmascarar la apremiante urgencia de que unos y otros pasen a formar parte, en número suficiente, de las plantillas de los centros. Y que la tutoría reciba al fin en la jornada laboral docente el reconocimiento que merece. Ojalá sea ya ineludible con la Ley Integral de la Infancia.

Hemos hecho todo lo posible por proponer escenarios de aprendizaje pese a la desaparición de la clase como espacio y tiempo compartido, como grupo humano. Y lo hemos hecho con nuestros propios equipos y pese a la ausencia de plataformas institucionales ágiles y seguras. Cuando las “autoridades” discutían acerca de cómo evaluar, lo que a nosotros nos agobiaba era qué hacer para que el alumnado aprendiera. Claro que nos hemos equivocado en muchos momentos. Y por ello estos dos meses que restan para el comienzo del próximo curso debieran ser un tiempo ganado y no perdido, en que toda la comunidad educativa trabajara codo con codo. En que nos escucháramos.

Pero es también la hora de la política. Autoridades ministeriales y autonómicas no pueden seguir jugando a esconderse. Cuando debieran estar también ellos preparando el próximo curso ―construcción de nuevos centros, mejora de infraestructuras, reducción de ratios, ampliación de plantillas, dotación de recursos, reestructuración de la jornada laboral docente, replanteamiento curricular, provisión de entornos virtuales que aseguren la privacidad de los datos allí alojados―, los vemos dando todo por perdido, desplazando la responsabilidad al que está “por debajo”. En esto ha venido a parar “la autonomía de los centros”. En un sálvese quien pueda.

Necesitamos sumar voces y el concurso de toda la comunidad educativa, de economistas y sociólogos, de politólogos y periodistas, de cuantos están opinando de educación en los medios para exigir una escuela pública a la altura de la de los países en que pretendemos mirarnos. Una escuela que vele por la equidad educativa y la justicia social, por los derechos de los más vulnerables y por la mejora del bienestar y la calidad de los aprendizajes de todo nuestro alumnado.

No hay tiempo que perder. En septiembre será tarde.

Fuente del artículo: https://elpais.com/educacion/2020-06-23/el-abandono-de-la-escuela-publica.html

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España: Pandemia, crisis ecosocial y educación

Pandemia, crisis ecosocial y educación

La “transición” en la enseñanza

23/06/2020 | Maitane Arri, Marije Etxebarria y JoseManu Gutiérrez

Lur ha vuelto a clase esta mañana. Hacía más de dos meses que no pisaba ese espacio cotidiano de conocimiento, normas, amistades, docentes, camaradería, amores, etc. Una vuelta a un territorio lleno de emociones. Pero, esta vez, las impresiones son encontradas. Ahora, llega a la puerta, tiene que esperar su turno, a la distancia reglamentada, contenta y expectante, viendo el nuevo look de sus compas con la mascarilla, buscando miradas, guiños cómplices que va aprendiendo desde que llevan la boca tapada, un poco tensionada por cómo van a ir las cosas los próximos días y el nivel de exigencia que se les va a pedir. Parece que quedan lejos los abrazos, los manotazos, las confidencias al oído, la alegría, el enfado, las connivencias a partir de un gesto. Parecen mucho más lejos, aquellos días cuando hicieron una ilusionante y divertida campaña contra la pasividad ante el cambio climático, sumándose al llamado de Greta Thunberg. Parece un recuerdo de otra vida anterior. En medio, encierro. Reclusión en el hogar. Hay quienes se han adaptado a las nuevas rutinas familares, a trabajar con el ordenador. Hay quienes han sufrido acoso familiar en casa, quienes no disponían de recursos digitales para responder a las tareas, quienes tenían ayuda para llevar a cabo los aprendizajes y quienes no, quienes tenían que compartir los medios con sus familias porque también otras personas del núcleo familiar teletrabajaban.

Lur siente nuevas emociones y recuerda las viejas. Y, ¿en medio? Una mezcla apenas explicable de miedo, tristeza, ausencia, desmotivación, angustia, ansiedad, fastidio –sobre todo cuando ha pasado su cumpleaños sola con su familia y en su habitación, esperando nerviosamente la retahíla de mensajes y vídeos para felicitarla en estas nuevas circunstancias– y, además, duelo. La amama de Lur sufrió 32 días en la UCI antes de fallecer y no pudieron verla ni acompañarla en los últimos instantes.

El mundo, que para Lur, más o menos a gusto, era seguro (tenía sus límites, sus normas, sus cuidados, etc.) se cayó de un día para otro y se sumergió en la incertidumbre. ¿Qué había pasado? ¿Por qué? ¿Por qué a nosotras? ¿Qué va a pasar? ¿Cómo estará amama? ¿Cuánto vivirá? ¿Cómo será la vuelta a la vida anterior? ¿Cómo me siento? ¿Cómo se sienten mis compas?

Lur ha vivido-sufrido esta situación. Y el sistema educativo que le obliga a ir a su centro escolar le impuso refugiarse en casa y aumentar de repente su autonomía para responder a los nuevos retos. Y ese sistema educativo ¿qué le ha ofrecido? Trabajar los contenidos (sinnúmero) desde casa, con ayuda de docentes que también se encontraban en estado de shock y, según los casos, con limitadas habilidades digitales, más la ayuda que le pudieran ofrecer en el hogar.

