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España: Aprendizajes para proyectos de arte y escuela

Aprendizajes para proyectos de arte y escuela

  • La red PLANEA publica su primer Cuaderno de aprendizajes con la investigación sobre los anclajes normativos y las palancas que utilizan los centros educativos para poner en marcha proyectos de arte y escuela.
  • Puedes acceder al vídeo de la presentación del cuaderno en el que participaron las personas que conformaron el equipo de investigación aquí.

 

Lo que puede una escuela. Oportunidades y herramientas para introducir prácticas artísticas en las comunidades educativas. Un título largo que escarba en el trabajo cotidiano de los centros educativos que conforman la red de escuelas e institutos PLANEA para conocer de primera mano las dificultades y las soluciones que, desde diferentes perspectivas, han encontrado todos ellos para poner en marcha proyectos de artes y escuela que comenzaron el pasado curso.

PLANEA es una red de centros que formada por ZEMOS98, Pedagogías Invisibles, El Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana y Permea y que, además, cuenta con el apoyo de la Fundación Daniel y Nina Carasso. La investigación se ha realizado con estos siete centros educativos: CEIP Manuel Núñez de Arenas, CEIP República de Chile, CEIP San José Obrero, CEIP Santa Teresa, IES Bovalar, IES Cartima e IES Menéndez Pelayo, aunque en la red, hoy por hoy, hay 50 caminando en actuaciones artísticas en la escuela.

o que puede una escuela. Oportunidades y herramientas para introducir prácticas artísticas en las comunidades educativas. Un título largo que escarba en el trabajo cotidiano de los centros educativos que conforman la red de escuelas e institutos PLANEA para conocer de primera mano las dificultades y las soluciones que, desde diferentes perspectivas, han encontrado todos ellos para poner en marcha proyectos de artes y escuela que comenzaron el pasado curso.

Palancas

El cuaderno se divide en tres capítulos diferentes pero interconectados. El primero de ellos está dedicado a un análisis de las propuestas que desde las comunidades autónomas en las que opera la red PLANEA (Andalucía, Comunidad de Madrid y Comunitat Valenciana) se ofrecen a los centros educativos para desarrollar proyectos relacionados con el arte y la cultura. Propuestas muy variopintas que van desde certámenes de teatro y canto hasta otras centradas en el patrimonio cultural.

También se pone el ojo en los centros de formación del profesorado de cada una de las comunidades y en cómo, de una manera más o menos exhaustiva, pueden apoyar o iniciar procesos de arte y escuela en los centros.

Una vez visto esto, nos adentramos de lleno en las prácticas que han desarrollado los centros de la red.

Se trata de una suerte de recetario de buenas prácticas en el que se van desgranando algunos de los puntos clave que se han ido encontrando en común entre los diferentes centros de la red: autonomía pedagógica; organización de tiempos y asignaturas; formación docente; trabajo por proyectos y aprendizajes procesuales y, por último, relaciones con el exterior.

A través de estos cinco epígrafes se van diseccionando las palancas que han activado colegios e institutos para dar sentido y seguridad a sus propuestas.

La investigación también da algunas pinceladas sobre proyectos, redes de centros o iniciativas que trabajan temáticas o dinámicas diferentes a las artísticas pero que pueden dar más pistas o apoyos a la hora de comprender las formas de trabajo a las que tienen que recurrir en muchas ocasiones los centros.

Caja de los deseos

Este es el último de los capítulos del libro y en donde el equipo investigador formula una serie de necesidades que detecta en todos los centros educativos, ya sean de PLANEA o no, para llevar a cabo proyectos más o menos innovadores sin morir en el intento y para que sean lo más sostenibles posible.

El primero de ellos sería la necesidad de que el sistema educativo, desde diferentes instancias, diera tiempos y espacios para la creatividad en los centros. Esponjarlos para que entrase el aire suficiente como para imaginar otras posibilidades.

Tras un primer paso, una verdadera autonomía pedagógica que evitase, primero, un exceso de rigidez en los planes y proyectos que las administraciones ponen en marcha y, segundo, una vez evitada esta, no supusiera un esfuerzo titánico contra la burocracia, tanto en la necesidad de rellenar papeles y más papeles como ante la propia inspección educativa.

Por supuesto, y como siguiente paso, es necesaria una formación docente de calidad que sostenga esta autonomía pedagógica. Una formación que se diera dentro del centro, atendiendo a las necesidades que se detectasen, una formación que, apoyada por administraciones locales, por ejemplo, pusiera en comunicación a las y los docentes con entidades interesadas en hacer proyectos con ellos. Una formación que, en definitiva, fuera transformadora.

Todo esto, claro, con el apoyo desde arriba. Apoyo y sostén que podría pasar por recursos humanos específicos, con tiempos y espacios para la coordinación (evitando así el voluntarismo insostenible en el que, muchas veces, se mueven los cluastros); un apoyo que se encarnase en la estabilidad de los equipos docentes, que dejaran de sufrir la perpetua renovación cada curso escolar. Un reconocimiento más allá de una placa que colocar en la puerta.

Y, por último, una concepción expandida de la educación que rompiera los muros de la escuela para encontrarse con otros agentes, culturales, artísticos, administrativos, del tercer sector… un largo etcétera de posibilidades que ayudasen a los centros a llevar la educación más allá del currículo formal generando y alimentando un auténtico ecosistema educativo más allá de la comunidad del centro.

La investigación dio sus primeros pasos durante el confinamiento producido por la pandemia de la Covid-19 y en ella han participado, como equipo investigador: Marta Malo, José Rodrigo, José Antonio Gómez y Pablo Gutiérrez del Álamo. Además de los equipos directivos de los siete centros de la red, se ha hablado con responsables autonómicos de formación del profesorado, con responsables de los nodos de la red con los centros educativos, así como con personas que desarrollan su labor en otros ámbito independientes de PLANEA para conocer otras realidades que pudieran ofrecer información de interés: Comunidades de Aprendizaje, Red Amara Berri y Red Estatal de Aprendizaje-Servicio.

Fuente de la Información: https://eldiariodelaeducacion.com/arteyeducacion/2021/04/29/aprendizajes-para-proyectos-de-arte-y-escuela/

 

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CGT Málaga denuncia el cierre de la escuela infantil Colores de Málaga

Por: Tercera Información

  • CGT Málaga ha participado esta semana en las movilizaciones para protestar contra el cierre de la escuela municipal infantil Colores de Málaga en lo que consideran “un ataque más” a la escuela pública.

El sindicato informa de que el período de matriculación se ha suspendido de manera unilateral y sin informar a las familias. En primer lugar habían derivado esas 22 matrículas a un centro privado del grupo Nova School. A lo que han dado marcha atrás y admitieron esas 22 matrículas para el próximo curso, pero han dejado fuera a quienes todavía no la habían formalizado. El próximo curso no admitirán más matrículas, dejarán la escuela sin alumnado y en 2022 se hará efectivo el cierre.

Para CGT Málaga, que este curso la escuela haya tenido a menos niñas y niños no es significativo, ya que la pandemia ha hecho que sea un año extraño y que muchas familias hayan optado por no matricular a sus hijas e hijos para evitar contagios. Se trata en realidad de una estratagema del alcalde para justificar el cierre y continuar con la política de desmantelamiento de la escuela pública de la Delegación y la Consejería de Educación, pues no es cierto que no haya demanda social, sino que no se permite la matriculación.

El sindicato insiste que este trasvase de dinero público a las empresas educativas privadas es la tónica de la Junta de Andalucía, como lo demuestra un pormenorizado estudio llevado a cabo por el propio sindicato con datos públicos.

Fuente e Imagen: https://www.tercerainformacion.es/articulo/actualidad/26/06/2021/cgt-malaga-denuncia-el-cierre-de-la-escuela-infantil-colores-de-malaga/

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Publicación del estudio sobre la situación educativa de la juventud sorda en España

22 Junio 2021 · CNSE-Confederación Estatal de Personas Sordas

El objetivo de este estudio es conocer la situación actual de este colectivo joven en el ámbito educativo, los recursos de accesibilidad y soportes a la inclusión existentes, además de la repercusión en su rendimiento educativo.