¿Eso es educación? No. Podrá ser enseñanza a distancia, tele-enseñanza, enseñanza digital, etc., pero no educación. Las emociones son imprescindibles en educación, en el aprendizaje, y las que se han instaurado durante la pandemia son emociones negativas. ¿Qué administración educativa ha puesto énfasis en el cuidado y gestión de las emociones y en los sentimientos, es decir, en lo que más necesitaban nuestras estudiantes, en vez de obstinarse en terminar el temario a cualquier precio? Además, entre otras, ¿dónde han quedado los proyectos colaborativos, las comunidades de aprendizaje, los grupos de trabajo inclusivos, etc.? Y tantas y tantas cosas.

Pero es que uno de los objetivos de la educación, según la ley vigente, “es introducir nuevos patrones de conducta que ubiquen la educación en el centro de nuestra sociedad y economía (…) en la economía actual, cada vez más global y más exigente en la formación de trabajadores y empresarios (…) incide inevitablemente en la empleabilidad y en la competitividad”. Y aquí está la clave. El sistema educativo ha estado muy lejos de ser la institución segura, inclusiva, equitativa y ética que se le supone como servicio social, porque sus fines declarados son servir a las necesidades de la economía de mercado y de la competitividad de las empresas, no a las de las personas y a las de la comunidad donde vivimos.

Nos encontramos, pues, a una Lur que, gran parte de sus próximos años, estará inmersa en la educación del sistema hegemónico, donde los valores, los conocimientos, las inquietudes, las actitudes o las lecturas de la realidad van a estar supeditados al actual modelo de producción y consumo. Y, siempre, con el fin de que adquiera los “nuevos patrones de conducta” al servicio de la economía hegemónica.

La trágica crisis sanitaria forma parte, es una emergencia sistémica, de la gran crisis ecosocial que sufre la mayoría de las formas de vida del planeta y que nos ha traído al Antropoceno. Una crisis ecológica y social causada por el modelo económico vigente que trata de ensalzar y reforzar la ley educativa de referencia. Superar esta crisis global evoca inevitablemente la exigencia de trabajar para las necesarias transiciones sociales y ecológicas que construyan nuevas sociedades más justas, más equitativas, más ajustadas a los ciclos de la biosfera… y, en consecuencia, más resilientes ante próximos eventos. Y aquí es donde vuelve a aparecer la educación, la necesaria transición educativa que forme ecociudadanía empoderada y desarrolle resiliencia para responder a los retos del futuro.

Al contrario que el objetivo citado, la transición educativa debe poner la vida en el centro de la educación, en el núcleo de la actividad y del currículo escolar. Una vida, frágil, finita, que se nos muestra en la ecodependencia e interdependencia de las personas. Estos principios deben ser los pilares de una nueva educación ecosocial que guíe el desarrollo integral del alumnado y que atienda a los problemas locales y globales, así como a los sujetos y colectivos ocultados en el currículo (cambio climático, pérdida de biodiversidad –uno de los factores de la pandemia–, crisis de cuidados, otras economías posibles, salud pública, transición energética… y personas con necesidades específicas, mujeres, migrantes, desahuciadas, sin techo, precarias, explotadas…). Todo ello basado sobre los preceptos ecosociales de justicia y equidad social, de sostenibilidad en el uso de los bienes comunes y de democracia participativa.

La transición educativa ecosocial ofrece espacios a la inclusión y al empoderamiento, a la propuesta de alternativas y al desarrollo de acciones ecosocialmente transformadoras. Y esto exige la integración en el sistema educativo de una nueva competencia, que debería ser la más antigua: la competencia ecosocial para la sostenibilidad. El conjunto de capacidades, habilidades y actitudes que revela una manera de concebir y expresar la crisis ambiental y una participación real en las ineludibles transiciones futuras. La competencia ecosocial para la sostenibilidad gravita alrededor de varios ejes: que cada persona se conozca, se comprenda y se adapte adecuadamente a sí misma, a su grupo y al mundo en el que vive; que adquiera los conocimientos de ciencias naturales y sociales necesarios para estar preparada ante nuevas contingencias; que conozca cómo se desarrolla la vida y los límites y flujos energéticos, materiales y biofísicos de nuestro planeta; que sea consciente de la profunda crisis ambiental, de sus impactos sociales y de la inevitabilidad de profundos cambios sistémicos; que contribuya al desarrollo de una sociedad plenamente democrática, participativa, solidaria, inclusiva y plural; que analice críticamente los problemas, busque alternativas y plantee soluciones imaginativas para ser un agente social activo para el cambio.

Lur, de esta manera, habría vivido en mejores condiciones el confinamiento y la vuelta a clase, a sus relaciones y habría sido un agente activo en su comunidad. Por Lur y por la necesaria transición social y ecológica, educación ecosocial hacia la sostenibilidad.

23/06/2020

Maitane Arri, Marije Etxebarria y JoseManu Gutiérrez (Euskal Gune Ekosozialista)

Fuente de la Información: https://vientosur.info/spip.php?article16099

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