El ‘Estudio sobre la situación educativa de la juventud sorda en España’ parte de la experiencia académica del propio alumnado sordo para analizar cómo repercuten en su rendimiento académico las políticas de inclusión educativa que se llevan a cabo desde las diferentes Administraciones Educativas, e identificar aquellas estrategias que permitan a estas alumnas y alumnos participar de una educación equitativa, inclusiva y de calidad que de respuestas a sus necesidades y demandas.

Estudio sobre la situación educativa de la juventud sorda en España

El presente “Estudio sobre la situación educativa de la juventud sorda en España” es una iniciativa y ha sido elaborada por la CNSE, Confederación Estatal de Personas Sordas, y su comisión de Juventud Sorda (CJS-CNSE), realizada en colaboración con el Equipo de Estudios e Investigación Social de ILUNION Tecnología y Accesibilidad, y financiada por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 a través de su convocatoria de subvenciones para la realización de programas de interés general, con cargo a la asignación tributaria del 0,7% del IRPF del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, y la Fundación ONCE.

El objetivo general del estudio es conocer la situación actual de la juventud sorda en el ámbito educativo, los recursos de accesibilidad y soportes a la inclusión existentes, su disposición en la práctica, barreras y aspectos facilitadores, y la repercusión de estos factores en su rendimiento educativo.

Para ello, la metodología del estudio combina diferentes vertientes. Como punto de partida, revisión del conocimiento disponible: se han analizado datos y fuentes estadísticas, estudios e informes, junto al marco legislativo.

Se celebró una sesión de debate grupal (grupo de discusión) con estudiantes sordas y sordos signantes, con el objetivo de explorar las cuestiones más relevantes en su experiencia educativa en las distintas etapas. Se realizó, asimismo, un cuestionario (encuesta) orientado a captar, en términos más  amplios, la experiencia educativa de la juventud sorda. El cuestionario recabó 127 respuestas válidas: se trata en la práctica de un acercamiento cualitativo complementario en los resultados, sin pretender una representatividad de tipo estadístico.

Se han llevado a cabo además 6 entrevistas con informantes clave, de diferentes ámbitos: académico, educativo y asociativo.

Es preciso agradecer la perspectiva experta aportada por Marta Vinardell, Lourdes Gómez, Teresa López, Antonia Espejo, Enrique Huertas, Gerardo Echeita y Mónica Rodríguez, así como agradecer también su participación a los informantes del cuestionario y del grupo discusión.

Mediante la consideración cruzada de cada una de estas vertientes metodológicas se trata de realizar un mejor acercamiento al objeto de estudio, desprender conclusiones y aprendizajes para avanzar en inclusión y éxito en las trayectorias educativas de este colectivo. El enfoque empírico es eminentemente cualitativo.

La presente síntesis de resultados aporta, en primer lugar, elementos de enfoque teórico y una breve mención a la normativa de referencia. Se presentan, asimismo, las conclusiones y recomendaciones del estudio. La versión completa del estudio está disponible en el portal web de CNSE y en el del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030.

Podemos descargarnos este estudio en las dos versiones disponibles:

Fuente: https://www.discapnet.es/actualidad/2021/06/estudio-situacion-educativa-juventud-sorda-espana

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Las madres de niños con necesidades especiales se organizan contra la soledad de los cuidados

Por: Sarah Babiker

Los cuidados de la infancia con necesidades especiales son a menudo asumidos en solitario por las madres. Ante la no implicación de los padres, y la falta de acompañamiento institucional, muchas apuestan por la organización colectiva y el apoyo mutuo.

“Lo logré después de mucho pelear” es una expresión que se repite con cierta frecuencia conversando con madres de hijas e hijos con necesidades especiales. Las circunstancias, limitaciones, desafíos y recursos de estos menores son muy diversos pero sin embargo hay algo que les une: no lo tienen nada fácil. Tampoco es fácil para quienes asumen sus cuidados: la distancia entre lo que necesitan estas niñas y niños y lo que las administraciones ofrecen, la suplen, habitualmente, los esfuerzos y la dedicación de la familia. Y más que la familia, en muchas ocasiones, la madre.

Hace unas semanas nacía en Barcelona el Sindicat de Mares en la Diversitat Funcional. María Herrero, una de sus promotoras, apostaba de esta manera por el apoyo mutuo y la politización del colectivo para visibilizar el problema e influir sobre las políticas públicas con una perspectiva feminista. Tenía como referente la experiencia del Sindicato de Inquilinos, y la convicción de que eso que le pasaba a ella —verse sola ante los cuidados de su hijo autista, por la ausencia de implicación del padre— le tenía que pasar a más gente.

Con una amiga prepararon un mail, se trataba de un ejercicio de boca a oreja para encontrar madres de hijos e hijas con diversidad funcional en la misma situación, es decir, solas con los cuidados. De ahí salió un grupo de whatsapp en el que tramar juntas: “nos atraviesan cosas que tienen que ver con el machismo y tienen que ver con la discapacidad y con los cuidados, por ejemplo, la invisibilidad, que en nuestro caso es enorme, entre que somos pocas y no tenemos tiempo por el trabajo a destajo y la sobrecarga”.

“No hay una mirada social que penalice mínimamente a los padres por desentenderse de los cuidados, no digo que les condenen ni les den latigazos, pero sí ese control social de pensar: qué bestia, ha dejado a su hijo”

Cuando el ex compañero de María desapareció unos meses dejándola sola en el cuidado de su hijo, en su centro educativo le dijeron que de todas formas, el niño estaba claramente mejor con ella, que había mejorado mucho. Ese comentario, esa mirada, no era lo que ella necesitaba: “no hay una mirada social que penalice mínimamente a los padres por desentenderse de los cuidados, no digo que les condenen ni les den latigazos, pero sí ese control social de pensar: qué bestia, ha dejado a su hijo”, en definitiva, una mirada feminista que exija lo mismo a madres y padres.

Para visibilizar y hacer políticas públicas que aborden estas situaciones quieren datos. Datos que den cuenta de la situación en familias entre las que cada vez son más las monomarentales: “para ser monoparental en Catalunya el padre debe de aportar menos de 175€ al mes. Una de las reivindicaciones a nivel más práctico es que si hay hijas o hijos discapacitados y el padre no se ocupa, la familia es monomarental, da igual lo que pague o no pague, porque el dinero es importante pero mucho más importante es tener tiempo, tener horas, tener vida”, afirma rotunda.

Extrema división sexual del trabajo

La de Ana, otra de las integrantes del Sindicato, no es una familia monoparental. “Nosotros nos concebimos como un equipo, él es el cazador que tiene que salir a cazar, y yo me quedo en casa cuidando de los niños, pero es que es así, no lo podríamos hacer de otra manera”. Los niños son dos: uno de 11 y otra de 5. Es la pequeña. Martina, quien precisa cuidados continuos desde que a los dos años le diagnosticaron diabetes infantil. “Los niños con diabetes tienen una situación super variable”, explica Ana. Hay que estar pendientes de su nivel de glucosa, de noche y de día. “De entrada, yo dejé de trabajar y de dormir”.

Cuando diagnosticaron a la pequeña estaba a punto de empezar el colegio. Sin embargo, no había noticias de que alguien iba a estar ahí, en el aula, para estar pendiente de que a Martina no le diese una subida peligrosa de azúcar: su madre se plantó un mes y medio en la puerta del colegio, subía cada hora y media para medir sus niveles de glucosa. A ella, que previamente trabajaba en un Centro de Educación Especial le dijeron en la mutua que lo de su hija no era para tanto, que casos mucho más duros habría visto en su trabajo. Mientras, Ana movía cielo y tierra para conseguir que se acompañara todo el tiempo a la niña. Lo consiguió.

Junto a un grupo de familias, esta madre reivindica las “necesidades sanitarias”, una figura que no existe y que lo que implica es un trabajo transversal entre las áreas de salud y las de asuntos sociales (en su caso, de la Generalitat), y que englobaría casos como los de su hija, que consideran, no deberían tramitarse por discapacidad o dependencia porque se tratan de una problemática distinta. También demandan que ante diagnósticos como el de Martina exista la figura de un acompañante de la familia para agilizar los trámites y que la familia pueda centrarse en los cuidados.

“Volvemos a dedicarnos a los cuidados de nuestros hijos porque las instituciones no nos dan una respuesta que nos ayude a poder conciliar y estamos aquí aparcadas. Y como estamos tristes y calladas pues tampoco hacemos mucho ruido. Y esto al sistema le va bien, tenernos calladas, ocupadas y tristes”, reflexiona Ana. Recuerda que esta vuelta, o radicalización de la división sexual del trabajo se cobra sus víctimas. “La ruptura de la relación, para muchas mujeres que han tenido que dejar de trabajar, las situa en una situación muy precaria económica y emocionalmente”. Y conservar el trabajo o los ingresos tampoco resulta fácil: Ana es interina, en estos días se abren los exámenes para entrar en la bolsa de trabajo, la sobrecarga ha hecho que se le pasara el plazo y se puede quedar sin su plaza, y por tanto sin prestación, con lo que esto supone para la economía familiar.

“Volvemos a dedicarnos a los cuidados de nuestros hijos porque las instituciones no nos dan una respuesta que nos ayude a poder conciliar y estamos aquí aparcadas. Y como estamos tristes y calladas pues tampoco hacemos mucho ruido. Y esto al sistema le va bien”

Políticas de trazo grueso

Por un lado pelear y pelear para conseguir cualquier cosa, por otro, miradas institucionales que no se adaptan a sus necesidades. “Mira María, lo que tengo ahora es un 38 y tú necesitas un 41, te va a doler” le dijo una trabajadora de la empresa que centraliza asistencia a domicilio a Herrero. La metáfora escondía una carencia: la de personal adecuado para trabajar con niños con trastornos de conducta, como es el caso del hijo de María. “Pues no lo cojo, pero entonces me quedo sin nada”, piensa. Aún recuerda cuando una de estas trabajadoras no especializadas acabó encerrada en la terraza del piso en pleno invierno.

A María le vuelve la angustia de ser imprescindible porque no se le provee ayuda que valga para ella y su hijo. Además, ha detectado cómo, cuando se le plantea ayuda, a través por ejemplo, de la ley de dependencia, se hace de tal modo que el agotamiento los cargan otras mujeres. Ante la recomendación de buscar un asistente personal para su hijo en el marco de la ley de dependencia averiguó en un par de empresas que si bien la prestación es de algo más de mil euros, el trabajador o trabajadora, ingresaría 570. “¿Perdona? Además las familias tendremos que pagar alguna cuota más. Es el modelo público privado de mercantilización. ¿Qué poder de cuidados puedes demandarle a alguien que está cobrando 7 euros la hora?”. Desde esa mirada crítica, una de las primeras cosas que ha hecho el sindicato ha sido reunirse con representantes del Servicio de Asistencia a Domicilio.

Herrero ha reflexionado sobre todo esto, entre sus lecturas, las críticas de Amaia Pérez Orzoco a la Ley de dependencia. Ante la nada previa, la economista feminista ofrece un balance general: “Mejor con la Ley de dependencia que sin la Ley de dependencia”. Lo dice con una cierta ironía antes de proceder a listar todas las deficiencias que entonces y ahora achaca a esta ley: la reprivatización de los cuidados, que vuelven al hogar, su mercantilización, y estar basada en salarios bajos y precarias condiciones laborales para trabajos feminizados y muchas veces racializados.

Pérez Orozco intuye que el foco de la ley se ha ido mucho hacia envejecimiento y se ha desdibujado en lo relativo a diversidad funcional. Además, “ha estado muy centrado en la dependencia y muy poco en la autonomía personal”, y por último, en términos de presupuesto “ha sido un brindis al sol”. En definitiva, para esta integrante de la colectiva XXK, la ley de dependencia fue resultado de las demandas feministas de abordar la cuestión de los cuidados, pero al final, si bien “como toda gran ley contribuyó a anclar el debate, también lo acotó”, limando su potencial transformador.

La cuidadora proveedora

Si la enfermedad de la hija de Ana es —al menos superficialmente— conocida, la de la hija de Sonia, una niña con el síndrome de Blount, es una enfermedad rara. Cuando a su hija le descubrieron esta afección, solo se conocían dos casos más en el Estado. Sus piernas no crecen bien, necesitan muchas intervenciones para ir enderezándolas, operaciones que le han hecho tener que ir en silla de ruedas, que generan dolores en espalda y cadera, que hacen complicada la vida. Un diagnóstico que a Sonia, vicepresidenta de la asociación leonesa Capacidad Positiva, le costó aceptar, y que el padre de la niña no supo asumir.

Llegó el divorcio y la monomarentalidad sobrevenida: y otra mujer dejando su trabajo y ocupándose netamente del cuidado de su hija. Del mismo modo que Ana tenía que subir cada rato a mirar el nivel de azúcar de su hija, Sonia tenía que poner a la suya al baño, y si había excursión, ahí estaba ella empujando su silla de ruedas. Ahora la niña tiene 17 años, y Sonia un trabajo donde no le ponen problemas con las horas que dedica a los cuidados. Pero no han faltado las peleas.

Uno de los pulsos más importantes fue con el instituto, a la niña le correspondía uno de educación especial: pero ella no tenía dificultades para seguir en un instituto convencional, y además el centro estaba a 25 km que debía recorrer en taxi. Para Sonia no tenía sentido, la niña podía ir a un centro educativo, cerca de su casa, donde también estudiarían sus amigas del colegio, al final consiguió que se aceptara esta opción. Otra pelea tuvo que ver con la casa, después de comprar el piso, no fue fácil convencer a la propiedad de hacer el edificio accesible para su hija. Otra batalla por dar: solo tiene una pegatina de discapacidad para poder aparcar en los espacios habilitados. Una pegatina que solo sirve para su coche. Si la lleva otra persona, ya no sirve. Si esa persona tiene que aparcar lejos de su lugar de destino y hay que andar un tramo, la chica necesitará la silla de ruedas.

Sonia también cobra una prestación de dependencia, cuenta que usa el dinero para las cosas que su hija necesita, fisioterapia, apoyo en los estudios, etc. Cuando cumpla 18 años se le acabará esa ayuda, queda poco. Respecto al certificado de discapacidad, se lo dan y se lo quitan según las operaciones que lleve. La de los papeles es otra pelea: “cualquier trámite son cuatro trámites”, ella está asesorada por su prima que es trabajadora social y se entera por la asociación, pero cada vez que va al hospital Niño Jesús ve a familias que intuye que no saben nada de estas ayudas, que no consiguen arañar ni un poco de apoyo del estado. A Sonia le sorprende que un niño con cáncer no tenga minusvalía, le preocupan los malabarismon para conciliar que puedan hacer todas esas familias.

El último apocalipsis de los cuidados

A María Herrero la idea del Sindicato o algún tipo de organización le rondaba ya desde hace un año, en la recta final del gran confinamiento, cuando todo empezaba a abrir salvo los colegios.  A la hija de Sonia el confinamiento le costó un empeoramiento general de su salud. No podía salir y caminar, sus músculos se atrofiaban, el cuerpo le dolía. En realidad, sí podía salir, contaba con un certificado médico para ello, pero el clima de control social  le disuadió de hacerlo: una adolescente por ahí, ¿qué pintaba?. Acostumbradas a ser invisibles, de pronto eran demasiado visibles.

Capacidad Positiva agrupa a familias monomarentales con hijos e hijas con diversidad funcional. Trata de visibilizar una realidad muy difícil. En este momento, de hecho, realiza un pequeño estudio sobre las redes informales que se pusieron en marcha al principio de la pandemia, cuando muchas madres se veían privadas de su principal apoyo en la crianza: sus madres y padres.

“Si tenemos que reducir nuestra jornada laboral para conciliar reducimos también nuestros ingresos, entonces… ¿Cómo afrontamos el gasto extra para pagar esas horas de cuidados en el domicilio?”

Pero el confinamiento fue solo una especie de momento de intensificación descarnada de lo que viene siendo una rutina, no poder descansar. Desde el Sindicat, María Herrero refiere a un estudio del ayuntamiento de Barcelona que apuntaba que las cuidadoras eran el colectivo con el peor estado de salud. En la entidad leonesa valoran: “los cuidados que precisa [un hijo o hija] en el domicilio no se los puede prestar un auxiliar con formación general sino que necesitan cuidados especiales y esos cuidados hay que pagarlos; el precio por hora se puede llegar a duplicar. Si tenemos que reducir nuestra jornada laboral para conciliar reducimos también nuestros ingresos, entonces… ¿Cómo afrontamos el gasto extra para pagar esas horas de cuidados en el domicilio?”. Una incógnita que arrasa con la energía y el tiempo de muchas familias, sobre todo, de las que solo cuentan con un sueldo.

Fuente e imagen: https://www.elsaltodiario.com

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Por una educación sexual transformadora, libre y para todes

Por: Ana Adom

 

La falta de educación sexual en la escuela se ha colado como noticia hasta los grandes medios, aunque desde prismas moralistas y heterocentrados. Los resultados de los últimos informes arrojan luz sobre la desastrosa situación de la educación sexual y sus consecuencias.

La falta de una Educación Sexual Integral (ESI) de calidad en las aulas sigue mostrando sus repercusiones negativas en las y los jóvenes residentes en el Estado Español. La transmisión de ETS en la juventud aumenta o el uso de protección disminuye. Aunque no sólo se trata de una cuestión de salud pública. La ausencia de una formación profunda deja la búsqueda del conocimiento en manos de instituciones tradicionalmente represivas, como la Iglesia (que controla casi un tercio de la educación) o de las industrias que se lucran en torno a la mercantilización de la sexualidad.

La situación de la ESI como contenido transversal no hace sino diluir las responsabilidades y las competencias sobre un tema central para el buen desarrollo personal y social de los alumnos y alumnas. Hasta ahora, la mayoría de propuestas educativas se han visto limitadas a unas pocas sesiones aisladas, escasas de tiempo y con contenidos muy mínimos, normalmente centradas en aspectos biológicos o de prevención y con una visión enfocada a la sexualidad heterosexual.

La ESI debería ser, ante todo, un espacio seguro de información y acercamiento donde se muestren no sólo los riesgos, sino también los aspectos más liberadores de las prácticas sexuales, señalando las opciones que existen junto con la importancia del respeto por los deseos y la integridad del resto, poniendo el consentimiento en el centro.

Además, profundizar en la importancia de los métodos anticonceptivos sin por ello perder de vista el placer, saliendo del coitocentrismo imperante, podría hacer mejorar la tendencia de los últimos años en la que las ETS aumentan entre los jóvenes.

A pesar de lo limitadísima que sigue siendo la formación en cuestiones afectivo-sexuales, en los últimos años han aparecido iniciativas de sectores conservadores posicionándose en contra de todo lo que signifique conocer y explorar mejor la propia sexualidad y las distintas posibilidades de disfrute.

Contra el pin parental, más educación sexual en las aulas

El Pin Parental presentado en 2019 por VOX y en constante debate en varias Comunidades Autónomas en las que gobierna la derecha, pretende limitar el acceso a cualquier contenido extracurricular que no esté previamente aceptado por los padres. Una propuesta que considera a les hijes como propiedad de sus adres y que atenta contra su propio desarrollo y educación. Unas familias con mínimos conocimientos de educación sexual, con poco tiempo para tratarlos, con prejuicios aún persistentes, con grandes diferencias sociales y generacionales no son el lugar más apropiado para concienciar y hablar sobre sexo de forma adecuada y libre.

Por otro lado, la aún predominante influencia de la Iglesia en la educación concertada de todo el Estado provoca que el acercamiento a las cuestiones sexuales sea, si es que existe, en ocasiones aún más retrograda. La exigencia de que los asuntos religiosos, incluida su moral conservadora, se mantengan en el ámbito de lo privado es absolutamente necesaria para quienes defendemos la libertad de expresión y el fin de la represión sexual e ideológica. Para ello es indispensable la separación total de la Iglesia de la educación y del Estado, también en las aulas.

Sin una formación de calidad que permita discernir y eliminar los elementos más perjudiciales de la sexualidad, niñas, niños y jóvenes con las redes sociales tan a mano acaban recurriendo a fuentes de información que refuerzan estereotipos, animan a prácticas poco saludables y reproducen con mayor fuerza las actitudes machistas y LGTBIfóbicas que ya encontramos de normal en nuestra sociedad.

Una Educación Sexual de calidad, abierta y libre, para todas y todos, adaptada a los niveles educativos y dispuesta a la colaboración ente alumnos, profesores y especialistas, es la base para una sociedad dispuesta a tumbar el heteropatriarcado y toda opresión que limite el disfrute y el goce, además de abrir la puerta a la organización para apropiarse del tiempo necesario para ello.

Fuente e imagen: https://www.laizquierdadiario.es

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Entrevista a Alba Plata: «Los supervivientes al cáncer infantil sufren ansiedad, inseguridad, estrés y miedo a la recaída, al dolor, al qué va a pasar ahora…»

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España: Los menores de entre 3 y 5 años pasan la mayoría del tiempo de la jornada escolar de forma sedentaria

La investigadora del Laboratorio de Motricidad Humana de la Universidad de Málaga (UMA) Adriana Nielsen, lidera un estudio en el que ha analizado la cantidad e intensidad de movimiento realizado por más de 150 niños mediante acelerometría, constatando que estos pasan la mayor parte del tiempo de la jornada escolar de forma sedentaria.

La investigadora aboga por cambiar el modelo actual implantado en los colegios, que ve el escenario ideal para aumentar la actividad física

Esta profesora del Departamento de Didáctica de las Lenguas, las Artes y el Deporte, tras el estudio de nueve clases de cuatro centros escolares de Educación Infantil de Málaga, ha evidenciado que los menores tan solo realizan 60 minutos de actividad física durante la mañana -20 minutos realizando actividad física ligera y 40 minutos en actividad física moderada vigorosa- de los 300 minutos que ocupan la jornada escolar, frente a los 180 de actividad física diaria -de los que 60 deberían ser moderada vigorosa- que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Según señala la experta a Ep, los niños por la tarde deberían realizar 120 minutos de actividad física en los que se incluyeran 20 minutos de moderada a vigorosa, han precisado desde la Universidad de Málaga en un comunicado.

A pesar de que es en la Educación Infantil cuando se debe enfatizar el desarrollo de habilidades motrices básicas, ya que en esta etapa de crecimiento comienza a construirse una fuerte conexión entre la acción y la cognición, la mayoría de las investigaciones realizadas hasta el momento se centran en lograr una buena forma física y un peso corporal saludable entre los menores, prestando escasa atención al rendimiento cognitivo, ha explicado Nielsen.

Beneficios sobre la cognición

La investigadora, no obstante, señala los efectos beneficiosos del ejercicio sobre ciertos aspectos de la función cerebral importantes no sólo para la educación, sino para el desarrollo integral de los menores. Por ejemplo, el incremento del flujo sanguíneo cerebral que conlleva un aumento de la oxigenación y del suministro de glucosa a ciertas áreas neurales encargadas del procesamiento superior o el razonamiento.

Nielsen asegura que después de la actividad física se regulan y se incrementan los niveles de neurotrofinas, que se han asociado con la mejora en el aprendizaje a corto y largo plazo. Además, los niños que realizan movimientos corporales kinestésicos fortalecen las conexiones neuronales de su cerebro.

Más actividad física en los colegios

En su investigación, la profesora de la Facultad de Ciencias de la Educación cree necesario cambiar el modelo metodológico actual implantado en los colegios que, según destaca, son el escenario ideal para aumentar la cantidad de actividad física que realizan los menores.

Su propuesta es incrementar, mediante el juego, la práctica de ejercicio físico regular; integrar el movimiento en los programas curriculares, incluir sesiones de actividad física con una demanda cognitiva concreta y optimizar las oportunidades de movimiento en los recreos, que es donde el ejercicio físico se intensifica, tal y como han constatado en este estudio.

«Este tipo de planificación tendrá una gran repercusión sobre aspectos como el rendimiento cognitivo y académico, la velocidad de respuesta, la motivación o la atención», asegura Nielsen, que en este trabajo ha contado con la colaboración de los profesores de la UMA Ramón Romance y Juan Carlos Dobado.

Emplear metodologías activas, configurar espacios de aprendizaje que induzcan al desarrollo de la actividad física, integrar esta, mediante el juego activo, en las actividades propuestas para abordar los contenidos o dedicar de 40 a 60 minutos diarios a la psicomotricidad son algunas de las acciones concretas que plantea introducir en la jornada escolar esta investigadora de la UMA.

Los resultados de este estudio han sido publicados en la revista científica ‘International Journal of Environmental Research and Public Health’. Para su desarrollo se ha contado con la participación de los colegios Maruja Mallo (Alhaurín de la Torre) y María Zambrano (Mijas), además de Gamarra y El Divino Pastor, ambos en la capital.

Fuente e imagen: https://www.abc.es

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